miércoles, 20 de noviembre de 2024

GCE: Un resumen del conflicto

Resumen de la Guerra Civil Española



El 17 de julio de 1936 empezó la Guerra Civil Española.

Cuando el 18 se extiende por la Península, la II República cuenta con las grandes ciudades, la industria, el oro y más material militar.

Entonces, ¿Cómo es posible que perdiera la guerra?




Lo primero, repasemos. La República al inicio de la guerra tenía las grandes ciudades del país incluida la Capital, Madrid así como el 72% del territorio y el 63% de la población.

También tenía en su poder 300 tn. de oro y 3.300 tn. de plata del Banco de España.




La República también tenía las mayores zonas industriales del país como Cataluña, el País Vasco y Asturias.

Las minas de carbón y hierro, la metalúrgica, la mayoría de los cultivos de regadío y TODAS fábricas de armas estaban bajo control republicano.




Por otra parte en el plano militar contaba con la mitad del ejército, el 81% de los aviones y una gran parte de los barcos de la Armada

Entonces ¿Qué pasó?




1. El pacto de no intervención → Desde el inicio, Francia y especialmente Reino Unido mantuvieron una postura neutral en el conflicto español para evitar enfrentarse directamente a Alemania e Italia.

Sólo la URSS se prestó a vender armas y enviar asesores a la República.



Sin embargo la ayuda militar de la URSS ni de lejos se acercaba a la que Italia, Alemania y en menor medida Portugal, prestaron a Franco.  

Entre Alemania, Italia y Portugal enviaron casi 90.000 soldados mientras que la Unión Soviética apenas 2.000. Entre Alemania e Italia.



2. Dinero → Si hay algo que gana guerras, eso es el dinero.

Es cierto que la República poseía las reservas de oro y plata, pero fue el bando sublevado el que consiguió  ingentes cantidades de créditos en Alemania e Italia y de las grandes fortunas españolas.




3. Un líder → Desde muy pronto y gracias a las muertes de San Jurjo, Primo de Rivera y Mola, el bando sublevado cerró filas en torno a Franco.

Mientras, la República no consiguió a nadie que asumiera un liderazgo claro y constante durante toda la guerra.




4. La indisciplina  → La desconfianza de Frente Popular hacia los militares llevó a la República a casi desmantelar el ejército.

Pasaría casi un año hasta que el Partido Comunista y los asesores soviéticos, organizaron definitivamente el Ejército Regular de La República.




Sin embargo para entonces los sublevados ya no eran una fuerza frágil sino que ya estaban organizados y contaban con la ayuda internacional, el dinero, las armas, más territorio y todo lo necesario para aplastar a la República.

Por otro lado, ambos bandos tenían fuerzas irregulares. Sin embargo mientras que las republicanas como las anarquistas eran autónomas, las sublevadas como la falange y los requetés, siempre estuvieron bajo el control militar.




5. La unión de la izquierda → mientras que las derechas estaban unidas y eran disciplinadas, las izquierdas eran un desastre.

Anarquistas, comunistas y el POUM hacían cada uno la guerra por su cuenta. Incluso algunos priorizaban la revolución a ganar la guerra.




De esta forma fueron comunes los problemas de orden público, la no cooperación en los frentes e incluso los enfrentamientos entre las distintas facciones que culminaron en las Jornadas de Mayo de 1937.

En estos sucesos se enfrentaban los grupos anarquistas y trotskistas (partidarios de la Revolución Permanente), por un lado, y el Gobierno de la República, la Generalidad de Cataluña y algunos grupos políticos, por otro lado.



Y sí has llegado hasta aquí es tu turno ¿Crees que hubo algún motivo más por el cual la Segunda República perdió la guerra?

martes, 19 de noviembre de 2024

lunes, 18 de noviembre de 2024

Unión Soviética: El asesino Trotsky y su Checa

Cómo operaba la "Checa", la cruel policía secreta bolchevique responsable de instaurar el "Terror Rojo" en Rusia

Redacción
BBC News Mundo




Vladimir Lenin en un discurso en 1901.


Fue el brazo armado del gobierno de Vladimir Uliánov, más conocido como Lenin.


