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lunes, 22 de julio de 2024

Araucanos: La organización británica que defiende y difunde la causa Mapuche

 

The Mapuche Nation, el pueblo originario con sede en Bristol, Inglaterra

El centro de operaciones de la "lucha por la autodeterminación" de los mapuches de Chile y Argentina está ubicado desde 1978 en el nº 6 de Lodge Street, en la ciudad portuaria inglesa. Desde allí abogan por la causa


En el nº 6 de Lodge Street, Bristol, UK, tiene su sede, desde el año 1978, The Mapuche Nation

"El día 11 de mayo de 1996, un grupo de mapuches y europeos comprometidos con el destino de los pueblos y naciones indígenas de las Américas, y en particular con el pueblo mapuche de Chile y Argentina, lanzaron la Mapuche International Link (MIL) en Bristol, United Kingdom", explican las autoridades de esta organización; a saber, Edward James (Relaciones Públicas), Colette Linehan (administradora), Madeline Stanley (coordinadora de Voluntarios),  Fiona Waters (a cargo del equipo de Derechos Humanos), entre otros.

Reynaldo Mariqueo –el único mapuche– hace las veces de secretario general secundado por Dame-Nina Saleh Ahmed, vice secretaria general.

La organización remplaza al Comité Exterior Mapuche que, recuerdan, "opera internacionalmente desde 1978 a partir de su oficina ubicada en Bristol".

El objetivo perseguido es contribuir al pleno desarrollo de los pueblos indígenas y, "en última instancia, conquistar el derecho a la autodeterminación".

Reynaldo Mariqueo es el “werken”, es decir, vocero o representante

Mientras en el sur de nuestro continente, grupos mapuches, como la agrupación Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) o la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), le declaran la "guerra a Argentina y Chile", y protagonizan actos de sabotaje, incendios y amenazas, la MIL explica –en inglés– que "the Mapuche Nation está situada en lo que se conoce como el Cono Sur de Sudamérica, en el área actualmente ocupada (sic) por los Estados argentino y chileno".

"Su identidad como nación autónoma, unida a la conciencia de ser parte de una cultura, una herencia histórica y una espiritual diferentes ha creado un movimiento sociopolítico inspirado en esas aspiraciones comunes", dice The Mapuche Nation.

EL MAPA DE LA MAPUCHE NATION

El territorio ancestral mapuche según la organización con sede en Bristol abarca todo lo que está al sur del Bío-bío (Chile) y al sur del Salado y del Colorado (Argentina)

Lo que según el sitio británico es el "territorio histórico ancestral" de los mapuches abarca la "Pampa and Patagonia of Argentina" y el sur de Chile. Así lo explican:  "La Nación Mapuche está ubicada en el sur de los territorios que hoy ocupan los Estados de Chile y Argentina –afirma la MIL–. Hace un poco más de 130 años su territorio ancestral, y el de otros pueblos originarios aliados, se extendía desde el sur del río Bío-Bío (Chile) hasta el extremo austral del continente, y en Argentina desde los ríos Colorado y Salado hasta el estrecho de Magallanes", agregan.

Y eso no es todo. Para los miembros británicos de la nación mapuche, el territorio ancestral abarca también las islas Malvinas y la Antártida…

Otras actividades del centro de operaciones de Bristol. Aquí, manifiestan contra el gobierno de Chile

En el mismo documento, fijan el año 1860 como el de la "Gran Asamblea Constituyente" en la cual "los más notables representantes del pueblo mapuche" fundaron "un gobierno monárquico constitucional". Y agregan que, "tras la ocupación del territorio del estado mapuche (sic), la Casa Real de dicho gobierno se estableció en el exilio en Francia, desde donde viene operando de manera ininterrumpida desde entonces".

Curiosamente, a la vez que hacen reivindicación de sus derechos ancestrales y su condición "originaria", los mapuches reconocen una dinastía francesa fundada por la ocurrencia de Orélie Antoine de Tounens (1825-1878), un abogado francés y masón que desembarcó en Chile en 1858 y se autoproclamó Rey de la Araucanía y de la Patagonia.

La monarquía mapuche en el exilio: el rey, Jean-Michel Parasiliti di Para o Príncipe Antoine IV, y Su Excelencia Reynaldo Mariqueo, Conde de Lul-lul Mawidha, a cargo de Asuntos Exteriores

"Tanto el gobierno monárquico como el pueblo mapuche en su conjunto jamás han renunciado ni a sus derechos soberanos ni a la restitución de su territorio ancestral", afirman.

La "monarquía mapuche", entonces, además de ser francesa es hereditaria, de modo que sobre los territorios de Araucanía y Patagonia han "reinado" sucesivamente siete soberanos: Gustave-Achille Laviarde o Aquiles I; Antoine-Hippolyte Cros o Antonio II; Laura-Therese Cros-Bernard o Laura Teresa I; etcétera, hasta llegar al actual, Jean-Michel Parasiliti di Para o Príncipe Antoine IV, desde el 9 de enero de 2014.

