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sábado, 1 de junio de 2024

Argentina: Los caballos y los indios

Los caballos y los indios






La introducción de caballos domésticos transformó las sociedades indígenas en las zonas de pastos de Argentina y conllevó el surgimiento de culturas equinas especializadas en el sur del continente. La introducción no está bien documentada en los registros históricos. Técnicas de arqueozoológicas y biomoleculares aplicadas a restos equinos del yacimiento de Chorrillo Grande 1 sugieren que los cazadores-recolectores de las tribus aónikenk/tehuelche empleaban los caballos en actividades pastoriles y como alimento antes del asentamiento europeo permanente en el siglo XVII. El ADN analizado sugiere el consumo de caballos y yeguas. Los residuos cerámicos también muestran el uso de productos de guanaco. Los análisis de isótopos de los dientes equinos revelan un origen en la Patagonia austral y un movimiento de animales entre las cuencas del Río Coig y Río Gallegos. Los resultados evidencian una rápida dispersión de los caballos inducida por indígenas y que produjeron transformaciones económicas y sociales.
Por: Crónica de Arqueología
Fan destacado
Carlos Daniel Gallardo
Los investigadores llegaron a esta conclusión a partir del análisis y datación radio-carbónica de restos óseos de caballos hallados en lo que ha sido interpretado como un antiguo campamento Tehuelche, ubicado sobre un gran cañadón en la orilla norte del Río Gallegos (Provincia de Santa Cruz). En el sitio, denominado Chorrillo Grande 1, también se encontraron restos de guanacos, así como artefactos metálicos o confeccionados sobre vidrio o rocas correspondientes a distintos siglos. Uno de los cuatro especímenes datados con radiocarbono -de los nueve que se encontraron en total- reveló ser con seguridad anterior a 1800 y otro muy probablemente anterior a 1700. Varias décadas antes del primer registro histórico documentado de la presencia de caballos en la región (1741).
Carlos Daniel Gallardo
Se estima que, en el área del Río de la Plata, los caballos fueron traídos nuevamente cuando se produjo la primera fundación de la ciudad de Buenos Aires en 1536, a cargo de Pedro de Mendoza. Cuando este proceso de colonización fracasó debido a la hambruna y los conflictos con los indígenas de la región, los españoles se trasladaron hacia Asunción, y tanto los caballos como el ganado quedaron abandonados. Cuando Juan de Garay fundó Buenos Aires por segunda vez en 1580, los caballos asilvestrados formaban parte del paisaje y se habían extendido hacia el sur de los Andes a través de la colonización española de la costa del Pacífico.
Carlos Daniel Gallardo
(https://acortar.link/LX2YO9)
Estudio internacional revela nuevos hallazgos sobre la historia de los caballos en Sudamérica
COCONICET DialogaEstudio internacional revela nuevos hallazgos sobre la historia de los caballos en Sudamérica
Estudio internacional revela nuevos hallazgos sobre la historia de los caballos en Sudamérica
Ramón Javier Aparicio
Tengo entendido que en América del Norte existían caballos antes de la llegada de los conquistadores, pero se habían extinguido. Y que las tribus indígenas se hicieron con ejemplares cimarrones, de ahí la cultura ecuestre con la que contaban
Bruno Pafumi
Ramón Javier Aparicio no el caballo actual
Tatiana Memeliberta
Ramón Javier Aparicio si, tengo entendido lo mismo, pero eran más.pequeños.
Borja Allende Eulate
Ramón Javier Aparicio cultura ecuestre antes de llegar los españoles ninguna.
Noria Ki
Ramón Javier Aparicio los caballos americanos se extinguieron mucho tiempo antes de que los humanos pudieran domesticarlos
Xico Durán
Ramón Javier Aparicio hubo caballos en América pero se extinguieron a finales del pleistoceno, luego de su reintroducción por parte de los europeos lo que pasó fue que se dispersaron hacia el norte de manera silvestre llegando a esas regiones antes que los propios europeos.
David Eleazar
en este estudio participaron investigadaroes de la UNPA Río Gallegos, mi ciudad
un orgullo de la educación pública
Sergio Smith
El caballo a la patagonia recién se introduce en el siglo XVIII
Bruno Pafumi
Se dice que el caballo llegó con el primer intento de la fundación de Buenos Aires, donde se asentaron los primeros españoles, pero está fortaleza llegó a su fin ya que fue asediada y saqueada por pueblos pampas
Jose Chavete Rodriguez
si realmente es un descubrimiento arqueológico no hay nada que decir. Pero también es cierto que los indigenas desconocián este animal., por los textos de los conquistadores. Eso solo implica que los caballos tuvieron que extinguirse. Lo que no se dice es del ADN de los caballos actuales que hay en America. Eso sí proporcionaría datos de su origen, si es distinto al que hasta ahora se decía.
Julio Lorente Goñi
Todo llevado por España
Nora Paradela
Julio Lorente Goñi hubo un intercambio. Europa no conocía el tomate ni el maíz, por ejemplo
Sebastián Apesteguía
Por eso dice que primero los tuvieron los aonik. Eso explica su rápido predominio x casi toda la Patagonia.
Rotxo Torres
Sebastián Apesteguía quiero creer que coincidís con éste trabajo de investigación??? Es indiscutible.
Si. Existían y siguieron coincidiendo y mezclándose con los traídos x los españoles. Aún hoy queda su sangre. En Sudamérica no.
Pablo Dominguez
Sebastián Apesteguía usted dice q se mezclaron caballos europeos con los hipidion????
Sebastián Apesteguía
Pablo Dominguez no Hippidion. Son Equus norteamericanos.
Angel Ernesto Martinez
En 1580, Juan de Garay , hacía a caballo el trayecto entre Santa Fe de la Veracruz y Asunción, con batallones de soldados y carruajes , para traer obreros a fundar pueblos… obviamente, eran vigilados por tribus selváticas, que al menor descuido, robaban provisiones , o caballos , si tenían la oportunidad…y también, los caballos, podían escapar, reproducirse libremente y luego caer en manos de los pobladores de distintas etnias … pretender que los caballos solamente eran montados por españoles, es una utopía…con el acceso a los caballos, las mujeres Aonikenk y Gununa Qüna, encargadas del arme , desarme y traslado de los toldos de cuero y las mantas, simplificaron los viajes entre la costa atlántica, en invierno, para no sufrir el duro clima de la estepa…. Y obviamente, las cacerías , que fueron durante siglos a pie, y por agotamiento de las presas, tuvieron en los caballos, un aliado formidable, para ampliar su radio de acción…
Liliana Monetti
Leí el artículo original hace no mucho, vale la pena.
Bruno Pafumi
Quisiera aprovechar a crónica de arqueología, para preguntar por uso de las boleadoras herramienta empleada para la cacería de guanaco y ñandú, cuál sería origen? Ya que es única por lo menos en la región...
Sergio Smith
Bruno Pafumi la boleadoras tienen un uso casi global, solo que en pampa y patagonia toman caracteres casi únicos que las hicieron sobrevivir hasta la fecha (ya que aún hoy día en ciertas comunidades la siguen usando como herramienta de caza).
Bruno Pafumi
Sergio Smith global! Había leído una vez algo similar... Gracias igual
Raul Sanchez
carne de potro todavía se consume, acá en el pueblo de la meseta patagonica donde vivo por ejemplo.
Pedro Maguiña
Los caballos fueron extinguidos por los indígenas norteamericanos hace miles de años ¿También existían en Sudamérica?
Sergio Smith
Pedro Maguiña si hubo dos especies equinas extintas pero que no se relaciona con los caballos actuales
Carlos Daniel Gallardo
entonces: desde 1536 se trajeron nuevamente caballos a estas tierras. Y lamentablemente el informe de conicet no aclara el margen de tiempo de los estudios C14.

lunes, 25 de marzo de 2024

Granaderos a caballo: La caballería de marina

Caballería de Marina





Ya el Ejército de los Andes, había subido los inmensos montes, descendido del lado chileno, y derrotado a las tropas del Rey en "Chacabuco", el 12 de febrero de 1817.
El avance patriota es imparable y el 20 de febrero Valparaíso cae en poder de los insurgentes.
Sin embargo, algunos buques que se hallaban en alta mar desconocían el cambio político que había acontecido en las costas chilenas. Es así que el día 22 arriba al puerto porteño (la ciudad de Valparaíso utiliza el mismo gentilicio que la ciudad de Buenos Aires) un bergantín-transporte llamado "Águila". Ya es noche cerrada, por eso sus tripulantes no desembarcan, y quedan sin enterarse que el puerto estaba en manos de argentinos y chilenos.
Ver semejante presa anclada frente a sus narices, y no pretender capturarla, fue inspiración de un instante en la mente de los patriotas.
Se decide hacer un asalto nocturno. Y para eso se le encomienda a un muy joven Oficial de Granaderos que realice tal peligrosa tarea. Su nombre: Isidoro Suarez, el mismo Oficial que se cubrirá de Gloria en "Junín" y su famosa carga al frente de los Húsares, en 1824.
¡Apenas había cumplido los 18 años el 2 de enero de ese año!
Se embarca en un bote, acompañado por 14 Granaderos a Caballo y siete marineros. Exactamente a la una de la mañana del 23 de febrero de 1817, inicia el asalto al bergantín.
Ochenta hombres del Rey guarnecían aquel barco, los cuales fueron tomados por absoluta sorpresa por aquel puñado de valientes, que inmediatamente dirigieron el buque bajo la protección de las baterías costeras. Cualquier intento de resistencia por parte de aquellos ochenta marinos españoles hubiese significado el cañoneo del navío. Rápidamente se rinden a aquel grupo de corajudos.
Semejante acto de arrojo le valió a aquel joven Alferez, Isidoro Suarez de apenas 18 años, el ascenso inmediato a Teniente.
Su Glorioso sable, ya estrenado en "Chacabuco" y refrendado en el Asalto al "Aguila", seguirá regalando hermosas Joyas Heroicas a la Corona de Gloria de la Nación Argentina.
Así, aquel puñado de Granaderos a Caballo, se convirtieron por un rato, en Caballería de Marina.
Fte. Revista "Caras y Caretas".

viernes, 3 de febrero de 2023

Asiria: La primera caballería

La primera caballería

Weapons and Warfare


 



La caballería sirvió por primera vez en el ejército asirio bajo Tukulti-Ninurta III. Los ilustrados datan del reinado de Ashurnasirpal y muestran cómo la caballería todavía empleaba el 'asiento de burro' cuando montaba a caballo. El empleo táctico de este período muestra cómo, al viajar en parejas, se los concebía como 'aurigas sin su carro'. Como en el carro, el guerrero es el soldado superior, como lo demuestra su vestimenta. El 'escudero' lleva un simple casquete de hierro, que en el reinado de Salmanasar III había sido sustituido por un casco cónico de hierro del tipo que llevaba el arquero.



