miércoles, 23 de octubre de 2024

Biografía: Bernardo de Irigoyen

Bernardo de Irigoyen





Dr. Bernardo de Irigoyen (1822-1906)

Nació en Buenos Aires, el 18 de diciembre de 1822, y era descendiente de una vieja familia porteña. Su apellido vasco de iri “villa” y goien, “extremidad”, “altura”, “en la parte superior”, se escribe con i inicial y no con y, pues es la grafía que consideran correcta los más autorizados especialistas. Fueron sus padres Fermín Francisco de Irigoyen, y María Loreto de Bustamante. Hizo sus estudios en la ciudad natal, y desde temprano reveló condiciones intelectuales excepcionales.

En 1843, a los 21 años, se graduó de doctor en jurisprudencia en la Universidad de Buenos Aires, con una tesis titulada Disertación sobre la necesidad de reformar el actual sistema legislativo, siendo una de las primeras iniciativas encaminadas a sustituir la legislación española que todavía se aplicaba en el país. Poco después, practicó en el estudio del doctor Lorenzo Torres, uno de los más acreditados de la ciudad, e ingresó en la Academia de Jurisprudencia, de la cual llegó a ser prosecretario, por elección de sus miembros.

Comenzó la carrera diplomática con un cargo de oficial en la legación argentina en Santiago de Chile. Llevaba como misión principal la de promover negociaciones sobre las cuestiones de límites existentes entre ambos países, en la zona del estrecho de Magallanes, puntos debatidos sin llegar a ningún resultado concreto. Sin embargo, prestó importantes servicios, y desempeñó con corrección y eficacia sus funciones jurídicas y diplomáticas. Diversos testimonios de aquel entonces afirman que en Chile, el joven funcionario alternó intensa y cordialmente con los exiliados argentinos, muchos de los cuales le tuvieron un gran aprecio.

En 1846, al ser retirada la Legación Argentina, pasó a Mendoza donde tuvo una prolongada permanencia, contribuyendo espontáneamente a la defensa de la ciudad durante el gobierno de Alejandro Mallea. Prestó importantes servicios al detener el avance de la montonera rebelde, y su actitud mereció que el pueblo de Mendoza le tributara su aprecio y gratitud, despidiéndolo con un elocuente discurso Guillermo Rawson. Una resolución legislativa del 23 de marzo de 1850, lo declaró “ciudadano mendocino con los goces y preeminencias de natural del país, conforme a nuestras leyes provinciales”. Antes de su retiro, el gobernador Mallea le encargó la redacción de un informe sobre la reforma de la provincia, en sus diferentes ramas de gobierno, principalmente, de carácter administrativo y legislativo, que produjo resultados beneficiosos para las instituciones locales. Esos trabajos le señalaron como firme candidato para reemplazar al gobernador Mallea, siendo lanzada su candidatura en tal sentido, pero regresó a Buenos Aires como lo había solicitado.

En 1851, fue encargado de recopilar los antecedentes históricos sobre los cuales se basaría la defensa de los derechos argentinos respecto del estrecho de Magallanes, y de las reglas que debían utilizarse para regir la navegación en sus aguas, en concordancia con el Derecho Internacional. Asimismo, estudió los problemas pendientes con la Santa Sede sobre el derecho de patronato, y se le comisionó para efectuar el arreglo de una reclamación extranjera entablada por los herederos del ciudadano estadounidense Halsey. Pero estas tareas delicadas, fueron superadas porque su figura sobresalía como la de un ciudadano de relieve y de opinión influyente.

Derrocado Juan Manuel de Rosas, Urquiza lejos de desechar sus servicios le encomendó, el 28 de febrero de 1852, la misión de recorrer las provincias del interior del país, para llevar su mensaje e invitar a los reacios gobernadores y caudillos a contribuir a la organización nacional. A su capacidad y esfuerzo se debieron las primeras negociaciones que condujeron al Acuerdo de San Nicolás, antecedente fundamental de la Constitución de 1853.

Terminada con éxito su misión, a su regreso, cuando el director provisional de la Confederación había disuelto la Legislatura, formó parte durante poco tiempo, del Consejo de Estado, nombrado por Urquiza en 1852. Tuvo influencia personal en el gabinete, y entre otras importantes resoluciones, propuso la abolición de la pena de muerte por delitos políticos y la confiscación de bienes por cualquier clase de delito. Luego declinó su candidatura a diputado, y la secretaría del Congreso Constituyente próximo a reunirse, que le ofreciera Urquiza, retirándose transitoriamente de la vida pública.

Al producirse la revolución del 1º de diciembre de 1852, encabezada por el general Hilario Lagos, pasó a Montevideo donde residió por algún tiempo. Se mantuvo alejado de la política hasta 1856, dedicado a negocios particulares de carácter comercial en campos y haciendas. Abrazó con éxito el ejercicio de su profesión y su bufete se convirtió en uno de los primeros de Buenos Aires. Fue abogado y consejero de una parte principal del comercio nacional y extranjero. Tuvo a su cargo una brillante defensa en una causa que trataba de la confiscación de unos armamentos dirigidos al Paraguay y de seis cargamentos de yerba mate salidos de aquella república después de la declaración de guerra de 1865.

En 1860, fue elegido convencional de la Asamblea convocada por la provincia de Buenos Aires para estudiar la reforma de la Constitución Nacional. Su mediación en los debates que se suscitaron entonces, revelaron su talento de hombre de elocuencia excepcional. Al año siguiente, declinó un ministerio nacional que le ofreció el presidente Derqui, como en 1866, la legación de Chile que quiso confiarle el presidente en ejercicio, doctor Marcos Paz. Entonces fue llamado a integrar como vocal la Junta de Crédito Público Nacional, en cuyo organismo desarrolló durante dos años una labor fecunda.

En 1869, a propuesta del Senado se le designó fiscal del Superior Tribunal de Justicia, puesto que rechazó por razones de índole privada. Poco después, debió ocupar las funciones de conjuez de la Corte Suprema para dirimir la divergencia planteada entre sus miembros sobre si las provincias debían comparecer ante la misma, decidiendo por la afirmativa.

Hacia 1870, Sarmiento lo designó procurador del Tesoro Nacional, y en su administración fue vicepresidente de la Exposición Nacional realizada en Córdoba. En ese mismo año, fue elegido diputado a la Legislatura de Buenos Aires, en la que tomó parte en las más importantes cuestiones debatidas, destacándose especialmente, en la discusión entablada con motivo del proyecto de ley suprimiendo la pena de muerte,.

Fue también vicepresidente del Crédito Público. En 1872, se le eligió senador por Buenos Aires, siendo nombrado poco después vicepresidente de ese alto cuerpo. Actuó además, como miembro de la Convención reformadora encargada de revisar la Constitución bonaerense. Integró la comisión redactora del sistema municipal, pronunciando en la Cámara magistrales discursos, que acentuaron su prestigio de parlamentario avezado.


Monumento al Dr. Bernardo de Irigoyen, Plaza Rodríguez Peña, Buenos Aires

Ocupó una banca en el Congreso de la Nación en 1873, y participó de los debates que dieron lugar la ley electoral. En ese año, fue miembro del Consejo de Instrucción Pública provincial. En 1874, rechazó el ofrecimiento que le hizo el doctor Nicolás Avellaneda de la cartera del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo mismo que la Legación en Río de Janeiro, retirándose de la política. Al año siguiente, la Cámara de Diputados lo eligió por unanimidad de votos, su presidente, y entonces fue, cuando cediendo a la insistencia de hombres como Leandro N. Alem, Nicolás Avellaneda, Adolfo Alsina, Carlos Pellegrini y Aristóbulo del Valle, aceptó el cargo de ministro de Relaciones Exteriores, en momentos en que el país atravesaba por una situación delicada respecto de varios países limítrofes.

Bernardo de Irigoyen supo imponerse a las dificultades, justificando plenamente la elección que había recaído en su persona. En 1876, hubo de actuar en un conflicto suscitado por la intervención que el gobierno de Santa Fe tomó contra la sucursal local del Banco de Londres. En esa oportunidad, fue receptor de una amenaza inaudita que provino del abogado del Banco de Londres, Manuel Quintana, quien le previno en nombre de su Majestad Británica, que para hacer respetar los derechos del banco una cañonera inglesa había salido hacia Rosario. Aunque esto haya sido no más que un grave exceso emotivo, ya que la amenaza no se concretó ante la altiva protesta de Irigoyen, lo importante fue la doctrina que esbozó en su trabajo: La Soberanía nacional y la protección diplomática de las acciones al portador, el cambio de cartas que se produjo entre él y el encargado de negocios inglés. A la presentación de éste, en el sentido de que el gobierno nacional debía intervenir ante la provincia a los fines de que cesara en su accionar sobre el Banco, el canciller argentino respondió negativamente sosteniendo que las sociedades anónimas carecían de nacionalidad, y no les correspondía, en modo alguno, la protección diplomática. En ese año, negoció con éxito los tratados de paz y límites con el Paraguay y el Brasil, que resolvieron múltiples cuestiones emergentes de la terminación de la guerra de la Triple Alianza. Inició también las negociaciones con Chile por las cuestiones de límites que se hallaban pendientes por aquel Estado y después de largas y difíciles gestiones, logró sentar las bases de un tratado preliminar de los plenipotenciarios que fue firmado en Buenos Aires, el 18 de enero de 1878, por Diego Barros Arana y Rufino de Elizalde.

Al reorganizare el gobierno en 1877, el doctor Irigoyen ocupó el ministerio del Interior, desenvolviendo una política constructiva en beneficio del país. Cuando abandonó ese alto cargo, fue elegido vicepresidente en 1878, del Comité Patriótico, organizado para sostener los derechos de la República en la cuestión de límites con Chile. Con tal motivo, presidió una gran conferencia pública efectuada en el Teatro Colón, el 25 de mayo de 1879.

Al verse la posibilidad de producirse un gran conflicto en 1880, con el Uruguay, el presidente Avellaneda, lo designó ministro plenipotenciario y enviado extraordinario ante el gobierno de Montevideo, logrando pleno éxito en sus gestiones. En ese mismo año, no quiso aceptar la candidatura que le fue ofrecida para la Presidencia de la República. Nuevamente fue ministro de Relaciones Exteriores y Culto, en el gobierno del general Roca, y a su talento diplomático se debió que se conjurase un conflicto armado con Chile, por cuestiones limítrofes. En 1881, llevó a feliz término la vieja cuestión con ese país, al firmarse el tratado fundamental de límites sobre las bases que propusiera cinco años antes. Expuso con brillo y resonancia los principios del Derecho público americano que actualmente han sido reconocidos por la doctrina uniformemente. Resuelta la cuestión chilena, en 1882, el presidente Roca lo nombró ministro del Interior, en cuyo cargo realizó obras de interés público.

En 1885, se decidió finalmente a dejarse proclamar candidato popular a la primera magistratura del país, Renunció como ministro, y se dedicó enteramente a la campaña electoral por el Partido Autonomista. El general Roca impuso en las elecciones a su candidato, el doctor Miguel Juárez Celman. Irigoyen entonces, se retiró de toda actividad pública, en 1886.

Se lo consideraba definitivamente alejado de la vida pública, cuando resultó que el viejo estadista compartía los ideales de la nueva generación revolucionaria. En 1889, prestó su apoyo moral a la organización de la Unión Cívica.

Estuvo en la rebelión de 1890, y después de la caída de Juárez Celman perteneció a la junta consultiva de la Unión Cívica. En 1891, la convención de este movimiento político, reunida en Rosario, proclamó la fórmula presidencial Mitre-Irigoyen, para el período 1892-1898. Pero el general Mitre llegó a una transacción con el general Roca, y entonces –frente al cisma producido dentro del movimiento cívico- Irigoyen se declaró contra la política de los acuerdo, y pasó a las filas del naciente radicalismo.

En 1892, la Convención de la Unión Cívica Radical que acababa de separarse de la Unión Cívica, votó su candidatura a la Presidencia de la República por aquel partido. Al año siguiente, el presidente Sáenz Peña lo desterró a Montevideo.

Representó a la nueva fracción en el Senado de la Nación, y en 1894, desde su banca de senador interpeló al ministro del Interior, doctor Quintana, con un discurso magnífico por su estilo y de alta significación por su trascendencia nacional. Tratábase en aquel entonces, de la imposición del estado de sitio en ciertas partes del territorio argentino, así como la intervención federal en algunas provincias, medidas arbitrarias de acuerdo con el sentir del estadista. La interpelación dio por resultado la crisis de gabinete, formulando la minuta de amnistía, que provocó la renuncia del presidente Sáenz Peña.