La organización de Bristol, Reino Unido, tutela los derechos humanos en lo los “territorios mapuches”

La corte de Antonio IV se completa con un "presidente del Consejo del Reino, Su Excelencia Daniel Werba, Duque de Santa Cruz" y con un "miembro del Consejo de Estado y encargado de los Asuntos Exteriores, Su Excelencia Reynaldo Mariqueo, Conde de Lul-lul Mawidha y Caballero de la Orden Real de la Corona de Acero" (y, como vimos, secretario general de The Mapuche Nation en Bristol), entre otros.

El conde Reynaldo Mariqueo, de gira por Europa. Está encargado de las Relaciones Internacionales

Aunque denuncia "invasión", "genocidio", "represión", "espionaje" y otra larga lista de supuestos atropellos por parte de los Estados de Chile y Argentina, la "Nación Mapuche" se pone bajo la protección de un país extranjero y reconocen la dinastía inaugurada por un aventurero.

De hecho, sus territorios ancestrales fueron puestos bajo protección de Francia ya en 1860, lo que claramente implicaba establecer una cabecera de playa de una potencia extranjera en la retaguardia de las jóvenes naciones sudamericanas.

Además de estos documentos fundacionales, de las listas dinásticas y de la historia mapuche, en The Mapuche Nation pueden encontrarse noticias, denuncias y campañas (como una contra el Tratado de Libre Comercio entre Chile y la Unión Europea).


jueves, 24 de junio de 2021

Roma: Las conspiraciones bárbaras

Teoría de la conspiración

W&W




La situación de seguridad británica se deterioró en la década de 360. A principios de la década se nos dice que "tribus salvajes de escoceses y pictos, que habían roto la paz acordada, estaban devastando las regiones cercanas a las fronteras". Lo peor siguió en 367, cuando se desarrolló una crisis conocida como la "conspiración bárbara". Las incursiones de los francos y los sajones contra la Galia, y los pictos, los atacotti y los escoceses que atacaron Gran Bretaña provocaron devastación y sospechas de colusión. En Gran Bretaña, un comandante romano de alto rango fue asesinado y otro, llamado Fullofaudes, fue "cortado por una emboscada enemiga". Fullofaudes era un dux y, por tanto, posiblemente el dux Britanniarum responsable de la zona del Muro. Su destino no está claro, pero potencialmente él también fue asesinado. Mientras tanto, los atacantes estaban "extendiéndose ampliamente y causando una gran devastación" hasta el sur de Londres, mientras que decenas de soldados romanos sobrevivientes agravaron la catástrofe al desertar. En respuesta, una fuerza de tal vez 2.000 hombres bajo el mando de Teodosio, el padre de un futuro emperador con el mismo nombre, fue enviada desde el continente.

Cuando llegó Teodosio, las fuerzas enemigas se habían dividido y buscaban el botín. Para restaurar la situación, sus soldados adoptaron tácticas que alguna vez se consideraron como bandidaje fronterizo. Ellos "aseguraron de antemano los lugares adecuados para tender una emboscada a los salvajes", en lugar de, por lo que sabemos, librar batallas de retazos. Este enfoque demostró ser previsor y, una vez pasado el peligro, se le atribuye a Teodosio la protección de "las fronteras con puestos de vigilancia y obras de defensa" y la disolución de un grupo conocido como los areani. Según los informes, sus miembros se desplazaron por todas partes para recopilar información, por lo que es probable que fueran una encarnación tardía del aparato de recopilación de inteligencia del Muro. Si es así, exponen un peligro inherente de tales atuendos, ya que, según los informes, el enemigo convirtió a los areani y los sobornó para que traicionaran secretos romanos. Eso supone, por supuesto, que no fueron simplemente señalados como un chivo expiatorio conveniente para una catástrofe militar espectacular.

Aunque no sabemos si los 367 invasores atacaron directamente las guarniciones del Muro o trataron de evitarlas, el asesinato de un alto comandante romano y la emboscada de otro enfatiza que los atacantes eran lo suficientemente poderosos como para infligir graves pérdidas. No hay indicios en las fuentes escritas de que las fuerzas romanas en Gran Bretaña pudieran haber salvado la situación sin ayuda del exterior. Si conseguir el botín era el objetivo principal de los atacantes, intentar eludir las guarniciones del Muro tendría un atractivo obvio. El fortalecimiento de las defensas fronterizas por parte de Teodosio puede ser relevante aquí. No hay señales de mejoras importantes en el Muro, pero en esa época se levantó una cadena de fortificaciones a lo largo de la costa noreste de Yorkshire. Estas pequeñas instalaciones son reconocibles como una variante de un tipo de fortificación popular en el continente y comprenden robustas torres de piedra ubicadas dentro de altas murallas de mampostería con bastiones salientes. La creación de tal cordón podría encajar con los 367 conspiradores simplemente navegando más allá del Muro y aterrizando hacia el sur. Una complicación es que es poco probable que las guarniciones de estas nuevas estaciones costeras superen los ochenta soldados, lo que los dejaría bien equipados para contrarrestar incursiones en pequeña escala, pero impotentes para rechazar una invasión en toda regla. Sin embargo, coinciden perfectamente con la implicación de los fuertes costeros occidentales en Maryport y Lancaster: era asegurar la costa lo que justificaba mayores medidas de protección durante esta era. Aun así, esta amenaza en desarrollo puede atribuirse en parte a que el Muro de Adriano redujo los asaltos por tierra con tanta eficacia que incentivó los ataques por mar.

