sábado, 27 de agosto de 2016

Conquista de América: Los perros infernales

El arma secreta de los españoles que causó carnicerías indiscriminadas en América

Eran terribles.Con su feroz presencia, los canes representaban la viva manifestación de una insoportable forma de terror casi demoníaca. Siempre iban en primera línea


Un conquistador español armando a uno de sus perros. (CC)

AUTOR ÁLVARO VAN DEN BRULE - El Confidencial




"Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra."
-Platón
No fue Colón el descubridor de aquella arma letal, ni fue el inventor de la guerra, ni de la crueldad inherente a la misma, ni de lo que es capaz el ser humano cuando baja a sus propios abismos, ni de la impunidad que da el saber que nadie te va a juzgar, ni de la mueca que le hacemos a nuestra propia dignidad cuando acabamos con la vida de los otros por muy amparados que estemos por las leyes de la guerra; esto es, ninguna.

Aunque bien es cierto que ya intuía que podría enfrentarse allá en las tinieblas del confín del mundo a formas desconocidas de horror, él quiso proveerse de todos los medios a su alcance para conjurar la terrible colisión entre lo ignorado, lo intangible, lo no manifestado y el conocimiento entendido en su versión unilateral en el que la arrogancia de la superioridad técnica de los invasores orientales, en este caso los provenientes de Europa, avasallaría a su contraparte. En aquel enfrentamiento lejano y ya histórico entre lo que se ha llamado dos civilizaciones o mundos, él, lo único que hizo en beneficio de su propia supervivencia y la de sus hombres, fue reforzar las zonas de costura más frágiles en su estructura militar.

Canes terribles

Los perros de los conquistadores eran alanos de raza, es decir, un mestizaje entre dogos y mastines. Eran terribles.Con su feroz presencia, representaban la viva manifestación de una insoportable forma de terror casi demoníaca. Siempre iban en primera línea acompañando a los ballesteros y delante de los arcabuceros, y por supuesto, cuando actuaban conjuntamente con la caballería, el pánico que causaban en las filas adversarias era extremo.

 No te metas con un alano. (Lilly_M/CC)

Estos animales iban protegidos con sendas tiras de cuero en ambos lomos y unas potentes protecciones de fieltro que se extendían desde la cruz del tren delantero hasta el nacimiento del rabo, de tal manera que parecían acorazados contra cualquier contingencia. Si a esto le añadimos los ostentosos collares dentados y el durísimo entrenamiento al que los sometían sus amos –que cobraban una soldada aparte por perro–, estaríamos hablando de una arma casi apocalíptica.
Los infelices indígenas que en sus enfrentamientos no habían pasado del arco y del machete y de algunas pedradas con buen tino, tenían más pavor a un alano que a un regimiento de arcabuceros.
La gripe de la mediocridad obligaba a huir a miles de aventureros reciclados desde el anonimato de sus áridas vidas hacia la promesa de tierras nuevas y de experiencias en abundancia como contrapunto a las anodinas vidas en las planicies de Castilla o en la empobrecida Extremadura, donde hidalgos y campesinos deambulaban por la nada de un presente continuo.
Es conocido que en la expedición anterior a la de Cortés, media docena de perros intervinieron en las escaramuzas con los mayas tardíos
Un escenario de riquezas sin cuento era hábilmente promocionado por una leyenda basada en una rumorología muy bien cebada, pero a la postre eran el habitual saqueo y la política de hechos consumados – estaban a un océano de distancia–, los que los subordinaban a una realidad inapelable: había que hacer la guerra con todas las consecuencias y sin marcha atrás.
Aunque los cronistas no refieren o no hacen alusión a los perros por su insignificante presencia a ojos de la doctrina militar en aquel tiempo imperante, ya en la expedición anterior a la de Cortés – la de Grijalva -, se hace eco de la intervención de media docena de ellos en las escaramuzas con los mayas tardíos, ya fragmentada la gran nación que fueron y en guerra civil permanente por aquel entonces.

Un rastro indeleble entre las víctimas

Cuando Hernán Cortés se enfrenta en la batalla de Centla, que concluye con la severa derrota de una ingente tropa de aborígenes y con la toma de Potonchán en la primavera de 1519, en el momento álgido de la sangrienta batalla, probablemente la primera librada con armas de fuego y caballería en tierras americanas – si obviamos las escaramuzas previas tras el desembarco en la actual Veracruz–, la baza que inclina a favor de los españoles (para ser más precisos, de los castellanos) en el hasta ese momento equilibrado e indeciso lance, es el furibundo ataque de una docena de alanos que causan un impacto sicológico brutal entre las filas de combatientes adversarios. Pedro de Alvarado, consciente de la carnicería indiscriminada que está ocasionando la horda perruna, intenta retirarlos en vano, pues la presencia de niños y ancianos entre las filas de los autóctonos, víctimas propiciatorias para los canes por su natural indefensión, causa hasta en la tropa propia problemas de escrúpulos. La guerra lamentablemente es y no debería de ser, pero hay unos mínimos de humanidad que una vez sobrepasados desnaturalizan completamente al combatiente sin cortapisas morales y con licencia para una incontestable carta blanca. El relato de López de Gómara en el capítulo 'Combate de La Conquista de México', no deja lugar a dudas sobre la mortandad ocasionada por los desvaríos de los motivados animales y la impresionante carnicería que acompaña a los hechos, evidentemente, no solo imputable a los cabreados "chuchos".


Pedro de Alvarado.

El más famoso de estos canes, Becerrillo, moriría a resultas de una flecha envenenada disparada por los Caribes en uno de los combates contra los españoles. Era una flecha corta que atravesó la colcha forrada en algodón adherida al cuerpo del animal, causándole una dolorosa agonía que acabó cuando su amo decidió cerrar la espita del sufrimiento.
Hijo de Becerrillo era el llamado Leoncico, colega de correrías de Balboa, que recibía paga de oficial, y que combatió junto a su amo en todos los encuentros que tuvo con los indios del Istmo de Panamá y que participaría hasta su muerte en todas las expediciones contra los desgraciados aborígenes, y digo desgraciados porque no me parece justo hablar de buenos y malos.
El pánico cundió, y entre los arcabuceros, ballesteros y caballería, la tragedia adquirió tintes apocalípticos
Pero la de traca sucedió yendo hacia Tenochtitlán, la capital de los Mexicas (Aztecas), y cuando Cortés llegaba a Cholula, aliada del Imperio mexica, la segunda ciudad más grande del imperio, con 30 000 habitantes. Bernal Díaz del Castillo en su crónica cuenta que tras haber recibido a Cortés y su enorme ejército, las autoridades de Cholula planearon una una emboscada para aniquilar a los españoles. El cronista narra cómo Cortés montó en cólera tras comprobar las malas intenciones de los locales. Una anciana mujer y unos sacerdotes de los templos de Cholula alertaron a Cortés, quien dio instrucciones inmediatamente para que su ejército atacara. En la llamada matanza de Cholula, en la que se calcula que más de 5000 hombres murieron en menos de cinco horas, los perros alanos de los capitanes españoles forjados en las guerras de Italia fueron responsables en gran medida de la matanza indiscriminada, que ha pasado a la historia como una de las cargas militares más sangrientas .La ferocidad de los canes causó un pavor de dramatismo incalculable .El pánico cundió, y entre los arcabuceros, ballesteros y la caballería, la tragedia adquirió tintes apocalípticos. Tras el asalto, masacre o como se quiera llamar, según sea la partitura y objetividad del observador,  el contingente saldría de Cholula en noviembre y se desmocharía e incendiaría íntegramente la ciudad.
Conforme fue avanzando la conquista y la guerra se recrudecía, los perros cobraron un protagonismo capital. Se calcula que en los primeros diez años a partir de 1519, momento de la entrada de Cortés por Yucatán, hasta la absoluta pacificación del territorio Azteca, llegarían a intervenir en diferentes momentos hasta 400 perros como apoyatura en las tácticas de combate y en régimen de correos.


