martes, 20 de agosto de 2013

Guerra del Brasil: Antecedentes, 1827

Guerra del Brasil 
Wikipedia 

 
Batalla de Juncal 

Fecha 25 de octubre de 1825- 28 de agosto de 1828 
Causas Anexión por Portugal/Brasil de la Provincia Oriental, posterior liberación de dicha provincia por los Treinta y Tres Orientales y su reunión a las Provincias Unidas del Río de la Plata. 
Lugares de combate La Banda Oriental (actual Uruguay), Río de la Plata, Río Grande del Sur (sur de Brasil), Carmen de Patagones (sur de la Provincia de Buenos Aires). 
Descripción: Disputa territorial entre el Imperio del Brasil y las Provincias Unidas del Río de la Plata. 
Resultado
Victoria de las Provincias Unidas, posteriormente estancamiento militar. 
Creación de Uruguay. 

Beligerantes 
Provincias Unidas del Río de la Plata 
Comandantes 
-Bernardino Rivadavia 
-Guillermo Brown 
-Carlos María de Alvear 
-Juan Antonio Lavalleja 

Imperio del Brasil 
Comandantes 
-Pedro I de Brasil 
-Rodrigo Pinto Guedes 
-Marques de Barbacena 

Fuerzas en combate 
-Ejército de las Provincias Unidas del Río de la Plata 
-Marina de las Provincias Unidas del Río de la Plata
-Ejército Imperial del Brasil 
-Armada Imperial del Brasil 

La Guerra del Brasil, o Guerra Argentino-Brasileña o Guerra rioplatense-brasilera (en portugués Guerra da Cisplatina) fue un conflicto armado que tuvo lugar en la década de 1820 entre las Provincias Unidas del Río de la Plata, que recientemente se habían emancipado de España, y el Imperio del Brasil, por la posesión de los territorios que corresponden a la actual República Oriental del Uruguay y parte del actual estado brasileño de Río Grande del Sur. 
En 1816, numerosas y bien pertrechadas fuerzas del Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve comenzaron la invasión lusobrasileña de la Provincia Oriental y de la casi totalidad de Misiones, así como practicaban incursiones en las provincias de Corrientes y Entre Ríos. 
En 1821 la entonces llamada Provincia Oriental del Río de la Plata, anteriormente Banda Oriental y actual Uruguay, tras ser derrotado José Gervasio de Artigas el año anterior en la Batalla de Tacuarembó, fue anexada al Brasil por Portugal con el nombre de Provincia Cisplatina. 
Cinco años después, en 1825, y con el apoyo del gobierno argentino, un grupo de orientales y de otras provincias, llamados los Treinta y Tres Orientales y liderados por Juan Antonio Lavalleja, ingresó en la Provincia Oriental para desalojar a los ocupantes brasileños. A ellos se sumó oportunamente (tras haber servido a los brasileros) Fructuoso Rivera y en pocos meses logran retirar al ejército brasilero. El 25 de agosto de 1825, en el Congreso de Florida, se declaró la independencia del territorio oriental, y su voluntad de formar parte de las Provincias Unidas del Río de la Plata (actual Argentina). 
Pese a que al comienzo las fuerzas imperiales eran mayores a las rioplatenses, las Provincias Unidas lograron derrotar a Brasil luego de una lucha de tres años por tierra y mar; la batalla decisiva fue la de Ituzaingó. Sin embargo, los problemas económicos provocados por el bloqueo de la Armada de Brasil al puerto de Buenos Aires obligaron a aceptar reclamos brasileños por lo que finalmente, Bernardino Rivadavia envió al ministro Manuel José García a gestionar la paz. García firmó un tratado que luego sería conocido como el “tratado deshonroso”, ya que reconocía la soberanía del Imperio sobre la Provincia Oriental y se comprometía a pagarle a Brasil una indemnización de guerra. El presidente Rivadavia rechazó el convenio y posteriormente presentaría su renuncia. 



Bernardino Rivadavia
El conflicto continuó hasta el 28 de agosto de 1828, cuando durante el gobierno de Manuel Dorrego se llegó a una Convención Preliminar de Paz, donde se disponía la independencia de la Provincia Oriental y el cese de las hostilidades. 

Antecedentes 

España y Portugal en la Cuenca del Plata 
En 1594, poco después del Descubrimiento de América, el Tratado de Tordesillas fijó los límites entre los dominios de España y Portugal en América del Sur a lo largo de una línea que, en la práctica, resultó muy difícil de determinar, aunque distintos autores coincidieron en fijarla alrededor del meridiano 46º O.1 Por ello las fundaciones portuguesas en la costa del Brasil se extendieron hasta São Vicente.2 En la práctica, la colonización portuguesa del Brasil nunca respetó totalmente ese límite, y en el interior la colonización se extendió mucho más al oeste, sobre todo en la región de São Paulo y continuando a partir de la década de 1540 hacia el sur, llegando hasta la localidad de Laguna. 
Desde principios del siglo XVII, los colonizadores portugueses y consideraron como su límite natural al Río de la Plata. En fecha tan temprana como el año 1631 ya existía cartografía que consideraba que la margen izquierda de este río era de soberanía portuguesa.3 En 1580, aprovechando la ausencia de colonización española en la región, el Maestre de Campo Manuel de Lobo fundó la Colonia del Sacramento en la costa norte del Río de la Plata, fijando la pretensión de Portugal de extender su dominio hasta aquella región. Si bien fue inmediatamente expulsado por fuerzas españolas provenientes de Buenos Aires, la corona española prefirió conservar la paz con Portugal y devolver la Colonia a la misma. Durante casi un siglo, la Colonia fue varias veces capturada por fuerzas españolas y otras tantas, rápidamente devuelta a Portugal.4 
Un nuevo intento de colonización portuguesa fue frenado por la fundación de la ciudad de Montevideo en 1724. 5 A ello respondieron los portugueses con la ocupación de la actual Río Grande del Sur en 1737.6 
En 1750, el Tratado de Madrid anuló la Línea de Tordesillas y fijó un nuevo límite entre las colonias portuguesas y españolas en América del Sur, adjudicándole a Portugal las Misiones Orientales a cambio de la posesión de Colonia; el Tratado trajo serios conflictos en la región y terminó por ser modificado por el Tratado de San Ildefonso, de 1777, que definía claramente los límites entre el Brasil y el recientemente creado Virreinato del Río de la Plata.7 Los virreyes del Río de la Plata se esforzaron en fundar pueblos en lo que ya se llamaba la Banda Oriental a partir de esa fecha, para asegurarse la soberanía efectiva de España sobre ese territorio.8 La ciudad de Montevideo fue amurallada y contaba también con una fuerte guarnición militar. 
Los dos tratados parecían dejar en claro que ambas potencias aceptaban la ocupación de territorio como fuente para reclamar la soberanía,9 pero las recurrentes guerras entre Portugal y España causaban la inestabilidad de los límites, y ningún tratado logró estabilizarlos: durante la Guerra de las Naranjas, en 1801, tropas portuguesas ocuparon las Misiones Orientales, sin que las fuerzas de Buenos Aires pudieran hacer nada para impedirlo o recuperarlas. 7 

