jueves, 30 de abril de 2015

Genocidio Armenio: Vidas en Argentina

Del horror al amor: la historia de mi abuela armenia
Memoria.A cien años del Genocidio Armenio, una periodista de Viva cuenta la historia de su abuela Armenuhi, que escapó dos veces de la muerte, emigró a la Argentina a los 13 años, se casó con un joven a quien no conocía y con quien estuvo toda la vida. Una historia que va del horror al amor.


Boda. Armenuhi y Yervant Tagtachian se casaron en 1930 en Buenos Aires. No se conocían y estuvieron juntos 50 años.





Magda Tagtachian - Clarín

"Querida, coma, dele, está rico”, insistía mi abuela Armenuhi con ojos cansados y el acento que nunca perdió. Armenuhi, que significa "mujer armenia", notó que dejaba buena parte del sarmá en mi plato y quiso intervenir. Adolescente al fin, yo intentaba bajar algunos kilos privándome de exquisiteces típicas de la colectividad. Pero la casa de mi abuela en Villa Urquiza no era el mejor lugar para iniciar la dieta.  Ese domingo –como todos  los que pasábamos en el PH de la calle Pampa–, fue el único en que vi llorar a mi abuela. Todavía sentía en la piel y el estómago el hambre. Alguien en la mesa preguntó otra vez por su historia y ella  interrumpió el reparto de porciones. Con la voz quebrada contó cómo siendo una nena había escapado en dos oportunidades de su pueblo, Aintab, perseguida por el Imperio Otomano.





La familia del abuelo paterno, Yervant Tagtachian (arriba, en el centro, con bigote) en Aintab en 1919, donde tenían plantaciones de pistacho.

Tristezas  del desierto. La primera vez que Armenuhi tuvo que huir tenía un año y medio. Mi abuela paterna había nacido el 17 de diciembre de 1913 y su papá, Joseph Demirjian, era un dirigente político. Sin otra alternativa, mi bisabuelo colocó a mi abuela adentro de la alforja de un burro y en la otra bolsa metió a Antranik (Antonio),  el hermanito de nueve meses. Sobre el lomo del burro iba Satenik Kabakian, mi bisabuela que, como Armenuhi, viajaban vestidas de varón para zafar de los controles. Mi bisabuelo guió la fuga en la que caminaron varios días sin más que lo puesto, con hambre, frío y sed hasta llegar a Alepo, en Siria.



La familia del bisabuelo Joseph (segundo desde la izquierda con bigotes), poco antes de que enviudara. Luego de que fallece su esposa Satenik (sentada a la izquierda), envían a la abuela Armenuhi (arriba en el centro con corbata) a la Argentina. Tenía 13 años. La foto fue tomada en 1927, pocos meses antes de que viajara.

Aquel mediodía, no volaba una mosca en el comedor familiar. Todavía siento el frío que me corrió por la espalda al escuchar la historia. Yo tendría unos 12 años y no me animé a preguntar. Crecí en un ambiente donde el asado de los domingos era suplantado por el dolmá (zucchini relleno) y shish kebbab (carne asada en un pincho de acero). Mi abuela siempre fue feliz y tenía una dulzura inmensa. Jamás la vi quejarse, ni tener rencor o resentimiento. De chica, pasaba en su casa los fines de semana. Armenuhi me enseñó a tejer crochet y también con dos agujas. Hacíamos bufandas, almohadones y pulóveres. Juntas cocinábamos el kebbe en una palangana azul. Lo que más me divertía era pegotearme los dedos con la masa que se formaba con el trigo y la carne cruda. Armábamos los bollitos y después hacíamos una sopa donde los poníamos a flotar. Cuando llegaban Jorge y Beatriz, mis padres, los devorábamos felices.


Luego de enviudar, el bisabuelo Joseph Demirjian se casa en Siria con Caterina Stepanian. Una vez que la abuela Armenuhi se establece en Argentina, logra traerlos.

Tuvo que pasar bastante tiempo hasta que entendí todo lo que había sucedido con mi abuela. Mi bisabuelo sacaba a Armenuhi de la alforja cada dos horas para que respirara. Rogaban que sus hijos no gritaran o lloraran al acercarse a los controles donde estaban los otomanos. En silencio llegaron a Alepo. A mi abuela le quedó una tortícolis de por vida por la posición de su cuello dentro de la alforja y dicen que se encaneció por completo en una noche cuando sólo tenía 18 meses. Por el estrés, su pelo negro se volvió blanco en horas. Cuando estuvieron “a salvo”, la raparon para que su cabello negro y brillante, como ella,  volviera a nacer.


La abuela Armenuhi y Yervant Tagtachian se casaron en Buenos Aires en octubre de 1930. Los presentaron en 1927 cuando mi abuela llegó a la Argentina. No se conocían. Estuvieron juntos 50 años.

Regresaron a Aintab recién cuando a mi bisabuelo, que además se dedicaba a los hilados, le avisaron que todo estaba en calma. La tregua no duró mucho. La segunda huida se produjo hacia 1921 y fue peor que la primera. Para ese entonces, mi abuela ya tenía dos hermanos más, Asniv y Zareh. Cuando llegó al mundo Zareh, Joseph estaba bajo tierra en una trinchera resistiendo los embates del Imperio Otomano. Mi abuela, que tenía siete años, corrió bajo los túneles que unían Aintab para darle la noticia a su papá. Un tiempo después, mi bisabuela Satenik (embarazada), su esposo y los cuatro hijos tuvieron que volver a dejar su pueblo. Y esta vez fue para siempre.

Un día tomaron a todos prisioneros y los subieron a un tren rumbo a la muerte. Los llevaban al desierto donde funcionaban los campos de concentración para masacrar a los armenios. Durante el viaje, mi bisabuelo tomó la decisión y se la comunicó a Satenik. El mismo los iba a arrojar del tren, de noche y en movimiento, uno a uno para después rescatarlos. Envolvió a cada hijo en una manta y los fue tirando del vagón por un hueco que había encontrado en el piso. De mayor a menor dejó ir primero a los pequeños, luego a su esposa con panza y por último llegó su turno. Sucio y con el espíritu intacto, Joseph corrió hacia atrás  hasta  levantar a toda su familia del suelo. Caminaron unos 100 kilómetros de noche, escondiéndose entre los matorrales y durmiendo de día, hasta llegar nuevamente a Alepo, donde pidieron auxilio a una prima armenia.



Argentina, tierra de sueños. Todavía hoy, cuando mi tía Alicia –que sigue viviendo en el PH de la calle Pampa–, cuenta la historia, se nos llenan los ojos de lágrimas. Una vez a salvo, la idea de la familia de Armenuhi era establecerse en Siria. Mientras trataban de que la vida volviera a comenzar, la tragedia los golpeó de nuevo. Muy enferma por la huida, y luego de dar a luz a mi tía abuela Hermin, murió  Satenik. Tenía  32 años y mi  abuela 13. Armenuhi tuvo que reponerse una vez más. Mi bisabuelo había quedado “solo” para criar a cinco chicos. Quisieron presentarle a él una novia. Pero para que pudiera casarse, según las costumbres de la época, mi abuela que ya era “señorita” tenía que “salir” de la casa. En el colegio, Armenuhi le confió esta situación a su mejor amiga Hiripsime Tagtachian. Y ella se ofreció a mediar. Habló con su papá, Kevork (Jorge) Tagtachian, que fue a ver a Joseph para hacerle una propuesta. Le pedía a Armenuhi para traerla con los Tagtachian a la Argentina y casarla con su segundo hijo Yervant (Eduardo).  La única condición que puso Joseph fue que esperaran a que su hija tuviera al menos 16 años como para “estirar” su adolescencia. En octubre de 1927, Aniza Chouldjian y su esposo Kevork Tagtachian trajeron a Armenuhi a la Argentina como a una hija más, junto a Hiripsime y a otros familiares.

Al mejor estilo Titanic,  cuando el barco Kerguelen llegó a la zona donde todavía hoy está el Hotel de los Inmigrantes,  Armenuhi apoyada en la baranda de cubierta divisó a Yervant, alto y de ojos verdes. Ella tenía 13. El, 26. Aquel muchacho la esperaba con más nervios que sonrisas. Sin embargo, mi abuela miró al cielo y rogó que fuera él su prometido. Se casaron el 10 de octubre 1930. Antes, un juez vecino y amigo se encargó de sumarle a mi abuela los años suficientes para “convertirla” en mayor de edad y poder dar el sí. A los nueve meses casi exactos nació mi papá Jorge, el mayor de cuatro hermanos. Le siguió mi tía Alicia; José, que falleció a los dos años por muerte súbita, y mi tío Eduardo. Meses antes de cumplir las bodas de oro, murió mi abuelo Yervant, en febrero de 1980. La abuela se fue en junio de 2004. Se trataron siempre con amor y respeto. Se amaron hasta el último minuto.



Armenuhi fue, sin duda, el pilar y  motor de la familia. Cuando ella finalmente se instaló en Buenos Aires, se movió para traer uno a uno al resto de los suyos desde Alepo.  Yo  tendría unos ocho años y todavía recuerdo cuando me llevaban a visitar a mis bisabuelos Joseph y Caterina Stepanian, que era su segunda mujer y con quien tuvo a Zarman, Hasmic y Vahe. Los “abuelos viejitos”, como los llamábamos, vivían en Pampa y Triunvirato. Los veo en su casa de paredes azules. Sus caras me llamaban la  atención por sus eternas arrugas. Un día, Caterina enfermó y la internaron en el hospital. A Joseph, con 97 años, quisieron protegerlo con una mentira piadosa. Su compañera había muerto. Se dio cuenta mi abuelo viejito, dejó de comer y a los dos meses subió al cielo de los amores y las tristezas.



El 31 de agosto del año pasado, en el cumple 80 de mi tía abuela Zarman, la historia familiar sobrevolaba el salón del club Aintab, sobre Niceto Vega, en Palermo. Las fotos de los casamientos y  reuniones familiares  en  pantalla gigante se mezclaban con las risa fresca de los chicos,  los primos, tíos y abuelos, unas 100 personas entre descendientes y familiares. Mientras disfrutábamos de las danzas y platos típicos, seguí el viaje hacia mi infancia.

Postales de domingo. Una vez más recordé a Yervant cuando me hacía pisar un diario para sacar el molde de mi pie y fabricar él mismo las guillerminas marrones que llevaba al colegio. Había aprendido el oficio de zapatero en el barco. El vino primero con su hermano Pissant y cuando se instalaron empezó a llegar el resto. Mi abuelo traía como único bien una alfombra persa que había comprado en el viaje con las monedas que se había ganado remendando calzados. Todavía lo imagino separando las semillas de calabaza sobre un papel, apoyado en esa alfombra persa en  el living de Pampa.



El legado. Por el lado de mamá, mi abuela María huyó sola desde su pueblo Marash con su papá Avac. Su mamá había muerto en el parto después de que  tuviera mellizos, que también fallecieron. A Mari la metieron en un cajón de verduras y caminaron hasta que el horror dio paso a otra pena. En Beirut, mi bisabuelo, un sastre sin trabajo, la dejó en un orfanato americano. Por eso Mari, además de armenio, hablaba inglés. Al cabo de unos años, el padre asumió que no podía criarla y se ocupó de buscarle una familia para que la trajera a Argentina. Le cambiaron su apellido Bayramian por el de la familia que la “adoptó”, Yelanguezian. En Buenos Aires le arreglaron un casamiento con otro joven armenio desconocido. Mi abuela dio el sí a Simón Balian, de quien dicen que también heredé los ojos claros. María y Simón tuvieron a mi tía Rosita, mi tío Jorge y mi mamá Beatriz. El abuelo murió cuando mamá tenía siete años.



Durante mi niñez, estas historias me resultaban “normales”, tanto como las comidas tan diferentes a las de mis compañeras de colegio, que no era armenio. Recién de grande empecé a darme cuenta del peso de cada anécdota y cómo formaban parte de mi propia identidad y tradiciones. Las fiestas con mis abuelos me fascinaban. Para Pascuas, Armenuhi teñía con remolacha y acelga la cáscara de los huevos mientras los hervía. Después del almuerzo venía la competencia. Había que tomar uno de ellos y envolverlo con la mano derecha. Puño con puño contra el contrincante. Cada uno golpeaba la base del otro huevo y el que se rompía, perdía. Nos pasábamos la semana comiendo huevos rotos y de colores.  En Navidad aprovechaba para probarme los zapatos que vendía mi abuela Mari en Cotté, la zapatería que atendía en su casa de Monroe y Bauness. Mientras la familia se agrupaba junto al arbolito, yo desfilaba y me sentaba en las sillas verdes de pana del negocio que hoy brillan en mi casa. El 31 de diciembre, en lo de Armenuhi, llegaba el momento más excitante. A la medianoche, con mi abuela y mis hermanos, Jorge Simón y Carolina, salíamos a la puerta de su departamento para estrellar con todas nuestras fuerzas los platos contra el piso. Una ceremonia catártica y ruidosa para decirle chau a la mala suerte y recibir a la buena. Desde un costado del salón, mi tío Cacho presidía la reunión. Lo recuerdo tocando el derbake. Era el hijo de Hiripsimé, la amiga de mi abuela con quien había hecho un pacto: cuidaría de Cacho,  después de la muerte de su mamá y de su papá, Martín Kerboyan, un apasionado bailarín tanguero. Cada vez que veo un derbake me acuerdo de Cacho. Partió en 1978 cantando Cuando un amigo se va, de Alberto Cortez. Fue mi primera muerte cercana.



