martes, 9 de septiembre de 2025

Tripulación de la fragata de sexta clase HMS Surprise

Tripulación del HMS Surprise


Es sorprendente la poca cantidad de oficiales comisionados que se necesitaban en una fragata de sexta clase. La verdadera fuerza residía en los suboficiales, los marineros de mayor rango y la tripulación que la mantenían a flote.


domingo, 7 de septiembre de 2025

Patagonia: Departamento de Lago Argentino

Departamento Lago Argentino - Provincia de Santa Cruz

Por: Silvia Tomczyk


 

Cerro, glaciar y laguna Huemul en la Reserva Provincial Lago del Desierto. El cerro tiene 2677 metros de altura. Hay un sendero de Trekking fácil de 1 hora y media para llegar a la laguna y un Trekking difícil de 5 días para hacer una vuelta al cerro.
El Cerro, Glaciar y Laguna Huemul son joyas naturales ubicadas en la Reserva Provincial Lago del Desierto, cerca de El Chaltén, en la provincia de Santa Cruz, Argentina.



Este lugar es conocido por su impresionante belleza paisajística y su fácil acceso, lo que lo convierte en un destino ideal para quienes buscan una experiencia de trekking corta pero memorable.
El sendero hacia la Laguna Huemul comienza en la Punta Sur del Lago del Desierto y atraviesa un bosque de lengas antes de llegar a la laguna, que está alimentada por el Glaciar Huemul. Desde allí, se pueden disfrutar vistas espectaculares del glaciar y del Cerro Fitz Roy.



La caminata es de baja dificultad y toma aproximadamente 2 horas ida y vuelta.
Este sitio no solo ofrece paisajes impresionantes, sino que también es un lugar perfecto para conectar con la naturaleza y disfrutar de la tranquilidad de la Patagonia.

sábado, 6 de septiembre de 2025

Malvinas: El motín de 1832 que causó la muerte de Mestivier

Malvinas, 1832. El sargento mayor Juan francisco Mestivier es designado comandante y muere asesinado en las mismas islas en un amotinamiento.

La Voz del Chubut




Nació en Blois (Francia), el 11 de noviembre de 1780 y fue bautizado como Etienne Joseph François. De muy joven se desempeñó en el ejército de su patria. Ingresó a nuestro país, el 30 de setiembre de 1827, previa estada en la Banda Oriental, ya que no pudo hacerlo directamente a causa de la guerra con el Brasil. El 20 de octubre del mismo año, fue nombrado teniente 1º de Infantería, revistando en el Parque de Artillería.

A comienzos de 1828, por pedido del coronel Ramón Estomba se lo trasladó al regimiento Nº 7 de Caballería de Línea, cuyo mando ejercía, y con el cual emprendió la campaña que culminó con la erección del fuerte “La Esperanza”. Al ser disuelto aquel cuerpo montado al año siguiente, Mestivier prestó servicios en el Batallón de Artillería de Buenos Aires.

Ascendido al grado de capitán, actuó con esa jerarquía en la fortaleza “Protectora Argentina” (actual ciudad de Bahía Blanca). El 28 de diciembre de 1829, se hizo acreedor a los galones sargento mayor graduado.

En 1830, contrajo matrimonio con Gertrudis Sánchez en la Iglesia del Pilar. El 10 de setiembre de 1832, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, lo nombró interinamente comandante político y militar de las Islas Malvinas. Cuatro días después, Rosas le dio las instrucciones por las cuales debía ceñirse al ejercicio de sus funciones.

Las instrucciones de Rosas a Mestivier fueron muy precisas: “Tomará las medidas conducentes y pondrá todo esmero en que los habitantes se dediquen a la siembra de maíz, papas, porotos y otros vegetales que se dan en aquel clima (…) En el caso impensado de ser atacado el punto que manda, hará la resistencia que se espera de su honor y conocimientos para dejar bien puesto el honor de la República (…) Se encarga con especial recomendación al comandante todo el esfuerzo posible para que se mantengan la moral y decentes costumbres, tanto en la tropa como en los demás pobladores, cuidando de promover la Religión Católica del Estado por medio de prácticas piadosas, como hacer rezar el Rosario de la Santísima Virgen en todas las noches y en los domingos y días de fiesta destinar dos horas a la enseñanza de la doctrina cristiana por el Catecismo del Padre Astete que se usa en esta Provincia, instruyendo de ese modo al pueblo en los dogmas y preceptos de nuestra Religión”.