Ocupación portuguesa 
Desde que en 1808, a raíz de las guerras napoleónicas, la casa real portuguesa se instaló en Río de Janeiro, las pretensiones portuguesas sobre la Banda Oriental – e incluso, a través del proyecto carlotista, sobre todo el Virreinato del Río de la Plata10 – fueron en aumento. 
El estallido de la Revolución de Mayo y la Revolución Oriental, y las Expediciones Libertadoras de la Banda Oriental dieron nuevo impuso a esas pretensiones, sobre todo cuando el último virrey, Francisco Javier de Elío, solicitó la intervención portuguesa en defensa de su dominio en la Banda Oriental. Ese pedido causó la invasión portuguesa de 1811, que duró hasta fines de 1812. 11 
Con la ruptura entre el caudillo federal José Artigas y el gobierno bonaerense, la situación en la Banda Oriental se destacó por la inestabilidad política y social. La victoria de Artigas, que a principios de 1815 ocupó Montevideo y todo el resto de la Banda Oriental, permitió ciertos avances democráticos y en el reparto de tierras entre los gauchos pobres.12 Este avance democrático fue visto como una amenaza por el rey de Portugal, Juan VI, que – aprovechando la debilidad de la Provincia Oriental, que no podía contar con apoyo del gobierno central – planeó la invasión de la Banda Oriental. Además fue impulsado a ello por los españoles exiliados de Montevideo cuando esta ciudad había caído en manos de los independentistas, y de los partidarios de distintos bandos de la misma ciudad, enemistados con Artigas.13 
Portugal ambicionaba la Banda Oriental por dos razones principales: en primer lugar, si el Río de la Plata se transformaba en un río limítrofe, la navegación por el mismo sería libre para ambas naciones, lo cual le posibilitaría alcanzar la cuenca superior del río, en la cual estaba ubicada la mayor parte de la población alejada del mar del Imperio.14 La otra razón de las ambiciones portuguesas estaba relacionada con la riqueza rural, especialmente ganadera, de la Banda Oriental, cuyo ganado cimarrón podría ser una fuente barata de alimentación para la población brasileña, especialmente para sus esclavos. 15 
Con la excusa de terminar con las fuerzas artiguistas, acusadas de atacar las estancias de los antiguos territorios españoles que Portugal ocupara en 1801 y que en 1816 fueran anexados al Brasil, la Invasión Luso-Brasileña se inició a mediados de 1816. A principios del año siguiente ya ocupaban Montevideo – ciudad que fue ocupada gracias a una capitulación con el cabildo – y varias otras plazas.16 La defensa del territorio fue dirigida por Artigas, el cual, aún cuando sufrió varias derrotas a manos de los invasores, logró sostenerse durante más de tres años en distintos puntos de la campaña. 
Las desavenencias entre Artigas y varios de sus seguidores, que le exigían llegar a algún punto de arreglo con el gobierno de Buenos Aires, llevaron al abandono de éstos de las filas artiguistas.17 Finalmente, en enero de 1820, en la Batalla de Tacuarembó, Artigas fue definitivamente derrotado y expulsado del territorio, al que ya no volvería.16 
El último resto de sus seguidores, acaudillado por Fructuoso Rivera, terminó por incorporarse al ejército portugués.18 
El rey Juan VI quiso darle alguna forma legal a la ocupación, y ordenó al gobernador del territorio invadido, Carlos Federico Lecor, que organizara un Congreso Cisplatino que decidiera si ese territorio debería ser devuelto a las Provincias Unidas del Río de la Plata, incorporarse al Brasil – opción que por razones diplomáticas no era la que el rey prefería – u obtener la independencia. Pero el gobernador Lecor digitó las elecciones hasta obtener un Congreso formado por sus seguidores y aliados; este Congreso declaró la incorporación de la Banda Oriental al Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve, con el nombre de Provincia Cisplatina. 19 

La Provincia Cisplatina 

 
Bandera de la Provincia Cisplatina. 

En 1822, el Imperio de Brasil se independizó de Portugal; durante la crisis subsiguiente, los dirigentes orientales intentaron lograr que las fuerzas portuguesas que ocupaban Montevideo, le entregaran la ciudad a ellos, aún cuando el interior de la Cisplatina estaba ocupada por las fuerzas leales al Brasil, comandadas por Lecor. Pero los portugueses entregaron Montevideo a Lecor, que siguió gobernando la Provincia Cisplatina en nombre del Emperador Pedro I. 20 No todo el territorio de la Banda Oriental quedó dentro de la Cisplatina: la fracción más septentrional pasó a depender la Capitanía de San Pedro del Río Grande del Sur. 
Durante esa crisis, los sectores orientales que intentaban expulsar a los brasileños pidieron ayuda a las provincias argentinas. La Provincia de Buenos Aires, la más cercana, rica y poderosa, se negó por completo a participar en cualquier campaña militar para liberar ese territorio. El único gobernante que prometió ayuda fue Estanislao López, de la provincia de Santa Fe, pero su gesto no pasó de buenas intenciones.21 
Un grupo de oficiales orientales intentó organizar una revolución en el territorio oriental, pero fracasó en su intento debido a la habilidad política del gobernador Lecor. De modo que, dirigidos por Juan Antonio Lavalleja, se trasladaron a Buenos Aires, donde reunieron fondos y recursos bélicos, aportados sobre todo por estancieros y comerciantes, entre los cuales se destacaron Juan Manuel de Rosas y Pedro Trápani.22 
Terminada la Guerra de la Independencia respecto a España, la opinión pública en Buenos Aires y en el Litoral exigía la recuperación del territorio ocupado. Por su parte, el pueblo oriental intensificaba sus proyectos de liberación. 23 

