martes, 11 de marzo de 2014

La vida de Vasili Záitsev


Vasili Záitsev: “Mataba a cuatro o cinco alemanes todos los días”
Se publican en España las famosas y polémicas memorias del francotirador de Stalingrado que inspiró ‘Enemigo a las puertas’
Jacinto Antón - El País


Jude Law, como Záitsev en la película Enemigo a las puertas.
“Usa cada bala a conciencia, Vasili”, le decía de niño su padre cuando cazaban lobos en la taiga. A fe que lo hizo en Stalingrado, con otra clase de lobos, estos humanos, pero también grises. “Mataba a cuatro o cinco alemanes todos los días”, escribió. Las tremendas memorias del francotirador Vasili Zátsiev (1915-1991), Héroe de la Unión Soviética, uno de los más famosos en su difícil y atroz oficio, recién publicadas ahora en España por Crítica, nos adentran en la contienda particular que ese tipo de soldados libró durante la II Guerra Mundial, una historia de oscuridad y violencia. Nos llevan al corazón más frío y letal de la batalla –donde se mira agazapado a los ojos del que matas- y nos permiten asomarnos a la personalidad y las tácticas de unos combatientes tan admirados como temidos y denostados, y que siempre han provocado una morbosa fascinación: la mística del francotirador.

Las memorias de Vasili Grigórievich Záitsev se centran en la actividad del francotirador en Stalingrado, donde su cuenta particular ascendió a 242 militares alemanes, incluidos 11 francotiradores (abatir a los tiradores del otro bando era una de las prioridades de estos combatientes). Las vicisitudes del certero Záitsev fueron la base de la película Enemigo a las puertas, de Jean Jacques Annaud. Parte de lo que cuenta el francotirador, incluido el largo y épico duelo con el experto tirador alemán enviado a cazarlo que es el núcleo del filme, es muy controvertido y está considerado por historiadores como Antony Beevor pura invención. Eso no impide que las memorias sean una interesantísima descripción de la salvaje, brutal lucha en Stalingrado y que se lean con el corazón en un puño.
Vassili Záitsev, en Stalingrado.


En un pasaje, Záitsev impide a su equipo de tres parejas de francotiradores disparar contra unos oficiales que creyéndose seguros están lavándose junto a una trinchera. “Esos tipos solo son tenientes”, les señala. “Si malgastamos balas con la pescadilla los peces gordos nunca asomarán la cabeza”. Al día siguiente vuelven a la zona de baños. Declinan disparar contra un soldado que se asoma. Y entonces aparecen los que esperaban: un coronel acompañado por un francotirador con un precioso fusil de caza, un mayor con la Cruz de Caballero con Hojas de Roble y otro coronel fumando en una larga y aristocrática boquilla. “Nuestros disparos silbaron. Apuntamos a la cabeza, como exige el manual, y los cuatro nazis cayeron al suelo expirando el último aliento”. En otra ocasión, dispara contra otro oficial que lleva la Cruz de Hierro en el pecho. “Apreté el gatillo y la bala atravesó la medalla del alemán, que salió despedido hacia atrás con los brazos abiertos”.
Záitsev inicia sus memorias explicando su infancia. Su abuelo pertenecía a una larga estirpe de cazadores de los Urales y le regaló su primera escopeta. Al salir a cazar se embadurnaba con aceite de tejón para camuflarse bajo el olor de animal. Matando lobos aprende a rastrear y acechar, lo que le serviría “para luchar contra esos otros depredadores bípedos que llegaron a invadir nuestra patria”. El futuro francotirador no era ningún iletrado. Ingresó en una escuela técnica de construcción, estudió contabilidad y fue inspector de seguros. En 1937 lo llamaron a filas e ingresó como marinero en la flota del Pacífico –siempre lució con orgullo bajo el uniforme la camiseta de franjas blanquiazules, latelniashka-. Deseoso de acción, solicitó el ingreso en una compañía de fusileros y fue a parar a Stalingrado. Llegó como suboficial el 21 de septiembre de 1942: fue como aterrizar en el infierno; en su diario anota que en el aire flotaba el hedor a carne abrasada.
En su primer combate, el bajo y robusto Záitsev de cara ancha –desde luego no se parecía a Jude Law-, llega al cuerpo a cuerpo y, perdidas las bayonetas y las pistolas, mata a su primer alemán estrangulándolo. Es la guerra en toda su crudeza: “Finalmente dejó de forcejear y noté un olor nauseabundo, en el momento de morir se había defecado encima”.
En la defensa de las posiciones en la famosa fábrica Octubre Rojo, Záitsev vive momentos angustiosos, es la Ratenkrieg, la “guerra de ratas”, en los sótanos y alcantarillas de la ciudad en ruinas. A finales de octubre un coronel observa como abate con tres disparos de su rifle estándar de infantería a sendos servidores de una ametralladora. “Consíganle un fusil de francotirador”, ordena –le dan un Moisin Nagant 91/30- y le dice: “Ya lleva tres, siga la cuenta a partir de aquí”. Así empieza su carrera. Le coge gusto: “Me agradaba ser francotirador y gozar de la licencia para elegir a mi presa, a cada disparo es como si pudiera oír la bala atravesando el cráneo del enemigo”. Dispara a larga distancia, 550 metros, y más. La mira telescópica revela detalles del blanco. “Sabes si se ha afeitado, puedes ver la expresión de su rostro, canturrea. Y mientras tu hombre se frota la frente o inclina la cabeza para ponerse bien el casco, buscas el mejor punto para que la bala haga impacto; no tiene ni la menor idea de que le quedan solo unos segundos de vida”. No hay ninguna duda, ni remordimiento. “Era fácil colocar el retículo entre sus ojos. Apreté el gatillo, convulsionó unos segundos y luego se quedó inmóvil”.

En el relato de Záitsev, los soviéticos son invariablemente nobles y heroicos y los alemanes crueles: ejecutan a los heridos con lanzallamas o arrojándolos a los perros. El francotirador ve a los nazis como “serpientes”, que se retuercen mientras las aprieta en su puño.
Las memorias están trufadas de consejos para los francotiradores –nuestro hombre se convirtió en instructor-. Un manantial o una fuente son buenos lugares para matar enemigos. Hay que cambiar de posición tras el disparo para impedir que te localicen. El tirador no necesita más de dos segundos para apuntar y disparar, pero los preparativos requieren horas y hasta días de observación y camuflaje. Hay que hacerse invisible. La paciencia lo es todo. Los francotiradores –que en contra del estereotipo no luchan solos, sino en parejas o incluso en grupo- usan señuelos y maniquíes para cazar a los rivales.
El grandioso duelo que aparece en Enemigo a las puertas ocupa todo un capítulo del libro. El autor explica que un soldado alemán prisionero les reveló que el alto mando, preocupado ante el creciente número de bajas, había enviado “a un tal mayor Konings” (Koenig en otras versiones), “director de la escuela de francotiradores de la Wehrmacht en las afueras de Berlín”, con el propósito exclusivo de abatir “al gran conejo ruso” (Zátsiev significa conejo).
El “superfrancotirador” alemán (Ed Harris en la película) y el ruso juegan una partida mortal. Zátsiev lo caza al final con un par de artimañas. Luego lo saca a rastras de su escondite, agarra su fusil y su documentación y se los entrega al comandante de su división. La supuesta mira de ese supuesto (y fracasado) as alemán se exhibe en el museo de las fuerzas armadas de Moscú.
“Nunca hubo un francotirador alemán llamado mayor Konings”, me recalca Beevor, que trató ampliamente el tema en su canónico Stalingrado. Ni en fuentes oficiales alemanas ni rusas. “Investigué todos los informes de francotiradores en Stalingrado que existen en los archivos del Ministerio de Defensa en Podolsk (TsAMO) y por tanto puedo decir con toda seguridad que el épico ‘duelo de francotiradores’ entre los ases alemán y ruso nunca ocurrió. Si hubiera tenido lugar habría sido reportado en su momento dado que era exactamente la historia que querían en Moscú para propaganda. Definitivamente, fue inventada después de la batalla”.
Beevor recuerda que Annaud lo invitó a ver su película “con la vana esperanza de que no fuera demasiado crítico; yo le había advertido claramente antes de cual era mi posición. Él había comprado los derechos del libro de William Craig, del mismo título que el filme, y Craig había creído en la historia propagandística del largo duelo con el francotirador y las pretensiones fantasiosas de Tania Chernova (Racher Weisz en la película) de que ella también había sido francotiradora y la amante de Zátsiev. Pobre viejo Zátsiev, reescribieron su vida convirtiéndola en leyenda, fue completamente manipulado por los oficiales de la GlavPURKKA, el brazo político del Ejército Rojo, y cayó en la depresión después de la guerra, dándose a la bebida”.
En realidad, señala el historiador, las hazañas de Zátsiev fueron muy exageradas y él ni siquiera fue el mejor francotirador soviético en Stalingrado; lo fue el sargento Anatoli Chejov (impropio apellido para alguien dado a tan violenta ocupación), otro “estajanovista de la guerra urbana”, al que el gran Vasili Grossman entrevistó e incluso acompañó en una misión en Mamaiev Kurgan, una de las zonas calientes de la batalla, para observar cómo actuaba. A diferencia de Zátsiev –a quien también conoció Grossman-, Chejov, que usaba una especie de silenciador, no miraba a las caras sino a los uniformes. Su primer día mató a nueve alemanes, el segundo a 17, en ocho días, a 40. En total eliminó en Stalingrado a 256 enemigos. En 1943, en Kursk, perdió ambas piernas. Ni él ni Zátziev fueron los mejores francotiradores rusos: Iván Sidorenko ostenta el récord con 500 muertos y le siguen otros cinco que pasan de los 400. Una mujer francotiradora, la comandante Lyudmila Pavlichenko, contabilizó 309. Tras la guerra se reconvirtió en historiadora.
Grossman no dejó noticia de ningún duelo épico, pero sí de un breve combate singular entre Zátsiev y un francotirador alemán, que duró… 15 minutos. El episodio, opina Beevor, fue el que probablemente se hinchó hasta convertirse en la saga épica de un prolongado duelo entre Zátsiev y el ilocalizable comandante Konings que pretendía hallar al ruso y matarlo.
Al final de sus memorias, Zátsiev explica las heridas que sufrió en las postrimerías de la batalla de Stalingrado. Perdió la vista a causa de la metralla de un proyectil de un lanzacohetes alemán Newerberfer y sufrió un viacrucis hasta recuperarla. No se le dejó volver al frente para evitar que cayera un valioso icono patriótico y se dedicó a formar francotiradores. Sus textos sobre la materia aún se estudian en las escuelas militares rusas. Al acabar la guerra, con el rango de capitán, fue desmovilizado y trabajó en una factoría textil en Kiev sin dejar nunca de recordar sus días de combate. Murió solo diez días antes de la disolución de la URSS y sus restos reposan en la colina Mamaiev, su coto de caza, desde donde el fantasma del viejo tirador quizá sigue acechando presas entre las desvanecidas ruinas de la antigua Stalingrado.

