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viernes, 12 de mayo de 2023

Argentina: La mafia de la Zwi Migdal

El calvario de una joven que fue vendida por su familia a una histórica red de trata

En “El infierno prometido”, la escritora argentina Elsa Drucaroff narra el tormentoso viaje de Polonia a Buenos Aires de una chica que fue entregada por sus padres a la Zwi Migdal, una de las más temidas mafias judías de comienzos del siglo XX, luego de ser “capturada como un animal” y mantenida en cautiverio.


Por Gabriel Sánchez Sorondo - Télam S.E.
Infobae

La Zwi Migdal fue una poderosa mafia judía y red de trata de origen polaco que operó entre 1906 y 1930 en Buenos Aires, donde eran traídas las mujeres que secuestraban en Europa del Este.

“Capturada como un animal”, mantenida en cautiverio y sometida a los más atroces tratos, la historia que la escritora argentina Elsa Drucaroff cuenta en El infiermo prometido es la de una joven polaca que, como tantas otras en las primeras décadas del siglo XX, fue secuestrada en su país natal y llevada contra su voluntad a Buenos Aires por la temida Zwi Migdal, una poderosa mafia judía.

En El infierno prometido, su novela de 2006 -recientemente reeditada por Marea Editorial- sobre la trata construida con armazón histórico y luz literaria que vuelve a circular por estos días, la escritora Elsa Drucaroff pone en foco el amplio espectro de las esclavitudes donde inciden personas con intereses comunes a través de un lenguaje que legitima la violencia y la vileza.

“¡Vas a terminar en Buenos aires!” maldice una madre judía a su hija quinceañera. El anatema solo resulta comprensible en el devastado rancherío polaco de 1920 donde se pronuncia, es decir, en el contexto argumental de esta novela reeditada por Marea Editorial que se presentó esta semana.

Aquel conjuro materno no deja de sorprender ¿De qué Buenos Aires hablamos? ¿Cuándo esta ciudad fue sinónimo de perdición, de tragedia? ¿Lo sigue siendo hoy? Quizás sí, porque se habla de una cruenta historia de trata, de un relato que hace foco en el amplio espectro de las esclavitudes donde inciden personas con intereses comunes y se cuela, también, la potencia de un lenguaje que legitima el delito, el abuso, la ruindad.


En la presentación del volumen, tres voces literarias abordaron la cuestión y la trama. La cita, en “un bar arltiano, en el corazón de Boedo” como rezaba la invitación, contó con equipo de lujo: Agustina Bazterrica, Guillermo Martínez y Guadalupe Castagnola –una muy joven “BookToker”–, quienes conjugaron el enfoque de tres generaciones de lectores. Todo un acierto, considerando que la propia protagonista de esta novela es una adolescente entre adultos, cuya perspectiva ayuda a entender también ciertas señales del presente.

Drucaroff construyó con destreza y enorme trabajo de investigación una novela que –aún sin el poderoso eco social que despierta– es literatura intensiva, narcótica. Con garra de policial, con personajes oscurísimos o radiantes, con roces de época, con guiños equívocos y enigmáticos. El infierno… es contenido y continente; es un barco donde las desgracias navegan y se transportan revanchas en trenes confusos. Todo ocurre entre varones miserables o nobles en su locura, entre hombres y mujeres de moral opaca, imprecisa, como la condición dudosa de víctimas o victimarios entre quienes habitan este infierno.

La “red” es clave, como elemento articulador del guion y del drama real. Porque, en tanto red, además de ocupar territorio, atomiza las responsabilidades: esa funcionalidad omnímoda es la razón por la cual, desgraciadamente, sigue existiendo. Y logra, en el caso de la trata de personas, una casi perfecta invisibilización: no está ocurriendo nada que no se sepa.

En el fondo, todo está avalado por cada microacción de los miembros: testigos indiferentes, proxenetas, clientes, inversores, familiares, funcionarios y políticos corruptos. El primer hallazgo de esta novela es, pues, ponernos frente a esa perversidad sobre algo que también ocurre hoy, en esta misma ciudad, en esta Buenos Aires tan distinta de aquella.

La desventura, sellada por intuición de la propia víctima, y regada por la maldición de su progenitora, empieza cuando la hija maldecida es capturada como un animal o un ser humano en tierras de conquista. En este escenario, son cazadores americanos quienes viajan a la Europa pobre a buscar presa.

La escritora Elsa Drucaroff viajó a Polonia para documentar los mecanismos de la Zwi Migdal y las distintas redes de trata que, aún hoy, persisten. (Jose Nicolini)

A Dina, casi niña, la entregan: cierto rufián porteño se la lleva del paupérrimo pueblito polaco para subirla a un buque y esclavizarla en Buenos Aires. El matón y su tramoya están amparados por la organización mafiosa Zwi Migdal, con pantalla de “mutual” y conocida en Argentina como “La Varsovia”.

La chica, ya a en cautiverio, es forzada a una pesadilla de ribetes reales que la autora se ocupó de investigar y describe al dedillo. “Druki” (así llaman a la escritora en cercanía) viajó ella misma a Polonia y documentó el mecanismo que hace a su trama; esto permea, pluma mediante, la veracidad que irradian sus líneas.

Cuando entiende que fue emboscada por traición de los propios –parte decisiva de una auténtica “red”– y ya camino al calvario, Dina lo hace verbo: “Ellos no quisieron saber, yo sí. Yo sé a qué voy, yo entiendo, ahora yo tengo los ojos abiertos”.

Lo cierto: la red en cuestión es mucho más amplia de lo que puede constar en expedientes judiciales y escalarse en pesquisas; en ella, gran parte de los miembros, encubridores o cómplices, eluden pertenencia. Diluyen su responsabilidad en una conveniente división del trabajo.

El mal mismo atomizado, la ignorancia suicida de aquella vecindad polaca, su nazismo incipiente, el patriarcado como ley implícita y explícita religión, son el germen de la desgracia creciente. Que se expande voraz, porque la red es, en efecto, más colectiva de lo que se dice: abarca a la familia, a los amigos, a la aldea aquí expugnada por la remañida pero cierta “banalidad del mal” de Hannah Arendt.


La babilónica capital de Sudamérica a donde Dina llega con sórdido pronóstico, arranca otra óptica particular, otra posibilidad de extrañamiento para acaso empatizar con las potenciales víctimas: “La ciudad era hermosa, tan hermosa como aterradora (…) aunque estaba ahí para hacer algo horrible, no pudo evitar la alegría de la velocidad del auto, de su ropa nueva, del desfile, de ese mundo que bullía por la ventanilla. Y de estar lejos, muy lejos. Todo el océano en el medio”.

Dina irá a parar a un prostíbulo de Boedo, barrio donde, a su vez, cobran forma los cruces, o crossovers literarios: “el rufián melancólico” de Roberto Arlt y hasta una encarnación del mismísimo aguafuertista porteño. Personaje-autor también llevado al texto en Fémina infame. Género y clase en Roberto Arlt, reciente ensayo que la hiperactiva Drucaroff acaba de presentar, hace apenas un mes.

El infierno prometido fue publicada por primera vez en 2006, antes de la Ley IVE, antes del “Ni una menos” y la “Marea verde”, en un antes que hoy parece prehistórico. Un antes que, como el antes del voto femenino o el divorcio, resulta incomprensible a quienes nacieron a partir del 2000.

Vale la pena subrayarlo: aun más allá de su consistencia testimonial –o incluso “documental”– la novela despliega una orfebrería literaria notable. Por precisión de perfiles, por su clima de época, su color de zaguanes, patios, gestos, modismos, aromas, sonidos. Por su manejo de las voces y la traza de sus fisonomías. Y porque, finalmente, conjuga con la misma fluidez una historia de amor, un drama, y un afiladísimo policial donde el suspenso manda y el deseo trepa, repta, sobrevive a crueldades y dolores. “Todos los cuerpos, el cuerpo” laten y habitan en esta novela tan extensa como vertiginosa, tensa, acaso liberadora.

