lunes, 3 de marzo de 2025

Aonikenk: Los nómades de la Patagonia argentina




"Los patagones, llamados por los araucanos en su idioma "huiliche" (hombres del sur)



Los españoles de Carmen conocen con el nombre de "tehuelches", que, sin ninguna duda, les fue impuesto por los puelches, se dividen en dos tribus: la del norte, se llama tehuelche, y la del sur, a orillas del estrecho de Magallanes, que los otros patagones denominan "Inaken". Es la última nación del continente americano; habita las márgenes del Río Negro en el 41° de latitud sur, y más al norte del Río Colorado, hasta las partes orientales del estrecho de Magallanes, donde la han visto todos los navegantes que han hablado de los verdaderos patagones, desde el inmortal Magallanes, que fue el primero en conocerlos (...). Por lo demás, como todos los pueblos cazadores, no pueden residir en un lugar que no posee caza abundante; por eso, cuando la caza se hace rara, parten en busca de un lugar donde puedan permanecer algún tiempo. De ahí proviene la poca fijeza de su domicilio y su vida errante y vagabunda de norte a sur y de este a oeste. Puede decirse que habitan desde el Río Negro hasta el estrecho de Magallanes y desde el pie oriental de los Andes hasta la orilla del mar, sin poder establecer, como justeza, el sitio donde residen en particular. Por lo que he podido saber de ellos mismos, hacen, casi todos los años un viaje a las fuentes del Río Negro, a fin de obtener semillas de araucaria para sus provisiones, y al mismo tiempo manzanas, que abundan de manera asombrosa en los contrafuertes orientales de los Andes, tanto como el durazno en la desembocadura del Plata. Los manzanos fueron también sembrados por los primeros españoles que habitaron los Andes en Chile poco después de la conquista, porque, después de esa época, los conquistadores fueron rechazados por los araucanos (...). La estación de cosecha es, al mismo tiempo, una época en la cual los indios patagones del sur van con sus pieles a comerciar con los aucas de las cordilleras y de las pampas, y con los puelches que llegan a las márgenes del Colorado. El sitio de reunión para esas citas anuales es por lo general la isla de "Choele-Choel", formada por la separación de los dos brazos del Río Negro, a sesenta u ochenta leguas de su desembocadura. Allí se dirige el patagón, con sus pieles de guanaco; el auca y el puelche con sus tejidos (...); y desde allí, se entablan los intercambios que, desde los tiempos remotos, tienen lugar entre naciones australes, cuando las guerras no las dividen. Es así que los patagones se proveyeron pronto de caballos, de numerosos rebaños, y que los objetos europeos, llevados por los españoles, con las palabras españolas, lo que explica las que oyeron pronunciar Bougainville y Wallis en 1767; pero lo que prueba mejor las comunicaciones frecuentes entre todas esas naciones, y hasta las de Tierra del Fuego, son las palabras españolas que Weddel oyó pronunciar a los habitantes de la parte sur de la Tierra del Fuego, que, no para cazar, sino para buscar conchillas de que se alimentan, están obligados a viajar continuamente de una isla a otra. Son, por lo demás, las únicas naciones navegantes de toda la punta de América, puesto que ni los patagones, ni los puelches, ni los aucas de las pampas, han tenido nunca la idea de contruirse una almadía para cruzar un río".



Por: La Rosa

domingo, 2 de marzo de 2025

Crisis del Beagle: Libro "El delirio armado"

Cómo a último momento se evitó la guerra con Chile

La Navidad de 1978 pudo haber estado marcada por 22.000 muertos. El 22 de diciembre de ese año, fue el día D. Aquí se cuenta cómo la intervención de Samoré y del Papa evitaron la guerra a último minuto


