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lunes, 11 de febrero de 2019

Batalla de Inglaterra: Dos héroes polacos enterrados en Argentina


El misterio del héroe anónimo de la Segunda Guerra Mundial enterrado en una pequeña ciudad de Córdoba 

León Switon fue un piloto que combatió en el batalla de Inglaterra, Su nombre está grabado en el monumento memorial dedicado a los aviadores a orillas del Támesis en Londres. Pero también está en una placa en el cementerio de San José, en la ciudad de Toledo. La sorprendente historia que trajo al héroe hasta nuestro país

Por Claudio Meunier Reus |  Infobae


  Sargento de Vuelo León Switon, piloto de la Royal Air Force. Recientemente Polonia rindió homenajes a sus héroes realizando un film sobre los pilotos del Escuadrón 303 en la Batalla de Inglaterra, unidad en la que él integró durante ese mismo período de guerra (Peter Sikora)

La información llegó desde la lejana Polonia, hoy tan cercana a través de la tecnología y las comunicaciones. Un escueto mensaje enviado por un colega historiador de aviación me informo sobre lo impensado: la tumba de un piloto polaco que participó en la Batalla de Inglaterra podía estar en nuestro país.

Su última morada era casi desconocida, aún para su único bisnieto que durante años, desde Polonia, intentó establecer el paradero de su bisabuelo en Argentina.

En el cementerio San José, que pertenece a la pequeña ciudad de Toledo, ubicada a pocos kilómetros de Córdoba Capital, se puede visitar una tumba entre las primeras erigidas en dicho camposanto. Las placas revelan dos nombres: León Switon y León Wroblewicz, fallecidos en 1978 y 1981 respectivamente.

El nombre de León Switon también se encuentra grabado en el monumento memorial dedicado a los aviadores de la Batalla de Inglaterra, a orillas del Río Támesis, Londres, que miles de turistas visitan año a año.

Los primeros interrogantes se plantearon: ¿Era el mismo piloto que voló en aquella terrible batalla?

Ante el hallazgo y el misterio, Víctor Toledo, intendente de la ciudad cordobesa, puso a disposición el certificado de defunción de Switon. El documento certificó que el hombre murió a los 62 años víctima de una insuficiencia cardíaca, el 22 de diciembre de 1978, en el hospital de Río Tercero. Su año de nacimiento coincidía con el del piloto.

En el cementerio comunal, la tumba está en perfecto estado. Unas simples baldosas conforman la base de la sepultura, muy lejos de los monumentos con placas conmemorativas a la batalla que existen en el Reino Unido y señalan su paso por la guerra. Aquí, en Toledo, solo se encontró una placa con su nombre grabado y debajo, otra placa con el nombre de León Wroblewicz, cuyos familiares son los dueños de la parcela.
  El Cabo Primero Leon Wroblewicz posa delante de un Havilland DH 98 Mosquito del Escuadrón 305 (Archivo Flia Wroblewicz)

A 79 años de la Batalla de Inglaterra, se conoce por primera vez que uno de los héroes nacionales de Polonia se encuentra sepultado en la pequeña ciudad cordobesa.

Junto a la historiadora cordobesa Alicia Panero, comenzamos a tejer redes de búsqueda que incluyeron visitas al cementerio, a la vieja casa de Switon el Barrio Empalme de Córdoba, a la familia de Wroblewicz, y a contactar a Bart, el bisnietode Switon.

¿Porque está allí León Switon? Las respuestas fueron apareciendo en los Archivos nacionales británicos que guardan microfilmada su impecable foja de servicio.

León Switon nació el 10 de octubre de 1915 en la localidad de Osiek, Polonia. Recibido en una escuela de oficios como mecánico, se interesó en la aviación, convirtiéndose en mecánico de aviones, y luego en piloto civil -formado en el Aéro club polaco de Lodz. Entre marzo de 1937 y febrero de 1938 trabajó como instructor.

Invitado por la Fuerza Aérea Polaca fue enviado a la escuela central de Deblin para entrenar aviadores. Cuando se encontraba en la escuela de Krosno, Alemania invadió Polonia. Switon escapó. Cruzó a Rumania, llegó a Francia y allí se subió a un avión de transporte que lo llevó hasta Gran Bretaña. Ni bien pisó suelo inglés, se presentó en la RAF para ofrecerse como piloto de combate. Luego de un arduo entrenamiento calificó para volar el caza más avanzado de su época, el Spitfire.

El monumento a los pilotos de la Batalla de Inglaterra a orillas del Tamesis

¿Qué significó la Batalla de Inglaterra entre los hechos sobresalientes de la Segunda Guerra Mundial? Al finalizar la invasión a Francia por parte de Alemania, Adolf Hitler puso en marcha la siguiente etapa: invadir las islas británicas, un hecho que marcaría el comienzo de la derrota en los siguientes años de la guerra.

Los pilotos exiliados de los países ocupados de Europa lograron reunirse para combatir en esta batalla decisiva. Checoslovacos, polacos, franceses, belgas y también voluntarios provenientes de Norte América, Canadá, Jamaica, Argentina, Rhodesia, Sudáfrica y Nueva Zelandia despertaron la admiración mundial.