Las prácticas religiosas también cambiaron durante las últimas décadas de la Gran Bretaña romana. En Corbridge, los templos fueron demolidos después de 370, y los elementos se reutilizaron en la carretera. Las ofrendas en el santuario de Coventina aparentemente cesan alrededor de 388, mientras que, según los informes, se encontraron fragmentos rotos de superestructura en su pozo, lo que encajaría con una ceremonia de desconsagración análoga a las que a veces se encuentran en los edificios de la sede del fuerte. Esta supresión de lugares rituales de larga data puede atribuirse presumiblemente al cristianismo. Con excepciones ocasionales, la tolerancia oficial por la religión había aumentado desde la victoria de Constantino en el puente Milvian. En 391, un edicto ilegalizó el sacrificio y cerró los templos. El grado en que el cristianismo penetró en las comunidades del Muro sigue sin estar claro, y algunos ven a las guarniciones militares como bastiones de los dioses antiguos. Sin embargo, la evidencia de una aceptación militar del cristianismo parece razonablemente buena. Se han encontrado algunos objetos abiertamente cristianos, quizás los más obvios aquellos que llevan el emblema chi-rho. Este dispositivo superpone las dos primeras letras griegas de Christos y, a veces, se coloca dentro de un círculo. En tales ocasiones evoca una rueda de seis radios, que seguramente habría provocado sonrisas cómplices de cualquier recordatorio a los seguidores del dios del cielo celta. Las excavaciones recientes en Maryport revelaron un grupo de tumbas, algunas de las cuales podrían tener un origen cristiano. Estos yacían cerca de una enigmática concentración de grandes pozos, muchos de los cuales contenían altares anteriores reutilizados como empaquetaduras para sostener grandes montantes de madera para algún tipo de estructura monumental erigida durante el crepúsculo del control romano. Como este complejo ocupaba el punto más alto de la topografía local, presumiblemente estaba destinado a ser lo más visible posible. Se sospecha que hay iglesias dentro de South Shields, Housesteads, Vindolanda y los fuertes de Birdoswald, mientras que se conocen lápidas de estilo cristiano en Vindolanda y Maryport. Aunque estos monumentos datan probablemente del siglo posterior al final de la Gran Bretaña romana, si los descendientes de las guarniciones de fuertes practicaban el cristianismo, parece razonable proponer que la religión echó raíces durante la era romana.

Se sabe que Magnus Maximus, un importante comandante en Gran Bretaña y posiblemente otro dux Britanniarum, fue bautizado en 383. También se le atribuyen los éxitos contra los pictos y escoceses, pero en 383 sus tropas lo proclamaron emperador. Máximo inicialmente demostró ser un usurpador competente, y tomó con éxito la Galia y España, antes de invadir Italia en 387, donde fue capturado y ejecutado. Es probable que sus aventuras continentales fueran impulsadas en parte por las tropas retiradas de Gran Bretaña. A partir de entonces, la presión sobre la isla siguió aumentando. Alrededor del 398, se enviaron refuerzos contra peligros, incluido un mar que "se llenó de espuma de remeros hostiles". Menos de una década después, el ejército en Gran Bretaña se amotinó en 406 o 407, creando una sucesión de usurpadores a medida que la situación en el continente se deterioró constantemente. Alrededor de 409, fueron los invasores de más allá de la frontera del Rin o tal vez incluso el deseo de eliminar las unidades militares no deseadas traídas por el ejército lo que dio el toque de gracia a la Gran Bretaña romana. Zosimus registra que `` hicieron necesario que los habitantes de Gran Bretaña y algunas de las naciones celtas se rebelaran contra el dominio romano y vivieran por su cuenta, ya no obedecieran las leyes romanas ''. Por tanto, los británicos tomaron las armas y, desafiando el peligro de su propia independencia, liberaron a las ciudades de los bárbaros que las amenazaban [o estaban alojadas en] ». Si bien este pasaje implica que la Gran Bretaña romana llegó a un final claramente definido, la arqueología demuestra que la realidad era menos clara.