Aquí se representan lanceros a caballo asirios del reinado de Sargón II, en campaña contra Urartu en 714 a. Están los soldados que Sargón empleó directamente desde la marcha en la batalla que derrotó al ejército de Urartian hasta el borde del lago Urmia. Los ilustrados atestiguan claramente la habilidad mucho mayor del brazo de caballería asiria en esta fecha. El armamento es más pesado, con ambos soldados equipados con arco compuesto, carcaj y lanza larga. La caballería ahora está equipada con calzado en forma de calcetines con botas con cordones.






Este es un lancero a caballo e ilustra la aparición final de la caballería antes de la desaparición de Asiria. El caballo ahora está casi completamente cubierto por una armadura de tela, mientras que, en esencia, el soldado es un poco diferente al de [la ilustración anterior del reinado de Senaquerib]

La armadura pesada era generalmente una característica de la caballería de choque que tenía la intención de acercarse al enemigo, la caballería que dependía de las armas de proyectiles tendía a tener una armadura más ligera. Sin embargo, incluso las tripulaciones de carros ligeros de dos hombres, donde la única arma ofensiva era el arco, a veces se representan con armaduras de escamas. La razón detrás de esto fue que la armadura requería un equilibrio entre equilibrio y protección. Para un auriga, el equilibrio no era un gran problema y, por lo tanto, cuanta más protección, mejor, siendo tan útil para protegerse de las flechas enemigas y las piedras de honda como los golpes de las armas de mano. Por el contrario, para un jinete, el equilibrio y la facilidad de movimiento eran un problema mucho mayor, por lo que la compensación solo valía la pena cuando tenía la intención de participar en un combate de choque donde dicha protección era obviamente un gran beneficio. Uno de los beneficios que traerían los estribos mucho más tarde fue que facilitaron el cambio de peso y el equilibrio correcto, compensando o permitiendo el peso superior de la armadura corporal más pesada. También estaba el tema del peso que llevaba el caballo. Aunque los caballos eran lo suficientemente fuertes para ser montados, cualquier animal puede jalar mucho más peso del que puede llevar (ese era el objetivo de la rueda). Aumentar el peso del jinete comienza a tener un efecto perjudicial sobre la velocidad y la resistencia del caballo montado antes que sobre la conducción. cualquier animal puede jalar mucho más peso del que puede llevar (ese era el punto central de la rueda). Aumentar el peso del jinete comienza a tener un efecto perjudicial sobre la velocidad y la resistencia del caballo montado antes que sobre la conducción. cualquier animal puede jalar mucho más peso del que puede llevar (ese era el punto central de la rueda). Aumentar el peso del jinete comienza a tener un efecto perjudicial sobre la velocidad y la resistencia del caballo montado antes que sobre la conducción.

En muchos ejércitos del Cercano Oriente, los caballos también pueden estar blindados con tramperos que cubrían sus pechos, hombros, espaldas y flancos, tal como lo hacen las mantas modernas para caballos. Estos podrían ser de fieltro grueso o cabello y llamados parashshamu, con un collar, o milu, del mismo material; o estos podrían ser de escala, cuando se llamaba sariam como armadura humana. Sin embargo, la mayoría de los primeros caballos de caballería montados no estaban blindados, y la armadura de caballo se volvió gradualmente más común a lo largo de varios siglos. Los caballos en trabajos pesados ​​pueden sobrecalentarse fácilmente y, en casos severos, esto puede llevarlos a 'atar', quedando paralizados de manera efectiva e incluso llevándolos a la muerte. El hecho de que los caballos caros estuvieran expuestos a este riesgo por la adición de armaduras sugiere que se esperaba que estuvieran justo en el fragor de la batalla. La carga de la armadura habría reducido la resistencia del caballo. Por lo tanto, era más útil para las unidades llamadas para una o dos cargas cortas, pero potencialmente decisivas, que las utilizadas en las maniobras continuas de escaramuzas.

La transición de los carros a la verdadera caballería fue gradual y desigual. Han sobrevivido representaciones ocasionales de caballos montados desde principios del segundo milenio a. C., pero la mayoría parecen representar mensajeros o exploradores solos, mal equipados para el combate, o aurigas que huyen en caballos de tiro sueltos de carros destrozados. Las referencias escritas pueden ser ambiguas, ya que algunos de los términos equivalentes a "jinetes" pueden referirse a tripulaciones de carros. Sin embargo, parece que a finales del segundo milenio antes de Cristo, las unidades de caballería pueden haber estado haciendo su aparición en los campos de batalla de Oriente Medio. Una placa del siglo XII a. C. de Ugarit en Siria puede ser la representación más antigua de una unidad organizada de jinetes, aunque definitivamente solo uno está armado.

La transición es más fácil de seguir en Asiria desde el siglo IX a. C., debido al registro sobreviviente de tallas e inscripciones en relieve. Asiria se había convertido para entonces en la potencia dominante de la región, ya que los hititas y los egipcios se habían visto gravemente debilitados por las migraciones e invasiones de los «pueblos del mar». Durante los siguientes dos siglos, una sucesión de reyes asirios agresivos forjó el imperio más grande jamás visto, en su apogeo que incorporó toda Mesopotamia, Siria, Palestina y Egipto. Aunque a los asirios a menudo se les atribuye el mérito de ser los primeros en desplegar una fuerza de caballería organizada, lo que se puede ver en la evidencia superviviente bien puede ser una respuesta a los desarrollos en las regiones más allá de sus fronteras en expansión.

Urartu, la Armenia moderna, fue un objetivo habitual de las campañas asirias en las que se tomaron muchos caballos como botín o como pago de tributos. Urartu estuvo en contacto directo con los pueblos esteparios del norte y parece probable que esta región fuera el conducto para la adopción de la caballería en Oriente Medio, como lo había sido para la introducción inicial del caballo domesticado. Una inscripción de Menua de Urartu (810-785 a. C.) enumera sus fuerzas para una expedición como 1600 carros y 9174 caballería. 20 Incluso si los números están inflados, la proporción de caballería a carros indica que la conversión estaba muy avanzada.

El desarrollo de la caballería asiria estuvo fuertemente influenciado por su experiencia y tradiciones en el manejo de carros. Las esculturas en bajorrelieve del palacio de Asurnasipal II muestran jinetes trabajando en parejas, uno armado con un arco y el otro con una lanza. Lo más sorprendente es que mientras el arquero se concentra en disparar, su compañero sostiene las riendas por él, continuando con la especialización de arquero y conductor. Tanto los caballos como los jinetes no tienen armadura. Una de las ventajas clave de este tipo de unidad sobre los carros era que estaban más capacitados para hacer frente a terrenos accidentados, una ventaja que se habría hecho evidente de inmediato en el terreno accidentado de Armenia. Al menos de manera significativa, eran más baratos ya que no se requería el carro, que requería mucha mano de obra calificada.

Sin embargo, los jinetes de Asurnasipal II todavía tenían mucho que aprender de sus vecinos, ya que se les muestra sentados bien hacia la grupa del caballo. Esto no solo dificulta el buen equilibrio y el control, sino que corre el riesgo de magullar los riñones vulnerables del caballo. El asiento trasero se había utilizado en burros y asnos porque es la única posición en ellos que no es similar a montar un cuchillo de pan, pero tratar de transferir el mismo método a los caballos debe haber retrasado la destreza de montar de los asirios. Puede causar asombro que las técnicas de equitación correctas tardaran tanto en desarrollarse, pero no olvidemos que no tenían escuelas de equitación ni manuales aprobados para guiarse. Después de todo, fue solo en el siglo XIX que Federico Caprilli (1868-1907) popularizó la práctica de inclinarse hacia adelante en los saltos en Europa occidental,

Durante el reinado de Tiglat Pileser III (745-27 a. C.), los relieves asirios nos muestran a jinetes armados solo con largas lanzas, tal vez de siete pies de largo, y espadas. Algunos están blindados con cascos y chalecos de escamas sin mangas que llegan solo hasta las caderas, lo que permite a los jinetes doblarse libremente por la cintura. Esta puede ser la primera caballería pesada confirmada, ya que su armamento de una sola lanza obviamente solo se usaba en el combate cuerpo a cuerpo, mientras que su armadura corporal era un estorbo y un gasto innecesario para meros exploradores o mensajeros. Significativamente, aunque todavía se representan en parejas, lo que puede ser una mera convención artística, todos manejan sus propios caballos y se sientan mucho más adelante, justo detrás de la cruz del caballo.

La caballería no reemplazó repentinamente a los carros en los ejércitos asirios; los carros todavía se usaban junto a ellos hasta la destrucción de Asiria. El hecho de que los carros siguieran utilizándose puede parecer sorprendente para la mente moderna acostumbrada a pensar en términos de evolución tecnológica lineal, con cada tecnología siendo reemplazada rápidamente a su vez por una superior. Puede ser significativo que estos últimos carros asirios fueran del tipo pesado de cuatro caballos con cuatro tripulantes blindados, lo que puede indicar que el papel de choque fue el último en ser asumido por la caballería. Aquí los carros pueden haber conservado alguna ventaja debido a su imponente volumen y ruido, lo que habría aumentado su impacto psicológico en el objetivo.