Fuente: Télam S.E.

viernes, 29 de abril de 2022

Frente Oriental: Prisioneros de Barbarroja

Prisioneros de la Operación Barbarossa

Weapons and Warfare
 
 


Yugoslavos, griegos y otros aliados menores sufrieron daños acordes con su rango étnico en la perversa visión racial nazi de Europa y con el grado de resistencia ofrecido a la ocupación nazi de sus países de origen. El peor trato a los prisioneros enemigos, con mucho, estaba reservado para los enemigos de Alemania que vestían el uniforme del Ejército Rojo. BARBAROSSA vio la captura de millones de prisioneros del Ejército Rojo, luego su inanición deliberada, malos tratos masivos y negligencia maligna por parte de la Wehrmacht. De los 5,7 millones de hombres del Ejército Rojo hechos prisioneros durante la guerra, unos 3,3 millones murieron en cautiverio alemán, la mayoría en los primeros ocho meses de la guerra en el este: 2,8 millones de los primeros 3,5 millones capturados murieron, o 10.000 por día durante los primeros siete meses de la guerra germano-soviética. Unos 250.000 fueron fusilados en el acto.Muchos de los ejecutados eran judíos y comunistas sacados de recintos primitivos para su asesinato inmediato. Los guardias alemanes alentaron a los reclutas campesinos ucranianos y bielorrusos a señalar politruks e identificar a los judíos. El proceso de selección condujo a varios cientos de miles de ejecuciones a fines de 1941. El resto se acurrucó contra temperaturas gélidas en recintos de alambre de púas que quedaron abiertos a los elementos invernales, para dormir en suelo helado sin refugio más allá de la nieve compacta. , y perecer en masa de hambre y virulentas epidemias de campamento. El hambre era tan extensa en los Dulags y Stalags del este (campos de tránsito y detención de prisioneros de guerra, respectivamente) que hubo brotes de canibalismo en algunos. A los prisioneros no eslavos les fue algo mejor que a los eslavos,principalmente debido a las falsas teorías raciales nazis que consideraban a los no eslavos como una clase superior de humanos. Además, los alemanes siguieron una política de exterminio deliberado mediante el hambre de la mayoría de la población eslava de los territorios ocupados. La muerte masiva de prisioneros militares soviéticos bajo su cuidado fue el crimen de guerra más grande de la Wehrmacht, y quizás el crimen de guerra más grave en toda la historia militar: la muerte total de soldados indefensos en manos alemanas solo fue superada por el asesinato masivo de judíos desarmados.El total de muertes de soldados indefensos en manos alemanas solo fue superado por el asesinato en masa de judíos desarmados.El total de muertes de soldados indefensos en manos alemanas solo fue superado por el asesinato en masa de judíos desarmados.

Los alemanes generalmente respetaron las Convenciones de Ginebra con respecto a los prisioneros occidentales, pero se negaron a cumplir sus disposiciones sobre los prisioneros de guerra soviéticos. Entre los primeros experimentos que utilizaron gases venenosos para “exterminar” grandes poblaciones se encuentran los realizados con prisioneros de guerra del Ejército Rojo. A algunos oficiales alemanes les preocupaba que un maltrato tan grave de los prisioneros en el este tuviera consecuencias militares negativas. Y así fue: los hombres del Ejército Rojo lucharon cada vez más desesperadamente, a menudo hasta la muerte, una vez que aprendieron lo que realmente significaba la rendición y el cautiverio alemán. A mediados de 1942, los alemanes también se dieron cuenta de que los prisioneros soviéticos representaban un enorme grupo de potenciales trabajadores forzados. Por lo tanto, incluso después de que cesaron los peores excesos de negligencia maligna durante el invierno de 1941-1942, más prisioneros fueron trabajados hasta la muerte como esclavos. En total,alrededor del 55 por ciento de todos los krasnoarmeets hechos prisioneros entre 1941 y 1945 murieron en manos alemanas. A medida que aumentaban las bajas alemanas en el este hasta 1943, la Wehrmacht buscó reclutar reemplazos militares de bajo nivel y trabajadores de primera línea entre los prisioneros antisoviéticos. Los hombres acordaron servir como "Hiwi" (Hilfswilliger) a cambio de comida y refugio, o unirse a las llamadas "legiones" de combatientes bálticos, cosacos, georgianos o turcomanos como Osttruppen, o servir con las Waffen-SS. Hasta los grandes reveses militares de 1943, los prisioneros del Ejército Rojo permanecían cerca del frente alemán. Al final de la guerra, más de la mitad ya no estaban hacinados en Stalags, sino que trabajaban en granjas, minas o fábricas alemanas, o sirvieron como hiwis con unidades de la Wehrmacht. Durante 1944-1945, el trato alemán a los prisioneros de guerra mejoró a medida que el Ejército Rojo capturó un mayor número de Landser.y el miedo a las represalias aumentó dentro de la Wehrmacht cuando la derrota se avecinaba claramente en el este.

viernes, 3 de septiembre de 2021

Servicios especiales rusoviéticos: Entre los mayores asesinos de la Historia

Todo lo que siempre quisiste saber sobre los servicios especiales rusos (y soviéticos)

Oleg Yegórov || Russia and Beyond




Décadas de trabajo encubierto, recopilando información, espiando y combatiendo a otros espías, liquidando a los enemigos del estado (tanto reales como imaginarios): los servicios especiales soviéticos y rusos eran capaces de todo.


Como muchos otros países, Rusia ha tenido algún tipo de servicios especiales a lo largo de la mayor parte de su historia. Iván el Terrible (que gobernó de 1533 a 1584) fue quizás el primer gobernante en establecer sus propios servicios especiales: a los temibles opríchniki o “gente con cabeza de perro”, la guardia más leal de Iván, se les encomendó la ejecución de sus enemigos. Estaban lejos de ser una agencia de inteligencia o contrainteligencia, pero claro, hablamos el siglo XVI.

Los Romanov también tuvieron sus medios para tratar de controlar a la población y sabotear a los revolucionarios. Un ejemplo era la Ojrana (Departamento de Protección de la Seguridad y el Orden Público). Durante un período considerable de tiempo incluso funcionó (aunque tal vez no tan bien, dado que a principios del siglo XX uno de sus miembros, Yevno Azef, resultó ser un agente doble a cargo de una organización terrorista que mató a varios funcionarios.


Yevno Azef fue un agitador, un terrorista y un doble agente que fingía lealtad tanto a la Revolución como al régimen zarista. Legion Media

Sin embargo, estos servicios especiales no impidieron que los bolcheviques tomaran el poder en 1917 y destruyeran el régimen zarista.

¡Que vienen los chequistas!

Sin embargo, inmediatamente después de desmantelar el viejo sistema de seguridad, los bolcheviques comenzaron a construir el suyo propio. Así, a finales de la década de 1910 nació una nueva línea de organizaciones soviéticas de servicios especiales, los V.Ch.K.-OGPU-NKVD-KGB.

La primera persona que lideró a los llamados “chequistas” (este apodo sigue siendo popular en toda Europa del Este, sin importar cuál sea el nombre oficial de la agencia) fue Félix Dzerzhinski, un amigo personal de Lenin. Brutal, minucioso y despiadado, Dzerzhinski ha seguido siendo una fuente de controversia desde entonces. Incluso en la actualidad, la plaza Lubianka en Moscú (donde se levantaba un monumento en su honor hasta la década de los 90) sigue siendo el “corazón oscuro” de Moscú e inspira temor entre el pueblo ruso.


Félix Dzerzhinski, un amigo personal de Lenin, fue la primera persona que lideró a los llamados “chequistas”. Mary Evans Picture Library/Global Look Press

Desde su creación, la Cheká se centró en la represión de agentes extranjeros antisoviéticos. Somerset Maugham, escritor británico y también espía, falló en su intento de hacer fracasar la revolución de octubre de 1917. Ocho años más tarde, “el espía de su majestad” Sidney Reilly (el prototipo de James Bond que, por cierto, nació en el seno de una familia judía rusa) fue asesinado a tiros por unos chequistas.

Misiones secretas, juegos sucios

Los servicios especiales soviéticos estaban especialmente dispuestos ejecutar a aquellos a quienes ellos (o más bien el todopoderoso Partido Comunista) considerase enemigos del Estado. Incluso en el extranjero, agentes secretos encontraron y asesinaron a varios líderes del Movimiento Blanco, nacionalistas y, por supuesto, a Lev Trotski, antiguo rival de Stalin entre los bolcheviques.

La reputación de los servicios especiales soviéticos está envuelta en las tinieblas, ya que fueron ellos los que llevaron a cabo las purgas de Stalin, en las que, entre 1930 y 1953, casi 3,8 millones de personas fueron encarceladas y 786.000 de ellas condenadas a muerte. Paradójicamente, los propios jefes chequistas a menudo terminaron siendo arrestados, juzgados y fusilados. Por ejemplo, esto es lo que pasó con Guenrij Yágoda, Nikolái Yezhov y Lavrenti Beria, tres jefes de la OGPU-NKVD bajo el gobierno de Stalin.


Lavrenti Beria, jefe de la policía secreta NKVD entre 1938 y 1945, con Iósif Stalin y su hija Svetalana. Sputnik

Agentes encubiertos

Mientras que los servicios de seguridad del Estado luchaban contra los enemigos (tanto reales como imaginarios) en casa, los oficiales de inteligencia tenían un enfoque más internacional, tanto en tiempos de guerra como en períodos pacíficos. Durante la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos organizaron docenas de operaciones exitosas que ayudaron a derrotar a los nazis.