La designación de Mestivier en la gobernación de Malvinas fue consecuencia de dos hechos anteriores: la llegada de Vernet con toda su familia a Buenos Aires en el mes de noviembre de 1831; y, el feroz pillaje norteamericano del poblado argentino de Puerto Soledad cometido el 31 de diciembre de 1831. Estos dos hechos, la segunda en represalia a la decisión del Gobernador Vernet de apresar a tres barcos norteamericanos infractores de normas respecto de la explotación de la pesca y de anfibios en el archipiélago malvinero, dejaron las islas transitoriamente sin autoridades oficialmente reconocidas por el Gobierno Central en la Capital porteña.

Embarcado con su mujer en la goleta de guerra “Sarandí”, al mando del teniente coronel José María Pinedo, partió de la rada el 22 de setiembre, acompañados de los miembros del destacamento que habría de permanecer de guarnición en el puerto de la Soledad, con sus respectivas familias. También lo hicieron varios hombres del establecimiento particular de Vernet, junto con Metcalf, el encargado de su administración.

Rosas también envió una fuerza militar a cargo del teniente coronel Pinedo, a quien dio las siguientes instrucciones: “Luego que esté desembarcado el Comandante (Mestivier) y su guarnición reunirá el Comandante de la Sarandí los oficiales del Buque de su mando y le dará posesión del Establecimiento, comprendiendo la isla de Soledad y las demás adyacentes hasta el Cabo de Hornos, enarbolando a bordo y en tierra el pabellón de la República y haciendo una salva de veintiún cañonazos. De esta posesión y del pormenor de las formalidades con que haya sido dada, firmará el teniente Coronel Don José María Pinedo una acta por triplicado (…). Se pondrá de acuerdo con el expresado Comandante para facilitarle los auxilios que necesite para hacer respetar su destino y la comisión de que ve encargado suministrándole los víveres necesarios para el mantenimiento de su guarnición”.

La travesía de la “Sarandí” resultó penosa, y aunque llegaron a destino el 6 de octubre, no pudieron desembarcar por las lluvias y nieves de tres días seguidos. El 10 de octubre tuvo lugar la ceremonia de toma de posesión de la Comandancia de las islas por parte del gobernador Mestivier, con la consiguiente reafirmación de nuestro dominio sobre ese pedazo de suelo patrio.

Una vez instalado, la goleta “Sarandí” abandonó el fondeadero del puerto de la Soledad, para efectuar un crucero de inspección por el litoral sur del archipiélago en busca de barcos extranjeros dedicados a la pesca en aguas argentinas. Luego de sorprender en infracción a dos de ellos, se dirigió al Estrecho de Magallanes en persecución de un bergantín oriental y otro de bandera norteamericana.

En el interín, parte de la guarnición de la Soledad se sublevó, al mando del sargento, Manuel Sáenz Valiente. En efecto, el 30 de noviembre, en horas de la noche, una sublevación de parte de la guarnición no pudo ser reprimida por el Comandante. Sorprendido éste en sus propias habitaciones, fue atacado y, antes de que pudiera defenderse, ultimado a tiros y bayonetazos. Desde esa fecha, los habitantes (todos) y parte de la guarnición no complicada en estos indignos sucesos vivieron presa del terror y expuestos a los desmanes de los amotinados

Las causas de la sublevación pueden encontrarse en la rígida disciplina de Mestivier, quien “no consentía ninguna falta a sus subordinados y demostraba poseer mano dura para aplicar castigos”, según Fitte. Estas medidas crearon una actitud de hostilidad entre sus hombres, que obedecían al ayudante Gomila, a quien veían como su verdadero jefe.

Dijo Luis Vernet: “…el hecho fue protagonizado solamente por integrantes de la guarnición militar…..la guarnición se sublevó y asesinó al mayor Mestivier. Los peones de mi establecimiento, ayudados por la tripulación de un ballenero francés prontamente agarraron a los amotinados y los trajeron presos”.

Después de haber sido tomados presos los culpables y remitidos a Buenos Aires, fueron sometidos a un Consejo de Guerra, reunido en febrero de 1833, que sentenció: por inacción a Gomila fue separado del Ejército durante un año, acusado de no haber encarcelado a los culpables. De los soldados imputados nueve fueron colgados en la Plaza Mayor y a otros dos se los apaleó y les dieron ocho años de recarga en el servicio. Las ejecuciones se llevaron a cabo el 8 de febrero de 1933. De los pobladores, en cambio, ninguno fue remitido a Buenos Aires en calidad de detenido por su participación.