Por Romina Calderaro || Página 12

t.gif (67 bytes)  El 22 de diciembre de 1978, Argentina y Chile estuvieron a pocas horas de entrar en guerra por el llamado "conflicto del Beagle". Iba a ser una guerra total en la que se preveían 20.000 muertos sólo en la primera semana, pero un télex enviado en clave secreta al despacho del papa Juan Pablo II evitó la catástrofe. Cuando el jefe de la Iglesia Católica decidió tomar cartas en el asunto y enviar como mediador al cardenal Antonio Samoré, se despacharon helicópteros para detener el avance los soldados argentinos, que ya estaban en la frontera dispuestos a poner en marcha lo que los militares habían bautizado pomposamente como "Operativo Soberanía". "A los milicos les sacaron el chiche cuando estaban a punto de apretar el gatillo, y no lo perdonaron nunca. El resultado fue Malvinas", dijo a este diario Bruno Passarelli, autor del libro El delirio armado, en el que relata los entretelones del conflicto, veinte años después. En esa época, el autor trabajaba como periodista en el Vaticano, y se vinculó estrechamente con Samoré, quien, asegura, "murió por las trastadas que le hicieron los militares argentinos".

La historia es así: el 2 de mayo de 1977, la corona británica entregó a los embajadores de Chile y Argentina el "Laudo Arbitral sobre el Canal de Beagle". Era la conclusión que había sacado una corte integrada por cinco jueces de distintas nacionalidades consultada por el gobierno británico sobre la disputa que enfrentaba a ambos países desde hacía años: un brazo de mar que en el extremo austral comunicaba a los dos océanos y por las tres islas ubicadas en su desembocadura atlántica: Lennox, Nueva y Picton. El laudo le daba la razón a Chile, incluso más allá de las pretensiones que había planteado. Los militares argentinos no estaban precisamente felices y no aceptaron el fallo.

--¿Cómo se llegó a estar a un paso de la guerra? --preguntó Página/12 a Passarelli.

--Esto formó parte del clima de soberbia ilevantable en el cual había entrado el gobierno militar después de la derrota de la guerrilla. En el '78 pasaban por el éxito momentáneo de la tablita de Martínez de Hoz y se había ganado el Mundial. Estaban eufóricos, solos en la escena. Creían que estaban frente a una guerra ganada e iniciaron en el pueblo una acción psicológica muy fuerte. Hasta Balbín estaba a favor de la guerra. A esto hay que sumarle la total intransigencia de los chilenos.

 

--¿Quiénes querían la guerra y quiénes no dentro del gobierno?

--Luciano Benjamín Menéndez era el más loco de los locos. Le seguían Suárez Mason y el general Antonio Vaquero, comandante del Quinto cuerpo. Una segunda línea, formada por Videla, Viola, Villareal, no la querían, pero eran minoría. El más moderado fue Leopoldo Galtieri, no porque estuviera a favor de la paz, sino porque quería era serrucharles el piso a Suárez Mason y a Menéndez. Yo tengo una tesis: a los militares les sacaron el chiche cuando estaban por apretar el gatillo: no lo perdonaron nunca y se tomaron revancha con Malvinas. Necesitaban un éxito para legitimar las barbaridades que hacían con los derechos humanos.

 

--¿Cómo se empezó a hablar de la mediación papal?

--Elípticamente. Videla y Pinochet se mandaban cartas secretas y concluyeron que el único que podía mediar era Juan Pablo II. Pero no era fácil: Pinochet era un gangster, que decía una cosa y hacía otra, y Videla era casi un medroso, un débil. Hasta que se llegó al 22, día de mayor dramatismo, sin ninguna solución. A medianoche se iba a producir el desencadenante de la guerra, una incursión no en las tres islas, sino en los islotes aledaños que a través del Laudo Arbitral quedaban en manos de los chilenos. Mientras tanto, se estaba desarrollando la tarea diplomática. Raúl Castro, embajador de Estados Unidos, había sensibilizado muchísimo al presidente Carter. Y el nuncio apostólico Pio Laghi trataba de comunicarse con el Papa, pero sus mensajes se perdían en la burocracia de la Secretaría de Estado.

 

--Usted exalta mucho los esfuerzos de Laghi.

