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miércoles, 15 de noviembre de 2023

Lejano Oeste: La muerte de Billy The Kid

 

Billy the Kid: la leyenda del pistolero que desenfundaba rápido y el sheriff que lo persiguió hasta matarlo

El 14 de julio de 1881 moría este joven forajido cuyas andanzas lo transformaron en el delincuente más buscado en el estado de Nuevo México. La obsesión del comisario Pat Garrett por hallarlo. La duda que persiste: ¿realmente fue a Billy a quién le disparó? Pasaron 142 años, pero su legendaria figura le siguen dedicando libros, films y canciones


Billy The Kid, en un ferrotipo tomado en Fort Sumner en 1880, un año antes de su muerte.

Edwin Vose Sumner sí que era un tipo aguerrido. Había sido el oficial superior de más edad en ambos bandos en la guerra civil norteamericana. Se había ganado el apodo de “toro”, no se sabe si por su vozarrón o porque en una oportunidad un proyectil de fusil increíblemente le rebotó en su cabeza.

En el estado de Nuevo México, a unos 460 kilómetros al norte de Ciudad Juárez, levantaron en 1862 un fuerte que lleva su nombre. Uno de los escenarios de la guerra de Secesión y luego en la lucha contra navajos y apaches, hoy es un próspero poblado donde una de las principales atracciones lo constituye un museo dedicado a Billy The Kid, un bandido que allí encontró la muerte, y que Hollywood, la literatura y el periodismo contribuyeron a forjar su imagen en modo de leyenda.

Nació el 23 de noviembre de 1859 en Nueva York como Henry McCarthy, aunque también sostienen que se llamaba William Booney. A los tres años, la familia se radicó en Kansas City, un punto que recién era colonizado y donde predominaba la ley del más fuerte. Tal fue así que su padre fue muerto en un duelo y su madre Catherine decidió hacer las valijas y mudarse a Silver City.

Estuvo junto a su hermano Joe en el casamiento de su progenitora, de 43 años, con William Henry Antrim, de 30 años, celebrado en la Primera Iglesia Presbiteriana. Veinte meses después, ella moriría víctima de la tuberculosis. Billy llevaría un tiempo el apellido del padrastro.

Con el correr del tiempo, se había transformado en el criminal más buscado en Nuevo México. Habían puesto precio a su cabeza.

Los dos chicos quedaron a cargo del padrastro, quien se ausentaba por largas temporadas. Billy era un niño callado, bajo y flaco para su edad. Con su hermano se criaron en la calle.

Su primer delito fue robarle a un ranchero varios kilos de manteca que distribuyó entre los comerciantes. Fácilmente descubierto, fue dejado libre con la promesa de no meterse más en problemas.

Tenía apenas 12 años cuando se convirtió, casi sin querer, en un delincuente. Pasaba mucho tiempo con George Schaefer, un borracho buscavidas que, al robar una lavandería, le dejó a Billy el botín y escapó. El muchacho fue acusado como autor del delito y el día que debía ser juzgado -solo para asustarlo porque no dejaba de ser un menor- huyó por una chimenea.

Los siguientes dos años no se supo de él. Se había afincado en Camp Grant, un puesto de caballería cercano al monte Graham, al sudeste de Arizona. En el rancho de los Hooker, donde aprendió el oficio de vaquero, no duró demasiado ya que el capataz terminó echándolo.

El sheriff Patrick Garrett formó una partida con el propósito de apresar a Billy The Kid. Foto Wikipedia.

Junto a un amigo se dedicaba a robar monturas y caballos de los soldados que iban a la cantina del pueblo, hasta que en una oportunidad un sargento siguió su rastro, lo descubrió y lo encerró. Como intentó escapar arrojándole sal a los ojos al carcelero, le pusieron cadenas. Esa misma noche le informaron al sargento que, no se supo cómo, había desaparecido.

En el verano de 1877 regresó a Fort Grant. Vestía con buenas ropas y estaba armado con un revólver de seis tiros. Frank Cahill, el herrero del pueblo, tenía la costumbre de ridiculizar a los que veía más débiles, y se la tomó con él. Hubo una pelea, y Billy le disparó en el vientre. Al día siguiente, Cahill falleció.

Había matado por primera vez.

La segunda foto que se conoce de Billy the Kid (izquierda), tomada en octubre de 1878. Foto Kagins.

El muchacho desapareció de Arizona, ya que lo habían encontrado culpable. Se estaba transformando en un joven delgado, ágil, sesenta kilos y un metro 68 centímetros. Se había dejado crecer el bigote y la barba, que apenas asomaban en su rostro.

Se dirigió al este de Nuevo México, al condado de Lincoln, donde pasaría los siguientes cuatro años, los últimos de su vida. Vivió un tiempo en Fort Stanton, una guarnición de vigilancia de los indios apaches. No demoró en incorporarse a la banda más famosa de ladrones de Nuevo México al mando de Jesse Evans. De esa época adoptó la identidad de William H. Bonney, nadie supo por qué eligió ese nombre. Pasó a ser conocido como Billy Bonney o The Kid, “El Niño”.

Era hábil en el manejo de las armas y cabalgando, donde había adquirido la habilidad de en pleno galope descolgarse para recoger un pañuelo en el suelo o disparar con sorprendente puntería casi cayéndose de la montura.

Cuando en una guerra entre ganaderos asesinaron a John Tunstall, un ranchero inglés para el que trabajaba Billy, se desencadenó en 1878 la guerra entre dos facciones de ganaderos de Lincoln. Se unió a una banda con el objetivo de vengar la muerte de su patrón. Así William Brady, un representante de la ley que se suponía había sido sobornado por los asesinos de Tunstall, fue muerto en una emboscada ideada por el propio Billy. El sheriff fue atravesado, por lo menos, por una docena de proyectiles de Winchester, en un tiroteo en el que él fue herido en una pierna.

Junto a algunos de sus compañeros, luego de un tiempo en Fort Sumner, regresaron a Lincoln con la idea de hacer las paces con la ley.

Esta foto, que había sido comprada en un mercado de pulgas por diez dólares, hoy vale millones. El primero de arriba sería Billy The Kid y el que está sentado a la derecha Pat Garrett.

Ya era el bandido más buscado de la región, a tal punto que el gobernador de Nuevo México, ofreció un perdón para todos, menos para él. Quería que fuera juzgado por los asesinatos del sheriff Brady y de otro individuo llamado Perdigón Roberts. Igualmente costaba conseguir testigos de estos crímenes, temerosos de represalias de los mismos delincuentes.

Al propio Billy se le ocurrió una loca idea: él mismo, a cambio de un perdón, se presentaría como testigo del asesinato del abogado Houston Chapman. Una noche, en un encuentro secreto entre él con el gobernador Wallace y el juez Wilson le ofrecieron atestiguar a cambio de un perdón. Se haría un falso arresto, y así sería protegido. En el interin, los asesinos que debía señalar escaparon de la cárcel y Billy, si bien dudó sobre qué hacer, dio pistas a las autoridades sobre dónde atraparlos y declaró en el juicio.

Sin embargo, el fiscal lo tenía entre ojos y otro juez planeaba procesarlo por el asesinato de Brady, al considerarlo un crimen federal. Una noche de junio de 1879 decidió desaparecer de Lincoln.

Fort Sumner era el lugar ideal por estar alejado lo suficiente del poblado y de la ley, cuyos oficiales estaban demasiados ocupados en sus propios problemas. Estaba lleno de personajes que vivían al margen de la ley. Allí mató a otro hombre, Joe Grant.

En el otoño de 1880 llegó como sheriff de Lincoln Patrick F. Garrett, un cazador de búfalos de 30 años. Era alto, flaco, y los hispanos lo apodaron “Juan Largo”. Fue el elegido para imponer el orden y capturar al joven bandido y cuatrero más conocido, que era buscado, además por el asesinato de un herrero llamado Carlyle.

Los periódicos y folletines habían sobredimensionado su figura, sus acciones y de pronto lo presentaron liderando una verdadera banda de ladrones y asesinos. Hasta en la lejana Nueva York se leían con avidez sus andanzas.

La realidad era que vivía escondiéndose, viviendo con pastores hispanos que simpatizaban con él o con ganaderos extranjeros. Un pelotón al frente de Pat Garrett se había propuesto capturarlo.

Cuando fue rodeado en la cabaña en la que se escondía con algunos amigos, se entregó. Fue encerrado en la cárcel de Las Vegas y entregado a las autoridades federales. Le escribió varias veces al gobernador Wallace, para recordarle su promesa, pero no obtuvo respuesta.

El 13 de abril de 1881 fue condenado a morir en la horca, sentencia que se debía cumplir en el condado de Lincoln. Fue encerrado en una habitación al lado de la sala de justicia, ya que la cárcel no ofrecía ninguna garantía de seguridad. Aprovechando un día en que Garrett no estaba en la ciudad, pidió ir al baño, logró golpear al guardia, y mató a los dos ayudantes del sheriff, con un pico cortó la cadena que tenía en los pies y escapó.

