Defensa del Valle del Aconcagua
Contexto y Situación:
En diciembre de 1978, en el marco del conflicto del Beagle entre Argentina y Chile, la tensión estaba en su punto álgido. Las fuerzas argentinas, concentradas en Mendoza, estaban listas para un potencial asalto blindado a través de los Andes, apuntando hacia el valle del Aconcagua, al norte de Santiago de Chile. El objetivo era romper las defensas chilenas y avanzar hacia la capital. En este escenario montañoso y estratégico, ambos ejércitos desplegaron sus fuerzas y prepararon tácticas de defensa en profundidad.
Estrategia y Tácticas Chilenas de Defensa en Profundidad:
Conociendo las capacidades del enemigo y la geografía del terreno, las fuerzas chilenas implementaron una defensa en profundidad para proteger el valle del Aconcagua:
1. Reconocimiento y Vigilancia:
Desde tempranas horas de la mañana, equipos de reconocimiento chilenos patrullaban las alturas, observando cualquier movimiento en los pasos de montaña. Utilizando binoculares y radios, estos soldados vigilaban constantemente los senderos que descendían desde Mendoza, atentos a cualquier señal de actividad enemiga.
- Patrullas de Reconocimiento: Equipos de reconocimiento fueron desplegados en puntos elevados para vigilar los movimientos argentinos a través de los pasos de montaña.
- Puestos de Observación: Establecieron puestos de observación a lo largo de las rutas posibles de avance, utilizando comunicación por radio para reportar movimientos enemigos.
2. Fortificaciones y Puntos de Resistencia:
A lo largo del valle, los ingenieros militares habían trabajado sin descanso, aprovechando las formaciones rocosas naturales para construir bunkers y trincheras. En puntos estratégicos, se habían colocado nidos de ametralladoras, listos para repeler cualquier intento de avance. Los soldados del Regimiento de Infantería N°1 "Buin" se apostaron en estas posiciones, preparados para ofrecer una resistencia feroz.
- Fortificaciones Naturales: Aprovecharon las formaciones rocosas y acantilados naturales para construir defensas y trincheras.
- Bunkers y Nidos de Ametralladoras: Construyeron bunkers y posiciones fortificadas en puntos clave del valle para maximizar la resistencia y retrasar el avance enemigo.
3. Maniobra y Movilidad:
En áreas accesibles, la caballería blindada del Regimiento de Caballería Blindada N°1 "Granaderos" mantenía sus tanques ligeros y vehículos de reconocimiento en constante alerta, listos para moverse rápidamente y reforzar cualquier punto que fuese atacado. Las unidades de reserva se mantenían móviles, listas para intervenir donde se las necesitase.
- Unidades de Reserva: Mantuvieron unidades de reserva móvil en las zonas más accesibles del valle para reforzar rápidamente cualquier punto que fuese atacado.
- Despliegue de Caballería Blindada: La caballería blindada se posicionó en áreas donde podían realizar contraataques rápidos y flanquear a las fuerzas argentinas.
4. Uso de Artillería:
En colinas elevadas, las baterías de artillería estaban bien camufladas. Los artilleros mantenían sus ojos fijos en las posiciones de los observadores avanzados, esperando las coordenadas para iniciar un bombardeo preciso. La coordinación con la infantería era vital para maximizar el impacto de los bombardeos y detener el avance enemigo.
- Bombardeo Preventivo: Utilizaron artillería para realizar bombardeos preventivos en las rutas de acceso conocidas, dificultando el avance argentino.
- Coordinación con Infantería: La artillería estaba estrechamente coordinada con las unidades de infantería para proporcionar fuego de cobertura durante los enfrentamientos.
5. Obstáculos y Trampas:
Los ingenieros militares habían sembrado minas en los senderos más probables y preparado deslizamientos de tierra controlados para crear obstáculos adicionales. Cualquier avance argentino encontraría un terreno hostil y lleno de trampas mortales.
- Minado de Senderos: Colocaron minas y trampas en los senderos y rutas de acceso más probables para retrasar y desorganizar a las tropas blindadas argentinas.
- Obstáculos Naturales: Utilizaron el terreno para crear obstáculos adicionales, como la voladura de puentes y la creación de deslizamientos de tierra.