Hernán Cortés.

El ataque con apoyo de perros  mastines era una costumbre europea conocida desde la batalla de Azincourt,  en el contexto de la Guerra de los Cien años, en la que los ingleses, con apoyo de sus temidos arqueros, infligirían una de las más severas derrotas que ha sufrido Francia en su historia, y además a domicilio.
Con el tiempo, serían profusamente usados en todas las guerras en diferentes situaciones, tanto de acción directa como en retaguardia, postas y socorro a combatientes. En América, dejarían un rastro indeleble entre sus víctimas.
La guerra, ese escenario probablemente inevitable, donde la desintegración moral humana puede llegar a ser indescriptible.

viernes, 26 de agosto de 2016

SGM: Los crímenes alemanes en el Frente Oriental

El libro que cuenta los horrores del Holocausto que fue prohibido por Stalin
El Libro Negro fue escrito a raíz del material recopilado-cartas, entrevistas, documentos-por Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg durante la invasión alemana a la Unión Soviética
Por Marcos Shaw de Estrada - Infobae



 La tapa de El Libro Negro

Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg fueron dos reconocidos cronistas de guerra rusos durante la Segunda Guerra Mundial para el diario Estrella Roja. En 1943, ambos comienzan a recopilar testimonios, documentos, cartas, diarios íntimos, entre otros materiales, sobre las atrocidades que cometía el ejército alemán con los judíos en los territorios de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia y Estonia desde la invasión nazi a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, que comenzó con la operación Barbarroja.

A partir de esto, ambos, con ayuda de alrededor de 40 escritores y periodistas, escribieron El Libro Negro, que fue prohibido por Iósif Stalin y no se publicó en lengua rusa hasta 1980 en Israel-aunque fue una edición incompleta-y en Rusia hasta 1993, luego de la caída de la URSS. La editorial Galaxia Gutenberg, cuya distribución en Argentina es a través de la editorial Del Nuevo Extremo, presentó en 2012 la obra completa terminada en 1947.

La historia del libro comienza cuando Grossman y Ehrenburg crearon una comisión editorial adscrita al Comité Judío Antifascista (CJA), que estaba subordinado al Buró Soviético de Información presidido por Aleksandr Shcherbakov, secretario del Comité central del Partido Comunista Panruso (bolchevique). Es decir, todas las cuestiones importantes que trataba el CJA se acordaban previamente con la Dirección de Propaganda y Agitación del Comité Central del Partido, que autorizó a recopilar material pero luego denegaría la publicación. Pero la idea original de publicarlo fue del científico Albert Einstein, del Comité de Escritores Judíos de Estados Unidos y de otros científicos y artistas.


El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS

Cómo fue la censura

El 21 de junio 1945 informan al CJA que el texto completo del manuscrito preparado en Estados Unidos sería remitido a Moscú para su aprobación. Desde la URSS intencionalmente demoraron la respuesta y cuando finalmente lo hicieron- el 23 de enero de 1946- pidieron cambiar el prólogo de Einstein y la introducción. El 23 de febrero de 1946 desde Estados Unidos mandaron la edición corregida pero no conformó a los dirigentes del CJA. Finalmente, el 4 de marzo, indicaron que retirarían tanto el prólogo como la introducción.

La edición rusa no tenía un futuro más prometedor. También en 1946 (el 16 de noviembre) el secretario del CJA, Solomón Mijoels, adelantó: "El Libro Negro ya está en imprenta y muy pronto tendremos los primeros ejemplares".


La vida en los campos de concentración, parte del relato La vida en los campos de concentración, parte del relato

Pero el 28 de noviembre Mijoels junto a Feffer-poeta miembro del CJA-Grossman e Ilyá Ehrenburg le enviaron una carta a Zhdánov, secretario del Comité Central del Partido Comunista Panruso para que ayudara a que se publicara lo antes posible. Le pidieron que le diera instrucciones a la Casa Editorial del Estado para que proporcionara el papel necesario para la impresión. Esa carta fue dirigida a la Dirección de Propaganda y Agitación, presidida por Alexándrov, quien replicó categóricamente "la improcedencia" de la publicación del libro.

Los argumentos parecían ser muy débiles. Primero acusó al CJA de mandar copias del manuscrito a otros países, entre ellos Estados Unidos, sin autorización de su organismo. Dijo que con el comienzo de la Guerra Fría cualquier contacto con Estados Unidos se consideraba una falta grave. Luego dice que el texto "ofrece una imagen engañosa del verdadero carácter del fascismo" porque genera la impresión de que "el único objetivo del ataque de los alemanes a la URSS fue el exterminio de los judíos".

A pesar de esto, el CJA consiguió que se curse una orden de impresión del libro en la Escuela Superior del Partido en julio de 1947. Serían 30 mil ejemplares. Pero el 20 de agosto de 1947, el Glavlit, organismo ocupado de la censura, dispuso el cese inmediato de los trabajos de impresión cuando ya se habían compaginado 33 pliegos (iba a tener 42). La decisión fue de las nuevas autoridades del partido, Mijaíl Súslov, quien reemplazó a Alexándrov y Shépilov, a cargo de la petición del CJA.

"La Dirección de Propaganda ha examinado minuciosamente el contenido de El Libro Negro y ha detectado la presencia en él de graves errores políticos. La Dirección de Propaganda no ha aprobado la publicación del libro en 1947. Por lo tanto, el libro no puede ser impreso", fue la escueta explicación que dieron.

En 1948 el gobierno de Stalin comenzó a arrestar a los miembros del CJA, que fue disuelto. Luego, en 1952, muchos de esos dirigentes fueron condenados a muerte y en muchas sentencias se mencionaba a El Libro Negro.

En 1944, la revista Znamia publicó los primeros fragmentos del libro con el título "Asesinos del pueblo". Luego, a la hora de discutir la estructura de la obra, en 1945 Solomón Lozovski, entonces presidente del CJA, sugiere hacer dos libros: uno con los documentos y el otro con los textos preparados por Grossman y Ehrenburg. Esta idea no prosperó porque los autores querían preponderar los testimonios de las víctimas y sobrevivientes. En 1946, se publican fragmentos en Estados Unidos y Rumania bajo un estricto control. En 1980 sale en Israel por primera vez en lengua rusa y en 1981 una versión más completa en Jerusalén pero en yiddish. No fue hasta 1993 que se publicó en Rusia.


Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas

Los editores de El Libro Negro contaron el origen de la diversidad de la información con la que cuenta la obra. Para hacerlo, dividieron los textos en tres partes. La primera categoría son las cartas, diarios, transcripción de relatos y testimonios de testigos, en muchos casos oculares, y víctimas que consiguieron escapar. Algunos documentos son de personas que luego fueron asesinadas y el material fuer acercado por algún familiar.

