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miércoles, 12 de marzo de 2025

Crisis de los 1820: El fusilamiento de Dorrego

Los últimos minutos de vida de Manuel Dorrego antes de su fusilamiento y las cartas de despedida que le dedicó a su esposa e hijas

Fue una muerte incomprensible, de la que Lavalle enseguida se arrepentiría. Los detalles de la ejecución del gobernador de Buenos Aires, que había sido depuesto 12 días antes, la exhumación de sus restos un año después y la utilización política que Juan Manuel de Rosas le dio a sus funerales en la ciudad de Buenos Aires


Por Adrián Pignatelli || Infobae




Manuel Dorrego, gobernador de Buenos Aires que fue depuesto por Juan Lavalle el 1° de diciembre de 1828. Doce días más tarde, sería fusilado

Su adversario en la política pero gran amigo de la vida no se animó a acompañarlo en los últimos momentos, tal como el condenado se lo había pedido. “No tendré valor para presenciar la muerte de un amigo”, dijo el tucumano Gregorio Aráoz de La Madrid, de quien el condenado era padrino de su hija Bárbara. Sí accedió a darle su chaqueta, ya que Manuel Dorrego le había encomendado que le hiciera llegar la suya a su esposa Angela Baudrix porque, en minutos, estaría muerto.

Manuel Críspulo Bernabé do Rego nació el 11 de junio de 1787 en Buenos Aires. Estudió en el Colegio de San Carlos y luego jurisprudencia en Chile, donde participó en 1810 de la revolución. Incorporado al Ejército del Norte, las dos heridas en el combate de Sipe-Sipe le valieron el ascenso a teniente coronel.

Volvió a demostrar su arrojo en las batallas de Tucumán y Salta, al mando de Belgrano, quien lo ascendió a coronel. Era tan valeroso como indisciplinado e irreverente, lo que le valió varios arrestos. Debido a su temperamento, el creador de la bandera lo marginó de la campaña que finalizaría con las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma. Belgrano llegó a decir que con Dorrego a su lado, no hubiese sido derrotado en estos combates.


Juan Lavalle tenía, como antiguo granadero, un pasado militar glorioso, y se destacó en combates en la liberación de América

Cuando San Martín se hizo cargo del Ejército del Norte, también fue sancionado por burlarse en público de Belgrano. Volvería a las armas para pelear contra Artigas.

Su oposición al Director Pueyrredón le valió un destierro, que debía ser en Santo Domingo, pero que las contingencias lo llevaron a Estados Unidos, donde vio el funcionamiento del federalismo. Cuando regresó, el país era un caos y la anarquía del año 20 de pronto lo sorprendió como gobernador interino. Con Martín Rodríguez y Bernardino Rivadavia en el poder, debió alejarse nuevamente. En 1827, luego de haber caído el gobierno, el Partido Federal lo nombró gobernador en agosto. Había recibido el apoyo de las provincias para continuar la guerra con Brasil y llegar a una paz aceptable. Presionado por los ganaderos y por la diplomacia inglesa y obstaculizado su propio gobierno por la burocracia que aún respondía a Rivadavia, debió rubricar la paz con Brasil, por la que aceptaba la independencia de la Banda Oriental. El coronel, de pensamiento auténticamente federal, de fuerte predicamento entre los gauchos y los más humildes, debió enfrentar el descontento de las tropas al sentirse traicionadas por el acuerdo de paz. Y comenzó la conspiración.

Que Juan Galo de Lavalle intentaba derrocarlo, fue una de las tantas advertencias que desechó. Pero lo cierto era que la revolución era un secreto que todos conocían. El antiguo granadero no estaba solo, sino que viejos compañeros de armas, como Soler, Alvear, Paz y otros también tramaban. Lavalle era un militar de 31 años recién cumplidos que había alcanzado su prestigio en los campos de batalla, primero con la campaña libertadora y luego en la guerra contra el Brasil. En buena ley se había ganado el apodo de “el león de Río Bamba”.


Angela Baudrix, la viuda de Dorrego. Luego de la muerte de su marido, debió trabajar como costurera para sobrevivir

Ante el avance de las tropas de Lavalle, que no quería saber nada con parlamentar, el 1° de diciembre de 1828 Dorrego debió dejar la ciudad y se dirigió a la estancia de Rosas. Una elección exprés de unitarios realizada a la una de la tarde en la capilla de San Roque ungió a Lavalle gobernador por 79 contra dos, uno por Carlos de Alvear y el otro para Vicente López.

En su huida al sur de la provincia, descartó el consejo de Rosas que fuera para Santa Fe, dominios del caudillo Estanislao López. Decidió lo peor: enfrentar a las tropas de Lavalle en Navarro, con 2000 hombres y cuatro piezas de artillería, sumados unos doscientos indios pampas, que tenían sus tolderías en los dominios de Rosas. Este se quejaría más tarde: “Yo se muy bien que Dorrego es un loco”.

El fin

El 9 de diciembre fue rápidamente derrotado y en su huida, fue arrestado en Salto por una partida al mando de Federico Rauch y llevado a Navarro, donde acampaba Lavalle. Antes de despedirse de su hermano Luis, a quien permitieron que continuase viaje, se lamentó: “Luis, estoy perdido”. Su primer impulso fue escribirle a Guillermo Brown, interinamente a cargo del gobierno a quien le pidió garantías para dejar el país. Solo el almirante y José Miguel Díaz Vélez intercedieron por él.


Salvador María del Carril fue uno de los instigadores para que Lavalle matase a Dorrego

El general golpista era presionado por los hombres de levita de Buenos Aires. El 12 por la noche recibió una misiva de Juan Cruz Varela: “Este pueblo espera todo de usted, y usted debe darlo todo (…) Cartas como estas se rompen…” Del Carril le enviaría cinco. En una afirmaba que “este país se fatiga 18 años hace, en revoluciones, sin que una sola haya producido un escarmiento (…) habrá usted perdido la ocasión de cortar la primera cabeza a la hidra…”.

Dorrego había llegado a las 13 horas del 13 de diciembre escoltado por cincuenta hombres del Regimiento de Húsares y quedó detenido en la estancia El Talar, al norte de Navarro, propiedad de Juan de Almeyra. El general golpista, alojado en el casco del establecimiento, se negó a recibirlo, mientras el detenido esperaba expectante en el carruaje.

Tamaña sorpresa le produjo a su edecán, Juan Estanislao Elías, cuando su jefe le ordenó comunicarle a Dorrego que, en el término de una hora, sería fusilado por traición.


Momentos previos al fusilamiento. Se ve a Gregorio Araoz de La Madrid asistiendo a su amigo, a pesar de haber estado en bandos opuestos

Dorrego no lo podía creer. “¡Santo Dios!”, exclamó mientras se golpeaba la frente. “A un desertor al frente del enemigo, a un enemigo, a un bandido, se le da más término y no se lo condena sin permitirle su defensa. ¿Dónde estamos? ¿Quién ha dado esa facultad a un general sublevado? Hágase de mi lo que se quiera, pero cuidado con las consecuencias”, le dijo a Lamadrid.

Dorrego pidió hablar con Lavalle. Este se negó. “General, por qué no lo oye un momento aunque lo fusile después”, intercedió La Madrid. “¡No lo quiero!”, gritó.

Lavalle no pensaba por sí mismo ni tampoco en las consecuencias. En una reunión la noche previa al estallido del golpe, lo convencieron de que el gobernador debía morir. Julián Seguro Agüero, Salvador María del Carril, los hermanos Florencio y Juan Cruz Varela, Ignacio Alvarez Thomas, José Miguel Díaz Vélez, Valentín Alsina encabezaban la lista de conspiradores. También Rosas estaba en la lista de individuos a matar, pero Lavalle se negó.


Fue acompañado por el padre Juan José Castañer, cura párroco de Navarro

Dorrego pidió un cura, lápiz y papel. Le escribió a su esposa: “Mi querida Angelita: En este momento me intiman que dentro de una hora debo morir. Ignoro por qué; más la Providencia divina, en la cual confío en este momento crítico, así lo ha querido. Perdono a todos mis enemigos y suplico a mis amigos que no den paso alguno en desagravio de lo recibido por mí. Mi vida: educa a esas amables criaturas. Sé feliz, ya que no lo has podido ser en compañía del desgraciado Manuel Dorrego”.

En 1811, cuando contaba 16 años, Angela Baudrix había conocido a Manuel Dorrego, de 28. Se casaron en 1815, aún con la oposición de los padres de ella. Tendrían dos hijas: Isabel, nacida en 1816, y Angelita, en 1821. Luego, fue el turno de sus hijas. “Mi querida Angelita: te acompaño esta sortija para memoria de tu desgraciado padre”; “Mi querida Isabel: te devuelvo los tiradores que hiciste a tu infortunado padre”.

Otra carta fue para Estanislao López, y le pidió que perdonase a sus victimarios, y que su muerte no fuera causa de más derramamiento de sangre.


