Mostrando entradas con la etiqueta conflicto fronterizo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta conflicto fronterizo. Mostrar todas las entradas

martes, 3 de marzo de 2020

Azerbaiyán: A 30 años de la invasión soviética

A 30 años del “Enero Negro” en Azerbaiyán, la última y olvidada invasión de la Unión Soviética 

Luego del quiebre con los países de Europa del este en 1989 y ya en proceso de franca desintegración, el imperio forjado en 1922 intentó frenar a los movimientos secesionistas en el Cáucaso con una brutal operación militar en la ciudad de Bakú, que dejó un saldo de cientos de muertos y heridos entre la población civil y tuvo precisamente el efecto contrario
Por Germán Padinger || Infobae
gpadinger@infobae.com


Azerbaiyanos observan un auto destruido durante la invasión soviética de Bakú (AFP)


A diferencia de lo ocurrido con sus satélites en Europa del Este, como Alemania Oriental, Hungría y Polonia, que en 1989 comenzaron a abandonar el mundo comunista mediante procesos pacíficos, la disolución de la Unión Soviética tardaría casi dos años más y sería violenta y caótica.

Una a una las “repúblicas socialistas soviéticas”, desde el Báltico hasta el Cáucaso, empezaron a buscar la independencia de Moscú a medida que el imperio soviético surgido en 1922 se desmoronaba, en gran parte producto del proceso de reforma y apertura lanzado en 1985 por el premier Mijail Gorbachov, pero también por sus contradicciones internas y la deserción de los aliados europeos.

“Aunque la debacle internacional de la URSS alentó el secesionismo en aquellas repúblicas con fuerte sentimiento nacionalista, especialmente en los países bálticos y en Georgia, la desintegración de la Unión no se debió a fuerzas nacionalistas”, considera el fallecido historiador británico Eric Hobsbawm en su libro “Historia del siglo XX”. “Fue obra, principalmente, de la desintegración de la autoridad central, que forzó a cada región a mirar por sí misma y salvar lo que pudiera de las ruinas de una economía que se deslizaba al caos”, agrega.

Mijail Gorbachov, último premier de la Unión Soviética y quien ordenó la invasión

Cuando fue el turno de Azerbaiyán, que llevaba una larga historia de 70 años de conflicto con la autoridad soviética, sus habitantes salieron a las calles para pedir la independencia movidos por una crisis territorial con Armenia y por la incapacidad de conectar con la población azerí en Irán, y Gorbachov, presionado en todos los frentes, pareció dar un giro en su postura aperturista: movilizó rápidamente a las tropas para contener la situación y dar un ejemplo para otras regiones separatistas, especialmente en las estratégicas regiones del Cáucaso y el Báltico.

El 19 de enero de 1990, fecha de la cual se cumple este domingo 30 años, Moscú envió 26.000 soldados del Ejército Rojo a Bakú, capital azerbaiyana, para aplastar el movimiento, dejando un saldo de cientos de muertos en un episodio que ha quedado marcado en la historia del país como el “Enero Negro”, el sangriento momento en el surgió una vez más la nación azerbaiyana.

La crisis estalló por un viejo conflicto entre Armenia y Azerbaiyán, ambas repúblicas soviéticas en ese entonces, por el territorio de Nagorno-Karabakh, una zona montañosa al sur de Azerbaiyán habitada por una población étnicamente armenia.

Aún antes de sus respectivas independencias, los armenios ya estaban reclamando a Moscú la unificación con este territorio, iniciativa que era fuertemente rechazada por los azerbaiyanos. La animosidad entre ambos pueblos comenzó a empeorar en 1988, en parte atizada por el Frente Popular de Azerbaiyán, un movimiento político independentista opuesto a Moscú que veía en el enfrentamiento con Armenia una causa nacional, y en parte por el apoyo armenio a fuerzas separatistas en la región en disputa. Con el tiempo el conflicto derivó en violentos enfrentamientos entre ambos pueblos.

