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miércoles, 17 de noviembre de 2021

Medioevo: El legendario lupanar de Valencia

Prostitución medieval: el burdel de Valencia cuya fama atrajo clientes de toda Europa del siglo XIV al XVII

El rey aragonés Jaime II concentró a todas las meretrices de la ciudad en un barrio cerrado y prohibió el trabajo en las calles. Creó así el lupanar más grande de la época, frecuentado y admirado por visitantes de todos los rincones
Por Claudia Peiró
Infobae


En Valencia, Jaime II decidió concentrar a todas las meretrices en un sector periférico de la ciudad

El oficio más viejo del mundo siempre ha sido objeto de polémica. Y de intentos de reforma, tendientes a organizarlo y controlarlo. El debate legalización versus prohibición es casi tan viejo como el métier.

Para la mayoría de los gobernantes era un mal necesario. Incluso la Iglesia lo veía de ese modo y se resignaba a tolerarlo, siguiendo la sentencia de San Agustín: “Quita las sentinas en el mar o las cloacas en el palacio y llenarás de hedor el palacio (o el barco): quita las prostitutas del mundo y lo llenarás de sodomía” (La Ciudad de Dios).

Según la revista de Historia Herodote.net, en Francia, el rey San Luis que era extremadamente piadoso, no aceptó este enfoque tolerante y decretó en 1254 que las “mujeres de mala vida” fueran expulsadas de las ciudades y sus bienes confiscados. Pero al poco tiempo debió rendirse ante la evidencia. Su orden no fue cumplida. Se resigna entonces a sacarlas de la vía pública y alejadas del centro y de las iglesias, en casas ubicadas al borde del río Sena, lo que dará origen al término burdel: “bord d’eau” (al borde del agua) derivará en la palabra francesa “bordel”.


El oficio más viejo del mundo, ejercido en los baños públicos medievales

En toda Europa occidental se toman medidas similares a partir del siglo XIII: las nacientes municipalidades quieren enmarcar la prostitución y en lo posible circunscirbirla a casas o prostíbulos. Algunas de estas mujeres ejercían también el oficio en baños públicos, al estilo de los hammams orientales, muy numerosos en la Edad Media. La tendencia, más marcada a partir de mediados del silgo XIV, es al control de esta práctica por las autoridades municipales en general a través de la creación de casas públicas o prostibulum.

“Un mal necesario mediante el cual controlar los impulsos más primarios de jóvenes ansiosos y evitar que ejercieran la violencia contra las ‘mujeres honradas’, como eran conocidas por entonces las damas que no vendían su cuerpo por dinero”, decía un artículo de Manuel Villatoro sobre el burdel de Valencia en el diario español ABC.

Con ese fin, las grandes ciudades medievales españolas empezaron a abrir burdeles a partir del siglo XIII, como pasó en Francia. La finalidad no era sólo el control sino también erradicar la práctica de ciertas zonas de la ciudad, las más transitadas, y relegarla a calles periféricas.

Tanto Sevilla como Barcelona, entre otras ciudades, tuvieron prostíbulos intramuros, pero el más destacado y cuya fama trascendió fronteras extendiéndose por toda Europa fue el de Valencia, en el reino de Aragón.

Los motivos de esta trascendencia fueron de dos categorías: cantidad y calidad. Llegó a tener 200 meretrices trabajando allí, instaladas en casas y hostales, cuidadas y vigiladas.


Jan Van Bijlert, Die Kupplerin, 1625

Entre 1229 y 1245, la Corona de Aragón había emprendido la reconquista de Valencia, ocupada por los moros, y su anexión al reino. “Ganada la capital al Islam y ocupada por los cristianos, las prostitutas se instalaron en Valencia, como podía hacerlo un tabernero, un zapatero o cualquier profesional”, dicen José Ignacio Fortea, Juan Eloy Gelabert y Tomás Antonio Mantecón en Furor et rabies: violencia, conflicto y marginación en la Edad Moderna (citado por Manuel Villatoro).

La prostitución se ejercía en calles, posadas y hostales. Nada nuevo bajo el sol. Pero en el año 1321, el rey Jaime II emitió una advertencia oficial: “Que ninguna mujer pecadora se atreva a bailar fuera del lugar que ya tiene habilitado para estar”; indicio de que ya existía el célebre lupanar oficial de Valencia. En concreto, desde ese momento quedó establecido que las mujeres públicas debían abstenerse de ejercer la prostitución en cualquier calle.

El burdel habilitado por el rey estaba ubicado intramuros, pero en un sector distante del centro urbano, según el libro citado. Cerca de la morería -el gueto de los árabes que permanecían en las ciudades reconquistadas por los cristianos- y de quienes ejercían otras profesiones consideradas insalubres.

El burdel, que funcionaba como una comunidad, dirigida por un Regente, se mantuvo activo durante tres siglos, siendo su momento de esplendor a finales del siglo XV. Un cliente que lo visitó en 1501 dijo que vio entre 200 y 300 meretrices en el lugar, cifra que los historiadores consideran algo exagerada; se cree que había alrededor de un centenar. “La mayoría procedían de otros reinos o localidades, quizá para eludir problemas personales o familiares”, dicen los autores de Furor et rabies... Incluso se las apodaba de acuerdo al origen: “la aragonesa”, “la murciana”, por ejemplo.



