miércoles, 27 de julio de 2016

GCE: El inicio

A 80 años del inicio de la Guerra Civil Española, una herida que todavía no cierra
El 18 de julio de 1936 estalló un conflictó bélico que derivó en la dictadura de Francisco Franco, quien mantendría el poder hasta su muerte cuatro décadas después. Un nuevo libro analiza este hecho histórico, que todavía repercute fuertemente en la vida de los españoles
Infobae



(Robert Capa)

En 1936 disputaban el poder quienes defendían la democracia republicana y quienes ansiaban el regreso de la monarquía o la implantación de una dictadura militar. También lo hacían quienes ya habían probado el sabor de la revolución, renegaban del parlamentarismo y aborrecían todo lo que tuviera que ver con las clases privilegiadas. Pero en ese año tormentoso no solo tomaba cuerpo la lucha de clases; lo que se avecinaba, además, era el enfrentamiento entre religiosos y laicos, nacionalistas de distinto cuño, españoles de derecha y de izquierda y, dentro de estos últimos, las desavenencias (que llegarían a ser sangrientas) entre socialistas, comunistas, comunistas disidentes y anarquistas.

En rigor de verdad, no había dos Españas sino tres. Quizás más.
Un abigarrado y complejo mapa ideológico, donde se podían distinguir al menos tres grandes proyectos políticos en pugna. Eran los mismos que, desde la década del veinte, venían poniendo en jaque a toda Europa. Se los conoce como "las tres erres": reforma, reacción, revolución. En otros términos: los sectores reformistas, que proponían la construcción de un Estado democrático capaz de conciliar la economía capitalista con la colaboración de clases, se enfrentaban con los partidarios de una reacción que estableciese un Estado autoritario, orientado a suprimir toda disputa de clase e instalar una dura disciplina social. Contraponiéndose a estas dos posturas estaban los revolucionarios, que clamaban por la destrucción del sistema capitalista y su sustitución por un régimen comunista o, del lado de los anarquistas, por un modelo libertario y colectivista.

En el caso español, la guerra que estalló en el verano de 1936 produjo el colapso del Estado republicano, lo que derivaría en una situación abiertamente revolucionaria. Uno de los objetivos de los sublevados contra el gobierno republicano era eliminar toda posibilidad de ejercicio revolucionario en territorio español. La gran paradoja: el alzamiento terminaría detonando aquello que quería evitar.

¿Anticipaban algo de esto los hombres que, unos seis meses antes, se disponían a encarar un nuevo ciclo de gobierno? Por lo pronto, el clima social no se mostraba precisamente plácido. Las agrupaciones de izquierda que nutrían el Frente Popular habían ganado las elecciones por muy poco margen con respecto a la coalición de derechas a la que se habían enfrentado (una diferencia de menos del 2%); no obstante, el entusiasmo era mayúsculo. Los sectores de la derecha contemplaban, espantados, los festejos que colmaban las calles y las multitudes que, sin esperar la sanción del prometido decreto de amnistía, tomaban las cárceles y liberaban a los presos políticos.

Manuel Azaña, ungido presidente de la República, conformó un gabinete a todas luces moderado: solo miembros de partidos republicanos; ningún representante del PSOE o cualquier otra agrupación de izquierda. Sin embargo, y pese a este evidente –al menos en lo que hacía a la gestión estatal– hacerse a un lado de los sectores más radicalizados del Frente Popular, "los políticos de la derecha reaccionaron como si los bolcheviques se hubiesen apoderado del gobierno de España", mientras la Iglesia "hacía un llamado a la España católica para que cumpliese su destino histórico y salvara a la nación de los peligros del laicismo y el socialismo", describe el historiador británico Antony Beevor.

En este contexto el gobierno intentaba, básicamente, retomar la senda del "bienio reformista": se concedió oficialmente la amnistía para los presos de octubre de 1934, se reestructuraron los mandos militares (intentando alejar de Madrid a los cuadros sospechosos de golpismo; entre ellos, Francisco Franco, quien fue enviado como comandante general a las islas Canarias), se reanudaron los trabajos del Instituto de Reforma Agraria y se reabrió el Parlamento catalán.

Pero la convulsión social no daba tregua.


Cerca de Fraga, frente Aragon, noviembre de 1938. (Robert Capa)

El 19 de febrero, a poco de conocerse los resultados de las elecciones, comenzó un intenso ciclo de huelgas. Obreros y jornaleros reclamaban la reincorporación de los despedidos durante el "bienio negro". Pedían también la recuperación salarial, la nacionalización de los medios de transporte, mejoras en las condiciones de trabajo. Cualquier reivindicación coyuntural derivaba rápidamente en huelga política.

La violencia comenzó a impregnar la vida de todos los días. La mayoría de las juventudes políticas se entrenaba en el uso de armas, prácticamente a la vista de todos. Lo hacían los sectores de izquierda, entre ellos, el PSOE. También los grupos de derecha.

Los carlistas, monárquicos que no defendían el regreso de Alfonso XIII, sino el de un descendiente de otra rama de la dinastía de los Borbones, habían creado su propia fuerza de choque: los requetés. También llamados "boinas rojas" –por el gorro que caracterizaba su uniforme–, se habían hecho fuertes en Navarra y allí hacían sus prácticas de combate.

Por esos días también asomaba al convulso escenario político la Falange Española, minúscula agrupación de derecha surgida en 1933, destinada a tener un enorme protagonismo en los tiempos por venir. Creada por José Antonio Primo de Rivera (hijo del antiguo dictador) e inspirada en el fascio italiano, supo atraer las simpatías de muchos literatos y jóvenes aristócratas, imbuidos del fervor revolucionario de la época, pero visceralmente refractarios a las prácticas izquierdistas.

"Siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado la civilización." Esta frase de Oswald Spengler, filósofo e historiador alemán, autor de La decadencia de Occidente, era una de las favoritas de José Antonio y sus seguidores, cultores del militarismo y cierta lírica exaltación de la violencia. Solían reunirse en los mismos bares de la calle Alcalá donde recalaban incipientes y elegantes escritores de izquierda. De mesa a mesa partían las provocaciones jocosas, los contrapuntos retóricos, quizás algún insulto. La ríspida aceleración de los tiempos políticos pronto iba a transformar aquellos amables enfrentamientos entre copas en discusiones de trinchera a trinchera, fusil contra fusil.

De hecho, en los meses calientes de la primavera y el verano de 1936, la Falange ya se había convertido en una agresiva fuerza de choque: era frecuentes sus sangrientos ataques callejeros a obreros, militantes de izquierda e incluso republicanos liberales. Dos respetados políticos, el socialista moderado Luis Jiménez de Asúa y el socialista por entonces radicalizado Francisco Largo Caballero, fueron víctimas –y azorados sobrevivientes– de sendos atentados promovidos por una Falange cada vez más audaz.

La conflictividad social se desmadraba y la percepción general era que el gobierno apenas si podía contener o seguir el ritmo de los acontecimientos. El 12 de julio esta sensación entró en zona crítica. Ese día, un grupo de falangistas asesinó al teniente José del Castillo, integrante de la Guardia de Asalto. Las razones por las que la Falange podría detestar a Castillo eran varias: no solo la Guardia de Asalto era una fuerza creada por el gobierno republicano y había participado en la represión de algunos disturbios protagonizados por los falangistas; también se decía que Castillo estaba colaborando con la formación militar de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), integradas por socialistas y comunistas.