La segunda parte son crónicas de escritores soviéticos elaboradas a partir de declaraciones, cartas, diarios y relatos. En algunos casos, quienes escribieron mantuvieron encuentros personales con los testigos y víctimas, estuvieron en los lugares de las ejecuciones, visitaron los campos de concentración y guetos, entre otras cosas.

Y la tercera categoría son los materiales facilitados a los editores por la Comisión Estatal Espacial para el establecimiento e investigación de las atrocidades cometidas por los ocupantes fascistas alemanes. Se trata de las declaraciones de los ejecutores nazis durante el proceso de investigación al que fueron sometidos.

jueves, 25 de agosto de 2016

Guerra Antisubversiva: El lado B del golpe del 76

Marzo del 76: la otra parte de la historia.




El golpe del 76 no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros

Mantener el 24 de marzo como la fecha recordatoria de la ruptura institucional y del terrorismo de esta1do sigue siendo una hipocresía que solo una dirigencia política timorata puede sostenerlo. Si de golpes de estado se trata, la fecha a considerar debería ser la del golpe del 6 de septiembre de 1930 porque fue la primera ruptura de orden constitucional desde 1853 cuando fue sancionada la Constitución Argentina.

Si la razón para elegir el 24 de marzo es por el terrorismo de estado, tampoco es la fecha correcta porque el mismo empieza bajo el gobierno de Juan Domingo Perón con la Triple A que, luego del asesinato de Rucci, sale a cazar a los terroristas de izquierda que el mismo Perón había primero alentado desde Puerta de Hierro y luego perseguido cuando llegó a la Argentina. Para eso lo manda al brujo López Rega que, desde el entonces ministerio de Bienestar Social y con fondos de ese ministerio, había armado la persecución al margen de la ley.

Es más, hay serias sospechas de que el grupo terrorista que asesinó a Rucci recibió apoyo del gobierno provincia de Buenos Aires de ese momento. En ese caso se trataría, de acuerdo a la teoría de la Corte Suprema de Justicia, de terrorismo de estado.

El corte que se hace con el 24 de marzo de 1976 es solo por conveniencia de la dirigencia política, dado que si por el tema terrorismo de estado fueran más hacia atrás, encontraría que el peronismo estuvo muy comprometido en esas prácticas en los 70.

El desenlace sangriento que se produjo en los 70 tuvo que ver, primero, con el intento de tomar el poder por las armas que llevaron adelante los grupos terroristas. En casi toda América Latina, grupos entrenados, financiados e impulsados por la ex Unión Soviética y Cuba querían hacer revoluciones al estilo Vietnam tomando el poder por la fuerza. Los grupos terroristas tenían previsto fusilar a unas 500.000 personas en Argentina si tomaban el poder. Es decir, un esquema similar al que utilizó Fidel Castro cuando tomó el poder en Cuba. Castro había dividido la isla en varias zonas y sus lugartenientes, que estaban al mando de cada zona, recibieron la orden de fusilar a miles de personas que podían ser contrarías al régimen que Castro quería instalar. En su libro Cómo Llegó la Noche, Huber Matos, uno de los lugartenientes de Fidel Castro, que luego el dictador lo mantuvo preso por 30 años, cuenta esta parte de la historia en que él mismo hizo fusilar a posibles opositores. Cabe recordar que Huber Matos estuvo preso 30 años por oponerse al proyecto dictatorial de Fidel Castro. Camilo Cienfuegos murió misteriosamente y al Che Guevara, el otro lugarteniente, Fidel se lo sacó de encima y terminó muriendo en Bolivia.

El modelo de Montoneros, el ERP y demás grupos terroristas era el de Cuba. Establecer una dictadura comunista. Ellos decían que luchaban contra el imperialismo yankee, las multinacionales, la oligarquía y demás expresiones típicas de la propaganda de izquierda, pero en rigor querían tomar el poder por las armas. Y ese intento lo llevaron adelante durante el tercer gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y muerto éste lo continuaron bajo el gobierno de Isabel Perón que había sido electa vicepresidente bajo la fórmula Perón-Perón. Es decir, las acciones terroristas fueron para derrocar un gobierno constitucional, no al gobierno militar de Videla. Deliberadamente se miente porque de difundirse la verdad se vería que los que se levantaron contra el orden constitucional fueron los terroristas. No las Fuerzas Armadas. Es más, es durante el gobierno constitucional de Perón-Perón que se produce la mayor cantidad de atentados con bombas, asesinatos y secuestros. Todos estos actos no fueron solo contra policías y militares, fueron en gran cantidad contra civiles, mujeres y niños.

Muerto Perón, Isabel Perón, una mujer que no estaba capacitada para ejercer la presidencia, pierde el control político a manos de López Rega que, en las sombras, era uno de los que decidía. La recesión era muy fuerte, la inflación se encaminaba a la hiperinflacicón y la violencia de los terroristas se hacía sentir todos los días.

A tal punto llegó el crecimiento del terrorismo que el ERP pasó a controlar una parte de la provincia de Tucumán, estableciendo un gobierno paralelo al constitucional. Es entonces cuando Isabel Perón le ordena al Ejército llevar a cabo el Operativo Independencia, es decir, retomar el control de la provincia de Tucumán.

El golpe llega por varias razones. En primer lugar, porque el peronismo se niega a hacerle juicio político a Isabel Perón e Italo Argentino Luder se niega a enjuiciarla y asumir la presidencia.

En segundo lugar porque la mayoría de la dirigencia política argentina no quería hacerse cargo de la crisis económica y política y apoyó que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. El único que se opuso al golpe del 24 de marzo de 1976 fue Álvaro Alsogaray2.

Así como los actuales políticos van cambiando de bando de acuerdo a las conveniencias del momento, lo mismo ocurrió con el golpe del 76. Gran parte de la dirigencia política apoyó el golpe y hasta lo pidió y luego cambió de bando y denunció la ruptura del orden constitucional y la violación de los derechos humanos. Es más, equivocada o no, la inmensa mayoría de la población fue indiferente al golpe y en no pocos casos la gente lo vio como un alivio frente al caos que vivía el país.

En síntesis, con estas líneas no pretendo justificar el golpe del 24 de marzo de 1976 personalmente creo que fue un grueso error como bien lo anticipó Álvaro Alsogaray. Simplemente trato de explicarlo en el contexto de ese momento. Es decir, no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros como pretenden vender falsos historiadores y periodistas de poca monta.

Ocurrió porque buena parte de la dirigencia política veía como idealistas a los terroristas. El mismo Perón los estimuló a usar la violencia y luego, cuando él llegó al gobierno, al no poder controlarlos, utilizó los resortes del estado para perseguirlos. Los terroristas creyeron que podían dominar a Perón y Perón usó a la Triple A para perseguirlos luego del asesinato de Rucci.

En definitiva, el golpe del 76 no fue por generación espontánea aislado de los hechos anteriores. Hay toda una secuencia que condujo a ese día, pero lo más importante es que, en todo caso, el terrorismo de estado comienza con Perón siendo presidente al tiempo que los grupos terroristas también hacían terrorismo de estado porque eran apoyados por los aparatos estatales de Cuba, Libia y la ex Unión Soviética1 para perseguir y aniquilar sistemáticamente a ciertos sectores de la sociedad.