Si hablamos de genes, dicen que soy la que menos heredé la fisonomía armenia. Pero llevo una determinación y fuerza  de voluntad que entiendo vienen de mis antepasados. De ellos aprendí a luchar por los ideales y a enhebrar con palabras y paciencia el olvido.  A ordenar la melancolía si se sale de la caja y a valorar la intuición. Muchas búsquedas en mi vida tienen que ver con darle sentido al dolor y transformarlo en algo bello: una rica comida, un buen cuadro, una danza liberadora, un momento compartido con amor. Mis abuelos fueron parte de ese camino. Sus músicas, colores y olores me ayudan a encontrarme. A sonreír y a seguir indagando. Viven en mi corazón por siempre. mtagtachian@clarin.com


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No me olvides

Si bien la fecha simbólica del inicio del Genocidio Armenio es el 24 de abril de 1915 (se toma como referencia el asesinato de unos 250 intelectuales y líderes armenios), la matanza de un millón y medio de armenios en el Imperio Otomano (actual Turquía) se extendió hasta 1923. El Genocidio fue reconocido por muchas instituciones y países, incluida la Argentina. Luego de Estados Unidos y Francia, Argentina es el tercer país que recibió mayor cantidad de armenios. El viernes 24, a las 17, habrá una misa en San Gregorio El Iluminador; el sábado 25,  a las 16, un acto cultural  en la Feria del Libro en la Rural; y el miércoles 29, a las 20, el Acto Cívico en el Luna Park. La flor “Nomeolvides” fue elegida como símbolo mundial para conmemorar los 100 años del Genocidio Armenio.

miércoles, 29 de abril de 2015

Genocidio Armenio: Cada vez más difícil de negar

Genocidio armenio: Seguir negando la verdad de esta crueldad humana masa está cerca de una mentira criminal
Saqué los huesos y cráneos de armenios masacrados por el desierto de Siria con mis propias manos en 1992

Robert Fisk - The Independent



A las siete de la noche del jueves, un grupo de hombres y mujeres muy valientes se reunirán en la plaza de Taksim, en el centro de Estambul, para organizar una conmemoración sin precedentes y en movimiento. Los hombres y las mujeres serán turco y armenio, y estarán reuniendo para recordar los 1,5 millones de cristianos armenios hombres, mujeres y niños asesinados por los turcos otomanos en el genocidio de 1915. Eso Holocausto armenio - el precursor directo del Holocausto judío - comenzó hace 100 años este jueves, a sólo media milla de Taksim, cuando el gobierno de la época redondea cientos de intelectuales y escritores armenios de sus hogares y los preparó para la muerte y la la aniquilación de su pueblo.
El Papa ya ha molestado a los turcos llamando a este malvado acto - la más terrible masacre de la Primera Guerra Mundial - un genocidio, que era: el intento deliberado y planificado para liquidar una raza de gente. El gobierno turco - pero, gracias a Dios, no todos los turcos - han mantenido su negación petulante e infantil de este hecho de la historia sobre la base de que los armenios no fueron muertos, según un plan (el antiguo "caos de la guerra" sin sentido) , y que la palabra "genocidio" fue acuñado todos modos sólo después de la Segunda Guerra Mundial y por lo tanto no puede aplicarse a ellos. Sobre esa base, la Primera Guerra Mundial no fue la Primera Guerra Mundial, ya que no fue llamado a la Primera Guerra Mundial en el momento!

Dos pensamientos vienen a la mente, entonces, en este centenario de la carnicería, la violación masiva y el asesinato del niño de 1915. La primera es que para un poderoso gobierno de un fuerte - y valiente - nación europea y la OTAN, como Turquía que continúan negando la verdad de esta crueldad humana masa está cerca de una mentira criminal. Más de 100.000 turcos han descubierto que tienen abuelas armenias o bisabuelas - las mismas mujeres secuestradas, esclavizadas, violadas o convertidas en las marchas de la muerte de Anatolia en el desierto de Siria norte - y los propios historiadores turcos (por desgracia, no lo suficiente de ellos) ahora se presenta la prueba documental detallada de las órdenes siniestras de exterminio de Talat Pasha emitidos desde lo que entonces era Constantinopla.

Sin embargo, cualquiera que se oponga a la negación del genocidio del gobierno sigue siendo vilipendiado. Durante casi un cuarto de siglo, he estado recibiendo correo de turcos acerca de mi propia escritura sobre el genocidio. Comenzó cuando cavé los huesos y cráneos de armenios masacrados fuera del desierto de Siria con mis propias manos, en 1992. A los pocos corresponsales querían expresar su apoyo. La mayoría de las cartas eran poco menos perniciosa. Y me temo que más bien la negación continuada por el gobierno turco podría ser tan peligroso para Turquía, ya que es una barbaridad para los descendientes armenios de los muertos. Recuerdo una señora armenia ancianos describiendo a mí cómo ella vio milicianos turcos apilando los bebés que viven en la parte superior de uno al otro y prendiendo fuego a ellos. Su madre le dijo que sus gritos eran el sonido de sus almas van al cielo. ¿No es esto - y la esclavitud de las mujeres - exactamente lo que Isis está perpetrando contra sus enemigos étnicos justo al otro lado de la frontera turca hoy? La negación es llena de peligros.

Y vamos a preguntarnos qué pasaría si el actual gobierno alemán fue afirmar que cualquier demanda de reconocer los "eventos" de 1939-1945 - en el que seis millones de Judios fueron asesinados - como un genocidio era "propaganda judía" y "mutilar la historia y ley ". Sin embargo, eso era más o menos lo que el gobierno turco dijo que cuando la semana pasada de la UE pidió que reconozca el genocidio armenio. La UE, el Ministerio de Relaciones Exteriores dijo en Ankara, había sucumbido a la "propaganda armenia" sobre los "eventos" de 1915, y fue "mutilando la historia y la ley". Si Alemania hubiera adoptado tales palabras imperdonables sobre el Holocausto judío, no habría sido capaz de ver a través de los gases de escape de Berlín como embajadores del mundo se dirigieron al aeropuerto.

Sin embargo, al día siguiente de la pequeña conmemoración valiente prevista para la plaza Taksim de esta semana, la grande y la buena parte del mundo occidental se reunirán con líderes turcos a pocos kilómetros al oeste de Estambul para honrar a los muertos de Gallipoli, extraordinaria de Mustafa Kemal - y brillante - 1915 la victoria sobre los aliados en la Primera Guerra Mundial. ¿Cuántos de ellos se recuerda que entre los héroes turcas luchan por Turquía en Gallipoli era cierto armenio capitán Torossian - cuya propia hermana moriría pronto en el genocidio?

Tengo la intención de informar sobre la conmemoración de la próxima semana en compañía de amigos turcos. Pero el segundo pensamiento que viene a la mente - y amigos armenios que perdonarme - es que no estoy muy interesado en lo que los armenios dicen y hacen en este 100 aniversario. Quiero saber lo que planean hacer en el día después de que el día del 100 aniversario. Los sobrevivientes armenios - los que podía recordar - ahora están todos muertos. En unos 30 años, Judios de todo el mundo van a sufrir la misma tristeza profunda como sus últimos supervivientes desaparecen del mundo del testimonio vivo. Pero los muertos viven en, sobre todo cuando su víctima se negó - una maldición que les obliga a morir una y otra vez.

Armenios seguramente debe ahora elaborar una lista de los valientes turcos que salvaron sus vidas durante la persecución de su pueblo. Hay por lo menos un gobernador provincial, y los soldados individuales nombrados turcos y policías, que arriesgaron sus propias vidas para salvar a los armenios en este momento horrible en la historia turca. Recep Tayyip Erdogan, primer ministro triunfalista de Turquía, ha hablado de su dolor por los armenios, sin dejar de negar el genocidio. ¿Se atreven a negarse a firmar un libro genocidio armenio de conmemoración lista de los valientes turcos que trataron de salvar el honor de su nación en su hora más oscura?

He estado golpeando sobre esta idea a los armenios durante años. Le dije lo mismo a los armenios en Detroit la semana pasada. Honra a los buenos turcos. Por desgracia, todo el mundo aplaude. Y no hace nada.

martes, 28 de abril de 2015

SGM: El suicidio colectivo alemán ante la derrota

Cuando las madres tiraban al río a sus hijos
Alemania recuerda la oleada de suicidios en los últimos meses de la II Guerra Mundial
Los aniversarios se convierten en arma diplomática
Luis Doncel -  El País




Bärbel Schreiner, con su madre y su hermano en Demmin en 1944.

El documento es estremecedor. 28 páginas repletas de nombres acompañados de la fecha y el motivo de su muerte. Elegida una al azar, aparecen varias familias —los Gaut, los Schubert (madre e hija), los Rienaz (también madre e hija)…—. Todos fallecieron el 8 de mayo de 1945. Y todos por una misma causa: suicidio. Estamos en el Museo Regional de Demmin, una pequeña ciudad del noreste de Alemania que estos días revive sus días más dramáticos. En los últimos meses de la II Guerra Mundial, cuando la victoria final tantas veces anunciada por Adolf Hitler parecía cada vez más irreal y el Ejército Rojo acechaba, entre 700 y 1.000 ciudadanos de Demmin —que entonces tenía unos 15.0000 habitantes— prefirieron morir antes que vivir en un mundo en el que los nazis no gobernaran. Fue el mayor suicidio masivo en la historia de Alemania.

Bärbel Schreiner, entonces una niña de seis años, estuvo a punto de caer víctima de esa locura colectiva. Pero su hermano consiguió que su madre no hiciera con los dos niños lo que tantos padres hacían esos días. “Mamá, nosotros no, ¿verdad?”, recuerda Schreiner que dijo su hermano, mientras observaba el río Peene, repleto de cadáveres. “Todavía me acuerdo del agua enrojecida por la sangre. Sin esas palabras, estoy convencida de que mi madre nos habría ahogado a los dos”, asegura con la voz entrecortada esta mujer de 76 años.


Registro de fallecidos de Demmin, en el Museo Regional. / LUIS DONCEL

El caso de Schreiner no fue excepcional. Una ola de suicidios recorrió Alemania entre enero y mayo de 1945. No existen cifras exactas, pero los historiadores calculan que entre 10.000 y 100.000 personas tomaron esta decisión. Al quitarse la vida, era habitual que los adultos se llevaran también a sus hijos. Es lo que hizo Joseph Goebbels, ministro de Propaganda y canciller en los últimos días del III Reich, cuando él y su mujer, Magda, envenenaron a sus seis hijos.

Se ha escrito mucho sobre la inmolación de los líderes nazis. Además de Hitler, del que el próximo 30 de abril se cumplirá el 70 aniversario de su muerte, y de Goebbels, también se quitó la vida el jefe de las temibles SS, Heinrich Himmler. Pero hasta ahora no se había prestado demasiada atención a los ciudadanos de a pie que siguieron el destino de sus fanáticos líderes. Precisamente ese desconocimiento sobre la tragedia que vivieron miles de personas anónimas llevó al historiador Florian Huber a escribir Hijo, prométeme que te vas a disparar. El éxito del libro, que en dos meses ha vendido más de 20.000 ejemplares, ha sorprendido incluso al autor.

“Estudié historia y nunca había oído hablar de este episodio trágico. Un día, vi en un libro un pie de página que mencionaba la oleada de suicidios de los últimos meses de la guerra y decidí investigar”, explica en una cafetería berlinesa. Pero, ¿qué es lo que llevó a estos hombres y mujeres de a pie a pegarse un tiro, colgarse de un árbol o a tirarse al río más cercano? ¿Miedo por las represalias de los vencedores? ¿Fanatismo nazi? ¿O sentimiento de culpa por las tropelías de 12 años de nacionalsocialismo y seis de guerra? “Una mezcla de todos estos factores. También influyó un efecto psicológico que convierte el suicidio en algo contagioso, casi como una infección. Si ves que en esta cafetería todo el mundo empieza a matarse, a lo mejor te lo plantearías tú también”, responde.

“Mamá, nosotros no”, dijo el hermano de Schreiner al ver los muertos en el río
La epidemia suicida se extendió por muchos rincones de Alemania, ¿pero por qué afectó sobre todo a algunas zonas, como el este del país, y muy especialmente a lugares como Demmin? Huber desgrana la mezcla de circunstancias históricas y geográficas que convirtieron esa localidad en una ratonera de la que era imposible escapar. “Rodeada por tres ríos, forma una especie de península. En su huida, los jerarcas nazis dinamitaron los tres puentes existentes. Así que cuando llegaron los soviéticos, no podían seguir avanzando. Los soldados del Ejército Rojo llegaron el 30 de abril, deseosos de abandonar pronto Demmin para celebrar la fiesta del 1 de mayo”, explica.

Justo el mismo día en el que Hitler se pegaba un tiro en su búnker en Berlín, los soldados rojos quemaban Demmin y cundía el pánico. Los años de guerra, las ganas de revancha y la bebida que corrió esa noche fomentaban la violencia de los soviéticos. El resultado de este cóctel fue tremendo. Huber asegura que los ríos hicieron de cementerios durante semanas; y que los trabajos para sacar los cuerpos del agua se alargaron entre mayo y julio de ese año. “Los testigos recuerdan a gente colgada en los árboles por todas partes”, añade.

Una mezcla de fanatismo nazi, miedo y contagio explica la locura colectiva
El sufrimiento de los civiles alemanes durante la guerra —ya sean las violaciones de mujeres o los bombardeos de ciudades como Potsdam, del que esta semana se han cumplido 70 años— es un tema complejo. Es indudable que muchos inocentes padecieron las consecuencias, pero también este sufrimiento sirve de agarradero para los neonazis, que siguen tratando de confundir e igualar el dolor del pueblo agresor con el de los agredidos.

