domingo, 4 de octubre de 2015

SGM: El lenguaje de amor en las cartas

El lenguaje secreto de amor y sexo de la Segunda Guerra Mundial
Ante la imposibilidad de mantener en secreto el texto de una carta, los soldados y sus parejas apelaban a códigos cifrados para enviarse mensajes personales

La Nación



Durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados y sus novias no podían escribirse libremente. Hasta eso era objeto de censura. Cientos de miles de parejas querían mantener la llama del amor ardiendo. ¿Cómo hacerlo cuando sabían que lo que escribiera sería leído primero por extraños?


Nadie se salvaba de la mirada fisgona del censor. En 1941 el gobierno británico lanzó un sistema conocido como "airgraph", que sirvió luego como modelo para el "correo de la victoria" estadounidense, ambos para el transporte de cartas entre civiles y tropas en el extranjero.

La misiva se escribía en un formulario postal preimpreso que servía de carta y sobre a la vez. Ésta era luego fotografiada y enviada en rollos de microfilm, para ser impresa al llegar a su destino.

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Muchas parejas no se sentían cómodas revelando sus sentimientos en un formato que sería leído por otros, de manera que buscaron otras maneras de expresar su amor...

¡Descubre los mensajes escondidos!


Ya en 1930, los amantes se enviaban cartas con las letras SWALK o BOLTOP escritas en el sobre. Estas siglas significaban Sealed with a loving kiss -Sellada con un amoroso beso- y Better on lips than on paper -Mejor en los labios que en el papel-.

Pero en la Segunda Guerra Mundial hubo una explosión de este tipo de pícaros acrónimos.

ITALY:I trust and love you (Confío en ti y te amo)

Confiar en sus enamoradas era un tema serio para algunos soldados británicos en 1942, pues miles de atractivos militares estadounidenses llegaron a Reino Unido a unirse a la lucha... jóvenes con salarios cinco veces más altos que los de sus homólogos británicos y muchos eran tanto generosos como encantadores.

Y tenían razón para preocuparse: para 1945 unas 70.000 británicas se fueron a EE.UU. con sus esposos estadounidenses.

EGYPT: Ever give you pleasant thoughts (Eternamente enviándote pensamientos placenteros)

La ola de bodas en los primeros años de la guerra fue seguida por largos períodos de separación para los recién casados.

Algunos maridos no se sentían seguros tras esos cortejos relámpago por lo que las revistas para mujeres aconsejaban a sus lectoras a contribuir con el esfuerzo bélico manteniéndose fieles a sus esposos que estaban en el frente.

NORWICH: (k)Niquers off ready when I come home (Abajo la bombacha que ya llego a casa)

A los guardianes de la decencia no les caían en gracia los mensajes atrevidos de los soldados ansiosos por tener relaciones sexuales.

La preocupación por la moralidad de las mujeres era un tema candente, a menudo enfocado en las uniformadas, especialmente aquellas que formaban parte del Servicio Territorial Auxiliar. Muchas vivían lejos de casa y de la supervisión de sus padres por primera vez.

BURMA: Be upstairs ready my angel (Espérame arriba lista mi ángel)

El incremento del índice de ilegitimidad de 4,4% de los nacimientos vivos en 1939 a 9,1% en 1945 disparó un pánico moral. Tener un bebé sin estar casada todavía era inaceptable socialmente.

Pero a menudo las mujeres no se podían casar antes de dar a luz pues sus parejas estaban lejos, luchando. Esa quizás era también la razón por la que el número de nacimientos durante los primeros ocho meses de matrimonio se redujo durante el mismo período.

VENICE: Very excited now I caress everywhere (Muy excitado con caricias por todas partes)

Con el 52% de la población masculina de entre 19 y 40 años de edad en uniforme, la guerra ofrecía oportunidades sin precedente para encuentros sexuales. Eso tuvo un fuerte impacto en la propagación de enfermedades de transmisión sexual (ETS).

Entre 1939 y 1941 se estima que los casos aumentaron un 70% entre los hombres que estaban en el ejército y 50% entre los civiles. En 1942 el gobierno británico lanzó una campaña de publicidad alertando sobre los peligros de las ETS.

OOLAAKOEW: Oceans of love and a kiss on every wave (Océanos de amor y un beso en cada ola)

Las cartas escritas por los soldados, marineros y pilotos eran censuradas por sus oficiales, sin embargo los acrónimos conocidos generalmente eran aceptados.

En 1944, el usualmente estricto Almirantazgo emitió un edicto especial que les permitía a los hombres de la Marina Real usar un puñado de esos acrónimos, incluyendo el náutico OOLAAKOEW que enviaban los marineros separados por el mar de sus seres queridos.


Foto:BBC

El lenguaje de las estampillas


La posición de los sellos postales había sido usada como un código para los amantes desde la época victoriana en Reino Unido. El ángulo de la estampilla y su lugar en el sobre tenía significados distintos.

Las posiciones en la foto:

  1. : al revés, en la esquina superior izquierda: te amo.
  2. : en diagonal en la esquina inferior izquierda: me gustas sólo como amigo
  3. : al revés, al medio del lateral izquierdo: estoy comprometida
  4. : acostada, en la esquina superior izquierda: te odio
  5. : derecha, al medio del lateral derecho: cariño, escríbeme
  6. : derecha, al medio del lateral izquierdo: tienes todo mi amor
  7. : al revés, en la esquina inferior derecha: Sí


Todavía más atrás


Los problemas de los amantes para enviarse mensajes secretos es tan viejo como la escritura misma. ¿Cómo han logrado superar los obstáculos?

