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miércoles, 20 de junio de 2018

Arqueología naval: El Prinz August Wilhelm autohundido en Colombia durante la PGM

La increíble disputa detrás del naufragio de un lujoso buque alemán en el Caribe colombiano durante la Primera Guerra Mundial

El Prinz August Wilhelm fue hundido en Puerto Colombia por su misma tripulación, cuando recién se iniciaba la conflagración mundial y el país caribeño era tironeado de ambos lados de la contienda para que abandonara su neutralidad
Por Adriana Chica | Infobae



Hace 100 años, el estallido de la Primera Guerra Mundial cambió el rumbo del vapor alemán Prinz August Wilhelm (PAW) hacia aguas del municipio de Puerto Colombia, donde jamás volvió a zarpar. Los restos de su naufragio reposan cubiertos de corales a 18 metros de profundidad, donde por décadas se escondió la disputa política entre Estados Unidos y Alemania, que hizo que Colombia, sin querer, terminara tomando partido en el conflicto bélico en el que se había declarado neutral.


Cuando Alemania se convierte en la potencia enemiga de todos, el PAW queda atrapado de este lado del mundo, fondeado en la bahía de Santa Marta. Solo, porque sus barcos hermanos de la compañía alemana Hamburg Amerikanische Packetfahrt Actien Gesellschaft (HAPAG) habían sido vendidos a la Hamburg American Line y se refugiaban en el puerto de Nueva York; entonces, Estados Unidos mantenía su neutralidad en la guerra.

La historia da un nuevo giro con la destrucción del barco Lusitania frente a las costas de Irlanda, el 7 de mayo de 1915, por el ataque de un submarino alemán. El hundimiento se produjo en 18 minutos, acabando con 1.198 vidas, 123 de ellas norteamericanas. Ese fue el desencadenante de la entrada de Estados Unidos al conflicto, que como primera tarea creó la agencia naviera USS Shipping Board, cuya misión era apropiarse de las embarcaciones alemanas y austriacas refugiadas en las costas neutrales del Caribe y Suramérica.


El vapor alemán Prinz August Wilhelm fue hundido en Puerto Colombia por su misma tripulación en 1918, para evitar caer en manos enemigas durante la I Guerra Mundial.

Y ahí estaba el PAW, en uno de esos puertos, desde el 11 de noviembre de 1915. Las naves militares inglesas, francesas y estadounidenses empezaron a custodiarlo para apresarlo. Sabiéndose en peligro, el capitán August De Wall da vuelta al timón hasta llegar al muelle de Puerto Colombia, donde se sentía respaldado por la gran colonia alemana asentada en Barranquilla, a solo unos minutos del pueblo costero.

Lo que no sabía la tripulación del vapor alemán era que este ya había sido negociado a USS Shipping Board. Pero Alemania no permitiría que su embarcación quedara en manos enemigas. Al enterarse de que miembros de la agencia naviera habían llegado a Barranquilla el 21 de abril de 1918, el embajador alemán en Colombia entra en comunicación con su cónsul en la ciudad, Paul Grosser, quien a la vez da la orden al capitán de destruir su navío.

Así, la noche del lunes 22 de abril de 1918, dos tripulantes del PAW, Josef Sperer y Francisco Capell, ciudadanos alemanes, prenden fuego a la zona de mando, y sueltan las válvulas para que el barco se aleje del muelle y finalmente se hunda, a 500 metros de la punta del muelle de Puerto Colombia. El mismo capitán De Wall lo contó a la prensa de esa época.

"Mi tripulación consta de 19 marineros, cuatro de los cuales son compatriotas suyos. No se vaya a creer que el buque fue incendiado en el propio sitio donde se hallaba anclado. Listo el combustible, hice soltar las amarras. La brisa sacó el buque hacia afuera, lado izquierdo del muelle y a una distancia de una milla; seguro de no perjudicar en ninguna forma al puerto, ordené que se produjera el incendio. Las maderas del buque estaban resecas, con poca cantidad de petróleo en pisos y muros bastó para que el Prinz August se hundiera rápidamente", describió.

La prensa de la época publicó el suceso por varios meses.

Desde antes del suceso, Colombia había sido presionada por Francia e Inglaterra para destruir la antena inalámbrica del vapor alemán, acusado de ser espía. Supuestamente enviaba información a su gobierno sobre los barcos que ingresaban y salían de los puertos colombianos. Y que así también se hiciera con el resto de las embarcaciones alemanas: quitarles las baterías del área de control para interrumpir las comunicaciones.

