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viernes, 1 de noviembre de 2024

Historia alternativa: ¿Paraguay pudo haber ganado la guerra?

¿Cómo pudo haber ganado el Paraguay?


 



La Guerra del Paraguay, también conocida como la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), fue un conflicto en el cual Paraguay se enfrentó a una coalición formada por Brasil, Argentina y Uruguay. Fue uno de los conflictos más devastadores en la historia de América del Sur, y Paraguay sufrió una derrota catastrófica.

Imaginar un escenario en el que Paraguay hubiera ganado la guerra requiere considerar varios cambios importantes en las circunstancias políticas, militares y diplomáticas de la época. Aquí algunos escenarios posibles que podrían haber llevado a una victoria paraguaya:

1. Alianzas Diplomáticas Favorables

Si Paraguay hubiera logrado formar alianzas con otras naciones, podría haber equilibrado la balanza del poder. Por ejemplo:

  • Alianza con Bolivia y Chile: Si Paraguay hubiera conseguido una alianza militar con Bolivia y Chile, ambos con intereses en la región, esto podría haber proporcionado apoyo adicional en términos de tropas y recursos.
  • Intervención Europea: Una intervención de potencias europeas, interesadas en mantener un equilibrio de poder en América del Sur, podría haber desviado recursos y atención de los aliados.

2. Mejor Estrategia Militar

Paraguay podría haber adoptado una estrategia militar diferente:

  • Guerra de Guerrillas: En lugar de enfrentamientos directos, Paraguay podría haber optado por una guerra de guerrillas, utilizando el conocimiento del terreno para desgastar a las fuerzas aliadas.
  • Defensa en Profundidad: Fortalecer las defensas en el interior del país, dificultando el avance enemigo y prolongando la guerra hasta que los aliados se vieran forzados a negociar.

3. Situaciones Políticas Internas en los Países Aliados

Problemas internos en los países aliados podrían haber favorecido a Paraguay:

  • Conflictos Internos en Brasil, Argentina y Uruguay: Si los aliados hubieran enfrentado conflictos internos significativos, como rebeliones o guerras civiles, sus capacidades para mantener una guerra prolongada contra Paraguay se habrían visto mermadas.
  • Cambios de Gobierno: Cambios políticos que resultaran en gobiernos menos beligerantes o menos interesados en la guerra.

4. Liderazgo Paraguayo Diferente

Un liderazgo paraguayo diferente podría haber llevado a una gestión más efectiva de la guerra:

  • Liderazgo Militar y Político: Un líder más cauteloso y estratégico que Francisco Solano López, con una visión más clara de las limitaciones y fortalezas de Paraguay, podría haber evitado errores cruciales.
  • Mejor Gestión de Recursos: Una administración más eficiente de los recursos económicos y humanos de Paraguay.

5. Innovaciones Tecnológicas

La adopción de nuevas tecnologías y tácticas militares podría haber dado a Paraguay una ventaja:

  • Armamento Moderno: Acceso a armas más modernas y eficaces podría haber permitido a Paraguay resistir mejor los ataques aliados.
  • Fortificaciones: Construcción de fortificaciones más avanzadas para proteger posiciones clave.

6. Apoyo de la Población

El apoyo incondicional de la población paraguaya y una movilización masiva podría haber proporcionado los recursos humanos necesarios para sostener la guerra.

7. Errores de los Aliados

Errores estratégicos o logísticos graves por parte de la Triple Alianza podrían haber dado una ventaja a Paraguay:

  • Subestimación del Enemigo: Si los aliados hubieran subestimado la capacidad de resistencia de Paraguay, podrían haber cometido errores estratégicos cruciales.
  • Problemas de Coordinación: Dificultades en la coordinación entre las fuerzas aliadas podrían haber sido explotadas por Paraguay.

Conclusión

Para que Paraguay hubiera ganado la Guerra de la Triple Alianza, habría necesitado una combinación de alianzas diplomáticas favorables, estrategias militares innovadoras, un liderazgo efectivo, y quizás una dosis de fortuna en forma de errores por parte de sus adversarios. Aunque estos escenarios son hipotéticos, ayudan a entender la complejidad y las múltiples variables que influyeron en el resultado real del conflicto.


miércoles, 30 de octubre de 2024

Conflicto del Beagle: Escenarios de batalla


Playa de desembarco de poco más de un kilómetro al norte de la isla Nueva.

Escenarios de una guerra en el Sur, 1978




Las tensiones entre Argentina y Chile en 1978 por la disputa del Canal Beagle, específicamente la soberanía de las islas Picton, Lennox y Nueva, casi escalaron hasta convertirse en un conflicto a gran escala. El Orden de Batalla (ORBAT) de ambas naciones en ese momento incluía extensas fuerzas navales, aéreas y terrestres preparadas para una posible confrontación. En este análisis, esbozaré el planeado asalto argentino a las islas en disputa y examinaré cuatro escenarios potenciales de escalada del conflicto.

Contexto histórico y ORBAT

A finales de 1978, tanto Argentina como Chile habían movilizado importantes recursos militares en previsión de un posible conflicto. El ORBAT de Argentina incluyó:




ORBAT argentino:

  • Fuerzas Navales: Flota compuesta por destructores, fragatas, corbetas, submarinos, buques anfibios y portaaviones (por ejemplo, ARA Veinticinco de Mayo).
  • Fuerza Aérea: una combinación de aviones Mirage III, A-4 Skyhawk e IAI Dagger (118 aproximadamente), junto con aviones de reconocimiento y transporte (47 aproximadamente).
  • Ejército: varias divisiones que incluyen tropas de montaña, brigadas blindadas (M4 repotenciado como principal tanque) y regimientos de infantería, apoyadas por artillería y unidades logísticas.


ORBAT chileno:

  • Fuerzas navales: una flota más pequeña pero capaz de destructores, fragatas, submarinos y lanchas patrulleras. El único submarino en condiciones de navegabilidad había sido detectado y estaba siendo seguido por submarinos argentinos.
  • Fuerza Aérea: aviones F-5E Tiger II, aviones Hawker Hunter, A-37s (54 a lo máximo) y otros aviones de apoyo (24).
  • Ejército: Unidades bien entrenadas, incluidas brigadas de montaña y de infantería, apoyadas por artillería y unidades blindadas ( pocas decenas de M41 Pershing).


Asalto argentino planificado a las islas Picton, Lennox y Nueva


El plan de Argentina para asaltar las islas probablemente involucraría una operación de armas combinadas, aprovechando su superior poder naval y aéreo para asegurar las islas de manera rápida y decisiva. La operación comenzaría con:

  1. Bombardeo y bloqueo naval: las fuerzas navales argentinas llevarían a cabo un bombardeo inicial de las posiciones chilenas en las islas, seguido de establecer un bloqueo para evitar que los refuerzos chilenos lleguen al área.
  2. Superioridad y apoyo aéreo: La Fuerza Aérea Argentina tendría como objetivo lograr la superioridad aérea sobre el canal, apuntando a bases aéreas chilenas y brindando apoyo aéreo cercano a las fuerzas terrestres.
  3. Asalto anfibio: Fuerzas anfibias, incluida la infantería de marina, desembarcarían en las islas, apoyadas por disparos navales y ataques aéreos. Asegurar las islas rápidamente sería esencial para evitar que Chile montara un contraataque eficaz.
  4. Preparativos defensivos: Una vez aseguradas las islas, las fuerzas argentinas establecerían posiciones defensivas para repeler cualquier contraofensiva chilena.

Análisis de escenarios

Escenario 1: Argentina toma las islas y Chile responde en el área


En este escenario, Chile responde directamente a la toma argentina de las islas con un contraataque concentrado.

  • Respuesta naval chilena: Chile movilizaría su flota para enfrentarse a la armada argentina en el Canal de Beagle. Dada la proximidad de las bases chilenas, sería posible un despliegue rápido. El objetivo sería romper el bloqueo y retomar las islas.
  • Enfrentamientos aéreos: Se producirían intensas batallas aéreas sobre el canal, con ambos lados intentando controlar el espacio aéreo. Los Hunters de Chile se enfrentarían a los Mirages y Daggers argentinos. Los pocos F-5Es chilenos se supone quedarían para defensa de la capital. A los activos aéreos de la FAA se sumarían los activos aéreos del COAN con base en tierra (BAN Río Grande). Ello incluirían T-28 Fennec, Turbo Mentors y Aermacchi MB-326, todos con capacidad de ataque aéreo ligero.
  • Contraofensiva terrestre: los infantes de marina chilenos intentarían defender las fortificaciones de las islas, apoyados por disparos navales y cobertura aérea. Dadas las preparaciones defensivas de Argentina, esto resultaría en una lucha prolongada y sangrienta.
  • Contraofensiva naval argentina: El portaaviones Veinticinco de Mayo y su grupo aéreo de A-4Q podría diezmar a la flota chilena (capacidad observada empíricamente en Malvinas). Ello lo podría hacer de manera impune dada que incapacidad de respuesta submarina chilena. Una vez atacada la flota chilena, los A-4Qs podrían reubicar posición para lanzar ataques a blancos terrestres e infraestructura desde el Sur y Suroeste como factor sorpresa.

Escenario 2: Argentina toma las islas y Chile ataca en el norte (penetración en la provincia de Salta)


Chile podría optar por abrir un nuevo frente en el norte para desviar las fuerzas argentinas.

  • Frente Norte: Las fuerzas chilenas, ¿potencialmente apoyadas por fuerzas internacionales?, lanzarían una ofensiva en la provincia argentina de Salta. El objetivo sería alejar a las tropas argentinas del teatro sur y ejercer presión en un nuevo frente.
  • Respuesta argentina: Argentina tendría que redesplegar unidades de otras regiones, lo que podría debilitar sus defensas en las islas. Se movilizarían tropas de montaña y unidades blindadas para contrarrestar el avance del norte.
  • Compromiso prolongado: El terreno accidentado del norte de Argentina conduciría a un conflicto prolongado y de desgaste, en el que ambas partes enfrentarían importantes desafíos logísticos.






Escenario 3: Argentina toma las islas y ataca por el centro (hacia Santiago), junto con Perú por el norte


Argentina, con potencial apoyo de Perú, abre una campaña en múltiples frentes.

  • Ofensiva Central: Las fuerzas argentinas avanzarían por los Andes hacia Santiago. Esto implicaría una desafiante guerra de montaña, con importantes consideraciones logísticas y de cadena de suministro.
  • Participación peruana: Perú, al entrar en el conflicto, abriría un frente norte contra Chile, añadiendo presión a las defensas chilenas y agotando sus recursos.
  • Defensa chilena: Chile se vería obligado a adoptar una postura defensiva en múltiples frentes. El principal esfuerzo sería proteger a Santiago y al mismo tiempo contener los avances peruanos en el norte.
  • Coordinación aliada: La coordinación entre las fuerzas argentinas y peruanas sería crucial. Si tiene éxito, esto podría abrumar las defensas chilenas, pero la complejidad de las operaciones en múltiples frentes plantearía desafíos importantes.