Eso mismo ocurre aún hoy en Demmin. Desde hace una década, cada 8 de mayo, día de la capitulación, un pequeño grupo de manifestantes cercano al partido de ultraderecha NPD recuerdan a las víctimas alemanas. “Durante los años del comunismo, este era un tema tabú. Nadie quería recordar las violaciones o crímenes cometidas por los soldados que nos liberaron del fascismo. Y ahora los neonazis también utilizan el dolor pasado para sus fines”, explica Petra Clemens, la directora del museo, rodeada de vestigios de la historia de la zona. En esta castigada ciudad del este alemán, el paro afecta al 17% de la población (un porcentaje altísimo para un país en el que la media está en el 6,9%) y el alcoholismo hace mella.

Demmin fue quizás el caso más extremo de locura colectiva que invadió al país en los primeros meses de 1945, pero no el único. En Berlín se registraron ese año 7.000 suicidios, de los que casi 4.000 se produjeron en el mes de abril. En su libro, Huber recoge testimonios de aquellos que asociaron a sus propias vidas el fin del nacionalsocialismo. Como el profesor Johannes Theinert y su mujer Hildegard, que comenzaron a escribir un diario en 1937, al año siguiente de casarse. La última entrada está fechada el 9 de mayo de 1945. “La crisis se acaba. Las armas callan”, anota Hildegard. Ese mismo día, Johannes disparó a su mujer y después a sí mismo. La última entrada del diario que alguien encontró tras su muerte decía: “¿Quién se acordará de nosotros, quién sabrá cómo hemos acabado? ¿Tienen estas líneas algún sentido?”.

lunes, 27 de abril de 2015

Comunismo: Un crack del futbol ruso a Siberia

¿Por qué acabó encerrado en un gulag en Siberia el Pelé ruso?

Javier Sanz - Historias de la Historia


En los Juegos Olímpicos en 1956, celebrados en Melbourne (Australia), la selección de fútbol de la URSS se alzaba con la medalla de oro. La estrella de aquel equipo era Eduard Streltsov, un joven delantero veloz y habilidoso que triunfaba en el Torpedo de Moscú… le llamaban el Pelé ruso. Dos años más tarde, con 21 años, era encerrado en un gulag siberiano. ¿Qué ocurrió en esos dos años?


Streltsov -el primero de la foto- con la selección olímpica.

Después de una semifinal épica en la que la URSS consiguió derrotar a Bulgaria con 9 jugadores -se lesionaron dos jugadores soviéticos y todavía no se permitían las sustituciones- remontado el partido con dos goles de Streltsov, en la final frente a Yugoslavia el seleccionador soviético decidió dejar en el banquillo a su joven estrella y jugó en su lugar Nikita Simonyan. A pesar de esta decisión, los soviéticos consiguieron el triunfo. Como los suplentes no recibían medallas, fue el propio Simonyan quien le ofreció la suya a Streltsov reconociendo que habían llegado hasta allí gracias a él…

No te preocupes, ganaré muchos más trofeos en el futuro.
En el Kremlin se organizó un evento para homenajear a los triunfadores de Melbourne, a la que asistió la delegación de fútbol soviética y los miembros más destacados del Politburó, entre los que se encontraba Yekaterina Furtseva -la mujer más poderosa del país- que asistió con su hija de 17 años. Ésta, estaba prendada de la joven estrella y quería conocerle a toda costa; para su madre, aquel noviazgo podía consolidar su posición en el partido. Lamentablemente, Streltsov no estaba por la labor y la rechazó con buenas palabras… después de algunos vodkas, y ante la insistencia de madre e hija, dijo:

jamás me casaría con esa cara de mono
Yekaterina Furtseva no olvidaría aquel desplante y para empeorar más su situación, si cabe, Streltsov rechazó los ofrecimiento de los dos equipos más poderosos de Moscú (CSKA, el equipo del ejército rojo, y el Dynamo de Moscú, el equipo del KGB) para quedarse en el humilde Torpedo… Había firmado su destino. El 25 de mayo de 1958, en plena preparación del Mundial de Suecia, estaban concentrados en las afueras de Moscú en una dacha propiedad de Eduard Karakhanov, oficial del ejército rojo. A la mañana siguiente, después de una noche de fiesta, Streltsov era arrestado y acusado de la violación de Marina Lebedeva, una joven de 20 años que había conocido en la fiesta.

Tras un primer interrogatorio de la KGB, firmó una declaración jurada declarándose culpable… fue juzgado y condenado a 12 años de trabajos forzados en un gulag de Siberia. Cuando se conoció el arresto, los trabajadores de la ZIP, empresa a la que pertenecía el Torpedo, organizaron una manifestación en la que participaron más de 100.000 personas gritando que aquello fue una venganza. La KGB se encargó de acallar las protestas. ¿Por qué firmó aquella declaración cuando había enviado un carta a su madre declarando su inocencia? La presión y las amenazas de la KGB, y la promesa de que si firmaba le permitirían participar en el Mundial de Suecia… volvió a caer en la trampa. Sin la participación de Streltsov, la URSS caería ante Suecia, selección a la que hacia poco tiempo había derrotado 6-0 con 3 goles de Streltsov.

Después de siete años recluido en el gulag se le condonó el resto de la condena y Streltsov, fiel a su equipo, regresó al Torpedo con el que fue campeón en 1965 y 1968 y él mismo declarado mejor jugador en las temporadas 1967 y 1968. Murió en 1990 a causa de un cáncer de garganta. El Torpedo le rindió homenaje, al que para muchos habría sido el mejor jugador del mundo, poniendo su nombre a su estadio y colocando una estatua en los alrededores.

Investigaciones posteriores han descubierto fotos de Marina Lebedeva en las que aparece en la cama de un hospital con moratones que podrían demostrar la violación, pero… ¿fue Eduard Streltsov? Muchos creyeron en su inocencia y en 2001 se creó el Comité Streltsov, encabezado por el ajedrecista Anatoly Karpov y el alcalde de Moscú Yury Luzhkov, para limpiar su nombre. Tras el suceso de la dacha, Marina Lebedeva desapareció del mapa y se cuenta que durante años estuvo visitando la tumba de Streltsov para depositar un ramillete de flores.


Estatua Eduard Streltsov

domingo, 26 de abril de 2015

India: La hambruna de Bengala que provocó Churchill

La hambruna de Bengala: Cómo los británicos diseñó el peor genocidio de la historia humana con fines de lucro
Rakhi Chakraborty - Your Story

"Odio a los indios. Son un pueblo bestiales con una religión bestial. El hambre era su propia culpa por criarse como conejos ".
                                                                                                                                                                                                                   -Winston Churchill

Los británicos tenían una agenda económica implacable a la hora de operar en la India y que no incluía la empatía para los ciudadanos nativos. Bajo el dominio británico, la India sufrió innumerables hambrunas. Pero el más afectado fue Bengala. El primero de ellos fue en 1770, seguido por los graves en 1783, 1866, 1873, 1892, 1897 y, por último, 1943-1944. Anteriormente, cuando las hambrunas habían golpeado al país, los gobernantes indios fueron rápidos con una respuesta útil por evitar desastres mayores. Después de la llegada de los británicos, la mayoría de las hambrunas eran consecuencia de los retrasos de los monzones, junto con la explotación de los recursos naturales del país por los británicos para su propio beneficio económico. Sin embargo, hicieron poco para reconocer los estragos que estas acciones forjado. En todo caso, estaban irritados por los inconvenientes en gravar las hambrunas provocadas.



La primera de estas hambrunas fue en 1770 y fue horrible brutal. Los primeros signos que indican la llegada de una enorme hambruna tal manifiestan en 1769 y la hambruna en sí continuó hasta 1773. mataron a unos 10 millones de personas, millones más que los Judios encarcelados durante la Segunda Guerra Mundial. Se acabó con un tercio de la población de Bengala. John Fiske, en su libro "The Unseen World", escribió que la hambruna de 1770 en Bengala era mucho más mortal que la Peste Negro que aterrorizó Europa en el siglo XIV. Bajo el imperio mogol, se exigió a los campesinos a pagar un tributo de 10 a 15 por ciento de su cosecha en efectivo. Esto aseguró un tesoro cómodo para los gobernantes y una amplia red de seguridad para los campesinos en caso de que el tiempo no era titular de las futuras cosechas. En 1765 se firmó el Tratado de Allahabad y East India Company se hizo cargo de la tarea de recoger los tributos del entonces emperador mogol Shah Alam II. De la noche a la mañana los británicos insistieron en llamarlos tributos y no impuestos por razones de suprimir una potencial rebelión, y entonces aumentaron un 50 por ciento. Los campesinos ni siquiera eran conscientes de que el dinero había cambiado de manos. Pagaron, aún creyendo que era al emperador.



El fracaso parcial de la cosecha era algo bastante habitual en la vida del campesino indio. Es por eso que los excedentes, que se mantuvieron después de pagar los tributos, era tan importante para su subsistencia. Pero con el aumento de los impuestos, este excedente se deterioró rápidamente. Cuando el fracaso parcial de cultivos se produjo en 1768, esta red de seguridad ya no estaba en su lugar. Las lluvias de 1769 fueron malas y en esto los primeros signos de la terrible proyecto comenzaron a aparecer. La hambruna se produjo principalmente en los actuales estados de Bengala Occidental y Bihar, pero también golpearon a Orissa, Jharkhand y Bangladesh. Bengala fue, por supuesto, los más afectados. Entre las zonas más afectadas fueron Birbum y Murshidabad en Bengala. Miles despoblaron la zona con la esperanza de encontrar sustento en otros lugares, sólo para morir de hambre después. Los que se quedaron en perecieron, no obstante. Fueron abandonadas enormes hectáreas de tierras de cultivo. La naturaleza silvestre comenzó a prosperar aquí, lo que resulta en zonas profundas y habitables selva. Tirhut, Champaran y Bettiah en Bihar se vieron afectados de manera similar en Bihar.

Antes de esto, cada vez que había surgido la posibilidad de una hambruna, los gobernantes indios renunciarían sus impuestos y esperarían medidas compensatorias, como el riego, instituidos para proporcionar el mayor alivio posible a los agricultores afectados. Los gobernantes coloniales continuaron ignorando las advertencias que vienen su manera con respecto al hambre, a pesar de la hambruna había establecido desde principios de 1770. A continuación, las muertes comenzaron en 1771. Ese año, la compañía elevó el impuesto a la tierra y el 60 por ciento con el fin de recompensar a sí mismos por las vidas perdidas de tantos campesinos. Menos campesinos resultaron en cultivos menos que a su vez significó menos ingresos. De ahí que los que aún no sucumbió a la hambruna tuvieron que pagar el doble del impuesto a fin de garantizar que el tesoro británico no sufrió pérdidas durante esta parodia.

Después de tomar el relevo de los gobernantes Mughal, los británicos habían emitido órdenes generalizadas para cultivos comerciales que se cultivan. Estos estaban destinados a ser exportados. De este modo los agricultores que estaban acostumbrados a crecer con cáscara y verduras ahora se ven obligados a cultivar el añil, la amapola y otros artículos que arrojó un alto valor de mercado para ellos, pero podría ser de ningún alivio a una población hambrienta de comida. No había ninguna copia de seguridad de los cultivos comestibles en caso de una hambruna. Las causas naturales que habían contribuido al proyecto eran comunes. Fue el único motivo de mente con fines de lucro que hacían sobre las devastadoras consecuencias. Ninguna medida de alivio fue proporcionada a los afectados. Más bien, como se mencionó anteriormente, los impuestos se incrementó a compensar cualquier déficit de ingresos. Lo más irónico es que la East India Company generó una mayor beneficiado en 1771 de lo que lo hicieron en 1768.



Aunque la población hambrienta de Bengala no lo sabía, sin embargo, esto era sólo la primera de las hambrunas, causada exclusivamente por el afán de lucro, que fue la de reducir en todo el campo. Aunque todas estas masacres fueron mortales por derecho propio, el más mortífero que se produzca después de 1771 fue en 1943, cuando tres millones de personas murieron y otras recurrieron a comer hierba y carne humana para sobrevivir.



Winston Churchill, el santificado primer ministro Guerra británico que salvó a Europa de un monstruo como Hitler era inquietantemente insensible sobre la hambruna que rugía que fue tragando la población de Bengala. Casualmente desvió los suministros de ayuda médica y alimentaria que se enviaban a las víctimas que morían de hambre a los soldados ya bien abastecidos de Europa. Cuando suplicado a él dijo: "El hambre o hambruna, los indios se reproducen como conejos." El gobierno de Delhi envió un telegrama con él pintando una imagen de la horrible devastación y el número de personas que habían muerto. Su única respuesta fue: "Entonces, ¿por qué no ha Gandhi muerto todavía?"


Winston Churchill: Image Source



Este Día de la Independencia, vale la pena recordar que las riquezas del Occidente fueron construidas sobre las tumbas de Oriente. Mientras honramos los valientes luchadores por la libertad (como deberíamos), es víctima de este tipo, los sacrificados sin pensarlo un momento, que pagó el precio más alto. Derramar una lágrima en su memoria y tratar de hacer la mayor parte de esta independencia duramente ganada que damos por sentado hoy en día. Promesa a ponerse de pie aquellos cuya voz el mundo se niega a escuchar, porque son demasiado humilde a la materia. Ser libre es un gran privilegio. Pero como un gran superhéroe, dijo una vez: "Con gran libertad conlleva una gran responsabilidad."

sábado, 25 de abril de 2015

Otomanos: El genocidio armenio

El genocidio armenio - la conferencia de The Guardian
Turquía nunca ha aceptado el término genocidio, a pesar de que los historiadores han demolido su negación de la responsabilidad para un máximo de 1,5 millones de muertes


 Armenios en los cuarteles del ejército Marash en espera de ejecución. (Fila inferior) Por encima de ellos, el gobernador otomano, Haydar Pasha, y los soldados. 04 1915.

