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domingo, 18 de abril de 2021

Rebelión de Azules y Colorados: El ataque a tanques en Magdalena y la destrucción de Punta Indio


F-9 Panther destruido junto a un ejemplar dañado

La vez que la Base de Punta Indio fue arrasada

Punta Indio Web



Magdalena al Norte y la BAPI al Sureste.


En los conflictivos años ’60 la Base de Punta Indio fue protagonista de algunos hechos desgraciados


La convulsionada y anárquica década del 60 vio nacer dos facciones en las Fuerzas Armadas. Azules y Colorados se enfrentaron duramente en 1962 y 1963, llegando al derramamiento de sangre. El último choque, que dejó 24 muertos y 87 heridos, se inició con un alzamiento del bando Colorado que buscó derrocar al presidente José María Guido. En tres días los Azules se impusieron, lo que dio paso a purgas masivas en el Ejército y la Armada.

Es el otro 2 de abril, el de 1963. Ese día amaneció espléndido, propicio al plan de los conjurados, que pretendían ungir presidente a un conspirador veterano, el general retirado Benjamín Menéndez, "comandante en jefe de las fuerzas revolucionarias de Aire, Mar y Tierra". El almirante Rojas estaba entre los complotados.

La Armada se sumó casi en pleno a la sublevación. En el Ejército, los rebeldes contrarios a la cúpula azul, encabezados por el general retirado Federico Toranzo Montero, lograron controlar algunas unidades del interior, mientras que en la Fuerza Aérea no pudo imponerse el sector minoritario del comodoro Lentino.

Para comprender esta pelea hay que retroceder a 1955, a la llamada Revolución Libertadora que derrocó a Perón y proscribió su movimiento. En 1958, Arturo Frondizi pactó y ganó las elecciones con los votos del líder exiliado. Los militares no se lo perdonaron, y menos que recibiera en secreto al Che Guevara en agosto de 1961. Frondizi fue derrocado ocho meses después y en su lugar asumió el senador Guido, condicionado por el "Partido Militar".

Antiperonista, anticomunista y alentado por un puñado de conspiradores ambiciosos, "el Partido Militar, en contacto con el oxígeno político se oxidó rápidamente y como todo partido argentino que respete la tradición, se dividió en dos. Así nacieron los azules y colorados", escribió un testigo de la época, el periodista Rogelio García Lupo.

Tenían contrastes: eran "antiperonistas pero en distinta forma", según el historiador Alain Rouquié. Para los colorados, el peronismo era un movimiento sectario y violento que daba lugar al comunismo. Para los azules, pese a su demagogia y sus abusos, el peronismo era una fuerza cristiana y nacional que había salvado a la clase obrera del comunismo y la subversión.

Los azules ("fuerzas propias" en lenguaje militar) nacieron como tales en setiembre de 1962 y llamaron "colorados" (los "enemigos") a sus rivales. Mediante la acción psicológica y el comunicado 150 que redactó Mariano Grondona se vendieron como "legalistas" y, tras cuatro días de escaramuzas, encumbraron a Juan Carlos Onganía como jefe del Ejército.

El gobierno de Guido, con apoyo de los militares azules, avanzaba en su estrategia de integrar al peronismo en la vida política, pero sin Perón. Los colorados esperaban una oportunidad para tomar el poder.

El día elegido fue ese 2 de abril. El combate más grave involucró al Regimiento 8 de Tanques de Magdalena y a su vecina Base de Aviación Naval de Punta Indio. El comandante de Punta Indio, capitán de navío Santiago Sabarots, intimó sin éxito al jefe tanquista, coronel Alcides López Aufranc, a unirse a la revuelta. Desde una avioneta se arrojaron panfletos dando 20 minutos de plazo previos al ataque. "El escuadrón era un hormiguero, y la orden fue evacuar el cuartel. A las 12.30 comenzó a ser atacado por aviones Panther y Corsario con fuego de metralla, bombas incendiarias y destructivas" , recuerda el conscripto clase 42 Hermindo Belastegui. Impactado por años por esa vivencia, este ex obrero metalúrgico plasmó su recuerdo en El C-8 no se rinde, una edición que logró sacar a la calle hace solo dos meses. El libro relata cómo fueron atacados todo el día con más de cien bombas, también de napalm. Hubo 9 soldados muertos y 22 heridos.