Muerto Mestivier quedó José María Pinedo al mando del buque y del destacamento. Comandada por el capitán John James Onslow, el 20 de diciembre de 1832 arriba a Malvinas la corbeta de guerra británica Clío, presentándose el 2 de enero de Malvinas del Oeste. Ese mismo día Oslow se apersonó a Pinedo para decirle que traía instrucciones de “tomar posesión de las Islas Malvinas, las que son de Su Majestad Británica”, y que antes de 24 horas tenía órdenes terminantes de poner el pabellón inglés. Este es el comienzo de la usurpación británica de nuestras Islas.

La esposa de Mestivier dio a luz a su único hijo en Puerto Soledad, siendo uno de los varios malvinenses argentinos que nacieron antes de 1833, incluyendo a la hija de Luis Vernet: Matilde Vernet y Sáez.

 

Fuente: revisionistas

jueves, 4 de septiembre de 2025

Guerra de Vietnam: Cuando el Pentágono quiso inundar Laos con MANPADS

El plan abortado de Estados Unidos para inundar Laos con misiles antiaéreos

El Redeye simplemente no estaba listo para el trabajo del gobierno
David Axe || Trench Art




Arriba, arriba y abajo: tropas del Ejército de EE. UU. disparan misiles Redeye. Fotos del Ejército de EE. UU.

Por JOSEPH TREVITHICK

Desde que existen los misiles antiaéreos portátiles, el gobierno de EE. UU. ha considerado dárselos a los rebeldes. Comandantes estadounidenses en el Pacífico incluso sugirieron en una ocasión desplegar estas armas en el Sudeste Asiático.

En 1958, el Ejército de EE. UU. comenzó a trabajar en el Redeye, el primer misil tierra-aire portátil de la historia. Tres años después, el Pentágono debatió si estas armas podrían ayudar a poner fin a una crisis en Laos.

Rebeldes comunistas y no alineados amenazaban a un gobierno respaldado por Estados Unidos. La aviación soviética canalizaba armas y equipo a los insurgentes... y Washington quería que los aviones fueran desmantelados.

Las raíces de la crisis se remontan a 1954, cuando Francia concedió la plena independencia a sus colonias del Sudeste Asiático. Washington apoyó al nuevo gobierno de Laos, al igual que en Vietnam del Sur y Camboya, como protección contra el expansionismo soviético.

La CIA también apoyó al grupo étnico hmong, ferozmente independiente, en las zonas rurales. Pero en diciembre de 1960, Laos se sumió en una guerra civil tras un fallido intento de golpe de Estado. Con la Guerra Fría en pleno apogeo, la Unión Soviética se apresuró a enviar ayuda a sus propios aliados en la pequeña nación.



El Kremlin apoyó con fuerza al Pathet Lao (la insurgencia comunista del país) y a los Neutralistas. Este último grupo quería evitar tomar partido en la arena política global.

El paracaidista Kong Le, entrenado en Estados Unidos y perteneciente a la facción Neutralista, había liderado el intento de derrocar al gobierno. Ahora rebelde y tras haber perdido el apoyo de Estados Unidos, el joven capitán comprendió que sus tropas no podían luchar sin apoyo externo.

Al no ver otra opción, los Neutralistas enviaron rápidamente una delegación al vecino Vietnam del Norte para defender su postura ante los representantes soviéticos. Con el apoyo de Moscú, las tropas de Kong Le capturaron y mantuvieron brevemente la capital laosiana, Vientián.

“Los rusos comenzaron a apoyar a Kong Le… alardeando de que era la operación de abastecimiento de mayor prioridad de la URSS desde la Segunda Guerra Mundial”, escribió Joe F. Leeker en la monografía Air America in Laos II—Military Aid.

Según Leeker, aviones de transporte soviéticos realizaron más de 30 viajes a Laos en las dos semanas posteriores al golpe. Pero a pesar de la ayuda, las tropas leales expulsaron a los hombres de Kong Le de la capital en menos de un mes.

Los Neutralistas y el Pathet Lao trasladaron su base principal al norte, a la Llanura de las Jarras.