Tácticas argentinas para desarmar la defensa en profundidad chilena:
Las fuerzas argentinas, conscientes de la defensa chilena, planificaron su ataque con una combinación de tácticas de reconocimiento, maniobra y poder de fuego.
1. Reconocimiento y Inteligencia:
Patrullas de reconocimiento argentinas, incluyendo exploradores de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, se infiltraron en el terreno hostil, identificando puntos débiles y rutas menos defendidas. Utilizando métodos tradicionales de inteligencia, como el interrogatorio de prisioneros y la interceptación de comunicaciones, reunieron información crítica.
- Patrullas de Reconocimiento: Enviaron patrullas de reconocimiento y exploradores para identificar las posiciones defensivas chilenas y encontrar rutas menos defendidas.
- Interrogatorio de Prisioneros: Recopilaron inteligencia a través del interrogatorio de prisioneros y la interceptación de comunicaciones.
2. Ataques de Flanqueo y Maniobras:
Al amanecer, las fuerzas especiales argentinas, expertos en combate en terreno montañoso, comenzaron a moverse a través de pasos ocultos, flanqueando las posiciones chilenas. Mientras tanto, las unidades mecanizadas del Regimiento de Caballería Blindada 11 "Cazadores de Los Andes" se preparaban para avanzar rápidamente por rutas identificadas como menos defendidas.
- Rutas Alternativas: Utilizaron rutas menos defendidas y pasos de montaña ocultos para flanquear las posiciones chilenas.
- Fuerzas Especiales: Desplegaron fuerzas especiales para realizar incursiones detrás de las líneas enemigas, saboteando sus posiciones y líneas de suministro.
3. Coordinación de Ataques:
A medida que los exploradores confirmaban las posiciones chilenas, la artillería argentina comenzó a bombardear los puntos fortificados. El estruendo de los cañones rompió el silencio del valle, mientras las tropas de infantería se preparaban para avanzar. Los ataques se coordinaron desde múltiples direcciones, buscando abrumar y desorganizar la defensa chilena.
- Ataques Coordinados: Realizaron ataques coordinados desde múltiples direcciones para abrumar y desorganizar la defensa chilena.
- Uso de Morteros y Artillería: Emplearon morteros y artillería para bombardear las posiciones fortificadas chilenas antes de avanzar con la infantería.
4. Movilidad Rápida:
Utilizando vehículos ligeros y su conocimiento del terreno, la infantería de montaña argentina avanzó a través del terreno difícil, buscando superar las defensas naturales y artificiales. La rapidez y flexibilidad de estas unidades eran clave para mantener el impulso del ataque.
- Unidades Mecanizadas: Las unidades mecanizadas se movieron rápidamente a través del terreno difícil, utilizando vehículos ligeros y adaptados al terreno montañoso.
- Infantería de Montaña: La infantería de montaña avanzó utilizando su conocimiento del terreno para superar las defensas naturales y artificiales.
5. Apoyo Aéreo:
A lo lejos, aviones de ataque ligero A-4 de la Fuerza Aérea Argentina rugieron por el cielo, lanzando bombardeos precisos sobre las posiciones chilenas. Estos ataques aéreos proporcionaron cobertura adicional y desestabilizaron aún más las defensas enemigas.
- Ataques Aéreos Tácticos: Utilizaron aviones de ataque ligero para bombardear posiciones defensivas y proporcionar apoyo cercano a las tropas en avance.
- Reconocimiento Aéreo: Los aviones de reconocimiento ayudaron a identificar las posiciones enemigas y ajustar el fuego de artillería.
En diciembre de 1978, la batalla por el valle del Aconcagua entre Argentina y Chile habría sido un enfrentamiento feroz y complicado, donde la defensa en profundidad chilena y las tácticas de asalto argentinas se pondrían a prueba en uno de los terrenos más difíciles del mundo. La combinación de tácticas adaptadas al terreno, reconocimiento efectivo y maniobras inteligentes habría sido clave para determinar el resultado de este potencial conflicto.
Conducta de las Tropas Argentinas
Podemos inferir la conducta en combate de las tropas argentinas a partir de su participación en la guerra de las Malvinas, cuatro años después. Las tropas chilenas, por su parte, no habían enfrentado a un enemigo extranjero en un siglo antes del conflicto, y la única escaramuza previa fue en 1965 entre gendarmes y carabineros en Lago del Desierto. Este incidente no demostró una disposición a morir en combate, ya que se rindieron rápidamente, a pesar de haber estado afianzados en el terreno durante semanas, sin aprovechar esa ventaja. Basándonos en la experiencia de las Malvinas:
- Moral y Motivación: Las tropas argentinas podrían mostrar alta moral y motivación al tener suministro constante y el objetivo de defender el honor nacional, similar a su comportamiento en Malvinas.