lunes, 10 de marzo de 2014

Médicos y heridos en el combate de San Lorenzo


Médicos y heridos del combate de San Lorenzo
La popularidad en tiempos de los próceres
Por Daniel Balmaceda  | Para LA NACIÓN

 

Foto: Ilustración: Isabel Aquino
La asistencia a los heridos del combate de San Lorenzo (al amanecer del 3 de febrero de 1813) estuvo a cargo del sacerdote Julián Navarro -párroco de Rosario-, asistido por los voluntariosos franciscanos del convento de San Carlos. Por la noche arribó el cirujano de San Nicolás, José Ribes, valenciano de 65 años, confinado en la hacienda de Juana Benegas por considerárselo sospechoso de mantener trato con los realistas. Luego sería indultado.

Por su parte, el gobernador de Santa Fe, Antonio Luis Beruti (sí, el compañero de French), convocó al cirujano santafecino Manuel Rodríguez y Sarmiento. La noche del 3 golpearon la puerta de su casa y le comunicaron  que debía viajar de urgencia a curar heridos. Se buscó el medio más veloz que lo transportara. Sin dudas, nada había más rápido que buenos caballos que galoparan con ritmo y firmeza. Sin embargo, el médico era muy obeso. Demasiado, incluso, para la resistencia equina, ya que pesaba como un Rodríguez más un Sarmiento. Por lo tanto, marchó -o marcharon- en carretilla, que era un carro con capacidad para dos personas (o una de grandes dimensiones) arrastrada por un caballo, que cubriría el trayecto con buenos promedios, siempre y cuando se realizaran varios cambios de cabalgadura.

Para completar el cuadro de médicos que permitió salvar 10 de las 20 vidas que estaban en peligro, debemos mencionar a dos bonaerenses: el padre betlemita Bernardo de Copacabana (curaba en San Telmo) y Francisco Cosme Argerich, quien salió disparado con dos criados el día 5, cuando se recibió la noticia en Buenos Aires. Gracias a la investigación que realizó Francisco Cignoli -uno de los grandes historiadores de la labor médica en campos de batalla- podemos saber que el gobierno rentó un transporte para el doctor. Cuenta Cignoli que Argerich hizo el viaje "en un coche alquilado a doña María, viuda de Belmonte, a razón de ocho pesos diarios". Como partió el 5 de febrero y regresó el 6 de marzo, debería haber cobrado 240 pesos. Sin embargo, "la dueña del vehículo al gestionar después el pago de la cuenta respectiva, 'teniendo en cuenta que fue para un objeto tan digno', se conformó con que se le mandara abonar veinte pesos por semana", aclara Cignoli.

El malherido de mayor rango fue el capitán Justo Bermúdez. Tenía dos lesiones graves, una física y otra moral. Además del balazo en la rodilla que obligó a que Argerich le amputara la pierna, estaba dolido por su impericia al mando de la columna que debía complementar el ataque de San Martín. Recordemos que mientras el comandante avanzó derecho al enemigo, Bermúdez debía dar un rodeo para encerrarlos. Pero tardó demasiado y comprometió la victoria.

Tal vez, y esto es una suposición personal, entró en un estado de melancolía por la amputación. Lo concreto es que 11 días después del combate todos dormían en el improvisado hospital dispuesto en el comedor del convento y Bermúdez -casado con María Dominga Rosas y padre de una recién nacida- se aflojó el torniquete a propósito. Murió desangrado.

domingo, 9 de marzo de 2014

El ataque a la Guarnición de Ejército Azul en 1974

El país todavía no ha recuperado la concordia
Por Coronel (R) Horacio Guglielmone  | Para LA NACION

 
A 40 años de lo ocurrido en la noche del sábado 19 al 20 de enero de 1974, cuando el autodenominado Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) atacó el cuartel de la Guarnición de Ejército Azul (provincia de Buenos Aires), es oportuno el recuerdo, el reconocimiento y la reflexión, en el contexto de aquellos años.

Esa noche, siendo las 23.40, el ERP atacó el citado cuartel con unos 240 efectivos, conducidos por Enrique Haroldo Gorriarán Merlo (el 23 de enero de 1989 también dirigió el sangriento ataque al cuartel de La Tablada) y con el objetivo principal de robar armamento, munición y explosivos para incrementar el poder de combate de la organización. En el cuartel, esa noche, había sólo unos 60 hombres, por tratarse de un sábado y estar en período de licencias anuales y cambios de destino.



Pese a tener a su favor factores determinantes, como son la sorpresa y la significativa superioridad de efectivos, el ataque fue un rotundo fracaso, ya que no pudieron robar absolutamente nada, por no lograr llegar a ningún depósito o a la Sala de Armas. Por el contrario, en su huida abandonaron una notable cantidad de armamento, munición y equipo, además de sufrir las bajas de 25 atacantes. Lo que sí lograron fue asesinar al entonces soldado conscripto Daniel Osvaldo González, que se desempeñaba como centinela en el puesto de guardia N° 4; al jefe de la guarnición, coronel Camilo Arturo Gay, que murió en combate al ser interceptado cuando se dirigía al cuartel para conducir la defensa, y a su esposa, Nilda Irma Cazaux, a la que mantenían como rehén, junto a sus dos hijos de 14 y 21 años, a un amigo de este último, que estaba de visita, y a un suboficial.

El jefe del Grupo de Artillería Blindado 1, teniente coronel Jorge Roberto Ibarzábal, fue secuestrado y asesinado luego de un torturador cautiverio de 10 meses, el 19 de noviembre de 1974, cuando en un control de tránsito fue interceptado, en la localidad de Francisco Solano, el vehículo en el que era trasladado de una de las llamadas "cárceles del pueblo" a otra. Ibarzábal fue encontrado en la caja de la pick-up Rastrojero interceptada, dentro de un armario metálico de 1,65 m por 0,65 m por 0,45 m, donde fue acribillado con tres disparos de revólver calibre 3,57 magnum, para evitar que fuera rescatado.

Ante los hechos acaecidos en Azul, el entonces presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, el 20 de enero de 1974 dirigió un mensaje al país, por la cadena de emisoras de radio y televisión, en el que, entre otras cosas, dijo: "No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ello obedece a una impunidad en la que la desaprensión e incapacidad lo hacen posible, o lo que sería aún peor, si mediara, como se sospecha, una tolerancia culposa. (....) Pido, asimismo, a todas las fuerzas políticas y al pueblo en general que tomen partido activo en la defensa de la República, que es la afectada en las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas políticas parciales, sino de poner coto a la acción disolvente y criminal que atenta contra la existencia misma de la Patria y sus instituciones, que es preciso destruir antes de que nuestra debilidad produzca males que puedan llegar a ser irreparables en el futuro. (...) El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que compete a todos los que anhelamos una Patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empeñarnos decididamente en la lucha a que dé lugar".

Asimismo, el 23 de enero Perón dirigió una carta a los jefes, oficiales, suboficiales y soldados de la guarnición Azul, en la que nos decía, entre otras cosas, lo siguiente: "El objetivo perseguido por estos grupos minoritarios es el pueblo argentino, y para ello llevan a cabo una agresión integral. Por ello, sepan ustedes que en esta lucha no están solos, sino que es todo el pueblo que está empeñado en exterminar este mal y será el accionar de todos el que impedirá que ocurran más agresiones y secuestros. (.) La decisión soberana de las grandes mayorías nacionales de protagonizar una revolución en paz y el repudio unánime de la ciudadanía harán que el reducido número de sicópatas que va quedando, sea exterminado uno a uno para bien de la República. (.) Quiera Dios que el heroico desempeño de todos ustedes nos sirva siempre de ejemplo".

Este mensaje al país, el 20 de enero de 1974, marca un hito en la citada guerra, porque Perón identifica el accionar de estas organizaciones como una agresión a la Nación toda y llama a sus habitantes a contribuir a su aniquilamiento. Luego, en la carta dirigida a los oficiales, suboficiales y Soldados de la Guarnición Azul, habla de exterminarlos. Son éstos los duros términos que usa, pues eran momentos de definición, decisivos para la vida de la República. Asimismo, sin nombrarlo, hace un cargo directo al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Dr. Oscar Raúl Bidegain, lo que lleva a la renuncia de éste, el 24 de enero de 1974.

Han pasado 40 años y la Argentina sigue anclada en los años 70. Qué paradoja la que vemos: hoy, más de 1600 civiles e integrantes de las Fuerzas Armadas, de seguridad, policiales y penitenciarias son sometidos, por un gobierno que se dice "peronista", a parodias de juicios cuyo final de condena se conoce de antemano. Paralelamente, nada se dice y todo se niega respecto de las víctimas del terrorismo. Simultáneamente, quienes integraron o apoyaron a organizaciones terroristas para imponer un régimen totalitario al mejor estilo castrista son homenajeados y se les pagan suculentas indemnizaciones y pensiones que en mucho superan a la jubilación de los ancianos que trabajaron y aportaron toda su vida. Y todo esto ocurre con la complicidad de los distintos partidos políticos y del Poder Judicial, que no son capaces de oponerse a tamañas barbaridades.

