viernes, 18 de agosto de 2017

India-Pakistán: Mountbatten deja un enorme y sangriento lío fronterizo

Impaciente en regresar al Reino Unido, un noble británico se precipitó en la Partición y creó un baño de sangre




Jawaharlal Nehru, a la izquierda, y el virrey británico, Lord Louis Mountbatten. (AP Photo)


Por Adil Najam, Universidad de Boston | Quartz

La medianoche del 14 al 15 de agosto de 1947 fue uno de los momentos verdaderamente trascendentales de la historia: marcó el nacimiento de Pakistán, una India independiente y el comienzo del fin de una era de colonialismo.
No era un momento de gozo: un proceso de partición viciado vio la masacre de más de un millón de personas; Unos 15 millones fueron desplazados. Numerosos números fueron mutilados, mutilados, desmembrados y desfigurados. Innumerables vidas fueron marcadas.
Doscientos años de gobierno británico en la India terminó, como Winston Churchill había temido, en un "vuelo vergonzoso"; Un "precipitado apresurado" que desencadenó una mas trágica y aterradora carnicería.
El baño de sangre de la Partición también dejó a las dos naciones que fueron sacadas de ella-India y Pakistán- profundamente marcadas por angustia, angustia, alienación y animosidad.
En 1947, las complejidades políticas, sociales, societales y religiosas del subcontinente indio pudieron haber hecho inevitable la partición, pero el caos asesino que siguió no lo fue.
Como un sur asiático cuya vida fue afectada directamente por la Partición, y como erudito, me resulta evidente que el único hombre cuyo trabajo era, sobre todo, evitar el caos, acabó infligiendo las condiciones que hicieron la Partición El horror que se hizo.
Ese hombre era Louis Mountbatten, el último virrey de la India británica.
¿Cómo contribuyó Mountbatten al legado de odio que aún, 70 años después, informa la amarga relación entre India y Pakistán?

Una orgía asesina

Comencemos por reconocer la escala de la barbarie que se desencadenó por el mal manejo de la Partición.
Nadie ha capturado esto más conmovedormente que el más prominente escritor de cuentos de Urdu, Saadat Hasan Manto, quien, de acuerdo con su abuelita y eminente historiadora Ayesha Jalal, "se maravilló de la severa calma con la que los británicos habían alquilado la unidad del subcontinente en el Momento de la descolonización ".
En "The Pity of Partition", Jalal canaliza el contenido de la obra de Manto en Urdu para escribir:
"Los seres humanos habían establecido reglas contra el asesinato y el caos para distinguirse de las bestias de presa. Ninguna fue observada en la orgía asesina que sacudió a la India en el centro de la era de la independencia ".
Según el autor Nisid Hajari en "Midnight's Furies", una escalofriante narración de la carnicería: "Algunos soldados británicos y periodistas que habían presenciado los campos de exterminio nazis, afirmaban que las brutalidades de la partición eran peores: las mujeres embarazadas se les cortaron los pechos y los bebés cortaron Sus vientres, los bebés fueron encontrados literalmente asados ​​en espetos. "
De hecho, no importa cuál era peor. Lo que es importante entender es que la Partición es para la psique de los indios y paquistaníes lo que el Holocausto es para los judíos.
El autor William Dalrymple llama a este terrible brote de violencia sectaria-hindúes y sijs por un lado y musulmanes por el otro- "un genocidio mutuo" que fue "tan inesperado como inédito".

¿Se podría evitar el genocidio?

La violencia no era, de hecho, totalmente inesperada. El 16 de agosto de 1946, literalmente un año antes de la Partición real, se vislumbró lo que estaba por venir: en lo que se llamó "la semana de los cuchillos largos", tres días de disturbios en Calcuta dejaron más de 4.000 muertos y 100.000 personas sin hogar.
Sin embargo, la proporción infernal de la masacre que había de venir era innecesaria.
Bien antes del agosto de 1947, aquellos que siguieron a la turbulenta ebullición política en la India -incluyendo a los presidentes de los Estados Unidos Franklin D Roosevelt y Harry S Truman- comprendieron perfectamente que era hora de que Gran Bretaña -que ahora era un poder que se desbarató por la Segunda Guerra Mundial- abandonara la India .
Al amanecer 1947, la tarea ante los británicos era encontrar la peor forma de retirarse de la India: administrar el caos, minimizar la violencia y, si es posible, hacerlo con un poco de gracia.
Para llevar a cabo este trabajo, el rey Jorge VI envió a su primo Luis Francisco Albert Victor ("Dickie") Mountbatten a la India como su último virrey. Este biznieto de la reina Victoria -el primer monarca británico a ser coronado emperatriz de la India- fue, irónicamente, encargado de cerrar la tienda imperial, no sólo en la India, sino en todo el mundo.
En India, demostró ser monumentalmente desigual a la asignación.
Mountbatten llegó a la India en febrero de 1947 y fue dado hasta junio de 1948 -no 1947- para completar su misión. Impaciente para regresar a Gran Bretaña y avanzar en su propia carrera naval, decidió adelantar la fecha en 10 meses, hasta agosto de 1947 (él finalmente se convirtió en el primer señor del mar, una posición que codició porque se le había negado a su padre) .
¿Qué tan importantes fueron esos 10 meses?
Yo diría que podrían haber significado la diferencia entre una partición simplemente violenta y una partición horriblemente genocida.