Desempeñó la senaduría hasta 1898, en que resultó electo gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuyos destinos rigió hasta 1902, y su gestión mereció general aprobación. En 1899, formo parte de la Junta de Notables, argentinos y chilenos, nombrada para solucionar las diferencias sobrevinientes.

Al término de su período de gobierno, en 1902, fue elegido senador nacional por la provincia de Buenos Aires, tomando parte en los principales debates. Se recuerda aquél donde interpeló al entonces ministro de Relaciones Exteriores y Culto, doctor Manuel Augusto Montes de Oca, en cuya ocasión no se supo qué admirar más, si la sabiduría o su experiencia, o el respeto y la pericia con que el joven canciller, cincuenta años menor, contestó a su eminente antagonista Retuvo la banca senatorial hasta el momento de su muerte.

En su larga vida recibió distinciones de importancia, como la de académico titular y luego honorario de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, académico honorario de la Facultad de Filosofía y Letras, miembro honorario de la Academia Internacional de Ciencias Industriales, de Madrid, y de otras instituciones científicas y sociales. Fue Caballero Gran Cruz de la Real Orden Española de Isabel la Católica; Gran Cruz de la Orden Imperial de la Rosa, del Brasil; y Gran Cruz de la Orden del Santo Sepulcro.

La desaparición del ilustre estadista ocurrió en Buenos Aires, el 27 de diciembre de 1906, a los 84 años de edad, ocasionando su deceso un verdadero luto nacional. Se había casado con Carmen de Olascoaga.

El diario “La Prensa” estampó en sus columnas que “La República acaba de perder a uno de sus hijos más eminentes, a uno de sus ciudadanos más virtuosos, a uno de sus servidores más leales”. Otro prestigioso periódico, “La Nación”, dijo que “Don Bernardo de Irigoyen fue uno de los grandes señores de la República”, y en otra oportunidad, agregó que fue “el señorial representante de la cultura porteña, el carácter más blando, más suave y más accesible de nuestro escenario político”.

Los poderes públicos de la Nación y de las provincias le decretaron los más altos honores. En el acto del sepelio hablaron para despedir sus restos, el ministro del Interior, doctor Manuel A. Montes de Oca, en nombre del gobierno Nacional; el ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, doctor Emilio Carranza; el presidente del Senado, Benito Villanueva; el doctor Adolfo Saldías, por la Cámara de Diputados; el ministro de Instrucción Pública, doctor Federico Pinedo, y el doctor Francisco A. Barroetaveña.

El Congreso de la Nación sancionó la erección de su monumento en nuestra ciudad, como gran ciudadano de la República, siendo inaugurado en la esquina de Callao y Paraguay, en la plaza Rodríguez Peña, el 27 de diciembre de 1933, obra del escultor Mariano Beulliure. En ese acto pronunciaron discursos, los doctores Vicente C. Gallo, Mariano de Vedia y Mitre y Leopoldo Melo. Una calle de la ciudad y una escuela llevan su nombre.

Bernardo de Irigoyen fue una figura representativa y consular en los tiempos de la organización nacional, y durante las décadas que le siguieron. Su larga y activa vida abarcó diversas etapas dentro de la historia argentina, en todas las cuales desempeñó un papel de hombre de confianza y de consejo, de intermediario hábil y de negociador de dones sobresalientes. Mantuvo siempre una limpia línea de conducta personal y un concepto elevado de sus funciones como servidor del Estado y como ciudadano.

Acerca de su personalidad pronunciaron juicios altamente elogiosos hombres de ideas y tendencias tan encontradas como Urquiza, Sarmiento, Rawson, Pellegrini, Avellaneda y Roca. Era de estatura mediana, de semblante pálido, ojos serenos, labios delgados, y en su cara lucían patillas de gentilhombre inglés.

Escribió alrededor de cuarenta trabajos, entre defensas, informes, discursos, etc., que se publicaron en forma de folletos y libros. En otro orden sobresalen, un breve ensayo sobre Recuerdo del general San Martín, en el “Archivo Americano” (1951), reproducido después en “La Revista de Buenos Aires” (1863); Recuerdos de don Bernardo Monteagudo; Delfín Gallo, Apuntes Biográficos (1890); Colonización e Inmigración en la República (1891). En uno de sus escritos utilizó el seudónimo de “Unos Argentinos”.


Fuente

Amadeo, Octavio R. – Vidas Argentinas – Buenos Aires (1957).
Cutolo, Vicente Osvaldo – Nuevo Diccionario Biográfico Argentino, Buenos Aires (1971).
De Vedia y Mitre, Mariano – Bernardo de Irigoyen – La Nación, diciembre (1933).
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado.
Gómez, Antonio F. – Notas biográficas del Dr. Bernardo de Irigoyen, Epoca de Rosas – Buenos Aires (1907).
Portal www.revisionistas.com.ar

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martes, 22 de octubre de 2024

Guerra de independencia: El hijo del Gral. San Martín

El hijo del Gral. San Martín

Revisionistas



Hemiciclo de la Rotonda – Guayaquil, Ecuador

Desde enero de 1822 José de San Martín proyectaba entrevistarse con Simón Bolívar.  El objeto secreto —según lo escribió Rufino Guido- era el de apoderarse de Guayaquil; el público —según San Martín- pedir auxilios bélicos para terminar la guerra en el Perú (1) (2).

En el barco “Macedonia” remontó el Pacífico en julio de 1822 un hombre de 44 años, corpulento, de carácter franciscano, taciturno, positivo, metódico, nunca acostumbrado a los cumplidos ni a las palabras persuasivas (3).

Quince días antes de su arribo, Bolívar se le había adelantado y en esas 2 semanas hizo cálida y fructífera amistad con las Garaycoa.  De acuerdo al análisis posterior de los hechos, se desprende claramente que Bolívar pidió a Carmen Calderón Garaycoa el que coronara a San Martín.  Pero este no fue un acto sincero: ni estaba en la ideología de las Garaycoa, ni peor aún en el ardiente temperamento terriblemente competitivo de Bolívar.

Lo que Bolívar quería simbólicamente es herir al héroe argentino, al coronarlo quería demostrar ante todos de las ideas monárquicas de éste y el juego resultó por supuesto efectivo.

El barco en que arribó San Martín llegó al muelle el viernes 26 de julio de 1822 a las 12 del día. San Martín —hombre escrupuloso como era— estaba ya bien arreglado al arribo y según la memoria de José Gabriel Pérez, Bolívar subió a bordo y allí San Martín le abrazó y manifestó tenerle la amistad más íntima y constante (4).

Sin embargo y según otros testimonios de testigos presenciales, parece que Pérez mintió.  En efecto, según Rufino Guido y Jerónimo Espejo, al muelle llegaron salo dos ayudantes de Bolívar quienes invitaron a desembarcar a San Martín.

El muelle estaba ubicado frente a la gobernación (5), desde allí San Martín en medio de un batallón de infantería, caminó cuatro cuadras por el Malecón hasta la casa esquinera de los Luzárraga situada en la calle del Comercio (hoy Pichincha) y la San Francisco (hoy 9 de octubre) (6).

La casa era de 2 pisos, al pie de la escalera estaba Bolívar de gran parada junto con su estado mayor, entre ellos Sucre, Salom y Tomás Cipriano de Mosquera, el sombrero era muy alto, con franja de oro y con plumas (7a).

Al ver a San Martín —eran las 12 y 30— dio algunos pasos adelante para saludarlo y extendiéndole la mano le dijo: “Al fin se cumplieron mis deseos de conocer y estrechar la mano del renombrado Gral. San Martín”.

San Martín con su innata timidez le manifestó que no aceptaba aquellos encomios (6a).  Bolívar se dio cuenta entonces que la batalla la había empezado a ganar.  A poco notó que le faltaba a su opositor “la sal de la crítica” (7).

San Martín se decidió a hacer la primera pregunta: “Usted, estará muy sofocado por las pellejerías de Guayaquil” y sin dejar tiempo a que le conteste, mostrando de nuevo su horrenda timidez, le endilgó de nuevo: “¿y que cuánto tiempo están de pellejerías en medio de los mayores embarazos?”.

Pellejerías lo había utilizado para significar enredos en el primer caso y revolución en el segundo.  Bolívar no contestó casi y vino la tercera intervención del protector: “Nada tengo que decirle sobre los negocios de Guayaquil, en los que yo no tengo que mezclarle; la culpa de que Guayaquil no quiera incorporarse a Colombia, la tienen los mismos guayaquileños” (8)

De 1 a 2 de de la tarde vinieron las felicitaciones de las corporaciones y luego de las señoras.  Al final y de manera al parecer espontánea, se levantó Carmen Calderón “linda como un ángel” con las manos atrás y luego de pronunciar una arenga le puso lo que llevaba escondido: una corona de laurel esmaltado.

San Martín se puso rojo como un tomate; a la agresión inconsciente -había sido descubierto- le faltaba poros para salir.  Se quitó la corona y viendo de reojo a Bolívar dijo “que habían otros que la merecían más que él” y como el Libertador no esperaba esto y pensando que iba a su vez a ser coronado, se puso “pálido y lívido como un muerto” según el testigo Rufino Guido.

A la final, dijo que no podía desprenderse de la corona y que la guardaría para siempre.

Muchos años después la misma Carmen se lo narró al historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna (9).

Los dos grandes hombres se encerraron de 2.30 a 4 de la tarde en la misma casa de Luzárraga teniendo su primera conferencia.  El propio Bolívar en carta a Santander le dijo: “Dice (San Martín) que no quiere ser rey, pero que tampoco quiere la democracia y sí el que venga un príncipe de Europa a reinar en el Perú” (10)

Bolívar le dijo que prefería el que se coronara al Gral. Itúrbide -mejicano- a cualquier Borbón.  Sin embargo San Martín en carta al Gral. Miller cinco años después negó rotundamente lo anterior, calificando de pillo e impostor al que se atreviera a decir tal cosa (11).

Bolívar se retiró a las 4 de la tarde con el sentimiento de haberlo abrochado.  De 4 a 5 recibió el argentino algunas visitas y luego caminó las 5 cuadras que le separaban de la casa de la Aduana y con su Estado Mayor fue a pagar la visita a Bolívar, permaneciendo con él de 5.30 a 6.

Pasadas las 6 regresó a comer a casa de Luzárraga.  Y luego de las 7 Guido anota como que nada: “la noche se pasó en recibir nuevas visitas y entre ellas algunas señoras”.

A nosotros no nos cabe duda que el propio Bolívar se sirvió de una dama casada para tentar al héroe.  Se llamaba Carmen Mirón y Alayón y era una real hembra: tenía 20 años, en su rostro y cuerpo revelaba no pocas gotas de sangre africana, era hija de Don Antonio Mirón, nacido en la isla de León, síndico de la capilla del Astillero en 1821, casado desde 1791 con Asunción Alayón y Troya, babieca del estado Llano (12).

Carmen era viuda de un Sr. Pérez, matrimonio que le había durado sólo pocos meses (13a).  Por el padre tenía abundante sangre árabe, por un abuelo murciano; por su madre, esta era bisnieta del español Francisco Martínez de Alayón, vecino de Guayaquil en 1687 y de Jerónima de Henao, ésta a su vez hija del secretario Antonio de Henao (13).

San Martín se quedó encandilado con su presencia.  Bolívar le había hecho sentir tan mal que necesitaba una válvula de escape; Carmen era el regalo que quizás el mismo sabio astuto de Bolívar le enviaba para mitigar sus penas.  Y se hizo una cita, ella lo esperaría en su casa el sábado 27 a primera hora de la mañana.

Y así fue, San Martín se trasladó al barrio del Astillero —donde ella vivía— con el sigilo que él acostumbraba y allí pasó 6 horas entregado a los más dulces deleites.

Ni Rufino Guido ni Jerónimo Espejo dan dato alguno sobre qué pasó con el General José de San Martín aquella luminosa mañana de julio.

El barrio del Astillero le recordó sin duda a Cádiz, tenía 151 casitas distribuidas en 9 calles todas con nombres simpáticos: Real, de la Compañía, de la Plazuela, de la Cárcel vieja, de la espalda de Gobierno, de San Agustín, de la Victoria, de la Águila y cerrada (14).

Mientras San Martín goza —aquella mañana— parcamente de la vida, Bolívar se pasa despachando correspondencia a Quito, Pasto y a la misma Guayaquil.

El protector almorzó frugalmente en la casa de Luzárraga pasado el mediodía y ordenó que todos tuvieran las maletas listas.  Se sintió casi engañado y quería volar de Guayaquil a las 24 horas de haber llegado.