Los héroes resistieron, sobre Londres y el Canal de la Mancha, combatiendo en una desventaja numérica notable a la Luftwaffe alemana. La Fuerza de Hitler poseía 3600 cazas y bombarderos listos para arrasar las islas mientras la RAF tenía para su defensa solo 871 aparatos de combate.

Cada piloto combatió en una desventaja de 7 a 1. Tanto que el tiempo estimado de vida de cada aviador era solo de dos semanas. A pesar de esta terribles estadística, combatieron con hidalguía y arrojo, incluso operando desde aeroclubes luego de haber sido bombardeados los aeródromos militares de la RAF.

Este núcleo de pilotos voluntarios logró imponerse a la "guerra relámpago"ordenada por el mariscal del aire Hermann Göring, conductor de la Fuerza Aérea Alemana. Enardecido por las bajas, Göring ordenó el bombardeo masivo de las ciudades británicas: una "nueva modalidad" que buscó ablandar la moral de la población. Pero ocurrió lo contrario: la resistencia fue cada vez más fuerte.

Hitler, impresionado por las bajas de su aviación -1733 aviones perdidos-, ordenó el aplazamiento de la operación León Marino: la invasión a las Islas Británicas. Gran Bretaña, entonces, respiró. Al concluir la batalla el Primer Ministro Winston Churchill pronunció sus famosas palabra sobre los valientes pilotos : "Nunca tantos, le debieron tanto a tan pocos".


  La desconocida tumba en Toledo que guarda los secretos de la Segunda Guerra Mundial (Archivo Alicia Panero)

¿Y cuál fue el rol del héroe enterrado en Toledo?

León Switon fue enviado al Escuadrón 312 de cazas Spitfire compuesto de voluntarios polacos y quedó en espera. Ante la gran cantidad de pilotos muertos, se lo destinó en forma urgente al Escuadrón 54, unidad en la que participaban dos famosos ases neozelandeses Al Deere y Colin Gray. Los problemas no tardaron en llegar para el polaco que apenas entendía el inglés, un verdadero escollo cuando la escuadrilla volaba con mal tiempo y debían guiarse por la radio.

El piloto polaco participó en patrullas de combate contra los cazas ME109 alemanes en el mes de agosto, uno de los momentos más duros en la Batalla de Inglaterra. Luego de sobrevivir ese mes -superando así los 15 días de vida que marcaba la triste estadística-, abandonó el Escuadrón 54 y se unió al Escuadrón de Spitfire 303 Ciudad de Varsovia, donde siguió volando en misiones no operativas.

El 25 de septiembre de 1940 dejó ese último escuadrón por problemas de salud. Uno de sus superiores descubrió su capacidad de instructor y la RAF lo envió rápidamente a entrenar pilotos polacos en la Escuela de Hucknall, de allí a la escuela de Montrose y finalmente a Canadá.

Luego, Switon regresó a Gran Bretaña para unirse a otra escuela de vuelo. Se casó y tuvo dos hijos a quienes envió a la recién liberada Polonia con la esperanza de reunirse con ellos, pero jamás los volvería a ver.

La política impuesta al finalizar la guerra fue un trago amargo para los aviadores de los países ocupados. Luego de combatir en la Batalla de Inglaterra y sobrevivir a otros cuatros años a combates aéreos por la liberación de sus países -como Checoslovaquia y Polonia-, vieron con frustración cómo sus esfuerzos se habían vuelto inútiles cuando sus tierras, sus hogares y calles pasaron al control de la Unión Soviética liderada por Josef Stalin. En la Conferencia de Yalta, Churchill, Stalin y el presidente americano Franklin D. Roosevelt repartieron como una torta en porciones los nuevos territorios de Europa.

Los pilotos polacos clamaron ante el primer ministro Churchill con una nueva frase: "Nunca tantos, hemos sido traicionado tanto, por tan pocos".

La situación era clara, significaba que los pilotos jamás podrían volver a sus tierras pues allí eran considerados traidores por el nuevo estado que regia sobre Polonia. Muchos de ellos, convencidos de que nada sucedería, volvieron a sus países para ser encarcelados durante décadas soportando vejaciones similares a las impuestas por Alemania en los años de la invasión.

Pilotos de la RAF corren hacia sus Spitfires ante un despegue de emergencia haciendo frente al enemigo. La imagen corresponde a una toma del épico film La Batalla de Inglaterra rodado durante 1968 ( archivo Claudio Meunier Reus)

El 9 de noviembre de 1948, León Switon de 33 años desembarco del buque a vapor Entre Rios proveniente de Southampton en el Puerto de Buenos Aires.

Dejó asentado ante las autoridades de inmigración que su profesión era la de aviador, traía tan solo unas valijas. Se perdió caminando entre el gentío del puerto de Buenos Aires, como uno más entre tantos buscó el anonimato.

Un largo viaje a través de Argentina lo llevó a Córdoba. Cerca de Toledo armo un pequeño hangar y con un avión civil comenzó a ganarse la vida como piloto fumigador. 