“El puente aéreo soviético… transformó la Llanura de las Jarras en un vasto campamento armado”, según el estudio de país Laos, de la División de Investigación Federal de la Biblioteca del Congreso.

Además de armas y otros suministros, los transportes Il-14 y Li-2 de Moscú transportaron tropas norvietnamitas para reforzar la coalición rebelde. Por otro lado, la Real Fuerza Aérea Lao carecía de aviones de combate de ningún tipo. El Pentágono envió rápidamente seis aviones de entrenamiento T-6 Texan, armados con ametralladoras, para dar a los aviadores laosianos un recurso práctico.

Los rebeldes derribaron rápidamente uno de estos aviones monomotores de hélice de la Segunda Guerra Mundial. Washington necesitaba una solución real al “puente aéreo” comunista. Y ahí surgió el Redeye.

Más de siete meses después del golpe, el jefe del Comando del Pacífico de EE. UU. “recomendó… que se considerara proporcionar el arma Red Eye [sic]… a las Fuerzas Armadas de Laos o a unidades regulares seleccionadas de las Fuerzas Armadas de Laos”, según una cronología elaborada por el Estado Mayor Conjunto.

“FAL” es el acrónimo francés de las Fuerzas Armadas de Laos. En aquel entonces, "Meo" era el término oficial para los hmong, quienes lo consideraban un insulto despectivo.

Tras las dificultades que surgieron en la década de 1950 para diseñar grandes cañones antiaéreos dirigidos por radar, el Ejército estadounidense decidió tomar una dirección diferente. En respuesta a las demandas de la rama de combate terrestre, la compañía aeronáutica Convair combinó la tecnología del aún nuevo misil Sidewinder.

El resultado fue un arma guiada relativamente ligera que un solo soldado podía portar y disparar. El nombre "Redeye" proviene del sensor infrarrojo en la punta del misil.



Desconocemos el motivo exacto de su solicitud, pero el Comando del Pacífico sin duda pensó que las nuevas armas darían una ventaja a las tropas laosianas o a las guerrillas hmong. Los transportes soviéticos propulsados ​​por hélice no tenían la velocidad ni la maniobrabilidad necesarias para esquivar prácticamente nada, y mucho menos misiles.

Pero el accidentado terreno de Laos habría dificultado el posicionamiento de cañones antiaéreos más grandes. Los misiles Redeye con guiado térmico habrían sido mucho más fáciles de apuntar y habrían tenido más probabilidades de dar en el blanco.

Un mes después de recibir la solicitud, el Estado Mayor Conjunto decidió esperar a ver el rendimiento de los misiles en las próximas pruebas. El Ejército tenía dificultades para que las armas funcionaran. Incluso después de dos años de trabajo, "se hizo evidente que el Redeye era un sistema de misiles muy complejo que requería una tecnología que claramente superaba los estándares más avanzados”, explicaba una historia oficial del Pentágono sobre el misil.

A Washington también le preocupaba que sus secretos se filtraran. Si los rebeldes laosianos capturaban un Redeye, el arma inevitablemente llegaría a Moscú. Además, a los diplomáticos estadounidenses les preocupaba la escalada del conflicto. La introducción de una nueva arma de alta tecnología podría fácilmente provocar una respuesta soviética aún más contundente.

Al final, el Ejército tardó otros seis años en poner en servicio los primeros misiles. Mientras tanto, Washington decidió que ninguna arma, incluidos los Redeye, ayudaría a las asediadas tropas laosianas.

A pesar de su superioridad numérica y la ayuda de las fuerzas hmong, las FAL no habían logrado avances significativos contra las tropas de Kong Le durante más de un año de combates. Temiendo que el Pathet Lao pudiera tomar el control fácilmente, Washington presionó a los leales a formar una coalición política.

Siguió una paz tenue, mientras Moscú y Washington continuaban Para ayudar en secreto a sus respectivos aliados. Para 1964, el gobierno de coalición se había desmoronado por completo, y la alianza entre los Neutralistas y el Pathet Lao se fracturó irrevocablemente.

Dentro del movimiento Neutralista, las facciones comenzaron a elegir bando, algo que no era precisamente… neutral. Las tropas de Kong Le se unieron a las Fuerzas Armadas Reales para combatir a sus antiguos compatriotas.



El Pentágono inició una masiva campaña secreta de bombardeos en el país que continuaría durante los siguientes ocho años. El ejército hmong, respaldado por Estados Unidos, aumentó su número.