"El mensaje de amor". Pintura de François Clouet, 1570, Museo del Prado

La mujer que quería ejercer el oficio debía ser mayor de 20 años y tramitar una licencia especial al “Justicia”, el funcionario que se ocupaba de los asuntos civiles o criminales. Económicamente era ventajoso estar en el burdel oficial: se ganaba casi el doble que por la libre.

La jornada no tenía horarios definidos, pero sí una mayor afluencia de clientes hacia el atardecer, cuando concluía la faena del día y los hombres buscaban distracción. También se intensificaban las prestaciones en días de ferias o mercados que atraían visitantes de lso alrededores.

Eso sí, se respetaban los “días de guardar”: en Semana Santa y en las festividades de la Virgen, el lupanar valenciano cerraba sus puertas y las meretrices eran llevadas a un centro religioso. Otra norma estricta era la prohibición de trabajar antes de la misa del domingo, so pena de multas elevadas. Estas “vedas” en fechas sacras y previas al rito dominical eran impuestas por la Iglesia en casi toda Europa.

Lo gracioso, destaca Villatoro, es que en esos retiros espirituales se intentaba que las mujeres dejaran el oficio y hasta se les ofrecía ayuda para rehacer sus vidas, conseguir marido y asentarse. Una visión social de avanzada.

El prostíbulo no era un edificio sino un mini barrio de varias calles con una quincena de hostales y muchas casas. Las prostitutas que obtenían la licencia para ejercer alquilaban una habitación en los hostales o una vivienda. Los caseros eran los que dirigían el lugar. “Cada mujer cuidaba de su casita con esmero, blanqueando su fachada, poniendo flores y arreglándola según su gusto”, dicen los autores de Furia…” Se veía a estas mujeres sentadas en la puerta esperando a sus clientes.

La situación más ventajosa era la de las que tenían una de estas viviendas, ya que eso les daba cierta autonomía; escapaban un poco más a la vigilancia de los hostaleros. Los caseros y hostaleros eran los que tenían el verdadero poder en el lugar: se ocupaban de contratar a las prestadoras, acordar la distribución de las ganancias, facilitar trámites ante las autoridades, intervenir en caso de peleas entre clientes o agresiones a las mujeres, prestarles o adelantarles dinero y asistirlas en caso de enfermedad.



Los préstamos funcionaban como cepo ya que ninguna mujer podía dejar el prostíbulo si tenía una deuda: otra práctica que no ha perdido vigencia como a diario se verifica en nuestros días en los casos de trata de mujeres.

Se controlaba que no ingresaran armas al lugar, y al cliente que causaba problemas se le vedaba la entrada en el futuro. Eran frecuentes los hurtos a las prostitutas: joyas, vestidos y otros elementos. Pero el burdel tenía una sola salida, lo que facilitaba el control de este tipo de infracciones al orden. El encargado de administrar justicia en ese pequeño mundo era el Regente.

A los visitantes del lugar, en especial extranjeros, les llamaba la atención el orden, el cuidado de las casas y la ausencia de sordidez, habitual en este tipo de sitios.

A mediados del siglo XVII, Fray Pedro de Urbina, arzobispo y virrey de Valencia, ordenó el fin de la prostitución y dispuso que las mujeres que ejercían el oficio pasaran al servicio doméstico o regresaran a sus casas. De lo contrario, serían expulsadas de la ciudad. Esto marcó el fin del célebre prostíbulo. En 1671, las últimas prostitutas del lupanar fueron llevadas al monasterio de San Gregorio. Eran apenas siete y fueron convertidas por el jesuita valenciano P. Catalá: “Aquellas siete pecadores se convirtieron en siete ángeles”, según un cronista de la época.

Pintura mural en un lupanar de Pompeya, siglo I d.C.

Previsiblemente, el cierre del lupanar resucitó la prostitución callejera y causó un brote de enfermedades venéreas.

Durante su larga existencia el lupanar de Valencia fue uno de los mayores atractivos de la ciudad.

Como se dijo, otras ciudades también legalizaron la prostitución en aquellos tiempos. El lupanar de Sevilla se abrió en 1337, el de Barcelona en 1448 y el de Murcia en 1444. La ordenanza murciana mandaba por ejemplo que “que todas las malas mujeres rameras” salieran “de la ciudad de entre las buenas mujeres e se vayan al burdel”.


martes, 25 de agosto de 2020

Medioevo: La batalla naval de Zierikzee


Batalla de Zierikzee 

W&W




Rainiero I de Grimaldi, vencedor de la batalla naval en Zierikzee

La victoria francesa sobre los flamencos en la batalla de Zierikzee en Zelanda (1304) pudo haber mitigado la amargura de la derrota en la batalla de Courtrai (la batalla de los Golden Spurs) dos años antes, pero parece no haber sido concluyente, a pesar de la paz. tratado firmado en Athis-sur-Orge en 1305, ya que los esfuerzos de Felipe IV de Francia para extender el control sobre Flandes continuaron hasta al menos 1320. Quizás porque solo dos crónicas vernáculas contemporáneas proporcionan cuentas de la batalla, se ha estudiado poco desde único artículo de Pierre J.-B. Legrand D’Aussy a finales del siglo XVIII: un estudio que hasta hace poco había dictado una comprensión posterior de las tácticas navales desplegadas en el encuentro y el curso y el resultado de la batalla. El más conocido de los dos autores vernáculos es Guillaume Guiart, un ex soldado que sirvió en el ejército francés en Mons-en-Pévèle (1304). Compuso sus memorias hacia el final de su vida y, por lo tanto, a cierta distancia de los eventos en Zierikzee, que no presenció personalmente. Aún menos minado por los historiadores que la crónica rimada de Guiart, al menos más allá de los estudios holandeses, es la del autor de Utrecht Melis Stoke, escribiendo sobre estos mismos eventos desde un punto en el tiempo aún más próximo.