La policía secreta bolchevique, llamada Comisión Extraordinaria para la Lucha contra la Contrarrevolución y Sabotaje de Toda Rusia —o simplemente "Checa"—, persiguió y arrestó a cualquiera que apoyara un acto "contrarrevolucionario" o que no simpatizara con el régimen marxista que se instaló en 1917.

Gracias a sus amplios poderes, esta fuerza de seguridad —la primera de una sucesión de policías secretas de la era soviética—, es recordada hasta el día de hoy como una de las más brutales de la historia reciente rusa.

Pero ¿en qué contexto se creó la Checa? ¿Cuál fue su misión realmente y por qué fue tan temida? Aquí te lo contamos.

Revolución rusa

Para entender la historia de la policía bolchevique, primero hay que remontarse a la convulsa situación política, económica y social que golpeaba a los rusos en 1917.

En aquel entonces, Rusia era un imperio pero al mismo tiempo un país rural y económicamente atrasado respecto al resto de Europa. El zar Nicolás II, último heredero de la dinastía Romanov, era un autócrata que concentraba en sus manos todos los poderes.



El zar Nicolás II fue el último heredero de la dinastía Romanov.

La población se dividía en dos clases sociales: la nobleza feudal y el resto del pueblo. Cuatro de cada cinco rusos eran campesinos obreros y las desigualdades eran enormes.

Pero Nicolás II se negaba a conceder reformas y periódicamente explotaban nuevas revueltas que las tropas del zar reprimían de forma violenta.

Por otra parte, desde 1914 el ejército ruso luchaba en la Primera Guerra Mundial. Tras 3 duros años de conflicto bélico, sus filas no sacaban cuentas alegres: habían más de 6 millones de muertos, heridos y prisioneros.

A esto se le sumaba una inflación desorbitada, el desavastecimiento de alimentos y el descontento político por la falta de reformas.

Es en este contexto que en febrero de 1917, el gobierno imperial fue debilitado por un conjunto de huelgas y por la presión de la oposición liberal y de los mandos militares.

Al cabo de unos días, el zar Nicolás II, desacreditado e incapaz de controlar la situación, fue obligado a abdicar.

Los rebeldes, entonces, asumieron el poder a través de un comité provisional de gobierno dirigido por el social-revolucionario Alexandr Kérenski.

Pero el Soviet, una asamblea popular formada por obreros, campesinos y soldados, también quería gobernar.



León Trotsky, terrible hijo de puta, dirigiendo a sus soldados bolcheviques.

Y dentro de esta fuerza política, estaban los bolcheviques, el grupo más radical guiado por Lenin y por León Trotsky.

La noche entre del 7 de noviembre de 1917, Lenin y Trotsky asaltaron el Palacio de Invierno de Petrogrado (hoy San Petersburgo), la sede del gobierno provisional. Capturaron a todos sus miembros e iniciaron un régimen comunista.

Entre sus primeras medidas figuraron la liquidación de los latifundios y entrega de la tierra a los campesinos, la nacionalización de los bancos, el control obrero sobre la producción industrial y la supresión de los privilegios de la nobleza y la Iglesia.

Como es de esperar, todas estas reformas basadas en las teorías económicas y sociales elaboradas por Carlos Marx y Federico Engels generaron resistencia en distintos sectores.

Se inició así una Guerra Civil entre los bolcheviques y el denominado Ejército Blanco —integrado por un grupo dispar, que iba desde los conservadores y liberales favorables a la monarquía, hasta los socialistas democráticos— que se extendió hasta 1922.



La Guerra Civil rusa ocurrió entre los años 1917 y 1922.

Y es en este momento cuando la policía secreta, llamada Checa, entra en escena, jugando un rol clave para apoyar el ambicioso plan de Lenin y Trotsky.

¿Qué fue exactamente la Checa?

La Checa comenzó como una pequeña agencia para investigar y hacer frente a las amenazas al nuevo régimen.

Pero a medida que creció la oposición a los bolcheviques, también lo hizo el tamaño y el poder de esta fuerza de seguridad, pasando de tener 40 agentes a más de 100.000.

Así, se organizaron en distintos equipos que se traspasaban información entre sí y actuaban coordinamente.

