Otras Páginas Interesantes

viernes, 15 de marzo de 2019

Los dentistas que se beneficiaron con Waterloo

Waterloo, una derrota para Napoleón y un triunfo para los dentistas.


Javier Sanz — Historias de la Historia



A los lógicos problemas dentales por la falta de higiene, vino a añadirse el mejor aliado para las caries, el azúcar. Durante el siglo XVII ya se consumía azúcar en todo el mundo y la profesión de dentista comenzó a ganar prestigio… y dinero. Las primeras prótesis dentales podían ser de madera, porcelana y, sobre todo, marfil, y los dientes que en ella se incrustaban eran piezas de animales, de condenados a muerte e incluso de alguna profanación de tumbas. Cumplían, a su manera, estéticamente, pero poco más. Los dientes utilizados dejaban mucho que desear y eran difíciles de conseguir. La gran “revolución” de los dientes postizos se produjo con la batalla de Waterloo (18 de junio de 1815).



Napoléon salió derrotado y en el campo de batalla quedaron unos 50.000 soldados muertos de ambos ejércitos. La mayoría de estos soldados eran jóvenes y estaban sanos… sinónimo de dientes sanos. A la mayoría de ellos, antes de enterrarlos, se les sacó los dientes que, en su totalidad, fueron a parar “al mercado inglés“. A este tipo de dentaduras se les denominó “Waterloo Teeth” (dientes de Waterloo) y durante varios años se siguió llamando así a todas las dentaduras postizas elaboradas con dientes sanos, independientemente de su procedencia.


Era todo un lujo llevar una “Waterloo Teeth”.

2 comentarios:

  1. Una de las tantas animaladas de la guerra, usar dientes de soldados muertos. Una atrocidad.

    ResponderEliminar
  2. Los ingleses, haciendo negocio con esta bestialidad. No lo usaban como souvenir, sino como fuente de ingresos.

    ResponderEliminar

Por favor, haga su comentario || Please, make a comment...