jueves, 16 de octubre de 2014
miércoles, 15 de octubre de 2014
G6D: Un análisis de Jauretche
ENSEÑANZAS DEL CONFLICTO ISRAELÍ
Por Arturo Jauretche
En una nota publicada en "Azul y Blanco", que coincidió con la aparición de la desgraciada Ley de Hidrocarburos, sostuve que la coyuntura del conflicto árabe-israelí ofrecía una oportunidad para juzgar una estrategia propia en el problema del petróleo. Pero esto supone una concepción soberanista de la política y no una concepción ideológica, que es la habitual, hija de la falta de estrategia o, mejor dicho, de la aceptación de que la Argentina sólo puede realizar una política apendicular ya que sus motivaciones no son las de su propia concepción política, sino la de las grandes metrópolis que marcan alineamientos en función de sus intereses, encubiertos bajo la máscara ideológica.
Creo oportuno ahora, continuando ese pensamiento, mostrar cómo los acontecimientos del Cercano Oriente han variado la situación en esa neurálgica zona del abastecimiento petrolífero. Aparentemente la Unión Soviética en su respaldo a los países árabes ha perdido una partida. Vamos a analizar la nueva situación para ver quién efectivamente ha perdido. Para esto se hace necesario desentrañar un conjunto de situaciones.
Resulta evidente que la actitud de Egipto amenazando con la destrucción del Estado de Israel y con la guerra inmediata era un "bluff" de Nasser cuyo destinatario no era el aparente. De otra manera, resulta inexplicable la sorpresa y la inoperancia de los árabes ante la brusca y eficacísima operación de su adversario potencial. Nasser no creyó ni remotamente en la rápida reacción israelí, que le permitió colocarse como agredido, recogiendo en cambio todos los frutos de una efectiva agresión que aparece ampliamente justificada como acto defensivo. Israel recogió el "bluff", que simplemente tendía, con el pretexto de la guerra, a afirmar el predominio de Nasser y posiblemente terminar con la estructura feudal de Transjordania y la Arabia Saudita.
La derrota de los árabes importa aparentemente la derrota de la Unión Soviética en su política de apoyo a los mismos. Pero otra cosa ocurre si se considera en una perspectiva más amplia la situación del Cercano Oriente. Recordemos la actitud de los Estados Unidos en el anterior ataque al Canal de Suez conducido por Inglaterra, Francia e Israel. En ese momento Estados Unidos interviene decididamente para restablecer el statu quo. ¿Por qué Estados Unidos buscó el mantenimiento de ese equilibrio siendo que sus aparentes intereses y sus simpatías estaban mucho más cerca de Israel, de Francia y de Inglaterra? ¿Por qué, habiendo apoyado y promocionado el desarrollo de Israel, Estados Unidos se opuso a la expansión de su ahijado?
Es que para Estados Unidos, Israel es sólo un enclave en el Cercano Oriente y una cabecera de puente para el caso de una emergencia extrema que ponga en peligro el abastecimiento de petróleo. Su política tiende a la consolidación del Estado de Israel, pero no a la creación de una especie de Vietnam en el Cercano Oriente, pues un estado de conmoción permanente deterioraría la función abastecedora que sólo puede cumplirse de una manera práctica en la paz. Por consiguiente, Estados Unidos no podía desear, y mucho menos alentar, la alteración del statu quo, aunque fuera a favor de Israel, en cuanto implica la perspectiva que tenemos delante: un estado de guerra y convulsión que tenderá a hacerse endémico. Con este criterio actuó cuando el Canal de Suez.
En cambio, esto le puede convenir a Rusia por la misma razón que no le conviene a Estados Unidos. El primer fruto que recoge es la pérdida de posición de Nasser en el mundo árabe, y el alza paralela del predicamento de Siria y de Irak, que son los países árabes, cuya conducción sale valorizada del acontecimiento. Siria e Irak están más radicalizados que Egipto, y Rusia prefiere tratar con ellos, a negociar constantemente con un líder de inmenso prestigio que sólo es un aliado eventual que practica una política propia. Son mejores aliados por cuanto la influencia soviética puede hacerse valer en ellos con mucha más eficacia que en Egipto. Al mismo tiempo la declinación de Nasser y el fracaso de la "guerra santa" como instrumento de realización nacional para los árabes autoriza a suponer que, establecido un carácter de guerra permanente y convulsional —así sea fragmentaria— se producirá la rápida radicalización del movimiento pan-árabe. Una cosa es actuar sobre el mundo árabe a través de Nasser, que moverse sobre afinidades socialistas que abren la única perspectiva de lucha continuada, o de un estado de incertidumbre moteado de constantes episodios bélicos, que bastan para perturbar el suministro petrolífero.
Haciendo el balance resulta que Rusia obtiene como consecuencia de la victoria israelí la cesación del statu quo, que en el episodio de Suez había defendido Estados Unidos, y en el que no se hace necesaria su intervención directa para proteger su abastecimiento. Consigue al mismo tiempo el traspaso de la conducción del mundo árabe a manos mucho más afines con las suyas, Siria e Irak, y la deseada radicalización del mundo árabe como consecuencia necesaria. En cambio, Estados Unidos tiene que asistir a la ruptura del statu quo y a todos los efectos que se acaban de señalar que benefician a Rusia.
¿Qué gana, en cambio, con el triunfo israelí, que si bien amplía el enclave, subordina la política de Estados Unidos a la de este pequeño estado que lo arrastra a una situación que Estados Unidos no busca ni desea, como sería el tener que actuar directamente frente a las conmociones que se producen en el mundo árabe? El comando israelí apreció debidamente la situación. No sólo operó con rápida eficacia en la acción guerrera. También lo hizo en la acción política impidiendo con su rapidez la intervención apaciguadora de Estados Unidos, que resultó tan sorprendido como Nasser. Anotemos: entre los errores de Nasser que hay que sumar al "bluff" mal jugado sus declaraciones sobre la intervención de la aviación norteamericana e inglesa, que nada confirma, y que por el contrario ha servido aún más para debutar su prestigio.
Hay un episodio que la información telegráfica ha terminado por apagar y que sin embargo, tiene mucha importancia para la apreciación de los hechos. ¿Cómo se explica el vigoroso ataque a una unidad naval norteamericana donde se produjeron 30 muertos por la fuerza aérea israelí? La confusión es inadmisible, pues no pudo creer el comando israelí que se trataba de una nave egipcia de tal porte y que Egipto no tiene. Además el ataque fue continuado hasta el desmantelamiento de la nave. Pero todo se comprende a la luz de las versiones que identifican la nave norteamericana como un centro de comunicaciones emplazado precisamente para que los Estados Unidos pudieran actuar con rapidez en la emergencia, impidiendo que el juego israelí saliera de sus manos.
El C.I.A. ha noticiado que no se trata de un crucero sino del Liberty, nave supuestamente dedicada a estudios oceanógraficos que en su oportunidad anduvo en el Atlántico Sur. En realidad es un centro de comunicaciones dependiente del C.I.A. y al destruir sus medios el comando israelí se aseguró el tiempo necesario para evitar toda intervención mediadora de los Estados Unidos y de su flota marítima y aérea del Mediterráneo, pero especialmente evitó lo que en términos técnicos llaman el "jamming", que consiste en interferir comunicaciones mezclándolas, en una operación en que ha sido fundamental, según los datos suministrados, el sistema de comunicaciones entre las unidades motorizadas israelíes dirigidas por un gran especialista, Rabin. Así resulta inexacta la afirmación de Nasser de la intervención norteamericana en favor de los israelíes cuando el comando de éstos actuó precisamente con suma eficacia y con una desaprensión verdaderamente germánica, valga la humorada, para evitar la neutralización prosemita de los Estados Unidos. En este caso los semitas son los árabes, particularmente los árabes palestinos que en realidad no descienden de árabes sino de los campesinos judíos que permanecieron en Palestina después de la Diáspora, y que oportunamente se romanizaron, y luego se arabizaron.