La reacción no se hizo esperar. Al día siguiente, un grupo de guardias de asalto se presentó en la casa de José Calvo Sotelo, ex ministro de Hacienda del dictador Primo de Rivera y cuadro de la extrema derecha que, desde su escaño en las Cortes, venía sosteniendo encendidos discursos contra el sistema republicano e incitando a la sublevación militar. A Calvo Sotelo se le aplicó un "paseo", término que se haría tristemente célebre y frecuente durante la guerra: obligado a subir a un vehículo, fue llevado a las afueras de la ciudad y asesinado a tiros. El cuerpo amaneció abandonado en un descampado.

La portada de “Todo lo que necesitás saber sobre la guerra civil española” (Paidos) La portada de “Todo lo que necesitás saber sobre la guerra civil española” (Paidos)
El asesinato de Calvo Sotelo convulsionó a todo el arco conservador. Su entierro se convirtió en una inmensa manifestación política de las derechas; su muerte, en la gran justificación para un alzamiento militar que, de todos modos, ya tenía fecha y se venía planificando desde el mismo día en que el Frente Popular accedió al poder.

El mismo Francisco Franco, especialmente odiado por la izquierda por su papel en la represión de 1934, no se tomó demasiado tiempo tras conocerse los resultados de aquellas elecciones: cauteloso pero contundente, sugirió la posibilidad de un golpe de Estado a las autoridades de la gestión derrotada por las urnas. Su propuesta fue desoída. Poco tiempo después, el antiguo combatiente del Rif sería enviado a las islas Canarias por el gobierno de Azaña, que estaba relativamente al tanto de los movimientos conspirativos.



Poco efecto tuvo esa suerte de destierro simbólico. En paralelo al ofrecimiento de Franco, se sucedían los encuentros más o menos secretos entre representantes de sectores monárquicos, la Falange de José Antonio Primo de Rivera y algunos referentes del Ejército. Los conspiradores establecieron vías de diálogo con Italia, cuyo gobierno accedió a prestarles ayuda material, armas y dinero. El general Sanjurjo, en el exilio tras el fracasado levantamiento de 1932, viajó a Alemania en busca de contactos y apoyo.

El plan era que Franco se trasladase de Canarias a Marruecos y, una vez allí, se pusiera al frente del consolidado Ejército de África. Mientras tanto, los conspiradores evaluaban a generales y oficiales, estableciendo quiénes daban señales de una futura fidelidad al gobierno legal y quiénes podrían ser potenciales golpistas. Se fijaron las fechas: 18, 19 y 20 de julio. En esos tres días se tomarían ciudades y zonas clave para obtener el control de todo el país. Franco sublevaría Marruecos; Manuel Goded, Cataluña; Gonzalo Queipo de Llano, Sevilla; Emilio Mola, Navarra. Otros militares se ocuparían de Zaragoza, Valladolid, Madrid, Valencia.

La preparación del golpe era un secreto a voces; toda España lo esperaba. Sin embargo, la dirigencia republicana, presa de una inexplicable inercia, oscilaba entre los intentos por disuadir a los sectores ligados a la conspiración, la confianza en que la mayor parte del Ejército se mantendría leal a la República y una inquietante dificultad para calibrar el nivel de peligro en el que realmente se encontraba. Obreros y militantes tomaban sus propias medidas: muchas de las armas que tras la represión de 1934 se habían preservado celosamente de las requisas oficiales fueron sacadas de sus escondites.


 (Robert Capa)

Y llegó el día.

El 18 de julio, tras tomar Marruecos, el levantamiento militar se extendió al resto de las localidades previstas. Pero algo no salió como estaba planificado. En el minucioso armado del alzamiento, los conspiradores no habían contemplado la posibilidad de una resistencia efectiva. Que la hubo y, más que efectiva, fue feroz. En prácticamente todas las ciudades, el alzamiento se encontró con una multitud de civiles enardecidos, dispuestos, por la diversidad de razones que fuera, a defender a "su" República. La sangre manó, abundante. La dinamita reemplazó la carencia de armas. Hubo hasta actos suicidas: a falta de cañones, camiones cargados de explosivos se estrellaban contra las guarniciones sublevadas.
La resolución rápida, el simple "paseo" de Marruecos a Madrid, no habían acontecido. Aunque maltrecho, el gobierno legal de España seguía en pie. A fines de julio, ya no cabían dudas: el golpe de Estado había fracasado. Lo que se iniciaba era una guerra civil.

La primera reacción de las organizaciones obreras fue decretar la huelga general, tomar las calles y pedir armas a un gobierno que seguía debatiéndose entre la incredulidad, la necesidad de detener la avanzada golpista y el temor a la escalada revolucionaria que sin duda se desataría si las poderosas centrales gremiales, la CNT anarquista y la UGT socialista, se armaban.

Marruecos, Baleares, Valladolid, Burgos, Oviedo, Zaragoza y Sevilla habían caído en manos de los sublevados, quienes pasarían a llamarse "los nacionales" (por su defensa de una España única, católica y enemiga del "marxismo extranjerizante"). Barcelona, Madrid, Valencia, Málaga y Bilbao resistían, del lado de los que de aquí en adelante serían denominados por sus enemigos "los rojos": todos los que quedaban del lado de la República, desde los anarquistas más extremos hasta el más moderado de los liberales, considerados, en su conjunto, "marxistas, ateos y enemigos de la civilización occidental".


Noviembre de 1938. El frente Aragón en el Río Segre (Robert Capa) Noviembre de 1938. El frente Aragón en el Río Segre (Robert Capa)

Inesperadamente, la Armada se había revelado, casi en su conjunto, "roja": cuando sonaron los primeros llamados al alzamiento, los marinos no acataron las órdenes de sus superiores, a quienes redujeron, y se manifestaron leales a la República. Ese fue el primer dolor de cabeza del alzamiento: Franco, que contaba con la flota de la Armada, se vio repentinamente varado en África. Ya había alistado a la Legión fuerzas marroquíes que por esos días constituían la fuerza de combate terrestre más entrenada de España. Pero no tenía barcos con que trasladar a esa gran carta "nacional" al continente. La sublevación, sin el aporte de las aguerridas tropas africanas, perdía tiempo y empuje. Al cabo de unos días, llegó la solución. El 29 de julio, diez flamantes aviones de transporte alemanes y doce italianos aterrizaron en Marruecos. Alemania e Italia, en lo que sería su primera acción de ayuda evidente al levantamiento militar, habían enviado la dotación de unidades de transporte que, finalmente, permitiría el cruce entre Marruecos y el sur de España.

Mientras tanto, en Madrid, el gobierno republicano también dilapidaba un tiempo precioso. El Ejecutivo se tomó dos días de cavilaciones hasta aceptar la gravedad de los hechos. Al cabo de ese tiempo, disolvió el Ejército por decreto, abrió los arsenales de armas y los puso a disposición de las organizaciones obreras. Fue el primer paso hacia la formación de las míticas milicias populares de la guerra civil. Algunos historiadores aventuran que, de haberse tomado esa medida mucho antes, los posicionamientos iniciales hubieran sido distintos, lo que incluso podría haber modificado el curso del conflicto. Lo cierto es que cuarenta y ocho horas después de producirse el alzamiento, España estaba virtualmente partida en dos, en una suerte de momentáneo equilibrio de fuerzas.
Y seguían ocurriendo hechos destinados a marcar a fuego el carácter de la contienda.