Un dibujo apresurado de líneas fronterizas

El contexto de una sangrienta Partición se estableció con la decisión de separar a Bengala en el este y Punjab en el oeste a la mitad, dando a Jinnah lo que él llamó un "Pakistán comido por la polilla". Eso mató las esperanzas de una India federada, Preferencia, si permitiera compartir el poder y autonomía a las provincias de mayoría musulmana.
Para decidir el destino de 400 millones de indios y trazar líneas de división en mapas mal formados, Mountbatten trajo a Cyril Radcliffe, un abogado que nunca había puesto los pies en la India antes, y que nunca volvería después. A pesar de sus protestas, Mountbatten le dio sólo cinco semanas para completar el trabajo.
Toda la India, y en particular los de Bengala y Punjab, esperaban con aliento para saber cómo se dividirían. ¿Qué aldea iría donde? ¿Qué familia quedaría en qué lado de las nuevas fronteras?
Trabajando febrilmente, Radcliffe completó los mapas de partición días antes de la partición real. Mountbatten, sin embargo, decidió mantenerlos en secreto. En órdenes de Mountbatten, los mapas de la partición se mantuvieron bajo llave en el palacio virreinal en Delhi. No debían ser compartidos con líderes y administradores indios hasta dos días después de la Partición.
Jaswant Singh, que más tarde sirvió como ministro de Relaciones Exteriores, Defensa y Finanzas de la India, escribe que en su momento de nacimiento ni la India ni Pakistán "sabían dónde corrían sus fronteras, ¿dónde estaba esa línea divisoria a través de la cual ahora los hindúes y los musulmanes deben separarse? "
Añade que, como se temía y predijo, esto tenía "consecuencias desastrosas". La incertidumbre de exactamente quién terminaría donde alimentaba la confusión, los rumores salvajes y el terror como cadáveres se acumulaban.
Como el historiador Stanley Wolpert escribe en "Vuelo vergonzoso", Mountbatten mantuvo los mapas de la Partición un secreto muy bien guardado, ya que no quería que las festividades de la transferencia de poder británica fueran estropeadas o distraídas.
"¡Qué farsa gloriosa de la liberalidad imperial británica y el poder 'pacíficamente' transferido", lamentó Wolpert mientras contemplaba las posibles implicaciones de la arrogancia de Mountbatten.

70 años después

Como el preeminente biógrafo de todos los principales actores políticos de los últimos días de la India británica, Wolpert reconoce que muchos -y, lo que es más importante, los propios líderes políticos indios- contribuyeron al caos de 1947.
Pero no hay lugar para la duda en la mente de Wolpert de que "ninguno de ellos jugó un papel trágico o central como lo hizo Mountbatten".
Al estropear la administración de la partición en 1947 y dejar elementos críticos inacabados -incluyendo, lo más desastrosamente, la resolución aún inacabada del plan de Partición de Jammu y Cachemira-Mountbatten dejó indeciso el destino de Cachemira.
Mountbatten, por lo tanto, otorgó un legado de acritud a la India y Pakistán.
No eran sólo los ríos y el oro y la plata los que debían dividirse entre los dos dominios; Eran libros en las bibliotecas, e incluso alfileres de papel en las oficinas. Como dice la narración ficticia de Saadat Hasan Manto, la locura era tal que incluso los pacientes en los hospitales mentales tenían que ser divididos.
Sin embargo, Mountbatten, el hombre que se preocuparía incesantemente por lo que usar en las ceremonias oficiales, hizo poco esfuerzo para diseñar arreglos para cómo los recursos serían divididos o compartidos.

Aprendiendo de la historia

En ninguna parte el asunto inacabado de la partición sangran más profusamente que en el continuo conflicto entre la India y Pakistán sobre Jammu y Cachemira.
¿Un poco más de atención y unas pocas semanas más de esfuerzo en 1947 han ahorrado al mundo una bomba de tiempo con punta nuclear que sigue marcando a ambos lados?
Nunca podemos saber la respuesta a esta pregunta.
Tampoco puedo o creo que la India y Pakistán culpen a los británicos ya Mountbatten por todos sus problemas. Setenta años después, sólo tienen que culpar por haber perdido la oportunidad después de la oportunidad de arreglar la problemática relación que heredaron.
Sin embargo, tal vez hoy en día, en el 70 aniversario de su nacimiento, tanto India como Pakistán pueden tomar un descanso de simplemente golpear unos a otros y reconocer que a veces la historia puede hacerle mal una mano de muchas maneras diferentes - en este caso, debido A los errores precipitados y monumentales de una realeza británica. Pero también reconocer, es en usted para aprender de la historia y arreglarlo.

jueves, 17 de agosto de 2017

Biografía: La soledad del Gral. San Martín en su muerte

La soledad de San Martín ante la muerte
A 200 años del cruce de los Andes, un relato de los últimos días del Libertador en Boulogne-sur-Mer y su obsesión por el destino del país

Abel Posse - La Nación

El señor anciano, el señor argentino, vivía en el piso alto de la casa que le alquilaba el doctor Gerard, en Boulogne-sur-Mer.

Promediaba un agosto fuerte, de calores húmedos. Sólo refrescaba en la alta noche cuando la brisa del mar traía los olores salinos del puerto. La brisa entraba como una amiga y él la respiraba profundamente. Ya no dormía. Permanecía sentado contra las almohadas en la penumbra. Pensando. Recordando. Estaba a solas con su larga muerte. A veces se preguntaba desde cuándo empezó a morir. ¿Desde el fin de aquella tarde en Guayaquil? ¿Desde 1829, cuando decidió no desembarcar e irse para siempre de esa patria que empezaba a preferir la anarquía a la grandeza? Ningún ser sabe con certeza desde qué momento pertenece más bien a la muerte, aunque crea seguir por la vida.

Hacía mucho que no recibía visitantes. Esa ingratitud lo eximía de tener que fingir preocupación por las cosas reales. La fiesta, las angustias, las glorias... le parecía que no las había protagonizado él, sino otro. Eran como de la vida de otro.