Si en serio queremos un nunca más, es hora que contemos toda la historia de esos años para entender qué ocurrió y por qué ocurrió. No hacerlo es ser cómplice de la violencia del otro lado.

Prensa Republicana

miércoles, 24 de agosto de 2016

PGM: Batallón de la muerte de mujeres

Batallón de mujeres



María Bochkariova y Emmeline Pankhurst en formación frente a uno de los Batallones de la muerte de mujeres.

El Batallón de mujeres o Batallón de la muerte de mujeres (en ruso, Женские батальоны смерти) fueron una serie de unidades militares compuestas exclusivamente por mujeres y que se crearon por orden del Gobierno Provisional Ruso tras la Revolución de Febrero de 1917. La formación de este batallón fue un último esfuerzo para alentar a los desmoralizados soldados que luchaban en las batallas de la Primera Guerra Mundial.

La creación de estas unidades tuvo como principal motivo un efecto propagandístico pues las autoridades pensaban que el ejemplo de estas mujeres revitalizaría a las cansadas tropas y esperaban también que la presencia de mujeres en combate avergonzaría a los soldados más melindrosos y los inspiraría para reanudar la lucha.1

Cerca de una quincena de unidades, ninguna más grande que un batallón, fueron reclutadas durante los meses de junio a agosto de 1917 entre las mujeres que se ofrecieron voluntarias para prestar servicio en primera línea.2 Entre las formaciones creadas destacan:

1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.
1.er Batallón de mujeres de Petrogrado.
2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú.
3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban.
Incluso hubo una unidad naval femenina creada en Oranienbaum, el 1.er Destacamento naval de mujeres, el cual estaba integrado dentro de la Infantería de Marina.

Se estima que unas 5.000 mujeres servían en estos batallones a finales de 1917 pero solo el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas y el Batallón Perm fueron enviados al frente.3

Unidades destacadas

1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas


M.Bochkariova(Yashka), creadora de los Batallones de mujeres.

En mayo de 1917,María Bochkariova, una campesina que había servido en el Ejército Ruso desde noviembre de 1914 y que fue ascendida a suboficial, hizo una petición al gobierno para crear un batallón de mujeres soldados bajo sus órdenes.4 A finales de mayo Alexander Kerensky, ministro de guerra del Gobierno Ruso Provisional autorizó la formación en Petrogrado del 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.5 Esta primera unidad de combate formada exclusivamente por mujeres atrajo en un principio a unas 2.000 voluntarias con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años. Pero la estricta disciplina impuesta por Bochkariova y su negativa a que se formaran Comités de soldados, redujo drásticamente el número de alistadas hasta sólo 300.6 7

Enviadas al frente contra los alemanes durante la Ofensiva de Kérenski fueron asignadas al 525 Regimiento Kiuruk-Darinski y emplazadas en una trinchera cerca de Smorgon. Cuando se dio la orden de avanzar, los desmoralizados y cansados batallones masculinos vacilaron. Sin embargo, las mujeres decidieron ir hacia delante con ellos o sin ellos y consiguieron traspasar hasta tres trincheras dentro de terreno alemán. No obstante, los relevos nunca llegaron y se vieron forzadas a retirarse perdiendo todo el terreno ganado en la ofensiva..8 En el informe posterior, el comandante del regimiento alabó la iniciativa y valor del Batallón de mujeres.9

El 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas a las órdenes de Bochkariova se mantuvo en el frente después de la Revolución pero no tardó en disolverse debido a la creciente hostilidad por parte de los soldados masculinos resentidos por las veces que las mujeres impedían las retiradas.10

1.er Batallón de mujeres de Petrogrado


Mujeres pertenecientes a la 2ºDivisión frente al Palacio de Invierno

Miembros del Batallón de mujeres en el verano de 1917.

La formación del primer batallón femenino creado por Bochkariova llevó a otras muchas mujeres de toda Rusia a solicitar al gobierno su inclusión en las Fuerzas Armadas. El Ministerio de la Guerra se vio inundado con innumerables cartas y peticiones, tanto individuales como de grupos de mujeres, que pedían la oportunidad de servir a su nación en el frente. En junio el ministro Kerensky aprobó la creación de una unidad de combate adicional en Petrogrado, el 1.er Batallón de mujeres de Petrogrado, con un núcleo principal que lo componían entre 1.100 y 1.400 mujeres y dos destacamentos de comunicaciones formados por 100 mujeres cada uno. Sus entrenamientos no sólo consistían en instrucción, prácticas de tiro y maniobras nocturnas, sino que además se daban clases a aquellas que no supieran leer y escribir.11

El 25 de octubre de 1917, al batallón se le ordenó que acudiera a la Plaza del Palacio para pasar revista antes de ser enviadas al frente. Sin embargo, tras el desfile, al batallón se le ordenó defender al Gobierno Provisional Ruso en el Palacio de Invierno pero la oficial al mando se negó.12 Incluso, una sub-división de la segunda compañía, 137 soldados, fueron desplegados para vigilar unos camiones de combustible cercano pero no tardaron en encontrarse defendiendo el Palacio contra las unidades de cosacos y cadetes. Pronto se vieron ampliamente superadas en número por las fuerzas pro-Bolcheviques y finalmente se rindieron. Después de su captura corrieron rumores por la ciudad de violaciones en masa sin embargo, entre las posteriores declaraciones de las mujeres sólo se constataron tres casos de violación pero muchas quejas de abusos verbales, violencia psicológica y amenazas de violencia sexual.13 14 15 La esposa del embajador británico en Rusia pidió al agregado militar adjunto en Petrogrado, General Alfred Knox, que interviniera para lograr la liberación de las mujeres lo que se consiguió el 26 de octubre.16 La mayoría de ellas volvieron a su campamento en las afueras de la ciudad y fueron rearmadas.

2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú

El 2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú, formado también con dos destacamentos separados de comunicaciones, se creó en Moscú en junio de 1917 y a finales de verano el batallón lo integraban unas 1.000 mujeres.17 Finalmemte, ante la falta de apoyo por parte de las autoridades, el batallón decidió su disolución. A pesar de ello, 500 mujeres solicitaron su traslado al frente y sus solicitudes aceptadas sin el conocimiento del Estado Mayor.18

3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban

La autorización desde le gobierno de la creación de unidades militares de mujeres animó a organizaciones privadas femeninas a formar sus propias unidades para-militares las cuales aparecieron en numerosas ciudades por toda Rusia. En un intento de satisfacer la demanda popular y tener a estas unidades bajo control, el Ministerio de Guerra amplió el permiso para la creación de formaciones militares.

Un cuarto batallón de combate se formó en Ekaterinodar, el 3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban, creado a partir de una unidad para-militar existente.19 Este batallón tuvo numerosos problemas de organización y suministro.20

Destino final de los batallones de mujeres


Principales oficiales del 1.erBatallón de la muerte de mujeres rusas. María Bochkariova se sienta en el extremo izquierdo.Verano de 1917.

La ampliación de los permisos no puso fin a la creación de organizaciones para-militares femeninas y el gobierno se vio imposibilitado para controlar estas formaciones que hasta las propias mujeres oficiales se veían incapaces de manejar. En cualquier caso, nunca existió un consenso claro en la administración militar sobre el posible potencial de estas unidades y esto, junto a las severas restricciones que sufría el país, significó que el Ejército pusiera un escaso entusiasmo en el proyecto. De este modo, las unidades de mujeres recibieron poca atención y una asistencia deficiente por parte de la administración.