A las 12.30 comenzó a ser atacado por aviones Panther y Corsario con fuego de metralla, bombas incendiarias y destructivas” , recuerda el conscripto clase 42 Hermindo Belastegui. Impactado por años por esa vivencia, este ex obrero metalúrgico plasmó su recuerdo en El C-8 no se rinde, una edición que logró sacar a la calle hace solo dos meses. El libro relata cómo fueron atacados todo el día con más de cien bombas, también de napalm. Hubo 9 soldados muertos y 22 heridos. Al día siguiente la Fuerza Aérea “leal” contraatacó sobre Punta Indio. Cuando los blindados del 8 entraron en la base ya no había nada que hacer. En tierra había destruidos 24 aviones navales; 5 infantes de marina habían muerto y Sabarots había huido al Uruguay. López Aufranc —apodado “el zorro de Magdalena” en versión criolla de “el zorro del desierto” Erwin Rommel— quiso tomarse revancha y arrasar Punta Indio. Fue disuadido por Onganía y el ascendente coronel Lanusse.



Luego de las acciones del 2/3 de abril de 1963, fue ocupada y nuevamente saqueada por tropas de los Regimientos Nros. 8 y 10 de Caballería Motorizada. La destrucción de los aviones en tierra y material de Talleres fue de gran importancia en esta oportunidad. La razon fue, otra vez más, la política irracional que lleva a que se luche y se mate entre hermanos. En este caso en particular los aviones de Punta Indio atacaron el Regimiento 8 de Magdalena, como se ve en las dos fotos de abajo, con un NA T-6 disparando sus cohetes sobre el regimiento, que quedó con sus instalaciones destrozadas y por supuesto víctimas. Los Regimientos 8 y 10 contraatacaron a su vez tomando la base de Punta Indio, destruyendo sus aviones e instalaciones.



Un North American T6 disparando cohetes sobre Magdalena.

 

El Regimiento 8 de Magdalena muestra las consecuencias del ataque

Ubicación del Regimiento de Caballería de Tanques 8 de Magdalena



 
Fuerzas el Ejército se preparan para atacar Punta Indio

 
Parte de la pista con aviones dañados

 
El Regimiento de tanques posa sobre la pista de Punta Indio.

Ubicación de la Base Aeronaval de Punta Indio (BAPI)



Más fotos de los daños causados. Haya sido en Punta Indio o Magdalena, es difícil comprender hoy, en el siglo XXI, que esto no fue un ataque externo, sino una guerra fratricida, ¿cuántos pobres conscriptos, suboficiales y oficiales habran muerto en estas guerras estúpidas?

 

 

 


Aviones Corsario dañados


 

 

 


Un DC-4 destruido


 

 

 


Un DC-3 dañado y resto de otro quemado






 
Daños en tres Trackers

 

 

 
Panthers dañados o deshechos
 
Solo quedó la turbina de este Panther
 
El Grupo de Artilleria en la Pista de la BAPI
 

sábado, 30 de mayo de 2020

Guerra de Corea: El piloto naval que combatió un MiG soviético y tuvo que mantenerlo en secreto

Durante más de 50 años, el piloto de combate de la Armada nunca le dijo a nadie sobre derribar en secreto aviones rusos


War is Boring



El Capitán de Marina retirado E. Royce Williams ha estado guardando un secreto por más de 50 años.

Para sus amigos, familiares y otras personas con las que sirvió, Williams era conocido como un piloto de combate condecorado, que dirigió una exitosa carrera en la Marina, donde sirvió durante más de 30 años y voló en más de 220 misiones en Corea y Vietnam.

Sin embargo, incluso su esposa no sabía lo que había hecho el 18 de noviembre de 1952.

Esa mañana, Williams continuó lo que se había convertido en una rutina diaria para él cuando era un joven piloto de la Marina estacionado a bordo del USS Oriskany en la costa de Corea durante la Guerra de Corea; volando su avión de combate F9F-5 Panther sobre los cielos de Corea del Norte para atacar objetivos en apoyo de las operaciones en tierra. En esta mañana en particular, la única diferencia era que los objetivos estaban más al norte de lo habitual, cerca de la frontera del país con la Unión Soviética.