Uno de los agentes más efectivos fue el legendario Nikolái Kuznetsov. Trabajó tras las líneas enemigas y transmitió información importante a Moscú. Su jefe, Pavel Sudoplátov, “el maestro de espías de Stalin”, coordinó el trabajo de muchos agentes y planeó operaciones que ayudaron a derrotar a Alemania en la batalla de Stalingrado. Otra organización, SMERSH (“Muerte a espías”) se opuso efectivamente a la inteligencia alemana durante la guerra.


Nikolái Kuznetsov (en el centro) fue un agente soviético que luchó contra los nazis. Piotr Zdorovilo/TASS

Estrellas del espionaje

La Guerra Fría, que comenzó inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, supuso nuevos retos y obligó a los espías a dominar el trabajo encubierto. Nunca se supo quién podía ser un agente ruso, desde la amante de Einstein, Margarita Koniónkova, hasta el embajador de Costa Rica en Italia (nombre real Iósif Grigulévich). Y de vuelta en Moscú, otro legendario espía, Yuri Drozdov (1925 - 2017), de la KGB, coordinó el trabajo de los agentes secretos.


El general Yuri Drozdov, legendario jefe de espías que estuvo a cargo de una amplia red de agentes del KGB durante la época de la Guerra Fría.

Los agentes soviéticos eran conocidos por sus grandes habilidades para el espionaje. Incluso llegaron a realizar un seguimiento a Franklin D. Roosevelt durante la conferencia de Teherán en 1943, y colocaron micrófonos en la embajada de Estados Unidos en Moscú.

Sin embargo, la CIA y otros servicios secretos occidentales plantearon un desafío constante a sus colegas soviéticos. Durante la Guerra Fría, muchos lugares de Moscú se convirtieron en “campos de batalla” para los soviéticos y la inteligencia estadounidense. Ver la colección de objetos confiscados por la KGB a los espías occidentales resulta muy peculiar: bastones con espadas, armas escondidas en linternas, etc.

Por supuesto, no todos los oficiales de la KGB eran devotos y leales, y de vez en cuando alguno cambiaba de bando y escapaba a los países occidentales (el coronel Oleg Gordievski, por ejemplo, huyó a Gran Bretaña). Tales desertores fueron de gran utilidad para sus países de acogida.

¿Y ahora?

Tanto la KGB como la Unión Soviética desaparecieron hace tiempo, pero su legado perdura. Como muchos saben, el presidente ruso Vladímir Putin fue oficial de la KGB y trabajó en Alemania Oriental en la década de 1980. Muchas otras figuras prominentes de la Rusia actual también estuvieron conectadas con la KGB en su pasado.



Hoy en día, los servicios especiales siguen tan activos como siempre, y no sólo el FSB (Servicio Federal de Seguridad), el sucesor del KGB en la Rusia contemporánea. También hay otros servicios de seguridad, como el FSO (Servicio Federal de Protección), que proporciona seguridad a las personas más importantes de Rusia. Estas agencias continúan operando, pero cada vez es más difícil saber algo sobre la naturaleza exacta de sus operaciones ya que toda la información al respecto es material clasificado.


miércoles, 18 de diciembre de 2019

SGM: Aniversario de la ofensiva de las Ardenas

"Las personas y los materiales deben usarse sin descanso"

El último gran ataque alemán en el oeste comenzó el 16 de diciembre de 1944. Waffen-SS y Wehrmacht utilizan sus mejores asociaciones. Pero el cálculo era desesperado, y la presión era correspondientemente alta. Con consecuencias.
Por Sven Felix Kellerhoff - Welt (original en alemán)



La muerte llegó tres horas antes del amanecer. El sábado 16 de diciembre de 1944, todavía había una profunda oscuridad sobre la cordillera de las Ardenas en el sur de Bélgica y en Luxemburgo. Luego, los guardias de la 106a División de Infantería de EE. UU., que perseveraron en trincheras heladas, vieron el horizonte hacia el este parpadear a las 5.20 a.m.

La mayoría de sus camaradas dormían en granjas, graneros o cabañas forestales tres horas antes del amanecer. Y fueron despertados por el impacto de innumerables granadas. Los artilleros alemanes concentraron su fuego en los asentamientos conocidos, y debido a que el principal ataque alemán en el oeste ya había atravesado las Ardenas en 1940 (aunque un poco más al sur), la documentación era buena.


Un tanque King Tiger de la Wehrmacht en posición durante la Batalla de las Ardenas. El 16 de diciembre de 1944, la ofensiva de las Ardenas, el último intento de Adolf Hitler para repeler a los Aliados en Occidente, comenzó bajo el nombre en clave "Wacht am Rhein". Después de los éxitos iniciales sobre las sorprendidas tropas aliadas, la Reichswehr tuvo que retirarse a su posición inicial en el Muro del Oeste a mediados de enero de 1945. Alrededor de 20,000 soldados alemanes y 30,000 soldados aliados fueron asesinados en la ofensiva de las Ardenas. Con el desembarco de los aliados en Normandía el 6 de junio de 1944, la caída de los nacionalsocialistas fue sellada. El avance de los aliados fue imparable; El 8 de mayo de 1945, la Segunda Guerra Mundial en Europa terminó con la rendición de Alemania. | Usar en todo el mundo

En pánico, los soldados trataron de salir de los sacos de dormir húmedos y tomar su equipo. Pero llegaron demasiado tarde: cuando amaneció, entendieron que un gran número de infantería alemana ya estaba al oeste de ellos. Al contrario de los planes ofensivos alemanes anteriores, Hitler había ordenado que los tanques no debían atravesar el frente enemigo, sino hombres a pie, para proteger los valiosos vehículos rastreados.

Por lo tanto, la carga principal del primer ataque recaía en ocho divisiones de Granaderos Volks, todas ellas consistían en unidades de reemplazo y soldados dispersos de otras asociaciones; la mayoría de ellos estaban insuficientemente entrenados. Entonces sus soldados no sabían cómo usar el apoyo de artillería de manera efectiva.




Sin embargo, el primer día de la ofensiva de las Ardenas, esto solo obstaculizó ligeramente el éxito de las asociaciones alemanas. Dos regimientos enteros de la 106a división de los EE. UU., La 422a y la 423a, con un total de aproximadamente 6,000 soldados, fueron rodeados por la 18a División de Granaderos del Pueblo pocas horas después del inicio del ataque de artillería; se rindieron tres días después.

El objetivo principal de la ofensiva no era ser combatido por unidades débiles como las Divisiones de Granaderos del Pueblo, sino por unidades blindadas fuertes. Específicamente: la 1ª División Panzer SS en el norte y la División de Enseñanza Panzer en el sur. Ambos estaban totalmente motorizados, y su trabajo consistía en avanzar de 70 a 100 kilómetros hacia el oeste y cruzar el Mosa, luego girar hacia el norte y llegar a Amberes.

La idea básica de la ofensiva era avanzar a través de las Ardenas hasta el Canal de la Mancha (esta vez a Amberes, no a Calais) al estilo de la campaña occidental alemana en 1940, rodeando a las grandes asociaciones estadounidenses y británicas y luego arrojando el poder principal de las victoriosas asociaciones alemanas en el Frente Oriental , Toda la planificación se basó en supuestos muy positivos: por ejemplo, la logística de la Wehrmacht no pudo proporcionar suficiente combustible, por lo que la conquista de las instalaciones de almacenamiento de los Aliados se planificó con firmeza.

La 1.ª División Panzer SS avanzó hacia el norte de Losheim tan pronto como la 12.ª división estadounidense frente a ella fue eliminada por la 12.ª División Volksgrenadier. La parte superior era un grupo de batalla con Joachim Peiper, el ayudante de mucho tiempo de Heinrich Himmler. Tenía dos batallones con tanques V Panther y Panzer IV, así como la división de tanques pesados ​​501 con nuevos tanques VI Königstiger. En total, Peiper pudo deshacerse de 45 tigres rey, 38 panteras y 34 Panzer IV, la mayoría de ellos en la versión H con mayor valor de combate. También había alrededor de 100 vehículos de media vía.


Las tropas alemanas de las SS con la primera división Panzer verifican una señal de carretera en un cruce de Ardenas. Un destino en el cartel, Malmedy, se convertiría en el sitio de una masacre nazi de 84 prisioneros de guerra estadounidenses desarmados en la Batalla de las Ardenas. Fotograma de una película alemana capturada. aproximadamente Diciembre 10-17, 1944.

Su misión era clara: el "Grupo de Combate Peiper" era avanzar "hacia las profundidades del espacio enemigo" para llegar al Mosa entre Lieja y Huy "independientemente de las amenazas de flanco". Allí, la asociación debía formar cabezas de puente en la otra orilla del Mosa y prepararse para el mayor avance en Amberes.

El fanático Nazi Peiper hizo una instrucción de esto a sus comandantes de batallón: “El grupo de combate avanza sin detenerse y sin tener en cuenta nada; El único objetivo: alcanzar el Mosa a la máxima velocidad y aprovechar el momento sorpresa. Las personas y los materiales deben ser utilizados sin descanso ".