Gran cantidad autoridades militares rusas esperaban ver a las mujeres comportarse valientemente en la batalla lo que tendría un efecto positivo entre los soldados masculinos y a pesar de que las mujeres actuaron con arrojo en combate y no sufrieron excesivas bajas, esto no bastó para inspirar a las masas de cansados y desmoralizados combatientes rusos a reanudar la lucha. Después de que el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas fracasara en sus efectos moralizadores sobre las tropas, algunos miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a cuestionar la utilidad de estas unidades femeninas. Así el gobierno se encontró en serias dificultades para seguir justificando el desvío de valiosos recursos bélicos hacia un proyecto de dudosa eficacia y a fue partir de agosto de 1917 cuando creció la inclinación por parte de las autoridades militares de discontinuar la formación de mujeres para propósitos de combate.21 Ante la retirada del apoyo oficial, el 2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú, comenzó su disolución en septiembre pero no fue impedimento para que 500 mujeres solicitaran su traslado al frente y sus solicitudes se acabaran aceptando sin el conocimiento del Estado Mayor.22

Ante la decisión de qué destino dar a las unidades de mujeres, los militares primero decidieron integrarlas dentro de tareas auxiliares, lejos del frente, tales como vigilancia de ferrocarriles, pero esta propuesta chocó frontalmente con los hombres que estaban desempeñando estas funciones por temor a que fueran ellos a los que enviaran al frente.23 De este modo, el 30 de noviembre de 1917, el nuevo gobierno bolchevique ordenó oficialmente la disolución total de cualquier formación militar femenina. De todos modos, algunas mujeres del batallón de Petrogrado y del batallón de Kuban permanecieron ligadas a sus campamentos hasta 1918. Algunas de las mujeres que sirvieron en estas unidades terminaron luchando para ambos bandos en la Guerra Civil Rusa.24


Referencias

Esta obra deriva de la traducción de Women's Battalion de Wikipedia en inglés, concretamente de esta versión, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.

Notas

  1. Stockdale 2004, p. 91.
  2. Stoff 2006, p. 61
  3. Stites 1978, p. 299.
  4. McDermid and Hillyar 1999, p. 179.
  5. Stoff 2006, p. 76.
  6. McDermid and Hillyar 1999, p. 180.
  7. Stites 1978, p. 296.
  8. Stockdale 2004, p. 107.
  9. Stoff 2006, pp. 109-11.
  10. Stockdale 2004, p. 107-8.
  11. Stockdale 2004, pp. 97 & 99.
  12. Stites 1978, p. 300.
  13. Stoff 2006, p. 160.
  14. Stites 1978, p. 300.
  15. Reed 1919, Appendix to Chapter IV.
  16. Stoff 2006, p. 158.
  17. Stockdale 2004, p. 95.
  18. Stoff 2000, p. 79.
  19. Stoff 2006, pp. 131-2.
  20. Stoff 2000, p. 79.
  21. Stoff 2000, p. 78.
  22. Stoff 2000, p. 79.
  23. Stoff 2000, p. 78.
  24. Stoff 2006, p. 211.

Bibliografía


martes, 23 de agosto de 2016

PGM: Los Hellfighters Harlem

Los Hellfighters Harlem - La más famosa Unidad de Combate afroamericana de la Primera Guerra Mundial
War History Online




En la Primera Guerra Mundial, casi 380.000 afroamericanos sirvieron en el Ejército de EE.UU.. soldados afro-americanos sirven principalmente en la División 92ª y 93ª. Si bien no hubo una política oficial de segregación se indica en el proyecto, los voluntarios se les dijo afroamericanos arrancar una de las esquinas de sus documentos de identidad militares para que pudieran ser identificados y separados de sus contrapartes blancos. Estas unidades todo-negro sirve en su mayoría bajo oficiales blancos y fueron asignados a los roles no son de combate, como la excavación de zanjas, construcción de carreteras, y el suministro de las líneas del frente. A lo largo del curso de la guerra, sólo uno de cada diez afroamericanos en el ejército EE.UU. servido en un papel de combate. El 369o regimiento de infantería de la División 93ª, apodado el Harlem Hellfighters, fue una de las excepciones.

El 369o regimiento de infantería fue enviado originalmente a Francia en diciembre de 1917. Se suponía que debían permanecer en las líneas laterales, pero su suerte cambió cuando el general John Pershing les asigna a la 16ª división del Ejército francés. El ejército francés, a diferencia de los norteamericanos, estaban dispuestos a aceptar cualquier soldado dispuesto a luchar, sin importar la raza. En marzo de 1918, el regimiento comenzó a entrenar bajo mando francés. Aunque se esperaba que la asignación de estos soldados para ser temporal, pero los miembros de la 369a nunca más sirvió bajo el mando estadounidense durante la guerra, y para el verano que estaban luchando en el Champagne-Marne y Aisne defensiva-Marne ofensivo.

Conocido por su terquedad y la negativa a ceder una pulgada de terreno, la 369a pronto se convirtió en una de las unidades aliadas más temidos. Se les dio el apodo de "Harlem Hellfighters" por los alemanes, y ya que más del 70 por ciento de la unidad llamada Harlem "casa", el nombre se quedó. Sus aliados franceses les dieron otro apodo: Hombres de Bronce. El Harlem Hellfighters gastaría 191 días consecutivos a cabo en la primera línea, más que cualquier otro regimiento estadounidense durante la guerra.



Durante la Meuse-Argonne ofensivo, que comenzó el 26 de septiembre de 1918, el Harlem Hellfighters capturó la ciudad de Ripont y empujó hacia adelante un kilómetro al día siguiente. A finales del mes, que habían avanzado hasta una posición crítica cerca Séchault, la captura de un cruce de ferrocarril clave. Estos avances le cuestan al regimiento de 851 hombres, muertos o heridos en cuestión de días. En reconocimiento a su valentía, 171 oficiales y hombres recibieron medallas por su valor, mientras que todo el regimiento recibió la Cruz de Guerra, del Gobierno francés.

Del campo de batalla, el Harlem Hellfighters entretuvo a sus compañeros de armas europeas con música de jazz y ragtime estadounidense. La 369a infantería Jazz Band, también conocido como los luchadores del infierno, fue dirigido por James Reese Europe.

Al final de la Gran Guerra, la banda de jazz Hellfighters llevaría a cabo durante más de un millón de personas, mientras marchaban por la Quinta Avenida en Nueva York durante el desfile de la victoria. Después de la guerra, la gente dio la bienvenida a estos soldados valientes casa.



A pesar de esto, no había cambiado mucho en la vida del día a día de estos héroes de guerra. La terrible 'Red de Verano' de 1919 vio la erupción de disturbios contra los negros en veintiséis ciudades diferentes, y el linchamiento de afroamericanos estaban en aumento. Al menos diez de los setenta y siete víctimas de linchamiento eran veteranos de guerra y algunos incluso fueron linchados mientras que en uniforme. Se necesitaría otra guerra, así como décadas de los movimientos de derechos civiles, antes de que se consiga la igualdad. El ejército de EE.UU. permaneció segregado hasta 1948, y no fue sino hasta hace muy poco tiempo que parte de la desigualdad de su destinatario, y remedian en parte.