En el antiguo Egipto: el pergamino era costoso, así que la gente pobre escribía poemas o mensajes en pedazos de cerámica rota, conocidos como ostracon.

En la Europa Medieval: los trovadores de la Francia del siglo XIII creaban canciones sobre amores cortesanos y pasiones prohibidas, y se las dedicaban a damas de clases sociales que estaban fuera de su alcance.

En el Londres victoriano: tanto hombres como mujeres podían expresarse usando o enviando distintas flores. Diccionarios especiales revelan, por ejemplo, que las vistosas flores del género Aster significaban amor; mientras que la albahaca era atribuida al odio.

sábado, 3 de octubre de 2015

Conquista de América: Chávez decide el futuro de la estatua de Colón en Buenos Aires

Colón
Lo que me inquieta y me pone a pensar en aquello de “argumente, Guerriero, justifique” es el error sobre el que se sostiene el edificio de la idea
LEILA GUERRIERO - El País



Argumente, Guerriero, justifique, me decía mi profesora de filosofía en el colegio. Años después, un editor uruguayo, Homero Alsina Thevenet, me decía: “Un solo error en un artículo echa una sombra de duda sobre todo lo demás”. Leí hace rato que quitaron el busto de Juan Carlos I del Ayuntamiento de Barcelona para “evidenciar las profundas convicciones republicanas” del Ejecutivo barcelonés. La presidenta de mi país dispuso hace poco el reemplazo de la estatua de Cristóbal Colón, que por más de noventa años estuvo detrás de la Casa de Gobierno, por una de Juana Azurduy. Al parecer, la idea surgió cuando, durante una visita a Buenos Aires, Hugo Chávez, entonces presidente de Venezuela, dijo al mirar por la ventana del despacho de la presidenta y ver la estatua: “¿Cómo tienen ahí a ese genocida?”. El destino de Colón quedó sellado y, aunque hubo protestas, la presidenta se mantuvo firme en su objetivo. Para justificarlo dijo entre otras cosas que la palabra “colonización” venía de Colón. Colonización viene del latín pero, en todo caso, cualquiera podría equivocarse. Lo que me inquieta y me pone a pensar en aquello de “argumente, Guerriero, justifique”, en aquello de “un solo error echa sombra sobre todo lo demás”, es lo que subyace: el error sobre el que se sostiene el edificio de la idea. Si esta convicción (“hay que quitar a Colón porque es genocida”) se sostiene en al menos un argumento equivocado (“colonización viene de Colón”), ¿será ese el único de todos los errores? ¿Colón era, entonces, genocida? ¿Y lo era él, pero no los que vinieron detrás —y todavía tienen sus estatuas—, ni los que arrasaron en nombre de su Dios y ahora piden sus disculpas, y hacia quienes corremos, tan embelesados, prestos a perdonar? Porque la catedral de Buenos Aires, como antes la estatua de Colón, también se ve clarito desde la Casa de Gobierno.

viernes, 2 de octubre de 2015

Conquista de América: Junípero Serra, el fundador de California y santo

La historia de Junípero Serra, el controvertido monje franciscano que el Papa canonizará hoy
Grupos indígenas manifestaron su rechazo a que el padre misionero del siglo XVIII, considerado el fundador del estado de California, sea convertido en santo hoy en una ceremonia encabezada por el Santo Padre en Washington



Una estatua de Junípero Serra, en Washington. Foto:AP

La Nación

LOS ANGELES.- Junípero Serra nació en la isla española de Mallorca, pero el padre misionero del siglo XVIII murió muy lejos de casa, en California, estado del que se le considera padre fundador y donde hoy sigue siendo una figura controvertida.

Su legado, más allá de la polémica, cambió la historia de Estados Unidos y lo llevó a convertirse en santo, en la primera canonización de la historia que tiene lugar en ese país, de la mano del papa Francisco, en español, hoy en Washington.

Serra fue un joven estudioso educado por los monjes franciscanos, a los que se unió con 16 años. Sobresalió en lo académico y a los 26 ya era un popular profesor de Filosofía.

Pero Serra soñaba con aventuras: con predicar el evangelio a gente que no había visto nunca y en una tierra que estaba apenas siendo explorada por los colonizadores europeos.

En el siglo XVIII, España había establecido su dominio sobre el vasto imperio de las Américas construyendo ciudades, caminos, puertos y rutas de comercio supervisadas por los virreyes coloniales.

El sistema de misiones avanzadas jugó un papel político importante al poner a los pueblos existentes de la región bajo dominio español y cristiano.

En 1749, a los 36 años, Serra pisó el Nuevo Mundo y ya no regresó nunca a España. Pasó ocho años en Ciudad de México, luego ocho entre los pueblos indígenas en las remotas montañas de Sierra Gorda. En 1767, la corona española expulsó a los misioneros jesuitas de la península de Baja California y los reemplazó por los franciscanos, liderados por Serra.

En California, Junípero Serra encontró su vocación, la fuente tanto de su legado como de la moderna controversia que lo rodea.

El español lideró una expansión histórica del imperio hacia el norte desde la Baja California destacándose como un administrador sobresaliente y un explorador intrépido.

Comenzó en 1769 con el establecimiento de la misión de San Diego, fundó otras ocho en la costa hacia el norte, hasta San Francisco, en los 15 años siguientes preparando así el terreno para la colonización de la región.