Los Treinta y Tres y el Gobierno Nacional 

Los Treinta y Tres Orientales 
El Juramento de los Treinta y Tres Orientales, óleo de Juan Manuel Blanes. 
Con el apoyo de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos, fue organizada una pequeña expedición: al mando de Juan Antonio Lavalleja secundado por Manuel Oribe, los llamados Treinta y Tres Orientales partieron de la localidad bonaerense de San Isidro y desembarcaron en las costas orientales del río Uruguay, más exactamente en el lugar conocido como "El Arenal Grande" o La Agraciada, el 19 de abril de 1825.24 
Avisados con antelación, centenares de orientales se unieron a las fuerzas de Lavalleja. Una semana más tarde, fuerzas de Lavalleja tomaron prisionero al Comandante de Campaña imperial, el antiguo lugarteniente artiguista Fructuoso Rivera, a quien Lavalleja incorporó a sus fuerzas, en el hecho conocido como "Abrazo del arroyo Monzó."25 Las fuerzas leales a Rivera se incorporaron a la Cruzada Libertadora de Lavalleja, comandadas por éste y por el después general Julián Laguna.26 
En una rápida campaña, las fuerzas revolucionarias ocuparon el interior del territorio, superando al ejército ocupante, que estaba muy debilitado desde la retirada de las fuerzas portuguesas. Por otro lado, el Emperador no había podido enviar refuerzos a Lecor, debido a que debía enfrentar una peligrosa revuelta en Pernambuco.27 El 2 de mayo fue ocupada la villa de Canelones,28 y el día 8 de mayo, Oribe puso sitio a Montevideo,29 rechazando en una escaramuza a las fuerzas que quisieron disputarle el Cerrito de la Victoria. 30 
Desde Canelones, Lavalleja envió diversas columnas en todas direcciones: a Rivera hacia Durazno, a Leonardo Olivera hacia Maldonado, a Manuel Durán hacia San José de Mayo, más otra en dirección a Colonia. Simón del Pino defendería Canelones. 30 
El gobernador de Buenos Aires, Las Heras, organizó en el mes de mayo un Ejército de Observación, que se instaló en octubre en Concepción del Uruguay, sobre el río Uruguay, en la provincia de Entre Ríos, bajo el mando del general Martín Rodríguez. 31 Estaba formado por dos escuadrones de caballería, tres compañías de infantería y cuatro piezas de artillería, a los cuales se agregaron 200 hombres de Entre Ríos, comandados por Pedro Espino. 32 Su comandante tenía instrucciones de prestar apoyo a los orientales únicamente si éstos retrocedían hacia Entre Ríos, aunque de estas instrucciones se podía inferir que el objetivo no era facilitarles volver a la lucha, sino impedírselo. 33 

El Congreso de La Florida 

 
El general Juan Antonio Lavalleja. 

Lavalleja convocó de inmediato a una asamblea de los representantes de los pueblos orientales; éste se reunió en el pueblo de Florida el 14 de junio, formado por algunos representantes de los pueblos. Presidida por Manuel Calleros, este primer Gobierno Provisorio nombró a Lavalleja Brigadier General y Comandante en Jefe del Ejército. Su principal misión fue convocar a los representantes de todos los pueblos liberados, los cuales se reunieron en el llamado Congreso de La Florida el 20 de agosto. Éste, presidido por Juan Francisco Larrobla, eligió a Lavalleja Gobernador y Capitán General de la Provincia Oriental, y sancionó el 25 de agosto tres leyes: por la Ley de Independencia, se proclamaba a la Provincia Oriental 
"libre e independiente del Rey de Portugal, del Emperador del Brasil y de cualquier otro del universo." 
Por la Ley de Unión se proclamaba: 
"Queda la Provincia Oriental del Río de la Plata unida a las demás de este nombre en el territorio de Sud América." 
La tercera ley establecía la bandera de las tropas orientales, que sería la misma de tres colores que había usado Artigas. 34 