Una de las desgarradoras cartas que el condenado escribió a su esposa e hijas. (Archivo General de la Nación)

Se confesó con el cura Juan José Castañer, párroco de Navarro, quien además era su primo. Cuando dijo estar listo para morir, se le indicó que subiese al carruaje, porque el sitio del fusilamiento estaba a unos quinientos metros, pero prefirió caminar.

Al llegar al lugar, vio a la tropa del 5º de línea formada y saludó cálidamente a su jefe el capitán Páez. Luego se arrodilló para recibir la última bendición del cura. Cuando se incorporó, le pidió al jefe del pelotón que transmitiese sus saludos a los otros oficiales.

Se le vendó los ojos con un pañuelo amarillo. En la tarde de ese 13 de diciembre de 1828 una descarga terminó con su vida. Su cuerpo permaneció algunas horas en el lugar donde cayó, hasta que el cura lo sepultó, sin féretro, cerca de la capilla, exactamente a cinco varas y media de la puerta principal, con una diferencia de dos tercios en que daba hacia su parte lateral izquierda. Una cruz de ñandubay señalaba la sepultura.

Exhumación

Al mediodía del 14 de diciembre de 1829 exhumaron sus restos, operación supervisada por el médico Cosme Francisco Argerich y por el camarista Miguel Villegas, que representó al gobierno y otros funcionarios. El cura que lo había enterrado les dio la ubicación exacta de la sepultura.

Lo primero con lo que se encontraron fue con sus botas y sus pantalones de paño oscuro. En su cuello tenía un pañuelo de seda negro y estaba el paño amarillo con el que le habían vendado los ojos.

La cabeza, destrozada, posiblemente con un fuerte culatazo de fusil, estaba casi separada del cuerpo. Vieron que la mandíbula inferior tenía todos los dientes y eran evidentes algunas viejas heridas. Su cuerpo tenía una chaqueta de lana escocesa. Sus manos estaban cerradas y se veía una herida de bala en el lado izquierdo del pecho.

Se sacaron los restos de la fosa y se lo limpió. Se lo sumergió durante algunas horas en un líquido que le quitó las impurezas a los huesos, los que una vez secados, fueron embebidos en aceite de trementina y colocados en una urna.

Su esposa había quedado en la indigencia, y le negaron una y otra vez la pensión que le correspondía por su esposo. Debió ganarse la vida cosiendo uniformes en la ropería de Simón Pereyra, cobrando una miseria. Debería esperar 17 años para que Rosas autorizase el reconocimiento. Dicen que el pedido había sido cajoneado por Encarnación Ezcurra, la esposa de Rosas, ya que consideraba a Dorrego un federal cismático, y no apostólico.

Lavalle asumió toda la responsabilidad. “Participo al Gobierno Delegado que el coronel don Manuel Dorrego acaba de ser fusilado por mi orden, al frente de los regimientos que componen esta división. La Historia, señor ministro, juzgará imparcialmente si el señor Dorrego ha debido o no morir, y si al sacrificarlo a la tranquilidad de un pueblo enlutado por él, puedo haber estado poseído de otro sentimiento que el del bien público. Quiera el pueblo de Buenos Aires persuadirse que la muerte del coronel Dorrego es el mayor sacrificio que puedo hacer en su obsequio. Saludo al señor ministro con toda consideración, Juan Lavalle”.

La noticia cayó de la peor manera en Buenos Aires, que se enteró del desenlace al día siguiente. Juan Manuel Beruti escribió en sus Memorias Curiosas que “mientras gobernó, no hizo mal a ninguno; no entró al gobierno por revolución sino por la junta de la provincia que lo nombró”.

El cónsul norteamericano escribió que “es difícil describir el pavor y profunda tristeza que esta noticia ha infundido en la ciudad”.

Lavalle intentó justificarse cuando dijo que “sacrifiqué a Dorrego con la intención más sana”. Sin embargo, en sus memorias Félix Frías recordó que Lavalle “comenzó a sentirse atormentado por esta decisión. Con los años la carga no haría más que incrementarse de una manera insoportable”. Del Carril le aconsejó mentir y labrar un acta falsa.

La situación política fue capitalizada por Rosas, que comenzó su rápido camino al poder desde la campaña bonaerense. Lavalle terminaría retirándose.

Hasta el fin de sus días, Lavalle recordó el 13 de diciembre. Siempre planeó que, cuando regresase a la ciudad de Buenos Aires, le pediría perdón a la viuda e hijas de Dorrego. Pero la muerte lo sorprendería el 9 de octubre de 1841.

Homenajes

El domingo 20 de diciembre de 1829, un año y una semana después de haber sido fusilado, entró a la ciudad la urna con sus restos. Cuando la carroza estuvo a la altura del pueblo de Flores, el centenar de ciudadanos que había ido a su encuentro, desengancharon los caballos y condujeron el carruaje a pulso hasta la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Piedad. Un grupo de curas se había adelantado cuatro cuadras a recibir la carroza, en medio de la gente que se agolpaba en las calles y que muchos pujaban por entrar al templo colmadísimo, donde se ofició una misa.


Los funerales de Dorrego, ordenados por Juan Manuel de Rosas, quien había asumido doce días antes como gobernador, fueron imponentes. Toda la ciudad lo homenajeó

Toda la ciudad le rindió homenaje. Los soldados con brazaletes negros, las banderas con crespones, las campanas de las iglesias desde el mediodía de ese día hasta las 8 de la noche del siguiente no dejaron de tocar a muerto y hasta los postes de la vereda los cubrieron con ramos de olivo.

En un cortejo encabezado por el gobernador, quien había asumido el 8 de diciembre de ese año, y detrás sus funcionarios -todos de luto- acompañaron los despojos a una capilla, donde se volvió a rezar. Cañonazos cada media hora, altares alusivos, guardias de honor. Todo refería al desgraciado que había sido fusilado en San Lorenzo de Navarro.

Al día siguiente, más misas y procesiones. Nuevamente la iglesia, ceremonias, cañonazos, otros recuerdos y alabanzas. A las seis de la tarde todos fueron al cementerio, al que llegaron dos horas después. Dicen que el gobernador estaba conmovido. Cuando éste dejó caer una guirnalda sobre la fosa, todo concluyó.

Su hija Isabel nunca se casó, y desde el día del fusilamiento de su padre, siempre vistió de luto.

En 1868 Mariano Miró inauguró su mansión, en la manzana comprendida entre Avenida Córdoba, Viamonte, Libertad y Talcahuano. Once años más tarde, justo enfrente se instaló el monumento a Juan Lavalle. Para la esposa de Miró fue como una burla atroz: ella era Felisa Dorrego, sobrina del fusilado. Desde ese momento hasta el día de su muerte, puertas y ventanas que daban al monumento permanecieron siempre cerradas.

En el Museo Histórico Nacional se conservan el anillo y los tiradores que dejó a sus hijas, reproducciones hechas en la época de sus últimas cartas, retratos, la mesa en la que Lavalle escribió la carta donde comunicaba su muerte, su sable y la litografía de la nota sobre el funeral, de la imprenta Bacle. Casi todos sus objetos están en la exposición permanente Tiempo de Provincias, menos el sable y sus tiradores que están en la Reserva Patrimonial.

El 27 de diciembre de 1936 se inauguró un monumento en el sitio donde la tradición señalaba que allí había sido fusilado con sus ojos tapados por un pañuelo amarillo y vistiendo una chaqueta prestada de su compadre, quien no se animó a verlo morir.


lunes, 20 de enero de 2025

Chile: Los fusilamientos de la guardia de Allende

 

Pinochet: "A estos huevones me los fusilan a todos"

Miembros de la custodia de Allende fueron de los primeros fusilados por la represión que marcó los 17 años de dictadura.

La Nueva Tribuna

Junta militar de Pinochet

Javier M. González | @jgonzalezok |
Gabriela Máximo | @gab2301


Poco después del mediodía del 11 de septiembre de 1973, el Palacio presidencial de La Moneda ardía en llamas bajo el bombardeo aéreo de los militares golpistas, cuando un grupo de hombres abandonó el edificio y se rindió. Eran los integrantes del GAP -Grupo de Amigos del Presidente, encargados de la seguridad personal de Salvador Allende-, agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) y algunos asesores que acompañaban al presidente chileno en las horas finales del ataque al Palacio. Los hombres fueron llevados al Regimiento Tacna, brutalmente torturados y dos días después enviados en camiones al campo militar de Peldehue, donde fueron sumariamente ejecutados. Simultáneamente, por todo Chile los militares llevaban a cabo una cacería implacable a los seguidores del gobierno socialista depuesto. Allende estaba muerto y centenares de sus partidarios morirían en los próximos días. El régimen militar que se instauraba en Chile por 17 años estaría marcado por la brutalidad y por la práctica de ejecuciones sumarias, teniendo a los GAP entre sus primeras víctimas.

El país estaba bajo estado de sitio. Millares de chilenos eran llevados a campos de prisioneros improvisados. Eran tantos que once estadios de fútbol fueron convertidos en prisión y centros de tortura. El bando número 1 de los militares decía que cualquier “acto de sabotaje” sería castigado “en la forma más drástica en el lugar mismo de los hechos”. Los comandantes y jefes de zona estaban autorizados a realizar consejos de guerra y aplicar la Ley de Fuga para justificar las ejecuciones.

