La Revolución de Abril (Revolución Amarilla)
La Revolución de Abril de 1870, también conocida como la Revolución Amarilla, fue un movimiento armado liderado por Antonio Guzmán Blanco con el objetivo de derrocar al gobierno de José Ruperto Monagas, representante del partido conservador conocido como los "azules". Esta revolución marcó el inicio del período político venezolano llamado Liberalismo Amarillo, caracterizado por el prolongado dominio del liberalismo guzmancista en la política nacional.
Antonio Guzmán Blanco en la Batalla de San Fernando de Apure.
Antecedentes
Tras el triunfo de la Revolución Azul en 1868, el gobierno de Juan Crisóstomo Falcón fue derrocado, lo que forzó al líder liberal Antonio Guzmán Blanco a exiliarse, víctima de persecución política. Venezuela entró entonces en una etapa de inestabilidad, con múltiples levantamientos regionales y conflictos armados promovidos por diversos caudillos liberales como Joaquín Crespo, Matías Salazar, Francisco Linares Alcántara, entre otros, en contra del gobierno de Monagas.
Desarrollo de la revolución
El 14 de febrero de 1870, Guzmán Blanco desembarcó con armas y combatientes en Curamichate, cerca de la Vela de Coro, procedente de Curazao. A pesar de la aparente debilidad inicial, el movimiento creció con rapidez. El 16 de abril, Monagas cedió provisionalmente el poder al abogado Guillermo Tell Villegas para dedicarse a combatir la rebelión.
El 27 de abril de 1870, tras solo tres días de intensos combates, las fuerzas revolucionarias lograron tomar Caracas. La capital estaba escasamente defendida por unos 1.600 a 2.000 milicianos locales. El triunfo fue aclamado por una población harta del régimen azul. La rendición de Monagas marcó el inicio del nuevo orden liberal, consolidando a Guzmán Blanco como figura dominante.
Celebraciones nocturnas en la Plaza Bolívar de Caracas tras la victoria de la Batalla de San Fernando de Apure.
Consolidación del poder
Guzmán Blanco no solo derrocó a Monagas, sino que procedió rápidamente a eliminar los focos restantes de resistencia azul. Envió al general Matías Salazar a combatir a las fuerzas conservadoras que aún ofrecían oposición. En la Batalla de Guama, los liberales vencieron, dejando un saldo de 800 muertos y 200 prisioneros azules, algunos de los cuales cambiaron de bando, convencidos por el caudillo liberal León Colina.
Sin embargo, la lucha no había terminado. El 21 de septiembre de 1870, el general Pedro Ducharme rompió una tregua invadiendo Irapa y masacrando a 300 liberales, incluido José Loreto Arismendi. Pese a estos hechos, las fuerzas guzmancistas continuaron ganando terreno.
Uno de los últimos focos de resistencia fue liderado por el general Adolfo Antonio Olivo, quien logró tomar posiciones en Maturín y posteriormente en San Fernando de Apure. En diciembre de 1871, Guzmán Blanco marchó con 6.000 soldados y lo derrotó en la Batalla de San Fernando de Apure, donde Olivo perdió 66 hombres y 119 fueron capturados. Durante la retirada, Olivo se ahogó en el río Arauca junto con 300 de sus hombres.
Conclusión
Con la pacificación del Estado Apure a inicios de 1872, Antonio Guzmán Blanco aseguró el control absoluto del país e inició un prolongado período de hegemonía liberal. La Revolución de Abril transformó profundamente el panorama político venezolano y consolidó al guzmancismo como fuerza dominante por varias décadas.
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