Conflicto de Leticia
Fue un conflicto relativamente pequeño, el cual fue generado en gran medida por la ambición del caucho (La Siringa) la cual había sido explotada por una época muy larga por la familia de peruanos del señor Arana, los cuales cometieron una enorme cantidad de atropellos y actos inhumanos contra la poblaciones aborígenes de la región, en otras palabras Hitler y el régimen nazi quedaron en pañales ante los actos de esta gente. Algunas fuentes hablan de hasta el exterminio del 90% de la población de la región.
Curtiss Falcon colombiano
Junkers 52
En todo caso, el conflicto fue provocado por la acción de civiles peruanos que tomaron Leticia el 1 de septiembre de 1932. Para entonces la fuerza militar de Colombia estaba muy pobremente equipada. Se debió implementar un plan de emergencia para comprar aviones y buques para hacer frente a la amenaza. Sólo hubo dos acciones importantes en el conflicto, Guepi y Tarapacá, en donde las guarniciones peruanas fueron desalojadas. El Perú iba a enviar una importante fuerza de tropas a la región, pero su presidente fue asesinado (Sanchez Carrión). Después de una intermediación de la Sociedad de la Naciones se llegó a un cese del fuego (en mayo de 1933) en el que se devolvió el territorio en litigio a Colombia (en 1934).
1.- La guerra moderna es un fenómeno entre Estados, el conflicto ocurrido con Colombia en 1932 obedeció a una "iniciativa privada" de unos civiles loretanos quienes se creían perjudicados por los límites fijados el Tratado limítrofe Salomón Lozano, estos fueron los que ocuparon la localidad colombiana de Leticia y enfrentaron la mayoría de las acciones militares.
2.- El Estado peruano se vio sorprendido por esta actuación privada, el dispositivo militar en la zona limítrofe con Colombia era mínimo y no estaba preparado para enfrentar un conflicto internacional.
3.- Por esas fechas gobernaba el Perú una dictadura encabezada por el Coronel Sánchez Cerro, quien había tomado el poder derrocando al Pdte. Leguía, el cual había suscrito el Tratado Salomón-Lozano. Este dictador enfrentó una disyuntiva: o hacía cumplir el tratado internacional (la posición histórica del Perú durante todo el siglo XX), se enfrentaba a la población de Iquitos (con el riesgo de una guerra civil) y presentaba sus excusas al gobierno de Colombia (que era lo que correspondía) o se subía al carro de la iniciativa privada de los loretanos y enfrentaba una guerra con Colombia.
Lamentablemente, optó por esto último .
Hacía unos meses -julio de 1932- esta misma dictadura había enfrentado una sublevación aprista en la ciudad de Trujillo (al norte del Perú) y había desplazado a esa región a la mayoría de las tropas y de material bélico del que disponían las fuerzas armadas peruanas.
Igualmente se habían producido una serie de sublevaciones en buques de la Armada Peruana (en mayo de 1932), los cualés fueron develados a sangre y fuego.
El Crnel. Sánchez Cerro eligió incumplir un tratado internacional suscrito por el Perú y tratar de corregir las contradicciones internas de su régimen con el ropaje del nacionalismo, es decir, algo parecido a lo que hizo la dictadura argentina en 1982, con la diferencia de que aquí no había ninguna legitimidad en la ocupación por civiles loretanos de la localidad colombiana de Leticia, pues ya existía un tratado entre nuestros países, el cual rige hasta la actualidad.
Al tener un dispositivo militar mínimo en la región, el Gbno. de Sánchez Cerro ordenó movilizar las tropas y a la escuadra.
En el interín y debido a los desmanes producidos por turbas en contra de la Legación Diplomática de Colombia, el gobierno colombiano dejó de lado la alternativa diplomática (entiendo que hubieron varias iniciativas para poner fin a este conflicto, incluso intervino la Sociedad de las Naciones) y ordenó a una fuerza expedicionaria encabezada por el General Alfredo Vásquez Cobo, compuesta por varios transportes armados que retome por la fuerza las localidades colombianas.
Es aquí que se produjo la batalla de Güepi, en donde la citada fuerza expedicionaria retomó esta localidad.
Lamentablemente este conflicto ha sido casi olvidado en elPerú y digo lamentablemente porque este hecho sirve para recordar que el cumplimiento de los tratados internacionales -gusten o no- son la base para la paz y que cualquier aventura bélica que no respete la legalidad internacional es sumamente irresponsable.
Actualmente, sólo en Loreto se recuerda dicho conflicto y en el local de la Municipalidad de Iquitos se encuentran la bandera colombiana y el escudo capturados durante la toma de la localidad colombiana de Leticia por estos civiles loretanos.
Cabe destacar que las tropas peruanas demoraron muchos meses en llegar a la zona del conflicto y cuando llegaron ya se había producido -afortunadamente- una salida diplomática a este sorprendente conflicto, es por eso que como hecho más destacable por el lado peruano, está el desplazamiento de la escuadra en tres fuerzas operativas: una en el Pacífico, otra en el Atlántico y otra en el Amazonas.
El buque insignia BAP Grau encabezaba la fuerza operativa del Atlántico, junto con los submarinos R-1 y R-2.
Luego de la toma de Güepi por tropas colombianas, se ordenó reforzar la fuerza avanzada del Atlántico con el crucero BAP Lima, el cazatorpedero BAP Teniente Rodríguez y los destructores BAP Almirante Villar y BAP Almirante Guise (adquiridos a Estonia). Esta fuerza tenía la misión de hostilizar la costa colombiana en el Caribe, detener el tráfico marítimo colombiano y atraer a la aviación de ese país, aliviando las operaciones en la amazonía, para luego penetrar posteriormente en el Amazonas para desalojar a las fuerzas colombiana posesionadas de Leticia.
El crucero BAP Bolognesi y los submarinos R-3 y R-4 se encargaron de patrullar la costa colombiana del Pacífico.
Tras cruzar el Canal de Panamá el 4 de mayo de 1933, la fuerza naval peruana, efectuó escala logística en Curazao, el día 8, luego en la isla Trinidad y finalmente arribaron a Pará en Brasil el 15 de mayo de 1933, permaneciendo allí 10 días.
Durante dicho lapso, ante la amenaza que representaban las fuerzas navales peruanas, la voluntad de los presidentes de ambos países así como por las gestiones de países amigos, las tensiones cedieron, motivo por el que sólo continuaron viaje a Iquitos el crucero BAP Lima y el BAP Teniente Rodríguez.
Ayudó mucho a que este conflicto se solucionase de forma pacífico al hecho de que el Pdte. peruano de ese entonces Crnel. Sánchez Cerro fuera asesinado por un militante aprista luego de pasar revista a los reservistas que se movilizaban hacia la frontera; de lo contrario ambos países nos hubiésemos enfrascado en una larga y sangrienta guerra en la jungla, de forma similar a la que enfretaron Bolivia y Paraguay.
Lancha Madrina Huallaga, utilizada por Perú para labores de mantención de su Fuerza Aerea en campaña.
Vought Corsair
Sub-base Puca-Barranca
Keystone
Hamilton
Douglas
Curtiss Falcon en Varadero de Itaya, Iquitos
Curtiss Falcons
Vought Cosair y Douglas
Tarapacá, lugar donde ocurrio el primer combate entre los beligerantes.(Extraída del libro 75 años en los cielos patrios, Fuerza Aerea de Colombia)
Pichincha
Barranquilla
Mariscal Sucre
Fotos: Eddie Cerda
domingo, 28 de agosto de 2016
sábado, 27 de agosto de 2016
Conquista de América: Los perros infernales
El arma secreta de los españoles que causó carnicerías indiscriminadas en América
Eran terribles.Con su feroz presencia, los canes representaban la viva manifestación de una insoportable forma de terror casi demoníaca. Siempre iban en primera línea
Un conquistador español armando a uno de sus perros. (CC)
AUTOR ÁLVARO VAN DEN BRULE - El Confidencial
"Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra."
-Platón
No fue Colón el descubridor de aquella arma letal, ni fue el inventor de la guerra, ni de la crueldad inherente a la misma, ni de lo que es capaz el ser humano cuando baja a sus propios abismos, ni de la impunidad que da el saber que nadie te va a juzgar, ni de la mueca que le hacemos a nuestra propia dignidad cuando acabamos con la vida de los otros por muy amparados que estemos por las leyes de la guerra; esto es, ninguna.
Aunque bien es cierto que ya intuía que podría enfrentarse allá en las tinieblas del confín del mundo a formas desconocidas de horror, él quiso proveerse de todos los medios a su alcance para conjurar la terrible colisión entre lo ignorado, lo intangible, lo no manifestado y el conocimiento entendido en su versión unilateral en el que la arrogancia de la superioridad técnica de los invasores orientales, en este caso los provenientes de Europa, avasallaría a su contraparte. En aquel enfrentamiento lejano y ya histórico entre lo que se ha llamado dos civilizaciones o mundos, él, lo único que hizo en beneficio de su propia supervivencia y la de sus hombres, fue reforzar las zonas de costura más frágiles en su estructura militar.
No te metas con un alano. (Lilly_M/CC)
Estos animales iban protegidos con sendas tiras de cuero en ambos lomos y unas potentes protecciones de fieltro que se extendían desde la cruz del tren delantero hasta el nacimiento del rabo, de tal manera que parecían acorazados contra cualquier contingencia. Si a esto le añadimos los ostentosos collares dentados y el durísimo entrenamiento al que los sometían sus amos –que cobraban una soldada aparte por perro–, estaríamos hablando de una arma casi apocalíptica.
Los infelices indígenas que en sus enfrentamientos no habían pasado del arco y del machete y de algunas pedradas con buen tino, tenían más pavor a un alano que a un regimiento de arcabuceros.
La gripe de la mediocridad obligaba a huir a miles de aventureros reciclados desde el anonimato de sus áridas vidas hacia la promesa de tierras nuevas y de experiencias en abundancia como contrapunto a las anodinas vidas en las planicies de Castilla o en la empobrecida Extremadura, donde hidalgos y campesinos deambulaban por la nada de un presente continuo.
Aunque los cronistas no refieren o no hacen alusión a los perros por su insignificante presencia a ojos de la doctrina militar en aquel tiempo imperante, ya en la expedición anterior a la de Cortés – la de Grijalva -, se hace eco de la intervención de media docena de ellos en las escaramuzas con los mayas tardíos, ya fragmentada la gran nación que fueron y en guerra civil permanente por aquel entonces.
Pedro de Alvarado.
El más famoso de estos canes, Becerrillo, moriría a resultas de una flecha envenenada disparada por los Caribes en uno de los combates contra los españoles. Era una flecha corta que atravesó la colcha forrada en algodón adherida al cuerpo del animal, causándole una dolorosa agonía que acabó cuando su amo decidió cerrar la espita del sufrimiento.
Hijo de Becerrillo era el llamado Leoncico, colega de correrías de Balboa, que recibía paga de oficial, y que combatió junto a su amo en todos los encuentros que tuvo con los indios del Istmo de Panamá y que participaría hasta su muerte en todas las expediciones contra los desgraciados aborígenes, y digo desgraciados porque no me parece justo hablar de buenos y malos.