Estados Unidos, incluso, instó a Colombia para que entregara al PAW. Pero el país no accedió, pues seguía latente el resentimiento por la separación de Panamá en 1903; orquestada por el gobierno de Theodore Roosevelt, luego de que el Congreso de la República que recién ingresaba no aprobara el tratado Herrán-Hay con el que los norteamericanos pretendían construir el canal de Panamá.


Fotografía donde se observa el pedazo del vapor alemán que quedó sin hundirse sobre la superficie del mar.

Sin embargo, la noche del incendio el barco encalló en un banco de arena y solo quedó sumergido el 50% del mismo, dejando al descubierto el plan. Con ello, Colombia tuvo que apresar a su capitán y tripulantes, quienes por varios meses estuvieron recluidos en una cárcel del municipio. Mientras que Estados Unidos presionaba para declarar a todo ciudadano alemán como un peligro para la sociedad. Finalmente, los marineros fueron eximidos y dejados en libertad. Y muchos rehicieron su vida en el modesto pueblo.

Reconstrucción del fragmento de historia bajo el mar

Durante décadas, esta increíble historia quedó escondida entre los restos coralinos del naufragio, ubicado a 1.700 metros de la punta del muelle de Puerto Colombia, a una profundidad de unos 18 metros, porque la sedimentación del río Magdalena que llega a esas aguas del Caribe no le permitió más. Era conocido en el pueblo porteño como 'El Alemán', muchos habitantes no sabían nada de él más que las piezas rescatadas que servían de adorno en sus casas.

Hasta que un buzo se interesó en el "oasis" que se había formado en los restos del barco, donde convive un extraordinario ecosistema marino que no se ve en otra parte de estos mares, tan cerca de la orilla. Se trata de Enrique Yidi, un empresario barranquillero que, en medio de una recolección de caracoles en todo el litoral Caribe, encontró 70 especies solo en ese lugar. "Entre el lodo que trae el río Magdalena, era algo insólito para un área tan pequeña, recolecté más de los que había hallado en todo el departamento", dice.


Los restos del vapor alemán están cubiertos por colares a 18 metros de profundidad.

Se propuso entonces investigar a 'El Alemán'. Le valió la lectura de más de 15.000 periódicos de Colombia y Nueva York de la época para reconstruir la bitácora del vapor alemán a quien ya le tenía un nombre: Prinz August Wilhelm, el mejor y más lujoso barco que había tocado puerto colombiano. Diseñado con las últimas tecnologías de ese entonces, con comunicación inalámbrica y más de 2 mil toneladas de metales preciosos; de aproximadamente 5.000 toneladas, en el que podían viajar hasta 791 pasajeros.

El PAW realizó su viaje inaugural el 26 de mayo de 1903, destinado al transporte de carga y personas, con ruta de Hamburgo-Nueva York-El Caribe. "Era el que traía el correo internacional, que eran cartas y postales. El barco, incluso, tuvo dentro un negocio de estampillas", cuenta Yidi. Y en cada uno de sus recorridos, mil historias iba dejando: las tormentas que amenazaron con hundirlo, el tiburón que casi devora a uno de sus pasajeros, el asesinato a bordo, los rescates de naufragios, y otras tantas que quedaron consignadas en el libro 'De la Gloria al Olvido', de coautoría con Álvaro Mendoza.


Estampilla encontrada en el Prinz August Wilhelm.

Pero de ese esplendor ya no queda casi nada. Muchos objetos fueron saqueados por los mismos porteños y luego comprados por Yidi para recuperarlos. Mientras buzos y pescadores desbalijaron las tuberías de bronce y cobre, y otras piezas de plata para venderlas a chatarrerías por un precio irrisorio. Las piedras preciosas, por supuesto, fueron robadas. Y todo ello comienza porque el barco no se hunde en su totalidad.

Las autoridades recomendaron cortarlo y desvalijarlo porque representaba un peligro para la navegación. "Eso genera un malestar porque complica la actividad portuaria de la ciudad. De hecho, existe una demanda de un ciudadano donde exige a la cancillería colombiana que pida una indemnización al gobierno alemán por los daños de ese naufragio", explica el arqueólogo Juan Guillermo Martin, quien desde 2015 realiza un estudio oceanográfico con un equipo de científicos de la Universidad del Norte, para determinar los procesos de deterioro y conservación del PAW.