Un grupo era de Inteligencia que investigaba y llevaba el registro de los "contrarrevolucionarios", así como el combate al sabotaje y la especulación. También había un equipo de ataque, otro de reclutas y otro de soldados.

Su fundador y primer líder, el revolucionario comunista Felix Dzerzhinsky, era conocido como "Iron Felix" (o el "Conde de Hierro").


Felix Dzerzhinsky era conocido como "Iron Felix", otro asesino ruso.

"Hay una razón por la cual el hombre que la creó era conocido como Iron Felix. Era muy rígido, muy centrado en lo que quería, lidió con los contrarrevolucionarios y protegió como nadie la revolución", explica a BBC Mundo Stephen Hall, académico experto en Rusia de la Universidad de Bath, Reino Unido.

Pero la brutalidad de Dzerzhinsky sigue causando controversia en Rusia hasta el día de hoy: mientras algunos lo consideran un "héroe nacional" otros lo responsabilizan de haber reprimido cruelmente a miles de personas.

Durante sus cuatro años de vida, la Checa actuaba por su propia voluntad realizando arrestos masivos, encarcelamientos, torturas y ejecuciones incluso sin procesos judiciales.

"Era más eficiente que la policía secreta zarista. Y mucho más ofensiva, en parte porque los bolcheviques no controlaban tanto territorio en ese momento", dice Hall.

"Su brutalidad ciertamente generó mucho miedo", agrega el académico.



También aplicaban medidas represivas como la confiscación de bienes, la privación de alimentos, asaltos a las casas, expulsión de los domicilios y la publicación de listas de "enemigos del pueblo".

El Terror rojo

Al período de atrocidades cometidas por la Checa se le conoce como "El Terror Rojo".

Algunos historiadores lo reducen a las ejecuciones y represión bolchevique ocurridas en 1918 mientras otros lo extienden desde 1918 hasta el nacimiento de la Unión Soviética en 1922.

"El propósito del terror rojo era asustar a la población para que, al menos, no conspirara en contra de los bolcheviques", afirma Stephen Hall.

"Buscaban a los contrarrevolucionarios para dar una señal, para que otras personas supieran que si hacían algo contra el régimen le dispararían", agrega.



Lenin necesitaba controlar a los "contrarrevolucionarios" para el éxito de su régimen.

Según el académico, el intento de asesinato contra Lenin ocurrido en agosto de 1918 terminó por entregarle aún más poderes a la Checa.

De hecho, muchos creen que fue este hecho el punto de partida del Terror rojo: la excusa perfecta para comenzar con la campaña de represión hacia los "enemigos de clase" o cualquier persona alineada con el ejército blanco.

"Y así terminó siendo una unidad para controlar efectivamente a la población, al campesinado", le explica Hall a BBC Mundo.

Uno de los líderes de la Checa, Martyn Latsis, explicó así la "esencia" del Terror rojo:

"No estamos librando una guerra contra personas individuales (...). Estamos exterminando a la burguesía como clase", dijo.

El número de muertos de este período es discutido. Las estimaciones van desde las 50.000 personas hasta más de un millón.


Poster de la Unión Soviética.

Entre quienes fallecieron en manos de la Checa, hay importantes figuras rusas como el destacado poeta Nikolay Gumilyov, acusado de tramar un levantamiento contra los bolcheviques.

¿Cómo se disolvió?

Cuando los bolcheviques salieron victoriosos de la guerra civil en 1922, y conquistaron definitivamente el poder, la Checa se reestructuró y cambió de nombre a GPU (Directorio Político Unificado del Estado).

Sin embargo, para muchos historiadores la primera policía secreta de la era soviética sentó las bases de las siguientes fuerzas de inteligencia que rigieron en Rusia.

Muchas de ellas, dicen los analistas, replicaron las medidas represivas de aquella época.