Basta ver la reciente votación, prácticamente unánime, en el Congreso, de la ley que otorga pensiones de por vida a los llamados "presos políticos" de los 70, para poner en evidencia la citada complicidad. Si el Poder Legislativo, el Poder Judicial y los más altos dirigentes de los distintos ámbitos del quehacer nacional no comienzan a trabajar de inmediato por la restitución de las instituciones de la República y la concordia entre los argentinos, se dejará avanzar la germinación de nuevos conflictos motorizados por la ilegalidad, la injusticia, la mentira y la corrupción evidentes.

Pero hay una luz en el camino, y es la que se vio en la Feria del Libro de Buenos Aires en 2012, cuando la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia presentó un coloquio denominado "Concordia Política" (editorial de LA NACION del 13 de mayo de 2012), en el que oficiales del Ejército retirados e integrantes de organizaciones armadas, así como víctimas de esa guerra, que piensan en el bien común y en el futuro de nuestra Nación, antes que en el interés personal, y conocedores de la verdad sobre aquella guerra, por haberla vivido muy de cerca, dieron y siguen dando a la sociedad sus sinceros e impactantes testimonios y opiniones.

Los integrantes del Congreso de la Nación, como representantes de la ciudadanía, deberían escucharlos. Dios guarde a la Argentina, nuestra querida patria.

El autor participó de la defensa del cuartel de la Guarnición Azul con el grado de subteniente, cuando tenía 21 años.

sábado, 8 de marzo de 2014

100 años de intervención militar británica en el Mundo

Un siglo de guerra ininterrumpida de las fuerzas británicas llega a su fin con la salida de Afganistán

Cansancio de la guerra entre el público y la cautela entre los políticos significa el año que viene podría ser la primera por lo menos desde 1914 que los soldados británicos, los marineros y tripulaciones no están comprometidos en la lucha


Ewen MacAskill y Ian Cobain
The Guardian


Los hombres del octavo batallón, East Yorkshire Regiment ir hasta la línea cerca Frezenberg durante la tercera batalla de Ypres, el 5 de octubre de 1917. Fotografía: IWM / Getty Images / IWM via Getty Images

Cuando las fuerzas británicas bajen la Union Jack, por última vez en Afganistán este año, será un momento tremendamente simbólico. No es sólo que la salida marca el final de los 13 años de la implicación británica en combate en ese atribulado país. La sorpresa es que también podría marcar el final de un siglo o más de la guerra ininterrumpida por las fuerzas británicas.

El próximo año puede ser el primero por lo menos desde 1914 que los soldados británicos, los marineros y tripulaciones no se comprometan en la lucha contra alguna parte - la primera vez que Gran Bretaña está totalmente en paz con el resto del mundo.

Desde la declaración británica de guerra contra Alemania en agosto de 1914, no ha pasado un año sin que sus fuerzas están involucradas en el conflicto. Es una estadística que ha sido pasado por alto en gran medida, y no uno sobre el cual el gobierno es probable que presumir.

Los últimos 100 años han visto dos guerras mundiales, los conflictos a gran escala en Corea e Irak, y las acciones a pequeña escala en África, Oriente Medio y Asia. Ha habido operaciones de castigo en defensa del imperio, las operaciones de la guerra fría, el apoyo post-9/11 para los EE.UU., y los problemas en Irlanda.

Ningún otro país, incluso aquellos con tradiciones militaristas de manera similar, se ha dedicado ininterrumpidamente durante un período tan largo. Incluso durante 1968, un año a menudo elogiado por miembros de las fuerzas armadas británicas y algunos historiadores militares como un año de paz, había combates.

La línea de tiempo del combate constante puede estirar aún más atrás, teniendo en cuenta los compromisos imperiales de Gran Bretaña, todo el camino a la creación del ejército británico en 1707.


Los miembros de la primera Fusileros de Lancashire el 1 de julio de 1916, durante la primera guerra mundial. Fotografía: Hulton Archive / Getty Images

Generales y políticos de Gran Bretaña prevén que 2015 puede ser un año, finalmente sin conflicto y están planeando en consecuencia. El personal militar de alto rango lo describen como una "pausa estratégica".

Suponiendo que se alcance un acuerdo con el gobierno de Afganistán antes de fin de año, unos pocos cientos de soldados se quedarán atrás para ayudar con el entrenamiento en la academia del ejército, y algunos otros en un papel consultivo, pero no para el combate. Las fuerzas especiales podrían ser desplegadas, pero nadie en el Ministerio de Defensa va a salir a bolsa en eso.

La posible ausencia de la guerra se atribuye a una serie de factores : la falta de apoyo público a los conflictos de Afganistán e Irak, los recortes en el tamaño del ejército, por lo que es más difícil de establecer operaciones similares ; una Gran Bretaña cada vez más multicultural que podría hacer que la intervención en musulmán los países más problemáticos, y antipatía entre la generación actual de los políticos a las intervenciones, como se demuestra por el voto de los Comunes el año pasado contra la acción en Siria.

Un informe del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de esta semana mostró Bretaña pasando del cuarto al quinto lugar en el mundo en términos de asignación presupuestaria para la defensa. El ejército se va a cortar de 102.000 a 82.500 en 2018.


Un avión bombardero de la segunda guerra mundial. Fotografía: Print Collector / Getty Images

El ex secretario de Defensa del Trabajo Lord Browne dijo : "El público británico ha dejado claro que hay muy poco apoyo para nuevas guerras expedicionarias de elección, incluso donde hay una dimensión de seguridad nacional Pueden tolerar el apoyo a largo plazo de los pueblos oprimidos,. pero la intervención de las tropas del Reino Unido es de momento fuera de los límites.

"La nueva generación de políticos británicos han tomado nota. Ellos han visto drenaje capital político de sus predecesores inmediatos en coche en tiempos de guerra. A mi juicio, hay una renuencia cada vez mayor entre ellos para permitir que lo mismo le suceda a su generación. "

La posición británica contrasta con la de Francia, que ha sido las intervenciones en África montando con entusiasmo. Parece no ser el mismo cansancio de la guerra en Francia, que no tomó parte en la invasión de Irak.

El coronel Richard Kemp, ex comandante de las fuerzas británicas en Afganistán y participante en muchas otras intervenciones, de Irlanda del Norte a través de los Balcanes y en Irak, dijo que la votación Siria sugirió " un umbral más alto para la participación británica en las operaciones de combate en el corto plazo después de nuestro experiencias en Irak y Afganistán ".

Él dijo: " Los recortes salvajes infligidas a nuestras fuerzas por este gobierno se limitará severamente las opciones abiertas para el uso de la fuerza, en parte, que estaban previstas para tal fin - por lo que en el futuro podríamos alegar incapacidad en lugar de la falta de voluntad cuando se le pidió apoyo. nuestros aliados de Estados Unidos ".


Una bomba estalla argentino a bordo de la fragata de la Royal Navy HMS Antílope durante la guerra de las Malvinas. Fotografía: Martin Cleaver / PA

Cuando el personal militar británico de alto nivel se refieren a una pausa estratégica, esto implica que es sólo una cuestión de tiempo antes de ver la acción de nuevo. Kemp dijo : "El mundo es cada vez más peligroso e inestable, especialmente en el Medio Oriente y partes de Asia Seguimos siendo un miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con responsabilidades globales y ningún primer ministro a ser capaces de resistir blandiendo el poder militar,.. sin embargo disminuido, en el escenario mundial. por lo tanto, predigo que no pasará mucho tiempo antes de que nuestras fuerzas están de nuevo en acción en algún lugar del mundo. "

Un estudio de centro de estudios del Ministerio de Defensa en noviembre de 2012 dijo que el público británico se había convertido insolidario de la acción militar y la "víctima aversión", y propuso como alternativa el uso de aviones no tripulados, el reclutamiento de proxies locales para luchar en nombre del Reino Unido, y la ampliación de la utilización fuerzas de especiales.

Un funcionario de Defensa británico de alto rango describió un año sin una acción militar como un problema. Los reclutadores ya estaban luchando y la perspectiva de ninguna acción en el 2015 no ayudarían. "¿Quieres entrar en el ejército para hacer cosas ", dijo.

Anticipó la acción en el futuro: "Creo que después de la elección del primer ministro tendrá el apetito para conseguir en el caballo de nuevo, aunque hay que asegurarse de que es el caballo adecuado Me sorprendería si no pasa nada un año y. medio o dos a partir de ahora ". Podría ser una acción conjunta con los franceses en lugar de los estadounidenses, agregó.

Personalidades importantes del Ministerio de Defensa dijo a The Guardian en enero que ellos creían una renuencia entre una población cada vez más multicultural británica para ver a las tropas desplegadas en el extranjero influirían en los próximos dos exámenes de defensa estratégica.


Soldados británicos en patrulla en Iraq en 2004. Fotografía: Sean Smith para The Guardian

Sir Hew Strachan, uno de los principales historiadores y profesor de la historia de la guerra en el All Souls College, Oxford militares del Reino Unido, reconoció que había limitaciones en la acción, que van desde la reducción del tamaño del ejército a través de la naturaleza cada vez más multicultural de la sociedad británica.

Strachan estuvo recientemente en Francia, cuyas fuerzas han estado involucrados en una serie de intervenciones militares cuidadosamente seleccionados en África, y llamó la atención la opinión de que Gran Bretaña había perdido su apetito por la acción militar. " Se trata de una inversión de los papeles militares europeas tradicionales", dijo.

Él atribuyó algo de esto a lo que él llamó una "alianza impía " de la canciller, George Osborne, que quieran ahorrar dinero y los militares británicos con ganas de luchar, pero las operaciones no en mal concebido.

Strachan dijo que podría plantearse un realineamiento que vería las fuerzas británicas trabajar más estrechamente con los militares franceses y no en conjunto con el gobierno de EE.UU. como lo había hecho durante la última década.

La reducción en el tamaño del ejército y de la dependencia de los reservistas significaban una reducción en estado de alerta, dijo. A pesar de eso, David Cameron aún aspiraba a un alcance global.