Caída del Palacio de Gobierno de Punta Arenas a manos de paracaidistas argentinos.

Escenario 4: Chile respondió atacando a través de la Patagonia central y norte


Chile decide atacar territorio argentino en la Patagonia, con el objetivo de capturar lugares estratégicos clave.

  • Ofensiva Patagónica: Las fuerzas chilenas, sin apoyo aéreo ni naval, apuntarían a la Patagonia central y norte, con el objetivo de capturar Comodoro Rivadavia y Bahía Blanca.
  • Operaciones navales: la armada chilena intentaría controlar los accesos al Atlántico Sur, interrumpiendo las líneas de suministro argentinas y apoyando las ofensivas terrestres. Escenario altamente difícil sin submarinos para contrarrestar a la FLOMAR siendo que los submarinos de ésta operarían con plena libertad dada la escasez de activos ASW de la ACh.
  • Defensa argentina: Argentina necesitaría defender centros urbanos e instalaciones petroleras clave en la Patagonia. Los refuerzos se obtendrían de otras regiones, incluidas las fuerzas que aseguran las islas.
  • Conflicto extendido: la región vasta y escasamente poblada daría lugar a escaramuzas extendidas y guerras de maniobras, con ambos lados compitiendo por el control de puntos estratégicos.


Conclusión

Los escenarios del conflicto del Canal de Beagle de 1978 resaltan las complejidades y el potencial de escalada de las tensiones entre Argentina y Chile. Cada escenario presenta desafíos y oportunidades únicos para ambas naciones, enfatizando la importancia de la planificación estratégica y la diplomacia internacional. Si bien el contexto histórico proporciona una base, la naturaleza impredecible de los conflictos militares subraya la necesidad de una evaluación y adaptación continuas tanto por parte de Argentina como de Chile.

sábado, 27 de julio de 2024

Historia alternativa: Contribuciones desde el cine

Películas de historia alternativa: Influencias del género en el cine


EA Baker






Cuando se habla de historia alternativa, es natural pensar en literatura. A menudo pasamos por alto otro medio que ha contribuido prolíficamente al género: las películas. Las películas de historia alternativa, los falsos documentales de historia alternativa y los documentales de historia alternativa han ofrecido innumerables escenarios en los que nuestro mundo tomó un camino diferente. En este blog, me sumergiré en el ámbito de las películas de historia alternativa, respondiendo preguntas como qué es una película de historia alternativa y brindando ejemplos de ellas.

¿Qué es una película de historia alternativa?

Las películas de historia alternativa entran en el género más amplio de la ficción especulativa, y se centran en eventos históricos pero se apartan de la línea de tiempo real en coyunturas específicas, también conocidas como puntos de divergencia. Una película de historia alternativa explora los "qué pasaría si" de la historia, presentando una línea de tiempo alternativa donde ciertos eventos históricos tienen resultados diferentes. Estos escenarios hipotéticos a menudo representan cambios drásticos en la trayectoria de nuestro mundo, como un ganador diferente de una guerra crucial, un descubrimiento científico fundamental que ocurre antes o después, o un asesinato político importante que se evita.

Temas y tropos comunes en películas de historia alternativa


Las películas de historia alternativa suelen presentar temas o tropos recurrentes. Aquí hay dos que destacan:

Resultado alterado de las guerras

Uno de los temas más comunes es el resultado alterado de guerras importantes. Ya sea la Segunda Guerra Mundial, la Guerra Civil estadounidense o la Guerra Fría, muchas películas de historia alternativa imaginan un vencedor diferente y los cambios posteriores en la política global. Los ejemplos incluyen Bastardos sin gloria y Patria.

Existencia de elementos de fantasía o ciencia ficción

Muchas películas de historia alternativa entrelazan acontecimientos históricos con elementos de fantasía o ciencia ficción. Esta combinación permite a los cineastas presentar períodos históricos familiares de formas drásticamente nuevas. Por ejemplo, Watchmen incorpora superhéroes en una versión alternativa de la década de 1980, mientras que Distrito 9 trae extraterrestres a la Sudáfrica de la década de 1980.

La intriga de los falsos documentales de historia alternativa

Un subconjunto intrigante de películas de historia alternativa es el falso documental de historia alternativa. Estas películas presentan eventos ficticios como si fueran documentales históricos reales, con entrevistas falsas, material de archivo y narración en off para dar un aire de autenticidad a la línea de tiempo alternativa que se está explorando.

Por ejemplo, como ya se mencionó, C.S.A.: The Confederate States of America (2004) de Kevin Willmott es un falso documental de historia alternativa que parte de la premisa de que el Sur ganó la Guerra Civil estadounidense. La película utiliza el formato de falso documental para explorar las inquietantes implicaciones de esta historia alternativa, arrojando luz sobre cuestiones profundamente arraigadas como el racismo y la desigualdad.

Historias personales en medio de cambios radicales

Si bien estas películas representan grandes cambios en las líneas de tiempo históricas, a menudo se centran en historias personales para impulsar sus narrativas. Ya sea un grupo de soldados rebeldes, un detective solitario o un burócrata del gobierno, estos personajes brindan una ventana íntima a una realidad alternativa más amplia. Red Dawn hace precisamente eso, siguiendo a un grupo de estudiantes de secundaria convertidos en guerrillas mientras luchan contra la invasión comunista de Estados Unidos durante una versión ficticia de la Tercera Guerra Mundial.

Profundizando en ejemplos de películas de historia alternativa

Hay muchos ejemplos de películas de historia alternativa, cada una de las cuales aporta perspectivas únicas y juega con la historia de maneras fascinantes. Bastardos sin gloria, de Quentin Tarantino, ofrece un ejemplo famoso de película de historia alternativa. En esta apasionante historia, Tarantino reimagina la Segunda Guerra Mundial con un grupo de soldados judíos-estadounidenses que conspiran para asesinar a Hitler, culminando con un desenlace muy diferente del registro histórico real. Otro ejemplo fascinante es Watchmen, dirigida por Zack Snyder. Esta película, basada en la novela gráfica homónima de Alan Moore y Dave Gibbons, está ambientada en una América alternativa de 1985 donde los superhéroes son parte de la sociedad cotidiana.

La contribución de los documentales de historia alternativa

Luego están los documentales de historia alternativos, que utilizan el formato de los documentales tradicionales para explorar escenarios hipotéticos de una manera más objetiva y basada en análisis.

The Man in the High Castle: Creando el mundo alternativo (2019) es un documental basado en la serie de Amazon The Man in the High Castle, en sí misma una historia alternativa donde las potencias del Eje ganaron la Segunda Guerra Mundial. El documental se sumerge en el proceso creativo de creación del mundo alternativo de la serie, desde el diseño de vestuario y decorados hasta las implicaciones geopolíticas de la victoria del Eje.

Una lista de 27 películas de historia alternativa

La historia alternativa y lo que se clasifica como tal en el mundo del cine está abierto al debate. Muchas películas que se interpretarían como ciencia ficción u otro género tienen elementos de historia alternativa. Así que no te tomes esta lista demasiado en serio. Aquí hay una lista de


Películas de "historia alternativa" que se remontan a los años 30:


Gabriel Over the White House (1933) -Una película única que presenta una historia alternativa de los Estados Unidos de la década de 1930, donde una experiencia cercana a la muerte transforma a un presidente mediocre en un líder dinámico que aborda la Gran Depresión con políticas agresivas.


Things to Come (1936) - Basada en el guión del propio H.G. Wells, esta película británica presenta un futuro alternativo donde una larga guerra conduce al colapso de la civilización y al surgimiento de un nuevo orden mundial.


It's a Wonderful Life (1946) - Aunque no es una historia alternativa tradicional, esta clásica película navideña le da a su protagonista un vistazo de una línea temporal alternativa en la que nunca nació, lo que afecta profundamente la historia de su ciudad.


When Worlds Collide (1951) - Esta película presenta una historia alternativa en la que los astrónomos descubren que una estrella rebelde y su planeta están en curso de colisión con la Tierra, lo que lleva a un esfuerzo global para construir una nave espacial que transporte a unos pocos al planeta que se aproxima.


The Time Machine (1960) - Basada en la novela de H.G. Wells, esta película imagina una línea temporal alternativa en la que es posible viajar en el tiempo, con el protagonista viajando hacia el futuro lejano.


The Day the Earth Caught Fire (1961) - Esta película británica presenta una realidad alternativa: las pruebas de armas nucleares alteran el eje de la Tierra, provocando desastres naturales y cambiando drásticamente el clima del planeta.



La Jetée (1962) - Esta película francesa es una historia posterior a la guerra nuclear sobre un hombre enviado de regreso para evitar el apocalipsis y presenta una línea de tiempo alternativa de nuestra historia.


It Happened Here (1964) - Esta película británica presenta una versión de la historia en la que Alemania invade y ocupa Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial.


The Boys from Brazil (1978) - En esta película, el infame Dr. nazi Josef Mengele ha sobrevivido a la Segunda Guerra Mundial y está realizando experimentos genéticos en América del Sur para crear clones de Adolf Hitler.


The Philadelphia Experiment (1984) - Basada en la leyenda urbana del mismo nombre, esta película explora un experimento de la Segunda Guerra Mundial que envía a dos marineros en el tiempo hasta la década de 1980.


Red Dawn (1984) - Esta película imagina un escenario de la Guerra Fría donde Estados Unidos es invadido por la Unión Soviética y sus aliados cubanos y nicaragüenses.


Brazil (1985) - Dirigida por Terry Gilliam, esta película está ambientada en un mundo distópico donde la tecnología y la burocracia se vuelven locas, claramente diferente de nuestra línea de tiempo.



Poster for the movie Fatherland.

Fatherland (1994) - Basada en la novela de Robert Harris, esta película de HBO presenta una historia alternativa en la que la Alemania nazi ganó la Segunda Guerra Mundial.


The League of Extraordinary Gentlemen (2003) - Esta película crea una época victoriana alternativa donde personajes literarios famosos, incluidos el Capitán Nemo, el Dr. Jekyll y Dorian Gray, se unen para combatir las amenazas al Imperio Británico.



C.S.A.: The Confederate States of America (2004) - Presentada como un falso documental, esta película imagina un mundo en el que la Confederación ganó la Guerra Civil estadounidense y anexó los estados del norte.