Las embajadas extranjeras estaban llenas de perseguidos que intentaban obtener asilo político y escapar a la prisión y la muerte. Miles buscaron protección de diversos organismos internacionales y otros optaron por abandonar el país clandestinamente.

Cinco horas después del inicio del golpe, la Junta Militar emitió el bando número 10. Contenía los nombres de 92 integrantes del gobierno depuesto de la Unidad Popular que deberían presentarse al Ministerio de Defensa antes de las cuatro de la tarde. Luis Maira era uno de ellos. Durante 12 días, el ex coordinador del grupo parlamentario de la UP, entonces con 33 años, se escondió en Santiago, cambiando de dirección cada 24 horas, hasta conseguir asilo en la embajada de México. Allí estuvo por nueve meses con otros 200 chilenos, hasta conseguir partir al exilio.

Cincuenta años después Maira recordó, en declaraciones al diario chileno “La Tercera”, que decidió dejar el país al escuchar el duro pronunciamiento del comandante de la Fuerza Aérea, Gustavo Leigh, por cadena nacional. “Dijo que habían detenido a muchos extremistas, pero que se habían dado cuenta de que las listas no tenían las debidas prioridades, por lo que habían seleccionado a 13 personas, a los dirigentes principales a los que calificó de marxistas antipatriotas. [Deberían] detenerlos para interrogarlos, apremiarlos y castigarlos”, recordó Maira. “Me di cuenta de que ya no tendría muchas posibilidades de sobrevivir”, añadió.

El miedo imperaba en el país. Desde las primeras horas del nuevo régimen, los chilenos tenían noticias de torturas y muertos

El miedo imperaba en el país. Desde las primeras horas del nuevo régimen, los chilenos tenían noticias de torturas y muertos. Y también de delación de ciudadanos, que denunciaban a vecinos, colegas de trabajo, adversarios, que acababan detenidos y muchas veces muertos. Las universidades y los medios de comunicación fueron intervenidos. Se declaró la disolución de todas las organizaciones de trabajadores, campesinas, estudiantiles, culturales, gremiales y deportivas.

Por decreto, los registros electorales fueron quemados, por el motivo obvio de que estaba suspendida la democracia representativa por el voto. La represión era indiscriminada. Parte de la historia de este período está documentada en el impresionante Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en Santiago, fundado en el 2010 para que no sea olvidada (MMDH - Museo de la Memoria y los Derechos Humanos).

Con la vuelta de la democracia, en marzo de 1990, fue creada la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, conocida como Comisión Rettig -por el nombre de su presidente, el jurista Raúl Rettig-, para investigar los crímenes cometidos por la dictadura contra los derechos humanos. Más tarde, otro grupo, la Comisión Valech -por el obispo Sergio Valech- dio continuidad a dicho trabajo.

En los 17 años de dictadura hubo 3.216 personas muertas: 2.129 ejecutadas, 1.087 desaparecidas

Según los informes Rettig (1991) y Valech (2003), ambos actualizados con el tiempo, en los 17 años de dictadura hubo 3.216 personas muertas: 2.129 ejecutadas, 1.087 desaparecidas. El 68,57 % de las detenciones reconocidas por la Comisión Valech ocurrieron entre el 11 de septiembre y el 31 de diciembre de 1973. El número de personas que sufrieron prisión política y/o torturas, fue de casi 40.000. A pesar de la concentración de víctimas en los primeros meses, la práctica de la prisión, tortura y ejecución contra los opositores fue mantenida durante muchos años.

La ejecución de los miembros de seguridad del presidente Allende el día 13 de septiembre de 1973 fue típica de lo que ocurriría en los años siguientes. El episodio fue reconstruido en detalle por Jorge Escalante, en el reportaje “Yo maté a los prisioneros de La Moneda”, publicado en 2002 en el diario “La Nación”. Uno de los periodistas chilenos que más investigó sobre el aparato represivo, Escalante consiguió entrevistar a uno de los militares que participó en la ejecución de los GAP, que relató lo ocurrido.

Después de que llegaron al regimiento Tacna, a poco más de un kilómetro del Palacio de la Moneda, los hombres fueron mantenidos boca abajo, tendidos en el suelo. Durante dos días fueron torturados. El general Pinochet en persona fue hasta el lugar. Uno de los presos, Pablo Zepeda Camilliere, consiguió escapar pues lo trasladaron por error al Estadio Chile. Zepeda, cuenta el periodista, asistió al siguiente diálogo entre Pinochet y el comandante del regimiento, Joaquín Ramirez Pineda.

Pinochet estuvo en el regimiento Tacna observando cómo torturaban a los GAP

Pinochet le pregunta quiénes son los prisioneros. “Estos son los escoltas de Allende, mi general, son los GAP y otros asesores”. Pinochet es directo en la respuesta: “A estos huevones me los fusilan a todos”. El relato coincide con lo que Escalante oyó del coronel Fernando Reveco Valenzuela. Según el coronel “Pinochet estuvo en el regimiento Tacna observando cómo torturaban a los GAP”.

El número de ejecutados en este episodio es incierto, pero de acuerdo con relatos de algunos militares fueron 27 los guardaespaldas, asesores y agentes presos después de rendirse en La Moneda. Todos menos Zepeda fueron llevados en un camión, atados de pies y manos, hasta el campo militar de Peldehue, en las afueras de Santiago. Al llegar al destino se les desataron los pies para que dieran los últimos pasos de su vida. Uno a uno, fueron ejecutados a tiros de ametralladora y lanzados directamente en un pozo seco y profundo, con las manos atadas.

Logo de la DINA.

Los militares volvieron al mismo pozo en 1978 para llevar a cabo otra operación. En aquel año fueron encontrados los cuerpos de 15 campesinos que habían sido presos por una patrulla de carabineros el 8 de octubre de 1973, en la comunidad rural de Isla de Maipo, sin que nunca más aparecieran. Sus restos mortales estaban dentro de unos hornos abandonados de una mina de cal de Lonquén. Era la primera prueba concreta de lo que todos en el país sabían, pero que los militares negaban descaradamente: que el gobierno ejecutaba opositores y que había detenidos-desaparecidos. Fue un doloroso descubrimiento para los familiares de decenas de desaparecidos: sus seres queridos, muy probablemente estaban también muertos.

Para los militares, el momento era de alerta. La aparición de nuevas víctimas de ejecuciones dejaría al régimen vulnerable a las presiones internas y de la comunidad internacional. La orden era hacer desaparecer todos los restos mortales escondidos clandestinamente en Chile. Fue así que, en diciembre de 1978, un vehículo militar se estacionó junto al pozo de Peldehue. Los soldados desenterraron lo que encontraron de los cuerpos de los GAP y otros asesores de Allende ejecutados cinco años antes. En sacos, fueron embarcados en helicópteros Puma y lanzados al mar, bien lejos de la costa en el Océano Pacífico. El procedimiento macabro se repitió en otras tumbas clandestinas por todo el país.

En marzo de 2001, once años después de la redemocratización, fueron realizadas nuevas pesquisas en el pozo de Peldehue por orden judicial. Los peritos encontraron quinientas piezas óseas, lo que permitió identificar a algunos de los ejecutados: tres miembros del GAP, un ingeniero, un sociólogo y un médico psiquiatra.

Manuel Contreras

Al comienzo de la dictadura, la violación sistemática de los derechos humanos fue ejecutada por medio de órganos estatales que ya existían: Fuerzas Armadas, Carabineros y Policía de Investigaciones. Pero pronto otras estructuras fueron creadas especialmente para este fin. En 1974 surgió la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), a cuyo comando estuvo el coronel Manuel Contreras, que respondía directamente a Pinochet. Todos los días Contreras iba a buscar al dictador a su casa y le acompañaba en coche hasta su despacho, momento en el que le informaba detalladamente de sus operaciones. Conocida por su brutalidad, la DINA persiguió de forma implacable a los izquierdistas que estaban en la clandestinidad. Un año después surgió el Comando Conjunto, una organización clandestina que dependía de la Fuerza Aérea y que actuó durante dos años.

En 1977 la DINA fue sustituida por la Central Nacional de Informaciones (CNI), que actuó hasta 1990. La disolución se produjo por presión de los EE.UU., cuando se constató que agentes del órgano estaban involucrados en el asesinato en Washington del excanciller chileno Orlando Letelier. El atentado ocurrió en septiembre de 1976 y en él murió también la americana Ronni Moffitt. Uno de los implicados en el asesinato fue el ciudadano estadunidense Michael Townley, reclutado como agente de la DINA. Townley fue también el asesino del general Carlos Prats, ministro de Defensa de Allende, que murió junto a su mujer en un atentado con bomba en Buenos Aires, en septiembre de 1974.