Switon admiró las extensas llanuras argentinas, la vegetación, la montaña, los ríos. Ni en sus sueños más ambiciosos había podido imaginar lo que era Argentina. Sonrió por primera vez en muchos años y sus manos, acostumbradas a llevar con brutalidad y rapidez los comandos de un Spitfire durante la Batalla de Inglaterra, se relajaron por primera vez en años al pilotear su avión.

Pero una pregunta sigue sin respuesta: ¿por qué Switon está enterrado junto a un hombre de apellido Wroblewicz ?

La familia Wroblewicz tiene parte de la respuesta porque la historia parece repetirse con León Wroblewicz. Él fue otro de los polacos en la RAF que eligió Argentina como su nueva tierra de esperanzas y anhelos. El hombre era mecánico de cazabombarderos Mosquitos en el Escuadrón 305. Su foja de guerra lo destaca como una persona muy capaz en el esfuerzo por ganar la guerra.

Janusz, su hijo, le contó a la historiadora Panero que León Switon había vivido cerca de ellos en Córdoba. Recordó las visitas y las reuniones entre ellos, pero que nunca los escuchó hablar delante de otros sobre las atrocidades de la guerra.

Al morir Switon, su camarada Wroblewicz quiso que fuera enterrado en la parcela familiar. Tres años más tarde el dueño de la parcela, sería sepultado junto a su compañero.

Bart, bisnieto de León Switon, buscó durante años saber qué había sido de la vida de su bisabuelo y su desconocida historia en Córdoba. El joven aun atesora las pocas cartas que León envió a su familia y que lograron cruzar a Polonia a través del muro de hierro erigido por el régimen comunista.

Con la noticia del hallazgo de la tumba de Switon, Bart no ocultó su emoción: "Finalmente sé dónde descansa en paz", dijo. Y solo pidió, para conservar viva la memoria, que a esa placa sencilla con el nombre de su bisabuelo le graben cinco palabras: "Con amor, tu bisnieto Bart".

domingo, 25 de febrero de 2018

SGM: Norteamericanos en la defensa aérea de Malta



Batalla por la fortaleza Malta


Por Anthony Rogers  ||  Aviation History Magazine

Los pilotos de combate de la Royal Air Force, incluido un grupo de voluntarios estadounidenses, pagaron un alto precio durante su valiente defensa del estratégico archipiélago.

El 21 de marzo de 1942, el oficial piloto Howard Coffin, un estadounidense de Los Ángeles y voluntario de la Royal Air Force, se sentó para registrar los eventos del día en su diario. Había estado volando Hawker Hurricanes en defensa de Malta durante seis meses.

"Nuestro hotel fue bombardeado", escribió. "P / O Streets, el tercero de los cuatro estadounidenses en llegar, P / O Hallett, F / L Baker, F / L Waterfield, P / O Guerin, P / O Booth, perdieron la vida. Este día nunca será olvidado ... Cuatro barcos hundidos en el puerto. Los hospitales fueron bombardeados, las iglesias y las ciudades se limpiaron. Qué matanza de vidas humanas. A menos que la ayuda llegue pronto, Dios nos salve. Sin comida, cigarrillos, combustible. Están haciendo una gran cantidad de evacuaciones de las esposas inglesas ".

Malta, a solo 17 ½ millas por 8¼, es la más grande de varias islas que forman un archipiélago en el medio del mar Mediterráneo, al sur de Sicilia y casi equidistante de Gibraltar en los accesos occidentales y de Alejandría, Egipto, en el este. Un puesto avanzado del imperio británico desde principios del siglo XIX, Malta fue especialmente importante durante la Segunda Guerra Mundial, proporcionando unidades navales y de aviación británicas con una base desde la cual atacar las rutas de suministro del Eje entre Italia y el Norte de África.

El 11 de junio de 1940, el día después de que Italia declarara la guerra a Gran Bretaña y Francia, la Regia Aeronautica (Real Fuerza Aérea Italiana) comenzó operaciones contra Malta. Poco antes de las 07.00 horas, cazas Macchi C.200 escoltaron a un grupo de bombarderos Savoia-Marchetti SM.79 a través de las 60 millas de mar que separan el archipiélago de Sicilia. Los cañones antiaéreos británicos se enfrentaron a los italianos, mientras que la sección de cazas (Fighter Flight) de Malta hizo despegar a los Gloster Sea Gladiators. Fue la primera de innumerables acciones que continuaría durante dos años y medio, ya que los italianos, más tarde con la ayuda de sus aliados alemanes, intentaron neutralizar y apoderarse de la isla.