El 7 de mayo llegó a Fort Sumner, donde contaba con muchos amigos, y se sentiría protegido. Vivió escondido, aunque por las noches aparecía por algún baile en el pueblo y se lo veía con mujeres.

El 10 de julio Pat Garrett, con un grupo de ayudantes, llegó al lugar. Supo que Billy descansaba en el rancho de su amigo Pete Maxwell. La noche del 14 de julio de 1881 rodearon la casa y Garrett entró.

El sheriff sorprendió a Maxwell. Le preguntó por el pistolero, y le respondió que estaba en las cercanías, pero no en su casa. En eso, se asomó una figura que preguntó insistentemente “¿Quién es?” Cuando esa persona creyó reconocer a Garrett, dio unos pasos hacia atrás y el sheriff disparó tres veces. Se escuchó un gemido dentro de la habitación.

Sus ayudantes le recriminaron que le había disparado a otro, que Billy no se escondería en un lugar así. Sigilosamente entraron en la habitación. En el centro había un hombre echado boca arriba. Al lado de su mano derecha había un revólver, y cerca de su mano izquierda una cuchilla de carnicero. Tenía una herida de bala en el lado izquierdo del pecho, arriba del corazón. Era el famoso delincuente.

Un grupo de mujeres reclamó el cadáver, que fue llevado al taller del carpintero. Lo depositaron sobre un banco y lo rodearon con velas. Luego lo vistieron, lo colocaron en un ataúd y el 15 por la tarde lo sepultaron en el viejo cementerio militar, que también usaba el pueblo.

Aún no había cumplido los 22 años.

Tumba de Billy The Kid. Es una de las atracciones en Fort Sumner. Foto Wikipedia.

Uno de los pistoleros que había cabalgado junto a él aseguró por 1948 que de esa época quedaban tres vivos: él, Jim McDaniels y el propio Billy, que vivía con el nombre de Ollie Roberts. Las versiones sobre lo ocurrido sembraron dudas y alimentaron con diversos matices una vida que fue contada con ribetes fantásticos en libros y folletines.

En el museo que lleva su nombre en Fort Sumner se exhibe su rifle y otras pertenencias. Y su tumba, que comparte con dos de sus amigos, Tom O’Folliard y Charlie Bowdre, muertos por Garrett en diciembre de 1880, es una atracción turística porque, por más que digan, fue el pistolero más famoso del lejano oeste.

Fuente: Billy el Niño. Una vida breve y violenta, de Robert M. Utley.

domingo, 4 de abril de 2021

Conquista del Oeste: La matanza de Wounded Knee

Las armas Hotchkiss mataron a una docena de mujeres y niños indefensos

Para evitar que asistieran a una ceremonia de "danza fantasma", las tropas estadounidenses asignaron a un grupo de Lakota a un campamento en Wounded Knee en diciembre de 1890. Allí los soldados protagonizaron una brutal masacre entre los indios.
De Florian Stark || Die Welt (original en alemán)



El cadáver congelado de un curandero en el campamento de Wounded Knee
La danza debería traerles la salvación de la miseria, la enfermedad y la muerte. Y traería de vuelta las manadas de bisontes que habían estado pastando en las Grandes Llanuras antes de la invasión de los Blancos, y estos desaparecerían en la danza de la nueva era. Así lo predicó el profeta Wovoka, que pertenecía al norte de Paiute, que vivía principalmente en Nevada.

A fines de la década de 1880, se suponía que la religión de la “danza fantasma” de Wovoka estaba en la transición a una nueva era, que, sin embargo, no se suponía que se convertiría en un paraíso, sino en un infierno para los pueblos indígenas de América del Norte. Porque cuantas más naciones comenzaban a bailar por sus más profundos anhelos, mayor era el temor de los pobladores y autoridades de que el trance de la danza llevara a una gran revuelta de los indios.


Soldados de la 7ma Caballería de EE. UU. con cañón de fuego rápido
Fuente: picture alliance / akg-images

El recién elegido presidente de los Estados Unidos, Benjamin Harrison, quería probar la gestión de crisis e inmediatamente trasladó a 9.000 soldados de caballería a las reservas de Lakota en Plaines. Allí las tropas organizaron una masacre el 29 de diciembre de 1890 en Wounded Knee (Dakota del Sur), en la que murieron cientos de víctimas de Lakota. Para los blancos fue estilizada como la “última batalla de las guerras indias”, para los indígenas se convirtió en un símbolo de su total sumisión.

Comenzó en noviembre de 1890 con un telegrama de pánico de un agente indio en la reserva de Pine Ridge: "Los indios bailan en la nieve y son salvajes y locos ... necesitamos protección y la necesitamos ahora". El siguiente despliegue de tropas fue el más grande de los grandes. Los niveles habían experimentado desde el final de la Guerra Civil en 1865.

Una de las primeras víctimas fue el jefe de la Hunkpapa Lakota Sioux, Toro Sentado. El hombre de 60 años fue uno de los líderes de la coalición de guerreros que literalmente formó la séptima caballería de Estados Unidos bajo el mando de George Armstrong Custer en Little Bighorn, Montana, en junio de 1876. había aniquilado. El hecho de que, impulsado por la necesidad, se hubiera contratado temporalmente para el programa Buffalo Bill Wild West difícilmente podía restar valor a su reputación. Ahora, la simpatía abierta de Toro Sentado por el movimiento de la “danza de los fantasmas” había traído más popularidad, aunque ciertamente no era su “apóstol” cuando el guerrero indio blanco lo retrató.

Cuando Toro Sentado no se rindió a Fort Yates, una unidad de la policía de reserva de 40 efectivos apareció frente a su casa en la Reserva de Standing Rock, Dakota del Norte, el 15 de diciembre. Hubo una pelea en la que el sargento de policía indio Bull Head disparó contra el jefe. "El archienemigo está muerto y sus seguidores pronto perderán el entusiasmo", comentó el New York Times.


Jefe Toro Sentado (aprox. 1831-1890)
Fuente: Picture Alliance / Design Pics

Pero sucedió lo contrario. La muerte violenta de Toro Sentado les pareció a varios pueblos como una señal de que su propia extinción era inminente, y acordaron reunirse para una gran ceremonia de "danza fantasma" en Pine Ridge, Dakota del Sur. El jefe Spotted Elk también quería participar con su Minneconjou-Lakota-Sioux. Pero unos días después de que dejaron su reserva del río Cheyenne, fueron detenidos por la 7ma Caballería de EE. UU. Spotted Elk, también conocido por el nombre despectivo de "Big Foot", se rindió y fue acompañado con su familia a un campamento en Wounded Knee Creek.

Allí se les ordenó que entregaran sus armas, por lo que algunos concluyeron que tendrían que abandonar sus áreas en Dakota del Sur. A medida que más y más nativos “furtivos” y “sedientos de sangre” comenzaron a bailar en sus ojos, los soldados interpretaron esto como una preparación para un ataque. Se colocaron inmediatamente en posición cuatro cañones de fuego rápido Hotchkiss.


Así imaginó el público blanco la "Batalla de Wounded Knee"

El 29 de diciembre, la caballería comenzó a registrar el campamento en busca de armas ocultas. Cuando hubo una disputa por un rifle, "se disparó un tiro que no hirió a nadie, pero inmediatamente después estalló el infierno", escribe el historiador de Lucerna Aram Mattioli. "Los cañones Hotchkiss no perdonaron a nadie e incluso mataron a una docena de mujeres y niños indefensos".

Al menos algunos jinetes se habían puesto en forma con whisky de antemano. En la embriaguez finalmente vieron la oportunidad de vengarse de la dura derrota del 7. ° de Caballería hace 14 años en Little Bighorn, escribe la historiadora de Munich Heike Bungert en su nueva Historia de las Naciones Indígenas en los Estados Unidos (CH Beck, 286 p. , 16,95 euros). Se metieron en un verdadero frenesí de sangre: las madres que huían fueron abatidas a tiros con sus hijos, relató un superviviente: "Salieron niños pequeños que estaban ilesos ... Varios soldados los rodearon y los masacraron".

Murieron hasta 400 indígenas, incluido el alce manchado jefe. Los cadáveres quedaron en el ventisquero, de modo que se congelaron y se convirtieron en momias de hielo. Murieron 25 soldados, la mayoría a causa del fuego de sus compañeros borrachos.

El Congreso de los Estados Unidos otorgó a otros 20 la "Medalla de Honor", el premio militar más alto de los Estados Unidos, por sus logros en la "batalla". Los intentos de los grupos indígenas de retirar el honor de los "carniceros" hasta ahora no han tenido consecuencias. Ahora se ha presentado otra moción al Parlamento de los Estados Unidos. La acción militar "no fue heroica, sino trágica y profundamente vergonzosa", dijo la senadora demócrata Elizabeth Warren, justificando su apoyo. Después de Wounded Knee, los últimos indios americanos supervivientes finalmente desaparecieron en la tristeza de las reservas.

jueves, 25 de octubre de 2018

Libro: La mujer marcada para morir

La mujer marcada

Cómo una familia indígena Osage se convirtió en el objetivo principal de uno de los crímenes más siniestros en la historia de Estados Unidos

Por David Grann | The New Yorker


A principios del siglo XX, los miembros de la Nación Osage se convirtieron en las personas más ricas per cápita del mundo, después de que se descubriera el petróleo bajo su reserva, en Oklahoma. Luego comenzaron a ser misteriosamente asesinados. En 1923, después de que el número de muertos llegara a más de dos docenas, el caso fue ocupado por la Oficina de Investigación, que entonces era una rama oscura del Departamento de Justicia, que más tarde fue rebautizada Oficina Federal de Investigaciones. El caso fue una de las primeras investigaciones importantes de homicidios de F.B.I. Después de que J. Edgar Hoover fuera nombrado director de la oficina, en 1924, envió un equipo de agentes encubiertos, incluido un agente nativo americano, a la reserva de Osage.

