sábado, 29 de marzo de 2025

Patagonia: Recordando los aportes de Rodolfo Casamiquela

A 15 años de su partida terrenal, recordamos a Rodolfo Casamiquela (07/12/2008)

 

 

Rodolfo Casamiquela fue un paleontólogo, arqueólogo, historiador, escritor y docente argentino, reconocido por haber descubierto el dinosaurio Pisanosaurus mertii en 1967 y por su trabajo con el último hablante del idioma puelche.

En 1991 se publicó el libro “Del mito a la realidad: evolución iconográfica del pueblo tehuelche meridional” (Fundación Ameghino), escrito por los argentinos Rodolfo Casamiquela, Osvaldo Mondelo y Enrique Perea, con la colaboración del historiador chileno Mateo Martinic. Esta obra es fundamental para reconstruir la historia del pueblo tehuelche, tradicionalmente marginado de la historia. En los últimos tiempos, esta marginación ha sido doble, debido a la generalización del término "mapuches" para referirse a todos los pueblos indígenas de la Patagonia. El libro se destaca por una impresionante reconstrucción genealógica e incluye 536 ilustraciones.

A continuación, se reproduce un capítulo del libro, escrito por Casamiquela, donde se aborda la etnología patagónica austral, enfocándose en los tehuelches meridionales y los onas.

Estructura étnica y racial de la Patagonia austral

Prescindiendo de la amplia cantidad de términos gentilicios en diferentes lenguas, que complican el panorama etnológico de la Patagonia austral (incluido el sur de Chubut), se acepta que esta región estuvo integrada, desde una perspectiva racial, por dos elementos fundamentales: pámpidos y fuéguidos, los cuales experimentaron metamorfismo en distintos grados. Los láguidos, de origen litoral y provenientes del norte, pudieron haber llegado hasta las cuencas de los lagos Colhué Huapi y Musters, siguiendo el río Chico del Chubut.


Según la monografía de Bórmida (1953-54), el "tipo patagón" (asociado a los tehuelches meridionales) es casi idéntico al ona, ya que deriva de la fusión de un tipo pámpido dominante con otro fuégido. Los tehuelches septentrionales australes (al norte de Chubut y sur de Río Negro) serían mayoritariamente pámpidos puros, mientras que los yámanas y alacalufes (indígenas canoeros) serían fuéguidos puros.

Grupos metamórficos

Existen otras variantes derivadas del metamorfismo de los tipos pámpido y fuégido. Ejemplos de estos grupos son:

  • Guaicaros (huaicurúes): Habitaban la península de Brunswick, la isla Riesco y la costa oeste del estrecho de Magallanes.
  • Huemules: Detectados por Fitz-Roy en los senos Otway y Skyring.
  • Haus: Del sudeste de la isla Grande de Tierra del Fuego.

En estos grupos, el porcentaje de sangre fuégida era superior.

Aspecto cultural

Desde una perspectiva cultural, los tehuelches meridionales no eran un modelo puro de cazadores superiores, como se pensaba. De hecho, los antiguos testimonios describen a indígenas corpulentos que tripulaban canoas, lo que evidencia su metamorfismo cultural. Este fenómeno se acentuó de norte a sur y se observó especialmente en los guaicaros, huemules y haus, aunque se extendió a los tehuelches meridionales.

Clasificación de los tehuelches meridionales

Casamiquela divide a los tehuelches meridionales en dos grandes grupos:

  1. Tehuelches meridionales australes: Desde el estrecho de Magallanes hasta el río Santa Cruz.
  2. Tehuelches meridionales boreales: Desde el río Santa Cruz hasta el río Chubut.

Los tehuelches septentrionales se ubicaban al norte del río Chubut, dividiéndose a su vez en australes (hasta el Limay-Negro) y boreales.

Autodenominación y lengua

La etnia tehuelche meridional austral se autodenomina aónik’enk o aonik’o ch’oónükü ("sureños" o "gente del sur"). Los tehuelches boreales también se denominan aónik’enk, aunque el grupo que residía en Corpe Kaiken se identificaba como mech’arn ("gente de la resina") y denominaban su territorio mech’ar-nuwu ("donde hay resina").