A la 1 fue a la casa de la Aduana a tener la segunda y más severa conferencia con Bolívar.  Esta duró 4 horas y se han tejido muchas versiones sobre lo que hablaron, lo único seguro es que San Martín dejó el campo totalmente a Bolívar y se retiró para siempre de la vida pública.

Enseguida a las 5 pm. Bolívar ofreció una espléndida cena para 50 invitados, megalómano como él solo, se levantó e hizo el brindis: “Por los hombres más grandes de la América del Sur: el general San Martín y yo”.  Este, con la timidez y prudencia características, respondió en el segundo brindis “Por la pronta conclusión de la guerra y por la salud del Libertador”.  Y el buen argentino no se equivocaba, la tisis se notaba ya en el semblante de Bolívar, a él mientras tanto -le quedaban casi 30 años más de vida-.

De 7 a 9 tuvieron un receso y a las 9 fueron al baile que les daba la Municipalidad.  San Martín se las aguantó 4 horas sin bailar: Carmen Mirón estaba allí, pero él la miraba con una desconfianza e intriga sin límites.  A la 1 le llamó a Guido y le dijo: “Llámeme Ud. a Soyer que ya nos vamos, no puedo soportar este bullicio”.  Salieron por una puerta excusada, según el mismo San Martín en su carta a Miller, Bolívar le acompañó hasta el bote y le regaló su retrato.  Al despedirse -esta vez- a Bolívar le saltó la desconfianza y San Martín al cabo de muchas horas le volvió el alma al cuerpo.  Bolívar dio unos pasos atrás para solemnizar el acto con un frío apretón de manos, pero San Martín le retuvo por el brazo y en voz baja le dijo: “Ha terminado mi vida pública. Iré a Francia y pasaré lo que me queda de vida en el retiro. Sólo el tiempo y los sucesos dirán quién de nosotros vio el futuro con más claridad” (15).

En el barco que iba rumbo a la Puna, San Martín pensaba en el orgullo de Bolívar, en su dificultad de mirar de frente a la persona, en su falta de franqueza y en su tono altanero, en sus maneras distinguidas, en su ambición.  Y pensó también en su desinterés, en su popularidad, en su constancia monstruosa, por eso 18 años después cuando el marino francés Lafond le preguntó su concepto final sobre Bolívar dijo: “Es el hombre más asombroso que ha conocido la América del Sur” (16).  En todo el viaje se pasó obsesionado en Bolívar, salían a flote todos sus defectos y sin embargo su grandeza era inconmovible.

El final

San Martín se instaló en Lima en la quinta de la Magdalena y allá en noviembre recibió la visita de Carmen ya embarazada de 4 meses.  La prometió apoyar y la regresó.  A Rosa Campuzano tampoco quiso verla más.

Su mujer estaba grave en Buenos Aires, pero temía ir, pues sabía que lo apresarían (17).

Joaquín Miguel de San Martín y Mirón nació a fines de abril de 1823 y fue bautizado en la iglesia de San Agustín, calle de San Alejo con calle de la cárcel, en Guayaquil el 13 de mayo (18).  Su partida fue inscrita con sigilo en el Archivo de la Logia en Lima, pues San Martín pidió a sus “hermanos” que no la dejaran ver sino a sus descendientes (19).

José de San Martín viajó a Chile y luego estuvo en Mendoza y Buenos Aires.  Su esposa murió muy joven en 1824 de apenas 27 años y él se embarcó con su hija de 8 años a Francia.  En 1827 estuvo en Bruselas, hacia 1840 escribió a pedido del marino Lafond algunos recuerdos sobre Bolívar; en 1846 tuvo la satisfacción de recibir en su pequeño cuarto de Grand Bourg a 1 legua de Nainsville a Domingo Faustino Sarmiento.  Tenía para entonces los ojos pequeños y ya encorvada la espalda.  En su habitación tenía el pequeño retrato de Bolívar que eéste le había regalado (20).

Su hija Mercedes fue pintora de afición y ella hizo un retrato de Bolívar por 1846 a base de las indicaciones que le dio su padre (21).

En 1848 a los 70 años estaba casi ciego, y ya no podía firmar sus cartas.

Mercedes de su matrimonio con Mariano Balcarce le había dado 2 nietas: Josefa y Mercedes.  En las guerras que la Argentina tuvo con Brasil, Francia e Inglaterra, San Martín ofreció sus servicios y las 3 veces su oferta fue rechazada.

Murió el 17 de agosto de 1850 a los 72 años en Bolougne-sur-mer (Francia).  Sus restos descansan en la catedral de Buenos Aires.

Rosita Campuzano se quedó con pasmo luego de sus amores con el héroe.  Nadie le conoció amante de 1822 a 1831, hasta que este año cedió ante un alemán llamado Juan Weniger, dueño de 2 almacenes en Lima y con él tuvo su hijo único; el alemán le quitó al niño a su madre para educarlo en un colegio (22).

Rosa en 1847 vivía de balde en los altos de la Biblioteca Nacional de Lima, gracias a la ayuda de Constancio Vigil; fue entonces cuando le entrevistó Ricardo Palma; para entonces usaba muleta y no parecía de 51 años, sino de 71.

A su hijo lo mataron en un combate por 1852.  Ventajosamente a Rostía el Congreso del Perú le otorgó una pensión mensual. Murió en 1860 a los 64 años más sola que nadie.

Carmen Mirón también guardó largo celibato por el héroe y sólo hacia 1840 procreó a Rosa Mirón y Rivera quién vivió en San Alejo de Guayaquil casada con Eusebio Castro Rivera.  Vivió atormentada por la suerte de su hijo Joaquín trotamundos por Sullana, Lima y Lambayeque.  Murió de 80 años en Guayaquil quemada por un cigarrillo que incendió su cama (23).

La truculenta vida del hijo de San Martín

Joaquín San Martín y Mirón nació en Guayaquil el 27 de abril de 1823 y se bautizó el 13 de mayo en San Agustín.  A los 18 años pasó al Perú.  Perteneció al partido liberal desde joven.  En 1852 a los 29 años estaba de marino y viajó a la Nueva Granada como tercer oficial de cargo del bergantín de guerra “6 de marzo” que había sido construido en Baltimore 7 años antes.  Tenía el grado de alférez.  El barco zarpó el 20 de setiembre de Guayaquil, arribó a Buenaventura, pero al regreso fue sorprendido en las costas del Chocó por un fuerte temporal y se encalló en los bajos de arena de Huascaona frente a Iscuandé.  Sólo 8 personas que tomaron un bote se salvaron en forma milagrosa, uno de ellos fue San Martín (23a).

Hacia 1860 se estableció en Sullana, al norte del Perú huyendo de García Moreno, y casó con Isabel García Saldarriaga, con quien tuvo 2 hijos nacidos en Lima en 1862 y 1865.  En esa ciudad se afilió a la Logia.

Por 1866 su esposa faltó a la fe del matrimonio y se separaron.  En este año y cuando García Moreno pasaba por Lima con destino a Santiago, participó en el complot para asesinarlo en unión de los refugiados ecuatorianos que vivían en Lima.

Al arribar el tren a esta ciudad el 2 de julio de 1866 a las 11.30, le atacaron Juan Viteri Villacreses –ambateño- y San Martín en momentos en que recién bajaba del tren (24).  Viteri le disparó 2 veces, pero sólo le hirió ligeramente en la frente y la otra bala traspasó el sombrero.  San Martín parece que hizo solamente de campana, pues la Corte de Lima reconoció a Viteri como único culpable.

Hacia 1868 se estableció en Lambayeque y allí tuvo sucesor en la señora Petronila Alvarado, el hijo se llamó José Joaquín, en honor al padre y al abuelo.  Por 1874 tuvo una relación con una señora Vargas.

Muerto García Moreno en 1875, regresó al Ecuador y se estableció en Máchala donde tuvo relación con una señora Avila, tenía entonces 6 hijos en 5 señoras diferentes.  Por 1883 casó a su primera hija en Guayaquil.  Cuando Caamaño subió al poder en 1884, conspiró contra éste, siendo desterrado a Lima -Allá fue precursor del saneamiento en esa ciudad (25).

Regresó al Ecuador por 1890, casando a su segundo hijo en Guayaquil en 1893.  En 1894 fue Comisario de Máchala y Santa Rosa.

Murió asesinado en 1895 a los 72 años en Gualtaco (cerca a Santa Rosa) cuando iba a despedir a unos amigos.

Según el historiador y genealogista Fernando Jurado Noboa el prócer reconoció a su hijo.

No le gustaba hablar de su origen pero a raíz de que su hijo casó con una sobrina carnal de él (de D. Joaquín) e hija de su hermana de madre Rosa Mirón y Rivera, reveló confidencialmente el secreto a su hija mayor Rosa Isabel, pidiéndole que lo guardara todo el tiempo que ella lo juzgara conveniente.

Fueron sus hijos:

1. Rosa Isabel San Martín García, nacida en Lima en 1863, m. en Guayaquil 14 de mayo 1941, ce . Manuel Andrés Pazmiño, n. de Máchala. Suc: Pazmiño-Aguilera.

2. Justo Vicente San Martín García, nacido en Lima 1865, se crió con su padre y a los 11 años, en 1876, pasó a Guayaquil, casó en San Alejo en 1893 con su prima hermana Mercedes Castro y Mirón, vecinos de Baba en 1895. En 1910 fue desterrado al Perú, cuando nuestros conflictos de frontera. Sucesión — San Martín-Guevara; San Martín-Santos; López San Martín; Moncayo-San Martín; San Martín-Morán.

3. José Joaquín San Martín Alvarado, nacido en Lambayeque por 1868, casó en Lima con María Francinet, brasilera, tuvo 1 hijo marino, otro aviador, otro médico y otro ingeniero. El médico (Mauricio) fue Rector de la Universidad de San Marcos de Lima. Descendencia en Lima y Huamanga (Perú): San Martín Navea; San Martín-Rappeto; San Martín-Fernández: San Martín-Valestra; San Martín-De la Fuente; Romero-San Martín; y Bermúdez-San Martín.

4. Juan San Martín, nacida en Perú por 1871.

5. Eduardo San Martín Vargas, nacido en Perú por 1874, c. en Guayaquil con Enma Lanfranco y es. en n. Vargas.

6. Teniente coronel Luis Alberto San Martín Avila, nacido en Máchala por 1877, ce. Matilde Hurtado.

Testimonio documental

Reunido en julio de 1972 el Instituto Genealógico de Guayaquil, bajo la presidencia de D. Pedro Robles Chambers y con la asistencia de los Sres. Julio Pimentel Carbo, Genaro Cucalón, Clemente Pino, Luis Noboa y Jorge Arteaga.

CONSIDERANDO

1. Que la copia de la partida bautismal de D. Joaquín San Martín Mirón que se conserva en la Logia de Lima es un documento auténtico, que ha sido enviado al Instituto por el Dr. Fernando Romero, Rector de la Universidad de San Cristóbal en Huamanga.

2. Que el retrato original de D. Joaquín y que lo ha adquirido, el Sr. Robles Chambers, muestra un parecido extraordinario con el héroe.

3. Que encaja perfectamente los cálculos entre fechas de concepción y nacimiento de D. Joaquín.

4. Que en Guayaquil y Lima se han mantenido constantes y respetables tradiciones sobre el origen verídico de la familia San Martín.

5. Que los descendientes de ambas ramas han sido tenidos por personas serias y honorables, incapaces de fraguar orígenes falsos.

6. Que el testimonio oral de Da. Rosa Isabel San Martín, nieta del héroe, muerta en 1941 en Guayaquil, merece todo crédito.

ACUERDA

Aceptar como verídica la paternidad de D. Joaquín San Martín y Mirón.

Referencias

(1)La Entrevista de Guayaquil II, 248 .

(2)Carlos Salas: Bibliografía de San Martín, III, 81 .

(3)Teodoro Alvarado: La histórica entrevista de Guayaquil de 1822, Bol. ANH. 120 pg. 159, Quito.

(4)Cartas del Libertador, Tomo III, 254.

(5)Manuel Villavicencio: Geografía del Ecuador, 1858 , ver plano de Guayaquil.

(6)Jerónimo Espejo afirma lo de Luzárraga.

(7a)Para nosotros es muy dudosa la presencia de Sucre, aunque Espejo la asienta.

(6a)La entrevista de Guayaquil, II, 24 8 – 250 .

(7)Abel R. Castillo: Sobre la entrevista de Bolívar y San Martín, Bol. ANH 120 , Quito, pg. 278 .