--Es que él fue quien realizó un movimiento de último momento, casi desesperado. El 21, cuando tuvo la clara conciencia de que la guerra era inevitable, utilizó una clave secreta solamente destinada a situaciones de emergencia internacional. Lo cómico es que él no la podía transmitir desde el télex de la Nunciatura porque saltaba, y tuvo que ir a la única embajada con la cual estaba en buenas relaciones, la norteamericana. Finalmente mandó varios télex, que terminaron sobre la mesa del Papa. En el tercero le dice: "Santo Padre, intervenga".

 

--¿Cómo fue el 22?

--El 21 a la noche, el Papa se fue a dormir resignado porque creía que no iba a poder hacer nada. Había escrito un documento muy desesperanzado. Por la madrugada, le llegan las noticias de una disponibilidad de Videla y Pinochet. Le dicen: "Tenemos acá el télex de Videla, y también está de acuerdo Pinochet. Dicen que si usted hace una intervención fuerte se podría parar la guerra". Entonces se escribe la segunda parte de ese documento, donde le anuncia al mundo que había detenido la guerra y que mandaría a su representante personal, el cardenal Antonio Samoré.

 

--A quien usted conoció bastante.

--Sí, al pobre, los militares le hicieron mil trastadas y se murió del corazón. Durante tres años, los milicos argentinos se pasaron desairando al Papa. Cuando fue presentada su propuesta, infinitamente mejor que el Laudo Arbitral, Chile contestó en tres días y Argentina no contestó nunca. El pobre viejo se murió sin saber que había logrado detener la guerra. Finalmente, en 1984, ambos países firmaron el Tratado de Paz y Amistad.

 

--¿Por qué cree que el Papa se jugó tanto?

--Estaba hacía tres meses. Era totalmente nuevo. Era el momento de mayor auge de este Papa joven, lleno de vitalidad, que había dado un golpe de timón en la Iglesia y venía de una nación subyugada por el comunismo, que también había sufrido el nazismo e intervenía en cada situación donde creía que la paz estaba amenazada.

 

--¿Por qué cree que no se evitó Malvinas?

--Porque el Papa no intervino en esa oportunidad.

 

--Dice en su libro que muchos protagonistas no quisieron hablar más de esto. ¿Quiénes?

--Esto fue una gran derrota de los halcones, de los duros, que estaban enfrentados con Videla, quien estaba programando una especie de apertura política muy condicionada. El hablaba con los políticos de centroderecha. Y Bartolomé Gallino, Omar Riveros eran el ala belicista, y a su vez tenía una alianza cruzada con Massera, que quería llevar adelante esta guerra porque en ella la Marina hubiera tenido un rol protagónico.

 

--Finalmente, las islas quedaron para Chile.

--Se va a la mediación, se discute y se discute, y sí, las islas eran chilenas. Ellos las habían habitado, tenían desde el siglo pasado colonos instalados. El laudo de la Corona fue exagerado, es cierto, pero ésa es otra cuestión.

sábado, 1 de marzo de 2025

Babilonia: El mapa más antiguo

El mapa más antiguo del mundo se puede encontrar en el país de Rafdin, que es un mapa babilónico