Del lado "nacional", Sanjurjo, el militar en quien los sublevados confiaban poner la dirección de todos sus futuros movimientos, había muerto en un accidente aéreo, justamente cuando intentaba regresar a territorio español desde Portugal. Su lugar a la cabeza de la rebelión pasaría a ser ocupado por Francisco Franco.

Del lado "rojo" se iniciaba una etapa de enorme conflictividad, signada por la carencia de ejército propio, la necesidad urgente de organizar una respuesta bélica frente a los sublevados y la tarea casi imposible de poner de acuerdo a quienes insistían en defender las instituciones democráticas y quienes querían dar inicio inmediato a la revolución social.

martes, 26 de julio de 2016

Antiguo casco con cuernos hallado en Londres

Este casco de 2000 años de edad fue dragado del lecho del río Támesis, cerca del puente de Waterloo y uno de los tres cascos de la edad de hierro que se encuentran en Inglaterra.
The Vintage News


El casco de Waterloo es uno de los tres cascos de la edad de hierro que se encuentran en Inglaterra y también el único casco con cuernos que data de la Edad del Hierro que se han encontrado en cualquier parte de Europa. Sin embargo, hay varias representaciones edad de hierro de personas que llevaban cascos con cuernos de otros lugares de Europa. El casco de cuernos ceremonial pre-romana con decoración repujada en el estilo de La Tène, que data de circa 150-50 aC, que fue encontrado en 1868 en el río Támesis por el puente de Waterloo en Londres, Inglaterra.


El casco con cuernos que se encuentra en el río Támesis en el puente de Waterloo, conocido como el casco de Waterloo, ahora en el British Museum.

El casco fue dragado del lecho del río Támesis, cerca del puente de Waterloo en 1868, y en marzo del mismo año se le dio en préstamo al Museo Británico por Thames Conservancy.

La parte principal del casco está construido a partir de dos láminas de bronce, una formación de la parte frontal y una parte posterior del casco, que están remachadas entre sí en los lados y la parte superior. Una pieza de bronce en forma de medialuna separada está remachado a la parte inferior de la hoja frontal, y dos cuernos de bronce cónicas con las perillas terminales están remachadas a la parte superior del casco.


Una franja decorativa con una fila de remaches se superpone a la unión entre las hojas frontal y posterior, y va alrededor de la base de los cuernos. Al final de la tira, en ambos lados del casco, es un anillo de ajuste para una pieza barboquejo o mejilla. Hay una serie de pequeños agujeros alrededor del borde inferior, que pueden haber sido utilizados para fijar un forro.


Representación americana

El casco estaba decorado con seis clavos de bronce, uno de los cuales ahora se encuentra, tres en la parte delantera y tres en la parte posterior. Estos tienen puntuaciones cruzadas en los que sugieren que fueron diseñados para pernos de esmalte de vidrio rojo mantenga, pero éstos ya no están presentes.


Hay también una decoración repujado en el estilo La Tène en el frente y parte posterior del casco. El diseño es similar a la de la Snettisham Great Torc.

Al estar hecha a partir de láminas delgadas de bronce, el casco habría sido demasiado frágiles para su uso en la batalla, por lo que probablemente estaba destinado a ser utilizado para la ceremonia o desfile purposes.In este sentido, es similar a la edad de hierro escudos de bronce que se han encontrado, que no habría sido efectiva contra las armas modernas y sólo podría haber sido utilizado con fines de exhibición. Por otra parte, se ha sugerido que el casco es en cualquier caso demasiado pequeño para la mayoría de los hombres adultos, y puede haber sido usado por una estatua de madera de una deidad celta.

Se cree que la razón por la cual el Waterloo del casco y escudos de bronce ceremoniales como el escudo de Battersea y Witham Escudo fueron encontrados en los ríos es que fueron arrojados a las ofertas asvotive río a los dioses.

Hay algunas tallas de Galos el uso de cascos con cuernos en el arco de triunfo de Orange, Francia, que data de C.55 antes de Cristo, pero estos son muy diferente de la de Waterloo Casco. Mientras que el casco tiene Waterloo recta, cuernos cónicos con una amplia base de que son representaciones estilizadas de cuernos de animales, los cascos representados en las tallas en las naranjas, los cuernos de toro curva realistas entre los cuales se coloca una rueda en posición vertical.

Al igual que en las representaciones sobre el arco de triunfo de Orange es la imagen de una figura saltando llevaba un casco de cuernos y la celebración de una rueda en el caldero Gundestrup de Dinamarca, que data del siglo 1 aC. Este casco es de una forma diferente a la de Waterloo casco, y los cuernos se curvan como los de naranja, pero al igual que el casco de Waterloo los cuernos del casco no se señaló agudamente, pero están dotados de mandos de terminales. Una edad de hierro bajorrelieve en Brague, cerca de Antibes en Francia, también muestra representaciones de personas que llevaban cascos con cuernos.


Placa C del caldero de Gundestrup, muestra a un hombre en un casco con cuernos que sostiene una rueda.

A pesar de las representaciones de cascos con cuernos sobre el arco de triunfo de Orange y en otros lugares, el Waterloo del casco sigue siendo el único ejemplo conocido de un casco con cuernos reales de este período, y otros cascos edad de hierro que se han encontrado, como el casco de Canterbury y el Meyrick casco del norte de Gran Bretaña, son sin cuernos. Sin embargo, la influencia de las características icónicas del Waterloo Casco, interpretaciones artísticas modernas de personas en edad de hierro tienden a mostrar que el uso de cascos con cuernos, lo que ha llevado Miranda Aldhouse-Green, profesor de arqueología en la Universidad de Cardiff, comentar que es "lamentable que se ha encontrado un lugar firme en muchas reconstrucciones populares de guerreros británicos "

lunes, 25 de julio de 2016

SGM: Encuentran túnel escavado por prisioneros judíos en Lituania

Hallaron en Lituania un túnel excavado con cucharas por prisioneros judíos en la época nazi
Los detenidos intentaban escapar de los oficiales nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El paso subterráneo tiene una extensión de 35 metros de largo
Infobae




El túnel tiene 35 metros de largo (AP)

Un equipo de investigadores de Israel, Estados Unidos, Canadá y Lituania localizó en el país europeo un túnel excavado con cucharas por prisioneros judíos que intentaban escapar de los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.

La información fue confirmada este miércoles por el Departamento de Antigüedades de Israel.

El grupo de profesionales empleó una tecnología de escaneo utilizada para buscar minerales y petróleo para ubicar el túnel.


Imágen divulgada por los expertos que descubrieron el túnel Imágen divulgada por los expertos que descubrieron el túnel

El paso subterráneo, de 35 metros de largo, está en el bosque de Ponar, que en la actualidad recibe el nombre de Paneriai, donde los nazis mataron a unas cien mil personas, entre ellas 70 mil judíos.

Hacia el final de la guerra, se trasladó a prisioneros desde el campo de concentración de Stutthof a la zona, donde fueron obligados a quemar los cuerpos.

En secreto, los prisioneros excavaron el túnel desde el punto en donde estaban. Cuarenta reos escaparon a través del túnel en 1944. Muchos otros fueron baleados, pero once alcanzaron las posiciones de las fuerzas partisanas y sobrevivieron.