En 1303 y 1304, la ciudad fue asediada varias veces por las tropas flamencas por una disputa territorial entre el Conde de Flandes y el Conde de Holanda que se remonta al siglo XI. No podían dejar que lo pasado fuera pasado. Los flamencos no pudieron tomar la ciudad y finalmente fueron derrotados en la Batalla de Zierikzee en agosto de 1304. Esta batalla naval de dos días fue un choque global. El equipo ganador tuvo 30 engranajes franceses y ocho españoles y 11 galeras genovesas. (Dientes y galeras eran mercantes medievales y buques de guerra). Los holandeses contribuyeron con cinco barcos de Schiedam. Los perdedores tenían una flota de 37 barcos flamencos, ingleses, hanseáticos, españoles y suecos, así como numerosos barcos más pequeños de quién sabe dónde.

La batalla principal a considerar en detalle ocurrió en 1304 en la vía fluvial que conduce a la ciudad de Zierikzee en Zelanda. Los protagonistas fueron Felipe IV de Francia y Guy de Namur, el conde de Flandes. Los franceses habían intentado extender su control sobre Flandes al menos desde 1297; la situación se complicó tanto por la participación de los ingleses, los principales socios comerciales de las ciudades flamencas como por el estatus semi-independiente de las principales ciudades productoras de telas de la región. En 1302, una gran rebelión contra el dominio francés en la región condujo a la derrota de las fuerzas terrestres francesas en la batalla de Courtrai. Los ingleses habían usado este momento de debilidad de parte de Francia para concluir un tratado con ellos. Así, cuando los franceses comenzaron una nueva campaña en Flandes en 1304, los ingleses eran al menos temporalmente aliados de Francia, mientras que los flamencos habían recurrido a Escocia para recibir apoyo. Mientras tanto, Guy de Namur había intentado apoderarse de las tierras de John d'Avesnes, el conde de Holanda y Hainault. Estos incluían a Zelanda, mientras que el mismo John también se alió con los franceses. Las fuerzas de Guy estaban asediando la ciudad de Zierikzee, parte de los territorios de d'Avesnes, cuando se acercó la flota francesa.



Los eventos de la batalla fueron registrados en una historia métrica escrita c. 1306, por un Guillaume Guiart que parece haber tenido acceso a buena información. 18 La flota francesa de ataque constaba de dos escuadrones diversos. Una consistía en lo que el autor llama "grands nefs", una variación del tipo de velero redondo del norte de Europa; Este fue dirigido por Pedrogue desde Calais y consistió en ocho barcos españoles y franceses arrestados a lo largo de la costa del Canal. El otro estaba compuesto por 12 galeras contratadas en Génova bajo el mando de Renier Grimaldi, que también tenía el mando general. Cinco naves más comandadas por el conde William, el hijo de John d'Avesnes se unieron a ellas en la desembocadura del Escalda. Aquí el viento y la marea se volvieron contra ellos y tomó al menos ocho días llevar todos los barcos por la vía fluvial a la ciudad sitiada. El plan, según Guiart, era dividir los barcos en tres grupos de aproximadamente 15 cada uno, mientras que las galeras también se mantenían juntas. Los barcos estaban equipados no solo con castillos delanteros, a popa y superiores para el mástil, sino también con muelles; se colocó una pancarta blanca como señal de reconocimiento. El primer movimiento fue hecho por Pedrogue, quien avanzó con su propia y otras tres naves dentro del alcance de la ballesta de los flamencos. Sin embargo, la marea estaba bajando y todo encalló convirtiéndose en objetivos fáciles tanto para los flamencos en tierra como para aquellos en sus barcos que superaron en gran medida a los franceses. Según Guiart, la respuesta del resto de la flota francesa a esta emergencia fue formar un escuadrón y anclar para evitar ser arrastrados a la costa por la marea o el viento. También afirma que los barcos pasaban cables de uno a otro al igual que las galeras que estaban detrás de los nefs, atándolos en un bloque. Guy decidió enviar naves de fuego hacia su enemigo inmovilizado, pero el viento cambió y les permitió regresar a la ciudad. En la confusión que siguió, los capitanes de Guy parecen haberse dado cuenta demasiado tarde de que la marea había cambiado y que las naves de Pedrogue estaban en movimiento nuevamente. La batalla ahora se convirtió en una confusa melée con el aire cargado de misiles de todo tipo desde los ballestas, ballestas y arqueros. Dos de los barcos flamencos más grandes fueron abordados y capturados. Para entonces, la oscuridad había caído pero ninguno de los bandos interrumpió la batalla. Grimaldi, cuyas galeras todavía no habían tomado parte en la lucha, vio que el enemigo estaba confundido y ahora atacó con gran éxito tomando al menos tres naves flamencas más. Guy dirigió su barco, ahora a toda vela hacia la propia galera de Grimaldi, rompió los remos pero no pudo agarrarlo con éxito. Un segundo intento también falló y para entonces estaba claro que los franceses habían ganado el día. La cuenta concluye con el levantamiento del asedio y el regreso de Pedrogue a Calais.