Casamiquela señala que, hasta principios del siglo XIX, los tehuelches de Santa Cruz hablaban otra lengua: el téwsün, conocida como la “lengua misteriosa de la Patagonia”.

Etnodinámica reciente

La pérdida de la identidad de los tehuelches meridionales boreales se habría debido al fortalecimiento de los tehuelches australes, posiblemente relacionado con la introducción del caballo a fines del siglo XVIII. Por el contrario, la falta de una autodenominación única para los tehuelches meridionales australes podría deberse a una influencia de los boreales sobre ellos.

Casamiquela también postula que la expansión cultural de los tehuelches septentrionales australes (günün a künna) hacia el sur habría influido en la despersonalización de los boreales. Esta expansión estaría relacionada con la presión cultural y religiosa, en la que la institución shamánica jugó un papel clave, especialmente a partir de la representación de grecas en el arte rupestre.

Relación con los indígenas de canoa

Los onas de la isla Grande de Tierra del Fuego habrían llegado a ella en canoa, lo que implica un proceso de metamorfismo cultural. Los tehuelches continentales también habrían convivido con los canoeros, experimentando un contacto prolongado que derivó en la fusión racial de los pámpidos y fuéguidos.

Movimientos internos y uso de los ríos

Los movimientos internos de los tehuelches se asociaban con los ciclos de caza del guanaco y el avestruz, que migraban hacia el mar en invierno y al interior en verano. Los ríos no eran rutas, sino barreras naturales que limitaban la expansión de los pueblos. Casamiquela propone la “teoría de las anticuencas”, en oposición a la teoría de las cuencas hidrográficas de Escalada, sugiriendo que las cuencas funcionaban como límites y no como rutas de expansión.

El mito de los gigantes patagónicos

El cronista Antonio Pigafetta, de la expedición de Magallanes, describió en 1520 a los habitantes de la bahía de San Julián como hombres de gigantesca estatura, afirmando que “no le pasábamos de la cintura”. Esta descripción dio lugar al nombre de "Patagonia", asociada con la idea de una región habitada por gigantes patagones.

Conclusión

La historia de los tehuelches es una historia de contacto, metamorfismo racial y cultural. Los tehuelches meridionales se vieron influenciados por los canoeros y otros grupos metamórficos, destacándose su transformación a lo largo de la historia. Los trabajos de Rodolfo Casamiquela resultan clave para comprender esta dinámica etnocultural y rescatar la identidad de los pueblos patagónicos, quienes hoy enfrentan la marginación histórica y la confusión con la identidad mapuche. Este legado etnológico sigue vigente, y la obra de Casamiquela se convierte en una pieza fundamental para preservar la memoria de estos pueblos.

jueves, 27 de marzo de 2025

Patagonia: Derriban monumento al militante comunista Bayer





¿Por qué es sano no homenajear a Herr Oswald Bayer?

Porque ha sido un personaje militante del comunismo internacional, nunca fue un historiador. Fue un opinador, no alguien que se basara en todos los datos que recababa. Sólo presentó los datos que convenían a promover la rebelión de los pueblos y la lucha de clases marxista-leninista. Toda su obra es un recorte de hechos para apoyar su militancia anti-argentina (un ejemplo). Debajo tenemos simplemente dos notas que lo pintan de cuerpo entero: Pidiendo la entrega de la Patagonia Oriental a Chile para conformar una disparatada patria india y, congruente con ello, un ataque al General Julio Argentino Roca como padre fundador de la Argentina moderna.