La campaña militar 


Referencias 
1. Henry Harrise, The Diplomatic History of America, Ed. B.F. Stevens, Londres, 1897, pág. 91-108 y 138-139.
2. História da Capitanía de São Vicente de Pedro Taques, artículo en Dominio Público consultado el 16 de agosto de 2010.
3. Plano del Río de la Plata de 1631, por Joao Teixeira Albernaz el viejo; citado por Ariadna Islas, en Límites para un Estado, en Ana Frega (coord.), Historia regional e independencia del Uruguay, Ed. de la Banda Oriental, Montevideo, 2009. ISBN 978-9974-1-0629-1
4. Santiago Gómez, Guerras entre España y Portugal en la cuenca del Río de la Plata. Consultado el 16 de agosto de 2010.
5. Fundación de Montevideo, en La Escuela Digital Consultado el 16 de agosto de 2010.
6. A antiga capital nasceu duas vezes, en Página do Gaúcho (en portugués) Consultado el 16 de agosto de 2010.
7. a b La Herencia Misionera, en Territorio Digital. Consultado el 15 de agosto de 2010.
8. Francisco A. Berra, Estudios históricos acerca de la República O. del Uruguay, Ed. A. Rius, Montevideo, 1882.
9. Islas, Límites para un Estado, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay.
10. Roberto Etchepareborda, Qué fue el carlotismo, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1972.
11. Francisco Bauzá, Historia de la dominación española en el Uruguay, Volumen 3, Ed. Barreiro y Ramos, 1897.
12. Hugo Chumbita, El bandido Artigas, Revista Todo es Historia Nro. 356, pág. 8-27, 1997.
13. Raúl Scalabrini Ortiz, Historia de la segregación del Uruguay, en Política británica en el Río de la Plata, Ed. Plus Ultra, Bs. As., 1973, pág. 117-136.
14. Esa sería la razón por la cual durante la Guerra del Brasil la corona consideró más o menos seriamente la ocupación de toda la Mesopotamia argentina y el Paraguay, la cual permitiría asegurar toda la cuenca de los ríos Paraná y Paraguay. Véase el ”Novo Mappa Geographico que contém as Províncias de S. Pedro, Cisplatina, Entre Rios, Paraguai e paises adjacentes”; citado por Ariadna Islas, en Límites para un Estado , figura 15 y pág. 193-194, en Frega, Historia regional e independencia del Uruguay .
15. Se han calculado arreos hacia Río Grande del Sur del orden de los 14 millones de cabezas durante la ocupación luso-brasileña. Véase Creación del Estado Oriental (I), en Historia Nacional, página del Movimiento Revolucionario Oriental. Consultado en agosto de 2010.
16. a b Washington Reyes Abadie, Oscar H. Bruschera y Tabaré Melogno, El Ciclo Artiguista, Tomo II, Ed. Cordón, Montevideo, 1975.
17. Lincoln R. Maiztegui Casas, Orientales: una historia Política del Uruguay, Tomo 1: De los orígenes a 1865, Ed. Planeta, Bs. As., Montevideo, 2004. ISBN 950-49-1330-X
18. Alfredo Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), tomo 3 de la Historia Uruguaya, Ed. de la Banda Oriental, Montevideo, 2007, pág. 5. ISBN 978-9974-4-0454-9
19. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 17-21.
20. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 21-24.
21. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 24-28.
22. El admirable Trápani’’, de Walter Rela, artículo en el sitio de CX4 Radio Rural, del 31 de mayo de 2010. Consultado en agosto de 2010.
23. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 33-34.
24. Desembarco de los 33, en Historia del Uruguay. Consultado el 17 de agosto de 2010.
25. Existe una controversia no resuelta entre los historiadores sobre el episodio del paso de Rivera a las fuerzas revolucionarias: mientras historiadores simpatizantes del Partido Colorado relatan que el abrazo fue real, y que la supuesta prisión de Rivera era para justificarse ante el Imperio, los historiadores de tendencia Blanca afirman que Rivera se negó a colaborar y sólo se unió a Lavalleja ante la amenaza de ser fusilado. Una carta de Lavalleja a su esposa y las memorias de José Brito del Pino parecen respaldar esta última afirmación.
26. Actos por el 185º aniversario del Abrazo del Monzón, en el Diario La República del 3 de mayo de 2010.
27. Ulisses Brendão, A confederação do Equador, Ed. del Instituto Arqueológico, Histórico e Geográfico Pernambucano, Recife, 1924.
28. a b c Batalla de Sarandí, en Escuela Digital. Consultado en agosto de 2010.
29. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 35.
30. a b c d e f g Luis Edelmiro Chelle, Los principales hechos históricos de 1825, Ed. de la Comisión Nacional de Homenaje del Sesquicentenario de los hechos históricos de 1825, Montevideo, 1875.
31. Isidoro J. Ruiz Moreno, Campañas militares argentinas, Tomo I, Ed. Emecé, Bs. As., 2004, pág. 372-373. ISBN 950-04-2675-7
32. Su jefe de estado mayor era el coronel Manuel Patricio Rojas, el comandante de la caballería era el mayor Paulino Rojas, de la infantería el capitán Bernardo Henestrosa, el secretario militar Tomás de Iriarte y su comisario de guerra Dionisio Quesada. Véase Ruiz Moreno, Campañas militares argentinas, Tomo I, pág. 373.
33. Vicente D. Sierra, Historia de la Argentina, Ed. Garriga, Bs. As., 1973.
34. Castellanos, La Cisplatina, la Independencia y la República Caudillesca (1820-1838), pág. 35-56.

lunes, 19 de agosto de 2013

Biografías: Israel Tal (Israel)

Gral. Israel Tal, el padre del MBT Merkava 

 

Israel Tal (nacido en 1924), también conocido como Talik, es un general de las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) conocido por su conocimiento de la guerra de tanques. Tal fue un comandante de brigada durante la Guerra del Sinaí, un comandante de división de blindados en el Sinaí durante la Guerra de los Seis Días, y el comandante del frente sur durante las etapas finales de la Guerra de Yom Kipur. 

El gobierno israelí decidió en 1970 que era necesario la capacidad de creación de tanques. El Gral. Israel Tal llevó un equipo de desarrollo que se tuvieron en cuenta las características del campo de batalla de Israel y las lecciones aprendidas de las guerras anteriores, y comenzó el desarrollo y construcción de tanque israelí Merkava. 

En la foto Israel Tal aparece en el Museo de Caballería y Blindados Patton "Muro de los más grande Comandantes de blindados", junto con Moshe Peled (también israelí), los estadounidenses George S. Patton y Creighton Abrams y el mariscal de campo alemán Erwin Rommel. 

Tal recibió el Premio Israel en 1997 por "[U]na contribución especial a la sociedad y el Estado". En 2002 fue elegido "Caballero de Calidad del Gobierno" por el Movimiento por la Calidad de Gobierno en Israel en la categoría "militares y seguridad". 

Doctrina Blindada 
 

El general Tal es el creador de la doctrina de blindados de Israel que llevó a los éxitos de Israel en el Sinaí en la Guerra de los Seis Días. Después de la Crisis de Suez, Tal organizó a los blindados como el elemento principal de las Fuerzas de Defensa Israelíes, que se caracteriza por una gran movilidad y el asalto implacable. el General Tal se hizo cargo de cuerpos blindados israelíes en 1964 y formó a todos los nuevos artilleros israelíes para que atacaran blancos más allá de 1.5 km. [1] En terreno abierto, este tiro de larga distancia fue vital para la supervivencia de los cuerpos blindados israelíes durante las guerras posteriores. La movilidad es comparable a la Blitzkrieg alemana y muchos de ellos son una evolución de esa táctica. Tal transformación y el éxito en 1967 llevó al ejército israelí de ampliar el papel de los blindados. Esto llevó a la reducción de atención a otros aspectos menos glamorosos del Ejército como la Infantería. En la Guerra de Yom Kipur de 1973, el enfoque excesivamente enfocado en el ataque blindado de sorprendente rapidez dejó a las FDI sin capacidad defensiva adecuada. Sólo en las últimas etapas de la guerra los blindados rompieron el frente y mostraron su potencial cuando los tanques del general Ariel Sharon fueron capaces de penetrar en las líneas egipcias, cruzar el Canal de Suez y envolver al 3º Ejército egipcio, cerca de Suez. 