Strachan también advirtió : " No hay garantía de que no habrá ninguna acción en el 2015. "


Los cuerpos de siete soldados británicos y marines muertos en Afganistán se realizan a través de Wootton Bassett en junio de 2010. Fotografía: Matt Cardy / Getty Images

Tom Petch, un ex oficial del ejército y director de La Patrulla, un galardonado nueva película sobre las tensiones entre los soldados británicos en Afganistán, identificado la opinión pública y los recortes militares como factores clave que limitan la acción futura, pero convino en que el multiculturalismo podría ser un factor también.

"Gran Bretaña se está convirtiendo en una nación mucho más diversa culturalmente, y estas intervenciones se han producido en las naciones musulmanas. En el futuro, los ciudadanos británicos con el patrimonio de Oriente Medio estarán menos dispuestos a ver nuestras fuerzas desplegadas a sus patrias culturales sin una justificación clara. "

Profesor Richard Inglés, un historiador de la Universidad de St Andrews, que estudia la guerra y el terrorismo, dijo que aunque muchos musulmanes británicos se habían preocupado mucho de que su país estaba en guerra en los países musulmanes, cansancio de la guerra de Gran Bretaña era un fenómeno más complejo y extenso.

"Puede ser que el multiculturalismo es una nota de gracia o una segunda melodía allí - no estoy seguro de que es lo más importante ", dijo. En su lugar, cree cansancio de la guerra se centra en Irak y Afganistán, como resultado de lo que describió como " el proyecto de ley chunga de bienes" que llevó a los primeros y los logros de incertidumbre de estos últimos.

"La decisión de la Cámara de los Comunes sobre Siria fue realmente una decisión sobre Irak, pero unos cuantos años de retraso ", dijo.

Inglés añadió que cansancio de la guerra era un asunto cíclico. " Siempre es fácil entre los conflictos de olvidar lo desagradable que son, y esta amnesia es uno de nuestros peores enemigos. "

• Explorar la línea de tiempo interactiva, de Gran Bretaña de 100 años de conflicto, la cartografía de cada guerra en la que las fuerzas británicas han participado desde 1914.

viernes, 7 de marzo de 2014

Arqueología: Encuentran restos de un barco español de 1765 en Tierra del Fuego

Hallaron los restos de un navío español que se hundió en 1765
Se trata del "Purísima Concepción". Es famoso porque su tripulación tuvo que construir otro barco para salvarse luego del naufragio.



Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del naví­o español "La Purí­sima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio. (Télam)

Un grupo de investigadores halló en la costa de Tierra del Fuego restos del navío español "La Purísima Concepción", hundido en 1765 y famoso porque su tripulación construyó otro barco para salvarse luego del naufragio.

El anuncio fue realizado ayer por autoridades provinciales y nacionales que forman parte del Programa Arqueológico Costa Atlántica, una iniciativa gestada en 2009 para relevar 200 kilómetros de la costa este fueguina, desde el sur de la ciudad de Río Grande hasta el Cabo San Diego.

La expedición, que recorrió a caballo la zona de Península Mitre, logró encontrar "fragmentos de madera, metal, restos de cerámica y vidrio", además de "las balas del cañón del barco", informó a la prensa la arqueóloga e investigadora Dolores Elkin, titular del Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

Elkin precisó que el material hallado será trasladado a Buenos Aires para ser sometido a distintos estudios y también se intercambiará información con especialistas españoles "antes de ser devuelto a la provincia, porque forma parte de su patrimonio histórico y cultural", señaló.

Según relataron los expertos, el "Purísima Concepción" había partido del Puerto de Cádiz con 193 personas a bordo, al mando del capitán Joseph Ostolaza, y tras su hundimiento en la zona de Caleta Falsa, en enero de 1765, la tripulación permaneció en tierra tres meses conviviendo con los nativos de la zona.

Los navegantes lograron construir otra embarcación con los restos de la hundida y madera de la zona, por lo que se considera que ese fue el primer barco construido en suelo fueguino.

Además, el 10 de enero del mismo año, el capellán Juan Álvarez celebró una misa que también es considerada la primera ceremonia de este tipo realizada en Tierra del Fuego.

El equipo de arqueólogos que recorrió la zona logró ubicar el sitio de otros doce naufragios que también serán estudiados en forma pormenorizada, y se inventariaron unos 400 sitios arqueológicos vinculados con pueblos originarios.

"No se hicieron excavaciones sino que se registraron e inventariaron las muestras que se encontraron a la vista y se tomaron fragmentos de esos materiales", explicó Elkin. Por su parte, el director del Programa Arqueológico Costa Atlántica, Martín Vázquez, subrayó que el sitio fue relevado por su historia rica en acontecimientos y porque permite "registros de alta visibilidad, que en otros lugares son más difíciles de hallar".

Vázquez remarcó el trabajo conjunto de instituciones como la Secretaría de Cultura de la provincial, el Museo del Fin del Mundo, el CONICET y la Secretaría de Cultura de la Nación.

De la expedición participaron también la investigadora Mónica Grosso, el arquitecto Crstian Murray y el profesor Christopher Underwood, de la Sociedad de Arqueología Naútica de Inglaterra e investigador de la Secretaría de Cultura de Nación.

A su vez, el secretario de Cultura de Tierra del Fuego, Sergio Araque, anunció que una vez que se realicen los informes con los resultados de los hallazgos, serán publicados en forma de libro por la Editora Cultural dependiente de la provincia.

(Télam)
Clarín

jueves, 6 de marzo de 2014

Los que se arriesgaron frente al Nazismo

Los que enfrentaron al nazismo
POR JULIETA ROFFO
En medio de un genocidio planificado y brutal, hubo quienes arriesgaron sus vidas para proteger a miles de personas que tenían la muerte como único destino posible.



El Holocausto, como plan sistemático de exterminio que cayó especialmente sobre la población judía, terminó cuando el nazismo fue derrotado por las fuerzas aliadas: terminaba también la Segunda Guerra Mundial, y Estados Unidos y la entonces Unión Soviética se repartirían los territorios obtenidos. Empezaba entonces la Guerra Fría, pero esa es otra historia. Ese genocidio, liderado de forma personalísima por Adolf Hitler, asesinó a unos seis millones de judíos -además de gitanos, homosexuales y discapacitados, entre otras víctimas fatales- y sacudió para siempre al siglo XX por su brutalidad y por su llamativa capacidad para convertirse en un fenómeno al que adhirieron las masas. Por eso, cada vez que ocurre algo que “revuelve” ese pasado, la noticia da la vuelta al mundo.

La semana pasada, se supo que el estado alemán de Baviera reeditará en Alemania “Mi lucha”, el libro que Hitler escribió en prisión, mezclando autobiografía con un ensayo sobre su defensa de la raza “aria”, que años más tarde pondría descarnadamente en práctica, desde su rol de Canciller. Será una edición comentada, y ya hay polémica sobre si corresponde o no que el libro, un manifiesto del nacionalsocialismo, circule en ese país. El fin de semana, el diario alemán Die Welt empezó a publicar cartas inéditas de Heinrich Himmler, jefe de las SS, fuerzas que se cobraron miles de vidas. En esas misivas, Himmler se comunica con su esposa y evita referirse en detalle a sus tareas, pero ninguno ahorra comentarios lapidarios sobre la población judía.

Aunque estas novedades suelen traer controversias y repudio, hay otras historias que ocurrieron durante los años del nazismo que trajeron esperanza, más o menos larga, a sus víctimas más directas y que lograron salvar algunas de esas vidas en peligro.

Tal vez la más conocida de esas historias sea la de Oskar Schindler, que nació en lo que en ese entonces era el Imperio Austrohúngaro y que a través de la contratación de empleados para su fábrica de utensilios que sirvieron a las fuerzas armadas alemanas, salvó a unos 1.200 judíos de la “solución final” -aunque por conveniencia se había afiliado al partido nazi-. Su cortesía para los negocios lo convirtió en un contacto de las altas esferas nazis, incluso las SS lo contactaron como informante, y al no conseguir mano de obra alemana, incluyó entre sus empleados a varias dotaciones de condenados a muerte que llegaron en trenes de campos de exterminio como Auschwitz y Treblinka, entre otros.

En un principio, ese arreglo con las cúpulas nazis era sólo un negocio para Schindler y quienes llegaban a trabajar durante el día, volvían a los campos a pasar la noche, pero los relatos sobre la vida en esas terminales fatales terminaron por conmoverlo y decidió negociar, empleado por empleado, su vínculo exclusivo con la fábrica. Incluso amplió su producción -cuando ya el estado nazi no le demandaba tantos productos- para poder acoger mayor cantidad de mano de obra. En la famosa “lista de Schindler” se registraban los nombres de los empleados que torcían su destino gracias a la ayuda recibida.

Menos conocida fue la historia de Ángel Sanz Briz, un español que llegó a la embajada de su país en Budapest en 1942, en plena Segunda Guerra. Aunque en ese momento Hungría era aliado de Alemania, en 1944 el territorio fue ocupado por los nazis: en esa situación, Sanz Briz, habitualmente a cargo de los negocios bilaterales, había quedado a cargo de la dependencia ibérica. Ante el envío masivo de judíos a campos de concentración y exterminio, el diplomático “resucitó” una ley de 1924 –y que ya no estaba vigente, lo que implicó un gran riesgo- que establecía que los judíos sefaradíes, expulsados en la época de los Reyes Católicos, podían acceder al pasaporte español.

Aunque con miramientos de parte incluso del mismísimo Adolf Eichmann, una de las cabezas de las SS, emitió unos 200 pasaportes y cartas de protección, a la vez que alquiló casas que hizo “pasar” como dependencias de la embajada española, que sirvieron de refugios. Pese al impedimento de seguir imprimiendo pasaportes, Sanz Briz fraguó las numeraciones para poder seguir documentando a la población judía, y así logró que unas 2.000 familias –unas 5.300 personas en total- obtuvieran protección sobre el final de la Segunda Guerra.

Clarín

miércoles, 5 de marzo de 2014

Entreguerra: El Anschluss de 1938

Anschluss



La policía de fronteras alemana y austriaca desmantelar un puesto fronterizo.