Tropas soviéticas a bordo de un vehículo acorazado en la región de Nagorno-Karabakh (RIA NOVOSTI / AFP)

Cuando el 9 enero de 1990 la autoridad central de la URSS, ya en franco proceso de retroceso, toleró una medida de la República Socialista Armenia para incluir a los habitantes de Nagorno-Karabakh en sus elecciones internas como paso previo para la absorción de la región, los azerbaiyanos salieron a las calles con un discurso “anti-armenio”, según un informe realizado por la organización de Derechos Humanos Human Rights Watch, y demandando la independencia de Moscú, que ya no podía asegurarles la integridad territorial.

La tensión también estaba en alza por un incidente ocurrido en diciembre de 1989 en la frontera entre Azerbaiyán e Irán, cuando azerbaiyanos derribaron una serie de barreras fronterizas para entablar contacto con habitantes iraníes étnicamente azeríes, que quedaron separados tras el Tratado de Turkmenchay celebrado entre Irán y Rusia en siglo XIX.

La lucha por la unificación de estos pueblos era parte también de las bases del Frente Popular, que demandaba la “abolición de todas las barreras políticas al desarrollo de vínculos culturales y económicos con Azerbaiyán del Sur”, de acuerdo a su programa.

Cuatro azerbaiyanos cruzan en balsa el río Aras, frontera con Irán, el 14 de enero de 1990 (INRA / AFP)

“Manifestantes azerbaiyanos desmantelaron prácticamente la totalidad de las instalaciones fronterizas a lo largo de la frontera de 590 kilómetros con Irán, mientras que un grupo de académicos enviaba una carta al Politburo y al Presidio de la Unión Soviética comparando la división creada por el tratado de Turkmenchay con la de Corea y Vietnam”, explican los investigadores azerbaiyanos Shamkhal Abilov e Ismayil Isayev en un artículo publicado en el volumen de 2017 “'Azerbaijani’ and Beyond : perspectives on the construction of national identity".

La crisis con los armenios y por la frontera con Irán aumentó el apoyo al Frente Popular, y las manifestaciones se convirtieron en una revuelta que llevó a la renuncia de las autoridades pro-soviéticas en Azerbaiyán, dejando el poder en manos del movimiento independentista, que de inmediato intentó organizar a la población frente a un posible conflicto con Armenia.

En ese momento, el gobierno del premier Gorbachov reaccionó. El 15 de enero declaró el estado de emergencia, y citando el objetivo oficial de proteger a la población armenia en Azerbaiyán de la creciente violencia que estaba viviendo, las tropas del ejército rojo asaltaron Bakú. Para muchos observadores sin embargo, la verdadera intención de Moscú era aplastar al Frente Popular y frenar la secesión.
  Tropas soviéticas en el aeropuerto de Kirovabad, hoy Ganja, en Azerbaiyán (AFP)

“Los soviéticos usaron el pretexto de la violencia para intervenir el 19 de enero, con el objetivo real de frenar el movimiento nacionalista y preservar el status quo”, señalan los académicos.

La brutalidad desatada tuvo, además, el efecto contrario.

“Si el conflicto por Nagorno-Karabakh con Armenia fue el factor primario para la movilización política, identitaria y popular de los azerbaiyanos pidiendo mayor autonomía dentro de la Unión Soviética a finales de la década de 1980, el ‘Enero Negro’ fue la motivación principal para buscar la independencia a comienzos de 1990”, agregan labilov e Isayev, graduados de las universidades de Qafqaz y Leipzig, respectivamente.

El 19 de enero Gorbachov ordenó la invasión de Azerbaiyán y en la noche del día siguiente 26.000 soldados de las fuerzas especiales, organizadas bajo el nombre en código “Alfa”, entraron en Bakú, la capital. Como suele suceder cuando las ejércitos, entrenados y formados para la guerra, son enviadas a controlar una revuelta civil, la brutalidad fue inimaginable.

Algunas de las víctimas del operativo (AFP)

En su reporte de la época, Human Rights Watch relató cómo las tropas soviéticas usaron sus tanques para aplastar a civiles indefensos y abrieron fuego contra hombres, mujeres y niños de todas las edades, documentando también el ataque indiscriminado contra hospitales, ambulancias y personal médico.

De acuerdo al balance más citado, al menos 133 personas murieron, 611 resultaron heridas y hubo 841 detenciones ilegales, aunque otras estimaciones hablan de hasta 300 muertos. Además, cinco personas desaparecieron y nunca más se supo de ellas.

