martes, 15 de mayo de 2018

SGM: Paracaidistas búlgaros (2/2)

Los Paracaidistas Búlgaros (parte 02) :


El 10 de octubre de 1944, el batallón es enviado a la zona de Vis, en los Balcanes Occidentales, donde se llevan a cabo la batalla de Strazhin.

Como ya se vio antes, algunos círculos búlgaros y los soviéticos, no tenían ninguna confianza en estas unidades entrenadas por los alemanes, por lo que al igual que el resto de las unidades de elite búlgaras, se asignan a esa zona de graves combates como infantería de a pie, lanzándolos contra las posiciones fortificadas alemanas. Según he leído fue una forma de deshacerse de ellas.

Veamos algo de la historia de estas acciones.

El 10 de octubre, el 1° Ejército Búlgaro reorganiza sus fuerzas para atacar las posiciones en Strazhin, y en el flanco de las fuerzas se pone a los paracaidistas.

De esta forma se decide lanzar un ataque, el 18 de octubre, con el objetivo de romper la defensa de los alemanes, y avanzar por los flancos y la retaguardia de la posición fuertemente fortificada Strazhin así despejar el camino para que el ejército avance hacia Kumanov y Skopje.

La punta de lanza sería el Batallón de Paracaidistas al mando del capitán Liubomir Noev. Su uso como unidad de asalto se debía a que este batallón era la unidad mejor entrenada del Ejército Búlgaro.



La forma de ataque sería la siguiente :

La Primera compañía, al mando del teniente Dumanov, atacaría al sur de la carretera, para avanzar hacia la retaguardia de Vis, atacando la zona sur de la fortificación de Strazhin, para culminar el avance en la aldea de Par. Para este avance se asignarían cuatro piezas de artillería como apoyo.

La segunda compañía, al mando del teniente Stanimirov, con el apoyo de una sección de desminadores, atacaría por el norte de Vis, destruyendo la zona norte de la fortificación de Strazhin, para culminar también su avance en la aldea de Par.

Los zapadores de asalto, se introducirían en el desfiladero del Kriva Reka, a ambos lados de la carretera a Kumanov, para tomar los túneles de la nueva línea ferroviaria de Skopje-Gueshevo, y para controlar el puente sobre el río y evitar su destrucción.

La tercera compañía actuaría a la derecha de la segunda, dando fuego de apoyo, además de actuar como distractivo.

Como apoyo adicional se colocan 9 compañías de infantería.

El resto de las tropas de avanzada del 1° Ejército Búlgaro harían el resto.

A las 6:00 horas del 18 de octubre, después de un breve entrenamiento de artillería y ataque de la aviación, el batallón inicia el ataque. Pero poco después de salir de las posiciones de partida, los alemanes comienzan a bombardearles con fuego de artillería y morteros.

La primera compañía, con el apoyo de sus cuatro piezas de artillería, avanza en ataque frontal contra Vis. En Mammilla, los defensores alemanes se retiran, lo que permite su conquista. Poco después de que la compañía fue contraatacada fuertemente por los alemanes, superándolos, provocando que su comandante, el teniente Dumanov, de la orden de retirada. Esto se debe al hecho de que las otras unidades del 1° Ejército Búlgaro en el sector no avanzan a tasas similares que los paracaidistas, y por lo tanto los alemanes se pudieron centrar su defensa en el ataque de la 1ª Compañía.

La 2ª Compañía del teniente Stanimirov avanzó bajo un fuerte fuego de artillería y disparos alemanes. Sin embargo, los soldados de la compañía siguieron avanzando y llegaron a la cresta este del Suvi Dol. La 2ª Compañía cayó realmente en una situación crítica, ya que está sometido a una verdadera barrera de fuego de artillería y morteros. Sin embargo, la mayoría de muertos y heridos, entre los paracaidistas, fueron producidos por los disparos de los francotiradores alemanes ocultos en los árboles. El comandante de la empresa de apoyo de la 2 ª Compañía, asigna un pelotón de infantería para el apoyo directo de la compañía, pero esto no cambia la situación. De esta forma, la 2ª Compañía debió retirarse a sus posiciones iniciales.


El teniente Stanimirov.

Los zapadores de asalto, con el apoyo de una compañía de infantería avanzaron contra las posiciones muy fortificadas alemanas a ambos lados de la carretera. Aquí el terreno era plano y abierto y, en consecuencia, recibieron un fuerte fuego de morteros fuego y disparos de infantería alemanes, antes que la unidad se hubiese posesionado, lo que obligó a su repliegue.

A pesar de los muchos esfuerzos y sacrificios de los paracaidistas se repelen los contraataques, manteniendo las pocas posiciones ganadas. Al mediodía, todas las unidades del batallón, están prácticamente donde mismo habían empezado, y habían sufrido grandes pérdidas (25 muertos y 40 heridos).

Las razones de este fracaso fueron varias, mala información de la inteligencia, la falta de espacio y la buena posición de los alemanes, la falta de capacitación de la aviación y la artillería, que no estuvieron a la altura para realizar un avance en un frente amplio, de cerca de 3 kilómetros, además existió una falta de reservas suficientes para llevar a cabo una segunda oleada de ataque. Por otra parte, las otras unidades, especialmente las de infantería no supieron avanzar, lo que permitió a los alemanes a reagrupar sus fuerzas y de dirigir el fuego de artillería directamente sobre las zonas de peligro su defensa.