Ian Black - The Guardian

¿Cuál es la historia?

El 24 de abril, los armenios en Ereván y en todo el mundo se conmemorará el centenario del genocidio de 1915. Esa es la fecha en que las autoridades otomanas comenzaron a arrestar a los líderes de la comunidad cristiana minoritaria 2000000-fuerte. Es ampliamente aceptado que 1 millón de 1,5 millones de armenios murieron en los años siguientes hasta 1922, aunque no hay cifras indiscutibles.

El gobierno turco nunca ha aceptado el término genocidio. Reconoce asesinatos que ocurrieron en tiempos de guerra, pero niega armenios fueron atacados sistemáticamente y hace hincapié en su vinculación con el enemigo de Rusia, así como los ataques armenios contra los musulmanes. La investigación histórica moderna ha demolido el caso de Turquía, establecer la intención, organización y responsabilidad.

La posición de Turquía se ha suavizado en los últimos tiempos. En 2014, Recep Tayyip Erdoğan, ahora presidente, describe los asesinatos como "inhumano" y envió condolencias a los descendientes de las víctimas. Pero los ánimos se caldearon cuando Turquía anunció que con motivo del centenario del desembarco aliado en Gallipoli el 24 de abril. Los críticos dicen que la intención era desviar la atención de la asistencia y límite por personalidades extranjeras en la ceremonia conmemorativa en Ereván.

Armenios y otros argumentan que la impunidad por los turcos, a pesar de la indignación internacional en su momento, fue uno de los factores que permitieron a Hitler para exterminar a los Judios de Europa un cuarto de siglo más tarde.

¿Cómo pasó esto?

Armenios, un pueblo antiguo que se convirtieron al cristianismo en el siglo tercero dC, fueron perseguidos en la Turquía otomana a finales del siglo 19 y principios del 20. Hubo enojo por la forma en que Europa y Rusia habían intervenido en nombre de los armenios como el imperio perdió territorio. La violencia contra los armenios se produjo en la década de 1890 y en 1909.

Las deportaciones masivas en tiempos de guerra y asesinatos fueron orquestados por el Teşkilât-i Mahsusa (que significa "organización especial"), que envió codificado órdenes a los gobernadores locales. Armenios (en Armenia oriental, controlada por Rusia) combatieron a las fuerzas zaristas y algunos nacionalistas armenios ayudaron a precipitar la respuesta Otomano brutal. Pero la mayoría de las víctimas eran civiles.


Un huérfano armenio de 10 años de edad, llamado Mushegh muestra las heridas causadas por los intentos para crucificarlo en Diza en la primavera de 1915. Sus tres hermanos fueron asesinados. Fotografía: Genocidio Armenio Museo-Instituto.

Gran parte de la matanza se llevó a cabo por miembros de tribus kurdas. Muchos armenios murieron de hambre y sed en marchas de la muerte en el desierto sirio. La violación, la tortura y otras atrocidades eran comunes. Los niños, especialmente niñas, fueron secuestrados y forzados a convertirse al Islam. La propiedad fue expropiada y las iglesias destruidas.

Los EE.UU. fue neutral en el momento y sus diplomáticos, así como misioneros cristianos estadounidenses y otros, testigos y documentamos los asesinatos. Washington condenó los "crímenes contra la humanidad" - la primera vez que se utiliza ahora la expresión común.

La república de Armenia que surgió a finales de la primera guerra mundial representó sólo una pequeña parte de la histórica Armenia. Fue brevemente independiente antes de convertirse en parte de la Unión Soviética hasta 1991, cuando recuperó su independencia. Turco (occidental) Armenia desapareció de los mapas.

La conciencia del genocidio creció debido al enfoque sobre el Holocausto nazi en los EE.UU. e Israel en los años 1960 y 1970. El acceso a los archivos otomanos ha permitido a los estudiosos, turcos y otros, para profundizar en la comprensión de lo que sucedió. Los expertos argumentan que, si hay esperanza de cambio, que vendrá de un cambio de actitud dentro de Turquía, y no de presión armenio o internacional en Ankara.

¿Cuáles son los problemas?

El reconocimiento y la negación

Armenios piden reconocimiento turco del genocidio, aunque la Convención sobre el Genocidio de la ONU de 1948 no es aplicable retroactivamente. De los 22 países que han reconocido formalmente, los más importantes son Rusia y Francia. Los EE.UU. Empleamos el término bajo el presidente Ronald Reagan, pero se ha retirado ya que en la faz de la ira de Turquía, un aliado de la OTAN. Barack Obama utiliza el término Meds Yeghern - Armenio de "gran calamidad" - similar a la palabra hebrea para shoah holocausto. Pero no va a utilizar la palabra-G.

Gran Bretaña adopta una posición similar, condenando las masacres pero el argumento de que el caso de Armenia no ha sido probado legalmente. Sin embargo, junto con las declaraciones del Papa y de la ONU, la legislación nacional que penaliza la negación del genocidio, y el reconocimiento por parte de casi todos los estados de Estados Unidos y muchos parlamentos - en especial del Parlamento Europeo - una cuarta parte del mundo, en efecto, reconoce el genocidio. Negación absoluta es rara, excepto en Turquía y Azerbaiyán.

Relación entre Armenia y Turquía

La cuestión del genocidio cuelga pesadamente sobre las relaciones bilaterales. Armenios dicen que el reconocimiento es por su seguridad, no sólo la historia y la justicia.

Turquía cerró la frontera con Armenia en 1993 a causa del conflicto sin resolver en Nagorno-Karabaj, una región de Azerbaiyán de mayoría armenia étnica, en la que Ankara y Yerevan están en lados opuestos.

Armenia ha tratado de manera pragmática para mejorar las relaciones y lograr la reconciliación sin establecer condiciones previas, incluso en el genocidio. Un acuerdo mediado por Suiza proyecto en 2009 nunca fue ratificado por las demandas de Turquía para el movimiento en Nagorno-Karabkh. Así, dos cuestiones difíciles se han entrelazado. El resultado es un punto muerto.

Cambio en Turquía

Las actitudes hacia la cuestión armenia han cambiado en Turquía en los últimos años, con los intelectuales liberales cuestionar las narrativas oficiales y reconoce el genocidio. Muchos libros han aparecido en el tema, lo que se investiga y enseña en las universidades. Ceremonias de reconciliación, se han celebrado en zonas anteriormente armenios con los kurdos, cuyos antepasados ​​sacrificado sus vecinos cristianos. Algunas iglesias armenias han sido restaurados.


 Una imagen publicada por el Museo del Genocidio Armenio de fecha 1920 muestra una vista panorámica de Shushi, en Karabaj, después de que fue supuestamente destruido por las tropas otomanas. Fotografía: AFP / Getty Images

También hay un creciente reconocimiento de la existencia de muchos miles de "islamizar" armenios, descendientes de los sobrevivientes. Los procesos por "denigrar la identidad turca" han disminuido. A pesar de mensajes conciliadores, como el año pasado de Erdoğan, Ankara se niega a pedir disculpas o, sobre todo, a ceder en la cuestión del genocidio. Aún así, el deshielo de Turquía, opina el experto Thomas De Waal "es la única buena noticia en este relato histórico sombrío".

Diáspora armenia

Hasta 10 millones de armenios viven fuera de Armenia, se concentró en Rusia, los EE.UU. y Francia.



Muchos son descendientes directos de las víctimas del genocidio. Organizaciones de la diáspora tienden a ser más militante que la república propia sobre esta cuestión y desconfían de los pasos hacia la normalización con Turquía. Las dos principales organizaciones en los EE.UU. han hecho el reconocimiento de su razón de ser. Esto ayuda a preservar una identidad colectiva y se resisten a la asimilación.

Una reciente declaración pan-armenia se centra en el genocidio fue criticado por Levon Ter-Petrossian, ex presidente del país, lo que refleja la opinión de que Armenia tiene que centrarse en sus problemas actuales y no estar obsesionados por un pasado doloroso.

¿Dónde puedo conseguir más información?

De Peter Balakian The Burning Tigris es una cuenta legible enfatizando EE.UU. testimonio. Para la investigación forense por un historiador turco, trate de un acto vergonzoso de Taner Akcam. En Un Genocidio incómoda, el abogado británico Geoffrey Robertson hace que el caso de derechos humanos. El fondo más amplio de la primera guerra mundial se ha vuelto a contar recientemente en La caída de los otomanos por Eugene Rogan. Otras cuentas incluyen Thomas de Waal Gran Catástrofe: armenios y turcos en la Sombra del Genocidio y las heridas abiertas de Vicken Cheterian: armenios, turcos, y un siglo de Genocidio. La página web del Instituto Gomidas centra en la documentación histórica sobre el genocidio y las campañas actuales.

viernes, 24 de abril de 2015

Carlos III y un amor eterno

Carta de Carlos III a su madre, la Reina, tras la noche de bodas

Javier Sanz - Historias de la Historia


Los matrimonios de conveniencia entre la realeza fueron una constante entre las monarquías europeas. Se hacían las presentaciones de los futuros contrayentes vía retratos, mejorados por la mano de los pintores de cámara, y una vez casados interpretaban su papel político -para cuestiones del amor y la carne se buscaban su propios arreglos- . Pero el caso que hoy nos ocupa, el matrimonio entre Carlos III y Maria Amalia de Sajonia, fue un flechazo a primera vista.


Carlos III

Carlos, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio, sirvió a la política familiar de los Borbones para recuperar la influencia española en Italia como rey de Nápoles y Sicilia. En 1737, y siguiendo la política de alianzas, se casó con María Amalia de Sajonia, hija de Federico Augusto II, duque de Sajonia y de Lituania, y rey de Polonia.


María Amalia

Su encuentro fue un amor a primera vista y lo que debía ser la simple consumación del matrimonio se convirtió… mejor os dejo la carta que le envió a la reina madre tras los primeros días de matrimonio:

Nos acostamos a las nueve de la noche. Temblábamos los dos pero empezamos a besarnos y enseguida estuve listo y al cabo de un cuarto de hora la “rompí”. Desde entonces, lo hemos hecho dos veces por noche y siempre nos corremos al mismo tiempo porque el uno espera al otro.
Tras el fallecimiento de su hermanastro Fernando VI sin descendencia, Carlos sería coronado rey de España como Carlos III en 1759. Un año más tarde fallecería su esposa y nunca más se volvió a casar.

En 22 años de matrimonio, éste es el primer disgusto serio que me da Amalia.
Fuentes: Aprender del pasado – José Manuel Pina Piquer


jueves, 23 de abril de 2015

Uruguay: La masacre de Salsipuedes

SALSIPUEDES, UNA TRAICIÓN Y UNA MASACRE
 
JAVIER SANZ — Historias de la Historia


Venado, el cacique charrúa, le tendió amistosamente al general Rivera el cuchillo que éste le había pedido para picar su tabaco. Sin embargo, el militar reaccionó inesperadamente; se echó hacia atrás, fingiendo sorpresa, y en el mismo movimiento desenfundó su revólver y le disparó. Esa fue la señal que el resto de sus tropas, unos mil doscientos hombres, estaba aguardando para comenzar el ataque sobre los poco más de cuatrocientos indígenas charrúas –entre hombres, mujeres y niños– que se habían reunido en las riberas del arroyo Salsipuedes, era el 11 de abril de 1831.


Fructuoso Rivera

El General Fructuoso Rivera, primer presidente electo de la novel República Oriental del Uruguay, llevaba algunos meses planeando en secreto esa acción militar. Impulsado y presionado por los hacendados y terratenientes del noroeste del territorio, que denunciaban la presencia de los grupos seminómadas de indígenas en “sus” campos, Rivera decidió, a principios de 1831, poner punto final al “problema charrúa”. Y la suya sería una solución drástica y definitiva.

- Mirá, Don Frutos… ¡Tus soldados matando amigos!
A poco de comenzada la operación, otro de los caciques charrúas llamado Vaimaca Pirú, le increpó así a su viejo conocido, el General, por el inesperado ataque que su gente estaba sufriendo.

Aprovechándose de la larga relación de camaradería y respeto que mantenía con la nación charrúa, alimentada por cientos de campamentos y tolderías compartidos durante las luchas revolucionarias, Rivera convocó a todos los caciques charrúas para incorporarse a una nueva campaña militar que supuestamente comandaría contra el sur de Brasil, con el objetivo de recuperar ganado y repartirlo posteriormente entre quienes participaran de la expedición. Confiados, los caciques acudieron a su llamada, llevando consigo a sus guerreros, sus mujeres y sus niños, tal como era su costumbre, bien conocida por Rivera. En resumen, la nación charrúa entera respondía a la llamada de su viejo amigo, Don Frutos. El general Rivera, gran conocedor de la zona (baqueano), escogió el lugar de la emboscada con sumo cuidado. Sacó a los charrúas de la región de sierras y montes en las que se habían establecido y los citó en un lugar llano, que no ofrecía escondites naturales donde pudieran guarecerse. Así, recibió y agasajó a los charrúas en ese lugar con abundante comida y bebida, y dio la señal de atacar cuando estaban completamente desprevenidos.