"California es mi vida", escribió una vez. "Y ahí espero morir". Y eso sucedió el 28 de agosto de 1784. Murió con 70 años en una cama en su misión de Carmel, en California, estado que ahora lo honra como padre fundador.

La controversia



Juníper Serra es considerado el fundador de California. Foto:Archivo

La canonización del "Apóstol de California", no obstante, ha generado tensiones con los indígenas estadunidenses, que consideran al misionero español uno de los grandes responsables de la desaparición de los pueblos originarios a través de sus prácticas evangelizadoras.

La agrupación Tribus Indígenas de California afirmó en un comunicado que las políticas de Serra "dieron paso a atrocidades contra nuestros ancestros" y que el religioso "no se merece el honor de la santidad".

El papa Francisco ya ofreció disculpas por los pecados y "crímenes" cometidos por la iglesia durante la época de la conquista y evangelización, en la que los pueblos originarios fueron diezmados.

Pero esa disculpa puede sonar "falsa" si viene seguida de la canonización de Serra, de acuerdo con Jace Weaver, director del Instituto de Estudios sobre Indígenas

Serra intervino en nombre de los indígenas con las autoridades coloniales y presentó un documento de derechos que fue aprobado y medió también por los líderes de una rebelión contra la misión de San Diego al pedir al virrey que les salvara la vida.

Pero, al mismo tiempo, fue un hombre de su tiempo que creía que los indígenas eran menos personas que los europeos y que era correcto golpearlos por desobediencia del mismo modo que los padres pegaban a los niños. A los indígenas que se convertían al catolicismo, muchas veces solo para tener acceso a alimento y vivienda, no se les permitía salir de las misiones y como castigos eran flagelados y encadenados.

Algunos creen que Serra tiene responsabilidad en las consecuencias del sistema de misiones: la aniquilación de la cultura y de las vidas indígenas bajo la colonización.

Las autoridades católicas han evitado las controversias y se han centrado en su fe y en su entusiasmo misionero. La canonización es "una afirmación de parte de la Iglesia católica de que un individuo está en el cielo", según la web que la Arquidiócesis de Los Angeles mantiene sobre Serra.

"Eso no significa que fuera un ser humano perfecto, sino que ejemplifica la bondad heroica y la virtud durante su vida", agrega.

El Vaticano insiste en que Serra defendió a los nativos de abusos típicos de la era colonial y lo ve como un modelo para la creciente población hispana en Estados Unidos, ya que le atribuye el haber traído el cristianismo al territorio occidental de ese país.

Agencias AP y DPA

jueves, 1 de octubre de 2015

Hitler: ¿Drogón?

Hitler, drogado
Investigación sobre nazismo.Un nuevo libro “Las drogas en el Tercer Reich”, afirma que él y otros jerarcas nazis abusaban de todo tipo de drogas y medicamentos.

 ¿Hilter drogado? Un nuevo libro sobre Führer dice que sí. / AP



Araceli Viceconte - Clarin

¿Vivía Hitler drogado? Un nuevo libro afirma que él y otros jerarcas nazis abusaban de todo tipo de drogas y medicamentos que los predisponían a la euforia y a los cambios repentinos de humor.

“Euforia total” (por la “guerra total” de los nazis) “Las drogas en el Tercer Reich” es el título de la nueva investigación sobre el nazismo, publicada hace unos días en Alemania y que ya se está traduciendo al inglés.

Su autor, Norman Ohler, trabajó durante cinco años en archivos de Alemania y Estados Unidos, buceando en el consumo de drogas entre los oficiales nazis y también en el ejército, un aspecto del nazismo que los principales biógrafos de Hitler como Ian Kershaw o Joachim Fest trataron solo como nota al margen.

Según Ohler, los asistentes de Hitler solían levantar de la cama a su médico personal Theo Morell en medio de la noche para comunicarle que el “Führer” se moría de dolor. Entonces el doctor iba rápidamente a aplicarle una inyección que, de acuerdo al nuevo libro, seguramente contenía un analgésico opioide llamado oxicodona. La misma droga le habría servido a Hitler para superar el dolor después del atentado en su contra cometido por el conde Claus von Stauffenberg el 20 de julio de 1944.

El autor Ohler juega con las palabras y titula “High Hitler” (por “Heil Hitler”) el capítulo en que describe que el “Führer” tomaba hasta 74 sustancias distintas por día para curar todo tipo de males. Aunque se sabía que las recetas del doctor Morell contenían de todo, la tesis de Ohler es que Hitler era toalmente dependiente de esos remedios y vivía como en una nebulosa. “Como un atleta que se dopa y no puede parar, no puede volver atrás”, describe el autor y periodista en una entrevista con la emisora Deutschlandradio.

Pero si estas drogas volvían a Hitler eufórico, sobre todo en los últimos años de la guerra, el autor del nuevo libro advierte que el efecto sólo implicaba fortalecer una voluntad que los nazis convencidos ya tenían de antes. Según Ohler, las drogas no jugaron un papel en la toma de decisiones como “la guerra total”, las invasiones, la locura racista y la persecución, explotación y muerte a los judíos.

El ejército nazi, la Wehrmacht, y las SS hitlerianas habrían usado algunas drogas como una especie de “arma mágica” para la guerra. Los soldados aumentaban su resistencia física con un remedio comercializado con el nombre de Pervitin, una metanfetamina que se vendía libremente en farmacias hasta 1941 y que se utilizaba para calmar el dolor en enfermedades crónicas.

