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sábado, 26 de abril de 2025

Peronismo: Las deudas de Menem causan los dos atentandos y la muerte de su hijo

 

Hace 30 años, una carta que le llegó a Carlos Corach anticipó la muerte de Carlitos Menem, ocurrida un mes más tarde

El entonces ministro del Interior lo confirmó a la Justicia. Fue un atentado.

El 16 de febrero de 1995, el entonces ministro del Interior del menemismo, Carlos Corach, recibía en sus manos una carta certificada, bajo número 8804, donde le advertían que el hijo de Carlos Menem sería asesinado mientras condujera su helicóptero. “Está relacionado indirectamente con el tema AMIA (…) es un mensaje al presidente (Menem)”, rezaba la misiva escrita por un ex agente de Inteligencia llamado Mario Aguilar Rizzi, que en esos días purgaba prisión en el Servicio Penitenciario Federal.

Casi al final, la carta advertía que el hecho se trataría de hacer “aparecer como un accidente, por motivos que le comentaré personalmente”. En realidad, lo que Aguilar quería era hablar personalmente con Corach a efectos de darle detalles puntuales de su advertencia, pero el funcionario no estaba interesado en que ello ocurriera, ya que consideraba a Aguilar un personaje “poco confiable”.

Un mes después, el 15 de marzo de 1995, Carlitos Menem moría al caer su helicóptero en un maizal ubicado en el km 211,5 de la ruta 9, entre las ciudades de San Nicolás y Ramallo. Eran las 11.45 de la mañana de un día soleado que comenzaba a nublarse y daba comienzo a una trama que hasta el día de hoy no ha podido ser del todo dilucidada.

Dolor de madre 

“Fue el tercer atentado. La muerte de Carlitos fue el tercer atentado”, aseguró Zulema Yoma a este cronista pocos años después de ocurrido ese hecho, en una suerte de mensaje críptico que solo pudo ser develado a posteriori.

Es que, para entender qué quiso decir esta dolida madre, hay que recordar que en la Argentina hubo dos crueles atentados, uno cometido el 17 de marzo de 1992 y el otro el 18 de julio de 1994, uno contra la embajada de Israel y el otro contra la sede de la AMIA, respectivamente.

Ambos fueron mensajes directos hacia el entonces presidente Carlos Menem y, en ambos, el mandatario no dejó dudas de ello. “Esto me lo hicieron a mí”, aseguró en 1992 cuando ocurrió la explosión en la embajada. Dos años más tarde, frente al siguiente atentado, sus palabras serían tanto o más reveladoras: “Les pido perdón”.

¿Por qué Menem pidió disculpas si nadie lo había acusado de nada? ¿Quiénes fueron y qué mensajes le quisieron dar a la hora de cometer tan terribles atentados? Esa historia se remonta a 1988 cuando Menem viajó a Siria y se reunió con Haffez Al Assad, entonces presidente de ese país, a efectos de buscar fondos frescos a cambio de permitir en la Argentina oscuros negocios vinculados con drogas, lavado de dinero y reactores nucleares. Así al menos lo confirmó el ex embajador Oscar Spinosa Melo —uno de los concurrentes a ese viaje— a quien escribe estas líneas.

La historia que siguió es harto conocida: valijas con dinero sucio, el ingreso de terroristas sirios a la Argentina —con Monzer Al Kassar a la cabeza— y el fracaso final de todos esos negocios. Menem hizo entonces lo que mejor sabía hacer, lavarse las manos. Entregó a la Justicia a un par de perejiles, dejó escapar a Al Kassar del país y jamás hizo llegar el prometido reactor nuclear a Siria.

Pocos meses más tarde, explotaba la embajada israelí en Buenos Aires y daba comienzo lo que en la jerga árabe se conoce como “los tres golpes”. Es la manera en que los sirios suelen tomar venganza contra algún enemigo; a través de tres hechos que, cual mensajes, son solo entendidos por sus destinatarios.

En esos días de marzo, Al Kassar estaba de incógnito en Buenos Aires y el entonces ministro del Interior José Luis Manzano se esforzaba duramente por esconder ese hecho. Nadie debía vincular lo ocurrido con Siria ni ningún ciudadano sirio.

Dos años más tarde, llegaría el segundo atentado, esta vez en la sede de la AMIA. Cuando ocurrió, Menem llamó a su hija Zulemita y con voz preocupada le preguntó si estaba bien. ¿Por qué lo hizo? ¿Esperaba acaso un atentado contra alguno de sus hijos?

Como sea, lo que vino después fue más de lo mismo: desinformación y ocultamiento de hechos y pruebas. Por caso, se inventó la existencia de una fantasmal camioneta bomba —que jamás vio ninguno de los 200 testigos del hecho— y se taparon los nombres de los que aparecían como posibles responsables del hecho. Dos de ellos fueron Nassif Hadad, dueño del volquete donde realmente estuvo la bomba; y Alfredo Yabrán, titular de la empresa de limpieza que la noche anterior había estado en la AMIA. Ambos, casualidad o no, eran sirios y Menem había dado una orden directa: no investigar a ningún ciudadano de esa nacionalidad.

Matar a un ruiseñor 

Cuando llegó el tercer mensaje, Menem entendió que ya no había duda alguna de que él era el destinatario. Ocurrió un año después de que explotara la mutual israelí, el 15 de marzo de 1995, cuando cayó el helicóptero en el que viajaba su hijo. En ese mismo instante, se cumplía el vaticinio de la carta que había llegado a Corach.

Hay que destacar que, según dos peritajes independientes, la caída de la aeronave se debió a los impactos de bala que recibió en vuelo por parte de fusiles Fal calibre 7,62. Por caso, hay fotos y videos del momento que muestran a las claras esos “agujeros”.

A la hora de indagar al respecto, mucho más no pudo hacerse, ya que el helicóptero fue vendido el mismo día en que se desplomó a un chatarrero que se encargó de desguazarlo y hacerlo desaparecer. Fue una imperdonable irregularidad, ya que se trataba de un elemento de prueba en el marco de la investigación de la muerte del hijo de un Presidente de la Nación en ejercicio.

Sin embargo, no fue la única irregularidad. De lo mucho que podría mencionarse, se destacan tres puntos:

-Más de la mitad de los custodios de Carlitos Menem decidieron no acompañarlo esa mañana excusándose en cuestiones de lo más insólitas, como dolores de cabeza o problemas familiares.

-Los pocos custodios que fueron con él, lo abandonaron 20 Km antes de que cayera el helicóptero, aduciendo haber pinchado una goma, lo cual se demostró falso posteriormente. Asimismo, aseguraron que necesitaban cambiar los cascos con los que competiría Carlitos, de un auto al otro, pero esos elementos de competición estaban en la aeronave que manejaba el vástago presidencial.

-Catorce testigos que, de una manera u otra, alimentaron la hipótesis del atentado, fueron asesinados uno tras otro. Podría suponerse una casualidad, pero nada le ocurrió a los que sostuvieron que se trató de un accidente.

Hay más irregularidades que las descriptas, pero ya han sido señaladas por este mismo cronista a lo largo de los años con certera precisión y detalle.

Concluyendo 

Carlos Menem pagó cara su traición a los sirios y jamás pudo reponerse por ello. Hay que recordar que en un primer momento intentó negar lo ocurrido, asegurando que su hijo había muerto por causa de un “lamentable accidente”; pero cuando promediaba su gobierno, en 1999, se atrevió a decir lo que antes no se había animado: que su hijo había sido asesinado.

El lugar elegido para confesarlo fue el living de Susana Giménez. “En el fuselaje del helicóptero había impactos de bala, no hay duda de que mataron a mi hijo”, dijo en esa ocasión.