En 2014, se aprobó una ley en el Congreso para allanar el camino para el sargento. Henry Johnson, que sirvió en el regimiento 369a, para recibir la Medalla de Honor por sus acciones durante la Primera Guerra Mundial Debido al racismo en las fuerzas armadas, muchos afroamericanos no se concedieron el honor por sus servicios en la Gran Guerra.

En cuanto a los soldados que cayeron en la batalla, un total de 169 vino del 369o regimiento de infantería, que están enterrados en cementerios ABMC. La mayoría están en Meuse-Argonne, pero se puso a algunos soldados a descansar en Aisne-Marne, Oise-Aisne, St. Mihiel y Suresnes. Todos los sitios AMBC están integrados a la carrera y rango tenido ninguna influencia en su lugar de descanso final de un soldado muerto.

lunes, 22 de agosto de 2016

Antiguo Egipto: La policía del Faraón

La curiosa policía del Antiguo Egipto



La policía no es una invento de la Modernidad, de hecho, en el Antiguo Egipto, los faraones la consideraban absolutamente necesaria para poder controlar los impuestos, las construcciones y los roces que se generaban durante las épocas de hambruna, cuando el Nilo no crecía lo suficiente como para regar los campos.
Esta fuerza de seguridad estaba dividida en secciones especializadas para cada una de las tareas a cumplir. Acompañaban a los encargados de realizar el “recuento del ganado”, es decir, la recaudación de impuestos, y tenían como objetivo rastrear la mercancía que los ciudadanos se negaban a entregar.
Además, realizaban tareas como cuidar las fronteras, acompañar a las embarcaciones, o incluso vigilar el comportamiento de los habitantes del poblado, para controlar que los mercados se mantengan en orden. Curiosamente, además de contar con el cuerpo especial “medjay”, encargado de su seguridad personal, existía el grupo “sasha”, que cuidaba el harén del Faraón.  



History

domingo, 21 de agosto de 2016

Indepedencia: María Remedios del Valle, la Madre de la Patria

“LA MADRE DE LA PATRIA” 
Por: Federico Andahazi




Era mujer, en la época en que ser mujer era una condena. Era negra, cuando ser negra significaba ser esclava. Era pobre, cuando ser pobre era la moneda más frecuente entre los que no tenían una sola moneda ni para comer.
Fue soldado cuando ser soldado significaba dejar el cuerpo en el campo de batalla, aun cuando sobreviviera.
Fue sepultada por el olvido cuando en el panteón de los héroes no entraban las mujeres, ni los negros, ni los pobres, ni los soldados. Y ella fue todo eso junto.
Y a pesar de todo, Belgrano la declaró la madre de la Patria. Pero por la visto, esta patria todavía no puede aceptar que su madre sea negra y pobre.
Todos sabemos quién es el Padre de Patria; ni hace falta mencionarlo. ¿Pero es posible que la mayoría de este pueblo desconozca quién es la madre?
Se llamaba María Remedios del Valle y era parda. Parda, sí, aquella categoría aún vigente entre los que creen, insisto, todavía hoy, en que el color de la piel es una cuestión de casta. Algunos dicen que era afroargentina. Yo prefiero decir que era negra.
Tenía una mirada compasiva que podía volverse fiera como la de las hembras cuando ven peligrar la cría; los ojos tan negros que no se distinguía la pupila del iris, siempre estaban alerta.
Tenía la frente alta, orgullosa, rematada en un pelo mota que formaba un halo como el de las santas, pero no dorado al hoja, sino dibujado con carbonilla.
María Remedios nació en Santa María de los Buenos Aires un día incierto de 1766, ya que la historia ni siquiera tuvo el decoro de preservar la fecha exacta. Se propuso defender este suelo acaso para soñar con una patria que nunca tuvo. Combatió junto al Tercio de Andaluces, uno de los varios grupos de milicianos que expulsó a los ingleses durante las segundas invasiones.
Luego de la Revolución de Mayo, marchó al Alto Perú con el Ejército del Norte. Con su marido y sus dos hijos, uno de ellos adoptado, se incorporó al Regimiento de Artillería de la Patria. Volvió sola. En el campo de batalla quedó toda su familia. No sobrevivieron su esposo ni sus hijos. Ni siquiera los nombres para recordarlos como corresponde.
Lejos de rendirse ante el rigor de la existencia, ahora tenía tres motivos más para seguir luchando. Le suplicó a Manuel Belgrano que le permitiera participar en la batalla de Tucumán. Atado a la disciplina y a los reglamentos militares, Belgrano al principio se negó. Pero esa voz firme y esa mirada aguerrida se impuso y finalmente, desde la retaguardia, llegó al frente de batalla codo a codo con los soldados.
Fue un triunfo decisivo en la lucha por la Independencia. Belgrano pasa revista de la tropa en formación y al llegar a ella, se detiene, le tiende la mano y la nombra capitana de su ejército y Madre de la Patria.
La Negra Remedios Acompañó a Belgrano en la victoria pero, sobre todo, en la derrota.
Cuando fue derrotado en Vilcapugio, María de los Remedios del Valle combatió, recibió una bala y, herida, fue tomada prisionera. Apresada, ayudó a escapar a los jefes patriotas. No le salió gratis: durante nueve días recibió el azote público: la piel negra se tiñó con la sangre roja y le quedó ese estigma para siempre como un trofeo de guerra. Consiguió escapar y se unió a las tropas de Güemes.
Una anciana indigente, busca cobijo en la recova del Cabildo, un lugar de paseo terminada la guerra por la Independencia, ya en tiempos menos convulsionados.
La anciana extiende su palma blanca para recibir la limosna de los viandantes. Una palma blanca y vacía que contrasta con los ojos negros en los que no se distingue la pupila del iris.
Alguien se detiene y cree ver en esa vieja negra, pobre de toda pobreza a una antigua conocida. El hombre es el general Viamonte.: «¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!», exclama emocionado el ahora diputado.
La negra Remedios Del Valle, que mal podía esconder las cicatrices en el brazo, le cuenta cuántas veces había llamado a la puerta de su casa para saludarlo, pero el personal doméstico la había echado como a una pordiosera.
En estos días en los que tenemos que escuchar a otra señora, una que se dice perseguida y no sabe cómo justificar sus cuentas en dólares y en pesos, sus plazos fijos y sus cajas de seguridad, quiero recordar que esta patria ya tiene una madre
Una madre que enterró a su amor y a sus hijos en el campo de batalla, una madre que no tenía nada, que era negra, que era pobre y que tenía las palmas de las manos blancas como lo son las palmas de los negros: claras… Y sobre todo, vacías.

sábado, 20 de agosto de 2016

Rusoviética: Los gulags

Gulag, los campos de concentración soviéticos

Enrique Ros - Apuntes de Historia

Aunque el término gulag es el acrónimo de Glávnoie upravlenie ispravítelno-trudovyj lagueréi i koloni, es decir, Dirección General de Campos de Trabajo, ése es el nombre con el que pasaron a la historia los campos de trabajo para presos políticos (enemigos de la patria) en la Unión Soviética de Iósif Stalin.

Y a pesar de que los gulag adquirieron su forma más cruel y represiva durante el mandato de Stalin, su origen fue bastante más antiguo.

