Mentiritas bolivianas: el primer presidente argentino
Bernardino Rivadavia, primer presidente argentino
Todos sabemos que los
nacionalismos suelen exacerbar los ánimos y que en algunas ocasiones pueden
llevar a situaciones extremas.
En América Latina rayan lo
bizarro y por lo general, conducen a sus acólitos al delirio y el ridículo, de
ahí dislates como nuestro “Argentina es la heredera del Virreinato del Río de la
Plata”, “Ejército vencedor jamás vencido”
que enarbolan los chilenos (solo basta mencionar Rancagua para desmentirlo) y
“O mais grande do mundo” de nuestros hermanos brasileros.
Los bolivianos tienen también sus
eslogans, uno de los cuales nos toca directamente ya que, según la creencia
popular, el primer presidente argentino era oriundo de aquel país.
La primera vez que escuché eso
fue en mi luna de miel, cuando después de recorrer Lima y atravesar Perú de una
punta a la otra, ingresamos con mi esposa en territorio boliviano, pasando de Copacabana a La
Paz y de ahí a Laja y la maravillosa
Tiahuanaco.
A poco de llegar a Cochabamba, se
nos ocurrió hacer un paseo por la ciudad y así fue como recalamos en un museo,
donde un joven guía ofrecía sus servicios a un grupo de turistas.
Deseosos de conocer las
tradiciones de tan maravilloso lugar, nos incorporamos al "tour" y
recorrimos las instalaciones escuchando la interesante exposición. El paseo
habría resultado perfecto de no ser porque, sobre el final, el mencionado
experto cerró su itinerario con una frase que nos dejó en extremo confundidos.
-Porque entre los personajes
históricos que nacieron en suelo boliviano –
dijo el guía con absoluta seguridad - se encuentra el primer presidente
argentino.
Con mi esposa nos miramos
extrañados, pensando que habíamos escuchado mal.
-¿Dijo que el primer presidente
argentino era boliviano? – pregunté por lo bajo.
Y cuando ella respondió afirmativamente,
decidí intervenir.
-Disculpe señor - dije - somos de
Buenos Aires. Me parece que se ha confundido. El primer presidente argentino no
fue boliviano. Fue el porteño Bernardino Rivadavia.
El individuo pareció acusar el
golpe pero no dijo nada. Solo frunció el ceño y siguió hablando con una señora
que le había hecho una pregunta, como si no me hubiera escuchado. Por prudencia
y para no hacerle pasar un mal momento, opté por callar y abandonamos el museo,
para seguir recorriendo tan interesante ciudad.
Muchos años después, me
encontraba en mi Buenos Aires
natal, haciendo zapping con el
control remoto, cuando di con uno de esos patéticos programas que dicen hacer
periodismo de investigación pero que solo practican el sensacionalismo y la
prensa amarilla, enviando a algún idiota a recorrer la noche porteña para
mostrar su promiscuidad y sus bajezas a través de reportajes a gente drogada,
borrachos, ladrones, cirujas, prostitutas e indigentes en general.
25 de mayo de 1810. "¡El pueblo quiere saber de qué se trata!"
En esa oportunidad, el “periodista” en cuestión interrogaba a un boliviano borracho al que una patota le había propinado una terrible golpiza en la zona de Ciudadela. Entre las incongruencias que el individuo dijo, alcancé a escuchar algo parecido a: “¿Así nos tratan a los bolivianos cuando les dimos a su primer presidente?”.
25 de mayo de 1810. "¡El pueblo quiere saber de qué se trata!"
En esa oportunidad, el “periodista” en cuestión interrogaba a un boliviano borracho al que una patota le había propinado una terrible golpiza en la zona de Ciudadela. Entre las incongruencias que el individuo dijo, alcancé a escuchar algo parecido a: “¿Así nos tratan a los bolivianos cuando les dimos a su primer presidente?”.
“Esto es serio -pensé para mis adentros- es evidente que esta gente cree que
nuestra primera autoridad fue uno de los suyos". Y como hay flotando
en la red alguno que otro blog que así lo asegura, decidí escribir esta nota.
¿A que se refieren los bolivianos
cuando dicen que nuestra primera autoridad patria nació en su país? Pues nada
más y nada menos que a Cornelio Saavedra, presidente de la
Primera Junta de Gobierno en 1810,
primer jefe del Regimiento de Patricios, presidente de la
Junta Grande,
gran patriota y personaje amado por los argentinos.