En su misión por hallar el túnel, el equipo de arqueólogos, geofísicos e historiadores provenientes de Israel, Estados Unidos, Canadá y Lituania no quería alterar los restos humanos que aún quedan en las fosas.



Por ello utilizaron una tecnología de escaneo moderna que es la misma que se usa para la exploración de fuentes de petróleo y gas, y lograron trazar la ruta del túnel que se extiende por 34 metros.

 “Este túnel demuestra que perduraban las ganas de vivir”
"Hallar un rayo de esperanza en un lugar tan sombrío como Ponar es algo muy importante como seres humanos", señaló Jon Seligman, un arqueólogo que trabaja con el Departamento de Antigüedades de Israel y que participó en la expedición.

"Este túnel demuestra que incluso en las horas más oscuras de la humanidad, perduraban las ganas de vivir", expresó.

En el fin de la guerra, los nazis se apresuraban a borrar toda evidencia de las atrocidades que habían cometido. Trajeron a prisioneros judíos y soviéticos al bosque de Ponar, desde el campo de concentración de Stutthof. Encadenados por los tobillos, fueron obligados a desenterrar los cuerpos e incinerarlos.

Los prisioneros, apodados la Brigada de Incineración, temían que una vez cumplida su tarea, también fueran aniquilados, por lo que tramaron su escape.

Con información de AFP.

domingo, 24 de julio de 2016

Conflictos asiáticos: Primera Guerra Indo-Pakistaní, 1947-49

Primera Guerra Indo-Pakistaní, 1947-1949 
Por Tom Cooper 
29 de octubre de 2003, 04:42 



La India, que consistía en unos 500 estados de diverso tamaños y gobernados principalmente por diversas realezas, la independencia fue ganada el 15 de agosto de 1947, pero fue dividida inmediatamente en la federación india, con una población consistiendo principalmente de hindúes, y dos entidades con mayoría de población musulmana, Pakistán Occidental y Oriental. Varios estados y provincias grandes fueron dejados para que decidieran a qué lado se iban a ensamblar. Jammu y Cachemira (J&K), siendo los estados más ricos y casi más grande de la ex-colonia británica, tenía una población de una mayoría musulmana pero un Maharaja hindú como regidor, que estaba realmente interesado en crear un país independiente. La presión severa de Paquistán y el reclutamiento de las tribus de Pathan para comenzar un levantamiento y un intento para ganar el mando sobre Srinagar, la capital de J&K, sin embargo, deterioraron este plan, y alternadamente el Maharaja pidió la ayuda de India. Tratado sobre el avance del Pathans los indios estaban más que alegres de ofrecer ayuda, pero, no podrían enviar a sus tropas sin que Jammu y Cachemira se ensamblaran a la federación india. El 26 de octubre de 1947 finalmente, el J&K Maharaja acordó unir la federación. 


Mientras que se iban de India los británicos dejaron grandes cantidades de armas y de núcleo del equipo para habilitar crear una (Real) Fuerza Aérea India independiente (RIAF). Para 1947 la fuerza aérea india real de entonces tenía diez escuadrones de cazabombarderos y de transporte, con oficiales, pilotos, y técnicos bien entrenados que entrenaron a muchos indios - hindú o los musulmanes - indiferentemnete para la Royal Air Force durante la Segunda Guerra Mundial, y probados en combate. 

Mientras que la India se repartía también la fuerza aérea siguió esa configuración. Pues el país se dividió también el RIAF iba a ser respectivamente dividido en personales que eran hindúes o musulmanes. 896 oficiales, 10.350 aerotécnicos, y 820 técnicos o no combatiente de la RIAF permanecían en la India, mientras que destinaron 224 oficiales, 2.189 aerotécnicos, y 407 técnicos o no combatientes pasaron a la (Royal) PAF. 

Incluso sin las unidades entregadas a Paquistán, el RIAF se convirtió en una fuerza importante, con los personales bien entrenados y experimentados organizados en siete escuadrones de aviones de caza y uno de transporte. Sin embargo, la mayor parte de sus aeródromos estaban en el suelo paquistaní, y por lo tanto había problemas inmensos con las bases y el despliegue apropiado alrededor de las fronteras del país recientemente independiente. El primer comandante en jefe de la IAF, Mariscal de Aire sir Thomas Elmhirst (oficial anterior de la Royal Air Force) comenzó inmediatamente una reorganización y una adquisición de nuevos aviones, pero este proceso necesitaría de tiempo. Por otro lado, la fuerza aérea paquistaní recientemente organizada (PAF) tenía solamente dos escuadrones de aviones de caza y uno de transporte, pero plétoras de aeródromos y de instalaciones de entrenamiento alrededor del país. 

Los RIAF y los PAF fueron organizados originalmente según la estructura de la Royal Air Force, basada en escuadrones entre de 12 y 25 aviones que fueron destinados a diversas alas o a los mandos según necesidades. Las áreas sobre las cuales tuvieron que operar eran enormes, y extremadamente diferentes, extendiéndose de costas muy largas al Océano Índico, sobre la arena y los desiertos de roca, vía valles enormes a lo largo de los ríos grandes, hasta el Himalaya, las montañas más altas en la tierra. 

Salvando a Srinagar 
En 1947 la India y Paquistán no fueron establecidos todavía totalmente como países independientes, y los servicios militar de ambos países estaban todavía en la agitación resultaron por la retirada británica. Sin embargo, los pakistaníes preparaban ya varias acciones que iba a influir considerablemente al futuro de su país. En el Paquistán septentrional tenían un gran interés de poner Jammu y Cachemira bajo su mando. Pues no había unidades significativas del ejército paquistaní en el área, y había también tentativa de no conseguir implicado directo en la situación, los miembros de una tribu reclutados los pakistaníes de Pathan, fueron armados y organizados en varios grupos más grandes que fueron mandados hacia Jammu y Cachemira con el objetivo de capturar Srinagar. Por lo tanto, cuando el Maharaja desesperado de Cachemira decidía que la ayuda pedida de la India los pakistaníes y sus partidarios estaban ya presente en vigor, y capturando un lugar después del otro, incluso si los Pathans aparecieron en primer término interesado en saqueos, matanzas, y en desmanes en vez de una acción militar seria. 

En la reacción los indios actuaron inmediatamente. Las distancias que el ejército indio tuvo que revestir para entrar en Jammu y Cachemira fueron inmensas, el terreno terrible, y apenas había algún camino pavimentado así que la RIAF estaba gravemente necesitando establecer un puente aéreo completo a Srinagar. Pues la fuerza estaba en reorganización y adquisición directas todavía situado a mitad del camino de aviones adicionales cuando la crisis en J&K se inició, el RIAF tuvo que utilizar muchos diversos transportes tomados de compañías civiles para poder de terminar la tarea de traer a tropas indias en Cachemira. 

