Bagration, el adiós al sueño alemán

Bagration fue el nombre en clave que recibió la mayor ofensiva del Ejército Rojo en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, se inició de manera simbólica el 22 de junio de 1944, exactamente tres años después de la invasión alemana a la Unión Soviética, y concluyó con la destrucción del Grupo de Ejércitos Centro alemán, la práctica expulsión de la Wehrmacht del territorio soviético y la retirada de Rumania, Bulgaria y Finlandia del bando del Eje.
La operación recibió su nombre en honor al talentoso general ruso, de orígen georgiano, Pyotr Bagration (1765-1812), que murió en la Batalla de Borodino durante las Guerras Napoleónicas, y fue la más calamitosa derrota de la Heer durante la guerra, costándole a la Wehrmacht muchos más hombres y material que la Batalla de Stalingrado, 16 meses antes, y fue la mayor derrota militar de Alemania en toda su historia.
Por haberse llevado a cabo dos semanas después del Desembarco de Normandía es poco conocida en occidente. Incluso en la actualidad suena más familiar hablar de la playa Omaha, la Bolsa de Falaise, las Ardenas o Arhem que de lugares desconocidos como Prípiat, Orsha o Bobruisk.
Tras la derrota alemana en Kursk, el ejército soviético había continuado su avance y para finales de 1943 casi toda Ucrania había sido reconquistada, llegando más allá de Kiev y cruzando el río Dniéper. En el norte se rompió el cerco de Leningrado y los alemanes retrocedieron hasta los países Bálticos. Por el sur el Grupo Ejércitos Sur retrocedió casi hasta los Cárpatos y el Grupo Ejércitos Centro, a costa de un gran esfuerzo, seguía manteniendo posiciones en Bielorrusia.
Los comandantes soviéticos previeron lanzar un ataque masivo a lo largo de un frente de 720 km. El plan consistía en que sus cuatro grupos de ejércitos atacaran simultáneamente. A cargo estaban dos de los comandantes de mayor confianza de Stalin: el mariscal Aleksandr Vasilevsky, que comandaba los dos frentes del norte, y el mariscal Georgi Zhukov, los dos frentes del sur.
Los alemanes por su parte, creían que la ofensiva partiría desde el sur, en Ucrania, donde, en abril de 1944, se encontraban los cinco ejércitos mecanizados de Stalin. Descartaron la posibilidad de un ataque por Bielorrusia debido a que el terreno era propicio para la defensa y al excelente historial del Grupo de Ejércitos Centro.
El arte de la maskirovka (engaño) sería crucial para el éxito ruso. La radio soviética parecía indicar una concentración de tropas en el sur (la Stavka prohibió cualquier mención de Bagration por radio).
Bagration no fue un gran golpe, sino una serie de ataques de norte a sur. El Grupo de Ejércitos no fue destruido de un solo golpe, tomó varios días, y fue ayudado en gran medida por la orden de Hitler de “no retirarse” a las tropas estacionadas en seis ciudades, denominadas festungen o ”ciudades-fortaleza”.
Al final de Bagration, los alemanes sufrieron una derrota aplastante y perdieron casi una cuarta parte de todas las tropas que mantenían en el Frente Oriental. Casi 20 divisiones fueron totalmente destruidas y otras 50 gravemente dañadas, un desastre aún peor que Stalingrado. El general Heinz Guderian admitió que el Grupo de Ejércitos Centro “ha dejado de existir”.
Para los rusos sus objetivos estratégicos se cumplieron plenamente, y el Ejército Rojo quedó bien posicionado para el asalto final a Alemania.
Muchas gracias por su lectura y difusión.
JAZ
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