Tenía 72 años y estaba casi ciego y ya doblegado por los dolores intestinales. Sabía que los achaques no venían de las cabalgatas terribles a 4000 metros de altura ni de las vigilias antes del ataque (cuando el jefe necesita eso que Napoleón llamaba "el coraje de las dos de la mañana"). La enfermedad venía del universo de chismes y calumnias, de la inesperada pequeñez de hombres de los que no se había dudado.


Se quedaba sentado todo el día esperando los embates del dolor. Cuando no los aguantaba llenaba el vaso con agua y volcaba el láudano ya sin contar las gotas. Juntaba fuerzas hasta el momento en que llegaría Mercedes, la hija, y entonces se pararía y fingiría tener energías como para ordenar los libros del estante o agregar agua para las flores.

Lo invaden imágenes perdidas: el resplandor verde y caliente de las selvas de Yapeyú con el portal de piedra de la iglesia jesuítica devorado por las lianas de la irreductible América. Ese aldeón de tejas, Buenos Aires; ve al niño que fue, escapándose en el solazo de la siesta de verano (las gallinas picoteando maíz en los bordes de la Catedral). Ve un teniente coronel, un piano en casa de los Escalada. Las risas de Remedios, Mercedes, Mariquita, quebrándose como cristales en el silencio del atardecer.

Ellas, las mujeres, son las que más retornan. Siguen pareciéndole un misterio. Son las dadoras de gracia y de vida. Extraños seres: su madre, la melancólica Remedios; Rosa Campusano, de las noches triunfales de Lima; María Gramajo, y hasta aquellas gitanas de sus primeras experiencias en sus tiempos de cadete en Murcia.

Hasta hace poco podía ir erguido, con su bastón y su chalina, por la calle de la iglesia hasta la plaza del municipio. Todavía podía comprarse algún cigarro bueno si había llegado desde Perú su devaluada pensión. El alcalde alguna vez les había hecho saber a los vecinos que se trataba de un gran general, que había vencido a regimientos de España que no había podido derrotar el mismo Napoleón. Todos le decían "le général".

Antes, cuando todavía podía hacerlo, él mismo iba a encargar carne de vaca que hacía cortar de una forma extraña. Una vez, el señor Brunet, dueño de la bucherie chevaline contó que el general había señalado con el bastón la cabeza de caballo dorada, insignia del negocio, y le había dicho: "No se deben comer los caballos, señor Brunet".

Sería porque en algunas noches sus entresueños se llenan de caballos. A veces son las mulas firmes y astutas en el terrible frío de los roquedales andinos, otras los caballos cargando por el llano, con los ojos enrojecidos, las crines al viento, echando espuma. Le parece oler el noble sudor cuando su asistente retiraba la silla y los acariciaba.

A veces tiene la suerte de ser visitado por lo que es para el la más noble de las músicas: el retumbar de los cascos cuando su regimiento azul iba tomando carrera y ya se ordenaba desenvainar sables y bajar lanzas. Si fuera poeta, si no fuera tan reservado, trataría de escribir para retener eso que siente. Trataría de decir que es algo grande, una exaltación suprema de la vida, como la culminación del amor.

Son amigos inolvidables. Los caballos del combate, los de las infinitas marchas por los despeñaderos, los del triunfo (cuando entró en Lima y encontró la sonrisa de Rosa) o los callados compañeros de la derrota que lo trajeron, con las cabezas bajas , como apunados, hasta su chacra en Mendoza.

¿Cómo puede haber gente que coma caballos?

Sabe que llamarán al doctor Jackson. Si fuera por él, mantendría escondida su muerte. Es cosa de mero pudor: dicen que el cóndor y el tigre se esconden para morir.

Por si viene Mercedes, se esfuerza en sentarse ante el escritorio. Cree adivinar en el muro el retrato de Bolívar, del que nunca se separó en sus viajes. Hace no mucho escribió a un amigo: "Es el genio más asombroso que tuvo América".

Desde 1830 está muerto. Sin embargo, lo siente vivo. Lo ve llegar con su fasto, su huracán de vida, sus impecables oficiales, rodeado de las mujeres más espléndidas. "César tuvo que haber sido así." Lo escucha citando poetas ingleses o filósofos clásicos. Lo ve junto a Manuela Sanz, la maravillosa amazona, con su casaca de húsar con alamares dorados y su cabellera negra cubriendo las charreteras del rango de oficial que ella misma se había otorgado.

Seguramente fue Alberdi, cuando vino a visitarlo, quien le contó que Bolívar dijo que "había arado en el mar". ¿Sí? ¿Hemos arado en el mar? ¿Nunca serán naciones civilizadas?

¿Será la Argentina para siempre una frustración, el eterno retorno del caos de la incapacidad?

Escucha voces desde abajo. Parece que monsieur Gerard dice que es el 17 (él ya no les encuentra significado a los números del calendario). Sabe que han llamado al doctor Jackson y hace un esfuerzo para llenar la caja de rapé, que le agrada al médico. Entonces siente el zarpazo que sabe final. El tigre que lo acecha desde las fiebres de Huaura esta vez lo venció. Se derrumba en el lecho.

Trató de calmar a Mercedes murmurando algo como "la tempestad que lleva al puerto". Se adormece. A veces surgen ráfagas de su filosofía íntima o atisbos del consuelo religioso. Pero nada agregan a su largo silencio ante la muerte. Nada puede rozar su misterio. Tiene la majestad de ese Aconcagua que le parece ver nítidamente recortado sobre el azul helado del espacio.

"¿Hemos arado en el mar? No, general Bolívar. Tal vez sea poco lo que hemos hecho, algunas cabalgatas heroicas... tal vez pudimos hacer más. Pero ellos harán el resto y mucho más, estoy seguro. Le digo que América será. La Argentina será." En su susurro final había seguramente ya más fe que convicción: la cruel América, con su politiquería, había destrozado a sus héroes.