Sin embargo, ya el 27 de octubre de 1947 los Dakota del No. 12 Sqn RIAF - una unidad que se pensó originalmente para poseer un escuadrón de aviones de caza, cuando fue formada en 1945 - y el primero de más de 100 transportes C-47 Dakota cargados del volaron al 1° batallón de un regimiento Sikh a Srinagar. Al despegar, las dotaciones incluso no sabían si el aeródromo en Srinagar estaba capturado ya por los pakistaníes o no, pero fueron igual. La confianza del ejército indio en el IAF era tal que el Mayor Comandante Gral Thimmayya - más adelante el jefe del estado mayor del ejército - estaba a bordo de los aviones de cabeza, acompañando al comodoro del aire Mehar Sing. Un Dakota se estrelló en curso, matando a 42 (sus restos fueron encontrados solamente 40 años más tarde!), solamente los aviones restantes aterrizaron con seguridad y las tropas indias aseguraron el aeródromo, colocado a todos a 11.540ft sobre el nivel del mar. A partir de ese momento en la RIAF los transportes eran los únicos medios de la comunicación entre J&K y el resto del mundo. El puente aéreo fue continuado por tres semanas más, y en este tiempo los transportes de RIAF volaron una brigada entera de 1.500 tropas indias a Srinagar, junto con su equipo entero y todos los abastecimientos necesarios. Los indios tenían prisa: el Pathans estaba todavía ocupado con asesinatos, saqueos, y la destrucción de las aldeas en el área alrededor de Baramulla - pero continuaron un avance lento en Srinagar y estaba claro que habría una batalla importante en el área. 

Ya el 28 de octubre una decisión fue tomada el RIAF también para desplegar a dos Supermarine Spitfires a Srinagar, pero debido a su corto alcance no podrían alcanzar bastante profundamente en J&K al único aeródromo de RIAF cercano, que quedaba en Ambala. Los Hawker Tempest IIs del No. 7 Sqn vieron en el mismo día una cierta acción sin embargo, castigando al enemigo en el área de Pathan. Dos Tempests del No. 10 Sqn reforzaron pocos días después a los dos Spitfires basados en Srinagar. Los aviones de caza iban pronto a ser necesitados fuertemente, después del 3 de noviembre el Pathans atacado repentinamente a Baghdam, solamente pocos kilómetros lejos del aeródromo de Srinagar. El impacto fue detenido en el momento - con un cierto apoyo de los Spitfires, el combustible tuvo que ser tomado en varias ocasiones directamente de los tanques de los aviones del transporte. En la mañana siguiente los indios comenzaron una contraofensiva local, y en una serie de choques sangrientos, culminando en la batalla de Shalateng - apoyado en varias ocasiones por Spitfires y los Tempests - capturaron Uri Bowl, Kot, y Tittwalla en los días siguientes: por lo menos un avión de caza de RIAF (Tempest o Harvard) fue derribado durante el último lugar. 

 
Las fotografías de los Spitfires de IAF desplegados a Srinagar son generalmente pobres y hay solamente pocas de ellas, de modo que los detalles de marcas sigan siendo desconocidos. Pero, fueron equipadas con Griffon, y deben por lo tanto haber sido el Spitfire Mk.XIVs. Si este usaró de hecho el “Chakra” como escarapela sigue siendo confuso también, solamente está seguro que tenían un panel negro “antideslumbrante” estrecho delante de la carlinga. 

Mientras tanto, el RIAF podía desplegar el descanso de los Tempests del No. 10 el Sqn a Ambala, mientras que los Dakota volaron una batería entera de 25 obúses de PDR a Srinagar. Con la ayuda de Tempests y de obúses las tropas indias capturaron Baramulla, el 8 de noviembre, seguido por Uri, en décimotercero, donde estaba su avance finalmente parado debido a la situación de abastecimiento precaria. Alternadamente, el Pathans capturó y esperó en Rawalkot, Bagh, y Rajauir, poniendo la mayor parte de Jammu bajo su mando, y con esto la primera fase de esta guerra había terminado. 

 
Después de la partición de la India el poderío de la fuerza aérea india real fue dividido entre la India y Paquistán, dando por resultado la creación de dos fuerzas aéreas, que tenían el equipo similar y organización. El RIAF era distinguida debido al gran número de Hawker Tempest Mk.II (Tempest posteriores al F.Mk.2), los cuales fueron transferidos a la acción de los inventarios de la Royal Air Force en teatro: como este HA626 (ex-ROYAL AIR FORCE MW391) - demostrada aquí usar el signo de no 10 Sqn - fue pintada típicamente en un acabado de plata total. Nota también la marca nacional de RIAF usada solamente en 1947-1949. (todas las ilustraciones de Tom Cooper) 

Durante la segunda fase de esta guerra los indios eran primer reabastecer ocupado y reforzar a vawrias de guarniciones puestas bajo sitio por los irregulares de musulmanes y también a algunas tropas paquistaníes, así como recuperar tanto de terreno capturado por su enemigo como fuese posible. La situación era primer crítica en Mirpur y Ktoli, que fue suministrado cerca aerolanzamientos de alimentos y de la munición en docenas de misiones volados por Dakota del No. 12 Sqn, pero con frecuencia también por Tempests del no 7 y algunos del 10 Sqns. El RIAF también construyó un nuevo aeródromo en Armritsar, donde colocaron a Spitfires y Tempests adicionales. 

El 16 de noviembre de 1947 los aviones de caza de RIAF volaron una serie de huelgas efectivas contra posiciones musulmanes delanteras, y entonces el ejército indio avance en Jammu. Solamente pocos días más adelante, dejaron los musulmanes solamente en la posesión de Bimbar y el área alrededor de la colina-ciudad de Poonch, en donde un número cada vez mayor de refugiados y los remanentes del batallón de la fuerza del estado fueron apoyados solamente por el 1r regimiento indio de Kumaon. Aunque Poonch fuera puesto posteriormente bajo sitio que era casi durar por un año, incluso el despliegue del 7mo ejército paquistaní que la artillería de división no podría ayudar al Pathans para tomar el lugar. Pues no había aeródromo cerca la ciudad y el interior de las tropas eran altamente confiables en los abastecimientos lanzados por los Dakota del No. 12 Sqn, pero mucho de esto fue perdido. Por lo tanto forzaron a los defensores finalmente a improvisar una pequeña pista de aterrizaje, que fue puesta en servicio el 12 de diciembre. En los ocho días siguientes los Dakota podían aterrizar 73 veces allí, trayendo el muy necesario relevo. 

El invierno forzó a ambos lados a continuar la lucha, incluso si los indios tentativa avance en varios sectores. Debido a las condiciones muy ásperas el mantenimiento y las operaciones de aviones llegaron a ser inmenso problemáticos, y solamente pocos Spitfires y Tempests podían apoyar a las tropas indias cuando éstas capturaron Jangar, el 18 de diciembre, y entonces Rajauri, pocos días más adelante. La situación entonces “congeló literalmente” para los tres meses siguientes, y el RIAF usado la época de continuar su reorganización y de detectar muchos nuevos aviones. Por los 1948 tempranos la fuerza aérea del indio estaba en el medio de una reorganización que era considerarlo que era aumentado a 20 escuadrones de caza equipados de 100 Spitfires y Tempests, comprada del Reino Unido. Además, los técnicos indios salvados, y después restaurados y traídos a la condición operacional ninguna menos pero a 40 bombarderos del libertador de B-24J se fueron detrás por el USAAF en el aeródromo de Cawpore en el final del WWII. 

