domingo, 7 de julio de 2024
martes, 13 de febrero de 2024
Argentina: La presidencia de Bartolomé Mitre
La presidencia de Mitre
El 12 de octubre de 1862, Bartolomé Mitre asumía la presidencia de la Nación.
Esa fecha marca el comienzo del gobierno que organizó y estructuró el Estado Nacional Argentino, con su lema “Nacionalidad, Constitución y Libertad”, eje de la organización institucional del Estado.
Mitre se convertía así en el primer presidente de una Argentina verdaderamente unida, luego del difícil camino que llevó la organización nacional y tras décadas de sangrientas guerras civiles.
"Comprendo cuan nueva y majestuosa solemnidad da á este acto la circunstancia feliz y providencial de hallarse por primera vez reunida toda la familia argentina sin que falte uno de sus miembros", diría Mitre en el acto de juramente como presidente de la Nación.
Durante su gobierno se instauró la Corte Suprema de Justicia y reglamentó el funcionamiento del Poder Judicial Nacional, se adoptó a nivel nacional el Código de Comercio del Estado de Buenos Aires, se encomendaron los códigos civiles y penales, se formó el ejército nacional, entre otras.
En 1862 se inició la construcción del Ferrocarril del Sud y el Central Argentino hacia Córdoba y Rosario. También fue fundado el Ferrocarril Andino, siendo así el primero del Estado Nacional que permitió enlazar las provincias de San Juan, San Luis y Mendoza con Rosario.
En 1863 se sancionaba la Ley de Aduanas que reducía aranceles en general, y los eliminaba para algunos productos de primera necesidad, y concedía franquicias al comercio con Europa. Esto elevó las rentas nacionales de siete a catorce millones de pesos oro.
En cuestiones de instrucción pública se fundaron colegios nacionales en Catamarca, Salta, Tucumán, San Juan, Mendoza y se nacionalizó el Colegio Nacional de Buenos Aires. Por una inclinación personal, Mitre se interesó directamente en la gestión de los colegios.
Durante su gestión se inició el proceso de colonización europea de las tierras, y en especial se inició la Colonización Galesa del Chubut, uno de los primeros asentamientos argentinos en la Patagonia.
“Nacionalidad, Constitución y Libertad” era el lema que resumía los objetivos del gobierno de Mitre, que eran los de la organización institucional de los tres poderes del Estado y la obtención de herramientas para garantizar el funcionamiento del nuevo modelo.
Para esto se hacía necesaria la ampliación del espacio productivo, poblándolo con inmigración europea y buscar las inversiones de capital necesarias para activarlo. Los capitales y la mano de obra llegarían desde Europa, pero era el Estado nacional el que debía crear una estructura orgánica para garantizar el desarrollo y el funcionamiento del modelo, que de otra manera no habría podido desarrollarse.
A partir de 1862 se construyó una matriz productiva política y económica con fuertes objetivos de progreso y civilización, inmigración, inversiones, transportes, educación y expansión del espacio productivo que llevó a Argentina a convertirse en un faro de progreso en el mundo.
martes, 27 de junio de 2023
Argentina: El jubileo de Mitre en 1901
El jubileo del Gral. Mitre
El 26 de junio de 1901, Bartolomé Mitre cumplió 80 años y se celebró en todo el país su jubileo. Hubo actos en cada rincón del país en su honor, miles de ciudadanos se acercaron a su hogar a saludarlo y el presidente Julio Argentino Roca declaró al día como fiesta nacional en honor al prócer viviente.
A la salida del sol del día 26 de junio, 21 cañonazos despertaron a los porteños en cada una de las 21 secciones del municipio de la Capital Federal. Mitre llegaba a los 80 años. A la mañana por disposición del ministro Ricchieri una compañía del Batallón 2 de Infantería con banda de música que llenó el ambiente de aires marciales, se apostó rindiendo honores frente a la casa de Mitre.
Se embanderaron las calles y las casas particulares, se organizaron desfiles populares, se renombraron calles y plazas con su nombre, aparecieron en todos los diarios del país homenajes al patricio y hubo una gran manifestación que terminó con miles de personas en su puerta.
En Buenos Aires, por ejemplo, la calle de la Piedad recibió el nuevo nombre de “Bartolomé Mitre”, gesto imitado por ciudades y pueblos del interior con sus calles, plazas y paseos. En diversos puntos del país se acuñaron medallas con la efigie de Mitre, a la vez que se realizaron en su honor Te Deum en múltiples templos católicos y funciones de gala en las principales salas teatrales.
Los diarios y revistas se sumar al homenaje, lanzando ediciones especiales por su jubileo. Algunos comerciantes del país vendían chales, abanicos y pañuelos con la efigie del general, y hasta se fabricaron cigarrillos y vinos marca "Mitre".