Inicialmente, los biplanos obsoletos del Fighter Flight eran la única defensa aérea de Malta. Pronto serían inmortalizados como Fe, Esperanza y Caridad (aunque había al menos cuatro aviones en fortaleza). Los Gladiators se unieron el 21 de junio por dos Hurricanes, que fueron retenidos después de aterrizar en Malta mientras se dirigían al Medio Oriente. Al día siguiente, llegaron otros ocho Hurricanes en tránsito, tres de los cuales fueron reasignados a Fighter Flight. Pero pasaron casi dos meses antes de que se hiciera un esfuerzo para enviar refuerzos adicionales. El 2 de agosto, una docena de Hurricanes Mk I. Es despegado desde el portaaviones HMS Argus y voló 380 millas a través del Mediterráneo hasta Malta. Un Hurrican se estrelló en el aeródromo de Luqa y fue dado de baja, pero el resto se unió a los cazas sobrevivientes para formar el Escuadrón No. 261.

La vacilante ofensiva de Benito Mussolini contra Malta y la flota mediterránea británica, junto con la campaña del norte de África y la invasión de Italia por parte de Italia, finalmente llevaron a Adolf Hitler a ayudar a su aliado. Hacia el final de 1940, elementos de X Fliegerkorps (Cuerpo Aéreo) de la Luftwaffe comenzaron a llegar a Sicilia desde Noruega. A mediados de enero de 1941, la Luftwaffe había reunido en Sicilia una formidable variedad de aviones que incluía Junkers Ju-87s y -88s, Heinkel He-111s y Messerschmitt Me-110s.

La llegada al Gran Puerto de Malta del transportista dañado Ilustre en enero fue seguida por días de intensa acción mientras la Luftwaffe intentaba, pero no pudo, hundir el barco en sus amarras. El episodio todavía se recuerda como el "Illustrious Blitz". Para los pilotos de caza de Malta, lo peor estaba por llegar cuando, a principios de febrero, Messerschmitt Me-109Es del 7º Staffel (Escuadrón) de Jagdgeschwader (Luchador) 26 fueron transferidos de Alemania a Gela, en Sicilia. El destacado comandante del escuadrón fue el Oberleutnant Joachim Müncheberg, un receptor de Knight's Cross con 23 victorias. El Me-109E, más rápido y armado con cañones, era más que un rival para los Hurricanes de Malta, y las tácticas alemanas eran posiblemente más efectivas que las de la Royal Air Force. Durante los próximos cuatro meses, 7 / JG.26 reclamaría al menos 42 victorias aéreas (incluidas dos durante la breve participación de la unidad en la invasión de Yugoslavia). Veinte se acreditaron a Müncheberg. Increíblemente, ni un solo Messerschmitt se perdió en Malta.

El líder del escuadrón Charles Whittingham probablemente expresó el sentimiento general entre los pilotos de la RAF cuando escribió en su diario el 14 de mayo: "Otro piloto atacó. El puesto se está poniendo muy serio. La moral del escuadrón es naturalmente muy mala. Las personas están siendo atacadas sin resultados por 109-un A / C muy superior en grandes cantidades y capaces de posicionarse detrás del sol. Los maltés mismos se están quejando de que es un asesinato enviarlos. Pero HQ no cederá ".

Los pilotos de combate de Malta tuvieron un respiro cuando, a mediados de 1941, el equilibrio en el poder aéreo se desplazó entre los lados opuestos en el Mediterráneo central. Para Hitler, la prioridad en junio sería la invasión de Rusia. En consecuencia, la Luftwaffe redesplegó la mayoría de sus aviones en Sicilia. La guerra en el Desierto Occidental también tuvo que ser considerada, y entonces 7 / JG.26 fue enviada al sur a Libia. Durante unos meses, la RAF volvería a tener que lidiar con los italianos.

Mientras tanto, una nueva unidad de Malta, 185 Escuadrón, se levantó, y 249 Escuadrón, en ruta de Gran Bretaña a Medio Oriente, también llegó. Sus pilotos fueron informados de que permanecerían en Malta para que el 261 Escuadrón pudiera ser relevado. En junio, la isla se reforzó con pilotos de combate del 46 Escuadrón, después de lo cual la unidad fue redesignada como 126 Escuadrón. El 12 de noviembre, 34 Hurricanes piloteados por pilotos de 242 y 605 escuadrones llegaron desde los portaviones Argus y Ark Royal. (Al día siguiente, Ark Royal fue hundido por el submarino alemán U-81).



Con el inicio del invierno, los alemanes reaparecieron, ya que los aviones fueron trasladados desde Rusia y el norte de Europa, al sur de Sicilia. Pronto, II Fliegerkorps asumió el control de la Regia Aeronautica durante operaciones de la luz del día sobre Malta. Las incursiones alemanas, que comenzaron en una escala relativamente pequeña, aumentaron en intensidad hacia fines de diciembre, con salidas de bombarderos a la luz del día fuertemente escoltadas por los últimos Me-109F.

En esta etapa de la batalla, la fuerza aérea de Malta se estaba volviendo cada vez más cosmopolita. Inicialmente, los pilotos de combate eran casi todos oficiales británicos y altos oficiales suboficiales que prestan servicios en la RAF o la Reserva Voluntaria de la Fuerza Aérea Real. Con el tiempo, los pilotos llegaron de los Dominios (en particular, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica), Rhodesia y los Estados Unidos.