Conforme fue avanzando la conquista y la guerra se recrudecía, los perros cobraron un protagonismo capital. Se calcula que en los primeros diez años a partir de 1519, momento de la entrada de Cortés por Yucatán, hasta la absoluta pacificación del territorio Azteca, llegarían a intervenir en diferentes momentos hasta 400 perros como apoyatura en las tácticas de combate y en régimen de correos.
Hernán Cortés.
El ataque con apoyo de perros mastines era una costumbre europea conocida desde la batalla de Azincourt, en el contexto de la Guerra de los Cien años, en la que los ingleses, con apoyo de sus temidos arqueros, infligirían una de las más severas derrotas que ha sufrido Francia en su historia, y además a domicilio.
Con el tiempo, serían profusamente usados en todas las guerras en diferentes situaciones, tanto de acción directa como en retaguardia, postas y socorro a combatientes. En América, dejarían un rastro indeleble entre sus víctimas.
La guerra, ese escenario probablemente inevitable, donde la desintegración moral humana puede llegar a ser indescriptible.
Eran terribles.Con su feroz presencia, los canes representaban la viva manifestación de una insoportable forma de terror casi demoníaca. Siempre iban en primera línea
Un conquistador español armando a uno de sus perros. (CC)
AUTOR ÁLVARO VAN DEN BRULE - El Confidencial
"Los muertos son los únicos que ven el final de la guerra."
-Platón
No fue Colón el descubridor de aquella arma letal, ni fue el inventor de la guerra, ni de la crueldad inherente a la misma, ni de lo que es capaz el ser humano cuando baja a sus propios abismos, ni de la impunidad que da el saber que nadie te va a juzgar, ni de la mueca que le hacemos a nuestra propia dignidad cuando acabamos con la vida de los otros por muy amparados que estemos por las leyes de la guerra; esto es, ninguna.
Aunque bien es cierto que ya intuía que podría enfrentarse allá en las tinieblas del confín del mundo a formas desconocidas de horror, él quiso proveerse de todos los medios a su alcance para conjurar la terrible colisión entre lo ignorado, lo intangible, lo no manifestado y el conocimiento entendido en su versión unilateral en el que la arrogancia de la superioridad técnica de los invasores orientales, en este caso los provenientes de Europa, avasallaría a su contraparte. En aquel enfrentamiento lejano y ya histórico entre lo que se ha llamado dos civilizaciones o mundos, él, lo único que hizo en beneficio de su propia supervivencia y la de sus hombres, fue reforzar las zonas de costura más frágiles en su estructura militar.
Canes terribles
Los perros de los conquistadores eran alanos de raza, es decir, un mestizaje entre dogos y mastines. Eran terribles.Con su feroz presencia, representaban la viva manifestación de una insoportable forma de terror casi demoníaca. Siempre iban en primera línea acompañando a los ballesteros y delante de los arcabuceros, y por supuesto, cuando actuaban conjuntamente con la caballería, el pánico que causaban en las filas adversarias era extremo.No te metas con un alano. (Lilly_M/CC)
Estos animales iban protegidos con sendas tiras de cuero en ambos lomos y unas potentes protecciones de fieltro que se extendían desde la cruz del tren delantero hasta el nacimiento del rabo, de tal manera que parecían acorazados contra cualquier contingencia. Si a esto le añadimos los ostentosos collares dentados y el durísimo entrenamiento al que los sometían sus amos –que cobraban una soldada aparte por perro–, estaríamos hablando de una arma casi apocalíptica.
Los infelices indígenas que en sus enfrentamientos no habían pasado del arco y del machete y de algunas pedradas con buen tino, tenían más pavor a un alano que a un regimiento de arcabuceros.
La gripe de la mediocridad obligaba a huir a miles de aventureros reciclados desde el anonimato de sus áridas vidas hacia la promesa de tierras nuevas y de experiencias en abundancia como contrapunto a las anodinas vidas en las planicies de Castilla o en la empobrecida Extremadura, donde hidalgos y campesinos deambulaban por la nada de un presente continuo.
Es conocido que en la expedición anterior a la de Cortés, media docena de perros intervinieron en las escaramuzas con los mayas tardíosUn escenario de riquezas sin cuento era hábilmente promocionado por una leyenda basada en una rumorología muy bien cebada, pero a la postre eran el habitual saqueo y la política de hechos consumados – estaban a un océano de distancia–, los que los subordinaban a una realidad inapelable: había que hacer la guerra con todas las consecuencias y sin marcha atrás.
Aunque los cronistas no refieren o no hacen alusión a los perros por su insignificante presencia a ojos de la doctrina militar en aquel tiempo imperante, ya en la expedición anterior a la de Cortés – la de Grijalva -, se hace eco de la intervención de media docena de ellos en las escaramuzas con los mayas tardíos, ya fragmentada la gran nación que fueron y en guerra civil permanente por aquel entonces.
Un rastro indeleble entre las víctimas
Cuando Hernán Cortés se enfrenta en la batalla de Centla, que concluye con la severa derrota de una ingente tropa de aborígenes y con la toma de Potonchán en la primavera de 1519, en el momento álgido de la sangrienta batalla, probablemente la primera librada con armas de fuego y caballería en tierras americanas – si obviamos las escaramuzas previas tras el desembarco en la actual Veracruz–, la baza que inclina a favor de los españoles (para ser más precisos, de los castellanos) en el hasta ese momento equilibrado e indeciso lance, es el furibundo ataque de una docena de alanos que causan un impacto sicológico brutal entre las filas de combatientes adversarios. Pedro de Alvarado, consciente de la carnicería indiscriminada que está ocasionando la horda perruna, intenta retirarlos en vano, pues la presencia de niños y ancianos entre las filas de los autóctonos, víctimas propiciatorias para los canes por su natural indefensión, causa hasta en la tropa propia problemas de escrúpulos. La guerra lamentablemente es y no debería de ser, pero hay unos mínimos de humanidad que una vez sobrepasados desnaturalizan completamente al combatiente sin cortapisas morales y con licencia para una incontestable carta blanca. El relato de López de Gómara en el capítulo 'Combate de La Conquista de México', no deja lugar a dudas sobre la mortandad ocasionada por los desvaríos de los motivados animales y la impresionante carnicería que acompaña a los hechos, evidentemente, no solo imputable a los cabreados "chuchos".Pedro de Alvarado.
El más famoso de estos canes, Becerrillo, moriría a resultas de una flecha envenenada disparada por los Caribes en uno de los combates contra los españoles. Era una flecha corta que atravesó la colcha forrada en algodón adherida al cuerpo del animal, causándole una dolorosa agonía que acabó cuando su amo decidió cerrar la espita del sufrimiento.
Hijo de Becerrillo era el llamado Leoncico, colega de correrías de Balboa, que recibía paga de oficial, y que combatió junto a su amo en todos los encuentros que tuvo con los indios del Istmo de Panamá y que participaría hasta su muerte en todas las expediciones contra los desgraciados aborígenes, y digo desgraciados porque no me parece justo hablar de buenos y malos.
El pánico cundió, y entre los arcabuceros, ballesteros y caballería, la tragedia adquirió tintes apocalípticosPero la de traca sucedió yendo hacia Tenochtitlán, la capital de los Mexicas (Aztecas), y cuando Cortés llegaba a Cholula, aliada del Imperio mexica, la segunda ciudad más grande del imperio, con 30 000 habitantes. Bernal Díaz del Castillo en su crónica cuenta que tras haber recibido a Cortés y su enorme ejército, las autoridades de Cholula planearon una una emboscada para aniquilar a los españoles. El cronista narra cómo Cortés montó en cólera tras comprobar las malas intenciones de los locales. Una anciana mujer y unos sacerdotes de los templos de Cholula alertaron a Cortés, quien dio instrucciones inmediatamente para que su ejército atacara. En la llamada matanza de Cholula, en la que se calcula que más de 5000 hombres murieron en menos de cinco horas, los perros alanos de los capitanes españoles forjados en las guerras de Italia fueron responsables en gran medida de la matanza indiscriminada, que ha pasado a la historia como una de las cargas militares más sangrientas .La ferocidad de los canes causó un pavor de dramatismo incalculable .El pánico cundió, y entre los arcabuceros, ballesteros y la caballería, la tragedia adquirió tintes apocalípticos. Tras el asalto, masacre o como se quiera llamar, según sea la partitura y objetividad del observador, el contingente saldría de Cholula en noviembre y se desmocharía e incendiaría íntegramente la ciudad.
Conforme fue avanzando la conquista y la guerra se recrudecía, los perros cobraron un protagonismo capital. Se calcula que en los primeros diez años a partir de 1519, momento de la entrada de Cortés por Yucatán, hasta la absoluta pacificación del territorio Azteca, llegarían a intervenir en diferentes momentos hasta 400 perros como apoyatura en las tácticas de combate y en régimen de correos.
Hernán Cortés.
El ataque con apoyo de perros mastines era una costumbre europea conocida desde la batalla de Azincourt, en el contexto de la Guerra de los Cien años, en la que los ingleses, con apoyo de sus temidos arqueros, infligirían una de las más severas derrotas que ha sufrido Francia en su historia, y además a domicilio.
Con el tiempo, serían profusamente usados en todas las guerras en diferentes situaciones, tanto de acción directa como en retaguardia, postas y socorro a combatientes. En América, dejarían un rastro indeleble entre sus víctimas.
La guerra, ese escenario probablemente inevitable, donde la desintegración moral humana puede llegar a ser indescriptible.
viernes, 26 de agosto de 2016
SGM: Los crímenes alemanes en el Frente Oriental
El libro que cuenta los horrores del Holocausto que fue prohibido por Stalin
El Libro Negro fue escrito a raíz del material recopilado-cartas, entrevistas, documentos-por Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg durante la invasión alemana a la Unión Soviética
Por Marcos Shaw de Estrada - Infobae
La tapa de El Libro Negro
Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg fueron dos reconocidos cronistas de guerra rusos durante la Segunda Guerra Mundial para el diario Estrella Roja. En 1943, ambos comienzan a recopilar testimonios, documentos, cartas, diarios íntimos, entre otros materiales, sobre las atrocidades que cometía el ejército alemán con los judíos en los territorios de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia y Estonia desde la invasión nazi a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, que comenzó con la operación Barbarroja.
A partir de esto, ambos, con ayuda de alrededor de 40 escritores y periodistas, escribieron El Libro Negro, que fue prohibido por Iósif Stalin y no se publicó en lengua rusa hasta 1980 en Israel-aunque fue una edición incompleta-y en Rusia hasta 1993, luego de la caída de la URSS. La editorial Galaxia Gutenberg, cuya distribución en Argentina es a través de la editorial Del Nuevo Extremo, presentó en 2012 la obra completa terminada en 1947.