Tras el fracaso del ataque contra la posición fortificada Strazhin de la mañana, el alto mando decidió renovar la ofensa a las 15.00 horas del mismo día. Se tomaron en cuenta las debilidades dadas durante la lucha de la mañana, y se decidió que el frente de ataque sería más amplio, que nuevamente los paracaidistas serían la punta de lanza, pero que las unidades de  infantería atacarían  en mayor cantidad en el flanco izquierdo del Batallón de Paracaidistas en dirección a Vis. De esta forma se provocaría que los defensores alemanes de Strazhin, no pudieran reaccionar a las unidades de paracaidistas en su ataque frontal, debido al avance de otras unidades por partes. Además, la situación había cambiado, ya que las posiciones alemanas sólo cubrían las partes altas y la angostura de Strazhin, además del camino a Kumanov.

Esta vez, la preparación de la artillería y del apoyo aéreo se organizó y se llevó a cabo principalmente en las posiciones alemanas por más de 50 minutos con un nutrido ataque de artillería y bombardeos aéreos. La aviación alemana contraatacó bombardeando la batería de artillería situada en las proximidades de la aldea Rankovtsi. A las 14:50 horas, todas las unidades de la  2ª división Búlgara, incluyendo a los paracaidistas, pasaron una vez más a la ofensiva.

La primera compañía comienza su ataque frontal en el mismo sector de la mañana, pero esta vez, con pérdidas significativamente menores, avanza logrado controlar Vis. En Mammilla toma prisioneros a varios soldados alemanes y una gran cantidad de armas. La compañía avanza y toma las partes altas de Strazhin, las que a pesar de varios contraataques alemanes, logra mantenerla hasta la caída de la noche.

El combate principal lo llevo a cabo la 2ª Compañía con el apoyo de la Sección de PLM del batallón, y de una compañía de infantería. Su avance fue sin mayores problemas hasta las  alturas de  Suvi Dol y Ustremyava en la parte septentrional de la cresta de VIS. Al norte de esta cresta se encontraban las posiciones alemanas principales de Strazhin. Su lucha hacia allí fue complicada, y un sector próximo a Chanterelle adquiere gran importancia, ya que el resultado depende de la integridad de la defensa alemana. En ese sector se lleva a cabo un combate cuerpo a cuerpo con algunos paracaidistas alemanes, los que tuvieron un elevado precio en víctimas para rechazarlos parcialmente. Chanterelle no cayó, pero el primer avance en la defensa del enemigo se había hecho.

La única unidad que no logra cumplir con su tarea encomendada, son los zapadores de asalto. Originalmente habían desarrollado un buen ataque, pero al pasar el puente de Kriva Reka, los zapadores encuentran una fuerte resistencia alemana y, a pesar, de los numerosos intentos de desalojarlos, al final del día no deciden retirarse a sus posiciones originales.

El avance de las otras unidades, de infantería, del flanco de los paracaidistas, fue muy difícil para controlar el centro y sur de cresta Strazhin. Nada más salir de sus posiciones, las unidades de infantería, fueron detenidos por un fuerte fuego de artillería. Al sector llegó en persona el comandante de la 2ª división de Infantería Búlgara, el general Nikola Genchev, el que aleonó a sus hombres para retomar el ataque, y a las 19:00 horas, después de una obstinada lucha mano a mano con los alemanes, logran desalojarlos.

A esa misma hora, un segundo ataque, llevado a cabo por el resto de la 2 ª División de Infantería, se completa con un éxito parcial, pero la toma de estos puestos claves alemanes, crea una oportunidad real de penetrar en la defensa alemana con el uso de otras unidades, al igual que del 1° Ejército Búlgaro que avanzó en un frente más amplio. El mando alemán, evaluando la situación, se dio cuenta que de nada servía retener Strazhin, por lo que abandonó gran parte de los pequeños puestos, dejándolos a merced de los búlgaros.

Noche del 18 al 19 de octubre, los paracaidistas pasan las posiciones alemán. Temprano en la mañana se renovó un breve enfrentamiento con los alemanes, pero al final se rindieron Al final del día 19, la posición fortificada de Strazhin estaba tomada definitivamente, y partes del 1° Ejército Búlgaro llegaban a la línea, pero la situación del sector no se resolvería completamente antes de tres días.

En este ataque, el precio más alto en víctimas lo tuvo el Batallón de Paracaidistas, 56 muertos y 151 heridos, prácticamente una cuarta parte de los 470 paracaidistas utilizados.

El día 18 de octubre, el primer combate real del Batallón de Paracaidistas Búlgaro, fue declarado en Bulgaria, como el Día del Paracaidista.

Después de esto, algunos de los miembros del batallón son asignados a la liberación de Macedonia, mientras otros quedan en funciones en torno a Koumanov. Otra porción de los paracaidistas, siguió los combates posteriormente por Yugoslavia, Albania y, algunos, hasta Hungría, donde fueron desmovilizados, a petición de los rusos en enero de 1945, mientras los otros, que se habían quedado en Bulgaria, formaban una escuela de saltos en Sofía.