Pedro I y la kátorga

El zar Pedro I el Grande será recordado por modernizar Rusia, occidentalizándola y convirtiéndola en una gran potencia europea, llegando a crear ex novo para su imperio una capital de estilo occidental, San Petersburgo, que fue la ciudad más importante de la Rusia Imperial durante más de dos siglos, hasta la Revolución bolchevique.

Pedro pasó parte de su infancia fuera de la corte, lo que propició que su educación no fuera tan rígida. Además le gustaba frecuentar el barrio alemán de Moscú, hablando con los artesanos extranjeros que lo habitaban, lo que potenció su interés por ciencias y técnicas como la carpintería, la náutica, etc.


Pedro I el Grande

Por eso durante los primeros años de su reinado se preocupó por construir una capital de estilo europeo que, sobre todo, dotara a Rusia del gran puerto del que carecía, y por organizar lo que pronto sería la Armada Imperial Rusa, ya que pretendía hacer de Rusia un poder marítimo.


La campaña de Azov

Su primer objetivo fue hacerse con el control marítimo del mar Negro que en esos momentos (finales del siglo XVII) estaba dominado por el Imperio otomano. Así que comenzó una serie de campañas para expulsar a los tártaros de los emplazamientos que les otorgaban la supremacía en el mar, comenzando por las fortalezas de Azov, en la desembocadura del río Don.

Su primer intento, en 1695, fue un rotundo fracaso y comprendió que, para conseguirlo, debía atacar por el río. Así que regresó a Moscú y comenzó la construcción de una gran armada. Al año siguiente tomó Azov enviando treinta naves contra los otomanos.

Y éste fue el pecado original ya que, para acelerar la construcción de la flota y la toma de Azov, Pedro I dio órdenes de que se trasladaran presos al bajo Don para “colaborar” en la construcción de las naves.

El sistema dio tan buen resultado que hasta 1767 el estado asignó la mayoría de convictos (katorzhane o каторжане) para la construcción de San Petersburgo, el puerto de Rogervik y varias fortalezas a lo largo del litoral báltico y en el óblast (provincia) de Oremburgo.

El método acabó institucionalizándose en la figura de las kátorgas, campos situados en regiones remotas y deshabitadas de Siberia a los que eran enviados los convictos para realizar trabajos forzados en beneficio del imperio.


Adiós a Europa, de Aleksander Sochaczewski

La kátorga formó parte del sistema judicial de la Rusia imperial hasta su fin en 1918. Tras la Revolución rusa fue utilizado por los bolcheviques y finalmente incorporado a los gulag en la Unión Soviética de Stalin, aunque ya fuera del sistema penal, no como una condena impartida por el poder judicial sino como elemento de represión contra los opositores al régimen.

La Revolución rusa

En 1917 estalla la Revolución rusa. Tras los duros reveses sufridos por Rusia en la Gran Guerra (como se llamó a la Primera Guerra Mundial antes de que hubiese que numerarlas) gran parte del ejército ruso se encontraba en estado de motín.

La Duma (el parlamento imperial) asumió el control del país formando un gobierno provisional y el último zar, Nicolás II, abdicó. Y mientras los soviets, los consejos de trabajadores, eran controlados por los elementos de la izquierda más radical, exigiendo cada vez más prerrogativas para influir en el gobierno y la milicia.

Tras la Revolución de Octubre el partido bolchevique, dirigido por Vladimir Lenin, derroca al Gobierno provisional y se autoproclama dirigente de la nación, firmando el Tratado de Brest-Litovsk para sacar a Rusia de la guerra en Europa y centrarse en los acontecimientos que están ocurriendo en el país, al borde de una guerra civil.


Elementos inseguros

Es en este contexto cuando, en 1918, Lenin decide utilizar la infraestructura de la kátorga para acallar la oposición a su régimen:

Los elementos inseguros deben ser confinados en campos en las afueras de las ciudades.

Las kátorgas se reformaron y, a partir de ese momento, se convirtieron en un instrumento de represión política. En 1921 había ya ochenta campos en más de cuarenta óblast, concebidos para “rehabilitar” a estos elementos inseguros.

El decreto secreto de Sovnarkom

El Sovnarkom, el Soviet de Comisarios del Pueblo (Soviet naródnyj kommissárov) fue la institución encargada de la reestructuración del país, sentando las bases de lo que sería la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Este soviet fue el que, en 1929, emitió un decreto secreto por el que se regulaban los campos correctivos de trabajo y su uso, elevando el Gulag a nivel de institución de la Unión Soviética, adscrita al Directorio Político Unificado del Estado, la OGPU. La policía secreta.

Esto, claro está, tiene fuertes implicaciones. Imagina la combinación: campos de trabajo en lugares remotos y aislados, elementos inseguros y policía secreta con plena potestad para enviar a esos campos a quien creyera conveniente.


Stalin


En 1922 Iósif Stalin ocupa el cargo de Secretario General del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, y aunque ese cargo no era la máxima posición dentro del Estado soviético, tras la muerte de Lenin en 1924 fue adquiriendo cada vez más poder hasta convertirse en el líder de facto de la nación.


Iósif Stalin

Y tras el decreto de Sovnarkom decidió utilizar el Gulag como una fuerza de trabajo para industrializar el país y explotar los recursos naturales (madera y minería principalmente) de la región norte, apenas habitada y muy infrautilizada debido a las durísimas condiciones climáticas.

Y éste era el elemento que le faltaba al cóctel explosivo. Si a los anteriores elementos (campos de trabajo, “enemigos del régimen” y una policía política omnipotente) añadimos la necesidad de grandes cantidades de mano de obra, sólo podemos obtener un resultado: una caza de brujas a gran escala con detenciones poco menos que arbitrarias.

Y así dio comienzo la era del terror stalinista.

Con el decreto secreto de Sovnarkom dio comienzo la era del terror stalinista

La Gran Purga

Las detenciones fueron en aumento y de forma cada vez más arbitraria, y cientos de miles de ciudadanos fueron detenidos, juzgados sumariamente y enviados a los gulag. En muchos casos, incluso ejecutados.

Esta tendencia culminó a finales de la década de los treinta en lo que se llamó la Gran Purga o —como se conoce más comúnmente en Rusia— la Era de Yezhov.

Nikolái Yezhov y Lavrenti Beria


El nombre de Era de Yezhov no es casual. Nikolái Yezhov estaba al mando del Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, el NKVD, durante la Gran Purga. Este puesto lo convertía en director de la policía secreta.

Sin embargo el nombre que pasó a la historia fue el de su sucesor, Lavrenti Beria, que dirigió el NKVD entre 1938 y la muerte de Stalin, en 1953. Aunque ocupó el puesto ya al final de la Gran Purga, se le asocia a la época de mayor represión y crueldad (casi se podría decir sadismo) de los gulag. Un angelito.


Lavrenti Beria

Y, fíjate bien, la mayoría de los “elementos subversivos” y “enemigos del Estado” que fueron detenidos durante los años de la Gran Purga eran militantes del Partido Comunista y altos mandos de las Fuerzas Armadas. Sencillamente, Stalin estaba consolidando su poder mediante la eliminación de cualquiera que pudiera hacerle sombra o se mostrara mínimamente crítico con el régimen.

Socialistas, anarquistas, kulaks (agricultores con tierras propias que contrataban braceros) y, como ya he dicho, miembros del KOMINTERN (la Internacional Comunista) y de las Fuerzas Armadas. Incluso refugiados extranjeros o hasta veteranos de la Guerra Civil Española. De hecho, cualquiera que perteneciera a una minoría. Sí, tras la Segunda Guerra Mundial, también los judíos.