Escritor. Miembro de la Academia Argentina de Letras

miércoles, 16 de agosto de 2017

Conflictos americanos: La invasión a Granada, 1983 (Parte 4)



GRANADA: LA HISTORIA QUE NO SE CONTÓ 

Introducción 
El 25 de noviembre de 1983 unos 2000 infantes de marina y elementos aerotransportados, a los que se sumaron 300 hombres de la Comunidad Caribeña, desembarcaron en la isla de Granada (ex colonia británica), integrante de la Comunidad Británica de Naciones. Se estaba con este hecho, a la mitad de una historia que se inició en 1979 y que solo fue contada a medias. Lo que se procurará hacer aquí es narrar lo que al parecer nadie quiso mencionar. 

Tiempo atrás 
Desde la época colonial y hasta 1983 la principal y única riqueza de la isla consistió en la nuez moscada, si bien también se producen bananas cacao, azúcar y café. 
En 1763 la isla fue transferida del dominio francés al inglés y, a fines de 1973, después de 210 años de dominio colonial, alcanzó su independencia política; el gobierno quedó en manos de Si Eric Gairy. Durante casi cinco años la vida transcurrió con la quietud de los trópicos, al menos esto es lo que aparecía en la superficie. Un abogado de formación marxista, Maurice Bishop, conformó el Movimiento Nueva Joya que, tras una revolución incruenta lo llevó al poder en marzo de 1979. Unos treinta días después el nuevo gobernante anunció que le solicitaría a Cuba el suministro de armas. Posteriormente, aseveró que el país no necesitaba una Constitución escrita, con lo que toda la actividad política de la nación quedó sujeta a su arbitrio y a los del grupo que le rodeaba. 
Desde 1973 el crecimiento económico de la isla fue negativo en casi un dos por ciento anual, tendencia que la gestión del gobierno revolucionario acentuó, al querer sujetarse alas reglas de la ortodoxia económica marxista. No hay duda de que la población de Granada, ahora encuadrada en las “organizaciones de masas”, no tenía la mas mínima idea del papel que su país estaba jugando en el contexto de la estrategia caribeña de la URSS. 
Moscú sólidamente asentado en Cuba, con activos representantes en Nicaragua, contando con elementos fieles en El Salvador, Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá, comenzó a principios de la década, a delinear el otro brazo de la pinza que – con pivote en La Habana – se ha ido cerrando lentamente sobre el Caribe. 
Es en este marco referencial que el pequeño islote llamado Granada fue catapultado bruscamente a la primera plana de los diarios del mundo. 
La relevancia que la URSS otorgó a la isla quedó patente con la designación de Gennady I. Sazhenev, general de cuatro estrellas, con rango similar al de ministro adjunto de defensa, en carácter de embajador del Kremlim ante el gobierno de Granada. 
Sazhenev, a quien se consideraba un especialista en “operaciones negras” del KGB o GRU, había cubierto un cargo similar en la República Argentina entre 1975 y 1978. 
Su aparición en la isla coincidió con la acelerada construcción de una torre de comunicaciones que permitía alcanzar, vía satélite, la isla con el Kremlin. 
De Granada depende una pequeña isla de 12 millas cuadradas, denominada Carriacou, y hasta allí llegaron los afanes industriales del nuevo embajador quien logró que allí se estableciera una fábrica de cemento, material este muy poco apreciado para las construcciones tropicales, pero una invalorable importancia si se desea “endurecer” las instalaciones de una base aérea militar. Esta era la otra obsesión del “embajador constructor”; la preparación de dos pistas nuevas aptas para la operación de aviones a reacción altamente sofisticados. 
Fidel Castro contribuyo también a la causa de Bishop con el envío de una emisora radial de alta potencia . Alemania Oriental aporto una impresora moderna , valuada en un millón de dólares y cinco técnicos para su operación , merced a ella se pudo editar el FREE WEST INDIAN . 



De la lucha de facciones al asesinato de Bishop 
Cuando se produjo el golpe en 1979 , junto con Bishop se encumbro quien mas tarde seria el “General” Hudson Austin , antiguo miembro del Movimiento Nueva Joya . 
No bien en el poder , Bishop designo a Austin como secretario de Interior y Seguridad Interna . Su poder se vio muy aumentado , cuando en Julio de 1981 , recibió el despacho de general y la comandancia del nuevo Ejercito Revolucionario del Pueblo , cuyo efectivo se aproximaba a los 1500 hombres . Es en esta época que comienza a fraguarse una estrecha relación entre el general y los asesores cubanos . 
Otro personaje nacido con la revolución fue Bernard Coard, quien ocupó el cargo de viceprimer ministro de Bishop y resultó al parecer el cerebro político del golpe de octubre y, justamente, una de las preguntas que permanece aún sin respuesta es: ¿ por que se decidió derrocar al gobierno? 
Lo que sigue es solo un ensayo de respuesta. La evolución económica de la isla era mala, las movilizaciones de masas y los acuerdos secreto, no llenan los estómagos. Las perspectivas de apoyo económica por parte de los países de Europa Oriental, la URSS o Cuba, llegaron a verse como muy remotas, todo esto llevó al grupo que rodeaba al primer ministro, a repensar la relación con Occidente, de donde sí era dable esperar que vinieran las inversiones necesarias como para poner en marcha la economía isleña. 
Sin embargo esta posibilidad solo podía darse solo si se presentaba a los países en cuestión un panorama político que les hiciera razonable dar su apoyo a Granada, lo que no solo implicaría cambios políticos sino la ruptura de acuerdos y tratados pre-existentes. 

A esta perspectiva, respondió el grupo de los “ultras”: Profundizar la revolución, ahondar la actividad de masas, aumentar el armamentismo de la isla y acentuar la ortodoxia marxista. 