Fuentes 


Axis Forces in Yugoslavia 1941-45 (Nigel Thomas/Krunoslav  Mikulan).

http://helmet.0catch.com/paratr.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis4/vis4_3/PARA.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis4/vis4_3/08.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis3/13_zastoto.htm

http://stanimer.blogspot.com/2008/08/blog-post_13.html

lunes, 14 de mayo de 2018

EA: Cuerpo de ciclistas

Cuerpo de Ciclistas del Ejército Argentino

Militaria Arg



Archivista Ciclista en 1914. Caras y Caretas.



Compañía de Ciclistas en 1944 

domingo, 13 de mayo de 2018

Guerra colonial: La marcha de Gálvez sobre Mississipi

La marcha olvidada con la que el Imperio español arrasó al ejército inglés en el Misisipi


  • La exposición «Memorias recobradas» desembarca en abril en Nueva Orleans con el objetivo de mostrar la importancia de la Corona en la emancipación de las Trece Colonias durante el siglo XVIII
  • El pintor de batallas, Augusto Ferrer-Dalmau, recrea en un nuevo cuadro el tortuoso viaje que acometió Bernardo de Gálvez con un ejército multicultural para conquistar las posiciones cercanas a Baton Rouge

ABC


Como ya hicieron en el siglo XVIII los doce millones de reales de vellón que España envió a las Trece Colonias para combatir por su independencia, la exposición «Memorias Recobradas, España, Nueva Orleans, y el apoyo a la Revolución Americana» ha cruzado el Atlántico con el objetivo de recordar a Estados Unidos que la ayuda cedida por Carlos III a los políticos de las barras y estrellas fue más que determinante para que terminaran constituyendo una nación.


«La marcha de Gálvez»-AUGUSTO FERRER-DALMAU


La muestra, que contará con más de 200 obras de arte, mapas, trajes o miniaturas, será inaugurada el 21 de abril en el «Louisiana State Museum» de Nueva Orleans y buscará, además, homenajear a figuras como la del malagueño Bernardo de Gálvez. Un héroe entonces desconocido que (entre otras cosas) marchó a lo largo del Misisipi con un ejército formado en buena parte por hispanos para expulsar a los casacas rojas de la importante posición de Baton Rouge.


Pieza de la exposición (busto de Washington)-L. M. GUERRERO

Según desvela a ABC José Manuel Guerrero Acosta, comisario de la exposición, el principal objetivo de «Memorias recobradas» es revivir una epopeya olvidada. La de muchos españoles que se dejaron la vida por combatir en favor de una nación incipiente a la que, actualmente, es pertinente recordar que no siempre estuvo a la cabeza del mundo. En sus palabras, la muestra pretende ayudar al público local a familiarizarse con esta gran contribución olvidada de la Corona.


A su vez, el responsable afirma que se ha elegido Nueva Orleans como sede porque fue un enclave determinante para nuestro país después de que el renqueante Imperio se posicionara del lado de las Trece Colonias y declarara la guerra a Gran Bretaña en 1779. No en vano, en esta urbe (cedida a España por los galos en 1764) se llegó a sentar el mismo Gálvez como gobernador. «Además, aprovechamos que este año se celebra el centenario de la fundación de la ciudad por parte de los franceses», explica.

Cuatro espacios
«Memorias recobradas» (expuesta hasta el pasado julio en la Torre Iberdrola de Bilbao) contará con cuatro espacios que permitirán a los visitantes conocer la colaboración entre norteamericanos y españoles. «El primero de ellos explica qué sucedía por entonces en la España de Carlos III. Eran tiempos de reformas y de ilustración», señala Guerrero. Con todo, y según el experto, esta primera toma de contacto con la muestra indagará también en «la presencia de nuestro país en América, en Florida, en Luisiana y en el sur de los Estados Unidos» antes del inicio de las hostilidades entre ambos imperios.

Las dos salas siguientes abarcarán los cuatro años en los que se combatió al inglés en el Nuevo Mundo (de 1779 a 1783). «Se explican los antecedentes, los pormenores de la ayuda económica y militar que se envió y, finalmente, la actuación de los españoles más determinantes», completa. El cuarto, para terminar, repasará la importancia de España al otro lado del Atlántico desde el siglo XIX hasta la actualidad.

Otros héroes

Entre los personajes que serán rememoradas en las salas centrales, Guerrero destaca a Bernardo de Gálvez. Y es que, fue el primer oficial español que, una vez declarada la guerra contra Inglaterra, armó un ejército con el que marchó contra los británicos. «Luego acometería sus aventuras más conocidas como la toma de Pensacola», añade.

Sin embargo, Guerrero también señala a otros grandes olvidados como el vasco Diego María de Gardoqui o el sevillano Francisco de Saavedra. La actuación de este último, de hecho, fue clave para que Estados Unidos venciera en la batalla de Yorktown (la misma en la que el líder británico Charles Cornwallis arrió la bandera). «Saavedra fue un enviado especial de Carlos III que se encargó de gestionar toda la ayuda económica. Sin embargo, se hizo famoso porque proporcionó mucho dinero (más de un millón de pesos) al ejército franco-estadounidense para que sus tropas combatieran en Yorktown», añade el comisario.