David Grann, un escritor de la revista, ha pasado casi media década investigando esta historia sumergida y siniestra. En su nuevo libro, "Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth ofthe F.B.I.", publicado por Doubleday en abril, muestra que la amplitud de los asesinatos fue mucho mayor que la que el Bureau haya expuesto. Este extracto exclusivo, el primer capítulo del libro, presenta a la mujer Osage y su familia que se convirtieron en los principales objetivos de la conspiración.

En abril, millones de pequeñas flores se extendieron por las colinas de blackjack y vastas praderas en el territorio Osage de Oklahoma. Hay Johnny-jump-ups y bellezas de primavera y pequeños bluets. El escritor de Osage John Joseph Mathews observó que la galaxia de pétalos hace que parezca como si los "dioses hubieran dejado confeti". En mayo, cuando los coyotes aúllan bajo una luna inquietantemente grande, las plantas más altas, como las arañas vasculares y Susans de ojos negros, comienzan arrastrarse sobre las flores más pequeñas, robando su luz y agua. Los cuellos de las flores más pequeñas se rompen y sus pétalos se alejan, y en poco tiempo se entierran bajo tierra. Esta es la razón por la cual los indios Osage se refieren a mayo como el tiempo de la luna que mata las flores.

El 24 de mayo de 1921, Mollie Burkhart, residente de la ciudad de Grey Horse, Oklahoma, asentada en Osage, comenzó a temer que algo le hubiera sucedido a una de sus tres hermanas, Anna Brown. Treinta y cuatro, y menos de un año mayor que Mollie, Anna había desaparecido tres días antes. A menudo se había ido de "juergas", como su familia los llamaba despectivamente: bailar y beber con amigos hasta el amanecer. Pero esta vez una noche había pasado, y luego otra, y Anna no había aparecido en el porche delantero de Mollie como solía hacerlo, con su largo cabello negro ligeramente deshilachado y sus ojos oscuros brillando como vidrio. Cuando Anna entró, le gustaba quitarse los zapatos, y Mollie perdió el sonido reconfortante de su movimiento, sin prisas, a través de la casa. En cambio, hubo un silencio tan quieto como las llanuras.

Mollie ya había perdido a su hermana Minnie casi tres años antes. Su muerte había llegado con una velocidad espantosa, y aunque los médicos la habían atribuido a una "enfermedad peculiar y devastadora", Mollie albergaba dudas: Minnie solo tenía veintisiete años y siempre había tenido una salud perfecta.

Al igual que sus padres, Mollie y sus hermanas tenían sus nombres inscritos en el Osage Roll, lo que significaba que estaban entre los miembros registrados de la tribu. También significaba que poseían una fortuna. A principios de los años setenta, los Osage habían sido expulsados ​​de sus tierras en Kansas hacia una reserva rocosa, presumiblemente inútil, en el noreste de Oklahoma, solo para descubrir, décadas después, que esta tierra estaba asentada sobre algunos de los yacimientos de petróleo más grandes de los Estados Unidos. Estados. Para obtener ese petróleo, los prospectores tenían que pagar el Osage en forma de arrendamientos y regalías. A principios del siglo XX, cada persona en el rol tribal comenzó a recibir un cheque trimestral. La cantidad inicialmente era de solo unos pocos dólares, pero con el tiempo, a medida que se extraía más petróleo, los dividendos crecían en cientos, luego en miles de dólares. Y prácticamente cada año los pagos aumentaban, como los arroyos de las praderas que se unían para formar el Cimarron amplio y fangoso, hasta que los miembros de la tribu acumulaban colectivamente millones y millones de dólares. (Solo en 1923, la tribu recibió más de treinta millones de dólares, el equivalente actual de más de cuatrocientos millones de dólares). Los Osage eran considerados las personas más ricas per cápita del mundo. "¡He aquí!", Exclamaba el semanario neoyorquino Outlook_ _. "El indio, en lugar de morir de hambre. . . disfruta de un ingreso estable que vuelve a los banqueros verdes de envidia ".

El público se había quedado paralizado por la prosperidad de la tribu, que contradecía las imágenes de los indios americanos que podían remontarse al brutal primer contacto con los blancos, el pecado original del que nació el país. Los reporteros tentaron a sus lectores con historias sobre el "plutocrático Osage" y los "millonarios rojos", con sus mansiones de ladrillo y terracota, y sus anillos de diamantes, abrigos de pieles y autos con chofer. Un escritor se maravilló de las chicas de Osage que asistían a los mejores internados y vestían suntuosas ropas francesas, como si "une très jolie demoiselle_ de los bulevares de París se hubiera extraviado inadvertidamente en esta pequeña ciudad reservada".

Al mismo tiempo, los reporteros se aprovecharon de cualquier señal del estilo de vida tradicional Osage, que parecía despertar en la mente del público visiones de indios "salvajes". Un artículo señaló un "círculo de automóviles caros que rodeaban una fogata abierta, donde los dueños bronceados y con cobijas brillantes cocinan carne en el estilo primitivo". Otro documentó una fiesta de Osage llegando a una ceremonia para sus bailes en un avión privado: una escena que "supera la capacidad de los ficcionistas para retratar". Resumiendo la actitud del público hacia el Osage, el Washington Star_ dijo: "Ese lamento, 'Lo el pobre indio', podría ser revisado apropiadamente a 'Ho, el rico rojo' piel. '"

Gray Horse era uno de los asentamientos más antiguos de la reserva. Estos puestos avanzados -incluyendo Fairfax, un pueblo vecino más grande de casi mil quinientas personas, y Pawhuska, la capital de Osage, con una población de más de seis mil habitantes- parecían visiones enfebrecidas. Las calles clamaban con vaqueros, buscadores de fortuna, contrabandistas, adivinos, curanderos, forajidos, alguaciles de los EE.UU., financistas de Nueva York y magnates petroleros. Los automóviles se desplazaban a lo largo de senderos de caballos pavimentados, el olor del combustible abrumaba el olor de las praderas. Los jurados de cuervos miraban desde los cables del teléfono. Había restaurantes, anunciados como cafés, así como teatros de ópera y de polo.

Aunque Mollie no gastó tan generosamente como lo hicieron algunos de sus vecinos, ella había construido una hermosa casa de madera en Gray Horse cerca de la antigua cabaña de pollas amarradas, esteras tejidas y cortezas de su familia. Ella era dueña de varios autos y tenía un equipo de sirvientes, los langostas de los indios, ya que muchos colonos se burlaban de estos trabajadores migrantes. Los sirvientes a menudo eran negros o mexicanos, y en los primeros años de 1920 un visitante de la reserva expresaba desprecio ante la visión de "incluso blancos" realizando "todas las tareas domésticas de la casa a la que Osage no se rebajará".

Mollie fue una de las últimas personas en ver a Anna antes de desaparecer. Ese día, 21 de mayo, Mollie se había levantado cerca del amanecer, un hábito arraigado desde cuando su padre solía rezar todas las mañanas al sol. Estaba acostumbrada al coro de las alondras y los playeros y las gallinas de las praderas, ahora cubiertos con el pock-pocking_ de taladros que golpeaban la tierra. A diferencia de muchos de sus amigos, que evitaron la ropa de Osage, Mollie le envolvió una manta india alrededor de los hombros. Tampoco peinó su cabello con una aleta, sino que dejó que su pelo largo y negro le cayera sobre la espalda, revelando su rostro llamativo, con sus pómulos altos y sus grandes ojos marrones.


Mollie Burkhart.

Su esposo, Ernest Burkhart, se levantó con ella. Un hombre blanco de veintiocho años, tenía la belleza de un extra en un espectáculo fotográfico occidental: cabello castaño corto, ojos azul pizarra, barbilla cuadrada. Solo su nariz perturbaba el retrato; parecía que hubiera tomado un puñetazo de bar o dos. Habiendo crecido en Texas, hijo de un pobre agricultor de algodón, había quedado encantado con los relatos de Osage Hills, ese vestigio de la frontera estadounidense en la que se decía que vaqueros e indios todavía vagabundeaban. En 1912, a la edad de diecinueve años, había empacado una maleta, como Huck Finn, encendiéndose para el Territorio, y se fue a vivir con su tío, un ganadero dominante llamado William K. Hale, en Fairfax. "No era el tipo de persona que te pedía que hicieras algo, te lo dijo", dijo una vez Ernest acerca de Hale, quien se convirtió en su padre sustituto. Aunque Ernest principalmente hacía recados para Hale, a veces trabajaba como conductor de librea, y así fue como conoció a Mollie y la llevó en camioneta por la ciudad.