Probablemente, más significativo en la lenta desaparición de los carros fue el hecho de que eran símbolos de prestigio y habían sido el rasgo distintivo más obvio de una élite durante mil años. Es casi seguro que se encontraban en el centro de una red de tradición, costumbre y valor que no se desecharía rápidamente, incluso si se les superaba en un sentido puramente militar. Que el valor de prestigio de los carros era mayor que el del caballo montado lo demuestra el hecho de que continuaron utilizándose como transporte para reyes y generales mucho después de que todos sus otros roles en el campo de batalla fueran usurpados por caballos montados. Sin duda, los antiguos grandes sintieron que el carruaje se adecuaba más a su dignidad, al igual que los modernos se ven más a menudo en limusinas con chófer o automóviles del personal que caminando o andando en bicicleta.

Cuando Sargón II lanzó una campaña contra Urartu en el 714 a. C., el terreno era tan accidentado que los carros fueron los primeros en ser enviados a casa, mientras que el rey continuó con la infantería y la caballería. Sin embargo, el carro del rey se mantuvo, aunque tuvo que ser desmantelado y transportado en algunos lugares. Finalmente, los cansados ​​asirios encontraron al ejército de Urartian de Rushash, que también contenía caballería y carros, desplegados para la batalla en su camino, listos para caer sobre ellos mientras avanzaban en columna. Atrapado en una enorme desventaja y sin tiempo para desplegarse, Sargón en su carro solitario tomó la iniciativa y lideró la vanguardia de la caballería en un ataque preventivo.

Las desdichadas tropas de Assur [Asiria] que habían marchado por una ruta lejana, gemían y estaban exhaustas… No miré hacia atrás, no usé la mayor parte de mis tropas, no alcé los ojos. Con mi carro solo y con la caballería que marcha a mi lado, que nunca se aparta de mi lado en una tierra hostil y hostil... como una poderosa jabalina caí sobre Rushash

Los urartianos rompieron y huyeron con grandes bajas infligidas a los arqueros de infantería y lanceros, así como a su caballería: 'su destrucción lo logré, lo derroté... Sus guerreros que llevaban el arco y la lanza delante de sus pies, la confianza de su ejército, yo sacrificado Su caballería en mis manos tomé y rompí su línea de batalla'. Mientras tanto, Rushash y los carros se refugiaron en su campamento, pero cuando Sargón trajo arqueros y jabalineros, el rey de Urartian abandonó su carro y huyó a caballo.

El relato proviene de una tablilla inscrita que contiene una carta de Sargón II al dios asirio Assur, presumiblemente concebida como una ofrenda de agradecimiento por la victoria. Si bien no es tan detallado como se desearía, al menos demuestra que algunos habían captado uno de los principios fundamentales del uso de la caballería de choque (que presumiblemente se aplicaba también a los carros pesados). Debido a que el impacto físico y psicológico de la caballería sobre un enemigo se multiplica por la velocidad, y debido a que los caballos se convierten en objetivos vulnerables cuando están parados, uno de los principios fundamentales de las tácticas de caballería hasta principios del siglo XX era que la caballería siempre debería atacar en lugar de esperar para atacar. recibir un ataque. El autor de este consejo de un típico manual táctico del siglo XIX sin duda habría aprobado a Sargón.

Su acción se limita a la acción de choque. Por lo tanto, siempre debe atacar; en el momento de hacerlo debe alcanzar su máxima velocidad. Como es impotente en la parada, debe, para defenderse, avanzar siempre al ataque.

Además, la caballería de Sargón no solo se protegía a sí misma. Al usar su velocidad para caer sobre el enemigo antes de que tuvieran tiempo de formular una respuesta, Sargón pudo arrebatarle la iniciativa y salvar a su ejército del desastre.

miércoles, 14 de diciembre de 2022

Reinos franceses: La batalla de Nancy (1477)

La batalla de Nancy o el fin del sueño borgoñón



Hay batallas que permanecen solo en la memoria regional y, sin embargo, han dado forma al rostro de la Europa moderna. El que tuvo lugar frente a Nancy el 5 de enero de 1477 entra perfectamente en esta categoría. Bien conocido en Lorena, un poco menos en Borgoña, es ignorado en gran medida en otros lugares. La razón es simple: esta batalla no entra en la novela nacional francesa. Aquí no hubo derrota ni victoria para las armas del rey de Francia, y la batalla sólo llamó la atención por la eliminación del gran rival de Luis XI, Carlos el Temerario, y la adscripción definitiva del ducado de Borgoña al dominio real.

Esto es olvidar que si Charles hubiera derrotado a la coalición de Lorena y Suiza, habría dado un gran paso para dar una mayor coherencia territorial a sus Estados que ya cubrían los actuales Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo pero también el Nord-Pas de Calais, Franche -Comté, Borgoña y Alto Rin 1. Carlos, que en ese momento no ocultaba sus inmensas ambiciones, pidió al emperador alemán el título de rey de Borgoña. En septiembre de 1473 tiene lugar la reunión en Trier para una coronación. Pero el esplendor y la brillantez de los borgoñones ofenden al emperador que prefiere regresar discretamente a Colonia. No importa, el Temerario espera tener éxito en dar a su hija y única heredera María en matrimonio con Maximiliano, el hijo de Federico III. El emperador no podía entonces negar el título real a Carlos, especialmente si este último se establecía como el señor más poderoso de las marcas occidentales del Sacro Imperio, resucitando a la antigua Lotaringia. Pero para ello debe hacerse con el control del Ducado de Lorena.


David FRANCOIS || L'autre cote de la colline




Los estados de Borgoña (labtailedenancy54/skyrock.com)


Las ambiciones de los audaces.

Fue en 1473 cuando el duque René II se hizo cargo del ducado de Lorena tras la muerte de su primo Nicolás d'Anjou. René solo tiene 22 años pero es un joven que ya tiene experiencia en la guerra ya que luchó por la casa de Anjou en Italia contra los aragoneses. Al llegar a Nancy, tuvo que enfrentarse a una seria amenaza: Borgoña. Carlos el Temerario rodea Lorena con el condado de Borgoña al sur, el actual Franco Condado y al norte Flandes pero también Luxemburgo. Al este, el duque de Austria Segismundo comprometió al duque de Borgoña, a cambio de una gran suma de dinero, sus posesiones en la Alta Alsacia. para Borgoña, apoderarse del ducado de Lorena permitiría reunir en un bloque compacto las diferentes partes del territorio borgoñón y unir Dijon directamente con Bruselas. Y René puede estar preocupado porque Charles comienza a reunir tropas en Thionville.

El duque René, para escapar de la amenaza, se dirige primero al rey de Francia. Pero bajo la amenaza del duque de Borgoña y bajo la influencia en su corte de un partido pro-borgoñón, finalmente accede a tratar con Carlos. Firmó un tratado el 15 de octubre de 1473 que puso su ducado bajo la protección de los Temerarios, le concedió el derecho de paso para sus tropas y le dio cinco lugares de seguridad. Rápidamente las atrocidades de las tropas borgoñonas provocan la ira de la población mientras que René no duda en favorecer los disturbios y los ataques contra los soldados borgoñones.


 
Carlos el Temerario (wikipedia.com)


Mientras tanto, en Haute-Alsace, una revuelta le costó la vida a Pierre de Hagenbach, el alguacil borgoñón. Los suizos luego se unen a los alsacianos y ganan la batalla en Héricourt contra los borgoñones. Carlos, que todavía favorecía sus ambiciones alemanas, puso sitio a Neuss en el Rin en nombre del obispo de Colonia y los refuerzos provenientes del ducado asolaron Lorena a su paso.

El duque René está pensando en cambiar de bando y liberarse de la tutela borgoñona. Luego hizo una alianza con el rey de Francia Luis XI, quien le concedió su protección y prometió no hacer la paz ni la tregua con Carlos sin incluir al duque de Lorena. Este último también hizo una alianza con los pueblos alsacianos pero también con el emperador Federico. El 9 de mayo de 1475, un enviado de René se presentó bajo los muros de Neuss ante el duque de Borgoña para notificarle la declaración de guerra en Lorena.

René conduce su ejército a Luxemburgo con la ayuda de Craon, lugarteniente de Luis XI, luego arrasa las tierras del obispado de Metz, que le es hostil. Pero muy rápidamente la situación se deteriora para la gente de Lorena. Charles the Bold de hecho quiere castigarlos. Para ello abandonó la sede de Neuss, hizo las paces con el emperador pero también con Luis XI que, traicionando al pueblo de Lorena, firmó una tregua de 9 años con los borgoñones el 13 de septiembre de 1475 en Soleuvre. En este momento solo las ciudades de Alsacia aún apoyan a René.

Charles va al ataque. Uno de sus capitanes mercenarios, el napolitano Campo-Basso, se apoderó de Briey. El bastardo de Borgoña ataca desde el sur desde Franche-Comté. El 24 de septiembre, Charles entra en Pont-à-Mousson. Los borgoñones finalmente llegan al mando de Nancy. René, incapaz de defender su ducado e ignorante del Tratado de Soleuvre, acudió al rey de Francia para pedirle, de acuerdo con los acuerdos anteriores, que lo ayudara militarmente. Durante este tiempo, los borgoñones se apoderaron de Lorena: Saint-Dié, Lunéville, Charmes, Épinal cayeron. A René solo le quedaban unos pocos lugares al este, como Saverne pero también Nancy, donde los Temerarios comenzaron el asedio el 24 de octubre. La ciudad está defendida por el bastardo de Calabria, hijo natural del rey René de Anjou, tío del duque René. Tiene unos 3.000 hombres bajo su mando, la mayoría de ellos de Estrasburgo. Pero la ciudad, sin ayuda y donde la comida se está acabando rápidamente, tiene pocas alternativas. Después de un mes de asedio, la guarnición con sus 2.200 soldados alemanes y 500 gascones se rindió el 25 de noviembre de 1475. Carlos entró entonces en la ciudad el 30 de noviembre, día de San Andrés, patrón de Borgoña, y se comportó tan pronto como el soberano . Convoca a los Estados de Lorena e incluso promete que hará de Nancy la futura capital de sus dominios. Parte de la nobleza de Lorena quería creer en los sueños de grandeza del duque de Occidente y se unió a Carlos. un mes de asedio la guarnición con sus 2.200 soldados alemanes y 500 gascones se rinde el 25 de noviembre de 1475. Carlos entra entonces en la ciudad el 30 de noviembre, día de San Andrés patrón de Borgoña y por lo tanto se comporta como el soberano. Convoca a los Estados de Lorena e incluso promete que hará de Nancy la futura capital de sus dominios. Parte de la nobleza de Lorena quería creer en los sueños de grandeza del duque de Occidente y se unió a Carlos. un mes de asedio la guarnición con sus 2.200 soldados alemanes y 500 gascones se rinde el 25 de noviembre de 1475. Carlos entra entonces en la ciudad el 30 de noviembre, día de San Andrés patrón de Borgoña y por lo tanto se comporta como el soberano. Convoca a los Estados de Lorena e incluso promete que hará de Nancy la futura capital de sus dominios. Parte de la nobleza de Lorena quería creer en los sueños de grandeza del duque de Occidente y se unió a Carlos.