La historia del libro comienza cuando Grossman y Ehrenburg crearon una comisión editorial adscrita al Comité Judío Antifascista (CJA), que estaba subordinado al Buró Soviético de Información presidido por Aleksandr Shcherbakov, secretario del Comité central del Partido Comunista Panruso (bolchevique). Es decir, todas las cuestiones importantes que trataba el CJA se acordaban previamente con la Dirección de Propaganda y Agitación del Comité Central del Partido, que autorizó a recopilar material pero luego denegaría la publicación. Pero la idea original de publicarlo fue del científico Albert Einstein, del Comité de Escritores Judíos de Estados Unidos y de otros científicos y artistas.
El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS
La edición rusa no tenía un futuro más prometedor. También en 1946 (el 16 de noviembre) el secretario del CJA, Solomón Mijoels, adelantó: "El Libro Negro ya está en imprenta y muy pronto tendremos los primeros ejemplares".
La vida en los campos de concentración, parte del relato La vida en los campos de concentración, parte del relato
Pero el 28 de noviembre Mijoels junto a Feffer-poeta miembro del CJA-Grossman e Ilyá Ehrenburg le enviaron una carta a Zhdánov, secretario del Comité Central del Partido Comunista Panruso para que ayudara a que se publicara lo antes posible. Le pidieron que le diera instrucciones a la Casa Editorial del Estado para que proporcionara el papel necesario para la impresión. Esa carta fue dirigida a la Dirección de Propaganda y Agitación, presidida por Alexándrov, quien replicó categóricamente "la improcedencia" de la publicación del libro.
Los argumentos parecían ser muy débiles. Primero acusó al CJA de mandar copias del manuscrito a otros países, entre ellos Estados Unidos, sin autorización de su organismo. Dijo que con el comienzo de la Guerra Fría cualquier contacto con Estados Unidos se consideraba una falta grave. Luego dice que el texto "ofrece una imagen engañosa del verdadero carácter del fascismo" porque genera la impresión de que "el único objetivo del ataque de los alemanes a la URSS fue el exterminio de los judíos".
A pesar de esto, el CJA consiguió que se curse una orden de impresión del libro en la Escuela Superior del Partido en julio de 1947. Serían 30 mil ejemplares. Pero el 20 de agosto de 1947, el Glavlit, organismo ocupado de la censura, dispuso el cese inmediato de los trabajos de impresión cuando ya se habían compaginado 33 pliegos (iba a tener 42). La decisión fue de las nuevas autoridades del partido, Mijaíl Súslov, quien reemplazó a Alexándrov y Shépilov, a cargo de la petición del CJA.
"La Dirección de Propaganda ha examinado minuciosamente el contenido de El Libro Negro y ha detectado la presencia en él de graves errores políticos. La Dirección de Propaganda no ha aprobado la publicación del libro en 1947. Por lo tanto, el libro no puede ser impreso", fue la escueta explicación que dieron.
En 1948 el gobierno de Stalin comenzó a arrestar a los miembros del CJA, que fue disuelto. Luego, en 1952, muchos de esos dirigentes fueron condenados a muerte y en muchas sentencias se mencionaba a El Libro Negro.
En 1944, la revista Znamia publicó los primeros fragmentos del libro con el título "Asesinos del pueblo". Luego, a la hora de discutir la estructura de la obra, en 1945 Solomón Lozovski, entonces presidente del CJA, sugiere hacer dos libros: uno con los documentos y el otro con los textos preparados por Grossman y Ehrenburg. Esta idea no prosperó porque los autores querían preponderar los testimonios de las víctimas y sobrevivientes. En 1946, se publican fragmentos en Estados Unidos y Rumania bajo un estricto control. En 1980 sale en Israel por primera vez en lengua rusa y en 1981 una versión más completa en Jerusalén pero en yiddish. No fue hasta 1993 que se publicó en Rusia.
Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas
Los editores de El Libro Negro contaron el origen de la diversidad de la información con la que cuenta la obra. Para hacerlo, dividieron los textos en tres partes. La primera categoría son las cartas, diarios, transcripción de relatos y testimonios de testigos, en muchos casos oculares, y víctimas que consiguieron escapar. Algunos documentos son de personas que luego fueron asesinadas y el material fuer acercado por algún familiar.
La segunda parte son crónicas de escritores soviéticos elaboradas a partir de declaraciones, cartas, diarios y relatos. En algunos casos, quienes escribieron mantuvieron encuentros personales con los testigos y víctimas, estuvieron en los lugares de las ejecuciones, visitaron los campos de concentración y guetos, entre otras cosas.
Y la tercera categoría son los materiales facilitados a los editores por la Comisión Estatal Espacial para el establecimiento e investigación de las atrocidades cometidas por los ocupantes fascistas alemanes. Se trata de las declaraciones de los ejecutores nazis durante el proceso de investigación al que fueron sometidos.
El Libro Negro fue escrito a raíz del material recopilado-cartas, entrevistas, documentos-por Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg durante la invasión alemana a la Unión Soviética
Por Marcos Shaw de Estrada - Infobae
La tapa de El Libro Negro
Vasili Grossman e Ilyá Ehrenburg fueron dos reconocidos cronistas de guerra rusos durante la Segunda Guerra Mundial para el diario Estrella Roja. En 1943, ambos comienzan a recopilar testimonios, documentos, cartas, diarios íntimos, entre otros materiales, sobre las atrocidades que cometía el ejército alemán con los judíos en los territorios de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, Lituania, Letonia y Estonia desde la invasión nazi a la Unión Soviética el 22 de junio de 1941, que comenzó con la operación Barbarroja.
A partir de esto, ambos, con ayuda de alrededor de 40 escritores y periodistas, escribieron El Libro Negro, que fue prohibido por Iósif Stalin y no se publicó en lengua rusa hasta 1980 en Israel-aunque fue una edición incompleta-y en Rusia hasta 1993, luego de la caída de la URSS. La editorial Galaxia Gutenberg, cuya distribución en Argentina es a través de la editorial Del Nuevo Extremo, presentó en 2012 la obra completa terminada en 1947.
La historia del libro comienza cuando Grossman y Ehrenburg crearon una comisión editorial adscrita al Comité Judío Antifascista (CJA), que estaba subordinado al Buró Soviético de Información presidido por Aleksandr Shcherbakov, secretario del Comité central del Partido Comunista Panruso (bolchevique). Es decir, todas las cuestiones importantes que trataba el CJA se acordaban previamente con la Dirección de Propaganda y Agitación del Comité Central del Partido, que autorizó a recopilar material pero luego denegaría la publicación. Pero la idea original de publicarlo fue del científico Albert Einstein, del Comité de Escritores Judíos de Estados Unidos y de otros científicos y artistas.
El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS El libro cuenta las atrocidades de los generales nazis durante la invasión a la URSS
Cómo fue la censura
El 21 de junio 1945 informan al CJA que el texto completo del manuscrito preparado en Estados Unidos sería remitido a Moscú para su aprobación. Desde la URSS intencionalmente demoraron la respuesta y cuando finalmente lo hicieron- el 23 de enero de 1946- pidieron cambiar el prólogo de Einstein y la introducción. El 23 de febrero de 1946 desde Estados Unidos mandaron la edición corregida pero no conformó a los dirigentes del CJA. Finalmente, el 4 de marzo, indicaron que retirarían tanto el prólogo como la introducción.La edición rusa no tenía un futuro más prometedor. También en 1946 (el 16 de noviembre) el secretario del CJA, Solomón Mijoels, adelantó: "El Libro Negro ya está en imprenta y muy pronto tendremos los primeros ejemplares".
La vida en los campos de concentración, parte del relato La vida en los campos de concentración, parte del relato
Pero el 28 de noviembre Mijoels junto a Feffer-poeta miembro del CJA-Grossman e Ilyá Ehrenburg le enviaron una carta a Zhdánov, secretario del Comité Central del Partido Comunista Panruso para que ayudara a que se publicara lo antes posible. Le pidieron que le diera instrucciones a la Casa Editorial del Estado para que proporcionara el papel necesario para la impresión. Esa carta fue dirigida a la Dirección de Propaganda y Agitación, presidida por Alexándrov, quien replicó categóricamente "la improcedencia" de la publicación del libro.
Los argumentos parecían ser muy débiles. Primero acusó al CJA de mandar copias del manuscrito a otros países, entre ellos Estados Unidos, sin autorización de su organismo. Dijo que con el comienzo de la Guerra Fría cualquier contacto con Estados Unidos se consideraba una falta grave. Luego dice que el texto "ofrece una imagen engañosa del verdadero carácter del fascismo" porque genera la impresión de que "el único objetivo del ataque de los alemanes a la URSS fue el exterminio de los judíos".
A pesar de esto, el CJA consiguió que se curse una orden de impresión del libro en la Escuela Superior del Partido en julio de 1947. Serían 30 mil ejemplares. Pero el 20 de agosto de 1947, el Glavlit, organismo ocupado de la censura, dispuso el cese inmediato de los trabajos de impresión cuando ya se habían compaginado 33 pliegos (iba a tener 42). La decisión fue de las nuevas autoridades del partido, Mijaíl Súslov, quien reemplazó a Alexándrov y Shépilov, a cargo de la petición del CJA.
"La Dirección de Propaganda ha examinado minuciosamente el contenido de El Libro Negro y ha detectado la presencia en él de graves errores políticos. La Dirección de Propaganda no ha aprobado la publicación del libro en 1947. Por lo tanto, el libro no puede ser impreso", fue la escueta explicación que dieron.
En 1948 el gobierno de Stalin comenzó a arrestar a los miembros del CJA, que fue disuelto. Luego, en 1952, muchos de esos dirigentes fueron condenados a muerte y en muchas sentencias se mencionaba a El Libro Negro.
En 1944, la revista Znamia publicó los primeros fragmentos del libro con el título "Asesinos del pueblo". Luego, a la hora de discutir la estructura de la obra, en 1945 Solomón Lozovski, entonces presidente del CJA, sugiere hacer dos libros: uno con los documentos y el otro con los textos preparados por Grossman y Ehrenburg. Esta idea no prosperó porque los autores querían preponderar los testimonios de las víctimas y sobrevivientes. En 1946, se publican fragmentos en Estados Unidos y Rumania bajo un estricto control. En 1980 sale en Israel por primera vez en lengua rusa y en 1981 una versión más completa en Jerusalén pero en yiddish. No fue hasta 1993 que se publicó en Rusia.
Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas Los relatos son de testigos, sobrevivientes y víctimas
Los editores de El Libro Negro contaron el origen de la diversidad de la información con la que cuenta la obra. Para hacerlo, dividieron los textos en tres partes. La primera categoría son las cartas, diarios, transcripción de relatos y testimonios de testigos, en muchos casos oculares, y víctimas que consiguieron escapar. Algunos documentos son de personas que luego fueron asesinadas y el material fuer acercado por algún familiar.
La segunda parte son crónicas de escritores soviéticos elaboradas a partir de declaraciones, cartas, diarios y relatos. En algunos casos, quienes escribieron mantuvieron encuentros personales con los testigos y víctimas, estuvieron en los lugares de las ejecuciones, visitaron los campos de concentración y guetos, entre otras cosas.