Pero esta es otra historia que sería muy útil para poner en su lugar el disparateo racista.
Así la operación israelí cumple dos objetivos con toda eficacia: uno guerrero, que consiste en el aniquilamiento de su adversario. Otro político, que consiste en impedir la intervención del tercero que puede malograr aquél. Se ha visto que Rusia, tras la derrota de su ahijado árabe, gana posición en Medio Oriente, en cuanto la pierde Estados Unidos; también resulta claro que el ahijado de Estados Unidos juega su propia política al margen de su padrino, y contra la estrategia del mismo.
Arriesgadísima operación que revela en el comando israelí un conocimiento perfecto de la debilidad de Estados Unidos. ¿Cuál es la debilidad de Estados Unidos? Que por razones de política interna ni Johnson en particular, dentro del Partido Demócrata, ni los demócratas en conjunto, ni tampoco los republicanos pueden en este momento aplicar la política internacional de sus conveniencias, que es decir el restablecimiento del statu quo, pues hacerlo los llevaría a aparecer como amparando a los árabes, en cuyo caso quien condujera esa política sería electoralmente derrotado por la gravitación que la causa judía tiene dentro de los Estados Unidos a través de la prensa, el dinero y la colectividad israelita.
Es una situación parecida a la que Rusia tiene dentro de la estructura política de su partido internacional, el común que como consecuencia de este conflicto sufre la mayor de su historia. Con todo, Rusia ha jugado la carta, carta que sólo es posible con una unidad de conducción monolítica como la que emplea en su política internacional y que le permite perder contingentemente en unos aspectos para ganar en otros más permanentes. Estados Unidos no puede hacer lo mismo y esta es la dramática situación a que se ve abocado su gobierno. Tímidamente Johnson trata de ir paulatinamente restablecimiento de la anterior situación, pero no le será posible porque a su vez tiene que cuidar su situación electoral y las fuerzas internas que lo determinan y en las cuales gravita decisivamente la proyección norteamericana del Estado Israelí.
De tal manera, el coloso del Norte pierde el papel con director en el Cercano Oriente, que pasa a manos de la pequeña República de Israel, que no se resigna a funcionar como simple enclave de emergencia. Los acontecimientos tendrán que llevar a los Estados Unidos, no pudiendo retornar al statu quo, a tener que jugar detrás de la pequeña nación. Interesante experiencia que nos revela cómo una pequeña nación, jugando inteligentemente sobre las debilidades de un gran imperio, aprovechando las coyunturas, puede conducir a éste a servir su propia política. ¿Aprenderemos nosotros alguna vez a jugar nuestras cartas?
Estas reflexiones nos sirven para mostrar cómo una concepción nacional de la política permite a las pequeñas naciones utilizar las coyunturas de fricción para jugar su propio juego.
Por Arturo Jauretche
En una nota publicada en "Azul y Blanco", que coincidió con la aparición de la desgraciada Ley de Hidrocarburos, sostuve que la coyuntura del conflicto árabe-israelí ofrecía una oportunidad para juzgar una estrategia propia en el problema del petróleo. Pero esto supone una concepción soberanista de la política y no una concepción ideológica, que es la habitual, hija de la falta de estrategia o, mejor dicho, de la aceptación de que la Argentina sólo puede realizar una política apendicular ya que sus motivaciones no son las de su propia concepción política, sino la de las grandes metrópolis que marcan alineamientos en función de sus intereses, encubiertos bajo la máscara ideológica.
Creo oportuno ahora, continuando ese pensamiento, mostrar cómo los acontecimientos del Cercano Oriente han variado la situación en esa neurálgica zona del abastecimiento petrolífero. Aparentemente la Unión Soviética en su respaldo a los países árabes ha perdido una partida. Vamos a analizar la nueva situación para ver quién efectivamente ha perdido. Para esto se hace necesario desentrañar un conjunto de situaciones.
Resulta evidente que la actitud de Egipto amenazando con la destrucción del Estado de Israel y con la guerra inmediata era un "bluff" de Nasser cuyo destinatario no era el aparente. De otra manera, resulta inexplicable la sorpresa y la inoperancia de los árabes ante la brusca y eficacísima operación de su adversario potencial. Nasser no creyó ni remotamente en la rápida reacción israelí, que le permitió colocarse como agredido, recogiendo en cambio todos los frutos de una efectiva agresión que aparece ampliamente justificada como acto defensivo. Israel recogió el "bluff", que simplemente tendía, con el pretexto de la guerra, a afirmar el predominio de Nasser y posiblemente terminar con la estructura feudal de Transjordania y la Arabia Saudita.
La derrota de los árabes importa aparentemente la derrota de la Unión Soviética en su política de apoyo a los mismos. Pero otra cosa ocurre si se considera en una perspectiva más amplia la situación del Cercano Oriente. Recordemos la actitud de los Estados Unidos en el anterior ataque al Canal de Suez conducido por Inglaterra, Francia e Israel. En ese momento Estados Unidos interviene decididamente para restablecer el statu quo. ¿Por qué Estados Unidos buscó el mantenimiento de ese equilibrio siendo que sus aparentes intereses y sus simpatías estaban mucho más cerca de Israel, de Francia y de Inglaterra? ¿Por qué, habiendo apoyado y promocionado el desarrollo de Israel, Estados Unidos se opuso a la expansión de su ahijado?
Es que para Estados Unidos, Israel es sólo un enclave en el Cercano Oriente y una cabecera de puente para el caso de una emergencia extrema que ponga en peligro el abastecimiento de petróleo. Su política tiende a la consolidación del Estado de Israel, pero no a la creación de una especie de Vietnam en el Cercano Oriente, pues un estado de conmoción permanente deterioraría la función abastecedora que sólo puede cumplirse de una manera práctica en la paz. Por consiguiente, Estados Unidos no podía desear, y mucho menos alentar, la alteración del statu quo, aunque fuera a favor de Israel, en cuanto implica la perspectiva que tenemos delante: un estado de guerra y convulsión que tenderá a hacerse endémico. Con este criterio actuó cuando el Canal de Suez.
En cambio, esto le puede convenir a Rusia por la misma razón que no le conviene a Estados Unidos. El primer fruto que recoge es la pérdida de posición de Nasser en el mundo árabe, y el alza paralela del predicamento de Siria y de Irak, que son los países árabes, cuya conducción sale valorizada del acontecimiento. Siria e Irak están más radicalizados que Egipto, y Rusia prefiere tratar con ellos, a negociar constantemente con un líder de inmenso prestigio que sólo es un aliado eventual que practica una política propia. Son mejores aliados por cuanto la influencia soviética puede hacerse valer en ellos con mucha más eficacia que en Egipto. Al mismo tiempo la declinación de Nasser y el fracaso de la "guerra santa" como instrumento de realización nacional para los árabes autoriza a suponer que, establecido un carácter de guerra permanente y convulsional —así sea fragmentaria— se producirá la rápida radicalización del movimiento pan-árabe. Una cosa es actuar sobre el mundo árabe a través de Nasser, que moverse sobre afinidades socialistas que abren la única perspectiva de lucha continuada, o de un estado de incertidumbre moteado de constantes episodios bélicos, que bastan para perturbar el suministro petrolífero.