Le Téméraire abandonó la ciudad el 11 de enero de 1476 para marchar contra los suizos que aún apoyaban a los alsacianos rebeldes y lucharon contra su aliado el Conde de Romont en el País de Vaud. El 3 de marzo en Grandson, las milicias de la Confederación infligieron una derrota a Charles y se apoderaron de sus cañones y su vajilla de oro y plata. El 11 de junio fue frente a la localidad de Morat que el duque de Borgoña fue nuevamente derrotado por los suizos 2. Entre estos últimos se encuentra René, duque de Lorena, al frente de un destacamento de caballería. El anuncio de las derrotas borgoñonas empujó a los fieles del duque René a actuar en Lorena. Se apoderan de Vaudémont, luego de Mirecourt, Epinal, Luneville. Rápidamente solo quedó Nancy en manos de los Bold. Al regresar, el duque René sitió su capital y la guarnición de Borgoña se rindió el 7 de octubre de 1476.


 
Soldados de Borgoña (centerblog.net/soldats.htm)


Comienzos de la batalla.

Durante este tiempo, dos ejércitos borgoñones descienden sobre Lorena, uno procedente de Flandes y el otro de Borgoña bajo las órdenes de los Temerarios, es decir, de 10 a 12.000 soldados. Pero el duque de Lorena, en inferioridad numérica, evita la lucha en Pont-à-Mousson y prefiere retirarse en Alsacia o en Suiza para formar un ejército capaz de enfrentarse a Carlos. Este último vuelve a poner sitio a Nancy y se instala en la comandancia de Saint-Jean. Tiene con él un impresionante ejército de 20.000 hombres. Pero los habitantes prometieron a René defenderse y aguantar el mayor tiempo posible. La artillería borgoñona causa estragos en las defensas pero la ciudad resiste.

A finales de noviembre René está en Basilea para convencer a los cantones suizos de que le ayuden en su lucha. Luego fue a Lucerna y Berna, donde prometió grandes sumas a los suizos. En Alsacia, Guillaume Herter de Estrasburgo también accede a ayudar a René. Este último luego le da al Chevalier de Suffren la orden de ir a su capital sitiada para anunciar que viene ayuda. Suffren intenta romper las líneas de Borgoña pero falla y Charles lo condena a la horca. Sin embargo, la situación se deteriora para los borgoñones que no se han tomado la molestia de controlar el campo donde se desarrolla una guerra de guerrillas organizada por caballeros leales al duque René. El asalto de Borgoña contra las murallas de Nancy el 26 de diciembre es un fracaso y cuesta un tercio de la fuerza del Téméraire.


 
René II al frente de las tropas suizas (wikipedia.com)


Abastecer a las tropas de Borgoña también se volvió cada vez más difícil ya que el invierno resultó ser particularmente duro. Mercenarios al servicio de Carlos como el napolitano Cola II de Monteforte Conde de Campo-Basso traicionan y tratan en secreto con el enemigo francés y lorena. Sobre todo, llega un ejército de socorro de Lorena. Este ejército dirigido por René tiene alrededor de 9.000 soldados. La mayoría de los hombres son mercenarios suizos pero también hay alsacianos. Este ejército parte el 26 de diciembre y llega cerca de Nancy el 3 de enero de 1477. Las bandas de Lorena que deambulan por el campo se unen al ejército de René, que pronto reúne 18.000 soldados. Las tropas llegan a San Nicolás, donde los suizos masacran a conciencia a todos los soldados borgoñones que encuentran. VS' es donde Campo-Basso se unió a René el 1 de enero con su condotta. Le dijo a Charles que se adelantaría a los refuerzos de Flandes. René lo envió al norte de Nancy para proteger los puentes de Bouxières-aux-Dames y Condé-sur-Moselle para cortar la posible retirada de las tropas de Carlos hacia Metz.

El duque de Lorena lideró entonces un ejército de unos 20.000 hombres, principalmente de Suiza y Alsacia. Charles tiene con él entre 6.000 y 10.000 soldados, incluidos mercenarios holandeses, saboyanos, ingleses e italianos.

Del lado de Lorena, la caballería está bajo el mando de René y su mariscal, el conde Oswald de Thierstein. Los 6.000 piqueros, alabarderos y culebrinas suizos que componen el grueso del ejército de Lorena provienen principalmente de Zúrich, Lucerna, Berna, pero también de Schaffouse, Solothurn, Appenzell, Friburgo, Unterwalden y Uri. El Lucerna Henrich Hassfurter, el Zúrich Hans Waldmann y el bernés Brandolfe de Stein encabezan el contingente de los cantones suizos. Los alsacianos bajo las órdenes de Guillaume Herter y los Baslers proporcionaron cada uno un contingente de infantería. El abad de Saint-Gall, el conde Eberhard de Württemberg y las ciudades de Schaffhausen y Rothweil envían jinetes. Para completar este repaso no debemos olvidar a los 300 jinetes del condottiere Campo-Basso.


 
Soldados suizos (Wikipedia.com)

El ejército de Borgoña perdió su brillo después de las derrotas de Nieto y Morat. Ya no está a la altura de las ambiciones de Bold. Sin embargo, puede contar con capitanes como su hermano el gran bastardo Antoine, Philippe de Croy, conde de Chimay, Engelberg, conde de Nassau-Dillenburg, Frédéric de Florsheim, conde de Baden, Philippe de Hochberg, conde de Neufchâtel y Olivier de la Marche. Dos cuerpos de caballería comandados por Josse de Lalaing y el condotiero napolitano Jacques de Galeotto están presentes, mientras que piezas de artillería pero también arqueros ingleses montados completan el conjunto.

La batalla.

Le Téméraire quiere dar batalla y reúne sus tropas a primera hora de la mañana del 5 de enero. Monta su caballo negro llamado Moreau y, según la leyenda, cuando su escudero le entrega el casco, la cimera del león dorado que lo corona se desprende y cae al suelo. Charles entonces habría pronunciado estas pocas palabras en latín Hoc est signum Dei(esto es un presagio de Dios). Abandona su campamento donde deja un pequeño destacamento y toma la carretera que viene de Jarville y que lleva de Saint-Nicolas a Nancy. En el nivel del arroyo Madeleine, Charles se encuentra en una altura. Colocó su ala izquierda a lo largo del Meurthe bajo el mando del italiano Jacques Galeotto. En la altura donde se encuentra Charles instala el centro de su ejército que está bajo su autoridad directa. En un pequeño montículo cercano está la artillería borgoñona 3 colocada para barrer el camino a San Nicolás y justo detrás de ella los arqueros ingleses. El ala derecha está entre el arroyo Madeleine y los bosques de Saurupt bajo las órdenes de Josse de Lalaing. El Meurthe protege el flanco derecho y el bosque el flanco izquierdo del dispositivo.


 
Mapa de la Batalla de Nancy (Wikipedia.com)


En Nancy, los sitiados intentan aprovechar la nueva situación para intentar una salida a las 7 de la mañana. Con fajinas consiguieron prender fuego a las tiendas del campamento borgoñón y volvieron a refugiarse tras las murallas de la ciudad. El duque René lidera su ejército. Pasa por Laneuveville y se detiene al sur de Jarville para formar el plan de batalla. Dos desertores borgoñones revelan la disposición de las tropas de Le Téméraire. La gente de Lorena entendió rápidamente que el flanco derecho sostenido por la caballería de Lalaing era la clave para la batalla que se avecinaba.

A causa de la niebla, los borgoñones no vieron llegar a las tropas lorenas. René deja un pequeño grupo que debe atacar directamente el campamento de Bold. Esta tropa debe ser seguida por carretas y equipajes para hacer creer a Charles que es frente a él donde llegará el grueso del ejército enemigo. Durante este tiempo, una vanguardia comandada por Vautrin Wisse, señor de Rosières-aux-Salines, tomó un pequeño cruce que rodeaba el bosque de Saurupt, cruzó el arroyo de Heillecourt, cruzó el arroyo de Jarville y luego avanzó al amparo del bosque. de Saurupt para llegar al borde del bosque a un kilómetro de las posiciones de Borgoña. René conduce el grueso de su ejército por la misma ruta. fuertes nevadas, el cruce de riachuelos crecidos por las precipitaciones y que por un frío gélido dificulta este avance. Pero gracias a este movimiento, cerca de 400 de caballería, 4.000 culebrinas, 4.000 piqueros, 3.000 alabarderos y 2.000 de infantería se encontraron en el flanco derecho borgoñón sin que los capitanes del Negrita lo supieran. Efectivamente, la nieve ha ocultado la maniobra y los borgoñones se enfrentan a las tropas que atacan desde la carretera Nancy-Saint Nicolas y que además son repelidas sin dificultad por los cañones borgoñones. Solo se dan cuenta de la estratagema cuando los lorenses que han cruzado el bosque llegan detrás de ellos. El movimiento rotatorio es un éxito y cuando suenan los cuerpos suizos la derrota borgoñona parece inevitable. son cerca de 400 de caballería, 4.000 culebrinas, 4.000 piqueros, 3.000 alabarderos y 2.000 de infantería que se encuentran en el flanco derecho borgoñón sin que los capitanes del Negrita lo sepan. Efectivamente, la nieve ha ocultado la maniobra y los borgoñones se enfrentan a las tropas que atacan desde la carretera Nancy-Saint Nicolas y que además son repelidas sin dificultad por los cañones borgoñones. Solo se dan cuenta de la estratagema cuando los lorenses que han cruzado el bosque llegan detrás de ellos.