Algunas de las piezas rescatadas del naufragio, que tienen más de 100 años.

Del barco fueron rescatadas más de 700 piezas, entre cerámicas y porcelana, elementos cartográficos, numismáticos (monedas y medallas), filatélicos (estampillas, sellos, postales, telegramas), vajillas (platos, tazas, cubiertos, copas), entre otros. Pero del exfolio al que aun sobrevive le aparecen otras amenazas naturales. Además de las malas prácticas de pesca, que incluyen explosivos que han deteriorado la estructura, aclara Martin, director del museo Mapuka.

"Hicimos una revisión de las condiciones oceanográficas de Puerto Colombia para evaluar el impacto de la corriente en el naufragio y el resto de la bahía. Encontramos que el barco está en un proceso de deterioro por la fuerte corriente que debilita la proa, hasta que termine partiéndose", explica el arqueólogo. La misma corriente que ha ocasionado más de seis desplomes al muelle de Puerto Colombia, dejando en pie solo 769 metros de su estructura en dos pedazos, de los 1.219 que tenía originalmente. Y a esto se le suma la erosión, que, según los investigadores, en cinco años lo romperá.


El arqueólogo Juan Guillermo Martin (derecha) se dispone para iniciar uno de los monitoreos a los restos del naufragio para evaluar su estado de conservación.

El equipo de científicos monitorea periódicamente el desarrollo de estos daños para poder encontrar una solución integral que permita conservar este fragmento de historia que custodia el mar, y que al cumplir los 100 años de su hundimiento el pasado 22 de abril se convirtió en patrimonio cultural sumergido de Colombia. Aunque para los porteños siempre será la evidencia material de que por Puerto Colombia entró la modernidad al país.


lunes, 21 de diciembre de 2015

Antártida: Imágenes restauradas de la expedición del Shackleton

Fotos restaurada a partir de la ruina de la Antártida de Shackleton revelan nuevos detalles
Fotos tomadas durante la expedición a la Antártida de Shackleton se han restaurado digitalmente por primera vez



Resistencia a toda vela
Cuando el equipo sintieron que tenían una buena oportunidad de liberar el Endurance atrapado desde el hielo marino del Mar de Weddell, pusieron las velas arriba. Como sabemos, este y otros intentos fracasaron. Al darse cuenta de que el barco no se movía, Hurley se fue sobre el hielo para tomar esta fotografía. Nuevos detalles de hielo marino han sido revelados. (The Royal Geographical Society / IBG)
Por Danny Lewis
SMITHSONIAN.COM


Un poco más de un siglo atrás, Ernest Shackleton y los sobrevivientes miembros de la tripulación del Endurance vieron como su barco se hundió bajo el hielo de la Antártida después de ser atrapado durante más de un año. Pero mientras el barco se perdió, Frank Hurley, el fotógrafo de la expedición, se las arregló para salvar a su equipo de cámara voluminosa y continuó documentando sus esfuerzos para sobrevivir. Ahora, por primera vez fotografías de Hurley se han digitalizado y restaurado a partir de las placas y negativos originales y están en exhibición en la Sociedad Geográfica Real (RGS) en Londres.

A lo largo de los casi 17 meses que el equipo de exploradores estaban atrapados en la Antártida después de hielo flotante aplastó su barco, Hurley documenta todo lo relacionado con su lucha día a día para sobrevivir. En ese entonces, tomar una fotografía no fue fácil en el mejor de los tiempos: cámaras eran engorrosos, los negativos de celuloide y la placa de cristal eran delicadas y Hurley tenía que cargar barriles pesados ​​de desarrollar líquido alrededor mientras él y la tripulación estaban luchando para mantenerse caliente y nutrida en las estériles témpanos de hielo de la Antártida, Jessica Baldwin escribe para Al Jazeera Inglés.

"Cada imagen tuvo que ganarse su lugar porque cuesta mucho; tanto para comprar las placas de vidrio y desarrollar y cada uno tenía a la materia," RGS comisario Meredith Hooper dice Baldwin.