¿Cuánta credibilidad puede basarse en esta cuenta y qué nos dice sobre las tácticas de batalla en esta fecha? El relato es casi contemporáneo, pero no hay evidencia de que el escritor haya tenido alguna experiencia directa de la guerra en el mar. Un comentarista del poema del siglo dieciocho señaló que la táctica de "acoplar" buques de guerra o unirlos se puede encontrar en Livio y, por lo tanto, no puede ser más que el seguimiento convencional de un modelo clásico. Otros aspectos de la cuenta son más valiosos. Aunque la batalla tuvo lugar cerca de la costa, la acción del viento y la marea fue crucial para el resultado. La capacidad de manejar una embarcación a vela en circunstancias difíciles podría decidir el problema. El desesperado ataque de Guy contra la galera de Grimaldi podría haber convertido la fortuna de la batalla si hubiera tenido éxito. Incluso si las etapas de cierre estuvieron marcadas por acciones de abordaje, el intercambio de disparos, ya sea por arqueros o por aquellos que operan las grandes catapultas, era de gran importancia. Las consecuencias generales de la victoria francesa son menos claras. El tratado de paz firmado en 1305 en Athis-sur-Orge fue desfavorable para los flamencos, pero en ningún sentido resolvió el conflicto que continuó de manera intermitente hasta al menos 1320.

lunes, 16 de marzo de 2020

Medioevo: Segundo Imperio Búlgaro (siglo 10 al 14)

El Segundo Imperio Búlgaro Siglos 10 al 14

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Bulgaria bajo Ivan Asen II


El emperador bizantino Basilio II, que sucedió a su tío John Tzimiskes en 976, envió de inmediato un nuevo ejército para tratar con los hermanos, pero su principal preocupación era la rebelión de un comandante griego en Asia Menor. Samuil y su hermano Aron (sus otros hermanos habían muerto) pudieron detener a los griegos. Roman, que había escapado de Constantinopla y ahora era un zar pero sin hijos, cedió el trono a Samuil en 978.

Samuil fue el último emperador del primer imperio búlgaro, y pasó su reinado en guerras contra el emperador bizantino Basilio II. Samuil liberó el norte de Bulgaria y durante 10 años asaltó Tracia bizantina y Grecia. En 986, Basilio estaba listo para enfrentar a los búlgaros y marchó a través de Philippoupolis a Sredetz, la base de operaciones de Samuil. Sin embargo, cometió demasiados errores para tomar la ciudad. Dividió a sus tropas, dejando un contingente detrás para proteger su retaguardia. Los búlgaros quemaron sus cosechas e incluso lograron robar el ganado que los griegos trajeron consigo, cortando el suministro de alimentos bizantinos. Los comandantes colocaron su equipo de asedio en el lugar equivocado y los búlgaros pudieron destruirlo. El asedio duró menos de tres semanas antes de que Basilio se retirara. Además, el comandante que dejó en la retaguardia regresó a Philippoupolis, y Basil creía que lo desafiaría por el trono. Samuil, que había estado luchando en Tracia, atrapó al emperador en las puertas de Trajano, una fortificación a las afueras de Sredetz. Aquí los rumores y el miedo alcanzaron a las tropas bizantinas, arrojándolas a la desesperación. Los búlgaros aprovecharon su oportunidad, apresuraron el campamento griego y obtuvieron una gran victoria, pero Basilio logró escapar, aunque los objetos de valor que había traído con él cayeron en manos de los búlgaros.

Samuil siguió su victoria con más incursiones en el imperio, no solo en Tracia y Macedonia, sino también en la península griega hasta las ciudades del Peloponeso y el Adriático, capturando Dyrachachium (Durres moderno). También derrotó a los serbios y húngaros. En 990, trasladó su capital a Ohrid, en el oeste de Macedonia. La ciudad se convirtió en la sede del Patriarcado búlgaro también. De hecho, Samuil, incapaz durante las guerras de recuperar el reconocimiento de la corona imperial, preguntó y tal vez recibió el reconocimiento de sus títulos del Papa Gregorio V. (La iglesia todavía estaba nominalmente unida y no alcanzó una brecha irreparable entre el cristianismo oriental y occidental hasta 1054.)

En 988, Samuil atacó a los serbios para evitar que se unieran a Basilio. El príncipe serbio, Jovan Vladimir, se retiró a las montañas. Samuil luego dividió su fuerza, una parte para continuar la lucha contra el príncipe Jovan y el grueso para atacar el puerto de Ulcinj. Jovan rechazó la súplica de Samuil por su rendición, pero varios nobles serbios se acercaron a los búlgaros a la luz de la desesperanza de su causa, y Samuil tomó prisionero a Jovan. El zar luego marchó por la costa del Adriático a través de Dalmacia, capturando Kotor y arrasando las ciudades y pueblos alrededor de Dubrovnik, aunque no pudo tomar la ciudad. Luego se dirigió a Bosnia y Croacia, donde los duques rivales estaban en guerra constante. Al ponerse del lado de algunos contra los otros, pudo ganarse a los duques como sus vasallos.

Mientras tanto, permitió que su hija Theodora se casara con el príncipe Jovan, el prisionero de su padre, quien se había ganado su amor. Samuil restauró las tierras de Jovan y lo convirtió en su vasallo. También hizo un tratado con Hungría al hacer que su hijo Gavril Radomir se casara con la hija del gran príncipe Magyar Geza. Al convertirse así en el maestro de Bulgaria, Macedonia, Tracia, Serbia, Bosnia y Croacia, llevó su imperio a una altura renovada a finales de siglo, revirtiendo los desastres de los últimos años de Pedro y los reinados de Boris II y Roman y rivalizando con los logros de Simeón.