Y la tercera categoría son los materiales facilitados a los editores por la Comisión Estatal Espacial para el establecimiento e investigación de las atrocidades cometidas por los ocupantes fascistas alemanes. Se trata de las declaraciones de los ejecutores nazis durante el proceso de investigación al que fueron sometidos.
jueves, 25 de agosto de 2016
Guerra Antisubversiva: El lado B del golpe del 76
Marzo del 76: la otra parte de la historia.
El golpe del 76 no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros
Mantener el 24 de marzo como la fecha recordatoria de la ruptura institucional y del terrorismo de esta1do sigue siendo una hipocresía que solo una dirigencia política timorata puede sostenerlo. Si de golpes de estado se trata, la fecha a considerar debería ser la del golpe del 6 de septiembre de 1930 porque fue la primera ruptura de orden constitucional desde 1853 cuando fue sancionada la Constitución Argentina.
Si la razón para elegir el 24 de marzo es por el terrorismo de estado, tampoco es la fecha correcta porque el mismo empieza bajo el gobierno de Juan Domingo Perón con la Triple A que, luego del asesinato de Rucci, sale a cazar a los terroristas de izquierda que el mismo Perón había primero alentado desde Puerta de Hierro y luego perseguido cuando llegó a la Argentina. Para eso lo manda al brujo López Rega que, desde el entonces ministerio de Bienestar Social y con fondos de ese ministerio, había armado la persecución al margen de la ley.
Es más, hay serias sospechas de que el grupo terrorista que asesinó a Rucci recibió apoyo del gobierno provincia de Buenos Aires de ese momento. En ese caso se trataría, de acuerdo a la teoría de la Corte Suprema de Justicia, de terrorismo de estado.
El corte que se hace con el 24 de marzo de 1976 es solo por conveniencia de la dirigencia política, dado que si por el tema terrorismo de estado fueran más hacia atrás, encontraría que el peronismo estuvo muy comprometido en esas prácticas en los 70.
El desenlace sangriento que se produjo en los 70 tuvo que ver, primero, con el intento de tomar el poder por las armas que llevaron adelante los grupos terroristas. En casi toda América Latina, grupos entrenados, financiados e impulsados por la ex Unión Soviética y Cuba querían hacer revoluciones al estilo Vietnam tomando el poder por la fuerza. Los grupos terroristas tenían previsto fusilar a unas 500.000 personas en Argentina si tomaban el poder. Es decir, un esquema similar al que utilizó Fidel Castro cuando tomó el poder en Cuba. Castro había dividido la isla en varias zonas y sus lugartenientes, que estaban al mando de cada zona, recibieron la orden de fusilar a miles de personas que podían ser contrarías al régimen que Castro quería instalar. En su libro Cómo Llegó la Noche, Huber Matos, uno de los lugartenientes de Fidel Castro, que luego el dictador lo mantuvo preso por 30 años, cuenta esta parte de la historia en que él mismo hizo fusilar a posibles opositores. Cabe recordar que Huber Matos estuvo preso 30 años por oponerse al proyecto dictatorial de Fidel Castro. Camilo Cienfuegos murió misteriosamente y al Che Guevara, el otro lugarteniente, Fidel se lo sacó de encima y terminó muriendo en Bolivia.
El modelo de Montoneros, el ERP y demás grupos terroristas era el de Cuba. Establecer una dictadura comunista. Ellos decían que luchaban contra el imperialismo yankee, las multinacionales, la oligarquía y demás expresiones típicas de la propaganda de izquierda, pero en rigor querían tomar el poder por las armas. Y ese intento lo llevaron adelante durante el tercer gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y muerto éste lo continuaron bajo el gobierno de Isabel Perón que había sido electa vicepresidente bajo la fórmula Perón-Perón. Es decir, las acciones terroristas fueron para derrocar un gobierno constitucional, no al gobierno militar de Videla. Deliberadamente se miente porque de difundirse la verdad se vería que los que se levantaron contra el orden constitucional fueron los terroristas. No las Fuerzas Armadas. Es más, es durante el gobierno constitucional de Perón-Perón que se produce la mayor cantidad de atentados con bombas, asesinatos y secuestros. Todos estos actos no fueron solo contra policías y militares, fueron en gran cantidad contra civiles, mujeres y niños.
Muerto Perón, Isabel Perón, una mujer que no estaba capacitada para ejercer la presidencia, pierde el control político a manos de López Rega que, en las sombras, era uno de los que decidía. La recesión era muy fuerte, la inflación se encaminaba a la hiperinflacicón y la violencia de los terroristas se hacía sentir todos los días.
A tal punto llegó el crecimiento del terrorismo que el ERP pasó a controlar una parte de la provincia de Tucumán, estableciendo un gobierno paralelo al constitucional. Es entonces cuando Isabel Perón le ordena al Ejército llevar a cabo el Operativo Independencia, es decir, retomar el control de la provincia de Tucumán.
El golpe llega por varias razones. En primer lugar, porque el peronismo se niega a hacerle juicio político a Isabel Perón e Italo Argentino Luder se niega a enjuiciarla y asumir la presidencia.
En segundo lugar porque la mayoría de la dirigencia política argentina no quería hacerse cargo de la crisis económica y política y apoyó que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. El único que se opuso al golpe del 24 de marzo de 1976 fue Álvaro Alsogaray2.
Así como los actuales políticos van cambiando de bando de acuerdo a las conveniencias del momento, lo mismo ocurrió con el golpe del 76. Gran parte de la dirigencia política apoyó el golpe y hasta lo pidió y luego cambió de bando y denunció la ruptura del orden constitucional y la violación de los derechos humanos. Es más, equivocada o no, la inmensa mayoría de la población fue indiferente al golpe y en no pocos casos la gente lo vio como un alivio frente al caos que vivía el país.
En síntesis, con estas líneas no pretendo justificar el golpe del 24 de marzo de 1976 personalmente creo que fue un grueso error como bien lo anticipó Álvaro Alsogaray. Simplemente trato de explicarlo en el contexto de ese momento. Es decir, no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros como pretenden vender falsos historiadores y periodistas de poca monta.
Ocurrió porque buena parte de la dirigencia política veía como idealistas a los terroristas. El mismo Perón los estimuló a usar la violencia y luego, cuando él llegó al gobierno, al no poder controlarlos, utilizó los resortes del estado para perseguirlos. Los terroristas creyeron que podían dominar a Perón y Perón usó a la Triple A para perseguirlos luego del asesinato de Rucci.
En definitiva, el golpe del 76 no fue por generación espontánea aislado de los hechos anteriores. Hay toda una secuencia que condujo a ese día, pero lo más importante es que, en todo caso, el terrorismo de estado comienza con Perón siendo presidente al tiempo que los grupos terroristas también hacían terrorismo de estado porque eran apoyados por los aparatos estatales de Cuba, Libia y la ex Unión Soviética1 para perseguir y aniquilar sistemáticamente a ciertos sectores de la sociedad.
Si en serio queremos un nunca más, es hora que contemos toda la historia de esos años para entender qué ocurrió y por qué ocurrió. No hacerlo es ser cómplice de la violencia del otro lado.
Prensa Republicana
El golpe del 76 no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros
Mantener el 24 de marzo como la fecha recordatoria de la ruptura institucional y del terrorismo de esta1do sigue siendo una hipocresía que solo una dirigencia política timorata puede sostenerlo. Si de golpes de estado se trata, la fecha a considerar debería ser la del golpe del 6 de septiembre de 1930 porque fue la primera ruptura de orden constitucional desde 1853 cuando fue sancionada la Constitución Argentina.
Si la razón para elegir el 24 de marzo es por el terrorismo de estado, tampoco es la fecha correcta porque el mismo empieza bajo el gobierno de Juan Domingo Perón con la Triple A que, luego del asesinato de Rucci, sale a cazar a los terroristas de izquierda que el mismo Perón había primero alentado desde Puerta de Hierro y luego perseguido cuando llegó a la Argentina. Para eso lo manda al brujo López Rega que, desde el entonces ministerio de Bienestar Social y con fondos de ese ministerio, había armado la persecución al margen de la ley.
Es más, hay serias sospechas de que el grupo terrorista que asesinó a Rucci recibió apoyo del gobierno provincia de Buenos Aires de ese momento. En ese caso se trataría, de acuerdo a la teoría de la Corte Suprema de Justicia, de terrorismo de estado.
El corte que se hace con el 24 de marzo de 1976 es solo por conveniencia de la dirigencia política, dado que si por el tema terrorismo de estado fueran más hacia atrás, encontraría que el peronismo estuvo muy comprometido en esas prácticas en los 70.
El desenlace sangriento que se produjo en los 70 tuvo que ver, primero, con el intento de tomar el poder por las armas que llevaron adelante los grupos terroristas. En casi toda América Latina, grupos entrenados, financiados e impulsados por la ex Unión Soviética y Cuba querían hacer revoluciones al estilo Vietnam tomando el poder por la fuerza. Los grupos terroristas tenían previsto fusilar a unas 500.000 personas en Argentina si tomaban el poder. Es decir, un esquema similar al que utilizó Fidel Castro cuando tomó el poder en Cuba. Castro había dividido la isla en varias zonas y sus lugartenientes, que estaban al mando de cada zona, recibieron la orden de fusilar a miles de personas que podían ser contrarías al régimen que Castro quería instalar. En su libro Cómo Llegó la Noche, Huber Matos, uno de los lugartenientes de Fidel Castro, que luego el dictador lo mantuvo preso por 30 años, cuenta esta parte de la historia en que él mismo hizo fusilar a posibles opositores. Cabe recordar que Huber Matos estuvo preso 30 años por oponerse al proyecto dictatorial de Fidel Castro. Camilo Cienfuegos murió misteriosamente y al Che Guevara, el otro lugarteniente, Fidel se lo sacó de encima y terminó muriendo en Bolivia.
El modelo de Montoneros, el ERP y demás grupos terroristas era el de Cuba. Establecer una dictadura comunista. Ellos decían que luchaban contra el imperialismo yankee, las multinacionales, la oligarquía y demás expresiones típicas de la propaganda de izquierda, pero en rigor querían tomar el poder por las armas. Y ese intento lo llevaron adelante durante el tercer gobierno constitucional de Juan Domingo Perón y muerto éste lo continuaron bajo el gobierno de Isabel Perón que había sido electa vicepresidente bajo la fórmula Perón-Perón. Es decir, las acciones terroristas fueron para derrocar un gobierno constitucional, no al gobierno militar de Videla. Deliberadamente se miente porque de difundirse la verdad se vería que los que se levantaron contra el orden constitucional fueron los terroristas. No las Fuerzas Armadas. Es más, es durante el gobierno constitucional de Perón-Perón que se produce la mayor cantidad de atentados con bombas, asesinatos y secuestros. Todos estos actos no fueron solo contra policías y militares, fueron en gran cantidad contra civiles, mujeres y niños.
