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jueves, 6 de febrero de 2025

SGM: El ejército danés ante la invasión alemana (Parte 1)

El ejército danés el 9 de abril de 1940, parte 1



Original






Traducción: Walter Uriarte

Introducción

La información, en inglés, con respecto a la resistencia danesa a la invasión alemana del 9 de abril de 1940 parece ser escasa. He escrito el artículo siguiente, para ayudar a llenar este boquete.

Las fuerzas danesas en la frontera

Las fuerzas danesas en la frontera germano-danesa consistían en:

In Søgaardlejren (Campo Søgaard) (4to Batallón) 
1ra, 2da y 3ro compañía de la infantería (biciclistas), armada con ametralladoras livianas y un número de trípodes.
4to Compañía (motoristas), armada con 4 autocañones de 20mm, y 4 ametralladoras ligeras en trípodes.
1 compañía pesada (a partir del 2da batallón/Fodfolkspionerkommandoet), armada con 6 autocañones de 20mm, y 5 ametralladoras ligeras en trípodes.

In Haderslev (del 3er Batallón)
1 compañía de infantería, armada con 7 ametralladoras livianas y 3 ametralladoras livianas en trípodes.
1 compañía pesada, armada con 4 ametralladoras pesadas y 2 morteros medios.
1 compañía antitanques (2do regimiento), armada con arma de 4 x de 37mm y los 4 auto-cañones antitanques de 20 milímetros.
1 batería de artillería (8vo batallón de artillería), con las arma de campo de 4 x 75mm.

En Tønder
La escuela NCO de Fodfolkspionerkommandoet, agrupada en un pelotón de auto-cañón de 20 milímetros (con 2 armas y 1 metralleta ligera), 1 pelotón de bicicletas (con 4 ametralladoras livianas), 1 compañía de infantería (Fodfolkspionerkompagni) con 4 pelotones (cada uno con 4 ametralladoras livianas en trípodes).

En Sønderborg (3er Batallón)
3 compañías de infantería
La Escuela NCO del Ejército (Sergent- og Oversergentskolen)

Al Sur de Jutlandia
3 baterías anti-aéreas (14to Batallón de Artillería), armado con 8 x 75 mm cañones antiaéreos y 9 x 20 mm auto-cañones

4to Batallón
El 4to batallón tuvo encuentros de combate pesado a horas tempranas del 9 de abril.

Agruparon al batallón en varios destacamentos, según las indicaciones de las tablas.



Las tropas estuvieron en alarma completa a las 13:30 del 8 de abril, y estuvieron listas para tomar posiciones en acción de una invasión alemana.

Un reconocimiento cuidadoso había sido hecho con respecto a las posiciones, pero para no provocar a los alemanes, toda la excavación y el fortalecimiento sin embargo habían sido prohibidos terminantemente.

En el 04:17 la alarma fue sonada, en las tropas salió de sus cuarteles en el 04:35, dirigiendo hacia sus posiciones.



Los destacamentos de Korskro y de Bredevad





Apenas algunos minutos antes de la llegada de las primeras tropas alemanas, el destacamento de Bredevad tomó posiciones a las 06:30.

Observaron los vehículos ligeros blindados y motoristas alemanes a 300 metro al sur, y los auto-cañones 20mm comenzaron a disparar, incapacitando al vehículo ligero blindado del frente.

Soldados daneses y un vehículo ligero blindado alemán averiado en Bredevad.
De la fuente 2.

La Infantería alemana se desmontó y atacó a pie, acompañado por 3 vehículos ligeros blindados.

La lucha pesada siguió, con muerto y herido en ambos lados, y 2 vehículos ligeros blindados más fueron puestos de la acción.

En el 07:15 una columna motorizada alemana grande marchó de Tinglev hacia Bredevad, así evitando que el separación aquí se retire. Por lo tanto fue desarmada por los alemanes.

El destacamento de Korskro hizo un alto en Rabsted, que fue ocupado en el 06:45.



A partir del dos capturó a jinetes de correo alemanes que fue aprendido que una unidad acorazado alemana marchaba de Korskro, y que Bredevad había sido capturado ya.

El destacamento reasumió la marcha vía los caminos secundarios, y se enteró sobre el alto el fuego cuando alcanzaron Hellevad (aproximadamente 18 kilómetros al noreste).

En Bredevad los soldados Paul Søgaard y Peder Jørgen Andersen fueron muertos, e hirieron al sargento J. Løvgreen, B.A., soldado Larsen y soldados P. Jespersen, Norw Bak y C.J. Hansen.

Los destacamentos de Gaardeby, de Perbøl, de Oksekær, de Vilsbæk y de Kliplev

Los destacamentos a partir de la 3ra compañía eliminaron de sus alojamientos, situaron en Kliplev, y alcanzaron sus posiciones ante las tropas alemanas.

El destacamento de Gaardeby sin embargo era el único a partir de la 3ro compañía que consideró la acción.

Llegó sus posiciones en el 04:45 e hizo una barricada con los varios instrumentos de una granja próxima.

Dos vehículos ligeros blindados alemanes observaron la barricada (en el 05:30) pero eliminaron antes de que el destacamento podría abrir el fuego. Para evitar ser desbordada, el cañón auto fue pedido en una nueva posición.



Vehículos ligeros blindados mas alemanes poco posteriores dieron vuelta para arriba, y comenzaron a descascar a la dotación de arma, que intentaban desesperadamente conseguir el arma en su nueva posición. Finalmente tuvieron éxito, y abrieron el fuego en los vehículos ligeros blindados, rayando probablemente alguno.

Antes de que la acción adicional podría ocurrir, el destacamento fue pedido para evacuar sus posiciones y para moverse al norte.

El destacamento de Lundtoftebjærg

Los 2 auto-cañones y la ametralladora ligera del pelotón antitanques llegaron sus posiciones en la mella del tiempo, y el 04:50 una columna de vehículos ligeros blindados, de motocicletas y de otros vehículos llegó. De posiciones improvisadas los autocañones abrieron fuego, incapacitando 2 vehículos ligeros blindados. Cuando los motoristas enemigos desmontaron les dispararon con sus ametralladoras ligeras.



Las balas perdidas comenzaron un fuego en un edificio agrícola. El humo retrasó el fuego alemán.

Una cierta hora después del 05:00 los alemanes montaron un ataque, apoyado por los vehículos todo terreno (tipo desconocido), y el pelotón antitanques se replegó hacia Aabenraa.

El pelotón de bicicletas tomó las posiciones en el puente ferroviario, aproximadamente 1.5 kilómetros al norte del pelotón antitanques. Poco tiempo después, la columna alemana lo continuó anticipado y alcanzado el pelotón. El fuego de los vehículos ligeros blindados y de los aviones de combate de bajo vuelo forzaron al pelotón a hacer un repliegue de la lucha. Una sección fue tomada a preso, pero el comandante del pelotón y a las secciones escapar.

