El ejemplo de la Guerra de Invierno: cómo una pequeña nación humilló al gigante ruso
En 1939 la URSS atacó a la minúscula Finlandia que, sin embargo, logró pararle los pies al gigante varios meses hasta lograr un armisticio; ¿cómo lo hizo?Finlandeses en 1940 durante la Guerra de Invierno contra la URSS. (Cedida)
Por Daniel Arjona || El Confidencial
Aguardaban ocultos en zanjas heladas a que llegara un tanque ruso. Justo entonces, mientras unos atascaban las ruedas con un tronco, otros corrían jugándoselo todo hacia la máquina inutilizada, metían su rifle por el cañón y las mirillas y disparaban a los soldados que iban en su interior. Era eficaz, pero también muy peligroso: el porcentaje de bajas de los equipos antitanque finlandeses superaba el 70 por ciento. Se movían sigilosos con sus esquíes por el bosque, invisibles con sus uniformes blancos, localizaban una columna soviética, subían a un árbol, identificaban a los oficiales enemigos que se calentaban a la luz de una hoguera y los liquidaban. También inventaron algo cuya procedencia muchos creen equivocadamente rusa, un arma popular tan barata como útil contra los tanques: el cóctel Molotov.
En el invierno de 1939-40 una pequeña nación escandinava entonces muy pobre de 3.700.000 habitantes sorprendió al mundo al resistir la invasión de un imperio gigantesco de 170 millones de personas. La contienda desatada entonces entre Finlandia y la URSS -una
derivada regional en los primeros compases de la Segunda Guerra
Mundial-, mostró como en la ecuación entre el peso bruto de la fuerza
del invasor y la motivación del que resiste luchando por su país y por
sus propias familias, lo segundo puede compensar durante mucho más de lo
que cabría esperar un salvaje desequilibrio de fuerzas. Estos días que
muchos se aplican, ante el horror de la guerra entre Rusia y Ucrania, a
esa tarea tan ardua y siempre arriesgada de buscar similitudes
históricas, probablemente la 'Guerra de Invierno' sea la más
interesante.
Soldados finlandeses con sus esquíes durante la Guerra de Invierno (1939-40) (Cedida)
El último que se ocupó extensa y brillantemente de la 'Guerra de
Invierno' entre la URSS y Finlandia en los años 1939 y 1940 fue el
historiador y premio Pulitzer Jared Diamond en su libro 'Crisis: cómo reaccionan los países en los momentos decisivos'
(Debate). Allí dedicaba uno de los mejores capítulos a lo ocurrido
entonces: "La cifra total de víctimas mortales finlandesas en la guerra
contra la Unión Soviética fue de casi 100.000, hombres en su mayoría.
Puede parecer una cifra modesta pero representaba el 2,5 por ciento de
la población total de Finlandia y el 5 por ciento de los varones. Es como si hoy murieran en una guerra nueve millones de estadounidenses, casi diez veces más que el total de víctimas mortales de EEUU en todas las guerras de sus 240 años de historia".
Cómo lo hicieron
Diamond es algo parecido a un sabio genial. Profesor en la Universidad de California, políglota en seis idiomas y polímata versado en disciplinas tan dispares como la geografía, la fisiología, la biología evolutiva, la economía o la historia, ha escrito ensayos imponentes como 'Armas, gérmenes y acero' por el que ganó el Pulitzer en 1998, 'Colapso', o 'El mundo hasta ayer'. 'Crisis', su último libro, es una originalísima aportación a la historia comparada en la que, haciendo uso como modelo flexible de los métodos terapéuticos para resolver las crisis personales, se atreve a dilucidar qué es lo que hicieron bien -y mal- algunos países paradigmáticos de la contemporaneidad como Chile, Japón, Indonesia, Australia o Estados Unidos. O Finlandia en la Guerra de Invierno.
Buscaron que la victoria del enemigo fuera tan lenta, tan gravosa y tan costosa para los rusos como fuera posible
¿Cómo logró Finlandia resistir durante cuatro meses, desde la invasión rusa el 30 de noviembre de 1939 hasta el Tratado de Paz de Moscú de marzo de 1940, en una relación de fuerzas tan desequilibrada? Explica Diamond que los finlandeses no estaban tan locos como para pensar que pudieran ganar semejante enfrentamiento. Su objetivo desde el principio fue lograr que la victoria del enemigo fuera tan lenta, tan gravosa y tan costosa para los rusos como fuera posible y acabaran por recular. Y su feroz resistencia lo logró. Perdieron un 11 por ciento del territorio y aquella primera contienda solo fue la primera de otra serie de guerras que tuvieron que lidiar hasta que la gran conflagración mundial concluyó en 1945. Al término de esta, lograron algo más difícil aún si cabe, algo que la actual guerra de Ucrania ha cambiado al fin.
"Hoy en día", explica Diamond", Finlandia es famosa en todo el mundo por su tecnología y su industria, y se ha convertido en uno de los países más ricos del mundo, con una renta per cápita comparable a la de Alemania o Suecia. Su estabilidad está fundada en una flagrante paradoja: se trata de una socialdemocracia liberal que durante muchas décadas mantuvo una excelente relación de confianza con la antigua Unión Soviética comunista y después con la actual Rusia autocrática. Esa combinación de rasgos constituye un notable ejemplo de cambio selectivo".
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