Perón y su política discriminatoria y fascista de empleo público
¿A alguien le queda dudas de por qué surgió la Revolución Libertadora?
miércoles, 1 de octubre de 2014
martes, 30 de septiembre de 2014
Curupaytí y la muerte de Dominguito
22 DE SEPTIEMBRE DE 1862.
En la batalla de Curupaytí muere Domingo Fidel Sarmiento "Dominguito".
En la batalla de Curupaytí muere Domingo Fidel Sarmiento "Dominguito".
"Querida Madre:
La guerra es un juego de azar. La suerte puede sonreír o abandonar al que se expone al plomo enemigo. Lo que a uno lo sostiene es el pensamiento del mañana: la ambición de un destino brillante. Esta ambición y la santa misión de defender a mi patria, me da una fe inquebrantable en mí y en el camino que he tomado. ¿Qué es la fe? No puedo explicarlo, pero me basta con tenerla. Y si el presentimiento de que no caeré en combate es sólo una ilusión que me permite tener coraje y cumplir con mi deber, te pido madre que no sientas mi pérdida hasta el punto de dejarte vencer por el dolor. Morir por la patria es darle a nuestro nombre un brillo que nada borrará, y no hay mujer más digna que aquella que, con heroica resignación, envió a la batalla al hijo de sus entrañas. Las madres argentinas transmitirán a las generaciones venideras el legado de nuestro sacrificio. Pero dejemos aquí estas líneas, que esta carta empieza a parecer una carta póstuma.
Hoy es 22 de septiembre de 1866. Son las diez de la mañana. Las balas de grueso calibre estallan sobre el batallón. ¡Adiós madre mía!"
lunes, 29 de septiembre de 2014
Comunismo: Guevara en Miami
Entrevista: Jaime Roca. Cuando Ernesto Guevara quedó varado en Miami
A los 84 años, Roca, “Jimmy” para sus amigos, habla de Ernesto Guevara con la familiaridad y la soltura de quienes lo conocieron antes de que fuera un mito. En su caso, en 1952 lo hospedó durante un mes en su departamento de Miami, donde vivía mientras estudiaba, y el hecho, más de sesenta años después, agregaría un eslabón casi desconocido a la biografía canónica del futuro Che.
Por Jorge Camarasa - Diario Alfil
Jaime Roca se acomoda en el sillón de su living, junto al gran ventanal del balcón terraza, y piensa antes de responder.
-No- dice después. -De ningún modo pintaba para ser un revolucionario. Para nosotros era un bohemio, un aventurero. Nunca nos hubiéramos imaginado lo que sería años más tarde
A los 84 años, Roca, “Jimmy” para sus amigos, habla de Ernesto Guevara con la familiaridad y la soltura de quienes lo conocieron antes de que fuera un mito. En su caso, en 1952 lo hospedó durante un mes en su departamento de Miami, donde vivía mientras estudiaba, y el hecho, más de sesenta años después, agregaría un eslabón casi desconocido a la biografía canónica del futuro Che.
¿Guevara en Estados Unidos? ¿Y por añadidura en Miami, que años más tarde sería la capital del anticastrismo?
Por increíble que parezca, la historia es así.
***
Miami, agosto de 1952.
Jaime Ramón Roca estaba viviendo en la pequeña ciudad de veinte mil habitantes, haciendo un curso en la Universidad de la Florida. Hasta entonces había estado en Michigan, donde su padre lo enviara a estudiar arquitectura, pero aquél verano había elegido las playas del sur para cursar inglés como materia electiva obligatoria. Hacía tres años que no venía a Córdoba, donde nació, y donde estaban su familia, sus afectos, sus amigos.
-En esos años, en Córdoba nos conocíamos todos. Todavía era una ciudad chica, y mientras estudiábamos en el Montserrat y en el Belgrano, por las tardes, los muchachos nos juntábamos en el boulevard Chacabuco. Yo iba con mis hermanos y siempre nos encontrábamos con mis primos y mis primas Ferreyra, y también con los Garzón Maceda, los Losada…
En 1952, Roca, que había pedido una prórroga en el servicio militar, estaba en Miami compartiendo un departamento con otro estudiante. Miami no era el decorado hollywoodiano para nuevos ricos que sería después, los cubanos aún no la habían invadido y los turistas demorarían en descubrirla.
Jimmy Roca extrañaba Córdoba y contaba los días que le faltaban para volver, y estaba esperando que su padre le enviara el dinero para el pasaje.
-En la ciudad solo había tres argentinos. Uno que trabajaba de mozo en el restaurant que tenía un español, un hombre de apellido Sanjurjo; otro que atendía el bar de un primo suyo, y yo. Algunos cordobeses pasaban de vez en cuando, pero solo estábamos nosotros. Y entonces, un día llego al departamento, y me lo encuentro a Ernesto esperándome.
***
Guevara, que en 1952 todavía no era el Che, y Jimmy Roca, no eran amigos pero se conocían. Desde fines de los años cuarenta la familia de Ernesto había dejado Alta Gracia y se había mudado a Córdoba, donde vivían en una casa de la tercera cuadra de la calle Chile, y él, que había estudiado en el Deán Funes y luego se había ido a Buenos Aires a seguir Medicina, era amigo del clan donde estaban los Roca y sus primos Ferreyra. Aunque tenían algunas cosas en común, como la prosapia de las familias, Guevara se había acercado al grupo por un interés especial: María del Carmen Ferreyra, a quien llamaban Chichina, una de las primas de Jimmy.
-Yo no era amigo de Ernesto, pero lo conocía porque festejaba a mi prima. Era tres años mayor que yo. Lo había visto algunas veces en Córdoba y también en Malagüeño, en la estancia de los Ferreyra, donde nos juntábamos seguido.