Mientras el ejército israelí se ha convertido en una fuerza más equilibrada desde el año 1973, la influencia de Tal en la doctrina blindada fue muy importante para el desarrollo de las FDI y ha influido en las doctrinas blindados en todo el mundo. 

 
 
 

General Tal junto a Moshe Dayan y el Jefe de Estado Mayor Bar Lev
El General Tal con las FDI jefe de personal de Rabin en los años 60
Foto de Beny Hadar Bamahane en el FDI Monthly

Foto de Michel Astel Bamahane en el FDI Monthly

El General Tal durante la Guerra de los Seis Días (a la izquierda)


 Israel Tal, un adolescente en ese entonces, luchó como un sargento de la Brigada Judía con las fuerzas británicas en Italia en la Segunda Guerra Mundial. Dejaría que la guerra justo a tiempo para participar en la Guerra de Independencia de Israel, y de nuevo en la guerra de 1956, y otra vez como comandante de la división en la Guerra de los Seis Días (1967). Luego, cuando los israelíes luchaban por separarse de la dependencia de equipos extranjeros, el general de Tal se puso a diseñar y producir un tanque, un tanque de las circunstancias únicas de combate que enfrentaba la Fuerza de Defensa Israelí. El Merkava fue el resultado de ello y es para todo pronóstico el mejor de los tanques del mundo en términos de la mayoría de casi el cumplimiento de los requisitos establecidos para ello por su usuario - el Cuerpo de blindados de la Fuerza de Defensa de Israel. En cada detalle del tanque estuvo Tal. Sus capacidades incluyen, entre otras cosas, la capacidad de proporcionar capacidad de supervivencia de la tripulación y del vehículo a niveles nunca soñado antes de su diseño. El intento de Siria para desviar el agua del río Jordán de la nieve derretida de escorrentía en las laderas del Monte Hermón, en los Altos del Golán solicitó la capacidad del Merkava de tener artillería de largo alcance. Que la escorrentía era una fuente crítica de agua en el Jordán. Después de haber fracasado en la persuasión política con los sirios, Israel llamó a sus blindados Cuerpo para resolver el problema. Tal y sus tanques abrieron fuego a través de la frontera en hacia los bulldozers que excavaban en Siria para desviar el agua. Los sirios aseguraron la montaña, los tanques abrieron fuego entonces desde un mayor alcance. Después de varios episodios de este tipo, se detuvo la excavación, para no ser reanudada. El Cuerpo de Infantería Acorazada llegó a un nivel de tiradores de largo alcance de clase mundial se y el agua seguía fluyendo en el río Jordán.




PDF de la vida de Tal 
IDF Armor

domingo, 18 de agosto de 2013

Conflictos europeos: La Guerra Franco-Prusiana (1870)

La campaña franco-alemana de 1870 

La Guerra Franco-prusiana fue un conflicto que marcó definitivamente la historia de Europa y que resultó determinante para el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914. Esta guerra tuvo una serie de repercusiones en toda Europa. 

Por un lado, Italia consiguió definitivamente expulsar a los franceses de Roma aprovechando la guerra. Por otro lado, Rusia consiguió una derogación de las cláusulas del mar Negro en la Conferencia de Londres, celebrada entre diciembre de 1870 y marzo de 1871. Éste había sido el resultado del acuerdo establecido por Bismarck con el zar de Rusia el 27 de marzo de 1868, según el cual, si se producía el conflicto franco-prusiano, las tropas rusas se concentrarían en la frontera para paralizar a Austria-Hungría. 

En cualquier caso, la consecuencia más importante que se puede extraer de este conflicto es el cambio en las relaciones internacionales. A partir de estos momentos se inauguró una nueva constelación de poder cuya potencia hegemónica surgió gracias a la guerra: Alemania. 

Las relaciones franco-alemanas serán, a partir de este momento, el eje en el que giren los acontecimientos. Sufrieron sucesivas crisis hasta determinar la configuración de los dos bloques y el inicio de la Primera Guerra Mundial. Solamente con tener en cuenta las negociaciones de paz tras la Gran Guerra y los tratados a los que se llegan, se observa hasta qué punto el paso del tiempo no borró, sino que acrecentó, las ansias de venganza del revanchismo francés. 

Causas profundas del conflicto 
Pese a todas las anteriores razones de tipo casi caballeresco, en realidad las implicaciones que subyacen en este conflicto son mayores que la simple, aunque importante, candidatura al trono español. 
Dos tipos diferentes de motivaciones explican más claramente la guerra: 

A- Para Prusia, el conflicto significaba poder concluir la unificación perseguida incorporando a sus dominios los estados alemanes del sur. 

Ya con anterioridad, en la guerra austro-prusiana de 1866, se habían enfrentado por la hegemonía en la Confederación Germánica. La victoria de Prusia en Sadowa y, por tanto, en la guerra, trajo como consecuencia que Austria perdiese su posición, surgiendo la Confederación de Estados Alemanes del Norte. Desde entonces, Bismarck tuvo como objetivo incluir bajo su dominio a los estados del sur que estaban protegidos bajo el amparo de Francia, pues deseaban seguir manteniéndose independientes. Este detalle no le haría renunciar al sueño de convertir a Prusia en el motor de construcción de la pequeña Alemania, pues estaba convencido de que incorporaría estos estados sin tardanza. Pero, al ver que ello no ocurría, el canciller aprovechó una fuerza en ascenso durante todo este período en Europa: los nacionalismos. Alimentó y fomentó a base de propaganda la idea de que se trataba de una guerra nacional contra un enemigo histórico, y le funcionó. 