En una entrevista con Deutschlandradio, Ohle menciona también las intervenciones de la marina alemana en el final de la guerra , unas misiones con submarinos y buques en las que los efectivos habrían resistido con un cóctel experimental de drogas conocido como D-IX. La mezcla de metanfetamina, cocaina y oxicodona había sido probada anteriormente en los prisioneros de campos de concentración.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Biografía: Patty Hearst, de millonaria a guerrillera

Patty Hearst, la millonaria a la que le lavaron el cerebro para convertir en guerrillera


Hace 40 años, el caso de la nieta del magnate periodístico William Randolph Hearst sacudió al mundo.
Guillermo dos Santos Coelho - Clarín

Mezcla de lavado de cerebro, empatía de la víctima con el victimario y un contexto de violencia política global, el caso de Patricia Hearst sacudió al mundo. La transformación de una joven millonaria en feroz guerrillera fue tan vertiginosa que instaló un debate nunca saldado del todo. Se cumplen 40 años de su detención y de la revelación al mundo del Síndrome de Estocolmo.

Patty Hearst tenía 19 años en febrero del 74, cuando una mujer tocó el timbre de la casa de su novio, Steven Weed, en Berkeley, California. Nieta del magnate periodístico William Randolph Hearst y heredera de su imperio, la joven estaba mirando la televisión y a punto de ir a dormir.




La mujer pidió el teléfono para hacer una llamada. La dejaron pasar y junto a ella entraron a la fuerza dos hombres armados con fusiles. Golpearon al novio de Patty hasta dejarlo inconsciente y se llevaron a la joven forcejeando hasta dejarle la ropa destrozada. Casi desnuda, fue tirada al baúl de un auto.

Un par de días después, salieron a la luz los autores del secuestro. Lo hicieron con grandilocuencia, con el "comunicado número 3 de la Unidad Regional Adulta del Ejército de Liberación Simbionesa, división La Muerte Negra".



El SLA, según su sigla en inglés, era una minúscula y estrafalaria guerrilla urbana que decía creer en la liberación global a partir de una revolución socialista en el Tercer Mundo. Mezcla de socialismo con new age, de guerrilla urbana con secta, practicaban el sexo libre, se especializaban en atentados con bombas y robos y su símbolo era una cobra de siete cabezas.

El Ejército de Liberación Simbionesa era una célula terrorista que por esa época decía estar operativa en cada gran ciudad de los Estados Unidos. Sin embargo, se reducía a una docena de estudiantes de San Francisco con una mezcla ideológica singular.

La hija de Randolph Hearst, dueño del San Francisco Examiner, era pieza de cambio para la liberación de dos miembros del grupo presos en San Quintín por haber asesinado con balas de cianuro a un educador negro, Marcus Foster, en noviembre del 73. Para no dejar dudas, la carta fue acompañada por una tarjeta de crédito de Patty.

Los secuestradores pidieron también la entrega de alimentos para barrios pobres de California. Primero dos millones de dólares, luego cuatro más. La Fundación Hearst se comprometió a cumplir con una parte y a terminar la entrega cuando Patty estuviera en libertad. Periódicamente, el grupo terrorista enviaba cintas magnetofónicas con la voz de la joven contando que se encontraba bien.

En esa rutina estaban cuando el caso dio un giro increíble.

Después de 60 días de misterio sobre el paradero de Patty, una foto cambió todo. Se trataba de una imagen de la joven empuñando un arma larga y apuntando con gesto adusto, con una bandera de la cobra de siete cabezas atrás. La imagen iba a acompañada por una cinta donde Patty no decía que estaba bien sino que criticaba con dureza a sus padres y a su novio. Y anunciaba, desafiante: "Yo elegí quedarme y pelear".



Después del asombro, llegó la duda en la opinión pública y los investigadores: ¿Había sido forzada? ¿Se había "convertido" voluntariamente y tan rápido? ¿Se trataba de un autosecuestro guionado previamente?

En abril, Patty vuelve a aparecer empuñando un fusil, pero ya no en pose para una foto sino para asaltar, junto a otros integrantes del SLA, un banco en San Francisco. Los "guerrilleros" se llevaron 100 mil dólares y testigos coincidieron en un dato: Patty se hacía llamar Tania, igual que Tamara Bunke, la guerrillera argentina que murió en Bolivia bajo las órdenes del Che.

El 18 de mayo, dos mujeres y un hombre trataron de asaltar una tienda en Los Angeles. Antes de huir, una mujer disparó una ráfaga de ametralladora. Era Patricia. Si bien no los capturaron, el rastro que dejaron permitió dar con una casa donde se refugiaban otros militantes de la secta.

En una redada, el FBI mató a seis integrantes, incluyendo al "Mariscal Cinque", fundador y líder. El conductor de un auto que Patricia y la pareja usaron para huir de la tienda declaró ante la Policía que Patty le dijo que no había planeado su secuestro, pero que había decidido plegarse a la guerrilla por la forma en que su padre había manejado el rescate.

Con 19 cargos encima, a esa altura la joven ya había sido declarada "enemigo público".

En las semanas siguientes a esos dos hechos, arreciaron las versiones. Primero vieron a Patty en Inglaterra. Luego, en Canadá. Aparecieron denuncias de personas que dijeron haberla encontrado en Perú, Cuba, México, Guatemala. Finalmente, también en Buenos Aires y en Montevideo.

En realidad, Patty nunca salió de los Estados Unidos. El 18 de septiembre de 1975, hace 40 años, la joven fue arrestada en San Francisco. La encontraron en un departamento que compartía con Wendy Yoshimura, una simpatizante del SLA. No opuso resistencia.