The Day After Tomorrow (2004) - En esta película, el calentamiento global provoca una nueva edad de hielo, lo que provoca cambios catastróficos en el clima de la Tierra, una desviación notable de nuestra línea de tiempo actual.


Inglourious Basterds (2009) -La epopeya de la Segunda Guerra Mundial de Quentin Tarantino crea una línea temporal en la que un grupo de soldados judíos estadounidenses y el propietario de un cine francés conspiran para asesinar a Hitler.


Watchmen (2009) - Esta adaptación de la novela gráfica de Alan Moore presenta un 1985 alternativo donde los superhéroes existen y han cambiado el curso de la historia, incluida una victoria de Estados Unidos en la Guerra de Vietnam.

District 9 (2009) - Una película de ciencia ficción que da una mirada alternativa a la historia, retratando un año 1982 alternativo en Sudáfrica.


Resistance (2011) - En esta película, el Día D fracasa y el Reino Unido es invadido y ocupado por la Alemania nazi.


Pride and Prejudice and Zombies (2016) - Esta película toma una obra literaria clásica e introduce un elemento histórico alternativo, donde una plaga de zombis azota la Inglaterra del siglo XIX.


The Shape of Water (2017) - La película ganadora del Premio de la Academia de Guillermo del Toro presenta un año alternativo de 1962, donde el gobierno de los Estados Unidos está realizando experimentos secretos con una criatura anfibia humanoide.


Overlord (2018) - Esta película presenta una historia alternativa de la Segunda Guerra Mundial, donde los soldados estadounidenses descubren horribles experimentos nazis que involucran fuerzas sobrenaturales.


Yesterday (2019) - La película de Danny Boyle trata sobre una realidad alternativa donde Los Beatles nunca existieron y solo un hombre recuerda sus canciones.


Once Upon a Time... in Hollywood (2019) - La película de Quentin Tarantino presenta una historia alternativa en torno a los asesinatos de la familia Manson en Hollywood de 1969.


The King's Man (2021) - Esta película es una precuela de la serie de películas Kingsman y muestra una historia alternativa de los peores tiranos y cerebros criminales del mundo que planean una guerra para acabar con millones.


Historia alternativa en la televisión

Como muestra la lista anterior, la historia alternativa es diversa y está llena de muchas películas que muchos no consideran “historia alternativa”. A menudo se clasifica como ciencia ficción, algo que analizo en este blog con más detalle que aquí. Independientemente de si están explorando las ramificaciones de un resultado diferente de las guerras o creando una línea de tiempo completamente nueva fuera de la realidad, estas películas nos brindan preguntas entretenidas que despiertan la imaginación. Pero el cine no es el único lugar donde se puede encontrar este tipo de pensamiento. En el próximo blog, cubriré los 10 mejores programas de televisión de historia alternativa.


viernes, 19 de julio de 2024

Historia alternativa: Descripción del género

Historia alternativa: el intrigante género del "qué pasaría si" en la literatura

EA Baker





Uno de los géneros más fascinantes de la literatura, la historia alternativa o historia alternativa, invita a los lectores a explorar un reino de posibilidades haciendo una pregunta simple pero potente: ¿y si? En esencia, este género presenta un hecho histórico y luego se aparta de esa realidad modificando eventos o resultados clave. De esta manera, propone un universo donde la historia tal como la conocemos tomó un camino diferente. Este artículo explorará el género de historia alternativa, sus características, diferencias con otros géneros y algunos ejemplos notables.

¿Cuál es el género de la historia alternativa?

La historia alternativa se puede clasificar en términos generales como ficción especulativa, abarcando géneros como la ciencia ficción, la fantasía y el terror. Es un género literario que mezcla hechos históricos con elementos especulativos, dando como resultado una realidad alternativa. Este género es muy diverso y puede abarcar varios temas y subgéneros, incluidos libros de ciencia ficción o fantasía de historia alternativa e incluso libros de no ficción de historia alternativa.

¿Es la historia alternativa ficción histórica?

Si bien a primera vista podría parecer que la historia alternativa es un subconjunto de la ficción histórica, existe una distinción clave entre las dos. La ficción histórica generalmente se adhiere a eventos históricos reales pero los explora a través de personajes o historias ficticias. La historia alternativa, por otro lado, toma un punto de inflexión en la historia y pregunta qué habría pasado si los acontecimientos se hubieran desarrollado de manera diferente.

¿La historia alternativa es ciencia ficción o fantasía?

Esta pregunta no tiene una respuesta clara. El género de historia alternativa es fluido y puede mezclarse fácilmente con la ciencia ficción o la fantasía, dependiendo del enfoque del autor sobre la divergencia histórica. Si la divergencia se explica a través de cambios científicos o tecnológicos, se inclina hacia la ciencia ficción. Un ejemplo de esto es la serie Worldwar de Harry Turtledove, donde los extraterrestres invaden durante la Segunda Guerra Mundial.

Si la divergencia involucra elementos mágicos o sobrenaturales, como en la serie Temerario de Naomi Novik, donde existen dragones durante las Guerras Napoleónicas, se convierte en una fantasía de historia alternativa.

Características del género de historia alternativa

La característica principal del género de historia alternativa es su punto de divergencia, también conocido como punto de partida. Este punto significa el momento en que la historia se desvía de lo que sabemos que es verdad. Además, la historia alternativa se centra en eventos o períodos históricos importantes, que a menudo giran en torno a la guerra, la política o figuras influyentes.

Otra característica clave es la plausibilidad. Una historia alternativa exitosa mantiene una sensación de credibilidad a pesar de su naturaleza especulativa. Los cambios y sus consecuencias deben ser lógicamente coherentes con el punto de divergencia. Naturalmente, los autores dentro del género tienden a fluctuar entre los más extravagantes y los más realistas. Sin embargo, no importa cuánto se desvíen de la realidad si siguen estos temas generales, todavía se los considera historia alternativa.

La diferencia entre historia alternativa y universo alternativo

Si bien ambos conceptos juegan con la idea de realidades diferentes, lo hacen de maneras distintas. La historia alternativa modifica estrictamente la historia del mundo real, manteniendo sus raíces en acontecimientos históricos reales. Sin embargo, un universo alternativo a menudo se refiere a realidades completamente diferentes donde las leyes de la naturaleza, las sociedades e incluso el tiempo pueden operar de manera diferente. Este concepto es muy utilizado en los géneros de ciencia ficción y fantasía. Un ejemplo de ello se ve en los cómics con la línea de tiempo alternativa desarrollada para la serie Avengers.

La diferencia entre fantasía de historia alternativa y fantasía histórica

La distinción aquí radica en el alcance y la naturaleza de la desviación histórica. La fantasía de historia alternativa reinventa la historia agregando elementos de fantasía, pero generalmente mantiene un estrecho vínculo con una línea de tiempo histórica específica. Por otro lado, la fantasía histórica puede tener lugar en un período histórico, pero permite desviaciones más amplias de los hechos históricos, creando a menudo un mundo históricamente inspirado pero significativamente fantástico.

Ejemplos de literatura de historia alternativa

Hay muchas novelas de historia y libros de ficción alternativos excelentes. El hombre en el castillo alto, de Philip K. Dick, por ejemplo, plantea un mundo en el que las potencias del Eje ganaron la Segunda Guerra Mundial. Alternativamente, The Plot Against America de Philip Roth presenta una historia en la que el héroe aviador y rabioso aislacionista Charles Lindbergh se convierte en presidente de los Estados Unidos, lo que lleva a un aumento del antisemitismo y a una versión de Estados Unidos favorable a los nazis.

Ejemplo de ficción histórica

Un ejemplo de ficción histórica es The Book Thief de Markus Zusak, que sigue la vida de una joven en la Alemania nazi. La novela está profundamente arraigada en los acontecimientos históricos de la época, pero los personajes y sus historias son ficticios. Otro libro popular de ficción histórica que en realidad es una serie y un programa de televisión es Outlander de Diana Gabaldin.

Ejemplo de libro de historia alternativo

Patria de Robert Harris es un ejemplo que he citado varias veces en esta serie de blogs como ejemplo de un libro de historia alternativo. La novela está ambientada en un mundo donde la Alemania nazi ganó la Segunda Guerra Mundial y Adolf Hitler todavía estaba en el poder en la década de 1960.

Explorando más de la historia alternativa

Avanzando más en el ámbito de la historia alternativa, encontramos una gran cantidad de narrativas fascinantes, cada una única en su interpretación de la historia. Tan diversos como el género mismo, estos cuentos pueden explorar una amplia gama de temas y períodos, desde la antigüedad hasta el pasado cercano. Se definen por su creatividad y profundidad de investigación, capturando la imaginación tanto de lectores como de críticos.

La historia alternativa como herramienta de examen

Uno de los aspectos más intrigantes de la historia alternativa es su capacidad de examinar acontecimientos históricos desde un ángulo completamente nuevo. Este género permite a los autores analizar momentos cruciales de la historia, considerando los impactos sociopolíticos, económicos y culturales si se hubieran desarrollado de manera diferente. La historia alternativa sirve como vía para la especulación creativa y una herramienta para el análisis y la crítica histórica; un ejemplo que influyó en la novela de Philip K. Dick es Si los aliados hubieran caído: sesenta escenarios alternativos de la Segunda Guerra Mundial. La obra es un ensayo recopilatorio sobre varios momentos de la Segunda Guerra Mundial en los que las cosas podrían haber sido diferentes.



Jugando con el tiempo y el espacio en una historia alternativa

Un elemento crucial del género de historia alternativa es su flexibilidad en cuanto al tiempo y el espacio. Si bien algunas historias pueden imaginar un resultado diferente de un evento histórico conocido, otras pueden proponer cambios en la antigüedad con efectos que se extenderán hasta el presente. Algunos incluso podrían combinar períodos históricos, creando un mundo donde coexisten tecnologías o ideologías de diferentes épocas.

Explorando subgéneros: Steampunk y Dieselpunk

Steampunk y Dieselpunk son dos subgéneros populares dentro de la historia alternativa. Steampunk suele presentar un entorno alternativo del siglo XIX donde la energía de vapor sigue siendo la tecnología dominante. Por otro lado, Dieselpunk a menudo presenta un mundo donde prevalece la tecnología basada en diésel de principios a mediados del siglo XX: libros como Boneshaker de Cherie Priest y la serie Leviathan de Scott Westerfield.

Más ejemplos de ficción histórica alternativa

Ampliando nuestra lista de literatura de historia alternativa, Los años de arroz y sal de Kim Stanley Robinson es un trabajo excepcional. La novela explora un mundo donde la Peste Negra acabó con casi toda la población de Europa, dando lugar a un mundo oriental dominante.