Una marcha olvidada

El 18 de mayo de 1779, un mes antes de que España informara oficialmente a Inglaterra del inicio de la guerra y cuatro años después de la declaración de independencia, el gobernador de Nueva Orleans Bernardo de Gálvez reunió un pequeño ejército con el que atacar los puestos defensivos que los británicos tenían en el Misisipi. Por aquellos días apenas disponía de unos pocos hombres del Batallón de Luisiana y algunos piquetes de otros regimientos.

Sin embargo, su popularidad hizo que se unieran a este ínfimo contingente afroamericanos libres, indios chactás, canadienses y varios voluntarios norteamericanos. Aquel ejército multicultural se aventuró a través del Misisipi empujando lanchas cargadas con cañones para, semanas después, conquistar los fuertes de Manchac y Baton Rouge.


Boceto del cuadro «La marcha de Gálvez»-AUGUSTO FERRER-DALMAU

Aquella fue una marcha que ha sido olvidada pero que, casi tres siglos después, ha vuelto a la vida gracias al nuevo cuadro del pintor de batallas Augusto Ferrer-Dalmau. Un precioso lienzo que se convertirá en una de las piezas centrales de la exposición para, después, viajar a Washington y al Guggenheim Partners de Miami. «Es la primera vez que pinto nativos americanos y afroamericanos. Ha sido difícil porque me he tenido que documentar de forma exhaustiva sobre el equipo, la vestimenta y los peinados de los indios de la zona. Y lo mismo a sucedido con los civiles negros», explica el artista en declaraciones a ABC.

En sus palabras, el resultado es una escena que muestra tanto las penalidades que sufrieron los hombres de Gálvez para llegar a su destino, como la camaradería que tenían los diferentes integrantes del contingente a pesar de proceder de lugares tan distintos.


Detalle del cuadro «La marcha de Gálvez»-AUGUSTO FERRER-DALMAU

Las penurias, en sus palabras, quedan reflejadas en pequeños detalles como un soldado con un tambor que no puede evitar caerse al agua debido a lo abrupto del terreno, o la cara de esfuerzo de dos miembros del contingente mientras tiran de una barca. «Fue horrible para ellos. Durmieron mal, apenas bebieron agua, sufrieron enfermedades de todo tipo...», indica.

Con todo, el popular pintor (que ha sido asesorado durante el proceso de creación por los expertos Luis Sorando, el mismo Guerrero y los Voluntarios de Madrid) señala que, en este caso, la importancia de la pintura la toma el ambiente. «El centro del cuadro es el escenario, es lo que da dureza a la situación. Ningún personaje prima sobre el resto», completa. No obstante, desvela que hay dos sujetos que tienen un papel especial: Gálvez (que monta a caballo) y un indio (el personaje más emblemático de los Estados Unidos).

viernes, 11 de mayo de 2018

SGM: Paracaidistas búlgaros (1/2)

Los Paracaidistas Búlgaros (parte 01) :




No se tiene gran información sobre estas unidades, pero lo siguiente es una aproximación de la realidad.

En mayo de 1942, la Fuerza Aérea Búlgara, comienza la selección y entrenamiento para la formación de una unidad de paracaidistas, de un contingente aproximado de 300 soldados.

En agosto de 1942, candidatos, procedentes de distintos regimientos de todo el país, son sometidos a los exámenes preliminares. Los que los aprobaron, fueron trasladados al aeródromo de Vrazhdebna, cerca de la capital Sofía, para pruebas psico-físicas y deportivas, incluidas las pruebas en la cámara de presión.

Recién a principios de diciembre de ese mismo año, se tienen 150 seleccionados, los que son enviados a Escuela de Fallschirmjäger de Braunschweig en Alemania, para su entrenamiento.

Un primer grupo de 80 hombres (una compañía), era dirigido por el capitán Lubomir Noev, un ex comandante de la caballería. Lo secundaban, al mando de las secciones, los tenientes Stanimir Stanimirov y Svetoslav Iotzov. Como comandantes de los pelotones estaban el suboficial Emil Dumanov y los sargentos Georgy Vankov, Atanas Kondov, Petko Yotov, Iskro Yovov, Atanas Kamensky, Andrey Iliev, Velyn Penchev y Nikola Stefanov.

Un segundo grupo de 70 hombres, estaba al mando del capitán Georgy Alaikov, los tenientes Georgy Markov, Tsocho Petrov, Boyan Bonchev, Konstantin Petrov, y los sargentos Belcho Belchev, Dimitar Vargalov, Oscar Shtumf, Kolio Rusev, Dimitar Taslakov, Ilia Pandinov, Ilia Prodanov, Nikola Davidov.

El entrenamiento fue previsto para 3 meses con un mínimo de 6 saltos con paracaídas. En la formación se separó en grupos de oficiales, sargentos y soldados. La capacitación fue realizada por instructores alemanes de la Escuela de Paracaidistas. La formación incluyó ejercicios en tierra de gran dificultad, algunas lecciones de aeronáutica teórica, ejercicios de preparación y adaptación de los paracaídas, además de la formación militar. Para los lanzamientos se usaron aviones de transporte Ju-52 y bombarderos He-111. Para los ejercicios de eliminar el paracaídas, después del desembarque, se utilizaron motores de  aviones para crear el flujo de aire.