Basilio, decidido a seguir los triunfos de su tío y reconquistar Bulgaria, desvió sus fuerzas de su guerra con los musulmanes para atacar a Samuil. En 1001, envió una gran fuerza para capturar las fortalezas búlgaras al norte de las montañas de los Balcanes, capturando las antiguas capitales de Pliska y Preslav. Al año siguiente, los bizantinos marcharon hacia el oeste, retomando Tesalia. El comandante Dobromir de Samuil, relacionado con el zar por matrimonio, se rindió y unió a sus tropas a las de Basilio. Samuil ahora estaba a la defensiva, y finalmente el emperador griego pudo retomar Tesalia y reasentar a la población búlgara más al norte.

Las relaciones de Samuil con los húngaros también se deterioraron. Después de la muerte de Geza, el zar búlgaro apoyó a los rivales de su hijo, el glorioso San Esteban, considerado como el fundador de la Hungría moderna. El matrimonio del hijo de Samuil, Gavril, con la hija de Geza se disolvió. Stephen, junto con los bizantinos, atacó el territorio búlgaro en el Danubio, y Hungría reemplazó a Bulgaria al norte del río. La guerra de desgaste continuó durante otra década. Cada año, Basilio incursionaría en las tierras búlgaras, saqueando las aldeas. El camino griego habitual era al norte a través del valle del río Struma, por lo que en 1014, Samuil decidió tomar una posición decisiva en la aldea llamada Kliuch, "la llave", la puerta de entrada al valle.

Samuil fortificó los accesos a la aldea con paredes de madera y estacionó un ejército de más de 15,000 hombres detrás de ella. Aunque ciertamente no es comparable a los muros masivos de Constantinopla ni siquiera a las fortificaciones de las capitales búlgaras, fueron lo suficientemente fuertes como para causar dificultades a Basilio, y los griegos sufrieron muchas pérdidas en sus intentos de romperlas.

A pesar de las dificultades de los griegos, a fines de julio, Nikephoros Xiphias, el gobernador bizantino de Plovdiv, logró conducir a sus tropas alrededor de los muros y atacar a los búlgaros desde atrás. Los búlgaros abandonaron sus defensas para enfrentar la nueva amenaza y finalmente le dieron a Basil la oportunidad de abrirse paso. El ejército bizantino mató a miles de búlgaros y tomó prisioneros a miles más, pero Samuil logró escapar con la ayuda de su hijo Gabriel, quien entregó su propio caballo a su padre.

Basilio abandonó su marcha hacia el norte, pero en el retiro logró capturar a Melnik, otra fortaleza importante que protege la ruta. Según los relatos contemporáneos, Basilio cegó a todos los miles de cautivos búlgaros, dejando a uno de cada cien con un ojo para llevar a los demás de vuelta a casa. Logró esta crueldad ya sea como castigo por la revuelta contra él, ya que se consideraba su soberano, o como represalia por el asesinato de un comandante griego. La leyenda dice además que al ver la triste vista cuando los soldados regresaron, Samuel murió de un ataque al corazón en octubre de 1014. Sin embargo, la guerra continuó con el hijo de Samuil, Gabriel Radomir, al frente del imperio. En 1015, Ivan Vladislav, sobrino de Samuil, conspiró con agentes bizantinos para asesinar a Gabriel y tomó el trono él mismo. También asesinó a su cuñado Jovan Vladimir, el duque de Zeta (actual Monte Negro). No concluyó una paz con Basilio, sino que continuó la guerra. Sin embargo, las pérdidas fueron demasiado para soportar. Muchos gobernadores y comandantes búlgaros fueron a los bizantinos. En 1018, Basilio dio el "golpe decisivo a Dyrrhachium (Durres moderno). Ivan cayó mortalmente en la batalla y su ejército se retiró. Los restantes gobernadores y comandantes se rindieron, y Basilio incorporó Bulgaria hasta el Danubio en su imperio, restaurando las tierras que se habían perdido desde el siglo VII. Fue galardonado con la denominación Bulgaroktonos, Basil the Bulgarslayer.

Basilio vivió solo unos años más después de 1018, y luego de un breve reinado de su hermano, el imperio cayó en medio siglo de caos, intriga y guerra civil maravillosamente descritos por el historiador bizantino Michael Psellus. Las sobrinas de Basil, Zoe y Theodora, los diversos consortes de la primera y otros intrusos gobernaron de vez en cuando hasta que Alexios I Komnenuos ascendió al trono en 1081 y estableció la dinastía Komnenid más estable. Después de la victoria de Basilio, el emperador inicialmente incorporó a Bulgaria en varias provincias llamadas temas. La aristocracia bizantina absorbió a los boyardos. La iglesia búlgara conservó su estatus autónomo, permaneciendo en Ohrid, pero como obispado en lugar de patriarcado. Así, Macedonia siguió siendo parte de Bulgaria. Constantinopla también dejó intactas las leyes búlgaras sobre impuestos y propiedad de tierras. Los búlgaros llenaron las filas de los militares en los temas. Gradualmente, sin embargo, los emperadores pasaron el dominio de la tierra a los griegos. Trasladaron boyardos búlgaros a otras tierras del imperio o los compraron. Los clérigos griegos ocupaban los puestos en las iglesias. Muchos de los griegos que entraron en los temas bizantinos trataron sus posiciones como garantías temporales y tenían como primera prioridad explotar la riqueza disponible. Romanos II (reinó 1028-1034) reemplazó el código tributario búlgaro con el sistema bizantino más severo.
La revolución de DelyanEn 1040, Peter Delyan, afirmando ser hijo de Gabriel Radomir y, por lo tanto, nieto del zar Samuil, elevó el nivel de la revuelta en Belgrado. Sin embargo, los eruditos no pueden confirmar su ascendencia. Quizás pudo haber sido el hijo de Marguerite, la esposa húngara de Gabriel, lo que también lo habría convertido en sobrino de San Esteban. Sin embargo, algunos que creen que un hijo de Radomir no pudo haber escapado de los asesinatos cometidos por Ivan Vladislav piensan que es un impostor haciendo que las afirmaciones agreguen peso a su rebelión. Delyan había sido uno de los búlgaros cautivos después de la victoria de Basilio y era sirviente de un aristócrata bizantino. Cuando escapó, huyó a Belgrado en la frontera búlgara-húngara.



