Mostrando entradas con la etiqueta Guerra Civil. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Guerra Civil. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de noviembre de 2024

GCE: Un resumen del conflicto

Resumen de la Guerra Civil Española



El 17 de julio de 1936 empezó la Guerra Civil Española.

Cuando el 18 se extiende por la Península, la II República cuenta con las grandes ciudades, la industria, el oro y más material militar.

Entonces, ¿Cómo es posible que perdiera la guerra?




Lo primero, repasemos. La República al inicio de la guerra tenía las grandes ciudades del país incluida la Capital, Madrid así como el 72% del territorio y el 63% de la población.

También tenía en su poder 300 tn. de oro y 3.300 tn. de plata del Banco de España.




La República también tenía las mayores zonas industriales del país como Cataluña, el País Vasco y Asturias.

Las minas de carbón y hierro, la metalúrgica, la mayoría de los cultivos de regadío y TODAS fábricas de armas estaban bajo control republicano.




Por otra parte en el plano militar contaba con la mitad del ejército, el 81% de los aviones y una gran parte de los barcos de la Armada

Entonces ¿Qué pasó?




1. El pacto de no intervención → Desde el inicio, Francia y especialmente Reino Unido mantuvieron una postura neutral en el conflicto español para evitar enfrentarse directamente a Alemania e Italia.

Sólo la URSS se prestó a vender armas y enviar asesores a la República.



Sin embargo la ayuda militar de la URSS ni de lejos se acercaba a la que Italia, Alemania y en menor medida Portugal, prestaron a Franco.  

Entre Alemania, Italia y Portugal enviaron casi 90.000 soldados mientras que la Unión Soviética apenas 2.000. Entre Alemania e Italia.



2. Dinero → Si hay algo que gana guerras, eso es el dinero.

Es cierto que la República poseía las reservas de oro y plata, pero fue el bando sublevado el que consiguió  ingentes cantidades de créditos en Alemania e Italia y de las grandes fortunas españolas.




3. Un líder → Desde muy pronto y gracias a las muertes de San Jurjo, Primo de Rivera y Mola, el bando sublevado cerró filas en torno a Franco.

Mientras, la República no consiguió a nadie que asumiera un liderazgo claro y constante durante toda la guerra.




4. La indisciplina  → La desconfianza de Frente Popular hacia los militares llevó a la República a casi desmantelar el ejército.

Pasaría casi un año hasta que el Partido Comunista y los asesores soviéticos, organizaron definitivamente el Ejército Regular de La República.




Sin embargo para entonces los sublevados ya no eran una fuerza frágil sino que ya estaban organizados y contaban con la ayuda internacional, el dinero, las armas, más territorio y todo lo necesario para aplastar a la República.

Por otro lado, ambos bandos tenían fuerzas irregulares. Sin embargo mientras que las republicanas como las anarquistas eran autónomas, las sublevadas como la falange y los requetés, siempre estuvieron bajo el control militar.




5. La unión de la izquierda → mientras que las derechas estaban unidas y eran disciplinadas, las izquierdas eran un desastre.

Anarquistas, comunistas y el POUM hacían cada uno la guerra por su cuenta. Incluso algunos priorizaban la revolución a ganar la guerra.




De esta forma fueron comunes los problemas de orden público, la no cooperación en los frentes e incluso los enfrentamientos entre las distintas facciones que culminaron en las Jornadas de Mayo de 1937.

En estos sucesos se enfrentaban los grupos anarquistas y trotskistas (partidarios de la Revolución Permanente), por un lado, y el Gobierno de la República, la Generalidad de Cataluña y algunos grupos políticos, por otro lado.



Y sí has llegado hasta aquí es tu turno ¿Crees que hubo algún motivo más por el cual la Segunda República perdió la guerra?

sábado, 16 de noviembre de 2024

Guerras civiles argentinas: Combate de las Vizcacheras

Batalla de Las Vizcacheras


 
Monumento a Arbolito (Nicasio Maciel) en la ciudad de Rauch. Plaza Mitre.


A principios de 1829 el consejo de ministros del general Lavalle inventó el sistema de las “clasificaciones”, o sea la lista de todos los adversarios conocidos de esa situación, y esto con el objeto de asegurar o desterrar a los federales más conspicuos, como lo verificó con Tomás Manuel, Nicolás y Juan José Anchorena, con García Zúñiga, Arana, Terrero, Dolz, Maza, Rosas, etc. etc. (1)

Entretanto la reacción armada estallaba en casi toda la República.  La Legislatura de Córdoba le confirió al gobernador Bustos “facultades extraordinarias”, y éste se aprestó a defenderse del ataque que se le anunciaba y era fácil prever.  El general Quiroga declaró públicamente que se dirigía a restaurar las autoridades de Buenos Aires, y levantó una fuerte división en Cuyo.  El gobernador Ibarra se dio la mano con el de Tucumán y formaron otro cuerpo de ejército para defenderse ambos.  El general López, gobernador de Santa Fe, le declaró al general Lavalle que no le reconocía como gobernador de Buenos Aires y que cortaba con él toda relación de provincia a provincia. (2)  En la campaña sur de Buenos Aires fuertes grupos de milicianos armados, buscaban su incorporación en los puntos que a jefes de su devoción indicaba Rosas desde Santa Fe,

El general Lavalle no tenía, como Rivadavia, ni la reputación de un político que sólo sabía actuar dentro del derecho y de la ley, ni la égida de un congreso como el de 1826 que hiciera triunfar en principio los ideales de la minoría, conteniendo –en brillante tregua para la libertad del pensamiento-, el empuje incontrastable de los pueblos y caudillos semibárbaros.  No; que por ser exclusivamente un soldado cuadrado lo habían reconocido como jefe visible los unitarios que circunscribían su política a abrir camino con el sable a la Constitución de 1826.  Con él conseguían lo que no consiguieron con Rivadavia; que ése era la primera personalidad entre ellos; la que descolló por su gran iniciativa, y la que por su virtud a todos se impuso en el momento solemne de su caída.  El órgano oficial de los unitarios de 1828 condensaba esa política escribiendo: “… Al argumento de que si son pocos los federales es falta de generosidad perseguirlos, y si son muchos, es peligroso irritarlos, nosotros decimos que, sean muchos o pocos, no es tiempo de emplear la dulzura, sino el palo… sangre y fuego en el campo de batalla, energía y firmeza en los papeles públicos… Palo, porque sólo el palo reduce a los que hacen causa común con los salvajes.  Palo, y de no los principios se quedan escritos y la Reública sin Constitución” (3)  Nadie en la República se hacía ilusiones a este respecto; y por esto la reacción contra los unitarios de 1828, -aun prescindiendo del fusilamiento del gobernador Manuel Dorrego- se manifestó más radical y más violenta que la que se había limitado a hacer el vacío a los poderes nacionales de 1826.

La lucha sobrevino desde luego.  El coronel Juan Manuel de Rosas, del campo de Navarro se había dirigido a Santa Fe e impuesto al gobernador López de la situación de Buenos Aires, asegurándole que el general Lavalle estaba reducido en la ciudad, y que toda la campaña le era hostil.  López pensó, y con razón, que lo primero que haría Lavalle sería irse sobre Santa Fe; y calculando que Rosas podría ser un poderoso antemural en Buenos Aires por su influencia decisiva en las campañas, de lo cual tenía pruebas recientes, reunió sus milicias, nombró a Rosas mayor general de su ejército y abrió su campaña contra Lavalle invadiendo a Buenos Aires por el norte.  “…Quedé obligado a usar de la autoridad de que estaba investido, -escribía Rosas, desde su retiro de Southampton, recordando esos sucesos- y me puse a las órdenes del señor general López, general en jefe nombrado por la Convención Nacional, para operar contra el ejército de línea amotinado”. (4)

Lavalle envió al general José María Paz, al frente de la segunda división del ejército republicano, para que sofocase en las provincias del interior la resistencia de los jefes arriba mencionados; y mientras éste iniciaba su cruzada en Córdoba, él se dirigía con 1.500 veteranos al encuentro de López y de Rosas, quienes engrosaban su ejército con grupos numerosos de milicianos armados.

El general Estanislao López, con ser que inició su carrera en el Regimiento de Granaderos a Caballo y se batió heroicamente en San Lorenzo a las órdenes de San martín, no era un militar de las condiciones del general Lavalle; pero podía competir dignamente con éste, y aun superarlo en la clase de guerra que se propuso hacerle.  Era la guerra del viejo y astuto caudillo, que no empeñaba combates serios, pero que fatigaba continuamente a su adversario, presentándole por todos lados grupos de caballería bien montada, mientras él se apoderaba de los recursos, y conseguía llevarlo más o menos debilitado hacia un punto donde le caía entonces con todas sus fuerzas.  Los veteranos de Lavalle se veían por primera vez impotentes ante la pericia y astucia de esos dos jefes de milicias que obtenían en las dilatadas llanuras la ventaja singular de destruir su ejército regular, sin aceptar combates, sin presentarlos tampoco y dueños de los recursos y de los arbitrios de que aquél no podía echar mano.