Entre las víctimas había un niño de siete años, una muchacha de 16, un anciano de 80, y un joven médico acribillado en su ambulancia mientras intentaba ayudar a otras víctimas.

Finalmente, se estima que unas 200 casas y departamentos fueron destruidos, además de 80 autos, incluyendo numerosas ambulancias.

Tropas soviéticas descansando en un cuartel improvisado en Bakú, el 23 de enero de 1990 (AFP)

“El ‘Enero Negro’ fue una operación militar conducida deliberadamente contra la población de Azerbaiyán, y alcanzó su objetivo. Las milicias del Soviet Supremo de Azerbaiyán y otras instituciones políticas fueron desarmadas. (...) Se bloqueó a la televisión, se prohibió el ingreso de extranjeros a la ciudad y la llegada de la prensa occidental a cubrir los eventos”, señalan Iabilov e Isayev.

En un reporte del Washington Post fechado el 22 de enero de 1990, en el que cita a fotógrafos rusos que estuvieron en Baku, se hablaba de “soldados soviéticos disparando a cualquier cosa que se moviera”. Allí también se da cuenta de una serie de tiroteos entre tropas soviéticas del grupo “Alfa” y soldados de origen azerbaiyano amotinados contra Moscú.

Según reportes oficiales soviéticos, una veintena de soldados murieron durante el operativo. Aunque hasta el día de hoy persisten dudas si estos cayeron luchando contra los sectores amotinados o en episodios del llamado “fuego amigo".

En medio de la operación, Gorbachov apareció el 22 de enero en la televisión soviética y justificó su decisión de reprimir a los “nacionalistas militantes que se rehusaron a escuchar la voz de la razón” y que buscaban “tomar el poder por la fuerza”, según consignó la BBC. “Lamentablemente ha muerto gente, los hechos dieron un giro trágico en Bakú”, indicó el premier, para luego agregar que esperaba que la decisión de enviar al ejército fuera “entendida y apoyada por todos los ciudadanos”. Meses después recibiría el Premio Nobel de la Paz por su “rol de liderazgo en los procesos de paz que hoy caracterizan a importantes sectores de la comunidad internacional".
  Azerbaiyanos riden homenaje a sus muertos en Ganja, cerca de la frontera con Armenia (AFP)

La intervención en Baku restauró el poder de la República Socialista Soviética de Azerbaiyán, pero duraría poco. El apoyo a la independencia creció, los azerbaiyanos concluyeron en masa a los funerales de los muertos en la masacre y el Partido Comunista local experimentó el éxodo masivo de sus miembros. Al mismo tiempo, la violencia entre azeris y armenios empeoró, y en especial estos últimos sufrieron los “porgromos”, linchamientos masivos, en este caso motivado por razones étcnicas.

Con la disolución de la URSS aumentando en velocidad y la crisis llegando también a Moscú, Azerbaiyán alcanzaría finalmente la independencia el 18 de octubre de 1991. La Unión Soviética sería formalmente disuelta el 26 de diciembre de ese mismo año.

Pero como casi todas las otras repúblicas socialistas, el país comenzó entonces un largo y difícil período de consolidación por fuera de la URSS, marcado por el hambre y la escasez, y que incluyó también una guerra muy dura con Armenia, precisamente por la región de Nagorno-Karabakh, y que acabó finalmente en 1994.

martes, 2 de mayo de 2017

Colonialismo: El legado actual de fronteras del Imperio Británico

Fronteras de la fantasía
The Economist





Las fronteras disputadas son una causa y un síntoma de las tensiones entre los grandes vecinos del sur de Asia. Cuando el poder colonial, Gran Bretaña, se retiró de la India dejó un legado peligroso de fronteras descuidadas o arbitrariamente dibujadas. Las tensiones entre la India y China flare de vez en cuando, especialmente a lo largo de la frontera del extremo noreste de la India, a lo largo del estado de Arunachal Pradesh. En los últimos años los funcionarios chinos han llevado a llamar a parte de la misma zona "Tíbet del Sur", a la furia de la India, ya que parece implicar una reclamación china sobre el territorio. El fracaso en acordar la frontera precisa, y luego demarcarla, asegura que los desacuerdos futuros puedan volver a estallar. Pakistán, también, está acosado por fronteras difíciles. Afganistán, al norte, ha sido durante mucho tiempo un vecino hostil. Esto se debe en gran medida a que Afganistán se niega a reconocer la frontera, conocida como la línea de Durand, entre los países atraídos por los británicos.

