Javier Sanz | Historias de la Historia
El 25 de abril de 1898 Estados Unidos le declaraba oficialmente la guerra a España con la excusa de la explosión y hundimiento del Maine. El poderío militar de los EEUU, la obsoleta flota española, el imparable proceso independentista cubano y la bisoñez de los políticos españoles decantaron la balanza rápidamente… El Tratado de París de 1898, firmado el 10 de diciembre, terminó la Guerra hispano-estadounidense o desastre el 98 y ponía fin al Imperio ultramarino español… mediante dicho tratado España abandonó sus demandas sobre Cuba y declaró su independencia; además Filipinas, Guam y Puerto Rico fueron oficialmente cedidas a los Estados Unidos por 20 millones de dólares.
Hundimiento USS Maine
¿Entonces, dónde está el negocio? En la toma de Guam.
Guam, Guaján para los españoles desde el siglo XVI, era para finales del siglo XIX una posesión olvidada con un reducido destacamento de hombres protegiéndola. El último mensaje que las autoridades españolas de Guam recibieron de España era del 14 de Abril de 1898, un mes antes del conflicto con los EEUU, en el cual se manifestaba la posibilidad de un acercamiento diplomático que evitara un conflicto armado. Henry Glass, capitán del crucero USS Charleston, se dirigía a Manila cuando recibió órdenes de tomar Guam. El 20 de junio llegó a Guam y ordenó disparar tres de sus cañones, cuando se disipó el humo una pequeña embarcación con bandera española se acercó al Charleston. La delegación española solicitó subir a bordo para entrevistarse con el capitán. Ante el asombro de éste, le saludaron efusivamente y se excusaron de no poder devolver el saludo… no tenía pólvora para las salvas de cañón. Glass le informó que se había declarado la guerra y que venía a tomar la isla.
USS Charleston
Debido a la inferioridad numérica de la guanición española, escasez de pólvora y de cañones – con el único que no se corría peligro al dispararlo era para ceremonias -, sin fortificaciones en la isla, y sin posibilidad de ayuda el genereal Juan Marina, rendía la isla haciendo constar lo siguiente:
Sin defensas de ninguna clase, ni elementos que oponer con probabilidad de éxito a los que usted trae, me veo en la triste decisión de rendirme, bien que protestando por el acto de fuerza que conmigo se verifica y la forma en que se ha hecho, pues no tengo noticia de mi Gobierno de haberse declarado la guerra entre nuestras dos naciones.
Siguiendo las órdenes recibidas, los estadounidenses ondearon la bandera en Guam y continuaron hasta Manila. Siendo Guam las isla más grande de las Islas Marianas, y la más protegida, nada habría costado a Glass tomar el resto… pero en sus órdenes nada se decía al respecto. Con la pérdida de Filipinas, el centro administrativo de estos territorios, los archipiélagos de Oceanía se volvían indefendibles e ingobernables. Así que, ante el interés de Alemania, se firmó el Tratado germano-español de 1899 por el que España vendió las islas Carolinas y las Marianas – excepto Guam en manos estadounidenses – al Imperio Alemán por 25 millones de pesetas (17 millones de marcos).