Del pelotón el soldado de bicicleta Karl Gunnar Jørgensen fue matado y el soldado H. Hansen fue herido.

El destacamento de Kværs


Los 2 pelotones a partir de la 2da compañía llegaron su posición en el 05:05 y comenzaron a cavar adentro, apenas sur de Kværs.



Poco después de, el fuego pesada era forma oída Lundtoftebjærg, y los aviones de combate de bajo vuelo alemanes atacaron al pelotón.

No se observó a ningunas tropas enemigas antes de 08:00 cuando los vehículos ligeros blindados alemanes aparecieron en la parte posterior de las posiciones. Desarmaron al pelotón en Kværs.

Los destacamentos de Hokkerup y de Rønshoved

Los destacamentos tomaron sus posiciones en el 05:10 y el 05:20.

En Hokkerup una barricada mejorada fue instalada con gran rapidez, y en el 05:30 los vehículos ligeros blindados y los motoristas alemanes atacaron la posición. El auto-cañón abrió fuego, así pegando los primeros 3 vehículos ligeros blindados en la columna.



Los motoristas alemanes desmontaron y atacaron. El ataque fue apoyado por un arma de 37 milímetros (quizás un Flak 36 de 3.7 cm), de la cual sin embargo fue tratado rápidamente, por dos golpes directos en la arma, a partir de uno de los auto-cañones.

Las posiciones danesas también fueron atacadas por aviones de combate de vuelo bajo.

En el 06:15 el destacamento de Hokkerup fue rodeado y tomado prisionero.

Mataron al sargento C.H. Vous y soldado J. Jørgensen; hirieron al Segundo Teniente A. Olsen y soldados B.I. Jensen y L.O.M.K. Jepsen.

Antes de alcanzar sus posiciones el destacamento de Rønshoved fue atacado por aviones de combate de bajo vuelo. Sobre aprendiendo que el destacamento de Hokkerup se había rendido ellos se replegaron hacia Sønderborg, llegando el 10:15.

El destacamento de Bjærgskov



Pz I alemán.
De Niemiecka Broń Pancerna 1933-1945. 



El oficial al mando, el teniente coronel S.E. Clausen, y la reserva del 2do batallón de bicicletas a pelotón (a partir de la 1ra y 2da compañía) y un pelotón de motocicletas (a partir de la 4ta compañía) tomaron posiciones en Bjærgskov, alrededor de 05:00.

Colocaron al pelotón a partir de la 1ra compañía a lo largo del borde meridional del bosque, con los cañones y los autoametralladoras más lejos al norte. El pelotón a partir de la 2da compañía estaba en las partes norteñas del bosque.

En el 06:30 los vehículos ligeros blindados enemigos aparecieron 300 metros al sur del bosque. Las secciones delanteras fueron ordenadas luchar su parte de la manera hacia los auto-cañones, que muy pronto comenzaron a disparar sobre los vehículos ligeros blindados.

Un vehículo ligero blindado condujo sobre uno de los autocañones, y mataron al artillero Bjarne y al soldado Christian Poulsen. Un vehículo ligero blindado sin embargo, fue dañado.

Dispersaron a las tropas danesas en los bosques durante la lucha, y los bosques finalmente fueron rodeadas por los vehículos ligeros blindados y los tanques alemanes (tipo desconocido, pero quizás un Pz I o Pz II), así forzando a los soldados daneses a rendirse.

Los soldados M.L. Andersen, J.C. Fredensborg, B. Jørgensen y camillero H.Finseth fueron heridos.

Otros progresos - en el Sdr. Hostrup y Aabenraa

En el 05:40 el CO pidió a pelotón/pelotón a partir de la 2da compañía hacia Stubbæk Skov (4 kilómetros de sur de Aabenraa).

En el Sdr. Hostrup el pelotón de bicicletas fue atacado por aviones de combate volando bajo; el soldado Frode Peter Christensen fue matado, y cabo H. Mathiesen y soldados E. Hindsgaul y J.M. Vestergaard fueron heridos. Alcanzando sus posiciones, el pelotón sostuvo el fuego automático pesado. Parecía probablemente que los alemanes se preparaban para atacar, y por lo tanto el pelotón se replegó, con Aaabenraa hacia Knivsbjerg.

Pidieron a Aabenraa y tomó el pelotón antitanques del destacamento de Lundtoftebjærg posiciones en las cercanías meridionales. Poco tiempo después una columna de cerca de 15 vehículos enemigos condujo para arriba a lo largo de la carretera 10.


Uno de los cañones autos en las cercanías de Aabenraa, momentos antes que llegó la columna alemana.
De la fuente 2.


Los auto-cañones dispararon sobre los vehículos alemanes, incapacitando el tanque de cabeza y rayando golpes en otros vehículos en la columna. Los alemanes dispararon detrás, y las motocicletas se replegaronbajo fuego pesado hacia Knivsbjerg, donde encuentran con el pelotón de bicicletas.

En Knivsbjerg el CO pidió a pelotón hacia Haderslev y tomar posiciones en las partes norteñas de esta ciudad. Cuando llegaron los tanques alemanes más adelante, era sin embargo imposible luchar, debido a una gran cantidad de civiles que apretaban alrededor de los soldados daneses. La guerra seguía siendo novela a los daneses, y la mayoría de la gente era inconsciente de la situación real…

En conclusión

La Parte 2, se ocupa de las otras unidades de la infantería en Haderslev, Tønder y Sønderborg.

La Parte 3, se ocupa de las fuerzas alemanas implicadas en la lucha.

La mayor parte de el texto con respecto a los varios destacamentos es una traducción abreviada de la fuente 1, mientras que las tablas con respecto a la composición del 4to batallón derivan la información de forma de varias fuentes, incluyendo los 3 mencionados.

Para la información con respecto al ejército danés los uniformes refieren a los uniformes y al equipo daneses de la infantería a través de los últimos 200 años; para la información con respecto a la organización (en formato del wargame) referir al ejército danés 1940.


Ilustraciones de color

Las ilustraciones de color del ejército danés usado en este artículo son dibujadas por Christian Würgler Hansen y derivan de una hoja (formato A4) que vino como recinto con el compartimiento Chakoten, en los 1990 ' IES temprano.



Hoy, la hoja se vende en el museo danés real del arsenal en Copenhague. Además, algunos de los dibujos están disponibles como postales también.


Texto a las ilustraciones de color de soldados daneses

1- Motocicleta Nimbo con el autocañón M.1933 de 20mm. Vestido de los soldados es el uniforme M.1915 y el gabán grises.

2- Soldado de infantería de bicicleta. Sobre el uniforme gris M.1915 el soldado lleva el gabán negro M.1910.