De ahí viene, de hecho, la temida KGB, la última agencia de inteligencia de la URSS que llegó a tener más de 480.000 agentes además de millones de informantes que controlaban eficientemente a la población rusa.



domingo, 17 de noviembre de 2024

Georgias del Sur: La Compañía Argentina de Pesca arriba a Grytviken en 1904

La Compañía Argentina de Pesca arriba a Grytviken





El 16 de noviembre de 1904 arriba a Grytviken, isla San Pedro, en las islas Georgias del Sur, la expedición de la Compañía Argentina de Pesca y funda el primer establecimiento pesquero en el archipiélago, el cual estaba deshabitado hasta ese momento.

sábado, 16 de noviembre de 2024

Guerras civiles argentinas: Combate de las Vizcacheras

Batalla de Las Vizcacheras


 
Monumento a Arbolito (Nicasio Maciel) en la ciudad de Rauch. Plaza Mitre.


A principios de 1829 el consejo de ministros del general Lavalle inventó el sistema de las “clasificaciones”, o sea la lista de todos los adversarios conocidos de esa situación, y esto con el objeto de asegurar o desterrar a los federales más conspicuos, como lo verificó con Tomás Manuel, Nicolás y Juan José Anchorena, con García Zúñiga, Arana, Terrero, Dolz, Maza, Rosas, etc. etc. (1)

Entretanto la reacción armada estallaba en casi toda la República.  La Legislatura de Córdoba le confirió al gobernador Bustos “facultades extraordinarias”, y éste se aprestó a defenderse del ataque que se le anunciaba y era fácil prever.  El general Quiroga declaró públicamente que se dirigía a restaurar las autoridades de Buenos Aires, y levantó una fuerte división en Cuyo.  El gobernador Ibarra se dio la mano con el de Tucumán y formaron otro cuerpo de ejército para defenderse ambos.  El general López, gobernador de Santa Fe, le declaró al general Lavalle que no le reconocía como gobernador de Buenos Aires y que cortaba con él toda relación de provincia a provincia. (2)  En la campaña sur de Buenos Aires fuertes grupos de milicianos armados, buscaban su incorporación en los puntos que a jefes de su devoción indicaba Rosas desde Santa Fe,

El general Lavalle no tenía, como Rivadavia, ni la reputación de un político que sólo sabía actuar dentro del derecho y de la ley, ni la égida de un congreso como el de 1826 que hiciera triunfar en principio los ideales de la minoría, conteniendo –en brillante tregua para la libertad del pensamiento-, el empuje incontrastable de los pueblos y caudillos semibárbaros.  No; que por ser exclusivamente un soldado cuadrado lo habían reconocido como jefe visible los unitarios que circunscribían su política a abrir camino con el sable a la Constitución de 1826.  Con él conseguían lo que no consiguieron con Rivadavia; que ése era la primera personalidad entre ellos; la que descolló por su gran iniciativa, y la que por su virtud a todos se impuso en el momento solemne de su caída.  El órgano oficial de los unitarios de 1828 condensaba esa política escribiendo: “… Al argumento de que si son pocos los federales es falta de generosidad perseguirlos, y si son muchos, es peligroso irritarlos, nosotros decimos que, sean muchos o pocos, no es tiempo de emplear la dulzura, sino el palo… sangre y fuego en el campo de batalla, energía y firmeza en los papeles públicos… Palo, porque sólo el palo reduce a los que hacen causa común con los salvajes.  Palo, y de no los principios se quedan escritos y la Reública sin Constitución” (3)  Nadie en la República se hacía ilusiones a este respecto; y por esto la reacción contra los unitarios de 1828, -aun prescindiendo del fusilamiento del gobernador Manuel Dorrego- se manifestó más radical y más violenta que la que se había limitado a hacer el vacío a los poderes nacionales de 1826.

La lucha sobrevino desde luego.  El coronel Juan Manuel de Rosas, del campo de Navarro se había dirigido a Santa Fe e impuesto al gobernador López de la situación de Buenos Aires, asegurándole que el general Lavalle estaba reducido en la ciudad, y que toda la campaña le era hostil.  López pensó, y con razón, que lo primero que haría Lavalle sería irse sobre Santa Fe; y calculando que Rosas podría ser un poderoso antemural en Buenos Aires por su influencia decisiva en las campañas, de lo cual tenía pruebas recientes, reunió sus milicias, nombró a Rosas mayor general de su ejército y abrió su campaña contra Lavalle invadiendo a Buenos Aires por el norte.  “…Quedé obligado a usar de la autoridad de que estaba investido, -escribía Rosas, desde su retiro de Southampton, recordando esos sucesos- y me puse a las órdenes del señor general López, general en jefe nombrado por la Convención Nacional, para operar contra el ejército de línea amotinado”. (4)