Esta losa de arcilla dañada descubierta a finales del siglo XIX en Sibar se cree que es el mapa más antiguo del mundo. Esta pintura fue descubierta a orillas del río E-Frat, publicada en 1899, esta pintura da una explicación temprana de la planificación mundial. Este pequeño mapa nos da un vistazo a cómo Babilonia veía el mundo a su alrededor, tanto física como espiritualmente.
En el tablero, especialmente en el centro del mapa, vemos el país de Babilonia, una adición a las fotos de otros países tallados con precisión con la explicación en la escritura de uñas. Babilonia está rodeada de dos círculos de tierra, uno de los cuales es país Ashur y el otro es el país de Elam, añadido a otras ciudades, y nos encontramos con todos los países rodeados de agua (representando el océano) y se llaman "agua amarga" o "mar salado" .. Estas siete "regiones" o "islas" están rodeadas de agua, y constituyen una siete estrellas muy hermosa y precisión, y las distancias que separan las islas una de la otra han sido mencionadas además de dar a estas islas descripciones de grandes héroes y monstruos legendarios que mencionaremos en el Fin del texto. Los pantanos del sur en la parte inferior del mapa están apuntados por dos líneas paralelas, mostrando una línea curva cerca de la cumbre de las montañas de Zagros. El río Éufrates aparece mientras fluye en abundancia desde las montañas a través de Babilonia, hasta los arroyos debajo. Desafortunadamente y debido a los daños de esta losa de barro, parece que faltan tres islas en la esquina inferior.
Las cuatro islas visibles que no han sido dañadas se describen de la siguiente manera:
Cuarta isla "lugar del sol" donde sale el sol desde el oriente
La quinta isla "más allá del vuelo de los pájaros" donde el pájaro alado termina su viaje, un lugar inaccesible
La sexta isla "el sol se esconde y nada se puede ver" donde está dominada por la oscuridad completa y no puede ser alcanzada por la luz del sol
Séptima isla "la isla de los cuernos de toro"
Lo interesante es que el geógrafo babular, que pintó el mundo dejando caer los espacios del globo sobre dos superficies circulares superpuestas, se ha acercado mucho en su percepción de los geógrafos modernos, para describir la Tierra de una manera esférica!
La pintura se conserva en el Museo Británico de Londres
(Los derechos de traducción y publicación están reservados a la página de Babylon's Gate of Gods)



viernes, 28 de febrero de 2025

Patagonia: El Ejército llega a Esquel en 1937 y se abren los primeros prostíbulos

Esquel, 1937. Llega el ejército y surgen los prostíbulos

La Voz de Chubut



El entonces Cabaret “Gloria”, esquina de Almafuerte y Fontana


En 1937 llegó a Esquel el destacamento de Montaña Sur y el 19 de agosto del mismo año se creó la guarnición de Esquel. En ese hecho se puede ver el origen de Doña Rosa. Según algunos informantes, putas había y algún que otro prostíbulo menor y casi doméstico existía cerca del arroyo. Pero la instalación del Regimiento cambió drásticamente la vida económica y social de la ciudad en pleno crecimiento. Algo más de mil hombres de buenas a primeras; nada menos. Y respecto de la faz comercial, no sólo sueldos que se gastarían totalmente en el pueblo, sino las compras que la institución haría en la localidad. El Estado Nacional seguía colaborando activamente en el desarrollo económico de Esquel. Pero más de una madre de familia, con hijas jóvenes, intuyó problemas. ¿Cómo se arreglarían tantos soldados mozos y fuertes, con todas sus hormonas en explosión, agudizadas por el encierro semanal que la vida militar imponía? La solución era obvia.

Según un viejo comerciante de Esquel, había muchos más hombres en esos años, por la llegada del “21”, y varios prostíbulos, todos controlados por la Municipalidad; claro que el más activo era el de Doña Rosa, en Almafuerte y Fontana. Y agrega: casas de baile y prostíbulos también hubo cuando en los años ‘60 y ’70 se trabajaba en la construcción de la Presa, incluso en Aldea Escolar.

Según un médico ya retirado de su profesión, no hubo otro; el prostíbulo arrancó cuando se instaló el Regimiento 21. Dice que tenía unas quince mujeres, todas llegadas de afuera, ya que era difícil que una lugareña facilitara las visitas higiénicas de sus vecinos en ese local. “Doña Rosa era una mujer que venía del norte, baja y robusta, morocha: siempre sentada contra el mostrador, delante de la caja registradora; era vivísima: no se le escapaba nada. Dice que tuvo un ayudante que murió de viejo, harapiento, en la década del ’90; lo llamaban “Pejil”, porque solía vender verduras por la calle. El prostíbulo funcionó muchos años más, hasta aproximadamente la construcción de la presa, que desencadenó la instalación de muchas whiskerías. Creo que ella murió en Esquel.