Haciendo el balance resulta que Rusia obtiene como consecuencia de la victoria israelí la cesación del statu quo, que en el episodio de Suez había defendido Estados Unidos, y en el que no se hace necesaria su intervención directa para proteger su abastecimiento. Consigue al mismo tiempo el traspaso de la conducción del mundo árabe a manos mucho más afines con las suyas, Siria e Irak, y la deseada radicalización del mundo árabe como consecuencia necesaria. En cambio, Estados Unidos tiene que asistir a la ruptura del statu quo y a todos los efectos que se acaban de señalar que benefician a Rusia.
¿Qué gana, en cambio, con el triunfo israelí, que si bien amplía el enclave, subordina la política de Estados Unidos a la de este pequeño estado que lo arrastra a una situación que Estados Unidos no busca ni desea, como sería el tener que actuar directamente frente a las conmociones que se producen en el mundo árabe? El comando israelí apreció debidamente la situación. No sólo operó con rápida eficacia en la acción guerrera. También lo hizo en la acción política impidiendo con su rapidez la intervención apaciguadora de Estados Unidos, que resultó tan sorprendido como Nasser. Anotemos: entre los errores de Nasser que hay que sumar al "bluff" mal jugado sus declaraciones sobre la intervención de la aviación norteamericana e inglesa, que nada confirma, y que por el contrario ha servido aún más para debutar su prestigio.
Hay un episodio que la información telegráfica ha terminado por apagar y que sin embargo, tiene mucha importancia para la apreciación de los hechos. ¿Cómo se explica el vigoroso ataque a una unidad naval norteamericana donde se produjeron 30 muertos por la fuerza aérea israelí? La confusión es inadmisible, pues no pudo creer el comando israelí que se trataba de una nave egipcia de tal porte y que Egipto no tiene. Además el ataque fue continuado hasta el desmantelamiento de la nave. Pero todo se comprende a la luz de las versiones que identifican la nave norteamericana como un centro de comunicaciones emplazado precisamente para que los Estados Unidos pudieran actuar con rapidez en la emergencia, impidiendo que el juego israelí saliera de sus manos.
El C.I.A. ha noticiado que no se trata de un crucero sino del Liberty, nave supuestamente dedicada a estudios oceanógraficos que en su oportunidad anduvo en el Atlántico Sur. En realidad es un centro de comunicaciones dependiente del C.I.A. y al destruir sus medios el comando israelí se aseguró el tiempo necesario para evitar toda intervención mediadora de los Estados Unidos y de su flota marítima y aérea del Mediterráneo, pero especialmente evitó lo que en términos técnicos llaman el "jamming", que consiste en interferir comunicaciones mezclándolas, en una operación en que ha sido fundamental, según los datos suministrados, el sistema de comunicaciones entre las unidades motorizadas israelíes dirigidas por un gran especialista, Rabin. Así resulta inexacta la afirmación de Nasser de la intervención norteamericana en favor de los israelíes cuando el comando de éstos actuó precisamente con suma eficacia y con una desaprensión verdaderamente germánica, valga la humorada, para evitar la neutralización prosemita de los Estados Unidos. En este caso los semitas son los árabes, particularmente los árabes palestinos que en realidad no descienden de árabes sino de los campesinos judíos que permanecieron en Palestina después de la Diáspora, y que oportunamente se romanizaron, y luego se arabizaron.
Pero esta es otra historia que sería muy útil para poner en su lugar el disparateo racista.
Así la operación israelí cumple dos objetivos con toda eficacia: uno guerrero, que consiste en el aniquilamiento de su adversario. Otro político, que consiste en impedir la intervención del tercero que puede malograr aquél. Se ha visto que Rusia, tras la derrota de su ahijado árabe, gana posición en Medio Oriente, en cuanto la pierde Estados Unidos; también resulta claro que el ahijado de Estados Unidos juega su propia política al margen de su padrino, y contra la estrategia del mismo.
Arriesgadísima operación que revela en el comando israelí un conocimiento perfecto de la debilidad de Estados Unidos. ¿Cuál es la debilidad de Estados Unidos? Que por razones de política interna ni Johnson en particular, dentro del Partido Demócrata, ni los demócratas en conjunto, ni tampoco los republicanos pueden en este momento aplicar la política internacional de sus conveniencias, que es decir el restablecimiento del statu quo, pues hacerlo los llevaría a aparecer como amparando a los árabes, en cuyo caso quien condujera esa política sería electoralmente derrotado por la gravitación que la causa judía tiene dentro de los Estados Unidos a través de la prensa, el dinero y la colectividad israelita.
Es una situación parecida a la que Rusia tiene dentro de la estructura política de su partido internacional, el común que como consecuencia de este conflicto sufre la mayor de su historia. Con todo, Rusia ha jugado la carta, carta que sólo es posible con una unidad de conducción monolítica como la que emplea en su política internacional y que le permite perder contingentemente en unos aspectos para ganar en otros más permanentes. Estados Unidos no puede hacer lo mismo y esta es la dramática situación a que se ve abocado su gobierno. Tímidamente Johnson trata de ir paulatinamente restablecimiento de la anterior situación, pero no le será posible porque a su vez tiene que cuidar su situación electoral y las fuerzas internas que lo determinan y en las cuales gravita decisivamente la proyección norteamericana del Estado Israelí.
De tal manera, el coloso del Norte pierde el papel con director en el Cercano Oriente, que pasa a manos de la pequeña República de Israel, que no se resigna a funcionar como simple enclave de emergencia. Los acontecimientos tendrán que llevar a los Estados Unidos, no pudiendo retornar al statu quo, a tener que jugar detrás de la pequeña nación. Interesante experiencia que nos revela cómo una pequeña nación, jugando inteligentemente sobre las debilidades de un gran imperio, aprovechando las coyunturas, puede conducir a éste a servir su propia política. ¿Aprenderemos nosotros alguna vez a jugar nuestras cartas?