En lugar de que se retiren las guarniciones del Muro y se abandonen los fuertes alrededor del 409, la evidencia de una ocupación continua está aumentando. La secuencia clásica se descubrió en Birdoswald durante las pioneras excavaciones de Tony Wilmott en 1987-1992. Allí, se iniciaron cambios importantes en los dos graneros del fuerte c. 350, cuando se rellenaron los espacios del contrapiso en la estructura sur, mientras que su contraparte norte colapsó aproximadamente en este momento. Que la restauración del granero del sur marca un cambio del almacenamiento a una actividad de alto nivel está implícito en lo que probablemente sea una fundación o un depósito de abandono: un pendiente de oro, un anillo de cristal y una moneda de plata de 388-395, que se encuentran cerca de los hogares. Los dos últimos continúan con el tema de los objetos redondos, mientras que el pendiente es hexagonal, pero presenta un esquema decorativo que evoca vagamente los radios de las ruedas. Algún tiempo después, se colocó una nueva superficie de piso en la parte superior, antes de que el granero sur aparentemente se abandonara a favor de un edificio de madera insertado en el caparazón del granero norte. Esto, a su vez, fue reemplazado por una sala de madera de tamaño considerable, que se encontraba en pospapeles. Wilmott observó que los graneros adaptados se explican como lugares donde el comandante de la unidad podría dirigirse a sus tropas, mientras que el edificio de madera final se asemeja al salón de banquetes de un cacique medieval temprano. La cronología se ajusta a esto, con el granero meridional adaptado probablemente no abandonado hasta 420, la primera estructura de cuasi madera que duró quizás hasta 470, y la sala de madera en pie hasta 520 o más tarde. Esto nos sitúa a más de un siglo de la fecha final de la Gran Bretaña romana. Sin embargo, lo más importante es que no se detectó ninguna interrupción en la ocupación en el fuerte. En lugar de marcharse, la guarnición romana aparentemente se quedó quieta, mutando gradualmente de una unidad del ejército regular a una partida de guerra medieval temprana.

El centro no puede sostener

El Muro cambió enormemente a lo largo del siglo IV. El hecho de no actualizar los puestos militares con nuevas defensas de vanguardia los dejó como reliquias de una época pasada. Pero por dentro, el cambio estaba en marcha. Los diseños de fuertes diseñados para reforzar una jerarquía que se extendía hasta el emperador, y albergar instalaciones de almacenamiento y talleres acordes con sofisticadas líneas de suministro de larga distancia, se estaban transformando en algo nuevo. La arquitectura monumental arruinada o redundante podría extraerse para reparar estructuras monumentales pero esenciales, como defensas y carreteras, o entregarse a la industria, ayudando así a abordar los inmensos desafíos logísticos asociados con volverse más autosuficiente. Este cambio seguramente involucró a los productores locales en las cercanías de fuertes que suministran más bienes para el mercado militar, lo que sugiere estrechos vínculos con las comunidades rurales. Actualmente, solo podemos ver indicios de esto, pero en el oeste, es probable que algunos yacimientos romanos tardíos al sur del Muro fueran sucesores de asentamientos antiguos con orígenes prehistóricos. En el este, la resistencia de la cerámica tradicional local también respalda un cierto grado de continuidad. Una reducción crónica de las importaciones extranjeras, y de hecho de los productos del sur de Gran Bretaña, privó a Wall de una faceta distintiva a lo largo del siglo IV. Sin embargo, la transición al suministro regional probablemente permitió a los soldados capear la agitación de principios del siglo V. En lugar de que el fin del apoyo financiero y material de Roma obligara a abandonar los fuertes, los proveedores locales ofrecieron un salvavidas. A su vez, la protección de las guarniciones podría extenderse proporcionando un incentivo para que los productores rurales nutran esta relación.



La ruptura de los vínculos con Roma supuso un cambio fundamental para las estructuras de poder existentes. Los comandantes de unidad ya no estaban en deuda con un dux distante, probablemente con sede en York, que a su vez era solo otro engranaje en la jerarquía imperial. En cambio, los comandantes de unidades individuales habrían tenido mayor autonomía que nunca. Incluso este desarrollo, sin embargo, aparentemente tiene sus raíces a finales del siglo IV. Si la remodelación del granero del sur en Birdoswald fue diseñada para crear un lugar donde un comandante pudiera dirigirse a sus hombres, marcó un cambio importante con respecto al arreglo de los siglos anteriores. Una vez, tales reuniones ocurrieron en el edificio de la sede, junto al santuario de la unidad y los adornos del poder imperial. El nuevo arreglo en Birdoswald habría aumentado el enfoque en los comandantes individuales. Con esta lectura, el cambio eventual a un salón de banquetes de madera simboliza cómo los comandantes militares regulares se transformaron gradualmente en jefes medievales tempranos. El fin de la autoridad romana sobre el Muro, entonces, no fue acompañado por una evacuación de los soldados fuertemente armados que manejaban sus fuertes. En cambio, permanecieron para convertirse en parte del futuro de la región.

lunes, 2 de enero de 2017

Biografía: ¿Diésel fue asesinado o se suicidó?

¿Suicidio o asesinato? El enigma de la muerte del inventor del motor diésel
Rudolf Diésel fue el ingeniero alemán que inventó el motor de alto rendimiento que lleva su apellido. Su muerte, en la vísperas de la Primera Guerra Mundial, está cubierta por un manto de misterio. Conjeturas y conspiraciones sobre el final de un hombre avanzado a su época. ¿Quién lo mató y por qué?
Por Milton Del Moral - Infobae



Se crió en Alemania, pero había nacido en París el 18 de marzo de 1858. Murió a los 55 años el 29 de septiembre de 1913 en el Canal de la Mancha

Rudolf Christian Karl Diesel se suicidó. O lo mataron. La historia tiene enigmas sin resolver. La acumulación de presentes inoportunos multiplican la superstición y debilitan lo verosímil. El inventor de los motores bautizados con su apellido murió por su gesta, por su épica, por su propia cronología. La incógnita opera sobre las sombras de una muerte teñida de misterios y conspiraciones; y difumina el origen de la motorización moderna.