- Tácticas: Las tácticas de ataque frontal vistas en Malvinas podrían repetirse, pero con la diferencia de tener una línea de suministro terrestre constante y apoyo logístico, mejorando su efectividad en el campo.
- Desempeño: Es probable que muestren mejor coordinación y efectividad operativa debido a la presencia de líneas de suministro y soporte constante, a diferencia del aislamiento en Malvinas. Ahora la provisión estaría más asegurada con los depósito en Mendoza y el interior del país. Asimismo, al igual que en Malvinas, la mayoría de las tropas se rindieron sólo tras agotar munición.
Escenarios probables en el choque de fuerzas
Rutas de Ataque
El ataque desde Mendoza hacia Santiago podría seguir las siguientes rutas principales:
Ruta Nacional 7 (Paso Internacional Los Libertadores):
- Esta
es la principal vía terrestre que conecta Mendoza con Santiago,
cruzando la Cordillera de los Andes por el Paso Los Libertadores. Es la
ruta más directa pero también la más predecible y, por lo tanto,
fortificada.
Ruta Nacional 40 hacia el sur y luego cruzando por el Paso Pehuenche:
- Una
ruta alternativa menos directa pero que podría ofrecer menos
resistencia inicial debido a su menor uso comercial y turístico en
comparación con Los Libertadores.
1. Estancamiento
Zona de Estancamiento Probable
Valle del Aconcagua:
- Este
valle es un punto crítico antes de llegar a Santiago y sería el lugar
donde las fuerzas chilenas probablemente establecerían una línea
defensiva fuerte debido a la geografía que permite defensas naturales y
al control de las rutas de acceso a la capital.
Análisis de un potencial estancamiento en el Valle del Aconcagua
1. Identificación de la Ruta de Ataque
- Punto de Partida: Las tropas argentinas saldrían desde Mendoza, una ciudad importante con infraestructura militar adecuada para movilizar una ofensiva de gran escala.
- Ruta de Abastecimiento:
- Mendoza: Principal centro de logística y abastecimiento.
- Los Andes: Cruce fronterizo clave. Aquí se acumularían suministros antes de cruzar hacia Chile.
- Valle del Aconcagua: Primer punto estratégico en territorio chileno donde se establecerían depósitos avanzados para mantener el flujo de suministros.
2. Defensa Chilena en el Valle del Aconcagua
El alto mando chileno al considerar la defensa del Valle del Aconcagua en 1978 se centraría en utilizar el terreno montañoso a favor y establecer una defensa en profundidad. Los recursos disponibles incluirían minas antitanque, artillería, y posiciones de infantería bien fortificadas.
Zonas de Defensa Clave:
- Mina San José/Las Cuevas: Zona adecuada para la colocación de minas antitanque debido a su terreno angosto y rocoso, dificultando el avance de vehículos blindados (linea Amarilla, debajo).
- Los Andes: Ubicación ideal para artillería debido a su elevación y vista sobre las rutas de avance. Aquí se podrían emplazar piezas de artillería pesada para atacar formaciones argentinas en movimiento (linea Roja, debajo).
- Calle Larga: Trincheras y posiciones defensivas de infantería, proporcionando una línea defensiva inicial y conteniendo el avance enemigo lo suficiente para permitir ataques de artillería y preparativos adicionales en retaguardia (linea Roja, debajo).
- San Felipe: Posición secundaria para artillería y reservas, listo para reforzar las líneas frontales o cubrir la retirada en caso de necesidad (linea Roja, debajo).
Mapa Estratégico:
- Minas Antitanque: Instaladas en Mina San José y puntos críticos a lo largo del valle.
- Artillería: Emplazada en Los Andes y San Felipe.
- Trincheras y Fortificaciones: Establecidas en Calle Larga y otros puntos elevados del valle.
- Emboscadas y guerrilla: La zona rural, si bien el valle es relativamente ancho y llano, permitiría operaciones de desgaste por parte de tropas y civiles.