Los búlgaros aprendieron muy bien, y mostraron excelentes resultados. Tal vez esta fue la razón por la cuál los primeros estudiantes paracaidistas que saltaron desde bombarderos H1-111 fueron búlgaros y no alemanes.

Después de terminar el programa y hacer los 6 saltos desde 4 Ju-52 y 2 He-111, los paracaidistas búlgaros paracaidistas regresaron a Bulgaria.





Paracaidistas búlgaros en su entrenamiento en Alemania, ataviados con uniformes de Fallschirmjäger en Braunschweig.


Saltos de entrenamiento búlgaros a principios de 1943 en Alemania.

Junto con los paracaidistas, en Braunschweig, también se capacitó a dos pilotos búlgaros. Posteriormente entre 5 y 6 más serían entrenados en Bulgaria. Ellos pilotearían los Ju-52 a partir de los cuales se realizarían los saltos paracaidistas en Bulgaria

En febrero de 1943, vuelven los paracaidistas entrenados a Bulgaria, y comienza la planificación de una segunda compañía.

En el mes de marzo, la unidad pasa a llamarse Batallón de Paracaidistas (Druzhina  Lekoparashutna), y queda al mando del capitán Lubomir Noev, y los elementos base fueron los de los dos grupos formados en Alemania. El capitán Georgy Alaikov fue enviado en servicio al Cuartel General de la Fuerza Aérea, como coordinador, mientras algunos otros toman la misión de la selección de los elementos de las tropas que se formarán en el futuro cercano.

En esta época, más que un batallón, la unidad era una compañía de paracaidistas y una sección de PLM (Plana Mayor).





Emblema de los paracaidistas búlgaros llevado en 1943.

Sus operaciones desde su formación estuvieron encaminadas a acciones tanto contra partizanos griegos como partizanos yugoslavos en Macedonia, territorio anexado por Bulgaria en abril de 1941, como unidad del 5° Ejército Búlgaro.

Un grupo de paracaidistas y suboficiales búlgaros reciben instrucciones de un oficial en Macedonia en 1943. Nótese el uso de cascos de modelo búlgaro de 1939, con el emblema tricolor de la bandera de Bulgaria, que era el mismo que usaba la infantería. En ese mismo año van a ser reemplazados por el casco de paracaidista alemán modelo 1937. También se observan granadas de fabricación búlgara. Además se puede ver las divisas de águila estilo alemán que indican la calificación paracaidista.

En principios su material fue netamente búlgaro, pero a medida que pasaban los meses de 1943, los alemanes e italianos comenzaron a abastecerlos de uniformes y armas. Entre las armas usadas estaban las metralletas alemanas MP-38 y MP-40, y las ametralladoras, también alemanas, MG-34 y MG-42.

En la lámina se observa a un oficial del Batallón de Paracaidistas de la Fuerza Aérea Búlgara en Macedonia en 1943. Este batallón vestía, después de los aportes alemán e italiano, del smock de salto camuflado italiano sobre el uniforme de campaña gris azul de la Fuerza Aérea Búlgara modelo 1938. El gorro de campaña usado era de color gris azul, con las alas de la Fuerza Aérea al frente, y al lado derecho la escarapela tricolor de su escudo nacional, basado en los colores de su bandera. Este oficial está armado de la metralleta alemana MP-38.

Paracaidistas búlgaro en 1943, usando cascos de paracaidista alemán modelo 1937. Nótese que el casco del primer paracaidista todavía luce el emblema de la Luftwaffe, sin embargo, en el del fondo se ve otro paracaidista usando el mismo tipo de casco pero con el emblema tricolor de Bulgaria, lo que sería definitivo en estas tropas. El color del casco era verde oscuro. A partir de octubre de 1944, para no tener problemas, los paracaidistas búlgaros, reciben la orden de reemplazar estos cascos por algunos Mk 2 entregados por los británicos.

Desde mediados de 1943, comienza, bajo asesoría alemana, la formación de una segunda y tercera compañía.

En esas fechas, se eligieron a cerca de 300 hombres, bajo el mando del teniente Hristo Hristov y otros varios oficiales, los que fueron enviados para su formación a la Escuela de Saltos en el campo de aviación Kralevo y a la Escuela de Combate de Nisch (Nahkampfschule Nisch) en Serbia, Yugoslavia. El entrenamiento fue realizado por oficiales alemanes siguiendo el mismo programa que en Braunschweig. Al terminar la formación el grupo se trasladó al aeródromo de Vrazhdebna, cerca de Sofía.

A fines de 1943, la unidad estaba completamente operativa, llegándose entonces a un contingente de 480 hombres aproximadamente.

Para su organización final, se hace volver a los paracaidistas que estaban en Macedonia, y la estructura aproximada del batallón quedó sobre la base de tres compañías de infantería paracaidista de 150 hombres, dos de las cuales eran ligeras (la 1ª y la 3ª) y una pesada (la 2ª). Todas constaban de tres secciones, pero la 1ª y 3ª Compañías tenía dos de fusileros y una de ametralladoras, mientras la 2ª Compañía tenía sólo una sección de fusileros y dos secciones de ametralladoras. Además de los anterior, el batallón constaba de una sección de PLM y una sección de zapadores de asalto.