Durante uno de los sucesos acaecidos en Granada se produjo un episodio tragicómico: Ya efectuado el golpe de Coard y Austin y posiblemente ya muerto Bishop, La Habana lanzó una furiosa proclama condenatoria del putsch en forma casi simultánea, Moscú saludó a los golpistas. Después de la sorpresa inicial, Fidel Castro se vio obligado a virar 180 grados y dar su apoyo a Coard, llegando incluso a ordenar a sus elementos que “resistieran hasta la muerte” ( cosa que estos se cuidaron muy bien de hacer). Final mente, para la suerte de los “proletarios del mundo”, La Habana y Moscú volvieron a concordar. 
Hay evidencias de que Bishop no confiaba plenamente en Austin, como ser, la creación de una milicia que coexistiría con el Ejército Revolucionario del Pueblo, sin estarle subordinado y que oscilarían entre los 2000 y 5000 hombres. Esta milicia era adicta al gobierno, pero una vez desatado el golpe, su accionar fue casi nulo. 
Durante la primer semana de octubre el primer ministro viajó a Hungría y Checoslovaquia, en esos días el “ERP” desarmó a la milicia, lo que deja en claro que Austin y Coard, ya actuaban de común acuerdo; si bien el primero era la cabeza visible. Fue Austin quien dirigió la ocupación militar de la isla el 19 de octubre y el día 20 estableció un “Consejo Militar Revolucionario” de 16 miembros, del cual él era la cabeza. 
Los acontecimientos habían comenzado el día 13 de octubre, cuando Maurice Bishop y algunos de sus funcionarios fueron detenidos, algunos días mas tarde fue liberado de su domicilio por una manifestación, pero fue apresado nuevamente por el ERP y llevado “caminando” a un centro penitenciario desde donde luego se informó que había “muerto a causa de la violencia política”. El gobierno impuso un toque de queda de 24 Hs y ordenó que dispararan a todo aquel que saliera a la calle. Los EEUU comenzaron a mostrar preocupación por la suerte corrida por unos mil ciudadanos americanos al producirse el golpe. 
El 22 de octubre, mientras Cuba se mantenía en actitud condenatoria, la URSS apoyó al nuevo gobierno, criticando duramente al difunto Bishop por .....haber ocultado las divergencias existentes en su partido a los dirigentes cubanos que entrevistó en La Habana hace 15 días. 
La Comunidad Caribeña declaró que la junta militar granadina constituía “ una amenaza para la seguridad regional...”El 25 de octubre unidades de la infantería de marina de EEUU (unos 500 efectivos), 700 a 1000 Rangers del Ejército y 300 elementos de seis naciones de la comunidad caribeña desembarcaron en la isla; los Ranges fueron lanzados sobre el aeropuerto, mientras que la infantería de marina practicó un desembarco al norte del atolón. El grupo de combate naval lo componían el Portaaviones “INDEPENDENCIA” y once naves. 
La resistencia estuvo a cargo de unos 1200 hombres del Ejército Revolucionario del Pueblo con armamento soviético y 600 cubanos del batallón de construcciones. 
El combate continuó durante mas de 72 hs y su virulencia determinó que el secretario de Defensa de los EEUU reforzara el dispositivo de ataque con unidades de la 82º División Aerotransportada. Las tropas cubanas perdieron 59 hombres a los que se suman 60 heridos y el total restante fue tomado prisionero. 
Paul Scoom, quien fuera liberado de prisión por las tropas invasoras, tomó a su cargo el gobierno de la isla, rompiendo relaciones con la URSS, Cuba, Libia, República Democrática Alemana, Bulgaria y Corea del Norte, países todos con representantes diplomáticos en Granada. 



De la Historia que no se contó a los “Documentos de Granada” 

Hasta aquí los hechos son mas o menos conocidos por todos y con interpretaciones diversas. La prensa internacional les otorgó por unos diez días, espacios en las primeras planas de los diarios. Quedan sin embargo dos o tres facetas que parecen haber sido cuidadosamente dejadas de lado y otras que fueron encaradas con un enfoque tal que sonara lo mas ridículo posible, como una forma mas o menos sutil de distraer la atención pública. 


Granada no es ni podría llegar a ser una amenaza para los EEUU 
Esa frase se convirtió en un slogan reiterado cientos de veces, en formas y oportunidades diversas, procurando recalcar lo desproporcionado de la reacción norteamericana frente a un pequeño país que no le significaba ningún peligro. Nadie en EEUU aseveró que Granada constituyera un peligro o una amenaza estratégica para la nación. Lo que sí se afirmó es que el potencial militar que estaba desarrollando la isla era completamente desproporcionado para su población, superficie, recursos económicos y necesidades de defensa y que una fuerza militar de esa envergadura apuntalada por asesores y logística cubano-soviéticos, convertirse en una amenaza real para el resto de los países de la comunidad caribeña; el que podía ser víctima impotente de procesos desestabilizadores, sobre todo si se recuerda que la mayoría de ellos carece de FFAA o bien cuentan con pequeños dispositivos mas del tipo policial que estrictamente militar. ESTO FUE UNA DE LAS COSAS QUE NO SE DIJO. Antes bien se procuró dar la imagen de una pobre nación que enfrentaba la arbitraria prepotencia “yankee” desencadenada sin motivo aparente, sin propósito ni necesidad. 