Sebastokrator Kaloyan [Kaloian] y su esposa Desislava [Kumankata]

Aquí Delyan ganó el apoyo de los búlgaros locales insatisfechos con el gobierno bizantino y adoptó el nombre del sagrado zar Peter I. Al frente de un creciente ejército de rebeldes búlgaros, Peter se movió hacia el sur hacia Ohrid, matando a funcionarios bizantinos en el camino. Al mismo tiempo, el boyarco Tikhomir, un experimentado guerrero de Dyrrhachium que se enteró de la revuelta, se había declarado zar y dirigió un segundo ejército hacia el este a Ohrid. Los dos ejércitos se encontraron y Peter y Tikhomir apelaron a la asamblea para elegir cuál debía gobernar. La elocuencia de Peter ganó el día y los búlgaros lo eligieron; Luego ejecutó a Tikhomir. El ejército ampliado reunió a más búlgaros rebeldes y capturó territorio de Albania, Macedonia y en las profundidades de Grecia hasta Corinto.

Otro pretendiente a la corona alusiana, nieto del hermano de Samuil, Aron, se levantó en Armenia, donde los bizantinos habían transportado a muchos búlgaros después de la caída del Primer Imperio. Había sido gobernador de un tema armenio, pero perdió el favor durante los muchos giros y vueltas de las famosas intrigas bizantinas. Al enterarse del rebelde en los Balcanes, se dirigió clandestinamente al campamento de Delyan, donde el pretendiente lo recibió como primo y lo puso a cargo de una gran fuerza de 40,000 hombres asignados para atacar a Salónica. La aventura fracasó y Alusian perdió más de un tercio de su ejército.

Las relaciones entre los primos se deterioraron, y Peter sospechaba que Alusian era traidor. Alusian temía que Peter conspirara contra él. Invitó a Delyan a una fiesta y, esperando hasta que el zar se emborrachara, hizo que sus seguidores cayeran sobre él y le sacaran los ojos. Alusian ahora se hizo cargo de la revuelta, pero perdiendo nuevamente en la batalla, se dirigió a los bizantinos. El emperador Miguel V ahora reunió a un gran ejército de griegos y mercenarios y sofocó la revuelta, derrotando decisivamente a los búlgaros liderados por el ciego Peter Delyan en la batalla de Ostrovo en 1041. El destino de Delyan sigue siendo desconocido. En las siguientes semanas, los griegos reprimieron al resto de los rebeldes.

Los asenides

Hacia el final del siglo, estallaron una serie de nuevas revueltas, pero los emperadores bizantinos pudieron sofocarlas. Lo más importante fue en Skopje liderado por Georgi Votekh y el Príncipe Michael de Zeta. Sin embargo, después del éxito inicial en Skopje y en otros lugares, las fuerzas bizantinas reprimieron el levantamiento. Constantinopla sufrió problemas más serios con la conquista de sus tierras del sur de Italia por los normandos y sus territorios del Medio Oriente por los musulmanes. Alexios renuncié a las esperanzas de Italia, pero pidió ayuda de Occidente para recuperar Siria y Palestina. El resultado fueron las Cruzadas. Los cruzados occidentales que llegaron al este a partir de 1096 no vinieron a devolver las tierras a los emperadores bizantinos, sino que tomaron las tierras musulmanas (y algunas cristianas del Medio Oriente) para ellos. Las masas de cruzadas en los siglos XI y XII marcharon por Bulgaria despojando la tierra, creyendo que debido a una causa sagrada, tenían derecho a tomar lo que necesitaban sin pago. A finales de siglo, el gobierno bizantino en Bulgaria era casi nominal y la aristocracia local búlgara, en esencia señores de la guerra, se hizo cargo.

En la década de 1180, estalló una nueva serie de disturbios fiscales sobre los gravámenes impuestos para financiar el matrimonio de Isaac II de la nueva dinastía bizantina angelida con una princesa húngara. Dos nobles, los hermanos Ivan Asen y Todor, solicitaron que Isaac los designara gobernadores autónomos de todas las tierras búlgaras. Los orígenes y el origen étnico de los hermanos son oscuros. Los búlgaros sostienen que eran descendientes de los zares del Primer Imperio y, por lo tanto, tenían derecho a gobernar como zares. Sin embargo, otros han planteado dudas, especialmente los rumanos, que afirman que eran valacos y, por lo tanto, se relacionaban con ellos.