Efectivamente, a primera hora de la tarde se da la orden de ataque. Los suizos caen sobre el ala derecha borgoñona de Josse de Lallaing, que es rápidamente superada y masacrada. En el ala izquierda, Galeotto no tuvo más remedio que cruzar el vado de Tomblaine y retroceder hacia Metz. Solo las tropas dirigidas por el duque Carlos permanecen en el campo de batalla. Su artillería es incapaz de repeler a los atacantes que abruman a los defensores con su número. Los culveriniers suizos avanzaban descargando sus municiones, seguidos por los alabarderos y piqueros que masacraban a los borgoñones que aún quedaban con vida. Algunos se defienden desesperados mientras que otros buscan salvarse huyendo hacia su campamento cerca de la Comandancia de Saint-Jean. VS'

Los soldados de Le Téméraire ahora están atrapados entre la gente de Nancy y el ejército de René, encerrados en el triángulo formado por Meurthe y Moselle. Para salvarse tuvieron que cruzar sus dos ríos tomando los puentes de Bouxières-aux-Dames y Condé-sur-Moselle. Pero ahí es donde están los hombres de Campo-Basso, el mercenario italiano que traicionó a Carlos. Captura a todos los borgoñones que encuentra y luego los lleva a Commercy dejando tiempo a los suizos para ir a esta ciudad donde masacran a unos 600 prisioneros. Los soldados borgoñones que se escondieron en el bosque de La Haya fueron asesinados por campesinos o hechos prisioneros. Sin embargo, un puñado logra cruzar el Meurthe o el Mosela para finalmente encontrar refugio en Metz.

Según los cronistas, se encontraron cerca de 6.000 cadáveres de Borgoña en el campo de batalla, lo que representa casi 2/3 de la mano de obra de Bold. La derrota es completa y va acompañada de una carnicería sangrienta. En Nancy, como en el enfrentamiento de Morat, la batalla sigue un escenario similar: los borgoñones, superados en número, son sorprendidos, se produce el pánico y una terrible matanza.

René persiguió a los vencidos hasta el puente de Bouxières, luego tomó la dirección de Nancy. Al día siguiente, 6 de enero, Día de Reyes, los habitantes organizan festejos mientras los suizos piden volver a casa. El duque de Lorena los acepta y los acompaña a Lunéville.


 
La muerte del audaz de Eugène Delacroix (patrimoine-de-lorraine.blogspot.com)


El fin del Gran Duque de Occidente.

Queda un misterio: ¿dónde está el Gran Duque de Occidente Carlos el Temerario? Algunos dicen que llegó a Metz, pero otros dicen que murió en el campo de batalla. En la noche del 6, un joven paje de Carlos, Baptiste Colonna, descendiente de la famosa familia romana, fue llevado ante el duque René, quien afirmó haber visto caer al Negrita cerca del estanque de Saint-Jean. El 7 de enero comienza la búsqueda. Cerca del estanque, en un prado pantanoso, el prado de Virelay, hay unos quince cadáveres desnudos y desfigurados por los golpes y el frío. Los cuerpos son examinados y el de Le Téméraire es reconocido por su médico portugués, Lopo da Guarda, gracias a la cicatriz de la herida en el cuello recibida durante la batalla de Monthléry. A esto se suma un golpe de alabarda que le provocó una gran herida desde la oreja hasta la boca. Los lobos devoraron la otra mitad de la cara. Las piernas están perforadas con estocadas de lanza.

 
El descubrimiento del cuerpo de Le Téméraire (gazette-cotedor.fr)


No es posible saber los motivos de la muerte del Duque. Es posible que al ver la derrota, abandonó el campo de batalla para intentar unirse a la comandancia de Saint-Jean y luego a Bouxières-aux-Dames. Debe haberse detenido en el prado al borde del estanque donde se le une una tropa enemiga y comienza la lucha. El sieur de Biévres cae a su lado dando, en vano, su vida por su señor. Charles, herido, también cayó y según la leyenda fue el señor de Saint-Dié, Claude de Bauzemont, quien lo remató con un hacha en la cabeza.

El cuerpo de Le Téméraire se saca del hielo y luego se exhibe en Nancy. René fue a verlo y ordenó un funeral principesco que tuvo lugar el 12 de enero. René también hizo erigir una magnífica tumba donde descansó el cuerpo del duque Carlos hasta 1550 cuando, a petición de Carlos V, el cuerpo fue trasladado a Brujas.

Las consecuencias de la derrota son inmensas ya que conduce a la desaparición del poder borgoñón. Luis XI se apoderó de la propia Borgoña, pero también de Artois y Franche-Comté. Marie de Bourgogne, la única hija de Bold, se quedó solo con los Países Bajos que, tras su matrimonio con Maximilien de Habsbourg, entraron en el redil austriaco. El sueño de un Estado borgoñón, de una potencia a caballo entre Francia y Alemania, se derrumbó en Nancy el 5 de enero de 1477. Nunca se materializaría mientras los territorios que podrían haberlo compuesto fueran todavía, durante algunos siglos, terreno privilegiado de las grandes batallas europeas. .


Bibliografía

-Pfister. M, La Batalla de Nancy , Imprenta Central Oriental, Nancy, 1892.
-Pierre Frederix, 5 de enero de 1477 - La muerte de Carlos el Temerario , Gallimard, 1966.
- Quinientos años de la Batalla de Nancy (1477): actas del coloquio de Nancy, 22-24 de septiembre de 1977 organizado por el Instituto de Investigación Regional en Ciencias Sociales, Humanas y Económicas de la Universidad de Nancy II, Nancy, Eastern Annals , 1979.
-Olivier Petit , “La batalla de Nancy” en Historia medieval, n°55, julio de 2004.



1 Sobre el poder de Borgoña, véase Bertrand Schnerb, The Burgundian State, 1363-1477 , Perrin, 1999.
2 Sobre la batalla de Morat remitimos al lector a la entrevista de Pierre Streit realizada por Adrien Fontanellaz en este blog: http://lautrecotedelacolline.blogspot.ch/2013/05/interview-de-pierre-streit-la-bataille.html 3 Sobre la artillería de Borgoña, véase Michael Depreter, From Gavre to Nancy, 1453-1477: Burgundian artillery on the road to modernity , Turnhout, Brepols, 2011.

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Invasión mongola: ¿Por qué eran imparables?

¿Qué fue lo que hizo que los guerreros mongoles fueran tan imparables?

War History Online




Por Jay Hemmings, autor invitado

Para aprovechar al máximo lo que un caballo puede ofrecer en términos militares, un jinete tiene que ser un excelente jinete.

Genghis Khan y sus guerreros mongoles fueron una de las fuerzas militares más poderosas de toda la historia de la humanidad, conquistaron un área de más de nueve millones de millas cuadradas en el siglo XIII y subyugaron a casi una cuarta parte de la población mundial.

Parecía que ningún reino o imperio podría enfrentarse a ellos. Los mongoles ganaron victoria tras victoria, aplastando a cualquier ejército que intentara detenerlos. La forma en que pudieron lograr una hazaña tan monumental y ganar batalla tras batalla se debió a una serie de factores, pero en el centro de su inmenso éxito estaba el poderoso arquero montado de Mongolia.

Los mongoles bajo el mando de Genghis Khan desplegaron una enorme fuerza de caballería esencialmente ligera, quizás la más grande jamás vista en la historia. Además, cada arquero montado tenía cuatro o cinco caballos entre los que cambiaba a lo largo de un día, asegurándose de que ningún caballo se cansara demasiado y trabajara demasiado.

De esta manera, los ejércitos mongoles pudieron cubrir grandes distancias en poco tiempo y superaron a sus enemigos por un gran margen. Una gran fuerza mongola podría cubrir fácilmente 60 millas o más durante un día, con fuerzas exploradoras especializadas capaces de cubrir hasta 200 millas en un día.


Genghis Khan

Este tipo de movilidad era inaudito en el siglo XIII y dio a los mongoles una ventaja increíble sobre sus enemigos.

Pero, ¿cómo pudieron cubrir estas vastas distancias y lograr tales niveles de movilidad, incluso con cuatro o cinco caballos por guerrero? La respuesta a esa pregunta radica tanto en los caballos que usaron como en los hombres que los montaron.

Los caballos que usaban los mongoles eran pequeños y ligeros. Habrían sido considerados ponis en comparación con monturas más grandes, como los poderosos caballos montados por los caballeros europeos contemporáneos.


Los mongoles usando bombas de pólvora chinas durante las invasiones mongoles de Japón, 1281

Sin embargo, a los pequeños caballos de los mongoles no les faltaba velocidad y eran bestias excepcionalmente resistentes, capaces de resistir climas extremos y pastar casi cualquier hierba disponible. Esto significaba que se podía mover una gran cantidad de caballos sin tener que preocuparse por llevar forraje para ellos. Literalmente, podían vivir de la tierra dondequiera que fueran.

Curiosamente, un período de cambio climático en el siglo XIII puede haber contribuido al éxito de las hordas mongoles.

Un estudio reciente publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Science indica que el ascenso de Genghis Khan y su imperio en rápida expansión ocurrió justo después de un período de cambio climático significativo en la estepa mongol.


Un soldado mongol llamado Ayusi de la alta era Qing, por Giuseppe Castiglione, 1755

En los años previos al ascenso de Genghis Khan, un período prolongado de sequía dio paso a un período de lluvias abundantes y temperaturas suaves, lo que habría significado que las hierbas de la estepa florecieron, proporcionando abundante alimento para las decenas de miles de caballos de los ejércitos mongoles errantes.

Por supuesto, para aprovechar al máximo lo que un caballo puede ofrecer en términos militares, un jinete tiene que ser un excelente jinete, y los arqueros montados mongoles fueron algunos de los mejores jinetes que el mundo haya visto.