El primer bombardero de la Luftwaffe que cayó en tierra maltesa en 1942 fue contratado por pilotos de varios países. El 3 de enero, dos Ju-88 partieron de Sicilia y se dirigieron al sur hacia Malta. Para el Oberleutnant Viktor Schnez y su tripulación, recién llegados del Frente Oriental, era su tercera misión en el Mediterráneo. También sería su último. Después de que Schnez había llevado a cabo su tarea, los Hurricanes y las armas antiaéreas señalaron a sus Junkers. El sargento canadiense Garth Horricks del escuadrón 185 señaló en su diario de pesca: "ataqué a Ju. 88 desde el cuarto de popa y prendió fuego a su motor de babor. Se estrelló cerca de Takali. El artillero trasero puso 10 balas en mi avión. Me golpearon en el brazo izquierdo ".

Otro piloto de Hurricanes, el piloto estadounidense Edward Streets of 126 Squadron, informó: "En patrulla como Red One - a unos 18,000 pies. Vio un Ju 88 sobre Luqa - También 3 o 4 109's. Ataque uno (88) inmediatamente después de que ataque Ataque Amarillo 2 - Seguí al enemigo hasta que todos los tipos dispararon disparando todo el tiempo de ¼ a popa hasta que se hincó y se quemó - Lo siguió hasta 0 pies. 250 rondas de municiones disparadas: devuelve el fuego del artillero posterior hasta que salga disparado ".

El bombardero alemán se estrelló cerca de la ciudad de Żebbuġ. El fuego antiaéreo también derribó un Me-109, matando a Unteroffizier Werner Mirschinka de 4 / JG.53. Entre los pilotos de combate de Malta, 126 el oficial piloto del escuadrón Howard Coffin resultó levemente herido cuando aterrizó de forma forzada luego de ser disparado por un par de Messerschmitts.

Coffin fue uno de los primeros estadounidenses en llegar a Malta en septiembre de 1941, junto con los oficiales pilotos Edward Steele (desaparecido el 19 de diciembre de 1941), Donald Tedford (desaparecido el 24 de febrero de 1942) y Streets. "Junior" Streets se encontraba entre los seis hombres perdidos cuando su hotel en Mdina fue bombardeado el 21 de marzo de 1942. De los cuatro, solo Coffin sobrevivió a su tiempo en Malta.

Solo tres muertos estadounidenses fueron enterrados en cementerios malteses. Cuatro veces más no tienen una tumba conocida. Entre estos últimos, el oficial piloto James Tew fue asesinado a primera hora de la tarde del 3 de marzo de 1942, después de que los Hurricanes de 242 y 605 escuadrones se apresuraron para interceptar tres Ju-88 y varios Me-109. En esa ocasión, tres luchadores británicos se perdieron. El Hurrican de Tew se estrelló en la bahía de Marsaskala, y se encontró muy poco del piloto. El sargento de vuelo canadiense David Howe se rescató de la tierra y se lesionó el tobillo, mientras que otro canadiense, el sargento Ray Harvey, salió al mar gravemente quemado y herido de muerte. Estaba muerto cuando llegó el Rescate del Mar del Aire. Se rumoreaba en ese momento que había sido disparado después de tomar su paracaídas.

En 1942 las probabilidades se elevaron a favor de los defensores de Malta cuando, el 7 de marzo, 15 Spitfire Mark Vbs voló desde el portaaviones HMS Eagle y se unió al 249 Squadron. Aquí, por fin, había un luchador británico con la velocidad y el poder de fuego para igualar el Me-109. Antes de fin de mes, Malta se reforzó con 16 Spitfires más. Mientras tanto, las unidades de combate se sometieron a una reorganización. Los escuadrones numéricos 242 y 605 fueron absorbidos por 126 y 185 escuadrones y, el 27, los Hurricanes IIcs del escuadrón 229 fue trasladado del norte de África a Malta.

La contribución hecha por los malteses fue formalmente reconocida el 15 de abril de 1942 por el Rey Jorge VI: "Para honrar a su valiente gente condeco la Cruz de George a la Fortaleza Insular de Malta para dar testimonio de un heroísmo y devoción que será famoso durante mucho tiempo en la historia ". Fue el más alto honor que un soberano británico podría otorgar a una comunidad.



La dura prueba de Malta, sin embargo, estaba lejos de haber terminado. Cinco días más tarde, 47 Spitfires que comprendían 601 y 603 escuadrones volaron del portaaviones de la Armada de EE. UU. Wasp. Todos menos uno, un piloto estadounidense que se desvió a África del Norte, llegó a Malta. Hubo tres incursiones importantes contra la nación isleña al día siguiente. El tercer ataque terminó con reclamos de al menos cuatro aviones enemigos destruidos y varios probablemente destruidos y dañados. Pero los pilotos de combate de Malta salieron peor. De los cinco Spitfire de 126 escuadrones que salieron al aire, tres no pudieron regresar. Uno se estrelló después de que el piloto voló demasiado bajo a causa de la explosión de una bomba y salió disparado. Dos cayeron a Me-109 de JG.53. El sargento de vuelo George Ryckman, un canadiense, fue reportado como desaparecido, mientras que el oficial piloto estadounidense Hiram Putnam resultó gravemente herido por disparos de cañón. Su Spitfire voló en un mástil de radio de acero antes de estrellarse cerca. "Tex" Putnam murió de sus heridas al día siguiente.