La peor porquería de la historia latinoamerican, Fidel Castro, junto a la lacra de su hermano

Las pistas para la aviación 
En Granada se estaban construyendo dos aeroestaciones. El viejo aeropuerto situado al noreste de la isla, estaba siendo ampliado en sus calles de rodaje. En la punta sudoeste de la ínsula, se construía un aeropuerto nuevo con una pista de rodaje de 3000 metros. Desde este tipo de plataforma pueden operar aviones pesados de transporte, jets intercontinentales o bien aparatos de combate o bombardeo. 
Si se recuerda que Granada nunca tuvo aerolíneas internacionales que operaran aviones tipo Jumbo 747, ni tráfico aéreo regional con aparatos a reacción NI FUERZA AEREA PROPIA, y que el viejo aeropuerto satisfacía solamente las necesidades del tráfico turístico, podría ser lógico suponer que a lo sumo se ampliara o tecnificara el ya existente; pero es lícito preguntarse si tiene sentido que una nación empobrecida invierta su dinero en construir dos grandes bases que, APARENTEMENTE NADIE PENSABA UTILIZAR. 
ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO. El Ejercito Revolucionario del Pueblo, los asesores y técnicos 

Otro punto al parecer “olvidado” en algún rincón de la mente de la mayoría del periodismo, es que Bishop y sus adláteres preveían la conformación de una fuerza cercana a los 5000 hombres equipada con vehículos blindados para transporte de tropas, morteros de diversos calibres, lanzacohetes, cañones sin retroceso, equipo antiaéreo, modernos fusiles de asalto y distintos tipos de minas. Esto para reseñar solo algunos de los elementos mas salientes. 
A nadie escapa que esta fuerza es muy pequeña, pero los conceptos pequeño o grande en estas cuestiones, son muy aleatorios; ciertamente es muy pequeña si se la piensa utilizar en una invasión tipo “ Normandía” en la costa de los EEUU, por ejemplo, sin embargo no es nada despreciable si la concepción estratégica es servirse de esta fuerza como vehículo exportador del proceso revolucionario granadino a las islas cercanas. ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO Economía, sociedad y tratados existentes 

Que la situación de la economía de la isla era mala no era un secreto para nadie, la asistencia médica era deficiente, los cultivos estaban abandonados y las industrias no existían. Resumiendo, la situación socio-económica de la isla, no era justamente floreciente. En tales circunstancias parecía lógico que las prioridades para la población serían vestido, alimentación, educación, vivienda, reactivación de los cultivos etc.. 
Hasta octubre prestaban cooperación a la isla los siguientes países: URSS, Cuba, Bulgaria, Alemania Democrática y Corea del Norte. En todos los casos los acuerdos existentes, no hablan mas que de tres temas: Armamentos, equipo militar y entrenamiento y las actividades estaban programadas hasta 1985 inclusive. 
Sin duda este no es el tipo de cooperación que un país empobrecido necesita prioritariamente para mejorar el nivel de vida de su población. 
ESTO FUE ALGO QUE NO SE DIJO. 


Los Documentos de Granada 
La historia se hace con documentos y para estudiar el “caso Granada” se debía por lo tanto, analizar los documentos disponibles. El 5 de noviembre de 1983 el Dto de Estado de los EEUU dio a conocer una serie de documentos, capturados en la isla, los cuales fueron decididamente ignorados por la prensa y buena parte de la comunidad internacional. El escepticismo y la ironía con que se trató un material de gran relevancia, para el análisis de la situación real de Granada, no deja de sorprender, sobre todo si se recuerda que “ninguno de esos documentos fue desmentido –en todo o en parte- por los países supuestamente signatarios. Dichos documentos pueden dividirse gruesamente en dos grandes grupos: Documentos referidos a la cooperación militar. 
Documentos atinentes a la situación política interna. 

En todos los casos el material estaba en versiones inglesa-rusa e inglesa-coreana mas algunos manuscritos correspondientes a las actas levantadas de las reuniones del comité central del PC de Granada. 

Documentos de cooperación militar.1) República Democrática y Popular de Korea para la asistencia militar al gobierno Revolucionario del Pueblo de Granada por la República Democrática y Popular de Korea. Firmada en Pyong Yang el 14 de abril de 1983. 
Acuerdo entre el “ Gobierno Revolucionario del Pueblo de Granada y la 
Sus aspectos mas destacados prevén la entrega de 1000 fusiles automáticos cal. 7,62 mm, 50 pistolas ametralladoras cal. 7,62 mm, 360000 cargas de 7,62, 30 ametralladoras pesadas con 60000 cargas, 50 lanzacohetes RPG-7 con 500 rondas de munición. 

2) El 27 de octubre de 1980 se firma un acuerdo entre el gobierno de Granada y el gobierno de la URSS para la entrega de equipos especiales y otros. 

La URSS se compromete a entrenar al personal en el uso del material. 
En el anexo correspondiente especifica bajo los títulos: Artillería y armamento personal; Armamento antiaéreo; Medios de comunicación; Vehículos; Municiones; Equipo logístico, las cantidades, las calidades y el año de entrega del material. 

De dichas listas se puede destacar: Morteros de 82 mm; lanzacohetes PRG-7; ametralladoras PKM; pistolas ametralladoras y carabinas, mucho de ese material usado y reacondicionado. 
Cañones antiaéreos Zu-23; radio estaciones de diversos tipos; Munición para morteros, para lanzacohetes, para ametralladoras y 7,62 para armas pequeñas. 

En un tratado posterior, con fecha 9 de febrero de 1981, se preveía el envío de equipos por un total de 5 M de Rublos.< la firma se efectuó en La Habana, cosa curiosa teniendo en cuenta que el acuerdo era entre Granada y la URSS y la fecha de entrega especificaba que sería entre 1981-1982 o 1983. 
Se preveía entre otras cosas la entrega de: Vehículos de transporte de personal BTR-GOPB, en número de ocho, blindados de reconocimiento y patrulla (2) BRDM-2. 
Unas 45000 cargas de munición 7,62 mm de distintos tipos y 13000 cargas de 14,5 mm, 1000 pistolas ametralladoras 7,62 mm usadas y reacondicionadas con su correspondiente munición, 300 pistolas 9 mm y munición, pistolas de señales, cartuchos lanza-bengalas. También incluía material para construcciones, excavadoras Bulldozer y distintos tipos de motores diesel; 30 vehículos GAZ-66, 5 Jeeps UAZ-469 B , cocinas de campaña, ambulancias, equipo de desinfección, carpas redes de enmascaramiento y equipos de curación individual. 
Llama la atención, que en el rubro uniformes, se solicitan a ser entregados en 1981, 
de 12600 artículos de una clase y 6300 de otros, lo que hace suponer que se pensaba 
equipar una cantidad de por lo menos 6000 efectivos. 