(8)Hemos reconstruido esto en base a la citada carta de José Gabriel Pérez a la Cancillería de Bogotá.

(9)Julio C. Chávez: San Martín y Bolívar en Guayaquil, Buenos Aires 1950, pg. 140.

(10)Cartas del Libertador, III, 262.

(11)Carlos Salas, Oc. III, 81.

(12)Arch. Catedral Guayaquil Baut. 1792-1802.

(13)Fichero Robles – Chambers.

(13a)Luis Ramírez Ch.: La bisnieta de San Martín, Rev. La Otra , Guayaquil 1988, pg. 60 – 61 . Mercedes San Martín de Checa, clarífica parentesco co n procer, El Universo, Guayaquil, julio 26, 1972.

(14)Gustavo Monroy : Documento s de la época colonial de Guayaquil, Bol. CIH T.2, pg. 73

(15)Teodoro Alvarado: oc. 163.

(16)Abel R. Castillo: oc. 290.

(17)Javier Peñalosa: oc. 34.

(18)Arch. Robles Chambers, Guayaquil.

(19)Carta del Dr. Mauricio San Martín, Rector de la Universidad de S. Marcos a Pedro Robles, Arch. de éste.

(20)Sus herederos le obsequiaron al Museo Histórico de Buenos Aires.

(21)Se ha publicado varias veces, por ej. en la Rev. El Libertador de Quito No. 105.

(22)Rodolfo Pérez: Nuestro Guayaquil Antiguo, 118.

(23)Archivo Robles, Guayaquil.

(23a)Mariano Sánchez: Naufragio del bergantín de guerra 6 de marzo, Instituto de Historia Marítima. Rev. 1989, pgs. 19-27, Guayaquil.

(24)Severo Gómez jurado: Vida de García Moreno, V, 222 – 223

(25)Archivo Robles, Guayaquil.

Fuente

Barrera, Isaac: José de San Martín el Libertador del Sur, Bol. ANH , nums 76, pgs. 225-232, Quito 1950.

Diario El Globo Nº. 1851 Guayaquil 3 de noviembre de 1893

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

Jurado Novoa, Fernando – Las noches de los Libertadores – Vol 2. IADAP, Colección Identidad, Quito, Ecuador (1991).

Portal revisionistas.com.ar

Videla Morón, Mario – San Martín y sus vinculaciones familiares, Rev. Genealogía 18, Buenos Aires 1979

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•  Entrevista de Guayaquil

Se permite la reproducción citando la fuente: www.revisionistas.com.ar

domingo, 20 de octubre de 2024

SGM: Operación Elsenborn (1/2)

Operación ELSENBORN

Parte I || Parte II
Weapons and Warfare


3 a 12 de noviembre de 1944


Durante el mes de octubre, el ejército aliado estuvo paralizado a lo largo de la frontera alemana. Un lugar donde los estadounidenses estaban sufriendo un gran número de bajas fue la zona boscosa y montañosa conocida como el bosque de Hurtgen. Allí, la 9.ª División de Infantería avanzaba lentamente contra las fuertes defensas alemanas. Para que su ejército volviera a moverse (a través del río Roer hacia Alemania), el general Bradley propuso la Operación QUEEN para despejar la llanura entre los ríos Roer y Wurm. Esto requirió la mayor cantidad de apoyo aéreo para cualquier operación terrestre en la Segunda Guerra Mundial. Parte de su plan para avanzar hacia Alemania implicaba que una nueva división apareciera repentinamente en el bosque de Hurtgen para un ataque sorpresa.

A finales de octubre, el V Cuerpo discutió la idea de que el 23, en teoría, mantuviera una división en un campo de descanso, mientras que la división real se trasladaba en secreto al frente. Esto se conocería como Operación ELSENBORN, que lleva el nombre de Camp Elsenborn, un área de cuarteles militares a una milla y media al suroeste de la ciudad de Elsenborn, utilizada como centro de descanso para las unidades retiradas de la línea del frente.

El V Cuerpo estaba convencido de que había agentes enemigos operando en el área de Elsenborn vigilando los movimientos de las tropas. Justo al otro lado de las líneas del frente, hacia el este, había tres divisiones alemanas y el cuartel general de su cuerpo. Esto hizo que los estadounidenses se sintieran seguros de que habría algunas unidades de interceptación de radio alemanas en el área inmediata.

Estaba previsto que la 28.ª División de Infantería, que descansaba en Camp Elsenborn, sustituyera a la 9.ª División de Infantería en el bosque de Hurtgen el 1 de noviembre. Eso no dejó tiempo para que la 28.ª División se utilizara para organizar una operación de engaño. Luego se hicieron planes para preparar el escenario para ELSENBORN con la llegada de la maltrecha 9.ª División de Infantería al campo de descanso, y hacer que el objetivo principal de la operación fuera la simulación de la siguiente unidad que se trasladaría al campo. Esta sería la 4.ª División de Infantería, que ocupaba las líneas del frente justo al oeste de Elsenborn.

La 4.ª iba a ser reemplazada en el frente por la 99.ª División de Infantería. Mientras se simulaba el 4.º en el campamento de descanso, se trasladaría en secreto aproximadamente treinta millas al norte, donde con suerte haría una aparición sorpresa en el bosque Hurtgen. La operación de engaño no debía durar más de cuatro días, momento en el que los alemanes habrían descubierto la verdadera ubicación del 4.º.

El 23 estuvo involucrado en otras dos misiones durante este mismo tiempo (CASANOVA y DALLAS), por lo que sólo un tercio de la unidad de engaño estaba disponible para participar en ELSENBORN. Debido a las múltiples operaciones, en ELSENBORN no participarían señuelos ni tropas sónicas, sólo engaños por radio y efectos especiales. El grupo de trabajo ELSENBORN, bajo el mando del teniente coronel Edgar W. Schroeder, estaba formado por treinta y seis oficiales, cuatrocientos treinta y un soldados y ciento ocho vehículos. Debido a la gran demanda de operadores de radio en esta misión, ciento noventa y tres de los hombres eran de la 23ª Compañía de Señales. El 3 de noviembre de 1944, el grupo de trabajo ELSENBORN se dirigió al campo para prepararse para la operación.

Uno de los problemas para ELSENBORN fue que el 23º hasta entonces solo había simulado unidades en el campo. No tenían información sobre cómo apareció una división en la zona del cuartel. Para preparar la operación, enviaron equipos para reconocer a la 9.ª División una vez retirada de la línea. Se tomaron notas detalladas sobre temas como señalización, distribución de policías militares, patrullas locales y puntos de distribución de agua. Se enviaron otros equipos a la 4.ª División de Infantería para asegurarse de que las hojas de popa de esa unidad estuvieran actualizadas.

Uno de los otros problemas de esta operación fue que, mientras se encontraba en un campo de descanso, las radios de una unidad normalmente estaban en silencio. Esto significaba que el 23 tendría que renunciar a uno de sus mayores trucos o encontrar una razón para que las radios transmitieran mientras estaban en el campamento. Por lo tanto, los señalizadores de la 9.ª División esperaban tener la oportunidad de descansar y limpiar, pero en lugar de eso recibieron una orden que exigía una prueba diaria de todos los aparatos y operadores de radio CW.

Saliendo del nombre de William C. Westmoreland, jefe de personal de la 9.ª División de Infantería (y más tarde, a partir de las 14:00 del... octubre de 1944, los siguientes mensajes (cifrados mediante el convertidor M-209) se transmitirán a su red. La estación de control de red dividirá el tráfico lo más equitativamente posible entre las estaciones subordinadas.

  1. El comandante de las fuerzas estadounidenses en Vietnam), fue la orden para una prueba de operación de radio:
  2. Todas las estaciones entregarán sus registros y archivos que cubran estas transmisiones al Oficial de Señales de la División.


Lo que siguió fue una lista de dieciséis mensajes que iban desde (mensaje n.° 1) “El tercer mil millones de patrullas han tomado siete prisioneros enemigos” hasta (mensaje n.° 16) “Actividad leve. Baker y Charlie no informaron nada y Able informó solo una ligera acción de patrulla. Dog Company tuvo algunos problemas en su sector, pero ahora está bien”.

Lo que esto hizo fue preparar el escenario para que los alemanes vieran que las divisiones estadounidenses en un área de descanso podrían ser llamadas a probar su equipo y la competencia de los operadores con transmisiones y máquinas de cifrado. Cuando la 9.ª se retiró, los alemanes no sospecharon nada cuando las radios de la 4.ª División comenzaron a enviar el mismo tipo de mensajes de prueba. Incluso era posible que un agente alemán escuchara algunas quejas de los comunicadores que tuvieron que renunciar a parte de su tiempo libre para participar en alguna ridícula prueba de radio.



Con el escenario preparado para las transmisiones de radio desde un campamento de descanso, los expertos en señales del día 23 tuvieron que comenzar los preparativos para la siguiente fase. Tuvieron que asumir la apariencia de la red de radio de la 4.ª División de Infantería para que los alemanes no tuvieran dudas sobre la autenticidad de la red de radio ficticia que operaba en Camp Elsenborn. Los expertos en radio del 23 fueron enviados a la 4.ª División en Bullang para observar las idiosincrasias de sus transmisiones.

El 27 de octubre de 1944, diez equipos de radio del 23 llegaron a la 4ª División de Infantería. El personal del centro de mensajes de la 23.ª fue instruido por sus homólogos de la 4.ª División sobre cómo redactaban los mensajes que debían enviarse. Los radiotelegrafistas de la 23.ª División tomaron notas sobre el estilo de los operadores de radio de la 4.ª División. La división tenía una forma distintiva de utilizar el código SLIDEX, y el centro de mensajes de la 4.ª Tropa de Reconocimiento tenía su propio TPC (Código Preestablecido de Tropa). Los registros indican que la 4.ª División brindó su plena cooperación y entendió que una operación de engaño exitosa podría salvar las vidas de sus hombres.

Uno de los hallazgos fue que cada centro de mensajes de la división tenía su propio estilo de codificar parcialmente sus mensajes. El cuartel general de la división habitualmente dejaba algunas palabras en claro (no codificadas), mientras que el estado mayor del 8.º Regimiento de Infantería codificaba cada palabra. Los señalizadores también descubrieron que los operadores del 8.º Regimiento de Infantería arrastraron una "R" para indicar un mensaje recibido. La artillería de la división siempre repetía las palabras de texto claro en sus mensajes SLIDEX, y las transmisiones de la 4.ª Tropa de Reconocimiento eran de estilo lento y metódico. Para garantizar que este estilo se mantuviera constante durante toda la operación, el personal del centro de mensajes de la 4.ª División codificó los mensajes de prueba de competencia con antelación. Una vez que se familiarizaron con las operaciones de la 4.ª División, los señalizadores de la 23.ª División lentamente se hicieron cargo de la operación de las radios de la división y comenzaron a manejar las transmisiones reales de la 4.ª División mientras aún estaban en el frente.

El 5 de noviembre, la red de radio de la 4.ª División fue operada únicamente por los señalizadores del 23.º. A las 01.00 horas del 6 de noviembre, se ordenó a la división que guardara silencio de radio, como lo haría normalmente durante un movimiento. Los señalizadores del 23.º se trasladaron a Camp Elsenborn y configuraron sus radios para prepararse para la prueba teórica de competencia en radio. Los auténticos operadores de radio de la 4.ª División recibieron instrucciones de escuchar únicamente sus frecuencias asignadas en caso de una llamada de emergencia. En ningún caso debían transmitir a menos que recibieran un mensaje clasificado como urgente.

Los equipos de engaño por radio en Camp Elsenborn informaron al resto de sus camaradas sobre lo que habían aprendido sobre el estilo de operación de la 4.ª División del 6 al 8 de noviembre. Del 8 al 11 de noviembre, la red de radio teórica de la 4.ª División en Camp Elsenborn transmitió los mensajes preparados para la prueba de radio. Todas las radios estaban físicamente dispersas por toda la zona del campamento en un patrón similar al utilizado anteriormente por la 9.ª División. Las transmisiones se realizaron utilizando las SOI (Instrucciones de operación de señales), autenticadores y frecuencias de la 4.a División.

Para simular la división se utilizaron veintidós aparatos de radio y más de cien operadores. Se puso especial cuidado en garantizar que cada operador transmitiera sólo en una radio específica. Esto fue para evitar que los alemanes identificaran a un individuo por su "puño" y lo descubrieran transmitiendo desde dos unidades diferentes. Cada transmisión de radio fue monitoreada tanto por un oficial como por el hombre que debía enviar esa radio al día siguiente.