Mientras estudiaba para ser médico, el joven Guevara viajaba desde Buenos Aires cada vez que podía. Había conocido a Chichina en octubre de 1950, en el casamiento de una amiga común, Carmen González Aguilar, y a poco se le había declarado y le había propuesto un casamiento inmediato, con luna de miel en casa rodante incluida. Durante 1951 la había visitado en el palacete que los Ferreyra tenían frente a Plaza España, y también en la estancia, y sus apariciones sacaban de quicio a la familia: llegaba vestido con ropa usada que compraba en casas de remate, criticaba a Winston Churchill por demasiado conservador, proponía socializar la medicina, y defendía al peronismo gobernante porque sabía que Ferreyra padre era radical.
Mientras tanto, con otro amigo, Alberto Granados, habían empezado a preparar La Poderosa, una vieja moto Norton 550, con la que se lanzarían a recorrer Latinoamérica. Chichina, casi a escondidas, había ayudado como podía con esos preparativos, y luego se había ido con su familia a las playas de Miramar.
Ernesto y Granados pasarían por allí a poco de empezar su raid, y aquel viaje en motocicleta se haría legendario: desde fines de 1951 recorrerían la Patagonia, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, con Machu Pichu y leprosario en el Amazonas incluido, y en agosto de 1952 acabarían en Caracas.
Granados se quedaría allí, y Guevara se tomaría un avión a Miami.
***
Dice Jimmy Roca:
-A mí me parece que Ernesto tenía planificado desde el principio el viaje a Miami. Había un tío de él, un Lynch, hermano de la madre, que tenía un avión y hacía viajes entre Caracas y la Florida. A veces llevaba caballos de carrera Y creo que Ernesto tenía planeado el viaje, porque traía un billete de veinte dólares que Chichina le había dado en Córdoba para que le comprara acá un traje de baño. No sé Pero bueno, el asunto es que llegó a Miami en ese avión.
La Florida, se enteraría Roca después, debía ser solo una escala de tres días y luego el vuelo seguiría hacia Buenos Aires, pero alguna clase de problemas lo haría demorar un mes, y Guevara se quedaría ese tiempo en su casa.
Uno estudiante y el otro viajero, para ninguno de los dos eran épocas de vacas gordas.
-No teníamos plata- cuenta Roca. –A mí el giro no me llegaba, y estábamos muertos de hambre Los mediodías comíamos algo en el bar que atendía ese argentino, y a la noche nos daba de comer el español Sanjurjo. Todo ese mes lo pasamos a cerveza y papas fritas, y yo estaba a punto de vender lo único que tenía, un Plymouth atado con alambre por el que me hubieran dado trescientos dólares
Tenían un trabajito que les hacía ganar algún dinero: limpiaban por horas el departamento de dos azafatas centroamericanas que habían conocido, pero sobre todo iban para ver qué encontraban en la heladera. Guevara se aferraba a los veinte dólares que le había dado Chichina, y los intentos de Jimmy para que los usaran en comprar comida, terminarían en un fracaso:
-Yo le decía que los usáramos para comer, que cuando a mí me llegara el dinero desde Córdoba se los devolvía, pero no había caso y los usó para comprarle el traje de baño a mi prima. Yo lo acompañé a elegirlo. Daba vueltas y no se decidía, porque no estaba seguro del talle. “¿Será éste?”, me preguntaba. ¡Y yo qué iba a saber, si hacía tres años que no veía a mi prima! Al final vio que una de las vendedoras tenía un cuerpo parecido, le preguntó qué talle usaba, y compró ése.
***
La convivencia con Guevara en Miami, a Roca no le resultó difícil.
-Yo no era complicado y él tampoco, así que nos llevábamos bien. Estábamos juntos, pero cada cuál hacía su vida. Yo iba a la universidad, y él paseaba y hacía sus cosas. Como estaba sin visa tenía que ir día por medio a Migraciones, y además se reunía con los pilotos para saber cuándo podían volver a Buenos Aires. Durante un tiempo tuvimos visitas, Iván Díaz y otros dos abogados cordobeses que estaban de pasada, así que salíamos con ellos a tomar cerveza. Durante todo ese tiempo no supe que hubiera conocido a ninguna chica. Pero bueno: andaba con la misma camisa que había usado en el leprosario Yo le decía que se la sacara, que la tirara, pero él me decía que no había ningún riesgo de contagio.
-¿Hablaban de Argentina, del peronismo que entonces estaba en el gobierno?
-Nada, no hablábamos de política Eso sí: me contó que una amiga común, Tatiana Quiroga, la que después sería mi esposa, lo había ayudado a redactar una carta a Eva Perón, para ver si la Fundación le podía dar un jeep para hacer su viaje. Como se imagina, nunca le contestó.
-Y usted dice que ni pintaba lo que vendría después: el Che, la leyenda, todo eso…
-No, para nada. Para nosotros era un aventurero, un bohemio…
-Pero debía ser un tipo con sensibilidad social. Había estado trabajando en un leprosario
-No sé. Yo creo que estuvo un tiempo en el leprosario porque ahí le daban de comer
-¿Lo volvió a ver?
-No… La última vez fue el día en que se fue de Miami. Lo acompañé hasta el aeropuerto y me subí con él avión. Estaba cargado con cajones de pollos vivos. Todo el avión lleno de pollos. Y así se volvió a Buenos Aires.
-Es la última imagen que tiene
-Sí, entre los pollos Nunca lo volví a ver. A Ernesto no lo vi más.
A los 84 años, Roca, “Jimmy” para sus amigos, habla de Ernesto Guevara con la familiaridad y la soltura de quienes lo conocieron antes de que fuera un mito. En su caso, en 1952 lo hospedó durante un mes en su departamento de Miami, donde vivía mientras estudiaba, y el hecho, más de sesenta años después, agregaría un eslabón casi desconocido a la biografía canónica del futuro Che.