Estas reflexiones nos sirven para mostrar cómo una concepción nacional de la política permite a las pequeñas naciones utilizar las coyunturas de fricción para jugar su propio juego.
martes, 14 de octubre de 2014
SGM: La batalla de Moscú
Batalla de Moscú
En noviembre de 1941, Rusia se encontraba en una situación desesperada. Hitler declaró que la guerra había sido ganada, y citó la evidencia: 2 millones de prisioneros soviéticos, 22.000 piezas de artillería confiscadas o rompieron, 18.000 tanques destruidos, 14.500 aviones derribados. El ejército alemán estaba a sólo 10 millas de distancia de Moscú, y los soviéticos tenían sólo 90.000 hombres y 150 tanques salieron a defenderlo. El mundo considera Moscú rinde como inevitable. Para animar a la gente, Stalin dio un desfile militar. Foto: Estas tropas entraron en la batalla directamente de la Plaza Roja (Moscú, Noviembre 7, 1941):
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Los rusos entrenados perros que se ejecutan bajo los tanques alemanes en ataques suicidas. Foto: perros, envuelto en explosivos, están caminando en la batalla (Moscú, 1941):
En diciembre de 1941, la temperatura cayó a -35 C (-30 Fahrenheit), inusualmente bajo, incluso para Rusia. El ejército alemán no estaba preparado, y 130.000 casos de congelación debilitó sus tropas de primera línea:
Gracias a la decisión de Japón de no atacar a la URSS, divisiones frescas de Siberia - 1 millón de soldados y 1.000 tanques - se trasladó a Moscú, y los rusos atacaron contrarrevolución:
Tropas frescas y bien equipadas, empujaron a los exhaustos alemanes de vuelta por 100-200 km. Esta fue la primera gran derrota sufrida por el ejército alemán en la 2 ª Guerra Mundial, y la batalla más sangrienta hasta la fecha: 1 millón de soldados perdieron la vida en la batalla de Moscú. Foto: Soldados alemanes se rinden (Moscú, enero 1942):
En noviembre de 1941, Rusia se encontraba en una situación desesperada. Hitler declaró que la guerra había sido ganada, y citó la evidencia: 2 millones de prisioneros soviéticos, 22.000 piezas de artillería confiscadas o rompieron, 18.000 tanques destruidos, 14.500 aviones derribados. El ejército alemán estaba a sólo 10 millas de distancia de Moscú, y los soviéticos tenían sólo 90.000 hombres y 150 tanques salieron a defenderlo. El mundo considera Moscú rinde como inevitable. Para animar a la gente, Stalin dio un desfile militar. Foto: Estas tropas entraron en la batalla directamente de la Plaza Roja (Moscú, Noviembre 7, 1941):
Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas. Los rusos entrenados perros que se ejecutan bajo los tanques alemanes en ataques suicidas. Foto: perros, envuelto en explosivos, están caminando en la batalla (Moscú, 1941):
En diciembre de 1941, la temperatura cayó a -35 C (-30 Fahrenheit), inusualmente bajo, incluso para Rusia. El ejército alemán no estaba preparado, y 130.000 casos de congelación debilitó sus tropas de primera línea:
Gracias a la decisión de Japón de no atacar a la URSS, divisiones frescas de Siberia - 1 millón de soldados y 1.000 tanques - se trasladó a Moscú, y los rusos atacaron contrarrevolución:
Tropas frescas y bien equipadas, empujaron a los exhaustos alemanes de vuelta por 100-200 km. Esta fue la primera gran derrota sufrida por el ejército alemán en la 2 ª Guerra Mundial, y la batalla más sangrienta hasta la fecha: 1 millón de soldados perdieron la vida en la batalla de Moscú. Foto: Soldados alemanes se rinden (Moscú, enero 1942):
lunes, 13 de octubre de 2014
Patagonia: Encuentran restos de indígenas y conquistadores
Extraordinario hallazgo Arqueológico en San Martín de los Andes, Provincia del Neuquén
Revela acerca de la relación entre los habitantes originarios y los conquistadores
En el cerro Newen Antu, llamado Pocahullo ubicado en la ladera oriental del valle de Lacar, en San Martín de los Andes se realizó uno de los hallazgos arqueológicos más sorprendentes de las últimas décadas. En la Patagonia, revela acerca de los primeros años de contacto entre los habitantes originarios y los conquistadores europeos.
Descubren restos arqueológicos en Patagonia. Foto: www.rionegro.com.ar
Las pistas ya eran sólidas y, conociendo las características singulares del registro arqueológico que afloraba en el lugar, se prepararon con muchas expectativas. Un mes después de arduo y meticuloso trabajo de registro de evidencias de las prácticas cotidianas de las sociedades con forma de vida tradicional similar a la conocida en el ámbito valdiviano de ambas vertientes cordilleranas, ¡aparecieron ellos!, los protagonistas que vienen a acompañar a los arqueólogos para contar su historia. Es en ocasiones en que, con la suerte necesaria –por ejemplo, que se den las condiciones naturales o artificiales para la conservación de artefactos y materias primas de distintas características y composiciones–, las personas del pasado pueden dejarnos testimonios de su vida; algunos a partir de estructuras monumentales o artefactos de fina manufactura, y otros tal vez sin nada material más que sus propios huesos para dar testimonio de su paso por este mundo. Pero todos dejamos algo.
En el Newen Antug fueron sepultados un número de individuos aún no determinado, pero los investigadores de la Fundación Azara se centraron en dos de ellos, que conmemorativamente fueron llamados Antu y Cuyen (Sol y Luna). ¿Cuál es la singularidad de su historia? Pues, que además de legarnos un registro muy bien conservado de su vida y su muerte, nos dan testimonio de un momento histórico poco conocido arqueológicamente en la Patagonia, que es el “contacto entre dos mundos”.
Antu y Cuyen son adultos que compartieron la tremenda experiencia de sobrevivir a las poderosas razias del poderío español durante su sangrienta conquista del territorio indígena. Durante las primeras décadas del siglo XVI, caracterizado como de “guerra a muerte”, los mariscales del adelantado y gobernador Pedro de Valdivia castigaban la rebelión armada (guerra) o pacífica (falta o incumplimiento a los requerimientos) como delitos de lesa majestad. Fue así como durante estos primeros contactos, los más tempranos entre los dos mundos, los nativos capturados en combate e incluso los poblados enteros que conspiraban contra la autoridad real, se resistían al trabajo forzado o se negaban al pago de tributo al adelantado de turno, eran reunidos y mutilados en forma colectiva. Sus manos, narices y orejas formaban montículos de terror que materializaba el poder soberano, el castigo real de orden divino.
Hallazgo arqueológico en San Martín de Los Andes, Neuquén. Foto: www.rionegro.com.ar
Hallazgo arqueológico en el cerro Newen Antug, San Martín de Los Andes. Foto: www.rionegro.com.ar
El propósito de estas amputaciones masivas era causar terror, ya que los conquistadores esperaban que, luego de liberados, los nativos sobrevivieran lo suficiente como para mostrar o exhibir ante los demás el precio de su rebeldía o desobediencia. Un poco de suerte, mucha medicina tradicional y el cuidado social y familiar hicieron que personas como Antu y Cuyen sobrevivieran a amputaciones en sus extremidades superiores, al menos… Pero luego buscaron huir y refugiarse en el lugar más recóndito de su territorio habitual, donde no habían riquezas en oro y plata que alentaran a los codiciosos mercenarios, y por ende podían pasar desapercibidos, Eran los parias, sobrevivientes que se mantuvieron aislados del contacto con el mundo colonial todo lo posible, ya que su experiencia lo ameritaba. Vivieron en el Newen Antug, un lugar maravilloso donde, a pesar de sus limitaciones físicas, llevaron una vida plena, aunque siempre mirando hacia el occidente, a la expectativa de que humos o improvisadas embarcaciones sobre el lago Lacar anunciaran la presencia de “los otros”.