El Mayor Yocum, el oficial de señales número 23, estaba tan complacido que escribió: “Se recomienda que esta operación se utilice como guía en el futuro, tanto para BLARNEY como para las unidades con las que operamos. El tiempo permitido para la planificación y la coordinación, y la cooperación brindada por todas las sedes involucradas, fueron las mejores encontradas hasta ahora”.

El único elemento de la 4.ª División que no fue simulado en la red de radio fue el Equipo de Combate del 12.º Regimiento de Infantería. Cuando comenzaron los preparativos, la 28.ª División de Infantería había recibido tal paliza en el bosque de Hurtgen que la 12.ª fue enviada a cruzar la frontera del cuerpo para ayudar. Este regimiento de infantería, además de tropas de artillería, ingenieros y médicos adjuntos, se necesitaba desesperadamente para reforzar la línea en Hurtgen. Enviar esta parte de la 4.ª División adelante a la batalla puede haber ayudado a la situación temporalmente, pero a la larga puede haber comprometido toda la operación de engaño.

El aspecto de efectos especiales de la misión requería una estrecha cooperación con la 4.ª División. Se cosieron parches de la 4.ª División en el 85 por ciento de los uniformes de las tropas de engaño y los vehículos se marcaron con las marcas correctas en los parachoques de la 4.ª División. A partir del 6 de noviembre, los hombres se pusieron impermeables para ocultar los parches y cubrieron las marcas de los parachoques mientras conducían solos hacia el área de la 4.ª División. Todos recibieron información sobre la historia y los oficiales al mando de la 4.ª División de Infantería para que los hombres pudieran desempeñar su papel.

sábado, 19 de octubre de 2024

El estado del conflicto turco-kurdo entre 1984-1999

Evaluación del conflicto turco-kurdo, 1984-1999



Por J. Connor Williams || Small Wars Journal

            La antigua lucha entre insurgentes y contrainsurgentes ha aumentado en importancia y frecuencia desde el final de la Segunda Guerra Mundial, lo que ha llevado a una mayor atención y estudio del tema. La guerra de guerrillas se ha convertido en la forma de guerra más frecuente en el mundo. [1] Los insurgentes han luchado para eliminar a las potencias imperialistas y obtener la independencia, mientras que los revolucionarios buscaron implementar un cambio social marxista y la redistribución de recursos en consonancia con sus preferencias ideológicas. Estados Unidos ha luchado contra insurgencias prolongadas en Irak y Afganistán para apoyar a gobiernos incipientes, que por lo general prevalecen en el campo de batalla pero se sienten frustrados por los desafíos políticos. Hay docenas, si no cientos, de ejemplos históricos que debemos evaluar cuando se intenta comprender y valorar este tipo de guerra.

            Este artículo analizará el caso del conflicto entre la República de Turquía y el Partiya Karkerên Kurdistanê (Partido de los Trabajadores del Kurdistán o PKK) de 1984 a 1999. Si bien el conflicto turco-kurdo continuó después de 1999, este período de 15 años representa el apogeo del conflicto. la insurgencia del PKK. Es un caso singular y no puede tomarse como predictivo o proscriptivo en el desarrollo de estrategias o políticas de contrainsurgencia. Sin embargo, es digno de estudio como una victoria contrainsurgente a través de la fuerza contundente. [2] Un estudio de RAND encontró que el caso Turquía-PKK de 1984-1999 fue uno de los dos únicos éxitos contrainsurgentes que utilizaron “una represión creciente y un castigo colectivo durante la fase decisiva del conflicto”. [3] Otro analista sostiene que la derrota militar del PKK no logró poner fin a las causas fundamentales y la organización política del grupo, lo que permitió su posterior resurgimiento. [4] El conflicto es un ejemplo de temas comunes en los conflictos de baja intensidad: violencia excesiva, influencias externas significativas y el desafío de derrotar una ideología. En conjunto, los debates y la literatura sobre la lucha turco-kurda ofrecen perspectivas importantes para que las examinen los estudiantes y practicantes de la contrainsurgencia.

             Este artículo hará referencia a varias teorías rectoras en su análisis del conflicto turco-PKK. Las tres fases de la guerra de guerrillas de Mao Zedong y los principios de contrainsurgencia de Anthony Joes forman el marco de la mayor parte de la evaluación. Estos conceptos se aplicarán para evaluar las fortalezas y debilidades de los combatientes y el impacto de los factores externos en el curso del conflicto.

La insurgencia se define en términos generales como “actividad político-militar dirigida hacia” el control de los recursos y “diseñada para debilitar el control gubernamental” en un territorio determinado. [5] Las insurgencias a menudo utilizan guerras de guerrillas y tácticas terroristas, junto con impulsos ideológicos, étnicos y nacionalistas para lograr sus fines. Las insurgencias, a diferencia de las organizaciones terroristas, se esfuerzan por reemplazar a un gobierno e instituir un cambio político amplio en una región. En cuanto al caso discutido aquí, el PKK estableció una insurgencia etnonacionalista destinada a debilitar la legitimidad del gobierno turco mediante la violencia para lograr un Estado kurdo independiente, con una dependencia significativa del santuario y el apoyo transfronterizos.

            Antes de evaluar a los beligerantes en el caso turco-PKK, el artículo revisa los orígenes, las características de los actores y la cronología del conflicto. Las secciones siguientes evalúan el desempeño de los insurgentes y contrainsurgentes. Finalmente, el artículo concluye con un breve análisis de las lecciones, ramificaciones e implicaciones más amplias del conflicto.

Figura 1 : Mapa de Turquía. [6]

Orígenes y características del PKK

Las aspiraciones nacionales kurdas surgieron de la partición de un Imperio Otomano derrotado después de la Primera Guerra Mundial. Si bien el Tratado de Sevres de 1920 estableció brevemente disposiciones para un Estado kurdo, ese acuerdo desapareció en 1923 cuando el Tratado de Lausana estableció los límites del Estado turco moderno. La Guerra de Independencia turca (1919-23) fue en sí misma una insurgencia exitosa en la que Mustafa Kemal (“Atatürk”) y el nacionalista turco establecieron una República Turca independiente con su capital en Ankara. Atatürk formó su república basándose en principios seculares modernos con una fuerte identidad nacional turca en el centro. [7] Los kurdos, con su propia lengua e identidad cultural, se convirtieron en minorías étnicas “apátridas” en partes de la actual Turquía, Irak, Siria e Irán, con una pluralidad de esos kurdos dentro de la frontera de Turquía. El gobierno turco suprimió el idioma kurdo y los eufemísticamente los etiquetó como “turcos de montaña”, una parte de la nación turca en general e indivisible de ella. [8] La insurgencia del PKK de finales del siglo XX fue sólo el último de múltiples levantamientos en la historia del país, entre los que destacan la revuelta de Sheikh Said (1925) y la revuelta del Monte Ararat (1930). [9] El deseo de larga data de un Estado kurdo y la dispersión del grupo étnico a través de las fronteras fue un elemento central de la insurgencia.

El PKK se estableció en 1978 en la aldea de Fis bajo el liderazgo de Abdullah Ocalan, un ex estudiante de la Universidad de Ankara. [10] En su fundación, el PKK era una organización marxista que buscaba la creación de un Kurdistán independiente en el sureste de Turquía. Aspiraba a llevar a cabo una “guerra popular” a semejanza de la visión de Mao Zedong, siguiendo el ejemplo de los revolucionarios cubanos de los años cincuenta. [11] Mao teorizó que hay tres etapas en la guerra insurgente: la Fase I implica organizarse y obtener apoyo; La Fase II implica un aumento de la violencia y operaciones ampliadas; y la Fase III es el punto de decisión culminante que resulta en la victoria o la derrota por medios convencionales. [12] El PKK aprovechó las malas condiciones económicas y el alto desempleo en la región para reforzar su posición y reclutar seguidores para su causa. [13] Buscó organizarse políticamente y, a su debido tiempo, utilizar la violencia para desestabilizar y debilitar el control de Ankara sobre las regiones kurdas de Turquía, llevar al gobierno a la mesa de negociaciones y, finalmente, lograr autoridad sobre el Kurdistán. En 1982, la constitución turca rechazaría las expresiones étnicas no turcas e impondría restricciones a la lengua y la cultura kurdas, agravando aún más a los kurdos.

El PKK se originó como una organización secular, étnica e ideológicamente marxista que dirigía una insurgencia rural. También fue pragmático. Con el tiempo, su ideología evolucionaría, ya que su supervivencia dependía en parte de su capacidad de cambiar. Por ejemplo, para ganar y mantener el atractivo entre la población conservadora musulmana kurda, el PKK adoptó una incorporación más amplia de perspectivas religiosas y tribales a su filosofía nacionalista. [14] La adaptabilidad y el realismo contribuyeron a la longevidad del PKK y a su capacidad para obtener apoyo, incluso más allá de 1999.

De acuerdo con la visión de Mao de la guerra revolucionaria, el PKK operó principalmente en zonas rurales y accidentadas. El sudeste de Turquía, la región central del conflicto, era árido y montañoso, con una economía basada en la ganadería y poca industrialización. [15] A partir de 1984, el PKK aplicó tácticas de guerra de guerrillas como emboscadas, así como actividades terroristas como atentados suicidas, coches bomba y secuestros, entre otros enfoques para hacer avanzar su movimiento. [16] Si bien hay varias ciudades grandes en la región, como Diyarbakir, el PKK nunca se convirtió en una verdadera insurgencia urbana a pesar de algunos casos de ataques en áreas urbanas. La combinación de tácticas de guerra irregular y actividades terroristas en zonas remotas con terreno difícil ha sido un sello distintivo de las insurgencias a lo largo de la historia.

Características de los turcos.

                  Los contrainsurgentes estaban formados por las fuerzas gubernamentales, militares y policiales de la República de Turquía. La agitación política en Ankara a principios de la década de 1980 se correspondió con la ley marcial y más tarde con un estado de emergencia en once provincias del sureste de Turquía, incluidas las importantes provincias de Diyarbakir, Van y Mardin. [17] Entre 1984 y 1999 hubo varios cambios en el liderazgo político de Turquía y en los enfoques de contrainsurgencia utilizados por las fuerzas de seguridad. Independientemente del contexto político, el PKK siempre fue visto como una gran amenaza para la seguridad nacional turca. Esa creencia impulsó la respuesta severa del gobierno y su estrategia intransigente para lograr la victoria.

Aparentemente un Estado democrático, el ejército de Turquía ha desempeñado históricamente un papel influyente en la política del país. Ankara heredó el derin devlet (“Estado profundo”) otomano, con sus relaciones distintivas entre comandantes militares, élites políticas y elementos criminales organizados. [18] Las Fuerzas Armadas Turcas (TAF) en general han sido independientes de las autoridades civiles e históricamente se han esforzado por mantener esa división. [19] El ejército se veía a sí mismo como el “guardián del Estado kemalista”, y algunos han observado que no toleraría que funcionarios civiles o la idea antikemalista de “kurdo” amenazaran la visión de Ataturk para la República. [20] Esta actitud entre las élites turcas contribuyó a la forma implacable en que el gobierno llevó a cabo su campaña de contrainsurgencia.

            Las fuerzas de seguridad turcas se derivaban de una mezcla de formaciones militares, policiales y irregulares. Estos estaban formados principalmente por la TAF, la Policía Nacional Turca (TNP), la Gendarmería (Jandarma) y los “guardias de aldea”, entre otras organizaciones paramilitares. El TAF estaba formado tanto por unidades militares convencionales como por fuerzas especiales, mientras que el TNP formaba la policía urbana y el Jandarma la fuerza de seguridad rural. Los guardias de aldea eran una milicia local semiformal, compuesta predominantemente por kurdos turcos en el sureste de Turquía, establecida en 1985 para resistir al PKK en aldeas que otras tropas no podían salvaguardar. [21] A lo largo de la insurgencia, las formaciones paramilitares especiales y las unidades de comando ganaron notoriedad por su capacidad para buscar y destruir a los insurgentes del PKK y perturbar sus redes de apoyo. [22] El énfasis y el papel de estas diversas organizaciones cambiaron dependiendo de las necesidades percibidas del conflicto y el enfoque operativo seguido.

Una cronología condensada del conflicto

            Para evaluar mejor el desempeño de los beligerantes, es valioso examinar brevemente la cronología del conflicto. Después de la fundación del PKK en 1978, Turquía enfrentó un golpe de estado en 1980, seguido de la ley marcial y la creación de una nueva constitución en 1982. Esta constitución exacerbó los agravios kurdos por la supresión cultural y sentó las bases para el ascenso del PKK como una verdadera insurgencia.