El valle del Aconcagua se convertiría en un campo de batalla donde la estrategia y la adaptabilidad de ambas fuerzas se pondrían a prueba. Los soldados chilenos, atrincherados y bien preparados, se enfrentaron con determinación a cada avance argentino. Las minas y trampas ralentizaban el avance, y el fuego de artillería chileno causarían bajas significativas.
Sin embargo, los ataques coordinados y la movilidad argentina podrían romper las líneas defensivas. Los flanqueos y las incursiones detrás de las líneas chilenas desorganizarían a las fuerzas defensoras, obligándolas a retroceder y reagruparse constantemente. La presión sería implacable.
Configurada esta situación, debe remarcarse que éste podría ser el objetivo final de esta fase de ataque. El asalto a Santiago puede caber perfectamente en el concepto de ataque distracción: el asalto a la capital obligaría al Alto Mando chileno a desviar las mejores fuerzas para defensa de la capital. Regimientos, helicópteros, artillería y blindados, los mejores cazas disponibles, se distraerían del frente Sur donde fuerzas militares estarían implicadas en un asalto blindado a Punta Arenas y una operación de desembarco en las islas Picton, Nueva y Lennox. Es decir, esta fase de estancamiento del frente podría ser un objetivo en sí mismo y tendría perfecta lógica. Ahora veremos por qué, avanzar hacia la capital, hubiese sido a todas luces un evento enormemente costoso para atacantes y defensores.
Estrategia Argentina para Romper la Defensa Chilena
Para un general argentino, la clave para superar las defensas chilenas en el Valle del Aconcagua residiría en la combinación de maniobras tácticas y apoyo aéreo.
Acciones probables:
- Ataques de Artillería y Aérea Preliminares: Bombardeo intensivo de posiciones defensivas en Los Andes y Calle Larga para desestabilizar y debilitar las líneas chilenas.
- Infiltración y Sabotaje: Unidades de operaciones especiales podrían infiltrarse para desactivar minas antitanque y sabotear posiciones de artillería chilenas antes del avance principal.
- Ataques de Pinza: Coordinación de ataques en múltiples frentes para diluir las defensas chilenas. Un ataque principal desde el norte del valle y un segundo avance desde el sur para rodear y desbordar las líneas enemigas.
- Despliegue de Tropas Motorizadas: Aprovechar el terreno abierto tras el valle para un avance rápido hacia Santiago, minimizando el tiempo de respuesta y reagrupamiento de las fuerzas chilenas.
Resumen de esta fase
Defensa Chilena:
- Minas antitanque en puntos críticos.
- Artillería en posiciones elevadas.
- Trincheras en rutas de acceso principales.
Estrategia de Rompimiento Argentina:
- Bombardeos intensivos iniciales.
- Infiltración y sabotaje.
- Ataques coordinados en pinza.
- Avance rápido de tropas motorizadas.
Esta combinación de tácticas y la adecuada utilización de los recursos disponibles podrían determinar el éxito de la operación argentina y la efectiva defensa chilena durante la crisis del Beagle de 1978.
2. Rompimiento del Frente por Parte de Argentina
Si las fuerzas argentinas lograran romper el frente chileno en el Valle del Aconcagua, avanzarían hacia Santiago tomando las siguientes rutas:
Ruta 5 Norte (Autopista Panamericana):
- Esta sería la principal vía de entrada a Santiago desde el norte, ofreciendo un acceso directo a la ciudad. Al ser una ruta principal, sería altamente defendida.
Ruta 57 (Los Andes - Santiago):
- Una alternativa más directa desde Los Andes a Santiago. Esta ruta sería utilizada para aprovechar el impulso de una ruptura rápida y avanzar hacia el corazón de la ciudad.
2.1 Focos de Resistencia Más Duros en Santiago
Dentro de Santiago, los focos de resistencia más duros probablemente serían:
Centro Histórico de Santiago:
- Concentra muchos edificios gubernamentales y estratégicos, incluyendo La Moneda, el Palacio Presidencial. Este área sería fuertemente defendida por tropas chilenas (Plaza de Armas de Santiago). Ruta 1 debajo, en rojo.
Barrio Independencia y Recoleta:
- Estas zonas, al norte del centro, serían claves para controlar las rutas de acceso desde el norte y noreste de la ciudad. Ruta 1 debajo, en rojo y amarillo.