A pesar del cambio de discurso, desde ese día hasta la jornada de hoy, la verdad sigue sin poder imponerse al silencio.

jueves, 24 de abril de 2025

Confederación Argentina: El tan anunciado asesinato de Facundo Quiroga

El crimen de Barranca Yaco: advertencias desoídas, la orden de no dejar a nadie vivo y las súplicas del niño postillón

La historia argentina está colmada de crímenes políticos. Uno de ellos fue el del riojano Facundo Quiroga, un caudillo de fuerte liderazgo en el interior en los tiempos de Rosas, con quien discrepó sobre cuestiones de fondo. Hizo caso omiso a las múltiples advertencias de que sería asesinado, lo que convirtió sus últimos días en una crónica de una muerte anunciada


Facundo Quiroga no creyó o prefirió no tomar en cuenta las advertencias de que lo emboscarían para asesinarlo

El lugar sigue siendo un páramo perdido en el norte cordobés, salvo por el monte de talas y espinillos que mostraba una espesura dominante que ya no es tal. La fatídica partida de Facundo Quiroga, el Tigre de los Llanos, atravesaba raudamente en una galera custodiada por un puñado de hombres ese polvoriento camino conocido como el Camino Real -aún hoy se llama así- una calurosa mañana de verano que anunciaba lluvia, hace ya 190 años.

Había nacido en el pueblo riojano de San Antonio el 27 de noviembre de 1788. Casado con Dolores Fernández Cabeza, tenía cinco hijos. Combatió en las guerras de la independencia y haría fortuna explotando minas de plata y cobre en el noroeste. Enrolado en el bando federal, encontró su talón de Aquiles en el general unitario José María Paz, quien lo derrotaría en los combates de La Tablada primero, en 1829 y Oncativo al año siguiente.

José Santos Ortiz, el infortunado secretario de Quiroga. No quería continuar el viaje. Intentó, sin suerte, convencer al riojano

Hombre de fortuna y afecto al juego, vivía en Buenos Aires, donde Juan Manuel de Rosas lo recibió con los brazos abiertos, aunque pronto comenzaron a discrepar: el riojano era partidario de tener una constitución y de llegar a una organización nacional lo antes posible, algo que el Restaurador no tenía en agenda.

Tenía demasiados enemigos. Los principales eran los hermanos Reinafé, amos y señores de Córdoba. Se había afeitado el bigote y, aún con su pelo ruliento, parecía haberlo despojado de esa imagen de hombre bárbaro y salvaje que muchos se habían formado. Sufría de reuma y le dificultaba montar a caballo.

Cuando en 1834 estalló un conflicto entre los gobernadores de Salta, Pablo Latorre y de Tucumán, Alejandro Heredia, le encomendaron viajar al norte para mediar.

Cuadro que recrea el momento en que es atacado el carruaje donde viajaba Quiroga, quien en ese momento se asomaba por la ventana para ver qué era lo que ocurría

Rosas lo acompañó un tramo y en la Hacienda de Figueroa, en San Andrés de Giles, se despidieron. Cuando el riojano ya había partido, Rosas le mandó con un chasqui una carta en donde exponía sus razones de por qué no era la oportunidad de una normalización institucional.

Al llegar a Santiago del Estero, Quiroga se enteró que Latorre había sido asesinado, y que Heredia había quedado el dueño de la situación. Como ya no se necesitaba de su presencia, emprendió el regreso. En esa provincia, descansando en la casa del gobernador Juan Felipe Ibarra, este le advirtió que en el camino atentarían contra su vida.

Quiroga era un blanco fácil, ya que no llevaba escolta militar. Además de su secretario José Santos Ortiz, iban algunos peones, dos correos y dos postillones. Uno de ellos se llamaba José Luis Basualdo, de 12 años, quien era el hijo del maestro de la posta de Ojo de Agua, la parada anterior a la de Sinsacate. Al muchacho lo hicieron subir a la galera para que fuera aprendiendo el oficio.

Su propio enemigo, Domingo Faustino Sarmiento fue el que había hecho andar la leyenda del origen de su apodo. Dicen que en una oportunidad, el riojano fue perseguido por un yaguareté (tigre verdadero en guaraní), debió treparse a un árbol, fue ayudado por unos paisanos y terminó matando al animal. De ahí el “Tigre de los llanos”.

Los implicados en los asesinatos terminaron ejecutados en la Plaza de la Victoria. En el ambiente flotaba la sospecha de que Rosas algo había tenido que ver con la muerte de Quiroga

Cuando la galera y su mínima escolta estaban a pocas leguas de la posta del Ojo del Agua, un joven salió del monte y le hizo señas desesperadas al postillón para que detuviese la alocada carrera de la media docena de caballos que tiraban del carruaje. El propio Quiroga se asomó y le preguntó qué se le ofrecía. El muchacho pidió hablar con José Santos Ortiz, a quien conocía y que a toda costa quería devolverle un favor que le había hecho. Le advirtió que en el lugar que llaman Barranca Yaco había una partida al mando de Santos Pérez y que le harían fuego por ambos lados del camino, con la indicación de matar primero a los postillones. La orden era que nadie debía salir con vida. El muchacho, que llevaba un caballo para Ortiz, le ofreció huir juntos.

El caudillo le dio las gracias, y le dijo que “no ha nacido todavía el hombre que ha de matar a Facundo Quiroga. A un grito mío, esa partida mañana se pondrá a mis órdenes, y me servirá de escolta hasta Córdoba. Vaya usted, amigo, sin cuidado”.

José Vicente Reinafé, gobernador de Córdoba y apuntado como uno de los instigadores

En la posta Ojo de Agua, la mayoría de la comitiva estaba angustiada, más cuando el maestro de la posta confirmó lo que el muchacho les había advertido. El único que no le dio importancia al asunto fue el riojano, quien se fue a dormir luego de tomar una taza de chocolate, tal como acostumbraba.

A la madrugada, Ortiz lo despertó. Le contó los detalles del plan y le advirtió que, si insistía en continuar el viaje, no lo acompañaría. Esto encolerizó a Quiroga y le respondió que si se iba lo que le pasaría sería mucho más peligroso que lo que pudiera suceder en Barranca Yaco. Ortiz, que había sido el primer gobernador de San Luis, se había sumado para ayudar en la mediación que se había truncado.

Ese lunes 16 de febrero de 1835, cerca de las 11 de la mañana, 9 km antes de llegar a la posta de Sinsacate, donde el camino hacía una curva en el espeso monte de espinillos y talas, una partida de 32 hombres al mando de Santos Pérez le cortó el paso a la galera de Quiroga.

-¿Qué es lo que pasa? ¿Quién manda esta partida? -preguntó Quiroga a viva voz, sacando la cabeza por la ventana. Serían sus últimas palabras. Un certero disparo impactó en su ojo izquierdo. Otro le daría en el cuello.

Santos Pérez subió a la galera y atravesó con su espada varias veces al infortunado Ortiz.

El resto de los hombres se dedicó a matar al resto de los acompañantes. Nadie debía quedar con vida. Todos los cuerpos fueron degollados, incluso el de Facundo.

Santos Pérez debió matar a uno de los suyos cuando se negó a degollar al niño Basualdo. Un tal Márquez fue el que asesinaría al infortunado postillón, que a los gritos clamó hasta último momento por su madre.

Como consecuencia de su trabajo, el abogado Marcelo Gamboa fue severamente sancionado por Rosas. (Caras y Caretas)

Luego, se repartieron el contenido del equipaje, llevándose hasta la ropa que traían puesta las víctimas. A los caballos los soltaron y el carruaje, con impactos de bala, lo escondieron en el monte.

Lo que Santos Pérez no percibió fue que desde el monte los estaban observando. Dos correos, José Santos Funes y Agustín Marín que acompañaban a Quiroga, cabalgaban un tanto retrasados. Al escuchar los disparos, se ocultaron y vieron todo. Ellos fueron los que avisaron a la posta de Sinsacate.