Con todo, Lavalle comprendió la táctica especial de sus adversarios.  Ayudado de algunos hacendados adictos pudo montar sus soldados en caballos selectos y obligar a López y a Rosas a los combates de Las Palmitas y de Las Vizcacheras



Muerte del coronel Federico Rauch en Las Vizcacheras – 28 de marzo de 1829

Las Vizcacheras

En el combate que tuvo lugar en Las Vizcacheras el 28 de marzo de 1829 se enfrentaron un contingente federal de aproximadamente 600 hombres y otro unitario, de número similar.  A Las Vizcacheras hay que situarla en ese marco.  Las tropas leales a Lavalle –el fusilador de Dorrego- eran comandadas por Rauch, quien marchaba al frente de sus Húsares de Plata y contaba con otras unidades.  Del lado federal participó Prudencio Arnold, quien más tarde llegó al grado de coronel.  Cuenta en su libro “Un soldado argentino”, que Rauch les venía pisando los talones, con la ventaja de comandar tropas veteranas de la guerra del Brasil.  Los federales llegaron a Las Vizcacheras casi al mismo tiempo que un nutrido contingente de pu kona, que combatirían a su lado.  Dice Arnold: “en tales circunstancias el enemigo se avistó.  Sin tiempo que perder, formamos nuestra línea de combate de la manera siguiente: los escuadrones Sosa y Lorea formaron nuestra ala derecha, llevando de flanqueadores a los indios de Nicasio; los escuadrones Miranda y Blandengues el ala izquierda y como flanqueadores a los indios de Mariano; el escuadrón González y milicianos de la Guardia del Monte al centro, donde yo formé”. Arnold no brinda más datos sobre los lonko que guiaban a los peñi salvo que Nicasio llevaba como apellido cristiano Maciel, “valiente cacique que murió después de Caseros”.

Rotas las hostilidades, Rauch arrolló el centro de los federales y se empeñó a fondo –siempre según el relato de su adversario- sin percibir que sus dos alas eran derrotadas. Se distrajo y comenzó a saborear su triunfo pero pronto se vio rodeado de efectivos a los que supuso suyos.  Hay que recordar que por entonces, los federales sólo se diferenciaban de los unitarios por un cintillo que llevaban en sus sombreros, el que decía “Viva la federación”.  Anotó su rival: “cuando estuvo dentro de nosotros, reconoció que eran sus enemigos apercibiéndose recién del peligro que lo rodeaba. Trató de escapar defendiéndose con bizarría; pero los perseguidores le salieron al encuentro, cada vez en mayor número, deslizándose por los pajonales, hasta que el cabo de Blandengues, Manuel Andrada le boleó el caballo y el indio Nicasio lo ultimó… Así acabó su existencia el coronel Rauch, víctima de su propia torpeza militar”.  A raíz de su acción, Andrada fue ascendido a alférez.
 

Parte de la batalla

Informe del coronel Anacleto Medina al señor Inspector General coronel Blas Pico: “Chascomús, Marzo 29 de 1829 – El coronel que suscribe pone en conocimiento del Señor Inspector General, jefe del estado mayor, que habiéndose reunido en el punto de Siasgo al señor coronel Rauch, en virtud de órdenes que tenía, marchó toda la fuerza en persecución de los bandidos que habían invadido el pueblo de Monte, y ayer a las 2 de la tarde fueron alcanzados, como cuatro leguas de la estancia de los Cerrillos, del otro lado del Salado, en el lugar llamado de las Vizcachas.  Una y otra división se encontraron, y, cargándose, resultó flanqueada la nuestra por los indios, que ocupaban los dos costados del enemigo.  Después del choque, cedió nuestra tropa a la superioridad que, en doble número, tenía aquél, y se dispersó a distintos rumbos; ignorando el que firma cuál habrá seguido el comandante general del Norte.  Se me ha incorporado parte del regimiento de húsares con todos sus jefes, hallándose heridos el comandante Melián, el ayudante Schefer y el teniente Castro del regimiento 4.  El señor coronel D. Nicolás Medina se infiere que es muerto; y no será posible detallar la pérdida que habrá resultado, por no saber si se ha reunido por otro rumbo a otro jefe.  La pérdida del enemigo debe ser bastante.  Me he replegado a este punto con 72 húsares y 48 coraceros del 4. En él pienso permanecer, y defender esta población, que tengo probabilidad de que va a ser atacada, y se halla en gran compromiso el vecindario que se declaró por el orden.

El que suscribe saluda al Señor Inspector con su acostumbrada consideración.  Anacleto Medina”.

Referencias


  1. Véase Memorias póstumas del general Paz, Tomo II, página 345.  El general Paz era ministro de la guerra bajo ese gobierno del general Lavalle.
  2. Las notas de esta referencia se publicaron en Córdoba y posteriormente en El Archivo Americano.  Véase el Buenos Aires cautiva y La nación Argentina decapitada a nombre y por orden del nuevo Catalina Juan Lavalle (1829), que redacta en Santa Fe el padre Castañeda.
  3. Carta del 22 de setiembre de 1869 (duplicado en el archivo de Adolfo Saldías).
  4. Carta del 22 de setiembre de 1869 (duplicado en el archivo de Adolfo Saldías).

 

Fuente


  • Benencia, Julio Arturo – Partes de batallas de las Guerras Civiles (1822-1840) – Acad. Nacional de la Historia – Buenos Aires (1976).
  • Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
  • Moyano, Adrián – El ajusticiamiento del Coronel Rauch en Las Vizcacheras.
  • Portal www.revisionistas.com.ar


Saldías, Adolfo – Historia de la Confederación Argentina – Ed. El Ateneo – Buenos Aires (1951).

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Chile: El incidente del Baltimore

La crisis del Baltimore





El Caso Baltimore fue un incidente diplomático entre Chile y Estados Unidos en 1891, desencadenado por una pelea en Valparaíso entre marineros estadounidenses del USS Baltimore y ciudadanos chilenos, resultando en la muerte de dos marineros estadounidenses. Este incidente ocurrió en un contexto de tensas relaciones bilaterales tras la Guerra Civil chilena.

Génesis del Incidente

El 16 de octubre de 1891, el capitán del USS Baltimore permitió a sus marineros desembarcar en Valparaíso. Bajo los efectos del alcohol, los marineros se involucraron en una pelea con obreros chilenos en el bar True Blue, lo que resultó en la muerte de dos marineros estadounidenses y varios heridos. La policía chilena arrestó a numerosos marineros estadounidenses y chilenos. La versión estadounidense, impulsada por el embajador Patrick Egan, alegaba que el ataque fue premeditado y que la policía chilena no protegió a los marineros.

Escalada del Conflicto

El gobierno estadounidense exigió disculpas y una indemnización, calificando el incidente como un acto de hostilidad. Chile defendió que el incidente fue una pelea común y prometió una investigación judicial imparcial. Las tensiones aumentaron cuando el Secretario de Estado estadounidense, William F. Wharton, envió un ultimátum a Chile, exigiendo disculpas inmediatas y advirtiendo de una posible ruptura de relaciones diplomáticas.

Intervención Argentina

En un momento crítico, el canciller argentino, Estanislao Zeballos, ofreció apoyo logístico y moral a Estados Unidos para una posible invasión a Chile, proponiendo incluso el uso de territorio argentino para las tropas estadounidenses. Esta propuesta fue vista como una traición por parte de Chile y ha sido objeto de análisis y críticas en ambos países.

Resolución

El gobierno chileno, buscando evitar un conflicto mayor, decidió disculparse y aceptar la mediación estadounidense. También accedió a pagar una indemnización de $75,000 a las familias de los marineros fallecidos. Esta transigencia permitió la resolución diplomática del conflicto.

Análisis

El incidente Baltimore mostró la capacidad de Estados Unidos para imponer su voluntad en América Latina y marcó un precedente para futuras intervenciones, como la Guerra Hispano-Estadounidense en 1898. Para Chile, fue un recordatorio de la necesidad de manejar cuidadosamente sus relaciones internacionales, especialmente con potencias extranjeras.

Este incidente resaltó las tensiones en el hemisferio occidental y las complejidades de las relaciones diplomáticas durante el siglo XIX, especialmente en un contexto de reciente independencia y reconfiguración política en América Latina.

Puedes encontrar más detalles en el artículo de Wikipedia: Caso Baltimore.

El mejor libro al respecto es:

Sanz, Luis Santiago (1998), El caso Baltimore: Una contribución al esclarecimiento de la actitud argentina, Instituto de Publicaciones Navales.  ISBN: 950-899-011-2

lunes, 16 de septiembre de 2024

UK: La Revolución de 1688

La Revolución Gloriosa







La Revolución de 1688 fue el derrocamiento de Jacobo II en 1688 a través de una conspiración urdida entre algunos parlamentarios ingleses y el Estatúder holandés Guillermo de Orange. Algunas veces también se llama la Revolución Incruenta, aunque hubo combates y pérdida de vidas humanas en Irlanda y Escocia.​ Los historiadores católicos y tories prefieren el término «Revolución de 1688», ya que «Gloriosa» o «Incruenta» reflejarían los prejuicios de los historiadores whig. Otros, como el historiador W.A. Speck, señalan que el término «revolución» sería incorrecto, ya que estuvo lejos de ser un espontáneo levantamiento contra Jacobo II. Al contrario, Speck señala que probablemente la mayoría de la nación quería la continuidad de su reinado.