Incluso ahora, sería extremadamente difícil para un fotógrafo con equipo top-of-the-line para tomar fotos en las condiciones que Hurley enfrentó, pero de alguna manera se las arregló para hacerlo, aun a riesgo de su propia vida. En un momento, el fotógrafo decidió volcar la comida de su barco con el fin de evitar que se hunde bajo el peso de su equipo y los negativos, Kate Sierzputowski escribe para Colosal.



Hurley no sólo tuvo que luchar contra el frío: tenía que encontrar la manera de tomar fotografías en la oscuridad. Algunas de las fotografías más atractivas de Hurley de la expedición fueron tomadas en la noche, lo que plantea un desafío sin luces artificiales. En lugar de las luces del escenario, Hurley podría encender una bengala, sosteniéndolo con una mano para iluminar la escena al tomar una foto con el otro, informa Sierzputowski.

"Debe haber sido un extraordinario destello de luz en medio de una noche oscura de la Antártida, en medio del hielo, '' Hooper dice Baldwin. '' En total, la oscuridad total es esta nave a cientos de millas de cualquier humano conocido , atrapado en el hielo y cuando [Hurley] capta la imagen es tan poderoso. Es la única manera en que podemos tener una idea de la soledad y el aislamiento. "



Los hombres fueron finalmente rescatados en agosto 1916 después de Shackleton y una pequeña tripulación partió hacia la isla de propiedad británica de Georgia del Sur. Hurley trajo un montón de vidrio y negativos de celuloide, la impresión de algunas de las fotos más espectaculares jamás capturados. Los negativos, finalmente, terminaron en manos de los RGS, que ellos almacenan durante más de 80 años antes de la digitalización y restauración de más de 90 de las fotografías de Hurley para su exhibición pública. Cabe destacar que las fotografías restauradas han revelado detalles nunca antes vistos, como sexto hombre escondido detrás de un fuego humeante en una foto donde sólo cinco hombres fueron vistos antes.

Si tienes la suerte de estar en Londres antes de 28 de febrero 2016, se puede ver las fotografías de Hurley en persona en la nueva exposición de la Royal Geographical Society, "Enduring ojos: El Legado de la Antártida de Sir Ernest Shackleton y Frank Hurley."




Lee mas: http://www.smithsonianmag.com/smart-news/restored-photos-shackletons-antarctic-wreck-reveal-new-details-180957520/#3rhGjJgirCOzomSQ.99
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sábado, 12 de septiembre de 2015

Naufragio: Encuentran un buque perdido en las Bermudas

Triángulo de las Bermudas: Nave reaparece 90 años después de la desaparición ... Aparentemente abandonada
La verdadera de la falsa ?? !!!
The Vintage News

La Guardia Costera cubana anunció esta mañana, que habían interceptado una nave no tripulada en dirección a la isla, que se presume que es el SS Cotopaxi, un carguero que desapareció en diciembre de 1925 y desde entonces se ha conectado a la leyenda del Triángulo de las Bermudas.

Las autoridades cubanas descubrieron el barco por primera vez el 16 de mayo, cerca de una zona militar restringida, al oeste de La Habana. Ellos hicieron muchos intentos fallidos de comunicarse con la tripulación, y, finalmente, se movilizaron tres lanchas patrulleras para interceptarlo.



Cuando llegaron, se sorprendieron al encontrar que el barco era en realidad un vapor de casi 100 años de edad, identificado como el Cotopaxi, un nombre famoso asociado con la leyenda del Triángulo de las Bermudas. No había nadie a bordo y el barco parecía haber sido abandonado durante décadas, lo que sugiere que esto podría ser en realidad el carguero que desapareció en 1925.

Una búsqueda exhaustiva de la nave llevó al descubrimiento del cuaderno de bitácora del capitán. Fue, de hecho, asociado con la Compañía de Navegación Clinchfield, los propietarios de la SS Cotopaxi, pero no ha dado ninguna pista acerca de lo que pasó con el barco en los últimos 90 años.



El 29 de noviembre 1925, la SS Cotopaxi partió de Charleston, Carolina del Sur, y se dirigió hacia La Habana, Cuba. El barco tenía una tripulación de 32 hombres, bajo el mando del capitán WJ Meyer, y llevaba una carga de 2340 toneladas de carbón. Se informó que falta dos días más tarde, y era desconocida para casi 90 años.