Las divisiones sexuales del trabajo parecen haberse perpetuado más a causa de sus castigos. Por ejemplo, Newen, quien fue enterrada con un niño, tenía un suntuoso ajuar de alfarería modelada y pintada, y molinos para procesar alimentos. Ella posiblemente cuidara y ayudara a sobrevivientes, ya que tenía todas sus extremidades. Antu no lleva muchas marcas, además de la aparente falta de su mano derecha, pero fue sepultado con delicadeza y su cuerpo adornado con almejas de agua dulce y ocre. Cuyen también fue adornada con ocre y almejas, pero además tenía aún su alisador de hueso de huemul en la cintura, y sobre su cabeza un jarro y un puco de cerámica pintado de rojo, junto a un pequeño recipiente que resultó ser una jarra reciclada de tipo Valdivia. Ella cuidó mucho sus pertenencias, reparándolas y reciclándolas. Pero Cuyen, además, les dio a los arqueólogos una señal que los conmueve y obliga a ser interlocutores de su voz para contar su historia: a ella también le faltan sus extremidades superiores. Algo que podría ser, arqueológicamente hablando, un tema de supervivencia diferencial de las partes del cuerpo a los agentes naturales destructivos o una practica funeraria. Esto significaría que las amputaciones observadas podrían ser post mortem, como parte de un ritual que desconocemos. Sin embargo, cuando ella mostró su rostro, no quedaron dudas… no solo sus amputaciones fueron en vida, sino que además el cuerpo de Cuyen sufrió muchas alteraciones para poder sobrellevar una vida sin manos. Su maxilar se proyecto hacia delante ya que su boca sustituyó a las manos; su dentadura parece una verdadera navaja suiza, con distintos sectores especializados en sujetar, gastar, modelar y cortar. Incluso presenta una separación o espacio entre los molares y la mandíbula que sugiere que llevaba cargas pesadas con su boca en forma habitual. Como consecuencia de ello, los cóndilos occipitales que articulan el cráneo con la columna vertebral están desviados y deformados, y varias de sus vértebras parecen haberse fusionado para soportar esa inusual relación entre equilibrio y peso. La vida de Cuyen no fue fácil. Al igual que Antu, creemos que fueron parte de esos sobrevivientes posteriormente automarginados, víctimas silenciosas de la forma en que el colonialismo español institucionalizó y materializó la base de su poder soberano durante las primeras décadas de su arribo.
Vista del Lago Lacar desde el llamado cerro Comandante Díaz (Newen Antug), San Martin de Los Andes.
Foto: www.lacardigital.com.ar
Actualmente se están por reiniciar las excavaciones en el yacimiento Newen Antug, mientras continúan los estudios etnohistóricos, arqueológicos, bioantropológicos, genéticos y físico-químicos. Se espera saber más sobre estos antepasados, en especial se busca confirmar –con medios científicos y técnicos, como dataciones absolutas– la relación entre las amputaciones en vida y la falta de objetos del mundo occidental, así como la correlación entre la vida y la muerte de estas personas y el sangriento período histórico que caracterizó a las segunda mitad del siglo XVI, con la nefasta “guerra a muerte” contra las poblaciones indígenas de la región.
Las excavaciones del yacimiento Newen Antug son dirigidas por el arqueólogo Alberto E. Pérez, investigador de la Fundación Azara y coordinador de Arqueología y Etnohistoria de la Municipalidad de San Martín de los Andes. Los trabajos fueron financiados por la Fundación Azara, el Área de Prehistoria de la Universidad de Burgos (España) y la Universidad Maimónides (Argentina), a través de dos subsidios consecutivos de la Agencia Española de Cooperación Internacional. La Fundación Azara planea iniciar en los próximos meses la creación del Museo Arqueológico Andino-Norpatagónico “Newen Antug” en San Martín de los Andes que tiene como objetivo contar aquella historia a través del relato que en su cuerpo llevan escritos Antu y Cuyen. En suma, darle voz a los sujetos subalternos del pasado para poder entender y respetar la historia de los actuales descendientes de estos hombres y mujeres, herederos de este rol subalterno, invisibilizados, sin historia o pasado que brinde testimonio de su presente y su futuro.
Los descubrimientos que los investigadores de la Fundación Azara están realizando desde hace casi una década en la región están obligando a reescribir una buena parte de la historia de los habitantes originarios de esta región de la Patagonia.
Hallazgo que confirman la existencia de sociedades originarias en San Martín de Los Andes, 2008.
Foto: www.prensa.sanmartindelosandes.gov.ar
Excavación arqueológica de la cultura pocahullo. Foto: www.culturapocahullo.blogspot.com.ar
Fuente: www.latitud2000.com
Cultura de Montaña
Revela acerca de la relación entre los habitantes originarios y los conquistadores
En el cerro Newen Antu, llamado Pocahullo ubicado en la ladera oriental del valle de Lacar, en San Martín de los Andes se realizó uno de los hallazgos arqueológicos más sorprendentes de las últimas décadas. En la Patagonia, revela acerca de los primeros años de contacto entre los habitantes originarios y los conquistadores europeos.
Descubren restos arqueológicos en Patagonia. Foto: www.rionegro.com.ar
Antu y Cuyen, en el encuentro entre dos mundos
En el cerro Newen Antug, llamado Pocahullo (muchas gaviotas) en idioma mapudungun y bautizado luego como Comandante Díaz –ubicado en la ladera oriental del valle de Lacar, sobre el cordón Chapaleco, en San Martín de los Andes–, arqueólogos de la Fundación Azara, el Área de Arqueología y Etnohistoria de la Municipalidad de San Martín de los Andes y la Universidad Maimónides realizaron durante 2013 trabajos de rescate arqueológico con resultados sorprendentes.Las pistas ya eran sólidas y, conociendo las características singulares del registro arqueológico que afloraba en el lugar, se prepararon con muchas expectativas. Un mes después de arduo y meticuloso trabajo de registro de evidencias de las prácticas cotidianas de las sociedades con forma de vida tradicional similar a la conocida en el ámbito valdiviano de ambas vertientes cordilleranas, ¡aparecieron ellos!, los protagonistas que vienen a acompañar a los arqueólogos para contar su historia. Es en ocasiones en que, con la suerte necesaria –por ejemplo, que se den las condiciones naturales o artificiales para la conservación de artefactos y materias primas de distintas características y composiciones–, las personas del pasado pueden dejarnos testimonios de su vida; algunos a partir de estructuras monumentales o artefactos de fina manufactura, y otros tal vez sin nada material más que sus propios huesos para dar testimonio de su paso por este mundo. Pero todos dejamos algo.
En el Newen Antug fueron sepultados un número de individuos aún no determinado, pero los investigadores de la Fundación Azara se centraron en dos de ellos, que conmemorativamente fueron llamados Antu y Cuyen (Sol y Luna). ¿Cuál es la singularidad de su historia? Pues, que además de legarnos un registro muy bien conservado de su vida y su muerte, nos dan testimonio de un momento histórico poco conocido arqueológicamente en la Patagonia, que es el “contacto entre dos mundos”.
Antu y Cuyen son adultos que compartieron la tremenda experiencia de sobrevivir a las poderosas razias del poderío español durante su sangrienta conquista del territorio indígena. Durante las primeras décadas del siglo XVI, caracterizado como de “guerra a muerte”, los mariscales del adelantado y gobernador Pedro de Valdivia castigaban la rebelión armada (guerra) o pacífica (falta o incumplimiento a los requerimientos) como delitos de lesa majestad. Fue así como durante estos primeros contactos, los más tempranos entre los dos mundos, los nativos capturados en combate e incluso los poblados enteros que conspiraban contra la autoridad real, se resistían al trabajo forzado o se negaban al pago de tributo al adelantado de turno, eran reunidos y mutilados en forma colectiva. Sus manos, narices y orejas formaban montículos de terror que materializaba el poder soberano, el castigo real de orden divino.