Por Jorge Camarasa - Diario Alfil
Jaime Roca se acomoda en el sillón de su living, junto al gran ventanal del balcón terraza, y piensa antes de responder.
-No- dice después. -De ningún modo pintaba para ser un revolucionario. Para nosotros era un bohemio, un aventurero. Nunca nos hubiéramos imaginado lo que sería años más tarde
A los 84 años, Roca, “Jimmy” para sus amigos, habla de Ernesto Guevara con la familiaridad y la soltura de quienes lo conocieron antes de que fuera un mito. En su caso, en 1952 lo hospedó durante un mes en su departamento de Miami, donde vivía mientras estudiaba, y el hecho, más de sesenta años después, agregaría un eslabón casi desconocido a la biografía canónica del futuro Che.
¿Guevara en Estados Unidos? ¿Y por añadidura en Miami, que años más tarde sería la capital del anticastrismo?
Por increíble que parezca, la historia es así.
***
Miami, agosto de 1952.
Jaime Ramón Roca estaba viviendo en la pequeña ciudad de veinte mil habitantes, haciendo un curso en la Universidad de la Florida. Hasta entonces había estado en Michigan, donde su padre lo enviara a estudiar arquitectura, pero aquél verano había elegido las playas del sur para cursar inglés como materia electiva obligatoria. Hacía tres años que no venía a Córdoba, donde nació, y donde estaban su familia, sus afectos, sus amigos.
-En esos años, en Córdoba nos conocíamos todos. Todavía era una ciudad chica, y mientras estudiábamos en el Montserrat y en el Belgrano, por las tardes, los muchachos nos juntábamos en el boulevard Chacabuco. Yo iba con mis hermanos y siempre nos encontrábamos con mis primos y mis primas Ferreyra, y también con los Garzón Maceda, los Losada…
En 1952, Roca, que había pedido una prórroga en el servicio militar, estaba en Miami compartiendo un departamento con otro estudiante. Miami no era el decorado hollywoodiano para nuevos ricos que sería después, los cubanos aún no la habían invadido y los turistas demorarían en descubrirla.
Jimmy Roca extrañaba Córdoba y contaba los días que le faltaban para volver, y estaba esperando que su padre le enviara el dinero para el pasaje.
-En la ciudad solo había tres argentinos. Uno que trabajaba de mozo en el restaurant que tenía un español, un hombre de apellido Sanjurjo; otro que atendía el bar de un primo suyo, y yo. Algunos cordobeses pasaban de vez en cuando, pero solo estábamos nosotros. Y entonces, un día llego al departamento, y me lo encuentro a Ernesto esperándome.
***
Guevara, que en 1952 todavía no era el Che, y Jimmy Roca, no eran amigos pero se conocían. Desde fines de los años cuarenta la familia de Ernesto había dejado Alta Gracia y se había mudado a Córdoba, donde vivían en una casa de la tercera cuadra de la calle Chile, y él, que había estudiado en el Deán Funes y luego se había ido a Buenos Aires a seguir Medicina, era amigo del clan donde estaban los Roca y sus primos Ferreyra. Aunque tenían algunas cosas en común, como la prosapia de las familias, Guevara se había acercado al grupo por un interés especial: María del Carmen Ferreyra, a quien llamaban Chichina, una de las primas de Jimmy.
-Yo no era amigo de Ernesto, pero lo conocía porque festejaba a mi prima. Era tres años mayor que yo. Lo había visto algunas veces en Córdoba y también en Malagüeño, en la estancia de los Ferreyra, donde nos juntábamos seguido.
Mientras estudiaba para ser médico, el joven Guevara viajaba desde Buenos Aires cada vez que podía. Había conocido a Chichina en octubre de 1950, en el casamiento de una amiga común, Carmen González Aguilar, y a poco se le había declarado y le había propuesto un casamiento inmediato, con luna de miel en casa rodante incluida. Durante 1951 la había visitado en el palacete que los Ferreyra tenían frente a Plaza España, y también en la estancia, y sus apariciones sacaban de quicio a la familia: llegaba vestido con ropa usada que compraba en casas de remate, criticaba a Winston Churchill por demasiado conservador, proponía socializar la medicina, y defendía al peronismo gobernante porque sabía que Ferreyra padre era radical.
Mientras tanto, con otro amigo, Alberto Granados, habían empezado a preparar La Poderosa, una vieja moto Norton 550, con la que se lanzarían a recorrer Latinoamérica. Chichina, casi a escondidas, había ayudado como podía con esos preparativos, y luego se había ido con su familia a las playas de Miramar.
Ernesto y Granados pasarían por allí a poco de empezar su raid, y aquel viaje en motocicleta se haría legendario: desde fines de 1951 recorrerían la Patagonia, Chile, Perú, Colombia y Venezuela, con Machu Pichu y leprosario en el Amazonas incluido, y en agosto de 1952 acabarían en Caracas.
Granados se quedaría allí, y Guevara se tomaría un avión a Miami.
***
Dice Jimmy Roca:
-A mí me parece que Ernesto tenía planificado desde el principio el viaje a Miami. Había un tío de él, un Lynch, hermano de la madre, que tenía un avión y hacía viajes entre Caracas y la Florida. A veces llevaba caballos de carrera Y creo que Ernesto tenía planeado el viaje, porque traía un billete de veinte dólares que Chichina le había dado en Córdoba para que le comprara acá un traje de baño. No sé Pero bueno, el asunto es que llegó a Miami en ese avión.
La Florida, se enteraría Roca después, debía ser solo una escala de tres días y luego el vuelo seguiría hacia Buenos Aires, pero alguna clase de problemas lo haría demorar un mes, y Guevara se quedaría ese tiempo en su casa.
Uno estudiante y el otro viajero, para ninguno de los dos eran épocas de vacas gordas.