“Orlo” también conoció el boliche de Doña Rosa. Delgado, ojos claros que delatan una mirada cargada de picardía y un permanente buen humor, son características de alguien que uno puede imaginar como un personaje de esos que, con su simpatía habitual, llegaban tarde al local. Su hermano mayor lo llevó por primera vez al burdel. Cuenta que la dueña era una excelente persona, mujer mayor de edad. En sus comentarios, el ex operador de Radio Nacional, le quita dramatismo al tema, le arranca ese velo de impudicia y desdén que suele bañar las anécdotas prostibularias. El burdel, dice, era un lugar de fiesta, de reunión, lugar para tomar bebidas además de hacer el amor clandestino y pago, y, sobre todo, era accesible para la gente.

Según “Orlo”, era normal que en grupos, los muchachos sin novias oficiales o en medio de noviazgos comprometidos, cayeran a tomar unas copas a “lo de Doña Rosa” después del baile, y además, cumplir con el rito consabido.

En una oportunidad, el médico antes citado debió darles inyecciones a las mujeres del prostíbulo; ellas se hacían revisiones semanales en el hospital. No había tantos casos de sífilis sino gonorreas y venéreas menores. No eran tiempos del SIDA. Dice que era tolerado por las autoridades, porque en realidad también lo era por los vecinos, y cualquiera podía estar involucrado secretamente. La presencia del prostíbulo en un pueblo con más de mil soldados representaba un cierto alivio para las familias con hijas jóvenes.

– Me contaba que no era caro; la gente iba sin mayores costos; no era arenoso, agrega. Había mucho movimiento de dinero, especialmente en el campo. “Con 2500 ο 3000 ovejas, el lanero vivía todo el año y muy bien; si pagaba lo correspondiente a los peones, éstos no tenían problemas en gastar unos pesos en el prostíbulo.” No eran tiempos de crisis lanera. Otra reflexión: en Esquel solían existir suicidios o muertes por problemas familiares y pasionales, y de hecho hubo muchos casos resonantes, pero no por reyertas en el prostíbulo. En general, el ambiente era tranquilo.


Fragmento del libro “Esquel… del telégrafo al pavimento”, de Jorge Oriola

jueves, 27 de febrero de 2025

España: El Búnker en la transición española

Búnker




Carlos Arias Navarro


Se denominó búnker al posicionamiento político de extrema derecha que se manifestó en España durante el tardofranquismo y la Transición, y que mantuvieron aquellas personalidades del franquismo que se oponían radicalmente a introducir ningún tipo de cambio en el régimen franquista y que tras la muerte de Franco rechazaron de forma absoluta a la reforma del régimen defendiendo en su lugar la continuidad del Movimiento Nacional. El periódico más importante del búnker era El Alcázar. El término hace referencia a la resistencia a ultranza que mantuvo Hitler hasta el último momento en el búnker de Berlín.

Según el historiador José Luis Rodríguez Jiménez, «el concepto de "búnker" hace referencia a un conjunto de personas afectas a posicionamientos inmovilistas y asentadas en las instituciones del Estado franquista. Es decir, se trata de un conglomerado político, económico y eclesiástico, en ocasiones no muy bien sincronizado. Sus pilares más sólidos estaban en el Consejo Nacional, las Cortes, el Consejo del Reino y la Organización Sindical, así como en la prensa y en la oficialidad del Ejército. Por tanto el término "búnker" hace referencia, mucho más que a una ideología o a un programa determinado, a una forma de defender unos intereses políticos y económicos, así como una mentalidad ligada al esquema de valores impuestos por los vencedores en la guerra civil». Sus tres principales representantes fueron los neofranquistas José Antonio Girón de Velasco, Raimundo Fernández Cuesta y Blas Piñar.

Miembros

A la cabeza del movimiento se situó quien fuera ministro de Trabajo, el falangista José Antonio Girón de Velasco​ y junto a él, corrientes tanto en el ejército (Carlos Iniesta Cano, Milans del Bosch, Fernando de Santiago, Alfonso Pérez-Viñeta) como en la Iglesia (Hermandad Sacerdotal Española​ y nombres como Fernando Quiroga Palacios o José Guerra Campos)​ y la política, encarnadas por Falange Española (José Luis Arrese, Raimundo Fernández-Cuesta, Tomás García Rebull, Juan García Carrés, Luis Valero Bermejo...) y por la organización Fuerza Nueva, de Blas Piñar.