En esa tarde lluviosa, el juez de paz local mandó buscar los cuerpos de Quiroga y de Santos Ortiz, y los depositaron en la iglesia, donde esa noche fueron velados. Al día siguiente, el cuerpo del riojano fue llevado a Córdoba y enterrado en la Catedral; y el de su secretario a Mendoza, a pedido de su esposa.

Todas las miradas apuntaron a los hermanos Reinafé -José Vicente, el gobernador de Córdoba; Francisco; José Antonio y Guillermo como los instigadores del crimen.

Días después, Santos Pérez le entregó a Reinafé dos pistolas y un poncho de vicuña, propiedad del ilustre muerto. El propio gobernador, simulando un brindis, había intentado envenenarlo con aguardiente mezclada con cianuro pero logró escapar. Al tiempo, acorralado, sin tener a dónde ir, se entregó.

Luego de que Pedro Nolasco Rodríguez fuera electo gobernador cordobés, la suerte de los hermanos intocables terminó. Salvo Francisco que logró escapar, fueron detenidos junto a la mayoría de los integrantes de la partida que habían actuado en la mortal emboscada.

Rosas envió a Córdoba una partida de caballería para llevar a Buenos Aires a los detenidos y juzgarlos, aún cuando los tribunales porteños no eran competentes, así como los jueces, ya que el crimen se había cometido en otra jurisdicción. Las 1844 fojas de la causa nada dicen de las horas de torturas a los asesinos y las amenazas a su defensor, Marcelo Gamboa, cuando con valentía casi suicida sugirió el nombre de Rosas como uno de los instigadores del crimen.

En Barranca Yaco levantaron nueve cruces en recuerdo de los que allí murieron trágicamente el 16 de febrero de 1835

El 27 de mayo de 1837 se conocieron las sentencias a muerte y el 25 de octubre fueron fusilados los Reinafé junto a Santos Pérez en la Plaza de la Victoria. Los cuerpos de éste último y de José Vicente fueron colgados en la puerta del Cabildo. También se pasó por las armas a la mayoría de los miembros de la partida y otros fueron condenados a prisión.

El pobre Gamboa desató la ira de Rosas. Se lo condenó a no alejarse más de veinte cuadras de la plaza de la Victoria, se le prohibió ejercer de abogado y no podía lucir la divisa punzó. Y que si violase algunos de estos puntos, sería paseado por las calles montado en un burro pintado de celeste, el color característico de los unitarios. Si se le ocurriese dejar el país, sería aprehendido y fusilado. Parientes y amigos lo abandonaron, salvo uno, el padre del general Garmendia. Gamboa falleció en 1861.

Muchas miradas se dirigieron a Rosas, al considerarlo el verdadero ideólogo de la muerte de Quiroga. “…muerte de mala muerte se lo llevó al riojano, y una de las puñaladas lo mentó a Juan Manuel”, escribió Jorge Luis Borges en su poema “El General Quiroga va en coche al muere”.

No sé si será cierto que en las noches sin luna suele aparecer la galera vacía de Quiroga corriendo alocada y desapareciendo en la oscuridad. Los lugareños comentan que, con el viento cálido, se adivinan los lamentos desesperados del postillón de 12 años, que pide por su madre, en medio de ese páramo polvoriento, del monte de talas y espinillo, que todo lo dominaba.


miércoles, 19 de marzo de 2025

USA: ¿El asesinato de Kennedy relacionado a la CIA, Mossad y la Mafia?

El asesinato del presidente Kennedy fue una conspiración

La evidencia de una conspiración y encubrimiento en el asesinato de JFK es ahora clara e innegable. Las pruebas analizadas recientemente (previas a las revelaciones de Trump), combinadas con lo publicado a lo largo de las décadas, respaldan la historia y contienen pruebas de que el presidente recibió múltiples disparos en la cabeza, tanto frontales como traseros, y de que se inició un masivo encubrimiento con la participación del URSS, el FBI y otros, justo cuando ocurrió el suceso.

La evidencia y las pruebas están expuestas de manera experta en el libro El asesinato del presidente John F. Kennedy: El análisis final, de David W. Mantik y Jerome R. Corsi.



La raíz de la conspiración: un resumen de documentos recientemente desclasificados

Michael E. Colley


La verdad es aún más oscura de lo que pensábamos. El 30 de enero de 2025, nuevas filtraciones de inteligencia destaparon lo que creíamos saber sobre el asesinato de JFK. Los documentos publicados no solo revelan más sobre el encubrimiento, sino que confirman que estábamos ante un golpe de Estado de inteligencia militar a gran escala, con la participación de fuerzas mucho más allá de lo que los historiadores comunes están dispuestos a reconocer.

Los archivos que salieron a la luz revelan una red de fraude tan intrincada y tan cuidadosamente investigada que se vuelve dolorosamente claro: el asesinato de JFK fue una operación de alto nivel planificada previamente y llevada a cabo por inteligencia, bancos globalistas y organizaciones secretas de élite para eliminar a un presidente que ya no seguía sus reglas.

Los archivos recientemente publicados de los Archivos Nacionales y las Bóvedas Negras de la CIA incluyen documentos impactantes e inéditos, y seamos claros: estos son los registros que no querían que se difundan. Estos documentos nunca se pretendió que se hicieran públicos. Describen asesinatos secretos, la destrucción de pruebas importantes y órdenes directas de las más altas esferas del gobierno estadounidense para borrar toda evidencia de quiénes realmente manejaron los hilos ese día en Dallas.

EL PLAN DE AUMENTO DE LA ÉLITE - POR QUÉ JFK DEBE MORIR

Documentos recientes confirmaron lo que muchos sospechábamos desde hacía años: JFK era una amenaza para el Estado Profundo globalista. Llevó al país por un camino que el gobierno en la sombra no podía permitirse. Su asesinato no fue solo una venganza; fue una ejecución calculada para detener sus políticas, evitar un cambio de poder y enviar un mensaje a futuros líderes que se atrevieran a desafiar el sistema.

Los archivos filtrados en 2025 revelan que JFK trabajó activamente para disolver la Reserva Federal y devolver a Estados Unidos una moneda respaldada por oro. Estos documentos mencionan explícitamente la Orden Ejecutiva 11110, firmada por JFK, que desafía directamente a la camarilla de bancos centrales que controla el sistema financiero global. Seis meses después de firmar esta orden, falleció, y Lyndon B. Johnson cambió inmediatamente su política y garantizó que la Reserva Federal mantuviera el control total.

NUEVO DESCUBRIMIENTO: El "Memorando sobre el Impacto del JFK" de la Reserva Federal
Uno de los documentos más incriminatorios desenterrados en la última filtración de desclasificación es un memorando de la Reserva Federal de 1963, previamente desinformado, titulado "Directiva Alfa", que describe los "riesgos de desestabilización económica" que implicaba la búsqueda por parte de JFK de una moneda soberana libre del control del banco central. El documento fue enviado a agentes clave de Wall Street y la CIA, advirtiendo que "no controlar la situación" podría llevar a un "cambio irreversible del control monetario estadounidense". Semanas después, JFK falleció.

Este memorando se guardaba en una sección clasificada de los Archivos Nacionales, completamente prohibido incluso para los investigadores que trabajaban bajo la Ley de Registros JFK. Ahora sabemos por qué.

ESCUADRÓN SECRETO DE LA MUERTE DE LA CIA - OPERACIÓN EXECUTE

Olvídense de Oswald. Olvídense del mito del "Artillero Solitario". Las últimas filtraciones revelan directamente la participación de la CIA en un programa de asesinatos encubiertos, llamado "Operación Ejecución", cuyo objetivo era eliminar a líderes mundiales que amenazaban los intereses de inteligencia estadounidenses.