Lavalle envió al general José María Paz, al frente de la segunda división del ejército republicano, para que sofocase en las provincias del interior la resistencia de los jefes arriba mencionados; y mientras éste iniciaba su cruzada en Córdoba, él se dirigía con 1.500 veteranos al encuentro de López y de Rosas, quienes engrosaban su ejército con grupos numerosos de milicianos armados.

El general Estanislao López, con ser que inició su carrera en el Regimiento de Granaderos a Caballo y se batió heroicamente en San Lorenzo a las órdenes de San martín, no era un militar de las condiciones del general Lavalle; pero podía competir dignamente con éste, y aun superarlo en la clase de guerra que se propuso hacerle.  Era la guerra del viejo y astuto caudillo, que no empeñaba combates serios, pero que fatigaba continuamente a su adversario, presentándole por todos lados grupos de caballería bien montada, mientras él se apoderaba de los recursos, y conseguía llevarlo más o menos debilitado hacia un punto donde le caía entonces con todas sus fuerzas.  Los veteranos de Lavalle se veían por primera vez impotentes ante la pericia y astucia de esos dos jefes de milicias que obtenían en las dilatadas llanuras la ventaja singular de destruir su ejército regular, sin aceptar combates, sin presentarlos tampoco y dueños de los recursos y de los arbitrios de que aquél no podía echar mano.

Con todo, Lavalle comprendió la táctica especial de sus adversarios.  Ayudado de algunos hacendados adictos pudo montar sus soldados en caballos selectos y obligar a López y a Rosas a los combates de Las Palmitas y de Las Vizcacheras



Muerte del coronel Federico Rauch en Las Vizcacheras – 28 de marzo de 1829

Las Vizcacheras

En el combate que tuvo lugar en Las Vizcacheras el 28 de marzo de 1829 se enfrentaron un contingente federal de aproximadamente 600 hombres y otro unitario, de número similar.  A Las Vizcacheras hay que situarla en ese marco.  Las tropas leales a Lavalle –el fusilador de Dorrego- eran comandadas por Rauch, quien marchaba al frente de sus Húsares de Plata y contaba con otras unidades.  Del lado federal participó Prudencio Arnold, quien más tarde llegó al grado de coronel.  Cuenta en su libro “Un soldado argentino”, que Rauch les venía pisando los talones, con la ventaja de comandar tropas veteranas de la guerra del Brasil.  Los federales llegaron a Las Vizcacheras casi al mismo tiempo que un nutrido contingente de pu kona, que combatirían a su lado.  Dice Arnold: “en tales circunstancias el enemigo se avistó.  Sin tiempo que perder, formamos nuestra línea de combate de la manera siguiente: los escuadrones Sosa y Lorea formaron nuestra ala derecha, llevando de flanqueadores a los indios de Nicasio; los escuadrones Miranda y Blandengues el ala izquierda y como flanqueadores a los indios de Mariano; el escuadrón González y milicianos de la Guardia del Monte al centro, donde yo formé”. Arnold no brinda más datos sobre los lonko que guiaban a los peñi salvo que Nicasio llevaba como apellido cristiano Maciel, “valiente cacique que murió después de Caseros”.

Rotas las hostilidades, Rauch arrolló el centro de los federales y se empeñó a fondo –siempre según el relato de su adversario- sin percibir que sus dos alas eran derrotadas. Se distrajo y comenzó a saborear su triunfo pero pronto se vio rodeado de efectivos a los que supuso suyos.  Hay que recordar que por entonces, los federales sólo se diferenciaban de los unitarios por un cintillo que llevaban en sus sombreros, el que decía “Viva la federación”.  Anotó su rival: “cuando estuvo dentro de nosotros, reconoció que eran sus enemigos apercibiéndose recién del peligro que lo rodeaba. Trató de escapar defendiéndose con bizarría; pero los perseguidores le salieron al encuentro, cada vez en mayor número, deslizándose por los pajonales, hasta que el cabo de Blandengues, Manuel Andrada le boleó el caballo y el indio Nicasio lo ultimó… Así acabó su existencia el coronel Rauch, víctima de su propia torpeza militar”.  A raíz de su acción, Andrada fue ascendido a alférez.
 