Mientras esperaba el juicio, a Hearst se le hicieron innumerables exámenes. Los psiquiatras comenzaron a hablar de "fragilidad emocional", notaron una abrupta reducción de su coeficiente intelectual, que había quedado por debajo de los 90 puntos. Patty esperó el juicio en la cárcel.

Los defensores de la joven armaron su estrategia a partir de los exámenes psiquiátricos: había sido sometida a un lavado de cerebro y obligada a actuar por sus captores. Para la primera audiencia del juicio, Patty Hearst ya había cambiado el traje de fajina por un elegante traje sastre azul marino y una blusa blanca.



"Todas las cintas las grabé con una ametralladora en la cabeza", relató entre lágrimas en el juicio. También contó que fue violada apenas media hora después del secuestro, y que eso se repitió. Todos los miembros del SLA abusaron de ella. "Preferiría que me declararan culpable, pero que me dejen tranquila", dijo antes de quebrarse.

El círculo volvió a cerrarse y la joven víctima del secuestro, que había pasado a ser odiada tras su "conversión", volvió a ser mirada con simpatía y compasión. Sin embargo, aún había dudas. Principalmente por sus disparos en el robo a la tienda de Los Angeles.

"Cientos de veces fui obligada a participar en ejercicios y prácticas, al punto tal que crearon en mí una especie de reflejo condicionado. Tomé el arma y disparé antes de que mi cerebro empezara siquiera a funcionar", explicó con un tono de voz persistente y monótono. El fiscal no le creyó. La trató de "actriz consumada que podría interpretar cualquier papel para salvar el pellejo".

Patty fue sentenciada provisionalmente a 35 años de prisión, pero el mismo juez que la condenó ordenó tres meses de pericias psicológicas para definir los atenuantes. Finalmente, fue penada con siete años de cárcel. Antes de entrar a la prisión de San Diego, la joven se había pasado dos semanas en un hospital de San Francisco por problemas pulmonares y un cuadro de desnutrición.

Y después...


Patty Hearst fue liberada en 1979, después de que el entonces presidente Jimmy Carter le conmutara la sentencia. Fue indultada por Bill Clinton en 2001. Actuó en varias películas y también es escritora. Tiene 61 años y aún vive en San Francisco.

martes, 29 de septiembre de 2015

Antigüedad: Cocina hitita

Equipo arqueológico prepara comidas hititas de 4.000 años de antigüedad 

DailySabah -

Un equipo de arqueólogos excavando el sitio antiguo de Alacahöyük, uno de los centros más importantes de la antigua civilización hitita, pasteles pertenecientes a la cocina hitita que se remonta 4.000 años cocido. Los alimentos que se encuentran en las tabletas hititas fueron cocinados sin tecnología o equipo moderno



La cocina hitita de 4000 años de edad fue cocinado en Alacahöyük, un importante asentamiento neolítico y la primera área excavada nacional de Turquía. Aykut Çınaroğlu, el jefe de las excavaciones y profesor de arqueología en la Universidad de Ankara, dijo a la Agencia Anadolu (AA) que el chef Ömür Akkor, un miembro del equipo de excavación, preparó un menú especial hitita a la luz de los hallazgos arqueológicos disponibles. "Hemos llevado a cabo la investigación sobre la cultura de la cocina, la comida y el pan de Anatolia-hitita cocina data de 4.000 años", dijo. Akkor agregó que la comida estaba bien hecha imitando las condiciones de la época. "Colonos antiguos escribieron que comían carne fría, cocinados cebolla y pan en un día de fiesta. No utilizaron levadura al hacer pan o cocinar en hornos húmedos. El equipo trató de hacerlo con trigo molido, harina no tamizada," él dicho.

Akkor dijo alimentos experimentales se cocinan usando hallazgos encontrados en tablillas antiguas. "Hay una gran cantidad de información sobre la cultura alimentaria en tablillas hititas. Se utilizó el trigo sarraceno traído de Alemania por Fue aplastado en las piedras y que no usamos los utensilios de cocina que no sea un cuchillo. Teniendo en cuenta las condiciones en el tiempo de cocción., Entendimos que el hititas fueron un gran éxito en la cocina, así como en otras áreas ", dijo Akkor, y agregó que más de 100 nombres de los pasteles fueron encontrados en tablillas hititas. Durante las excavaciones, también se descubrieron hallazgos sobre el aceite de oliva, miel, bebidas y verduras. Subrayando las medidas higiénicas adoptadas en cocinas hititas, Akkor dijo que si un cocinero con una gran barba no administrado o largas, cocineros pelo no administrados en la cocina o un animal entró en la cocina, él o ella utiliza para recibir la pena de muerte junto con su familia . La regla es válida para aquellos que cocinan sin tener un baño de antemano. "Estas reglas muestran cómo los hititas tomaron cuestiones sanitarias Hace muy en serio 4.000 años", dijo.

Las excavaciones en Alacahöyük se iniciaron por primera vez en 1907 por el arqueólogo Otomano Makridi Bey. En 1935, Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la República de Turquía, de nuevo empezó proporcionando fondos para la excavación. En la actualidad, las excavaciones se llevan a cabo por la Universidad de Ankara. Alacahöyük es visto como un túmulo significativa de los hititas, que emigraron a Anatolia en torno a 2000 aC Çınaroğlu dijo hallazgos interesantes e informativos se han descubierto durante las excavaciones. Trozos de cobre que se encuentran en un taller de la minería que se remontan 3700 años y broches de bronce se encuentran entre las más interesantes.