Saavedra nació en Otuyo,
corregimiento de Potosí, el 15 de septiembre de 1759 y a los siete años de edad
pasó con su familia a Buenos Aires.
Cornelio Saavedra
¿Y porqué dicen en Bolivia que el bueno de don Cornelio fue el primer presidente argentino? Porque el 25 de mayo de 1810, el Cabildo Abierto celebrado en Buenos Aires lo designó para encabezar la célebre Primera Junta de la que nos hablan los manuales escolares y los libros de historia. Lo que omiten decir es que no se trató del primer gobierno patrio sino de un consejo que pretendía emular a las juntas de Sevilla y Cádiz, con el fin de regir los destinos del imperio español en esta parte del mundo, mientras la península ibérica permaneciese ocupada por el ejército de Napoleón.
Esa Primera Junta juró fidelidad
al rey de España, reconociendo su soberanía y autoridad sobre estas tierras,
razón por la cual, no se la puede considerar el primer gobierno argentino ya
que, lo recalcamos, mantuvo su fidelidad al soberano y a la
Metrópoli.
Pero todavía hay más ya que
Saavedra ni siquiera fue el primer presidente de ese organismo sino el segundo,
puesto que el 24 de mayo de 1810, el Cabildo nombró una junta de gobierno a
cuyo frente puso al depuesto virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros, quien estuvo
secundado por Juan José Paso como secretario y Juan M. Solá, José Santos
Incháurregui y Juan José Castelli en calidad de vocales. Los cinco funcionarios
llegaron a prestar juramento y tras ser reconocidos por los mandos militares,
procedieron a redactar un Reglamento.
Como los criollos no querían
saber nada con el antiguo virrey nombrado por la
Junta de Sevilla (a la que
pretendían emular), convocaron un nuevo cabildo abierto y exigieron su
renuncia, que fue presentada al día siguiente, designándose entonces a las
nuevas autoridades presididas por
Saavedra.
Baltasar Hidalgo de Cisneros
El primer presidente argentino fue Bernardino Rivadavia (de ahí que al sillón de nuestros primeros mandatarios se lo designe como tal), aunque en realidad lo fue de las Provincias Unidas del Río de la Plata, una entidad que no comprendía la totalidad del territorio nacional, quien fue nombrado el 8 de febrero de 1826 y se mantuvo en esas funciones hasta el 27 de junio del año siguiente, cuando lo sucedió Vicente López y Planes, el autor de nuestro Himno patrio.
El general Justo José de Urquiza
fue presidente de la
Confederación Argentina entre
el 5 de marzo de 1854 y el 5 de marzo de 1860, fecha en la que fue sucedido por
Santiago Derqui. Pero por entonces, Buenos Aires era un estado aparte que no
reconocía su autoridad y por consiguiente, el país se hallaba fragmentado.
El primer presidente de la Nación
Argentina fue el general Bartolomé Mitre, que se hizo del poder después de
imponerse sobre Urquiza en la batalla de Pavón, unificando nuestra tierra y
dando comienzo a un nuevo ciclo de la historia nacional. Sus partidarios
sostienen con vehemencia que fue el artífice del Proceso de Organización
Nacional; sus detractores, que fue un genocida que martirizó a los pueblos y
puso en práctica una política supremacista con la que intentó subyugar a las
naciones vecinas y a las provincias del interior en beneficio de Buenos Aires.
Lo de Cornelio Saavedra como
“primer presidente argentino” no es más que una expresión de deseo, una simple
fábula inventada por nacionalistas bolivianos para elevar su ego, que no
desmerece en absoluto su figura ni sus grandes iniciativas.
El Sillón Presidencial lleva el nombre de Bernardino Rivadavia
Gral. Justo José de Urquiza, primer presidente de la Confederación Argentina (1854-1860)
Bartolomé Mitre, primer presidente de la Nación (1862-1868)
El Sillón Presidencial lleva el nombre de Bernardino Rivadavia
Gral. Justo José de Urquiza, primer presidente de la Confederación Argentina (1854-1860)
Bartolomé Mitre, primer presidente de la Nación (1862-1868)