El Anschluss [ʔanʃlʊs] (se escribe Anschluß en el momento del evento, y hasta la reforma de la ortografía alemana de 1996; en alemán de "conexión" o unión, anexión política), también conocido como los Österreichs Anschluss, fue la ocupación y la anexión de Austria a la Alemania nazi en 1938. Esto fue en contraste con el movimiento Anschluss (Austria y Alemania unidas como un solo país ), [a] que había sido intentado desde tan temprano como 1918, cuando la República de Austria alemana intentó la unión con Alemania, pero fue prohibida por el Tratado de Saint Germain y el Tratado de los tratados de paz de Versalles.

El Anschluss

Austria fue anexada al Tercer Reich alemán el 12 de marzo de 1938. Había habido varios años de presión por los partidarios, tanto en Austria y Alemania (tanto por nazis y no nazis) para el movimiento "Heim ins Reich". Anteriormente, la Alemania nazi había prestado apoyo para el Partido Socialista Nacional de Austria  en su intento de hacerse con el poder del liderazgo austrofascista de Austria.
Bajo una gran presión de los nazis, tanto de Austria y Alemania, el canciller de Austria Kurt Schuschnigg trató de celebrar un referéndum para una votación sobre el tema. Aunque para Schuschnigg Austria debería votar a favor de mantener la autonomía, un bien planeado golpe de Estado por el partido nazi austríaco de las instituciones estatales de Austria en Viena tuvo lugar el 11 de marzo de 1938, antes del referéndum, que se canceló.
Se transfirió el poder a Alemania, y las tropas de la Wehrmacht entraron Austria para hacer cumplir el Anschluss. Los nazis celebraron un plebiscito al mes siguiente, pidiendo a la gente a ratificar el hecho consumado. Afirmaron haber recibido 99,7561 % de los votos a favor.
Aunque los aliados se comprometieron a respetar los términos del Tratado de Versalles y St. Germain, que prohíbía específicamente la unión de Austria y el Imperio alemán, su reacción fue sólo verbal y moderada. Sin confrontación militar se llevó a cabo e incluso las voces más fuertes en contra de la anexión, en particular la Italia fascista, Francia, y Gran Bretaña (el "Frente de Stresa") se mantuvieron en paz.
El Anschluss fue uno de los primeros grandes pasos de la creación de Adolf Hitler de un Gran Reich alemán que debía incluir todos los grupos étnicos alemán y todas las tierras y territorios que el Imperio alemán había perdido después de la Primera Guerra Mundial. Aunque Austria no había sido parte de Alemania en el Siglo 20a (la unificación de Alemania de mediados a finales de 1800 creó un estado nación dominada por Prusia en 1871, dejando a Austria como parte de la "Pequeña Alemania"), fue visto como un estado alemán. Antes del 1938 la anexión, el Tercer Reich había remilitarizado Renania, y la región del Sarre fue devuelta a Alemania después de 15 años de ocupación a través de un plebiscito. Después del Anschluss, Hitler se dirigió a Checoslovaquia, lo que provocó una crisis internacional que llevó al Acuerdo de Munich en septiembre de 1938, dándole el control del Tercer Reich de los Sudetes industriales, que tenía una población de etnia predominantemente alemana. En marzo de 1939, Hitler entonces puso fin a Checoslovaquia al reconocer la independencia de Eslovaquia, y haciendo que el resto de la nación en un protectorado. Ese mismo año, Memelland volvió de Lituania.
Con el Anschluss, la República de habla alemana de Austria dejó de existir como un estado completamente independiente. Al final de la Segunda Guerra Mundial, un Gobierno austriaco provisional se estableció el 27 de abril de 1945, y fue reconocida legalmente por los aliados en los siguientes meses. No fue sino hasta 1955 que Austria recuperó su plena soberanía.

Línea de tiempo después de la Primera Guerra Mundial 

La idea de agrupar a todos los alemanes en un país del Estado-nación ha sido objeto de debate en el siglo 19 desde el final del Sacro Imperio Romano de la nación alemana, hasta el final de la Confederación Alemana. En 1871, la decisión fue formar una "kleindeutsch" Imperio Alemán basado en Prusia y excluyendo Austria. Austria tenía su propio imperio en el momento, que comprende los húngaros, eslavos y otros grupos étnicos dominados por una minoría alemana. Austria había querido un Grossdeutsche Lösung (mayor solución de Alemania), mediante el cual los estados alemanes se unieron bajo el liderazgo de los alemanes austríacos (Habsburgo). Esta solución sería incluir a todos los estados alemanes (incluyendo las regiones no alemanes de Austria ), pero Prusia tendría que tomar el segundo lugar. Esta controversia, llamada dualismo, dominó la diplomacia prusiana-austriaca y la política de los estados alemanes, por los próximos 20 años.


La disolución de Austria- Hungría en 1918

1918-1933

Para el final de la Primera Guerra Mundial, Austria fue excluida de los asuntos alemanes internos durante más de cincuenta años desde la Paz de Praga, que concluyó la Guerra Austro-Prusiana de 1866.
La opinión de la élite y popular en Austria después de 1918 favoreció en gran medida una especie de unión con Alemania, pero estaba explícitamente prohibida por los tratados de paz. El Imperio Austro-Húngaro se separó en 1918, y el 12 de noviembre de ese año la Austria alemana fue oficialmente declarada una república. La asamblea nacional provisional redactó una constitución provisional, que declaró que "la Austria alemana es una república democrática" (artículo 1) y "Austria alemana es un componente de la República Alemana" (artículo 2). Plebiscitos posteriores en las provincias fronterizas alemanas de Tirol y Salzburgo rindieron mayorías de 98% y el 99% a favor de la unificación con la República de Alemania.
El Tratado de Versalles y el Tratado de Saint-Germain (ambos firmados en 1919) prohíbían explícitamente la inclusión de Austria para unirse políticamente el estado alemán. Esta medida fue criticada por Hugo Preuss, el redactor de la Constitución de Weimar alemana, que vio la prohibición como una contradicción del principio wilsoniano de la libre determinación de los pueblos, la intención de ayudar a lograr la paz en Europa. Tras la destrucción del mundo Guerra, sin embargo, Francia y Gran Bretaña temía el poder de una Alemania más grande y había empezado a des - potenciar a la actual. El particularismo de Austria, especialmente entre la nobleza, también jugó un papel en las decisiones; Austria era católica romana, mientras que Alemania estaba dominada por los protestantes, especialmente en el gobierno (la nobleza prusiana, por ejemplo, era luterana). Las constituciones de la República de Weimar y la Primera República de Austria incluyen el objetivo político de la unificación, que eran ampliamente apoyado por los partidos democráticos. A principios de la década de 1930, el apoyo popular en Austria para la unión con el Imperio alemán permaneció abrumadora, y el gobierno austriaco se veía a una posible unión aduanera con la República de Alemania en 1931.

La Alemania nazi

El ascenso de los nazis liderados por Adolf Hitler al poder en la República de Weimar causó inicialmente el gobierno austriaco se retire de esos lazos económicos. Hitler, un austríaco alemán de nacimiento, [12] [b] recogió sus patrióticos alemanes ideas nacionalistas, mientras servía en el ejército alemán durante la Primera Guerra Mundial. De acuerdo a esto, una de las ideologías de los nazis fue la de volver a unir a todos los alemanes, ya sea nacidos o que viven fuera del Reich con el fin de crear un "Reich de todos los alemanes". Desde el inicio temprano de su liderazgo en el Partido Nazi, Hitler había declarado públicamente en su 1924 autobiografía (Mein Kampf) que iba a crear una unión entre su país natal y Alemania, por cualquier medio posible ("Austria alemana debe ser restaurado a la gran patria alemana". "La gente de la misma sangre debe estar en el mismo Reich.").
Austria comparte la turbulencia económica de la Gran Depresión, con una alta tasa de desempleo y el comercio inestable y la industria. Durante la década de 1920 era un objetivo para la inversión de capital alemán. Para 1937, el rápido rearme alemán se incrementó el interés de Berlín en la anexión, porque Austria era rico en materias primas y mano de obra. Se suministra Alemania con el magnesio y los productos de las industrias del hierro, textiles y maquinaria. Tenía oro y moneda extranjera reservas, muchos trabajadores cualificados en paro y cientos de fábricas ociosas, y grandes recursos potenciales hidroeléctricos.
La Primera República, dominado desde finales de 1920 por el anti- Anschluss católico nacionalista Partido Cristiano Social (CS), se desintegró gradualmente a partir de 1933 (disolución del Parlamento y la prohibición de los nacionalsocialistas austriacos) a 1934 (Guerra Civil de Austria en febrero y la prohibición de todos los partidos restantes, excepto el CS). El gobierno se convirtió en un modelo corporativista pseudo- fascista del gobierno de un solo partido, que combinó el CS y la Heimwehr paramilitar con la dominación estatal absoluta de las relaciones laborales y no hay libertad de prensa (ver Austrofascism y Frente Patriótico).
El poder estaba centralizado en la oficina de la canciller, que tenía la facultad de gobernar por decreto. El predominio del Partido Social Cristiano ( cuyas políticas económicas se basaban en la encíclica papal Rerum Novarum ) fue un fenómeno austriaco. La identidad nacional de Austria tenía elementos católicos fuertes que fueron incorporados en el movimiento, a través de las tendencias autoritarias de oficina que no se encuentran en el nazismo. Tanto Engelbert Dollfuss y su sucesor, Kurt Schuschnigg, recurrieron a otro vecino fascista de Alemania, Austria, Italia, en busca de inspiración y apoyo. El corporativismo estatista a menudo referido como Austrofascism llevaba mucho más parecido al fascismo italiano que el nacionalsocialismo alemán. Por su parte, Benito Mussolini apoyó la independencia de Austria, en gran parte debido a la preocupación de que Hitler finalmente presionar por la devolución de los territorios italianos una vez gobernada por Austria. Sin embargo, Mussolini necesitaba el apoyo de Alemania en Etiopía (ver Segunda Guerra Italo - Abisinia ). Después de recibir una garantía personal de Hitler de que Alemania no buscaría concesiones territoriales de Italia, Mussolini comenzó una relación de cliente con Berlín que comenzó con el 1937 Eje Berlín-Roma.
El 25 de julio de 1934, el canciller Dollfuss fue asesinado por los nazis austriacos en un fallido golpe de Estado. La segunda guerra civil, que duró hasta agosto de 1934. Después, líderes nazis austriacos huyeron a Alemania, sino que continuaron presionando para la unificación de allí. Los nazis austriacos restantes comenzaron a hacer uso de los ataques terroristas contra instituciones gubernamentales de Austria, causando una cifra de muertos de más de 800 entre 1934 y 1938.
Tras el asesinato de Dollfuss, su sucesor fue Kurt Schuschnigg, que siguió un curso político similar. En 1935 Schuschnigg utiliza la policía para reprimir a los simpatizantes nazis en Austria. Las acciones policiales bajo Schuschnigg incluyen la recopilación de los nazis (y socialdemócratas ) y mantenerlos en campos de internamiento. El Austrofascism de Austria entre 1934-1938 se centró en la historia de Austria y se opuso a la absorción de Austria al Tercer Reich (de acuerdo con la filosofía austriacos fueron "mejores " Alemanes ). Schuschnigg llama Austria el " mejor estado alemán ", pero tuvo problemas para mantener a Austria independiente. Eventualmente Schuschnigg renunció a su programa anti- nazi y en julio de 1936 se firmó el Acuerdo austro- alemán, que, entre otras concesiones, permitió la liberación de los nazis encarcelados en Austria y la inclusión de los nacionalsocialistas en su Gabinete. Esto no satisfizo a Hitler ya los pro - nazis austríacos Alemania creció en fuerza.