Muerto Perón, Isabel Perón, una mujer que no estaba capacitada para ejercer la presidencia, pierde el control político a manos de López Rega que, en las sombras, era uno de los que decidía. La recesión era muy fuerte, la inflación se encaminaba a la hiperinflacicón y la violencia de los terroristas se hacía sentir todos los días.
A tal punto llegó el crecimiento del terrorismo que el ERP pasó a controlar una parte de la provincia de Tucumán, estableciendo un gobierno paralelo al constitucional. Es entonces cuando Isabel Perón le ordena al Ejército llevar a cabo el Operativo Independencia, es decir, retomar el control de la provincia de Tucumán.
El golpe llega por varias razones. En primer lugar, porque el peronismo se niega a hacerle juicio político a Isabel Perón e Italo Argentino Luder se niega a enjuiciarla y asumir la presidencia.
En segundo lugar porque la mayoría de la dirigencia política argentina no quería hacerse cargo de la crisis económica y política y apoyó que las Fuerzas Armadas tomaran el poder. El único que se opuso al golpe del 24 de marzo de 1976 fue Álvaro Alsogaray2.
Así como los actuales políticos van cambiando de bando de acuerdo a las conveniencias del momento, lo mismo ocurrió con el golpe del 76. Gran parte de la dirigencia política apoyó el golpe y hasta lo pidió y luego cambió de bando y denunció la ruptura del orden constitucional y la violación de los derechos humanos. Es más, equivocada o no, la inmensa mayoría de la población fue indiferente al golpe y en no pocos casos la gente lo vio como un alivio frente al caos que vivía el país.
En síntesis, con estas líneas no pretendo justificar el golpe del 24 de marzo de 1976 personalmente creo que fue un grueso error como bien lo anticipó Álvaro Alsogaray. Simplemente trato de explicarlo en el contexto de ese momento. Es decir, no ocurrió porque ese día se levantaron de malhumor 10 generales y empezaron a los tiros como pretenden vender falsos historiadores y periodistas de poca monta.
Ocurrió porque buena parte de la dirigencia política veía como idealistas a los terroristas. El mismo Perón los estimuló a usar la violencia y luego, cuando él llegó al gobierno, al no poder controlarlos, utilizó los resortes del estado para perseguirlos. Los terroristas creyeron que podían dominar a Perón y Perón usó a la Triple A para perseguirlos luego del asesinato de Rucci.
En definitiva, el golpe del 76 no fue por generación espontánea aislado de los hechos anteriores. Hay toda una secuencia que condujo a ese día, pero lo más importante es que, en todo caso, el terrorismo de estado comienza con Perón siendo presidente al tiempo que los grupos terroristas también hacían terrorismo de estado porque eran apoyados por los aparatos estatales de Cuba, Libia y la ex Unión Soviética1 para perseguir y aniquilar sistemáticamente a ciertos sectores de la sociedad.
Si en serio queremos un nunca más, es hora que contemos toda la historia de esos años para entender qué ocurrió y por qué ocurrió. No hacerlo es ser cómplice de la violencia del otro lado.
Prensa Republicana
miércoles, 24 de agosto de 2016
PGM: Batallón de la muerte de mujeres
Batallón de mujeres
María Bochkariova y Emmeline Pankhurst en formación frente a uno de los Batallones de la muerte de mujeres.
El Batallón de mujeres o Batallón de la muerte de mujeres (en ruso, Женские батальоны смерти) fueron una serie de unidades militares compuestas exclusivamente por mujeres y que se crearon por orden del Gobierno Provisional Ruso tras la Revolución de Febrero de 1917. La formación de este batallón fue un último esfuerzo para alentar a los desmoralizados soldados que luchaban en las batallas de la Primera Guerra Mundial.
La creación de estas unidades tuvo como principal motivo un efecto propagandístico pues las autoridades pensaban que el ejemplo de estas mujeres revitalizaría a las cansadas tropas y esperaban también que la presencia de mujeres en combate avergonzaría a los soldados más melindrosos y los inspiraría para reanudar la lucha.1
Cerca de una quincena de unidades, ninguna más grande que un batallón, fueron reclutadas durante los meses de junio a agosto de 1917 entre las mujeres que se ofrecieron voluntarias para prestar servicio en primera línea.2 Entre las formaciones creadas destacan:
1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.
1.er Batallón de mujeres de Petrogrado.
2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú.
3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban.
Incluso hubo una unidad naval femenina creada en Oranienbaum, el 1.er Destacamento naval de mujeres, el cual estaba integrado dentro de la Infantería de Marina.
Se estima que unas 5.000 mujeres servían en estos batallones a finales de 1917 pero solo el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas y el Batallón Perm fueron enviados al frente.3
M.Bochkariova(Yashka), creadora de los Batallones de mujeres.
En mayo de 1917,María Bochkariova, una campesina que había servido en el Ejército Ruso desde noviembre de 1914 y que fue ascendida a suboficial, hizo una petición al gobierno para crear un batallón de mujeres soldados bajo sus órdenes.4 A finales de mayo Alexander Kerensky, ministro de guerra del Gobierno Ruso Provisional autorizó la formación en Petrogrado del 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.5 Esta primera unidad de combate formada exclusivamente por mujeres atrajo en un principio a unas 2.000 voluntarias con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años. Pero la estricta disciplina impuesta por Bochkariova y su negativa a que se formaran Comités de soldados, redujo drásticamente el número de alistadas hasta sólo 300.6 7
Enviadas al frente contra los alemanes durante la Ofensiva de Kérenski fueron asignadas al 525 Regimiento Kiuruk-Darinski y emplazadas en una trinchera cerca de Smorgon. Cuando se dio la orden de avanzar, los desmoralizados y cansados batallones masculinos vacilaron. Sin embargo, las mujeres decidieron ir hacia delante con ellos o sin ellos y consiguieron traspasar hasta tres trincheras dentro de terreno alemán. No obstante, los relevos nunca llegaron y se vieron forzadas a retirarse perdiendo todo el terreno ganado en la ofensiva..8 En el informe posterior, el comandante del regimiento alabó la iniciativa y valor del Batallón de mujeres.9
El 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas a las órdenes de Bochkariova se mantuvo en el frente después de la Revolución pero no tardó en disolverse debido a la creciente hostilidad por parte de los soldados masculinos resentidos por las veces que las mujeres impedían las retiradas.10
Mujeres pertenecientes a la 2ºDivisión frente al Palacio de Invierno
Miembros del Batallón de mujeres en el verano de 1917.
La formación del primer batallón femenino creado por Bochkariova llevó a otras muchas mujeres de toda Rusia a solicitar al gobierno su inclusión en las Fuerzas Armadas. El Ministerio de la Guerra se vio inundado con innumerables cartas y peticiones, tanto individuales como de grupos de mujeres, que pedían la oportunidad de servir a su nación en el frente. En junio el ministro Kerensky aprobó la creación de una unidad de combate adicional en Petrogrado, el 1.er Batallón de mujeres de Petrogrado, con un núcleo principal que lo componían entre 1.100 y 1.400 mujeres y dos destacamentos de comunicaciones formados por 100 mujeres cada uno. Sus entrenamientos no sólo consistían en instrucción, prácticas de tiro y maniobras nocturnas, sino que además se daban clases a aquellas que no supieran leer y escribir.11
El 25 de octubre de 1917, al batallón se le ordenó que acudiera a la Plaza del Palacio para pasar revista antes de ser enviadas al frente. Sin embargo, tras el desfile, al batallón se le ordenó defender al Gobierno Provisional Ruso en el Palacio de Invierno pero la oficial al mando se negó.12 Incluso, una sub-división de la segunda compañía, 137 soldados, fueron desplegados para vigilar unos camiones de combustible cercano pero no tardaron en encontrarse defendiendo el Palacio contra las unidades de cosacos y cadetes. Pronto se vieron ampliamente superadas en número por las fuerzas pro-Bolcheviques y finalmente se rindieron. Después de su captura corrieron rumores por la ciudad de violaciones en masa sin embargo, entre las posteriores declaraciones de las mujeres sólo se constataron tres casos de violación pero muchas quejas de abusos verbales, violencia psicológica y amenazas de violencia sexual.13 14 15 La esposa del embajador británico en Rusia pidió al agregado militar adjunto en Petrogrado, General Alfred Knox, que interviniera para lograr la liberación de las mujeres lo que se consiguió el 26 de octubre.16 La mayoría de ellas volvieron a su campamento en las afueras de la ciudad y fueron rearmadas.
Un cuarto batallón de combate se formó en Ekaterinodar, el 3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban, creado a partir de una unidad para-militar existente.19 Este batallón tuvo numerosos problemas de organización y suministro.20
Principales oficiales del 1.erBatallón de la muerte de mujeres rusas. María Bochkariova se sienta en el extremo izquierdo.Verano de 1917.
La ampliación de los permisos no puso fin a la creación de organizaciones para-militares femeninas y el gobierno se vio imposibilitado para controlar estas formaciones que hasta las propias mujeres oficiales se veían incapaces de manejar. En cualquier caso, nunca existió un consenso claro en la administración militar sobre el posible potencial de estas unidades y esto, junto a las severas restricciones que sufría el país, significó que el Ejército pusiera un escaso entusiasmo en el proyecto. De este modo, las unidades de mujeres recibieron poca atención y una asistencia deficiente por parte de la administración.
Gran cantidad autoridades militares rusas esperaban ver a las mujeres comportarse valientemente en la batalla lo que tendría un efecto positivo entre los soldados masculinos y a pesar de que las mujeres actuaron con arrojo en combate y no sufrieron excesivas bajas, esto no bastó para inspirar a las masas de cansados y desmoralizados combatientes rusos a reanudar la lucha. Después de que el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas fracasara en sus efectos moralizadores sobre las tropas, algunos miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a cuestionar la utilidad de estas unidades femeninas. Así el gobierno se encontró en serias dificultades para seguir justificando el desvío de valiosos recursos bélicos hacia un proyecto de dudosa eficacia y a fue partir de agosto de 1917 cuando creció la inclinación por parte de las autoridades militares de discontinuar la formación de mujeres para propósitos de combate.21 Ante la retirada del apoyo oficial, el 2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú, comenzó su disolución en septiembre pero no fue impedimento para que 500 mujeres solicitaran su traslado al frente y sus solicitudes se acabaran aceptando sin el conocimiento del Estado Mayor.22
Ante la decisión de qué destino dar a las unidades de mujeres, los militares primero decidieron integrarlas dentro de tareas auxiliares, lejos del frente, tales como vigilancia de ferrocarriles, pero esta propuesta chocó frontalmente con los hombres que estaban desempeñando estas funciones por temor a que fueran ellos a los que enviaran al frente.23 De este modo, el 30 de noviembre de 1917, el nuevo gobierno bolchevique ordenó oficialmente la disolución total de cualquier formación militar femenina. De todos modos, algunas mujeres del batallón de Petrogrado y del batallón de Kuban permanecieron ligadas a sus campamentos hasta 1918. Algunas de las mujeres que sirvieron en estas unidades terminaron luchando para ambos bandos en la Guerra Civil Rusa.24
María Bochkariova y Emmeline Pankhurst en formación frente a uno de los Batallones de la muerte de mujeres.