NOMBRES RECIENTEMENTE DESCUBIERTOS RELACIONADOS CON EL ASESINATO DE JFK

Según los archivos filtrados de enero de 2025, este programa contaba con operadores asignados a varios puntos alrededor de Dealey Plaza ese día, trabajando bajo órdenes directas de altos funcionarios de Langley. Entre ellos:

William King Harvey, especialista en operaciones encubiertas de la CIA, se le describe en el PM recientemente publicado como "un recurso para garantizar la continuidad del poder en escenarios extremos". Este hombre realizaba patrullas antiterroristas en Europa y fue llevado de vuelta a Estados Unidos meses antes del asesinato de JFK.

E. Howard Hunt - El conocido agente de la CIA vinculado al caso Watergate estuvo presente en Dallas, según registros de comunicación por radio filtrados y recuperados en 2025. Sus notas personales, halladas en los archivos clasificados, confirman su convicción de que «la misión fue limpia y se completó correctamente».

David Atlee Phillips: jefe de operaciones de la CIA en el hemisferio occidental, que tenía vínculos personales con Lee Harvey Oswald durante su misterioso viaje a la Ciudad de México apenas unas semanas antes del asesinato.

George H. W. Bush - Sí, el expresidente. Un memorando del FBI obtenido recientemente lo sitúa en Dallas la mañana del 22 de noviembre de 1963, a pesar de décadas de negación.

NUEVA EVIDENCIA EXPLOSIVA: LA FALSA CONSPIRACIÓN DE OSWALD DE LA CIA

Otro documento, enterrado durante décadas, confirma que se utilizaron varios cadáveres de Oswald para crear una pista falsa, asegurando que los verdaderos perpetradores pudieran incriminarlo y silenciarlo antes de que tuviera la oportunidad de hablar. La "Directiva de Falsificación de Oswald", filtrada, describe cómo una unidad de identidad dirigida por la CIA desplegó agentes en México, Nueva Orleans y Dallas para garantizar que los movimientos de Oswald coincidieran con la versión oficial, independientemente de si estuvo allí o no.

JFK SABÍA QUE LO IBAN A MATAR

JFK no ignoraba las fuerzas que actuaban en su contra. Los archivos filtrados contienen varios testimonios de primera mano de asesores de la Casa Blanca y grabaciones secretas realizadas en el Despacho Oval, donde Kennedy confronta directamente a sus asesores más cercanos sobre amenazas de asesinato.

GRABACIÓN DE AUDIO DE JFK RECIÉN LANZADA: SUS ÚLTIMAS PALABRAS SOBRE EL ESTADO PROFUNDO

Uno de los descubrimientos más aterradores en este último conjunto de documentos es una cinta de audio inédita, grabada apenas unos días antes del viaje de JFK a Dallas. JFK dice: «Pronto vendrán a por mí. La maquinaria de guerra es demasiado poderosa. Pero si caigo, que la historia sepa que intenté advertirles».

Esta evidencia explosiva estuvo oculta durante décadas para sostener el encubrimiento. Pero ahora ha salido a la luz: prueba de que JFK SABÍA que sus días estaban contados.


Documentos en los que JFK habla de desmantelar la CIA







Traducción del documento al español:

SECRETO

30 de junio de 1961

MEMORANDO PARA EL PRESIDENTE

ASUNTO: Reorganización de la CIA

Presento las siguientes opiniones como alguien que trabajó en el OSS durante la guerra y que ha servido como consultor periódico de la CIA en los años posteriores.

En términos generales, el historial de la CIA ha sido probablemente muy bueno. Por la naturaleza de las operaciones clandestinas, los triunfos de una agencia de inteligencia son desconocidos; todo lo que el público escucha (o debería escuchar) son sus errores. Pero, nuevamente, por la naturaleza del caso, una agencia dedicada a la actividad clandestina puede permitirse cometer muy pocos errores visibles.

Lo importante que hay que reconocer hoy, en mi juicio, es que la CIA, en su estado actual, prácticamente ha agotado su margen de error. El margen para futuros errores es prácticamente inexistente. Un fracaso más de la CIA sacudirá considerablemente la confianza en la política de EE.UU., tanto en el país como en el extranjero. Y hasta que la CIA sea visiblemente reorganizada, será (como en el caso de Argelia) ampliamente culpada por desarrollos en los que es completamente inocente.

El argumento de este memorando es que los problemas de la CIA pueden rastrearse hasta la autonomía con la que se ha permitido que opere la agencia, y que esta autonomía se debe a tres causas principales: (1) una doctrina inadecuada de operaciones clandestinas; (2) una concepción inadecuada de la relación entre operaciones y política; (3) una inadecuada...

(El documento parece estar incompleto en la imagen).





CONSEJO AMERICANO PARA EL JUDAÍSMO

19 de febrero de 1963

Estimado miembro:

A medida que nos acercamos al 20.º aniversario del nacimiento del Consejo Americano para el Judaísmo, creemos que estarás sumamente interesado en estos sorprendentes acontecimientos, en los cuales has desempeñado un papel a través de tu apoyo al Consejo:

  1. El Consejo Sionista Americano (brazo coordinador de acción política de todas las organizaciones sionistas de EE.UU.) fue requerido el mes pasado por el Departamento de Justicia para registrarse como "agente extranjero" del Estado de Israel. (El AZC, hasta hace poco, recibía $1,500,000 anuales de la United Jewish Appeal).

  2. Un subcomité del Comité de Relaciones Exteriores del Senado ha iniciado una investigación sobre los gastos en Estados Unidos de la Agencia Judía para Israel (Nueva York), que ya está registrada como "agente extranjero". La Agencia Judía (Nueva York) recibe fondos de la United Jewish Appeal y de la Agencia Judía (Jerusalén). Ambas agencias son la misma que la Organización Sionista Mundial, y ambas reciben sus fondos de la UJA a través de una tercera entidad, Jewish Agency, Inc. en Nueva York.

  3. El Departamento de Estado acaba de negarse a reconocer a la Jewish Agency, Inc. (una corporación de Nueva York) como una organización elegible para recibir excedentes de productos básicos. Una de las razones dadas fue que nuestro Gobierno no quiere estar vinculado al programa de la Agencia Judía de fomentar la inmigración a Israel, descrito por nuestro Gobierno como un factor que contribuye a las tensiones en Medio Oriente.

  4. La Agencia Telegráfica Judía fue rechazada para asistir a una sesión informativa del Departamento de Estado el 28 de enero, con el argumento de...

(El documento parece estar incompleto en la imagen).





RELACIONES EXTERIORES DE LOS ESTADOS UNIDOS, 1961-1963, VOLUMEN XVIII, CERCANO ORIENTE, 1962-1963

252. Telegrama del Departamento de Estado a la Embajada en Israel

Washington, 18 de mayo de 1963, 6:57 p.m.

"Estamos preocupados por los efectos perturbadores en la estabilidad mundial que acompañarían el desarrollo de una capacidad de armas nucleares por parte de Israel. No puedo imaginar que los árabes se abstuvieran de recurrir a la Unión Soviética en busca de ayuda si Israel desarrollara una capacidad de armas nucleares, con todas las consecuencias que esto conllevaría. Pero el problema es mucho más amplio que su impacto en Medio Oriente. El desarrollo de una capacidad de armas nucleares por parte de Israel casi con toda seguridad llevaría a otros países más grandes, que hasta ahora se han abstenido de tal desarrollo, a sentir que también deben hacerlo."

"Atentamente,
John F. Kennedy"





Orden Ejecutiva 11110

Orden ejecutiva de EE.UU. de 1963 emitida por el presidente John F. Kennedy

La Orden Ejecutiva 11110 fue emitida por el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, el 4 de junio de 1963.