miércoles, 26 de marzo de 2025

Roma: La arquitectura de la Porta Nigra de Tréveris

La Porta Nigra de Tréveris





El descubrimiento de tres a cuatro pisos enterrados bajo tierra puede sonar como un hallazgo increíble, pero en realidad, es la Porta Nigra, una notable estructura romana ubicada en Tréveris, Alemania. La Porta Negra, que significa "Puerta Negra" en latín, es una antigua puerta de la ciudad que se remonta al siglo II d.C. Es uno de los ejemplos mejor conservados de arquitectura romana en el mundo y ha sido durante mucho tiempo un símbolo de la rica historia de Tréveris. La puerta, originalmente construida como parte de las fortificaciones de la ciudad, fue usada más tarde como iglesia y sufrió varias modificaciones a lo largo de los siglos.
El entierro de la estructura debajo de la tierra se debe a los cambios en el paisaje circundante a lo largo del tiempo. A medida que Tréveris se expandió, el nivel del suelo de la ciudad aumentó gradualmente, cubriendo partes de la puerta. Lo que sigue siendo visible hoy es sólo la parte superior de la Porta Nigra, mientras que los pisos inferiores una vez estaban escondidos bajo capas de suelo y sedimento. Las excavaciones arqueológicas han descubierto toda la extensión de la construcción de la puerta, revelando los pisos ocultos que habían sido enterrados durante siglos.
Hoy, la Porta Nigra se mantiene orgullosamente como testimonio de la ingeniería romana y de la importancia histórica de la ciudad de Tréveris. Los visitantes pueden explorar sus antiguas murallas y contemplar las vistas de la ciudad desde la cima. El descubrimiento de los suelos ocultos solo añade a la intriga e importancia histórica de esta magnífica estructura, ofreciendo un vistazo al pasado y a la destreza arquitectónica del Imperio Romano.

martes, 25 de marzo de 2025

Argentina: El indulto de Roca al soldado Evaristo Sosa

El día que Roca rescató a un hombre condenado a muerte media hora antes de la ejecución

El general era presidente y le otorgó el indulto a un militar preso por haber atacado a un superior que lo había maltratado. Los detalles de la decisión

Por Luciana Sabina || Infobae




Evaristo Sosa, el soldado “salvado” por Julio A. Roca


En enero de 1902 el país estuvo en vilo durante días al conocerse la condena a muerte del soldado Evaristo Sosa, un militar de origen humilde quien, luego de ser sometido a malos tratos, atentó contra la vida de un superior. La prensa reflejó el rechazo social que generó esta sentencia cuyo desenlace fue digno de una novela de suspenso.

El 3 de enero de 1902 Sosa, soldado voluntario, con seis años de servicio en el ejército nacional, fue arrestado ebrio en un almacén, hecho que agravó, según las crónicas de la época, "promoviendo desórdenes". El hombre fue trasladado inmediatamente a Campo de Mayo. Allí quedó a cargo del alférez Ramírez, cuyo nombre de pila, curiosamente, no mencionan los escritos de aquellos años. Como sanción se le impuso un "plantón" -la obligación militar de permanecer en guardia sin relevo- de seis horas, aunque sólo cumplió tres.


El “Caso Sosa” tuvo una gran repercusión en su época

Una vez que cumplió su castigo y quedó libre, el condenado Sosa enfureció.  Entonces tomó su arma reglamentaria y, durante la madrugada del 4 de enero, se dirigió a la habitación del alférez, quien dormitaba en una silla hamaca. Casi sin mediar palabras, descargó sobre él su carabina mauser con la que le destruyó parte del rostro. Sosa fue encarcelado sin oponer resistencia y declaró que hirió al oficial que lo cuidaba porque éste lo castigó en "forma deprimente". Ramírez, en tanto, fue trasladado al Hospital Militar donde logró recuperarse. Por aquel ataque el agresor terminó engrillado y puesto ante el tribunal militar que lo condenó a muerte.

La sentencia fue dictada el 17 de enero y debía cumplirse al día siguiente. Pronto, la sociedad se movilizó para evitarlo, conscientes de que la reacción de Sosa era producto de consabidos malos tratos que recibían los miembros inferiores del Ejército. Un grupo de damas porteñas llegó por aquellos días a solicitar el perdón al entonces presidente, Julio Argentino Roca. Pero no obtuvieron respuesta.
 


Mientras tanto, la prensa denunciaba esta situación a nivel nacional y señalaba lo aberrante que resultaba. A pesar de que la pena de muerte era legal en el país, causaba un rechazo inmenso a nivel social.

Las horas pasaban mientras la impotencia de muchos aumentaba. Aquella noche Evaristo Sosa no durmió. A las 5 de la mañana fueron a buscarlo para comenzar con el calvario rutinario al que eran expuestos los reos antes de ser fusilados. Su entereza no decayó, a pesar de la terrible noche que había pasado bajo el peso de la condena.

