“El hallazgo se realizó en la quebrada de El Tala y presenta excelentes condiciones“, afirmó el arqueólogo Ezequiel Fonseca, señalando que se tratan de una gran superficie de andenes de cultivo, donde cada uno mide cerca de 100 m de largo y generan en el paisaje una visión como verdaderas escaleras gigantes, donde los muros de contención evitan que las lluvias arrastren la tierra y sus cultivos al fondo de la quebrada.

¿Cómo se determina si son incas o no? 

Fonseca explicó que “como todos sabemos que en el NOA había poblaciones diversas con sus conflictos previos a la llegada de los incas, y aún sigue siendo controversial su ingreso a la región, pero se estima entre 1.380 y 1.420 DC, fueron una sociedad estatal que utilizó diversas estrategias de dominación, física y simbólica, donde también hubo negociaciones intensas y alianzas con las poblaciones locales. Los incas expresaron su presencia por medio de una arquitectura que seguía determinados patrones, son estructuras en formas de rectángulo, los caminos calzados que aparecen despedrados y con piedras marcado a los lados, terrazas y andenes de cultivo de grandes dimensiones”

“Además de las características arquitectónicas, hemos podido determinar la producción de alimentos, por la presencia de almidones en los sedimentos, donde los análisis dieron como resultados Solanum tuberosum (papa) y Zea mays (maíz), dado que la zona presenta excelentes condiciones agronómicas, por su concentración de humedad y horas de insolación. También se hallaron restos de camélidos de gran porte y fragmentos cerámicos pintados en negro sobre rojo, con iconografía de línea fina (rombos y triángulos en hilera) que derivarían del estilo incaico”, resumió Fonseca.


Este tipo de evidencia permite sostener que los incas ocuparon los sectores altos de la ladera oriental del Ambato-Machao, dado que no se tenía registro para esta zona de dicha ocupación y de estructuras de estas características.

Pero también, debemos tener en cuenta que el departamento Pomán formó parte la de lo que fue la provincia de Quire-Quire, siendo la frontera sudoriental del Collasuyu. Donde hubo vínculos entre los incas y las poblaciones locales, al otro lado de las sierras Ambato-Manchao. Allí tenemos registrados diversos sitios incaicos muy complejos que conjugan espacios agrícolas, caminos, ushnus, kallankas, intihuatanas, en las localidades de Rincón, San Miguel, Saujil, Siján, Mutquín, etc.; que manifiestan este vínculo a través de su cultura material entre lo local y la presencia de los que nosotros consideramos mitimaes, asociando la alfarería existente de los estilos Belén y Yocavil.

Estos mitimaes eran miembros de un grupo de pobladores que durante el predomino de los incas fueron trasladados a lugares estratégicos para cumplir tareas a su servicio; podían cultivar la tierra, defender las fronteras o realizar cualquier otra tarea; la elección por parte de las autoridades podía suponer una distinción o un castigo para el elegido.

Dado este tipo de evidencias y su importancias las investigaciones continúan, tenemos pensado para septiembre realizar varios vuelos con dron para un estudio aerofotogramétrico en ambas laderas del Ambato-Manchao, esto implica tomar centenares de fotos desde una altura media, que serán georreferenciadas y permitirán armar una especie de mapa del lugar.

Los estudios en estos sitios se realizan desde 2018 por un grupo de investigación pertenecientes al GEA-UNCA (Grupo de Estudios Arqueológicos-UNCA) conformado por Hugo Puentes (Docente/Investigador de la EDA-UNCA); Ezequiel Fonseca, (Docente/Investigador de la Facultad de Humanidades y Escuela de Arqueología-Universidad Nacional de Catamarca); Roxana Fiant (EDA-UNCA); Cristian Melián (Director de la Dirección Provincial de Antropología Catamarca) y Claudio Caraffini (LAHR-EDA-UNCA).

También están programadas excavaciones en el sitio Rincón de Malcasco (Saujil), donde se está trabajando con un equipo interdisciplinario, que incluye a vecinos de Saujil como Daniel “Toto” Nieva, Sonia Romero, Araceli Aguilera y el Ing. Ricardo Argañaraz, ellos vienen realizando un interesante trabajo de pertenencia identitaria en la zona, desmalezando y acondicionando el sitio para que los todos lo conozcan y lo cuiden, señaló Fonseca.