Después de agotados todos los recursos de prudencia y humanidad, para atraer a la obediencia y a la vida tranquila y regular a las indómitas tribus charrúas […] Se decidió poner en ejecución el único medio que ya restaba, de sujetarlos por la fuerza […] Fueron en consecuencia atacados y destruidos, quedando en el campo más de 40 cadáveres enemigos y el resto con 300 y más almas en poder de la división de operaciones.
Ese fue el comunicado oficial que el presidente Rivera envió al presidente del Senado al día siguiente de la matanza. Sin embargo, las cifras reales fueron otras; entre los charrúas muertos en el lugar de la emboscada, los que lograron escapar y fueron asesinados durante los meses siguientes, y los que murieron tras ser hechos prisioneros durante la larga marcha de más de 400 kilómetros a pie hasta Montevideo… más de la mitad de la nación charrúa fue aniquilada como consecuencia de la acción militar de Rivera en Salsipuedes.

Sólo unos pocos lograron escapar y perderse en los campos, evitando la muerte y la captura. Los que llegaron a Montevideo fueron repartidos entre los habitantes de la capital como servidumbre, desmembrando las familias charrúas según la conveniencia de sus nuevos “amos”, perdieron rápidamente su identidad cultural, sus tradiciones y su forma de vida. Por lo tanto, la solución final ideada por el general Fructuoso Rivera para el “problema charrúa” fue realmente efectiva. En 1833, el viejo cacique Vaimaca Pirú, su curandero Senaqué, el guerrero Tacuabé y la india Guyunusa fueron vendidos a un empresario francés que los embarcó rumbo a París para exhibirlos como objetos exóticos. Los cuatro son conocidos como Los Últimos Charrúas.


Monumento a los últimos charrúas (Montevideo)

Durante más de 150 años, la historiografía oficial del Uruguay sostuvo que la etnia charrúa se había extinguido completamente. Sin embargo, en la década de 1990 se comenzaron a realizar estudios históricos y genéticos que comprobaron que un gran número de personas, sobre todo en las zonas Norte y Noreste del Uruguay y en las zonas limítrofes de Brasil y de Argentina, tienen ancestros charrúas en su árbol genealógico. Hoy en día, el 11 de abril es celebrado en Uruguay como el Día de la Nación Charrúa y se organiza una cabalgata hasta el lugar de la matanza donde se realiza un homenaje en honor a los caídos.

Colaboración de Pablo Petrides

miércoles, 22 de abril de 2015

GCE: En 1931 se proclamaba la República

“La gente se quiso como nunca aquel 14 de abril de 1931”
Tres testigos cuentan la jornada de la proclamación de la República en Madrid
RAFAEL FRAGUAS - El País



En la mañana de aquel martes 14 de abril de 1931, fecha de la proclamación de la Segunda República, la primavera acababa de llegar a Madrid: habían brotado las glicinias del palacio del marqués de Salamanca, en el paseo de Recoletos. Modistillas cantarinas, recién liberadas de sus talleres por patronos receptivos a la clase obrera en tal jornada, caminaban por la Gran Vía hacia la Puerta del Sol y las plazas de Cibeles y Antón Martín. Sobre los rizos de sus permanentes se veían muchos gorros frigios que costureras veteranas les habían enseñado a confeccionar en papel y, a veces, en seda. Trenzadas por los brazos, sus voces agudas envolvían de inocencia la mañana. Otras mujeres, entre las que figuraba la esposa de José Giral, futuro ministro de Marina, se afanaban por coser las banderas tricolores que adornarían horas después los balcones de los principales edificios de Madrid.

"Una modistilla me prendió a la solapa una banderita tricolor", recuerda Luis Rubio

Políticos y asociaciones reivindican los logros de la II República y apuestan por una tercera
A la misma hora, el estudiante Luis Rubio Chamorro, de 13 años, salía de su casa de la calle de Fúcar, cerca de Atocha, hacia el Instituto San Isidro, en la calle de Toledo. "Al llegar a la boca del metro de Antón Martín vi unas modistillas con cestitas llenas de banderas tricolores prendidas de alfileres", cuenta. "Una de ellas se me acercó y con una sonrisa me prendió una en la solapa. Desde aquel instante, yo fui ya un niño republicano", sonríe hoy Rubio a sus 88 años. "Seguí camino del instituto, pero fui a dar con un grupo de estudiantes. '¿Adónde vais?', les pregunté. 'A la plaza de Ópera: hemos oído que van a derribar la estatua de Isabel II y queremos verlo', me dijeron. Fui con ellos. Encaramados en la estatua, dos hombres habían cruzado sogas por la cintura de la efigie", explica. "Aunque no asistí, ya que marché a la Puerta del Sol, creo que la derribaron: fue la tercera víctima del día -incruenta, claro-, junto con la estatua de Felipe III, en la plaza Mayor, y la de la infanta María Teresa, en San Sebastián".


A la izquierda, Jaime Cruzado Mira. A la derecha, Emilio Álvarez.

Las Casas del Pueblo ugetistas habían repartido pasquines que anunciaban la inminente proclamación de la República. También distribuyeron desde primera hora entre los taxistas escarapelas tricolores y, sobre todo, banderas rojas, que los conductores colocaban atadas a las ventanillas de sus coches. A su paso por las calles, los madrileños y las madrileñas -"la calle se llenó de señoras", se leía al día siguiente en el diario Abc- les saludaban agitando sombreros con divertidos aspavientos, que, al poco, hallaban la respuesta de los cláxones, todo un clamor encauzado hacia Cibeles y la Puerta del Sol.

"Yo estaba allí", cuenta con orgullo Emilio Álvarez, que el próximo 16 de junio cumplirá 90 años. "Trabajaba de aprendiz en la imprenta Matesanz, de la calle del Humilladero; cobraba una peseta diaria. El 14 de abril de 1931 fue uno de los días más felices de mi vida", explica este impresor jubilado en 1981 en Gráficas Espejo. "Todo Madrid rebosaba alegría... Cantos, abrazos y besos", dice. ¿Besos? "Sí, la gente se miraba a los ojos, se cogía de las manos y se besaba alborozada... pero, sobre todo, se quería. Aquel 14 de abril", comenta emocionado, "la gente en Madrid se quiso como nunca". Y añade: "Fue un día irrepetible. Cuando llegué a mi casa, me puse a dar vivas a la República. Entonces, mi abuela, Josefa Álvarez, que, como muchas mujeres de entonces, era monárquica, me dijo algo tremendo que nunca olvidaré: 'No ha habido sangre... Pero la habrá". Una premonición que se hizo realidad cinco años después, cuando el general Francisco Franco se alzó en armas contra la entonces flamante República, levantamiento que desató la Guerra Civil.

Quizá con un temor similar al de la abuela de Emilio actuó el padre de su amigo Jaime Cruzado Mira, impresor del diario Ya, unos meses menor que él y amigo suyo casi desde entonces: "Aquel 14 de abril, mi padre, Andrés Cruzado, almeriense y gorrero de profesión, se presentó en los Escolapios de la calle de Mesón de Paredes, donde yo estudiaba. Muy serio, me dijo: 'Te llevo a casa y de allí no te mueves en todo el día'. Obedecí sin rechistar. Desde el balcón vi pasar gente muy alegre", dice resignado.

martes, 21 de abril de 2015

Medioevo: Himiko, una samurái que conquistó Corea

HIMIKO, LA SAMURÁI QUE CONQUISTÓ COREA

Javier Sanz - Historias de la Historia


La palabra “samurái” generalmente se utiliza para designar una gran variedad de guerreros del antiguo Japón Feudal. Tal era la fuerza de este sector de la población, que desde el siglo X hasta el siglo XII detentaron el poder. Sin embargo, “samurái” quiere decir literalmente “el que sirve” y durante siglos, eso fue lo que hicieron. Eran guerreros diestros en el arte de la lucha, y muchos de ellos contaban con hijas o hermanas que también eran entrenadas en este arte. Su función era la de proteger el hogar, el honor y la familia en tiempos de guerra, y para ello utilizaban principalmente la nagigata, un arma de asta que contiene una hoja curva en uno de sus extremos. Algunas de estas mujeres pasaron a los anales de la historia por sus hazañas y su fortaleza. Estas figuras eran conocidas como “Onna Bugeisha” (mujer samurái). Su número es escaso, pero tales eran sus proezas que muchas de ellas se convirtieron en leyenda.


Onna Bugeisha con naginata

Probablemente, de este reducido grupo la más famosa sea la Emperatriz Okinaga, conocida póstumamente como la Emperatriz Consorte Jingū e identificada comúnmente con la reina Himiko o Pimiko de las crónicas chinas. Fue la mujer del Emperador Chūai y tras su muerte en 209, ocupó el puesto de regente y líder hasta que su hijo accedió al trono en 269. Numerosas son las leyendas en torno a esta mujer. Las crónicas chinas la describen como una reina chamánica, ocupada en la brujería y que hechizaba a las gentes. Así mismo, estos textos relatan las relaciones tributarias que el reino de Cao Wei mantuvo con el reino de Himiko. Según la leyenda recogida en el Kojiki y el Nihonshoki., los dioses hablaron con la Emperatriz Okinaga para que liderara un ejército con el fin de invadir el reino del Oeste (identificado como el Reino de Silla en el suroeste de Corea). Siguiendo las indicaciones del oráculo, se dirigió a la bahía de Kashihi, en Kiushu, se desató el cabello y se bañó en el agua del mar. Inmediatamente, su pelo se dividió en dos partes iguales. Después, se lo recogió en dos moños, adoptando el aspecto de un guerrero. Tras este hecho, se dirigió a sus ministros dando órdenes para reunir un gran ejército que ella misma capitanearía adoptando el aspecto de un hombre.

Una vez reunido el ejército, la soberana se preparó para la batalla. Al estar embarazada y a punto de dar a luz, la soberana tomó unas piedras y las puso en la cintura de su vestido, con el fin de retrasar el parto. Sin duda, el truco de las piedras funcionó considerando que la campaña duró tres años, y la emperatriz no daría a luz hasta después de la misma. En el primer mes de invierno, la flota zarpó desde la isla de Tsushima, próxima a la de Kiushu, hacia el reino de Silla. Atemorizado ante la llegada de tal potencia naval y armamentística, el rey de Silla decidió preparar una bandera blanca y mostrarse ante los conquistadores con las manos atadas a la espalda como gesto de sumisión.


La emperatriz en Corea (pintura de 1880)

Los historiadores rechazan esta leyenda alegando que se trata de una invención para justificar el período interregno durante su regencia. Sin embargo, las fuentes japonesas sí que describen a una soberana íntimamente ligada a la diosa Amaterasu, que desempeñaba todas las funciones sacerdotales y con grandes dotes para la guerra. Aunque el nombre de Himiko o Pimiko no aparece en las fuentes niponas, la correspondencia en cronología y descripción de la misma en las fuentes chinas, parece establecer un claro paralelismo entre ambas figuras. Además, su traducción literal, “hija del sol”, la relacionan claramente con Amaterasu, de cuyo templo sería suma sacerdotisa, elevándola a la categoría de deidad.

La verdadera identidad de Himiko sigue siendo un misterio. En 2009, científicos japoneses descubrieron lo que parecía ser su tumba cerca de Nara. Sin embargo sus resultados no fueron concluyentes. De momento, nos toca fantasear con una de las grandes mujeres samurái. La mujer que conquistó Corea.

Colaboración Raquel Castañón de Okaerinasai

Fuentes: “Los mitos de Japón. Entre la historia y la leyenda”- Carlos Rubio, “Religiones de Japón” – Yusa Michiko

lunes, 20 de abril de 2015

SGM: Mapas de bombas que cayeron en Londres

Sitio web identifica el mapa de la ubicación de las bombas de los ataques nazis en Londres

Nada menos que 43.000 personas murieron durante los bombardeos
Kashmira GANDER - The Independent



Unos 75 años después de Londres se transformó por el Blitz, la mayoría de los londinenses probablemente rara vez consideran las bombas que cubrían la capital durante la Segunda Guerra Mundial.

La página web Bomb Site webpage está dando a los residentes de Londres para volver a conectar con la historia, con una definición en la que cada bomba cayó entre el 7 de octubre de 1940, y 06 de junio 1941.

Durante el período de ocho meses, aviones nazis cayeron hasta 30.000 bombas en Londres, matando a 43.000 civiles - con casi la mitad de los de Londres. El ataque se ralentizó cuando Hitler volvió su atención a la invasión de Rusia.

El mapa se puede buscar utilizando nombres de calles y barrios, con una línea de tiempo que muestra cuándo y dónde bombas cayeron en la primera noche de la guerra relámpago que ofrece una visión de la magnitud de la destrucción.

El sitio de bombas también está disponible como una aplicación para Android, es decir, los historiadores profesionales y aficionados por igual puede descubrir donde las bombas cayeron a través de GPS.

Compilado utilizando el Mapa Censo bomba recogida durante la Bomba Encuesta del Censo 1940 a 1945, el proyecto está siendo llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Portsmouth, el Archivo Nacional, y expertos en web y diseño.

Dr Kate Jones, el geógrafo de la Universidad de Portsmouth que ideó el proyecto, dijo a la BBC: "Cuando nos fijamos en estos mapas y ver la proliferación de bombas lanzadas sobre la capital, sirve para ilustrar el significado de la palabra Blitz, que proviene de la relámpago significado alemán.