Se lo colocó "en capilla" bajo una carpa, un concepto que merece una explicación. El término refiere al espacio que cualquier condenado a muerte ocupaba mientras esperaba ser ejecutado. Como señala el historiador Carlos Riviera, proviene "de una tradición de la antigua Universidad de Salamanca [España], en la que los doctorandos, el día antes de defender su tesis ante el tribunal, debían encerrarse durante un día entero en la capilla de Santa Bárbara de la vieja catedral salmantina para pedir la iluminación al Espíritu Santo. Allí debían prepararse en completa soledad, pues incluso la comida les era pasada por un pequeño ventanuco".


Sosa fue puesto “en capilla” durante la noche que esperaba para ser ejecutado

Volviendo a Sosa, media hora después de ser "colocado en capilla", recibió la visita de un religioso que celebró misa junto a la carpa. El soldado comulgó, ya hondamente conmovido, impresionando con su aspecto a las pocas personas que presenciaron el acto. Poco después recibió a algunos compañeros para despedirse y recibir consuelo ante el inminente fin. Uno de ellos rasgueó en su guitarra cierta canción triste y entonó además sus estrofas, algo que puso más nervioso al reo.

Mientras la emoción se apoderó de aquel pequeño grupo de soldados y arrancó lágrimas a todos, a su alrededor todo era ruido y movimiento. La revista Caras y Caretas cubrió con profundidad la noticia. Entre otras cosas señaló que entonces el comandante Rostagno, secretario militar del Presidente de la República, llegó "trayendo una nota para el jefe superior de las fuerzas".

"'¡El indulto!', murmuró entonces la mayoría, corriéndose la voz por todo el campamento, por más que continuaran los preparativos del acto incomunicándose a Sosa", reconstruyó la revista.

No se equivocaban, Julio Argentino Roca decidió, a último momento, otorgar el añorado perdón. Pero el soldado comprendió lo contrario y exclamó con desesperación: "¡Tengo media hora de vida!".


Roca decidió indultar al reo

Pero el pánico duró minutos y se repuso al ver llegar a su carpa un séquito de jefes y oficiales. "Eran los portadores de la buena nueva -señala Caras y Caretas-, que al pronto se limitaron a dejar entrever alguna esperanza para evitar lo que era de temerse (…) dieron paso al teniente García para notificar al reo la conmutación—como un día antes le había enterado de la sentencia—el pobre soldado se desplomó sobre un banco presa de una terrible crisis de nervios que alarmó a los médicos haciéndoles temer un síncope cardíaco, 120 pulsaciones por minuto tuvo en el primer momento, bajando después tan rápidamente, que fue indispensable aplicarle inhalaciones de éter para que reaccionara".

"Enseguida se hizo desalojar la carpa y Sosa pidió que le dejaran solo un momento. Poco después dormía con sueño de plomo. Entre tanto, el campamento entero daba visibles muestras de satisfacción, contándose entre los jefes, oficiales y soldados el grato suceso. Más de quinientas personas de la capital y de los pueblos, vecinos se habían trasladado al Campo de Mayo y todas ellas llevaron la impresión feliz que se desprendía de aquel ambiente, poco antes, preparado para la fúnebre ejecución", detalló la publicación.



Evaristo, oriundo de la provincia de Mendoza, estaba casado con Teresa Espíndola y tenía un pequeño hijo de nueve años. Es fácil imaginar la felicidad de todos.

Sin duda alguna el mayor sorprendido con la noticia de la conmutación de la pena fue el mismo condenado, que presentó un episodio de enajenación mental pocas horas más tarde.

El país entero preveía la nota de Roca. Porque, si bien el accionar de Sosa fue criminal, todos consideraron como una reacción natural contra el maltrato que sufrían los soldados entonces. Además, el Consejo Supremo militar que dictó la sentencia desconoció la Intromisión del Ministerio de Guerra, señalando que no era de su jurisdicción. Esto que significó una verdadera cachetada al Poder Ejecutivo.