22/11/63 de Stephen King presenta un escenario de viaje en el tiempo donde el protagonista intenta evitar el asesinato de JFK. Este libro es una interesante mezcla de historia alternativa con un toque de ciencia ficción.

Libros de no ficción de historia alternativa

Si bien son menos comunes, los libros de no ficción también pueden caer dentro del alcance de la historia alternativa. Estos libros a menudo presentan exámenes académicos de escenarios hipotéticos. Historia virtual: alternativas y contrafactuales, editado por Niall Ferguson, explora varios escenarios hipotéticos con la ayuda de destacados historiadores, ofreciendo debates intelectuales y académicos sobre varios puntos de la historia.

El género de historia alternativa en la literatura es una mezcla intrigante de creatividad y exploración académica. Nos permite reimaginar el mundo tal como lo conocemos alterando eventos o resultados históricos clave. La belleza de este género radica en sus infinitas posibilidades, lo que permite una reflexión profunda sobre nuestro pasado y cómo éste da forma a nuestro presente. Ya sea a través de una lente de fantasía, ciencia ficción o no ficción, la historia alternativa nos anima a cuestionar, reflexionar y soñar. Enumeraré los 100 mejores libros de historia alternativos en el próximo blog.

sábado, 6 de abril de 2024

Guerra de Secesión: Historia alternativa a la marcha sobre el Mississippi

Qué pasaría si: “Damos de beber a nuestros caballos en el Mississippi” hubiese ocurrido

Weapons and Warfare




Como Johnston contra US Grant

Amanecer de Shiloh

Los sonidos de disparos disminuyeron y luego cesaron por completo. El alto mando confederado miró ansiosamente en dirección a los campamentos de la Unión y al río Tennessee. Desde su ubicación en el cruce de Bark Road y Pittsburg y Corinth Road, no podían ver nada más que los elementos de retaguardia del Primer Cuerpo del General Polk. Más allá de las líneas irregulares de infantería vestida de gris no había más que bosques oscuros. El general Pierre Gustave Toutant Beauregard habló: “General, seguramente hemos perdido el elemento sorpresa. Debemos retirarnos a Corinto inmediatamente.

El comandante general de 59 años estaba inclinado hacia una fogata bebiendo café. Antes de que pudiera responder, el agudo traqueteo de los fusileros cercanos estalló de nuevo. Albert Sidney Johnston se enderezó a su completa estatura robusta de seis pies y 200 libras y respondió con calma: “La batalla se ha abierto, caballeros; es demasiado tarde para cambiar nuestras disposiciones.”

Montó su magnífico bahía, Fire-eater, y le dijo a su personal: "¡Esta noche abrevaremos a nuestros caballos en el río Tennessee!"

Eran las 6:40 am del 6 de abril de 1862. Arriba, un sol brillante se alzaba sobre la niebla del río. El ayudante de Johnston, el capitán WL Wickham, se volvió hacia el médico personal de Johnston: "Doctor Yandell, debe ser otro sol de Austerlitz". Luego, Wickham y los demás oficiales del estado mayor se apresuraron a montar sus caballos porque Johnston ya estaba desapareciendo en el bosque, cabalgando rápidamente hacia los sonidos de los disparos.

Wickham alcanzó a Johnston al borde del Seay Field. Al otro lado del campo, los hombres de Arkansas pertenecientes a la brigada del general de brigada Thomas Hindman estaban involucrados en una lucha difícil con un tenaz regimiento de tropas de la Unión. El tiroteo se intensificó. Las filas confederadas vacilaron. Los soldados rompieron filas y comenzaron a retroceder. Johnston espoleó a Fire-eater al campo para reunir a la infantería. Su voz de alguna manera se elevó por encima del fragor de la batalla, “¡Hombres de Arkansas! Dicen que te jactas de tu destreza con el cuchillo Bowie. Hoy empuñas un arma más noble, la bayoneta. ¡Empleadlo bien!”

Los soldados respondieron con vítores. Uno recordó que el rostro de Johnston estaba “en llamas con un espíritu de lucha”. Inspirados por la imponente presencia de Johnston, volvieron a formar y se prepararon para cargar de nuevo.

El joven coronel John Marmaduke estaba ocupado alineando su 3.er Regimiento Confederado cuando sintió una mano en su hombro. Marmaduke miró hacia arriba para ver una cara bien recordada de los días del Viejo Ejército. “Hijo mío”, dijo Johnston, “¡debemos conquistar o perecer este día!”. Marmaduke recordó más tarde que se sintió “diez veces más nervioso”.

Treinta minutos después llegó un mensajero para informarle a Johnston que los hombres del general de división Braxton Bragg estaban bajo mucha presión y necesitaban ayuda. Johnston cabalgó hasta la unidad más cercana y le ordenó que lo siguiera. Juntos se movieron hacia la derecha, en la dirección de los disparos más intensos. Pero los soldados no pudieron seguir el ritmo de su rápido líder. Acompañado por un puñado de ayudantes, Johnston desapareció en el bosque.

Llegó a la retaguardia de la brigada del general de brigada Adley Gladden poco antes de las 9:00 a. m. Johnston ordenó inmediatamente a Gladden que realizara un ataque con bayoneta. La línea de Gladden atravesó el campo de España y envió a la línea de los Yankees hacia atrás. Johnston los siguió mientras entraban en un campamento de la Unión abandonado. Decenas de rebeldes hambrientos rompieron filas para darse un festín con las teteras de desayuno calientes pero intactas. Otros comenzaron a saquear las tiendas. Johnston vio a un oficial salir de una tienda con un montón de trofeos. Habló bruscamente: “Nada de eso, señor; ¡No estamos aquí para saquear!”

Una mirada abatida cruzó el rostro del oficial y sus hombros se hundieron. Johnston se inclinó sobre su caballo para tomar una taza de hojalata de una mesa. Suavizó su tono y dijo: "Que esta sea mi parte del botín hoy".

El general continuó por el campamento. A su alrededor había soldados heridos y sufrientes, la mayoría de los cuales pertenecían al enemigo. Johnston llamó al doctor Yandell: “Doctor, envíe algunos mensajeros a la retaguardia para los oficiales médicos. Mientras tanto, cuida a estos heridos, a los yanquis entre los demás. Eran nuestros enemigos hace un momento, ahora son nuestros prisioneros”.

“General”, protestó Yandell, “otros pueden atender a estos hombres. Mi lugar está contigo.

“Adelante, comience su trabajo, doctor. Te aconsejaré cuando me mude”.

Cuando Johnston se volvió para hablar con un ayudante, Yandell escuchó que el capitán Wickham le hablaba en voz baja: “Doctor, haga caso omiso de lo que dice. Has visto la forma en que toma riesgos terribles. Este ejército depende de él y él puede tener motivos para depender de ti. Síguelo donde quiera que vaya, solo quédate un poco atrás. Nunca mira hacia atrás”.

Pronto, Johnston estuvo de nuevo en el frente. Poco antes del mediodía, uno de los ayudantes de Beauregard observó al general “sentado en su caballo donde las balas volaban como granizo. Galopé hacia él en medio del fuego y lo encontré sereno, sereno y dueño de sí mismo, pero aún animado y de buen humor”. Otro oficial encontró a Johnston observando la exitosa carga de la brigada de Chalmers. Cuando la línea Rebelde desapareció más allá de una línea de cresta cercana, Johnston comentó con satisfacción: "Eso los jaque mate".

De hecho, desde el punto de vista de Johnston, parecía que los confederados estaban haciendo retroceder al ejército de Tennessee del general Ulysses S. Grant en todo el frente. Pero las apariencias engañaban. En varios lugares, los hombres de Grant defendieron tenazmente sus posiciones. En ninguna parte fue esto más cierto que en la izquierda de Union, en el área de un huerto de duraznos. Aquí, los confederados del general de brigada John C. Breckinridge lucharon por avanzar durante más de una hora. Breckinridge se angustió por su incapacidad para hacer que los regimientos de Tennessee en la brigada del coronel WS Statham presionaran el ataque vigorosamente y galoparon hasta Johnston para quejarse de que no podía hacer que la brigada cargara. Breckinridge fue un ex vicepresidente de los Estados Unidos y siguió siendo un líder político sureño influyente. Johnston sabía que había que manejarlo con guantes de seda.

El emocional Breckinridge casi se derrumba. No puedo, general. ¡Lo he intentado repetidamente y he fallado!”

"Entonces te ayudaré, podemos hacer que hagan la carga". Johnston dijo con firmeza.

Johnston galopó por un barranco hacia los soldados de Tennessee. Entre sus ayudantes, solo quedó el capitán Wickham. Wickham miró hacia atrás. Con alivio vio que el doctor Yandell seguía siguiendo al general.

Johnston cabalgó entre los rebeldes maltratados y desalentados. Su espada permaneció envainada en su vaina. En cambio, sostenía en su mano la taza de hojalata que había tomado del campamento de la Unión. Blandiendo la copa como si fuera una espada, hizo un gesto hacia la línea de la Unión. "¡Debemos conducirlos!" Luego cabalgó frente a sus hombres, extendió su copa para tocar sus bayonetas y dijo repetidamente: “Hombres, son tercos; debemos usar la bayoneta. Se colocó en el centro de la brigada de Statham, se volvió y gritó: “¡Hombres! ¡Yo te guiaré!”

Como un perro de ataque preparado y esperando la orden, toda la línea confederada parecía temblar de anticipación. Un soldado recordó que Johnston les dio “ardor irresistible”. A la señal vitorearon con fuerza y ​​cargaron. Fue unos minutos antes de las 2:00 p. m.

Tres brigadas rebeldes asaltaron la posición de la Unión. A la izquierda, los hombres de Statham pasaron la cabaña de Sarah Bell y cargaron directamente contra los Yankees en el huerto de duraznos. Como ya había ocurrido dos veces, este esfuerzo se estancó frente a la feroz oposición de la Unión. A la derecha, la brigada de Jackson quedó atrapada en un barranco boscoso y logró contribuir con solo dos regimientos al ataque. El éxito del ataque dependía de la brigada central comandada por el general de brigada John Bowen. La infantería de Arkansas y Missouri de Bowen demostró estar a la altura de la tarea. Un defensor de la Unión recordó: “Los rebeldes nos atacaron antes de que nos diéramos cuenta. La maleza era tan espesa que no pudimos verlos hasta que estuvieron a veinte metros de nosotros”. En una pelea salvaje y confusa, la brigada de Bowen rompió la línea de la Unión.