"Parece sorprendente que Londres sobrevivió al ataque."

domingo, 19 de abril de 2015

USA: La Guerra de Secesión no terminó

La Guerra Civil no ha terminado
150 años después de Robert E. Lee se rindió en Appomattox, los estadounidenses siguen combatiendo en los grandes temas en el centro del conflicto.
David W. Blight - The Atlantic


Wikimedia Commons

En este 150 aniversario de la rendición en Appomattox, los estadounidenses marcan el final de la Guerra Civil. Las preguntas en el corazón de la guerra, sin embargo, siguen ocupando la nación, que en realidad nunca ha superado ese conflicto. Los grandes temas de la guerra no se resolvieron en esa mañana de abril en Appomattox. En este sentido, no sólo es la guerra civil no ha terminado; todavía se puede perder.
"Es fácil proclamar a todas las almas iguales ante los ojos de Dios", escribió James Baldwin en 1956 como el Movimiento de los Derechos Civiles se arraigó en América; "Es difícil hacer que los hombres iguales en la tierra a los ojos de los hombres." Filosófica y teológica, los reclamos de igualdad humana son tan viejos como las colinas. Pero las luchas reales de una auténtica igualdad de derechos naturales, de la igualdad ante la ley y de la igualdad de oportunidades son mucho más recientes en el tiempo histórico. Y una profunda sagrada y legal-quest como la igualdad no es un destino, un lugar en el horizonte, pero un largo proceso de molienda de la lucha humana,. En resumen, la igualdad es un proceso de cambio histórico. Es siempre vira contra los vientos alisios del individualismo, el interés, la acumulación de material y muy diversas nociones de la idea de la "libertad" del que toma impulso.
Estadounidenses a menudo comienzan las conversaciones sobre la igualdad con la invocación de Thomas Jefferson en él como uno de los cuatro primeros principios de la Declaración de la Independencia. Los estadounidenses les gusta ser "primero" con las ideas. Pero como Abraham Lincoln nos recordó, más de cuatro años de puntuación después, la nación fundada en una revolución contra la monarquía tuvo que luchar una segunda revolución contra sí misma con el fin de determinar si la "propuesta" de la "igualdad" tenía un futuro en cualquier república . Y esa segunda revolución -la Guerra Civil fue tan sangrienta, tan devastador, un "resultado tan fundamental y sorprendente", como Lincoln dijo, que desde entonces, los estadounidenses de todos los orígenes han anhelado para declarar, o al menos la sensación, su más profundo temas más y resueltos. Los estadounidenses pueden amar la historia épica de su Guerra Civil, pero sería, en general, prefieren sus causas y consecuencias de pesadilla al caer tranquilo, para descansar en paz.
Con el tiempo, la guerra civil se convirtió en el tema de gran idealización y el sentimentalismo en la memoria cultural. Para los soldados veteranos de ambos bandos, la reconciliación requiere tiempo y la presión de los imperativos políticos impuestos por la sociedad en general en ellos y en la memoria del conflicto. A raíz de esta guerra, los estadounidenses se enfrentaron a una profunda y casi imposible reto de lograr dos objetivos contradictorios profundamente-sanación y justicia. Curación tomó generaciones en muchas familias, si es que alguna vez llegó a todos. Justicia, se opusieron. No era la misma propuesta para los libertos y sus hijos como lo fue para los blancos del Sur, en la estela de sus militares, la derrota económica y psicológica. Y en Estados Unidos, por mucho que a veces asombra extranjeros, los derrotados en esta guerra civil, finalmente, llegó a controlar grandes elementos de significado del evento, legados, e implicaciones políticas, una realidad atormentado por la ironía y la impulsada por el racismo persistencia de la nación.
Gran parte de fracasos catastróficos de Estados Unidos con las relaciones raciales y los orígenes de la segregación Jim Crow que tuvieron buen agarre en todo el Sur en 1900 puede atribuirse a la falta de la nación para hacer frente a los legados interminables de emancipación. Las políticas amargamente disputados de reconstrucción del gobierno federal de finales de 1860, en el seno de los cuales se pararon la participación sin precedentes de los negros en la vida política del sur, y la contrarrevolución violenta por los antiguos estados confederados en la década de 1870, sentaron las bases para tales una debacle. En su síntesis moderna de la época, Eric Foner llamó a esta revolución y la contrarrevolución que provocó "un experimento masivo en la democracia interracial sin precedentes en la historia de este o de cualquier otro país que abolió la esclavitud en el siglo XIX". Desde tanto de la Reconstrucción, en términos políticos y en las relaciones laborales, se mantuvo esencialmente la guerra civil inacabada, firmes "finales" para el significado y las consecuencias de este evento se han mantenido esquivo.
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Una guerra de fuego entre enormes ejércitos formales terminó de hecho en la primavera de 1865 después de cuatro años de devastación física, ambiental, social y humano. Militarmente, los Estados Unidos fue el claro vencedor; la guerra terminó en cuatro capitulaciones formales de los ejércitos confederados a comandantes de la Unión. El primero y más famoso fue en Appomattox Court House, Virginia, el 12 de abril de 1865, cuando el general Robert E. Lee se rindió 21.000 soldados muertos de hambre al general Ulysses S. Grant, en una escena inmortalizada en la memoria de América. Lee se había retirado hacia el oeste para luchar después de la caída de Petersburg y Richmond, Virginia, pero había sido cortada por una extraordinaria marcha decisiva del ejército de la Unión. Los términos, que también marcó la pauta para las entregas posteriores, eran extraordinariamente indulgente para una guerra larga y sangrienta como civil. Oficiales y soldados confederados, muchos de los cuales estaban vestidos de enfermo y sin raciones, simplemente se les permite "volver a casa", y se emitieron imprimen "paroles". Se requieren soldados de línea para apilar sus mosquetes y doblar sus banderas, ya que se los envíen a sus enemigos, unidad por unidad, en una inolvidable ceremonia de seis horas de popa, el honor militar tranquila. Pero los oficiales se les permitió mantener sus brazos laterales y sus caballos y mulas, con el fin de reanudar los cultivos agrícolas y plantas en su regreso a casa. El propio Lee fue por un tiempo sometido a una especie de arresto domiciliario después de su regreso a caballo a Richmond, la capital del sur devastada, aunque su confinamiento fue de corta duración y nunca fue juzgado por traición. Los términos de la rendición extraordinarias se llevaron a cabo con la gracia y la compasión por ambos generales en Appomattox. Fueron diseñados en parte para evitar la guerra de guerrillas, de acuerdo con las órdenes del presidente Lincoln a sus generales.
La misma palabra "Appomattox" se instalaría en la memoria de América Latina y el lenguaje como un marcador principal del tiempo histórico, como una memoria flash (la gente siempre recordaría dónde estaban cuando escucharon la noticia), como un divisor entre un mundo antes y un mundo después de "la guerra". Entre los antiguos esclavos que surgiría como "La Rendición", el comienzo de un nuevo calendario de tiempo. Mucho se había terminado y mucho se había iniciado en lo que uno de sus más grandes cronistas, Bruce Catton, llamado "el enorme silencio" en Appomattox en abril de 1865.
La guerra terminó con resultados revolucionarios y duraderas que se hacen eco hasta nuestros días.
Sin embargo Appomattox no fue el final de la guerra. Tres entregas más militares ocurrieron durante el próximo mes y medio. El 26 de abril, en una casa de campo llamado Bennett Place entre Greensboro y Raleigh, Carolina del Norte, el general confederado José E. Johnston entregó a Unión General William Tecumseh Sherman. Más al oeste, en Alabama, el 4 de mayo, el general confederado Richard Taylor se rindió a las tropas restantes al este del río Mississippi. Y, por último, el 26 de mayo, en Arkansas, el general Edmund Kirby Smith entregó el resto de un ejército confederado trans-Mississippi. Formalmente, las hostilidades habían terminado; el asunto de las armas y soldados agotados, de hecho los moribundos, parecía a su fin.
Pero estas rendiciones aparentemente concluyentes y limpias enmascaran la era posterior a la guerra difícil y conflictivo que seguiría. La guerra terminó con resultados revolucionarios y duraderas que se hacen eco hasta nuestros días, sobre todo en las dos grandes cuestiones de la igualdad racial y el federalismo. Una gran parte de la historia política, constitucional y social de Estados Unidos se puede leer a través de estos dos, probables desafíos eternos amplios.
La "Unión", y todo lo que ello significa para los norteños como una especie de escudo para la democracia liberal contra la oligarquía y la aristocracia, sobrevivió. Fue transformada a través de la sangre y vuelve a imaginar para las generaciones posteriores. La primera república americana, creado a partir de la revolución en el siglo 18, era en efecto destruido. Una nueva, segunda república tomó su lugar, dado un violento nacimiento en la emancipación de los cuatro millones de esclavos y la re-elaboración de la Constitución de Estados Unidos en el 13, 14, y 15 enmiendas. Aquellos Enmiendas interminable esclavitud legal para siempre, que santifican la ciudadanía por nacimiento y el establecimiento de "igual protección de la ley", y la creación de sufragio en el macho negro efecto re-hizo la Constitución de los Estados Unidos. Esta compuesto por una segunda revolución americana.
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El número de muertos, la gran sensación de pérdida humana experimentó en la guerra, del Norte y del Sur, entre los negros y los blancos, dejó un manto profundo e inquietante en la sociedad y la cultura para las generaciones venideras americano. El viejo conde, oficial de muertos de la guerra civil se basó en un siglo y medio fue de aproximadamente 620.000. Según una nueva investigación notable, hasta 750.000 soldados y marineros estadounidenses podrían haber muerto en el conflicto, la mayoría de las enfermedades. Aproximadamente 1,2 millones de personas resultaron heridas, incluyendo quizás 30-40.000 amputados del norte (no hay cifras equivalentes para los sureños) que lucharon con la vida y el sustento hasta bien entrado el siglo XIX. No hay recuento razonable de las muertes de civiles, ni de los números de los esclavos liberados que perecieron en la lucha por su propia emancipación. La investigación ahora sugiere que una cuarta parte de todos los hombres libres que hicieron al contrabando campos operados por las fuerzas de la Unión murió en el proceso. Sobre la base de la muerte militar contar solo, per cápita, si la Guerra Civil se luchó en los Estados Unidos hoy en día con sus diez veces mayor población, 7,5 millones de soldados morirían. Para la mayoría de los estadounidenses es decir una cifra impensable, pero era tal la equivalencia de sus parientes en la década de 1860. Cada vez que los estadounidenses se han visto obligados a enfrentar y comprender las experiencias de gran pérdida y el sufrimiento-las guerras mundiales, la Gran Depresión, los ataques del 9/11 han vuelto a la época de la Guerra Civil por piedras de toque de la comprensión.



La pintura de Don Troiani de la Primera Minnesota infantería en la batalla de Gettysburg (Wikimedia)