A pesar de una tormenta de nieve con fuertes vientos y nieve, Williams dijo que la misión comenzó con éxito, con pequeñas cantidades de fuego antiaéreo. Sin embargo, no habían contado con la base soviética cercana para notar su presencia. En cuestión de minutos, los soviéticos fueron a cuartos generales y revolvieron siete cazas MiG-15 para reaccionar ante la situación.

"Nuestro centro de información de combate nos notificó que había bogeys entrantes", dijo Williams. "Vi siete estelas provenientes del norte y las identifiqué como MiG".

Una vez que los MiG pasaron por encima de Williams y su acompañante, dieron vueltas y se dividieron en dos grupos: cuatro a la derecha y tres a la izquierda. Williams perdió de vista el avión y se le ordenó acercarse al grupo de ataque para protegerlo en caso de que los soviéticos atacaran.

Fue entonces cuando volvieron a Williams.

"Volvieron y comenzaron a disparar", dijo Williams. "Desde que comenzaron la pelea, respondí".

Williams se enganchó rápidamente a uno de los aviones y lo golpeó, observando cómo se incendiaba y se hinchaba el humo al descender. Su ayudante lo siguió, dejando a Williams solo con los MiG restantes.

En otro momento intenso, Williams pudo esquivar el fuego de las armas y disparar, derribando a otro MiG, dejando a dos de los cuatro originales en la lucha.

"Estoy a la defensiva, en realidad no les estoy declarando la guerra", dijo Williams.

Mientras seguía maniobrando para evitar ser alcanzado por los cientos de balas disparadas, uno de los pilotos soviéticos cometió un grave error, poniendo su avión directamente en la mira de Williams. Aprovechó la oportunidad y abrió fuego, derribando un tercer MiG.

En otro giro, Williams sintió que su avión temblaba violentamente cuando fue golpeado por un cañón de 37 mm de MiG, rasgando agujeros en su fuselaje y explotando, dejando su avión severamente dañado.

Mientras lucha por mantenerse en la pelea, algo más sale mal: Williams se queda sin municiones.

Los MiG restantes siguieron a Williams mientras convertía su avión dañado en la tormenta, usando los fuertes vientos para protegerse de las rondas entrantes mientras se dirigía a toda velocidad hacia su fuerza de tarea.

"Pude ver las balas viniendo sobre mí y debajo de mí", dijo Williams.

A medida que se acercaba a la fuerza de tarea, los MiG restantes se retiraron rápidamente, suponiendo que Williams probablemente no volvería a Oriskany debido a daños severos. Williams sabía que si se eyectaba, terminaría muerto de frío antes de que pudiera ser rescatado, y sus comunicaciones ahora se cortaron debido al daño causado a su avión. No tuvo más remedio que intentar un aterrizaje.

Para empeorar las cosas, el grupo de trabajo había ido a cuartos generales con órdenes de abrir fuego contra cualquier avión no identificado; Como Williams no podía comunicarse con ellos, abrieron fuego contra su avión y afortunadamente se detuvieron una vez que se acercó lo suficiente como para identificarse.

Su Panther no pudo reducir la velocidad o se estancaría, lo que obligó a Williams a aterrizar a 200 millas por hora. De alguna manera, todavía podía atrapar un cable en la cubierta de vuelo y salió ileso.

Al día siguiente, la tripulación inspeccionó su Panther y encontró 263 agujeros en el avión.

"Te sorprenderías, fue casi como una misión de entrenamiento", dijo Williams, relatando la historia. "Estaba bastante estable".

Poco después de regresar, Williams recibió la orden de reunirse con su almirante y un representante de una nueva agencia gubernamental: la Agencia de Seguridad Nacional. La NSA había estado probando nuevos equipos de comunicaciones que estaban interceptando las conversaciones de radio de los soviéticos, y sabían que si se hacía público algún detalle de la misión de Williams, los soviéticos sabrían que Estados Unidos podía escuchar sus comunicaciones. Por lo tanto, a Williams se le ordenó que no le contara a nadie sobre su misión: estaba clasificada como Top Secret.