Ernest tenía una tendencia a beber aguardiente de moho y jugar al póquer indio con hombres de mala reputación, pero bajo su aspereza parecía haber ternura y un rastro de inseguridad, y Mollie se enamoró de él. Nacido como hablante de Osage, Mollie había aprendido algo de inglés en la escuela; sin embargo, Ernest estudió su lengua materna hasta que pudo hablar con ella en ella. Ella sufría de diabetes y la cuidaba cuando le dolían las articulaciones y le ardía el estómago por el hambre. Después de escuchar que otro hombre tenía afecto por ella, murmuró que no podría vivir sin ella.



Ernest Burkhart. 

No fue fácil para ellos casarse. Los amigos groseros de Ernest lo ridiculizaron por ser un "hombre squaw". Y aunque las tres hermanas de Mollie se habían casado con hombres blancos, ella sentía la responsabilidad de tener un matrimonio Osage arreglado, como lo habían hecho sus padres. Aún así, Mollie, cuya familia practicaba una mezcla de Osage y creencias católicas, no podía entender por qué Dios le permitiría encontrar el amor, solo para luego quitárselo. Entonces, en 1917, ella y Ernest intercambiaron anillos, jurando amarse hasta la eternidad.

Para 1921, tenían una hija, Elizabeth, que tenía dos años, y un hijo, James, que tenía ocho meses y era apodado Cowboy. Mollie también atendía a su anciana madre, Lizzie, que se había mudado a la casa después de la muerte del padre de Mollie. Debido a la diabetes de Mollie, Lizzie una vez temió que ella muriera joven, y suplicó a sus otros hijos que cuidaran de ella. En verdad, Mollie fue quien los cuidó a todos.

El 21 de mayo se suponía que sería un día delicioso para Mollie. A ella le gustaba entretener a los invitados y estaba organizando un pequeño almuerzo. Después de vestirse, ella alimentó a los niños. El vaquero a menudo tenía terribles dolores de oído, y le soplaba en los oídos hasta que dejaba de llorar. Mollie mantuvo su hogar en un orden meticuloso, y ella dio instrucciones a sus sirvientes mientras la casa se movía, todos bulliciosos, excepto Lizzie, que se había enfermado y se había quedado en la cama. Mollie le pidió a Ernest que llamara a Anna para ver si ella había ido a ayudar a Lizzie a cambio. Anna, como la niña más grande de la familia, tenía un estatus especial en los ojos de su madre, y aunque Mollie se hizo cargo de Lizzie, Anna, a pesar de su tempestuosidad, fue a la que su madre mima.

Cuando Ernest le dijo a Anna que su madre la necesitaba, ella prometió tomar un taxi directamente allí, y ella llegó poco después, vestida con zapatos rojos brillantes, una falda y una manta india a juego; en su mano había un bolso de cocodrilo. Antes de entrar, ella se peinó apresuradamente el pelo al viento y se enjabonó la cara. Mollie notó, sin embargo, que su forma de andar era inestable, sus palabras arrastradas. Anna estaba borracha.

Mollie no pudo ocultar su disgusto. Algunos de los invitados ya habían llegado. Entre ellos se encontraban dos de los hermanos de Ernest, Bryan y Horace Burkhart, quienes, atraídos por el oro negro, se habían mudado al condado de Osage, a menudo ayudando a Hale en su rancho. Una de las tías de Ernest, que vomitaba nociones racistas sobre los indios, también estaba de visita, y lo último que Mollie necesitaba era que Anna agitara la vieja cabra.



Mollie (derecha) con sus hermanas Anna (centro) y Minnie.


Anna se quitó los zapatos y comenzó a hacer una escena. Sacó un frasco de su bolso y lo abrió, liberando el olor acre del whisky de contrabando. Insistiendo en que necesitaba drenar el matraz antes de que las autoridades la atraparan -era un año de prohibición nacional-, ofreció a los invitados un trago de lo que ella llamaba la mejor mula blanca.

Mollie sabía que Anna había estado muy preocupada últimamente. Recientemente se había divorciado de su esposo, un colono llamado Oda Brown, dueño de un negocio de librea. Desde entonces, había pasado más y más tiempo en los tumultuosos boomtowns de la reserva, que habían surgido para albergar y entretener a los trabajadores del petróleo, ciudades como Whizbang, donde, según se decía, la gente pasaba todo el día zumbando y golpeando toda la noche. "Todas las fuerzas de la disipación y el mal se encuentran aquí", informó un funcionario del gobierno de los EE. UU. "Apostar, beber, adulterminar, mentir, robar, asesinar". Anna se había quedado hechizada por los lugares en los extremos oscuros de las calles: los establecimientos que parecían adecuados en el exterior pero que contenían habitaciones ocultas llenas de brillantes botellas de alcohol lunar. Uno de los sirvientes de Anna más tarde les dijo a las autoridades que Anna era una persona que bebía mucho whisky y tenía "muy poca moral con hombres blancos".

En la casa de Mollie, Anna comenzó a coquetear con el hermano menor de Ernest, Bryan, con quien a veces salía. Era más melancólico que Ernest y tenía unos ojos inescrutables de motas amarillas y cabello ralo que llevaba peinado hacia atrás. Un legislador que lo conoció lo describió como un pequeño peón. Cuando Bryan le preguntó a uno de los sirvientes en el almuerzo si iría a bailar con él esa noche, Anna dijo que si él engañaba con otra mujer, ella lo mataría.

Mientras tanto, la tía de Ernest estaba murmurando, lo suficientemente fuerte para que todos lo oyeran, lo mortificada que estaba porque su sobrino se había casado con una piel roja. Para Mollie fue fácil devolver el golpe sutilmente porque uno de los sirvientes que atendía a la tía era blanco, un claro recordatorio del orden social de la ciudad.

Anna continuó criando a Caín. Luchó con los invitados, luchó con su madre, luchó con Mollie. "Ella estaba bebiendo y discutiendo", dijo más tarde un funcionario a las autoridades. "No podía entender su lenguaje, pero estaban peleándose". El sirviente agregó: "Pasaron un momento horrible con Anna, y tuve miedo".

Esa noche, Mollie planeó cuidar a su madre, mientras que Ernest llevó a los invitados a Fairfax, cinco millas al noroeste, para encontrarse con Hale y ver "Bringing Up Father", _un musical de gira sobre un pobre inmigrante irlandés que gana un millón- sorteos en dólares y lucha para asimilarse en la alta sociedad. Bryan, que se había puesto un sombrero de vaquero, sus ojos felinos mirando por debajo del borde, se ofreció a dejar a Anna en su casa.

Antes de irse, Mollie lavó la ropa de Anna, le dio algo de comer, y se aseguró de que se había vuelto lo suficientemente sobrio como para que Mollie pudiera ver a su hermana como siempre, brillante y encantadora. Se entretuvieron juntos, compartiendo un momento de calma y reconciliación. Entonces Anna dijo adiós, un relleno de oro brillando a través de su sonrisa.

Con cada noche que pasaba, Mollie se ponía más ansiosa. Bryan insistió en que se había llevado a Anna directamente a casa y la había dejado antes de dirigirse al espectáculo. Después de la tercera noche, Mollie, en su manera tranquila pero enérgica, presionó a todos a la acción. Ella despachó a Ernest para controlar la casa de Anna. Ernest sacudió el pomo de la puerta de entrada, estaba cerrada. Desde la ventana, las habitaciones interiores parecían oscuras y desiertas.

Ernest estaba solo allí en el calor. Unos días antes, una lluvia fría había sacudido la tierra, pero luego los rayos del sol cayeron sin piedad a través de los árboles de blackjack. En esta época del año, el calor empañaba las praderas e hizo crujir la hierba alta bajo los pies. En la distancia, a través de la luz brillante, uno podía ver los esqueletos de las torres de perforación.

La criada de Anna, que vivía al lado, salió, y Ernest le preguntó: "¿Sabes dónde está Anna?"

Antes de la ducha, dijo la criada, se había detenido junto a la casa de Anna para cerrar cualquier ventana abierta. "Pensé que la lluvia llegaría", explicó. Pero la puerta estaba cerrada con llave, y no había señales de Anna. Ella se fue.

Las noticias de su ausencia recorrieron los barrios en expansión, viajando de pórtico a porche, de tienda en tienda. Alimentando la inquietud había informes de que otro Osage, Charles Whitehorn, había desaparecido una semana antes que Anna. Genial e ingenioso, Whitehorn, de treinta años, estaba casado con una mujer que era parte blanca, parte cheyenne. Un periódico local señaló que era "popular entre los blancos y los miembros de su propia tribu". El 14 de mayo, había dejado su hogar, en la parte suroeste de la reserva, para Pawhuska. Él nunca regresó.