Existe también un protocolo por el cual oficiales de Granada serían entrenados en Cuba y simultáneamente oficiales cubanos (27 permanentes y 12 o 13 por 3 o 4 meses) se establecerían en Granada para brindar asesoramiento. 

Período de entrega de materiales entre 1983-1985:50 vehículos blindados BTR-152 IV; casi 200000 cargas 7,62 mm; cañones sin retroceso de 76 mm ZIS-3; y antitanques de 57 mm, haciendo un total de 60 piezas con su correspondiente munición. Morteros de 82 mm con munición, 360000 cartuchos de 14,5 mm, 50 lanzacohetes RPG-7, 30 ametralladoras 7,62 mm, 2000 pistolas ametralladoras usadas y reparadas del mismo calibre, 1000 carabinas 7,62 mm, 13000 granadas de mano de distintos tipos, 7000 minas, 150 equipos de comunicaciones y teléfonos de campaña, y en un anexo, se agregan, entre otras cosas, 20 lanzacohetes RPG-7u, 25 ametralladoras pesadas calibre 7,62 mm, municiones de diversos calibres y pistolas 9 mm. 

Un epílogo 
Muy lentamente Granada regresó a la vida normal, lo que allí sucede ya no es noticia para los diarios. Sin duda, la lectura de parte de los investigadores, de casi 1000 kg de documentación político-militar de diversos tipos, sirvió para conformar una idea aún mas completa de la situación que se vivió en la isla. 
Pero al parecer, esto no sirvió de nada. De nada sirvió que residentes americanos (casi 1000) aseveraran frente a las cámaras de TV que eran virtuales rehenes del Consejo Revolucionario y que carecían de seguridad respecto de sus vidas; a nadie pareció interesarle que la isla otrora pacífica, se había convertido en una gigantesca tienda de armamentos y que no existía actividad política permitida fuera de la del partido oficial. 

A nadie pareció importar que el mismo pueblo granadino declare públicamente la alegría por haber terminado con el sistema Marxista-Leninista, que por otra parte, nadie había solicitado ni votado. Los ingenuos, bien intencionados o no, prefieren llenarse la boca con grandilocuentes parrafadas sobre los principios sagrados de la no intervención; claro está que los cubanos, búlgaros, soviéticos y coreanos que estaban en la isla, conformaron un verdadero himno a este principio.( si bien solo cantan en idioma ruso). 

Informe del Prof. Julio Cirino 

martes, 15 de agosto de 2017

Biografía: Hitler y los autos

Hitler sobre ruedas: no sabía manejar y otras anécdotas automovilísticas del Führer
El Führer no tenía licencia para conducir. La personalidad más terrorífica del siglo XX debía recurrir a sus choferes para el más mínimo desplazamiento. Sus tres autos más distinguidos y la tarea asignada a su conductor predilecto: historias secundarias de Adolf Hitler
Infobae



Adolf Hitler era un apasionado de la industria automotriz: amaba los deportivos italianos y los muscle cars estadounidenses, pero prefería los modelos de Mercedes-Benz

Erich Kempka murió en 1975. Catorce años antes, en 1951, publicó sus memorias con un título sugerente: Ich habe Adolf Hitler verbrannt ("Yo quemé a Hitler"). "No he omitido nada ni nada he añadido, sino que he relatado los hechos históricos tal y como yo mismo los he vivido", pronunció en su declaración jurada. Había incinerado los restos del más temido dictador, luego de que éste se suicidara la tarde del 30 de abril de 1945. Kempka colaboró: transportó los barriles de gasolina hasta la salida de emergencia del Führerbunker, el búnker de Berlín donde Hitler prefirió morir, y ejecutó la cremación.


 Adolf Hitler se suicidó el 30 de abril de 1945, hace exactamente 72 años

Erich Kempka había sido su chofer. Desde 1932 hasta el día de su deceso lo acompañó por más de 120 mil kilómetros de viaje. El Führer seleccionaba metódicamente a su personal. "Muchas veces le oí decir que sus conductores y sus aviadores éramos sus mejores amigos y que en nuestras manos confiaba su vida", publicó. Integró su séquito más íntimo. Con Hitler al poder, fue designado jefe del parque automotor del Führer y ascendido a Sturmbannführer. Supervisaba una flota de cuarenta vehículos y un cuerpo de sesenta operarios, entre conductores y mecánicos. Bajo su dirección se fabricaron decenas de automóviles, en colaboración con la casa Daimler Benz. Pero nunca dejó de ser su chofer personal. Es la historia del hombre que personifica la admiración y pasión de Adolf Hitler por la industria automotriz.

Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
Erich Kempka, a la izquierda del Führer, fue su chofer personal durante trece años y el encargado de incinerar su cadáver
La leyenda reza que contrató a Kempka porque respondió con sabiduría su rigurosa encuesta: "¿Qué marcas de coches ha conducido hasta ahora? ¿Conoce el Mercedes-Benz con motor de compresor de ocho litros? ¿Sabe cuántos caballos tiene? ¿Cómo procedería en una curva en 'ese', sin visibilidad, cuando el cuentakilómetros marca ochenta y aparece otro vehículo en dirección contraria?". Luego supervisó cada elección que agrandara su parque móvil. Amaba los deportivos italianos y los musculosos americanos. Sentía idolatría por Mercedes-Benz. Era un "buen" compañero de viaje y planificaba los traslados con precisión militar. Pero nunca manejó: no tenía licencia de conducir -¿la necesitaba?- y toda su vida se valió de sus conductores para cualquier tipo de desplazamiento.