La Revolución está fuertemente asociada con los sucesos de la guerra de los Nueve Años de la Europa Continental, y se puede ver como la última invasión con éxito de Inglaterra.4​ Puede argüirse que con el derrocamiento de Jacobo comenzó el modelo parlamentario inglés. El monarca nunca volvería a tener el poder absoluto, y la Declaración de Derechos se convertiría en uno de los documentos más importantes de Gran Bretaña. La deposición del monarca católico Jacobo II acabó con cualquier oportunidad de que el catolicismo fuese restablecido en Inglaterra. Además, la promulgación de la Ley de Tolerancia condujo a la aceptación de los protestantes no conformistas y a la marginación de los católicos y otros grupos minoritarios, como los judíos y ateos.


Antecedentes de la revolución

Durante sus tres años de reinado, el rey Jacobo II fue víctima de las batallas políticas en Inglaterra entre el catolicismo y el protestantismo, de un lado, y entre el derecho divino de la Corona y los derechos políticos del Parlamento, por el otro. El problema político más importante que tenía Jacobo era su catolicismo, que lo dejaba bajo los ataques de los dos partidos en el Parlamento. Los miembros del partido liberal británico del bajo clero habían fallado en su intento de excluir a Jacobo del trono entre 1679 y 1681, y los seguidores de Jacobo eran los tories del alto clero anglicano. Cuando Jacobo heredó el trono en 1685, tenía gran parte del apoyo del «Parlamento Leal», que estaba compuesto mayoritariamente de tories. Sin embargo, el intento de Jacobo por relajar las leyes penales puso en su contra a sus seguidores naturales, ya que los tories lo vieron como un intento de desestructurar a la Iglesia de Inglaterra. Abandonando a los tories, Jacobo quiso formar un «Partido del Rey», para equilibrar a los tories anglicanos, así que en 1687 Jacobo apoyó la política de la tolerancia religiosa y emitió la Declaración de Indulgencia. Aliándose con los católicos, los disidentes y los no conformistas, Jacobo esperaba construir una coalición que le daría la emancipación católica.


Jacobo II
Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda, Duque de Normandía.

En 1686, Jacobo obligó al Banco de la Corte del Rey a decidir que el rey podía dispensar las restricciones religiosas de las Actas de la Prueba. Jacobo ordenó el cambio de Henry Compton, el obispo anticatólico de Londres, quitó a los compañeros protestantes del Magdalen College en Oxford y los reemplazó con católicos.

Jacobo también creó un gran ejército permanente y empleó a católicos en las posiciones de poder en el ejército. Para sus oponentes en el Parlamento esto era como el preludio a un gobierno arbitrario, así que Jacobo prorrogó el Parlamento sin ganarse el consentimiento de este. En ese momento, los regimientos ingleses estaban acampados en Hounslow, cerca de la capital. El ejército de Irlanda se purgó de protestantes, que fueron reemplazados por católicos, y en 1687 Jacobo tenía más de 34 000 hombres en armas en sus tres reinos.

En abril de 1688, Jacobo volvió a emitir la Declaración de Indulgencia y ordenó a todo el clero que la leyese en sus iglesias. Cuando el arzobispo de Canterbury, William Sancroft, y otros seis obispos (ver los Seis Obispos) le escribieron a Jacobo para solicitarle que reconsiderase su política, fueron arrestados bajo los cargos de libelo sedicioso, pero en un juicio fueron exonerados bajo los vítores de la multitud en Londres.

La situación se hizo insostenible en 1688, cuando Jacobo tuvo un hijo; hasta entonces, el trono habría pasado a su hija, María, una protestante. La perspectiva de una dinastía católica en las islas británicas ahora era algo muy probable. Algunos de los líderes del partido tory se unieron con los miembros whig de la oposición y salieron a resolver la crisis.

Los apoyos de Jacobo II: los repealers

Jacobo II estaba a la cabeza de un sofisticado y popular movimiento reformista al que el historiador Scott Sowerby bautiza como repealers,6​ un amplio movimiento nacional e ideológicamente coherente7​ cuyo principal objetivo era abolir siglo y medio de leyes penales que proscribían la adoración religiosa fuera de la iglesia oficial, marginando así no solo a católicos, sino a otros grupos protestantes conocidos como dissenters. La Declaración de Indulgencia no se trataba solamente de una libertad de conciencia, sino de una nueva forma de sociabilidad, donde el debate religioso de los últimos siglos era rechazado en favor de un pluralismo cultural suscrito por la cortesía sin restricciones comerciales y un rechazo al rencor y la controversia.8​ Promovían su causa a través de panfletos, revistas, cartas, etc. El movimiento repealer, en palabras de Sowerby, «was a curious mixture of top-down state sponsorship and bottom-up popular organizing».​

Uno de los hombres cercanos al rey, defensor de las intenciones del monarca sobre la libertad de conciencia, y principal ideólogo y colaborador en las campañas de difusión de la declaración de Jacobo, fue el cuáquero William Penn.10​ Este argumentaba que el antipapismo era irracional, puesto que los católicos eran muy pocos, menos de un 1%11​ de la población.12​ Pero para los enemigos del rey, estos eran muchos más y estaban ocultos esperando su oportunidad. Cualquier argumento en defensa de las intenciones del rey era contestado por un contraargumento de sus enemigos, aunque este careciera de sentido. Según Penn, la única solución para realmente anular estas teorías conspiratorias era la abolición efectiva de las leyes penales.

Conspiración

En 1686, un grupo de conspiradores se encontraron en Charborough House, en Dorset, para planear el derrocamiento de «la raza tirana de los Estuardo». En junio de 1688, otra conspiración fue lanzada desde Old Whittington, en Chesterfield, Derbyshire, para deponer a Jacobo y reemplazarlo por su hija María y su marido, Guillermo Enrique de Orange, ambos protestantes y ambos nietos de Carlos I de Inglaterra. Antes del nacimiento del hijo de Jacobo el 10 de junio, María había sido la heredera al trono y Guillermo era el tercero en la línea de sucesión. Jacobo, sin embargo, había querido tratarlos solamente como posibles herederos, con la condición de que aceptasen su posición procatólica, lo cual ellos no habían querido aceptar por miedo a que la influencia francesa llegase a ser demasiado grande. Guillermo también era el estatúder de las principales provincias de la república holandesa, entonces en los estados preliminares para unirse a la guerra de los Nueve Años en contra de Francia. Guillermo ya había adquirido la reputación de ser el principal campeón en Europa de la causa protestante en contra del catolicismo y del absolutismo francés.


Guillermo III
Rey de Inglaterra, Escocia e Irlanda; estatúder de Güeldres, Holanda, Zelanda, Utrecht y Overijssel.


Todavía es materia de controversia si la iniciativa de la conspiración fue tomada por los ingleses o por el estatúder y su esposa. Guillermo había estado tratando de influir en la política inglesa durante más de un año, permitiendo al Gran Pensionario Gaspar Fagel la publicación de una carta abierta al pueblo inglés, en noviembre de 1687, deplorando la política religiosa de Jacobo, y esta acción generalmente ha sido interpretada como una apuesta encubierta por el reinado. El 18 de diciembre, el Duque de Norfolk avisó a Jacobo de una conspiración proveniente del lado de su yerno. Desde el verano de 1687, Guillermo había mantenido una correspondencia secreta con los principales líderes whig. En ella no se comprometió a ninguna acción definida, pero se había alcanzado un compromiso de que, si Guillermo ascendía al trono, lo haría (de acuerdo con su reputación antiabsolutista) con moderación en el uso del poder real, en compensación por un uso total de los recursos militares ingleses contra Francia. En abril de 1688 empezó a considerar seriamente la posibilidad de una intervención militar y a buscar apoyo financiero y político para tal empresa.

Saltando al vuelo sobre la oportunidad de atraer a Inglaterra a la coalición antifrancesa, ofrecida por la crisis causada por la aparición del nuevo heredero católico, Guillermo y María planearon cuidadosamente durante meses una invasión. Su principal problema era el evitar cualquier impresión de conquista extranjera y prepararon una invitación formal por parte de un grupo de notables, los Siete Inmortales, que consistían en un obispo y seis nobles, el 30 de junio. También el hombre de confianza de Guillermo, Hans Willem Bentinck, lanzó una campaña de propaganda en Inglaterra, presentando a Guillermo como un verdadero Estuardo, pero uno que estaba «afortunadamente» libre (según los panfletos) de los vicios habituales de los Estuardo, como el criptocatolicismo, el absolutismo y la corrupción. Mucho del apoyo «espontáneo» posterior hacia Guillermo había sido organizado cuidadosamente por él y por sus agentes.

El problema siguiente fue el reunir una poderosa fuerza de invasión. Guillermo, financiado por la ciudad de Ámsterdam, después de secretas y difíciles negociaciones hechas por Bentinck con el vacilante burgomaestre de Ámsterdam, durante el mes de junio, alquiló 400 transportes; Bentinck también negoció los contratos de 14 000 mercenarios alemanes de Brandeburgo, Wurtemberg, Hesse-Kassel y Celle, para guarnecer las fronteras holandesas y liberar un número igual de tropas mercenarias de élite holandesas, para usarlas contra Inglaterra. Se obtuvo más apoyo financiero de las fuentes más disparatadas: el banquero judío Francisco Lopes Suasso prestó dos millones de guilders. Aun así, Guillermo todavía tuvo grandes problemas en convencer a la élite gobernante holandesa, los regentes, de que una expedición tan cara era realmente necesaria.