Cuando Isaac rechazó la solicitud de los hermanos, regresaron a casa y tomaron la delantera de los rebeldes, declarando al mayor, Todor, el zar Pedro II. Sin embargo, Ivan Asen dirigió las campañas militares y dejó su nombre a la nueva dinastía, los Asenids. Con los angelidos involucrados en una lucha dinástica, los búlgaros tuvieron un gran éxito al atacar Tracia y restablecer el Imperio búlgaro. Los hermanos establecieron su capital en la pintoresca ciudad de Great Turnovo en el serpenteante río Iantra. Una réplica del castillo fue construida a fines del siglo XX y la agencia de turismo búlgara exhibe un espectáculo de luces láser para demostrar a los turistas nativos y extranjeros su orgullo por su pasado medieval.

Asen también recibió el título de zar en 1188, y los dos hermanos gobernaron juntos. La guerra contra los griegos continuó durante una década, durante la cual, a pesar de varios reveses, los zares pudieron consolidar su gobierno. Sin embargo, en 1196, Asen fue asesinado por un pariente enojado por un asunto privado, y los asesinos también asesinaron a Peter al año siguiente. Luego, el trono recayó en un hermano menor, Kaloian, quien continuó la guerra contra los bizantinos, capturó ciudades de Macedonia y Grecia a lo largo de la costa del Mar Negro y derrotó a los aliados húngaros de Constantinopla, agregando tierras al norte del Danubio a su imperio.

Kaloian

Kaloian comenzó negociaciones con el Papa Inocencio III y el Emperador Alexios III para el reconocimiento de su título. Las iglesias ya se habían dividido y los rivales estaban ansiosos por tener al nuevo gobernante poderoso en sus respectivos lados. Así, Kaloian recibió el reconocimiento de ambos. Además, el Imperio Bizantino se encontró con el desastre. La disputa de la familia Angelid trajo a los cruzados de la infame Cuarta Cruzada, quienes, en lugar de ir a Palestina después de restaurar sus patrocinadores Angelid, instalaron uno de los suyos, Baldwin de Flandes, como el Emperador Baldwin I del Imperio Latino, que duró en Constantinopla hasta 1265. Los temas bizantinos ahora se convirtieron en más de una docena de feudos feudales en el estilo occidental otorgados a otros nobles cruzados, ahora vasallos de Baldwin. Además, otros estados poderosos crecieron en las fronteras del Imperio Bizantino. Los emperadores griegos establecieron su nuevo imperio en Nicea a través del Bósforo hasta su regreso a Constantinopla en 1265. Los turcos otomanos aparecerían más tarde en el siglo. El reino normando de Sicilia también lo reclamó. Las Repúblicas de Venecia y Dubrovnik (Ragusa) aparecieron como estados mercantiles ricos. El reino serbio alcanzó su cenit, y había aún más que complicarían los asuntos de los Balcanes y el Mediterráneo Oriental, convirtiéndolo en uno de los cinturones más irritantes de la geopolítica mundial por el resto de la historia.

Kaloian envió enviados para trazar la frontera entre Bulgaria y el nuevo imperio, pero Baldwin los rechazó con desprecio y prometió que retomaría el estado renegado. El llamamiento de Kaloian al Papa Inocencio III fue inútil porque ya había condenado a los cruzados por sus ataques contra los estados cristianos. El zar búlgaro fomentó una revuelta entre los nobles griegos de Tracia, y cuando Balduino marchó a Adrianople, encontró la ciudad leal a Kaloian, que pronto llegó con su ejército. Las tropas latinas atacaron a las fuerzas búlgaras pero sufrieron una humillante derrota. Kaloian capturó a Baldwin y lo llevó a Turnovo, donde murió (quizás siendo ejecutado). La leyenda dice, sin embargo, que el zar lo encarceló en su castillo, un remanente del cual, como se mencionó anteriormente, sobrevivió a través de los siglos, y los lugareños llamaron a una parte del edificio "la torre de Baldwin".

Kaloian siguió su victoria con más ataques contra el Imperio latino, conquistando toda Tracia. Bonifacio de Montferrat, el rey de Tesalónica, el último líder sobreviviente de la Cuarta Cruzada, murió en la batalla. Sin embargo, el propio Kaloian también murió, quizás asesinado por uno de sus propios aliados. Su sobrino Boril (reinó 1208-1217) lo sucedió.

Sin embargo, mientras que el reinado de Kaloian se ubica como uno de los más grandes y celebrados en la historia medieval búlgara, el de su sobrino fue una decepción significativa. Su ineptitud en los asuntos políticos y militares condujo a la pérdida de Tracia y una invitación a la invasión tanto de los latinos como de los húngaros, solo resuelta por mediación papal y matrimonios diplomáticos. En Bulgaria, varios gobernadores descontentos con el zar y sospechando que estaba involucrado en la desaparición de Kaloian conspiraron contra él en 1217. El hijo de Ivan Asen derrocó a Boril y asumió la corona como Ivan Asen II.