Finalmente, la serie incesante de cargos de Johnston comenzó a producir dividendos. La Unión se derrumbó, exponiendo así a las unidades adyacentes al fuego de enfilada. Masas de infantería rebelde se abrieron paso a través del huerto de melocotoneros para aprovechar la situación. Peor aún, desde la perspectiva de la Unión, pocas tropas frescas se interponían entre los rebeldes triunfantes y el desembarco de Pittsburg en el río Tennessee.

Pero el avance no fue sin costo. Bowen cayó con una herida grave. Cientos de infantería confederada también cayeron muertos, moribundos o heridos. El general Grant recordó más tarde que esta parte del campo estaba “tan cubierta de muertos [confederados] que habría sido posible cruzar el claro, en cualquier dirección, pisando cadáveres, sin tocar el suelo con un pie”.

En medio de la carnicería, un eufórico Albert Sidney Johnston vio cómo su plan tenía éxito. Apareció el gobernador de Tennessee, Harris. Johnston sonrió y señaló su bota izquierda, que había sido alcanzada por una bala, y dijo: "Gobernador, estuvieron muy cerca de ponerme fuera de combate en ese cargo". Luego, el general envió a Harris y a todos menos uno de sus ayudantes a recorrer el campo para llevar órdenes para completar la victoria. Solo el capitán Wickham permaneció con Johnston.

Cuando Harris regresó de su misión para informar a Johnston, de repente vio que el general se hundía en su silla y comenzaba a tambalearse hacia su izquierda. Harris vio que el rostro de Johnston estaba mortalmente pálido. “General, ¿está herido?”

Johnston respondió: "Sí, y lo temo seriamente".

Harris y Wickham apoyaron a Johnston en su silla y lo llevaron a refugiarse detrás de un pequeño montículo. Vieron que el caballo de Johnston, Fire-eater, había sido alcanzado dos veces por balas o metralla. Mientras colocaban a Johnston en el suelo, Wickham alzó la vista con alivio y vio al doctor Yandell. Wickham le dijo al médico que Johnston había recibido un golpe en la bota, pero que no había ningún otro signo evidente de herida. Yandell desató la corbata de Johnston, le desabrochó el cuello y el chaleco y le abrió la camisa. No pudo encontrar una herida. El general perdió el conocimiento. Yandell le quitó la bota izquierda a Johnston. Ninguna cosa. Salió a la derecha y estaba lleno de sangre. Rápidamente, Yandell abrió la pernera del pantalón de Johnston. Encontró una herida que sangraba profusamente detrás de la articulación de la rodilla derecha. Aparentemente, una bala de plomo había golpeado la pantorrilla y desgarrado, pero no cortado, la arteria poplítea, y se alojó contra el hueso de la espinilla. Era una herida fea y peligrosa que, si no se atendía, mataría rápidamente.

Yandell metió la mano en el bolsillo de Johnston donde, a instancias del cirujano, Johnston mantuvo un torniquete de campo. Yandell lo ató hábilmente en su lugar para detener el flujo. El coronel William Preston entró al galope en la escena. Desmontó rápidamente, sacó una petaca y acunó la cabeza de Johnston entre sus brazos. Vertió whisky en la boca de Johnston y preguntó desesperadamente: "Johnston, ¿me conoces?"

Los ojos del general se abrieron. Reconoció a Preston y sonrió débilmente. Con voz débil dijo: “Dígale a Beauregard que lleve a los yanquis al río”. Y luego volvió a perder el conocimiento.

Generales de Davis

En Richmond, un ansioso presidente Jefferson Davis esperaba noticias de su amigo, Sidney Johnston. Durante la Guerra Mexicana, la rápida reacción de Johnston ante una peligrosa confrontación probablemente salvó la vida de ambos hombres. A partir de entonces, la admiración de Davis no conoció límites. Unos meses antes, cuando algunos políticos de Tennessee protestaron porque Johnston había abandonado el valioso territorio de Tennessee y “no era un general”, Davis respondió que si Johnston no era un general, “será mejor que abandonemos la guerra, porque no tenemos general. ” En vísperas de la ofensiva de Johnston contra Grant, Davis envió un telegrama que decía: "Anticipo la victoria".

La ausencia de noticias de Johnston preocupó mucho a Davis. Les dijo a sus ayudantes que si su amigo estuviera vivo, habría escuchado algo. Pasó el 6 de abril, luego el 7 de abril. Finalmente llegó la noticia de la derrota confederada. Después de la herida de Johnston, Beauregard no había podido o no había querido capitalizar la ventaja confederada durante el resto del día. Al día siguiente, las fuerzas de la Unión contraatacaron y expulsaron a los rebeldes del campo. Beauregard ordenó una retirada a Corinto.

Para Davis, parecía que la retirada del "Old Bory" deshizo la victoria que estaba allí para tomar cuando cayó Johnston. Cimentó su disgusto por el general criollo. En contraste, Davis no tenía más que una tierna preocupación por Sidney Johnston. Preguntó por la salud de su amigo, le deseó una pronta recuperación y propuso que el general fuera trasladado a la propia plantación de Davis en Mississippi, Brierfield, para que convaleciera. Davis escribió conmovedoramente sobre la belleza y el encanto de la plantación. Estaba en un remanso aislado, lejos del frente, un lugar totalmente perfecto para que el general disfrutara de la tranquilidad y la paz mientras recuperaba sus fuerzas.

En Corinto, la asombrosa cantidad de heridos confederados abrumó al servicio médico. Además, el regreso del ejército a la ciudad contaminó rápidamente los pozos poco profundos que abastecían de agua potable a la región. El número de hombres en la lista de enfermos se disparó cuando la fiebre tifoidea, la disentería y otras enfermedades transmitidas por el agua atacaron al ejército ya debilitado. Entre los afectados estaba Albert Sidney Johnston.

Temeroso de que el general herido sucumbiera a la enfermedad, el doctor Yandell luchó para vencer la renuencia de Johnston a moverse. "Debería estar con mis hombres", protestó débilmente Johnston. La oferta hospitalaria del presidente fue como un salvavidas para el médico preocupado. Entonces, el último día de abril, una locomotora partió de Corinth y se dirigió hacia el sur a lo largo del Ferrocarril de Mobile y Ohio. Tres días después, una ambulancia tirada por caballos se detuvo frente a la terraza con postes blancos de la plantación de Jefferson Davis en Davis Bend en el río Mississippi, a unas 20 millas debajo de Vicksburg. Aquí Johnston comenzó una larga, larga convalecencia.

El presidente Davis había puesto el teatro occidental en manos del general en quien más confiaba. La herida de Johnston dejó un vacío de mando. A cualquier reemplazo le habría resultado difícil estar a la altura de Johnston en la mente afligida del comandante en jefe. Cuando Beauregard cedió el oeste de Tennessee sin pelear y luego se fue de baja por enfermedad sin pedir permiso, Davis lo reemplazó con Braxton Bragg. Pero los comandantes cambiantes no abordaron el dilema estratégico del Sur: una línea defensiva larga, estirada tan delgada que podría ser rota por las fuerzas enemigas superiores en casi cualquier lugar; sin embargo, abandonar territorio, concentrarse, corría el riesgo de perder activos valiosos para siempre. De hecho, esto es lo que había ocurrido en la ciudad más grande del Sur. Despojado de sus defensores para el gran golpe en Shiloh,

Davis examinó el mapa estratégico y vio que Tennessee seguía siendo vulnerable desde el Mississippi hasta los Alleghenies. Estaba dispuesto a correr riesgos y la única solución que vio fue la ofensiva-defensiva. Entonces, el presidente tenía grandes esperanzas en la contraofensiva de Bragg en Kentucky, que comenzó a fines del verano de 1862. Bragg interpuso hábilmente su ejército entre el ejército de la Unión y su base en Louisville. Durante unas horas brillantes, Bragg captó la victoria potencial, pero en el momento crítico dudó, declinó la batalla y permitió que los federales pasaran por su frente y ganaran Louisville. La siguiente ofensiva de la Unión lo expulsó no solo de Kentucky sino también de gran parte de Tennessee. El presidente le dijo con franqueza al Congreso que el Sur había entrado en “el período más oscuro y peligroso hasta el momento”.

Los desastres de 1862 le enseñaron a Davis que su ofensivo-defensivo requería alguna forma de reserva móvil. Le explicó a uno de sus generales: “No podemos esperar en todos los puntos encontrarnos con el enemigo con una fuerza igual a la suya, y debemos encontrar nuestra seguridad en la concentración y el rápido movimiento de las tropas”. Mientras tanto, Grant estaba de nuevo en movimiento. Había reunido un gran ejército y una flota aparentemente invencible para encabezar un avance hacia el sur por el río Mississippi, y los generales confederados defensores dudaban de su capacidad para detenerlo.

Davis sabía que Vicksburg era la clave para controlar el Mississippi. Era uno de los lugares que el Sur necesitaba conservar si quería perdurar. El presidente respondió a la crisis redibujando los límites de los departamentos y nombrando a un nuevo general para defender la ciudad. Davis eligió al teniente general John Pemberton, un oficial nacido en Pensilvania cuyos hermanos lucharon por el Norte y cuyo estado de nacimiento lo convirtió en el centro de profundas sospechas entre las personas en peligro de extinción de Mississippi. De hecho, un sargento confederado observó a su nuevo general y escribió: "Vi a Pemberton y es el 'vomito' más insignificante que he visto".

En Brierfield Plantation, Sidney Johnston sabía poco sobre las fricciones de mando que acosaban a la Confederación. La pérdida de sangre de su herida lo había debilitado tanto que fue presa fácil de un brote prolongado y casi fatal de fiebre tifoidea. En días raros durante el verano de 1862, su fuerza se recuperó y los sirvientes de Davis, supervisados ​​por el inquieto doctor Yandell, lo sacaron afuera para disfrutar de unas horas de sol tonificante.

Uno de esos días ocurrió el 4 de agosto, cuando Johnston vio al Arkansas acorazado confederado navegar valientemente hacia el sur para atacar Baton Rouge. No tenía ni idea de que los motores del acorazado necesitaban urgentemente reparaciones ni de que, de haber permanecido debajo de los acantilados fortificados de Vicksburg, podría haber evitado gran parte de lo que estaba por venir. También fue una suerte para la salud del general que no estuviera presente al día siguiente para presenciar los estertores de muerte del barco más activo que el Sur jamás había puesto a flote para defender el Mississippi.