A finales de mes, dado que se daba prioridad a otros frentes, se estaban realizando preparativos para redesplegar las unidades de la Luftwaffe, reduciendo así el número de bombarderos y cazas alemanes en Sicilia. Continuarían los ataques contra Malta, complementados con aviones italianos adicionales.

De acuerdo con los registros de la Luftwaffe, las operaciones en Malta entre el 20 de marzo y el 28 de abril de 1942 involucraron 5.807 incursiones de bombarderos, 5.667 efectivos de combate y 345 aviones de reconocimiento, un total de 11.819 incursiones. En este período de 5½ semanas, se informa que el peso de las bombas caídas superó las 7.228 toneladas.

Las recientes entregas de Spitfire significaron que Malta podría continuar la lucha sin Hurricanes. Hacia fines de mayo, por lo tanto, el Escuadrón 229 partió hacia el Medio Oriente. El 9 de junio, Eagle entregó otros 32 Spitfires, casi todos los cuales aterrizaron sin contratiempos. Uno de los pilotos recién llegados fue el Sargento George Beurling, un canadiense que fue asignado al Escuadrón 249. Beurling se convertiría en el mejor as de Malta y el piloto de caza más exitoso de Canadá. Era "un maestro positivo del combate aéreo y poseía habilidades fenomenales en la artillería de deflexión", según el oficial piloto estadounidense Leo Nomis, quien también recordó que de todos los pilotos de combate en Malta, "la única persona que conocí y que me gustó fue Beurling ".

A fines de junio, el Escuadrón 601 partió de Malta para unirse al RAF en apuros en el norte de África. Julio comenzó con una ofensiva renovada del Eje contra Malta que continuaría durante las próximas dos semanas.

Durante una incursión matutina el 3 de julio, varios cazas enemigos cruzaron la costa a gran altura. Doce Spitfires of 126 Squadron estaban en el aire. Aunque ninguna de las partes presentó ninguna reclamación, se perdieron dos Spitfires debido a problemas mecánicos. Un avión descendió de la costa: Pilot Officer F.D. Thomas rescató y fue recogido poco después. El otro Spitfire se zambulló de cabeza en un campo cerca de la ciudad de Siġġiewi, estrellándose con tal fuerza que ambos cañones Hispano de 20 mm quedaron firmemente alojados en el lecho rocoso. (Los esfuerzos para eliminarlos no tuvieron éxito, y un cañón, menos piezas de trabajo, y el cañón del otro quedaron in situ, un monumento no intencional pero impresionante a la batalla aérea de Malta.) El Oficial Piloto Richard McHan, originario de Idaho, rescató y aterrizó cerca de su Spitfire accidentado. Lo llevaron a un puesto de ayuda médica del ejército y lo trataron por sus lesiones, incluido un tobillo y una conmoción cerebral.

Ese verano, las entregas de Spitfire continuaron, lo que permitió que el 1435 Flight, antes ineficaz como una unidad de Hurricanes, fuera reequipado y retitulado como Escuadrón 1435. Pero para poder sobrevivir, Malta necesitaba un reabastecimiento constante de combustible y municiones de aviación, cazas de reemplazo y otras provisiones esenciales. El 3 de agosto, la Operación Pedestal salió de Escocia en la primera etapa de su viaje al Mediterráneo. Pedestal daría como resultado la entrega de aproximadamente 32,000 toneladas de suministros, así como 37 Spitfires, que se enviaron en avión fuera del HMS Furious. De los 14 buques mercantes, nueve se perdieron, junto con Eagle, dos cruceros y un destructor. De los cinco buques mercantes supervivientes, el petrolero de Texaco, Ohio, llegó a ser el epítome de los convoyes de Malta. Después de ser desactivado por torpedos y bombardeos, en los que un bombardero se estrelló contra su cubierta, el maltratado barco fue conducido a Grand Harbor amarrado entre dos destructores y con otro asegurado a popa como un timón de emergencia. La fecha era el 15 de agosto, la Fiesta de la Asunción, conocida localmente como la Fiesta de Santa María. Desde entonces, los malteses se han referido a la Operación Pedestal como Il-Konvoj ta 'Santa Marija.

Solo unos pocos pilotos de combate estadounidenses habían sido enviados a Malta en 1941. Se sabe que 42 sirvieron allí en unidades de Spitfire en 1942. Incluyeron al sargento Claude Weaver de Oklahoma, que fue derribado durante una incursión ofensiva sobre Sicilia el 9 de septiembre. , 1942. Eligió aterrizar a la fuerza en la costa enemiga en lugar de arriesgarse a rescatar el Mediterráneo. Weaver fue hecho prisionero, pero escapó un año después y regresó a Malta antes de ser trasladado a Gran Bretaña poco después. El 28 de enero de 1943, mientras servía en el Escuadrón 403, nuevamente fue derribado y esta vez resultó fatalmente herido. El Oficial Piloto Weaver, DFC, DFM y Bar, está enterrado en el Cementerio Comunal Meharicourt en Francia.