A pesar de recibir la noticia con alivio, la opinión pública fustigó a Roca ya que pudo haberse anticipado aún más y no esperar hasta último momento. "Hubiera sido humanitario proceder así -señaló entonces Caras y Caretas-, pues el reo, como decimos al principio, trabajado por tantas emociones y convencido de que su falta no iba a obtener misericordia, ha experimentado un notable decaimiento físico y moral. Inequívocas muestras de enajenación presentó desde días atrás, y en la mañana del viernes, luego de conocida la conmutación, fue indispensable trasladarlo al Hospital Militar".

Efectivamente, ante semejante sufrimiento Sosa enloqueció y pasó meses internado. Deliraba diciendo que tenía balas en el pecho, creyendo que había sido fusilado.

Una vez recuperado, se lo encarceló. En 1909 fue trasladado al presidio militar de Ushuaia, donde trabajó como arriero. Entonces su nombre se pierde entre las páginas del olvido.



Pero este no fue el único mendocino al que Roca indultó en 1902. Hacia el mes de julio tuvo lugar otro episodio singular. En Mendoza se encarceló a Juan Rodríguez, cuyo delito fue asesinar a una mujer embarazada y a su marido para robarles una suma ínfima de pesos. El hecho, sucedido en el departamento de Rivadavia, tuvo gran resonancia. Desde la presidencia llegó un telegrama aprobando la ejecución del acusado, con apoyo del gobernador y la justicia mendocina. Fue verdaderamente indescriptible la sorpresa en Mendoza y en el resto de la nación, cuando a través de otra comunicación el mismo general Roca declaró apócrifo aquel telegrama. Se supo posteriormente que el autor del mismo había sido su propio hijo y secretario personal, doctor Julio A. Roca. La censurable informalidad del procedimiento puso en la mira al primer magistrado y al gobernador mendocino. Rodríguez salvó así su vida.

Más allá de estos casos en particular, es importante destacar el fuerte rechazo que la pena de muerte causaba en la sociedad. A principios del siglo XX la prensa liberal refiere a ésta como "un acto de barbarie, lejano a la sociedad civilizada que aspiramos ser entonces". Años más tarde los socialistas, especialmente Alfredo Palacios, se sumaron a la lucha por su abolición.

Finalmente en 1922, con la modificación del Código Penal, la pena de muerte desapareció en el país.

domingo, 23 de marzo de 2025

Malvinas: La IMARA en Monte Longdon



Infantes de Marina en Monte Longdon







Eran las 22hr en monte Longdon, los infantes de marina pertenecientes a la compañía de ametralladoras 12,7 mm montaban guardia. A esa hora fue cuando el soldado Bogado, que estaba de guardia con el soldado Almirón, se acercó al cabo segundo Roldan y le advirtió: Cabo, hay gente que avanza. Los vi con el visor. Al mismo tiempo, un cabo de Ejército que estaba con una ametralladora unos quince metros hacia la izquierda y más abajo de Roldán, envió de sus conscriptos para avisarle que los ingleses se aproximaban por el norte y por la retaguardia.  El cabo segundo José Roldán, era  jefe del 1° grupo de 12,7mm formado por tres máquinas y sus respectivas dotaciones de cuatro conscriptos. Roldán, con la máquina N°2, estaba con los soldados  Scarano, Bogado y Almirón.



Habian comenzado a caer iluminantes y a pesar de la neblina se podía observar a los primeros británicos que, avanzaban en una línea. —iVamos a recibirlos como corresponde! —exclamó Roldán y la 12,7 mm empezó a vomitar su mortífera munición, cabe destacar que estas ametralladoras de 12,7mm están diseñadas para derribar helicópteros,  destruir vehículos ligeros, el lector debe imaginar lo que le puede hacer a un cuerpo humano estos proyectiles. Durante un buen tiempo la ametralladora mantuvo a raya al enemigo, que cuerpo a tierra, a unos 150 metros de distancia, tuvo que detener su avance.




