'Lolita Torres y el cosmonauta'
En 1954 se estrena en Argentina la película La edad del amor, cuya protagonista era una cantante devenida en actriz llamada Beatriz Mariana Torres Iriarte, más conocida como Lolita Torres.
Las copias de este filme deambularon por varios países de habla hispana e increíblemente por la Unión Soviética. Si alguien tuvo la desdicha de ver una película soviética de los años ‘50 comprenderá porque La edad del amor fue un éxito.
Las películas soviéticas eran tragedias donde reinaba una depresión masturbatoria. Una estepa nevada, un triste trabajador cansado, un niño hambriento y mujeres grises que no tenían un solo motivo para reír. Ahí cayó Lolita, pateando puertas, cantando contenta, siempre feliz, con dos hileras de dientes y querida por todos.
El pueblo ruso la amó de inmediato, por ello se estrenaron todas sus películas y se comercializaron todos sus discos. Las mujeres les decían ‘Lolita’ a sus hijas y los jóvenes soviéticos soñaban con una mujer así.
Uno de sus más grandes admiradores era un joven piloto militar de Oremburgo llamado Yuri Gagarin. Cuando este se convirtió en el primer hombre en ver la tierra desde el espacio y por ende en una celebridad, Lolita supo de su existencia, pero no estaba preparada para lo que pasó luego de su proeza.
En 1962 es invitada a la embajada de la Unión Soviética en Buenos Aires, allí le hacen entrega de una carta de puño y letra del mismísimo Yuri. En la misiva le expresaba toda su admiración y le solicitaba una foto autografiada. Lolita sorprendida y honrada le envía la foto solicitada y le pide lo mismo, una foto del gran héroe.
La respuesta de Yuri hizo temblar las piernas de Beatriz, ‘–querida Lolita, no soy ningún héroe, soy su fan número uno’. Yuri tenía la necesidad de contarle algo que ella y el mundo ignoraban. En una segunda carta le cuenta que durante el entrenamiento que lo convirtió en cosmonauta, pasaba horas escuchando sus canciones hasta memorizarlas. Cuando en 1961 realizó el histórico vuelo que lo convirtió en el primer hombre en el espacio, esas canciones explotaban en su corazón y no pudo evitar tararearlas. Por esto aseguraba que Lolita era la primera cantante en llegar al espacio.
Al año siguiente, Beatriz Mariana Torres Iriarte fue invitada al Festival de Cine de Moscú. El día de apertura, mientras respondía preguntas, se sacaba fotos y comía algún que otro canapé, ve entrar al salón a un hombre muy elegante que le parecía familiar. Yuri esquivó a todos los que querían saludarlo, abriendo un surco en el piso del salón, avanzó hasta donde estaba Lolita. Sin registrar que a su lado estaba su flamante pareja Julio César Caccia, tomó la mano de Lolita, inclinó levemente su cabeza y le dijo en perfecto castellano ‘–es un honor’. Lolita petrificada apenas pudo balbucear unas palabras, cuando el encuentro terminó, sin pensar lo que hacía, le dijo a su segundo esposo ‘–Es un churro bárbaro’.
Esta nota forma parte del capítulo 'Macedonias y Miscelaneas' incluido en el libro Pequeñas Piezas de la Historia '
Por: Pequeñas piezas de la historia
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