El primero


Una fotografía de un joven Adolf Hitler junto a su primer automóvil, un Benz 11/40 de 1923

Tipo familiar de 4,6 metros de largo, motor V6 de 2860 cc y 40 CV de potencia, el Benz 11/40 de 1923 fue su primer automóvil. Era un modelo elegante, distinguido, pero lejos de los lujos automovilísticos de la era. No podía superar los 80 kilómetros por hora por una razón sorprendente. En una carta que le escribió a Jakob Ferlin -judío y dueño del concesionario- Hitler evidenció su predilección por el gris y que dudaba de la fiabilidad del motor por las altas revoluciones que alcanza. Explicó en el manifiesto que se conserva hasta la actualidad por qué necesitaba un propulsor modelos: "No podría pagar ninguna reparación grave en dos o tres años".

El modelo costó 18.000 marcos de la época, con el descuento que aprovechó a solicitar en la carta. En aquellos años, Hitler estaba penando una condena por encabezar un frustrado golpe de Estado en la prisión de Landsberg. Allí pasó 264 días, en condiciones ciertamente confortables. Aprovechó para escribir Mein Kampf ("Mi lucha"). "Siempre fue razonable, frugal, modesto y amable con todos, especialmente con los funcionarios. El prisionero no fuma ni bebe, respeta voluntariamente todas las restricciones", escribió el 18 de septiembre de 1924 Otto Leybold, director de la prisión: hablaba de un incipiente político en versión agitador. Hitler posó orgulloso con el modelo a la salida del establecimiento penitenciario.

El preferido



El Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen fue conocido como el “gran Mercedes”

Su máquina preferida. Un Mercedes-Benz Grosser 770K model 150 Offener Tourenwagen, el automóvil alemán más caro de la época, que sólo se fabricaba por encargo. Era una máquina de miedo y poder. Dueña de una belleza siniestra y una figura majestuosa. Fue caratulada como Die Grosser Mercedes ("El Gran Mercedes") por su imponencia y su trascendencia: en él viajaba la personalidad política más transversal del siglo. El modelo escondía compartimentos en los que guardaba decenas de armas y municiones. Era una fabricación artesanal de la compañía Mercedes Benz en Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial, y en sus principios había sido destinada como elemento propagandístico.

Su motorización estaba comprometida a su peso. Su carrocería, blindada, incrementó el peso total del vehículo. Su motor de ocho cilindros en línea de 7.700 cc con pistones de aluminio y doble compresor volumétrico, era capaz de erogar una potencia total de 400 CV y viajar a una velocidad máxima de 160 kilómetros por hora. Debieron montar un depósito de gasolina de 300 litros porque su consumo era extremo: demandaba 60 litros a los 100 kilómetros por hora. Por eso sus ingenieros debieron limitar la velocidad a 80 kilómetros por hora, la misma competencia y margen de capacidad de su primer Benz 11/40, aunque con razones de tope sensiblemente diferentes.

El vehículo oficial de Adolf Hitler, testigo mudo de la historia más macabra de la modernidad, se convirtió en una ambigua reliquia del nazismo. El auto fue confiscado, intervino en una subasta, lució como pieza de museo e inspiró The Devil's Mercedes: The Bizarre and Disturbing Adventures of Hitler's Limousine in America, un libro escrito por Robert Klara que narra lo que reza su título: las bizarras y morbosas aventuras de la limusina del Führer.

El elegido



Herman Goering a bordo de un Mercedes 540K Roadster, uno de los modelos más bellos de la firma germana

Según los anales de la historia automotriz, el Mercedes 540K Roadster es uno de los modelos más distinguidos y bellos fabricados jamás por la firma de la estrella. Adolf Hitler, admirador del espíritu de la marca, coincidía: regalaba uno cuando quería galardonar al destinatario. Herman Goering, destacado político y militar alemán y próximo al Fürher, y Eva Braun, amante, novia y esposa de Hitler, recibieron unidades del exclusivo modelo.

Sólo se fabricaron 350 Mercedes 540K Roadster. Pocos pudieron sobrevivir a los saqueos posguerra. Presumía de un capó que cuidaba de un motor de 5.4 litros y ocho cilindros en línea que desarrollaba 180 CV de potencia y propulsaba el vehículo a circular a 180 kilómetros por hora de velocidad punta.

lunes, 14 de agosto de 2017

Historia militar: Un Mark V ruso vuelve a la vida

Tanques reacondicionados



El militarismo puede ser un hobby agradable para unir gente después del trabajo en un lugar como una fábrica de reparación del ferrocarril. Ahora, en vez de entregarse a algo después del trabajo ha hecho que puede ir en su lugar y trabajar en la renovación de unos pocos tanques Mark-V de cien años de viejos.

Los tanques del ejército de Rusia durante la Primera Guerra Mundial y después de que el ejército ruso se ha dividido en dos partes como resultado de la toma de posesión de los Comunistas en 1917 algunos de los tanques quedaron con las unidades que se oponían al régimen comunista, pero no por mucho tiempo - el Ejército Rojo capturó de nuevo a estos monstruos en movimiento y los utilizó durante un tiempo.


Luego, después de la Segunda Guerra Mundial se quedaron oxidándose en algunos pueblos, mientras que algunos entusiastas le prestaron atención en aquellas piezas maravillosas del genio de la de ingeniería del principios del siglo 20 y se decidieron a reparar e instalar como una atracción en la calle de la ciudad para la vista del público en general.





























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