Pausa de invierno 
El ejército paquistaní no podía responder en vigor a la intervención india, especialmente después en diciembre de 1947 de un levantamiento grande explotó en el área llamada la “frontera del noroeste” (NWF), a lo largo de la frontera paquistaní a Afganistán. Incluso antes de llegar a ser independiente, Paquistán tentativa continuar la política británica de ejercer influencia en el área y también en Afganistán, y éste causó absolutamente algunos resentimientos en el otro lado. Por 1948 tempranos la situación en el NWF era tal que la mayor parte de los RPAF y un mejor parte del ejército paquistaní estaban ocupados allí. Las Tempests del No. recién formado 5 Sqn RPAF (formado principal de no anterior 1 y ningunos 2 Sqn RIAF) fueron desplegadas a Peshawar ya desde diciembre de 1947, y a los C-47s de la única unidad de transporte de PAF del tiempo, el No. 6 Sqn, eran primeros hombres y material ocupados del transporte en barca de Razmak a Miranshah y a Peshawar. En fin, cuando la crisis en J&K entró en erupción, el PAF estaba ocupado a otra parte. 

Sin embargo, por 1948 tempranos el ejército de Paquistán tenía varias pequeñas guarniciones en Jammu, especialmente en el área llamada “dependencia de Gilgit”, directo en base del Himalaya. Las guarniciones principales estaban en Skradu, Astor, Chilas, y Gilgit. Su custodia era posible solamente bajo la mayoría de circunstancias complicadas, después no había caminos y podrían ser suministradas solamente del aire. Para alcanzar estas montañas de los lugares que los C-47s de PAF tuvieron que volar profundamente a través de un laberinto de limas hoyas entre muchos 6.000, de 7.000, y de los 8.000m altas - una tarea complicó bastantes en buen tiempo, para no hablar de la situación durante el invierno. 

La tercera fase de la guerra de Cachemira vino en el muelle de 1948, y fue iniciada otra vez por huelgas de cazabombarderos indios. El 24 de abril en un invasión bajo atrevido las Tempests indias destruyeron el puente en Kishangana y cortaron así la ruta principal usada por los pakistaníes para traer refuerzos y abastecimientos en la lima hoya de Cachemira. El ejército indio entonces avance hacia Tittwalla, que fue capturado el 23 de mayo. Poonch todavía estaba bajo sitio así que la ofensiva siguiente entró esta dirección. Los Dakota del No. 12 Sqn volaron una batería entera de 25 pdrs en la ciudad, y éstos - junto con varios Dakota equipados como bombarderos de expediente - eran decisivos en vigor las tribus de Pathan finalmente dar para arriba. Sin embargo, Poonch no era totalmente seguro de sus ataques hasta el noviembre de 1948. 

Los pakistaníes mientras tanto hacían su mejor para hacer su propia fuerza aérea operacional de modo que ésta pudiera participar en la guerra también. Bajo problemas inmensos, en docenas de misiones del abastecimiento, bastante equipo fue entregado finalmente para construir pequeñas pistas de aterrizaje cerca de cada de cuatro guarniciones paquistaníes en Jammu, que perfeccionó su situación considerablemente. Los indios, sin embargo, vigilaban de cerca los movimientos paquistaníes, y las Tempests de RIAF pronto volaron varias huelgas contra las pistas de aterrizaje cerca de Gilgit y Chilas, dañando ambos y destruyendo varias instalaciones, incluyendo dos estaciones de radio. 

En mayo de 1948 una columna paquistaní fue de Gilgit hacia Leh, en Karakhorum, al este de Srinagar, y capturó Kargil y Dras. Los indios descubrieron este despliegue y eran rápidos reaccionar. El 24 de mayo los Dakota del No. 12 Sqn RIAF desplegaron a compañía entera del reconocimiento a Leh: después de desembarcar las tropas incluso no intentaron establecer un parámetro defensivo, en lugar acometiendo para construir una pista de aterrizaje necesaria para que los transportes de RIAF traigan en refuerzos y abastecimientos. La pequeña tira fue preparada en tempo de registro, y en días siguientes los elementos de una brigada de Ghurka fueron volados en: el Ghurkhas era rápido parar el avance paquistaní, pero los esfuerzos indios de prohibir las líneas de suministro enemigas hacia el sur - del aire y en la tierra - alternadamente fueron deteriorados por los pakistaníes. , Una vez que manejó finalmente asegurar Srinagar y establecer una base grande, podría solamente en noviembre de 1948 la tentativa de los indios una nueva impulsión en Kargil y Dras. Ambas ciudades fueron capturadas eventual, y forzaron a los pakistaníes alternadamente a dejar el área. 

Aspecto del PAF 
No fue antes del verano de 1948 que el No. 9 Sqn de la PAF también fue enviado a Peshawar para reforzar al No. 5 Sqn. Este movimiento probó ser decisivo en la medida en que el ejército paquistaní finalmente aseguró el pase estratégico importante de Khaiber en el NWF. Según se informa, los pilotos del No.9 Sqn probaron ser acertados durante la lucha en el área que alternadamente la unidad fue dejada equipada de las Tempests por los próximos años - incluso después la mayor parte de el PAF era reequipado con los aviones de caza de tobera - con el principal labor fue COIN. Después de que la baja del pase de Khaiber, el levantamiento en el NWF fuera debilitada considerablemente y los pakistaníes podrían ahora finalmente concentrar en los progresos en J&K. 

 
El No 5 Sqn RPAF, que entró en existencia cuando los anteriores No. 1 y 2 Sqns de la RIAF fue dado a Paquistán, también voló los Tempest Mk.IIs, desplegados en Peshawar en diciembre de 1947. La unidad estuvo implicada activamente contra las tribus en la frontera del noroeste, y su participación en la guerra en Cachemira era por lo tanto mínima. Al contrario de los Tempests de la RIAF, la mayor parte de las Tempests paquistaníes fueron pintados en colores de piedra media y tierra oscura (como bramido) o verde-verde oliva encima, y cielo debajo
 

Mientras tanto, la situación llegó a ser crítica para los pakistaníes en el aire sobre Jammu y Cachemira. Tanto que sus aviones del transporte estaban en curso sobre J&K (en 1949 el PAF voló no menos de 437 misiones de suministros sobre Jammu solamente, transportando 5.000ts), los Tempests de la RIAF montaron patrullas aéreas de combate constantes en tentativa de interceptarlas. El 4 de noviembre de 1948 dos Tempests de RIAF, volados por los Líder de Sqn. Masallamani y Flt. Lt. Dogra, descubrieron varios C-47s de RPAF en el área de Chilas, y los atacaron usando cañones de 20mm. Aunque la RIAF reclamó más adelante que solamente disparos de advertencia fueron disparados, los pakistaníes reclamaron que uno de sus transportes fue solamente dañado mientras que la dotación se las arreglaba para escapar volando una serie de maniobras evasivas profundamente entre las montañas. Le concedieron al piloto del C-47 la Sitara-e-Jurat posteriormente por su hazaña. Después de este incidente, los pakistaníes comenzaron a establecer una red de puestos adelantados, que fue equipada de estaciones de radio, con el único propósito de detección y búsqueda de los interceptadores de la RIAF. Los transportes de la PAF, sin embargo, fueron forzados a continuar operando solamente por la noche, que hacía el trabajo solamente más difícil para las dotaciones del No. 6 Sqn. 

Para los últimos meses de 1948 ambos lados estaban agotados, y los indios se dieron cuenta que alcanzaban los límites de sus capacidades de los militares y del abastecimiento en J&K. Por lo tanto, Delhi requirió a la O.N.U para intervenir, y el 31 de enero de 1949 un alto el fuego fue convenido. Con el tiempo, las lineas del frente de ese día se convirtieron en frontera eventual entre los estados indio y las partes paquistaníes retenidas de Jammu y de Cachemira: para todos los propósitos prácticos siguen siendo fronteras hasta hoy. 