Parte de la batalla

Informe del coronel Anacleto Medina al señor Inspector General coronel Blas Pico: “Chascomús, Marzo 29 de 1829 – El coronel que suscribe pone en conocimiento del Señor Inspector General, jefe del estado mayor, que habiéndose reunido en el punto de Siasgo al señor coronel Rauch, en virtud de órdenes que tenía, marchó toda la fuerza en persecución de los bandidos que habían invadido el pueblo de Monte, y ayer a las 2 de la tarde fueron alcanzados, como cuatro leguas de la estancia de los Cerrillos, del otro lado del Salado, en el lugar llamado de las Vizcachas.  Una y otra división se encontraron, y, cargándose, resultó flanqueada la nuestra por los indios, que ocupaban los dos costados del enemigo.  Después del choque, cedió nuestra tropa a la superioridad que, en doble número, tenía aquél, y se dispersó a distintos rumbos; ignorando el que firma cuál habrá seguido el comandante general del Norte.  Se me ha incorporado parte del regimiento de húsares con todos sus jefes, hallándose heridos el comandante Melián, el ayudante Schefer y el teniente Castro del regimiento 4.  El señor coronel D. Nicolás Medina se infiere que es muerto; y no será posible detallar la pérdida que habrá resultado, por no saber si se ha reunido por otro rumbo a otro jefe.  La pérdida del enemigo debe ser bastante.  Me he replegado a este punto con 72 húsares y 48 coraceros del 4. En él pienso permanecer, y defender esta población, que tengo probabilidad de que va a ser atacada, y se halla en gran compromiso el vecindario que se declaró por el orden.

El que suscribe saluda al Señor Inspector con su acostumbrada consideración.  Anacleto Medina”.

Referencias


  1. Véase Memorias póstumas del general Paz, Tomo II, página 345.  El general Paz era ministro de la guerra bajo ese gobierno del general Lavalle.
  2. Las notas de esta referencia se publicaron en Córdoba y posteriormente en El Archivo Americano.  Véase el Buenos Aires cautiva y La nación Argentina decapitada a nombre y por orden del nuevo Catalina Juan Lavalle (1829), que redacta en Santa Fe el padre Castañeda.
  3. Carta del 22 de setiembre de 1869 (duplicado en el archivo de Adolfo Saldías).
  4. Carta del 22 de setiembre de 1869 (duplicado en el archivo de Adolfo Saldías).

 

Fuente


  • Benencia, Julio Arturo – Partes de batallas de las Guerras Civiles (1822-1840) – Acad. Nacional de la Historia – Buenos Aires (1976).
  • Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
  • Moyano, Adrián – El ajusticiamiento del Coronel Rauch en Las Vizcacheras.
  • Portal www.revisionistas.com.ar


Saldías, Adolfo – Historia de la Confederación Argentina – Ed. El Ateneo – Buenos Aires (1951).

jueves, 14 de noviembre de 2024

GCE: El asesinato del Teniente de Asalto José Castillo

El asesinato del Teniente de Asalto José Castillo





Fuente

Tal día como hoy, el #12deJulio de 1936, era asesinado el Tte. Castillo, Oficial de la Guardia de Asalto e instructor de las Milicias Socialistas

Asesinado por 4 desconocidos en la C/Augusto Figueroa cuando se dirigía al Cuartel de Pontejos

Pero, quien era el Tte. Castillo?.

El Teniente Castillo fue un Oficial que, 2 años antes, se negó a cumplir las órdenes de reprimir el Golpe de Octubre de 1934: 

 

"Yo no tiro contra el pueblo"


Esta sería su respuesta cuando acudió con su Sección de Asalto para hacer valer, supuestamente, el orden constitucional republicano..