No sería exagerado afirmar que crecieron en la silla de montar. Eran nómadas por naturaleza y aprendieron a montar y cazar a caballo desde una edad muy temprana. Al igual que sus caballos, eran personas resistentes que podían vivir fácilmente de la tierra y hacer caso omiso de las condiciones difíciles en el campo.


La batalla de Oroi-Jalatu en 1755 entre los ejércitos Qing (que gobernaban China en ese momento) y los mongoles Dzungar. La caída del kanato de Dzungar

Debido a que estaban tan bien adaptados a la vida en la silla de montar, no solo podían cubrir grandes distancias a caballo, sino que también podían realizar tremendas hazañas de agilidad y velocidad en sus caballos, lo que se traducía perfectamente en maniobras rápidas en la batalla.

Además, debido a que los guerreros mongoles solían tener una armadura ligera, prefiriendo el cuero ligero o la armadura de tela acolchada al acero (aunque también hicieron uso de unidades fuertemente blindadas para cargas de choque), pudieron moverse con velocidad y maniobrar fácilmente.


Hulagu Khan con el arco compuesto más antiguo utilizado durante la época de la conquista de los mongoles. Es de menor tamaño y no tiene puentes de cuerdas.

Los arcos que usaron también contribuyeron en gran medida a su destreza militar. Los arcos mongoles eran arcos recurvados compuestos hechos de hueso, madera y tendones. Si bien pueden haber parecido pequeños, especialmente en comparación con algo así como un arco largo inglés de seis pies, estos arcos eran capaces de tener un alcance y una potencia tremendos.

Con un alcance efectivo de más de 400 yardas y capaces de disparos precisos de hasta 200 yardas, los arcos mongoles eran indudablemente armas mortales, especialmente en las manos de un arquero que había sido entrenado en su uso desde una edad temprana.


Este c. La pintura de 1280 representa a un arquero disparando un arco tradicional mongol a caballo en la esquina superior izquierda.

Armados con estas armas, los ágiles y veloces ejércitos mongoles podían flanquear o rodear fácilmente a un ejército enemigo, haciendo llover una tormenta de flechas mortales sobre ellos.

En términos de táctica, los mongoles eran maestros en estrategia. Elegirían campos de batalla y lucharían en terrenos que podrían usar a su favor, en lugar de dejarse arrastrar a la batalla en terrenos inadecuados para su estilo de guerra.

Si la batalla ocurriera en un terreno inadecuado, fingirían una retirada o una huida para atraer al ejército contrario, a menudo a grandes distancias, a un lugar que se adaptara mejor a sus tácticas. Luego se darían la vuelta y los aniquilarían.


En el siglo XVIII, aunque la dinastía Qing mantuvo el tiro con arco con fines militares, muchos grupos mongoles habían cambiado sus arcos por armas de fuego. Este grabado muestra a la mayoría de los Dzungars de Mongolia Occidental (lado derecho) armados con mosquetes, mientras que sus enemigos Qing están armados principalmente con el Arco Manchú.

Un factor importante en su superioridad táctica fue el hecho de que estaban dispuestos a aprender de las personas que conquistaron. Si hubiera ideas y estrategias pertenecientes a sus enemigos que los mongoles consideraran beneficiosas, las adaptarían a su propio uso.

Por ejemplo, los mongoles emplearon a expertos en asedio chinos y jwarzameianos para construir maquinaria de asedio compleja y diseñar estrategias al sitiar ciudades fuertemente fortificadas.


Batalla de Vâliyân (1221). Jami ’al-tawarikh, Rashid al-Din.

La meritocracia y el espíritu de igualitarismo también contribuyeron enormemente a su éxito militar. Cada soldado mongol tenía derecho a compartir el botín de guerra, e incluso los comandantes de alto rango debían realizar tareas serviles.

Cualquier hombre que mostrase promesa y talento y que trabajara y luchara duro podía ser ascendido. Los generales no eran, como en el resto del mundo, hombres de noble cuna que habían nacido en sus posiciones, sino guerreros que mostraban un talento excepcional para el mando y la elaboración de estrategias. Su lugar y circunstancias de nacimiento eran irrelevantes.


Terken Khatun, emperatriz del Imperio Khwarazmian, conocida como "la reina de los turcos", cautiva por el ejército mongol.

Los mongoles también se aseguraron de que las lealtades tribales fueran eliminadas de la ecuación separando a los hombres, especialmente a los de los pueblos conquistados, que eran propensos a rebelarse, de sus amigos y miembros de su tribu o grupo étnico. Estos hombres serían puestos en unidades con extranjeros y extraños.

Sin embargo, los mongoles permitieron que los conquistados conservaran muchas de sus costumbres nativas. Todas las creencias religiosas fueron toleradas y nadie se vio obligado a convertirse a una nueva religión. De esta manera, se resolvieron las barreras de la cultura y la tribu, y estos hombres forjaron nuevos lazos de hermandad con los hombres de su unidad.

Las unidades se organizaron estrictamente de acuerdo con los números. El más pequeño era un arvan, que constaba de diez hombres, y esto llegaba hasta un tumen, una división de diez mil guerreros.



La disciplina también era extremadamente estricta. Si bien los mongoles eran justos y aceptaban los principios del igualitarismo, sabían que un ejército sin disciplina sería inútil. Los castigos incluso para las infracciones más leves eran rápidos y duros, siendo la muerte un castigo común incluso para los delitos leves. De esta manera, las tropas se mantuvieron bien disciplinadas y leales.

El rotundo éxito militar de las hordas mongoles fue una hazaña casi inigualable en la historia, pero sin la extrema movilidad, dureza, disciplina y lealtad de los jinetes que componían la mayor parte de los ejércitos mongoles, Genghis Khan y sus sucesores nunca lo hubieran logrado. que hicieron.

miércoles, 23 de noviembre de 2022

Argentina: Los caballos cimarrones de Sierra de la Ventana

El secreto que guardan los caballos salvajes de Sierra de la Ventana y la importancia de preservarlos

En un paisaje bonaerense serrano de 6700 hectáreas, la mayoría de ellas donadas en 1936 al Estado por Ernesto Tornquist (lo que fuera en ese entonces su estancia La Blanqueada), viven unos 600 caballos salvajes, descendientes de aquellos primeros que llegaron a nuestro país. En torno de ellos, se generó una gran polémica entre biólogos, guardianes del predio, criadores, amantes y proteccionistas de equinos a partir de la reciente presentación de una ponencia doctoral sobre cómo manejar a los caballos cimarrones.

La propuesta -como ya sucedió en 2007 durante el gobierno de Felipe Solá, cuando se sacrificaron 80 caballos y se destinó el resto a Remonta y Veterinaria- sería eliminar una parte de los ejemplares y enviar algunos a escuelas de equinoterapia y otros destinos, algo muy poco viable para caballos que jamás han sido amansados y viven en total libertad.

Cuenta con el apoyo de biólogos y custodios del parque, quienes aseguran que las manadas se reproducen sin control y que destruye el “pastizal pampeano serrano”, su último reducto, y en consecuencia “compite con los animales nativos que se quedan sin alimento”.

La historia

Pero estos caballos no son otros que descendientes de los primeros habitantes equinos de América, de raza ibérica, un compuesto genético de caballos del valle del Guadalquivir, rocines, jacas de trabajo del norte de la península y barberiscos del norte de África. Algunos de ellos se escapaban de las misiones y formaban manadas que se reproducían en las grandes praderas, al norte y al sur, adonde eran capturados y domesticados por indígenas.

Y no solo eso: el linaje de estos cimarrones es aún más notable, ya que descienden de la misma manada de la que provienen nuestros Mancha y Gato, esa pareja que, desde Buenos Aires, recorrió 21.000 km y llegó un 20 de septiembre de 1928 a la ciudad de Nueva York; es decir, de la sangre más pura y rancia que se conozca de nuestros equinos.

Aimé Tschiffely con el caballo Mancha en Nueva York

La historia comenzó en 1911, cuando el veterinario y productor Emilio Solanet viajó a los altos del río Senger, en Chubut, a comprar caballos que no estuvieran mestizados, pertenecientes a la tribu de los indios tehuelches Liempichún. Trajo en arreo una selección de 85 yeguas indias y padrillos, entre los que había un gateado y un manchado overo: los célebres Mancha y Gato. En su camino de vuelta, regaló a su amigo Tornquist un padrillo y una yegua de la manada.

Años después, llegó a la estancia El Cardal de Solanet para comprar dos caballos criollos el gringo radicado en la Argentina Aimé Félix Tschiffely, un profesor de inglés de Quilmes que quería cumplir la proeza de unir las tres Américas a caballo. “Quiere llegar a Nueva York y no llegará ni a Rosario” , dicen que dijo en un primer momento, pero que finalmente, y ante la insistencia y entusiasmo del suizo, terminó creyendo en él y le regaló a Mancha y Gato, de 15 y 16 años, respectivamente.

Décadas después, cuando Tornquist donó sus tierras a la Provincia y se creó el parque provincial que lleva su nombre, vivían allí los descendientes de aquellos caballos regalados por su amigo Solanet y sobre los que ahora se cierne una nueva amenaza. La inquietud corre entre criadores de caballos, proteccionistas, amantes de los animales en general y de los caballos en particular.

La manada de caballos que habita en el Parque Tornquist de Sierra de la Ventana

Coalición

Las ONG de rescate equino decidieron unirse en defensa de los cimarrones. “Entendemos que la reproducción sin control de los caballos es perjudicial, pero solicitamos que el control de dicha especie sea realizada sin sacar un solo ejemplar del parque. La castración de machos padrillos y potros es la única solución de largo y mediano plazo para la problemática”, afirma el veterinario Edgardo Di Salvo, miembro de esta coalición.

“La realidad es que se desconoce un trabajo serio y bien realizado con esta manada”, agrega Raúl Etchebehere, presidente de la Asociación de Caballos Criollos. “Sería importante preservar los caballos como patrimonio cultural. Son parte de nuestra historia. Solanet fue especialmente a buscar los caballos del cacique tehuelche, que él sabía que no estaban mestizados. En el camino le deja a Tornquist algunos, y los cimarrones del parque descienden de ellos. Son los únicos que se conocen de esa procedencia”, detalla.