Batalla de las Ardenas, seis soldados estadounidenses de la Séptima División Blindada patrullan St. Vith durante la Batalla de las Ardenas, también conocida como la Ofensiva de las Ardenas o la Ofensiva de Von Rundtstedt. Enero de 1945. St. Vith está bajo ataque de las fuerzas de la Wehrmacht. Los defensores son liderados por la 7ª División Blindada. Bélgica.

Debido a que la 99a división estadounidense ofreció más resistencia que la 106a desplegada en el sur, Peiper hizo arrancar y avanzar los motores de los tanques a las 4:00 p.m., aunque el avance aún no se había logrado. A las 4.30 p.m., su grupo de combate cruzó la línea del frente anterior.

Pero a las 8 p.m.se produjo el primer revés: dos de las principales panteras fueron a las minas y tuvieron que ser abandonadas. Peiper reaccionó enojado: "Como ya se había perdido demasiado tiempo, limpiamos las calles simplemente conduciendo sobre las minas y sacrificamos cinco o seis tanques o vehículos blindados".

El historiador Jens Westemeier, autor de la excelente biografía de Peiper "Himmlers Krieger", juzga: "Rodar sobre las minas fue un acto de desesperación. El cumplimiento de la tarea lo fue todo ".


Algunas de las víctimas de la masacre de Malmedy
Fuente: US Signal Corps

Esta actitud condujo a un grave crimen de guerra: el 17 de diciembre de 1944, los hombres de Peiper asesinaron a más de 80 soldados que se habían entregado a ellos. Casi la mitad de ellos fueron asesinados por disparos en la cabeza. Esta campaña de asesinatos se conoció como la masacre de Malmedy, a pesar de que el grupo de batalla de Peiper pasó por alto a Malmedy y el asesinato se cometió en una encrucijada en Baugnez, a una milla de distancia.

Aunque también hubo una serie de casos en los que grupos de soldados estadounidenses se rindieron cuando la División de Entrenamiento Panzer avanzó más al sur, no hubo ningún delito similar. Aunque esta organización fue dirigida por el muy agresivo teniente general Fritz Bayerlein, esta fuerza de la Wehrmacht no cometió crímenes de guerra tan graves como el grupo de combate SS de Peiper.
El 19 de diciembre, tres días después de que comenzara la ofensiva, la situación parecía mala para los estadounidenses: Bastogne estaba a punto de ser rodeada; La séptima división blindada de Estados Unidos, que St. Vith había defendido hábilmente, tuvo que retirarse rápidamente para no sufrir el mismo destino. El mal tiempo persistente hizo imposible desplegar las asociaciones de la fuerza aérea aliada muy superiores, y la línea del frente estaba tan confundida que el bombardeo sin objetivo del área de combate también podría golpear a sus propias tropas.

La dinámica de la ofensiva alemana continuó. El único punto brillante desde una perspectiva estadounidense: la 101a División Aerotransportada de los EE. UU., Una asociación de élite experimentada en la batalla, llegó a la pequeña ciudad belga antes de que Bastogne fuera encerrada, reemplazando los restos desgastados e inexpertos de la 28a división estadounidense.

domingo, 10 de marzo de 2019

SGM: Bosque alemán revela (más) atrocidades nazis

Bosque alemán revela pistas sobre víctimas asesinadas por los nazis

DW


En el centro de Alemania se han excavado zapatos, un peine y botones de prisioneros en su mayoría polacos y rusos masacrados por tropas nazis. Los equipos forenses han identificado solo a 14 de las 208 personas asesinadas allí en 1945.


Artefactos incluyendo zapatos, botones y cuencos.


Historiadores y arqueólogos de la región de Westfalia-Lippe (LWL) de Alemania presentaron el viernes 400 artefactos excavados en los últimos meses en tres sitios rurales donde, en marzo de 1945, las tropas alemanas mataron a tiros a trabajadores forzados.

Las tropas estadounidenses que avanzaban posteriormente dirigieron a los partidarios nazis a exhumar cuerpos en dos sitios forestales en la región de Arnsberg / Sauerland para los cementerios.


La información anónima de un informante a fines de 1946 llevó a un tercer sitio, donde los cuerpos se habían ocultado bajo un corral de vacas.

Últimos momentos forenses 'reconstruidos'

El jefe regional de Westfalia-Lippe, Matthias Löb, dijo el viernes que el trabajo de su personal, asistido por voluntarios equipados con detectores de metales, había dado pistas forenses sobre los últimos momentos de las víctimas, incluidas las balas alojadas en los suelos forestales que marcan los intentos aparentes de las víctimas para escapar.



"Estos asesinatos son parte de nuestra historia que debemos reconocer", dijo Löb, y agregó que el proyecto también buscó frustrar la actual minimización de la extrema derecha del pasado nazi de Alemania.

Tres grupos ejecutados

El general de la SS Hans Kammler ordenó a los escuadrones de su División für Vergeltung (División de Reprisal) que ejecuten a tres grupos de trabajadores forzados polacos y rusos durante tres días.

El arqueólogo de LWL Manuel Zeiler dijo que el enfoque "interdisciplinario y sistemático" del equipo había sido "único" entre las investigaciones de los sitios de crímenes de la era nazi en Alemania, siete décadas después de la Segunda Guerra Mundial.

400 artefactos encontrados

Muchos de los 400 artefactos fueron encontrados en suelos forestales en el valle de Langenbach, cerca de la ciudad de Warstein, dijo el historiador de LWL Marcus Weidner, agregando que los artículos descubiertos incluían zapatos, botones de colores, perlas, un libro de oraciones y un léxico en polaco, cubiertos y fragmentos de textiles. .

Al reconstruir los eventos en ese sitio, el LWL dijo que a 71 víctimas, entre ellas 60 mujeres, un niño y 10 hombres, aparentemente se les ordenó dejar sus escasas posesiones en el borde de un camino forestal antes de ser asesinadas a tiros en un acantilado.

El dinero robado de ellos terminó en la caja de efectivo de la división.

Se encontraron proyectiles diseminados por todo el bosque circundante. Los asesinos dejaron espadas, dijo el LWL.

Consecuencias de la atrocidad documentadas por los estadounidenses



Botones y cuentas fueron descubiertos en el sitio de la masacre.

En un segundo sitio, en Suttrop, cerca de Warstein, los trabajadores se vieron obligados a cavar trincheras dispuestas en forma de zigzag, en las cuales 57 personas fueron asesinadas a tiros por las tropas nazis, que se dice que forman parte de los soldados de la Waffen-SS y la Wehrmacht.

Más tarde, los estadounidenses ordenaron exhumaciones, convocaron a la población local y filmaron las consecuencias de la atrocidad. Los registros de la entonces 95 División de Infantería de los EE. UU. Sobre Warstein se guardan en el Archivo Eisenhower de los EE. UU.

"Hace poco recibí una llamada de una anciana que estaba involucrada en la operación", dijo Weidner a la emisora ​​pública regional WDR.

"Y, en la literatura hay muchos relatos de personas que aún recuerdan las escenas, los olores, que están fuertemente grabados en sus mentes".

Armonica, monedas sovieticas

El tercer sitio reexaminado desde el año pasado hasta enero de 2019 mostró una armónica, un estuche para gafas y un peine, dijo el LWL, así como monedas y una cuchara soviéticas.

En ese sitio, Eversberg, cerca de la ciudad de Meschede, las tropas nazis detonaron morteros para hacer una cavidad, en la que dispararon a 80 personas y luego ocultaron a las víctimas bajo el corral.

El consejo dado a las fuerzas del sector militar británico en noviembre de 1946 hizo que esos restos se exhumaran en 1947 y se colocaran junto a otros restos en el cementerio Fulmecke de Meschede, que pronto será renovado.


Solo 14 identificados


Weidner dijo que solo 14 de las 208 víctimas habían sido identificadas, gracias en parte a la investigación realizada en el extranjero.

El último trabajo ofreció la oportunidad de vincular a las víctimas con los posibles descendientes y superar la reticencia del pasado al descubrir "quién fue asesinado a tiros aquí", dijo Weidner a WDR.

El régimen de Hitler reclutó a más de 13 millones de personas como trabajadores forzados, muchos de los cuales trabajaron como esclavos como parte de la acumulación de armas en los nazis.

LWL es un conglomerado regional que administra escuelas, clínicas y museos que atienden a nueve ciudades y 18 condados en la franja oriental del estado de Renania del Norte-Westfalia.

ipj / sms (dpa, KNA)

jueves, 1 de marzo de 2018

Peronazismo; Riphagen, el nazi holandés amigo de Perón y Evita

Engaño criminal: el nazi holandés que prometió proteger a los judíos, les robó sus bienes y los mandó a las cámaras de gas

No sólo se salvó de la condena: huyó a la Argentina, se hizo amigo de Juan y Eva Perón y colaboró con sus servicios secretos

Por Alfredo Serra
Especial para Infobae



Si nos fueran dados la maravilla y la crueldad del Aleph, ese punto que según el cuento de Borges está en un escalón de una desvencijada casa de la calle Garay, y contiene todos los puntos, seres y objetos del universo –hasta cada grano de arena de cada desierto–, podríamos, en el espacio dedicado al Mal Absoluto, aterrarnos con Hitler, los nazis, su Tercer Reich y su plan de La Solución Final: el exterminio de todos los judíos de Europa, y más tarde, del entero mundo.