El Batallón de mujeres o Batallón de la muerte de mujeres (en ruso, Женские батальоны смерти) fueron una serie de unidades militares compuestas exclusivamente por mujeres y que se crearon por orden del Gobierno Provisional Ruso tras la Revolución de Febrero de 1917. La formación de este batallón fue un último esfuerzo para alentar a los desmoralizados soldados que luchaban en las batallas de la Primera Guerra Mundial.
La creación de estas unidades tuvo como principal motivo un efecto propagandístico pues las autoridades pensaban que el ejemplo de estas mujeres revitalizaría a las cansadas tropas y esperaban también que la presencia de mujeres en combate avergonzaría a los soldados más melindrosos y los inspiraría para reanudar la lucha.1
Cerca de una quincena de unidades, ninguna más grande que un batallón, fueron reclutadas durante los meses de junio a agosto de 1917 entre las mujeres que se ofrecieron voluntarias para prestar servicio en primera línea.2 Entre las formaciones creadas destacan:
1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.
1.er Batallón de mujeres de Petrogrado.
2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú.
3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban.
Incluso hubo una unidad naval femenina creada en Oranienbaum, el 1.er Destacamento naval de mujeres, el cual estaba integrado dentro de la Infantería de Marina.
Se estima que unas 5.000 mujeres servían en estos batallones a finales de 1917 pero solo el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas y el Batallón Perm fueron enviados al frente.3
Unidades destacadas
1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas
M.Bochkariova(Yashka), creadora de los Batallones de mujeres.
En mayo de 1917,María Bochkariova, una campesina que había servido en el Ejército Ruso desde noviembre de 1914 y que fue ascendida a suboficial, hizo una petición al gobierno para crear un batallón de mujeres soldados bajo sus órdenes.4 A finales de mayo Alexander Kerensky, ministro de guerra del Gobierno Ruso Provisional autorizó la formación en Petrogrado del 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas.5 Esta primera unidad de combate formada exclusivamente por mujeres atrajo en un principio a unas 2.000 voluntarias con edades comprendidas entre los 18 y los 40 años. Pero la estricta disciplina impuesta por Bochkariova y su negativa a que se formaran Comités de soldados, redujo drásticamente el número de alistadas hasta sólo 300.6 7
Enviadas al frente contra los alemanes durante la Ofensiva de Kérenski fueron asignadas al 525 Regimiento Kiuruk-Darinski y emplazadas en una trinchera cerca de Smorgon. Cuando se dio la orden de avanzar, los desmoralizados y cansados batallones masculinos vacilaron. Sin embargo, las mujeres decidieron ir hacia delante con ellos o sin ellos y consiguieron traspasar hasta tres trincheras dentro de terreno alemán. No obstante, los relevos nunca llegaron y se vieron forzadas a retirarse perdiendo todo el terreno ganado en la ofensiva..8 En el informe posterior, el comandante del regimiento alabó la iniciativa y valor del Batallón de mujeres.9
El 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas a las órdenes de Bochkariova se mantuvo en el frente después de la Revolución pero no tardó en disolverse debido a la creciente hostilidad por parte de los soldados masculinos resentidos por las veces que las mujeres impedían las retiradas.10
1.er Batallón de mujeres de Petrogrado
Mujeres pertenecientes a la 2ºDivisión frente al Palacio de Invierno
Miembros del Batallón de mujeres en el verano de 1917.
La formación del primer batallón femenino creado por Bochkariova llevó a otras muchas mujeres de toda Rusia a solicitar al gobierno su inclusión en las Fuerzas Armadas. El Ministerio de la Guerra se vio inundado con innumerables cartas y peticiones, tanto individuales como de grupos de mujeres, que pedían la oportunidad de servir a su nación en el frente. En junio el ministro Kerensky aprobó la creación de una unidad de combate adicional en Petrogrado, el 1.er Batallón de mujeres de Petrogrado, con un núcleo principal que lo componían entre 1.100 y 1.400 mujeres y dos destacamentos de comunicaciones formados por 100 mujeres cada uno. Sus entrenamientos no sólo consistían en instrucción, prácticas de tiro y maniobras nocturnas, sino que además se daban clases a aquellas que no supieran leer y escribir.11
El 25 de octubre de 1917, al batallón se le ordenó que acudiera a la Plaza del Palacio para pasar revista antes de ser enviadas al frente. Sin embargo, tras el desfile, al batallón se le ordenó defender al Gobierno Provisional Ruso en el Palacio de Invierno pero la oficial al mando se negó.12 Incluso, una sub-división de la segunda compañía, 137 soldados, fueron desplegados para vigilar unos camiones de combustible cercano pero no tardaron en encontrarse defendiendo el Palacio contra las unidades de cosacos y cadetes. Pronto se vieron ampliamente superadas en número por las fuerzas pro-Bolcheviques y finalmente se rindieron. Después de su captura corrieron rumores por la ciudad de violaciones en masa sin embargo, entre las posteriores declaraciones de las mujeres sólo se constataron tres casos de violación pero muchas quejas de abusos verbales, violencia psicológica y amenazas de violencia sexual.13 14 15 La esposa del embajador británico en Rusia pidió al agregado militar adjunto en Petrogrado, General Alfred Knox, que interviniera para lograr la liberación de las mujeres lo que se consiguió el 26 de octubre.16 La mayoría de ellas volvieron a su campamento en las afueras de la ciudad y fueron rearmadas.
2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú
El 2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú, formado también con dos destacamentos separados de comunicaciones, se creó en Moscú en junio de 1917 y a finales de verano el batallón lo integraban unas 1.000 mujeres.17 Finalmemte, ante la falta de apoyo por parte de las autoridades, el batallón decidió su disolución. A pesar de ello, 500 mujeres solicitaron su traslado al frente y sus solicitudes aceptadas sin el conocimiento del Estado Mayor.183.er Batallón de choque de mujeres de Kuban
La autorización desde le gobierno de la creación de unidades militares de mujeres animó a organizaciones privadas femeninas a formar sus propias unidades para-militares las cuales aparecieron en numerosas ciudades por toda Rusia. En un intento de satisfacer la demanda popular y tener a estas unidades bajo control, el Ministerio de Guerra amplió el permiso para la creación de formaciones militares.Un cuarto batallón de combate se formó en Ekaterinodar, el 3.er Batallón de choque de mujeres de Kuban, creado a partir de una unidad para-militar existente.19 Este batallón tuvo numerosos problemas de organización y suministro.20
Destino final de los batallones de mujeres
Principales oficiales del 1.erBatallón de la muerte de mujeres rusas. María Bochkariova se sienta en el extremo izquierdo.Verano de 1917.
La ampliación de los permisos no puso fin a la creación de organizaciones para-militares femeninas y el gobierno se vio imposibilitado para controlar estas formaciones que hasta las propias mujeres oficiales se veían incapaces de manejar. En cualquier caso, nunca existió un consenso claro en la administración militar sobre el posible potencial de estas unidades y esto, junto a las severas restricciones que sufría el país, significó que el Ejército pusiera un escaso entusiasmo en el proyecto. De este modo, las unidades de mujeres recibieron poca atención y una asistencia deficiente por parte de la administración.
Gran cantidad autoridades militares rusas esperaban ver a las mujeres comportarse valientemente en la batalla lo que tendría un efecto positivo entre los soldados masculinos y a pesar de que las mujeres actuaron con arrojo en combate y no sufrieron excesivas bajas, esto no bastó para inspirar a las masas de cansados y desmoralizados combatientes rusos a reanudar la lucha. Después de que el 1.er Batallón de la muerte de mujeres rusas fracasara en sus efectos moralizadores sobre las tropas, algunos miembros de las Fuerzas Armadas comenzaron a cuestionar la utilidad de estas unidades femeninas. Así el gobierno se encontró en serias dificultades para seguir justificando el desvío de valiosos recursos bélicos hacia un proyecto de dudosa eficacia y a fue partir de agosto de 1917 cuando creció la inclinación por parte de las autoridades militares de discontinuar la formación de mujeres para propósitos de combate.21 Ante la retirada del apoyo oficial, el 2.º Batallón de la muerte de mujeres de Moscú, comenzó su disolución en septiembre pero no fue impedimento para que 500 mujeres solicitaran su traslado al frente y sus solicitudes se acabaran aceptando sin el conocimiento del Estado Mayor.22
Ante la decisión de qué destino dar a las unidades de mujeres, los militares primero decidieron integrarlas dentro de tareas auxiliares, lejos del frente, tales como vigilancia de ferrocarriles, pero esta propuesta chocó frontalmente con los hombres que estaban desempeñando estas funciones por temor a que fueran ellos a los que enviaran al frente.23 De este modo, el 30 de noviembre de 1917, el nuevo gobierno bolchevique ordenó oficialmente la disolución total de cualquier formación militar femenina. De todos modos, algunas mujeres del batallón de Petrogrado y del batallón de Kuban permanecieron ligadas a sus campamentos hasta 1918. Algunas de las mujeres que sirvieron en estas unidades terminaron luchando para ambos bandos en la Guerra Civil Rusa.24
Referencias
Esta obra deriva de la traducción de Women's Battalion de Wikipedia en inglés, concretamente de esta versión, publicada por sus editores bajo la Licencia de documentación libre de GNU y la Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported.Notas
- Stockdale 2004, p. 91.
- Stoff 2006, p. 61
- Stites 1978, p. 299.
- McDermid and Hillyar 1999, p. 179.
- Stoff 2006, p. 76.
- McDermid and Hillyar 1999, p. 180.
- Stites 1978, p. 296.
- Stockdale 2004, p. 107.
- Stoff 2006, pp. 109-11.
- Stockdale 2004, p. 107-8.
- Stockdale 2004, pp. 97 & 99.
- Stites 1978, p. 300.
- Stoff 2006, p. 160.
- Stites 1978, p. 300.
- Reed 1919, Appendix to Chapter IV.
- Stoff 2006, p. 158.
- Stockdale 2004, p. 95.
- Stoff 2000, p. 79.
- Stoff 2006, pp. 131-2.
- Stoff 2000, p. 79.
- Stoff 2000, p. 78.
- Stoff 2000, p. 79.
- Stoff 2000, p. 78.
- Stoff 2006, p. 211.
Bibliografía
- McDermid, Jane; Hillyar, Anna (1999). Midwives of the Revolution: Female Bolsheviks and Women Workers in 1917. Athens: Ohio University Press. ISBN 0821412892.
- Reed, John (1919). Ten Days that Shook the World. OCLC 774914815.
- Stites, Richard (1978). The Women's Liberation Movement in Russia: Feminism, Nihilism, and Bolshevism 1860-1930. Princeton University Press. ISBN 0691052549.