Sin embargo, lo más polémico de todos son las fronteras en Cachemira, donde Pakistán, India y China tienen demandas competitivas. En el momento de la independencia, en 1947, estaba claro que muchos musulmanes indios estaban decididos a romper con la India de mayoría hindú. Correspondió a un funcionario británico, que no sabía nada de la región, trazar una línea divisoria entre territorio que se convertiría en Pakistán e India. Pakistán recibió zonas dominadas por musulmanes en el lejano noroeste, además de territorio en el este (que obtuvo la independencia como Bangladesh en 1971). Se dijo a los gobernantes de algunas áreas en disputa, notablemente Cachemira, que eligieran a qué país se unirían.

Mientras los gobernantes hindúes de Cachemira prevaricaron, con la esperanza de convertirse de algún modo en un país independiente, los líderes de Pakistán decidieron forzar el asunto. Dado que Cachemira era (y es) un territorio de mayoría musulmana, Pakistán se sintió justificado al ver a jefes de guerra Pushtun cargar en el noroeste de Pakistán, a fines de 1947, para tomar el control de Cachemira. En respuesta, la India, al parecer invitada por los gobernantes de Cachemira, desplegó su ejército nacional y detuvo a los invasores tomando Srinagar, la capital de Cachemira, situada en el valle de Cachemira, la parte más codiciada del territorio. La línea de control resultante, en general, sigue siendo la frontera internacional de facto dentro de Cachemira y, en efecto, es aceptada por Paksitan y la India. Un gran número de soldados indios y paquistaníes permanecen en Cachemira hoy, ya que ambos países profesan ser la autoridad legítima para el resto de Cachemira. Para complicar las cosas, China también ha extendido su influencia y control sobre partes de Cachemira, en gran parte con el apoyo de Pakistán, un aliado.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Entreguerra: Conflictos fronterizos soviético-japoneses


Conflictos fronterizos soviético-japoneses



Las guerras fronterizas soviético-japonesas fueron una serie de conflictos fronterizos entre la Unión Soviética y Japón entre 1932 y 1945.
Antes de la ocupación japonesa de Manchuria, la Unión Soviética tenía conflictos con China en la frontera de Manchuria. Después de la ocupación de Manchuria y Corea, Japón volvió a sus intereses militares en los territorios soviéticos y los conflictos ocurrió con frecuencia en la frontera de Manchuria.


Pequeñas batallas


El Ejército Imperial japonés (EIJ) registró 152 incidentes menores en la frontera de Manchuria entre 1932 y 1934. El número de incidentes aumentó a más de 150 por año en 1935 y 1936, y la escala de los incidentes se hizo más grande.
En enero de 1935, la primera batalla armada, el incidente Halhamiao (哈尔哈 庙 事件Haruhabyō jiken ?) Ocurrió en la frontera entre Mongolia y Manchuria. [1] Decenas de caballería de Mongolia se enfrentaron a una patrulla del ejército de Manchuko cerca del templo budista Halhamiao. El ejército de Manchuko incurrió en leves bajas, incluyendo un consejero militar japonés.
Entre diciembre de 1935 y marzo de 1936, (オラホドガ 事件Orahodoga jiken ?) (japonés) y el incidente Tauran (タウラン 事件Tauran jiken ?) (Ja) ocurrió el incidente Orahodoga. En estas batallas, tanto del ejército japonés y el ejército mongol utilizaron un pequeño número de vehículos blindados de combate y aviones militares.
En junio de 1937, el incidente de la isla Kanchazu  (干 岔子 岛 事件Kanchazutou jiken ?) (japonés) se produjo en el río Amur (frontera soviética Manchuko). Tres barcos de guerra soviéticos cruzaron la línea de centro del río y ocuparon la isla Kanchazu en el río. La 1ª División del EIJ hundió uno de los barcos de guerra soviéticos con fuego de artillería y dañó a otro. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón protestó y soldados soviéticos abandonaron la isla.