3- Motocicleta Nimbo con la ametralladora liviana o pesada de 8mm. El conductor usa un juego coloreado de color caqui de la motocicleta.

4- Equipo de ametralladora liviano, con gabanes negros M.1910 sobre el uniforme gris M.1915.

5- Soldados de infantería de arrodillamiento, con los gabanes negros M.1910 sobre el uniforme gris M.1915.

6- Oficial de arrodillamiento, en el uniforme marrón-amarillo M.1923

7- Un soldado, un capitán y un soldado en los uniformes que se habrían podido usar el 9 de abril de 1940.


Fuentes

  1. Den danske Hær IV, 9. april 1940 by Helge Klint og J. Leisner, Sixtus Publications, Copenhagen 1978.
  2. Soldaterne den 9. april 1940 by Kay Søren Nielsen, The Royal Danish Arsenal Museum, Copenhagen 1990, ISBN 87-7233-847-4.
  3. 9. April skildret i breve fra danske soldater edited by Arne Stevns, København 1940.

Dansk Militærhistorisk Selskab

jueves, 30 de enero de 2025

Normandía: Heinrich Severloh, la bestia de Omaha Beach

Cabo Heinrich Severloh, la Bestia de Omaha



Kidøn
@JavierKD1537

El Cabo Heinrich Severloh, la “Bestia de Omaha” “Vamos, Hein”, el Oberleutnant (Teniente ) de artillería Bernhard Frerking despertó a su ordenanza. “Está comenzando”. Era poco después de la medianoche del 6 de junio de 1944. Conozcamos su historia.


Frerking comandaba la 1º Batería del 352º Regimiento de Artillería. Su ayudante de veinte años el Gefreiter Heinrich Severloh reconoció la gravedad de la alarma y se puso en guardia. Las llamadas de nivel 2 significaban “peligro inminente” de desembarco.












Partieron hacia el WN 62 (Punto Fortificado 62). Tenían alrededor de 4.5 km que cubrir desde la casa de la familia Legrand en Houtteville, a su puesto de observación de artillería en el extremo este de la Plage d' Or, que llegaría a ser conocida como “Playa Omaha”.




Hans Selbach y Franz Gockel, otros protagonistas de aquel 6 de junio terminaron en el mismo WN 62, justo al norte de Colleville. Selbach llegó en julio y Gockel en octubre de 1943, después de solo siete semanas de entrenamiento de reclutas.

Una vez en su nido de ametralladora, Severloh con la MG-42 y Gockel bien cerca a cargo de la ametralladora polaca estaban prestos a atender las oleadas de tropas estadounidenses frente al punto fortificado 62. Justo antes de las 6:30 am en el lado izquierdo de la playa de Omaha

El círculo rojo de la foto, lugar donde se encontraba Severloh.el área del asalto "Big Red One" de la 1° División, grupos de lanchas de desembarco se acercaron a la playa. Unas quince lanchas de desembarco, con 450 hombres formados por las Compañías “E” y “F” del 16° Regimiento




De la 29° División, que estaban desviadas de su destino, entrando en la zona de muerte de los puntos fortificados alemanes WN 61 y 62, los más formidables en la playa. Severloh y sus compañeros dieron inicio al barrido de fuego sobre los hombres que llegaban a la playa.

En total había unos 30 hombres en el WN62, incluyendo su armamento: dos cañones de 75 mm, dos MG 42, un cañón antitanque y dos morteros de 50 mm.Estaba a 25 metros sobre la playa, y a una distancia de 600 a 150 metros de la orilla, según la marea

Comenzó el desembarco, Severloh abrió el fuego con la ametralladora MG 42 sin cesar y permanecería en este puesto hasta casi las 15 horas de la tarde. Durante el curso del día, uno a uno los hombres del WN62 fueron heridos y evacuados, o abandonaron su puesto. En dos ocasiones

En dos ocasiones, Severloh tuvo que refugiarse en el búnker fortificado debido a ataques con granadas, y en una ocasión la fuerza de una explosión lo sacó del emplazamiento. La segunda ametralladora, fue dañada por fragmentos de granada durante la mañana,

por lo que manejó la única MG 42 en el sector la mayor parte del tiempo. Solamente contaba con un cañón de remplazo, por lo que mientras esperaba que los cañones de la ametralladora se enfriaran, disparaba con una carabina Mauser Kar 98k.

Según relata Severloh, mientras usaba la carabina se dio cuenta del horror de lo que estaba haciendo y el resto de su vida tuvo pesadillas de un soldado que mató de un tiro en la cabeza , pero era él o ellos. el hombre emergió del mar, buscaba un sitio donde esconderse le disparé al pecho, pero el tiro se me fue alto y le dí en la frente, el casco se le cayó, su cuerpo se desplomó en la arena, pero qué podía hacer?, cada vez que cierro los ojos, puedo verlo. éramos treinta hombres, cada uno con un único pensamiento: saldríamos vivos de allí?

Manejando la ametralladora de izquierda a derecha barrió su sector de balas, dejando un reguero de sangre y cuerpos sobre la arena y tiñendo la orilla de rojo. Su arma se recalentó tanto que quemó la hierba del alrededor, pero seguían viniendo, ola tras ola de cada lancha sólo quedaban tres hombres en el WN62: el teniente Frerking, Severloh y un soldado desconocido que ayudaba a cargar la ametralladora y cambiar los cañones. Severloh dice que la razón por la que permaneció en su puesto hasta el final,no fue por fanatismo, sino por lealtad al teniente Frerking, al que no quería dejar solo y a quien describió como un oficial honorable.Cerca de las 15 horas, el teniente Frerking se dio cuenta de que las tropas americanas ya estaban disparando desde los flancos y que estaba rodeados.

Frerking, un veterano a sus 32 años, fue alcanzado en la cabeza por las balas de un soldado estadounidense que había rebasado un bunker, y cayó muerto. Severloh visitaría su tumba, diez años después. El soldado desconocido caería muerto más tarde, tierra adentro.

La ametralladora de Severloh contaba con una munición de 12.000 cartuchos. Se ignora sí en el curso del día recibió más munición, también uso las que aún quedaban de la segunda MG 42 que fue dañada por granadas,También disparó unas 400 cartuchos con las carabinas.

Los cálculos sobre las bajas causadas por él, durante estas 9 horas varían grandemente, pero aun los más conservadores le atribuyen más de 1.000 bajas aliadas, incluyendo cientos de muertos. Otros cálculos, le atribuyen haber causado hasta 2.000 bajas algo exagerado.

Con estas acciones, se ganó el sobrenombre de la bestia de Omaha. Severloh fue herido en la cadera, y tras una atención médica leve esa noche en el pueblo de Colleville-Sur-Mer, le fue entregado un fusil y se le dio el cargo de vigilar a unos soldados norteamericanos capturados.