El rastro de sangre de la Caravana de la Muerte

Uno de los casos más emblemáticos de la barbarie de la dictadura fue conocido como La Caravana de la Muerte, en 1973. Pocos días después del golpe, Pinochet ordenó una operación de caza y eliminación de los partidarios de Allende en todas las regiones del país. El mando de la misión le fue entregado al general Sergio Arellano Stark, que debería revisar los procesos judiciales iniciados inmediatamente después del golpe contra partidarios de la Unidad Popular, y exigir el máximo castigo. El día 30 de septiembre, la comitiva partió al sur de Chile a bordo de un helicóptero militar Puma y recorrió la zona de Puerto Montt. Enseguida partió hacia el norte, entre Arica y La Serena. En cada ciudad en donde se posaba, el Puma de Arellano Stark dejaba un rastro de sangre. La misión concluyó el 22 de octubre. En menos de un mes, La Caravana de la Muerte ejecutó al menos a 72 personas.

En menos de un mes, La Caravana de la Muerte ejecutó al menos a 72 personas

La dinámica de esta operación fue revelada magistralmente por la periodista chilena Patricia Verdugo en su célebre libro Los Zarpazos del Puma, que años más tarde se convirtió en uno de los expedientes acusatorios más importantes sobre los crímenes cometidos por el general Augusto Pinochet y sus cómplices. Una de las muchas paradas de La Caravana de la Muerte fue en la ciudad de La Serena, según relata Patricia Verdugo:

“El helicóptero Puma llegó a La Serena el martes 16 de octubre de 1973, alrededor de las once de la mañana. El comandante del regimiento motorizado de Arica, teniente coronel Ariosto Lapostol Orrego, recibió al general Sergio Arellano en el aeropuerto local y fue notificado de la calidad extraordinaria que ostentaba: Delegado del Comandante en Jefe del Ejército y la Junta Militar de Gobierno (…) Dos jeeps militares con boinas negras se estacionaron frente al recinto carcelario como a las 13 horas y aumentó ostensiblemente la guardia militar frente a la puerta. Quince prisioneros fueron sacados rumbo al regimiento poco antes de las 14 horas. Su salida quedó registrada en el folio número 35 del Libro de Detenidos 1973. Y, como a las 16 horas, se escucharon fuertes y repetidas descargas de metralletas”. Los ejecutados eran todos jóvenes socialistas.

En 2015, el general en la reserva Joaquín Lagos Osorio, comandante militar de la región de Antofagasta en aquella época, haría un tenebroso relato a la fiscalía, aunque con una pequeña discrepancia en el número de presos: “La Comitiva del General Arellano había sacado del lugar de detención a 14 detenidos que estaban en proceso, los había llevado a la quebrada del ‘Way’ y los habían muerto a todos con ráfagas de metralletas y fusiles de repetición; después habían trasladados los cadáveres a la morgue del Hospital de Antofagasta y como ésta era pequeña y no cabían todos los cuerpos, la mayoría estaba afuera. Los cuerpos estaban despedazados, con más o menos 40 tiros cada uno y en estos momentos así permanecían al sol y a la vista de todos cuantos pasaban por ahí. Ordené que armaran sus cuerpos, los médicos militares y del hospital, y avisaran a los familiares y les hicieran entrega de los cuerpos, en la forma más digna y rápida posible”.

En aquel momento el general Arellano y su comitiva ya volaban a bordo del Puma en dirección a Copiapó, donde ejecutaron a otros 14 presos.

En junio de 2023, la Corte Suprema condenó a cuatro militares retirados por la muerte de 12 opositores en la ciudad de Valdivia, dentro de la operación de La Caravana de la Muerte. Entre ellos estuvo el general retirado Santiago Sinclair, de 92 años, que fue brazo derecho de Pinochet en la represión política. A pesar de la edad, cumplirá la pena en la cárcel. El general Arellano murió en 2016, con 94 años, sin pagar por sus crímenes. Llegó a ser condenado en 2008 a seis años de prisión, pero no cumplió su pena por sufrir de Alzheimer.

La periodista Patricia Verdugo vivió su propio drama familiar durante la dictadura. En 1976 su padre fue secuestrado y días después su cuerpo apareció flotando en el río Mapocho, que corta Santiago. El constructor civil Sergio Verdugo Herrera era jefe del Departamento de Abastecimientos de la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales e investigaba un caso de corrupción en la empresa estatal. Para su desgracia, el caso involucraba a militares del nuevo régimen.

Verdugo es también autora de Quemados Vivos, sobre otro caso de gran repercusión. En 1986, cuatro años antes del fin de la dictadura, los chilenos osaban salir a las calles contra el régimen militar. En julio de aquel año, una protesta fue violentamente reprimida por agentes del Ejército en la comuna de Estación Central. Los militares actuaron de forma especialmente cruel contra dos jóvenes: la psicóloga Carmen Gloria Quintana y el fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri, que fueron golpeados y tuvieron gran parte de su cuerpo quemado con el combustible que les arrojaron los propios carabineros. Rojas murió y Quintana sobrevivió con graves secuelas.

Un año antes, en marzo de 1985, otro episodio terrible conmovió al país: el Caso de los Degollados. Manuel Guerrero, José Manuel Parada y Santiago Nattino, militantes del entonces proscrito Partido Comunista, fueron secuestrados cuando andaban en diferentes lugares de la capital. Forzados a entrar en vehículos y llevados a un cuartel, fueron torturados y degollados. Sus cuerpos aparecieron cerca del aeropuerto internacional de Santiago.

Otra operación macabra ocurrió en junio de 1987, esta vez contra doce militantes del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Nueve hombres y tres mujeres fueron asesinados por agentes de la Central Nacional de Informaciones con el objetivo de aniquilar la organización, que un año antes había realizado la fracasada tentativa de asesinato contra el general Augusto Pinochet. Se conoció como Operación Albania. Veinte años después, la Justicia condenó a cadena perpetua al ex director de la CNI, Hugo Salas Wenzel, por su participación en el crimen.

Tres meses después, la CNI detuvo a Manuel Sepúlveda Sánchez, Gonzalo Fuenzalida Navarrete, Julio Muños Otárola, Julián Peña Maltés y Alejandro Pinochet Arenas. Fueron acusados del secuestro de un coronel del Ejército. Llevados al cuartel Borgoño -el recinto operativo más importante de la CNI- fueron torturados y recibieron una inyección letal. Los cuerpos fueron amarrados con rieles de ferrocarril y un helicóptero del Ejército los arrojó al mar. Fueron considerados los últimos detenidos-desaparecidos de la dictadura. Pero no serían las últimas víctimas. El 27 de octubre de 1988, los dos máximos dirigentes del FPMR, los comandantes José Miguel y Tamara, fueron detenidos, torturados y sus cuerpos fueron arrojados al río Tinguiririca.

Pinochet

Como señaló Carlos Huneeus en su libro El Régimen de Pinochet, la dictadura “conservó el carácter de un Estado policial a lo largo de sus 17 años de vida, con un estricto control de la población y una sistemática persecución de las organizaciones opositoras”. Fue un gobierno que tuvo como característica adicional estar fuertemente centralizado en Pinochet, al punto de que éste se jactaba de que “no se movía una hoja en Chile” sin que él lo supiera.

Seis meses después del golpe, el periodista brasileño Eric Nepomuceno escribió un largo artículo sobre su encuentro secreto con integrantes de la resistencia chilena, publicado en la mítica revista argentina Crítica, que dirigía entonces Eduardo Galeano. Nepomuceno observó: “De todo lo que los militares hicieron por Chile después de septiembre, acaso su obra más perfecta sea la represión, el terror impuesto y grabado en la gente, ese extraño olor a miedo y muerte que hay en cada sitio”.

El cineasta Patricio Guzmán, que filmó el documental La Batalla de Chile -un raro registro audiovisual de los años de Allende-, tiene una visión semejante 50 años después: “El Golpe de Estado fue tan poderoso, tan devastador; el hecho de que hayan matado tres comités centrales del PC, dos del PS, el MIR fue exterminado, una cantera de jóvenes maravillosos, todos muertos y torturados en las condiciones más terribles, eso creó una sensación de ‘no te muevas, porque si no eres tú es tu hijo al que lo van a tomar preso’. Creo que ese trauma fue desproporcionado y feroz. No hay cosa peor que el terror”, dijo en declaraciones al diario chileno “The Clinic”.

OPERACIÓN CÓNDOR
Las dictaduras del Cono Sur llevaron a cabo una brutal represión que no conoció fronteras y que llevó a la coordinación de los servicios de seguridad de Chile, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia, que permitieron la detención, tortura, asesinato y desaparición de numerosos adversarios. El libro Los años del Cóndor, del periodista norteamericano John Dinges, sostiene que la primera reunión de fuerzas de seguridad y policiales que darían lugar al plan tuvo lugar en Buenos Aires a comienzos de 1974. Es decir, el plan comenzó a gestarse cuando en Argentina todavía no se había producido el golpe militar del 76. El nacimiento oficial del Cóndor se produjo a finales de noviembre de 1975, tras una reunión de representantes de las dictaduras de la región, que durante casi una semana debatieron los detalles en la Academia de Guerra, en Santiago.  