La noche del 29 de septiembre de 1913 era fría y tormentosa. El mar estaba inquieto. Diésel viajaba a bordo del SS Dresden, un ferry que cruzaba el Canal de la Mancha, que había partido de Bélgica, con destino a Inglaterra. Había terminado de cenar. Su ropa de dormir estaba en la cama de su cabina. Eligió no ponérsela. Caminó sobre la cubierta del barco. Se quitó el abrigo. Lo dejó cuidadosamente sobre una baranda. Y se tiró sobre las arremolinadas aguas negras.

O lo tiraron.


Antes de embarcar le había entregado un bolso a su esposa con todo su dinero junto a una serie de documentos que delataban la crisis financiera que lo ahorcaba. Una instrucción sugería abrirlo en una semana. Su esposa nada sospechaba. Rudolf Diésel fue el ingeniero alemán que había inventado el motor de combustión de alto rendimiento. Una idea rupturista, paradigmática y próspera que, sin embargo, lo había catapultado a la bancarrota. Los recursos aplicados a la optimización del producto -aún ineficiente y falible-, los primeros clientes insatisfechos que lo demandaron, la inversión obstinada estaban ahogándolo. La metáfora de su final. Había muerto en el mar un alemán endeudado mientras viajaba a Londres por negocios en vísperas de la Primera Guerra Mundial.


Las teorías de su suicidio son tan fuertes como las conspiraciones de asesinato

Relativizando las teorías de un suicidio, sobre tal razonamiento se consolida la primera hipótesis del asesinato. Un diario de época publicó su muerte con un titular especulativo: "Inventor arrojado al mar para evitar venta de patentes al gobierno británico". Su producto había interrumpido una coyuntura oportuna para la popularización de una nueva variable de motorización.

Las economías industrializadas utilizaban, por entonces, vapor para mover sus trenes y activar sus fábricas. El transporte urbano dependía de los caballos. Una gripe equina paralizó en esos años las actividades comerciales en los Estados Unidos. Antes una dotación de cien mil caballos había cubierto las calles con quince kilos de excremento y cuatro litros de orina por día. El diésel o un motor eficiente, asequible, dósil y fiable podía ser la solución.

Bajo ese contexto cultural, el motor diésel fue adquiriendo interés. Era más noble en comparación con los motores de combustibles, porque además de ser más económicos de refinar, liberaban menos gases disminuyendo los riesgos de explosiones. Un componente sugerente para el transporte militar, que preferiría que sus bombas no explotaran accidentalmente. Los submarinos franceses, por ejemplo, se propulsaban con motores diésel en 1904. Es el sustento de la primera conspiración sobre la muerte de Rudolf Diésel. La divulgación -la presentación del producto a capitales ingleses- de un invento revolucionario de cuna alemana en los albores de la Gran Guerra podría suponer la desaparición del responsable.


Rudolf Diésel murió muchos años antes de que su motor se volviera popular (iStock)

La segunda conjetura del asesinato confabula contra la industria del petróleo. Para comprender el marco, es menester recopilar la obra póstuma de los motores diésel. En los años veinte, los primeros camiones adoptaron esta nueva motorización. Los trenes, en los años treinta. Para antes de la década del cuarenta, un cuarto del comercio marítimo global era propulsado por motores del ingeniero fallecido. El científico checo Vaclav Smil lo considera uno de los principales promotores del mundo moderno: "Si la globalización hubiera sido impulsada por vapor en vez de diésel, el comercio habría crecido mucho más despacio". El economista irlandés Brian Arthur asocia el éxito del motor de combustión interna al concepto de "la dependencia de la ruta tomada": un fenómeno cíclico que se dedica a reforzar en retrospectiva el plan inicial. Por más que el vapor era tan viable como el petróleo en 1913, la influencia expansiva de la industria petrolera dirigió la inversión y el esfuerzo a evolucionar el motor de combustión interna.

La teoría de "la dependencia de la ruta tomada" explica por qué hoy los vehículos utilizan combustible. Quizá, si los negocios no movieran el rumbo de la humanidad, si el vapor hubiese tenido los mismos beneficios que el petróleo, la historia sería distinta. O sería como Rudolf Diésel lo hubiera deseado: que la rueda de la economía global se moviera por vegetales. Y aquí yace la segunda hipótesis de su asesinato. Aunque el diésel sea emparentado con el combustible -acreedor de una imagen negativa por su responsabilidad en la emisión de gases contaminantes-, el inventor que le dio su apellido al motor lo diseñó para que pueda alimentarse de infinidad de componentes de combustión.