-No teníamos plata- cuenta Roca. –A mí el giro no me llegaba, y estábamos muertos de hambre Los mediodías comíamos algo en el bar que atendía ese argentino, y a la noche nos daba de comer el español Sanjurjo. Todo ese mes lo pasamos a cerveza y papas fritas, y yo estaba a punto de vender lo único que tenía, un Plymouth atado con alambre por el que me hubieran dado trescientos dólares
Tenían un trabajito que les hacía ganar algún dinero: limpiaban por horas el departamento de dos azafatas centroamericanas que habían conocido, pero sobre todo iban para ver qué encontraban en la heladera. Guevara se aferraba a los veinte dólares que le había dado Chichina, y los intentos de Jimmy para que los usaran en comprar comida, terminarían en un fracaso:
-Yo le decía que los usáramos para comer, que cuando a mí me llegara el dinero desde Córdoba se los devolvía, pero no había caso y los usó para comprarle el traje de baño a mi prima. Yo lo acompañé a elegirlo. Daba vueltas y no se decidía, porque no estaba seguro del talle. “¿Será éste?”, me preguntaba. ¡Y yo qué iba a saber, si hacía tres años que no veía a mi prima! Al final vio que una de las vendedoras tenía un cuerpo parecido, le preguntó qué talle usaba, y compró ése.
***
La convivencia con Guevara en Miami, a Roca no le resultó difícil.
-Yo no era complicado y él tampoco, así que nos llevábamos bien. Estábamos juntos, pero cada cuál hacía su vida. Yo iba a la universidad, y él paseaba y hacía sus cosas. Como estaba sin visa tenía que ir día por medio a Migraciones, y además se reunía con los pilotos para saber cuándo podían volver a Buenos Aires. Durante un tiempo tuvimos visitas, Iván Díaz y otros dos abogados cordobeses que estaban de pasada, así que salíamos con ellos a tomar cerveza. Durante todo ese tiempo no supe que hubiera conocido a ninguna chica. Pero bueno: andaba con la misma camisa que había usado en el leprosario Yo le decía que se la sacara, que la tirara, pero él me decía que no había ningún riesgo de contagio.
-¿Hablaban de Argentina, del peronismo que entonces estaba en el gobierno?
-Nada, no hablábamos de política Eso sí: me contó que una amiga común, Tatiana Quiroga, la que después sería mi esposa, lo había ayudado a redactar una carta a Eva Perón, para ver si la Fundación le podía dar un jeep para hacer su viaje. Como se imagina, nunca le contestó.
-Y usted dice que ni pintaba lo que vendría después: el Che, la leyenda, todo eso…
-No, para nada. Para nosotros era un aventurero, un bohemio…
-Pero debía ser un tipo con sensibilidad social. Había estado trabajando en un leprosario
-No sé. Yo creo que estuvo un tiempo en el leprosario porque ahí le daban de comer
-¿Lo volvió a ver?
-No… La última vez fue el día en que se fue de Miami. Lo acompañé hasta el aeropuerto y me subí con él avión. Estaba cargado con cajones de pollos vivos. Todo el avión lleno de pollos. Y así se volvió a Buenos Aires.
-Es la última imagen que tiene
-Sí, entre los pollos Nunca lo volví a ver. A Ernesto no lo vi más.
domingo, 28 de septiembre de 2014
Argentina: Arribo de los restos de Sarmiento
21 de septiembre de 1888.
Arriban los restos de Sarmiento
Llegaron a Buenos Aires los restos mortales de quien fuera Domingo Faustino Sarmiento, que había el 11 del mismo mes en la ciudad de Asunción, República del Paraguay.
Las banderas de cuatro naciones hermanas, Repúblicas de Argentina, Chile, Oriental del Uruguay y Paraguay cubrían el féretro.
Una multitud compacta y conmovida rindió sentido homenaje.
sábado, 27 de septiembre de 2014
Historia militar: El incidente de la isla Damansky (1969)
De cuando los guardias de frontera soviéticos aniquilaron un batallón de la República Popular China en la isla de Damansky
Esta batalla que tuvo lugar el 2 de marzo de 1969 fue una muy extraña. Fue cuando 30 guardias de frontera soviéticos armados con fusiles de asalto y ametralladoras ligeras aniquilaron un batallón armado de artillería de la República Popular China compuesta de ~ 500 chinos matando a 248 de ellos en territorio soviético. Esta batalla toma su lugar en la historia porque era fue una de las tácticas que se utilizaron los soviéticos para derrotar a un enemigo mejor armado.
Cuando el general Zaharov fue enviado a investigar la batalla el 3 de marzo, dijo que a pesar de estar en 2ª Guerra Mundial y de ver la guerra civil rusa, que nunca había visto nada como esto. 248 chinos fueron encontrados sólo en territorio soviético, con un número desconocido de la parte china. El número total podría ser 350 a 400. También hubo un choque el 15 de marzo cuando 21 guardias fronterizos y 7 soldados soviéticos perdieron la vida sin embargo los chinos perdieron unos 700 hombres con varios cientos de heridos. Además, 50 de sus soldados y oficiales fueron ejecutados por cobardía.
Aquí está el artículo publicado en 2006, que detalla la batalla.
Original en ruso
Algunas fotos, la primera es la isla en sí.
Estos son los guardias fronterizos
Estos son las dos últimas fotos hechas por un fotógrafo, en minutos lo chinos abrirían fuego.
Esta es otra vez la foto de los guardias fronterizos, con el apoyo de BTRs en el fondo.
Estos son trofeos capturados por los guardias fronterizos soviéticos, AKs hechos en China.
Y estos son los soldados del choque en Zhalanashkol
Y aquí una pistola china capturada,
Esta batalla que tuvo lugar el 2 de marzo de 1969 fue una muy extraña. Fue cuando 30 guardias de frontera soviéticos armados con fusiles de asalto y ametralladoras ligeras aniquilaron un batallón armado de artillería de la República Popular China compuesta de ~ 500 chinos matando a 248 de ellos en territorio soviético. Esta batalla toma su lugar en la historia porque era fue una de las tácticas que se utilizaron los soviéticos para derrotar a un enemigo mejor armado.