En base a documentos norteamericanos desclasificados, Dinges sostiene que el presidente argentino Juan Domingo Perón, que fallecería poco después, estaba preocupado con los informes de inteligencia sobre la existencia de la Junta Coordinadora Revolucionaria, integrada por Montoneros, MIR y Tupamaros, entre otros, y de una reunión cerca de Mendoza. Después de esa reunión en Argentina, que puede considerarse como anterior al Cóndor, hubo unas 120 víctimas que cayeron como resultado de esta inicial coordinación represiva. 

La coordinación comenzó cuando Chile invitó a agentes de inteligencia de los países vecinos, en particular de Brasil, Uruguay y Argentina, para llevar a cabo interrogatorios de los prisioneros que eran buscados en sus países.

En entrevista con el diario argentino “Clarín”, Dinges aseguró: “Perón aprobó medidas contra ellos, a quienes definía como extremistas marxistas”. Después del golpe del 76, Argentina fue el país más activo: el número de crímenes de Cóndor cometidos en dicho país fue de 469 detenidos, la mayoría desaparecidos, más 143 víctimas de nacionalidad argentina detenidos en otros países. Uruguay le sigue, con 294 víctimas de nacionalidad uruguaya, la gran mayoría detenidos en Argentina. Chile fue anfitrión de las dos primeras reuniones de la alianza Cóndor, pero en número de víctimas está en menor rango: 107 chilenos, la mayoría detenidos en Argentina y 52 crímenes cometidos contra extranjeros en Chile. Pero el Cóndor no solo actuó en los países vecinos, se documentaron operaciones en Europa, Estados Unidos (asesinato de Letelier) y en México.

Dinges sostiene que la CIA no participó ni en la creación ni en la ejecución de los operativos. Pero Estados Unidos fue cómplice, ya que conocía en detalle las operaciones y no actuó para evitar los crímenes.  

jueves, 2 de enero de 2025

Inglaterra Imperial: La ejecución de María de Tudor

La reina de Inglaterra que duró nueve días en el trono y a la que le cortaron la cabeza con 16 años: reales venganzas familiares

La historia de Lady Jane ocupa un trágico lugar en la historia de Inglaterra. Fue ejecutada por orden de María de Tudor, más conocida como Bloody Mary, y el día de su ejecución su propio verdugo le pidió perdón

La ejecución de Lady Jane Grey es una pintura al óleo obra de Paul Delaroche realizada en 1833 y exhibida en la National Gallery de Londres.

Ser reina puede que te quite de pensar en pagar un alquiler o conseguir una beca universitaria, pero no te libra de envidias, venganzas familiares o incluso de que quieran matarte. Podría parecer que lo ideal es pertenecer a la realeza, pero sin un papel muy relevante, como si fueras Froilán, un vividor, o Victoria Federica, influencer y diva por diversión. Y ¿por qué?, te preguntarás. Pongámonos en un supuesto: Leonor es reina de España, alcanza el trono y poco después muere. Lo lógico sería que su hermana, la infanta Sofía, heredara la corona. Pero Leonor, en cambio, ha dejado un escrito en el que indica que quiere que su sucesora sea Irene Urdangarín, hija de la infanta Cristina. A Sofía no le parece bien, inicia un movimiento contra ella, la pone en contra de los españoles y consigue que la asesinen tras nueve días de reinado. Pues bien, esta historia ocurrió, con otros protagonistas, y en la Inglaterra del siglo XVI. Conozcamos el triste final de Lady Jane Grey.

Lady Jane Grey ocupa un lugar trágico en la historia de este país. Nació en octubre de 1537 en una familia noble y educada, hija de Henry Grey, marqués de Dorset, y Lady Frances Brandon, quien era sobrina del rey Enrique VIII. Desde muy joven, Jane fue conocida por su gran inteligencia, su educación clásica y su devoción al protestantismo, lo que la hacía una candidata atractiva para los sectores reformistas de la Corte. Cabe destacar que durante el reinado de Eduardo VI, hijo de Enrique VIII (1547-1553), la iglesia llegó a ser teológicamente protestante y existía un fuerte temor tras su muerte a que se produjera una vuelta al catolicismo.

La línea de sucesión legítima apuntaba a sus medio hermanas, María Tudor e Isabel Tudor. Sin embargo, Eduardo VI, un ferviente protestante, temía que su media hermana María, una católica devota, revirtiera las reformas protestantes en Inglaterra. En un esfuerzo por evitarlo, Eduardo fue persuadido por su consejero, el duque de Northumberland, para nombrar a Jane Grey como reina. La oportunidad de Jane de llegar al trono fue inesperada y orquestada por terceros. Y una terrible idea que terminaría con su vida.


María Tudor, conocida como Bloody Mary.

Lady Jane Grey tenía vínculos con la familia real a través de su abuela, María Tudor, la hermana de Enrique VIII. Esta conexión la convirtió en la candidata preferida de quienes querían mantener a Inglaterra en el camino de la Reforma Protestante, es decir, toda la Corte. En consecuencia, en junio de 1553, un mes antes de la muerte de Eduardo VI, Jane fue casada con Guildford Dudley, el hijo del duque de Northumberland, consolidando una alianza entre dos poderosas familias nobles que aspiraban a gobernar Inglaterra a través de ella. El 6 de julio de 1553, murió Eduardo VI, a los 15 años, de tuberculosis, y solo tres días después, Lady Jane Grey fue proclamada reina. Y en ese momento empezaron sus problemas.

Lady Jane no solo no tenía ningún tipo de pretensión política, sino que ella no quería el trono. Fue presionada, aceptó a regañadientes y fue proclamada reina de Inglaterra el 10 de julio de 1553. Pero su ascenso al trono no contó con el apoyo popular. Y de eso se encargó María Tudor, que ha pasado a la historia como Bloody Mary. María se las apañó para quitar del medio a Lady Jane y se ganó al pueblo. Muchas personas en Inglaterra reconocían a María Tudor como la legítima heredera ya que ella sí tenía relación directa con Enrique VIII y tenía voluntad de defender los derechos dinásticos.

La traición del entorno de Lady Jane

María hizo ver que Lady Jane era una usurpadora. Mientras que la proclamación se hizo efectiva en Londres, María Tudor huyó al este de Inglaterra y comenzó a hacerse fuerte en zonas rurales y entre los católicos del reino, quienes veían su ascenso como una restauración del catolicismo. Bastaron un par de días para que muchos de los partidarios de Lady Grey la abandonaran. Reinó desde el 10 hasta el 19 de julio de 1553 y fue, de hecho, la primera mujer en reinar en Inglaterra e Irlanda.

Quién es quién en la casa real británica: del rey Carlos, el más tardío de la historia, al polémico príncipe Andrés.

Lady Jane Grey fue traicionada principalmente por varios miembros del Consejo Privado y por aquellos que inicialmente apoyaron su ascenso al trono, pero que rápidamente cambiaron de lealtad cuando vieron que María Tudor ganaba fuerza y respaldo popular. Incluso en su entorno más cercano, las lealtades eran frágiles. A medida que la situación se volvía más complicada, algunos aliados cercanos de Jane empezaron a distanciarse de ella. La presión por sobrevivir en un ambiente tan volátil y la clara derrota frente a María llevaron a muchos de los que inicialmente la apoyaron a buscar alianzas con la nueva reina para evitar represalias.

Su ejecución: el verdugo le pidió perdón

Inicialmente, María Tudor no tenía la intención de ejecutar a Lady Jane. Tras su arresto en julio de 1553, fue encarcelada en la Torre de Londres, junto a su esposo Lord Guilford Dudley. Pero, mientras ella estaba entre rejas, se produjo en las calles de Inglaterra la rebelión de Wyatt. Fue en febrero de 1554. Se trató de un levantamiento popular, llamado así por Thomas Wyatt el Joven, que fue uno de sus líderes. Surgió a raíz de la preocupación popular por la decisión que había tomado la reina María I de casarse con Felipe de España, que demostró ser una determinación muy impopular entre los ingleses.

En febrero de 1554, el padre de Jane tomó parte junto con otros rebeldes en la rebelión de Wyatt. Fue apoyada por sectores protestantes y nacionalistas y tenía como uno de sus objetivos evitar el matrimonio de María con Felipe II. Los rebeldes temían que Felipe impusiera un dominio extranjero sobre Inglaterra y que el país volviera a caer bajo el control del catolicismo. Aunque la rebelión fue sofocada, demostró el nivel de oposición que existía entre la población hacia el matrimonio con un monarca español.


María I de Inglaterra y Felipe II de España.

Y fue Lady Jane quien pagó las consecuencias de esta revuelta. Tras el fracaso de la rebelión de Wyatt y bajo esta presión, María I firmó la orden de ejecución de Lady Jane Grey y su esposo, Guildford Dudley, a principios de febrero de 1554. Aunque la reina probablemente sintió cierta compasión por Jane, entendió que la existencia de un posible rival al trono podría desestabilizar su gobierno. Jane fue condenada por alta traición debido a su proclamación como reina en 1553, y la rebelión de Wyatt solo exacerbó la necesidad de ejecutar la sentencia.