Emiliano Ezcurra, expresidente de la Administración de Parques Nacionales y actual director del Banco de Bosques, explica: “Es una situación muy injusta. Los animales no tienen la culpa de estar generando daño en desmedro de pastos y de otros animales, pues es debido al descalabro que hemos hecho los humanos. Nadie quiere hablar acerca del tema ni tomar medidas, lo que deriva siempre en situaciones graves. Las vacas y los caballos no deberían estar dentro de las áreas protegidas, eso es una realidad, pero en nuestro país tenemos mucho espacio para reubicarlos y evitar así que terminen siendo cazados por guardaparques, como sucedió en el Parque Patagonia. Sin embargo, jamás se ha hecho un trabajo serio con ellos. Hay que intentar ubicarlos en un espacio para ellos, adonde no compitan con el resto”.

Monumento a Aimé Tschiffely, Gato y Mancha, en Ayacucho

Desde el Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, del que depende directamente el parque de Sierra de la Ventana donde viven los 600 caballos salvajes, no respondieron a LA NACION para esta nota.

Todas las razas autóctonas americanas fueron hijas de los caballos ibéricos. La cultura del cowboy y del gaucho, del ganadero de grandes espacios, son una herencia directa de los españoles que terminó uniendo a todos las culturas y convirtiendo al caballo en un animal emblemático de América. Preservar a esta manada de cimarrones sería también proteger nuestra identidad a través de nuestros animales.

jueves, 17 de noviembre de 2022

La importancia crucial de la caballería: Batalla de Klushino

Batalla de Klushino

Weapons and Warfare




Hubo algunas batallas de campo decisivas y de gran escala en las guerras del teatro báltico (Orsza, Klushino, Dirschau, Varsovia, Kliszow, etc.), pero no proporcionan una prueba clara de la superioridad de las tácticas de línea mauricianas; esto es cierto incluso en muchas de las batallas de Gustavo II Adolfo, en parte porque el terreno a menudo era demasiado accidentado para facilitar las tácticas de línea, las tropas carecían del entrenamiento para dominar más que los sistemas de tiro más elementales, y porque los comandantes aún preferían confiar en la acción de la caballería para decidir el resultado final. En Kirchholm y en Klushino, la caballería húsarz polaca derrotó a fuerzas mucho mayores de mosqueteros y piqueros suecos y escoceses. Excepto en las fuerzas suecas y mercenarias, las picas no se usaban mucho: la infantería jenízaro, haiduk y strelets prescindía en gran medida de ellas.



Las batallas de Kokenhausen y Kircholm ilustran los efectos devastadores que una carga de húsares oportuna y dirigida con precisión podría tener incluso contra un enemigo mucho más grande. Los dos enfrentamientos también ilustran la marcada superioridad que tuvo la carga de caballería pesada concertada durante este tiempo sobre la caballería occidental aún entrenada en el caracol. Sin embargo, es importante tener en cuenta que ninguna de las dos victorias se habría logrado si no fuera por la estrecha coordinación de infantería, artillería y caballería necesaria para crear las condiciones perfectas para que Husaria atacara con eficacia. Afortunadamente para Husaria, a principios del siglo XVII, el ejército polaco tuvo la suerte de haber sido dirigido por una serie de tácticos de campo de batalla verdaderamente brillantes. De hecho, solo cuatro años después de Kircholm en la Batalla de Klushino en 1610, Stanislaw Zolkiewski, a pesar de ser superado en número cinco a uno,



Para Husaria, su papel crucial en victorias tan espectaculares como Kircholm, Klushino y Chocim consolidó su importancia como el brazo de élite del ejército polaco. La última batalla en particular, en la que a veces se enfrentaron a las murallas junto a la infantería, les valió una reputación de soldados universales que podían desempeñar cualquier papel en el campo de batalla cuando fuera necesario. No es sorprendente que el éxito y el prestigio de Husaria, junto con su noble pedigrí y el hecho de que eran la única unidad puramente polaca (y lituana) en el ejército, pronto fomentaron una cultura y tradición de regimiento marcadamente diferente de cualquier otra unidad en la Commonwealth o de hecho en Europa.

Los asedios eran más comunes que las batallas campales y, hasta principios del siglo XVIII, la captura de las fortalezas enemigas se consideraba un objetivo de campaña más importante que el desgaste o la destrucción de los ejércitos enemigos. Hasta mediados del siglo XVII, cuando algunas ciudades de la costa báltica fueron fortificadas con obras traza italianas, la mayoría de las trenzas eran antiguas fortalezas de piedra con muro cortina y no muy grandes (con la excepción de Ivangorod y Smolensk), o, como en Moscovia y Lituania , empalizadas o fortalezas de madera de estilo ostrog con torres altas. Uno podría suponer que ambos tipos son más vulnerables a los bombardeos que la trace italienne, excepto que las fuertes lluvias y la congelación temprana del suelo dificultaron la excavación de trincheras para acercar los cañones de asedio a la pared. Las armas se movían y colocaban con mayor frecuencia detrás de líneas de gaviones móviles que a través de accesos de trincheras y detrás de reductos fortificados. 2 La lluvia y las heladas también complicaron la minería. Las habilidades de artillería antes de mediados del siglo XVII parecen haber sido bajas; puede haber artilleros de buen ojo que sabían por experiencia o intuición cómo apuntar una pieza, pero había poca evidencia de que el conocimiento de los principios de la artillería científica se hubiera extendido por Europa del Este. Aunque los moscovitas siguieron la práctica otomana de adquirir un gran número de cañones de bombardeo pesado (Russ. stenobitnye pushki, Turk. balyemez), estos no parecen tener éxito garantizado en el asedio de castillos y fortalezas enemigas.

Un ejemplo espectacular y decisivo de traición por parte de mercenarios que cambiaron de bando en medio de la batalla ocurrió en Klushino en 1610 cuando Vasilii Shuiskii fue traicionado por los suecos de De la Gardie, cuyo pago estaba atrasado. Esto abrió el camino a Moscú para los polacos.




Cuando la Commonwealth le dio a Carlos IX motivos para cuestionar su invasión de Livonia, las cosas comenzaban a desmoronarse en la frontera oriental una vez más. Iván el Terrible pudo haber sido una pesadilla en vida, pero muerto fue una catástrofe, un hecho que la larga frontera de Moscovia con la Commonwealth se convirtió en otra guerra.

Iván IV, en uno de sus muchos ataques de resentimiento, supuestamente golpeó a su hijo mayor con un bastón durante una feroz discusión, matándolo. Cualquiera que sea la verdadera causa de la muerte de Ivan Ivanovitch, dejó al tonto hijo del zar como el único heredero. Fedor I subió al trono en 1584, marcando el comienzo de un período de caos total que se conoció como la Era de los Trastornos.

El enfermizo Fedor continuó con la ayuda de su primer ministro, Boris Godunov, quien fue proclamado zar tras la muerte de Fedor en 1598. Pero sin una legitimidad intachable y frente a un estado que había estado en declive desde la Guerra de Livonia, Godunov luchó contra la resistencia a su regla Irónicamente, su mayor amenaza provino de un cadáver: una serie de tres pretendientes que decían ser Dmitry, un hijo de Iván el Terrible que supuestamente había muerto en 1591, perjudicó la estabilidad de Moscovia.

Cuando Godunov murió en 1605, no había logrado derrotar al "primer Dmitry", cuyos seguidores lo colocaron en el trono y luego lo asesinaron en 1606 por casarse con una polaca y llenar la capital con desagradables influencias extranjeras. Vasilii Shuiskii, un boyardo o aristócrata ruso, fue elevado a zar, y su primera orden del día fue la destrucción de no menos de otros dos Dmitrys y sus entusiastas seguidores. Bedlam reinó en Moscovia.

Desde la perspectiva de Segismundo III, la situación era delicada. Después de todo, la Commonwealth ya estaba en guerra con Suecia. Pero los disturbios en Moscú estaban atrayendo a polacos y lituanos que se habían dedicado a uno u otro de los Dmitry y que ahora, gracias a la creciente consternación y xenofobia rusa, estaban siendo asesinados en el caos. El primer Dmitry había sido católico y, por lo tanto, los rusos ortodoxos lo consideraban un intruso respaldado por Polonia, una nación mayoritariamente católica. Las cosas en Moscovia estaban tomando una fea dirección sectaria.

Impulsado por esto, así como por la firma de una nueva alianza ruso-sueca, Sigismund optó por la guerra contra Moscovia en 1609. La principal en su lista de prioridades era Smolensk, la poderosa fortaleza cerca de la frontera de Moscovia con Lituania, cuya conquista colocaría el estado libre asociado en una posición negociadora ideal. Comenzó las operaciones de asedio en su contra en 1609, un año antes de que su hetman Stanislaw Zolkiewski obtuviera su espectacular victoria en Klushino contra enormes probabilidades. Las cosas tomaron un giro decisivo cuando un grupo de boyardos en Moscú, después de haber derrotado a Vasilii Shuiskii, eligió al hijo de Segismundo, Wladyslaw, como zar.

Smolensk, junto con Danzig, la ciudad más grande de Polonia, era uno de los lugares más fortificados de Europa. Entre 1595 y 1602, los rusos emprendieron la modernización de las defensas de la ciudad y se embarcaron en uno de los proyectos de construcción más grandiosos de la historia europea. El resultado fue una fortaleza que Segismundo, con 22.000 hombres y una treintena de cañones pesados, no pudo tomar en menos de dos años.

Pero tómelo, lo hizo, abriendo todo Moscovia a la invasión. En uno de los capítulos más notorios de la historia rusa, una guarnición de polacos ocupó Moscú hasta 1612. Aunque finalmente una población enfurecida los obligó a someterse por hambre, el evento sirvió como punto culminante de la interminable lucha de Polonia contra Moscovia.

La batalla de Klushino, parte de la guerra polaco-moscovita de 1609-1619, sirvió para resaltar los puntos fuertes de las tácticas polaco-lituanas. Pero a pesar de lo dramática que fue la victoria de Zolkiewski, poco pudo hacer para ayudar a dar forma a los acontecimientos de manera decisiva en esta parte del mundo donde la guerra se había vuelto endémica.