Sin embargo, la política francesa jugó a su favor. A últimos de septiembre, Luis XIV tomó todos los barcos holandeses presentes en los puertos franceses, probando que la guerra con Francia era inminente. El 27 de septiembre (según el calendario gregoriano), Luis cruzó el Rín y entró en Alemania. El 29 de septiembre los Estados de Holanda se reunieron en sesión secreta y, temiendo una alianza franco-inglesa, aprobaron la operación, resolviendo convertir a los ingleses en «útiles a sus amigos y aliados, y especialmente a este estado». Aceptaron el argumento de Guillermo de que un golpe preventivo era necesario para evitar la repetición de los sucesos de 1672, cuando Inglaterra y Francia habían atacado conjuntamente a la República. Ordenaron a la flota holandesa de 53 barcos de guerra escoltar a los transportes de tropas. Esta flota estaba de hecho comandada por el Teniente Almirante Cornelis Evertsen el joven y por el Vicealmirante Philips van Almonde, pero en consideración a las sensibilidades inglesas se colocó bajo el mando nominal del Contraalmirante Arthur Herbert, el mismo mensajero que, disfrazado como un marinero común, le había traído la invitación a Guillermo en La Haya. Aunque Guillermo mismo era Almirante General de la república, se abstuvo del mando operacional, navegando notoriamente, en el yate Den Briel, acompañado por el Teniente Almirante Willem Bastiaensz Schepers, el magnate naviero de Róterdam que había organizado la flota de transporte. Los Estados Generales permitieron al núcleo de los regimientos del ejército de campo holandés participar bajo el mando del Mariscal Federico Schomberg.

Desembarco de Guillermo de Orange

Las preparaciones holandesas, aunque realizadas con gran premura, no podían permanecer en secreto. El embajador inglés, el Marqués d'Albeville, avisó a su país: «Se va a intentar una conquista absoluta, bajo las pretensiones especiales y ordinarias de la religión, la libertad, la propiedad y un parlamento libre...». Luis XIV amenazó a los holandeses con una declaración de guerra inmediata si se empeñaban en seguir adelante con sus planes. El embarque en las naves comenzó el 22 de septiembre (calendario gregoriano), y se completó el 8 de octubre, y la expedición fue aprobada ampliamente ese mismo día por los Estados de Holanda; ese mismo día Jacobo emitió una proclama a la nación inglesa para que se preparase para una invasión holandesa. Durante tres semanas, sin embargo, la flota de invasión no pudo zarpar del puerto naval de Hellevoetsluis, por las adversas galernas del suroeste que normalmente azotan en ese período, y los católicos, por todos los Países Bajos y las islas británicas, mantuvieron reuniones rezando para que este «viento del Papa» durase, pero a últimos de octubre llegó el famoso «viento protestante», cambiando a del este y permitiendo su marcha el 28 de octubre.

Apenas había alcanzado la flota el mar abierto, el viento cambió otra vez a suroeste, forzando a muchos barcos a volver a puerto, volviendo solamente el 9 de noviembre el viento del este. La flota se reagrupó el 11 de noviembre y después navegó hacia el norte en dirección a Harwich, donde Bentinck había preparado un lugar para el desembarco. Sin embargo, fue forzada a ir en dirección sur cuando el viento volvió a rolar al norte, y navegó en una enorme formación cuadrada, de 25 barcos de fondo. Entró en el canal de la Mancha el 13 de noviembre, saludando al Castillo de Dover y Calais simultáneamente para presumir de su tamaño. La armada inglesa colocada en el estuario del Támesis vio pasar por dos veces a los holandeses, pero fue incapaz de interceptarlos; la primera vez debido al fuerte viento del este, y la segunda por una marea no favorable.

Desembarcaron con un gran contingente en Brixham, Devon, el 5 de noviembre de 1688 (calendario gregoriano). Guillermo fue aclamado con grandes muestras de apoyo popular (este era el lugar alternativo para el desembarco de Bentinck), y algunos hombres locales se unieron al ejército. El ejército de Guillermo se componía de aproximadamente 15 000-18 000 tropas de a pie y unas 3000 de caballería. Se componía principalmente de 14 352 tropas regulares mercenarias holandesas (realmente muchos de ellos eran escoceses, escandinavos, alemanes y suizos) y de unos 5000 voluntarios ingleses y escoceses, con un sustancial elemento hugonote en la caballería y en los guardias, así como de 200 negros de las plantaciones de América.14​ Muchos de los mercenarios eran católicos. [cita requerida] En febrero de 1688 Jacobo había ordenado a todos sus súbditos británicos abandonar el servicio a los holandeses, pero pocos lo habían hecho. El 7 de noviembre (17 de noviembre según el calendario gregoriano), el viento roló al suroeste, impidiendo a la flota inglesa que los perseguía atacar el lugar del desembarco. Luis, de hecho, no declaró la guerra, esperando que el envolvimiento de los holandeses en una más que probable guerra civil inglesa haría que no pudiesen interferir en su campaña alemana.

Guillermo consideraba que su veterano ejército tenía el tamaño suficiente para derrotar a cualquier fuerza (todas bastante inexpertas) que Jacobo pudiera lanzar contra él, pero había decidido evitar los riesgos de una batalla y mantener una actitud defensiva, en la esperanza de que la posición de Jacobo se colapsaría al final por sí misma. Así, desembarcó lejos del ejército de Jacobo, esperando que sus aliados ingleses tomasen la iniciativa actuando contra Jacobo, mientras él aseguraba su propia protección contra ataques potenciales. Guillermo estaba preparado para esperar; había pagado a sus tropas tres meses de campaña por adelantado. Un avance lento tenía el beneficio añadido de no extender demasiado sus líneas de suministro; las tropas holandesas incluso estaban bajo órdenes estrictas de no forrajear, por miedo a que pudieran degenerar en saqueos que pudiesen poner en contra a la población. En sus banderas se leía la proclama "Mantendré las libertades de Inglaterra y la religión protestante». «Je maintiendrai» («Mantendré») era el lema de la Casa de Orange. El 9 de noviembre, Guillermo tomó Exeter. Desde el 12 de noviembre, en el norte, muchos nobles empezaron a declararse a favor de Guillermo. Sin embargo, en las primeras semanas mucha gente evitaba cuidadosamente tomar partido; la nación, como un todo, ni se reagrupaba detrás de su rey ni daba la bienvenida a Guillermo, sino que esperaba pasivamente el resultado de los acontecimientos.

Jacobo rechazó una oferta francesa para enviar una fuerza expedicionaria. Sus fuerzas más adelantadas se congregaron en Salisbury, y Jacobo partió para unirse a sus tropas el 19 de noviembre (calendario juliano). En medio de protestas anticatólicas en Londres, llegó a ser evidente que las tropas no estaban ansiosas por combatir, y que la lealtad de muchos de los comandantes de Jacobo era dudosa. La primera sangre se vertió más o menos en ese momento, en una escaramuza en Wincanton, Somerset, cuando las tropas realistas se retiraron después de derrotar a una pequeña partida de exploradores. El recuento de bajas en ambos bandos fue de unas quince. En Salisbury, un preocupado Jacobo tuvo de pronto un serio derramamiento de sangre por la nariz, lo que él tomó por una mala profecía, indicando que debía ordenar a su ejército la retirada. El 23 de noviembre, Lord Churchill of Eyemouth, uno de los principales comandantes de Jacobo, desertó al campo de Guillermo. El 26 de noviembre, la propia hija de Jacobo, la Princesa Ana, hizo lo mismo. Ambos fueron pérdidas importantes. Jacobo volvió a Londres ese mismo día. El 4 de diciembre, las fuerzas de Guillermo estaban en Salisbury; el 7 de diciembre habían alcanzado Hungerford, donde se encontraron con los comisionados del rey para negociar. En realidad, en ese momento Jacobo solo estaba ganando tiempo, pues ya había decidido huir del país. Jacobo estaba convencido de que no podía confiar en su ejército, y dio órdenes para desbandarlo. El 10 de diciembre hubo un segundo choque entre los dos bandos, en la batalla de Reading, una derrota para los hombres del rey. En diciembre hubo fuertes manifestaciones anticatólicas en Bristol, Bury St. Edmuns, Hereford, York, Cambridge y Shropshire. El 9 de diciembre una turba protestante asaltó el castillo de Dover, donde era gobernador el católico Sir Edward Hales, y lo tomó.

El 10 de diciembre, la reina y el Príncipe de Gales huyeron a Francia. El 11 de diciembre, Jacobo intentó escapar, tirando el Gran Sello del Reino al Támesis, en su huida. Sin embargo, fue capturado al día siguiente por unos pescadores en Faversham, cerca de Sheerness, en la isla de Sheppey. El día 11 de diciembre los Lores espirituales y los Lores temporales decidieron pedirle a Guillermo que restaurase el orden. En la noche del día 11 hubo disturbios y saqueos de las casas de los católicos y muchas embajadas extranjeras de países católicos en Londres. La noche del 12 presenció un pánico de masas en Londres durante lo que se llamaría más tarde la «Noche Irlandesa». Falsos rumores de un ataque inminente por parte del ejército irlandés sobre Londres se extendieron por la capital, y se reunió una multitud de cerca de 100 000 personas para defender la ciudad.