1938

A raíz de la creciente violencia y las demandas de Hitler que Austria está de acuerdo a un sindicato, Schuschnigg se reunió con Hitler el 12 de febrero en Berchtesgaden, en un intento de evitar la toma de posesión de los Austria. Hitler presentó Schuschnigg con un conjunto de demandas que incluían el nombramiento de conocidos simpatizantes de los nazis austríacos a posiciones de gran poder en el gobierno austriaco. La cita clave fue la de Seyss -Inquart, que se haría cargo de Ministro de Seguridad Pública, con un control total e ilimitado de las fuerzas de policía en Austria. A cambio Hitler reafirmaría públicamente el tratado de 11 de julio de 1936 y reafirmar su apoyo a la soberanía nacional de Austria. Schuschnigg aceptó "trato" de Hitler, regresó a Viena y realizó los cambios en su gobierno.
Seyss -Inquart era un nazi desde hace mucho tiempo que buscaba la unión de todos los alemanes en un estado. Leopold sostiene que era un moderado que favorece un enfoque evolutivo a la unión. Se opuso a las tácticas violentas de los nazis austríacos, colaboró ​​con los grupos católicos, y quería preservar una medida de la identidad austríaca dentro del Tercer Reich.
Una semana más tarde, Hitler pronunció un discurso en el que afirmó : "El Reich alemán ya no está dispuesto a tolerar la supresión de diez millones de alemanes a través de sus fronteras. " Esto fue claramente dirigido a Austria y Checoslovaquia.

Schuschnigg anuncia un referéndum

El 9 de marzo de 1938, en un esfuerzo por preservar la independencia de Austria, Schuschnigg programado un plebiscito sobre la cuestión de la unificación para el 13 de marzo. Para asegurar una amplia mayoría en el referéndum, Schuschnigg establece la edad mínima para votar a los 24, ya que creía que los votantes más jóvenes eran ahora los partidarios de la ideología nazi alemán. Esto era un riesgo, y al día siguiente se hizo evidente que Hitler no sería simplemente una pausa mientras que Austria declaró su independencia por el voto del público. Hitler declaró que el referéndum sería objeto de fraude importante y que Alemania no lo aceptaría. Además, el ministerio alemán de la propaganda emitida prensa informa de que los disturbios habían estallado en Austria y que grandes partes de la población austriaca fueron llamando a las tropas alemanas para restaurar el orden. Schuschnigg inmediatamente respondió públicamente que los informes de disturbios eran falsas.
Hitler envió un ultimátum a Schuschnigg el 11 de marzo, exigiendo que les entregara todo el poder a los nacionalsocialistas austriacos o enfrentar una invasión. El ultimátum expiraba a mediodía, pero se extendió por dos horas. Sin esperar respuesta, Hitler ya había firmado la orden de enviar tropas a Austria a la una.
Schuschnigg buscaba desesperadamente apoyo a la independencia de Austria en las horas siguientes al ultimátum. Al darse cuenta de que ni Francia ni Gran Bretaña estaba dispuesta a adoptar medidas, él dimitió como canciller de la noche. En el programa de radio en la que anunció su dimisión, argumentó que él aceptó los cambios y permitió a los nazis para hacerse cargo del gobierno para evitar el derramamiento de sangre fraterna [Bruderblut]".
Se dice que después de escuchar a la Séptima Sinfonía de Bruckner, Hitler gritó: "¡¿Cómo puede alguien decir que Austria no es alemán ¿Hay algo más alemán que nuestro viejo Austrianness pura"

Las tropas alemanas marchan en Austria

En la mañana del 12 de marzo, el 8 º Ejército de la Wehrmacht alemana cruzó la frontera con Austria. Las tropas fueron recibidos por vítores alemanes - austriacos con saludos nazis, banderas nazis, y flores. Debido a esto, la anexión nazi es también llamado el Blumenkrieg ( guerra de las flores), pero su nombre oficial era Unternehmen Otto. Para la Wehrmacht, la invasión fue la primera gran prueba de su maquinaria. Aunque las fuerzas invasoras estaban mal organizados y la coordinación entre las unidades era pobre, poco importaba, porque hay lucha se llevó a cabo.



Muchedumbres que animan saludan a los nazis en Viena.


El coche de Hitler cruzó la frontera por la tarde en Braunau, su lugar de nacimiento. Por la noche, llegó a Linz y se le dio una entusiasta bienvenida. El entusiasmo mostrado hacia Hitler y los alemanes sorprendió tanto a los nazis y no nazis, como la mayoría de la gente había creído que la mayoría de los austriacos se opuso Anschluss. Hitler tenía la intención de nazificar Austria y convertirlo en un aliado cercano a Alemania, pero ahora está decidido a absorber formalmente al país como una provincia alemana. El 13 de marzo Seyss -Inquart anunció la revocación del artículo 88 del Tratado de Saint- Germain, que prohíbe la unificación de Austria y Alemania, y aprobó la sustitución de los estados austriacos con Reichsgau.


Hitler anuncia el Anschluss en la Heldenplatz, Viena, 15 de marzo de 1938.

El Viaje de Hitler a través de Austria se convirtió en una gira triunfal que culminó en Viena, el 15 de marzo de 1938, cuando alrededor de 200.000 alemanes-austriacos se reunieron alrededor de la Heldenplatz (Plaza de los Héroes) para escuchar a Hitler decir en frente de decenas de miles de personas vitoreando que "La más antigua provincia oriental del pueblo alemán será, a partir de este momento, el nuevo bastión del Reich Alemán" seguido por su "mayor logro" (completar la anexión de Austria para formar una Gran Reich Alemán) diciendo " Als Führer und Kanzler Nation der deutschen und des Reiches melde ich vor der deutschen Geschichte nunmehr den Eintritt meiner Heimat in das Deutsche Reich. " Traducción: "Como líder y canciller de la nación alemana y Reich les anuncio la historia de Alemania ya la entrada de mi patria en el Reich alemán". Hitler más tarde comentó: "Algunos periódicos extranjeros han dicho que caímos en Austria con brutal. métodos sólo puedo decir:. incluso en la muerte que no pueden dejar de mentir que tengo en el curso de mi lucha política ganado mucho amor de mi pueblo, pero cuando crucé la antigua frontera (en Austria) no me conoció una corriente de amor tan ya que nunca he experimentado. No como los tiranos tienen venimos, sino como libertadores".
El Anschluss fue dado efecto inmediato por acto legislativo del 13 de marzo, sujeto a la ratificación por un plebiscito. Austria se convirtió en la provincia de Ostmark y Seyss -Inquart fue nombrado gobernador. El plebiscito se celebró el 10 de abril y oficialmente registró un apoyo del 99,7 % de los votantes.


Boleta de votación del 10 de abril de 1938. El texto boleta dice "¿Está de acuerdo con la reunificación de Austria con el Reich alemán que fue promulgada el 13 de marzo de 1938, y vota usted por el partido de nuestro líder Adolf Hitler?" El gran círculo se denomina " Sí", el más pequeño "No".

Las fuerzas de Hitler trabajaron para reprimir cualquier oposición. Antes de que el primer soldado alemán cruzó la frontera, Heinrich Himmler y algunos oficiales de las SS aterrizaron en Viena para detener a destacados representantes de la Primera República, como Richard Schmitz, Leopold Figl, Friedrich Hillegeist, y Franz Olah. Durante las pocas semanas entre el Anschluss y el plebiscito, las autoridades detuvieron a los socialdemócratas, comunistas y otros disidentes políticos potenciales, así como los Judios, y los encarcelados o los enviaron a campos de concentración. Dentro de pocos días de 12 de marzo de 70000 personas han sido arrestadas. El plebiscito fue objeto de propaganda a gran escala y al de la supresión de los derechos de voto de alrededor de 400.000 personas (casi el 10 % de la población con derecho a voto ), en su mayoría ex miembros de los partidos de izquierda y los Judios.
Mientras que los historiadores coinciden en que el resultado no fue manipulado, el proceso de la votación fue libre ni secreto. Los funcionarios estuvieron presentes junto a las cabinas de votación y recibió la boleta de votación a mano (en contraste con un voto secreto donde se inserta la boleta de votación en una caja cerrada). En algunas áreas remotas de Austria, la gente votó a favor de mantener la independencia de Austria el 13 de marzo (en el plebiscito planeado pero canceló oficialmente de Schuschnigg ) a pesar de la presencia de la Wehrmacht. Por ejemplo, en el pueblo de Innervillgraten, una mayoría de 95 % votó por la independencia de Austria. Sin embargo, en el plebiscito del 10 de abril, el 73,3 % de los votos en Innervillgraten estaban a favor del Anschluss, que seguía siendo el número más bajo de todos los municipios austriacos.
Un proceso de votación en gran parte sin obstáculos se produjo en la ciudad portuaria italiana de Gaeta, donde un voto extraterritorial de los clérigos alemanes y austriacos, estudiando en la universidad alemana de Santa María del Alma, se llevó a cabo. La votación se celebró a bordo del crucero alemán Admiral Scheer, que estaba anclado en el puerto. Contrario al resultado global, estos votos clericales rechazaron el Anschluss en más del 90 %, un incidente que se dio a conocer en su momento como la " Vergüenza de Gaeta" (Vergogna di Gaeta, Schande von Gaeta).
Austria se mantuvo parte del Tercer Reich hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando un gobierno austríaco preliminar declaró nulo el Anschluss und nichtig (nulo y sin efecto ) el 27 de abril de 1945. Después de la guerra, entonces ocupada por los Aliados Austria fue reconocido y tratado como un país independiente. No fue devuelta a la soberanía hasta el Tratado de Estado de Austria y de Austria Declaración de Neutralidad, ambos de 1955, en gran parte debido al rápido desarrollo de la Guerra Fría y los conflictos entre la Unión Soviética y sus antiguos aliados sobre la política exterior.