Aún así, había razones para que Mollie no entrara en pánico. Era concebible que Anna se hubiera escabullido después de que Bryan la dejara y se dirigiera a Oklahoma City o al otro lado de la frontera con la incandescente Kansas City. Tal vez estaba bailando en uno de esos clubes de jazz que le gustaba visitar, ajeno al caos que había dejado a su paso. E incluso si Anna había tenido problemas, sabía cómo protegerse: a menudo llevaba una pequeña pistola en su bolso de cocodrilo. Pronto regresará a casa, le aseguró Ernest a Mollie.

Una semana después de que Anna desapareció, un trabajador petrolero estaba en una colina a una milla al norte del centro de Pawhuska cuando notó algo sobresaliendo de la maleza cerca de la base de una torre de perforación. El trabajador se acercó. Era un cadáver podrido; entre los ojos había dos agujeros de bala. La víctima había recibido un disparo, estilo de ejecución.
Hacía calor, estaba mojado y fuerte en la ladera. Los taladros sacudieron la tierra mientras atravesaban el sedimento de piedra caliza; Las grúas giraban sus grandes garras de un lado a otro. Otras personas se reunieron alrededor del cuerpo, que estaba tan descompuesto que era imposible de identificar. Uno de los bolsillos tenía una carta. Alguien lo sacó, enderezó el papel y lo leyó. La carta estaba dirigida a Whitehorn, y así es como ellos supieron por primera vez que era él.

Por la misma época, un hombre cazaba ardillas cerca de Three Mile Creek, cerca de Fairfax, con su hijo adolescente y un amigo. Mientras los dos hombres tomaban un trago de agua de un arroyo, el niño vio una ardilla y apretó el gatillo. Hubo un estallido de calor y luz, y el niño vio como la ardilla era golpeada y comenzaba a caer sin vida sobre el borde de un barranco. Lo persiguió, descendió por una empinada ladera boscosa hasta una quebrada donde el aire era más espeso y donde podía oír el murmullo del arroyo. Encontró la ardilla y la recogió. Luego gritó: "¡Oh, papá!". Para cuando su padre lo alcanzó, el niño se había arrastrado sobre una roca. Hizo un gesto hacia el borde cubierto de musgo del arroyo y dijo: "Una persona muerta".

Allí estaba el cuerpo hinchado y en descomposición de lo que parecía ser una mujer india americana: estaba boca arriba, con el cabello recogido en el barro y los ojos vacíos mirando al cielo. Los gusanos estaban comiendo en el cadáver.

Los hombres y el muchacho salieron corriendo del barranco y corrieron en su carreta tirada por caballos a través de la pradera, con el polvo arremolinándose a su alrededor. Cuando llegaron a la calle principal de Fairfax, no pudieron encontrar ningún representante de la ley, por lo que se detuvieron en Big Hill Trading Company, una gran tienda general que también tenía un negocio de compromiso. Le dijeron al propietario, Scott Mathis, lo que había sucedido, y él alertó a su empresario de pompas fúnebres, que se fue con varios hombres al arroyo. Allí hicieron rodar el cuerpo sobre un asiento de carro y, con una cuerda, lo arrastraron hasta la parte superior del barranco, luego lo colocaron dentro de una caja de madera, a la sombra de un árbol de blackjack. Cuando el empresario de pompas fúnebres cubrió el cadáver hinchado con sal y hielo, comenzó a encogerse como si se estuviera escapando la última parte de la vida. El empresario de pompas fúnebres intentó determinar si la mujer era Anna Brown, a quien conocía. "El cuerpo estaba descompuesto e hinchado casi hasta el punto de estallar y muy maloliente", recordó más tarde, y agregó: "Era tan negro como un negro". Él y los otros hombres no podían identificarse. Pero Mathis, quien se ocupó de los asuntos financieros de Anna, se puso en contacto con Mollie y condujo una sombría procesión hacia el arroyo que incluía a Ernest, Bryan, la hermana de Mollie, Rita, y el esposo de Rita, Bill Smith. Muchos que sabían que Anna los seguía, junto con la morbosamente curiosa. Kelsie Morrison, uno de los traficantes de drogas y traficantes de drogas más notorios del condado, vino con su esposa Osage.

Mollie y Rita llegaron y se acercaron al cuerpo. El hedor era abrumador. Buitres en círculos obscenamente en el cielo. Para Mollie y Rita era difícil discernir si la cara era de Anna, no quedaba prácticamente nada de ella, pero reconocieron su manta india y la ropa que Mollie le había lavado. Entonces, el esposo de Rita, Bill, tomó un palo y abrió la boca, y pudieron ver los empastes de oro de Anna. "Eso es bastante seguro, Anna", dijo Bill.

Rita comenzó a llorar, y su esposo la llevó lejos. Finalmente, Mollie pronunció la palabra "sí", era Anna. Mollie era la única en la familia que siempre mantenía la compostura, y ahora se retiraba del arroyo con Ernest, dejando atrás el primer indicio de la oscuridad que amenazaba con destruir no solo a su familia sino a su tribu.

miércoles, 25 de julio de 2018

Conquista del Oeste: Imagen de Deadwood

Conquista del Oeste y el oro



Deadwood, Estados Unidos, 1876

El asentamiento de Deadwood comenzó ilegalmente en la década de 1870 en tierras que habían sido cedidas a los nativos americanos. En 1874, el coronel George Armstrong Custer lideró una expedición en Black Hills y anunció el descubrimiento de oro en French Creek, cerca de lo que hoy es Custer, Dakota del Sur. Este anuncio desencadenó la fiebre de oro en Black Hills y dio lugar a la nueva y anárquica ciudad de Deadwood.

lunes, 2 de julio de 2018

Conquista del Oeste: Olive Oatman, la cautiva

Cautiva americana





Olive Oatman, una pionera mormona de 13 años, viajó al oeste hacia Zion en 1851. En su camino, fue capturada por indios Yavapai que asesinaron a su familia y la convirtieron en su esclava. Ella vivió como esclava durante un año antes de ser intercambiada a los Mohave, quienes le tatuaron el rostro y la criaron como parte de su tribu. A pesar de que ella era feliz entre los Mohave, a los 19 años fue reinsertada a la sociedad blanca. Se hizo famosa al instante, pero el precio de su fama fue alto y el dolor de su infancia destruida duró toda la vida.

lunes, 30 de mayo de 2016

Conquista del Oeste: California y el genocidio de los indios

Es hora de reconocer el genocidio de los indios de California



Un mural en un centro de Los Ángeles callejón representa a una mujer americana nativa conocida como Toypurina, un co-líder de una revuelta contra la Misión de San Gabriel en 1785. (Los Angeles Times)

Benjamin Madley | Los Angeles Times


Entre 1846 y 1870, la población indígena de California cayó de quizá 150.000 a 30.000. Enfermedades, trastornos y el hambre causaron muchas de estas muertes, pero la casi aniquilación de los indios de California no era el resultado inevitable de dos civilizaciones que entran en contacto por primera vez. Se genocidio, sancionada y facilitada por los funcionarios de California.

Ni el gobierno de Estados Unidos ni el estado de California ha reconocido que la catástrofe de California india se ajusta a la definición legal de dos partes de genocidio establecido por la Convención sobre el Genocidio de las Naciones Unidas en el año 1948. De acuerdo con la convención, los autores deben demostrar por primera vez su "intención de destruir ., en su totalidad o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal "en segundo lugar, deben comprometerse uno de los cinco actos genocidas que figuran en la convención:" matanza de miembros del grupo; lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; el sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo; traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo ".

No es una exageración decir que los legisladores de California también establecieron una máquina de matar patrocinada por el Estado.
Legislatura de California convocó por primera vez en 1850, y uno de sus pedidos iniciales de negocio era la prohibición de todos los indios de la votación, salvo los que tienen "la mitad de la sangre india" o más de declarar a favor o en contra de los blancos en los casos penales, y negando a los indios las derecho de servir como miembros del jurado. Los legisladores de California después prohibidos indios de servir como abogados. En combinación, estas leyes cerraron en gran medida indios de la participación en la protección y por el sistema legal del Estado. Esto equivale a una subvención virtual de la impunidad para quienes los atacaron.

Ese mismo año, los legisladores estatales aprobaron mano de obra indígena no libre mediante la legalización blanco custodia de los menores indígenas y arrendamiento indio prisionero. En 1860, extendieron el acto 1850 a legalizar el "contrato de emisión" de "toda la India." Estas leyes provocaron un auge de secuestros violentos, mientras que la separación de los hombres y las mujeres durante los años reproductivos pico, los cuales aceleran la disminución de la población indígena de California. Algunos indios fueron tratados como trabajadores desechables. Un abogado recordó: "Los Angeles tuvo su centro comercial de esclavos [y] miles de personas honestas y útiles eran absolutamente destruido de esa manera." Entre 1850 y 1870, la población indígena de Los Ángeles se redujo de 3.693 a 219.

No es una exageración decir que los legisladores de California también establecieron una máquina de matar patrocinada por el Estado. gobernadores de California llamaron autorizados o no menos de 24 expediciones milicia del estado entre 1850 y 1861, en los que murieron al menos 1.340 indígenas de California. Los legisladores estatales también aprobaron tres proyectos de ley en la década de 1850 que elevaron hasta $ 1.51 millones de dólares para financiar estas operaciones - una gran cantidad de dinero en el momento - para las operaciones futuras de la milicia anti-indias pasadas y presentes. Al demostrar que el estado no castigar a los asesinos de la India, pero en lugar de recompensar a ellos, expediciones milicias ayudaron a inspirar a los vigilantes para matar al menos 6.460 indígenas de California entre 1846 y 1873.