Después de volver a Londres el día 16, Jacobo fue recibido por la multitud con vítores. Ante esto, tomó ánimos e intentó recomenzar el gobierno, incluso presidiendo una reunión del Consejo Privado. Entonces recibió una petición para que se marchase de Londres por parte de Guillermo. Este, al mismo tiempo, ordenó a todas las tropas inglesas el abandono de la capital; no serían permitidas fuerzas locales en un radio de veinte millas hasta la primavera de 1689. La armada inglesa ya se había pronunciado a favor de Guillermo. Jacobo fue llevado a Rochester, Kent, bajo una guardia holandesa el 18 de diciembre (calendario juliano), justo cuando Guillermo entraba en Londres. Jacobo escapó entonces a Francia el 23 de diciembre. La baja vigilancia puesta sobre Jacobo, y la decisión de permitirle estar tan cerca de la costa, indica que Guillermo podría haber esperado que una fuga con éxito de su suegro podía evitarle la dificultad de decidir qué hacer con él. Especialmente cuando todavía era fuerte la memoria de la ejecución de Carlos I. El 26 Guillermo, siguiendo el consejo de sus aliados whig, convocó una asamblea de todos los miembros del parlamento que habían sobrevivido el reinado de Carlos II, puenteando así a los toris del Parlamento Leal de 1685. Esta asamblea convocó una Convención y el 28, Guillermo aceptó las responsabilidades del gobierno. Aunque Jacobo había huido del país, el 30 Guillermo (en una conversación con el Marqués de Halifax) estaba amenazando con no quedarse en Inglaterra «si el rey Jacobo vuelve otra vez», y estaba decidido a regresar a Holanda «si ellos le iban a nombrar (a Guillermo) Regente».

Guillermo de Orange se convierte en Rey de Inglaterra

En 1689, la Convención del parlamento llegó a un acuerdo y declaró que la huida de Jacobo significaba una declaración de abdicación. El trono les fue ofrecido a Guillermo y a María como gobernantes conjuntos, un arreglo que ambos aceptaron (Guillermo demandó el título de rey y desdeñó el papel de regente). El 13 de febrero de 1689 (calendario gregoriano), María II y Guillermo III accedieron conjuntamente al trono de Inglaterra. Aunque su sucesión al trono inglés fue relativamente pacífica, se vertería mucha sangre antes de que la autoridad de Guillermo fuese aceptada en Irlanda y Escocia.

Levantamientos jacobitas

Jacobo había fomentado sus apoyos en la católica Irlanda y en las Highlands de Escocia. Los seguidores de Jacobo, conocidos como jacobitas, estaban preparados para resistir lo que consideraba como un golpe ilegal mediante la fuerza de las armas. Un levantamiento se produjo en Escocia en apoyo de Jacobo en 1689, la Primera rebelión jacobita, dirigida por John Graham de Claverhouse, conocido como «Bonnie Dundee», que reunió un ejército de clanes de las Highlands. En Irlanda, los católicos locales dirigidos por Richard Talbot, I conde de Tyrconnell, que había sido discriminado por anteriores monarcas ingleses, tomó todos los lugares fortificados del reino excepto Derry, conservando el reino para Jacobo. Este mismo desembarcó en Irlanda con 6000 soldados franceses para tratar de recuperar el trono en la Guerra Guillermita de Irlanda. La guerra duró desde 1689-1691. Jacobo huyó de Irlanda después de una humillante derrota en la batalla del Boyne, pero la resistencia jacobita no terminó hasta después de la batalla de Aughrim, en 1691, cuando aproximadamente la mitad de su ejército fue muerto o prisionero. Los jacobitas irlandeses se rindieron por el Tratado de Limerick, 3 de octubre de 1691. Inglaterra se mantuvo relativamente en calma durante todo este episodio, aunque algunos ingleses jacobitas lucharon en Irlanda. El levantamiento jacobita en las Highlands de Escocia fue reducido a pesar de la victoria jacobita en la batalla de Killiecranckie, debido a la muerte de Claverhouse, su líder.

Los sucesos de 1688 y sus consecuencias pueden verse de esta manera más como un golpe de Estado, conseguido por la fuerza de las armas, que como una auténtica revolución. Muchos, particularmente en Irlanda y Escocia, continuaron viendo a los Estuardo como los monarcas legítimos de los Tres Reinos, y hubo aún más rebeliones jacobitas en Escocia, en 1715 y 1745.

Legado

La Revolución de 1688 se considera por algunos como uno de los sucesos más importantes en la larga evolución de poderes poseídos por el parlamento y por la corona de Inglaterra. Con el paso de la Declaración de Derechos se erradicó cualquier posibilidad para una monarquía católica, y hacia cualquier movimiento en pro de la monarquía absoluta en las islas británicas, mediante el acotamiento de los poderes del monarca. Los poderes del rey fueron restringidos fuertemente: ya no podía suspender las leyes, crear impuestos o mantener un ejército permanente durante tiempos de paz sin el permiso del Parlamento. Desde 1689, Inglaterra, y más tarde el Reino Unido, ha sido gobernado bajo un sistema de monarquía parlamentaria, y lo ha sido ininterrumpidamente. Desde entonces, el parlamento ha ganado cada vez más poder, y la corona lo ha perdido progresivamente. A diferencia de la guerra civil de mediados del siglo XVII, la «Revolución de 1688» no involucró a las masas de gente corriente. Esto ha conducido a muchos historiadores a sugerir que los sucesos se parecen más a un golpe de Estado que a una revolución social.​

El nuevo rey de Inglaterra, Guillermo III de Inglaterra, había pertenecido a la Iglesia reformada neerlandesa, tan opuesta a la iglesia de Inglaterra, antes de su llegada. Consecuentemente, la Revolución condujo al Acta de Tolerancia de 1689, que garantizaba la tolerancia a los protestantes no conformistas, pero no a los católicos. La victoria de Guillermo en Irlanda todavía se conmemora por la Orden de Orange, por preservar el dominio británico y protestante en el país.

La Revolución Gloriosa (o Revolución de 1688) espoleó un reexamen de muchas creencias políticas. Habiendo esperado largo tiempo el aumentar la autoridad del parlamento a expensas de la monarquía, un grupo disidente conocido como whigs se puso al servicio del nuevo régimen.

jueves, 18 de abril de 2024

Organización nacional: La matanza de Cañada Gómez de 1861

22 de Noviembre  de 1861.

Matanza de Cañada de Gómez



Se conoce como la matanza de Cañada de Gómez para otros historiadores también como batalla de Cañada de Gómez a la incursión sorpresiva de tropas del ejército del Estado de Buenos Aires sobre unidades del ejército de la Confederación Argentina acantonadas en la zona de la localidad de Cañada de Gómez (provincia de Santa Fe), el 22 de noviembre de 1861. La batalla de Pavón, librada el 17 de septiembre de 1861, había marcado una victoria en el campo de batalla del ejército de la Confederación Argentina, pero una retirada de Urquiza que permitió al derrotado ejército del Estado de Buenos Aires, comandado por Mitre, que había retirado sus tropas hacia San Nicolás, rearmar sus fuerzas y avanzar sobre tierras santafesinas.
El avance mitrista comenzó más de 40 días después de Pavón. Las tropas del ejército de Buenos Aires comenzaron a moverse hacia Rosario limpiando la zona de todo hombre con edad de combatir.
Mientras el general Mitre se internaba en la provincia de Santa Fe, el grueso del ejército confederado se encontraba al mando de Benjamín Virasoro en las proximidades de Cañada de Gómez, esperando un regreso de Urquiza que nunca llegaría.
Sobre la noche del 22 de noviembre de 1861, mientras las guarniciones federales dormían, las legiones del ejército unitario comandadas por Venancio Flores realizaron un ataque sorpresivo pasando a degüello a más 300 hombres.

jueves, 8 de febrero de 2024

USA: La guerra civil en Kansas, 1854-1861

Fantasmas de Kansas; Guerra Civil en Kansas, 1854-1861


En los años previos a la Guerra Civil, una guerra civil destrozó el Territorio de Kansas, que recientemente se había abierto a los asentamientos. Su apuesta: la instauración de la esclavitud en este estado futuro, y aún más allá: su extensión hacia Occidente. Hasta el punto de que uno se pregunta si no fue la pequeña guerra la que participó en el estallido de la grande... Este episodio es conocido en la historiografía estadounidense con el nombre de Bleeding Kansas ("El Kansas sangriento").

Jerónimo Percheron || L'autre cote de la colline

Disparos en las calles de Lawrence, Kansas, 1856
https://causesofthecivilwar.wikispaces.com/%E2%80%9CBleeding+Kansas%E2%80%9D

 

Un país, dos sociedades a las que todo se opone


Los Estados Unidos de mediados del siglo XIX estaban profundamente divididos entre un Norte industrial y comercial, atravesado por una fuerte corriente abolicionista, y un Sur rural y esclavista. Sus intereses divergentes hacen que la Unión sea cada vez más frágil.