Reacciones y consecuencias de las Anschluss

Austria en los primeros días del Tercer Reich tenía muchas contradicciones : a la una y al mismo tiempo, el régimen de Hitler comenzó a reforzar su control en todos los ámbitos de la sociedad, a partir de las detenciones en masa, mientras miles de austriacos intentaron escapar, sin embargo, otros austriacos aplaudió y dio la bienvenida a las tropas alemanas entran en su territorio. Muchas figuras políticas austriacas han anunciado su apoyo a la Anschluss y alivio que ocurrió sin violencia.
Cardenal Theodor Innitzer (una figura política del CS) declaró desde el 12 de marzo: "Los católicos de Viena debe agradecer al Señor por el camino sin derramamiento de sangre se ha producido este gran cambio político, y deben orar por un gran futuro para Austria Huelga. por ejemplo, todo el mundo debe obedecer las órdenes de las nuevas instituciones". Los otros obispos austriacos siguieron algunos días después. Radio Vaticano, sin embargo, emite una fuerte denuncia de la acción alemana, y el cardenal Pacelli, Secretario de Estado del Vaticano, ordenó Innitzer reportar a Roma. Antes de encontrarse con el Papa, Innitzer reunió Pacelli, que había sido ultrajado por la declaración de Innitzer. Le dijo a Innitzer que necesitaba retractarse de su declaración, sino que lo hicieron firmar una nueva declaración, emitida en nombre de todos los obispos austriacos, que proporcionaban : " La declaración solemne de los obispos austriacos... estaba claro que no pretende ser una la aprobación de algo que no era y no es compatible con la ley de Dios". El diario del Vaticano informó que la anterior declaración de los obispos alemanes se había dictado sin la aprobación de Roma.


Seyss -Inquart y Hitler en Viena, marzo 1938

Robert Kauer, presidente de la Iglesia Luterana minoritaria en Austria, saludó a Hitler el 13 de marzo como el "salvador de los 350.000 protestantes alemanes en Austria y Libertador de una penuria de cinco años". Karl Renner, el más famoso socialdemócrata de la Primera República, anunció su apoyo a la Anschluss y apeló a todos los austríacos a votar a favor de ella el 10 de abril.
La respuesta internacional a los Anschluss fue moderada públicamente. The Times comentó que 300 años antes, se había unido a Escocia Inglaterra, así, y que este evento no sería realmente difieren mucho. El 14 de marzo, el primer ministro británico, Neville Chamberlain, señaló en la Cámara de los Comunes :
El Gobierno de Su Majestad ha sido a lo largo del estrecho contacto con la situación. El secretario de Relaciones Exteriores vio al ministro de Relaciones Exteriores alemán, el 10 de marzo y dirigida a él una seria advertencia sobre la situación de Austria y sobre lo que parecía ser la política del Gobierno alemán en relación a la misma.... A última hora del 11 de marzo nuestro Embajador en Berlín registró una protesta en fuertes términos con el Gobierno alemán en contra de este uso de la coacción, respaldado por la fuerza, contra un Estado independiente con el fin de crear una situación incompatible con su independencia nacional.
Sin embargo, el discurso concluyó :
Me imagino que de acuerdo con el temperamento de la persona los acontecimientos que están en nuestras mentes a día van a ser la causa del pesar, del dolor, tal vez de la indignación. Ellos no pueden ser consideradas por el Gobierno de Su Majestad ve con indiferencia o ecuanimidad. Ellos están obligados a tener efectos que aún no se pueden medir. El resultado inmediato debe ser intensificar la sensación de incertidumbre e inseguridad en Europa. Por desgracia, mientras que la política de apaciguamiento daría lugar a una relajación de la presión económica en las que muchos países están sufriendo a día, lo que ha ocurrido sólo debe retrasar inevitablemente la recuperación económica y, de hecho, se requiere una mayor atención para garantizar que el deterioro marcado hace no establecerse. Esto no es un momento para tomar decisiones apresuradas o palabras descuidadas. Debemos tener en cuenta la nueva situación de forma rápida, pero con juicio frío... En cuanto a nuestros programas de defensa, siempre hemos dejado claro que eran flexibles y que tendrían que ser revisados ​​periódicamente a la luz de cualquier desarrollo en la situación internacional. Sería inútil pretender que los acontecimientos recientes no constituyen un cambio del tipo que teníamos en mente. En consecuencia, hemos decidido hacer una nueva revisión, y en su momento vamos a anunciar qué otras medidas podemos pensar que es necesario tomar. 
Dentro de este discurso de Chamberlain también dijo: " La dura realidad es que nada podría haber detenido a lo que ha ocurrido en realidad [en Austria] a menos que este país y en otros países se habían preparado para usar la fuerza ".
Alemania, que había una escasez de acero y débil balanza de pagos, ganó las minas de mineral de hierro en el Erzberg y 748 millones RM en las reservas del Banco Nacional de Austria, más del doble de su propio dinero. La reacción moderada a la Anschluss (la EE.UU. emitió una declaración similar) llevado a la conclusión de Hitler que podía utilizar tácticas más agresivas en su " hoja de ruta " para ampliar el Tercer Reich, ya que más tarde hacerlo en la anexión de los Sudetes.

Legado


Anschluss: ¿Anexión o unión?

La palabra Anschluss fuera del contexto de marzo 1938 se traduce correctamente como " acumulación ", " conexiones ", "unificación " o " unión política ". Por el contrario, la palabra alemana Annektierung que significaría la anexión militar de forma inequívoca era y no es de uso común en este contexto. El uso del término Anschluss ha sido generalizada antes y en 1938 que describe una incorporación de Austria a Alemania. Llamar a la incorporación de Austria a Alemania nazi un " Anschluss ", que es una unificación o de acumulación, también fue parte de la propaganda utilizada en 1938 por Hitler y los nazis para crear la impresión de los acontecimientos de marzo 1938 no fueron respaldados y aplicados por militares presión. Hitler describió la incorporación de Austria a su regreso a su lugar de origen (Heimkehr). La palabra Anschluss ha soportado durante y después de la Segunda Guerra Mundial, a pesar de ser un eufemismo de lo que ocurrió.
Algunas fuentes históricas, como la Encyclopædia Britannica, describen el Anschluss como una "anexión" en lugar de un sindicato.

Segunda República

Declaración de Moscú

La Declaración de Moscú de 1943, firmado por los EE.UU., la Unión Soviética y el Reino Unido, incluida una "Declaración sobre Austria ", que declaró lo siguiente :
Los gobiernos del Reino Unido, la Unión Soviética y los Estados Unidos de América están de acuerdo en que Austria, el primer país libre de caer víctima de la agresión hitleriana, se liberó de la dominación alemana.
Consideran que la anexión impuesta a Austria por Alemania el 15 de marzo de 1938, como nulo y sin efecto. Ellos consideran a sí mismos como de ninguna manera vinculado a cualquiera de los cambios efectuados en Austria desde esa fecha. Ellos declaran que desean ver restablecido un Austria libre e independiente y por lo tanto de abrir el camino para que los mismos, así como los estados vecinos pueblo austríaco que se enfrentan a problemas similares, al encontrar que la seguridad política y económica, que es la única base para una paz duradera.
Austria se recordó, sin embargo, que ella tiene una responsabilidad que no puede evadir, para la participación en la guerra en el lado de la Alemania hitleriana, y que en la cuenta de liquidación definitiva, inevitablemente, se tomará de su propia contribución a su liberación. 
La declaración fue destinado principalmente a servir de propaganda destinado a agitar la resistencia austriaca. Aunque algunos austriacos ayudados Judios y se cuentan como Justos entre las Naciones, nunca hubo una resistencia armada austríaca efectiva de la especie se encuentran en otros países bajo la ocupación alemana. La declaración se dice que tiene un tanto compleja historia de la redacción. En Nuremberg, Arthur Seyss -Inquart y Franz von Papen,, en particular, fueron ambos acusados ​​bajo un cargo de ( conspiración para cometer crímenes contra la paz ) específicamente para sus actividades en apoyo del partido nazi de Austria y el Anschluss, pero ninguno fue condenado por este cargo. En absolviendo von Papen, el tribunal señaló que sus acciones estaban en sus inmoralidades políticas de vista, pero no delitos en virtud de su estatuto. Seyss -Inquart fue declarado culpable de otros crímenes de guerra graves, la mayoría de los cuales tuvo lugar en Polonia y los Países Bajos, fue condenado a muerte y ejecutado.