Ingeniero e inventor del motor de combustión diésel: aún su muerte está cubierta de misterio

Diésel fue un acérrimo defensor de su tecnología alternativa. Sus motores podían ser alimentados por polvo de carbón o aceites vegetales, entre otros elementos compatibles. En la Feria Mundial de París de 1900, exhibió un modelo que operaba con aceite de maní. Un año antes de su muerte había presagiado que los aceites vegetales se iban a convertir en una fuente de combustible tan poderosa como el petróleo. Aquella sentencia pudo haber sido también una predicción de su carta de defunción. Otro diario sensacionalista tituló en aquella época la segunda teoría de conspiración: "Inventor asesinado por agentes de grandes compañías petroleras".

El biodiésel resucitó varias décadas después. Ya en otro contexto sociopolítico. Rudolf Diésel vivió en un tiempo y espacio donde adivinar la eficiencia de motores alternativos que contribuyeran al desarrollo de economías agrícolas pobres era desatinado o -al menos- peligroso.

Se suicidó por asfixia económica o lo mataron acusado de traición a su patria o a manos de la temerosa industria petrolera. Su cuerpo apareció una semana después, flotando al lado del barco. No le hicieron la autopsia por su grado de descomposición. Ni siquiera fue llevado a bordo. Sólo se quedaron con su billetera, su navaja y el estuche de sus gafas, pertenencias que luego su hijo identificó. El mar se había apoderado del cuerpo y la verdad.

sábado, 11 de enero de 2014

Argentina: Parish y Rosas

Rosas y uno 
Por Rolando Hanglin | Para LA NACION 

Esta columna no debería pertenecer a la serie de los "pensamientos" sino, más bien, a la de las "confesiones". Cuando uno llega a cierta edad, tiende a decir su verdad profunda, por lo menos hasta donde la conoce, ya sin ánimo de impresionar a nadie. Es hora de mostrarse. 

Fui educado en la línea "San Martín-Rosas-Perón". Mi madre, la profesora de Historia Salomé Unia, contaba los acontecimientos argentinos desde 1810 como una atrayente novela, y en esa trama había tres héroes, todos generales del Ejército: San Martín, Rosas y Perón. Mi padre Roddy (más completo: Rowland Ruddock Hanglin) era anglo-argentino. Para algunos sonará raro, pero mi padre fue fervoroso peronista y, con el correr de los años, se hizo partidario de Arturo Frondizi. 

Estas son las ideas que uno ha mamado y que forman el pavimento de su propia mentalidad. Por aquel entonces, Rosas era sinónimo de anti-británico, y conviene recordar que, hasta los años 30-40, toda la política argentina estaba marcada por dicho tema. Desde 1770 en adelante, los ingleses tuvieron una intervención muy intensa en Argentina, Chile, Uruguay y Brasil. No hablemos ya de la India, Pakistan, Africa. El "anticolonialismo" fue una bandera de las naciones postergadas, en la primera mitad del Siglo XX. Después de la caída de Perón, en 1955, empezó a hablarse del imperialismo yanqui. Ya Perón había construido su gran movimiento social demonizando al influyente embajador americano en Buenos Aires, Mr. Spruille Braden. El slogan victorioso fue "Braden o Perón", y con esa consigna el coronel venció a todos los partidos políticos sumados, desde el conservador hasta el comunista. A partir de los años 60, en Argentina se entendió que el Reino Unido había pasado a la historia, y que el presente estaba dividido en dos mitades: el área USA y el dominio URSS. 

Por eso, los militares argentinos creyeron que "el viejo león apolillado" no reaccionaría si le quitábamos las Malvinas de un manotazo, y lo intentaron. Lo que siguió fue una cruel lección sobre las realidades de la vida. 

De todos modos: cuando yo tenía diez años (hace 55) todavía se juzgaba a Rosas como antibritánico, a primera vista, y la vuelta de Obligado se veía como una batalla heroica contra la prepotencia de Londres. 

Con los anglo-argentinos ocurre algo raro. Somos muchísimos, y muy variados: los chacareros de origen irlandés, los galeses de la Patagonia desde Arnold hasta Johnston, los escoceses de la Provincia de Buenos Aires, los ingleses que se adueñaron del comercio de la Capital a partir de 1806. Los de Temperley, los de Hurlingham, los de Belgrano, los de Luján, los de Lomas, los de Río Gallegos, los de Rawson, etc. Pero los intelectuales o dirigentes que se han hecho notar pertenecen a la izquierda, al nacionalismo, al peronismo o a la poesía independiente. Digamos: no tienen nada de probritánicos. Podemos contar a John William Cooke, William Patrick Kelly, Mario "Pacho" O´Donnell, Rodolfo J. Walsh, Rodolfo Fogwill, María Elena Walsh, y hasta Peter Campbell ("Peidro Canbél") que llegó con las invasiones inglesas y se quedó a vivir en las pampas, convirtiéndose en un gaucho colorado de bota de potro, coleta y dos aritos. Porque, señores, los gauchos usaban arito. No uno, sino dos. Casi estamos tentados de mencionar a Guillermo Brown y a Raúl Alfonsín Foulkes. La historia de nuestro país está llena de ingleses y anglos. Sin embargo, casi ninguno de ellos fue "pro-británico", en sus ideas y proclamas. Más bien, lo contrario. 