El zar Asen pudo restaurar el territorio búlgaro mediante tratados diplomáticos, incluido su matrimonio con una princesa húngara. Cuando un pretendiente griego al trono bizantino lo atacó desde Epiro en la costa del Adriático, Asen derrotó a este enemigo y restauró el poder búlgaro en los Balcanes occidentales. El Segundo Imperio se convirtió en una fuerza a tener en cuenta en los asuntos europeos y en un epicentro comercial para el sudeste de Europa. La decadencia de la iglesia en Constantinopla y Kiev convirtió al patriarcado búlgaro en un poder eclesiástico también. Sin embargo, sus sucesores no pudieron mantener la posición dominante del estado. Bulgaria no solo sufrió revueltas internas y golpes de estado, sino que también se enfrentó a enemigos extranjeros nuevamente, especialmente al Imperio bizantino restaurado y a los mongoles, cuyas incursiones fueron devastadoras en toda Europa del Este.

Los búlgaros mantuvieron sus tierras intactas, aunque rindieron homenaje a los mongoles y lucharon contra ellos en varias batallas. En 1277, un Ivailo derrotó a los mongoles y se convirtió brevemente en zar. Su importancia no es su reinado sino su leyenda. Aunque su origen es oscuro, e incluso pudo haber sido un boyardo, el mito búlgaro es que era un campesino. La historia del rey campesino resonó en los tiempos modernos cuando el país no tenía aristocracia nativa, y todos eran de origen campesino. Así colocaron el manto del héroe sobre los hombros de Ivailo.

Iván Alejandro

A principios del siglo XIV, el control mongol sobre Bulgaria se desvaneció, y el nuevo zar Todor Svetoslav (reinó entre 1300-1322) derrotó al debilitado Imperio Bizantino, restaurando a Bulgaria a su antigua fortaleza. En 1331, Ivan Alexander, el gobernador de Lovech, descendiente de los Asens del lado de su madre, asumió el trono después de una lucha dinástica. Bajo él, el imperio alcanzó un nuevo pico, el último en la Edad Media. Teniendo conexiones comerciales con las repúblicas mercantiles italianas y adriáticas, Turnovo se convirtió en un centro comercial y cultural cosmopolita. De hecho, el zar envió a su primera esposa a un convento y eligió una nueva novia, Sara, de la gran comunidad mercantil judía de la capital. Sin embargo, por desgracia, Sara -o Theodora, como la llamaron después de su conversión a la fe cristiana- no fue amable con sus antiguos correligionarios y se unió a los sacerdotes y obispos en su campaña contra la influencia judía. Turnovo en este momento también era un importante centro religioso y cultural con muchas iglesias y monasterios. El artefacto religioso más famoso de la Bulgaria medieval es la Tetraevangelia del zar Ivan Alexander, los cuatro evangelios, ilustrados y traducidos al búlgaro medieval. Una de las ilustraciones es la del zar y su segunda esposa Sara-Theodora y sus dos hijos. El zar tuvo varios hijos, a quienes estableció como corruptores, y varias hijas, una de las cuales se casó con el emperador bizantino Andronikos IV Paleaologus y otro que fue enviado como una concubina de rehenes al sultán Murad IV de los turcos otomanos.

Este último ahora se convirtió en el factor principal en la lucha de poder de los Balcanes. Mientras que los restos del Imperio latino, los diversos señores eslavos, los príncipes italianos, los húngaros y otros lucharon entre sí por territorio e influencia, los turcos gradualmente aumentaron su dominio sobre Asia Menor y luego sobre Europa. La lucha alcanzaría su culminación en 1453, cuando después de que sus predecesores hubieran conquistado prácticamente todos los Balcanes, el Sultán Mehmed II finalmente tomó la decrépita capital bizantina. La lucha entre los cristianos tomó la forma de una batalla religiosa por la lealtad al Papa o al emperador griego, simbolizada por la versión del Credo de los Apóstoles que debían seguir sus súbditos. (La diferencia se centró simplemente en un sufijo de tres letras de una sola palabra.) Sin embargo, los problemas reales eran la riqueza, la tierra y el poder, y los reyes, duques y señores cambiarían la iglesia y la alianza según lo dictara la política. La lucha fratricida les dio a los turcos una gran oportunidad para mudarse y hacerse cargo.

Ivan Alexander, como todos los demás gobernantes, participó en estas guerras e intrigas. Enviar a Kera Tamara, su hija, al harén de Murad fue solo otra alianza. Obviamente, la realpolitik política prevaleció sobre la convicción religiosa. Para hacer frente a la compleja situación resultante de la fragmentación del poder en los Balcanes en 1356, Ivan Alexander estableció a su hijo Ivan Strashimir como zar independiente de Vidin en el noroeste de Bulgaria.

En 1363, los turcos establecieron su base en Europa en Adrianople (Edirne) y al año siguiente invadieron Bulgaria y capturaron Tracia, incluido el importante centro de Philippoupolis (Plovdiv). Una coalición de búlgaros y serbios se preparó para enfrentarse a los turcos en la batalla en 1371. Ivan Alexander murió antes de que comenzara el conflicto, y los turcos obtuvieron una gran victoria en Chernomen, cerca de Adrianople. Ivan Shishman sucedió a su padre como zar de Bulgaria en Turnovo. Los otomanos siguieron su victoria con nuevas incursiones en los estados cristianos, obligando a Ivan Shishman a la vasallaje. Los príncipes y gobernantes de Hungría y los estados y ciudades italianos también se trasladaron para matar, y se apoderaron de partes de la zona. Los turcos ganaron una victoria crucial y legendaria contra los poderosos serbios en 1389 en el campo de Kosovo. A continuación, capturaron Turnovo en 1393 y Vidin en 1396. Aunque algunos comandantes búlgaros pudieron resistir durante unos años más, el Segundo Imperio llegó a su fin.