Cientos de miles de soldados de la Guerra Civil y marineros sobrevivieron, y se formaron grandes organizaciones de veteranos en el Norte y Sur. Ellos forjaron capítulos locales, órdenes fraternales de los hombres que a menudo se sentían diferencian de la vida civil, y en el Norte, al menos, que hicieron enormes demandas en un sistema federal de pensiones que no siempre fue tan generosos como los hombres de edad avanzada deseaban. Los veteranos eran una fuerza de presión importante para sus propios intereses, y que a menudo han sido objeto de honor público en reuniones y un sinfín de inauguraciones de monumentos. Por los años 1880 y 1890, la mayoría de los gobernadores de los estados y de los candidatos presidenciales bruñidas la condición de veterano de guerra tanto en el sur y el norte. Aunque se presenta como símbolos públicos de patriotismo, los valores tradicionales y la rectitud, muchos veteranos también sufrieron enormemente de sus viejas heridas y sufrimientos que padece durante la guerra. Hospitales y hogares de algunos veteranos existían, pero simplemente no era nada en el camino de la atención sanitaria prestada en público, ni hubo ningún reconocimiento formal de lo que hoy es ampliamente conocido como el síndrome de estrés postraumático para veteranos de guerra.
En las secuelas de la Guerra Civil, el alcoholismo, el desempleo, las enfermedades mentales y el suicidio eran problemas crónicos entre los viejos soldados que frecuentaban muchos salones y cárceles, así como los espacios públicos de las estaciones de tren y centros de las ciudades. Los veteranos con la "manga vacía" eran lugares muy comunes en la edad dorada Latina. Lo que el público no tan a menudo ver, sin embargo, fue la devastación social y psicológico en la vida de muchos de los veteranos, que los estudiosos han comenzado recientemente a explorar. Para muchos sobrevivientes de los campos de prisioneros mortales o en las que persisten las enfermedades y heridas con experiencia en las campañas de 1863 a 1865, la guerra realmente las poseía como un trauma "interminable".
Incluso los veteranos que lograron mantener sus cuerpos y ingenio intacto menudo fueron incapaces o no están dispuestos a escapar de la atracción de la guerra.
En una noche en 1888, "un misántropo esbelta, tabaco-escupir," sólo conocido como "Charley el barquero", en rodajas la garganta en el cobertizo del Hogar del Soldado de Milwaukee, rodeado de los fajos plateadas de papel de aluminio que había pasado incontables horas que dan forma a "balas de cañón." En el invierno de 1890, Emily Lippincott, que trabajaba como empleada doméstica a los soldados del Estado de Illinois y Marineros Inicio, describen su encuentro repetido con "un loco" que luchaba "sus batallas otra vez. "Él" combatió a los rebeldes durante todo el día, "dijo ella," desgarrar su cama y la ropa hasta que agotado. "El veterano de la Unión, Patrick Cleary, vivía de su hermano-en-ley de la granja en Hollandtown, Wisconsin. En 1871, sus familiares describieron le habla "de una manera incoherente, incoherente", a menudo de pie con una mirada en blanco, murmurando para sí sobre George McClellan, el general Grant, y un tal capitán Chase. William Cunningham, él mismo un veterano de guerra, y que también abordó en la misma granja, recordó haber sido despertado de su sueño por su agitada antiguo camarada. En el suelo detrás de un granero, Cleary había golpeado una hilera de estacas de madera para representar "un enemigo imaginario", y luz de la luna, perforaría un perro bull blanco y le mande a cobrar la apuesta y combatir a los supuestos rebeldes. "
Incluso los veteranos que lograron mantener sus cuerpos y ingenio intacto menudo fueron incapaces o no están dispuestos a escapar de la atracción de la guerra. Ellos crearon numerosas revistas, asistieron a las reuniones de correos, y escribió una tormenta de recuerdos e historias de regimiento en el que se forjaron una cultura de la memoria, de los detalles militares, de reconocimiento mutuo y de heroísmo, de la ayuda comunitaria. Veteranos de la Guerra Civil, dibujo y verter sobre sus innumerables mapas dibujados a mano, discutiendo acerca de las campañas de edad en las letras y en bocetos y discursos que pronunciaron el uno al otro, la recaudación de fondos para los monumentos a sus propias unidades, eran ellos mismos la primera guerra civil "aficionados, "una tradición transmitida ahora a través de por lo menos seis o siete generaciones de lectores, re-enactors y miembros de la mesa redonda de la guerra civil.
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La era de la reconstrucción, que se extiende desde 1865 hasta 1877, fue una larga referéndum sobre el significado y la memoria de los veredictos que se emiten en Appomattox. Diferentes visiones del futuro de Estados Unidos estaban en juego. Mucho antes de que terminara la guerra, Lincoln propuso un plan de reconstrucción que sería rápido y relativamente indulgente con los ex confederados, y que incluiría al menos los comienzos de los derechos de voto de los negros. Lincoln temido guerrilla recurrente y esperaba mantener la política de Reconstrucción firmemente bajo la autoridad presidencial. Por lo tanto, sus intentos de crear nuevos gobiernos de los estados del sur con tan sólo el 10 por ciento de sus ciudadanos "leales" que toman los juramentos a los Estados Unidos, la redacción de nuevas constituciones, y luego ganando readmisión de la Unión bajo el poder ejecutivo. Pero incluso antes de su muerte, Lincoln se enfrentó a una fuerte oposición de los "radicales" en su propio partido Republicano, liderado por Charles Sumner en el Senado y Thaddeus Stevens en la Cámara de Representantes. Los radicales modeladas una visión muy diferente de Reconstrucción más dura, más largo, y bajo el control del Congreso. Trataron a los ex estados confederados como "provincias conquistadas" legítimamente tomadas en la guerra; por lo tanto, ningún estado sería readmitido en la Unión sin ocupación militar federal, la mayoría de los votantes blancos que toman los juramentos de fidelidad y garantías mucho más amplios de los derechos civiles y políticos negros.
Ni Lincoln ni los radicales, sin embargo, llevaron a cabo juicios por traición de los ex-confederados a raíz de esta guerra civil, cuando millones de hecho habían cometido tales delitos por ninguna definición legal. Presidente confederado Jefferson Davis huyó hacia el sur después de la caída de Richmond a principios de abril de 1865, y después de una huida desesperada con un pequeño grupo de ayudantes y funcionarios del gabinete, fue capturado por las tropas de la Unión cerca Irwinsville, Georgia el 10 de mayo Davis fue encarcelado por dos años en la fortaleza Monroe, Virginia, pero nunca habían sido acusados ​​formalmente ni juzgados, y la presión política eventualmente llevó a la liberación de la líder de la Confederación en libertad bajo fianza, pagado en gran parte por los norteños ricos, en abril de 1867. Davis fue despojado de su ciudadanía y podría nunca de nuevo en sus funciones, pero vivió hasta 1889, un símbolo cada vez más pública de la causa confederada Lost. En un libro de memorias de casi 1.200 páginas, argumentó amargamente por la reivindicación de las doctrinas de los derechos de los estados, el derecho de secesión, y que el Sur nunca había luchado para preservar la esclavitud o la supremacía blanca. También interpretó ambos sistemas como totalmente justificado y natural. Muchos generales y oficiales de la Confederación de alto rango huyeron, a menudo temporalmente, al exilio al término de la guerra, a Canadá, México, Cuba, Inglaterra, Brasil y otros países. Henry Wirz, el comandante de la tristemente célebre prisión confederada en Andersonville, Georgia, fue arrestado, juzgado por crímenes de guerra, y con una considerable controversia de larga duración, ejecutado (el único Confederados de cualquier rango juzgado y ahorcado). Por otra parte, los miembros de la conspiración del asesinato de John Wilkes Booth, que causó la muerte de Lincoln y trató el asesinato del vicepresidente Andrew Johnson y otros funcionarios del gabinete, fueron capturados, juzgados y ejecutados con fanfarria pública. Pero estas ejecuciones fueron las raras excepciones que confirma la regla.
La política de reconstrucción se convirtió rápidamente en profundo conflicto. El sucesor de Lincoln, Andrew Johnson de Tennessee, se convirtió en enemigo de los radicales. Johnson era un viejo demócrata jacksoniano, y aunque un unionista de un estado se separaron durante la guerra, él era un derechista estados ardientes 'y un supremacista blanco. Durante vetos eventuales de Johnson y otros obstáculos, los republicanos pusieron en marcha la Oficina de Libertos, una agencia sin precedentes a cargo de proveer alimentos, los contratos de trabajo, escuelas y otras necesidades básicas para los ex esclavos y los refugiados blancos. Pasaron por la Enmienda 14 en 1866 y la Ley de Primera Reconstrucción en 1867, lo que requiere antiguos estados confederados a renunciar a sus actos de secesión, y los colocaron bajo el régimen militar temporal. Esta Ley Reconstrucción militares también disfranchised ciertas clases de sureños blancos, estableció el sufragio masculino negro y aprobación de la mayoría forzada de nuevas constituciones estatales (que tenían que incluir las disposiciones sobre protección de la igualdad de la Decimocuarta Enmienda) de readmisión a la Unión. Bajo este régimen constitucional, los once ex estados confederados, con un gran número de blancos sureños desafiante que se niegan a participar, formalmente volvieron a entrar en la Unión bajo la autoridad del Congreso para 1870.
En un nuevo libro, el historiador Gregorio Downs argumenta persuasivamente que un largo y persistente "ocupación" se ha producido durante al menos tres años, y tal vez hasta seis años después del fin de las hostilidades reales en la primavera de 1865. Downs también demuestra que, a pesar de una desmovilización masiva de tropas de la Unión se produjo en 1865-1866, el ejército de Estados Unidos ha sido demasiado descuidado como un jugador de una fuerza en la historia de la Reconstrucción. El Ejército, en un primer momento en cientos de puestos de avanzada en el campo, y, finalmente, en gran medida en las ciudades o fortalezas costeras, mantuvo los "ojos" del gobierno y de la presencia real y simbólica en un "ambicioso ocupación ideológica y espacialmente." A medida que las tropas federales retirado de la vista con el tiempo, grandes franjas de los antiguos estados confederados descendidos en el caos, la anarquía y la violencia, lo que requiere un uso sostenido de Constitucionales "poderes de guerra" para mantener cualquier orden. De hecho, como muestra Downs, una amenaza real, si inadecuada "ocupación" fue diseñado por el gobierno de Estados Unidos, casi sin precedente, con el fin de tratar de llevar el control de una región que cayó en "apatridia", ya que también se rebeló contra la derrota y todo que significaba. Downs quiere su trabajo para hablar con el presente, y de hecho lo que debería. Se insta a los libertarios de hoy a tomar nota, porque esa historia, como él dice, demuestra que "la libertad sólo es posible dentro del estado."
Pero a medida que la ocupación dio paso a un proceso político de reunión, especialmente en torno a las elecciones en el Sur, vigilante generalizada y la violencia organizada estallaron por toda la región. De hecho, la violencia dejó más irritante, legado trenzado de Reconstrucción. En 1866, las masacres sangrientas de los negros y la destrucción de comunidades de libertos sacudieron las ciudades de Memphis y Nueva Orleans. En la violencia política de reconstrucción, especialmente en los períodos 1868-1871 y nuevamente en 1875-1877, una contrarrevolución desdobló. Las organizaciones terroristas como el Ku Klux Klan y sus muchos imitadores sirvieron como armas paramilitares del Partido Democrático sur revivir. Su violencia revela las consecuencias de una lucha sin fin sobre la raza, el poder, la tierra, y enormemente diferentes visiones de las ideas de libertad y el federalismo. Durante mucho tiempo, los sureños blancos experimentaron un caso letal de la alienación y una sensación explosiva de queja, sin embargo míticos de los orígenes de esos agravios o horribles sus resultados. Dado que la mayoría de la zona rural del sur era unpoliced ​​por tropas de la Unión, a pesar de las acusaciones de colonial "ocupación" y "regla de bayoneta," sureños blancos desató una furia sangrienta contra los negros y los republicanos blancos nacidos de batallas perdidas, el dominio perdido, supuesta represión política, y la necesidad de "chivos expiatorios" en su desprecio por un orden racial al revés.



Un Weekly Ilustration de 868 de Harper de agente de la Oficina de un libertos tratando de mantener la paz entre los grupos armados de los blancos y los negros libertos. (Wikimedia)