El 12 de febrero de 1554, Lady Jane Grey fue ejecutada en la Torre de Londres. Antes de su ejecución, Jane escribió cartas y reafirmó su devoción a la fe protestante. Su esposo fue ejecutado poco antes de ese mismo día. Jane, según los relatos, mantuvo una actitud serena y digna durante su ejecución, lo que consolidó su imagen como un mártir protestante en la posteridad.

El cuadro de Delaroche

Su trágica historia ha sido objeto de numerosas representaciones artísticas y literarias. Y la más famosa sin duda es la que recogió Paul Delaroche en 1833 en su pintura y que desde 1902 se exhibe en la Galería Nacional de Londres. Tal y como recoge la historia y lo representa Delaroche, a Lady Jane le vendaron los ojos. Fue incapaz de encontrar el bloque sobre el que debía apoyar la cabeza para que se la cortaran, porque incluso tuvo que pedir ayuda. El propio verdugo la guio con delicadeza hasta su muerte.

Un momento muy duro y cruel que queda reflejado en la obra del artista. Se ve a Lady Jane vestida de blanco y con un corpiño, con el pelo despeinado. A la derecha, el verdugo con un hacha en la mano y el rostro cabizbajo. Parece compadecerse del cruel destino de Lady Jane. Incluso hay historiadores que cuentan que le pidió perdón por tener que llevar a cabo la ejecución y que ella se lo concedió.

viernes, 6 de diciembre de 2024

Gaza: El golpe de estado de Hamas en 2007

La toma de Gaza por parte de Hamás en 2007







La toma de Gaza por parte de Hamás en 2007 fue un conflicto importante y violento que dio como resultado que Hamás obtuviera el control de la Franja de Gaza. A continuación se ofrece una descripción detallada de los acontecimientos:

Antecedentes

El conflicto entre Hamás y Fatah, las dos principales facciones palestinas, se intensificó tras las elecciones legislativas palestinas de enero de 2006. Hamás obtuvo la mayoría en estas elecciones, lo que llevó a una lucha de poder con Fatah, que había sido la fuerza política dominante en los territorios palestinos.
Acontecimientos clave

10 al 14 de junio de 2007:

Enfrentamientos iniciales: Las tensiones alcanzaron su punto máximo y estallaron combates entre las dos facciones. En este período se produjeron intensas batallas callejeras, secuestros y asesinatos.

12 de junio de 2007:

Ataque a cuarteles generales rivales: Las fuerzas de Hamás atacaron la sede de la Fuerza de Seguridad Preventiva, un servicio de seguridad controlado por Fatah, y otras instalaciones de seguridad clave. Estos ataques marcaron el comienzo de un esfuerzo coordinado para tomar el control de Gaza.

14 de junio de 2007:

Toma de poder por parte de Hamás: los combatientes de Hamás capturaron posiciones clave de Fatah en la ciudad de Gaza, incluida la sede de seguridad de la Autoridad Palestina. Las fuerzas de Fatah en Gaza colapsaron rápidamente y Hamás declaró la victoria.

Resultado

Control por parte de Hamás: el 14 de junio, Hamás había tomado el control de toda la Franja de Gaza. Esto dio lugar a la división de facto de los territorios palestinos, con Fatah controlando Cisjordania y Hamás gobernando Gaza.

Impacto político: la toma de poder condujo a la disolución del gobierno de unidad entre Hamás y Fatah. El presidente Mahmoud Abbas, de Fatah, destituyó al gobierno dirigido por Hamás y declaró el estado de emergencia. Estableció un gobierno de emergencia con sede en Cisjordania.

Consecuencias

Situación humanitaria: el conflicto exacerbó la situación humanitaria en Gaza, lo que llevó a un aumento de las dificultades económicas y a restricciones a la circulación debido al bloqueo israelí-egipcio que siguió.

Respuesta internacional: La comunidad internacional ha reaccionado de diversas maneras: algunos países condenaron las acciones de Hamás y otros pidieron el diálogo entre las facciones.

Importancia

La toma de Gaza en 2007 tuvo efectos duraderos en los territorios palestinos, cimentó la división entre Cisjordania y Gaza e influyó en la dinámica política y militar posterior en la región.







lunes, 4 de noviembre de 2024

Operación Azalee: Comandos franceses sobre las Comoros

Operación Azalee

Weapons and warfare




Las Islas Comoras habían sido una colonia francesa hasta julio de 1975, cuando obtuvieron su independencia. Las islas son una economía agrícola poco desarrollada que depende en gran medida de subvenciones extranjeras para sustentar a aproximadamente 550,000 personas. Hay poca industria y pocos recursos naturales. El terreno es montañoso, con solo 750 km (450 millas) de caminos, 540 km (324 millas) de los cuales es grava.

El 28 de septiembre de 1995, Bob Denard y 33 mercenarios tomaron el control de las islas Comoras en un golpe (denominado operación Kaskari por los mercenarios) contra el Presidente Djohar. A pesar de haber recibido aviso previo y sugerencias sobre el golpe, Francia no hizo nada hasta el día de la invasión; Cuando lo denunciaron severamente.

El presidente Jacques Chirac solicitó que el Ministro de Defensa y el Jefe de Estado Mayor del Ejército comiencen a redactar planes para la recuperación de las Islas Comoras. Se recopiló la inteligencia y se pusieron en alerta los activos de COS (comando de operaciones especiales). Equipos de GIGN, DRM y DGSE comenzaron a desplegarse discretamente en el área alrededor del Océano Índico. El 3 de octubre, el gobierno francés dio luz verde a la Operación Azalee.

Bob Denard comenzó a crear un gobierno civil en un esfuerzo por evitar la invasión inminente. Se creó una nueva guardia presidencial a partir de miembros leales de la vieja guardia que Denard mismo había entrenado. Puntos fuertes estratégicos armados con ametralladoras pesadas se establecieron alrededor de la isla, particularmente alrededor de las islas, dos aeropuertos.

Para entonces, más de 200 miembros de COS y DRM se dirigían a las islas a bordo de una fragata y dos barcos patrulleros. Miembros de GIGN y Commandos Jaubert, así como varios escuadrones Puma, también estaban en el área.



LA OPERACION

Los franceses finalmente desplegaron 600 hombres contra una fuerza de 33 mercenarios y una fuerza disidente de 300 hombres. La operación comenzó a las 11 pm el 3 de octubre cuando los miembros de Commandos Jaubert exploraron las playas cerca de los dos aeropuertos de la isla en Hahaya y Iconi. A las 2:30 am, tres Pumas entregaron miembros de 1erRPIMa, 13eRDP a la pista del aeropuerto de Hahaya. Inicialmente bajo el fuego de las ametralladoras pesadas del insurrecto, los soldados franceses usan su equipo de visión nocturna y la cubierta de la oscuridad para asegurar el aeropuerto y el área local. 20 soldados comoranos son capturados en el proceso.

A las 3:00 am, los miembros de Commandos Jaubert habían asegurado el aeropuerto de Iconi. Los elementos de 5eRIAOM, 2eRAMa y 2eRPIMa están volando en C-160 Transals para sostener el campo de aviación mientras los Comandos Jaubert se dirigen al cuartel de Kandani. 30 soldados comoranos son capturados en el proceso. Luego, 15 miembros de GIGN son enviados y liberan a la Embajada de Francia en Moroni. Otro equipo de comandos de Jaubert asalta y toma el Vulcain; el barco utilizado por Denard y sus mercenarios para llegar a Comoras.

El asalto aéreo principal comienza a las 5 AM, cuando dos Transalls entregan elementos de la Legión Extranjera a la pista en Hahaya. 30 minutos después se les unen miembros de 2ea, RIAOM Marines y 2e RAMa artillery. A las 5:50 el aeropuerto está seguro y se ha establecido una zona de seguridad alrededor de él. Los suministros comienzan a llegar en lanzadera a medida que las unidades francesas comienzan a moverse hacia la capital de Moroni.

A las 6:30 AM, las unidades francesas están compitiendo para llegar al cuartel de Kandani antes de que Bob Denard y sus mercenarios se liberen. Otra fuerza corre hacia el paso donde se ha informado de una fuerza de 200 insurgentes.

A las 3:00 pm del día siguiente, Bob Denard y sus mercenarios se habían rendido. Después de ser cacheado por los gendarmes GIGN, lo llevan al aeropuerto de Iconi, lo llevan a Francia y lo encarcelan.

Si bien no es una acción puramente de operaciones especiales, la nueva toma francesa de las Islas Comoras es de notable estatus. Las unidades de operaciones especiales se desplegaron con éxito y se utilizaron de manera oportuna. En siete días, se elaboraron planes y se desplegaron aproximadamente 1,000 soldados para apoyar esta operación. Los activos aéreos se utilizaron para mover a los soldados de forma rápida y concisa.