Tras más de una década de intensos combates, con la ayuda de las tropas de Hanói, el Pathet Lao finalmente tomó el control del país. Muchos hmong huyeron del país y se asentaron en Estados Unidos.

El poder aéreo estadounidense controlaba por completo los cielos de Laos durante la guerra. Y con la desaparición del puente aéreo soviético, Washington no tenía motivos para enviar cargamentos de misiles Redeye a las fuerzas laosianas, ni siquiera cuando los misiles estaban finalmente listos para su lanzamiento.

miércoles, 3 de septiembre de 2025

Antártida Argentina: El Monumento Histórico Nacional de la cabaña de isla Cerro Nevado

Hace 60 años declaraban Monumento Histórico Nacional la cabaña donde invernó el primer argentino en la Antártida

Gaceta Marinera




La construcción fue llevada a cabo durante la expedición sueca encabezada por Otto Nordenskjöld, en la isla Cerro Nevado. Fue el refugio del Alférez de la Armada Argentina José María Sobral y sus compañeros durante dos años.




En la isla Cerro Nevado (Snow Hill) en la península antártica, a 12 kilómetros de la actual Base Conjunta Antártica Marambio -hacia el oeste-, se encuentra la cabaña refugio en la que se establecieron los integrantes de la expedición sueca al polo sur encabezada por Otto Nordenskjöld, en la que participaba el Alférez de Navío José María Sobral. 



En 1901 se inició la travesía y parte de los expedicionarios se quedaron a invernar en Snow Hill. Esperaban ser reembarcados a fines de 1902 en el "Antarctic", al mando del Capitán Larsen, de nacionalidad noruega. Sin embargo, la nave fue aprisionada y destrozada por los hielos, y la tripulación llegó hasta la isla Paulet en un témpano a la deriva.  



Al no producirse el regreso de los expedicionarios, la Armada Argentina aprestó la corbeta "Uruguay", que al mando del Teniente de Navío Julián Irízar, partió desde Buenos Aires el 18 de octubre de 1903. Llegaron a Snow Hill un mes después. Allí embarcaron a Nordenskjöld y sus hombres, y se dirigieron a la isla Paulet para rescatar al resto de los expedicionarios, culminando con éxito la misión.



En la costa noroeste de Cerro Nevado, el grupo en el que se encontraba el Alférez Sobral había construido una cabaña prefabricada de madera, cubierta con chapas de cartón impermeable, a fin de establecerse allí para pasar el invierno. Constaba de cuatro pequeñas habitaciones, tres para servir de dormitorio, otra para la cocina y un espacio intermedio para ser utilizado como comedor y gabinete de trabajo. Tenía un altillo para guardar víveres y utensilios. Sus dimensiones eran de 6,5 m de largo por 4 m de ancho. 



La cabaña dio muy buen resultado, haciendo confortable los dos inviernos que en ella pasaron los expedicionarios. Adyacente a la cabaña fue construida una instalación para observaciones magnéticas y varias casillas para los instrumentos meteorológicos. 



El 1º de enero de 1954, el Comandante del transporte ARA “Bahía Aguirre”, Capitán de Fragata Luis T. de Villalobos, en nombre del gobierno de la República Argentina tomó posesión de las instalaciones terrestres erigidas en la isla Cerro Nevado, abandonadas en 1903 por la expedición sueca del Dr. Nordenskjöld, siendo bautizadas como "Refugio Suecia". 



La Casa Museo Nordenskjöld, fue declarada el 26 de julio de 1965 como Monumento Histórico Nacional por medio del Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 6058/65, adhiriendo a la declaración de Sitio y Monumento Histórico Internacional (SMH) N° 38, aprobada por la Reunión Consultiva del Tratado Antártico (RCTA) que la convirtió en una de las zonas protegidas por dicho tratado. 



En función de estas obligaciones y de las tareas científicas que se realizan en la Antártida, las primeras tareas de restauración de la Casa Museo fueron realizadas en el interior del refugio; incluyeron deshacer una gran masa de hielo de 1,80 metros de altura que rellenaba todo su interior, tratando en lo posible de no dañar los componentes históricos de la expedición, ya que el mismo hielo las había conservado durante más de setenta años.  



En etapas posteriores, se procedió a ejecutar tareas de reparación y de mantenimiento en la parte externa de la construcción para reparar los daños causados por el medio ambiente antártico extremo. 