Intentó llegar a la retaguardia alemana, junto a los prisioneros y a algunos camaradas heridos, pero se vieron sorprendidos entre un fuego cruzado, se rindió a sus prisioneros (éstos temían, al ser capturados, que iban a ser fusilados).

No contó quien era pues no habrían mostrado piedad, no creía que si hubiera sido capturado en su puesto, hubiera sobrevivido. Del nido de resistencia, sólo sobrevivieron dos hombres, el también cabo Franz Gockel, de 18 años, y él. Estado del WN62, en la actualidad.




Alrededor de 2.300 americanos murieron en "Omaha". Se estima que un millar fueron abatidos por Severloh y el resto por los otros 29 hombres que vigilaban el búnker 62 del "Muro Atlántico". Vista de la playa, desde la posición del WN62, en la actualidad



Severloh fue trasladado como prisionero de guerra al área de Boston, Estados Unidos. Temiendo represalias, Severloh mantuvo en secreto sus acciones en el WN62 durante su cautiverio. Sólo lo comentó a su esposa, años después de estar casados



En diciembre de 1946, fue trasladado a Inglaterra (Bedfordshire), donde fue sometido, junto a otros 500 prisioneros, a trabajos forzados, en la construcción de carreteras. Finalmente fue repatriado a Alemania en 1947.

En 1963 contactó a David Silva, un veterano de la 29º División estadounidense, a quien encontró después de leer su relato en el libro de Cornelius Ryan “El Día Más Largo”.Silva había desembarcado cerca del punto fortificado WN 62 y fue herido por una ametralladora. Con Silva




el Padre Silva estaba estacionado en Alemania como capellán militar en Karlsruhe, e hicieron arreglos para encontrarse. El padre Silva le otorgó el perdón, aunque Severloh nunca se lo pidió, pero el padre Silva se lo dio, ya que era consciente de que era importante para él.

Y desde entonces permanecieron en contacto. Su último encuentro tuvo lugar durante las celebraciones del 60º aniversario del desembarco, en 2004, en Normandía. Severloh sufrió pesadillas recurrentes durante el resto de su vida por sus acciones del 6 de junio de 1944.




Severloh mantuvo en secreto sus acciones en la playa "Omaha" hasta una edad avanzada, cuando un reportero de investigación le preguntó directamente si él era la llamada Bestia de Omha

Heinrich Severloh murió en un asilo de ancianos cerca de Celle (Baja Sajonia), en el año 2006.







sábado, 25 de enero de 2025

SGM: George Albert Cameron, el tanquista argentino que combatió a Rommel


“Rata del Desierto”. El rugbier argentino que fue tanquista en la Segunda Guerra Mundial y enfrentó a las tropas del general Rommel

George Albert Cameron, el argentino que como tanquista en la Segunda Guerra Mundial en el ejército británico integró las tropas conocidas como "ratas del desierto"Gza. Alejandro Prina

George Albert Cameron nació en Buenos Aires, pero sus raíces anglosajonas lo llevaron a enlistarse en el ejército británico, donde fue designado como tripulante de tanques de guerra, un puesto en el que vivió todo tipo de aventuras y penurias

Germán Wille || LA NACION


George Albert Cameron
nació en Buenos Aires en 1915. Creció y se crio junto a su familia en la localidad de Hurlingham. Era egresado del colegio St. George de Quilmes, donde también participó con gran desempeño en el equipo de rugby de esa institución, el Old Georgians. Pero un día del año 1941, cuando tenía 26 años, sintió el llamado de sus raíces anglosajonas y marchó hacia Europa para enrolarse en el ejército británico y combatir bajo esa bandera en la Segunda Guerra Mundial.

Si bien fueron miles los argentinos que se embarcaron para participar en la contienda bélica, lo que distingue la experiencia de Cameron es que él luchó como tanquista. Y lo hizo en escenarios clave del conflicto como el norte de África, donde llegó a enfrentar nada menos que a las tropas del general Rommel.

Alejandro Prina, estudioso de la Segunda Guerra Mundial investigó el recorrido como soldado de este argentino y en diálogo con LA NACION cuenta los riesgos, victorias y desventuras que vivió el exalumno del St. George durante sus sacrificados años dentro de un tanque de guerra.



El nombre de Cameron como soldado en la Segunda Guerra Mundial figura en el Hall of Honour del Colegio Saint George, de Quilmes
Gza. Alejandro Prina

George Cameron integró el equipo de rugby de exalumnos del Colegio St. George, el Old GeorgiansGza. Alejandro Prina

“El llamado de la aventura”

–Alejandro, vos que investigaste la historia de Cameron, ¿cómo es que un joven de Hurlingham termina peleando como tanquista en la Segunda Guerra Mundial?

–Cameron nació en Buenos Aires, pero era hijo de un padre escocés y de una madre neocelandesa. Su linaje se mezclaba en la Argentina con mates, asados y amigos. Su papá, Alexander, había llegado a fines del 1800 y fue administrador de estancias en Tierra del Fuego. De hecho, hoy una localidad de esa isla se llama Villa Cameron como reconocimiento a su tarea como pionero. A Albert y sus hermanos les inculcaron mucho la cultura de sus antepasados.

–En ese sentido, también iba a un colegio que tenía que ver con sus raíces.

–Claro, hizo la escuela en el St. George School de Quilmes y también allí desarrolló su pasión por el rugby. Después de egresar, incluso, continuó jugando en el equipo del colegio, el Old Georgians. Dicen que era muy buen jugador y quizás hasta le hubiese gustado vivir del rugby, pero era un deporte amateur.


George Albert Cameron con el uniforme de su regimiento de tanquistas del Royal Armoured Corps (RAC)
Gza. Alejandro Prina

–¿Cómo fue que se sumó a la Guerra?

-En 1941, Cameron estaba hojeando el Buenos Aires Herald y leyó un anuncio que cambiaría su vida: “El Reino Unido acepta voluntarios”, decía el aviso en inglés. Entonces, sin darle muchas vueltas, se dirigió al Consjeo de la Comunicad Británica -en Reconquista al 300- para completar los papeles de enrolamiento.

–¿Qué lo motivó a unirse al ejército en una empresa que podría costarle la vida?

–Creo que el llamado a la guerra en el Viejo Continente era sinónimo de aventura, algo que lo atrajo a él como a otros tantos jóvenes de su edad. También había un sentido patriótico. Por eso, semanas más tarde, se embarcó en el Highland Monarch rumbo a Londres. Era un buque de pasajeros, pero le habían sacado las comodidades para que entraran más personas y se movía como los mil demonios. Las náuseas y los mareos eran permanentes. No fue nada placentero el viaje. A lo que hay que sumarle que estaba el temor de ser atacados por submarinos alemanes, que por esa época andaban rondando el Atlántico. Finalmente, el 19 de noviembre de 1941 él arribó a las costas británicas.