Cuando cursé mi secundario en el Colegio Nacional de Buenos Aires, los grandes referentes eran Domingo Faustino Sarmiento, Amadeo Jacques, Florencio Varela, Salvador María del Carril, Bernardino Rivadavia, Mariano Moreno, Manuel Belgrano. Todos liberales europeístas. Me sentía un poco incómodo frente a mi condiscípulo de primer año, "Charly" Ortiz de Rosas, rubio y de ojos celestes como el Restaurador. Rosas estaba descripto, en la historia oficial de aquellos días, como un Monstruo en su Orgía de Sangre. 

Cabe acotar que, en estas circunstancias, uno comprende que la línea San Martín-Rosas-Perón no existe como continuidad de personas afines, ni tampoco la línea Mayo-Caseros (1810-1852) sino que todo está mezclado, de manera que no es posible formar una guerra entre Buenos y Malos. 

El lector de temas históricos siente el impulso de investigar. Conocer, descubrir, entender. Naturalmente, es imposible investigar si uno tiene resuelta la sentencia desde el comienzo. Si ya conocés el resultado: ¿Para qué averiguar más? 

Yo también tuve 20 años. En aquella época, creía que lo mejor que podía pasarle a nuestro país era elegir presidente a don Arturo Jauretche. Fundador de FORJA, crítico de los alvearistas y rebelde ante los chupamedias de Perón, fue eyectado del peronismo en 1950. Permaneció como referente de los revisionistas y los nacional-populares con arraigo en la provincia de Buenos Aires, el territorio propio de Rosas. Más adelante, lo substituyó en la moda intelectual don Jorge Abelardo Ramos, un gran escritor de temas históricos y políticos. Y hoy parece estar de actualidad (otra vez) el Sr. Jauretche, mi favorito de los 20 años, cuando no había elecciones en nuestro país. Jauretche nunca tuvo la menor chance de subir al poder. No anduvo ni cerca. 

Cuando uno se encuentra con las cosas raras de la vida y la historia, entiende que debe empezar a estudiar. Porque todo, absolutamente todo, está en los libros. Y nada, absolutamente nada, hay en los foros de internet, más que insultos, exclamaciones, orgasmos de 4 letras y frases sueltas. 

Buscando, buscando, buscando, me encontré con el libro del señor Raed. 

¿ROSAS, CONDECORANDO AL EMBAJADOR INGLES? 

En mi adolescencia, lo normal era atribuirle al brigadier general Juan Manuel de Rosas la condición de caudillo bonaerense, jefe de los estancieros y dictador absoluto de la Nación, con el rótulo formal de gobernador de Buenos Aires, entre los años 1830 y 1852. Nos enseñaron que fue derrocado por Justo José de Urquiza en la batalla de Caseros, que luego se exilió en Inglaterra, y punto. Fue un nacionalista cabal, católico, patriota, duro con los indios y -sobre todo- enemigo de los ingleses. Hoy día lo reivindican todos los nacionalistas, de izquierda y de derecha. 

Al cabo de los años, uno se encuentra con el libro de José Raed: "Rosas y el cónsul general Inglés, las condecoraciones". ¿Qué condecoraciones? ¿Para los piratas que nos robaron las Malvinas? 

Mr. Parish

Y bien: hubo condecoraciones, no una sino tres. 

El condecorado fue Mr. Woodbine Parish, nacido en Londres el 14 de septiembre de 1786, hijo de Mr. Woodbine Parish y de Mrs. Elizabeth Headley. Este hombre perteneció al servicio exterior británico, revistando en Paris, Sicilia y Nápoles. Colaboró también con Mr. Thomas Maitland, quien -para los lectores que hemos seguido las publicaciones de Rodolfo Terragno y Juan Baustista Sejean- ostenta un nombre familiar, ya que presentó a la Corona Británica un plan estratégico destinado a conquistar Buenos Aires, luego Santiago de Chile, invadiendo después Lima por el Pacífico, y así arrebatar a los españoles el corazón monárquico de Hispanoamérica. ¡Exactamente lo que hizo San Martín! Ya estaba escrito y planeado por los ingleses antes del año 1800. 

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Toda nuestra historia huele a tweed, a puerto, a cuero, a foot-ball, a scotch-whisky. 

Seguramente, Mr. Parish prestó servicios discretos pero importantes a la Confederación Argentina que conducía Rosas. Estoy seguro de que el Restaurador no les regaló nada a los ingleses, y también estoy seguro de que lo recibieron con toda cordialidad en Southampton, porque el amor con amor se paga. Más que eso, no sé. 

Existen otros vasos comunicantes entre San Martín y Rosas. El Libertador mantuvo una cálida correspondencia con el Restaurador de las Leyes (es decir, el hombre del Orden) y le legó su famoso sable corvo, hoy custodiado por los Granaderos. En todos estos vasos intervienen los ingleses. 