- Stockdale, Melissa K. (February 2004). «'My Death for the Motherland is Happiness': Women, Patriotism, and Soldiering in Russia's Great War, 1914-1917». American Historical Review 109 (1): 78-116. doi:10.1086/530152.
- Stoff, Laurie (2000). «They Fought for Russia: Female Soldiers of the First World War». En De Groot, Gerard J; Peniston-Bird, C M. A Soldier and a Woman: Sexual Integration in the Military. Women and Men in History. Pearson Education. ISBN 0582414393.
- Stoff, Laurie (2006). They Fought for the Motherland: Russia's Women Soldiers in World War I and the Revolution. Lawrence: University Press of Kansas. ISBN 978-0-7006-1485-1.
- Beatty, Bessie (1919). The Red Heart of Russia. OCLC 4511787.
- Botchkareva, Maria; Levine, Isaac Don (1919). Yashka: My Life as Peasant, Officer, and Exile. OCLC 10863509.
- Griese, Ann Eliot; Stites, Richard (1982). «Russia: Revolution and War». En Goldman, Nancy Loring. Female Soldiers: Combatants or Noncombatants? Historical and Contemporary Perspectives. Contributions in Women's Studies. Greenwood. ISBN 0313231176.
martes, 23 de agosto de 2016
PGM: Los Hellfighters Harlem
Los Hellfighters Harlem - La más famosa Unidad de Combate afroamericana de la Primera Guerra Mundial
War History Online
En la Primera Guerra Mundial, casi 380.000 afroamericanos sirvieron en el Ejército de EE.UU.. soldados afro-americanos sirven principalmente en la División 92ª y 93ª. Si bien no hubo una política oficial de segregación se indica en el proyecto, los voluntarios se les dijo afroamericanos arrancar una de las esquinas de sus documentos de identidad militares para que pudieran ser identificados y separados de sus contrapartes blancos. Estas unidades todo-negro sirve en su mayoría bajo oficiales blancos y fueron asignados a los roles no son de combate, como la excavación de zanjas, construcción de carreteras, y el suministro de las líneas del frente. A lo largo del curso de la guerra, sólo uno de cada diez afroamericanos en el ejército EE.UU. servido en un papel de combate. El 369o regimiento de infantería de la División 93ª, apodado el Harlem Hellfighters, fue una de las excepciones.
El 369o regimiento de infantería fue enviado originalmente a Francia en diciembre de 1917. Se suponía que debían permanecer en las líneas laterales, pero su suerte cambió cuando el general John Pershing les asigna a la 16ª división del Ejército francés. El ejército francés, a diferencia de los norteamericanos, estaban dispuestos a aceptar cualquier soldado dispuesto a luchar, sin importar la raza. En marzo de 1918, el regimiento comenzó a entrenar bajo mando francés. Aunque se esperaba que la asignación de estos soldados para ser temporal, pero los miembros de la 369a nunca más sirvió bajo el mando estadounidense durante la guerra, y para el verano que estaban luchando en el Champagne-Marne y Aisne defensiva-Marne ofensivo.
Conocido por su terquedad y la negativa a ceder una pulgada de terreno, la 369a pronto se convirtió en una de las unidades aliadas más temidos. Se les dio el apodo de "Harlem Hellfighters" por los alemanes, y ya que más del 70 por ciento de la unidad llamada Harlem "casa", el nombre se quedó. Sus aliados franceses les dieron otro apodo: Hombres de Bronce. El Harlem Hellfighters gastaría 191 días consecutivos a cabo en la primera línea, más que cualquier otro regimiento estadounidense durante la guerra.
Durante la Meuse-Argonne ofensivo, que comenzó el 26 de septiembre de 1918, el Harlem Hellfighters capturó la ciudad de Ripont y empujó hacia adelante un kilómetro al día siguiente. A finales del mes, que habían avanzado hasta una posición crítica cerca Séchault, la captura de un cruce de ferrocarril clave. Estos avances le cuestan al regimiento de 851 hombres, muertos o heridos en cuestión de días. En reconocimiento a su valentía, 171 oficiales y hombres recibieron medallas por su valor, mientras que todo el regimiento recibió la Cruz de Guerra, del Gobierno francés.
Del campo de batalla, el Harlem Hellfighters entretuvo a sus compañeros de armas europeas con música de jazz y ragtime estadounidense. La 369a infantería Jazz Band, también conocido como los luchadores del infierno, fue dirigido por James Reese Europe.
Al final de la Gran Guerra, la banda de jazz Hellfighters llevaría a cabo durante más de un millón de personas, mientras marchaban por la Quinta Avenida en Nueva York durante el desfile de la victoria. Después de la guerra, la gente dio la bienvenida a estos soldados valientes casa.
A pesar de esto, no había cambiado mucho en la vida del día a día de estos héroes de guerra. La terrible 'Red de Verano' de 1919 vio la erupción de disturbios contra los negros en veintiséis ciudades diferentes, y el linchamiento de afroamericanos estaban en aumento. Al menos diez de los setenta y siete víctimas de linchamiento eran veteranos de guerra y algunos incluso fueron linchados mientras que en uniforme. Se necesitaría otra guerra, así como décadas de los movimientos de derechos civiles, antes de que se consiga la igualdad. El ejército de EE.UU. permaneció segregado hasta 1948, y no fue sino hasta hace muy poco tiempo que parte de la desigualdad de su destinatario, y remedian en parte.
En 2014, se aprobó una ley en el Congreso para allanar el camino para el sargento. Henry Johnson, que sirvió en el regimiento 369a, para recibir la Medalla de Honor por sus acciones durante la Primera Guerra Mundial Debido al racismo en las fuerzas armadas, muchos afroamericanos no se concedieron el honor por sus servicios en la Gran Guerra.
En cuanto a los soldados que cayeron en la batalla, un total de 169 vino del 369o regimiento de infantería, que están enterrados en cementerios ABMC. La mayoría están en Meuse-Argonne, pero se puso a algunos soldados a descansar en Aisne-Marne, Oise-Aisne, St. Mihiel y Suresnes. Todos los sitios AMBC están integrados a la carrera y rango tenido ninguna influencia en su lugar de descanso final de un soldado muerto.
War History Online
En la Primera Guerra Mundial, casi 380.000 afroamericanos sirvieron en el Ejército de EE.UU.. soldados afro-americanos sirven principalmente en la División 92ª y 93ª. Si bien no hubo una política oficial de segregación se indica en el proyecto, los voluntarios se les dijo afroamericanos arrancar una de las esquinas de sus documentos de identidad militares para que pudieran ser identificados y separados de sus contrapartes blancos. Estas unidades todo-negro sirve en su mayoría bajo oficiales blancos y fueron asignados a los roles no son de combate, como la excavación de zanjas, construcción de carreteras, y el suministro de las líneas del frente. A lo largo del curso de la guerra, sólo uno de cada diez afroamericanos en el ejército EE.UU. servido en un papel de combate. El 369o regimiento de infantería de la División 93ª, apodado el Harlem Hellfighters, fue una de las excepciones.
El 369o regimiento de infantería fue enviado originalmente a Francia en diciembre de 1917. Se suponía que debían permanecer en las líneas laterales, pero su suerte cambió cuando el general John Pershing les asigna a la 16ª división del Ejército francés. El ejército francés, a diferencia de los norteamericanos, estaban dispuestos a aceptar cualquier soldado dispuesto a luchar, sin importar la raza. En marzo de 1918, el regimiento comenzó a entrenar bajo mando francés. Aunque se esperaba que la asignación de estos soldados para ser temporal, pero los miembros de la 369a nunca más sirvió bajo el mando estadounidense durante la guerra, y para el verano que estaban luchando en el Champagne-Marne y Aisne defensiva-Marne ofensivo.
Conocido por su terquedad y la negativa a ceder una pulgada de terreno, la 369a pronto se convirtió en una de las unidades aliadas más temidos. Se les dio el apodo de "Harlem Hellfighters" por los alemanes, y ya que más del 70 por ciento de la unidad llamada Harlem "casa", el nombre se quedó. Sus aliados franceses les dieron otro apodo: Hombres de Bronce. El Harlem Hellfighters gastaría 191 días consecutivos a cabo en la primera línea, más que cualquier otro regimiento estadounidense durante la guerra.
Durante la Meuse-Argonne ofensivo, que comenzó el 26 de septiembre de 1918, el Harlem Hellfighters capturó la ciudad de Ripont y empujó hacia adelante un kilómetro al día siguiente. A finales del mes, que habían avanzado hasta una posición crítica cerca Séchault, la captura de un cruce de ferrocarril clave. Estos avances le cuestan al regimiento de 851 hombres, muertos o heridos en cuestión de días. En reconocimiento a su valentía, 171 oficiales y hombres recibieron medallas por su valor, mientras que todo el regimiento recibió la Cruz de Guerra, del Gobierno francés.
Del campo de batalla, el Harlem Hellfighters entretuvo a sus compañeros de armas europeas con música de jazz y ragtime estadounidense. La 369a infantería Jazz Band, también conocido como los luchadores del infierno, fue dirigido por James Reese Europe.
Al final de la Gran Guerra, la banda de jazz Hellfighters llevaría a cabo durante más de un millón de personas, mientras marchaban por la Quinta Avenida en Nueva York durante el desfile de la victoria. Después de la guerra, la gente dio la bienvenida a estos soldados valientes casa.
A pesar de esto, no había cambiado mucho en la vida del día a día de estos héroes de guerra. La terrible 'Red de Verano' de 1919 vio la erupción de disturbios contra los negros en veintiséis ciudades diferentes, y el linchamiento de afroamericanos estaban en aumento. Al menos diez de los setenta y siete víctimas de linchamiento eran veteranos de guerra y algunos incluso fueron linchados mientras que en uniforme. Se necesitaría otra guerra, así como décadas de los movimientos de derechos civiles, antes de que se consiga la igualdad. El ejército de EE.UU. permaneció segregado hasta 1948, y no fue sino hasta hace muy poco tiempo que parte de la desigualdad de su destinatario, y remedian en parte.
En 2014, se aprobó una ley en el Congreso para allanar el camino para el sargento. Henry Johnson, que sirvió en el regimiento 369a, para recibir la Medalla de Honor por sus acciones durante la Primera Guerra Mundial Debido al racismo en las fuerzas armadas, muchos afroamericanos no se concedieron el honor por sus servicios en la Gran Guerra.
En cuanto a los soldados que cayeron en la batalla, un total de 169 vino del 369o regimiento de infantería, que están enterrados en cementerios ABMC. La mayoría están en Meuse-Argonne, pero se puso a algunos soldados a descansar en Aisne-Marne, Oise-Aisne, St. Mihiel y Suresnes. Todos los sitios AMBC están integrados a la carrera y rango tenido ninguna influencia en su lugar de descanso final de un soldado muerto.
lunes, 22 de agosto de 2016
Antiguo Egipto: La policía del Faraón
La curiosa policía del Antiguo Egipto
La policía no es una invento de la Modernidad, de hecho, en el Antiguo Egipto, los faraones la consideraban absolutamente necesaria para poder controlar los impuestos, las construcciones y los roces que se generaban durante las épocas de hambruna, cuando el Nilo no crecía lo suficiente como para regar los campos.
