Cautiva americana
Olive Oatman, una pionera mormona de 13 años, viajó al oeste hacia Zion en 1851. En su camino, fue capturada por indios Yavapai que asesinaron a su familia y la convirtieron en su esclava. Ella vivió como esclava durante un año antes de ser intercambiada a los Mohave, quienes le tatuaron el rostro y la criaron como parte de su tribu. A pesar de que ella era feliz entre los Mohave, a los 19 años fue reinsertada a la sociedad blanca. Se hizo famosa al instante, pero el precio de su fama fue alto y el dolor de su infancia destruida duró toda la vida.
Pobre chica. Le jorobaron la cara y la vida. Acá también tuvimos de estos casos, con nuestras cautivas capturadas en los malones.
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