Durante aquella jornada, por la casa de Bartolomé Mitre, ubicada en San Martín 336, se acercaron para expresarle sus saludos las más altas autoridades nacionales, incluido el presidente Roca, viejos subordinados y compañeros de armas de tantas campañas militares, veteranos de la Guerra del Paraguay, figuras de la política nacional, representantes de gobiernos e instituciones del exterior, miembros de asociaciones nacionales, diversas comunidades de extranjeros residentes en el país y un gentío de ciudadanos del común. La ya histórica vivienda de Mitre se convirtió en un auténtico muestrario de los más diversos obsequios y recuerdos que recibía desde todos los puntos del país.
A las 8.30 de la noche, Mitre ingresó a la sala del Teatro de la Opera, en medio de los aplausos y la ovación de más de 1.500 personas, no había un lugar, para presenciar la función que se ofrecía en su honor.
Mitre se ubicó en el palco oficial, acompañado por sus amigos Guillermo Udaondo, Emilio Frers y José Evaristo Uriburu, miembros de la Comisión de Homenaje, quienes se encargaron de la organización de los festejos. Acallados los aplausos que duraron largo tiempo, los acordes del himno nacional ejecutado por la orquesta bajo la batuta de Arturo Toscanini y entonados por los presentes abrieron la función.
Fue puesta en acción la opera Rigoletto, con la participación de Enrico Caruso y Hericela Darclée. Una vez terminada Mitre salió del teatro e hizo el trayecto hasta su hogar caminando acompañado por una gran manifestación popular en medio de las aclamaciones de esa multitud, según lo comentaron los diarios de la época.
Fotografía de la Comisión Nacional del Jubileo, quienes organizaron los festejos en honor al general Mitre, y que estaba integrada por José Evaristo Uriburu, Guillermo Udaondo, Emilio Frers, José León Suárez, Antonio F. Piñero, Adolfo P. Carranza, Luis A. Huergo, Lorenzo Anadón, y otros.
Refiriéndose al país que presenció en su juventud, recordó que “en medio de la lucha por la independencia y después de ella, vivió atormentado por la anarquía, el despotismo o la guerra civil, sin lograr unificarse ni completar su organización política. De este caos, ha surgido la nación actual, unida, constituida y consolidada. Hace cincuenta años, éramos una agrupación informe, cuya cohesión sólo se mantenía por el instinto o la violencia. Hoy, somos una nación compacta, y que puede exhibir sus títulos ante el mundo”.
El momento culminante de la jornada fue el discurso que pronunció Mitre por la tarde en agradecimiento a la manifestación popular, desde la terraza de su casa y rodeado por familiares y amigos.
miércoles, 4 de marzo de 2020
Argentina: Mitre, el hacedor de la historia oficial argentina
Bartolomé Mitre, el padre del relato histórico argentino
Por Fernando Del Corro || Tribuna de PeriodistasHaciendo historia
El 19 de enero de 1906, 114 años atrás, a los 84 años de edad, falleció en la hoy Ciudad Autónoma de Buenos Aires el ex presidente y padre del relato histórico nacional Bartolomé Mitre, un descendiente de una familia griega cuyo apellido original era Mitrópoulos que llegara a la actual Argentina en el Siglo XVII cuando se radicase aquí un navegante veneciano de origen helénico.
Dejados atrás los grandes próceres independentistas como José Francisco de San Martín y Manuel José Joaquín del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano, sobre cuyas biografías historió, Mitre fue el político y escritor con mayor peso para el futuro de los argentinos como que, en los hechos ya que terminó con el sistema federal de gobierno al hacer del mismo una mera ficción y dio piedra libre a un sistema económico de carácter oligárquico mediante la eliminación por decreto del anexo económico de la Constitución Nacional elaborado por Mariano Antonio Fragueiro.
También fue decisivo para la conformación final de los estados suramericanos cuando facilitara la victoria de Chile sobre Bolivia y Perú en la Guerra del Pacífico entre esos países que permitió al primero de los mismos apoderarse de franjas costeras de sus derrotados condenando a Bolivia a la mediterraneidad. Algo para lo cual frenó en el Senado de la Nación el acuerdo que había firmado su sucesor, Domingo Faustino Valentín Sarmiento, mediante el cual se daban garantías a los luego derrotados en el caso de una agresión chilena.
Y claro está. Su herencia fue determinante en el plano histórico ya que durante décadas estuvo vigente su tramado que se fue enseñando en las escuelas y hasta en las universidades mediante el cual se estableció una leyenda de buenos y malos. Una historia ficcionada como lo demostró su carta a Vicente Fidel López en la que se regodea de cómo, entre ambos, uruguayizaron a José Gervasio de Artigas cuyas ideas resultaban peligrosas para la oligarquía rioplatense, minimizando al máximo su rol en la lucha rioplatense contra los colonialistas ibéricos. Artigas, quién falleciera en el Paraguay, ya que rechazaba la independencia de la República Oriental del Uruguay, se autodefinía como argentino-oriental.