La metamorfosis del norte

A principios del siglo XIX, los propios estados protestantes de Nueva Inglaterra (resultantes de las primeras colonias, en el noreste de los Estados Unidos), al no gozar de un clima o tierra favorables a la agricultura floreciente, al comercio, comercio, y la conquista de Occidente para encontrar nuevos recursos. La revolución del transporte (los canales, luego las carreteras macadamizadas y el ferrocarril) combinada con una naciente industrialización (la energía hidráulica, luego el vapor) beneficiada por la mano de obra traída por la inmigración europea, reducirá las distancias y el costo de los productos. Nuevas ciudades y fábricas surgirán como hongos a lo largo de estas nuevas líneas de comunicación y la información fluirá casi instantáneamente gracias al telégrafo. En 35 años, la vida de los habitantes del Nordeste se verá completamente trastornada: en 1815, una familia producía en su hacienda su propia ropa, su propia comida, buena parte de sus herramientas. Los niños que trabajaban allí apenas iban a la escuela. Todos los objetos manufacturados utilizados fueron producidos dentro de un radio máximo de 30 km.  (1) . En 1850, la familia compra la mayor parte de sus productos y objetos en lugar de fabricarlos, los padres trabajan en la fábrica o en el taller y los hijos van a la escuela (la nueva economía necesita trabajadores educados). Las enormes inversiones necesarias para una economía industrial y financiera en crecimiento sólo podían ser proporcionadas por los bancos, en particular gracias al capital de la vieja Europa y, desde 1848, al oro de California.

Fábricas en Pittsburgh, 1843. Pintura de WT Russel
http://teachinghistory.org/history-content/beyond-the-textbook/23923

Cuando la desgracia viene de un invento: el Sur toma otro camino

En Estados Unidos, a finales del siglo XVIII, la esclavitud todavía se extendía por todo el territorio, aunque iba perdiendo impulso. Pero mientras que en el Norte, una forma de puritanismo (2)y la nueva economía (3) lo hará desaparecer paulatinamente, vivirá una historia diferente en el Sur. El clima allí es muy favorable para el cultivo del maíz y del algodón, y este último requiere muchas "manitas" para separar las semillas de las fibras. Pero los esclavos son caros (sobre todo para comprar) en comparación con los precios de esta materia prima. Dos acontecimientos lo cambiarán todo: el crecimiento exponencial de la demanda de algodón de Inglaterra, que entró en la revolución industrial a principios del siglo XIX, y que la industria textil tiene una ávida necesidad, y un invento: la máquina desmotadora de algodón (llamada “desmotadora de algodón”) en 1793. De repente, separar las semillas de las fibras ya no requiere mucho trabajo y se puede hacer mucho más rápido. Ciertos estados del “Sur Profundo” (Texas, Louisiana, Mississippi, Alabama, Georgia, Florida, Carolina del Sur) dependían entonces principalmente del algodón. La tierra cultivada se expande, eventualmente requiriendo cada vez más esclavos. Pero el algodón empobrece el suelo, y constantemente debemos encontrar nuevas tierras… al oeste. El número de esclavos experimentará entonces un crecimiento sin precedentes: de 700.000 en 1790, aumentará a 4 millones hacia 1850, es decir, un buen tercio de la población del Sur (4). Este último no ve el sentido de una economía industrial y financiera como la del Norte. De hecho, todo lo que tiene que hacer es vender su materia prima a precios exorbitantes e importar todos los bienes de consumo que necesita (del Norte pero también de Europa).

Esclavos usando la máquina desmotadora de algodón, principios del siglo XIX
http://memory.loc.gov/service/pnp/cph/3c00000/3c03000/3c03800/3c03801v.jpg

Extensión de la rivalidad al Oeste

Se lanza la carrera entre el Norte y el Sur: cada nuevo territorio conquistado en Occidente, antes de convertirse en Estado y pedir entrar en la Unión, se convierte en presa de cada bando para engrosar sus filas. El Norte sabe bien que si los llamados Estados “libres” (sin esclavitud) son mayoría, su representación proporcional en el Senado les permitirá imponer sus puntos de vista al Sur. A pesar de todo, si la mayoría de los habitantes del Norte están a favor de detener la extensión de la esclavitud, eso no significa que estén dispuestos a convivir con los negros libres. Por su parte, si los estados esclavistas son los más numerosos, podrán perpetuar la esclavitud, o incluso reintroducir la trata de esclavos desde África, prohibida desde 1808.
Para evitar que la Unión se desmoronara bajo el efecto de estas fuerzas contradictorias, se llegó a un primer compromiso en 1820 cuando se admitió Missouri: la esclavitud estaba autorizada en este estado, pero estaría prohibida en todos los estados futuros que pudieran crearse al norte de 36 °30 de latitud (la de la frontera sur de Missouri). En los años que siguieron, el Sur nunca dejó de intentar eludirlo. Regularmente amenaza con separarse si no se cumplen sus deseos, especialmente después de la guerra contra México en 1847. Esto trae nuevos estados: Nuevo México, Utah y California. Cada campo las disputa, hasta que en 1850, un nuevo compromiso permite, previa consulta popular, que los dos primeros Estados sean esclavistas, a cambio de una California “libre”.
La conquista de Occidente está lejos de terminar. Los inmensos territorios que se extienden desde el Norte de Texas hasta la frontera con Canadá comienzan a ser poblados por colonos que piden formar parte de un nuevo Estado adherido a la Unión. Además, el proyecto del ferrocarril transcontinental (que debería conectar las costas este y oeste de los Estados Unidos) choca contra esta zona de anarquía, sin administración (5). El Sur frena cualquier intento de desbloquear la situación, porque según el compromiso de 1820 este territorio debería ser "libre". Fue entonces cuando un senador de Illinois, que esperaba con impaciencia el paso del ferrocarril por su ciudad, propuso que los habitantes de un territorio pudieran elegir si su nuevo estado sería o no un estado esclavista, votando por un constituyente. asamblea y luego una constitución. El proyecto de ley fue aprobado en 1854, y lleva el nombre de los dos futuros estados que se crearán a partir de estos territorios: Kansas y Nebraska. Este último se encuentra demasiado al norte para disfrutar de un clima favorable para el algodón. Kansas, por otro lado, vecino del esclavista Missouri, es de gran interés para el Sur...
Línea de Compromiso de Missouri y Territorios de Esclavitud o Libres
http://storiesofusa.com/images/kansas-nebraska-act-1854.jpg

 

 

Una forma de guerra

Soilers libres y rufianes fronterizos

Durante 1854, cientos de colonos, con la esperanza de una nueva vida, partieron de Nueva Inglaterra hacia Kansas. Estos agricultores son ayudados por varias asociaciones abolicionistas que desean promover el establecimiento del nuevo estado por parte de activistas contra la esclavitud, los "  Free Soilers" .. Algunos no dudan en proporcionarles armas, como los cientos de rifles Sharp (6) suministrados por el pastor neoyorquino Henry Ward Beecher llamado las "Biblias de Beecher". Este último no es otro que el hermano de Harriet Beecher Stowe, autora de la famosa novela "La cabaña del tío Tom". Estos colonos fundaron varias ciudades en Kansas, incluida su capital, Lawrence. Sin embargo, no idealicemos su proyecto. A diferencia de los abolicionistas radicales, la idea del mestizaje está muy alejada de las concepciones del colono medio (por simple racismo). La mayoría de ellos no quiere un Kansas donde blancos y negros libres vivan en armonía, sino un estado poblado solo por blancos y libre de esclavitud, no por un ideal abolicionista, sino porque las grandes plantaciones de algodón confiscarían la tierra ( 7).
Los esclavistas de Missouri, que sólo tenían que cruzar la frontera, reaccionaron apropiándose de las tierras cercanas. Los apoya todo el Sur: el senador de Mississippi, un tal Jefferson Davis, declara “Nos organizaremos. Nos veremos obligados a llamar a los fusiles, a prender fuego y ahorcarnos, pero no tardaremos mucho. Tenemos la intención de 'mormonizar' a los abolicionistas” (8) . Se refiere a los mormones, expulsados ​​por la fuerza de Missouri unos quince años antes, lo que llevó a su asentamiento cerca de Salt Lake. A medida que se acercan las elecciones al Congreso del territorio, el senador de Missouri, Atchison, lidera una invasión de miles de "rufianes fronterizos".("bandidos fronterizos") responsables de intimidar a los colonos y llenar las urnas con sus votos. Estos "rufianes" son generalmente blancos pobres, no dueños de esclavos (los hacendados, dueños de esclavos, son una ínfima minoría de la población del Sur), pero motivados por su odio a los abolicionistas (9) y a los yanquis (10) en general. En efecto, incluso para el más pobre de los blancos del Sur, el hecho de saber que nunca estará en el fondo de la escala social, porque siempre estarán los esclavos debajo de él, es una marca fundamental. Luego, los Free Soilers evitan la elección, voluntariamente o por la fuerza, y se elige un gobierno y un representante a favor de la esclavitud.