Con esta estructura, los paracaidistas vuelven a Macedonia.



Nuevo emblema de los paracaidistas búlgaros llevado desde marzo de 1944.

No se tiene gran información sobre las actividades de este batallón en Macedonia, pero asumo que sus actividades principales fueron como fuerza de seguridad. Del mismo modo no se tienen antecedentes de combates llevados a cabo.

Tampoco tengo información sobre el uso de esta unidad en los distritos anexados por Bulgaria en el este de Serbia, pero cabe la posibilidad que si hubieran actuado, de la misma forma que en Macedonia.

No se tiene claro cuando el Batallón de Paracaidistas Búlgaro vuelve a Sofía.

Lo que sí se puede afirmar es que el día 5 de septiembre de 1944 los soviéticos declaran la guerra e invaden Bulgaria. El día 8 de septiembre, Bulgaria formalmente se pasa al bando Aliado. El día 9 de septiembre, el batallón es enviado de Bozhurishte  al aeródromo de Telish en Pleven, cuando los ataques  aéreos aliados sobre Sofía se hacen demasiado intensos. A los pocos días es devuelta nuevamente a Bozhurishte, y de ahí al aeródromo de Vrazhdebna en Sofía, para la defensa de la ciudad, siendo asignado al 1° Ejército Búlgaro desde el 18 de septiembre de 1944, comenzando su accionar contra los alemanes.

Desde allí comienza la guerra sucia contra el batallón, el comandante de la 1ª Compañía Ligera Paracaidista, el teniente Svetoslav Yotzov, el comandante de la 2ª Compañía Pesada Paracaidista, el teniente Georgy Markov y el comandante de la Sección de Zapadores de Asalto, el teniente Konstantin Petrov, fueron detenidos y asesinados.


Fuentes 


Axis Forces in Yugoslavia 1941-45 (Nigel Thomas/Krunoslav Mikulan).

http://helmet.0catch.com/paratr.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis4/vis4_3/PARA.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis4/vis4_3/08.htm

http://www.vi-books.com/vis/vis3/13_zastoto.htm

http://stanimer.blogspot.com/2008/08/blog-post_13.html

jueves, 10 de mayo de 2018

La guerra ítalo-abisinia de 1935: Mussolini jugando a ser la nueva Roma

La invasión de Etiopía - El plan loco de Mussolini para la restauración del Imperio Romano

Nikola Budanovic | War History Online




Soldados italianos reclutados en 1935 en Montevarchi para luchar en la Segunda Guerra Italo-Abisinia.



Italia llegó a finales de la carrera colonial, pero trató de ponerse al día rápidamente. En 1895, estalló una guerra a gran escala entre Italia y Etiopía por una disputa relativa a que este último se convirtiera en un protectorado italiano. A pesar de que Italia era una nación tecnológicamente superior, Etiopía movilizó una gran cantidad de tropas y fue ayudada por Rusia con expertos militares y armas.

La guerra también vio un frente unido de antiguos oponentes del emperador etíope -o Ras, como se llama el título nacionalmente- Menelik II, que superó sus mezquinas diferencias y derrotó a los invasores italianos juntos. Fue un triunfo que entró en los mitos nacionales del pueblo etíope. Los italianos tuvieron que retirarse a Somalia, que estaba bajo su control colonial.

Exactamente 40 años después, bajo la bandera fascista de Benito Mussolini, Italia quería revivir su estatus imperialista.


El incidente de Walwal

Italia y Etiopía (entonces conocida también como Abisinia) no normalizaron sus relaciones diplomáticas hasta 1928, cuando se firmó un tratado, que era el acuerdo final y oficial en el límite entre la Italia somalí y Etiopía. El oasis de Walwal, en el cual ocurrió el incidente, estaba dentro del territorio abisinio. Sin embargo, los italianos rompieron la soberanía del estado y construyeron un fuerte en el oasis en 1934. Los etíopes pidieron el tratado, pero la fuerza invasora no retrocedió.

Entre el 5 y el 7 de diciembre, por razones que nunca se han determinado claramente, hubo una escaramuza entre la guarnición de los somalíes, que estaban en el servicio italiano, y una fuerza de etíopes armados. Según los italianos, los etíopes atacaron a los somalíes con rifles y fuego de ametralladora. Según los etíopes, los italianos los atacaron, apoyados por dos tanques y tres aviones. Al final, aproximadamente 107 etíopes y 50 italianos y somalíes fueron asesinados. Después de esto, el conflicto se calentó y atrajo la atención internacional.

Las frágiles relaciones entre los dos países colapsaron y la guerra se hizo inminente. Mussolini nunca ocultó sus ambiciones coloniales, declarando abiertamente el renacimiento del Imperio Romano bajo su gobierno y adoptando ideas racistas sobre los "pueblos primitivos" de África. La guerra fue, al igual que el incidente de Mukden que causó la invasión japonesa de China, proporcionó pruebas de que la Liga de las Naciones no tiene un poder real en la diplomacia mundial.