Cuando el general Zaharov fue enviado a investigar la batalla el 3 de marzo, dijo que a pesar de estar en 2ª Guerra Mundial y de ver la guerra civil rusa, que nunca había visto nada como esto. 248 chinos fueron encontrados sólo en territorio soviético, con un número desconocido de la parte china. El número total podría ser 350 a 400. También hubo un choque el 15 de marzo cuando 21 guardias fronterizos y 7 soldados soviéticos perdieron la vida sin embargo los chinos perdieron unos 700 hombres con varios cientos de heridos. Además, 50 de sus soldados y oficiales fueron ejecutados por cobardía.
Aquí está el artículo publicado en 2006, que detalla la batalla.
Original en ruso
Algunas fotos, la primera es la isla en sí.
Estos son los guardias fronterizos
Estos son las dos últimas fotos hechas por un fotógrafo, en minutos lo chinos abrirían fuego.
Esta es otra vez la foto de los guardias fronterizos, con el apoyo de BTRs en el fondo.
Estos son trofeos capturados por los guardias fronterizos soviéticos, AKs hechos en China.
Y estos son los soldados del choque en Zhalanashkol
Y aquí una pistola china capturada,
viernes, 26 de septiembre de 2014
Medioevo: El final brutal de un rey anglosajón
El Fin Brutal del Reino de Richard III
Dos años después se descubrió su cuerpo, las gammagrafías óseas muestran el monarca murió un brutal y dolorosa, muerte indigna.
Por A.J. McCarthy - Slate
Con su armamento crudo y la medicina primitiva campo de batalla, la guerra en la Edad Media era un muy mal momento para morir. Y de acuerdo con una nueva investigación, la muerte de Richard III-el último rey Inglés a morir en la batalla-parece haber sido particularmente brutal, incluso para los históricamente altos estándares de la época.
Nueva visión de la muerte de Richard, a través de un estudio forense en la revista The Lancet, revela que el rey sufrió 11 heridas distintas de un grupo de armas que incluía espadas, dagas y alabardas. El estudio utilizó tomografías computarizadas de los restos de Richard y software de reconstrucción de reconstruir los últimos momentos de la Casa de York de reinado.
Cuentas escritas de la muerte de Richard sugirieron que había sido sacado de su caballo y se encontró completamente rodeado en la batalla de Bosworth en 1485-y que había muerto valientemente. Pero a medida que el video producido por The Lancet sobre demostraciones, nuevos forenses indican claramente que él también murió de forma especialmente dolorosa y cruel.
Dos años después se descubrió su cuerpo, las gammagrafías óseas muestran el monarca murió un brutal y dolorosa, muerte indigna.
Por A.J. McCarthy - Slate
Con su armamento crudo y la medicina primitiva campo de batalla, la guerra en la Edad Media era un muy mal momento para morir. Y de acuerdo con una nueva investigación, la muerte de Richard III-el último rey Inglés a morir en la batalla-parece haber sido particularmente brutal, incluso para los históricamente altos estándares de la época.
Nueva visión de la muerte de Richard, a través de un estudio forense en la revista The Lancet, revela que el rey sufrió 11 heridas distintas de un grupo de armas que incluía espadas, dagas y alabardas. El estudio utilizó tomografías computarizadas de los restos de Richard y software de reconstrucción de reconstruir los últimos momentos de la Casa de York de reinado.
Cuentas escritas de la muerte de Richard sugirieron que había sido sacado de su caballo y se encontró completamente rodeado en la batalla de Bosworth en 1485-y que había muerto valientemente. Pero a medida que el video producido por The Lancet sobre demostraciones, nuevos forenses indican claramente que él también murió de forma especialmente dolorosa y cruel.
jueves, 25 de septiembre de 2014
Los restos de criminales terroristas colombianas son identificados
Identifican restos de guerrillas de la toma del Palacio de Justicia de Bogotá de 1985
Se trata de Mónica Molina y Carmen Garzón, pertenecientes al Movimiento 19 de Abril, que habían sido declaradas desaparecidas. La investigación deberá establecer ahora si las guerrilleras salieron vivas o muertas del Palacio.
La Fiscalía General de Colombia identificó ayer los restos de dos guerrilleras que habían sido declaradas como desaparecidas luego del sangriento desalojo militar del Palacio de Justicia de Bogotá, en 1985, uno de los casos emblemáticos de terrorismo de Estado en el contexto del conflicto armado que se desarrolla en el país desde hace más de cinco décadas. "Tras practicárseles los análisis de ADN, los forenses dijeron que los restos identificados, que estaban enterrados en una fosa común de un cementerio de la capital, corresponden a Mónica Molina y Carmen Garzón con un 99,9% de certeza", informó el fiscal general, Eduardo Montealegre.
La Fiscalía deberá establecer ahora si Molina y Garzón –militantes del desaparecido Movimiento 19 de Abril (M-19) cuyos nombres fueron mencionados en el informe que una Comisión de la Verdad presentó en 2010 sobre el caso– salieron vivas o muertas del Palacio de Justicia. El asalto a la sede del máximo organismo judicial, situado en pleno centro de Bogotá y a pocos metros de las sedes de la Presidencia y el Congreso, ocurrió el 6 de noviembre de 1985, cuando un comando del M-19 tomó como rehenes a jueces, empleados y más de un centenar de personas que habían concurrido a realizar trámites en el lugar.