Hallazgo arqueológico en San Martín de Los Andes, Neuquén. Foto: www.rionegro.com.ar
Hallazgo arqueológico en el cerro Newen Antug, San Martín de Los Andes. Foto: www.rionegro.com.ar
El propósito de estas amputaciones masivas era causar terror, ya que los conquistadores esperaban que, luego de liberados, los nativos sobrevivieran lo suficiente como para mostrar o exhibir ante los demás el precio de su rebeldía o desobediencia. Un poco de suerte, mucha medicina tradicional y el cuidado social y familiar hicieron que personas como Antu y Cuyen sobrevivieran a amputaciones en sus extremidades superiores, al menos… Pero luego buscaron huir y refugiarse en el lugar más recóndito de su territorio habitual, donde no habían riquezas en oro y plata que alentaran a los codiciosos mercenarios, y por ende podían pasar desapercibidos, Eran los parias, sobrevivientes que se mantuvieron aislados del contacto con el mundo colonial todo lo posible, ya que su experiencia lo ameritaba. Vivieron en el Newen Antug, un lugar maravilloso donde, a pesar de sus limitaciones físicas, llevaron una vida plena, aunque siempre mirando hacia el occidente, a la expectativa de que humos o improvisadas embarcaciones sobre el lago Lacar anunciaran la presencia de “los otros”.
Las divisiones sexuales del trabajo parecen haberse perpetuado más a causa de sus castigos. Por ejemplo, Newen, quien fue enterrada con un niño, tenía un suntuoso ajuar de alfarería modelada y pintada, y molinos para procesar alimentos. Ella posiblemente cuidara y ayudara a sobrevivientes, ya que tenía todas sus extremidades. Antu no lleva muchas marcas, además de la aparente falta de su mano derecha, pero fue sepultado con delicadeza y su cuerpo adornado con almejas de agua dulce y ocre. Cuyen también fue adornada con ocre y almejas, pero además tenía aún su alisador de hueso de huemul en la cintura, y sobre su cabeza un jarro y un puco de cerámica pintado de rojo, junto a un pequeño recipiente que resultó ser una jarra reciclada de tipo Valdivia. Ella cuidó mucho sus pertenencias, reparándolas y reciclándolas. Pero Cuyen, además, les dio a los arqueólogos una señal que los conmueve y obliga a ser interlocutores de su voz para contar su historia: a ella también le faltan sus extremidades superiores. Algo que podría ser, arqueológicamente hablando, un tema de supervivencia diferencial de las partes del cuerpo a los agentes naturales destructivos o una practica funeraria. Esto significaría que las amputaciones observadas podrían ser post mortem, como parte de un ritual que desconocemos. Sin embargo, cuando ella mostró su rostro, no quedaron dudas… no solo sus amputaciones fueron en vida, sino que además el cuerpo de Cuyen sufrió muchas alteraciones para poder sobrellevar una vida sin manos. Su maxilar se proyecto hacia delante ya que su boca sustituyó a las manos; su dentadura parece una verdadera navaja suiza, con distintos sectores especializados en sujetar, gastar, modelar y cortar. Incluso presenta una separación o espacio entre los molares y la mandíbula que sugiere que llevaba cargas pesadas con su boca en forma habitual. Como consecuencia de ello, los cóndilos occipitales que articulan el cráneo con la columna vertebral están desviados y deformados, y varias de sus vértebras parecen haberse fusionado para soportar esa inusual relación entre equilibrio y peso. La vida de Cuyen no fue fácil. Al igual que Antu, creemos que fueron parte de esos sobrevivientes posteriormente automarginados, víctimas silenciosas de la forma en que el colonialismo español institucionalizó y materializó la base de su poder soberano durante las primeras décadas de su arribo.
Vista del Lago Lacar desde el llamado cerro Comandante Díaz (Newen Antug), San Martin de Los Andes.
Foto: www.lacardigital.com.ar
Actualmente se están por reiniciar las excavaciones en el yacimiento Newen Antug, mientras continúan los estudios etnohistóricos, arqueológicos, bioantropológicos, genéticos y físico-químicos. Se espera saber más sobre estos antepasados, en especial se busca confirmar –con medios científicos y técnicos, como dataciones absolutas– la relación entre las amputaciones en vida y la falta de objetos del mundo occidental, así como la correlación entre la vida y la muerte de estas personas y el sangriento período histórico que caracterizó a las segunda mitad del siglo XVI, con la nefasta “guerra a muerte” contra las poblaciones indígenas de la región.
Las excavaciones del yacimiento Newen Antug son dirigidas por el arqueólogo Alberto E. Pérez, investigador de la Fundación Azara y coordinador de Arqueología y Etnohistoria de la Municipalidad de San Martín de los Andes. Los trabajos fueron financiados por la Fundación Azara, el Área de Prehistoria de la Universidad de Burgos (España) y la Universidad Maimónides (Argentina), a través de dos subsidios consecutivos de la Agencia Española de Cooperación Internacional. La Fundación Azara planea iniciar en los próximos meses la creación del Museo Arqueológico Andino-Norpatagónico “Newen Antug” en San Martín de los Andes que tiene como objetivo contar aquella historia a través del relato que en su cuerpo llevan escritos Antu y Cuyen. En suma, darle voz a los sujetos subalternos del pasado para poder entender y respetar la historia de los actuales descendientes de estos hombres y mujeres, herederos de este rol subalterno, invisibilizados, sin historia o pasado que brinde testimonio de su presente y su futuro.
Los descubrimientos que los investigadores de la Fundación Azara están realizando desde hace casi una década en la región están obligando a reescribir una buena parte de la historia de los habitantes originarios de esta región de la Patagonia.
Hallazgo que confirman la existencia de sociedades originarias en San Martín de Los Andes, 2008.
Foto: www.prensa.sanmartindelosandes.gov.ar
Excavación arqueológica de la cultura pocahullo. Foto: www.culturapocahullo.blogspot.com.ar
Fuente: www.latitud2000.com
Cultura de Montaña
domingo, 12 de octubre de 2014
Cuba: Hace 47 años moría el terrorista Guevara
A 47 años de la muerte de un asesino inútil
Hace 47 años moría en su ley el terrorista Che Guevara en manos del Glorioso Ejército Boliviano. Valga una anécdota sobre Borges.
Borges cuenta en su Autobiografía que el día que murió este asesino deleznable, él estaba dando clase en la UBA como un día normal; de repente un energúmeno entra corriendo al aula interrumpiendo su clase. Ignorando a Borges se para en frente y de un grito, dice: "Las clases quedan interrumpidas por duelo: Ha muerto el Comandante Che Guevara". Sin alterarse Borges dice: "A la memoria del comandante no le afectará que termine con los 20 minutos de clase que faltan".
El energúmeno dice entonces:
-Es una orden. Las clases se suspenden por duelo.
-Venga a sacarme usted mismo del frente, ya que es tan guapo. -Dijo Borges.
El energúmeno, furioso, se retiró del aula y Borges continuó con su clase, pero como la llave de luz está afuera, el guevarista le cortó la luz al aula. Borges, que era ciego, siguió como si nada dando su clase, hasta que un alumno le advirtió lo que había pasado:
-Maestro, cortaron la luz.