El vicepresidente del Consejo de Ministros, el general Abelardo Colomé, anunció que las autoridades cubanas iban a realizar una investigación exhaustiva para esclarecer el misterio de la desaparición y reaparición de la nave.

"Es muy importante para nosotros entender lo que pasó", dice el general Colomé. "Este tipo de incidentes puede ser muy malo para nuestra economía, por lo que querrá asegurarse de que este tipo de desaparición no vuelva a ocurrir. Ha llegado el momento de resolver el misterio del Triángulo de las Bermudas, una vez por todas ".




La cultura popular ha atribuido muchas de las desapariciones a lo paranormal y los fenómenos sobrenaturales, o para la actividad de los seres extraterrestres. Una explicación, incluso pasadores la culpa a la tecnología restos del mítico continente perdido de la Atlántida. A pesar de la popularidad de todas estas teorías extrañas, la mayoría de los científicos ni siquiera reconocen la existencia del Triángulo de las Bermudas, y culpan a errores humanos y los fenómenos naturales de las desapariciones. La misteriosa reaparición de la SS Cotopaxi ha, sin embargo, ya generado un gran interés en la comunidad científica y podría empujar a algunos expertos a cambiar de opinión sobre el tema.

viernes, 3 de octubre de 2014

Historias de la isla de Wake

ISLA WAKE 
Una isla de coral a distancia con una historia cartilaginosa de naufragios, batallas, y un crimen de guerra horrendo 


Wake Island vista desde el espacio.
Foto del usuario de Flickr: el Centro de Vuelo Espacial Marshall de la NASA | Derechos de autor: Creative commons


Lago de la isla

Este pequeño atolón jugó un papel importante en algunos muy grandes tragedias.
Wake Island es en realidad tres pequeños atolones de coral, despertador, Wilkes y Peale. A menos de 3 kilómetros cuadrados, para simplificar los tres atolones a menudo se refiere simplemente como Wake Island, que es el atolón más grande de los tres. Situado en el Océano Pacífico en la zona de Micronesia, este territorio no incorporado de Estados Unidos está habitado por alrededor de 150 efectivos militares de Estados Unidos, la Fuerza Aérea de Estados Unidos, y el Ejército de Estados Unidos que operar una instalación de misiles en el lugar. La isla no es fácilmente visitado, y los civiles sólo tienen un acceso muy restringido.


Libelle

Ana Obispo

Wake Island es principalmente conocida por su importante papel en la Segunda Guerra Mundial. El sitio de varios enfrentamientos brutales, la isla fue tomada de los EE.UU. por los japoneses apenas unas horas después del ataque a Pearl Harbor. La ocupación terminó, pero no antes de la ejecución de 98 prisioneros de guerra estadounidenses civiles, uno de ellos escapó temporalmente de la masacre para cincelar las palabras "" 98 US PW 10/05/43 "en una roca de coral antes de su decapitación. El monumento 98 Rock fue erigido en memoria de las víctimas cerca de su fosa común en Wilkes. Restos de fortificaciones japonesas durante la ocupación son todavía visibles en torno a las tres de las islas.
Antes de la saga trágica guerra juega, Wake Island fue el escenario de otra tragedia, la terrible desaparición de la barca alemana, Libelle. En 1866, la nave golpeó debido a tormenta mientras se dirigía desde San Francisco a Hong Kong, en colisión con el arrecife oriental de Wake y dejando varados Capitán Tobias y sus pasajeros en el atolón de coral. Entre los 30 náufragos eran miembros de una compañía de ópera Inglés en su primera gira mundial, junto con su estrella, cantante de ópera Anna Obispo. El marido de Anna y comerciante de diamantes de Nueva York Martin Schultz también estaba a bordo.
Después de 21 días, los artistas, junto con el resto de los sobrevivientes decidieron navegar una lancha y el concierto a cabo con la esperanza de llegar a Guam. El barco contiene Anna Obispo y Martin Schultz llegó a la isla Española, el otro no. El capitán y gran parte de la tripulación de la Libelle malogrado perecieron cuando el carruaje se volcó en el viaje de 14 días. Se decía que el capitán Tobias enterrado una pequeña fortuna en Wake Island antes de intentar llegar a Guam-monedas, piedras y botellas de mercurio en el barrio valor de 150.000 dólares. El rumor era lo suficientemente sólido como para motivar a los intentos de rescate por cinco naves diferentes, pero el tesoro nunca fue recuperado.