La toma guerrillera y la sangrienta respuesta militar, que según la Comisión de la Verdad se caracterizó por el "uso excesivo y desproporcionado de fuerza", se prolongó durante 27 horas, al cabo de las cuales el gobierno del entonces presidente Belisario Betancur (1982-1986) dio cuenta de la muerte de once magistrados, 35 guerrilleros y otras 52 personas, en tanto que a once se las declaró desaparecidas. Según las investigaciones, los desaparecidos fueron sacados por militares y llevados a un cuartel, donde fueron interrogados, torturados y ejecutados.
La Fiscalía reabrió la investigación en 2006, cuando se divulgaron unos comprometedores videos en los que se ve a algunos de los desaparecidos con vida y sin heridas, y a otros saliendo por sus propios medios del lugar, flanqueados por militares. Tal es el caso del magistrado Carlos Horacio Urán Rojas a quien una de las tomas lo muestra vivo, pero un día después de concluida la operación militar fue dado por muerto dentro del Palacio, con una bala 9 mm en la cabeza, disparada a quemarropa.
Quince años después de producida la masacre –a la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó de holocausto–, el número de desaparecidos se redujo a diez. Entonces, en el año 2000, la Fiscalía informó que el cadáver de una empleada de la cafetería del Palacio había sido encontrado en una fosa común.
Por el caso fueron condenados a 30 y 35 años de prisión dos coroneles ahora retirados, a los que se les probó su responsabilidad en la represión. Un general y otros dos oficiales fueron absueltos. El M-19 se desmovilizó en 1990, tras firmar un acuerdo de paz con el gobierno del presidente Virgilio Barco (1986-90). Miles de sus militantes, reintegrados a la vida política legal tras el acuerdo pactado con el gobierno, fueron aniquilados por comandos militares y paramilitares.
Pablo Escobar - Financiamiento
El fallecido capo narco Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín, financió la toma y entregó armas a los asaltantes, reveló el informe final de la Comisión de la Verdad.
Fuente:
Diario Tiempo Argentino 15/9/2014
Dias de Historia
Se trata de Mónica Molina y Carmen Garzón, pertenecientes al Movimiento 19 de Abril, que habían sido declaradas desaparecidas. La investigación deberá establecer ahora si las guerrilleras salieron vivas o muertas del Palacio.
La Fiscalía General de Colombia identificó ayer los restos de dos guerrilleras que habían sido declaradas como desaparecidas luego del sangriento desalojo militar del Palacio de Justicia de Bogotá, en 1985, uno de los casos emblemáticos de terrorismo de Estado en el contexto del conflicto armado que se desarrolla en el país desde hace más de cinco décadas. "Tras practicárseles los análisis de ADN, los forenses dijeron que los restos identificados, que estaban enterrados en una fosa común de un cementerio de la capital, corresponden a Mónica Molina y Carmen Garzón con un 99,9% de certeza", informó el fiscal general, Eduardo Montealegre.
La Fiscalía deberá establecer ahora si Molina y Garzón –militantes del desaparecido Movimiento 19 de Abril (M-19) cuyos nombres fueron mencionados en el informe que una Comisión de la Verdad presentó en 2010 sobre el caso– salieron vivas o muertas del Palacio de Justicia. El asalto a la sede del máximo organismo judicial, situado en pleno centro de Bogotá y a pocos metros de las sedes de la Presidencia y el Congreso, ocurrió el 6 de noviembre de 1985, cuando un comando del M-19 tomó como rehenes a jueces, empleados y más de un centenar de personas que habían concurrido a realizar trámites en el lugar.
La toma guerrillera y la sangrienta respuesta militar, que según la Comisión de la Verdad se caracterizó por el "uso excesivo y desproporcionado de fuerza", se prolongó durante 27 horas, al cabo de las cuales el gobierno del entonces presidente Belisario Betancur (1982-1986) dio cuenta de la muerte de once magistrados, 35 guerrilleros y otras 52 personas, en tanto que a once se las declaró desaparecidas. Según las investigaciones, los desaparecidos fueron sacados por militares y llevados a un cuartel, donde fueron interrogados, torturados y ejecutados.
La Fiscalía reabrió la investigación en 2006, cuando se divulgaron unos comprometedores videos en los que se ve a algunos de los desaparecidos con vida y sin heridas, y a otros saliendo por sus propios medios del lugar, flanqueados por militares. Tal es el caso del magistrado Carlos Horacio Urán Rojas a quien una de las tomas lo muestra vivo, pero un día después de concluida la operación militar fue dado por muerto dentro del Palacio, con una bala 9 mm en la cabeza, disparada a quemarropa.
Quince años después de producida la masacre –a la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó de holocausto–, el número de desaparecidos se redujo a diez. Entonces, en el año 2000, la Fiscalía informó que el cadáver de una empleada de la cafetería del Palacio había sido encontrado en una fosa común.
Por el caso fueron condenados a 30 y 35 años de prisión dos coroneles ahora retirados, a los que se les probó su responsabilidad en la represión. Un general y otros dos oficiales fueron absueltos. El M-19 se desmovilizó en 1990, tras firmar un acuerdo de paz con el gobierno del presidente Virgilio Barco (1986-90). Miles de sus militantes, reintegrados a la vida política legal tras el acuerdo pactado con el gobierno, fueron aniquilados por comandos militares y paramilitares.
Pablo Escobar - Financiamiento
El fallecido capo narco Pablo Escobar, líder del cártel de Medellín, financió la toma y entregó armas a los asaltantes, reveló el informe final de la Comisión de la Verdad.
Fuente:
Diario Tiempo Argentino 15/9/2014
Dias de Historia
miércoles, 24 de septiembre de 2014
Dorrego y la profanación de sus restos
“LOS CABALLEROS DE LA NOCHE”
Por Oscar F. Larrosa (h)
El 24 de agosto de 1881, una banda denominada “Los Caballeros de la Noche”, liderada por un noble belga de 27 años arrastrado al delito por el juego y el vicio llamado Alphonse Kerchowen de Pegnaranda; conmovió a toda la sociedad con el robo de un cadáver del Cementerio del Norte (La Recoleta), exigiendo rescate por su devolución.