Llegó el otoño y Johnston recuperó lentamente su salud. El general Bowen, que se había recuperado recientemente de su herida de Shiloh, visitó a Johnston. La conversación, naturalmente, volvió a una nueva pelea de Shiloh. Johnston dijo que muchas de las dificultades encontradas en esa batalla surgieron de la inexperiencia y la falta de disciplina de los soldados. Bowen estuvo de acuerdo y luego intervino: “Pero General, ahora es diferente. Si pudieras ver mi división, particularmente los muchachos de Missouri de Cockrell, verías una brigada de gallos de pelea perfectamente preparados. Los conduciría a las fauces del mismo infierno”.

Después de Navidad, la noticia de la exitosa defensa de Vicksburg contra el desembarco de William T. Sherman en Chickasaw Bayou pareció el tónico perfecto para Johnston. Comenzó a redactar una solicitud para volver al servicio. Pero el invierno frío y excesivamente húmedo provocó una inflamación pulmonar incapacitante y nuevamente el general se fue a la cama. El primer aniversario de la Batalla de Shiloh lo encontró todavía pálido, demacrado y débil.

Bowen confronta a Grant

En la noche del 16 de abril, los acorazados del almirante David Porter cargaron las baterías en Vicksburg. Es imposible decir si Porter habría corrido este riesgo si el invencible Arkansas todavía hubiera estado a flote. Lo cierto es que el éxito de Porter alteró radicalmente el tablero estratégico. El general Grant resolvió marchar a lo largo de la costa occidental del Mississippi y evitar Vicksburg. Luego, con la ayuda de una serie de ingeniosas distracciones, planeó que Porter transportara a su ejército a través del río para atacar la ciudad desde abajo. Fue una estrategia audaz y brillante, y engañó a Pemberton y a casi todos los comandantes confederados.

La excepción fue el comandante del puesto fortificado en Grand Gulf, el general Bowen. Solo Bowen percibió la nueva situación provocada por el éxito de Porter. El 27 de abril, describió de manera concisa en una carta a Pemberton la terrible amenaza que representaban las probables maniobras futuras de Grant. Pidió refuerzos para ayudar a mantener Grand Gulf. Pemberton no atendió las advertencias de Bowen ni le envió refuerzos.

A las 8:00 am del 30 de abril comenzó la mayor invasión anfibia hasta ahora en la historia de Estados Unidos. Al mediodía, la mayor parte del XIII Cuerpo del general John McClernand, de 17.000 efectivos, había completado el desembarco sin oposición debajo del Gran Golfo. Grant escribió más tarde:

“Sentí un grado de alivio casi nunca igualado desde entonces. Vicksburg aún no había sido tomada, es cierto, ni sus defensores estaban desmoralizados... Pero yo estaba en tierra firme en el mismo lado del río que el enemigo. Todas las campañas, trabajos, penurias y exposiciones... que se habían hecho y soportado, eran para la realización de este único objetivo.”

Bowen había seleccionado previamente una posición sólida en Port Gibson como el mejor lugar para tratar de detener a Grant. Fue a esta posición a la que envió su mano de obra disponible a la 1:00 am del 30 de abril, siete horas antes de que los primeros soldados de la Unión aterrizaran en la costa este del Mississippi. En la mañana del 1 de mayo se produjo el primer combate. El terreno era una mezcla desconcertante de crestas irregulares divididas por barrancos profundos e infranqueables. La batalla posterior impuso una pesada carga táctica a los líderes de ambos lados. Según un historiador, "Desde el principio hasta el final de la batalla, los oficiales de ambos bandos tuvieron problemas para comprender su propia posición en relación con las unidades amigas de apoyo y tenían aún menos comprensión de cómo colocar al oponente". Aunque superados en número tres a uno, los confederados lucharon extremadamente bien. Bowen mismo tenía cuatro caballos disparados debajo de él. Pero finalmente el valor dio paso a la superioridad numérica. Esa noche, Bowen se retiró del campo y se retiró detrás de North Fork of Bayou Pierre.

Reacciones confederadas

El general Joseph Johnston estaba nominalmente al mando de todas las fuerzas confederadas en Occidente. El 1 de mayo, antes de enterarse de los movimientos de Grant, le aconsejó a Pemberton: "Si Grant cruza el Mississippi, una todas sus tropas para vencerlo". Era una buena estrategia, pero Joe Johnston no tenía intención de asumir ningún papel personal para llevarla a cabo. Esto dejó a Pemberton en un aprieto difícil. Creía que Vicksburg era su confianza sagrada, tanto más sagrada porque sabía que muchos habitantes de Mississippi dudaban de su lealtad a la causa. En consecuencia, Pemberton estaba extremadamente reacio a despojar a la ciudad para reunir una fuerza de campo suficiente para desafiar a Grant. Además, las múltiples distracciones de Grant habían engañado al general nacido en Pensilvania.

El 2 de mayo, Pemberton comenzó a enviar algunos refuerzos al sur para unirse a Bowen. Pero una sensación de pesimismo pareció entrar en su pensamiento. Ordenó que Vicksburg se preparara para un asedio y aconsejó al gobernador de Mississippi, John Pettus, que "retire los archivos estatales de Jackson". Pettus, a su vez, telegrafió frenéticamente a Jefferson Davis para informar que Pemberton había perdido los nervios y, a menos que se produjera un cambio de mando inmediato, todo estaba perdido.

Jefferson Davis se encontró en una posición familiar. Una y otra vez, los políticos se habían quejado de que sus electores estaban siendo mal atendidos por los generales al mando. A menudo exigieron que Davis hiciera cambios de mando. En la mente de Davis, Pemberton era simplemente el último de una lista que en varios momentos había incluido a Robert E. Lee, Thomas Jackson, Braxton Bragg e incluso al mismo Sidney Johnston. Davis había defendido a sus selecciones y ellas, a su vez, con la posible excepción de Bragg, habían recompensado su paciencia y lealtad con victorias.

Davis consideraba virtudes admirables la paciencia y la lealtad, particularmente para un comandante en jefe de una nación asediada. Estaba seguro de que estas virtudes habían sido clave para la victoria en la Primera Revolución Americana y no tenía dudas de que serían igualmente cruciales para la victoria confederada en la Segunda Revolución Americana. Además, relevar a Pemberton en este momento de crisis sería admitir públicamente que la selección de Pemberton había sido un error. Era extremadamente detestable hacer esto.

Pero Davis también entendió lo que estaba en juego. Si Grant tenía éxito, la Confederación se dividiría en dos, los hambrientos ejércitos del este quedarían privados para siempre del ganado y el maíz, los cerdos y los caballos del fértil trans-Mississippi. La pérdida de Vicksburg bien podría ser un golpe fatal.

Durante varias horas, el presidente caminó de un lado a otro en su oficina en la Casa Blanca de la Confederación. Su lucha interna fue monumental porque sabía que la decisión que tenía que tomar era de inmensas consecuencias estratégicas. Su rostro ya pálido (Davis estaba enfermo de bronquitis) adquirió una apariencia aún más espantosa y hundida cuando la tensión provocó el inicio de otro doloroso ataque de neuralgia. Sabía que Joe Johnston, el comandante supremo nominal en el Oeste, avanzaba tranquilamente hacia Vicksburg, presumiblemente para tomar el mando de campo, pero también sabía que la maniobra preferida de Johnston era la retirada estratégica. Davis solo podía concebir una posible alternativa a Pemberton; a saber, enviar a Lee al oeste. Sin embargo, sabía que Lee resistiría la transferencia y que la ausencia de Lee dejaría vulnerable a la capital confederada.

Los ojos del ayudante brillaban de emoción cuando le entregó a Davis un telegrama recién llegado. Era de Albert Sidney Johnston y decía: “Me enteré de que el enemigo está de este lado del río. Deseo presentarme para el servicio, ya sea como un simple soldado raso que lleva un mosquete o en cualquier otra capacidad que considere apropiada.

Era como si una brisa vigorizante se hubiera llevado las nubes de lluvia que habían inundado Richmond durante los últimos días. Davis comenzó a dictar órdenes: Sidney Johnston para tomar el mando de todas las tropas de campo que operaban alrededor de Vicksburg con la misión de llevar a Grant al Mississippi; Pemberton permanecerá al mando en Vicksburg para defender la ciudadela confederada contra un ataque directo mientras ayuda a Johnston enviando hombres y suministros. El presidente completó su ráfaga de órdenes diciéndole a Beauregard en Charleston, Carolina del Sur, que enviara 5000 hombres al oeste, a Jackson, Mississippi. Cuando completó su trabajo, Davis descubrió, para su sorpresa, que el agudo dolor de su neuralgia se había reducido a un mero dolor sordo.

Johnston toma el mando

Sidney Johnston no le había dicho a Davis que el doctor Yandell todavía le prohibía montar a caballo durante mucho tiempo. Así que fue una carnicería en la plantación lo que llevó a Johnston al cuartel general del mayor general William Loring en el lado norte del Big Black River justo después del amanecer del 3 de mayo. Johnston subió los escalones de la mansión McCleod y se detuvo en la terraza. Desde dentro oyó los acalorados sonidos de una discusión. Aparentemente se estaba llevando a cabo una especie de consejo de guerra. Escuchó una voz que intentaba dominar el furioso zumbido del debate: "Caballeros, repito, ¿el ejército se moverá con despacho a Vicksburg o mantendrá el Big Black?"

Reconoció la voz del general Bowen en respuesta:

“General Loring. Tenemos mis dos excelentes brigadas en el lado enemigo del río junto con la nueva Brigada de Tennessee de Reynolds. De este lado tenemos las dos brigadas que nos ha traído con Barton y Taylor que se acercan rápidamente. Esto nos da más de 16.000 hombres. Mis exploradores me dicen que nos enfrentamos al XVII Cuerpo de McPherson, que no tiene apoyo y que se encuentra en columna de carretera. ¡Digo ataque!”

Johnston asintió con aprobación y sonrió. Su sonrisa se convirtió en un ceño fruncido cuando Loring volvió a hablar:

“General Bowen, todos aplaudimos sus instintos de lucha, pero mis manos están atadas. Mis órdenes del general Pemberton son estar atentos a su división y, si es necesario, retroceder a través de Big Black. Te he encontrado a ti y a tus hombres y ahora lo haremos...

Sidney Johnston entró en la habitación y completó la oración de Loring: "¡Ataque!"

Loring empezó a balbucear, pero Johnston lo interrumpió bruscamente:

“Señores, el tiempo para el debate ha terminado. Tengo aquí órdenes del Presidente asignándome el mando de todas las tropas en el campo. Atacaremos de inmediato. No sé los números relativos, pero sé que en estos caminos angostos no pueden poner más hombres al frente que nosotros. ¡Además, lucharía contra ellos si fueran un millón!

Las palabras de Johnston electrizaron a los generales confederados. Con la excepción de Loring, respondieron con profunda aprobación. Luego se levantaron como uno solo para estrechar la mano del nuevo comandante del ejército.