Así mismo, las tres máquinas que le quedaban al teniente de navio Dachary  (jefe de los infantes de marina) ya estaban en línea, tirando hacia esa posición. Despues de un largo rato de combate la 12,7 mm del cabo segundo Roldán comenzó a recibir un intenso fuego, probablemente motivado por la emisión del visor nocturno. Por un instante dejaron de disparar, pero de pronto la luz de una bengala les permitió observar que un grupo paracaidistas avanzaban hacia ellos, serian unos veinte o treinta hombres que se venían al ataque  gritando y disprarando. Roldán giró un poco la ametralladora hacia la derecha y comenzó a tirarles en abanico, hasta que la máquina se trabó. De todas formas vieron como caían algunos ingleses y otros retrocedían. Un sargento de los morteros de 120 mm del Ejército que se replegaba herido, se acercó a Roldán y le dijo: —Los estamos aguantando. No pueden acercarse a más de 150 metros. —Sí, ya no tenemos la ametralladora pero seguiremos tirando con fusil. — contesto Roldan.



Tengan cuidado, puede haber enemigos vestidos con uniformes de propia tropa.
 Los ingleses aumentaron la actividad de sus dos baterías de campaña. El fuego era infernal, de una precisión notable, ya que tiraban a sólo cincuenta metros más allá de su primera línea de avance, demostrando un perfecto adiestramiento para esa clase de tiro. Con todo, no progresaron. La efectividad de las 12,7 quedó demostrada a cada momento. Aparte, los hombres del RI-7 una vez pasada la sorpresa del ataque  británico, formaron una barrera de fuego difícil de romper. El mayor Carrizo decidió lanzar dos contraataques por ambos lados del monte, en dirección al Oeste: uno, a cargo del teniente primero Enrique E. Neirotti, por el lado Sur; otro, con una Sección de ingenieros al mando del teniente Hugo A. Quiroga, por el Norte en esta acción se destaco el cabo principal Lamas que con sus soldados bajo el fuego enemigo movió una de las pesadas 12,7mm para apoyar el contraataque lanzado por los hombres del ejército. Los dos intentos si bien recuperaron algo del terreno perdido,  fracasaron en la misión de desalojar a los ingleses del monte, pese al heroísmo de estos hombres, pues el fuego de apoyo inglés era una barrera infranqueable. Como los británicos presionaban cada vez más y lograban avanzar lentamente, Carrizo se comunicó con el jefe del RI-7 y le pidió refuerzos y fuego de artillería sobre el Norte y el Oeste, llego la sección del teniente Castañeda que avanzo cubierta por el fuego de las ametralladoras que aun le quedaban al teniente de navío Dachary. La sección de Castañeda recupero mucho terreno y resistió hasta la madrugada pero la situación era insostenible y
A las cinco de la madrugada, el mayor Carrizo, jefe de la Compañía Bravo RI-7, decidió el repliegue. Dachary avisó a sus hombres y trató de juntarlos. Dachary decidió, para no arriesgar sin sentido la vida de su gente, abandonar las ametralladoras y replegarse hasta las primeras posiciones del RI-7, llevando sólo el armamento portátil. Cuando pasó lista, se le formó un nudo en la garganta: le quedaban trece de los veintitrés hombres que había tenia originariamente.




sábado, 22 de marzo de 2025

JAR: "Roca hizo más que San Martín"

“Le debemos más a Roca que a San Martín”, dijo Pallarols, quien vendrá para reparar el monumento

El legendario platero y orfebre argentino viajará a Bariloche en breve para evaluar el daño que tiene la estatua de Roca del Centro Cívico, y encarar una restauración “ad honorem”. Dijo que hay que pensar en una protección para que no vuelvan a vandalizarla.
Bariloche 2000



Pallarols va a restaurar el monumento de Roca, vandalizado y deteriorado por años



Juan Carlos Pallarols, uno de los artistas argentinos más reconocidos del mundo, será el encargado de restaurar el monumento del general Julio A. Roca del Centro Cívico, luego de décadas de vandalismos e incluso un intento de derrumbarlo.

“Le debemos más a Roca que a San Martín, en kilómetros cuadrados, tengo una admiración profunda por San Martín. No sé de dónde aparecen esas ideas tontas de borrar estas figuras, que nos han hecho crecer, darnos cuenta del país que tenemos”, sostuvo.

Dijo que hará el trabajo en forma gratuita, por el “orgullo” que significa para él que le confíen la tarea, para gloria de su familia de tradición platera, y “del país grandioso que tenemos y debemos aprender a cuidar más”.