El diabólico proyecto llevó a su desiderátum las proverbiales eficacia y eficiencia alemanas. Los judíos eran capturados, despojados de todos sus bienes, enviados a los campos de exterminio, y después de hacerlos trabajar hasta la extenuación con poca comida y mucho látigo, asesinados en las cámaras de gas y convertidos sus cuerpos en materia prima rentable: carne, grasa, huesos, oro de los dientes postizos…

No alcanzarían los nueve círculos de Dante, de su Divina Comedia, para el castigo eterno de los creadores y ejecutores de esa maquinaria.

Sin embargo, believe it or not, un personaje fue aún peor que el peor de esa factoría de degradación, dolor y muerte.


Andreas Riphagen

Su nombre: Andreas Riphagen. Su sobrenombre: Dries. Su nacionalidad: Holandés, nacido en Amsterdam el 7 de septiembre de 1909.

Undécimo hijo de padre alcohólico y de madre muerta antes de los cinco años de Andreas, fue un adolescente difícil, un díscolo cadete de la marina, un inmigrante ilegal en los Estados Unidos aprendiendo, entre otros oficios, el de matón a sueldo, y eligiendo como ídolo y modelo a Al Capone…

Y de vuelta en Holanda, a sus 18 años, antisemita, proxeneta, ladrón de autos y de joyas (sus pasiones…), estricto personaje de los bajos fondos, vio un nuevo amanecer cuando, en 1940, las hordas nazis ocuparon su país.

No tardó en jurar fidelidad al invasor y –a fuerza de delaciones y otras canalladas–, entrar en la temible y elitista SD (Sicherheitsdienst), servicio de seguridad alemán que operaba como apoyo de las SS, la más feroz de las fuerzas de choque del nazismo.

Pero aún faltaba la última –o penúltima– vuelta de tuerca…

Durante la requisa de una casa cuya familia escondía a Esther Schaap, judía, cuyo marido ya había sido deportado, Riphagen descubrió que la mujer ocultaba en su pelo una bolsita con diamantes. Un mínimo y dudoso reaseguro de las familias judías como vaga esperanza de eludir su muerte y comprar su fuga al mundo todavía libre… Diamantes, anillos, collares, relojes, muchos de valor más sentimental que material, y frágiles esperanzas… Y en ese instante, ante la bolsita y algunos diamantes que cayeron al suelo, los ojos de Riphagen brillaron más que esas piedras.

Educado y casi dulce ante el terror y el temblor de la mujer, le dijo "Yo puedo ayudarla".

Fue su Sésamo, ábrete… El principio de un negocio que superaba en crueldad y cinismo a la habitual rutina de la Solución Final ordenada por Hitler y urdida por Adolf Eichman contra el pueblo judío.



Ante el estupor y la desconfianza de Esther, que le preguntó cómo y por qué quería y podía ayudarla a escapar del tiro en la nuca, el rito aplicado a quienes escondían bienes, Riphagen inventó una historia conmovedora:
–Trabajo con los nazis, pero estuve casado con una judía… ¡y no pude salvarla! Eso me decidió a ayudarla. Y no sólo a usted…

La trampa fue de alta, altísima perversión. Anticipo de la célebre estafa urdida por el italiano Carlo Ponzi (1882–1949): la pirámide financiera de estrepitoso final que imitó con igual destino el norteamericano Bernard Madoff, hoy de 79 años, y condenado a un siglo y medio de cárcel…

La incauta y luego desdichada Esther Schaap, previo pago de unos pocos diamantes, lograría protección y casa hasta el fin de la guerra, y debía presentarle a Riphagen, para el mismo fin, otras familias judías que, siempre con previo pago, estarían a salvo y bajo techo… en casas vacías y amuebladas ya incautadas por los nazis, y cuyos habitantes sufrían o habían muerto en los campos cuyo mayor y más atroz modelo fue Auschwitz.

Para que el negocio pareciera aún más serio y confiable, Riphagen se hacía fotografiar con las familias protegidas, y les entregaba recibos por los valores entregados… que les serían devueltos al acabar la pesadilla bélica. Y por si fuera poco, el espantoso benefactor solía tomar el té con todos ellos…

Entretanto y usando lo contrario, la extorsión y la amenaza de pena de muerte, logró que Bette Wery, una joven mujer que militaba en la resistencia antinazi, entregara a sus compañeros a cambio de que Riphagen no ordenara matar a su familia, refugiada en Polonia…



Ya cerca del fin de la guerra, Riphagen le puso el broche trágico a su plan. Mientras en un banco de Luxemburgo sus cajas de seguridad apenas podían contener tantas joyas y rollos de dinero, en un coupe de foudre, un rayo, delató a todos sus judíos protegidos –tenía sus nombres y sus fotos– y los mandó a morir en las cámaras de gas.

Y ante los primeros cañonazos aliados, huyó de modo novelesco: abandonó Amsterdam oculto en el ataúd de un coche fúnebre, un ex agente secreto, Frits Kerkhoven, lo ayudó a pasar a Bélgica, y en bicicleta por una de las rattenlinien (las Rutas de las Ratas por la que muchos criminales huyeron de Europa a Sudamérica), este doble Judas llegó a España.

Preso por no tener documentos, Kerkhoven vuelve a ayudarlo. Le compra ropa, le consigue documentos falsos, y unos diamantes escondidos en los tacos de sus zapatos completan la fuga: el siniestro Riphagen llega –¡oh casualidad!– a la Argentina, no tarda en acercarse y ganar la amistad de Juan y Eva Perón, y más aún: como tantos de los criminales de guerra amparados bajo la bandera azul y blanca y el escudo peronista, fue un factótum para organizar los servicios secretos del peronismo. Por ejemplo, la siniestra Sección Especial, donde volvió a funcionar la picana eléctrica creada por el execrable hijo del poeta fascista Leopoldo Lugones, y donde verdugos como el comisario Cipriano Lombilla, y los oficiales José González, José Faustino Amoresano y Salomón Wasserman molían a golpes –eléctricos o de puño– a los contreras nombre genérico de todo antiperonista.  Golpes que, por supuesto, violaban las reglas establecidas para ese deporte por John Douglas, noveno marqués de Queensberry y padre de lord Alfred, amante, dicha y desdicha de Oscar Wilde.



Entre otros intelectuales, uno de los atormentados en la Sección Especial fue el historiador Félix Luna.

Según una anécdota que ya es leyenda, Luna le dijo a Perón:

– En su gobierno hay torturadores, general.
– Por favor, Luna, no macanee… ¿A quién torturaron?
– A mí, general.

En 1988 llegó al país un pedido internacional de captura para Riphagen. Demasiado tarde. En 1977, a sus 63 años, murió de cáncer en una clínica de Suiza.




Post scriptum. Un día de 1953 la Sección Especial –o tres de sus esbirros, por lo menos– llegó a mi casa. Fui testigo lúcido, no un niñito bobo: tenía 14 años y cursaba el tercer ciclo del secundario. Por leer "de corrido" a los cuatro años se acortó mi ciclo primario… Los hombres se parecían a los burdos y amenazantes dioses que Borges describe en su brillante pieza Ragnarök, de su deslumbrante libro El Hacedor. Cito: "El lugar era la Facultad de Filosofía y Letras (…) Elegíamos autoridades (…) Bruscamente nos aturdió un clamor de manifestación o de murga. Alaridos humanos y animales llegaban desde el Bajo. Una voz gritó: ¡Ahí vienen! Y después ¡Los Dioses! ¡Los Dioses! Cuatro o cinco sujetos salieron de la turba y ocuparon la tarima del Aula Magna. Uno sostenía una rama (…) Otro extendía una mano que era una garra (…) Todo empezó por la sospecha (tal vez exagerada) de que los Dioses no sabían hablar (…) Frente muy bajas, dentaduras amarillas, bigotes ralos de mulato o de chino y belfos bestiales publicaban la degeneración de la estirpe olímpica. Sus prendas no correspondían a una pobreza decorosa y decente sino al lujo malevo de los garitos y de los lupanares del Bajo. En un ojal sangraba un clavel; en un saco ajustado se adivinaba el bulto de una daga. Bruscamente sentimos que jugaban su última carta, que eran taimados, ignorantes y crueles como viejos animales de presa y que, si nos dejábamos ganar por el miedo o la lástima, acabarían por destruirnos.
Sacamos los pesados revólveres ( de pronto hubo revólveres en el sueño) y alegremente dimos muerte a los dioses".