A lo largo de su carrera política, además de la Argentina, donde comenzara como opositor a Juan Manuel de Rosas, participó en las cuestiones internas del Uruguay, Bolivia, Perú y Chile, vinculado siempre con los sectores de lo que hoy se denominan derechas, y terminando siempre expulsado al ser derrotados los mismos.
Tuvo una intensa actividad periodística a lo largo de su actuación política en esos países, sobre todo en Chile, pero su punto culminante fue la creación en la Argentina del matutino “La Nación”, históricamente uno de los más importantes, y actualmente el segundo en tiraje luego de “Clarín”. Pocos días atrás se cumplieron 150 años del lanzamiento de “La Nación”, órgano que sigue en manos de sus herederos y que a lo largo de ese siglo y medio ha mantenido una política coherente alineada con los sectores que históricamente estuvieron vinculados con el propio Bartolomé Mitre.
Responsable de la caída del gobierno constitucional de Justo José de Urquiza y sus sucesores Alejandro Vicente López y Planes y Juan Esteban Pedernera fue, sin embargo, asociado de hecho al primero de ellos durante la llamada “Guerra de la Triple Alianza”, en realidad de la “Triple Infamia”, contra el Paraguay. Mitre era por entonces el presidente argentino mientras Urquiza, aún gobernador entrerriano, fue el gran proveedor de la caballería utilizada por el ejército brasilero. Si bien la Argentina, el Uruguay y el Brasil fueron los ganadores formales, el gran beneficiado por ese conflicto fue el entonces Imperio brasilero que terminó apropiándose de una gran cantidad de territorio. No fue casual el reconocimiento que Mitre recibiese del gobierno imperial.
Ya concluida su etapa presidencial en la Argentina siguió siendo un hombre clave en la política nacional durante los gobiernos que lo sucedieron como en el ya citado caso de su oposición a su sucesor prohijado Sarmiento cuando éste quiso impedir que Bolivia fuese condenada a la mediterraneidad. En 1890 fue uno de los líderes de la Revolución del Parque encabezada, entre otros, por Leandro Nicéforo Alem y él la cual, aunque derrotada, provocara la renuncia del presidente Miguel Ángel Juárez Celman y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Enrique José Pellegrini.
En una posterior etapa de su vida, entre el 24 de agosto de 1893 y el 24 de agosto de 1894 fue el vigésimo “Gran Maestre de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones” en la Argentina, en tanto que entre 1898 y 1902 fue presidente provisional del Senado Nacional siendo presidente Julio Argentino Roca con lo que puso fin de su carrera con cargos públicos cuya primera etapa como gobernante se había iniciado en 1860 en la Provincia de Buenos Aires y entre 1862 y 1868 como máxima autoridad nacional.
Nacido el 26 de junio de 1821 en la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires, hasta su fallecimiento en 1906 presidió la Unión Cívica Nacional creada en 1891 como resultado de la Unión Cívica conformada en 1890. De esa división también surgió la Unión Cívica Radical liderada por Leandro Alem. En 1874 Mitre había encabezado el Partido Nacionalista y entre 1862 y 1874 el Partido Liberal, luego de haber sido miembro del Partido Unitario desde 1851 a 1862 y, previamente, del Partido Colorado durante su exilio en el Uruguay.
Claramente enfrentado con los caudillos federales a los que derrotó sus relaciones internacionales privilegiaron a los países europeos. Incluso ante la muerte del embajador argentino en los Estados Unidos de América tardó varios meses en designar a Sarmiento para el cargo. Así fue como se desentendió de la ocupación francesa de México y de la española a Santo Domingo por lo que la Argentina no participó del Congreso Panamericano reunido en Lima en 1862 para tratar esas graves cuestiones.
La posición de Mitre al respecto fue expresada por el canciller Rufino Jacinto de Elizalde quién señalara: “La América independiente es una entidad política que no existe ni es posible constituir por combinaciones diplomáticas. La América, conteniendo naciones independientes, con necesidades y medio de gobiernos propios, no puede nunca formar una sola entidad política””. Y agregó: “Por lo que hace a la República Argentina, jamás ha temido por ninguna amenaza de la Europa en conjunto, ni de ninguna de las naciones que la forman” por lo que concluyó que “Puede decirse que la República está identificada con la Europa hasta lo más que es posible”. Toda una explicación de lo sucedido en el país a lo largo de la mayor parte del más de un siglo y medio transcurrido desde entonces.