La identidad de Austria y la "teoría de la víctima"

Después de la Segunda Guerra Mundial, muchos austriacos buscaban consuelo en la idea de Austria como " primera víctima de los nazis. " Aunque el partido Nazi fue prohibido rápidamente, Austria no tenía el mismo proceso exhaustivo de desnazificación en la parte superior de gobierno que se impuso a Alemania por un tiempo. Al carecer de la presión exterior para la reforma política, las facciones de la sociedad austriaca intentaron durante mucho tiempo para avanzar en la idea de que los Anschluss fue sólo una anexión a punta de bayoneta.
Este punto de vista de los acontecimientos de 1938 tiene profundas raíces en los 10 años de ocupación aliada y la lucha por recuperar la soberanía de Austria : la "teoría de la víctima " jugó un papel esencial en las negociaciones sobre el Tratado de Estado de Austria con los soviéticos, y señalando la Declaración de Moscú, los políticos austriacos muy confiado en que para lograr una solución para Austria diferente de la división de Alemania en los estados orientales y occidentales separadas. El Tratado de Estado, junto con la declaración austriaca posterior de neutralidad permanente, marcado hitos importantes para la solidificación de la identidad nacional independiente de Austria durante el transcurso de las siguientes décadas.
Como los políticos austríacos de la izquierda y la derecha trataron de reconciliar sus diferencias con el fin de evitar el conflicto violento que había dominado la Primera República, las discusiones de ambos nazismo austríaco y el papel de Austria durante la época nazi se evitaron en gran parte. Aún así, el Partido Popular de Austria (ÖVP ) había avanzado, y todavía avanza, el argumento de que el establecimiento de la dictadura de Dollfuss era necesario a fin de mantener la independencia de Austria. Por otra parte, el Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) sostiene que la dictadura de Dollfuss despojó al país de los recursos democráticas necesarias para repeler a Hitler, sin embargo, no tiene en cuenta el hecho de que el propio Hitler era un nativo de Austria.
En contraste con la primera teoría de la víctima, sino que también ha ayudado a los austriacos a desarrollar su propia identidad nacional como antes. Después de la Segunda Guerra Mundial y la caída del Tercer Reich la ideología política Pangermanismo disminuyó masivamente y ahora es visto por la gran mayoría de la gente de habla alemana como un tabú. [Cita requerida] A diferencia de antes de la era del siglo 20, cuando no había identidad austríaca separada de una alemana, en 1987 sólo el 6 por ciento de los austriacos se identificaron como " alemanes ". Hoy más del 90 por ciento de los austriacos ven a sí mismos como una nación independiente. La lógica de la existencia de un Estado austriaco independiente ya no es cuestionada como lo fue en el período de entreguerras.

Eventos políticos

Durante décadas, la teoría de la víctima permaneció en gran parte indiscutible. El público austriaco rara vez se vio obligado a enfrentar el legado del Tercer Reich ; sobre todo tuvo que enfrentar problemas durante los acontecimientos de 1965, cuando Taras Borodajkewycz, profesor de historia económica, hizo comentarios antisemitas tras la muerte de Ernst Kirchweger, un sobreviviente del campo de concentración asesinado por uno de los manifestantes de extrema derecha durante los disturbios. No fue sino hasta la década de 1980 que los austriacos enfrentado su pasado mixta. El catalizador para la Vergangenheitsbewältigung fue el asunto de Waldheim. Cuando Kurt Waldheim, el candidato de una elección presidencial y ex secretario general de la ONU, fue acusado de haber sido miembro del partido nazi y de la infame SA (más tarde fue absuelto de la participación directa en los crímenes de guerra ), los austríacos decían que escrutinio era una intervención inoportuna en los asuntos internos del país. A pesar de las reacciones de los políticos a las críticas internacionales, el asunto Waldheim empezó las primeras discusiones serias sobre el pasado de Austria y el Anschluss.
Otro factor fue el aumento de Jörg Haider y el Partido de la Libertad de Austria ( FPÖ ) en la década de 1980. El partido había combinado elementos de la derecha pan- alemán con el liberalismo de libre mercado desde su fundación en 1955, pero después de Haider ascendió a la presidencia del partido en 1986, los elementos liberales se hizo cada vez más marginados. Haider comenzó a utilizar abiertamente nacionalista y la retórica anti-inmigrante. Fue criticado por usar la völkische definición (étnica) de interés nacional ("Austria para los austriacos") y su apologética para el pasado de Austria, sobre todo llamar a los miembros de los " hombres de honor " Waffen -SS. A raíz de un aumento dramático en el apoyo electoral en la década de 1990 que alcanzó su punto máximo en las elecciones de 1999, el FPÖ entró en una coalición con el Partido Popular de Austria (ÖVP ), dirigido por Wolfgang Schüssel. Este fue condenado en 2000. La coalición llevó al Donnerstagsdemonstrationen regular ( demostraciones Jueves ) en protesta contra el gobierno, que tuvo lugar en la Plaza de los Héroes, donde Hitler había saludado a las masas durante el Anschluss. Tácticas y retórica de Haider, a menudo criticado como simpatizantes del nazismo, obligados austriacos a reconsiderar su relación con el pasado. Socio de la coalición de Haider, ex canciller Wolfgang Schüssel, en una entrevista de 2000 con el Jerusalem Post, afirmó que Austria fue la primera víctima de la Alemania de Hitler, repitiendo la historia de víctima.

Literatura

Los debates políticos y de conciencia se reflejaron en otros aspectos de la cultura. Última obra de Thomas Bernhard, Heldenplatz ( 1988 ), generó controversia incluso antes de que se haya fabricado, cincuenta años después de la entrada de Hitler a la ciudad. Bernhard hizo la eliminación histórica de las referencias a la recepción de Hitler en Viena emblemático de intentos austriacos para reclamar su historia y cultura con criterios cuestionables. Muchos políticos llaman Bernhard una Nestbeschmutzer ( dañando la reputación de su país) y abiertamente exigieron que el juego no debe ser puesta en escena en el Burgtheater de Viena. Waldheim, siendo presidente, llama la obra "un insulto crudo para el pueblo austríaco".

Comisión Histórica y cuestiones jurídicas pendientes

En el contexto de la República Federal de posguerra de Alemania, uno se encuentra con un Vergangenheitsbewältigung ("luchar para llegar a un acuerdo con el pasado"), que ha sido parcialmente institucionalizada, de forma variable en contextos literarios, culturales, políticos y educativos (su desarrollo y las dificultades que no sido triviales ; véase, por ejemplo, la Historikerstreit). Austria formó una Historikerkommission ("Comisión del Historiador" o "Comisión Histórica") en 1998 con el mandato de examinar el papel de Austria en la expropiación nazi de la propiedad judía de un académico en lugar de la perspectiva jurídica, en parte en respuesta a las continuas críticas de su manejo de reclamos de propiedad. Entre sus miembros se basó en las recomendaciones de diversos sectores, entre ellos Simon Wiesenthal y Yad Vashem. La Comisión presentó su informe en 2003. El historiador del Holocausto Conocido Raul Hilberg se negó a participar en la Comisión y en una entrevista declaró sus enérgicas objeciones en términos tanto personales como en referencia a cuestiones más amplias sobre la culpabilidad y la responsabilidad de Austria, la comparación de lo que pensaba que la falta de atención en relación con la liquidación que rige las participaciones en bancos suizos de los que murieron o fueron desplazados por el Holocausto:
Personalmente, me gustaría saber por qué el Congreso Judío Mundial casi no ha puesto ninguna presión sobre Austria, así como los principales líderes de las SS nazis y eran austríacos, Hitler incluido... Inmediatamente después de la guerra, los EE.UU. quería hacer los rusos se retiran de Austria, y el rusos querían mantener Austria neutral, por lo tanto, había un interés común para conceder Austria la condición de víctima. Y más tarde Austria podría llorar pobres - aunque su ingreso per cápita es tan alta como la de Alemania. Y, lo más importante, la maquinaria de relaciones públicas austriaco funciona mejor. Austria cuenta con el baile de la ópera, el castillo imperial, Mozartkugeln [un chocolate]. Los estadounidenses les gusta eso. Y austriacos invierten y exportación relativamente poco a los EE.UU., por lo tanto, son menos vulnerables al chantaje. Mientras tanto, se estableció una comisión en Austria para aclarar lo que pasó a la propiedad judía. Victor Klima, el ex canciller, me ha pedido que unirse. Mi padre luchó por Austria en la Primera Guerra Mundial y en 1939 fue expulsado de Austria. Después de la guerra se le ofreció diez dólares al mes en concepto de indemnización. Por esta razón, le dije a Klima, no, gracias, esto me pone enfermo. 


El SS asaltan un centro comunitario judío, Viena, marzo de 1938.


El Centro Simon Wiesenthal sigue criticando Austria ( en fecha tan reciente como junio de 2005) por su supuesta falta de voluntad histórica y actual agresivamente para impulsar las investigaciones y los juicios contra nazis por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad desde la década de 1970 en adelante. Su informe de 2001 ofreció la siguiente caracterización :
Dada la amplia participación de numerosos austriacos, incluyendo al más alto nivel, en la implementación de la Solución Final y otros crímenes nazis, Austria debería haber sido un líder en el procesamiento de los responsables del Holocausto en el transcurso de las últimas cuatro décadas, como ha sido el caso de Alemania. Desafortunadamente relativamente poco se ha logrado por las autoridades austriacas en este sentido y, de hecho, con la excepción del caso del Dr. Heinrich bruto que se suspendió este año bajo circunstancias altamente sospechosas ( que decía ser médicamente aptos, pero fuera de la cancha demostrado para estar sano ) ni un solo nazi crímenes de guerra fiscalía ha llevado a cabo en Austria desde mediados de la década de 1970. 
En 2003, el Centro puso en marcha una campaña mundial denominada " Operación Última Oportunidad " con el fin de recabar más información sobre los nazis todavía vivos que potencialmente son sujetos a enjuiciamiento. Aunque los informes emitidos poco después acreditan Austria para iniciar investigaciones a gran escala, se ha producido un caso en que las críticas a las autoridades austriacas surgió recientemente : El Centro ha puesto 92 años de edad, croata Milivoj Asner en su lista de los diez de 2005. Asner huyó a Austria en 2004 después de que Croacia ha anunciado que comenzará a las investigaciones en el caso de los crímenes de guerra que pudo haber estado involucrado pulg En respuesta a las objeciones sobre continuada libertad de Asner, el Gobierno Federal de Austria ha aplazado a cualquiera de peticiones de extradición procedentes de Croacia o acciones de la fiscalía de Klagenfurt, ninguno de los cuales parece inminente (a junio de 2005). La extradición no es una opción ya que Asner también tiene la nacionalidad austríaca, después de haber vivido en el país desde 1946 hasta 1991.


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