La batalla del ferry de Hankinson

El día después de su victoria en Port Gibson, el general Grant presionó mucho a su ejército. Creía que tenía a los Rebeldes desconcertados y confundidos, y quería explotar la situación. El primer obstáculo a superar fue el Little Bayou Pierre. Sus ingenieros trabajaron febrilmente durante la mañana para construir un puente de 12 pies de ancho y 166 pies de largo utilizando maderas extraídas de una desmotadora de algodón cercana. Acordonaron los accesos al puente sobre una peligrosa zona de arenas movedizas y anunciaron que el puente era practicable. De principio a fin, toda la operación requirió apenas cuatro horas, lo cual fue bueno, porque Grant tenía mucha prisa. Cuando la primera infantería de la Unión se acercó al puente, estaba su general para instarles: “Hombres, sigan adelante; Cierra rápido y date prisa.

North Fork of Bayou Pierre presentó una barrera más sustancial. Grant esperaba que sus hombres pudieran capturar el puente colgante en Grindstone Ford. A las 7:30 pm, sus hombres que marchaban con fuerza llegaron al vado solo para ver que el puente estaba en llamas. Un enérgico oficial de ingeniería, el coronel James Wilson, ordenó a la infantería que extinguiera el incendio. En la luz que se desvanecía, Wilson observó que quedaba suficiente de la estructura original del puente para servir como base para un nuevo puente. Durante una noche oscura y tormentosa, los pioneros de la Unión rescataron maderas y vigas, las amarraron a las barras de suspensión con alambre de telégrafo y reconstruyeron el puente. Al amanecer del 3 de mayo, el puente estaba listo para la infantería.

Solo una barrera natural más importante, Big Black River, se interpuso entre el Ejército de Tennessee de Grant y Vicksburg. La agresiva división del general John Logan encabezó el avance hacia este río. En el improbable caso de que Logan fallara, McPherson acompañó a la división. Juntos, los dos oficiales manejaron duro a los hombres. McPherson esperaba que si sus hombres marchaban lo suficientemente rápido, podrían aislar a los confederados que intentaban escapar de regreso a Vicksburg. McPherson también esperaba capturar intacto el puente Hankinson's Ferry para asegurar una cabeza de puente sobre el Big Black.

Alrededor de las 10:00 a. m., el regimiento líder de la Unión se encontró con lo que parecía ser una barricada rebelde justo al sur de Willow Springs. McPherson ordenó a un asistente que viajara a una plantación cercana y trajera a alguien para interrogarlo. El propietario de la plantación, un tipo elegante y locuaz llamado Reinertsen, aseguró a McPherson que casi todas las tropas confederadas se habían retirado al otro lado del Big Black. Mientras tanto, Logan ordenó al regimiento de furgonetas, el 20 de Ohio, que avanzara el doble de tiempo junto con el 8 de Michigan Battery de De Golyer. La batería se colocó en posición al galope, se desembarazó y se preparó para lanzar una andanada de cobertura. Llegó la jadeante infantería de Ohio. Uno de los hombres vio a Logan y gritó: "¿No deberíamos quitarnos las mochilas?".

"¡No!" Logan gruñó. “¡Malditos sean, pueden azotarlos con las mochilas puestas!”35 Inspirado por las severas palabras de Logan, el 20º de Ohio avanzó para asaltar la barricada.



Es difícil decir si se debe culpar a Logan y McPherson por su impetuosidad. Dado que ninguno de los generales sobrevivió a la batalla, no podemos saber exactamente qué pensaron que vieron. Lo que parece seguro es que su reconocimiento apresurado no detectó la presencia de un enemigo formidable y que aumentaba rápidamente.

Los confederados que manejaban la barricada en sí pertenecían al 26º de infantería de Mississippi del coronel AE Reynolds. Escondidos en los árboles cercanos había cuatro armas pertenecientes a la Compañía C del Teniente Culbertson, 14º Batallón de Artillería de Mississippi. Inicialmente, las órdenes de Reynolds eran simplemente luchar en una acción de retaguardia; obligar al enemigo a desplegarse y luego retirarse sin arriesgar demasiado. Pero 30 minutos antes de que aparecieran los Yankees, un caballo y un jinete manchados de sudor aparecieron para dar nuevas órdenes: ¡Reynolds debía defender su posición hasta el último hombre! Reynolds leyó el despacho y su rostro se puso pálido. El mensajero sonrió y le dijo que no se preocupara. Los refuerzos llegaban rápidamente encabezados por el propio Albert Sidney Johnston.

Reynolds montó en un buggy de plantación volcado que formaba parte de la barricada y se dirigió a sus hombres. En parte, predijo que los rebeldes "harían que Grant y sus muchachos regresaran al viejo Mississippi antes de que supieran qué los había golpeado". Los vítores aún no habían disminuido cuando los primeros proyectiles de la 8.ª batería de Michigan de De Golyer estallaron alrededor de la barricada. Un gran fragmento de metal de un proyectil de rifle James de 6 libras le arrancó el brazo al coronel y le infligió una herida mortal.

Inmediatamente después del mortífero bombardeo llegó el 20 de Ohio. El coronel Manning Force condujo sus Buckeyes hacia adelante. Cuando llegaron a 200 yardas de la barricada, la artillería del Misisipi, hasta entonces invisible, abrió fuego. El único rifle de 3 pulgadas de la batería disparó contra la artillería de Michigan en un esfuerzo por desviar su bombardeo demasiado efectivo. Mientras tanto, dos cañones lisos de 6 libras y un solo obús de 12 libras sacudieron a la infantería de bata azul con metralla.

Aunque sorprendida de recibir fuego de la batería enmascarada, la veterana infantería de Ohio cerró filas y siguió adelante. Soportaron dos descargas de los defensores detrás de la barricada, pero el fuego de la infantería de Mississippi fue irregular; al parecer, el 26 de Mississippi estaba nervioso por la caída de su coronel. Los Buckeyes bajaron las bayonetas y cargaron a casa. El propio Manning Force subió al carruaje donde había caído Reynolds, apuñaló a un portaestandarte rebelde con su espada y agarró la bandera con un grito de júbilo. Los defensores irrumpieron hacia la retaguardia y la infantería de Ohio pasó por encima y atravesó la barricada, recogiendo prisioneros y los colores del estado de los habitantes de Mississippi. Este cargo resultó ser el punto más alto para el Ejército de Tennessee.

Sidney Johnston había tenido poco tiempo para organizar una ofensiva. Su plan no era sutil: sus 16.000 soldados cruzarían el Ferry de Hankinson y atacarían al enemigo donde lo encontraran. Su objetivo era hacer retroceder a los Yankees a través de Grindstone Ford. Johnston depositó su confianza en la combinación de sorpresa y superioridad numérica. Sin embargo, pudo asegurarse de que los primeros confederados que llegaron para apoyar a los habitantes de Mississippi de Reynolds fueran los mejores combatientes de su ejército: la Brigada de Missouri del coronel Francis Cockrell.

Cuando los hombres de Cockrell avanzaron rápidamente, pasaron una granja y escucharon el sonido de voces femeninas que cantaban Dixie. Al mirar, vieron a un grupo de damas cantando y animando a sus héroes. Cockrell, con el aspecto de un caballero sureño por excelencia, sostenía las riendas y una flor de magnolia en una mano y su espada en la otra. Agitó su espada en saludo a las damas patriotas y luego apuntó su arma al enemigo. Cerca de allí, el soldado raso John Dale del 5.° Missouri saltó una cerca de rieles y corrió hacia adelante mientras gritaba: “¡Vamos, Compañía I, podemos azotar a los malditos yanquis hijos de puta!”.

El ataque confederado inicial recuperó la barricada y también rompió la segunda línea de la Unión. “Black Jack” Logan galopó hacia adelante para reunir a sus hombres. Se levantó en sus estribos y gritó: “Debemos azotarlos aquí o todos juntos bajo el césped. Dales infierno." La batería de Missouri que apoyaba a la brigada de Cockrell apuntó a la línea de Logan. Un proyectil de uno de sus rifles Parrott de 10 libras decapitó al general de la Unión, catapultando su cuerpo sin vida al suelo como una marioneta danzante a la que le hubieran cortado los hilos.

La repentina muerte de Logan conmocionó a los Yankees. Pero fue la vista inesperada de los hombres salvajes de Cockrell, chillando como almas en pena y acercándose a cada paso, lo que desconcertó a los hombres de la Unión. Se rompieron antes del contacto. El sargento confederado William Ruyle describió la carga que siguió: “Les dimos el grito de Missouri… y les dimos una carga al estilo Missouri REBEL. Los derrotamos y los perseguimos”.

El colapso de la Unión ocurrió tan rápido que la brigada de apoyo apenas tuvo tiempo de desplegarse antes de que también se enfrentara a la furiosa carga de Cockrell. Al igual que Logan, el joven general McPherson entendió que la crisis estaba cerca. A diferencia de Logan, no usó blasfemias. Mientras trataba de estabilizar a sus hombres, gritó: “Denles a los muchachos Jesse, denles a Jesse”.39 Con su uniforme de gala y montado en un soberbio caballo negro, McPherson se exhibió imprudentemente. Hizo un blanco inconfundible y murió en el acto cuando un tirador confederado le disparó en la espalda baja. La trayectoria de la bala se desgarró hacia arriba, hacia el corazón. McPherson se cayó de la silla.

Los Rebeldes que surgieron encontraron a un ordenanza acunando la cabeza del general en su regazo. “¿Quién está tirado ahí?” preguntó un capitán de Arkansas. El ordenanza respondió: “Señor, es el general McPherson. Has matado al mejor hombre de nuestro ejército.

La muerte de dos líderes populares y carismáticos desmoralizó al XVII Cuerpo. El cuerpo estaba tendido en columna de carretera y mal preparado para el combate. En ausencia de los comandantes tanto de cuerpo como de división, nadie parecía hacerse cargo. El primer indicio que tuvo la mayoría de los hombres de que el enemigo estaba cerca se produjo cuando los soldados desmoralizados corrieron junto a ellos gritando: “¡Logan ha caído!”. o "¡McPherson ha caído!" Durante el resto de la tarde, los soldados de la Unión se concentraron en escapar a un lugar seguro por Grindstone Ford.