Una vez que Denard se dio cuenta de que los franceses planeaban recuperar Comoras, se ordenó a los mercenarios que no lucharan. Además, las probabilidades eran muy desproporcionadas; algunos podrían decir que esto no fue una pelea "justa". Sin embargo, al presentar tales probabilidades abrumadoras, los franceses hicieron inútil cualquier resistencia y, por lo tanto, evitaron el derramamiento de sangre. Francia actuó de manera decisiva y utilizó sus fuerzas especiales para moverse rápidamente y lograr una sorpresa táctica. Se usaron unidades como GIGN y Commandos Jaubert para despejar edificios potencialmente peligrosos. Usando la combinación correcta de paracaidistas y equipos de fuerzas especiales, las unidades francesas pudieron volver a tomar la isla en menos de 48 horas.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Chile: La cronología del golpe de estado contra Allende

Minuto a minuto: así fue el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 en Chile

Una cronología del día del golpe de Estado militar contra el presidente socialista Salvador Allende que quebró la democracia chilena
El Palacio de La Moneda durante el golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973



El palacio presidencial de La Moneda durante el bombardeo de las tropas de Pinochet, el 11 de septiembre de 1973. Bettmann (Bettmann Archive)


Antonia Laborde || El País


El golpe de Estado contra el Gobierno del socialista Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973, arrancó por la madrugada, en el puerto de Valparaíso, en el corazón de la Marina. El mandatario repitió varias veces durante la jornada que no renunciaría a la presidencia de Chile. El bombardeo liderado por la Fuerzas Armadas se anunció para las once, pero comenzó al filo del mediodía. Tras media hora de ataque, con el palacio de Gobierno en llamas, los pelotones irrumpieron por la puerta del número 80 de la calle Morandé. Allende, que había adelantado en su último discurso que pagaría con su vida la lealtad al pueblo, se suicidó en el segundo piso.

Esta es la cronología del día que se quebró la democracia en Chile, en br a la información entregada por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y la plataforma Memoria Histórica:

1.00 horas

Le informan al presidente Salvador Allende que tropas militares se trasladan desde el norte hacia la capital, Santiago. La Comandancia General de la Guarnición del Ejército justifica el movimiento con que son refuerzos ante posibles disturbios por el desafuero del senador Carlos Altamirano y el diputado Óscar Guillermo Garretón.

4.00 horas

Fuerzas del Ejército dan inicio a la Operación Silencio en Valparaíso, una maniobra para acallar las radiodifusoras afines a la Unidad Popular que unían el puerto con la capital. Más tarde bomardearían antenas radiales en distintos rincones del país. Mientras tanto, las Fuerzas Armadas preparan su propia cadena de transmisión a través de radio Agricultura.

5.00 horas

El coronel Roberto Guillard, el comunicador Álvaro Puga, el gerente de comunicaciones de la Sociedad Nacional de Agricultura, Federico Willoughby, el presidente la Feria Internacional de Santiago (FISA), Sergio Romero, se toman el quinto piso del Ministerio de Defensa, desde donde se encargarán de la cadena de transmisión de las fuerzas golpistas.

6.00 horas

Barcos de la Armada, que habían zarpado el día anterior para participar de la Operación Unitas, coordinada por Estados Unidos, regresan al puerto de Valparaíso. Efectivos navales se despliegan en las calles, la Intendencia y las plantas de la Compañía de Teléfonos de Viña y Valparaíso. Desde la Escuela Militar, se pone en ejecución el Plan A, que establece el estado de alerta para prevenir desbordes de la población.


Controles militares en los alrededores de La Moneda el 11 de septiembre de 1973. Horacio Villalobos (Corbis via Getty Images)

6.30 horas

En Santiago, el general Augusto Pinochet está instalado en la Escuela de Telecomunicaciones, el general Gustavo Leigh en la Academia de Guerra de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), el general César Mendoza, que ha dado su propio golpe en Carabineros, se instala en el edificio de la institución en el centro de la ciudad, y el vicealmirante Patricio Carvajal, quien coordina la ejecución del golpe.

6.45 horas

En la br Carriel Sur de la Fuerza Aérea de Concepción, a 430 kilómetros al sur de Santiago, se alistan 12 aviones Hawker Hunter con una capacidad de tiro total de 5.600 proyectiles explosivos por minuto para emprender rumbo a la capital.

7.20 horas

El presidente Allende llama al Ministerio de Defensa pidiendo explicaciones de los movimientos de las Fuerzas Armadas. Unos minutos después, abandona su casa en la calle Tomás Moro y se dirige hacia La Moneda, acompañado de sus asesores y guardia personal. El Palacio de Gobierno ya se encuentra rodeado por las tropas rebeldes y algunos de los colaboradores del mandatario son detenidos por carabineros.

7.30 horas

El ministro de Defensa Orlando Letelier llega a su oficina y su ayudante, el coronel Sergio González, le manifiesta que ha sido depuesto de su cargo. El general Sergio Arellano lo detiene y dispone su traslado al Regimiento Tacna, convirtiéndose en el primer detenido del 11 de septiembre de 1973.

7.55 horas

El presidente Salvador Allende se dirige al país por radio Corporación, del Partido Socialista. Informa que los militares han ocupado y cortado la comunicación con Valparaíso, lo que califica como un “levantamiento en contra del Gobierno legítimo, constituido, amparado por la ley y la voluntad de los ciudadanos”. “Lo que deseo es que los trabajadores estén atentos, vigilantes, que eviten provocaciones. Como primera etapa, tenemos que ver la respuesta, espero que sea positiva, de los soldados de la patria que han jurado defender el régimen establecido”.

8.00 horas

Con Valparaíso totalmente controlado por las Fuerzas Armadas, el almirante José Toribio Merino habla por primera vez ese día y asegura que lo que está ocurriendo “no es un golpe de Estado”. “Solo se persigue el restablecimiento de un Estado de derecho. No tenemos compromiso, solo gobernarán los más capaces y honestos. Estamos formados en la escuela del civismo, del respeto a la persona humana, de la convivencia, de la justicia, del patriotismo…”.

8.20 horas

El presidente Allende vuelve a dirigirse al país con la esperanza de que la sublevación esté circunscrita solamente a la Armada y Valparaíso.

8.30 horas

Las radios de oposición transmiten en cadena la primera proclama de las Fuerzas Armadas en la que se insta a renunciar a Allende. “Las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile están unidos en iniciar la histórica y responsable misión de luchar por la liberación de la patria del yugo marxista y la restauración del orden y de la institucionalidad”, sostiene el teniente coronel Roberto Guillard. “Los trabajadores de Chile deben tener la seguridad de que las conquistas económicas y sociales que han alcanzado hasta la fecha no sufrirán modificaciones en lo fundamental”, añadió.

9.00 horas

Comienzan a escucharse los primeros disparos de un enfrentamiento entre militares y carabineros con francotiradores instalados en los edificios públicos del sector aledaño al Palacio de Gobierno.

9.20 horas

“No lo haré”, responde tajante Allende a través de las radios Magallanes y Corporación, que lograban salir por frecuencia modulada. “Hago presente mi decisión irrevocable de seguir defendiendo a Chile en su prestigio, en su tradición, en su norma jurídica, en su Constitución”. “¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que entregáramos a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente”.

10.00 horas

El teniente coronel Roberto Guillard realiza un ultimátum a través de las radios golpistas: “Si no hay rendición, La Moneda será bombardeada a las 11 de la mañana”. Media hora después, advierten que las mujeres del palacio de Gobierno tienen tres minutos para salir porque el edificio será bombardeado por la Fuerza Aérea “en tres minutos”.

10.30 horas

Salvador Allende transmite su último mensaje a través de radio Magallanes. “Trabajadores de mi patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo donde la traición pretende imponerse. Sigan sabiendo ustedes que, mucho más temprano que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor. ¡Viva Chile!, ¡viva el pueblo!, ¡vivan los trabajadores!”. El presidente, tras una conversación con el coronel Patricio Carvajal, congrega a quienes estaban en La Moneda y les informa que se acuerda una tregua de 10 minutos para el abandono del lugar. Sólo quedan los miembros del Grupo de Amigos Personal (GAP) y otras 25 personas, entre dirigentes y asesores cercanos.

11.00 horas

Allende rechaza los llamados de Carvajal a la rendición y su ofrecimiento de un avión para partir al exilio. La Guardia Presidencial de Carabineros abandona el Palacio. Las tropas militares atacan frontalmente el Palacio de La Moneda. El bombardeo aéreo provoca un incendio. En 16 minutos, los aviones lanzan más de 20 bombas sobre el edificio. Dos aviones bombardean la residencia del mandatario de calle Tomás Moro.


Soldados a favor del Golpe se refugian mientras aviones bombardean La Moneda. ENRIQUE ARACENA (ASSOCIATED PRESS)

12:00 horas

La infantería ataca el Palacio presidencial con artillería y armas pesadas.

13.00 horas

Con La Moneda en llamas y en medio del combate, Osvaldo Puccio, Fernando Flores y Daniel Vergara salen del palacio de Gobierno y se dirigen hacia el Ministerio de Defensa para conversar algunas condiciones de rendición: no más bombardeos, formación de un gobierno de civiles y respeto de las conquistas sociales. Cuando llegan, son detenidos.