DETALLES…
Durante aquella noche fría de agosto, la bóveda de la familia Dorrego, fue violada sustrayéndose un ataúd con los restos mortales de doña Inés Indart de Dorrego, cuñada de Manuel Dorrego y recientemente fallecida. A la mañana siguiente, la Sra. Felisa Dorrego de Miró Quesada, su hija, recibió en el Palacio Miró de la calle Córdoba un anónimo donde se le exigía 2 millones de pesos por su devolución a entregar en un plazo de 24 horas, caso contrario, el cadáver sería ultrajado, reducido a cenizas y arrojado a “los 4 vientos”. Se advertía, también, que no diese intervención a la Policía.
La nota decìa: “Estos restos están rodeados de respeto y volverán al lugar de donde han sido sacados, pero eso es bajo una condición, si Vds. quieren ser condescendientes con nosotros. Sabemos que doña Inés de Dorrego al morir dejó a sus hijas queridas una fortuna colosal […] Que en represalia por su mala voluntad y abstención por nosotros, nos veríamos obligados a sacar de la caja donde reposan los restos venerados de su señora madre, y después de ultrajarlos y reducirlos a cenizas, tirarlos a los cuatro vientos, sin que nunca sepan ni dónde ni cómo. Que indudablemente la justa crítica de una ciudad y de una nación os cubriría de vergüenza y lodo, manchando para siempre vuestro nombre ilustre. Hijas tan ricas, dirán, y tan desnaturalizadas. Que somos muchos y poderosos, que nuestra asociación cuenta con hombres resueltos hasta la muerte”
Una caja de madera destinada para el dinero del rescate acompañaba el aviso que estaba firmado por… "Los Caballeros de la Noche". La caja con el dinero debía ser entregada al día siguiente a un “mozo de cordel” que, ajeno al robo, concurriría llevando una carta.
Notificada la Policía, se encargó la pesquisa a los comisarios Sufern y Tasso, decidiéndose que la Sra. Dorrego cumpliese con el pedido de los secuestradores y entregase la caja al mensajero designado. Concretado esto, la policía llevó adelante el operativo de seguimiento. El comisario Tasso disfrazado de vendedor ambulante siguió al mozo sin que este lo notara verificando que el portador de la caja se reunió con otro sujeto en la estación central de FF.CC en Retiro, entregándole la misma. La intervención de los uniformados no se hizo esperar y detuvo al mensajero a efectos de su identificación y de su desconocimiento sobre el hecho del que estaba siendo partícipe. Las iniciales de su nombre y apellido eran J.B.
El otro individuo fue detenido al subir al tren, resultando ser Antonio Perry., quien confesó su complicidad en la extorsión, declarando además, que debía arrojar la caja (que en realidad contenía recortes de diario) en la playa de Maldonado. Custodiado por los funcionarios policiales, el sujeto llevó adelante su tarea arrojando la caja al costado de las vías, a la vez que el tren detuvo su marcha y los pesquisas bajaron, intentando sin resultado, capturar a los delincuentes quienes, recogiendo la caja, pudieron emprender la fuga en un coche. Tras una corta persecución, otra comisión policial, pudo lograr el objetivo, deteniéndose al jefe de la banda. Días mas tarde se pudo detener al resto de la gavilla que se ocultaba en la Floresta de Belgrano, quedando prófugo un integrante de nombre Expósito.
Se supo posteriormente que tal como supuso el mayordomo de la casa, el cadáver de Inés Indart de Dorrego, estaba escondido en una bóveda cercana en el panteón de Francisco Requijo ya que por su peso era improbable que lo hubiesen podido sacar del cementerio sin hacerse notar.
EL JUICIO…
Tiempo más tarde, se inició el proceso de juzgamiento de los delincuentes.
Al advertirse que en el Código Penal de la época, no se contemplaba el “Robo de cadáveres con Extorsión” y ni siquiera el “Robo de cadáveres”; los jueces intentaron aplicar las leyes españolas de “Las Partidas” para fundamentar una condena, pero la excelente defensa del abogado español Rafael Calzada logró destruir los cargos, basándose en la inaplicabilidad de esas leyes y en la falta de previsiones legales…
"NO HAY PENA SIN LEY Y SIN JUICIO PREVIO", fundándose en una ley anterior al hecho del proceso en cuestión. La Cámara de Apelaciones dictaminó que los delincuentes sólo podían estar incursos en el delito de “Amenazas por Escrito” sin otras consecuencias, previsto en el Artículo 296 del Código Penal vigente a ese momento, con pena de un mes de prisión. Sin embargo y dado el tiempo transcurrido de detención hasta el juicio (cumplido en exceso); los delincuentes quedaron en libertad... con gran escándalo para la época.
En 1887 se produjo la reforma legal, tipificándose por Artículo 171, que aún subsiste, el delito de “Extorsión por Robo de Cadáveres”, con pena de 2 a 6 años de prisión. Argentina fue el primer país en establecer tal condición legal.
Asì comenzó la historia de robo de cadàveres en Argentina que tendría su máxima expresión en el robo del cadáver de Eva Duarte de Peron y su ocultamiento durante años en un cementerio de Milàn hasta que fueron devueltos a su viudo en Madrid. En 1974 la banda terrorista Montoneros robaría de su bóveda en Recoleta el cadáver del asesinado General Pedro Eugenio Aramburu reclamando para su devolución que se restituyera el cadáver de Evita a la Argentina, hecho que cumplió la entonces presidente Marìa Estela Martinez de Peron.
Fuentes: Museo Policial, Tomo VI de la Historia de la Policía Federal.