Tras su formación, el PKK necesitaba prepararse, organizarse y consolidarse para desafiar al gobierno turco. Entre 1978 y 1984, el PKK estableció bases e instalaciones en Siria y el norte de Irak con el apoyo explícito o implícito de esos estados. [23] Utilizando las armas y el entrenamiento adquiridos en estos santuarios externos, el PKK ganó fuerza para lanzar su levantamiento en toda regla contra Ankara en un intento por lograr un Kurdistán independiente. En agosto de 1984, el PKK inició su insurgencia contra Ankara, con ataques a las estaciones de Jandarma en las ciudades del sureste de Eruh en la provincia de Siirt y Semdinli en la provincia de Hakkari. [24] Estas acciones señalaron el cambio del PKK de la Fase I de Mao a la Fase II.

Tras los ataques iniciales, el PKK emprendió más violencia contra el gobierno y los civiles. Los políticos turcos consideraron al PKK como un “puñado de bandidos” y la respuesta inicial del gobierno fue inadecuada, ya que no comprometió fuerzas ni recursos de inteligencia suficientes para pacificar la zona del conflicto. [25] En ese momento, el PKK carecía del apoyo popular de los civiles kurdos, lo que provocó que los guerrilleros atacaran cada vez más a los guardias de las aldeas, que eran vistos como un símbolo de apoyo a Ankara, y a otros “colaboradores” en un intento de utilizar la violencia para degradar a la población. legitimidad del gobierno y ganar apoyo popular. [26]

Al no poder sofocar la insurgencia naciente, el gobierno turco promulgó nuevas leyes de emergencia en 1987 para combatir al PKK en el sureste. Parte de la política de emergencia incluyó la evacuación forzosa de las aldeas que no podían ser aseguradas adecuadamente. [27] Además, el nuevo enfoque político condujo a un esfuerzo algo contraproducente, ya que las formaciones militares involucradas en la región en ese momento fueron reemplazadas por Jandarma, quien enfrentó una pronunciada curva de aprendizaje en la guerra de contraguerrilla. Los Jandarma asumieron posturas más defensivas limitando las operaciones nocturnas y dejando algunos pueblos indefensos mientras permanecían refugiados en sus bases. [28] En combinación, el cambio en la eficacia operativa de las fuerzas de seguridad y los esfuerzos de reubicación proporcionaron una ventaja propagandística para el PKK.

A principios de la década de 1990, el PKK se vio alentado por la dura campaña turca y se acercaba a una insurgencia madura de Fase III. La respuesta cada vez más violenta del gobierno al crecimiento del PKK impulsó un mayor apoyo popular a los insurgentes. Las filas del PKK se complementaron con kurdos sirios y los insurgentes capturaron recursos en el norte de Irak tras la Guerra del Golfo de 1991. [29] El PKK comenzó a expandir su aparato político y su autoridad en varias áreas del sureste mientras erosionaba con éxito la legitimidad del gobierno en la región. En respuesta, las fuerzas de seguridad adoptaron un enfoque más agresivo: incorporaron potencia de fuego adicional, se volvieron más móviles en el terreno montañoso e iniciaron ataques transfronterizos hacia Irak para interrumpir las líneas de comunicación del PKK. [30] Comenzar a mantener una presencia más permanente en las montañas y aislar al PKK de su santuario externo resultarían ser elementos críticos en el resultado del conflicto.

En 1993, un gobierno turco combativo y recientemente empoderado estaba plenamente comprometido a derrotar a la insurgencia utilizando la fuerza militar. El establishment de seguridad se opuso a cualquier relajación de las medidas de control de la población y a un aumento de las acciones contra los activistas kurdos mediante arrestos y asesinatos. [31] Aunque las fuerzas de seguridad estaban mejor preparadas para operar en las montañas e ir tras las bases insurgentes, continuaron utilizando potencia de fuego indiscriminada complementada con métodos de reubicación obligatoria para erosionar la capacidad operativa y la capacidad del PKK. Como dijo un ex comandante guerrillero “Dr. Sulyeman”, afirmó Curukkaya, “la situación que creó el apoyo al PKK no cambió... pero el Estado logró cambiar la situación física. Vaciaron todas las áreas entre las ciudades y las montañas”. [32] Basándose en la conducción de esta violenta campaña, el gobierno turco no estaba interesado en ganarse “corazones y mentes” para lograr la victoria.

Las TAF montaron acciones transfronterizas cada vez más efectivas para destruir la infraestructura del PKK, separando físicamente a los insurgentes de sus centros logísticos y de apoyo. En 1998, el gobierno turco obligó a Siria a poner fin a su santuario para el PKK, lo que obligó a Öcalan y a otros dirigentes a huir. [33] En 1999, Öcalan fue capturado en Kenia y regresado a Turquía para ser juzgado. Con la captura de su líder espiritual y autoritario, combinado con la falta de recursos y santuario, la insurgencia esencialmente terminó. El conflicto turco-PKK fue una lucha brutal y sangrienta, con unas treinta mil muertes relacionadas con la guerra, principalmente en el este y sureste. [34] El gobierno turco logró obtener una victoria militar, pero a un costo significativo. A pesar de los éxitos en el campo de batalla, el PKK continuó operando después de 1999, pero se convirtió en una organización terrorista en lugar de una verdadera insurgencia.

Fortalezas y ventajas de los insurgentes

            El PKK tuvo algunos éxitos y áreas en las que se desempeñó bien a lo largo del conflicto de 1984-1999. Utilizó eficazmente la geografía, ejerció adaptabilidad política y llevó a cabo operaciones de información para explotar la mano dura del gobierno. Si bien la insurgencia finalmente no tuvo éxito, hay elementos que pueden examinarse para evaluar el buen desempeño del PKK.

            La fuerza más importante y destacada del PKK durante el transcurso de la insurgencia fue el apoyo externo. Este apoyo provino principalmente a través del santuario, material y apoyo político de entidades extranjeras. La asistencia exterior llegó en forma de adquisición de armas y apoyo financiero, incluido el apoyo del PKK a los kurdos de los países vecinos, a sus simpatizantes en Europa y a la diáspora kurda en general.

            Los insurgentes del PKK tenían refugios seguros fuera de Turquía, principalmente en el Líbano, Siria e Irak. Cuando el PKK todavía estaba en su etapa de organización (la Fase I de Mao), creó instalaciones e infraestructura en Siria y el Líbano, siguiendo el movimiento de sus líderes hacia Siria tras el golpe de 1980. [35] Los insurgentes establecieron y utilizaron bases de entrenamiento en el valle de Bekaa en el Líbano con la asistencia y el apoyo del gobierno sirio. [36] Ocalan aprovechó las relaciones con los kurdos iraquíes y su líder, Masoud Barzani, para establecer un santuario en el norte de Irak a partir de 1982, una alianza que sería crucial para la capacidad de la insurgencia de llevar a cabo operaciones en Turquía. [37] Incluso hasta el día de hoy, el PKK mantiene una presencia significativa en las montañas Qandil en Irak.

            Además de ofrecer refugio a través de las fronteras, el terreno montañoso de la zona de combate presentaba ventajas al PKK como fuerza guerrillera. Las fuerzas de seguridad turcas carecían de experiencia en guerras de montaña y operaciones nocturnas, y eran ineficaces contra los móviles y ágiles insurgentes, incapaces de aprovechar sus ventajas tecnológicas y militares en un entorno austero. [38] El PKK operó con relativa libertad al principio del conflicto y utilizó las fronteras porosas, el conocimiento de la geografía y la falta de resistencia para intimidar a la población en su beneficio.

El PKK logró obtener apoyo político del extranjero, además del santuario y la infraestructura mantenida a través de las fronteras. Los insurgentes utilizaron la diáspora kurda, las asociaciones culturales y la propaganda para obtener un apoyo significativo en Europa, desarrollando un canal de apoyo financiero. [39] En varios momentos durante la insurgencia, las guerrillas recibieron apoyo de la Unión Soviética, Irán, Bulgaria, Grecia, Chipre, Armenia, Libia y Cuba. [40] La asistencia militar y el entrenamiento de los soviéticos continuaron hasta su colapso en 1991. [41] La simpatía europea por el PKK alcanzó su punto máximo en la década de 1980 y ejerció presión política sobre el gobierno turco para que limitara la violencia contra los kurdos. [42] Sin embargo, el apoyo de los Estados europeos y de los actores no estatales se desvaneció a medida que el PKK llevó a cabo mayores actividades terroristas.

            La organización insurgente mostró una importante adaptabilidad política para intentar obtener un apoyo más amplio entre la población kurda. Como se mencionó en una sección anterior, el PKK comenzó como un grupo revolucionario marxista-leninista, pero esa afiliación fue minimizada con el tiempo, particularmente después del colapso de la Unión Soviética. La eliminación de la hoz y el martillo de la bandera del PKK en 1995 y la formación del Movimiento Islámico del Kurdistán pueden derivar evidencia de un impulso pragmático, más que ideológico. [43] Estos acontecimientos demostraron la capacidad de los insurgentes de reconocer sus limitaciones y cambiar con el tiempo para abordarlas en su búsqueda del apoyo popular entre los kurdos.

El PKK también fue eficaz en sus operaciones de información. Los insurgentes programaron sus ataques para tratar de maximizar el valor propagandístico, ganar notoriedad y ayudar en los esfuerzos de reclutamiento. [44] Las operaciones de información se extendieron a Europa, donde el PKK tenía una red de partidarios e incluso una oficina de propaganda en Atenas. [45] Los insurgentes aprovecharon con éxito la respuesta agresiva y violenta del gobierno para obtener un nivel de apoyo popular de los kurdos turcos, quienes inicialmente se mostraron reticentes a apoyar al PKK, y para tratar de lograr que los estados europeos presionaran a Ankara para poner fin al conflicto. [46] El PKK intentó utilizar sus credenciales nacionalistas kurdas para presentarse como luchadores por la libertad y logró obtener simpatizantes mediante la ejecución de operaciones de información.

Debilidades y deficiencias de los insurgentes

            Si bien el PKK pudo aprovechar las actitudes nacionalistas entre los kurdos, el apoyo externo y las tácticas brutales del gobierno a través de la propaganda, también tuvo sus deficiencias y fracasos. El más destacado de ellos fue el uso excesivo del terrorismo que obstaculizó su popularidad. Además, el PKK no pudo obtener realmente un apoyo generalizado y no pudo sostener su lucha sin un santuario y su líder central. La mayoría de los kurdos querían mantener sus identidades culturales y lingüísticas y resentían la represión del gobierno turco, pero el PKK nunca se convirtió en una fuerza popular entre los kurdos y se consideraba que exasperaba la difícil situación de los kurdos. En última instancia, el PKK fue ineficaz a la hora de abordar los agravios de los civiles kurdos; en cambio, trajo muerte y destrucción, y no logró conseguir un Kurdistán independiente o autónomo.

El uso excesivo de tácticas terroristas es un tema común en muchas insurgencias que han perdido o no han logrado obtener apoyo civil. Además de atacar al gobierno turco y a las fuerzas de seguridad, el PKK dirigió la violencia contra civiles kurdos a quienes consideraba colaboradores o no dispuestos a apoyar el movimiento. El número de ataques terroristas en Turquía aumentó de 521 en 1984 a un máximo de 6.956 en 1993, incluyendo asesinatos de funcionarios gubernamentales, atentados con bombas incendiarias y ataques suicidas. [47] La ​​aplicación del terrorismo por parte del PKK no se limitó al sudeste de Turquía, ya que fue responsable de ataques en Estambul, Esmirna, Ankara y otras ciudades del oeste de Turquía. [48] ​​Los ataques terroristas, y particularmente los ataques contra otros kurdos, limitaron el apoyo popular al PKK incluso cuando las fuerzas de seguridad turcas llevaron a cabo su propia brutal campaña de contrainsurgencia.

Más allá de las fronteras turcas, el PKK coordinó ataques violentos en Europa. Aunque los insurgentes kurdos habían conseguido apoyo entre los europeos comprensivos a través de sus esfuerzos de propaganda, esas relaciones se deterioraron con el tiempo debido a la actividad terrorista. [49] Los ataques en Francia, Suiza y Alemania llevaron a la prohibición del PKK en algunas partes de Europa en 1993. [50] La erosión de la simpatía internacional ejerció menos presión internacional sobre Turquía para concluir pacíficamente el conflicto y negociar con el PKK. aunque parte de ese sentimiento permaneció mientras el gobierno turco buscaba su ascenso a la Unión Europea.