Dijo entonces el autor de El Aleph:
-En previsión de este día he tomado la precaución de quedarme ciego.
Borges fue el único profesor de la UBA que no interrumpió las clases ignorando el duelo de ese asesino que acababa de morir.
Hace 47 años moría en su ley el terrorista Che Guevara en manos del Glorioso Ejército Boliviano. Valga una anécdota sobre Borges.
Borges cuenta en su Autobiografía que el día que murió este asesino deleznable, él estaba dando clase en la UBA como un día normal; de repente un energúmeno entra corriendo al aula interrumpiendo su clase. Ignorando a Borges se para en frente y de un grito, dice: "Las clases quedan interrumpidas por duelo: Ha muerto el Comandante Che Guevara". Sin alterarse Borges dice: "A la memoria del comandante no le afectará que termine con los 20 minutos de clase que faltan".
El energúmeno dice entonces:
-Es una orden. Las clases se suspenden por duelo.
-Venga a sacarme usted mismo del frente, ya que es tan guapo. -Dijo Borges.
El energúmeno, furioso, se retiró del aula y Borges continuó con su clase, pero como la llave de luz está afuera, el guevarista le cortó la luz al aula. Borges, que era ciego, siguió como si nada dando su clase, hasta que un alumno le advirtió lo que había pasado:
-Maestro, cortaron la luz.
Dijo entonces el autor de El Aleph:
-En previsión de este día he tomado la precaución de quedarme ciego.
Borges fue el único profesor de la UBA que no interrumpió las clases ignorando el duelo de ese asesino que acababa de morir.
sábado, 11 de octubre de 2014
viernes, 10 de octubre de 2014
Biografías: El pacto para no dejar descendencia Hitler
El asombroso pacto de los Hitler
La existencia de Hitler probablemente sea una mancha que la humanidad pretende dejar atrás para siempre lo antes posible; imaginemos entonces lo que significará para aquellos que deben llevar la carga del apellido del dictador. Es por esta razón que, según señalan algunas fuentes, la actual generación de familiares habría hecho un pacto para no dejar descendencia, librando así al mundo de una herencia indeseable. La revista francesa Paris Match cuenta acerca de la vida de Alexander, Louis y Brian, quienes residen en Long Island, EEUU, y son hijos de William, un sobrino del dictador alemán. Ellos, que han pasado buena parte de sus vidas en un vecindario en el que residen numerosos judíos, ocultando su apellido, afirman que “habríamos vivido mejor si no fuésemos descendientes de Hitler”.
Ante la pregunta del periodista acerca del supuesto pacto para no dejar descendencia, la respuesta, con la rispidez característica de su linaje, sembró la ambigüedad: “La única regla que tenemos es no hablar con periodistas”. Actualmente solo cinco parientes de Hitler siguen con vida: Alexander, Louis y Brian y dos hijos de su media hermana Angela, Peter Raubal y Heiner Hochegger, quienes ya han alcanzado la vejez sin tener descendencia. Sobre William, el padre de los desafortunados Hitler, se dice que luego de intentar, en vano, aprovecharse del ascenso de Hitler, quiso chantajear al Führer amenazándolo con publicar documentos que demostraban que era judío. Luego viajó junto a su madre a EE.UU, y en la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Armada estadounidense al servicio de las tropas aliadas. Una vez finalizado el conflicto, se borró el apellido Hitler y adoptó el de Stuart-Houston.
FUENTE E IMÁGENES
RT; MashiTimes
La existencia de Hitler probablemente sea una mancha que la humanidad pretende dejar atrás para siempre lo antes posible; imaginemos entonces lo que significará para aquellos que deben llevar la carga del apellido del dictador. Es por esta razón que, según señalan algunas fuentes, la actual generación de familiares habría hecho un pacto para no dejar descendencia, librando así al mundo de una herencia indeseable. La revista francesa Paris Match cuenta acerca de la vida de Alexander, Louis y Brian, quienes residen en Long Island, EEUU, y son hijos de William, un sobrino del dictador alemán. Ellos, que han pasado buena parte de sus vidas en un vecindario en el que residen numerosos judíos, ocultando su apellido, afirman que “habríamos vivido mejor si no fuésemos descendientes de Hitler”.
Ante la pregunta del periodista acerca del supuesto pacto para no dejar descendencia, la respuesta, con la rispidez característica de su linaje, sembró la ambigüedad: “La única regla que tenemos es no hablar con periodistas”. Actualmente solo cinco parientes de Hitler siguen con vida: Alexander, Louis y Brian y dos hijos de su media hermana Angela, Peter Raubal y Heiner Hochegger, quienes ya han alcanzado la vejez sin tener descendencia. Sobre William, el padre de los desafortunados Hitler, se dice que luego de intentar, en vano, aprovecharse del ascenso de Hitler, quiso chantajear al Führer amenazándolo con publicar documentos que demostraban que era judío. Luego viajó junto a su madre a EE.UU, y en la Segunda Guerra Mundial sirvió en la Armada estadounidense al servicio de las tropas aliadas. Una vez finalizado el conflicto, se borró el apellido Hitler y adoptó el de Stuart-Houston.
FUENTE E IMÁGENES
RT; MashiTimes
jueves, 9 de octubre de 2014
Kissinger pensaba bombardear Cuba
Henry Kissinger planeó en 1976 bombardear y minar Cuba
El libro 'El canal oculto hacia Cuba' desvela que el plan de EE UU de atacar la isla era una respuesta a la ayuda de Castro a Angola
VICENTE JIMÉNEZ - El País
Kissinger, en la Casa Blanca en 1971. / TOM BLAU (CORDON PRESS)
El secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger estuvo a punto de desencadenar un conflicto de impredecibles consecuencias con la Unión Soviética en 1976 por culpa de las siempre tormentosas relaciones con Cuba. Kissinger planeó ese año, durante la Administración del presidente Gerald R. Ford, minar y bombardear los puertos de la isla y sus instalaciones militares en respuesta a la decisión de Fidel Castro de enviar tropas a Angola. El plan contemplaba una respuesta militar soviética, lo que habría desembocado en una “guerra general”. Al final, el ataque, pensado para después de las elecciones de 1976, no se produjo, ya que las urnas dieron la victoria al demócrata Jimmy Carter.
El relato se sustenta en documentos desclasificados este miércoles, contenidos en el libro Back Channel to Cuba (El canal oculto hacia Cuba), de los investigadores William M. Leogrande y Peter Kornbluh, que narra las negociaciones y contactos secretos entre Washington y La Habana desde la revolución de 1959. El libro se presentó este miércoles en el Hotel Pierre de Nueva York, escenario de uno de los muchos encuentros nunca contados entre representantes de ambos países.
Atacar Cuba era la última opción si otras medidas de presión no lograban hacer desistir a Castro de intervenir en otros países africanos tras su implicación para ayudar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola de Antonio Agostinho Neto frente a los ataques de grupos insurgentes apoyados por Estados Unidos y el régimen racista de Sudáfrica. El plan ordenado por Kissinger contemplaba también el envío de marines a la base de Guantánamo para “aplastar y humillar” a los cubanos.