Hombres como esos preguntaron por mi abuelo Justo, obrero ferroviario, y le dijeron que el gobierno peronista sufría muchas amenazas y conspiraciones, y que por eso recurrían a vecinos antiguos y respetables: para que delataran cualquier reunión o cosa rara que descubrieran en el barrio (Núñez, para más datos). Mi abuelo no necesitó que de pronto hubiera revólveres en el sueño. Entró a su pieza, sacó de su caja de cedro el Orbea de cinco tiros que trajo desde Aragón en su atadito de inmigrante, y apenas vieron relucir su caño cromado… ¡los dioses huyeron como ratas!

Por estas y muchas cosas ni siquiera vale la pena preguntarse porqué ese gobierno protegió a criminales nazis. O porqué fueron sus amigos y guardaespaldas otros atroces alemanes y croatas. O porqué fueron protegidos por el peronismo y vivieron a sus anchas nazis como Adolf Eichmann, Walter Kutschmann, Edward Roschmann y hasta estuvieron de paso, y con documentos legales entregados por el peronismo, monstruos como Klaus Barbie y Josef Mengele. O porqué, en mis primeros años de periodismo, colegas que me doblaban en edad se reían cuando yo, o algún otro joven, mencionaban ese primer e histórico encuentro de Perón y Eva en el verano del 44, Luna Park, festival para lograr fondos de ayuda a las víctimas del terremoto de San Juan. Recuerdo las exactas palabras de uno de ellos, que acompañó a Perón en casi todo su periplo madrileño:
–Pibe, ésa es la estampita… Perón y Eva se conocieron antes en la embajada alemana en Buenos Aires. Tenían mucho que ver con esa gente. Negocios, ¿sabés?…

domingo, 4 de febrero de 2018

SGM: Asalto a Kos y masacre de oficiales italianos

La invasión de Kos: el asesinato de 103 oficiales del ejército real italiano

War History Online presenta un artículo invitado por Pietro Giovanni Liuzzi


Los Stukas aterrorizaron a militares y civiles en toda Europa.


En las primeras horas del 3 de octubre de 1943, varios buques navales alemanes llegaron al Mar Egeo entre las islas de Pserinos y Kalymnos, aproximadamente a 4 millas de la isla de Kos.

Los vigías italianos a lo largo de la costa norte entre Marmari y Cape Sabbia cerca de Lambi alertaron al comando de la isla sobrecargando el sistema telefónico con informes continuos.


El Comando se alarmó pero no creyó en los informes porque la vigilancia británica les aseguró que los alemanes tenían naves insuficientes para una invasión marítima. También pensaron que podrían ser barcos británicos que transportan materiales y refuerzos a las unidades que ya están en la isla.

Mientras tanto, la mayor de las tres unidades alemanas ya había comenzado a invadir la isla. A las siete de la mañana, una cabeza de playa en la costa de Tigaki ya estaba consolidada.

En unas pocas horas, otras tropas alemanas habían vencido a la avanzada defensa italiana. Las aldeas de Pyli, Asfendiou y Zia estaban ocupadas, y luego se dirigieron hacia el oeste hacia el aeródromo.

Mientras tanto, las fuerzas alemanas, reforzadas por la segunda llegada de unidades giraron al sureste y se dirigieron a la ciudad de Kos.


Bombarderos alemanes Junkers Ju 88 en camino a Kos para una operación. Por Bundesarchiv - CC BY-SA 3.0 de

Las tres compañías británicas a las que se ordenó defender la línea Tigaki-Platani fueron, después de una corta pelea, incapaces de detener el avance enemigo y se retiraron. La mayoría de los hombres llegaron a la parte continental de Turquía por diversos medios. El resto fueron capturados, tratados como prisioneros de guerra, y luego de ser inicialmente reunidos en la planta baja del Palacio del Gobernador, fueron transferidos a campos de concentración en Alemania.
A las 20.00 horas, Kos estaba ocupado.

Un segundo contingente alemán más pequeño desembarcó en la costa sur de la isla, cerca del balneario, avanzando sobre las colinas que se inclinaban hacia el mar. Esta unidad, después de escalar las colinas con la ayuda de mulas utilizadas para transportar municiones y otros equipos, se encontró detrás de las baterías de artillería italianas. Después de una pelea a corta distancia, ganó la unidad alemana. Se encontraron con una fuerte oposición cerca de Platani, donde dos compañías, una italiana y la otra británica, lucharon valientemente hasta que fueron derrotadas.

El tercer contingente, una unidad naval y una paracaidista, debería haber tomado el aeródromo de Antimachi defendido por italianos apoyados por una compañía británica. Su desembarco en la bahía de Camari se retrasó por mares agitados. Esto significaba que el área donde debían aterrizar los paracaidistas no había sido asegurada y muchos de ellos fueron asesinados mientras estaban en el aire por la defensa italiana.

Finalmente, las unidades navales y los paracaidistas restantes se encontraron y junto con las tropas que desembarcaron en Tigaki se dirigieron al aeródromo, que fue tomado rápidamente.

La acción militar para tomar Kos estaba bien planeada. Las tropas alemanas experimentadas, recién llegadas del conflicto ruso y báltico, con los últimos equipos y con una fuerte cobertura aérea, avanzaron y dominaron rápidamente a los británicos, quienes, aunque bien equipados, estaban mal entrenados. La unidad británica era la Infantería Ligera de Durham que durante los dos años anteriores había sido empleada en Malta para limpiar los daños de las bombas. Solo habían recibido dos semanas de entrenamiento en el desierto egipcio antes de ser enviados a Kos.

Kos, como Kefalonia, no recibió apoyo aliado. Principalmente debido a la difícil situación, los Aliados se encontraron en Italia después del Armisticio el 8 de septiembre. Badoglio fue tonto al declarar la guerra a Alemania el 13 de octubre, 51 días después del armisticio angloamericano, y no pudo detener los refuerzos alemanes por el Brenner Pass, lo que dificultó el avance de los aliados.

Las tropas nazis de la Wehrmacht reunieron a 3500 soldados italianos y los internaron como traidores en el castillo de Kos. El Estado alemán los eximió del tratado de Ginebra y permitió que las tropas alemanas los trataran brutalmente.


21 cartucho de pistolas y rifle alemanes utilizados para la Coupe de Grace

Había 148 oficiales italianos en Cos en la fecha del ataque. Algunos fueron muertos durante la lucha, mientras que otros fueron hospitalizados antes de ser enviados a las cárceles en Alemania. Se recogieron 110 oficiales en el cuartel de Vittorio Egeo, cerca del cerro del profeta Elías en Linopoti. Fueron invitados a servir en el ejército alemán, siete aceptaron; los otros 103 fueron trasladados al pequeño puerto de Tigaki en pequeños grupos donde, según les dijeron, se irían a campos de prisioneros de guerra en el continente.

En cambio, a unos pocos kilómetros de distancia, les dispararon con una ametralladora escondida en los arbustos. Un año después, se encontraron 66 cuerpos en 8 fosas comunes en "Campo delle Fosse" Linopoti. No hubo rastro de los 37 restantes.


El Memorial con 103 nombres de oficiales - la Campana de la Memoria - la placa de mármol colocada en la fosa común donde los restos de 66 oficiales fueron enterrados antes de su traducción a Bari en el Cementerio Militar de la SGM.

Las autoridades italianas rechazaron las repetidas solicitudes del Comitato Caduti di Kos de realizar una búsqueda debido a la falta de información confiable.

En 2015, un grupo de voluntarios italianos, financiados por algunas de las familias y amigos de los oficiales, llevaron a cabo excavaciones en "Campo delle Fosse" durante una semana.

El grupo logró encontrar una de las tres posibles fosas comunes descritas por el padre Bacheca, un sacerdote presente en las primeras investigaciones, en su informe de 1947 que está en los archivos del Estado Mayor del ejército italiano.


Los cuatro voluntarios en el trabajo (Fabio, Marco, Sergio y Francesco)

Muchos objetos pertenecientes a algunos de los oficiales (incluida una medalla de oro, una dentadura postiza con dos dientes de oro, una pluma estilográfica con tres anillos de oro y un par de gafas) fueron encontrados y ahora están en el Museo de Historia Moderna abierto en Kos por el Presidente de la República Helénica el 7 de marzo de 2016.

Los pocos restos esqueléticos, examinados en el Departamento de Paleo-radiología de la Universidad de Trieste, pertenecían a dos jóvenes de 26 años (84 de los 103 italianos tenían menos de 28 años). Los restos fueron enterrados el 29 de mayo en una bandera tricolor en una ceremonia religiosa en el Cementerio Católico tristemente sin honores militares.


Objetos remanentes que pertenecen a algunos de los oficiales.

Su viático fue acompañado por tres campanas de la Campana de la Memoria, donadas por la Provincia de Latina, que tocarán el 6 de octubre de cada año para mantener viva la Memoria.