Sin apoyo internacional, el PKK no tenía la capacidad de mantenerse al nivel necesario para desafiar al gobierno. La campaña sostenida del TAF para cortar el refugio seguro y la logística del PKK significó que los insurgentes no pudieron reconstituirse y recuperarse. Si bien el PKK permaneció en el norte de Irak, perdió el apoyo del Partido Democrático del Kurdistán (KDP) de Masoud Barzani, lo que hizo más difícil operar en la zona. [51] El fin del santuario y el apoyo de Siria llevaron a la eventual captura de Öcalan y a la victoria contrainsurgente de 1999. Además, los Estados externos que apoyaban al PKK no tenían ningún interés en el establecimiento de un Kurdistán independiente; si lo hubieran tenido, podrían haber designado un territorio kurdo autónomo fuera de Turquía. En cambio, esos países apoyaron al PKK como una fuerza desestabilizadora que podría degradar la legitimidad y la influencia regional de Turquía.

Al final, el PKK no logró obtener el apoyo adecuado de la población civil para lograr el control del Kurdistán. Los kurdos tendían a ser culturalmente conservadores y religiosos, lo que hacía que la ideología marxista del PKK fuera naturalmente poco atractiva. Los conflictos intrakurdos entre organizaciones como el PKK y el KDP debilitaron la unidad kurda y los sentimientos nacionalistas. Si bien el PKK pudo reducir la legitimidad y el apoyo al gobierno turco, no logró convertirse en una alternativa atractiva para lograr la independencia o autonomía kurda.

Fortalezas y ventajas de los contrainsurgentes

            Durante la insurgencia de 1984-1999, el gobierno turco adoptó varias medidas y enfoques que se alinean con estrategias de contrainsurgencia teóricamente exitosas. El objetivo final del contrainsurgente es vencer a la insurgencia para establecer la paz y la seguridad en la zona del conflicto. En particular, los contrainsurgentes finalmente dedicaron recursos suficientes a la campaña, adaptaron su enfoque operativo, separaron al PKK de su base de apoyo y utilizaron tropas locales en su campaña. Con el tiempo, esta estrategia condujo a un resultado victorioso, aunque costoso y sangriento, para el gobierno.

A lo largo del conflicto, el gobierno turco aumentó constantemente el número de tropas y recursos dedicados a la lucha contrainsurgente. Si bien la propuesta de Anthony Joes de que “cuantas más tropas, menos bajas” puede no aplicarse al caso turco, es cierto que la capacidad de las fuerzas de seguridad para controlar físicamente el territorio con más personal jugó un papel fundamental en la victoria contrainsurgente. [52] A lo largo de la duración del conflicto, los cambios en el apoyo político a las operaciones militares cambiaron y los campos civiles y militares se alinearon más estrechamente, lo que llevó a un frente más unificado y a la capacidad de llevar a cabo operaciones coordinadas. [53] El compromiso de fuerzas adecuadas para igualar la estrategia política condujo al eventual “triunfo del gran garrote”. [54]

            Junto con el aumento de los niveles de tropas en la zona del conflicto, las fuerzas de seguridad aprendieron y evolucionaron con el tiempo, aunque con una inclinación hacia la línea dura. Adoptaron nuevas tácticas para operaciones persistentes en el sureste montañoso, consistentes con el principio contrainsurgente de mantener la presión sobre las fuerzas insurgentes. [55] Al principio de la guerra, las fuerzas de seguridad llevaban a cabo rápidas incursiones diurnas en áreas del PKK, pero luego comenzaron a controlar el terreno durante semanas o más seguidas. Al hacerlo, el TAF y otras formaciones pudieron utilizar su presencia para aislar al PKK de los suministros y de las aldeas de apoyo de las que dependía para su logística. [56] Además, el gobierno turco amplió el uso de fuerzas especiales y organizaciones paramilitares, reestructurando las fuerzas de seguridad para lograr una mayor autonomía y operaciones efectivas de contraguerrilla. [57] Este cambio de táctica resultó esencial para lograr la victoria militar sobre el PKK.

Otro concepto de contrainsurgencia aplicado eficazmente por el gobierno fue la separación de los insurgentes de sus estructuras de apoyo. Aislar a la insurgencia de la población es un aspecto clave del éxito de la contrainsurgencia y puede ser “más efectivo a largo plazo separar una insurgencia de la población y sus recursos” que simplemente matar o capturar guerrilleros. [58] El gobierno turco instituyó un agresivo programa de reasentamiento en la región sureste para negar al PKK fuentes de suministros, inteligencia y refugio seguro, y tuvo el efecto deseado. La política general supuso el reasentamiento de hasta un millón de kurdos, algunos de ellos por la fuerza, y en su punto máximo en 1994, se evacuaron alrededor de 1.000 aldeas. [59] Además del programa de reasentamiento, los turcos instituyeron “toques de queda, racionamiento, puestos de control y documentos de identidad” para limitar la población. [60] El gobierno pudo controlar eficazmente segmentos de la población civil y separarlos de los insurgentes.

Más allá de dividir a los kurdos turcos del PKK para negarles refugio dentro de sus fronteras, Ankara pudo degradar el santuario externo de los insurgentes. A medida que el gobierno aumentó su compromiso y determinación para erradicar al PKK, aisló efectivamente la zona del conflicto, utilizando medios militares y diplomáticos para “cortar a las guerrillas los suministros que llegan a través de las fronteras internacionales”. [61] Este enfoque incluyó en particular acciones transfronterizas en el norte de Irak, que comprenden operaciones en 1992, 1995 y 1997. [62] Después de demostrar su voluntad de llevar a cabo acciones militares en Irak, Ankara amenazó con invadir Siria, lo que llevó a la toma de posesión de Damasco. disolución del apoyo al PKK y firma del Acuerdo de Adana de 1998. [63] Además de cortar el santuario y las líneas de suministro, el despido del PKK por parte de Siria condujo directamente al arresto de Öcalan en 1999 y a la decapitación efectiva del PKK.

Otro modelo de contrainsurgencia exitosa es el uso de fuerzas de seguridad locales en lugar de tropas extranjeras. En este caso, los turcos lucharon durante todo el conflicto con sus propias organizaciones y fuerzas orgánicas, con el apoyo material de aliados externos como Estados Unidos. Además, las TAF y la policía no tenían la capacidad de proteger todas las aldeas y aldeas del sureste de Turquía para compensar las bases y campamentos rurales del PKK. Reconociendo ese déficit, el gobierno turco creó la milicia de “guardias de aldea”, también conocida como GKK. [64] Esta organización paramilitar proporcionó seguridad al nivel más local y aprovechó las relaciones tribales y familiares con las élites kurdas para contrarrestar la presencia del PKK. [65] El GKK se convirtió en un objetivo destacado del PKK, en parte debido a la proximidad y el contacto frecuente, pero también porque los guardias de la aldea fueron etiquetados como colaboradores contra la causa nacionalista kurda.

Desde el punto de vista de la gobernanza civil, el gobierno intentó algunos medios para sofocar la violencia, en particular ofreciendo amnistía. Entre 1984 y 1999, Ankara promulgó seis leyes de arrepentimiento dirigidas a miembros y simpatizantes del PKK que ofrecían amnistía o castigos reducidos a insurgentes no violentos o de bajo nivel. [66] Esas ordenanzas se alineaban con el principio de Joes de ofrecer amnistía “a casi todos, excepto a los verdaderos criminales y líderes insurgentes de larga data”, al prohibir la inclusión en el programa de miembros de alto rango del PKK. [67] Las leyes de amnistía permitieron al gobierno demostrar que estaba ofreciendo un camino distinto al de la destrucción y proporcionaron a las fuerzas de seguridad nuevas fuentes de inteligencia en forma de desertores. Sin embargo, dadas las deficiencias que se analizan en la siguiente sección, no está claro qué tan valioso fue el programa de amnistía para ganar el conflicto.

Debilidades y deficiencias de los contrainsurgentes

A pesar de las fuertes medidas y otras aplicaciones exitosas de las teorías de contrainsurgencia descritas anteriormente, el gobierno tuvo sus fallas y dificultades en la ejecución de su campaña contraguerrilla. Los contrainsurgentes no aseguraron eficazmente a la población, utilizaron tácticas y métodos contraproducentes y no abordaron las causas fundamentales de la insurgencia. Estas deficiencias proporcionaron a los insurgentes material propagandístico, redujeron su propio apoyo popular y dañaron su legitimidad.

En las campañas de contrainsurgencia los objetivos principales son derrotar a la insurgencia y la seguridad de la población. Esa seguridad es fundamental “para todos los demás esfuerzos y un requisito previo para una estabilidad duradera” y permite el eventual restablecimiento de la paz. [68] La campaña de pacificación emprendida por las fuerzas de seguridad turcas fue en ocasiones indiscriminada y carente de discernimiento, y tuvo como objetivo tanto a guerrilleros como a civiles. En un incidente destacado tras la muerte de un comandante de Jandarma en la ciudad de Lice, las fuerzas gubernamentales acordonaron la ciudad y abrieron fuego, matando a treinta civiles, hiriendo a 100 más y devastando edificios. [69] Las TAF y otras fuerzas de seguridad utilizaron tácticas de mano dura, que incluyeron el uso de armas pesadas y artillería en pueblos y ciudades kurdos para expulsar al PKK. [70] Eventos como Piojos no fueron incidentes aislados o singulares, sino sucesos aparentemente regulares que no ayudaron ni a proteger a la población ni a obtener más apoyo para el gobierno entre las masas kurdas.

El uso excesivo de la potencia de fuego no fue la única forma en que los contrainsurgentes socavaron sus esfuerzos por lograr la paz. Durante todo el conflicto, el TAF, el TNP, Jandarma y el GKK se vieron envueltos en abusos contra los derechos humanos que eran contraproducentes para los objetivos del gobierno. En el punto álgido de la violencia a principios de la década de 1990, el gobierno fue acusado de tortura sistémica, encarcelamiento político y asesinatos por motivos políticos. [71] Esas acusaciones se correspondían con un aumento de las actividades de los “escuadrones de la muerte” relacionadas con los paramilitares y de las “desapariciones” de presuntos partidarios del PKK. [72] Estas acciones brutales alimentaron las operaciones de información del PKK, hicieron que los europeos y otros actores externos simpatizaran más con la difícil situación kurda e impidieron la capacidad del gobierno para mostrar rectitud al tiempo que alimentaban la diáspora kurda de la que dependía el PKK para su apoyo externo.

Finalmente, los contrainsurgentes no lograron abordar las causas profundas y los agravios de los kurdos. Descubrir y mitigar las principales causas del conflicto mediante acciones civiles y militares es un principio contrainsurgente esencial. [73] En el caso del conflicto turco-PKK, el gobierno no mejoró la situación económica kurda y los altos problemas de desempleo en la región, sino que insistió en culpar al PKK por las limitaciones a la inversión debido a la mala situación de seguridad. [74] Algunos políticos turcos se resistieron a abordar esas quejas y argumentaron que la creciente prosperidad económica en las zonas kurdas sólo fortalecería al PKK. [75] La expulsión de aldeanos kurdos no calificados del sureste a ciudades como Ankara, Esmirna y Estambul exacerbó el problema del empleo. [76] La incapacidad del gobierno para instituir reformas perpetuó los agravios económicos y socavó su campaña para ganar legitimidad.

Además, el agravio central que condujo al levantamiento del PKK tenía sus raíces en el nacionalismo y la identidad cultural kurdos. El gobierno hizo algunos esfuerzos para abordar estos problemas, como rescindir la ley que prohibía escribir y hablar en idioma kurdo y permitir nombres kurdos, pero aún así prohibió el idioma en las transmisiones y la educación. [77] Al mismo tiempo, el gobierno instituyó políticas que prohibían las protestas contra la naturaleza “turca” del Estado que eran percibidas como actos separatistas. [78] El gobierno desperdició oportunidades y “buena voluntad” para reconocer aún más los derechos culturales kurdos cuando había condiciones políticas favorables para hacerlo a principios de los años 1990. [79] Al final, los contrainsurgentes lograron decapitar a la insurgencia y expulsarla del campo de batalla, pero no lograron desmantelar el atractivo político y la red del PKK porque los problemas subyacentes persistían.