Cuando el verano dio paso a la caída, la batalla continuó. El 11 de octubre de 1942, la Luftwaffe y la Regia Aeronautica lanzaron la primera de una serie de ataques en un esfuerzo importante para aplastar a Malta. Esto, el ataque final del Eje, continuaría por una semana antes de que la Luftwaffe cambiara su estrategia, reemplazando las incursiones de los bombarderos de la luz del día con barridas de cazas y ataques de cazabombarderos. Pero ahora, finalmente, había esperanza para la atormentada Malta.

Tras una exitosa ofensiva aliada en El Alamein en Egipto, las fuerzas angloamericanas desembarcaron en el norte de África el 8 de noviembre. Para Malta, la falta de provisiones seguía siendo un problema, aunque la situación se vio aliviada por los suministros de barcos y submarinos. No fue sino hasta el 20 de noviembre que el asedio podría considerarse terminado, con la llegada durante la Operación Stoneage de cuatro buques mercantes: Bantam (holandés), Denbighshire (británico), Mormacmoon (estadounidense) y Robin Locksley (estadounidense).

Los ataques aéreos enemigos continuaron por algún tiempo, aunque solo esporádicamente y en una escala muy reducida. El costo para ambas partes ha sido alto, con más de 1.000 aviones cancelados y miles de militares y civiles muertos y heridos. Pero Malta nunca fue derrotada.

En julio de 1943, dos meses después de que el Afrika Korps se rindiera en Túnez, Malta desempeñó un papel destacado como cuartel general aliado y como base aérea avanzada durante la invasión aliada de Sicilia. Italia capituló poco después, el 8 de septiembre. Dos días después, la flota naval italiana comenzó a reunirse bajo escolta en Malta. Era un homenaje apropiado al maltés y a todos los que habían defendido su isla.

domingo, 4 de junio de 2017

SGM: 9 razones por las que se ganó la batalla de Inglaterra


La película de la cámara del arma demuestra la munición del trazador de un Supermarine Spitfire Mark I del escuadrón No. 609 RAF, volado por el teniente de vuelo J. H. G. McArthur, golpeando un Heinkel él 111 en su cuarto de estribor.

Nueve razones por las que los aliados ganaron la batalla de Inglaterra

Andrew Knighton - War History Online



Cuatro Defiant del escuadrón 264.


La batalla aérea más famosa de la historia, la batalla de Gran Bretaña fue una lucha dura y desesperada por detener la Alemania nazi. Después de lanzar ataques aéreos contra Gran Bretaña en junio y julio de 1940, el 8 de agosto, los alemanes lanzaron la primera de las incursiones de alta intensidad que marcó esta batalla. Con el fin de suavizar a los británicos listos para una invasión, estos ataques finalmente terminaron en fracaso. Gran Bretaña y sus aliados frenaron la marea.

Frente al poder de la Luftwaffe, ¿cómo ganaron?


Dos bombarderos alemanes de Dornier 17 sobre West Ham en Londres durante una incursión el primer día del bombardeo, el 7 de septiembre de 1940.

# 1 - Hicieron uso de pilotos de toda Europa

Al comienzo del conflicto, la Royal Air Force (RAF) enfrentó una escasez de pilotos entrenados. Algunos fueron atraídos desde el Brazo Aéreo de la Flota y desde el Comando Costero para hacer números. Pero fueron otros pilotos europeos los que hicieron de la Batalla de Inglaterra algo para toda Europa.

Los pilotos de caza habían huido de los países de Europa oriental cuando cayeron ante los nazis. Bastantes llegaron a Gran Bretaña para formar cuatro escuadrones enteros de pilotos polacos y otro compuesto de pilotos checos. Con sus aliados a su lado, los británicos tomaron el cielo.


El clásico Spitfire británico de la SGM.

# 2 - Tenían mejores aviones

Las decisiones de diseño de ambos lados dieron a los aliados el borde tecnológico.

Uno de los aviones alemanes fue el bimotor Messerschmitt Bf 110 "destructor", un avión mucho más lento y menos maniobrable que sus oponentes que se ganó el apodo de "locura de Göring". El Messerschmitt Bf 109E era mejor, siendo tan rápido como cualquier avión británico y capaz de escalar más rápido que los famosos Spitfires.

Pero fueron los Spitfires quienes marcaron la diferencia. Más manejable que nada, los alemanes volaron y armados con ocho ametralladoras, no tenían rival en los cielos.

# 3 - Los alemanes carecen de enfoque estratégico

Al comienzo de la campaña, la estrategia general de la Luftwaffe era concentrarse en la infraestructura que mantenía a la RAF en el aire. Los aeródromos, las fábricas y los puertos fueron los objetivos.

Pero todavía faltaba atención en estos ataques, pasando de un objetivo a otro. Como resultado, el efecto de los ataques se atenuó.