Éstos son algunos aspectos destacados en el menú hitita:

Panes:

Ninda.imza (sin sabor)

Mulati (a base de cebada)

Ninda.gur.ra (con queso y fig)

Ninda púrpura (pequeño pan)

Ninda.ku (pan dulce)

Alimentación:

Mantequilla de albaricoque

Beruwa con pepino (beruwa es el nombre dado por puré de alimentos. Hay muchas clases)

Beruwa con garbanzos

Happena (un guiso de carne, aceite de oliva y miel)

Kariya (hígado de cordero a la parrilla y el corazón)

Carne fría

Sandwiches (de acuerdo con las tabletas hititas, sándwiches fueron hechas con carne cocida y la cebolla)

Sitio antiguo conocido de Turquía de Alacahöyük, que actualmente atrae a unos 50.000 visitantes al año, se encuentra en la provincia de Anatolia central de Çorum. El antiguo sitio fue uno de los centros más importantes de la antigua civilización hitita y también primera excavación nacional de Turquía. Obras en el lugar se fijan para continuar con el fin de descubrir más pistas como las que se encuentran el año pasado con el fin de demostrar asentamiento en la zona comenzó 1.500 años antes de lo que se pensaba. Alacahöyük se introdujo primero en el mundo en 1835 por la arqueología WC Hamilton, pero desde entonces ha sido visitada por muchos estudiosos que vinieron a Asia Menor. Las excavaciones Alacahoyuk han sido supervisado por Çınaroğlu desde 1998. Las primeras excavaciones comenzaron en el antiguo sitio en 1907 y duró sólo 15 días, y fueron renovadas en 1935. Los artefactos tales como discos solares, estatuas de toros y ciervos y 13 tumbas de los reyes hititas mostrar la alta cultura de la época. La Puerta de la esfinge y los relieves son las reflexiones de hititas Ceremonias religiosas que han sobrevivido hasta nuestros días.

lunes, 28 de septiembre de 2015

GCE: Ofrecimiento de rendición soviética

Oferta para españoles en URSS: Alojamiento y comida gratis, jornada de 8 hs. remuneradas en clima templado

JAVIER SANZ — Historias de la Historia


Aunque el título de este artículo pueda parecer una oferta de trabajo, es un ofrecimiento de rendición hecho por la URSS a los españoles de la División Azul, la unidad de voluntarios españoles que sirvió en la Wehrmacht entre 1941 y 1943 durante la Segunda Guerra Mundial.

Ofrecimiento de rendición
Lee esta hoja y pásala a tu compañero.
El Gobierno de la U.R.S.S.
Observa estrictamente todas las leyes internacionales en relación con los prisioneros de guerra. De acuerdo con la decisión del Gobierno Soviético Nº 1.798 del 1 de julio de 1.941, y la orden del Comisario de Defensa de la URSS Stalin, nº 55 del 23 de febrero de 1.942, a todo el que se entrega prisionero, el Ejército Rojo le garantiza la vida y el regreso a la patria después de terminada la guerra. Todos los prisioneros están alojados en campos especiales, visitados por representantes de la Cruz Roja Internacional. Los campos para los prisioneros de guerra españoles están situados en regiones de clima templado.
La jornada de trabajo para los prisioneros es de 8 horas.El trabajo es pagado.
A los prisioneros de guerra españoles en la URSS se les dá 3 comidas calientes al día, 400 gramos de pan, para los que trabajan 800 gramos, 300 gramos de verduras y patatas, embutidos, carne, pescado, azúcar, té y tabaco.
Los prisioneros tienen derecho a mantener correspondencia con sus familiares a través de la Cruz Roja Internacional. Esta hoja sirve de salvoconducto para presentar al Ejército Rojo.

domingo, 27 de septiembre de 2015

Montoneros: Hijo de Oesterheld lamenta que le hayan hecho lo que él pregonaba

Mundos íntimos. "Bienvenido seas", dije cuando enterré a mi padre desaparecido
Sentirse cerca.Cuando tenía dos años mataron a su papá, militante montonero. También habían secuestrado a su mamá, embarazada, hija del famoso guionista de historietas Héctor Oesterheld. Para el autor, encontrar los huesos fue una triste pero esperada victoria: su padre dejó de ser –en diciembre de 2010– un desaparecido, supo cómo había muerto y pudo acompañarlo al cementerio. Por Fernando Araldi Oesterheld.



Familia. Con su papá Raúl y su mamá Diana. Fue por poco tiempo. Foto: M.E. Cerutti