El blanco contrarrevolución y sus usos de terror invirtieron la doctrina Clauswitzian: En América, también gran parte del proceso político de reconstrucción se convirtió en la guerra por otros medios. Por azotes, violaciones, la quema de casas, escuelas e iglesias, la interrupción violenta o intimidación de las reuniones del Partido Republicano local, y cientos de asesinatos y linchamientos en un período de menos de una década el Klan y sus secuaces (llama indistintamente "camisas rojas "o" jugadores de ligas blancas "y muchos otros nombres) trataron de recuperar la mayor cantidad de un status quo anterior a la guerra, ya que podría lograr. Sus víctimas eran maestros, estudiantes negros, políticos blancos y negros, y los números incontables de libertos y sus familias que han participado en la política o ganaron cierta autonomía económica. El historial de violencia Reconstrucción ha sido clínicamente detallada, pero es un pedazo de historia que la mayoría de los estadounidenses aún prefieren evitar.
Los negros se habían convertido en los votantes, los titulares de oficina, y los propietarios de tierras en Colfax en el distrito del Río Rojo de Luisiana en abril de 1873, cuando una turba de blancos masacraron quizás 100 libertos, muchos asesinados estilo ejecución. Al menos el 10 por ciento de los miembros negros de convenciones constitucionales en el Sur en 1867-1868 fueron víctimas de la violencia, incluidos siete que fueron asesinados. En el condado de Greene, Alabama en 1870, los atacantes mataron a cuatro e hirieron a cincuenta y cuatro; ese mismo año en el condado de Laurens, Carolina del Sur, después de los republicanos ganaron una elección local, unos 150 negros fueron expulsados ​​de sus hogares y trece asesinados. Sólo en Carolina del Sur, a partir de las elecciones de otoño de 1870 y abril de 1871, testimonio formal, grabó algunos treinta y ocho asesinatos y cientos de azotes y torturas. En Meridian, Mississippi, en 1871, los oradores negros locales fueron detenidos para la entrega de "discursos incendiarios". En una audiencia en la corte, el fuego estalló, y el juez republicano blanco y dos acusados ​​fueron asesinados. En un motín de un día que siguió en Meridian, al menos treinta negros fueron asesinados por las turbas.
Esta letanía de horror y sangre puede llegar a ser casi infinitas, y representa la única vez en la historia estadounidense cuando usos sostenidos de terror trabajaron con éxito para transformar los regímenes políticos. En unos sureños proceso llamado "Redención Sur", ocho de los estados 11 ex-confederados volvieron bajo la supremacía blanca, el control del partido demócrata por 1875. La final Carolina de tres del Sur, Florida y Louisiana-lograron ese objetivo en el ahumado llenas sala de compromiso político de 1877 que estableció las disputadas elecciones presidenciales de 1876 y siempre que el "fin" cronológico tradicional de Reconstrucción incluso como muchos de sus temas fueron dejados a las generaciones posteriores a cara. El antiguo esclavo y orador-intelectual afroamericano, Frederick Douglass, mantuvieron un firme partidario del Partido Republicano durante la Reconstrucción. Aunque elogió el partido y el presidente Ulysses S. Grant por sus esfuerzos por aplastar el Klan, Douglass pesar por la magnitud de la violencia impune en el sur contra los negros. Disgustado por lo que vio en la elección inminente de 1872 como el "grito engañoso que todas las cuestiones planteadas por la guerra ... ahora están resueltos", ha advertido de que "el demonio esclavo todavía cabalga el viento del sur, y respira el fuego y la ira. "El líder negro había interpretado durante mucho tiempo el Klan, los demócratas, y la supervivencia de la rebelión del sur como una fuerza política continua. Douglass resentía lo que llamó "este grito de paz! la paz! donde no hay paz ". En este sentido, en la planta en el sur, la guerra aún no había terminado.
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En su clásico, El legado de la Guerra Civil, el poeta del sur, novelista e historiador Robert Penn Warren afirmó que "en algún lugar de sus huesos", la mayoría de los estadounidenses poseían un almacén de las lecciones extraídas de ese conflicto. Lleno de "significación sibilina", que creía que la guerra llegó "de mil maneras en nuestro torrente sanguíneo y nuestro presente personal." Estos florituras sin duda representados propio fondo de Warren y su auto-definición histórica (nació en 1905 en el sur de Kentucky, nieto de un veterano confederado cuyas historias hecho la Guerra Civil el "mobiliario emocional" de la mente del niño y la fuente de su imaginación literaria para adultos). Pero eran apenas cierto para los sureños solo.
La época de la guerra civil siempre ha resonado como un asunto familiar para muchos estadounidenses, que se transmite de generación en generación.
Ya sea que la guerra aún tiene tal poder sobre la conciencia nacional en 150 como lo hizo en 100 es dudosa. Nadie puede crecer más en la rodilla de su Guerra Civil del abuelo veterano, aprender historias míticas profundamente del azul y el gris, o audición de tiempos de la esclavitud de un abuelo anteriormente esclavizados. Pero la época de la guerra civil siempre ha resonado como un asunto familiar para muchos estadounidenses, que se transmite de generación en generación: Un tercio de esta nación de inmigrantes de más de 300.000 millones puede todavía hoy, si lo desean, rastrear su ascendencia a alguien que experimentó el Civil La Guerra. El gran historiador narrativo de los años 1950 y 1960, Bruce Catton, el escritor que con su prosa inigualable, así como excelente investigación, probablemente obtuvo más lectores de este tema que nadie, demostró cuánto los de guerra definido historias familiares. Catton recibió miles de cartas de fans de sus legiones de lectores. Sus libros, que enfatizaban fuertemente el papel de los soldados comunes, ponen los lectores en contacto emocional con sus padres y madres, abuelos, tíos y tíos abuelos que habían luchado en o de otra manera soportado la guerra. Un lector "emocionado" de Florida dijo Catton le había ayudado a comprender la vida de sus "ocho grandes tíos ... cinco norte, tres del sur," que había conocido en su juventud. Otra Floridian agradeció Catton para finalmente ayudándole al fin de conocer el abuelo que nunca había conocido, "sexto Wisconsin, Hierro Brigada." Muchos lectores escribieron con impresionante reconocimiento que hallaron diarios o cartas de su padre o abuelo de los citados en los libros de Catton. Después de leer el clásico de Catton, Quietud en Appomattox (1954), una Clarence Foster, de Southampton, Nueva York, brotó con orgullo e informado Catton que la historia que contó desde los "Reminiscencias" de un Alonzo Foster fue la de su propio padre. Como Fomentar leer los libros de Catton, se sentó rodeado de recuerdos personales: "Papá ... tapa, con dos impactos de bala a través de él, la cantina que su camarada ... sacó de su propio hombro y colgado alrededor del cuello de papá cuando fue herido, el cinturón que llevaba y la bala que fue tomada de su mano en el hospital de campaña. "Muchos más este tipo de reacciones personales abundan en los documentos personales de Catton.
Catton golpeó un filón de más que la mera nostalgia familiar. Durante la temporada de un centésimo aniversario de la Guerra Civil, millones de estadounidenses todavía se sentía íntimamente conectados y elementalmente a la sangre y el sacrificio, los nombres de los lugares y las historias, la interminable búsqueda de identidades americanas arraigadas en la década de 1860. La guerra a favor o en contra de "Unión" podría ser tanto familiar como era nacional o regional. Las siguientes generaciones de estadounidenses nunca podrían realmente estar allí en América del Armagedón, pero Catton, como su trovador personal, podría llevarlos, a través de la conexión filial, en muy cerca el reconocimiento de la misma.
Pero en la década de 1960, aunque la tradición causa perdida todavía tenía un dominio absoluto sobre la memoria nacional de la Guerra Civil, el centenario coincidió con la revolución de los derechos civiles. La Guerra Civil y los derechos civiles han sido siempre entrelazados en la historia estadounidense y la mitología, pero en ese periodo turbulento y violento, los dos fenómenos eran como planetas en órbitas separadas en torno a diferentes soles. El 28 de agosto de 1963, en el Lincoln Memorial, un joven ministro Bautista trató de alterar esas órbitas mientras pronunciaba un discurso trascendente sobre el significado de la guerra civil inacabada. Lo que siempre será conocido como el "I Have a Dream Voz" también se debe contar como el discurso más importante del centenario de la guerra civil nunca entregado. Rey también, como Douglass, anunció a una audiencia mundial que la paz aún no había llegado plenamente a las guerras civiles internas de Estados Unidos. Al abrirse el discurso, el orador anunció el texto de su sermón, sugirió que el peso histórico del momento, y miró hacia adelante como él también tomó parecen un duro de nuevo a través de cien años;
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de Emancipación. Este trascendental decreto significó como un faro de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero cien años después, el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una isla de la pobreza en un vasto océano de prosperidad material. Cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.

Nadie podía faltar el significado de "Five Score." Como Lincoln implícito en su breve discurso en el cementerio de Gettysburg, en noviembre de 1863, comenzando con "ochenta y siete," la Guerra Civil, cuyo resultado fue todavía muy lejos de determinar, requerido una nueva fundación, una re-definición de los Estados Unidos como una "nación". El rey estaba discutiendo exactamente lo mismo por su propia era como él pronunció el discurso de Gettysburg del siglo XX. La revolución de los derechos civiles anunció otra refundación, enraizada en esta ocasión con más detalle en el principio de la igualdad racial y humana. Rey no alcanzó su metáfora "sueño" hasta la decimocuarta minutos de un discurso de diecisiete minutos. Pero en esos momentos magníficos en la brisa caliente del verano a lo largo del centro de Washington DC, la retórica del rey derribó los tirones gravitacionales segregadas de los derechos de dos planetas entre civiles y de la Guerra Civil y los introdujo en la misma órbita. Como corresponde a su papel, sin embargo, como el líder de un movimiento de protesta radical, si no violenta, los argumentos de King eran apenas la corriente principal en la cultura política de la Guerra Fría Americana de 1963. Sin embargo, algunas de las barreras, por lo menos, en torno a esa corriente centenaria fueron de descomponerse.


Lo que siempre será conocido como el "I Have a Dream Voz" también se debe contar como el discurso más importante del centenario de la guerra civil nunca entregado. (Wikimedia)

Mucho ha cambiado en los cincuenta años desde la crisis de 1963, en la ley, en la educación, en la academia, en las relaciones raciales. Pero cualesquiera que sean los motores de la historia son en realidad, lo que parece evidente es que el legado de la guerra civil americana han tendido a desaparecer y reaparecer en una sucesión interminable de revoluciones y contrarrevoluciones. De hecho, la presidencia de Barack Obama podría ser visto como un nuevo capítulo robusto en esta historia. Un segmento importante de la sociedad estadounidense odia al Presidente y parece que no puede cumplir una familia negro que vive en la Casa Blanca.
La sociedad estadounidense parece abatida en un momento y, a continuación, en la siguiente fregadero de nuevo en la polarización sobre la raza y el origen étnico, el advenimiento del primer presidente negro de la nación, a través de los derechos de los inmigrantes, sobre la tolerancia religiosa y la ciudadanía por nacimiento, sobre la libertad reproductiva, sobre el uso de la ciencia básica para comprender el cambio climático, sobre el alcance y la protección de los derechos de voto, sobre los derechos civiles basada en la preferencia sexual, y sobre demandas interminables e incompatibles de la "libertad" sobre la posesión y uso de armas de fuego, la fiscalidad, protección del medio ambiente , o el derecho a un seguro de salud. Quizá, por encima de todo, Estados Unidos es una sociedad desgarrada por el conflicto sobre el federalismo, el debate interminable sobre la relación adecuada de federales al poder estatal, tal vez la más duradera un legado de lo que los estadounidenses muchas siglo XIX llamado la "guerra contra la secesión" o simplemente " la rebelión ". En resumen, a pesar de enormes cambios de corazón, la cabeza y la ley, los estadounidenses siguen luchando día a día para discernir y decretar que la sociedad de la igualdad que la Guerra Civil, al menos, hizo imaginable.
Sí, la Guerra Civil estaba enraizado en derechos de los estados, pero como cualquier otra doctrina constitucional, importancia recae en el tema a cuyo servicio se emplea. Los derechos de los Estados a favor o para hacer qué? ¿Para quién o contra quién? En 1860 y 1861, algunos sureños ejercerse "la soberanía del Estado" como un acto de revolución en el interés, como decían una y otra vez a sí mismos, de la preservación de un orden racial fundada en la esclavitud. Hoy en día, las reivindicaciones de derechos de los estados se hacen avanzar por muchos gobernadores, las legislaturas y los candidatos presidenciales en el lenguaje ubicuo de "gobierno limitado", o resistencia a la "gran gobierno". De vez en cuando, sin embargo, estas afirmaciones se expresa en la retórica de "secesión", o incluso "anulación" hecho tan infame durante la época de la Guerra Civil. Más a menudo, tales afirmaciones se han manifestado en un nuevo lenguaje orwelliano grabada en leyes para proteger el "derecho al trabajo", o la "libertad religiosa", o la "integridad de la votación."
Los estadounidenses siguen luchando día a día para discernir y aprobar que la sociedad de la igualdad que la Guerra Civil, al menos, hizo imaginable.
Aunque estos ecos contemporáneos de siglos anteriores no deben ser tratados como equivalencia directa entre el pasado y el presente, federalistas de extrema derecha, que dominan el movimiento llamado Tea Party, y que han encontrado una posición fuerte liderazgo en el seno del Partido Republicano y en el poder judicial federal, tiene mucho en común con los secesionistas de 1861. Ambos grupos son minorías distintas que se han apoderado de repente un grado excesivo de energía debido a las prácticas de distritos congresionales y el uso efectivo de las teorías de conspiración sobre la centralización y el estado "Leviatán". Uno actuaron en la revolución para crear y guardar una república de los dueños de esclavos; el otro parece decidido a hacer que el gobierno federal moderno casi obsoletos por cualquier motivo ajeno defensa nacional y la protección de los ciudadanos privados de tener que participar en un contrato social con sus conciudadanos en los programas fiscales apoyados como el Seguro Social, Medicare, público la educación, la protección del medio ambiente, o el alivio de desastres. Ambos grupos afirman que su manto de justicia en nombre de la "libertad", la privatización, la hiper-individualismo y la supremacía racial (una forma abierta, la otra forma encubierta). Tanto reclamar con vehemencia la autoridad de los "Fundadores", como si la Revolución Americana y la creación de la Constitución no tienen antecedentes. Hoy en día los derechistas de los estados y, a veces los nulificadores abrazan versiones del federalismo que podría una vez se han pensado todo pero enterradas en la masacre masiva de la Guerra Civil, o en los imperativos de la respuesta del New Deal a la Gran Depresión, o en el 1964 y 1965 Ley de Derechos Civiles, o en la batalla por la Agencia de Protección Ambiental. Pero la historia no termina; que sigue sucediendo. El ala radical del movimiento conservador en Estados Unidos, todavía en ascenso en el Congreso y dominante en la mayor parte del Sur, parece decidido a derogar parte de la legislación social del siglo XX, e incluso romper sus raíces constitucionales y sociales en las transformaciones de la década de 1860 . Mientras los estadounidenses aprenden preocupante, generación tras generación, muchos nunca han aceptado plenamente los veredictos de Appomattox.
En 1867, Edward A. Pollard, ex editor de la Confederación partidista y de la Richmond Examiner, publicó The Lost Cause: A New Southern History of the War of the Confederates, uno de los primeros de los miles de libros que han impugnado el significado de los resultados de la guerra civil. Pollard emitió una advertencia a todos los que alguna vez tratar de dar forma al significado y la memoria de la guerra o de las políticas de reconstrucción y sus legados. "Todo lo que queda del Sur", escribió Pollard, "es la guerra de las ideas". La guerra puede haber decidido "la restauración de la Unión y la escisión de la esclavitud", declaró, "pero la guerra no decidió igualdad Negro . "Las guerras de ideas, es de esperar siempre realizadas con la civilidad y sin armas, son la esencia del republicanismo y la democracia. Pero cada vez que un federalista como el senador Ted Cruz de Texas, se compromete a "pararse en principio" y "defender la libertad" con el fin de "restablecer el límite fundamental de soberanía dual", o se compromete a proteger el "autogobierno" a través de un "volver a nuestros principios fundadores de un gobierno limitado y el control local," su público debe estar alerta no sólo por la ambición política, no sólo por las posiciones políticas que avanzan las libertades de los poderosos contra los de los sin poder, sino por un esfuerzo para empujar el presente de nuevo en las causas perdidas del pasado.
La historia puede parecer tener sus momentos de calma cuando se ralentiza e incide menos en nuestras vidas; entonces somos golpeados con las crisis masivas, a menudo a nuestra total sorpresa, y la historia velocidades de hasta más allá de la comprensión humana. Es imposible captar un punto de inflexión en la historia hasta que ha sucedido, y la comprensión de que puede tomar una generación o más. Pero la historia nunca se detiene, y aunque es un antiguo sueño utópico humano a vivir por encima y más allá de ella, o para controlar ideológicamente su ritmo, sólo los tontos creen que pueden apagar sus engranajes. Pasado y presente siempre son totalmente interdependientes. Tal fue la afirmación del gran historiador Marc Bloch, asesinados en el Holocausto, de una "solidaridad de los siglos." "La incomprensión del presente", escribió Bloch, "es la consecuencia inevitable de la ignorancia del pasado. Pero un hombre puede llevar a sí mismo fuera tan infructuosamente en la búsqueda para entender el pasado, si es que es totalmente ignorante de la presente "Las guerras terminan en voz alta y en ruinas, ya veces en primavera, paisajes hermosos silenciosos como el campo de la rendición en Appomattox.; pero la historia sigue sucediendo. Haciendo "los hombres iguales en la tierra a los ojos de otros hombres", para utilizar de nuevo de Baldwin, es una propuesta a largo plazo, y para el caso, una definición del significado de América.