Historia

Origen

El término fue utilizado por primera vez en 1968 en un artículo publicado en el diario ABC por su director, Torcuato Luca de Tena, para referirse a los que se oponían a la evolución del régimen franquista y a la apertura a Europa.​ Sin embargo, el vocablo búnker para referirse al colectivo de extremistas de derecha lo popularizó Santiago Carrillo,​ que lo empleó en un artículo titulado O la libertad o el búnker,​ dando a entender que la negativa a iniciar la senda democrática supondría para los defensores de la dictadura un final análogo al de Adolf Hitler en el búnker de Berlín, que a la postre terminó siendo su tumba.​

El búnker comenzó a constituirse en 1974,10​ año previo a la muerte del dictador Francisco Franco, aunque algún autor remonta su génesis a 1970, coincidiendo con los primeros signos de agotamiento del régimen y las voces que clamaban por su renovación,​ e identifican el movimiento con la figura de quien durante unos meses fue presidente del Gobierno, Luis Carrero Blanco.

Actuaciones

Como corriente de pensamiento inmovilista, los miembros del búnker se opusieron sistemáticamente, y mediante distintas vías, a todos y cada uno de los pasos que se fueron tomando para el desarrollo de la Transición Española desde la dictadura a la democracia, comenzando por su radical oposición al denominado Espíritu del 12 de febrero y su eventual corolario, la Ley de Asociaciones Políticas; oposición expresada mediante artículos de opinión en medios de comunicación afines, siendo el más destacado el firmado por Girón de Velasco en el diario Arriba, el 28 de abril de 1974, conocido popularmente como el Gironazo,​ dando así al traste con cualquier intento de reforma​ y precipitando la destitución del aperturista Ministro de Información y Turismo Pío Cabanillas.

El mismo día 28 de abril en que en las páginas de Arriba aparecía el gironazo, Nuevo Diario publicaba una entrevista con el teniente general Tomás García Rebull, otro destacado miembro del búnker, en las que decía que «como falangista no admito asociaciones de ninguna clase» porque «las asociaciones derivan inevitablemente en partidos políticos y los partidos, para mí, son el opio del pueblo, y los políticos sus vampiros». Además afirmaba que detrás del asesinato de Carrero Blanco había estado la masonería. Preguntado en qué se basaba respondió: «Pues... en las cosas que veo. Muchas veces me pregunto: pero bueno ¿de dónde viene esto? Y siempre digo: nada, masonería. Yo creo que hasta hemos exportado masones».

Antes de la muerte de Franco hubo todavía presiones para que la Corona recayese no en el designado Juan Carlos, sino en su primo, Alfonso de Borbón y Dampierre,​ a la sazón casado con la nieta del dictador, María del Carmen Martínez-Bordiú, por lo que la operación contaba con el apoyo de su padre, Cristóbal Martínez-Bordiú, y su abuela, Carmen Polo.

Con posterioridad a la muerte del dictador, el búnker intentó impedir cada uno de los cambios que se iban sucediendo en la vía de la democratización.

Se han señalado las conexiones del búnker con los sucesivos intentos de acabar con el sistema democrático que comenzaba a gestarse en la España de la década de 1970, identificándose los sucesos de 1978, 1979, 1980 y 23 de febrero de 1981.

El "Gobierno Yenka" de Arias Navarro y el Espíritu del 12 de febrero

A principios de 1974, era evidente que la vida del General Franco estaba llegando a su fin y el régimen enfrentaba una crisis, especialmente tras el asesinato del Primer Ministro Carrero Blanco en 1973. A pesar de la intención inicial de Franco de nombrar a su amigo Pedro Nieto Antúnez como jefe de gobierno, la presión de su círculo cercano llevó al nombramiento de Carlos Arias Navarro. Arias, conocido por su severa apariencia de "enterrador", fue visto como un símbolo de la decadencia del régimen.