Clarín


Nací en junio de 1975, en la ciudad de Buenos Aires. A los dos años perdí a mi padre, a los treinta y cinco lo volví a recuperar.
Había pasado una noche muy larga, muy oscura, llena de fantasmas, arañas y vampiros, y llena de sol, por qué no, y llena de vida, por qué no.
Pero ahora el equipo de antropólogos forenses me lo devolvía en forma de huesos que entraron en mi cuerpo y que no se quieren ir. Es verdad, son sólo huesos, pero son eso y mucho más.
Sus huesos ¿mis huesos? sus gestos ¿mis gestos? Porque ya no me siento solo: yo soy yo, yo soy él; soy los que no están, tal vez los por venir. Y digo “en forma” de huesos, porque antes siempre había estado presente en forma de pensamientos, anécdotas, relatos, fotos, recuerdos (de familiares, amigos, compañeros de colegio) nunca míos, lamentablemente.
Ya no lo esperaba, porque aunque siempre supe de su muerte, Videla, con su famoso y nefasto bautismo “desaparecidos”, logró que, hasta cierto punto de mi vida, nunca contemplara la posibilidad real de recuperarlo. A él y al resto de mi familia. Los torturaron, los asesinaron; los enterraron. Pero en definitiva, la dictadura, con su sistema de eliminación nos venía a imponer que eran personas desintegradas en el aire, cuerpos disueltos en el viento como se disolvieron en el último segundo sus últimas palabras.
Asesinar.
Desaparecer.
Los muertos más etéreos, los muertos más escondidos, los muertos más metafísicos.
Así que ahí me encontraba, en las oficinas del EAAF (los antropólogos) recibiendo la noticia. Así que ahí la parálisis. Las ganas de saber, las preguntas, las dudas, los cómo, los cuándo, los porqué. No pude llorar. Pero sí emocionarme internamente y agradecer a Pablo y a Cecilia, del equipo de antropólogos por todo lo que me estaban devolviendo.
Y sólo la distancia se interponía a las ganas de verlo en ese mismo momento: Raúl Ernesto Araldi fue encontrado en San Miguel de Tucumán, en el cementerio municipal Norte (el de los pobres, según me dijeron) donde lo mataron en agosto de 1977, casi exactamente un año después del secuestro de su mujer, mi madre, embarazada de 6 meses, también en Tucumán, donde se habían mudado por cuestiones de militancia. Aún no sé con certeza si mi hermano/a nació, ya que desde el momento del secuestro de mi madre, Diana Oesterheld, hija de Héctor Oesterheld, guionista de historietas desaparecido en abril del 77, nunca hubo un dato concreto o indicios de dónde se podía encontrar. Yo estaba ahí. Y me trasladaron a la Casa Cuna como NN de donde mis abuelos paternos me rescataron a mediados de agosto de 1976.
Salí de la oficina en estado de shock. Llamé a mi padrino, Adolfo, íntimo amigo de mi viejo, de quien su primer hijo mi padre es el padrino, y su segundo hijo se llama Raúl en su honor. A Adolfo lo conocí poco tiempo antes, y si bien lo había visto una sola vez en toda mi vida hacía ya mucho tiempo (creo que yo tenía 7 u 8 años), lo sentí siempre muy cercano desde el momento del reencuentro. Después llamé a mi primo Martín y a mi abuela Elsa (familia por parte de madre) y les dije que tenía que anunciarles una noticia, que los esperaba a cenar porque a ellos sí se los quería contar personalmente, como también lo hice con mi familia paterna sólo un par de días más tarde.
Entonces sí llegó el momento de brindar y festejar por haberlo recuperado, y sobre todo porque ya no es más un desaparecido, está claro, sus restos son la prueba de que ahora es un asesinado por la dictadura, y ve la luz y se hace cuerpo después de tantos años de silencio.
A pocos días de recibir la noticia, viajé a Tucumán, tomé en Retiro un colectivo que me dejó a la mañana siguiente en pleno centro de la ciudad, e inmediatamente llegué al lugar donde él me esperaba. Ya había estado antes en San Miguel, reconocía su gente, sus calles, su olor. Llego al lugar, una especie de galpón depósito, de color amarillo, se abre la puerta y me da la bienvenida Selva, del EAAF, la encargada de mostrarme los restos de mi padre y me conduce hasta un anexo más pequeño, cruzando un patio, donde sobre una mesa yace su esqueleto, milimétricamente armado y a la perfección. Rodeado de cajas llenas con los restos de varios compañeros, a la espera de ser identificados y tener vida nuevamente más allá de la memoria de sus seres queridos.
Ahora sí, como un mapa, como un territorio a explorar se extienden esos huesos que forman sus manos, su pecho, sus piernas, los cuencos de sus ojos. Y Selva mirándome. Y preguntándome ¿te dejo solo? NO. Por favor no. Vení, contame. Quiero saber. Por dónde entraron las balas, por dónde salieron. Quiero saber. Cuál fue la que lo mata. ¿Estaba solo?
¿Acompañado? ¿Por quién? ¿Cuáles habrán sido sus últimas palabras? Y Selva habla. Y yo la escucho. Y mi viejo me mira, de alguna forma me mira, y me acerco, muy cerca, tratando de escuchar su voz, que nunca llega, y le toco la frente, tan fría bajo tierra, tan cálida ahora sobre la mesa, y por fin escucho su silencio, como un susurro implacable, lo escucho hablándome, riéndose porque estamos más juntos que nunca, él adentro mío y yo adentro de él; yo adentro mío y todos adentro de él.
Hay que esperar. Todavía más. Que un juez firme una orden para poder trasladarlo a Buenos Aires.
–Pero me lo quiero llevar ya.
–No se puede. Sin la orden no se puede.
–¿Cuánto tarda?
–Tal vez dos, tres semanas, un mes como mucho.
–Está bien. Pasado mañana vuelvo a Capital y lo espero.
Y cae una sombra como una nube -negra cubriéndolo todo.