Por Pietro Giovanni Liuzzi
"Operación Lisia: alla ricerca degli ufficiali italiani caduti a Kos, 6 ottobre 1943"



El libro de Pietro "Events on Cos, septiembre de 1943 - octubre de 1945" está disponible desde el 4 de diciembre de 2017 en copia impresa y e-book.

Veinte días después de la injustificable y monstruosa violencia del Gebirsjäger alemán en la División Acqui, los Granaderos de la 22 División del General Müller en Cos Island cometieron una segunda ofensa: 103 oficiales italianos fueron fusilados como tropas de Badoglio y, por lo tanto, considerados traidores. Aproximadamente un año después del trágico evento, gracias a la voluntad de algunos compatriotas presentes en la isla, se encontraron 66 cadáveres de oficiales en ocho fosas comunes. Solo 42 fueron reconocidos. Hoy, sus restos están en el osario militar de Bari Overseas. 37 oficiales nunca fueron encontrados. Las instituciones italianas no querían buscarlas atrincherarse detrás de la vastedad del área en cuestión. En 2015, con la Operación Lisias, un grupo de voluntarios italianos y la contribución indispensable de algunos amigos griegos, con medios económicos y temporales limitados, hicieron algunas excavaciones y encontraron una tumba común. Se encontraron pocos huesos y pertenencias personales además de algunos cartuchos de Grace Stroke. Depende de la Institución completar la ópera. Este ensayo intenta contar lo que surgió de los testimonios y documentos de archivo con el objetivo de redimir la memoria y el honor de esos Hombres de armas.

“Events on Cos, September 1943 May 1945”

By Pietro Giovanni Liuzzi

ISBN: 9788892692787

viernes, 19 de enero de 2018

Guerra Antisubversiva: EA homenajeará a muertos en el copamiento a Azul



El Ejército recordará a militares muertos por ataques guerrilleros en democracia

Mariano de Vedia || La Nación

Con un homenaje al coronel Camilo Arturo Gay, al teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal y al conscripto Daniel González, que murieron durante el intento de copamiento de la guarnición militar de Azul perpetrado por el ERP en 1974, el Ejército iniciará mañana una serie de actos para reconocer públicamente a los caídos en defensa de las unidades castrenses en períodos constitucionales.

Se trata de una decisión del jefe del Ejército, teniente general Diego Suñer, que encabezará el homenaje de mañana, a las 19, pero también dispuso organizar actos similares a lo largo del año en reconocimiento a otros militares y civiles ultimados en distintas acciones guerrilleras.

El soldado Daniel González también será homenajeado. Foto: Gentileza Frente de la Guarnición Militar de Azul


El ataque a la guarnición de Azul constituye un caso paradigmático. Allí cayeron los dos jefes de la unidad, que enfrentaron la ofensiva del ERP para secuestrar armamentos el 19 de enero de 1974, tres meses después de que Juan Domingo Perón asumiera su tercera presidencia.

Al ingresar a la guarnición, los atacantes asesinaron al soldado conscripto González y luego al coronel Gay, jefe del regimiento de Caballería de Tanques 10. Su esposa, Norma Ilda Casaux, fue tomada de rehén junto a sus dos hijos y murió al recibir una ráfaga de ametralladora de uno de los guerrilleros. Uno de los hijos de Gay estará presente en el homenaje. Su hermana, que no pudo superar la tragedia, se arrojó al vacío años después.

Entrada del Frente de la Guarnición Militar de Azul. Foto: Gentileza Frente de la Guarnición Militar de Azul

Ibarzábal fue secuestrado y mantenido cautivo durante diez meses, hasta que fue ejecutado por sus captores cuando lo trasladaban y se encontraron ante un control policial en San Francisco Solano.

Como es habitual en estos casos, ambos oficiales y el conscripto González fueron ascendidos post mortem por el Ejército al grado inmediatamente superior.

La secuencia de actos seguirá el 28 de mayo, con el recuerdo del combate de Manchalá, cerca de la localidad tucumana de Río Colorado. En ese enfrentamiento con más de cien combatientes del ERP, durante el gobierno de María Estela Martínez de Perón, en 1975, el Ejército recuperó documentación del ataque planificado para el día siguiente en el puesto de comando táctico de Famaillá, incluida una maqueta de la unidad.
La entrada del Frente de la Guarnición Militar de Azul luego del ataque del 19 de enero de 1974. Foto: Gentileza Frente de la Guarnición Militar de Azul


El caso Larrabure y la Operación Primicia


Los homenajes seguirán el 11 de agosto para recordar al coronel Argentino del Valle Larrabure, secuestrado en agosto de 1974 durante el copamiento de la Fábrica Militar de Villa María, también planificado por el ERP para hacerse de armas y municiones.

Larrabure era el subdirector de la unidad y fue retenido en una "cárcel del pueblo" durante 372 días, en una superficie de dos metros de largo por uno de ancho. El cadáver apareció en agosto de 1975, tras ser mantenido en cautiverio, cerca de Rosario.

Recientemente, el juez federal Nº 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, denegó el pedido del hijo del militar, Arturo Larrabure, para considerar el caso crimen de lesa humanidad, tal como lo había sostenido en su dictamen el fiscal general Claudio Palacín.

El Ejército rendirá homenaje el 6 de septiembre al teniente coronel Raúl Juan Duarte Ardoy segundo jefe del Regimiento de Infantería Nº 1 Patricios, ultimado durante un ataque al Comando de Sanidad organizado por el ERP, en el barrio de Parque Patricios, durante el gobierno constitucional de Raúl Lastiri. El militar murió de un disparo mientras se producía la rendición del grupo guerrillero.

El último homenaje previsto será el 5 de octubre, para recordar a un subteniente, un sargento, ocho soldados y un agente de la policía de la provincia muertos en el ataque al Regimiento de Infantería 29 de Formosa, por parte de Montoneros. Se trata de la llamada Operación Primicia, que incluyó el secuestro de un avión de pasajeros.

domingo, 29 de octubre de 2017

Mossad: Persiguiendo a Mengele por Argentina y Brasil

Entre Mengele y Eichmann: la cacería de dos monstruos de Hitler en América Latina

El servicio secreto israelí debió tomar una de las decisiones más difíciles de su historia. La búsqueda que terminó con un análisis de ADN
Por Marcelo Raimon | Infobae
Desde Tel Aviv, Israel




Es el fin de una era y ya no puede hacer mucho daño reconocer los errores del pasado. Menos aún si se trata de errores derivados del uso apropiado del manual del buen espía.

Así parecen entenderlo en Israel las principales organizaciones involucradas en una empresa que fue -y en cierta medida sigue siendo- una de las razones de estado de este país: cazar criminales de guerra nazis, en especial aquellos involucrados en el Holocausto, el experimento industrial de limpieza étnica puesto en marcha por el gobierno alemán entre 1941 y 1945 y que dejó unos seis millones de judíos masacrados.

Ya no existe la Guerra Fría y, quizás con un poco de retraso, el Mossad, el servicio secreto exterior de Israel puso a disposición del público, a través de Yad Vashem, el museo y memorial del Holocausto con base en Jerusalén, un extenso volumen relatando las andanzas de los espías durante la persecución de los criminales nazis.


“Una aguja en un pajar”. La fecha 2007 corresponde al tiempo que tomó desclasificar los archivos

El reporte difundido por el Departamento de Historia del Mossad se divide en tres partes, el primero describe la estructura de las unidades de la organización que llevaron adelante la cacería y el segundo repasa las operaciones lanzadas contra distintos ex jerarcas alemanes.

Pero es la tercera parte la que provocó revuelo en Israel y en el mundo. Ese capítulo está dedicado a Josef Mengele, el Doctor Muerte, uno de los símbolos más crueles del Holocausto, quien durante años logró escabullirse de las manos de los espías judíos y terminó muriendo una muerte normal, ahogado en Brasil en 1979.

Los documentos compilados y desclasificados por el Mossad confirmaron, según entendieron los principales analistas israelíes, que Mengele estuvo cerca de ser capturado por los espías de Jerusalén pero logró escapar a ese destino porque los agentes secretos acababan de detener, en 1960 en Argentina, a Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores de la "solución final" para los judíos europeos.


Josef Mengele, en un retrato fotográfico oficial

Mengele estaba al alcance de la mano, también en Argentina, pero parece ser que aquel teórico "manual" de los espías sugería no desdoblar los esfuerzos de un comando de agentes para no terminar quedándose sin uno ni otro de los jefes nazis.

El líder del comando que secuestró a Eichmann, Rafi Eitan, ya había reconocido años atrás que la posible captura de Mengele fue descartada para no echar a perder la operación Eichmann, que continuó con el traslado secreto del oficial nazi en un vuelo de El Al y el juicio y ahorcamiento en Jerusalén en 1962.

Pero esta es la primera vez que los servicios secretos israelíes reconocen públicamente que Mengele se escapó de su vigilancia.