Mientras que la isla está fuera de límites sin el "Permiso de la petición previa" rara vez concedido, Historia Militar Tours ocasionalmente daré excursiones de un día a la isla.


Tropas japonesas se rinden en el atolón

Atlas Obscura

martes, 23 de septiembre de 2014

Los esclavos de Tromelin (1/2)



Náufragos 

Ilegalmente esclavizados y luego abandonado en la isla remota Tromlein durante quince años, con sólo la arqueología para contar su historia 

Por SAMIR S. PATEL - Archeology


Isla Tromelin en el océano Índico

La isla Tromelin, a 300 kilómetros al este de Madgascar en el Océano Índico, es el hogar de una estación meteorológica, una pista de aterrizaje, y poco más. En 1761, un barco mercante francés con una bodega llena de esclavos malgaches naufragó allí.



En la noche de 31 de julio de 1761, Jean de Lafargue, capitán de la nave francesa de las Indias Orientales Compañía L'Utile ("útil"), era el pensamiento probable de riquezas. En la bodega del barco había aproximadamente 160 esclavos comprados en Madagascar apenas unos días antes y con destino a Isla de Francia, conocida hoy como Mauricio. Habían pasado 80 años desde que el dodo se había extinguido en esa isla del Océano Índico, y la colonia francesa próspero tenido una economía de plantación en la necesidad de mano de obra. Sin embargo, aunque la esclavitud era legal en el momento, de Lafargue no fue autorizado por las autoridades coloniales al comercio de esclavos.


De acuerdo con el relato detallado de écrivain de la nave, o sobrecargo, como L'Utile acercó a la proximidad de una isleta llamada entonces Île des Sables, o Sandy Island, vientos patearon hasta 15 o 20 nudos. Dos mapas de la nave no estaban de acuerdo en la ubicación precisa de la pequeña isla, y un capitán más prudente probablemente habría desacelerado y esperó a que la luz del día. Pero de Lafargue tenía prisa para cosechar su recompensa. Esa noche L'Utile golpeó el arrecife de la parte norte de la isleta, rompiendo el casco. La mayoría de los esclavos, atrapados en las bodegas de carga, se ahogó, aunque algunos escaparon mientras la nave se desintegró. A la mañana siguiente, 123 de los 140 miembros de la tripulación francesa y en alguna parte entre 60 y 80 esclavos malgaches se encontraran varados en Ile Des Sables-sacudido y herido, pero vivo.

De Lafargue tenía algún tipo de crisis nerviosa, según el écrivain. Primer oficial Barthélémy Castellan du Vernet se hizo cargo, y reunió a la tripulación a rescatar alimentos, herramientas, y la madera de los restos del naufragio y construir campos separados para la tripulación y los esclavos. Bajo la guía del primer oficial, de cavar un pozo, un horno y horno incorporado, y trabajar en un nuevo barco comenzado. Dentro de dos meses, la embarcación improvisada La Providence surgió de los restos de L'Utile. Du Vernet, antes de zarpar de distancia con la tripulación, prometió al pueblo malgache que un barco regresaría por ellos. Y por lo que esperaron. Los pocos que sobrevivieron esperaron un tiempo muy largo.

Indian-Ocean-Map-Tromelin (Richard Bleiweiss) El islote, llamado hoy Tromelin Island, se encuentra a 300 kilómetros al este de Madagascar, a 350 kilómetros al norte de la Isla Mauricio. Con la forma de una semilla de girasol, que es sólo un tercio de una milla cuadrada de arena y matorrales. Hoy en día alberga una pista sin asfaltar, una estación meteorológica personal, y una reserva natural. Los cangrejos ermitaños pululan por toda la isla en paquetes en la noche, y cada año cientos de tortugas marinas y un sinnúmero de aves llegan a poner sus huevos.