Durante el resto de su exitosa carrera en la Marina, y durante décadas después de la jubilación, los detalles de la pelea de Williams con los MiG soviéticos sobre Corea del Norte permanecieron en secreto.

Cuando finalmente fue contactado por el gobierno y le dijeron que su misión había sido desclasificada, la primera persona que Williams dijo que le dijo fue su esposa.

Story by Austin Rooney - Defense Media Activity (Historia publicada originalmente en 2018) 

domingo, 1 de abril de 2018

COAN: Serra en el 3-A-151, el primer supersónico naval

Serra en el Grumman F9F-8T Cougar – Mat. 3-A-151 sobrepasa la sonido

Arqueología Aeronáutica (con modificaciones)


30 de marzo de 1962, 56 años hoy. Durante un vuelo de prueba del Grumman F9F-8T “Cougar” 3-A-151 en NAS Norfolk, VA, USA; el Capitán de Corbeta Rafael Serra se convierte el 1er Aviador Naval Argentino en superar la barrera del sonido.

Grumman F9F-8T Cougar – Mat. 3-A-151 – Bahía Blanca



Un F9F-8T en la cubierta del portaaviones USS Saratoga (CVA-60), finales de los años 1950.

Con la incorporación por parte de la USN de aviones con ala en flecha, Grumman temió perder la hegemonía conseguida con el Panther y decidió desarrollar en 1954 el Cougar.



Fue construido en 1957, siendo una versión de entrenamiento con ala en flecha y asientos biplaza en tándem con doble comando, óptimo para la transición de los futuros pilotos de F9F-2 tanto de la USN como del USMC, función que desempeñó hasta bien entrado los años '70.



La Aviación Naval Argentina necesitaba un entrenador a reacción luego de la incorporación del Panther, pero las gestiones nunca se concretaron oficialmente. Sin embargo en 1960, como parte de una confusión en la denominación, se vendieron dos aviones de este modelo al Comando de la Aviación Naval, y como consecuencia de ese “error” no se permitió la venta de repuestos para los mismos.



Fue entregado en la NAVAL AIR STATION NORFOLK (Virginia), donde se cumplieron los vuelos de aceptación. El 30 de marzo de 1961, y como parte de los vuelos de aceptación rompió la barrera del sonido siendo su piloto el Capitán de Corbeta Rafael SERRA. Fue la primera vez que un avión naval lograba esa marca.



El traslado al país fue hecho a bordo del Portaaviones ARA (V1)"INDEPENDENCIA", recientemente adquirido, compartiendo hangar con los S-55 y Tracker, arribando al puerto de Buenos aires el 24 de mayo de 1962.



Asignado a la PRIMERA ESCUADRILLA AERONAVAL DE ATAQUE con la matrícula 3-A-151 y el número de la Dirección de Material (Nº DIMA) 0516.



Debido al bloqueo de las licencias de exportación de repuestos por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, volaron muy pocas horas en relación a los años que prestaron servicios. Fueron los primeros aviones de reacción con ala en flecha, capacidad de llevar misiles y reaprovisionamiento en vuelo de la AVIACIÓN  NAVAL.



Fue desactivado el 9 de junio de 1971 por Resolución del 09 de junio de 1971, realizó su último vuelo entre la BASE AERONAVAL COMANDANTE ESPORA y Aeroparque el 9 de junio de 1971 al mando del Teniente de Navío Eduardo ALIMONDA.



Fue colocado como Gate Guardian  en el Edificio Libertad (sede del COMANDO EN JEFE DE LA ARMADA) hasta 1988, en que fue trasladado al MUSEO DE LA AVIACIÓN NAVAL ARGENTINA.



Durante varios años fue exhibido en el parque exterior del museo siendo ubicado sobre el campo de exposición y luego sobre la pista del “portaaviones”.



Actualmente espera restauración en el interior del hangar destinado a tal fin en la Base Aeronaval Comandante Espora, Bahía Blanca.



Su estado general es bueno, pero con importantes detalles de pintura, producto de los años que pasó a la intemperie.



Situación actual a la espera de su repintado.