Esta era una parte del mundo donde la guerra perpetua era casi inevitable. Para empezar, la Commonwealth polaco-lituana, creada para garantizar la seguridad de sus ciudadanos en una región volátil, se encontraba cerca del epicentro de una pelea de rencor a cuatro bandas por el control del mundo báltico. Además, las complejidades dinásticas y las rivalidades que invariablemente provocaron encerraron a la comunidad en luchas de poder que prestaban poca atención a las fronteras. La religión, un tema candente en la Europa moderna temprana, también desempeñó un papel en el fomento del conflicto, ya que la Polonia predominantemente católica se vio rodeada por poderes ortodoxos y protestantes.

Luego estaba la naturaleza de la propia Europa del Este, una vasta región escasamente poblada que disipó los mejores esfuerzos de los invasores, asegurando que las guerras rara vez, si es que alguna vez, terminaron de manera decisiva. Finalmente, estaba Moscovia, cuyos zares resultaron ser los más peligrosos para Polonia por su inquebrantable deseo de acceder al Báltico y dominar la vasta, casi fluida, frontera que separaba a los dos países. Su control aseguró la ventaja en esta tumultuosa parte del mundo.

La caballería jugó un papel importante en la batalla y la campaña. Los polacos obtuvieron victorias de caballería sobre los suecos en Kokenhausen (23 de junio de 1601), Reval (junio de 1602), Kirchholm (27 de septiembre de 1605) y, sobre un ejército ruso-sueco mucho más grande, en Klushino (4 de julio de 1610), aunque en Klushino la potencia de fuego de la infantería y la artillería polacas también desempeñó un papel importante. En Kirchholm y Klushino, la movilidad y el poder de la caballería polaca, que atacaba en oleadas y se basaba en cargas de choque, anuló la superioridad numérica de su oponente y los polacos pudieron destruir a la caballería sueca antes de volverse contra su infantería. Expuesta una vez que la caballería había sido expulsada, la infantería sueca sufrió mucho. En Kircholm, perdieron más del 70 por ciento de su fuerza. Este fue un poderoso recordatorio de la necesidad de evitar una descripción del desarrollo militar europeo únicamente en términos de mejoras en la potencia de fuego de la infantería. De manera similar, el 8 de julio de 1659 en Konotop, la caballería rusa fue fuertemente derrotada por la caballería de la estepa: los tártaros de Crimea se aliaron con Hetman Vyhovsky de Ucrania y los cosacos. Los rusos perdieron en gran parte debido a un reconocimiento y un mando generales deficientes: dejaron que su cuerpo principal fuera atraído a un pantano.

Las tácticas de la caballería polaca influyeron en los que se encontraban más al oeste, sobre todo gracias a comandantes como Pappenheim, que había servido en Polonia. Además de proporcionar una advertencia sobre el énfasis habitual en la infantería, estas batallas también sugirieron que las nuevas técnicas militares que se presentan para elogios especiales tenían un valor limitado. En Klushino, la fuerza sueca estaba compuesta en gran parte por mercenarios familiarizados con los conflictos en Europa Occidental, mientras que uno de los comandantes, Jakob de la Gardie, había servido a las órdenes de Maurice de Nassau.

La batalla

La capacidad de las tropas polaco-lituanas para derrotar a las tropas occidentales, cuando Zolkiewski dirigió un pequeño ejército de 5.556 húsares, 679 caballos cosacos, 290 petyhorcy (el equivalente lituano), 200 infantería y dos pequeños cañones de campaña a la victoria en Klushino el 4 de julio de 1610 contra un ejército combinado moscovita-sueco con una enorme ventaja numérica. Żółkiewski llevó a su pequeño ejército a una marcha forzada en plena noche a través de un terreno boscoso difícil para llegar justo antes del amanecer al campamento moscovita-sueco. Los moscovitas, dirigidos por Vasilii Shuiskii, sumaban unos 30.000 si se incluyen los numerosos campesinos auxiliares; de esto, quizás 16.000 eran caballería strel'tsy, pomest'e y arcabuceros montados. Los suecos, encabezados por Christoph Horn y Jakob de la Gardie, que habían pasado dos años en Holanda aprendiendo el arte de la guerra del propio Mauricio de Nassau, estaban compuestos en gran parte por mercenarios franceses, alemanes y británicos, entre 5.000 y 7.000 en total: solos posiblemente superaban en número a los polacos Żółkiewski disfrutó de la ventaja de la sorpresa, pero su plan de un ataque inmediato a los dos campos enemigos antes de que despertaran fue frustrado . Cuando los polacos emergieron del bosque, tuvieron que sortear una empalizada y un pequeño pueblo antes de llegar a los campamentos enemigos. Al amanecer, cuando los hombres de Żółkiewski abrieron brechas en la empalizada y prendieron fuego a la aldea, los moscovitas y los suecos comenzaron a desplegarse. La batalla que siguió fue una demostración dramática de la eficacia y resistencia de la caballería polaca. Żółkiewski dirigió su primer asalto contra el caballo moscovita a su derecha. Sin posibilidad de un ataque de flanqueo, envió el regimiento de húsares de Zborowski, no más de 2.000 efectivos, en un ataque directo a las hordas de caballos moscovitas. Samuel Maskiewicz, quien participó, describió cómo:

El enemigo presa del pánico... comenzó a salir en tropel de sus campamentos en desorden; … los alemanes fueron los primeros en formar, de pie en sus trabajos de campo habituales, en un terreno pantanoso junto a la empalizada. Nos hicieron algún daño, por el número de su infantería armada con picas y mosquetes. El moscovita, desconfiado de sí mismo, colocó reiters en medio de su formación y reunió a la gente común, una horda innumerable tan grande que era aterrador observarla, considerando el pequeño número de nuestro ejército.

Algunas unidades cargaron contra la masa del caballo moscovita ocho o diez veces:

porque nuestras armas y armaduras ya estaban dañadas y nuestras fuerzas menguaban por tan frecuentes reagrupamientos y cargas contra el enemigo... nuestros caballos casi se desmayaban en el campo de batalla, porque luchamos desde el amanecer de un día de verano hasta la hora de la cena, por lo menos cinco horas. sin descanso– sólo podíamos confiar en la misericordia de Dios, en la suerte y en la fuerza de nuestros brazos.

Los húsares se vieron seriamente obstaculizados por la empalizada, que solo había sido demolida parcialmente: los huecos solo eran lo suficientemente grandes para que pasaran diez caballos en orden cerrado; esto les impedía atacar en su formación extendida habitual y el fuego constante de la infantería extranjera, protegida por la empalizada, estaba causando numerosas bajas. El caballo moscovita, sin embargo, empezaba a resquebrajarse. Vasilii Shuiskii le pidió a de la Gardie que lo apoyara con su caballería. Sin embargo, a medida que avanzaban los reiters, los húsares expusieron el caracol como una maniobra inútil de patio de armas:

nos dieron la victoria, porque como venían hacia nosotros, estábamos en algún desorden, y luego, habiendo disparado sus carabinas, se apartaron a la retaguardia como de costumbre para recargar, y la siguiente fila avanzó disparando. No esperamos, pero en el momento en que todos habían vaciado sus piezas, y viendo que comenzaban a retirarse, los cargamos con solo nuestros sables en las manos; ellos, al no haber podido recargar, mientras que la siguiente fila aún no había disparado, corrieron sobre sus talones. Chocamos contra toda la fuerza moscovita, todavía dispuesta en orden de batalla a la entrada de su campamento, sumergiéndolos en el desorden.

Cuando la caballería moscovita huyó, Żółkiewski se volvió contra los suecos. Sus húsares, muchas de cuyas lanzas estaban rotas, tenían pocas posibilidades de derrotar a los 'alemanes' sin apoyo. En este punto, sin embargo, la pequeña fuerza de infantería de Żółkiewski y los dos cañones, que se habían atascado en el bosque, llegaron para rescatar la situación. Mientras la infantería y los cañones abrían brechas en la empalizada e infligían bajas a los extranjeros, Żółkiewski envió a la compañía de Jüdrzej Firlej, cuyas lanzas aún estaban intactas, contra "toda la infantería extranjera... en orden de batalla, protegida por estacas, al lado de sus tropas". campamento … Firlej rompió esta infantería, habiéndola atacado con coraje. Nosotros... lo apoyamos; … Habiendo roto nuestras lanzas, solo pudimos unirnos al ataque con nuestros sables en nuestras manos.' Mientras el resto de la caballería extranjera era expulsada del campo, acompañada por de la Gardie y Horn, la infantería se refugió en su campamento. Abandonados por sus comandantes y por los moscovitas, individuos y grupos comenzaron a deslizarse hacia los polacos. Cuando Horn y de la Gardie regresaron al campo de batalla, ya era demasiado tarde; se vieron obligados a negociar una rendición honorable. Muchos de los mercenarios extranjeros ingresaron al servicio polaco; de la Gardie llevó a los suecos y finlandeses a Novgorod.

Los historiadores rusos han explicado con frecuencia el resultado de Klushino como resultado de una traición extranjera. Esto es una parodia de lo que pasó. Los relatos polacos y extranjeros coinciden en que fue el caballo moscovita el primero en abandonar el campo de batalla, y fueron los extranjeros los que se sintieron abandonados. Si algo demostró Klushino, además de la insuficiencia de la caballería pomest'e, fue que los métodos occidentales no eran un elixir mágico. Los mercenarios extranjeros habían estado involucrados en Moscovia desde el comienzo de la Era de los Trastornos. De la Gardie había instruido a las tropas moscovitas en métodos occidentales, especialmente en tácticas de picas, y había unidades nativas moscovitas de arcabuceros montados al estilo occidental, dirigidos por extranjeros, en Klushino. Sin embargo, si las tácticas al estilo occidental ciertamente mejoraron la capacidad defensiva de la infantería moscovita, no pudieron ganar la guerra. Para eso, la caballería seguía siendo el arma decisiva en el este de Europa. La pica y el tiro por sí solos no podían producir una revolución militar en el este.