Esta orden ejecutiva enmendó la Orden Ejecutiva 10289 (fechada el 17 de septiembre de 1951)[¹], delegando en el Secretario del Tesoro la autoridad presidencial para emitir certificados de plata bajo la Enmienda Thomas de la Ley de Ajuste Agrícola, enmendada por la Ley de Reserva de Oro.

La orden permitió al Secretario del Tesoro emitir certificados de plata, si fueran necesarios, durante el período de transición bajo el plan del presidente Kennedy para eliminar los certificados de plata y utilizar billetes de la Reserva Federal.[²]

Antecedentes

El 28 de noviembre de 1961, el presidente Kennedy detuvo las ventas de plata por parte del Departamento del Tesoro. El aumento en la demanda de plata como metal industrial había provocado un incremento en su precio en el mercado, superando el precio fijo del gobierno de Estados Unidos...

miércoles, 5 de marzo de 2025

GCE: La guerra de las izquierdas en Catalunya

 

Los sucesos de Mayo de 1937 en Barcelona




Las Jornadas de Mayo de 1937 (o Sucesos de Mayo, Hechos de Mayo) hacen referencia a una serie de enfrentamientos ocurridos en el seno del bando republicano entre el 3 y el 8 de mayo de 1937 en diversas localidades de las provincias de Cataluña, con centro en la ciudad de Barcelona, en el contexto de la guerra civil española.

En estos sucesos se enfrentaron grupos anarquistas y marxistas, por un lado, y el Gobierno de la República, la Generalidad de Cataluña y algunos grupos políticos (en particular, socialistas y comunistas), por otro lado. Fue el punto culminante del enfrentamiento entre la legalidad republicana de la preguerra y la Revolución Española de 1936, que estaban en roce constante desde el 18 de julio de 1936.


Edificio de la Telefónica en Barcelona. El control de esta instalación marcó el inicio de las Jornadas de Mayo.

Antecedentes

Desde que fracasase la rebelión militar en Barcelona en julio de 1936 la ciudad de Barcelona y, con ella a la cabeza, toda la región catalana habían quedado bajo control de las milicias obreras, especialmente la sindical anarquista CNT-FAI, pero también de la socialista UGT. Recién tomados los últimos cuarteles en rebeldía, los líderes anarquistas se reunieron con Companys y resultado de esta reunión fue la constitución del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña, el verdadero gobierno de Barcelona y toda Cataluña, donde estaban representados la mayoría de partidos del Front d'Esquerres (marca del Frente Popular en Cataluña); la Generalidad y el gobierno central habían perdido todo margen de actuación y asistieron pasivos ante la revolución que estaba teniendo lugar en Cataluña y que se extendió hasta Aragón. Las industrias se habían colectivizado, pero siempre se encontraban el mismo problema cuando acudían a los bancos (colectivizados, pero bajo control comunista) a solicitar créditos y se los negaban por no estar supervisadas por la Generalidad. En octubre el Comité se autodisolvió y sus miembros pasaron a ser los consellers del gobierno de la Generalidad de Cataluña. Pero las Patrullas de Control (organismo revolucionario de carácter parapolicial controlado por la CNT-FAI) continuaron su actividad con total libertad, vista la imposibilidad del gobierno catalán de poderlas controlar.



El clima de desconfianza y enfrentamientos estaba presente no solo entre las instituciones republicanas y las organizaciones obreras, sino inclusive mismo entre estas, especialmente entre los anarquistas, por un lado, y los socialistas, nacionalistas catalanes y comunistas, por otro. Incluso entre los comunistas existía una fuerte división. Por un lado se encontraban los comunistas estalinistas del PCE y el PSUC, que seguían la doctrina oficial de la URSS, además de ser partidarios de llevar la guerra y la revolución de forma separada, así como la defensa del orden burgués de la Segunda República.3​ El PCE constituía el partido comunista mayoritario en todo el país mientras el PSUC era la principal organización comunista en Cataluña. En el otro extremo, los comunistas antiautoritarios del POUM (semejantes a los trotskistas), radicalmente opuestos a Stalin y partidarios de la revolución a la vez que se hacía la guerra (motivo por el que coincidieron con los anarquistas).

La tensión fue en aumento desde el invierno debido a una serie de sucesos en cadena que calentaron el clima político y prepararon el camino para lo que luego tendría lugar. La campaña del PCE contra el POUM ya había empezado durante la celebración de una conferencia en Valencia, durante el mes de marzo. Durante la misma, se vilipendió a los líderes del POUM y se les acusó de ser agentes nazis encubiertos bajo una falsa propaganda revolucionaria, constituyendo unos agentes enemigos infiltrados en el país.5​ El POUM había llegado a proponer que se invitara a residir en Cataluña a Trotski, a pesar de sus discrepancias con este.​ Los dirigentes del POUM se mostraban cada vez más recelosos a medida que avanzó la primavera de 1937. La tensión en las calles de Barcelona empezaba a ser palpable a la llegada de aquella caliente primavera: las Patrullas de Control bajo dirección de Josep Asens Giol seguían deteniendo arbitrariamente y cometiendo asesinatos en sus famosos paseos. Otras patrullas anarquistas practicaban las expropiaciones privadas.​ Tarradellas, como mano derecha de Companys, estaba decidido a unificar las fuerzas de seguridad en Cataluña bajo un solo mando y acabar, de esta manera, con las Patrullas de Control.​ Cuando el 26 de marzo, Tarradellas prohibió que los miembros de la policía tuvieran filiación política y al mismo tiempo dictó la entrega de todas las armas que tuvieran los partidos políticos, los anarquistas se retiraron del Gobierno de la Generalidad.​ La crisis abierta obligó a Companys a ceder ante las exigencias anarquistas y estos siguieron conservando sus armas y continuaron las Patrullas de Control.

El 25 de abril una fuerza de carabineros en Puigcerdá obligó a las patrullas de la CNT a que les entregaran el control de las aduanas, ejercido por éstas de forma ilegal; Juan Negrín, ministro de Hacienda, había resuelto arrebatar a la CNT el control de aquella importante frontera.​ La colectividad de Puigcerdá se convirtió en un núcleo de espionaje, falsificación de documentos y huidas clandestinas. El alcalde pertenecía a la UGT, pero quien ostentaba un poder de facto era Antonio Martín Escudero, conocido como El Cojo de Málaga., mientras que insistía en continuar la colectivización general, criaba ganadería propia.9​ Después de producirse un enfrentamiento violento resultaron muertos él y varios de sus hombres. Después de esto, al gobierno republicano no le resultó tan difícil hacerse con el control de los demás puestos aduaneros. Simultáneamente a estos hechos, la Guardia Nacional Republicana y la Guardia de Asalto fueron enviadas a Figueras y otras ciudades del norte de Cataluña para sustituir a las patrullas de la CNT. En Barcelona empezó a temerse que estallara la guerra abierta entre los anarquistas y el POUM por una parte, y el gobierno de Largo Caballero y los comunistas por la otra. Cada bando formaba sus depósitos de armas y fortificaba sus edificios en secreto, temiendo que los rivales atacaran primero.​ La tensión continuó durante una semana. Roldán Cortada, socialista del PSUC, fue asesinado por terroristas sin identificar el 25 de abril.​ El primero de mayo, que tradicionalmente era una jornada de fiesta, transcurrió en silencio, pues la UGT y la CNT acordaron suspender los desfiles, que inevitablemente habrían ocasionado disturbios.

Bandos enfrentados

Tres principales fuerzas políticas participaron en los acontecimientos que culminaron con los Hechos de Mayo. El Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) tenía como objetivo prioritario ganar la guerra, porque sin una victoria no consideraban que fuese del todo inoportuno el planteamiento revolucionario, posición mantenida por la CNT, las Juventudes Libertarias y el POUM y otros grupos de menor importancia como la anarquista Agrupación de los Amigos de Durruti o la trotskista Sección Bolchevique-Leninista de España. Para estos grupos la revolución y la guerra eran inseparables, ya que su participación en la guerra (que había resultado decisiva durante los primeros momentos de la misma) no venía motivada por la defensa de la República, sino por la revolución.