Rufianes fronterizos de Missouri ingresando a Kansas
http://www.economist.com/news/united-states/21599368-missouri-calls-economic-truce-kansas-new-border-war

En 1855, una segunda elección fue para elegir representantes a la asamblea territorial, capaces de legislar y redactar una constitución. La misma táctica permite que los esclavistas ganen sin duda alguna. Un censo de los verdaderos habitantes del territorio, ordenado por el gobernador Reeder (11), bastante tolerante con la esclavitud, muestra claramente que los colonos no esclavistas son mayoritarios. Declara públicamente que no admite estos desvergonzados fraudes y luego recibe amenazas de muerte de los habitantes de Missouri. Se lo remite al presidente de los Estados Unidos… que lo repudia y lo reemplaza por un simpatizante de los esclavos, Shannon, quien, de acuerdo con la nueva asamblea local, se apresura a importar a Kansas el Código de la Esclavitud de Missouri,
Mientras que las autoridades "elegidas", instaladas en la ciudad de Lecompton, redactan y han ratificado una constitución esclavista, los Free Soilers , decididos a no reconocerlos, escriben su propia constitución "libre" y eligen un gobierno en Lawrence, no reconocido por la Presidente de los Estados Unidos. Los simpatizantes de cada campo están armados, seguros de sus derechos y listos para luchar… Solo falta una chispa.

asiento de lorenzo

En noviembre de 1855, un Free Soiler fue asesinado por un Border Ruffian . Este último es absuelto por la justicia local, lo que desencadena una ola de venganzas y levantamientos. Las autoridades locales deciden entonces, para restaurar la calma, deshacerse de los abolicionistas de una vez por todas atacando a Lawrence...
El Senador Atchison recluta a 1.500 habitantes de Missouri para marchar sobre la ciudad, y su mano derecha dice: “Cuidado con todos los villanos contaminados aunque sea levemente por las ideas de los Free Soilers o los abolicionistas y exterminarlo (…) porque sus vidas y sus la propiedad está en peligro” (12) . Pronto se encuentran frente a mil defensores equipados con rifles Sharp e incluso un obús. El gobernador Shannon logró intervenir con la ayuda de las escasas tropas federales presentes y, después de laboriosas negociaciones, convenció a los habitantes de Missouri para que regresaran a casa. El invierno que sigue, duro, impone una tregua. Pero a partir de la primavera (1856), la llegada de nuevos pobladores, se ganó las ideas de los Free Soilers., exaspera a los esclavistas que parten en dirección a Lawrence con esta vez 4 cañones. Pensando que permanecer en la legalidad los traerá de vuelta a la buena voluntad del gobernador, la gente del pueblo decide no oponer resistencia. El mal se los lleva: los Rufianes Fronterizos, tras abusar del whisky, se esparcen por las calles, destruyen a cañonazos el edificio de gobierno, incendian los periódicos locales y varias casas, sin causar sin embargo bajas entre la población. Los Free Soilers luego se dan cuenta de que su proyecto para Kansas no se puede hacer legalmente. Deciden, como sus adversarios, recurrir deliberadamente a la violencia (13).

Fotografía de Lawrence, tomada en 1856
http://www.legendsofamerica.com/ks-lawrencesacking.html
 
La noticia del "saco" de Lawrence llegó a Washington en plena campaña para las elecciones presidenciales, oponiéndose a los demócratas, en ese momento partidarios de la independencia de los Estados del poder federal y más bien esclavistas, y a los republicanos, partidarios de una mayor Estado federal sensible a los argumentos de los abolicionistas. El senador republicano Charles Sumner luego pronunció un famoso discurso titulado "El crimen contra Kansas", que dijo que representaba la violación de un nuevo estado virgen por parte de los esclavistas. Un congresista demócrata de Carolina del Sur, Preston Brooks, lo apostrofó en lo que consideró una afrenta al Sur, y ya sin contener su ira, se abalanzó sobre él, golpeándolo en la cabeza con treinta golpes del mango dorado de su bastón. Pobre Summer, quien será encontrado sin vida en un charco de sangre, sobrevivirá pero tendrá consecuencias de por vida. Todo el Sur aclama a Brooks, que sólo tiene que pagar una pequeña multa gracias a un Jurado ganado para su causa...

El uso de armas

Un loco va a la guerra

John Brown, un abolicionista radical de Pottawatomie Creek, en las profundidades de Kansas, padre de 20 hijos y convencido de que recibió de Dios la misión de erradicar el mal de la esclavitud, quiere vengar el "saco" de Lawrence y el asalto de Sumner. Por lo tanto, considera que es hora de crear terror entre los esclavistas (14). Según él, cinco Free Soliersya han sido derribados por los habitantes de Missouri desde el comienzo de los acontecimientos. Entonces decidió atacar a igual número de sus enemigos: en la noche del 24 al 25 de mayo de 1856, con la ayuda de sus hijos y cómplices, secuestró a cinco colonos de su barrio reputados esclavistas y los masacró. fríamente a golpes de sable. Poco después, los soldados federales, muy pocos para hacer cumplir la ley, arrestaron a dos de sus hijos, pero tuvieron que dejarlos en libertad por falta de pruebas. Una banda de rufianes fronterizosloco de rabia luego arrasa la propiedad de la familia, que logra escapar y esconderse. Estos asesinatos quedaron impunes hasta 1879, cuando las confesiones de un ex cómplice de John Brown permitieron identificarlo como asesino, así como a varios de sus hijos, mientras que entretanto se había convertido en mártir de los abolicionistas. De hecho, es el autor en 1859 del famoso intento de insurrección de esclavos en Harpers Ferry (arsenal federal) en Virginia, que le valdrá el ahorcamiento este mismo año.

Daguerrotipo de John Brown, hacia 1856
http://mejail8-5.wikispaces.com/John+Brown%27s+Raid

El ejercito del norte

En julio de 1856, los abolicionistas formaron un "Ejército del Norte" en Illinois, bajo el mando de James H. Lane, congresista de Indiana y futuro general de la Unión de la Guerra Civil. En realidad, está formado por unos cientos de colonos bien equipados, más motivados por la aventura y el saqueo que por la causa abolicionista. Entran en Kansas y comienzan a "limpiar" la región de Lawrence comenzando la destrucción metódica de los campamentos de los Ruffianos Fronterizos, alentando a los milicianos Free Soiler , que se hacen llamar los "Jayhawkers". ascender. En respuesta, 1.500 habitantes de Missouri, arrastrando varias armas y comandados por el senador Atchinson, se reagrupan en la frontera y vienen a recibirlos. También tienen como objetivo eliminar a John Brown, quien ha sido descubierto luego de nuevos asesinatos de colonos esclavos en la pequeña ciudad de Osawatomie. Una columna de Borders Ruffiansluego se separa de la fuerza principal y se dirige a esa ciudad. Brown, habiendo reclutado a unos cincuenta voluntarios, les preparó una emboscada: escondidos en el borde de un bosque que bordeaba la única carretera que conducía a la ciudad, lanzaron un intenso fuego con sus rifles Sharp sobre los habitantes de Missouri, sorprendidos y desorganizados. Pero estos últimos finalmente se recomponen y, bajo fuego, logran poner en batería algunos cañones que disparan con metralla en el bosque, lo que provoca la fuga de la banda de Brown. Este compromiso mató a una docena de personas, incluido uno de sus hijos. En represalia, los traficantes de esclavos saquearon y quemaron Osawatomie. Finalmente, los habitantes de Missouri, reagrupados, se encuentran con el "ejército" abolicionista a unos quince kilómetros al norte de esta ciudad, pero tras algunos enfrentamientos,

Batería "Ejército del Norte"
imgarcade.com/1/free-soil-party-logo

La escalada de violencia conduce al terror real que se extiende por todo Kansas. En la ciudad y el condado de Leavenworth, los rufianes fronterizos borrachos queman las casas de los colonos que no están convencidos después de desalojar a sus familias. Los más afortunados logran huir de la ciudad, logrando refugiarse en Fort Leavenworth, bajo la protección del ejército federal. Los otros son apilados en botes en el río Missouri y expulsados ​​del territorio. Al mismo tiempo, los nuevos inmigrantes que llegan a Leavenworth se ven obligados a regresar a punta de pistola. Los que no obedecen son fusilados en el acto.

Masacre de Swan Marsh, 1858
http://www.legendsofkansas.com/civilwarbattles.html

El punto de inflexión

Gobernador: un cargo peligroso

La elección presidencial de 1856 llevó al poder por poco a un demócrata, Buchanan. Decidido a que su política no sea impuesta por los diversos partidos que luchan en Kansas, nombra un nuevo gobernador para este estado, Geary, con la misión de restaurar el orden y tratar a cada campamento con imparcialidad. Este último ha demostrado su valía durante su anterior cargo como primer alcalde de San Francisco, una ciudad plagada de forajidos a los que logró someter (16). Gracias al refuerzo de nuevas tropas federales, logra cumplir su primer objetivo. Tomando nota de que los Free Soilersy los simpatizantes son mayoría, pide a las autoridades locales (esclavistas) que diluyan su vino y flexibilicen el Código de Esclavitud. Estos últimos no lo toman en cuenta y, lo que es peor, consideran la adopción de la constitución definitiva del futuro estado sin el tradicional referéndum popular que se arriesgaban a perder. Geary luego se da cuenta de que toda la administración del territorio está a sueldo de los esclavistas y no tarda en recibir también amenazas de muerte, lo que lo lleva a renunciar. Llegó a Kansas como un demócrata acérrimo, los acontecimientos eventualmente lo convertirán en un Free Soiler , luego en un general de la Unión durante la Guerra Civil...
Luego, el presidente nombró a un nuevo gobernador en 1857 (el cuarto en 3 años), Walker, con la esperanza de que esta vez Kansas no lo superaría en unos meses. Este último, simpatizante del sur, entendió a pesar de todo que la opinión de la mayoría de la población no podía ser ignorada e intentó imponer el referéndum, esta vez con el apoyo del presidente. En el Congreso, los representantes de los estados del Sur gritaron entonces traición y amenazaron con la secesión (17)... El presidente terminó cediendo y Walker retiró su proyecto de referéndum, lo que provocó que Buchanan perdiera el apoyo de los demócratas del Norte. Entonces se presenta una nueva elección en Kansas: la del cuerpo legislativo. Los candidatos a favor de la esclavitud ganan sin duda, pero Walker proporciona evidencia de muchas fechorías, el relleno de boletas y la intimidación de su parte y cancelaron las elecciones, que los sureños ignoraron rápidamente. El 23 de marzo de 1858, el Senado, donde los demócratas sureños son mayoría, ratifica la entrada en la Unión de Kansas como estado esclavista.