Conclusión y análisis final

Los contrainsurgentes lograron derrotar militarmente a la insurgencia del PKK de los años 1980 y 1990, pero no lograron abordar las causas fundamentales de la insurgencia ni contrarrestar la influencia política del PKK. Es posible que al gobierno turco le hubiera ido mejor si hubiera seguido una estrategia de contrainsurgencia que abordara los agravios, en lugar de una campaña de coerción que intentara someter a los kurdos. Si bien el PKK era violento por derecho propio y aspiraba a ser más que una espina en el zapato de Ankara, nunca obtuvo el apoyo popular necesario para lograrlo. Tanto el enfoque de pacificación turco como las tácticas terroristas del PKK alienaron a la población civil y contribuyeron a la desconfianza hacia ambos beligerantes. Dadas las numerosas acusaciones de abusos contra los derechos humanos y aplicación indiscriminada de la fuerza por parte tanto de insurgentes como de contrainsurgentes, la campaña turco-PKK puede “considerarse un caso notablemente brutal más que un modelo” a emular. [80] El resultado del conflicto fue una victoria militar para los contrainsurgentes, pero la causa política y la institución del PKK continuaron y evolucionaron después de 1999, generando más violencia en los años siguientes.

El conflicto turco-kurdo ilustra una aplicación significativa de la violencia para quebrar la voluntad del enemigo. En contraste con la experiencia francesa en Argelia, los turcos lograron mantener el control territorial a pesar de la existencia continuada y el resurgimiento del PKK después de 1999. Los turcos mantuvieron la voluntad política de continuar el conflicto a pesar de la escalada de violencia y el consumo de recursos porque no estaban compitiendo por territorio extranjero. A pesar del resentimiento que albergan los kurdos por la represión cultural, nunca hubo un sentimiento nacionalista lo suficientemente fuerte o un llamado a preferir la vida bajo el gobierno del PKK a la de Ankara. Ninguno de los beligerantes se ganó el cariño de la población, pero el uso del terrorismo por parte del PKK y el enfoque operativo del gobierno inclinaron la balanza a favor del gobierno. A pesar de la existencia continuada del PKK después de 1999, se fragmentó en lugar de seguir siendo una insurgencia etnonacionalista sustancial que luchaba por un Kurdistán independiente.

Además, los movimientos del PKK y de las milicias kurdas han causado dolores de cabeza en política exterior a Estados Unidos y sus aliados. La invasión estadounidense de Irak en 2003 complicó la situación, cuando las fuerzas estadounidenses se aliaron con milicias kurdas con conexiones con el PKK para estabilizar Irak. Los vínculos entre el PKK y los militantes kurdos respaldados por Estados Unidos han hecho que la campaña contra el Estado Islámico sea un tema más delicado en las relaciones de Estados Unidos con Turquía.Recientemente, las simpatías europeas por el movimiento nacionalista kurdo, debidas en parte a las exitosas operaciones de información del PKK, los legítimos agravios de los kurdos y la mano dura de Turquía, llevaron a la oposición inicial de Ankara a la adhesión de Finlandia y Suecia al Tratado del Atlántico Norte. Organización. Un enfoque diferente, más civil y político, en lugar de una campaña de pacificación, de la cuestión kurda en Turquía podría resolver las tensiones resultantes tanto a nivel interno como internacional. De lo contrario, la violencia turco-kurda y los desafíos que la acompañan pueden continuar a perpetuidad.

 

 

 

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[3] “Se exploran las claves para campañas de contrainsurgencia exitosas”, comunicado de prensa, RAND Corporation, 19 de julio de 2010, https://www.rand.org/news/press/2010/07/19.html.

[4] Özlem Kayhan Pusane, “La victoria militar de Turquía sobre el PKK y su fracaso para poner fin a la insurgencia del PKK”,Estudios de Oriente Medio51, no. 5 (2015): 727–41, 728.

[5] Agencia Central de Inteligencia, “Guía para el análisis de la insurgencia”, consultado el 26 de abril de 2024, https://www.cia.gov/readingroom/docs/CIA-RDP87T01127R000300220005-6.pdf, 2.

[6] Agencia Central de Inteligencia, “Map of Turkey”, World Fact Book, consultado el 26 de abril de 2024, https://www.cia.gov/the-world-factbook/static/maps/TU-map.jpg.

[7] Henri J. Barkey y Graham E. Fuller,La cuestión kurda de Turquía, Serie de la Comisión Carnegie para la prevención de conflictos mortales (Lanham, Md.: Rowman & Littlefield Publ, 1998), https://media.carnegie.org/filer_public /c5/3f/c53f7ed9-172e-45b0-95a2-88a3d4f19351/ccny_book_1998_turkey.pdf, 9-10.

[8] Sezai Ozcelik, “Teorías, prácticas e investigaciones en la resolución de conflictos y conflictos de baja intensidad: el conflicto kurdo en Turquía”,The Journal of Conflict Studies26, no. 2 (11 de noviembre de 2006): 133–53, 136.

[9] Mustafa Coşar Ünal,Contraterrorismo en Turquía: opciones políticas y efectos políticos hacia el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)(Oxford: Taylor & Francis Group, 2011), https://ebookcentral-proquest-com.mutex.gmu. edu/lib/gmu/reader.action?docID=958724, 5.; Mustafa Coşar Ünal, “Contrainsurgencia y estrategia militar: un análisis de las estrategias/doctrinas COIN del ejército turco”,Military Operations Research21, no. 1 (2016): 55–88, 55.

[10] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 8.

[11] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 11.

[12] Zedong Mao,Sobre la guerra de guerrillas, trad. Samuel B. Griffith (Eastford, CT: Martino Fine Books, 2017), 21-22.

[13] Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, “A Report on the PKK and Terrorism”, Intelligence Resource Program, Federación de Científicos Estadounidenses, consultado el 20 de abril de 2024, https://irp.fas.org/world/para/docs/ mfa-t-pkk.htm.

[14] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 9-10.

[15] Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía: Fundación de Estudios de Oriente Medio y los Balcanes, “A Case Study of the PKK in Turkey”, Intelligence Resource Program, Federación de Científicos Estadounidenses, consultado el 20 de abril de 2024, https://irp.fas .org/world/para/docs/mfa-t-pkk2.htm.

[16] Alexander Palmer y Mackenzie Holtz, “Examining Extremism: Kurdistan Workers' Party (PKK)”, Examining Extremism, Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, 13 de julio de 2023, https://www.csis.org/blogs/examining -extremismo/examen-del-extremismo-partido-de-los-trabajadores-del-kurdistán-pkk.

[17] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 56

[18] Mehtap Sooyler,El Estado profundo turco: consolidación del Estado, relaciones cívico-militares y democracia(Londres: Routledge, 2015), https://doi.org/10.4324/9781315769226, 7-8.

[19] Umit Ozdag y Ersel Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad: extraer lecciones del caso turco”, enDemocracias y pequeñas guerras, ed. Efraim Inbar, 1ª ed. (Londres: Routledge, 2003), 88–102, https://rep ository.bilkent.edu.tr/server/api/core/bitstreams/9761fce4-ea8a-4130-afce-529e759a9482/content, 90.

[20] Hazelton,Balas, no votos, 132.

[21] Ayhan Işık, “Violencia paramilitar proestatal en Turquía desde la década de 1990”,Estudios del Sudeste de Europa y el Mar Negro21, no. 2 (31 de marzo de 2021): 231–49, 232.

[22] Işık, “Violencia paramilitar proestatal”, 233-234.; Oficina Europea de Apoyo al Asilo, “Country of Origin Information Report: Turkey Country Focus”, noviembre de 2016, https://euaa.europa.eu/sites/default/files/COI%20Turkey_15nov%202016.pdf, 37-44.; Hazelton,Balas, no votos, 140.

[23] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 9.

[24] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 8.

[25] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 92-93.

[26] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 93.; Christopher Paul, Colin P. Clarke y Beth Grill, “La victoria tiene mil padres: estudios de casos detallados de contrainsurgencia” (Santa Mónica, CA: RAND Corporation, 18 de junio de 2010), https://www.rand.org/pubs /monografías/MG964z1.html, 88.

[27] Paul, Clarke y Grill, “La victoria tiene mil padres”, 88-89.

[28] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 94.

[29] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 95.

[30] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 95.

[31] Henri J. Barkey y Graham E. Fuller, “La cuestión kurda de Turquía: puntos de inflexión críticos y oportunidades perdidas”,The Middle East Journal51, no. 1 (1997): 59–79, 69; Aliza Marcus,Blood and Belief: The PKK and the Kurdish Fight for Independence(Nueva York: New York University Press, 2007), http://ebookcentral.proquest.com/lib/gmu/detail.action?docID=865697, 225 .

[32] Marcus,Sangre y creencia, 223.

[33] Marcus,Sangre y creencia, 269.

[34] Departamento de Investigación sobre Paz y Conflictos, “Turquía”, Programa de datos sobre conflictos de Uppsala, consultado el 26 de abril de 2024, https://ucdp.uu.se/country/640.

[35] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 8.

[36] Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, “International Sources of Support”, Intelligence Resource Program, Federación de Científicos Estadounidenses, consultado el 26 de abril de 2024, https://irp.fas.org/world/para/docs/studies3.htm .

[37] Marcus,Sangre y creencia, 70.

[38] Marcus,Sangre y creencia, 168.

[39] Pusane, “La victoria militar de Turquía sobre el PKK”, 732.

[40] Pusane, “La victoria militar de Turquía sobre el PKK”, 732.; Hazelton,Balas, no votos, 132.

[41] Soner Cagaptay, “Syria and Turkey: The PKK Dimension”, PolicyWatch 1919, The Washington Institute, 5 de abril de 2012, https://www.washingtoninstitute.org/policy-analysis/syria-and-turkey-pkk- dimensión.

[42] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 91.

[43] Marcus,Sangre y creencia, 244.

[44] Marcus,Sangre y creencia, 82.

[45] Marcus,Sangre y creencia, 150,156.

[46] Paul, Clarke y Grill, “La victoria tiene mil padres”, 87-90.

[47] Hazelton,Balas, no votos, 135.

[48] ​​Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 14.

[49] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 91.

[50] Marcus,Sangre y creencia, 233.

[51] Marcus,Sangre y creencia, 104-105.

[52] Anthony James Joes,Resistencia a la rebelión: la historia y la política de la contrainsurgencia(Lexington, Ky: University Press of Kentucky, 2006), 234-235.

[53] Ozdag y Aydinli, “Ganar un conflicto de baja intensidad”, 94.

[54] Paul, Clarke y Grill, “La victoria tiene mil padres”, pág. 87.

[55] Joes,Resistiendo la rebelión, 244.

[56] Marcus,Sangre y creencia, 223.

[57] Işık, “Violencia paramilitar proestatal”, 238.

[58] Estado Mayor Conjunto, “Publicación conjunta 3-24: Contrainsurgencia” (Departamento de Defensa de EE. UU., 25 de abril de 2018), https://www.jcs.mil/Portals/36/Documents/Doctrine/pubs/jp3_24 .pdf, III-13.

[59] Marcus,Sangre y creencia, 222.

[60] Hazelton,Balas, no votos, 140.

[61] Joes,Resistiendo la rebelión, 236.

[62] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 97.

[63] İsmail Cem, “Declaración sobre la reunión especial de seguridad celebrada entre Turquía y Siria”, Ministerio de Asuntos Exteriores, República de Türkiye, 20 de octubre de 1998, https://www.mfa.gov.tr/_p_statement-made- por-ismail-cem_canciller_en-la-reunión-especial-de-seguridad-celebrada-entre-turquía-y-siria_br_october-20_-1998_br__traducción-no oficial___p_.en.mfa.

[64] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 51.

[65] Hazelton,Balas, no votos, 136.

[66] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 85.

[67] Joes,Resistiendo la rebelión, 241.

[68] Estado Mayor Conjunto, “Publicación conjunta 3-24”, III-11.

[69] Marcus,Sangre y creencia, 221.

[70] Hazelton,Balas, no votos, 139.

[71] “Informe Anual de Amnistía Internacional 1994”, Amnistía Internacional, 1 de enero de 1994, https://www.amnesty.org/en/documents/pol10/0002/1994/en/., 294-298; Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 58.

[72] Işık, “Violencia paramilitar proestatal”, 241.

[73] Estado Mayor Conjunto, “Publicación conjunta 3-24”, III-1.

[74] Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, “Un estudio de caso del PKK en Turquía”.

[75] Pusane, “La victoria militar de Turquía sobre el PKK”, 734.

[76] Barkey y Fuller,La cuestión kurda de Turquía.

[77] Marcus,Sangre y creencia, 309.

[78] Ünal,Contraterrorismo en Turquía, 78.

[79] Barkey y Fuller, “La cuestión kurda de Turquía: puntos de inflexión críticos y oportunidades perdidas”, 67-68.

[80] Hazelton,Balas, no votos, 27-28.