Todos ellos fueron detenidos, juzgados y trasladados a los diversos gulag en virtud del artículo 58 del Código Criminal de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (las otras repúblicas de la URSS tenían artículos similares), que define y regula la actividad contrarrevolucionaria:

La acción contrarrevolucionaria es un acto encaminado a derribar, subvertir o debilitar el poder de los trabajadores y campesinos soviéticos… y gobiernos de la URSS, los Soviets y las repúblicas autónomas, o subvertir o debilitar la seguridad exterior de la URSS, principalmente la económica, política y los logros nacionales de la revolución proletaria.

Los delitos castigados por este artículo iban desde el levantamiento armado, el zarismo o el espionaje, hasta el contacto con extranjeros, la propaganda o agitación y la ayuda a la burguesía internacional. Efectivamente, ahí entraba cualquier cosa. Imposible escapar a eso.

El gulag, motor económico

El momento de más detenciones coincidió con el de mayor expansión económica de la URSS, y no por casualidad. El gulag pasó a ser el principal motor de la economía del país, y la fuerza “obrera” que la empujaba eran los presos de los gulag. Que, por cierto, tenían una gran tasa de reemplazo debido a la alta mortalidad (más adelante hablo sobre este tema).

Como puedes ver en la infografía, muchos de los más grandes proyectos industriales y de transporte de la Unión Soviética fueron construidos por los prisioneros de los gulag entre las décadas de 1930 y 1950, con un coste de millones de vidas.

La Segunda Guerra Mundial

Y ojo, porque he dicho “el momento de más detenciones”, y no “el momento con mayor número de presos”. Éste llegó tras la Segunda Guerra Mundial.

Durante la II GM el número de presos cayó en picado. ¿Adivinas por qué? ¡Exacto! Carne de cañón…


Evolución del número de prisioneros en el sistema de Gulag

Gran parte de los presos fueron “liberados” durante la contienda para pasar a formar parte del ejército ruso. Por supuesto, eran enviados a primera línea del frente y a las acciones más peligrosas.

Y para los que quedaron en los gulag la cosa tampoco fue mucho mejor. Las raciones, que ya de por sí eran ridículas, disminuyeron drásticamente. Y, con el frío siberiano, es difícil sobrevivir sin ingerir un mínimo de calorías.

Sin embargo al acabar la guerra la población presa volvió a crecer de manera espectacular gracias a la incorporación de los prisioneros de guerra alemanes, los desertores, los refugiados y buena parte de la población de los territorios que la Unión Soviética se había anexionado.

El gulag y los campos de concentración nazis

Es inevitable establecer paralelismos, sobre todo por el hecho de la deshumanización de los presos.

Se calcula en seis millones el número de judíos muertos en el Holocausto. En los gulag murieron entre diez y veinte millones de personas, dependiendo de las fuentes que se consulten.

Sin embargo hubo una diferencia de fondo: la finalidad. Mientras que los campos de exterminio nazi servían al único fin de la simple y llana aniquilación, en los gulag la finalidad era doble: mantener una estabilidad política basada en la represión de los detractores y obtener una fuerza de trabajo que impulsara el país.


Gulag

En los gulag se esperaba de los presos que trabajaran, no que murieran. Si morían era por las durísimas condiciones de trabajo (bajísimas temperaturas, trabajos duros y largas jornadas sin descansos o días libres) combinadas con una deficiente alimentación.

Cuidado, date cuenta de que no estoy emitiendo juicios de valor y ni mucho menos “defendiendo” un sistema frente a otro. Simplemente te estoy mostrando un hecho objetivo; a ti es a quien corresponde emitir tu propio juicio (personalmente, tan perverso me parece uno como otro).

En cualquier caso, el régimen de Stalin tenía otras formas de acabar con sus enemigos, como los fusilamientos sumarios en bosques, el humo de tubos de escape de camiones o, simplemente, el abandono en celdas de castigo. Para mí no había ninguna diferencia moral entre Stalin y Hitler. A ambos les importaba una mierda (perdón por la expresión, no encuentro otra más rotunda) la vida humana.

El fin del horror

Cuando las tropas estadounidenses liberaron los campos de exterminio nazis al final de la II Guerra Mundial, las fotografías de las atrocidades que éstos encerraban se extendieron rápidamente, y el horror y la barbarie llevados a cabo por los nazis quedaron grabadas en el imaginario popular.

No ocurrió igual con los gulag. Cuando las imágenes de los campos de concentración nazis llegaron al público, las autoridades soviéticas comenzaron a preocuparse por su imagen frente al exterior. Las detenciones comenzaron a disminuir y la productividad de los gulag disminuyó.

Tras la muerte de Stalin en 1953, todo el sistema se derrumbó. La agitación en los campos de trabajo dio lugar a revueltas y no tardó en llegar una amnistía para los presos. Sólo quedaron en los gulag los reos verdaderamente peligrosos. Pronto los campos comenzaron a desmantelarse y quedaron oficialmente suprimidos en 1960.

Alexandr Solzhenitsyn

Como he dicho antes, fueron los soldados estadounidenses los que dieron a conocer los campos de exterminio nazis al mundo gracias a las fotografías de pilas de cadáveres, hornos crematorios, cámaras de gas… En fin, ya lo sabes.

Sin embargo no ocurrió lo mismo con los gulag. Durante décadas el sistema soviético de campos de trabajo permaneció ignorado, conocido solamente por los antiguos prisioneros, que no hablaban del tema, y algunos historiadores y estudiosos rusos. La rigidez del régimen soviético contribuyó a acallar las noticias.

La difusión vino de la mano del escritor e historiador Alexandr Solzhenitsyn. Solzhenitsyn, que había sido preso durante once años en el sistema de gulag, escribió su experiencia en Un día en la vida de Iván Denísovich, que narra un día en la vida de un preso cualquiera en un campo de trabajo soviético.


Aleksandr Solzhenitsyn

En 1962 Nikita Kruschev autorizó su publicación, buscando distanciarse del stalinismo. Sin embargo no fue hasta 1973, tras la publicación de Archipiélago Gulag, cuando la realidad de lo vivido por los presos de los campos stalinistas llegó a occidente.

En Archipiélago Gulag Solzhenitsyn reconstruye la vida en el interior de uno de estos campos basándose en su propia experiencia y en la de algunos de sus compañeros de presidio.

Perseguido por la KGB, el autor fue expulsado de la Unión Soviética “a perpetuidad”, aunque pudo regresar a Rusia en 1994, tras la disolución de la URSS. Su secretaria, que guardaba una copia del manuscrito, fue encontrada ahorcada en su piso de Moscú.

Olvido

Al contrario que en Alemania, donde se ha reconocido y honrado a las víctimas del Holocausto nazi, en Rusia parece no querer hablarse del sistema de gulag. No ha habido reconocimiento oficial, ni excusas públicas, ni investigaciones o comisiones… Nada.

Una especie de tabú rodea el tema en Rusia y, aunque en menor medida, también en el resto de ex repúblicas soviéticas. Apenas se menciona en los libros de historia. Los ancianos lo eluden. Los jóvenes lo ignoran.

Y las víctimas permanecen olvidadas.