También existían grupos proclives a un regreso a la legalidad de la República como eran las mismas autoridades republicanas del Gobierno de Valencia o la Generalidad, con el apoyo de los partidos como el ya citado PSUC o Esquerra Republicana de Catalunya. Un tercer sector lo compondrá la parte más "posibilista" de la CNT, partidario del cese inmediato de las hostilidades entre los dos bandos antes citados. Aunque el PSUC no era un partido burgués, desde el punto de vista de las autoridades republicanas este se presenta como alternativa frente al caos revolucionario y propugnaba el fortalecimiento del gobierno central que sustituiría los comités locales; para conseguirlo se precisaba de un ejército organizado, instruido y dirigido por un mando único. Orwell resumiría la línea del partido del siguiente modo:

    "... Aferrarse a los fragmentos del control obrero y repetir como loros fines revolucionarios es más que inútil: no resulta sólo obstaculizante, sino también contrarrevolucionario, porque conduce a divisiones que los fascistas pueden utilizar contra nosotros. En esta etapa no luchamos por la dictadura del proletariado..."
    George Orwell


Cronología de los enfrentamientos


Hechos preliminares

Tradicionalmente se ha admitido por la historiografía que el hecho clave que hizo estallar el conflicto en Barcelona fue la toma de la central telefónica de Barcelona por la Guardia de Asalto. Las razones por las que se decidió tomar el control se debían al control y sabotaje de las llamadas gubernamentales por parte de la CNT. La central estaba controlada desde el comienzo de la guerra por la CNT-FAI, sindicato obrero que colectiviza por la fuerza la empresa telefónica en las zonas bajo su dominio. Y, por tanto, controlaba las comunicaciones telefónicas de Cataluña.

Sin embargo, a través de un confidente del gobierno republicano en la zona sublevada se supo que Franco manifestó al embajador alemán Von Faupel que «agentes suyos habían promovido los sucesos de Barcelona, combinados con una ofensiva en el frente de Aragón, que hubo de aplazar al cesar la insurrección anarco-sindicalista».

El 2 de mayo el ministro de Marina y Aire, Indalecio Prieto, telefoneó a la Generalidad de Cataluña desde Valencia; el telefonista anarcosindicalista que había al otro lado le replicó que en Barcelona no había gobierno alguno sino solo un comité de Defensa.​ El gobierno estaba convencido de que hacía tiempo que los anarquistas registraban sus conversaciones telefónicas (los cuales, desde luego, disponían de medios para hacerlo). Otra vez ese mismo día, hubo una llamada del presidente de la República Manuel Azaña a Companys, Presidente de la Generalidad. A mitad de conversación, esta fue cortada por el telefonista, quien dijo que las líneas debían usarse con fines más importantes que una mera charla entre ambos presidentes.​ Hacía tiempo que las autoridades republicanas sospechaban que los anarcosindicalistas tenían sometidas a escuchas todas las conversaciones telefónicas de tipo oficial, y esta clase de incidentes supusieron la gota que colmó el vaso.

Por otro lado, esa misma tarde del 2 de mayo de 1937 se produjeron tiroteos en Barcelona entre miembros de Estat Català y la FAI, resultando muerto un miembro de esta última. Ello era prueba de la explosiva situación que se vivía en Barcelona.

3 de mayo

Un grupo de 200 policías mandados por el consejero de Orden Público de la Generalidad de Cataluña, Rodríguez Salas, se dirigió a la central de la Telefónica y se personó en el departamento de censura (situado en la segunda planta) con la intención de tomar el control del edificio. Aquello pareció a los anarquistas una provocación, pues la Telefónica estaba ocupada legalmente por un comité anarcosindicalista de acuerdo a un decreto de la propia Generalidad acerca de las colectivizaciones que era, a su vez, contrario al Estatuto catalán y a la Constitución de la República (violando competencias exclusivas del Estado).​ Rodríguez Salas, por su parte, obtuvo esta orden del responsable de asuntos interiores en el gobierno autonómico, Artemi Ayguadé,​ que tomó la decisión sin contar con los demás miembros del gobierno catalán.​ Entonces los trabajadores anarquistas abrieron fuego desde el rellano de la segunda planta contra el departamento de censura. Rodríguez Salas solicitó ayuda por teléfono y se presentó la Guardia Nacional Republicana junto a dos jefes de las Patrullas de Control, Dionisio Eroles (a la sazón jefe de la comisaría anarquista) y José Asens (el jefe de las Patrullas de Control). Eroles persuadió a los trabajadores cenetistas de que cesaran el fuego y aunque se resistieron en un principio, estos entregaron su armas pero no sin antes disparar a través de las ventanas la munición sobrante.

En la plaza de Cataluña se había congregado una muchedumbre: al principio se creyó que los anarquistas habían capturado al jefe de Policía.​ El POUM, los Amigos de Durruti, los leninistas-bolcheviques y las juventudes anarquistas tomaron posiciones y al cabo de unas cuantas horas, todas las organizaciones políticas habían sacado las armas que tenían ocultas y empezaron a construir barricadas. A partir de esta escaramuza, se inician combates en diferentes puntos de la ciudad. Se construyen varios cientos de barricadas, y las unidades de policía ocupan azoteas y torres de iglesias.​ Al anochecer, Barcelona era una ciudad en guerra.

El PSUC y el gobierno controlaban un sector urbano situado al este de las Ramblas. Los anarquistas dominaban el sector oeste y todos los suburbios también se encontraban en sus manos. En el centro de la ciudad, donde las sedes de los sindicatos y los partidos políticos (instaladas en edificios y hoteles requisados) se encontraban relativamente próximas, se empezó a oír disparos y todos los automóviles que circulaban eran ametrallados.​ En la Telefónica se había acordado una tregua y las comunicaciones telefónicas, que resultaban esenciales para la guerra, no se interrumpieron. La policía, instalada en la primera planta, incluso enviaba bocadillos a los anarquistas, que ocupaban las plantas superiores. Sin embargo, desde las azoteas, se lanzaron varias granadas que hicieron volar a varios coches de policía. Lo que empeoraba la situación era el hecho de que ni en la CNT ni en la FAI existía la menor cohesión; la antorcha de la revolución la habían recogido los más extremistas de sus seguidores o las juventudes anarquistas. A primeras horas de la noche, los jefes del POUM propusieron a los aturdidos dirigentes anarquistas en Barcelona formar una alianza contra el comunismo y el gobierno.​ Los líderes anarquistas se negaron inmediatamente.

4 de mayo

El 4 de mayo Barcelona estaba sumida en el silencio, solo interrumpido por el fuego de fusiles y ametralladoras. Los comercios y edificios estaban cubiertos por barricadas. Grupos armados de anarquistas atacaron los cuarteles de la Guardia de Asalto y edificios gubernamentales. Estos y los militantes comunistas contraatacaron.​ La mayor parte del proletariado barcelonés apoyaba a los anarcosindicalistas y se teme iniciar otra Guerra Civil dentro de la Guerra Civil. A las once de la mañana los delegados de los sindicatos de CNT se reúnen y acuerdan hacer todo lo posible para restablecer la tranquilidad. Entretanto, los dirigentes anarquistas García Oliver y Federica Montseny y el ejecutivo de la UGT Carlos Hernández Zancajo leían por la radio un llamamiento a sus seguidores para que depusieran las armas y volvieran al trabajo.​ Jacinto Toryho, director de Solidaridad Obrera, se expresó en el mismo sentido.​ Los ministros anarquistas iban llegando a Barcelona, y con ellos Mariano Rodríguez Vázquez, "Marianet" (secretario del comité nacional de la CNT), Pascual Tomás y Carlos Hernández (del comité ejecutivo de la UGT). Ninguno de ellos deseaba un enfrentamiento con los comunistas, pero el presidente Largo Caballero no tenía ninguna gana de emplear la fuerza contra los anarquistas.19​ Federica Montseny diría más tarde que la noticia de los disturbios había cogido totalmente desprevenida a ella misma y a los restantes ministros anarquistas.