B- La otra vertiente que subyace en este conflicto está relacionado con el establecimiento de la hegemonía en el continente europeo. Desde su llegada al poder, Napoleón III deseó convertir a Francia en el lugar que históricamente creía que le correspondía. Tenía ansias tanto imperialistas como hegemónicas y sabía perfectamente que Austria era una potencia en descenso, por lo que deseaba ocupar su influencia en la Mitteleuropa en claro perjuicio para Prusia, que era la potencia mejor colocada para obtener partido del hundimiento austro-húngaro. 

Así pues, desde 1867, sobre todo motivado por el retroceso francés en el conflicto austro-prusiano, se supo que el enfrentamiento entre ambas potencias era inevitable. 

Ahora vamos a dar un breve sumario de lo ocurrido en esta campaña, por los puntos de contacto que ha de tener con la ambiciosa campaña emprendida por el ejército alemán en 1914. 

En los primeros días de Agosto de 1870, el primer ejército alemán, formado por 50,000 hombres, estaba concentrado en Wadern; el segundo, compuesto de 194,000 combatientes, había avanzado hasta la posición de Alsem-Grenstadt, y el tercer ejército estaba aun concentrándose en las orillas del Rhin. 

Hasta entonces los franceses no habían hecho ninguna tentativa seria, limitándose a ligeros reconocimientos y pequeños ataques, pero sí habían observado los alemanes que los dos cuerpos franceses formados en Beldfort y Strasburgo se proponían pasar el Rhin y marchar sobre la Selva Negra. 

El 2 de Agosto, los franceses, antes de terminar su movilización, iniciaron, con tres divisiones, un ataque contra Saarbruken, sin que entrasen en la plaza, no obstante haberla abandonado los alemanes. Después de esto las tropas francesas se diseminaron en el extenso arco comprendido entre el Nied y el Rhin, en tanto que los alemanes asomaron en grandes masas sobre el Saar. 



Desde este punto comenzó la gran campaña, de la que en forma de dietario referiremos los principales acontecimientos.

Arrow 4 de Agosto. En este día, 128 batallones, 102 escuadrones y 80 baterías alemanas, cortaron la frontera francesa y batieron las tropas francesas al mando del general Donay, el cual quedó herido en la acción. Mandaba las fuerzas alemanas el general Kirbash y aquellos llegaron a la vista de Froschviller, Elsasshansen y Eberbash.

Arrow 6 de Agosto. Tuvieron lugar las batallas de Worth y de Spicheren, en las cuales, los generales alemanes Bose y Steriometz, batieron a las fuerzas francesas regidas por los generales Frossard y Mac-Mahon. El resaltado de estas dos acciones empeñadas, fue la retirada de los franceses sobre Luneville, de un lado, y a Octingen, de otro.

El mariscal Mac-Mahon, en su retirada, tomó un camino que cortaba del todo su comunicación con el ejército del general Bazaine.

Se dirigió por el Sur hacia Neufelatran, desde donde marchó con sus fuerzas a Chalons por el camino de hierro.

El 5.° cuerpo de ejército francés que primero ocupó Nancy, recibió orden de marchar a Langres, pero al llegar a Charmes una nueva orden del cuartel general le hizo dirigirse a Toul; pero ya en Chaumart se dispuso que dicho cuerpo marchase definitivamente a Chalons para reunirse con el nuevo 12.° cuerpo reorganizado por el general Trochu.

Así se formó un ejército de reserva que quedó al mando del mariscal Mahon. Este ejército, aislado del de Bazaine, no pudo prestar a éste auxilio alguno, dejándole en frente del ejército alemán que avanzaba.

En tanto las divisiones de caballería alemana practicaban bastantes reconocimientos, obligando a los destacamentos de Caurobert a retroceder.

El 11 de Agosto el cuartel general alemán se trasladó a Saint Avolce, en la línea más avanzada.

En vista de la escasa resistencia que ofrecía el ejército francés, el alemán prosiguió su avance, llegando sus exploradores hasta Toul y el camino de Verdun, por un lado, en tanto que el ala derecha del segundo ejército se detenía cerca de Metz.

Arrow 14 de Agosto. Batalla de Colombay Nouilly. Como consecuencia de la nueva disposición del ejército alemán y con objeto de retardar la retirada del ejército francés del general Bazaine, los alemanes emprendieron el ataque y lograron el objetivo que se propusieron, puesto que las fuerzas de Bazaine apenas pudieron avanzar cinco o seis kilómetros, pero dejando el paso franco a los cuerpos del segundo ejército alemán para cruzar el río Mosela.

Mariscal Mac-Mahon 

Encargado el mariscal Mac-Mahon del mando y en vista de las noticias recibidas de la situación de las fuerzas de Bazaine, Mac-Mahon resolvió marchar a Reims, desde donde le sería posible, o bien regresar a París, dando un pequeño rodeo, o bien reunirse al ejército de Bazaine, si esto era aún posible.

Se inclinaba ya el general Mac-Mahon a emprender decididamente el regreso a París, cuando recibió la noticia de que el general Bazaine contaba con la seguridad de poder seguir en dirección Norte y abrirse paso hasta Chalons, por Montmedy y Sainte Menchouid, sino ocupaban este camino enemigos excesivamente numerosos, en cual caso marcharía sobre Sedan y hasta por Meziéres hacia Chalons.

Estas afirmaciones de Bazaine decidieron a Mac- Mahon a renunciar a la idea de regresar a París, y el día 23 de Agosto emprendió la marcha hacia Stenay.

Mientras este ejército francés, dando un gran rodeo, se dirigía hacia el Este, el ejército alemán avanzaba en línea recta por el Oeste, de manera que ambos ejércitos, a medida que avanzaban, debían converger, llegando a la línea de Sainte Menchouid y Vitry.

El general Mac-Mahon acampó con su ejército en Reims y procuró unirse con Bazaine, y para impedirlo, los alemanes ocuparon la línea Vitry-Varennes.