El día terminó con el XVII Cuerpo huyendo por el vado, habiendo perdido unos 3.200 hombres, incluidos sus dos generales más conocidos. Como había sido el caso en Fort Donelson y Shiloh, el ataque rebelde había encontrado al comandante del ejército de la Unión lejos de la escena de la acción. Grant había pasado el día en Grand Gulf, donde consultó con el almirante Porter y trabajó para desatascar su línea de comunicaciones. En parte porque la muerte de McPherson había sumido al personal en la confusión, Grant no se enteró de la debacle en Hankinson's Ferry hasta la tarde. Respondió a las sombrías noticias de manera característica convocando a toda la mano de obra disponible para apoyar a su ejército de campaña herido. El cuerpo de Sherman todavía marchaba hacia el sur a través de los pantanos de Luisiana al otro lado del Mississippi. El despacho de Grant a Sherman relató con franqueza las noticias del día.

Mientras Grant se preparaba para galopar para unirse a su ejército, el almirante Porter arrinconó a John Rawlins, el jefe de personal de Grant, para conocer la noticia. En la mente de Porter, difícilmente podría ser peor. Su flota quedó atrapada entre dos ciudadelas rebeldes fortificadas: Vicksburg al norte y Port Hudson al sur. El ejército ocupaba una cabeza de puente insegura al final de una precaria línea de comunicaciones que se extendía hasta Milliken's Bend. Su espalda estaba contra el río más grande del continente, mientras que en algún lugar al frente había un enemigo hambriento acercándose para matar. Porter llamó a su mayordomo para tomar una copa de ron naval. Después de que Grant y su personal partieron, el almirante comenzó a preparar sus acorazados y transportes para transportar al ejército de regreso al Mississippi en caso de que todo saliera mal.

La segunda batalla de Port Gibson

Esa noche, el eufórico ejército confederado celebró su victoria con estilo. Los soldados estaban de buen humor, ansiosos por enfrentarse de nuevo a los invasores. La descripción de un teniente de Tennessee de sus camaradas revela el estado de ánimo predominante:

“Son hombres efectivos. Hombres que luchan por la propiedad de sus familias, por sus derechos… tales hombres no pueden ser subyugados, invencibles con demasiado odio para incluso desear la paz, todos alegres y llenos de júbilo, marchando tal vez directo a las fauces de la muerte. Ah, ¿el Dios de las Batallas entregará este espléndido ejército a las hordas de Lincoln que han robado a las mujeres y niños indefensos el bastón de la vida? No, el Dios de las Batallas nos otorgará la Victoria.”

Un Sidney Johnston extremadamente cansado trató de concentrarse en la miríada de tareas que necesitaba hacer y descubrió que no podía. Finalmente, convocó a Bowen a su cuartel general. Bowen encontró a Johnston acostado mientras un ansioso doctor Yandell le aplicaba una compresa fría en la frente.

“Amigo mío”, dijo Johnston:

"Necesito tu ayuda. Mañana, por supuesto, atacaremos. El enemigo está desequilibrado y frágil. Si los golpeamos fuerte antes de que puedan fijarse, se romperán. Antes de atacar hoy, le pedí a Pemberton que enviara refuerzos. La mayor parte de la guarnición de Vicksburg debería estar aquí mañana por la mañana. Quiero que actúes como mi jefe de personal. Envíe órdenes a todas las unidades en ruta y ordénelas que marchen a la fuerza durante la noche. Diez soldados que llegan mañana valen más que cincuenta que vienen al día siguiente”.

Mientras Johnston descansaba, Bowen y un grupo de devotos oficiales del estado mayor trabajaron incansablemente para reunir una nueva fuerza de ataque confederada. En verdad, incluso Pemberton, siempre más cómodo dirigiendo los asuntos desde un cuartel general en la retaguardia, respondió bien a la solicitud de refuerzos de Johnston. Las divisiones completas de Loring y Stevenson junto con una brigada de William Forney y Martin Smith llegaron a tiempo para la batalla. Incluso la Caballería de Mississippi de Wirt Adams abandonó su inútil persecución de los asaltantes de Grierson para completar una caminata a campo traviesa para unirse a Johnston y participar en la matanza.

Esa mañana, Sidney Johnston, rígido y dolorido, llamó a sus subordinados. Nuevamente su plan era simple: un ataque simultáneo por todo el frente. “Caballeros”, dijo, “no harán nada malo si marchan al son de los disparos más fuertes y les dan la bayoneta”. Después de que el Dr. Yandell lo ayudó a subir a la silla, Johnston miró a sus lugartenientes con severidad y dijo: “¡Esta noche daremos de beber a nuestros caballos en el Mississippi!”.

La subsiguiente llamada "Segunda Batalla de Port Gibson" resultó ser un asunto unilateral. Grant emuló a sus camaradas caídos exponiéndose imprudentemente. Los soldados que lucharon bajo su mando inmediato respondieron con valentía. Pero Grant se vio obligado a actuar como comandante de cuerpo del XVII Cuerpo sin líder, y debido a esta necesidad no pudo mantener un control estricto sobre el XIII Cuerpo de McClernand.

Si bien es poco probable, contrariamente a las acusaciones de sus enemigos políticos, quienes señalan el hecho de que, como gobernador de Illinois en la posguerra, McClernand parecía bastante contento de permitir que la parte sur de su estado se separara para unirse a los Estados Confederados de América, que McClernand estaba ayudando en secreto a los rebeldes, los hechos hablan por sí mismos. Durante la batalla, el comando de McClernand permaneció en gran medida inerte, aparentemente bastante contento de dejar que los restos del XVII Cuerpo lucharan sin ayuda. La única iniciativa que mostró fue llevar a sus hombres a ser los primeros a bordo de los transportes de Porter cuando el Ejército de Tennessee abandonó su cabeza de puente en la costa este del Mississippi.

La huida innoble del ejército de Grant resultó decisiva en el colapso del esfuerzo de guerra de la Unión. La prensa contra la guerra del Medio Oeste, encabezada por Matt Halstead, el editor escrito con ácido del influyente Cincinnati Commercial, exigió el despido de Grant. Era Shiloh por todas partes, con acusaciones de que Grant había vuelto a estar borracho.

Tal vez Lincoln habría conservado a su general occidental favorito si no hubiera ocurrido otra catástrofe en el este. La debacle de Hooker en Chancellorsville elevó el sentimiento contra la guerra del Norte a un punto febril. Lincoln descartó a Grant pero no logró silenciar a sus críticos políticos. Peor aún, en una demostración de libro de texto de la ventaja de las líneas interiores, cinco brigadas confederadas se subieron a los autos para trasladarse de Vicksburg a Richmond a principios de junio de 1863. Su presencia permitió a Robert E. Lee emprender una cuidadosa campaña de maniobras que culminó en la épica Batalla de Gettysburg. La vista de los valientes hombres de Missouri de Cockrell cargando codo con codo con los virginianos de Pickett para asaltar Cemetery Ridge está memorablemente representada por el ciclorama en el Salón del Valor del Museo Nacional de Richmond.

El general Johnston no vivió para dar de beber a su caballo en el Mississippi. Al igual que en Shiloh, lideró desde el frente y esta vez pagó el precio completo cuando cayó mientras dirigía la última carga contra la valiente pero inútil retaguardia de la Unión dirigida por la brigada del coronel Boomer. Solo tenemos las palabras no del todo confiables de su ayudante, el Capitán Wickham, de que Johnston sabía que su ejército estaba en la cúspide de una gran y decisiva victoria antes de morir. Ciertamente, cualquier persona que busque más información sobre la muerte de Johnston debería visitar la Rotonda de los Mártires en Richmond, la capital de nuestra nación.

La realidad

Jefferson Davis se fue a la tumba creyendo que, si su amigo Sidney Johnston hubiera vivido, el Sur habría ganado la guerra. “Cuando cayó Sidney Johnston”, observó Davis lastimeramente, “fue el punto de inflexión de nuestro destino; porque no teníamos otro para emprender su obra en Occidente.” El éxito que podría haber tenido Johnston ha sido un tema especulativo popular desde ese abril sangriento en Shiloh. Los escépticos apuntan a la pesada y defectuosa alineación táctica de Johnston en Shiloh. Sin embargo, recuerde que Grant tuvo su Belmont, Lee su campaña fallida en West Virginia y nuevamente durante los Siete Días, Jackson su Kernstown. Todos estos hombres aprendieron de la experiencia y parece razonable creer que, si Johnston hubiera vivido, él también habría mejorado. En cambio,

El esquema de los acontecimientos en mi historia sigue la realidad. Los detalles de la carga dramática de Cockrell están tomados de la Batalla de Champion Hill. De hecho, McClernand realizó una actuación sorprendentemente floja en esa misma batalla. Pemberton concentró una gran cantidad de maniobras después de la Batalla de Port Gibson. Si hubiera empleado esta fuerza ofensivamente, bien podría haber atrapado al XVII Cuerpo en el tipo de situación que describo. El historiador Edwin Bearss especula que la persecución impetuosa de Grant le dio a "los líderes confederados la oportunidad de destruir o mutilar a uno de sus cuerpos". Cuando consideré esta oportunidad en mi propio libro de Vicksburg, concluí: "si la pelea reciente en Port Gibson demostró algo, fue que el terreno del área se adaptaba mucho mejor a la defensa que al ataque". Aún así, un líder agresivo como Lee, Jackson o Grant habría arriesgado el golpe.

Para que mi historia fuera plausible, se requería un líder confederado dispuesto a arriesgar el golpe. Cuando le propuse mi historia por primera vez al editor, respondió que Pemberton nunca se habría arriesgado. De hecho, el estúpido compromiso de Pemberton de defender lo que sin duda creía que era su deber sagrado, a saber, el propio Vicksburg, fue clave para lo que realmente sucedió; logró una concentración potencial para ganar la batalla en Hankinson's Ferry y luego la dispersó para protegerse contra el próximo ataque de Grant. Entonces, si no es Pemberton, ¿entonces quién? Ni Lee, que constantemente se negó a servir en el Oeste, ni Joe Johnston, que nunca vio una posición tan buena como la siguiente en la retaguardia, por lo tanto, un Sidney Johnston "resucitado".

¿Cuál habría sido el impacto del fracaso de Grant en Vicksburg? Es un tema provocador para la especulación. Recuerde tres puntos: en la primavera de 1863, la gente del Viejo Noroeste estaba muy descontenta con el estancamiento en el Mississippi y cansada de las bajas entre sus muchachos, y aquí el movimiento por la paz estaba creciendo; una de las principales razones por las que Lee se fue al norte en el fatídico verano de 1863 fue para aliviar la presión en Vicksburg; si las reservas confederadas enviadas para relevar a Pemberton hubieran alimentado la invasión de Lee, si incluso los 5.000 hombres que Beauregard podía prescindir hubieran estado presentes en Gettysburg el 1 o el 2 de julio, ¿qué podría haber ocurrido? Así es la historia.

James R. Arnold

Bibliografía

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