Sector Militar de la Escuela Militar Bernardo O'Higgins:
- Al este de la ciudad, esta área incluye instalaciones militares y de entrenamiento, ofreciendo una base sólida para la defensa. Ruta 2 debajo, línea roja.
Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez:
- Controlar el aeropuerto sería crucial para cualquier operación militar, tanto para asegurar líneas de suministro como para impedir refuerzos aéreos. Ruta 3 debajo, línea roja.
1. Avance hacia el centro y núcleos de resistencia
2. Desvío a Escuela Militar
3. Desvío a Aeropuerto
Opciones de conducción de las operaciones
Un comando de operaciones arriesgado y agresivo podría tomar las siguientes decisiones:
- Ataque Rápido al Centro Histórico:
- Ordenar un avance directo y rápido hacia el centro de Santiago para capturar La Moneda y otros edificios gubernamentales clave, buscando desmoralizar a las fuerzas chilenas y generar un colapso rápido de la resistencia organizada.
- Ventaja: Potencial para una victoria rápida y decisiva.
- Riesgo: Alta probabilidad de encontrarse con defensas concentradas y bien organizadas, lo que podría resultar en grandes bajas y una posible contraofensiva.
Una aproximación más racional y meditada podría optar por:
- Asegurar Perímetros y Flancos:
- Avanzar de manera más cautelosa, asegurando las áreas periféricas y consolidando las líneas de suministro antes de avanzar hacia el centro de Santiago.
- Priorizar Objetivos Estratégicos:
- Tomar control del aeropuerto y rutas principales para asegurar el flujo de suministros y refuerzos.
- Llevar a cabo operaciones para debilitar la moral chilena y desorganizar su mando y control mediante ataques a objetivos clave pero menos defendidos inicialmente.
- Ventaja: Reducción de riesgos y posibilidad de avanzar de manera sostenida y organizada.
- Riesgo: Mayor tiempo de campaña, lo que podría permitir a las fuerzas chilenas reorganizarse y recibir refuerzos.
Consideraciones Estratégicas
- Fuerza Aérea: Ambos generales necesitarían asegurar la superioridad aérea para proteger sus tropas y líneas de suministro, utilizando ataques aéreos para debilitar las defensas chilenas.
- Tropas de Montaña: Serían esenciales para asegurar los flancos y proporcionar inteligencia sobre las defensas chilenas, así como para realizar operaciones de infiltración y sabotaje detrás de las líneas enemigas.
- Logística: Mantener líneas de suministro abiertas y seguras sería crucial para sostener el avance argentino, especialmente en un terreno montañoso y urbano como Santiago.
Conclusión
La
elección de un ataque desde Mendoza hacia Santiago se justificaría por
el impacto potencial de capturar la capital chilena y desviar las
defensas enemigas. Como general argentino, se priorizaría un ataque
coordinado y rápido, aprovechando la sorpresa y el apoyo logístico.
Mientras tanto, un comandante chileno centraría la defensa en fortificar
las rutas de acceso, utilizar la geografía a su favor, y mantener la
moral y preparación de sus fuerzas y población civil. En definitiva, abocarse a una defensa en profundidad.
Un ataque argentino desde Mendoza hacia Santiago durante la crisis del Beagle habría sido un conflicto complejo y multifacético. La geografía, la preparación de las tropas y el apoyo aéreo habrían jugado roles críticos en el desarrollo del conflicto. El Valle del Aconcagua probablemente habría sido el punto de estancamiento, con ambos lados utilizando sus fuerzas aéreas y tropas de montaña para intentar ganar la ventaja en este terreno desafiante. Si era vencido esta obstáculo, las rutas de ataque a Santiago son evaluadas. La lucha hubiese sido cara en términos de bajas para ambos bandos, tanto militares (ambos) como civiles (chilenos). El daño a la infraestructura chilena sería bajo cualquier parámetro una pesada carga para su economía y normal desarrollo futuro.
La estrategia adoptada por el liderazgo argentino en un avance hacia Santiago dependería del balance entre la agresividad y la prudencia. Un avance rápido y decisivo podría ganar terreno rápidamente pero con mayores riesgos, mientras que un enfoque más metódico y racional podría asegurar una victoria más sostenida aunque más lenta. Las fuerzas aéreas y las tropas de montaña jugarían roles cruciales en ambos enfoques, garantizando el apoyo y la seguridad del avance terrestre.
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