Mac-Mahon continuó su marcha por los caminos más septentrionales que podían conducir a Metz, pero al saber que las fuerzas de Bazaine no habían podido romper la barrera alemana, creyó prudente emprender la retirada sobre París.

Y así lo hubiera hecho de no haber recibido del Ministro de la Guerra las más urgentes contraórdenes. "Si abandona usted a Bazaine estallará la revolución,,, había telegrafiado el Ministro al General.

Sacrificó Mac-Mahon sus convicciones de militar y expidió contraórdenes rectificando el movimiento emprendido, y el resultado de ello fue que las tropas, caladas por la lluvia, extenuadas a con- secuencia de las marchas por caminos pésimos, llegaron ya muy entrada la noche a los acuartelamientos que se les había designado.

Transcurrieron así dos días mortales hasta el 30 de Agosto, en que se pusieron en contacto ambos ejércitos.

Batalla de Beaumont 
Los alemanes atacaron a las fuerzas francesas por tres puntos: Oches, La Chene y Vouziers.

El general Mac-Mahon había dispuesto para aquel día que todas sus tropas pasaran a la orilla derecha del Mosa, dejando en sus anteriores posiciones solo los bagajes y ambulancia.

Este plan no pudo cumplirse por el ímpetu del ataque alemán y porque los directores comprendieron la intención del mariscal francés.

Por esta causa Mac-Mahon emprendió la retirada lo más ordenadamente que le fue posible, haciendo retroceder a los refuerzos que ya se hallaban al otro lado del río. Solo el quinto cuerpo de ejército francés quedó batiéndose en Beaumont, en tanto que los demás cruzaban el Mosa, y Mac-Mahon daba las órdenes necesarias para que el ejército se concentrase en Sedan.

La intención del Mariscal no era presentar batalla en este punto, sino proveerse de víveres y dar descanso a sus tropas para retirarse sobre Meziéres, hacia donde se dirigía el general Vinoy con un cuerpo de ejército recientemente organizado.

El emperador Napoleón, que procedía de Carignan, se incorporó a Mac-Mahon el mismo día 30 de Agosto, y en la noche del 30 al 31 se practicaron varios reconocimientos para descubrir terreno hacia Meziéres y averiguar las posiciones del enemigo.

Los alemanes, con el objeto de impedir la retirada y detener a los franceses en Sedan, reiteraron sus ataques el día 31.

La posición de los franceses en Sedan, quedaba protegida por la plaza a retaguardia; el Mosa y los valles de Gíronne y del Floing, constituían una excelente línea defensiva, de la que el monte Calvario de Ylly era uno de los puntos más importantes, a causa de hallarse reforzado por el bosque de la Garenne, que detrás de él se extendía y desde el cual se elevaba un cerro que iba descendiendo hasta Bareilles, con numerosas hondonadas que ofrecían buena defensa. El camino que, en caso extremo, podría conducir el ejército francés al territorio neutral de Bélgica, pasaba por Ylly.

Así se llegó al día 1.° de Septiembre.



Sobre la guerra y sus hechos
Esta fue la primera guerra en que ambos contendientes emplearon exclusivamente fusiles de retrocarga, la anterior guerra, la austro-prusiana de 1866, fue ganada por los prusianos que empleaban el fusil de retrocarga Dreyse contra el de avancarga austíaco Lorenz.
Para esta guerra, tán solo 4 años después, ya todo el ejército francés estaba armado con el excelente fusil de aguja Chassepot con el que enfrentó en igualdad de condiciones (cadencia de fuego) al Dreyse prusiano. Pero pudo más la organización superior de los prusianos. Publico una imagen de ambos fusiles de infantería enfrentados. 


Obsérvense los cartuchos del Dreyse y del Chassepot, el del frances era más moderno y aerodinámico, pero ambos eran de papel combustible. Faltaba todavía un poco tiempo más para que el cartucho totalmente metálico los reemplazase, que ya existían pero todavía no se habían popularizado.



Un factor fundamental, pero no el único, fué que la Confederación Alemana (convertida en Imperio en 1871, en Versalles), contó con los 2 artífices más destacados, en el plano político: Otto Von Bismarck, Canciller del Reino de Prusia. y de la confederación y el Imperio luego, figura que dominó toda la política alemana y europea de la segunda mitad del siglo XIX; político y diplomático brillante que armó todo el esquema internacional escenario de las 2 guerras victoriosas de Prusia-Alemania: la Austro-Prusiana de 1866 y la Franco-Prusiana de 1870-71 que convirtieron a Alemania en una potencia mundial. Fué muy eficazmente secundado por el jefe de estado mayor alemán Helmut Von Moltke "el viejo" (no se lo confunda con su desventurado sobrino Helmut Von Moltke el joven, que fracasó en la batalla del Marne en 1914), artífice de la potencia militar alemana y minucioso planificador de las 2 guerras antes citadas. Está considerado uno de los grandes capitanes de todos los tiempos. Este brillante dúo :un político y un militar fué en gran medida responsable de los grandes éxitos de Alemania, cuyo centro era el estado Prusiano bajo la dinastía de los Hohenzollern.


Prusia (Alemania) se lanzó de lleno a emplear artillería moderna -casi diríamos experimental- pues todos sus cañones eran de acero (o hierro forjado), estriados y DE RETROCARGA. Los franceses empleaban todavía artillería de avancarga, si bien también estriada -los cañones La Hitte (tan empleados por los aliados en la Guerra del Paraguay).

Aún así, los reportes dicen que 200 cañones alemanes fallaron durante la contienda; por ejemplo esto hizo desistir a los británicos de cambiar su parque de artillería de avancarga por una década más o menos.

En cuanto a las armas de infanteria, el fusil de aguja y cerrojo francés Chassepot 1866 era notablemente superior a su rival prusiano Dreyse 1862, pues su alcance era de 1.200 metros contra 800 del prusiano.