Orden de la batalla 
La India 
RIAF/IAF, 1949 
- 1 Sqn: los aviones y los personales transfirieron a Paquistán, en donde formaron el No. 5 Sqn; el nuevo No. 1 Sqn formó con el IAF solamente en 1951 
- 2 Sqn, aviones y personales transfirieron a Paquistán; el nuevo No. 2 Sqn formó con el IAF solamente en 1951 
- 3 Sqn, Tempest II, basada en Kolar, utilizaron en el sector de Hayderabad 
- 4 Sqn (OCU), Tempest II, basaron en Cawpore, usado en el sector de Hayderabad 
- 5 Sqn, libertador de B-24J, Cawpore, Pune posterior 
- 6 Sqn, C-47/Dakota, aviones y personales transferidos a Paquistán, en donde formaron el No. 6 Sqn; nuevo No. 6 Sqn reformado con IAF solamente en 1951 y equipado de B-24Js 
- 7 Sqn, Spitfire FR.XIV y Harvard, Tempest posterior II, basada en Risalpur, entonces Palam 
- 8 Sqn, Spitfire FR.XIV, Tempest posterior II, basada en Pune 
- 10 Sqn, Tempest II, basada en Ambala, y más adelante en Srinagar y Armritsar 
- 12 Sqn, C-47/Dakota, basado en Agra y Palam 
- AFS, Spitfire FR.XIV, basado en Srinagar 
- 1r vuelo del AOP, Auster AOP.V/VI, basado en Adempur 
- el 101o vuelo, Spitfire PR.XIX, basó desconocido 

Los Spitfires del RIAF en 1947-1949 usaron una configuración del camuflaje en gris verde oscuro/oscuro del mar encima, gris pálido debajo, asumido el control de la Royal Air Force. Todos tenían también bandas blancas alrededor del fuselaje de atrás y del plano de deriva, y una serie negra de RIAF en el plano de deriva (como MV304 en el caso de un Spitfire RF.XIV del No. 6 Sqn). 

Los Tempests indios poseían guardapolvo gris perla, y llevado solamente una serie negra en el fuselaje de atrás (como HA554, del No. 3 Sqn, o HA729 del No. 7 Sqn).

Los B-24J Liberators eran pelados en metal total, con un panel “antideslumbrante” negro delante de la carlinga y claves grandes en el fuselaje de atrás (por ejemplo, G, I, L, etc.), así como la serie de RIAF sobre la llamarada de plano de deriva en el plano de deriva. En último 1948 absolutamente algunos aviones tiene insignias del escuadrón, aunque solamente pocos detalles de éstos se sepan. 

El C-47/Dakota de RIAF fue dejado principal el metal pelado total, y usó pequeñas series negras en el plano de deriva o el fuselaje de atrás (ejemplo: VP903, del No. 12 Sqn). 

Paquistán 
RPAF/PAF, 1949 
- 5 Sqn, Tempest II, posteriormente Mk.60 Sea Fury, formada con RPAF en 1947 y basada en Peshawar 
- 6 Sqn, carguero C-47 Dakota posteriormente, Bristol 21, basado en Mauripur y Chaklala 
- 9 Sqn, Tempest II, basada en Miranshah, Peshawar posterior 
- 11 Sqn, Bandit, basado en Mauripur, formado solamente en enero de 1949, no participaron en la lucha 
- 14 Sqn, Tempest II, posteriormente Mk.60 Sea Fury, formada en noviembre de 1948, basada en Miranshah y entonces Peshawar, y desmovilizada en 1949 
- 1r vuelo del AOP, AOP V/VI de Auster, basado en Peshawar 

Las Tempests paquistaníes tenían fuselaje color arena pintada y tierra del verde verde oliva u obscuro terminado, cielo debajo, y usaron series negras en el fuselaje de atrás (como A132 y A141, del No. 9 Sqn, o A145, del No. 14 Sqn). Algunos también fueron pintados en guardapolvo gris perla, o excesivo gris perla, cielo debajo, pero las series todavía fueron aplicadas de la manera similar como generalmente (ejemplo: A160, perteneciendo al No. 5 Sqn). Algunas Tempests de no 9 Sqn tenían su cono de la hélice pintado en rojo. 

El C-47 Dakota paquistaní generalmente todavía usaba el camuflaje en el guardapolvo monótono verde ligeramente oliva, cielo por debajo, aplicado a ellas durante la SGM. Las series negras fueron continuadas el fuselaje de atrás (ejemplo: H705, perteneciendo al No. 6 Sqn). 


Traducción: Esteban McLaren 2007 
Derechos reservados 2002-3 del © por ACIG.org

sábado, 23 de julio de 2016

Encuentran una munición de 75mm Krupp en obras en Buenos Aires

Insólito: hallaron una bala de cañón activa en medio de las obras del soterramiento del Sarmiento
Se trata de una munición de cañón Krupp de 75 mm, de unos 60 años. Se encontró en un taller de Haedo
Infobae






Los obreros que trabajan en el soterramiento del tren Sarmiento todavía no salen de su asombro. Ayer por la tarde, mientras limpiaban uno de los playones de maniobras del predio ferroviario en Haedo, hallaron una bala de cañón activa.

Con un tamaño similar a una botella de gaseosa de tres litros, el proyectil tiene más de 60 años, está oxidado y no se detonó en el lugar porque se desconoce su poder explosivo. Según se informó, es calibre 75 mm y corresponde a los cañones Krupp, un armamento de artillería de origen alemán que se utilizó en la I Guerra Mundial y que luego formó parte del Ejército Argentino.


Cañón Krupp

"Por lo que nos dijeron sería un proyectil de la posguerra; como esta zona fue el playón de maniobras más grande del país, es probable que haya habido algún cargamento. Estamos buscando en los archivos históricos ", dijo el secretario de Seguridad de Morón, Sebastián Cinquerrui, en declaraciones a la señal de noticias de cable TN.

El funcionario explicó que, de manera preventiva, el intendente Ramiro Tagliaferro ordenó el armado de un equipo para rastrillar la zona para establecer si se detecta, en superficie, algún otro elemento o solo se trató de una casualidad aislada.



Cinquerrui destacó el trabajo tanto de la división explosivos de la Policía Bonaerense como también de los equipos de Bomberos y Defensa Civil del municipio. El artefacto fue finalmente trasladado por expertos de la Policía Federal a un depósito en La Plata y será detonado en una cava específicamente construida para ese fin.

"En un momento se evaluó hacerlo estallar en el lugar, se puso un perímetro de 50 metros a la redonda, pero finalmente se suspendió ante el desconocimiento del poder de daño", explicó el funcionario.




El increíble hallazgo detuvo el trabajo de los obradores para el tan prometido soterramiento del Sarmiento. Apenas se descubrió el explosivo le avisaron al municipio y en pocos minutos se actuó de acuerdo al protocolo. "Los especialistas tuvieron todos los cuidados y por suerte solo será una anécdota que quedará en la historia", concluyó Cinquerrui.

viernes, 22 de julio de 2016

Argentina: Sarmientos y los indios

Sarmiento, defensor de indígenas
Luciana Sabina - docente
Los Andes


Sarmiento creía que los aborígenes debían y podían ser incorporados a la sociedad a través de un proceso de civilización. Para comprender esta cara de su pensamiento son fundamentales los estudios realizados por Adriana Susana Eberle durante los noventa.