Sin embargo, meses después, cuando los trágicos sucesos del entierro del Alférez de la Guardia Civil, Anastasio de los Reyes (asesinado el 14 de Abril de 1936, durante el desfile de la celebración del V aniversario de la República), no dudó un momento en disparar contra los asistentes al Cortejo fúnebre (a aquel sepelio asistían, en su mayoría, compañeros del Guardia Civil asesinado por milicianos socialistas, y oficiales del Ejército). Producto de esos disparos fallecería un familiar de José Antonio Primo de Rivera (Andrés Saenz de Heredia).




Como refiero, en esta ocasión, no le tembló el pulso para sacar su pistola a relucir contra el pueblo...

El Teniente Castillo sería indultado por la Amnistía de Febrero de 1936 (había sido procesado por incumplir las órdenes en Octubre del 34).

Gracias a éste indulto, en los días siguientes se le nombraría miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado, concretamente Teniente de la Guardia de Asalto.



Como tantos otros milicianos partícipes en el golpe de Octubre de aquel año, sería recompensado por el Gobierno del Frente Popular con su nombramiento como miembro de los Cuerpos del orden y la Seguridad del Estado. No es de extrañar que, con esos mimbres, aquella Primavera fuera recordada como la Primavera Trágica en España.



El Teniente Castillo sería protagonista de no pocos sucesos que ponían en cuestión, sin duda, su pertenencia a un Cuerpo de Seguridad del Estado, de hecho, compartía esas funciones como Jefe Instructor de la criminal Motorizada (escolta personal del socialista Prieto y protagonistas del asesinato de Calvo Sotelo (que, recordemos, se produciría escasas horas después).



Estos eran los antecedentes, esta era la turbulenta y oscura historia de aquel Oficial de Asalto (con ello, quede rotundamente claro, no justifico el asesinato, ni este ni ninguno); una historia que no la encontrarás en la historiografía tradicional que, caprichosamente, tiende a equiparar los bárbaros asesinatos de un Oficial de Asalto, que incumplía órdenes, que participaba en atentados y que instruía a jóvenes terroristas, con el del líder natural de las oposiciones en aquel momento, Calvo Sotelo.



Como ya referí en anteriores hilos, entre los antecedentes al asesinato, también se encontraban los sucesos de Valencia (una Radio había sido asaltada por falangistas). La respuesta de las milicias frentepopulistas fue desorbitada; incendios de sedes de las derechas, periódicos. Y es que la madrugada del 11 al 12 de Julio de 1936 fue pródiga en terribles sucesos y, sin duda, estos ayudaron a caldear un ambiente que estaba ya demasiado caliente de por sí, y desde hacía mucho tiempo..



Aquel trágico día, la ciudad de Madrid, como durante los 2 meses anteriores, estaba completamente paralizada por los efectos de las huelgas. Especialmente gravosa era la del ramo de la construcción que tenía a miles de obreros parados desde hacía semanas y un conflicto que no tenía visos de ser solucionado (la mano negra de Largo Caballero andaba detrás de la huelga más salvaje de cuántas hubo en aquellos 5 años de República). Caos, anarquía, desórdenes continuos, huelgas de toda índole (se anunciaba también la de ferroviarios), asesinatos, amenazas, un Parlamento vacío e inactivo, un PSOE en abierta guerra civil entre Prietistas y Caballeristas.



Así es como se llegaba a aquel trágico 12 de Julio de 1936.

Lo ocurrido horas después, durante el sepelio del cadáver del Tte. Castillo en el Cuartel de Pontejos, es ya historia, otra historia...

Allí se decidiría el asesinato de los principales líderes de las derechas; Gil Robles, Calvo Sotelo y José Antonio Goicoechea (los 3 residían en la misma calle, Velázquez...).

El también Oficial de Asalto, el Teniente Máximo Moreno (imagen), sería el cabecilla de la iniciativa, una iniciativa que contaría con la "complicidad" de destacadas magistraturas del Estado y elementos subalternos del propio Gobierno del Frente Popular.




Desde aquel Cuartel de Pontejos se preparó, se planeó y se discutió a conciencia, la barbarie más cruel que tendría lugar escasas horas después por las calles de Madrid y, como refiero, se haría en presencia de destacados elementos subalternos del Estado. Pero eso, es otra historia..