Mengele fue supuestamente localizado otra vez en 1962, en Brasil, por un agente del Mossad, pero para aquel momento los servicios secretos israelíes habían puesto la caza del Doctor Muerte en el congelador por razones todavía no muy claras, que podrían haber incluído cuestiones políticas o presupuestarias.


Martha Mengele y Rolf Mengele, la esposa y el hijo del siniestro nazi

Autos de Martha Mengele que figuran en el informe “Una aguja en un pajar”, que decribe cómo el Mossad persiguió al Doctor Muerte durante años

Sin embargo, el espía encargado de recopilar el volumen que acaba de difundir el Mossad, Iosef Chen, afirmó que la persona vista en Brasil no era Mengele.

Chen, nacido en Polonia, ahora de 81 años y en Israel, le contó al periódico The Jerusalem Post que "había quien pensaba que era Mengele y otros que no estaban tan seguros". "En cualquier caso -contó el ex agente- no se puede hacer nada después de solamente un primer avistaje, hay que juntar toda la información posible y chequear todas las posibilidades y recién ahí tomar una decisión".

En todo caso, y tal como demuestra el reporte recién publicado, los agentes israelíes "dedicaron mucho tiempo y hubo muchos intentos de atrapar a Mengele -reconoció Chen-. Es una pena que no hayan logrado el objetivo".

El informe, de unas 400 páginas en idioma hebreo y titulado "Una aguja en un pajar: tras los pasos del 'Doctor Muerte' de Auschwitz", incluye en efecto numerosos documentos, mapas, dibujos y fotografías que confirman que Israel quiso poner sus manos sobre Mengele, el médico que se entretenía torturando prisioneros en aquel campo de concentración con supuestos "objetivos científicos".


Identikits de Mengele “viejo”. Con imágenes como esta lo rastreaban por todo el mundo, pero especialmente por América Latina: Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil

Hay fotos de un Mengele joven e identikits de un Mengele más viejo, dibujos a mano del propio Rafi Eitan mostrando lo que podría haber sido la localización del médico nazi en Paraguay y el diseño de la casa donde se escondía.

También se pueden ver imágenes de la segunda esposa de Mengele, Martha -viuda de su hermano Karl-, y hasta el acta de matrimonio de ambos en 1958 en Uruguay, además de numerosos papeles intercambiados entre espías y autoridades gubernamentales, todas arrancando con la palabra "sodí" (secreto) en el encabezado y firmados por un "agente D." o "agente G.".


Acta de matrimonio de Josef Mengele con Martha

Chen, quien se sumó al Mossad en 1976 y trabajó ocho años en el reporte sobre Mengele, estimó que el médico logró escapar porque los servicios secretos israelíes prefiriero concentrarse en Eichmann, sobre quien contaban con mucha más información.

El ex agente secreto afirmó incluso que Mengele, a diferencia de Eichmann, contaba con el apoyo de una familia muy rica, muchos de cuyos miembros seguían viviendo en Alemania y al parecer lo ayudaban financieramente para mantenerse escondido.

"Pero, para nuestro regocijo -continuó Chen-, sabemos que (Mengele) vivió como un perro siendo cazado, se escondió durante docenas de años temiendo ser descubierto". Las afirmaciones de Chen fueron indirectamente rechazadas por uno de los principales analistas israelíes en asuntos de espionaje, Ronen Bergman, según el cual el agente que identificó a Mengele en Brasil, Zvi Aharoni -el mismo que había detectado a Eichmann en Buenos Aires-, había encontrado a la persona que buscaban.


Croquis con los supuestos lugares donde se alojó Mengele durante su paso por Argentina

Mengele mismo había tenido un paso por la capital argentina. Cambiaba constantemente de domicilios. "No vivía en la misma dirección por mucho tiempo", dice el informe. "Pasó por diferentes casas en Buenos Aires y sus alrededores", agrega. Olivos -un barrio periférico de la ciudad- es una de esas locaciones y una calle conocida: Villate, donde está la actual residencia presidencial.

Bergman fue quien levantó la polvareda por el informe del Mossad con un artículo días atrás en Yediohot Ajronot, el principa diario israelí. También escribió un artículo para The New York Times, adonde afirmó que fue el propio Zaharoni quien, en 1999, le aseguró que el blanco descubierto en Brasil era Mengele.

"Estábamos de excelente humor -le dijo Zaharoni a Bergman-, estaba convencido de que en poco tiempo íbamos a ser capaces de atrapar a Mengele y llevarlo a Israel para ser juzgado".

Sin embargo, dijo Bergman, en ese momento los servicios secretos israelíes estaban "madurando" e imponiéndose "prioridades" más allá de la cacería de nazis.

Según el experto, al mismo tiempo que algunos agentes esperaban órdenes para capturar al Doctor Muerte, el entonces jefe del Mossad, Isser Harel, se enteraba de que Egipto estaba intentando contratar científicos alemanes para impulsar su programa de misiles.

Esa, por ejemplo, era una prioridad que dejaba a Mengele de lado, escribió Bergman.

Poco tiempo después, recordó, Meir Amit fue designado nuevo jefe de los espías en el exterior y decretó que había llegado el momento de "dejar de perseguir fantasmas del pasado".

Pero después, en 1977, Menahem Begin se convirtió en primer ministro de Israel. El líder del Likud consideró que todavía quedaba mucho por hacer y relanzó la cacería de nazis. Y así está claro en el reporte difundido días atrás, adonde se ven fotografías y reportes sobre Mengele de los 70 y 80.

Sin saber que Mengele había muerto en febrero de 1979, el Mossad había planeado interceptar las llamadas telefónicas de su hijo Rolf, quien vivía en Berlín occidental, o hasta secuestrar al hijo de un amigo de la juventud del Doctor Muerte, para obligar al padre a proveer información sobre el paradero de su ex camarada.


Josef Mengele, el Doctor Muerte, con su uniforme de las SS

Entre esas idas y venidas en la dirección de los servicios secretos israelíes, Mengele logró mantenerse a salvo de quienes lo buscaban para juzgarlo por crímenes de guerra. Terminó muriendo ahogado al sufrir un ataque cardíaco mientras nadaba en las costas de Bertioga, en el estado de San Pablo, adonde había llegado para visitar unos amigos.

Recién en junio de 1985 se exhumó el cadáver y se informó que pertenecía al hombre que aprovechó su designación como médico en Auschwitz para llevar a cabo horrendos experimentos "genéticos" -como cortar miembros de los prisioneros, coser para juntar cuerpos de gemelos o inyectarles tintura en los ojos, entre otros esperpentos- o decidir quienes marchaban a las cámaras de gas y quienes podían vivir todavía algunas semanas más.

Recién en 1992 se confirmó la identidad de manera prácticamente certera gracias a un examen de ADN y, después de todos los estudios, los huesos de Mengele siguieron durmiendo en un laboratorio forense en San Pablo por un total de más de treinta años. Hasta que a las autoridades de la Facultad de Medicina de la ciudad brasileña se les ocurrió que un poco de justicia poética podría tener utilidad para los estudiantes.

Así, los huesos del Doctor Muerte son analizados por quienes concurren a las clases de la carrera de medicina forense, para estudiar "cómo conectar los restos con la información" existente sobre la historia de una persona, según explicó un profesor brasileño.

La difusión de este reporte del Mossad puede sonar a canto del cisne de esta sangrienta aventura que comenzó prácticamente al mismo tiempo del establecimiento del estado de Israel, en 1948, cuando estaban fresquísimos los recuerdos de los espantos del Holocausto, las cámaras de gas y los experimentos de gente como Mengele y otros tantos médicos nazis.

La publicación, dijo Avner Avraham, un ex agente del Mossad considerado el principal experto en el caso Eichmann, "muestra que estamos al final de una era en la persecución de los nazis, la mayoría de los cuales ya no están vivos".

Por supuesto, tampoco se pueden esperar acciones espectaculares en el extranjero. "Israel -le dijo Avraham a Infobae- no llevará a cabo operaciones en territorio de países amigos en este contexto". Mengele pudo haberse escapado porque, añadió, "al momento de la captura de Eichmann era importante llevar a un nazi famoso a un gran juicio", y no apostar a dos.

El juicio de Eichmann fue una enorme necesidad histórica, de hace varias décadas. Ahora, según Avraham, la difusión del reporte confirma una nueva tendencia: "no es suficiente decir 'nunca más', hay que contar exactamente lo que pasó en la guerra, contarle a los judíos y no solamente a los judíos".

"Una aguja en un pajar" está disponible para cualquiera que pueda leer hebreo, en un archivo pdf que se puede descargar del website de Yad Vashem. "Que se sepa, no hay futuros reportes" de esta magnitud a ser difundidos en el futuro, le dijo a Infobae un vocero del memorial, Simmy Allen.

Una buena oportunidad, entonces, para ponerse al día con las palabras y las imágenes de un pasado que se diluye.