Diarios, cartas y documentos de cuenta del écrivain los restos del naufragio y los dos meses que el equipo francés se quedaron en la isla, pero los náufragos malgaches dejaron registros escritos. Su historia se habría mantenido casi completamente incalculable pero para Max Guérout, un ex oficial de la marina francesa. Guérout había capitaneado un buque de investigación bajo el agua a finales de 1970, y luego de su retiro a principios de 1980 fundó el Grupo de Arqueología Naval de Investigación (conocida por sus siglas en francés, GRAN), que desde entonces ha estudiado decenas de naufragios postmedieval. Escuchó la historia Tromelin de un colega y, con el apoyo de la UNESCO, comenzaron dos años de investigación de archivo en 2004 "La historia era tan interesante que decidimos hacer un estudio arqueológico", dice. Guérout construyó un equipo, que incluyó a expertos de GRAN, el Instituto Nacional Francés de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP), y la administración del Francés Tierras australes y antárticas, para viajar al islote aislado en cuatro ocasiones-2006, 2008, 2010, y 2013-durante seis semanas en un tramo para examinar el lugar del naufragio, excavan, y aprender algo acerca de la vida de los náufragos malgaches, vive indocumentados por la historia.


Poderosas olas alrededor Tromelin Island lavado todos pero el material más pesado, como esta ancla, de los restos del naufragio de L'Utile. Las mismas ondas complicados varios intentos de rescatar supervivientes en los años posteriores de la isla.

Después de cuatro días en el mar, La Providencia llegó a Madagascar, y la tripulación fueron trasladados de nuevo a la isla de Reunión y Mauricio. De Lafargue murió en tránsito, dejando du Vernet a cara Antoine-Marie Desforges-Boucher, el gobernador de Mauricio, quien estaba furioso con la violación de su prohibición de traer esclavos a su isla. Du Vernet solicitado en repetidas ocasiones a tener un barco enviado de vuelta a la isleta, sólo para ser negada una y otra vez. Noticias del abandono incluso llegó a París y causó un breve revuelo, pero quedó en el olvido a raíz de la Guerra de los Siete Años (1756-1763) y la quiebra inminente de la East India Company francés. De acuerdo a los documentos encontrados por Guérout, du Vernet nunca se rindió. "Probablemente fue el único hombre que trató de salvar a las personas que se quedaron en la isla", dice Guérout. Por último, en 1772, en respuesta a otra solicitud del primer oficial, el ministro de asuntos marinos acordó enviar una nave. La Sauterelle llegó a Île des Sables en 1775 y envió una pequeña embarcación que transportaba a dos hombres a la isla, pero se desvaneció en el arrecife. Una mujer nadó de vuelta a la nave, y el otro a la isla. Dos barcos más siguieron La Sauterelle, pero tampoco fue capaz de tocar tierra en la isla reef- y whitecap envuelto. Por fin, el 29 de noviembre 1776 con más de 15 años después de L'Utile naufragó-La Dauphine, capitaneada por Jacques Marie Boudin de la Nuguy de Tromelin (del que la isla recibe su nombre actual), se puso en contacto. Sólo siete mujeres y un niño de ocho meses de edad, se mantuvo.

Guérout cree que la mayoría de los 60 a 80 esclavos murieron en el primer par de años. Un grupo de 18, aparentemente se había marchado de la isla poco después de que fueron abandonados, pero se desconoce si es que alguna vez llegaron a Madagascar. Algunos 15 sobrevivientes sufrieron durante los siguientes 10 años o menos. Apenas unos meses antes de que el rescate, tres hombres y tres mujeres, así como el marinero francés varados desde La Sauterelle (que habían sido testigos de dos fallidos intentos de rescate a sí mismo), había dejado el islote en una balsa con una vela de plumas tejidas. Nunca más se supo de él. El testimonio de los siete restantes las mujeres y los registros de La Dauphine se han perdido. Sólo la arqueología que se ha llevado a cabo en la isla puede revelar su historia de abandono, la supervivencia, y, en última instancia, la creación de comunidades.

En 2006, los arqueólogos subacuáticos examinaron los restos del naufragio, que ascendieron a sólo las pesadas artículos cañones, anclas, municiones, aparejo-que no fueron arrastrados por siglos de olas y tormentas. A unos cientos de metros de la costa, los buzos encontraron marcas en el arrecife rocoso donde el barco chocó y quedó en reposo, lo que confirma el relato de la écrivain.

El piloto de la nave se había producido un pequeño mapa que indicaba que la tripulación y los esclavos varados residían, así como los sitios de horno y horno. Con este mapa como referencia, Guérout y su equipo fueron capaces de localizar los ladrillos utilizados para fabricar el horno, junto con docenas de clavos, que indican que las juntas de la nave habían sido quemados. Para el resto de la temporada, y en tres más, los arqueólogos siguieron el progreso de los náufragos del naufragio a la playa hasta el sitio donde finalmente se establecieron, en el punto más alto de la isla, a unos 25 metros sobre el nivel del mar. "Pero también fue el punto en el que la estación meteorológica había construido sus edificios", dice Guérout.