Herido en el norte de África

–¿Cómo llegó a convertirse en tanquista?

–Recién llegado al país, fue asignado al 61° Regimiento de Infantería ubicado en Bovington, condado de Dorset, en Inglaterra. Si bien Cameron había hecho ya el servicio militar en la Argentina, allí recibiría el entrenamiento básico como soldado y unos meses más tarde lo trasladarían al Regimiento 52° de Entrenamiento de Infantería Mecanizada, donde se iba a convertir en tanquista o, como dicen coloquialmente, “Tankie”. En su duro entrenamiento aprendió que ese puesto tiene como pilares la camaradería y el trabajo en equipo. Además, en la ceremonia que oficializó su ingreso al universo de los tanques, internalizó una frase de oro: “Once a tankie, always a tankie”, es decir, una vez que sos tanquista, sos tanquista para toda la vida. Allí es asignado al Segundo Regimiento Real de Tanques, quienes son conocidos coloquialmente como “las ratas del desierto”.



Una imagen de los tanques y uniformes que utilizaba el ejército británico, la división "ratas del desierto", en el norte de África
. Imperial War Museum

–¿Cuál es su primer destino como tanquista?

–A Cameron lo mandan al norte de África para enfrentar allí a los Afrika Korps, las tropas de (Erwin) Rommel, el temible general alemán conocido como “el zorro del desierto”. Las “ratas del desierto” no tenían tanques muy buenos allá, eran tanques ligeros M3 Stuart, obsoletos por el poco blindaje y su armamento. En una de las batallas en las que participa en el norte de Egipto, creemos que en la segunda batalla del Alamein -entre el 23 de octubre hasta el 11 de noviembre de 1942-, Cameron cae herido.

–¿Qué pasó?

–Su tanque fue impactado por artillería enemiga, un ataque que mata a la tripulación del vehículo y a él lo lastiman muy feo en un brazo y la cara. Lo sacan de ahí, él no sabe cómo ni cuánto tiempo pasó. Cuando se recupera para volver al campo de batalla había terminado la guerra en el norte de África y Rommel había sido derrotado.

–¿Quién más iba con él cuando estalló la bomba? ¿Cómo es la tripulación de un tanque?

–Depende del tanque, pero suelen ser cuatro personas. El comandante, el conductor, el radioperador y el artillero. Él era artillero. Estaba cargando el cañón con una munición de 37 mm cuando fue la explosión que lo dejó fuera de combate y acabó con la vida de sus camaradas. Eso es lo poco que le contó el propio Cameron a su hijo.



Cameron enfrentó a los Afrika Korps de Erwin Rommel, el Zorro del Desierto, en el norte de África
Archivo

George Cameron se muestra sonriente con su uniforme en la Segunda Guerra MundialGza. Alejandro Prina

Tras las huellas de Cameron

Alejandro Prina es un apasionado investigador, divulgador y educador en temas de la Segunda Guerra Mundial. Parte de sus indagaciones sobre hechos, combates y personajes de ese momento histórico están volcadas en su cuenta de Instagram segundaguerramundial_oficial, donde también integra en sus posteos sus habilidades como diseñador gráfico. Además, él es Magíster en Historia Militar recibido en el Iniseg (Instituto Internacional de Estudios en Seguridad Global) y miembro del Grupo de Investigación de Historia Militar de la misma entidad. “Lo que más me gusta de todo es la investigación -dice-, me gusta descubrir estas historias pequeñas de la guerra”.

Como hace cada vez que intenta conocer la biografía de alguien que batalló en aquella contienda, Prina se encarga de buscar las fuentes más directas. Para el caso de George Albert Cameron, este investigador hurgó (siempre con permiso) en los archivos del St. George, donde corroboró, en el Hall of Honour de ese colegio, la participación de este exalumno en la conflagración mundial. Prina también pidió documentación en organismos oficiales relacionados con las Fuerzas Armadas Británicas donde pudo hallar el tracer (recorrido) de este soldado porteño (”aunque no siempre los datos son exactos, especialmente al no tratarse de un oficial”, aclara) y las hojas de ruta de los batallones que integró.

Alejandro Prina es un estudioso y divulgador de hechos y personajes de la Segunda Guerra Mundial y vuelca sus conocimientos en su cuenta de Instagram @segundaguerramundial_oficialGza. Alejandro Prina

Además, en este caso, el investigador contó con el inestimable aporte de los familiares de Cameron, especialmente su hijo Ronald. Ellos suministraron testimonios, fotografías y hasta le mostraron valiosas pertenencias del soldado, como sus medallas de identificación, una cruz que cargaba siempre con él que era de un compañero fallecido y hasta su uniforme. Sin embargo, los familiares del excombatiente argentino aclararon que tenían “baches” en relación al itinerario y actuación de Albert, básicamente porque “él no quería hablar de la guerra”.

Las penurias del desierto... y después, la jungla

–Más allá de los combates en el norte de África, sería también difícil pasar los días en esos espacios desérticos

Terrible. Las noches eran frías y los días de un calor abrasador, que era un enemigo constante. Las tormentas de arena, además, eran regulares y lo más difícil era enfrentar la escasez de agua, no solo para tomar sino también para asearse. Si bien Cameron no hablaba mucho de la guerra, una de sus hijas recuerda que Daddy -así lo llamaban- contaba que en el desierto no se veía un solo insecto, pero cuando había heridas abiertas, o se llagaba la piel por la sequedad del ambiente, aparecían moscas por todas partes. Comer también era difícil porque venían nubes de moscas y si una mosca te toca la comida te podías agarrar disentería, que causaba fiebres, diarreas y vómitos.



Una foto de Cameron en su estadía en la India.
Gza. Alejandro Prina


George Cameron falleció en 1973, pero su familia conserva su uniforme de la Segunda Guerra y otros objetos de gran valor histórico y sentimental
. Gza. Alejna

–Y el calor dentro del tanque sería tremendo, ¿no?

Sí, irónicamente para él y sus compañeros el mejor refugio durante la batalla era el más caluroso y pequeño. Imaginate además ahí adentro el olor a pólvora, aceite quemado, nafta y transpiración que se llegaba a concentrar.

–Dijiste que cuando Cameron se recuperó de las heridas la guerra en el norte de África había terminado... ¿Hacia dónde se fueron después las ratas del desierto?

Meses después, Cameron y su regimiento parten en convoy cruzando el Canal de Suez con rumbo a Malasia, pero los desvían y llegan finalmente a la ciudad de Rangún, en Burma (actual Myanmar). Allí arribaron con el objetivo de frenar el avance de los japoneses, enemigos de los aliados, que querían hacerse de los pozos de petróleo de ese país. Otra vez las condiciones climáticas y el terreno fueron un enemigo silencioso para los tanquistas. La jungla densa, la humedad, los pantanos, lugares donde los tanques se atoraban, tenían fallas mecánicas. En cambio, los japoneses se adaptaban al terreno de manera alucinante. Como dato anecdótico, al llegar a Burma, las ratas del desierto se transformaron en las “green rats” (ratas verdes).