California, es el momento de volcar la bandera del oso

El Ejército de EE.UU. y sus auxiliares también mataron al menos 1.680 indígenas de California entre 1846 y 1873. Mientras tanto, en 1852, los políticos estatales y senadores estadounidenses detuvieron el establecimiento de las reservas federales permanentes en California, negando así los indios de California de la tierra mientras que los expone al peligro.

el apoyo del Estado de genocidio fue velado única finamente. En 1851, el gobernador de California Peter Burnett declaró que "una guerra de exterminio continuará siendo llevada a cabo ... hasta que la raza indígena se extingue." En 1852, EE.UU. El senador John Weller - que se convirtió en gobernador de California en 1858 - fue más allá. Les dijo a sus colegas en el Senado que los indios de California "serán exterminados antes de la marcha hacia adelante del hombre blanco", argumentando que "el interés del hombre blanco exige su extinción."

Más allá premeditado, matanzas sistemáticas de los indios de California, otros actos de genocidio proliferaron también. Muchas violaciones y golpizas ocurrieron, y éstos cumplen con la definición de "lesiones corporales graves" a las víctimas sobre la base de su identidad de grupo y con la intención de destruir el grupo de la Convención sobre el Genocidio U.N.. El ejército sostenido y la política civil de la demolición de aldeas California indios y sus tiendas de alimentos mientras se conduce indios en regiones inhóspitas montañas ascendieron a "sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcialmente." Debido a la desnutrición y exposición previsible bajó la tasa de natalidad, algunos estatales y federales que toman las decisiones también aparecen culpable de "medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo."

Por último, el estado de California, los cazadores de esclavos y las autoridades federales estuvieron involucrados en "niños de traslado por la fuerza del grupo a otro grupo." Miles de niños indios de California padecido tales transferencias forzadas. Mediante la ruptura de las familias y las comunidades, los traslados forzosos constituían "medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo." En efecto, el estado legalizados secuestro y esclavización de los menores de la India; esclavos explotados leyes documento de emisión y las autoridades federales impidieron la intervención del Ejército EE.UU. para proteger a las víctimas.


La cuestión del genocidio en California plantea cuestiones políticas, económicas y educativas explosivos para el estado, las tribus de California y los indios individuales California. Corresponde a ellos - no académicos como yo - para determinar el mejor camino a seguir.

Indicarán los funcionarios licitar disculpas públicas, como los presidentes Ronald Reagan y George H. W. Bush hizo en la década de 1980 para la reubicación e internamiento de unos 120.000 estadounidenses de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial? En caso de que las autoridades estatales ofrecer una compensación, a lo largo de las líneas de la más de $ 1.6 billón Congreso rindió a 82.210 de estos americanos japoneses y sus herederos? Las autoridades de California podrían disminuir o eliminar por completo su parte de ingresos de los juegos anuales de los indios de California ($ 7,3 mil millones en 2014) como una forma de pagar las reparaciones? En caso de que el control de retorno de Estado a las comunidades indias de California de tierras estatales donde los acontecimientos ocurridos genocidas? En caso de que el estado deje de conmemoración de los partidarios y los autores de este genocidio, incluyendo Burnett, Kit Carson y John C. Frémont? ¿El genocidio contra los indios de California unirse al genocidio armenio y el Holocausto en los programas escolares públicos y el discurso público?

Estas son cuestiones cruciales. Lo que es indudable es que el estado y el gobierno federal deben reconocer el genocidio que tuvo lugar en California.

demandas de decencia que incluso mucho tiempo después de la muerte de las víctimas, que preservar la verdad de lo que les ocurrió, por lo que su memoria puede ser honrado y la repetición de hechos similares disuadido. La justicia exige que, incluso mucho después de que los autores han desaparecido, documentamos los crímenes que ellos y sus defensores con demasiada frecuencia han ocultado o negado. Por último, las demandas de veracidad histórica que reconocemos esta catástrofe patrocinada por el Estado en todos sus variados aspectos y causas, con el fin de comprender mejor los fenómenos de formación, tanto en California india y la historia del estado de California.

domingo, 1 de mayo de 2016

Conquista del Oeste: Fotos de las tribus norteamericanas

En 1906 este hombre tomó una fotografía en el desierto. Lo que capturó te dejará boquiabierto

Haz este viaje en el tiempo…

UPSOCL


Por Ignacio Mardones

Las películas en donde aparecen indios montados sobre caballos, con adornos de plumas, arcos de flecha, parecieran retratar una realidad mágica. Y ciertamente la cultura de los nativos americanos tiene mucho de eso. Hubo un tiempo en que esos hombres y mujeres atravesaban el territorio tal como muchos imaginamos que fue. Iban armados, algunos se trenzaban el cabello, hacían sus propias canoas, llevaban a cuesta a sus hijos, fumaban en pipas, etc… Eso que uno sabe por el cine, los cómics y la televisión.

A comienzos del siglo XX, el etnólogo Edward S. Curtis recorrió EE.UU. siguiendo a más de 80 tribus de indios en sus viajes por diferentes estados. Las fotografías que sacó en ese período constituyen uno de los registros más importantes sobre la historia del país. La serie se titula: “The North American Indian”. Aquí puedes ver algunas de las imágenes más emblemáticas.


Un hombre de la tribu Crow montado en su caballo, 1908.


Un pescador hupa espera a que pase un salmón, 1923.


Un chamán apsaroke, 1908.


Una madre de la tribu Crow con su hijo, 1908.


Un cazador de patos kutenai, 1910.


Un médico apsaroke, 1908.


Chicas de la tribu de los “Pies Negros” recogiendo plantas, 1910.

Jefes de la tribu “Pies Negros”, 1900.


Jefes sioux, 1905.

Un hombre hidatsa con un águila, 1908.


Un hombre sioux, 1907.


Una niña apache jicarrilla, 1910.


Una niña de la tribu Wishran, 1910.

Bailarines de la tribu Qagyuhl, 1914.


La celebración de un matrimonio kwaliutwl sobre canoas, 1914.

martes, 22 de diciembre de 2015

Lejano Oeste: Monedas de plata en el agua

¿Por qué los colonos del Lejano Oeste echaban una moneda de plata al agua?
   
Javier Sanz - Historias de la Historia


Pues puede que por costumbre, tradición, incluso habría alguno que lo achacaría a algún tipo de superchería… pero el caso es que tiene una explicación científica.

En la colonización del Lejano Oeste (Far West) en el siglo XIX las caravanas de los colonos debían recorrer grandes distancias por extensas llanuras y territorios vírgenes para el hombre blanco. El desconocimiento de la orografía y sobre todo de lugares donde abastecerse de agua daba especial importancia al traslado de grandes cantidades de agua y, sobre todo, de su conservación. El método de conservación, aunque parezca peregrino, era echar una moneda de plata al agua y a la leche. Según nos cuenta Herodoto, este método de conservación del agua ya era utilizado por Ciro II el Grande de Persia (siglo VI a.C.), que en sus múltiples expediciones de conquista siempre llevaba consigo grandes vasijas de plata llenas de agua.


Caravana

Y la explicación científica: la plata es un agente antimicrobiano de gran alcance que impide el crecimiento de los microorganismos que estropean los alimentos y las bebidas. Además, es insípido, sin olor, no es tóxico y sirve para tratar más de 600 enfermedades virales y bacterianas (parásitos, herpes, cándidas…). Incluso se llegó a utilizar el hilo de plata por lo cirujanos por sus propiedades bactericidas.

Imagen: El retorno de la Utopía

jueves, 27 de agosto de 2015

USA: El arma de Sand Creek

Sand Creek fue un crimen, y este es el "arma humeante"

Konnie LeMay - Indian Country

"Sand Creek era un crimen, que ocurrió hace 150 años ... y este arma es tipo de la pistola humeante de Sand Creek," Andrew E. Masich, presidente y CEO de senador John Heinz History Center de Pittsburgh, dijo sobre el artefacto que adquirió para el Sitio Histórico Nacional de Sand Creek cerca de Eads, Colorado. "Es la evidencia del pasado; es evidencia de un crimen ".

El artefacto evoca la dicotomía que marca muchos descubrimientos relacionados con el sitio del 29 de noviembre 1864, horrible masacre de cerca de 200 Cheyenne y Arapaho personas. Esta Starr carabina .52 calibre expedido a Jordania J. Brown, uno de los soldados voluntarios conducir por el asesino coronel John Chivington, estaba casi seguro que disparó durante el ataque a la aldea pacífica.

"Es un vínculo muy tangible, y es una herramienta de investigación, pero también es un objeto horrible," Alexa Roberts, superintendente del sitio histórico, dijo del arma. "Tenemos más de 400 artefactos de la masacre en sí, tanto militares como nativo. Muchos de ellos son objetos extremadamente convincentes, algunos son difíciles de ver o de manejar ".