La isla Tromelin se encuentra en un lugar ideal para monitorear el clima, especialmente los ciclones, con destino a Madagascar. En 1954, las autoridades francesas construyeron una estación meteorológica allí. (Fue destruida por un ciclón dos años más tarde y luego reconstruidas.) Es todavía en funcionamiento hoy y consiste en un conjunto de edificios, cisternas y zapatas de hormigón. Cuentas de mediados del siglo XX de la isla destacaron que hubo muros de piedra allí se extienden por lo menos un par de metros del suelo, y que la piedra se extraía para construir las nuevas estructuras. En 2006, los arqueólogos encontraron un trozo de muro enterrado allí, que consiste en placas de roca de la playa y trozos de coral y una capa de huesos de aves y cenizas de los fuegos de cocina.

viernes, 7 de marzo de 2014

Arqueología: Encuentran restos de un barco español de 1765 en Tierra del Fuego

Hallaron los restos de un navío español que se hundió en 1765
Se trata del "Purísima Concepción". Es famoso porque su tripulación tuvo que construir otro barco para salvarse luego del naufragio.



Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del naví­o español "La Purí­sima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio. (Télam)

Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del navío español "La Purísima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio.

El anuncio fue realizado ayer por autoridades provinciales y nacionales que forman parte del Programa Arqueológico Costa Atlántica, una iniciativa gestada en 2009 para relevar 200 kilómetros de la costa este fueguina, desde el sur de la ciudad de Río Grande hasta el Cabo San Diego.

La expedición, que recorrió a caballo la zona de Península Mitre, logró encontrar "fragmentos de madera, metal, restos de cerámica y vidrio", además de "las balas del cañón del barco", informó a la prensa la arqueóloga e investigadora Dolores Elkin, titular del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

Elkin precisó que el material hallado será trasladado a Buenos Aires para ser sometido a distintos estudios y también se intercambiará información con especialistas españoles "antes de ser devuelto a la provincia, porque forma parte de su patrimonio histórico y cultural", señaló.

Según relataron los expertos, el "Purísima Concepción" había partido del Puerto de Cádiz con 193 personas a bordo, al mando del capitán Joseph Ostolaza, y tras su hundimiento en la zona de Caleta Falsa, en enero de 1765, la tripulación permaneció en tierra tres meses conviviendo con los nativos de la zona.

Los navegantes lograron construir otra embarcación con los restos de la hundida y madera de la zona, por lo que se considera que ese fue el primer barco construido en suelo fueguino.

Además, el 10 de enero del mismo año, el capellán Juan Álvarez celebró una misa que también es considerada la primera ceremonia de este tipo realizada en Tierra del Fuego.

El equipo de arqueólogos que recorrió la zona logró ubicar el sitio de otros doce naufragios que también serán estudiados en forma pormenorizada, y se inventariaron unos 400 sitios arqueológicos vinculados con pueblos originarios.

"No se hicieron excavaciones sino que se registraron e inventariaron las muestras que se encontraron a la vista y se tomaron fragmentos de esos materiales", explicó Elkin. Por su parte, el director del Programa Arqueológico Costa Atlántica, Martín Vázquez, subrayó que el sitio fue relevado por su historia rica en acontecimientos y porque permite "registros de alta visibilidad, que en otros lugares son más difíciles de hallar".

Vázquez remarcó el trabajo conjunto de instituciones como la Secretaría de Cultura de la provincial, el Museo del Fin del Mundo, el CONICET y la Secretaría de Cultura de la Nación.

De la expedición participaron también la investigadora Mónica Grosso, el arquitecto Crstian Murray y el profesor Christopher Underwood, de la Sociedad de Arqueología Naútica de Inglaterra e investigador de la Secretaría de Cultura de Nación.

A su vez, el secretario de Cultura de Tierra del Fuego, Sergio Araque, anunció que una vez que se realicen los informes con los resultados de los hallazgos, serán publicados en forma de libro por la Editora Cultural dependiente de la provincia.

(Télam)
Clarín