El 24 de agosto de 1881, una banda denominada “Los Caballeros de la Noche”, liderada por un noble belga de 27 años arrastrado al delito por el juego y el vicio llamado Alphonse Kerchowen de Pegnaranda; conmovió a toda la sociedad con el robo de un cadáver del Cementerio del Norte (La Recoleta), exigiendo rescate por su devolución.
DETALLES…
Durante aquella noche fría de agosto, la bóveda de la familia Dorrego, fue violada sustrayéndose un ataúd con los restos mortales de doña Inés Indart de Dorrego, cuñada de Manuel Dorrego y recientemente fallecida. A la mañana siguiente, la Sra. Felisa Dorrego de Miró Quesada, su hija, recibió en el Palacio Miró de la calle Córdoba un anónimo donde se le exigía 2 millones de pesos por su devolución a entregar en un plazo de 24 horas, caso contrario, el cadáver sería ultrajado, reducido a cenizas y arrojado a “los 4 vientos”. Se advertía, también, que no diese intervención a la Policía.
La nota decìa: “Estos restos están rodeados de respeto y volverán al lugar de donde han sido sacados, pero eso es bajo una condición, si Vds. quieren ser condescendientes con nosotros. Sabemos que doña Inés de Dorrego al morir dejó a sus hijas queridas una fortuna colosal […] Que en represalia por su mala voluntad y abstención por nosotros, nos veríamos obligados a sacar de la caja donde reposan los restos venerados de su señora madre, y después de ultrajarlos y reducirlos a cenizas, tirarlos a los cuatro vientos, sin que nunca sepan ni dónde ni cómo. Que indudablemente la justa crítica de una ciudad y de una nación os cubriría de vergüenza y lodo, manchando para siempre vuestro nombre ilustre. Hijas tan ricas, dirán, y tan desnaturalizadas. Que somos muchos y poderosos, que nuestra asociación cuenta con hombres resueltos hasta la muerte”
Una caja de madera destinada para el dinero del rescate acompañaba el aviso que estaba firmado por… "Los Caballeros de la Noche". La caja con el dinero debía ser entregada al día siguiente a un “mozo de cordel” que, ajeno al robo, concurriría llevando una carta.
Notificada la Policía, se encargó la pesquisa a los comisarios Sufern y Tasso, decidiéndose que la Sra. Dorrego cumpliese con el pedido de los secuestradores y entregase la caja al mensajero designado. Concretado esto, la policía llevó adelante el operativo de seguimiento. El comisario Tasso disfrazado de vendedor ambulante siguió al mozo sin que este lo notara verificando que el portador de la caja se reunió con otro sujeto en la estación central de FF.CC en Retiro, entregándole la misma. La intervención de los uniformados no se hizo esperar y detuvo al mensajero a efectos de su identificación y de su desconocimiento sobre el hecho del que estaba siendo partícipe. Las iniciales de su nombre y apellido eran J.B.
El otro individuo fue detenido al subir al tren, resultando ser Antonio Perry., quien confesó su complicidad en la extorsión, declarando además, que debía arrojar la caja (que en realidad contenía recortes de diario) en la playa de Maldonado. Custodiado por los funcionarios policiales, el sujeto llevó adelante su tarea arrojando la caja al costado de las vías, a la vez que el tren detuvo su marcha y los pesquisas bajaron, intentando sin resultado, capturar a los delincuentes quienes, recogiendo la caja, pudieron emprender la fuga en un coche. Tras una corta persecución, otra comisión policial, pudo lograr el objetivo, deteniéndose al jefe de la banda. Días mas tarde se pudo detener al resto de la gavilla que se ocultaba en la Floresta de Belgrano, quedando prófugo un integrante de nombre Expósito.
Se supo posteriormente que tal como supuso el mayordomo de la casa, el cadáver de Inés Indart de Dorrego, estaba escondido en una bóveda cercana en el panteón de Francisco Requijo ya que por su peso era improbable que lo hubiesen podido sacar del cementerio sin hacerse notar.
EL JUICIO…
Tiempo más tarde, se inició el proceso de juzgamiento de los delincuentes.
Al advertirse que en el Código Penal de la época, no se contemplaba el “Robo de cadáveres con Extorsión” y ni siquiera el “Robo de cadáveres”; los jueces intentaron aplicar las leyes españolas de “Las Partidas” para fundamentar una condena, pero la excelente defensa del abogado español Rafael Calzada logró destruir los cargos, basándose en la inaplicabilidad de esas leyes y en la falta de previsiones legales…
"NO HAY PENA SIN LEY Y SIN JUICIO PREVIO", fundándose en una ley anterior al hecho del proceso en cuestión. La Cámara de Apelaciones dictaminó que los delincuentes sólo podían estar incursos en el delito de “Amenazas por Escrito” sin otras consecuencias, previsto en el Artículo 296 del Código Penal vigente a ese momento, con pena de un mes de prisión. Sin embargo y dado el tiempo transcurrido de detención hasta el juicio (cumplido en exceso); los delincuentes quedaron en libertad... con gran escándalo para la época.
En 1887 se produjo la reforma legal, tipificándose por Artículo 171, que aún subsiste, el delito de “Extorsión por Robo de Cadáveres”, con pena de 2 a 6 años de prisión. Argentina fue el primer país en establecer tal condición legal.
Asì comenzó la historia de robo de cadàveres en Argentina que tendría su máxima expresión en el robo del cadáver de Eva Duarte de Peron y su ocultamiento durante años en un cementerio de Milàn hasta que fueron devueltos a su viudo en Madrid. En 1974 la banda terrorista Montoneros robaría de su bóveda en Recoleta el cadáver del asesinado General Pedro Eugenio Aramburu reclamando para su devolución que se restituyera el cadáver de Evita a la Argentina, hecho que cumplió la entonces presidente Marìa Estela Martinez de Peron.
Fuentes: Museo Policial, Tomo VI de la Historia de la Policía Federal.
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