# 4 - Los tanques de combustible británicos estaban llenos, los pilotos fueron descansados

Volando todo el camino desde bases en Alemania, los atacantes estaban empujando sus gamas de vuelo mucho más difícil que los defensores. Los combatientes, en particular, tenían tanques más pequeños y estaban a menudo cerca del final de su combustible en el momento en que alcanzaron sus objetivos.

Como resultado, los bombarderos fueron a menudo obligados a atacar con poca cubierta de combate para defenderlos. Los bombarderos de buceo eran particularmente vulnerables a los ataques británicos.

Mientras tanto, los británicos, checos y polacos estaban defendiendo objetivos cerca de sus bases locales. Llegaron a la lucha con aviones llenos de combustible y pilotos mejor descansados ​​que los que enfrentaban. Podrían tener menos aviones, pero esos aviones pasaron más tiempo en acción útil.


Un piloto de Spitfire cuenta cómo derribó un Messerschmitt, Biggin Hill, septiembre de 1940.

# 5 - El radar británico era el mejor alrededor

Se extiende desde las Islas Shetland en el norte hasta Land's End en el extremo sudoeste, la red de radar de Gran Bretaña es la más avanzada del mundo. Combinado con bases de la RAF en la zona de batalla de Gran Bretaña, esto les permitió detectar ataques en su camino y conseguir combatientes en el aire para contrarrestar sus bombardeos. Como resultado, los aviones británicos no fueron capturados en el suelo y destruidos por los bombarderos como Hitler esperaba.

Una vez en el aire, los aviones fueron dirigidos por estaciones de control con acceso a la información de la red de radar. Podían ver a dónde iban los alemanes y dirigir a los pilotos hacia ellos, capturando a veces a los alemanes por sorpresa.


El primer ministro británico Winston Churchill.

# 6 - Los británicos estaban luchando por encima de sus jardines

Durante la Primera Guerra Mundial, German Flyers había dominado los cielos a través de la tecnología superior y el vuelo defensivo. Esta vez, esas ventajas recaían sobre los Aliados.

La lucha por el terreno dio a los británicos y sus aliados muchas ventajas. Significaba que podían utilizar la red de radar para lograr el mejor efecto. Había menos desgaste en los aviones de volar hacia adelante y hacia atrás. Se gastó menos combustible, un factor vital dado la vulnerabilidad de las líneas de suministro británicas a través del Atlántico.

# 7 - Los británicos podrían tomar prisioneros

La ventaja más grande que les dio la ventaja de casa fue que mantuvieron más de sus pilotos. Si un piloto británico, checo o polaco sobrevivió a la destrucción de su avión, aterrizaría en Gran Bretaña, o en el peor de los mares circundantes. Podría ser recuperado, recibir tratamiento de sus lesiones y volver al servicio activo.

No los alemanes. Todos los pilotos que perdieron en la batalla de Gran Bretaña cayeron en manos enemigas. Capturados por el ejército o arrestados por las autoridades locales, se convirtieron en prisioneros de guerra. Y así la batalla demostró ser un drenaje mayor en la mano de obra alemana que en la de sus enemigos.


Barrage Balloons sobre el centro de Londres en la Segunda Guerra Mundial.

# 8 - El bombardeo de la venganza de Hitler tomó el foco lejos de la lucha verdadera

La derrota de la Luftwaffe fue sellada a través de una mezcla de accidentes y la astucia del primer ministro Winston Churchill.

El 24 de agosto, un avión alemán accidentalmente salió del blanco y bombardeó edificios civiles en Londres. En respuesta, Churchill ordenó un ataque de represalia contra Berlín. De los 81 bombarderos enviados por los británicos la noche siguiente, sólo 29 llegaron a la capital alemana. No hicieron mucho daño, pero no necesitaron.

El ataque provocó a Hitler, que había prometido a los alemanes que nada de eso les iba a pasar. Abandonando su enfoque en la destrucción de la RAF, convirtió sus bombarderos en ciudades británicas. A partir del 7 de septiembre, cientos de toneladas de bombas fueron lanzadas deliberadamente sobre Londres y otras ciudades en una serie de redadas conocidas como Blitz.

Al tomar presión de la RAF, el Blitz les dio tiempo para recuperarse. Pronto fueron derribando bombarderos más rápido de lo que los alemanes podrían hacer. El trabajo de las semanas anteriores fue deshecho. Aunque nadie lo sabía todavía, el resultado de la batalla de Gran Bretaña había sido decidido.

# 9 - Cambiaron a las incursiones nocturnas

Las incursiones contra las ciudades británicas continuaron a lo largo de septiembre. A principios de octubre, con las bajas en ascenso, los alemanes cambiaron a las incursiones nocturnas. Esto redujo sus pérdidas, pero también redujo su efectividad. Era casi una concesión de derrota.

A finales de octubre, la Batalla de Bretaña había terminado. Los bombardeos continuaron, pero nunca más con la misma intensidad y concentración.

Gran Bretaña había sido salvada.