Las pesadillas. El miedo a dormir. Sí, el miedo a dormir. Saber que cerrar los ojos es casi una sentencia de que “algo va a pasar”. Tener que cerrar todas las puertas antes de apagar la luz. Taparme con las frazadas desde la punta de los pies hasta el último pelo de la cabeza. Perder dos manojos inmensos de llaves en el inmediato transcurso de un mes. No querer salir de ese útero llamado casa. No querer ver a nadie. No querer hablar con nadie. Apagar el celular. No revisar los mails.
De golpe yo, que no me siento hijo, que no me siento primo, que no me siento sobrino y que no me siento hermano, de golpe lo soy.
De golpe la vida es otra cosa.
La sangre corre diferente. Ya no se respira igual.
En el centro del vacío, algo se llena.
Recuperar un padre desaparecido por la dictadura implica muchas cosas, pero nunca quise cerrar nada, más bien todo lo contrario. Para mí es un proceso de apertura, que todavía dura.
El EAAF me ofreció contención psicológica (nunca había hecho terapia) y acepté. A raíz de la recuperación de sus restos conocí a mucha gente, muchos compañeros de militancia en Tucumán, algunos compañeros de la facultad, y de casualidad también al ex juez Juan Manuel Yalj, que fue quien se sentó en el banco de al lado y fue mejor amigo de mi padre desde el primer al quinto año del secundario, y a través de él a Guillermo Echavarría, otro compañero, apodado “el gordo”.
Y todos ellos, junto a mis familiares que lo conocieron, me ayudaron y me siguen ayudando a tener un padre de carne y hueso. No un héroe. No un mártir. Un hombre. Que es esencialmente un militante social, participante activo de la lucha armada integrado a la organización Montoneros, que puso su cuerpo, su mente y su voluntad en tratar de cambiar la sociedad por una más justa.
Entonces ellos me cuentan: cómo fue de adolescente, cómo fue de joven, qué música escuchaba, qué no, qué leía ¿leía? ¿le gustaban los cuentos? ¿le gustaba la poesía? ¿jugar al futbol? ¿en el secundario, ya se metía en política? ¿era encarador con las mujeres? ¿tímido? ¿era hippie? ¿le gustaba el rock, las bandas de acá?
Todo lo necesario (y me atrevería a decir lo más necesario) para que uno pueda seguir adelante con su vida. Me refiero a los que tenemos una gran parte de nuestras vidas dedicada a “buscar”. Voces, restos, historia; anécdotas, recuerdos. Traer de abajo de la tierra y desde un no-lugar lo que nos permita salir a flote. Como en el juego de la vida: uno o dos casilleros para atrás, ciento nueve para adelante.
Entonces, ¿para qué cerrar? Sería como entregarlo a él de nuevo al silencio. Enterrarlo de nuevo sin su nombre. Arrancarle de nuevo sus ojos.
El día que lo mataron estaba solo. Y por eso tuve mucha suerte en recuperarlo, ya que en esos casos, la logística para deshacerse de un cuerpo era enterrarlo solo; nunca en fosa común, lo cual significa un trabajo mucho más fácil para el EAAF a la hora de ubicarlo.
Muerto en soledad, enterrado en soledad.
Su madre, mi abuela, se llama Soledad. Y curiosamente la vida me hace un regalo. Juan, el padre de mi padre, mi abuelo, falleció en el año 2007, y ella, en el año 2009. Nunca los enterré y conservé sus cenizas por todo ese tiempo, como si una intuición muy íntima y profunda me lo hubiera impedido de alguna forma.
Y pasaron dos años intensos de terapia y por fin llegó el momento de enterrarlo.
Y como si fuera el mejor de los cuentos, el mejor de los guiones cinematográficos, tuve la enorme felicidad de poner a los tres en el mismo nicho.
Si la vida tan rápido los había separado, yo era el encargado de volverlos a unir, simbólica y literalmente.
Una alegría enorme, un regalo de la vida, ya lo dije, el placer de poder ser quien hiciera posible semejante acto. Entonces sí, llegaron algunos del interior, se arrimaron muchos de Capital, familia, amigos, compañeros de sus años de estudiante a la ceremonia de ponerlo a descansar en un lugar donde por fin lo podemos llorar cuanto queramos. Una ceremonia de festejo. De bienvenida, nunca de despedida. Por eso y para eso nos juntamos, para recibirlo, para abrazarlo.
Ahora ya le puedo hablar cara a cara: se dice que nadie está preparado para ser padre; yo no estaba preparado para ser hijo a los 35 años. Porque hasta que fui casi un adolescente, cuando me hablaban de él sentía que me hablaban de algún pariente lejano.
Ya no.
Y todavía no aprendí. Pero hoy descansa en un lugar donde lo puedo interrogar, donde lo puedo sentir muy cerca, casi tocarlo con las palmas de las manos. Y en su nombre y sobre su tumba a todos los demás.
Como me dijo Guillermo Echavarría, el Gordo, en el entierro: “Ahora está de vuelta donde pertenece, entre nosotros”. Y podemos estar los dos en paz, es mi deseo, porque en definitiva eso es lo que más anhelamos: estar en paz con nuestros muertos y que nuestros muertos estén en paz con nosotros.
Por eso, y por mucho más, bienvenido seas y salud, porque ya no sos más un manto de silencio.

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Fernando Araldi Oesterheld. Poeta, nació en 1975. Cuando tenía un año, sus abuelos paternos lo encontraron en un orfanato al que las “fuerzas de seguridad” lo habían llevado como NN luego de arrasar la casa en la que vivía con su mamá, en Tucumán. Nieto de Héctor Oesterheld y hijo de Diana Oesterheld (poeta), considera que de ellos heredó el gusto por las letras. Estudió fotografía en Barcelona, tiene cuatro lindas fotos y cientos que no valen la pena -dice-. A los 35 años se puso a escribir y abandonó por completo la fotografía, nunca más sacó una. Ha publicado el libro “El sexo de las piedras”. Es hincha de Boca y de Lionel Messi, del cine y de la música.