13.30 horas

Allende acepta la rendición. Todos debían salir sin armas, caminando y con una bandera blanca. La última en salir es Payita, su íntima secretaria, a quien el presidente entrega el Acta de Independencia, la que minutos después será destruida por uno de los militares que la detiene.

13.40 horas

El presidente Salvador Allende se suicida con la metralleta regalada por Fidel Castro. En el Salón Independencia, del segundo piso, el general Javier Palacios, al mando del operativo, lo encuentra muerto.

14.00 horas

Palacios comunica la noticia a Carvajal: “Misión cumplida. Moneda tomada. Presidente muerto”. Carvajal, a su vez, lo informa a los generales Pinochet y Leigh: “They say that the Allende committed suicide and is dead now”.

14.20 horas

El teniente coronel Roberto Guillard informa por la radio: “Las Fuerzas Armadas y de Orden han asumido el deber moral que la Patria les impone de destituir al Gobierno que, aunque inicialmente legítimo, ha caído en la ilegitimidad flagrante, y han decidido asumir el poder por el solo lapso que las circunstancias lo exijan, apoyados en la evidencia del sentir de la gran mayoría nacional, lo cual por sí, ante Dios y ante la Historia, hace justo actuar y, por ende, las resoluciones, normas e instrucciones que se dicten para consecución de la tarea de bien común y de alto interés patriótico que se dispone a cumplir. Firmado: Junta de Gobierno de las Fuerzas Armadas, Carabineros de Chile”.

15.00 horas

Los bomberos llegan a apagar el fuego en La Moneda. La Junta Militar conmina a 95 políticos de la Unidad Popular a entregarse en el plazo de una hora en el Ministerio de Defensa. Algunos de los colaboradores y guardias personales de Allende, detenidos en La Moneda, son trasladados al regimiento Tacna. No se los vuelve a ver.

17.00 horas

Militares retiran el cuerpo de Allende del Palacio de la Moneda, cubierto en una manta, y lo trasladan en una ambulancia al Hospital Militar, donde se certifica la causa de su muerte. “La causa de la muerte es la herida a bala cérvico-buco-cráneo-encefálica reciente, con salida de proyectil. El disparo corresponde a los llamados “de corta distancia” en medicina legal… El disparo ha podido ser hecho por la propia persona”. El informe fue dado a conocer en 1990.


Soldados y bomberos sacan el cuerpo de Salvador Allende del palacio presidencial. Anonymous (ASSOCIATED PRESS)

18.00 horas

Se inicia el toque de queda. Una hora más tarde, los jefes de la nueva Junta Militar inician su primera reunión.

20.00 horas

En el Ministerio de Defensa se organizan las fuerzas para asegurar el control de la capital, a través de un masivo despliegue de tropas y bandos militares difundidos por la cadena oficial.

20.30 horas

Se habilita el Estadio Chile y el Estadio Nacional como campos de prisioneros. En este último se detiene a cerca de 5.600 personas, entre ellas, más de 600 estudiantes, profesores y empleados de la Universidad Técnica del Estado y 150 trabajadores de la fábrica textil Sumar.



04:45
Sobrevivientes del golpe de Estado, regresan al estadio donde fueron torturados
Personas detenidas tras el golpe de estado contra el gobierno del presidente Salvador Allende son tomadas como prisioneras en el Estadio Nacional, Santiago de Chile.Foto:AP | Vídeo:EPV

22.00 horas

El Canal 13 de televisión emite las primeras imágenes de la recién asumida Junta Militar. Frente a las cámaras toma juramento como presidente Augusto Pinochet. Se da lectura al Decreto ley N° 1 con el que se implanta el estado de sitio.

La dictadura duró 17 años. Chile reconoce a más de 40.000 víctimas y la cifra oficial es de 3.065 los muertos y desaparecidos desde 1973 a 1990. Las víctimas de desaparición forzada son 1.469. Solo 307 cuerpos o restos óseos han sido identificados.

 

viernes, 26 de julio de 2024

Argentina: Los cadetes del CMN al mando de Perón

Los subordinados de Perón en el golpe de 1930

Los inocentes subordinados del capitán Perón en el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930


Sean Eternos Los Laureles

"Si ellos siguen repitiendo sus mentiras, nosotros tenemos que seguir repitiendo la verdad.", rezaba Ludwig von Mises, y no se equivoca.

En esta fotografía tomada en el diario “Crítica” el 7 de septiembre de 1930 donde aparece a la derecha junto a sus compañeros, el cadete del Colegio Militar, Álvaro Alsogaray. El día anterior todos ellos, bajo las órdenes del Capitán Juan Domingo Perón (quien era voluntaria parte del Estado Mayor de la conspiración golpista, encargado de inteligencia y reclutar adeptos a la causa), habían participado con entusiasmo juvenil, en el derrocamiento del gobierno constitucional argentino.
Increíblemente "El Relato" coloca hoy al voluntario autor de la conspiración que alteró el rumbo de la República y el constitucionalismo argentino, al golpista Juan Domingo Perón (quien volvió a reincidir en 1942 y 1943), como un "demócrata", mientras a su víctima, Alvaro Alsogaray, quien años después sólo respondió políticamente al abuso, totalitarismo, inconstitucionalismo y golpismo peronista, como un "oligarca" y "golpista". Por eso hoy Argentina es el único país del mundo donde los árboles mean a los perros.


 
1: 6/9/30 Los jóvenes cadetes del Colegio Militar fueron los que llevaron a cabo el golpe; en el extremo derecho apreciamos al santafesino Cadete Alvaro Alsogaray. Para los jóvenes que no lo conocen este hombre nacido en Esperanza, el22 de junio de 1913 y fallecido en Buenos Aires, 1 de abril de 2005, fue un político, militar y economista argentino que impulsó los principios del liberalismo en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX, recordado por muchos como el Ministro de Economía del Presidente José María Guido y luego Arturo Frondizi por su famosa frase "hay que pasar el invierno", consecuencia del verdadero desastre económico heredado de las dos primeras presidencias peronistas, pero que comparado con el holocausto socioeconómico y político que padece Argentina hoy, y comenzó hace 37 años, realmente ha de quedar en el olvido las razones por las cuales a este economista tan injustamente se lo lapidó.

2: El entonces Capitán Juan Domingo Perón estaba al comando de la columna golpista de cadetes del Colegio Militar de la Nación. Voluntario miembro del Estado Mayor golpista, subordinado directo del Coronel Deslcalzo y el General Uriburu, el propio Uriburu lo designó como jefe de inteligencia de la conspiración, y el encargado de reclutar adeptos a la causa golpista. Era Perón un uriburista convencido, y para quienes creen la versión que el golpe fue "pro-inglés y oligarca", algo reapecto a lo cual existen más que serias dudas, desde ya, no deberían negar esa tendencia de Perón; aunque lo curioso es que quienes abrazan esa fábula, son quienes sostienen el supuesto "nacionalismo" de Perón...

 
3: 6/9/1930 Cadetes desfilando rumbo a la Casa Rosada entre la algarabía de los civiles, que se veían extrañamente desencantados con el gobierno radical que, tras ganar las elecciones de 1928 con 60% de votos, la Caída de la Bolsa de New York en 1929 repercutió en Argentina, y generó perder las elecciones legislativas en marzo de 1930 al radicalismo, pero que de ningún modo se esperaba algo semejante a un golpe de Estado.


4: 6/9/1930 6/9/1930 Efectivos del Ejército Argentino apostados con un fusil ametrallador Madsen en la terraza de la Casa Rosada una vez tomado el poder del gobierno.

•5: 6/9/1930 Mujeres expresan su apoyo a los cadetes que desfilan rumbo a la Casa Rosada.


•6: 6/9/1930 Civiles saludan desde un balcón el paso de las tropas golpistas.

7: 6/9/1930 Un coche cargado de cadetes avanza rumbo a la Casa Rosada entre civiles que los vitorean.

8: 6/9/1930 Tiroteos en el Congreso Nacional, en un vano intento de oponerse al golpe, por parte de militantes radicales.

9: 6/9/1930 Tras los enfrentamientos que hubo en el Congreso, la Aviación de Ejército se movilizó para exhibiendo su poder, y dejando en claro que las Fuerzas Armadas ya se habían plegado al grupúsculo de golpistas, que contraviniendo al 60% de votantes que en 1930 le habían otorgado el poder a Hipólito Yrigoyen (otro golpista, aunque infructuoso), habían alterado el órden constitucional en Argentina.


10: El Teniente General José Félix Benito Uriburu, un militar de origen salteño y brillante trayectoria en el Ejército Argentino, sus motivos para el golpe de 1930 aún hoy son motivo de controversia. Lo que no deja lugar a dudas son las derivaciones de ese golpe en la vida institucional argentina, y por sobre todas las cosas en que en el uriburismo golpista está el germen, el origen del peronismo, de corte evidentemente fascista (en la ascepción política del término, no en la tergiversación del mismo, que hoy mal se utiliza con tanta ridícula e intolerante soltura).

11: 8/9/19 Homenaje en Plaza de Mayo a los caídos durante el golpe de estado del 6 de septiembre de 1930.