–¿Y cómo se dio la contienda en Burma?

El avance japonés fue avasallador. Los hicieron pelota. Era como una guerra de guerrillas, no era a campo abierto. Solían atacar por la noche con una variedad de armas. Tenían desde bombas adhesivas, que era una mina magnetizada que se pegaba al blindaje del tanque, hasta las bombas Tich, que era una bola de vidrio o cerámica que se rompía al impactar contra el tanque y despedía un líquido tóxico que se gasificaba y mataba a los que estaban en el interior del vehículo. En casos extremos, también hacían ataques suicidas: el soldado japonés se sentaban en un hoyo de la carretera sosteniendo una bomba, esperando a que pasara un tanque.



Las medallas de identificación que lelvaba consigo George Cameron en la Segunda Guerra Mundial, junto a la cruz de un compañero fallecido
Gza. Alejandro Prina




Una foto de las "green rats" con la medalla que representa a los tanquistas británicos arriba y los logos de esa compañía abajo
Gza. Alejandro Prina


La retirada hacia la India

–¿Cómo terminó?

-Después de tres meses de lucha agotadora y ya viéndose superados por el enemigo las green rats debieron emprender la retirada. En un momento se vieron obligados a abandonar los tanques, porque tenían que cruzar numerosos ríos. Su objetivo ahora era alcanzar la frontera de la India, con los japoneses pisándoles los talones. Cada soldado llevaba todo el armamento que podía cargar. Hicieron un recorrido de 140 kilómetros hasta llegar a la India. El mal tiempo los ayudó esta vez, ya que cuando andaban por colinas y montañas, las nubes bajas los ocultaron de la Fuerza Aérea Japonesa. En el camino volvieron a sufrir disentería y malaria. En este caso, George también cayó enfermo. Una vez arribados a la India, diezmados y exhaustos, las tropas se instalaron allí para recuperar fuerzas.

–¿Qué pasó después?

Poco más tarde, George y su regimiento fueron enviados a campamentos aliados en Irak, después a Siria, Palestina y finalmente Egipto para reequiparse y realizar ejercicios y entrenamientos con los nuevos suministros y armamentos que fueron recibiendo, entre ellos el famoso tanque norteamericano Sherman y también los Stuart.

–Se preparaban para su próximo objetivo. ¿Cuál era?

-Italia. Desde Alejandría, en Egipto, el Segundo Regimiento Real de Tanques se embarca hacia Taranto (hoy, Tarento), en el sur italiano, donde llegaron el 4 de mayo de 1944. Las tropas de los tanquistas avanzan hacia el norte, conquistando pueblo por pueblo del poder alemán con el objetivo final de liberar Roma. El 3 de septiembre de ese año, George y su unidad llegaron al pequeño pueblo de Tavoletto, que formaba parte de la famosa línea Gótica Alemana, una de las barreras defensivas que iba de una costa a la otra de Italia que trazaron los alemanes para frenar el avance aliado. En este combate, Cameron es herido por una explosión de mortero, pero no debió haber sido muy grave, porque el 6 de ese mismo mes vuelve a estar presente en otra batalla, la de Gemmano.

Italia y el fin de la guerra

–¿En todos lo pueblos que mencionás estaban los nazis?

Sí, generalmente eran paracaidistas de tropas muy especializadas y tropas de montaña que los mandaban y los tipos tenían la misión de defender esa línea Gótica. En Gemmano los alemanes tenían la ventaja de que estaban esperando a los aliados en un lugar estratégico de altura y los aliados subestimaron la situación y dijeron que no había nadie, cuando los esperaban unos 4500 alemanes súper entrenados. En esta cruenta batalla, también conocida como “mini Montecassino” o “la Montecassino del Adriático”, George volvió a ser herido. Pero no algo grave. El 9 de septiembre, finalmente, el pueblo es recuperado por los aliados.

Las tropas de Cameron, aquí un parte con su logo característico, celebraron la rendición de los alemanes en la ciudad italiana de PaduaGza. Alejandro Prina
Las medallas que recibió George Cameron por su participación en distintas contiendas y escenarios de la Segunda Guerra MundialGza. Alejandro P

–¿Cómo siguió la guerra para Cameron?

–Siguieron avanzando hacia el norte. En mayo de 1945, cuando los alemanes se rinden, George y su unidad están en la ciudad de Padua. Ahí es donde se termina la guerra para él.

–¿Entonces regresa a la Argentina?

–En 1946, ya nuevamente en Londres le dan de baja en el ejército con el grado de Sargento y el tanquista argentino regresa a su país.

Una postal del pueblo de Tavoleto en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, uno de los lugares donde Cameron combatió y terminó heridoGza. Alejandro Prina


Una postal actual del pueblo de Tavoleto, donde se ve que poco ha cambiado a lo largo de los añosGza. Alejandro Prina

–¿Qué fue de su vida en la Argentina?

–En 1948 se casó, un año después tuvo a su primera hija, trabajó un tiempo en el London Bank y después en la empresa Alpargatas. Vivió alternativamente en Hurlingham, en el Palomar y se estableció dos veces en Montevideo, Uruguay. Una vez en 1953 y luego en el año 1970, por su trabajo relacionado a una compañía de seguros británica. En la capital de Uruguay vuelve a retomar su pasión por el rugby. Juega en el Club Trouville de esa ciudad, equipo en el que, en 1954, obtuvo los tres lauros posibles en una misma temporada.

No hablaba de la guerra

–¿Hablaba de la guerra con su familia?

No, no quería comentar nada. Tiraba esas anécdotas medio simplonas como las moscas del desierto, pero no hablaba. Lo que sí, te puedo contar una anécdota. Decían que George no faltaba nunca al trabajo. Nunca. Un día vuelve la hija del colegio y le dice: “Silencio que está Daddy en el living. No pases, está tranquilo”. Entonces ella se asoma y lo ve a su papá con una bolsa de hielo en la cara, con gesto de dolor. Después se enteran que él tenía muchos dolores, va al médico y le encuentran muchas esquils de metal producto de la explosión del tanque que le habían quedado en el paladar y el maxilar, y tuvieron que operarlo y sacarle todo. Muchos años después.

George Cameron y su familia luego de la guerra. Gza. Alejandro Prina

Una caricatura del equipo del Club Troville, de Montevideo, campeón de la liga uruguaya; Cameron aparece rodeado por un círculo verdeGza. Alejandro Prina

George Albert Cameron falleció en 1973. En diálogo con Alejandro Prina, Ronnie, uno de los cuatro hijos del extanquista recuerda cuando su padre le regaló una guinda de cuero roja con la que solían practicar rugby juntos. Y también rememoró los días festivos en que su padre lo llevaba ver desfiles de bandas de gaitas escocesas.