El Sr. Woodbine Parish, cónsul general del Reino Británico en el Río de la Plata, recibió de Rosas, a través de su canciller don Felipe Arana: la condición de ciudadano honorario de la Confederación Argentina, el título de coronel de Caballería de la misma y el derecho a utilizar la bandera argentina, sus colores y escarapelas, en el escudo de armas de su familia. 

Todo esto: ¿A cambio de qué favores? 

Repito, no sabemos. Pero, Inglaterra nos había arrebatado las Islas Malvinas en una operación pirata, que aún pervive y, tal como van las cosas, puede durar un par de siglos más. Por otra parte, si los porteños no nos hicimos problemas al perder el Uruguay, el Paraguay, el Alto Perú, y hoy discutimos al general Roca porque cometió el atropello de salvar la Patagonia para nosotros... ¿Estamos tan dolidos por la pérdida de las Malvinas, cuando sólo hemos retenido el 40 por ciento del Virreinato del Río de la Plata? ¿O fingimos un patriotismo ensangrentado cuando las grandes derrotas nos resbalaron sobre la piel? ¿Somos patriotas o bufones? Y no se trata de que esos territorios fueran "propiedad" de Buenos Aires, sino de la integridad de una gran nación hispana-sudamericana equivalente al Brasil, cuya capital podía estar en Montevideo, La Paz o Río Cuarto. 

Rosas, después de la gesta de Obligado y los enfrentamientos con Francia e Inglaterra, fue derrocado por los unitarios y sus amigos (liberales europeístas) en 1852. Como él mismo lo testimonia, tenía todo organizado para subir -si Caseros resultaba adverso- a una chalupa inglesa y abandonar Buenos Aires, con destino a Londres. Con la ayuda del cónsul británico, Mr. William Gore, así lo hizo con sus 17 cajones de archivo y sus enormes baúles. En Inglaterra fue recibido con honores (una salva de 21 cañonazos en el puerto de Southampton, para escándalo de "The Times", que censuró a las numerosas personalidades de la nobleza y el funcionariado que acudieron a estrechar la mano del general Rosas, una mano "manchada de sangre") y luego administró su propia chacra inglesa durante 25 años. Había gobernado la provincia con mano de hierro, por 20 años. Manejó su "farm", cerca de Southampton, hasta su muerte, antes de cumplir 84. 

Su último amigo, en aquellos tristes años de exilio, fue el Sr. Justo José de Urquiza. El mismo que lo había depuesto, y que lamentó en sus cartas el "maldito día" en que se le ocurrió voltear a don Juan Manuel. 

PROGRAMA DE ESTUDIOS 

Estas noticias concernientes al Sr. Parish nos dejan estupefactos. Porque, además, los sobrinos del cónsul, señores John y William Parish Robertson, vivieron en estas tierras desde 1806 hasta 1830, y presenciaron toda la época de Rosas. Más aún: el señor Parish Robertson fue testigo privilegiado de la batalla de San Lorenzo (única librada por San Martín en nuestro territorio) y terminó comprando un campo en esa localidad, que finalmente... vendió a ¡los socios de Rosas, la familia Terrero! 

Dice, en su libro sobre Rosas-Parish, el Sr. Raed: "El obsequio efectuado por Rosas es de una gravedad sin precedentes que ningún otro gobernante, por obsecuente que fuera con alguna potencia extranjera, llegó a hacer como expresión de servilismo... 

Rosas estuvo íntimamente ligado a los intereses ingleses, mercantiles y comerciales, representando los objetivos de su clase, ganadera y terrateniente de la provincia de Buenos Aires, a veces coincidiendo con el Litoral...Las fuerzas de la revolución necesitaban imperiosamente el apoyo internacional de Inglaterra. Pero eso no significaba ponerse de rodillas". 

Agregamos algunos detalles: Rosas no participó de la revolución de mayo. Su ídolo y protector personal fue el virrey Santiago de Liniers, un monárquico francés, partidario del Ancien Régime, fusilado por orden de Moreno y/o Monteagudo. Juan Manuel se arrimó a Buenos Aires hacia 1820, para restaurar el orden, la ley, el respeto por la propiedad, la religión y la familia. 

En otras palabras: fue un caudillo español, precursor de Francisco Franco y del General Perón, que también fueron admiradores de Mussolini. 

¿Hay que enojarse? No, hay que estudiar un poco más. 

Si el lector encuentra que nuestra historia, según estas breves líneas que escribe un simple periodista, historiador aficionado si se quiere, está llena de paradojas, hasta el punto de que todo parece una cadena de mentiras e imposturas...le recuerdo que la Revolución Libertadora de 1955, como primera medida, prohibió que se pronunciara el nombre de Juan Perón. No sus ideas, no su historia, no su movimiento. No: su nombre. Surgieron así mil maneras de nombrarlo: "el tirano prófugo, el dictador depuesto, el canalla, el líder, el que te dije, el macho, el jefe, Pocho". 

En fin. Si esto es una revolución "libertadora", yo soy el Papa de Roma.