Este último artefacto, ha anunciado esta semana por el Servicio de Parques Nacionales y financiado por la Fundación para el Desarrollo Económico del Condado de Kiowa NPS y, parecía destinado a volver a la escena del crimen.

El rifle fue comprado en una feria anual arma a principios de este año en Baltimore por Andrew Masich, que estaba allí con su curador del Centro de Historia de Heinz para explorar elementos potenciales para el centro.

"Estábamos allí buscando cosas relacionadas con las guerras francesas e indias ... cuando vi esta carabina Starr en mal estado", dijo Masich.

Masich, una vez vicepresidente de la Sociedad Histórica del Estado de Colorado, se dio cuenta de que el número de serie del arma estaba dentro de la gama de carabinas emitidos a la primera Voluntario Colorado Caballería del Ejército de Estados Unidos, la iniciativa de caballería por Chivington en la masacre. Miró a una lista de rifles y soldados en su iPhone e hizo el enlace a Brown y de Sand Creek. Con el espectáculo de cierre en cuestión de horas, llamó a Roberts en Colorado para preguntarle si le gustaría comprar la carabina para el sitio histórico. Ella accedió a la compra.

"Es una cosa rara, para ser capaz de igualar un artefacto con un hombre que estaba en un evento histórico y horrible", dijo Masich, añadiendo que para Sand Creek, "Yo no sé de otro. Este fue un hallazgo extremadamente raro ".

Resulta que la carabina había sido anteriormente identificado como expedido a Castaño por el coleccionista de armas que probablemente poseía antes de que el vendedor en Baltimore. Autor de colector Charles G. Worman, en su libro de 2005 La ley del revólver y Cuero Saddle: Las armas de fuego en el siglo XIX del oeste americano, tenía una foto del fusil que lo identifica como "Starr percusión carabina (# 4724), concedida a sargento. JJ Brown, primera Caballería de Colorado. Él estaba en servicio activo, en noviembre de 1864 y probablemente participó en el asunto de Sand Creek ".

Documentos históricos indican también más sobre el hombre que usa el rifle, de acuerdo con los citados por Masich: "Jordan J. Brown nació en Indiana circa 1837 y se alistó en el territorio central de la ciudad de Colorado el 4 de septiembre de 1861, a la edad de 24 . Ocupación: Miner. Se puso de pie de 5 pies, 6 pulgadas de alto, tenía los ojos grises, cabello castaño y tez clara. Pronto fue nombrado segundo corporales en la empresa H, primera Colorado infantería voluntario (que más tarde se convirtió en la caballería). Fue nombrado sargento de la empresa H en septiembre de 1862 y luego sargento primero en noviembre de 1862. En diciembre de 1864, se convirtió en un voluntario veterano, la Compañía C, primera Caballería Colorado Voluntarios ".

En eso, Marrón ejemplifica muchos de los soldados pagados "voluntarios" que eran mineros desempleados en lugar de los militares de carrera.

La carabina Starr se utilizará en la investigación y puede o no se puede mostrar públicamente, dijo Roberts. Un plan de gestión de interpretación está siendo desarrollado para el sitio histórico y un plan de gestión general probablemente será anunciado pronto.

En cuanto a la propia carabina, la investigación en el lugar ha descubierto casquillos de bala calibre 0.52, "casi justo donde habría sido la empresa H", dijo Roberts. Sgt. Brown estaba en la empresa H.

"Es concebible que en base a un análisis forense, podría corresponder a un arma específica", dijo Roberts de las balas. "Lo que nos ayuda a hacer es colocar con precisión quién era donde en el suelo."

martes, 2 de junio de 2015

Conquista del Oeste: Arquéologos encuentran restos de las guerra Sioux

Los historiadores buscar restos de batalla en busca de artefactos de la Guerra Sioux


Doug muestra de Scott a municiones 50.100 a los arqueólogos Doug Scott y Sara de Scott Arqueólogo Doug Scott y Jim Busse Voluntario Nathan mayo admite hasta una ronda 50.100

Independent Record


La celebración de la pieza de tierra lleno de corrosión metálica hasta una pequeña lupa, Doug de Scott confirmó lo que los voluntarios que lo rodeaban habían esperado casi sin aliento oír.

"Es lo que se supone que debe ser", dijo el experto en balística histórico. "Esa es una 0,50-70 disparado en un cortopunzantes, por lo que definitivamente la India."

Luego amonestó suavemente a sí mismo, así como a los voluntarios, "Tenemos que encontrar más de una al día."

Scott estaba de pie cerca de la cima de un acantilado con vistas a un pequeño drenaje, donde en 1876 más de 2.000 guerreros indios y soldados del Ejército de Estados Unidos, los prospectores y exploradores chocó en una de seis y media tiroteo horas librada a través de estas colinas del este de Montana.

"Había un montón de dar y recibir, una gran cantidad de combates serio aquí," dijo Scott de la batalla en la que murieron más de 40 combatientes.

El conflicto estalló sólo ocho días antes de las mismas fuerzas combinadas de los sioux, Northern Cheyenne y Arapahoe asesinados 267 miembros de la 7ma caballería en la batalla más famosa de las guerras indias - la batalla de Little Bighorn. El campo de batalla de Rosebud, ahora un parque estatal, se encuentra a unas 35 millas al norte de Sheridan, Wyoming, o aproximadamente 60 millas al sureste de Hardin.


Trabajo de campo

De Scott regresó al parque estatal de 3.000 hectáreas de esta semana para dirigir un grupo en una escuela de campo sobre balística de campo de batalla junto con una encuesta de una porción del parque que se quemó en un incendio causado por un rayo 2013.

"Realmente es una asociación de amplio alcance", dijo Scott. "Esto era algo que había que hacer, pero Montana Parques Estado no podía permitir."

La encuesta fue financiada por una subvención y con personal a través de la cooperación entre los socios federales, estatales y universitarios que incluían el Servicio de Parques Nacionales, Parques de Montana Estado y la Universidad de Colorado-Mesa.

"La elaboración de un relato más amplio acerca de las grandes guerras Sioux es increíble", dijo John Seebach, profesor asistente de arqueología en la Universidad de California-Mesa que participaba en la encuesta. "Porque no era sólo una escaramuza, fue un programa a largo plazo por parte del Ejército de Estados Unidos."

Estudiante de la Universidad de California-Mesa Tobias Peltier dijo que era su primera vez que visita una zona de pradera como Rosebud Creek, ya pesar del viento frío y una demora por lluvia el martes que estaba "tener una explosión", el miércoles subiendo y bajando las colinas cubiertas de hierba y dibuja en busca de artefactos del campo de batalla.

"Es divertido tener el Dr. Scott aquí, porque él literalmente escribió el libro sobre esto", dijo Peltier.



Veterano del campo de batalla

Scott, quien estudió el campo de batalla de Little Bighorn para el Servicio de Parques Nacionales y ha escrito varios libros sobre la arqueología campo de batalla, fue el primero en utilizar detectores de metales en 1984 para investigar última batalla de Custer.

También ha examinado artefactos de encuestas anteriores del Battlefield Rosebud e identificado dos rifles, basado en los casquillos encontrados, que fueron utilizados tanto en el capullo de rosa y Little Bighorn por los combatientes de la India.

La ciencia de la arqueología campo de batalla ha mejorado tanto que los científicos como Scott ahora pueden especular sobre qué tan lejos y desde qué ángulo una bala fue disparada. Con el conocimiento de esa manera superpuesta en un mapa del campo de batalla, los científicos obtener una imagen más completa de la que estaba disparando desde dónde y cómo la batalla progresaba.

Fuego de combate

El campo de batalla de Rosebud fue testigo de un tipo diferente de lucha en agosto de 2013, cuando un rayo provocó un incendio que se detuvo en 20 hectáreas antes de volar durante la noche y consume alrededor de 150 hectáreas. Para detener la propagación del fuego, se utilizó una excavadora para arar una línea de fuego en la tierra a lo largo de una ladera.

"Había líneas de gato a través de un sitio de campo de batalla, que no era bueno", dijo Sara Scott, director de Programa de Recursos Patrimonio de Montana State Parks. "Al año siguiente se fueron a través y rehabilitado, y ahora se ve bastante bien."

Antes de la línea topadora se revegetado, Jim Bosse, un voluntario parques estatales, inspeccionó la tierra volcó en busca de artefactos. Él recogió alrededor de 20 balas y casquillos de la época de la batalla.

"Fue increíble", dijo Bosse. "La historia cobra vida delante de sus ojos."

Como señaló Sara Scott, es ilegal para el público para recoger los artefactos en el sitio. Pero eso no ha impedido que algunas personas, y antes de las encuestas históricas del terrateniente que finalmente donó el sitio al estado recogido muchos artefactos, también.

Cuantas sobras

Colección de artefactos por el público fue probablemente una de las razones del grupo era encontrar tan poco en los dos días de barrer a través del área de la quemadura con una serie de chirridos y graznidos detectores de metales que sonaban como robots enojado o confundido. Todo de la gente parecía un poco frustrado.