En el Frente de Aragón, unidades de la 26.ª División anarquista (anteriormente llamada la Columna Durruti) a las órdenes de Gregorio Jover, se congregaron en Barbastro para emprender la marcha sobre Barcelona. No obstante, al oír la alocución radiada por García Oliver permanecieron donde estaban.20​ Pero la 28.ª División (la que fuera la Columna Ascaso) y también la 29.ª División del POUM, capitaneada por Rovira, no desistieron de la proyectada marcha sobre Madrid hasta que el jefe de la aviación republicana en el frente de Aragón, Alfonso Reyes, amenazó con bombardearles si la marcha se efectuaba.

Hacia las cinco de la tarde, fueron abatidos varios anarquistas por la policía cerca de la Vía Durruti (actual Vía Layetana). El POUM empieza a apoyar públicamente la resistencia.​ En los tiroteos que se producen a lo largo de este día, muere el conocido libertario Domingo Ascaso, a la postre familiar del mítico Francisco Ascaso y de Joaquín Ascaso, presidente del Consejo Regional de Defensa de Aragón. La Sección Bolchevique-Leninista de España, grupo oficial de la IV Internacional, distribuye en las barricadas de Barcelona octavillas tituladas "Viva la ofensiva revolucionaria", que incluyen el siguiente texto:

    "Viva la Ofensiva revolucionaria - Nada de compromisos - Desarme de la GNR y Guardia de Asalto reaccionarias - El momento es decisivo - La próxima vez será demasiado tarde - Huelga general en todas las industrias que no trabajen para la guerra, hasta la dimisión del gobierno reaccionario - Sólo el Poder Proletario puede asegurar la victoria militar - Armamento de la clase obrera – Viva la unidad de acción CNT-FAI-POUM – Viva el Frente Revolucionario del Proletariado – En los talleres, fábricas, barricadas, etc.: Comités de defensa Revolucionaria."


5 de mayo

Dentro de la Generalidad de Cataluña, Tarradellas, respaldado por el presidente Companys, seguía negándose a acceder a la exigencia anarquista de que dimitieran Rodríguez Salas y Ayguadé. Pero al final se llegó a una solución y Companys llega a una frágil tregua con los diferentes grupos. El gobierno catalán dimitiría, formándose uno nuevo del cual Ayguadé quedaría fuera, para satisfacer las peticiones anarquistas. En el nuevo gobierno estarían representados los anarquistas, Esquerra, el PSUC y la Unió de Rabassaires.20​ Pero los tiroteos incontrolados seguían barriendo las calles de la ciudad barcelonesa, causando la muerte a quienes se aventuraban a salir de sus refugios. A las nueve y media de la mañana la Guardia de Asalto ataca la oficina central del sindicato médico, en la Plaza Santa Ana en el centro de la ciudad, y la sede central de la Federación Local de la FIJL. Los anarquistas denunciaban la complicidad del Gobierno y de los intereses soviéticos en terminar con la Revolución Social que se vive en Cataluña. El grupo anarquista Agrupación de los Amigos de Durruti publicó varias octavillas, exigiendo la liberación de Francisco Maroto del Ojo (anarquista andaluz recientemente encarcelado) y llamando a la población a la resistencia. En una de ellas declaraba que:

    Ha sido constituida una Junta Revolucionaria en Barcelona. Todos los responsables del golpe de estado, que maniobran bajo protección del gobierno, serán ejecutados. El POUM será miembro de la Junta Revolucionaria porque ellos apoyaron a los trabajadores.


No obstante, tanto la CNT-FAI como la FIJL rechazan participar en la iniciativa de la agrupación.​ Hacia las cinco de la tarde los escritores anarquistas italianos Camillo Berneri y Francesco Barbieri son detenidos por un grupo de doce guardias, seis de ellos de la policía municipal y el resto miembros del PSUC. Ambos serán asesinados durante su arresto.​ El clima de alarma se encrespó más aún cuando llegaron al puerto unos destructores británicos. El POUM temía, sin razón alguna, que vinieran en misión de bombardeo.nota 2​ En realidad los ingleses temían que los anarquistas se hicieran dueños de la situación y se estaba hablando de evacuar a los súbditos extranjeros.​ Hacia la noche llegó a la ciudad Federica Montseny, ministra de Sanidad e importante miembro de la CNT, con el propósito de mediar entre las partes.​ El comunista Antonio Sesé, secretario general de la UGT catalana y miembro del nuevo consejo provisional de la Generalidad de Cataluña, resultó muerto en un tiroteo perpetrado por miembros de la CNT cuando se dirigía a recibir su nombramiento.

Ese mismo día, en Tarragona y otras localidades costeras se produjeron combates, la Guardia de Asalto procede igualmente a intentar desalojar las centrales de la Telefónica ocupadas por la CNT; La situación se repitió en Tortosa y Vich, dando un saldo al final del día con más de una treintena de anarquistas muertos en Tarragona y otros tantos en Tortosa. Por la noche Companys y Largo Caballero mantuvieron una conversación telefónica en el curso de la cual el presidente catalán aceptó la oferta formulada por el presidente del gobierno de enviarle ayuda para restaurar el orden.


6 de mayo

Durante la madrugada la CNT llama una vez más a los trabajadores a regresar al trabajo que se observó durante la mañana, aunque los llamamientos para volver al trabajo fueron desatendidos, más por miedo que por obstinación.​ Por la tarde, no obstante, se reanudaron los combates. En un cine, el cine América, en la calle del Paralelo 121-123, resultaron muertos varios guardias de la GNR por disparos de una pieza de artillería de 75 mm que habían traído de la costa varios miembros de las juventudes libertarias.

Una fuerza de aproximadamente 5000 miembros,1​ la mayoría de ellos guardias de asalto, parten de Madrid y Valencia hacia la capital catalana. Por la noche dos destructores republicanos, acompañados por el acorazado Jaime I llegaron al puerto de Barcelona procedentes de Valencia y cargados de hombres armados; Prieto había logrado vencer la aversión de Largo Caballero al tomar cartas en el asunto. Al difundirse la noticia por la ciudad, la mayor parte de los trabajadores en huelga abandonan la resistencia. En Tarragona, milicianos de Estat Català, ERC y PSUC atacan la sede local de la FIJL, consiguiendo tomarla al asalto tras un duro enfrentamiento armado.


Las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona fueron una serie de enfrentamientos internos en el bando republicano durante la Guerra Civil Española. Entre el 3 y el 8 de mayo, se produjeron combates en las calles de la ciudad, especialmente en puntos estratégicos como la Plaza de Cataluña y la Telefónica. Las barricadas, construidas con adoquines y sacos terreros, fueron una imagen común en lugares como la Rambla de Santa Mónica y la Plaza Sant Jaume.


Para visualizar estos eventos, puedes consultar fotografías históricas que capturan escenas de las barricadas y los enfrentamientos en Barcelona durante esos días. Por ejemplo, el fotógrafo Agustí Centelles documentó las barricadas en la Rambla de Santa Mónica, mostrando la tensión y preparación de los milicianos.



Otra imagen notable es la de la Plaza Sant Jaume, donde se aprecia una barricada levantada para defender el centro político de la ciudad.