La guerra


Soldados italianos reclutados en 1935 en Montevarchi para luchar en la Segunda Guerra Italo-Abisinia. Por la familia Vestri, fotógrafos en Montevarchi durante 3 generaciones: el Fondo Vestri donó a Comune di Montevarchi y puesta al dominio público.

La fase inicial de la guerra se considera como la ofensiva de De Bono en octubre de 1935. El general italiano, Emilio De Bono invadió Etiopía desde Eritrea (que era, como Somalia, también una colonia italiana) estableciendo el Frente Norte. La ofensiva comenzó sin una declaración de guerra, socavando el estado etíope y el código de guerra internacional. La fuerza de ataque consistía en 125,000 soldados italianos y eritreos, mientras que el Emperador de Etiopía, Haile Selassie I, en ese momento podía reunir solo 15,000 soldados entrenados.

Al mismo tiempo, desde el sur, los italianos junto con sus homólogos somalíes comenzaron a empujar hacia Etiopía. La Liga de las Naciones condenó el asalto, llamando a Italia "un estado agresor". Como la Liga de Naciones no tenía un ala militar que pudiera reaccionar y ayudar a la nación en peligro, era un dragón de papel y los italianos lo sabían y continuaron con su política. La ofensiva de De Bono terminó en varias escaramuzas, pero sin una batalla decisiva, ya que los italianos avanzaron lentamente por el desierto de Etiopía, que tenía caminos mal pavimentados.

Los etíopes organizaron su propio plan de batalla. Lo que se conoció como la "ofensiva navideña" etíope tenía como objetivos la división de las fuerzas italianas en el norte con el centro etíope, aplastando a la izquierda italiana con la derecha etíope e invadiendo Eritrea con la izquierda etíope.

Ahora la fuerza combinada de Etiopía tenía casi 200,000 combatientes. El terreno accidentado y algunas tácticas de la vieja escuela demostraron que los etíopes no eran tan incapaces como los italianos. Obtuvieron una gran victoria frente a una división italiana en el paso Dembeguina en el noroeste del país.

El comandante italiano, mayor Criniti, comandó una fuerza de 1,000 infantería de Eritrea apoyada por tanques L3. Cuando los etíopes atacaron, la fuerza de Criniti retrocedió hasta el paso, solo para descubrir que 2.000 soldados etíopes lo habían ocupado. La fuerza de Criniti fue rodeada y disparando desde todas las direcciones. En el primer ataque etíope, dos de los oficiales del mayor Criniti fueron muertos, y el propio Criniti resultó herido. La fuerza de Criniti intentó usar sus tanques L3 para salir, pero el terreno áspero inmovilizó los vehículos.

Los etíopes masacraron a la infantería, luego invadieron los tanques y mataron a sus tripulaciones de dos hombres. Las fuerzas italianas organizaron una columna de socorro formada por tanques e infantería para relevar al mayor Criniti, pero se encontró con una emboscada etíope en el camino. Los etíopes que ocupaban el terreno elevado rodaron piedras delante y detrás de varios de los tanques, inmovilizándolos. Los etíopes interceptaron a la infantería de Eritrea y invadieron los tanques. Los otros tanques fueron inmovilizados por el terreno e incapaces de avanzar más. Los etíopes incendiaron dos de estos tanques.

Mientras tanto, el comandante Critini logró una ruptura, después de haber ordenado a sus hombres que arreglaran bayonetas y cargaran. Aunque la mitad de la fuerza del Comandante Critini fue asesinada en la feroz lucha, lograron escapar del cerco etíope. Los etíopes afirmaron haber matado a 3.000 soldados eritreos durante la ofensiva navideña.


Su Majestad Imperial, Haile Selassie I, Emperador de Etiopía. Por Walter Mittelholzer (1894-1937) - Escaneo propio del libro "Abessinienflug" de Walter Mittelholzer, publicado en 1934 en Suiza (editorial: "Verlag Schweizer Aero-Revue" en Zürich).

Después de este momento glorioso en el esfuerzo de defensa etíope, el poder de los emperadores comenzó a declinar. Los italianos se dieron cuenta de que la ocupación no iba a ser fácil: los eritreos y otras tropas coloniales no estaban tan ansiosos de luchar contra los etíopes, al menos no tan ansiosos como los últimos por defender su país. Además, la tecnología no era confiable en los terrenos robustos de África Oriental. En cambio, decidieron usar gas mostaza, bombarderos y artillería de largo alcance para obligar al emperador Haile Selassie I a capitular.

La Liga de las Naciones nuevamente condenó el uso de armas químicas, mientras que Mussolini insistió en que yo era solo una mezcla de gases lacrimógenos destinada a incapacitar a los oponentes, en lugar de asesinarlos. Esto, por supuesto, era una mentira notoria, ya que más de 100.000 etíopes, tanto soldados como civiles, murieron por envenenamiento con gas mostaza. Al final, el ejército etíope mal equipado, que todavía usaba espadas y lanzas debido a la falta de armas de fuego, fue sometido por el invasor sin resistencia significativa.

El emperador huyó a Inglaterra, mientras que la ciudad capital, Addis Abeba, cayó en la anarquía cuando una turba enojada destruyó todas las tiendas propiedad de los europeos.