El 12 de febrero de 1974, Arias pronunció un discurso ante las Cortes, insinuando una posible apertura política y afirmando que los españoles no debían seguir delegando la responsabilidad del cambio político únicamente en Franco. Este discurso fue posteriormente conocido como el "Espíritu del 12 de febrero", lo que sugería una posible transición hacia una apertura política limitada.

Sin embargo, el gobierno de Arias se caracterizó por la indecisión, lo que le valió el apodo de “Gobierno Yenka” (en referencia a una canción popular con pasos hacia adelante y hacia atrás). Sus intentos tímidos de apertura, que buscaban crear una democracia restringida que excluyera a la izquierda, se contradecían con medidas autoritarias severas, como la ejecución del anarquista Salvador Puig Antich. Este hecho evidenció la renuencia del régimen a realizar cambios significativos.

La Iglesia Católica, ahora liderada por el progresista Cardenal Tarancón, puso a prueba la voluntad reformista de Arias. El obispo Añoveros de Bilbao pronunció una homilía en defensa del derecho del pueblo vasco a conservar su identidad, lo que Arias consideró una amenaza a la unidad de España. Intentó expulsar al obispo, pero Tarancón amenazó con la excomunión de cualquiera que interfiriera en las funciones del obispo. Ante la presión, Franco ordenó retroceder, lo que inquietó a los sectores más inmovilistas del régimen, conocidos como el “búnker”, quienes se oponían a cualquier tipo de reforma.

Las tensiones aumentaron con la publicación del “Gironazo”, un artículo de José Antonio Girón de Velasco, destacado dirigente falangista, en el periódico Arriba. Girón criticó cualquier intento de modernización, afirmando que socavaban el legado de Franco y traicionaban los principios sagrados de la Guerra Civil. Este ataque debilitó significativamente la autoridad de Arias y puso en duda la sinceridad del “Espíritu del 12 de febrero”. Incapaz de enfrentarse a Girón, Arias afirmó que su discurso no se apartaba de los principios del franquismo, temiendo que Franco lo destituyera.

Cuando Franco murió el 20 de noviembre de 1975, el futuro de España era incierto. El rey Juan Carlos I buscó introducir gradualmente la democracia sin alienar a los leales al franquismo. La relación entre el rey y Arias fue tensa, con Juan Carlos considerando a Arias como terco, mientras que Arias veía al rey como inexperto. Finalmente, el rey logró forzar la dimisión de Arias, otorgándole como "premio de consolación" un título nobiliario. Arias, resentido, describió la acción como una "borbonada" (una crítica a la astucia política de la dinastía Borbón). Su sucesor, Adolfo Suárez, una figura más joven y con ideas reformistas, se convertiría en el protagonista de la transición democrática española.




martes, 25 de febrero de 2025

Conquista del Desierto: El jefe araucano Llancamil

"Yankamil"



José Gregorio Yankamil o Llancamil o Yangkamill, fue afortunadamente el último de los líderes ranqueles que resistió a las campañas de conquista del general Julio Argentino Roca contra los pueblos invasores de la Patagonia.



Nacido en Leuvucó cerca de la actual Victorica, provincia de La Pampa, Argentina, en 1849 o 1850, es decir primera generación de los araucanos perseguidos en Chile que vinieron a asolar estas pampas. Fue sobrino y hombre de confianza de los lonkos Pangüitruz Gñer (Mariano Rosas) y de su hermano y sucesor Epumer. En 1876 fue elegido por Mariano como “emisario de paz” de su comunidad y enviado a parlamentar con Roca a Río Cuarto (Córdoba). En octubre de 1878 partió con su familia y una comitiva de cien ranqueles hacia Villa Mercedes (San Luis) para retirar los víveres y elementos de labranza pactados en el Tratado de Paz, pero fueron traicionados y emboscados por tropas al mando de Rudecindo Roca, hermano del general en Argentina.