Durante la Conquista del Desierto Domingo Faustino llevó a cabo una campaña denunciando tratos otorgados a los aborígenes. Consideraba necesario separar a los miembros de las tribus y reubicarlos en zonas civilizadas, así irían contagiándose de "buenas costumbres".

Su plan consistía en enviar al campo a los hombres de cada grupo tribal, mientras que mujeres y niños terminarían en la ciudad, en casas de familias. Los pequeños mayores de diez años debían ser separados de sus madres porque estas les transmitían su ignorancia. Hay que entender que desde la perspectiva de la época y la cosmovisión sarmientista, la lucha contra la "barbarie" justificaba que los niños se criasen lejos de su familia.

Más que militarizar la frontera, para el sanjuanino se debía poblar el territorio. Así una parte de familias aborígenes estarían situadas allí, en terrenos delimitados con escuelas, gobierno, culto (no solamente la católica, se admitirían otras religiones) y la ayuda que necesitaran para subsistir. Estos no vivirían solos, se sumarían a los inmigrantes como potenciales pobladores del territorio.

Esta claro que Sarmiento no respetaba culturalmente a los indígenas, pero fue un gran defensor del derecho de estos a la vida, muy por el contrario a lo que se expresa generalmente.  Dentro de sus Obras completas el volumen XLI contiene más de veinte trabajos referidos al tema. En uno de ellos, escrito para El Nacional en 1879 y titulado "Expedición a Araucania", leemos esta crítica al gobierno de Avellaneda y su accionar para acabar con el "problema del indio":

"Es peor política e inicua además, la que tiene por empresa el exterminio de los indios sin pretexto de la propia defensa. Son al fin seres humanos, y no hay derecho para negarles la existencia. No lo ha hecho nación ninguna hasta ahora con los salvajes (…). Los Estados Unidos dan territorios en propiedad a las tribus que expulsan de sus fronteras, a fin de asegurarles la existencia (...) esta persecución á outrance es además de impolítica y absurda, una flagrante violación de la Constitución, que dando al Congreso facultad para proveer de soldados y dinero a la seguridad de la frontera, lo hace en una sola oración conjuntamente con conservar el trato pacífico con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo. (…) es puramente un acto salvaje, en violación a lo dispuesto por la Constitución, y el Derecho de Gentes en lo que no autoriza el desalojo total de las razas primitivas. No ha de escasear ni de hacerse esperar mucho tiempo el escarmiento, sino el castigo de política tan injustificada y arbitraria, pues el Presidente no puede disponer del ejército para fines opuestos a la Constitución (...) (…) es quimera ir a perseguirlos en sus últimas guaridas, porque no hay derecho, y porque es una crueldad desautorizada por la historia y peligrosa" .

Como vemos, el padre del aula hizo hincapié en que los habitantes indígenas eran argentinos amparados por la Constitución Nacional vigente, que establecía como atribución del Congreso: "Proveer a la seguridad de las fronteras; conservar el trato pacífico con los indios, y promover la conversión de ellos al catolicismo" (artículo 67, inciso 15). Avellaneda y Roca no podían usar el ejército para fines opuestos a la Constitución.

Y aunque estos tuvieron sus motivos y debemos entenderlos en el contexto (se trataba de una verdadera guerra), Sarmiento se opuso a la Conquista del Desierto y denunció sus abusos, por más de que muchos historiadores prefieran decir lo contrario.

jueves, 21 de julio de 2016

PGM: Salir del campo de prisioneros para volver voluntariamente

El soldado que regresó al campo de prisioneros tras visitar a su madre moribunda durante la Gran Guerra

Javier Sanz | Historias de la Historia


Pocas semanas después del comienzo de la Primera Guerra Mundial, el capitán del ejército británico Robert Campbell se encontraba al mando del Primer Regimiento East Surrey en una posición cercana al Canal de Mons-Condé, en el noroeste de Francia, cuando sus tropas fueron atacadas por el ejército alemán. Durante el combate, el joven capitán de 29 años fue gravemente herido y capturado, siendo trasladado a un hospital militar en Colonia (Alemania), donde fue tratado de sus heridas antes de ser enviado al campo de prisioneros de guerra de Magdeburg, en Alemania.


Robert Campbell

Al cabo de dos años, durante su internamiento en Magdeburg, Campbell recibió una carta con una triste noticia: su madre, Louise, padecía cáncer. Le quedaba muy poco tiempo de vida y Campbell se encontraba muy lejos de su hogar y de su querida madre. En un intento desesperado, el capitán decidió escribir una carta al mismísimo Káiser Guillermo II, rogándole que, por motivos humanitarios, le permitiera ver a su madre por última vez y despedirse de ella. Sorprendentemente, el Káiser contestó la petición permitiendo a Campbell regresar a su casa familiar en Gravesend (Kent) para visitar durante dos semanas a su madre agonizante. El emperador alemán solamente puso una condición: Campbell debería dar su palabra de caballero y de oficial del Ejército Británico de que, finalizada la visita, volvería al campo de prisioneros. Robert Campbell dio su palabra al Káiser.


Campbell regresa

Los Archivos Nacionales Británicos contienen documentos que demuestran la intervención de la Embajada de Estados Unidos para llevar a buen fin el acuerdo entre Alemania y Campbell, que llegaría a Inglaterra el 7 de noviembre de 1916. Se cree que viajó hasta la neutral Holanda y desde allí tomó un barco a Kent. Y así fue como Campbell pudo ver a su madre y despedirse de ella antes de regresar —dentro del plazo concedido por el Káiser— al campo de prisioneros de Magdeburg, cumpliendo con ello su palabra de caballero. Su madre fallecería en febrero de 1917, cuando Robert todavía seguía preso… aunque no sería la única ocasión en la que “saldría” de Magdeburg. Siguiendo la máxima que reza que los prisioneros de guerra tienen la obligación de intentar escapar para mantener ocupados recursos humanos enemigos, junto a otros prisioneros escaparon por un túnel que habían estado excavando durante 9 meses. Fueron capturados en la frontera de Holanda y devueltos a Magdeburg. Robert fue liberado cuando finalizó la guerra y permaneció en el ejército hasta 1925. También participó en la Segunda Guerra Mundial y falleció en 1966 a la edad de 81 años.

Lamentablemente, los británicos no respondieron en el mismo sentido con una petición similar: el prisionero alemán Peter Gastreich se encontraba preso en la Isla de Wight cuando supo que su padre se estaba muriendo, y al igual que Robert pidió poderlo visitar para despedirse; pero el Departamento de Guerra británico no lo permitió…

No se puede reconocer la liberación temporal en base al precedente de la liberación condicional del capitán Campbell. No fueron consultados antes de que el Gobierno alemán concediese la licencia al oficial y no habrían dado su consentimiento a dicha propuesta si se les hubiese planteado.
Documento Ejército Británico



La realidad es que a los británicos no les hizo ninguna gracia aquella concesión humanitaria. De hecho, el único motivo para no impedir el regreso del capitán fue que estaba en juego la palabra de un oficial británico. Si estuviese en vuestras manos, ¿actuaríais como el gobierno alemán o británico?