Esta fuerza de seguridad estaba dividida en secciones especializadas para cada una de las tareas a cumplir. Acompañaban a los encargados de realizar el “recuento del ganado”, es decir, la recaudación de impuestos, y tenían como objetivo rastrear la mercancía que los ciudadanos se negaban a entregar.
Además, realizaban tareas como cuidar las fronteras, acompañar a las embarcaciones, o incluso vigilar el comportamiento de los habitantes del poblado, para controlar que los mercados se mantengan en orden. Curiosamente, además de contar con el cuerpo especial “medjay”, encargado de su seguridad personal, existía el grupo “sasha”, que cuidaba el harén del Faraón.
History
La policía no es una invento de la Modernidad, de hecho, en el Antiguo Egipto, los faraones la consideraban absolutamente necesaria para poder controlar los impuestos, las construcciones y los roces que se generaban durante las épocas de hambruna, cuando el Nilo no crecía lo suficiente como para regar los campos.
Esta fuerza de seguridad estaba dividida en secciones especializadas para cada una de las tareas a cumplir. Acompañaban a los encargados de realizar el “recuento del ganado”, es decir, la recaudación de impuestos, y tenían como objetivo rastrear la mercancía que los ciudadanos se negaban a entregar.
Además, realizaban tareas como cuidar las fronteras, acompañar a las embarcaciones, o incluso vigilar el comportamiento de los habitantes del poblado, para controlar que los mercados se mantengan en orden. Curiosamente, además de contar con el cuerpo especial “medjay”, encargado de su seguridad personal, existía el grupo “sasha”, que cuidaba el harén del Faraón.
History
domingo, 21 de agosto de 2016
Indepedencia: María Remedios del Valle, la Madre de la Patria
“LA MADRE DE LA PATRIA”
Por: Federico Andahazi
Era mujer, en la época en que ser mujer era una condena. Era negra, cuando ser negra significaba ser esclava. Era pobre, cuando ser pobre era la moneda más frecuente entre los que no tenían una sola moneda ni para comer.
Fue soldado cuando ser soldado significaba dejar el cuerpo en el campo de batalla, aun cuando sobreviviera.
Fue sepultada por el olvido cuando en el panteón de los héroes no entraban las mujeres, ni los negros, ni los pobres, ni los soldados. Y ella fue todo eso junto.
Y a pesar de todo, Belgrano la declaró la madre de la Patria. Pero por la visto, esta patria todavía no puede aceptar que su madre sea negra y pobre.
Todos sabemos quién es el Padre de Patria; ni hace falta mencionarlo. ¿Pero es posible que la mayoría de este pueblo desconozca quién es la madre?
Se llamaba María Remedios del Valle y era parda. Parda, sí, aquella categoría aún vigente entre los que creen, insisto, todavía hoy, en que el color de la piel es una cuestión de casta. Algunos dicen que era afroargentina. Yo prefiero decir que era negra.
Tenía una mirada compasiva que podía volverse fiera como la de las hembras cuando ven peligrar la cría; los ojos tan negros que no se distinguía la pupila del iris, siempre estaban alerta.
Tenía la frente alta, orgullosa, rematada en un pelo mota que formaba un halo como el de las santas, pero no dorado al hoja, sino dibujado con carbonilla.
María Remedios nació en Santa María de los Buenos Aires un día incierto de 1766, ya que la historia ni siquiera tuvo el decoro de preservar la fecha exacta. Se propuso defender este suelo acaso para soñar con una patria que nunca tuvo. Combatió junto al Tercio de Andaluces, uno de los varios grupos de milicianos que expulsó a los ingleses durante las segundas invasiones.
Luego de la Revolución de Mayo, marchó al Alto Perú con el Ejército del Norte. Con su marido y sus dos hijos, uno de ellos adoptado, se incorporó al Regimiento de Artillería de la Patria. Volvió sola. En el campo de batalla quedó toda su familia. No sobrevivieron su esposo ni sus hijos. Ni siquiera los nombres para recordarlos como corresponde.
Lejos de rendirse ante el rigor de la existencia, ahora tenía tres motivos más para seguir luchando. Le suplicó a Manuel Belgrano que le permitiera participar en la batalla de Tucumán. Atado a la disciplina y a los reglamentos militares, Belgrano al principio se negó. Pero esa voz firme y esa mirada aguerrida se impuso y finalmente, desde la retaguardia, llegó al frente de batalla codo a codo con los soldados.
Fue un triunfo decisivo en la lucha por la Independencia. Belgrano pasa revista de la tropa en formación y al llegar a ella, se detiene, le tiende la mano y la nombra capitana de su ejército y Madre de la Patria.
La Negra Remedios Acompañó a Belgrano en la victoria pero, sobre todo, en la derrota.
Cuando fue derrotado en Vilcapugio, María de los Remedios del Valle combatió, recibió una bala y, herida, fue tomada prisionera. Apresada, ayudó a escapar a los jefes patriotas. No le salió gratis: durante nueve días recibió el azote público: la piel negra se tiñó con la sangre roja y le quedó ese estigma para siempre como un trofeo de guerra. Consiguió escapar y se unió a las tropas de Güemes.
Una anciana indigente, busca cobijo en la recova del Cabildo, un lugar de paseo terminada la guerra por la Independencia, ya en tiempos menos convulsionados.
La anciana extiende su palma blanca para recibir la limosna de los viandantes. Una palma blanca y vacía que contrasta con los ojos negros en los que no se distingue la pupila del iris.
Alguien se detiene y cree ver en esa vieja negra, pobre de toda pobreza a una antigua conocida. El hombre es el general Viamonte.: «¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!», exclama emocionado el ahora diputado.
La negra Remedios Del Valle, que mal podía esconder las cicatrices en el brazo, le cuenta cuántas veces había llamado a la puerta de su casa para saludarlo, pero el personal doméstico la había echado como a una pordiosera.
En estos días en los que tenemos que escuchar a otra señora, una que se dice perseguida y no sabe cómo justificar sus cuentas en dólares y en pesos, sus plazos fijos y sus cajas de seguridad, quiero recordar que esta patria ya tiene una madre
Una madre que enterró a su amor y a sus hijos en el campo de batalla, una madre que no tenía nada, que era negra, que era pobre y que tenía las palmas de las manos blancas como lo son las palmas de los negros: claras… Y sobre todo, vacías.
Por: Federico Andahazi
Era mujer, en la época en que ser mujer era una condena. Era negra, cuando ser negra significaba ser esclava. Era pobre, cuando ser pobre era la moneda más frecuente entre los que no tenían una sola moneda ni para comer.
Fue soldado cuando ser soldado significaba dejar el cuerpo en el campo de batalla, aun cuando sobreviviera.
Fue sepultada por el olvido cuando en el panteón de los héroes no entraban las mujeres, ni los negros, ni los pobres, ni los soldados. Y ella fue todo eso junto.
Y a pesar de todo, Belgrano la declaró la madre de la Patria. Pero por la visto, esta patria todavía no puede aceptar que su madre sea negra y pobre.
Todos sabemos quién es el Padre de Patria; ni hace falta mencionarlo. ¿Pero es posible que la mayoría de este pueblo desconozca quién es la madre?
Se llamaba María Remedios del Valle y era parda. Parda, sí, aquella categoría aún vigente entre los que creen, insisto, todavía hoy, en que el color de la piel es una cuestión de casta. Algunos dicen que era afroargentina. Yo prefiero decir que era negra.
Tenía una mirada compasiva que podía volverse fiera como la de las hembras cuando ven peligrar la cría; los ojos tan negros que no se distinguía la pupila del iris, siempre estaban alerta.
Tenía la frente alta, orgullosa, rematada en un pelo mota que formaba un halo como el de las santas, pero no dorado al hoja, sino dibujado con carbonilla.
María Remedios nació en Santa María de los Buenos Aires un día incierto de 1766, ya que la historia ni siquiera tuvo el decoro de preservar la fecha exacta. Se propuso defender este suelo acaso para soñar con una patria que nunca tuvo. Combatió junto al Tercio de Andaluces, uno de los varios grupos de milicianos que expulsó a los ingleses durante las segundas invasiones.
Luego de la Revolución de Mayo, marchó al Alto Perú con el Ejército del Norte. Con su marido y sus dos hijos, uno de ellos adoptado, se incorporó al Regimiento de Artillería de la Patria. Volvió sola. En el campo de batalla quedó toda su familia. No sobrevivieron su esposo ni sus hijos. Ni siquiera los nombres para recordarlos como corresponde.
Lejos de rendirse ante el rigor de la existencia, ahora tenía tres motivos más para seguir luchando. Le suplicó a Manuel Belgrano que le permitiera participar en la batalla de Tucumán. Atado a la disciplina y a los reglamentos militares, Belgrano al principio se negó. Pero esa voz firme y esa mirada aguerrida se impuso y finalmente, desde la retaguardia, llegó al frente de batalla codo a codo con los soldados.
Fue un triunfo decisivo en la lucha por la Independencia. Belgrano pasa revista de la tropa en formación y al llegar a ella, se detiene, le tiende la mano y la nombra capitana de su ejército y Madre de la Patria.
La Negra Remedios Acompañó a Belgrano en la victoria pero, sobre todo, en la derrota.
Cuando fue derrotado en Vilcapugio, María de los Remedios del Valle combatió, recibió una bala y, herida, fue tomada prisionera. Apresada, ayudó a escapar a los jefes patriotas. No le salió gratis: durante nueve días recibió el azote público: la piel negra se tiñó con la sangre roja y le quedó ese estigma para siempre como un trofeo de guerra. Consiguió escapar y se unió a las tropas de Güemes.
Una anciana indigente, busca cobijo en la recova del Cabildo, un lugar de paseo terminada la guerra por la Independencia, ya en tiempos menos convulsionados.
La anciana extiende su palma blanca para recibir la limosna de los viandantes. Una palma blanca y vacía que contrasta con los ojos negros en los que no se distingue la pupila del iris.
Alguien se detiene y cree ver en esa vieja negra, pobre de toda pobreza a una antigua conocida. El hombre es el general Viamonte.: «¡Usted es la Capitana, la que nos acompañó al Alto Perú, es una heroína!», exclama emocionado el ahora diputado.
La negra Remedios Del Valle, que mal podía esconder las cicatrices en el brazo, le cuenta cuántas veces había llamado a la puerta de su casa para saludarlo, pero el personal doméstico la había echado como a una pordiosera.
En estos días en los que tenemos que escuchar a otra señora, una que se dice perseguida y no sabe cómo justificar sus cuentas en dólares y en pesos, sus plazos fijos y sus cajas de seguridad, quiero recordar que esta patria ya tiene una madre
Una madre que enterró a su amor y a sus hijos en el campo de batalla, una madre que no tenía nada, que era negra, que era pobre y que tenía las palmas de las manos blancas como lo son las palmas de los negros: claras… Y sobre todo, vacías.
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