Estas imágenes ofrecen una representación visual de los acontecimientos y pueden servir de inspiración que refleja la atmósfera y los escenarios de las Jornadas de Mayo de 1937 en Barcelona.

7 de mayo

A las ocho y veinte de la mañana llega la expedición de los guardias de asalto a Barcelona, ocupando distintos puntos neurálgicos de la ciudad. Algunos vienen por carretera desde Valencia, después de dominar sendas revueltas en Tarragona y Reus.1​ Los anarquistas locales habían volado los puentes, carreteras y ferrocarriles para impedir el paso a la columna. Ese día la CNT volvió a hacer un llamamiento a la vuelta al trabajo, proclamando por la radio: «¡Abajo las barricadas! ¡Que cada ciudadano se lleve su adoquín! ¡Volvamos a la normalidad!».​ Las fuerzas expedicionarias que entraron en Barcelona iban bajo el mando del teniente coronel Emilio Torres, que gozaba de cierta simpatía entre los anarquistas y precisamente por ello la CNT había propuesto que se le asignara a él dicha tarea para facilitar la vuelta a la normalidad.​ Los guardias de asalto en las ciudades de Barcelona y Tarragona y muchas otras localidades, proceden a desarmar y detener a numerosos miembros de la CNT, FAI, FIJL y POUM que habían participado en ellas.

8 de mayo

Las calles vuelven a la normalidad con algunos incidentes aislados y se empiezan a desmontar las barricadas. Los disturbios de Barcelona habían acabado finalmente. La prensa de la época calculó el número de bajas en 500 muertos y 1000 heridos.​ Las Jornadas de Mayo tuvieron también un campo de actuación secundario en muchos pueblos, principalmente de las provincias de Barcelona y Tarragona. Aquí la lucha también fue fortísima, aunque al final también fueron derrotados los anarquistas y trotskistas.

Repercusiones y consecuencias

Las Jornadas de Mayo tuvieron unas profundas y largas consecuencias. De un lado demostraron que ya no existía cohesión entre los anarquistas, como sí había existido en el 18 de julio de 1936. Se había abierto un foso entre los ministros anarquistas, absortos en la tarea de ganar la guerra, y las juventudes anarquistas, obcecadas en hacer triunfar, por encima de todo, la revolución. Personajes en otro tiempo muy influyentes, como Escorza o García Oliver, habían perdido el control sobre sus propios seguidores.26​ La crisis demostró que no podría haber tregua entre los comunistas y el POUM. La Generalidad de Cataluña fue restaurada en sus funciones, entrando en ella un solo representante de la UGT (el comunista Vidiella), otro de la CNT (Valerio Mas) y otro de Esquerra (otra vez Tarradellas). Algunos responsables de las muertes fueron juzgados después, pero solo en Tarragona, y no se les condenó a muerte sino solo a penas de prisión.

La Generalidad de Cataluña, los comunistas y el gobierno central parecían dispuestos a actuar conjuntamente contra los extremistas, por la fuerza, si era necesario. El nuevo director de Orden Público en Barcelona, José Echevarría Novoa, no tardó en restaurar la normalidad en gran parte del sistema judicial,​ pero, de este modo, los comunistas pudieron emprender con mayor facilidad su cruzada contra el POUM.​ Las autoridades republicanas no tomaron más medidas contra la CNT-FAI debido al gran poder que todavía detentaban y también por su gran apoyo popular. La situación del POUM fue bien distinta, ya que el gobierno republicano acabaría ilegalizando el partido poco tiempo después (el 16 de junio) y detuvo a sus principales dirigentes, entre ellos Julián Gorkin y Andreu Nin. El POUM acabaría desapareciendo del mapa político, mientras que el movimiento anarquista nunca volvería a intervenir en la guerra como había hecho hasta ahora. A la larga, estas disputas internas que desgarraban a la República supusieron un lastre en su unidad interna frente a los sublevados. Consecuencia misma de los Sucesos de Barcelona fue la caída del Gobierno de la Victoria de Largo Caballero y la salida de los 4 ministros anarquistas que tenían representación en él, además de una clara victoria en la influencia y poder de los comunistas dentro del bando republicano.

Para George Orwell, que vivió en primera persona los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona, sólo se puede entender lo que ocurrió mediante la perspectiva de que las fuerzas comunistas deseaban ejercer el control total sobre la República y no iban a permitir una revolución que no podían controlar; según él, esa reacción contra la revolución fue uno de los motivos principales por los que se terminó perdiendo la guerra.

En la cultura popular

El impacto y las repercusiones de los Sucesos de Mayo fueron tales que quedarían reflejados en distintas novelas y películas a posteriori de que estos tuviesen lugar. Homenaje a Cataluña de George Orwell fue la primera novela escritanota 3​ (y una de las más famosas) sobre estos sucesos, siendo publicada en abril de 1938, cuando todavía no se había cumplido un año. El escritor inglés tuvo el privilegio de haber sido testigo de primera mano sobre los sucesos de Barcelona, pues él estuvo entre los milicianos del POUM. La escritora catalana Mercè Rodoreda publicó en 1962 la novela La plaza del Diamante (La plaça del Diamant en su título original en catalán), obra sobre la historia de una chica barcelonesa (Natalia) a la que le toca vivir la Guerra Civil. En un pasaje de la obra también quedan reflejados los enfrentamientos de mayo de 1937. En 1982 fue realizada una película basándose en la obra de la escritora catalana, que fue dirigida por Francesc Betriu. La versión cinematográfica La plaza del Diamante constituye un fiel reflejo de la novela. En 1984 se estrenó la película Memorias del General Escobar (dirigida por José Luis Madrid), que narra la historia del general Antonio Escobar en su papel jugado durante la Guerra Civil y también durante los Sucesos de Barcelona.

En 1995 el director de cine inglés Ken Loach dirigió la película Tierra y libertad, inspirada en las páginas de George Orwell. En una parte de la película, se retratan los acontecimientos de mayo en Barcelona, con ciertas similitudes con la obra de Orwell.

Notas

Las Fuerzas de seguridad disponían de 3 Grupos de la Guardia de Asalto (3000 efectivos), a los que habría que sumar 1000 efectivos de la Guardia Nacional Republicana (GNR) y otras fuerzas de seguridad, como los Mozos de Escuadra. Posteriormente fueron enviados como refuerzo 4000 guardias de Asalto, mientras que la Armada envió al Acorazado Jaime I y 2 destructores. También habría que destacar a las fuerzas auxiliares de PSUC, ERC y Estat Català.
George Orwell, que se encontraba en un puesto del POUM en la línea de fuego, compartía este temor.

    George Orwell, obra citada, critica el control estalinista del Partido Comunista de España y las mentiras que se usaban como propaganda para la manipulación informativa. En 1937, durante la represión del gobierno de Negrín contra el POUM, Orwell relató que estuvo a punto de ser asesinado en Barcelona.


    Bibliografía

  • Aguilera Povedano, Manuel. Compañeros y camaradas. Las luchas entre antifascistas en la Guerra Civil Española. Editorial Actas. Madrid, 2012. ISBN 978-84-9739-124-5
  • La guerra civil mes a mes, Tomo 13. Los sucesos de Barcelona (Mayo de 1937), varios autores, Grupo Unidad Editorial S.A., 2005 ISBN 84-96507-59-9 (obra completa) ISBN 84-96507-72-6 (Tomo 13).
  • Thomas, Hugh (1976). Historia de la Guerra Civil Española. Barcelona: Círculo de Lectores. ISBN 84-226-0873-1.
  • Orwell, George (2003). Ediciones Destino, ed. Homenaje a Cataluña. Barcelona. ISBN 84-9710-043-3.
  • Miravitlles, Jaume (1951-53). Episodis de la Guerra Civil Espanyola. Toulosue.
  • Peirats, José (1972). La CNT en la Revolución Española. Barcelona.