Batalla del Lago Khasan


La batalla del lago Khasan (del 29 de julio de 1938 al 11 de agosto de 1938) y también conocido como el Incidente Changkufeng (Chino :张 鼓 峰 事件, pinyin : Zhānggǔfēng Shijian, pronunciación japonesa : Chōkohō Jiken) en China y Japón, fue un intento de incursión militar de Manchukuo (japonés) en el territorio reclamado por la Unión Soviética. Esta incursión fue fundada en la creencia de que la parte japonesa de que la Unión Soviética interpretó erróneamente la demarcación de la frontera en base al tratado de la Convención de Pekín  entre la Rusia Imperial y la antigua dinastía Qing- China (y de acuerdos complementarios posteriores sobre la demarcación), y además, que los marcadores de demarcación fueron manipulados.

Batalla de Khalkhin Gol


Soldados japoneses posan con equipo soviético capturado en la batalla de Khalkhin Gol.

La batalla de Khalkhin Gol, a veces escrito Halhin Gol o Khalkin Gol debido al río Halha que pasaba por el campo de batalla y conocido en Japón como el Incidente Nomonhan (por la aldea cercana a la frontera entre Mongolia y Manchuria), fue la batalla decisiva de la no declarada guerra fronteriza soviético-japonesa (1939), o Guerra japonesa-soviética. No debe confundirse con el conflicto en 1945, cuando la Unión Soviética declaró la guerra a favor de los otros aliados de la Segunda Guerra Mundial y lanzó la Operación Tormenta de Agosto.



Khalkhin Gol, 1939. Ofensiva de tanques BT-7 soviéticos.

Pacto de Neutralidad Soviético -Japonesa


Como consecuencia de la derrota japonesa en Khalkhin Gol, Japón y la Unión Soviética firmaron el 13 de abril de 1941, un Pacto de Neutralidad, similar al pacto de no agresión germano-soviético
Más tarde, en 1941, Japón consideraría romper el pacto, cuando el Tercer Reich alemán invadió la Unión Soviética (Operación Barbarossa) al inicio de la Gran Guerra Patria, pero tomó la decisión crucial de mantenerla y continuar presionando en el sudeste de Asia. Esto se dice que es en gran parte debido a la Batalla de Khalkhin Gol. La derrota hizo que Japón no uniera fuerzas con Alemania contra la Unión Soviética, a pesar de que Japón y Alemania fueron parte del Pacto Tripartito. El 5 de abril de 1945, la Unión Soviética denunció unilateralmente el pacto de neutralidad, y señaló que no iba a renovar el tratado cuando expiró el 13 de abril de 1946. Cuatro meses más tarde, antes de la expiración del pacto de neutralidad, y entre las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, la Unión Soviética declaró la guerra a Japón, completamente sorprendiendo a los japoneses. La invasión soviética de Manchuria se inició una hora después de la declaración de guerra.

Wikipedia

domingo, 3 de noviembre de 2013

Crisis del Beagle: El Operativo Tronador de la ARA

ARA y COAN en Diciembre de 1978

En esta foto es archivo de Martín Otero (se desconoce su origen), se puede observar para diciembre de 1978 con el POMA navegando en el sur, al Douglas A-4Q 0654/3-A-301, armado con misiles AIM-9B Sidewinder. El avión en alerta ILC (Inteceptor Listo en Cubierta) luego sería catapultado e interceptaría a un CASA C-212 de la FACH (Fuerza Aérea de Chile) que trataba de localizar al Grupo de Tareas encabezado por el ARA Venticinco de Mayo. El avión chileno regresó a su base luego de la interceptación con contacto visual.




El V-2 yendo hacia el Canal de Beagle (foto acercada por Adel Raúl Vargas)


Pilotos de la Escuadrilla Aeronaval de Ataque 33 en el POMA (foto acercada por Adel Raúl Vargas)

Una formación táctica del grupo helicópteros Norte (Grupo Aéreo Insular) patrullando los canales fueguinos en diciembre del 1978.

En la segunda -Operativo Tronador- la 1era Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros desplegada en el helipuerto de campaña Andorra (Tierra del Fuego)