Los italianos marcharon el 5 de mayo de 1936, y el 1 de junio, Etiopía fue anexionada oficialmente por Italia, que de hecho fue el final de la guerra, a pesar de que los etíopes nunca se rindieron formalmente. En esta ocasión, Mussolini pronunció un discurso en Roma:

"Durante los treinta siglos de nuestra historia, Italia ha conocido muchos momentos solemnes y memorables: este es sin duda uno de los más solemnes, el más memorable. Gente de Italia, gente del mundo, la paz ha sido restaurada. Por fin, Italia tiene su imperio. Los italianos han creado un imperio con su sangre. Lo fertilizarán con su trabajo. Lo defenderán contra cualquier persona con sus armas. ¿Serás digno de eso?


miércoles, 9 de mayo de 2018

Roma y las causas económicas de su caída

Crisis económica en Roma. La caída de un imperio

Javier Sanz | Historias de la Historia


Han sido varias las teorías que los historiadores han manejado en la caída del Imperio romano, uno de los más grandes e influyentes de toda la historia. Yo, personalmente, creo que fueron varias las causas con el agravante del lógico desgaste de tantos años luchando en varios frentes para ampliar las fronteras y el cambio que sufrió una sociedad eminentemente agrícola para adaptarse a situaciones que llegado el momento le superaron. En esta ocasión, nos ayudará el ilustrador Luis Pastor con este video en el que nos cuenta, a la vez que dibuja, la influencia de la crisis económica en la caída del Imperio.



martes, 8 de mayo de 2018

SGM: "Keep Calm and Carry On"

“Keep Calm and Carry On”, la curiosa historia del famoso cartel





Supongo que casi todos estamos familiarizados con el cartel que, bajo el dibujo de la corona británica, reza “KEEP CALM AND CARRY ON”, así como con las innumerables variaciones más o menos ingeniosas del mismo que en los últimos tiempos circulan por todos lados. Lo que quizás resulta menos conocido es cuándo y porqué se creó dicho cartel y cuándo y porqué alcanzó la fama que ahora ostenta.

Para responder a la primera pregunta tenemos que situarnos en el mes de septiembre de 1939, es decir en el inicio de la Segunda Guerra Mundial. Como parte de la propaganda de guerra destinada a elevar la moral de la población y a demostrar a loa alemanes que el pueblo inglés no estaba dispuesto a rendirse, el gobierno británico creó dos carteles que venían a decir:

“YOUR COURAGE, YOUR CHEERFULNESS, YOUR RESOLUTION WILL BRING US VICTORY (“VUESTRA VALENTÍA,  VUESTRA ALEGRIA, VUESTRA RESOLUCION, NOS LLEVARAN A LA VICTORIA) y “FREEDOM IS IN PERIL, DEFEND IT WITH ALL YOUR MIGHT” (“LA LIBERTAD ESTA EN PELIGRO, DEFIENDELA CON TODAS TUS FUERZAS”). 

Millones de ejemplares de dichos carteles se imprimieron y se colgaron en estaciones de tren, edificios públicos y paradas de autobús a lo largo y ancho de Gran Bretaña.

Además, para el supuesto de que se produjese una invasión alemana de las Islas Británicas, se creó un tercer cartel con la leyenda “KEEP CALM AND CARRY ON” (“MANTENGA LA CALMA Y SIGA ADELANTE”). Sin embargo, la invasión de las islas nunca se llegó a producir y los dos millones y medio de ejemplares del cartel que se habían llegado a imprimir nunca salieron a la luz pública y quedaron abandonados en cajas en el Ministerio de la Guerra.

Esto nos lleva a la segunda de las preguntas que planteábamos más arriba, cuándo y porqué este olvidado cartel de propaganda bélica alcanzó su popularidad. Para ello tenemos que trasladarnos a la  villa de Alnwick, en Northumberland. Allí, el matrimonio compuesto por Stuart y Mary Manley habían acometido el ambicioso proyecto de convertir una antigua estación de tren de la época victoriana en una coqueta y preciosa librería. Un día, allá por el año 2.000, Stuart abrió unas cajas antiguas procedentes de una subasta y se encontró con que estaba llena de carteles con nuestra leyenda “KEEP CALM AND CARRY ON”. Decidieron ponerlos a la venta en su librería y poco a poco el cartel fue ganando fama, vendiéndose en tiendas turísticas de toda Inglaterra y llegó a convertirse en el icono reproducido y parodiado hasta la saciedad que hoy conocemos.


Exterior de la librería Barter Books (Alnwick)

Barter Books



Por cierto, Alnwick es una localidad repleta de historia muy ligada a su proximidad con la frontera escocesa y en la que destaca su formidable castillo, muy conocido por haber sido el escenario del rodaje de películas como El León en Invierno, Harry Potter o Downton Abbey. Quien quiera conocer más detalles sobre Alnwick puede consultar la entrada que le dediqué en la sección del blog sobre paseos con historia por Inglaterra.

Normalmente termino mis artículos recomendando los libros, series o películas que narran las historias que cuento. La de hoy la conocí a través de un bonito video en el que destacan las imágenes de la espectacular librería de Alnwick. Este es el enlace para ver dicho video: Keep Calm and Carry On video


Curiosidades de la Historia