Victoria por las urnas

¿La Conquista de Occidente tendrá lugar finalmente bajo el signo de la esclavitud? 75 años después de su penosa independencia del Rey de Inglaterra, el "país de los libres" se prepara para pasar a la extensión del trabajo esclavo, mientras que este último ha sido abolido desde 1833 en el Imperio Británico...
Sin embargo, la constitución esclavista de Kansas fue rechazada en la Cámara de Representantes (18) gracias a una alianza momentánea entre los republicanos y parte de los demócratas del norte (19). Ante este estancamiento, el gobierno decidió que Kansas debía volver a votar, mediante referéndum, una nueva asamblea constituyente. Sobre el terreno, los enfrentamientos comienzan de nuevo entre Free Soilers y Borders Ruffians.. Este último, en memoria de los asesinatos cometidos por John Brown dos años antes, secuestró a 11 colonos supuestamente abolicionistas en la región del río Marais de Cygnes y los ejecutó. Brown luego reaparece y lleva la "guerra" a Missouri matando a un plantador y liberando a sus esclavos, a quienes lleva a Canadá (entonces parte del Imperio Británico) donde no pueden ser procesados. A pesar de este clima explosivo, los Free Soilers, cada vez más numerosos (y armados) gracias al inagotable flujo de migrantes, ya no se dejaron amedrentar y, tras haberse organizado a través de la rama local del Partido Republicano, acudieron masivamente a las urnas. Ganan dos tercios de los delegados a la nueva convención constitucional de 1859, y Kansas es finalmente admitido en la Unión como estado libre en 1861. El número de víctimas de esta "mini" guerra civil se estima en 157, aunque es difícil determinar la parte debida directamente a esto, y la parte debida a la violencia atroz (20).


Los principales enfrentamientos
https://laguerredesecession.wordpress.com/2012/10/08/la-guerre-du-kansas/

Hacia la guerra

Sin embargo, el calvario de Kansas no está listo para terminar. Los fantasmas de las víctimas de estos desórdenes volverán a rondar por estas tierras, que entrarán sin transición en la Guerra Civil, vivida sobre el terreno como una prolongación de los enfrentamientos ya ocurridos.
En 1857-58, una grave crisis económica sacudirá a los Estados Unidos. En efecto, para hacer frente a los gastos derivados de la Guerra de Crimea (1853-1856), las inversiones europeas, principalmente británicas y francesas, que hasta entonces irrigaban las riberas norteamericanas, se reorientaron hacia el viejo continente (21). Estos bancos gradualmente ya no pueden prestar más, lo que lleva a una crisis de confianza y al cierre de las ventanillas. Todos los estadounidenses que habían invertido más allá de su capacidad de pago se encuentran arruinados. Esta crisis financiera afectó rápidamente a la economía real: las empresas, incapaces de endeudarse, comenzaron a cerrar una tras otra, lo que provocó un desempleo y una miseria masivos. Afortunadamente, el oro de California inyecta cada vez más capital y la economía vuelve a arrancar a finales de 1858.
El Sur, poco afectado por esta crisis que por su naturaleza atañe principalmente a la economía industrial y financiera del Norte, se refuerza en la idea de que separarse definitivamente de este último es una buena idea. En el norte, los republicanos destacan el problema de la insuficiencia de los derechos de aduana, cuyo bajo nivel defienden los demócratas y el sur, como principal causante de la crisis. Este argumento es económicamente falso, pero tiene una gran resonancia en la población, jugando un papel nada desdeñable en las elecciones presidenciales de 1860. Esto lleva al poder a un republicano llamado Abraham Lincoln, que no oculta sus simpatías abolicionistas. Los estados del viejo Sur consideran este resultado como un casus belli y, incluso antes de la toma de posesión del nuevo presidente, se separan en febrero de 1861.
El país se hundirá entonces en la peor guerra de su historia, en la que Kansas no se salvará. De hecho, las escaramuzas y otros ajustes de cuentas descritos anteriormente se convertirán en una guerra de guerrillas sangrienta, que golpeará a civiles y soldados por igual. En particular, el ahora famoso pueblito de Lawrence, símbolo de los abolicionistas, iba a sufrir un saqueo en una escala completamente diferente a la de 1856. El 21 de agosto de 1863, aproximadamente 400 guerrilleros del sur, incluidos los hermanos Franck y Jessie James, venida de Misuri, toma la ciudad al amanecer mientras los habitantes aún duermen. Entran a la fuerza en las casas, disparan con frialdad a sus ocupantes masculinos, en su mayoría desarmados, y luego incendian la ciudad. 185 hombres y niños fueron asesinados, dejando más de 200 huérfanos y cien viudas(22). james h Lane, quien se convirtió en senador de Kansas en 1861 y reside en Lawrence, es el objetivo número uno de los sureños. Logró huir justo antes de la masacre y luego organizó la persecución de este último.
Conclusión
Este trágico episodio ilustra hasta qué punto la cuestión de la esclavitud y su modelo económico desgarraron la Unión y fueron la madre de las causas de la Guerra Civil. También nos muestra que al deseo de capturar recursos (un nuevo territorio virgen en Occidente), se unen ideologías (algunas respetables, como el abolicionismo, otras menos, como la "pureza racial" en un territorio o aún la esclavitud como principio) , significa mucho más eficaz que el argumento económico de "reclutar" para su causa. Estas causas acaban entrelazándose al servicio de intereses económicos divergentes. Cada bando es abastecido por potencias “externas” (aquí los Estados del Norte o del Sur), lo que prolonga la guerra. Por otro lado, el populismo como medio para manipular a las masas (por ejemplo, los senadores Atchison y Davis, hacer entender a los habitantes de Missouri que los colonos del Norte son todos abolicionistas, vienen a quitarles sus bienes y sus vidas) permite infundir en las poblaciones civiles el miedo y luego el odio del otro y conducirlas a los peores abusos. En última instancia, es un patrón que se puede observar en muchas guerras civiles.


Bibliografía



James M. McPherson, La Guerra Civil: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991
GC Ward, La guerra civil: una historia ilustrada , Knopf, Nueva York, 1990
Thomas Goodrich, Guerra al cuchillo, Bleeding Kansas , Stackpole Books, Mechanicsburg, 1998
Jay Monaghan, Guerra civil en la frontera occidental 1854-1865 , University of Nebraska Press, 1984
Hugh Dunn Fisher, The Gun and the Gospel: Early Kansas and Chaplain Fisher , Medical Century Company, 1897, Nabu Press, 2011
Historia Temática n°94, La Guerra Civil , marzo-abril 2005,
Gérard Hawkins, Bloody Kansas , Asociación Histórica Confederada de Bélgica, http://chab-belgium.com/pdf/french/Kansas%20ensanglante.pdf




1. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, pág. 20 
2. Principalmente Cuáqueros y Metodistas
3. Según Adam Smith (1723-1790), padre del liberalismo económico, el capitalismo necesita trabajadores asalariados (buscando así mejorar por miedo a perder el trabajo) y educados (saber adaptarse), más que esclavos.
4.Bertrand Van Ruymbeke, El Sur quiere ser dueño de casa , En: Historia Temática n°94, marzo-abril 2005, p. 40
5. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, pág. 136
6. Fusil monotiro diseñado en 1848, revolucionario para su época por ser tanto de ánima estriada como de retrocarga, manteniendo una gran fiabilidad.
7.Gérard Hawkins, Bloody Kansas, Asociación Histórica Confederada de Bélgica, http://chab-belgium.com/pdf/french/Kansas%20ensanglante.pdf , p.16
8.GC Ward, The Civil War: An Illustrated History , Knopf, Nueva York, 1990, p.21
9. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, pág. 162
10. Yankee: norteño
11. El gobernador de un territorio (no de un estado) es designado por el presidente de los Estados Unidos
12. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, pág. 163
13. Thomas Goodrich, War to the knife, Bleeding Kansas , Stackpole Books, Mechanicsburg, 1998, p. 120 
14. Thomas Goodrich, War to the knife, Bleeding Kansas , Stackpole Books, Mechanicsburg, 1998, p. 123 
15. Jay Monaghan, Civil war on the Western Border 1854-1865 , University of Nebraska Press, 1984, p.82
16. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, pág. 179
17. Lo que no prevé la constitución
18. El Senado y la Cámara de Representantes son las dos legislaturas que componen el Congreso y se sientan en el Capitolio en Washington.
19. Ibíd., p.187
20. Dale E. Watts, ¿Qué tan sangriento fue Beeding Kansas?, Kansas History: A Journal of the Central Plains, 18, verano de 1995, p. 123
21. James M. McPherson, The Civil War: 1861-1865 , R. Laffont, París, 1991, págs. 208-210
22.Hugh Dunn Fisher , The Gun and the Gospel: Early Kansas and Chaplain Fisher , Medical Century Company, 1897, Nabu Press, 2011, p. 191