–Alejandro, ¿Qué te queda a vos cada vez que recuperás o descubrís una de estas historias como la de Cameron, que desde la Argentina llegó combatir contra las tropas del mismísimo Rommel?

Lo que me queda y el objetivo de lo que hago es que estas personas no queden en el olvido. Quiero investigar a esta gente para rescatarla de olvido. Sobre todo como en el caso de George, que deja un legado de valentía y un ejemplo de los sacrificios realizados por aquellos que sirvieron durante el mayor conflicto bélico de la historia.


jueves, 24 de octubre de 2024

SGM: Operación Elsenborn (2/2)

Operación Elsenborn

Parte I || Parte II
Weapons and Warfare





Durante los días siguientes, las tropas de engaño trabajarían estrechamente con la auténtica 4.ª División en una serie de movimientos para hacer pensar a cualquier agente enemigo que la 4.ª estaba siendo retirada de regreso a Camp Elsenborn. La 4.ª División se aseguró de que durante el próximo movimiento todas las marcas en los parachoques, las insignias del casco y los parches en los hombros estuvieran ocultos. Para ayudar en el desplazamiento hacia el norte, la 4.ª División debía utilizar el nombre en clave RED WING. Los elementos de combate debían moverse sólo durante la noche, mientras que las unidades de apoyo debían moverse durante el día de forma estrictamente controlada. Algunos grupos viajarían en una columna estándar mientras que otros se moverían individualmente con intervalos de aproximadamente dos minutos entre ellos.

A los hombres asignados como guías viales, que debían permanecer en los cruces clave a lo largo de la ruta para dirigir el tráfico, se les ordenó colocar una cruz de cuatro pulgadas con cinta blanca de una pulgada en sus cascos para aumentar la visibilidad. Por la noche, el tráfico se dirigía mediante el uso de una linterna con la mitad de la lente cubierta por un filtro azul y la otra mitad por un filtro rojo.

Las señales que indicaban el camino no debían tener relación con lo que normalmente usaba la 4.ª División. Se creó un nuevo sistema de señalización, basado en una cruz con un símbolo en uno de los cuatro cuadrantes. Una marca en el cuadrante superior derecho indicaba la ruta para el 8.º Regimiento, el cuadrante inferior izquierdo para el 22.º Regimiento y todas las demás tropas usaban una letra específica en el cuadrante superior izquierdo. (M era para el puesto de mando de la división, J para el 70.º Batallón de Tanques, B para el 4.º Batallón Médico, etc.)

Mientras se preparaban para la misión, las tropas del 23º descubrieron que intentar ocultar las marcas de los parachoques con barro no era práctico. Esto tendía a manchar la pintura fresca. La solución fue utilizar cubiertas de lona para ocultar las marcas. Sin embargo, los hombres descubrieron luego que las carreteras mojadas hacían que la cinta utilizada para sujetar las cubiertas se aflojara y cayera. Finalmente los hombres aprendieron a usar alambre o cuerda para atar las mantas en su lugar hasta que llegaba el momento de quitarlas.

El 6 de noviembre, un destacamento de tropas de engaño en quince vehículos se infiltró en la zona del Puesto de Mando de la 4ª División. Allí asumieron la apariencia del cuartel general de la 4.ª División. Mientras que el recién formado convoy de la 4.ª División se dirigía a Elsenborn con un gran espectáculo, los vehículos auténticos del cuartel general de la división se dirigieron por una ruta tortuosa hacia el norte hasta una zona de reunión detrás del bosque de Hurtgen.

Al día siguiente, otro grupo de quince vehículos entró silenciosamente en la zona del 8.º Regimiento de Infantería y adoptó la apariencia de un convoy de esa unidad. Regresaron al Campamento Elsenborn mientras que el octavo genuino, con su identidad oculta, se dirigió al norte. El 8 de noviembre, veintitrés vehículos asumieron la apariencia de un convoy que contenía tropas del 22.º Regimiento, 44.º Batallón de Artillería de Campaña, más el 4.º Ingenieros, y se dirigieron a su área asignada en Camp Elsenborn. Compartieron la carretera con otro convoy de ocho vehículos que desempeñaban el papel de la 4ª Compañía de Intendencia. La medida sólo se vio empañada por un accidente de tráfico que derribó uno de los vehículos del centro de mensajes. Nadie resultó herido, pero se realizó un espectáculo apropiado para asegurarse de que cualquiera que estuviera mirando pudiera ver que el vehículo destrozado era de la 4.ª División.

Uno de los hombres de la 4.ª División que realizó el viaje secreto hacia el norte fue el teniente George Wilson del 22.º Regimiento de Infantería. Como recordó: “Mucho después del anochecer, aproximadamente el 10 de noviembre de 1944, la 4.ª División avanzó unas treinta millas más al norte a lo largo de la frontera entre Alemania y Bélgica. Esta iba a ser una maniobra altamente secreta, tan elaborada que se tomaron medidas para borrar todos los signos de nuestra identidad. Los números de división y regimiento fueron bloqueados en todos los vehículos, y los parches verdes de hiedra de cuatro hojas en los hombros, de los que estábamos tan orgullosos, fueron retirados de nuestros uniformes... Nuestros camiones oscurecidos tomaron largos y confusos desvíos hacia la retaguardia para engañar a los agentes enemigos”.

Una vez que los convoyes imaginarios llegaron al Campamento Elsenborn, fueron dirigidos al área del campamento donde debían montar una exhibición de la unidad en reposo. La noche del 9 de noviembre empezó a nevar, lo que añadió un elemento extra de dificultad a la operación. Simplemente conducir vehículos por la zona se volvió cada vez más difícil ya que los neumáticos militares estaban diseñados para uso todoterreno y proporcionaban poca tracción en una carretera resbaladiza. Hubo que poner cadenas para aumentar la tracción y los hombres esperaban que el ruido de las cadenas añadiera un nuevo elemento de realidad a su espectáculo.



Una vez que los convoyes imaginarios llegaron al campamento, se les ordenó que establecieran operaciones en los edificios asignados. Se colocaron carteles y centinelas de forma similar a la que había utilizado la 9.ª División durante su estancia allí. Patrullas itinerantes de parlamentarios recorrieron el campo y sus alrededores. Había carteles con el nombre CACTUS (el nombre en clave de la 4.ª División) en un lugar destacado alrededor del mismo edificio donde la 9.ª tenía su cuartel general.