“Mi relación con ese monumento magnífico comenzó hace más de 70 años, cuando empecé a viajar a Bariloche, Por eso, que me pidan restaurar esa figura emblemática es un orgullo, que confíen en mí”, dijo al programa La Mañana de Radio Seis, expresando su enojo con los vándalos y funcionarios con ideas heterodoxas: “Sólo a un tonto se le ocurre correr un monumento, no se hace jamás. En España no han corrido los monumentos de Franco, cuando terminó la dictadura y volvió la democracia. Los monumentos no se corren”, afirmó.

Celebró que hayan descartado otras ideas y busquen restaurarlo. “Ahora se lo tomaron en serio”, dijo, y ponderó al artista que lo hizo, Emilio Jacinto Sarniguet.

“Tiene obras tan importantes como esa en Buenos Aires, como El Resero o el Yaguareté en Parque Chacabuco, un montón de figuras hizo”, lo ponderó.

Recordó que “Perón en su primer discurso en 1946, cuando asumió, dijo que no podía calcular la riqueza del país porque el Banco Central estaba lleno de oro, en los pasillos había oro, 35.000 toneladas, los pasillos y las puertas estaban trabadas por lingotes de oro. Eso fue por Roca, después nos gastamos toda esa plata. Es historia pura. Sepamos entender a los próceres que han engrandecido a este país, que lo han hecho sabio, culto, con las mejores universidades”, manifestó.

“Los que piensan en taparlo, les pregunto si le pondrían el arbolito de Navidad arriba de la cabeza de los padres, de la escultura. Es una falta de respeto, eso no se hace en ningún lugar del mundo. Yo tenía un negocio en Estados Unidos, a dos cuadras del monumento a San Martín, nunca vi acá las ofrendas florales que ponen allá. Acá, incluso se han robado un pedacito de la estatua, no sé qué nos está pasando, estamos tontos, es peligroso”, lamentó.

Pallarols aseguró que ya en 1910, cuando el país no llegaba a los dos millones de habitantes, ya se habían construido algunos de los edificios más monumentales de Argentina.

“Entonces y ahora se quedan maravillados todos los visitantes. . Cuando Caruso vino por vigésima vez a cantar, era un lujo hacerlo acá, el Teatro Colón ya estaba construido, igual que el Congreso, la Casa Rosada, toda esa maravilla que hay. Tenemos que estar orgullosos de eso”, agregó.

El trabajo

Pallarols anticipó que en estos días hará un viaje a Bariloche “con gente especializada” para “hacer un estudio profundo, sobre cuál es el daño que tiene y cómo repararlo”.

Estimó que el trabajo podría llevar entre 30 y 60 días, “no más de 70”, y sugirió que hay que ir pensando en protegerlo con una reja.

“Hay que hacerle una protección para que no se pueda acceder fácilmente, no se lo pueda dañar”, pidió, y dijo que hará el trabajo totalmente ad honorem.

“Hace 30 años un estúpido le pegó un martillazo a la Piedad una obra de Miguel Angel, murió en un psiquiátrico. Esas cosas hay que prevenirlas”, añadió.

“Sólo habrá que pagar los gastos de traslados, materiales, muy pocos. No le cobraría a nuestra patria por algo que se debe hacer. Este es mi trabajo, está en mi alma. A veces me preguntan ‘¿cuánto cobró por tal cosa? Me miran con lástima cuando respondo. Al Estado no le vendo nada, no tengo un currito, tengo clientes acá y en el exterior, vivo de eso, tengo un trabajo muy lindo”, explicó.

Consideró que desde la revolución francesa “hubo muchos cambios, cosas desgraciadas para el mundo entero, en 1918 los rusos necesitaron 70 años para sacarse la peste de encima”.

“Pienso que no es algo de derecha ni izquierda, sino sentido común, hay que preservar el arte, no se puede serruchar caprichosamente, solo porque a alguien se le ocurre destruirla”, señaló.

“Siento responsabilidad de mantener, cuando Dios me llame a ese viaje desde donde no se vuelve, lo que tengo quede en manos de mis hijos para mantener. Que sepan mantener, preservar, conservar. Para gloria de nuestra familia y para gloria de la patria. El país que tenemos es un chiche, es hermosísimo, y tenemos que estar más preocupados por cuidarlo”, expresó.