Kissinger, que fue secretario de Estado de 1973 a 1977 y ahora tiene 91 años, planteó el ataque para evitar que Washington diera una imagen de debilidad por sus debates internos ante la retirada de la guerra de Vietnam. “Si se extiende la percepción por el mundo de que estamos tan debilitados que no podemos hacer nada con una isla de ocho millones de habitantes, entonces dentro de tres o cuatro años tendremos una crisis real”, dijo Kissinger en la reunión de marzo con los consejeros de seguridad. Asimismo, el secretario de Estado estaba muy irritado por los frustrados esfuerzos de acercamiento , con reuniones secretas entre representantes de Washington y La Habana en el aeropuerto La Guardia de Nueva York y un encuentro de tres horas en julio de 1975, el primero a ese nivel, en el citado Pierre Hotel de Manhattan.
La posibilidad de que un ataque a Cuba provocara un conflicto armado con Rusia también fue tenida en cuenta. Según el plan, “una nueva crisis cubana no conduciría a una retirada soviética”. De ahí que el documento advirtiera: “Las circunstancias que podrían llevar a Estados Unidos a una operación militar contra Cuba deben ser lo suficientemente graves como para justificar posteriores medidas de preparación para una guerra general”.
El libro narra las gestiones del secretario de Estado Dean Rusk, siguiendo órdenes del presidente Lyndon B. Johnson, para solicitar al Gobierno español en 1967 que entregara un mensaje “muy especial” a Castro, dadas las buenas relaciones de Madrid y La Habana. Exteriores envió a Cuba al diplomático Adolfo Martín-Gamero. La mediación no dio resultados, pero “fue un serio esfuerzo por intentar calmar a Castro en un momento en que el Che Guevara había sido asesinado en Bolivia”, explica Kornbluh. El mensaje especial era, que, en virtud de lo sucedido con el Che, Cuba debía alejarse de la órbita soviética. Si Castro aceptaba, Washington estaba dispuesto a levantar el embargo.
En otro capítulo sabroso se cuentan los esfuerzos de personajes famosos para mejorar las relaciones entre los dos países. Entre ellos, el premio Nobel Gabriel García Márquez, que medió en la crisis de los balseros de 1994; el expresidente Carter; y el fallecido expresidente de Coca Cola Paul Austin.
El libro 'El canal oculto hacia Cuba' desvela que el plan de EE UU de atacar la isla era una respuesta a la ayuda de Castro a Angola
VICENTE JIMÉNEZ - El País
Kissinger, en la Casa Blanca en 1971. / TOM BLAU (CORDON PRESS)
El secretario de Estado norteamericano Henry Kissinger estuvo a punto de desencadenar un conflicto de impredecibles consecuencias con la Unión Soviética en 1976 por culpa de las siempre tormentosas relaciones con Cuba. Kissinger planeó ese año, durante la Administración del presidente Gerald R. Ford, minar y bombardear los puertos de la isla y sus instalaciones militares en respuesta a la decisión de Fidel Castro de enviar tropas a Angola. El plan contemplaba una respuesta militar soviética, lo que habría desembocado en una “guerra general”. Al final, el ataque, pensado para después de las elecciones de 1976, no se produjo, ya que las urnas dieron la victoria al demócrata Jimmy Carter.
El relato se sustenta en documentos desclasificados este miércoles, contenidos en el libro Back Channel to Cuba (El canal oculto hacia Cuba), de los investigadores William M. Leogrande y Peter Kornbluh, que narra las negociaciones y contactos secretos entre Washington y La Habana desde la revolución de 1959. El libro se presentó este miércoles en el Hotel Pierre de Nueva York, escenario de uno de los muchos encuentros nunca contados entre representantes de ambos países.
Si decidimos atacar, no podemos fallar. No podemos quedarnos a medias”Kissinger, en una reunión celebrada el 24 de marzo de 1976 con los principales asesores de seguridad, entre ellos el futuro secretario de Defensa Donald Rumsfeld comentó: “Si decidimos atacar, no podemos fallar. No podemos quedarnos a medias”. Kissinger se refería a otras acciones encubiertas promovidas por EE UU para derrocar a Castro, como Bahía Cochinos en 1961. “Creo que vamos a tener que machacar a Castro”, dijo Kissinger al presidente Ford en un encuentro en la Casa Blanca el 25 de febrero de ese mismo año, según el memorando de la reunión. “Pero no podemos hacerlo antes de las elecciones [presi-denciales de 1976]”, añadió. “Estoy de acuerdo”, respondió Ford.
Henry Kissinger
Atacar Cuba era la última opción si otras medidas de presión no lograban hacer desistir a Castro de intervenir en otros países africanos tras su implicación para ayudar al Movimiento Popular para la Liberación de Angola de Antonio Agostinho Neto frente a los ataques de grupos insurgentes apoyados por Estados Unidos y el régimen racista de Sudáfrica. El plan ordenado por Kissinger contemplaba también el envío de marines a la base de Guantánamo para “aplastar y humillar” a los cubanos.
Kissinger, que fue secretario de Estado de 1973 a 1977 y ahora tiene 91 años, planteó el ataque para evitar que Washington diera una imagen de debilidad por sus debates internos ante la retirada de la guerra de Vietnam. “Si se extiende la percepción por el mundo de que estamos tan debilitados que no podemos hacer nada con una isla de ocho millones de habitantes, entonces dentro de tres o cuatro años tendremos una crisis real”, dijo Kissinger en la reunión de marzo con los consejeros de seguridad. Asimismo, el secretario de Estado estaba muy irritado por los frustrados esfuerzos de acercamiento , con reuniones secretas entre representantes de Washington y La Habana en el aeropuerto La Guardia de Nueva York y un encuentro de tres horas en julio de 1975, el primero a ese nivel, en el citado Pierre Hotel de Manhattan.
La posibilidad de que un ataque a Cuba provocara un conflicto armado con Rusia también fue tenida en cuenta. Según el plan, “una nueva crisis cubana no conduciría a una retirada soviética”. De ahí que el documento advirtiera: “Las circunstancias que podrían llevar a Estados Unidos a una operación militar contra Cuba deben ser lo suficientemente graves como para justificar posteriores medidas de preparación para una guerra general”.
Si se extiende la percepción de que estamos tan debilitados que no podemos con una isla, entonces tendremos una crisis real”El libro tiene un capítulo dedicado a los países que ayudaron a mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Entre ellos, se cita expresamente a España. Peter Kornbluh explicó a EL PAÍS cómo “el dictador Francisco Franco se ofreció en los primeros años 60 a actuar como intermediario, y cómo Estados Unidos reclamó la ayuda de España al final de esa década”.
El libro narra las gestiones del secretario de Estado Dean Rusk, siguiendo órdenes del presidente Lyndon B. Johnson, para solicitar al Gobierno español en 1967 que entregara un mensaje “muy especial” a Castro, dadas las buenas relaciones de Madrid y La Habana. Exteriores envió a Cuba al diplomático Adolfo Martín-Gamero. La mediación no dio resultados, pero “fue un serio esfuerzo por intentar calmar a Castro en un momento en que el Che Guevara había sido asesinado en Bolivia”, explica Kornbluh. El mensaje especial era, que, en virtud de lo sucedido con el Che, Cuba debía alejarse de la órbita soviética. Si Castro aceptaba, Washington estaba dispuesto a levantar el embargo.
En otro capítulo sabroso se cuentan los esfuerzos de personajes famosos para mejorar las relaciones entre los dos países. Entre ellos, el premio Nobel Gabriel García Márquez, que medió en la crisis de los balseros de 1994; el expresidente Carter; y el fallecido expresidente de Coca Cola Paul Austin.
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