Había puestos de policía militar estacionados en las ciudades vecinas y atendidos día y noche. Se utilizaron dos jeeps marcados como vehículos MP de la 4.ª División para llevar alimentos a los puestos y patrullar la zona. Los puntos de agua continuaron funcionando en la forma utilizada por la 9.ª División, pero con personal marcado por la 4.ª División. Cualquiera que observara sus acciones vería cómo se sacaba agua para una división completa, menos para un equipo de combate.

Los vehículos fueron enviados siguiendo un patrón basado en el observado previamente. Por recomendación de la 4.ª División, estos movimientos se realizaron en camiones marcados según los distintos regimientos y batallones, ya que los camiones de intendencia de la auténtica 4.ª División necesitaban urgentemente mantenimiento. Vehículos mensajeros, patrullas de alambre y camiones de correo hacían sus rondas para ajustarse a las prácticas normales de la 4.ª División. Otros camiones se dirigieron al punto de eliminación de basura, al punto de duchas y al depósito de raciones.

Esto no siempre implicó una gran cantidad de vehículos. El 10 de noviembre, la sección de efectos especiales observó que se habían enviado fuera del campo los siguientes vehículos: a las 1.000 un camión de 2½ toneladas al punto de abastecimiento de agua, a las 1.000 un jeep enviado a Malmedy, a las 1.100 un  camión enviado al depósito de raciones, a las 1.350 dos camiones enviado a localidades cercanas, y a las 15:00 un camión enviado al punto de eliminación de basura. De 13.00 a 16.00 vehículos circularon por la zona del campamento para colocar nuevas vías en la nieve. Esto se hizo a última hora de la tarde para que estuvieran listos para cualquier avión alemán que realizara una carrera de reconocimiento al atardecer.

La nieve supuso un problema adicional, porque un agente enemigo pudo ver por las vías que en realidad sólo habían pasado unos pocos vehículos. Se enviaron camiones específicamente para aumentar el número de huellas en la nieve. Esto no sólo engañaría a un agente que vigila las carreteras, sino también a cualquier avión de observación alemán que busque actividad en la zona. Se instaló un cuartel general del regimiento en la ciudad de Elsenborn, debidamente marcado como unidad de la 4.ª División.

La mayor parte de la población local había sido evacuada de la zona antes de la operación, y la nieve y el frío mantuvieron a los pocos restantes en el interior la mayor parte del tiempo. Sin embargo, varios soldados estadounidenses que buscaban visitar a amigos en la 4.ª División se presentaron en el supuesto cuartel general de la división, y un puñado de hombres de la 4.ª genuina que intentaban encontrar su unidad terminaron en el campamento, totalmente confundidos por las señales familiares, pero los rostros desconocidos.

La exhibición de una división en reposo se fue construyendo lentamente a lo largo de tres días a medida que llegaban los nuevos convoyes teóricos. Quedaron fuera de la exhibición todos los elementos que habían ido con el 12.º Regimiento a Hurtgen. No sería bueno intentar simular una unidad que ya estaba luchando en el frente.

Hubo cierta confusión el 10 de noviembre cuando un grupo de avanzada de la 9.ª División de Infantería llegó al campamento para prepararse para el regreso de su división. El campamento no podía albergar dos divisiones a la vez, por lo que el regreso de la 9.ª indicaría que todo había sido un engaño. Prevaleció la calma y finalmente se decidió que el 23 trasladaría sus actividades y señales a otra área del campamento mientras el 9 se preparaba para entrar.

Finalmente, a las 18.00 horas del 11 de noviembre, se recibió la noticia de que la operación terminaría al día siguiente y la 9.ª División volvería a apoderarse del campo. Todos los aspectos visuales de la 4.ª División fueron desmantelados lentamente esa noche. A partir de las 10:00 de la mañana siguiente, los vehículos ahora sin distintivos del 23 comenzaron a infiltrarse fuera del campo, a intervalos de tres minutos, en dirección a la ciudad de Luxemburgo.

El aspecto radiofónico del engaño se desarrolló sin problemas. Había sido planeado cuidadosamente, para que todos supieran exactamente lo que se suponía que debía hacer. Para evitar que los aspectos radioeléctricos del engaño se destaquen, también se pidió a la siguiente unidad en llegar al campamento, la 99.ª División de Infantería, que transmitiera mensajes de prueba de competencia por radio. Esto también permitiría a los estadounidenses utilizar el mismo truco de una prueba de radio en un campo de descanso para cualquier operación futura sin llamar la atención.

En general, el personal del V Cuerpo y del 12.º Grupo de Ejércitos estaba contento con la operación. En los registros del 23 se afirmó que poco después se capturó un documento de inteligencia alemán que indicaba que el 4 todavía estaba en Camp Elsenborn. George Wilson, del 22.º Regimiento de Infantería, sin embargo, recordó que la 4.ª División había sido recibida en el bosque de Hurtgen por Axis Sally, la locutora de propaganda de radio alemana, cuando entraron en la zona. Esto podría indicar que la operación fue un fracaso, pero también podría haber sido sólo información de oídas obtenida de otras tropas o, más probablemente, una referencia al 12.º Regimiento de Infantería que había estado luchando previamente en el bosque. Así, un engaño bien realizado podría haberse arruinado por la necesidad de enviar parte de la división por delante. De poco sirve intentar ocultar el movimiento de una unidad si una parte de ella ya ha sido enviada adelante.

Una de las lecciones aprendidas fue que el 23 podría lograr aparecer como una división en un área de descanso cerrada, pero los oficiales se dieron cuenta de que no podrían haber logrado el mismo engaño si la división hubiera estado vivaqueada en un área menos controlada o más abierta. , por la falta de hombres y vehículos. Sin embargo, todos estaban muy contentos con la cooperación que habían obtenido en todos los niveles. Los intendentes de la 4.ª División entregaron alegremente un suministro de parches divisionales cuando se les pidió, y los señalizadores de la 23.ª no tuvieron problemas para obtener la información que solicitaron.

Esta vez se había anticipado el problema de los hombres que buscaban a sus amigos. A cualquiera que llegara al área hipotética de la 4.ª División en busca de alguien se le dijo que, si bien la mayor parte de la división estaba en el campamento, esa unidad específica estaba ubicada en otro lugar. Esto funcionó, con la excepción de una vez cuando un soldado vino a buscar a su hermano en el 4º Pelotón MP. Como estaba preguntando a hombres vestidos como diputados de la 4.ª División, no podían afirmar que la unidad estuviera en otro lugar. Al principio respondieron: “Nunca había oído hablar de él”. "Bueno, él es tu cocinero, debes conocerlo", argumentó el hermano. El rápido parlamentario respondió: “Oh, debes referirte a 'apestoso'. No reconocí el nombre. Seguro que lo conozco. Simplemente se mudó con un grupo que se fue al norte”. En otra ocasión, un hombre del 23 respondió que la razón por la que no conocía a muchos otros en su unidad era que había sido herido en la infantería y acababa de llegar como reemplazo.