 

En la Campaña Antártica 1979/80 se rescataron objetos abandonados por los expedicionarios y fue restaurada por el Instituto Antártico Argentino. 

 

Esta cabaña, habilitada como museo, contiene objetos originales de la expedición de Nordenskjöld, desde 1901 a 1903; pudiendo considerarse como la primera base científica antártica. Actualmente es administrada y conservada por la República Argentina. 




martes, 2 de septiembre de 2025

Guerra del Paraguay: La hecatombe de Boquerón

El Boquerón de la muerte hace 159 años





El miércoles 18 de julio de 1866 se reanuda el combate, a las 06:30 de la mañana, en el boquerón de las trincheras del Sauce. El enemigo tenía que conquistar las líneas paraguayas cueste lo que cueste.
Las tropas argentinas al mando del Comandante Elías y del Coronel Domínguez avanzaron por el frente y el flanco izquierdo. El General Monteiro con los brasileños y otros tantos argentinos avanzó por el bosque hacia la posición paraguaya.
El Mayor Coronel defendía Punta Carapá y oponiendo una débil resistencia, se replegó protegido por los cañones del General Bruguez. Los aliados lo siguieron y sufrieron terribles pérdidas a causa de los certeros disparos de las piezas de artillería de a 68 de los paraguayos.
El boquerón que los aliados tenían que recorrer en su avance, era un corredor de 40 metros de ancho por 400 de largo hasta las líneas paraguayas. A ambos lados bosques tupidos y cerrados en donde estaban posicionados los fusileros paraguayos.
 Los aliados avanzaron con temerario arrojo bajo el fuego cruzado de los guaraníes. El General Flores asumió el mando del ataque y ordenó al Coronel Palleja que ataque la trinchera principal paraguaya con el batallón Florida y la tercera división argentina.
Nada detenía el denodado pero inútil avance de los argentinos y uruguayos. Contaba el Coronel Crisóstomo Centurión:

Los cuerpos que venían a vanguardia sufrieron horriblemente, en cuyas filas se abrían inmensos claros que volvían a cerrarse, siendo reemplazados los que caían por otros que venían más atrás. Marchaban en confusión tropezando unos con otros sobre los cadáveres mutilados de los caídos y de los heridos que exhalaban sus gritos de dolor. Al llegar a la trinchera cesaron los tiros de la artillería, también calló la fusilería y se desarrolló una terrible lucha cuerpo a cuerpo.





El General argentino Garmendia contaba:
Aquellos demonios de paraguayos se batían desesperados, embriagados por el frenesí de la batalla, parecían leones enfurecidos. Habían cesado las detonaciones que aturden, dominando el sonido seco de los aceros que se chocan en el entrevero y cruzan con el horror de la muerte. Defendían sus trincheras ciegos de coraje a bayonetazos, con piedras y balas que lanzaban con la mano, paladas de arena que arrojaban para cegar al asaltante, a culatazos, a golpes de escobillón, a sablazos, a botes de lanza. La defensa estaba a cargo del General Díaz.

El Coronel Palleja, oficial español al servicio del ejército uruguayo, llevó a sus tropas al ataque y estas lograron penetrar dentro de la trinchera paraguaya clavando en su parapeto una bandera y apoderándose de los cañones. Momentos después el mismo Palleja caía de un certero balazo en el pecho. Los hombres del batallón Florida, comandados por él, llevaron su cadáver hacia la retaguardia rindiéndole honores en medio de las balas paraguayas.
Mitre ordenó un segundo ataque. La columna aliada siguió el mismo camino que Palleja, sufriendo los efectos de la formidable artillería que defendía la trinchera paraguaya.
El Juan Crisóstomo Centurion contaba:
"De modo que aquel boquerón llegó a ser una voragine que tragaba masas de carne humana semejante a un monstruo insaciable"

A las 14:30, el general Flores dió la orden de retirada. Se luchó durante ocho horas. Los aliados, mientras se replegaban, seguían sufriendo el fuego de la artillería y fusilería paraguaya. No hubo orden de persecución. La victoria fue saludada en las trincheras paraguayas con grandes aclamaciones.


  • En la primera imagen, una foto, quizás, de la Compañía Bate, en donde se observa el homenaje de los soldados uruguayos a su jefe, el Coronel José Pons de Ojeda, conocido como León de Palleja, español nacido en Sevilla en 1816
  • En la segunda imagen se observa un dibujo de Walter Bonifazi.