"Me gustaría ver un poco más de rendimiento", dijo Seebach, profesor de la Universidad de Colorado-Mesa. "Creo que lo que está pasando aquí es que estamos viendo los efectos de la recolección reliquia.

"Deberíamos estar encontrando mucho más balas de lo que realmente somos", agregó. "Parece haber sido golpeado muy duro. Pero también podría ser que nos estamos perdiendo el área derecha, yo no lo creo, pero es confuso ".

Doug Scott estaba desconcertado, también.

"Lo que sí sabemos mucho de los combates más pesado fue más al norte", dijo.

La falta de artefactos más al sur, puede significar que cuando el Ejército trató de ganar el terreno elevado y rechazar el ataque de los indios sorpresa, que pueden haber movido a través de lo que hoy es la cicatriz de fuego sin disparar muy a menudo.

"Siempre decimos que las pruebas negativas no siempre es malo", dijo Scott.

A falta de las balas y las tripas se suma a la imagen más grande de la batalla histórica entre más de 970 soldados de caballería e infantería del brigadier general George Crook y estimados 1.200 guerreros del jefe Crazy Horse. Pero es mucho más emocionante para los voluntarios, e incluso los profesionales, para desenterrar la evidencia de la batalla que marcará 139 años el 17 de junio.

Justo en ese momento, un grito vino de subida: "Dr. Scott, que encontró una concha! "

lunes, 4 de mayo de 2015

Conquista del Oeste: Encuentran el lugar de la mayor masacre india en USA

Sitio de la masacre más sangrienta de nativos americanos identificados en Idaho
Publicado por Blake de Pastino - Western Digs


Un parche pacífica de las tierras agrícolas en el sureste de Idaho probablemente tiene un espeluznante, amarga historia - pero la historia completa permanece oculto, al menos por ahora.

Los arqueólogos agrimensura superficie a lo largo del río del oso, justo al norte de la ciudad de Preston, dicen que hay signos "imperiosas" que es el sitio de un evento cuyo gruesomeness sólo es igualada por su oscuridad: la mayor masacre solo de los nativos americanos en la historia de Estados Unidos.


Una vista desde un acantilado con vista al sitio del río Masacre Bear, cerca de Preston, Idaho. (Foto cortesía K. Cañón / USU)

Los investigadores dicen que sus investigaciones pueden finalmente traer a la luz la historia perdida de la Masacre del río del oso, una incursión de madrugada llevada a cabo por soldados estadounidenses en una aldea de invierno de la Banda del noroeste de Shoshone, mataron hasta a 250 hombres, mujeres y niños en un mañana de enero en 1863.

"Realmente es bastante sorprendente que el mayor masacre india es muy poco conocida", dijo el doctor Ken Cannon, un arqueólogo con USU Servicios Arqueológicos que recientemente condujo una encuesta del sitio.

"Si usted va a través de todos sus libros de historia, no vas a encontrar nada de lo que enseñó [sobre esto]. ...

"Así que si somos capaces de encontrar restos físicos de la masacre, que podrían hacer más accesible a la gente, para que la gente hable más sobre este evento."

El año pasado, la Sociedad Histórica del Estado de Idaho contrató a la firma de Cannon para llevar a cabo el primer arqueológico investigación relacionada con el incidente, con el fin de determinar exactamente dónde tuvo lugar y la identificación de los artefactos, por lo que el sitio podría ser conmemorado como un campo de batalla histórico .



A pesar de la infamia del evento, su legado físico ha sido difícil de rastrear, dijo Cannon.

"La zona general era conocido, pero lo que ha sido frustrante nosotros es que ha habido tanta construcción moderna que se ha ido de allí", dijo.

Las huellas de la aldea destruida Shoshone han sido casi borrada por generaciones de infraestructuras, de un ferrocarril de vía estrecha establecido a través del sitio a finales de 1800, a un canal de dragado décadas más tarde, a una carretera federal moderno que pasa cerca.

"Tenemos una idea de dónde las piezas y partes eran, pero en realidad para encontrar la ubicación exacta, eso ha sido frustrante en algunos aspectos", dijo Cannon.

"Pero es la arqueología, y es un proceso que sólo tenemos que trabajar."

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Entre las herramientas que su equipo ha pedido a los tres mapas históricos, atraídos por los testigos de la masacre, que han ayudado a los investigadores a identificar puntos de referencia y en última instancia, recrean lo Cañón llama "que una mañana horrible."

Bear River Masacre mural
Un mural en el Preston, Idaho, oficina de correos, pintado por Edmond J. Fitzgerald en 1941, conmemora "La batalla del río del oso." (Foto cortesía del Servicio Postal)
Según los relatos de la época, en la madrugada del 29 de enero de 1863, un regimiento de 200 Voluntarios de California se acercó a un pueblo donde unos 390 miembros de la Banda de Música de la Northwestern Shoshone se invernada, cerca de la confluencia del río del oso y un arroyo congelado.

El objetivo del comandante del regimiento, el coronel Patrick Connor, era "castigar" los Shoshone, como él mismo dijo en una carta al Departamento de Guerra, por una serie de recientes incursiones y ataques mortales contra los colonos blancos.

Después de haber visto el pueblo desde un acantilado cercano al sureste, Connor envió tropas a la zona de inundación y en todo el Oso, donde abrieron fuego.

Fusileros Shoshone devolvieron el fuego, matando a cerca de 14 de los Voluntarios. En respuesta, Connor envió otra oleada de tropas para rodear y someter al pueblo.

"Eso creó lo que inicialmente era una batalla, pero que duró un período muy corto de tiempo", dijo Cannon.

"El Shoshone probablemente se quedó sin municiones, y ellos se vieron desbordados por los Voluntarios de California.

"Y entonces es cuando se convierte en una masacre, cuando [los voluntarios] flanqueado y derrotaron al pueblo y comenzaron a matar a hombres, mujeres y niños donde se encontraban."

Testigos describen Shoshone huyendo hacia el río helado, donde algunos se ahogaron y otros más tarde murieron congelados. Otro relato habla de un bebé encontrado con vida al día siguiente, en lo alto de un árbol, presuntamente colocada allí por uno de sus padres, en un intento desesperado por protegerla.

Aunque los recuentos finales varían, la mayoría de las estimaciones sitúan la cifra en 23 soldados, y aproximadamente 250 Shoshone, murieron en el lapso de unas cuatro horas.


Grim como son, no obstante, estas representaciones dan a los investigadores pistas sobre la disposición de la tierra, ya que apareció hace más de 150 años. El curso del río Oso cambió con el tiempo, Cannon explicó, y el arroyo por el pueblo - por un tiempo que se recuerde como Battle Creek - ya que ha sido desviado por proyectos de irrigación.

"Ese fue el punto de referencia más importante para nosotros - para entender dónde estaba el transcurso de Battle Creek - porque ahí es donde estaba el pueblo", dijo Cannon.

"Si pudiéramos identificar a esta particularidad en un paisaje y trabajar hacia atrás desde allí ... lo más probable tendríamos las mejores posibilidades de encontrar una firma arqueológico de la aldea de invierno."

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Tomando sus señales de los mapas y otras fuentes, el equipo de Cannon comenzó topografía del terreno con radar de penetración terrestre, gradiómetro magnético y detectores de metales.


Los arqueólogos examinaron el sitio con el radar de penetración terrestre, gradiómetro magnético y detectores de metales. (Foto cortesía K. Cañón / USU)

Aunque la tierra se ha utilizado intensamente desde la década de 1860, Cannon dijo, estas tecnologías pueden recoger los rastros de las logias Shoshones ', al igual que los alineamientos de rocas, suelos endurecidos, y chimeneas antiguas de carbón.

"Creemos que las logias tendrían una firma geofísica porque tendrían un hogar central, tienen rocas que rodeaban las logias que mantenían el lienzo hacia abajo, y luego cada uno de ellos se quemaron, por lo que esas cosas que queman en su lugar deberíamos dejar un firma geofísica atrás ", dijo Cannon.

Si bien hasta ahora la evidencia es escasa, las encuestas han producido indicios débiles de donde el pueblo en ruinas podría descansar.

"Tenemos algunas anomalías que parecen realmente interesante", dijo Cannon.

"Una imagen magnetómetro tiene una alineación semicírculo que puede ser uno de los refugios. Así que las cosas que vemos que sale de la geofísica es lo que vemos como más convincente en este punto.

"Pero hasta que excavamos, nunca lo sabremos qué es exactamente lo que son."

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Equipo de Cannon se reanudará el trabajo de esta primavera, el uso de la termografía aérea y otros métodos para explorar los posibles sitios de la casa de campo más de cerca.

Todos los grupos involucrados en la investigación, dijo - de las agencias gubernamentales y terratenientes al noroeste de Banda de la Nación Shoshone - siguen siendo "muy en serio la protección del patrimonio" en torno a una de las tragedias olvidadas de Occidente.

"Nadie sabe acerca de estos eventos", dijo. "Ellos han estado perdidos, y sin embargo, son increíblemente importantes.

"Así que si somos capaces de encontrar restos físicos, podemos ser más capaz de hacer este evento más visible para el público en general."