También los franceses emplearon un arma que habían mantenido en secreto antes de la guerra: la ametralladora Montigny ("Mitrailleuse"), que en realidad era un haz de 37 tubos de fusil Chassepot que disparaban al unísono por descargas. Degraciadamente aún no se tenía idea del empleo de estas armas (recuérdese que Gatling había patentado su ametralladora manual en su versión definitiva recién en 1865), y se asignaron a las unidades de artillería, al revés de lo que todos conocemos hoy día que deben emplearse como apoyo directo de la infantería. Aún así cuando estuvieron bien empleadas sus efectos fueron espantosos como en la batalla de Gravelotte (1870). Este mal empleo hizo desistir por muchos años a los ejércitos en el empleo de al ametralladora.

Poniéndolo de esta manera, parecería que había incluso una leve ventaja a favor de los franceses. ¿Cuál fué el factor desequilibrante entonces?

Fué evidentemente el comando y la organización. Von Moltke era un genio en numerosos aspectos y estaba apoyado por un estado que seguía todas sus directivas. Planeó minuciosamente de antemano todas las operaciones y la logística. téngase en cuenta que a los franceses muchas veces les faltaron municiones para sus armas, una enorme cantidad de soldados murieron de tifus, además Napoleón III impuso un desastroso centralismo en las decisiones militares que anuló la iniciativa de sus comandos. Aquí deben buscarse los factores de la derrota francesa.



 
Cañón Krupp de retrocarga de 80 mm modelo 1868 (obsérvese la culata abierta por donde se cargaba la pieza) 
Varias ametralladoras manuales, desde el arma Puckle del siglo XVIII a la ametralladora Gatling (con su inventor) y la Montigny y la Reffye francesa de la guerra franco-prusiana
 
Mitrailleuse Reffye 

 

Mitrailleuse Montigny
 

Cañones franceses de avancarga y rayados La Hitte (empleados en la guerra del Paraguay igualmente) (últimas tres imágenes)
 
Proceso de carga y disparo de un cañón de avancarga 
Proyectil elongado La Hitte, empleado en los cañones de bronce estriados del mismo nombre


Fotos: Rafael Mariotti 


sábado, 17 de agosto de 2013

Revolución Americana: Camden, una derrota perfecta

Batalla de Camden

La batalla de Camden fue una gran victoria para los británicos en el teatro Sur de la Guerra de Independencia estadounidense. El 16 de agosto de 1780, las fuerzas británicas bajo el teniente general Lord Charles Cornwallis dirigen las fuerzas estadounidenses de mayor general Horatio Gates, a unos 10 kilómetros (cinco millas) al norte de Camden, Carolina del Sur, fortaleciendo la toma británica en las Carolinas tras la captura de Charleston. 

La derrota fue una derrota humillante para Gates, el general estadounidense más conocido por dirigir a los norteamericanos en la derrota británica de Saratoga, cuyo ejército había poseído una gran superioridad numérica sobre las fuerzas británicas. Después de la batalla, él nunca volvió a celebrar un comando de campo. Sus conexiones políticas, sin embargo, ayudaron a evitar las investigaciones y las cortes marciales posteriores a la debacle.


Batalla de Camden—Muerte de De Kalb 


Fecha16 de Agosto de 1780
UbicaciónKershaw County,
norte de Camden, South Carolina

34°21′52.39″N 80°36′50.04″W
ResultadoVictoria británica
Beligerantes
 Gran Bretaña Estados Unidos
Comandantes y líderes
Charles Cornwallis
Banastre Tarleton
Lord Rawdon
Horatio Gates
Johann de Kalb 
Marqués de La Rouërie
Fuerzas
2,1003,700
Bajas y pérdidas
69 muertos
245 heridos
11 perdidos
900 muertos y heridos,
1,000 Capturados




Antecedentes 

Después de la derrota británica en Saratoga en 1777 y la entrada de los franceses en la Guerra de Independencia a principios de 1778, los británicos decidieron renovar una "estrategia sureña" para volver a ganar a sus rebeldes colonias norteamericanas. Esta campaña se inició en diciembre 1778 con la captura de Savannah, Georgia, y ganaron más terreno en enero de 1780, cuando el general Sir Henry Clinton dirigió un ejército y capturó Charleston, Carolina del Sur. Clinton regresó a Nueva York en el verano de 1780, dejando a Lord Cornwallis la tarea de fortalecer el Sur y aumentar los grandes números esperados de los leales. El Ejército Continental en el sur, la mayor parte de los cuales se habían rendido en Charleston, ha sido completamente expulsada de Carolina del Sur en mayo de 1780 Batalla de Waxhaws. 

La única resistencia Patriot permanecer en Carolina del Sur formado por las empresas bajo el mando de las milicias partidarias como Thomas Sumter, William Davie, y Francis Marion. El Ejército Continental comenzó a reformar en Charlotte, Carolina del Norte bajo Horatio Gates, el "héroe de Saratoga". Gates llegó a finales de julio, y se reunió con la milicia local y los comandantes del Ejército Continental. Contra el consejo de consejo, Gates, incluso antes de saber las capacidades de las tropas bajo su mando, ordenó una marcha en Carolina del Sur a través de un área que había sido advertido tenido fuertes tendencias unionistas. Un número importante de sus tropas eran compañías de la milicia relativamente sin probar, e incluso algunos de los continentales bajo su mando tenía poca experiencia en campo de batalla. 
Debido a su ubicación encrucijada, Camden era considerado una clave para controlar el interior del país de las Carolinas. El 27 de julio, Gates avanzó en Carolina del Sur, en dirección a Camden, entonces guarnecida por unos 1.000 hombres bajo Señor Rawdon. [3] Gates, estableció un campamento en el molino de Rugeley, al norte de Camden, donde fue acompañado por compañías de la milicia de Carolina del Norte y Virginia. El clima estaba muy caliente, y un número significativo de tropas fueron puestas fuera de combate por el calor y las enfermedades como la disentería. Aunque Gates había más de 4.000 hombres en el campo, a sólo 2.000 de ellos fueron efectivos para el combate, en parte debido a Puertas reduce aún más sus números mediante el envío de varios cientos de hombres en apoyo de operaciones de Sumter y Marion, y porque la noche anterior, los hombres tenían sido alimentados con maíz verde, conocido por dar a los humanos problemas intestinales. 
General Cornwallis, alertó al movimiento Gates, el 9 de agosto, marchó desde Charleston con refuerzos, llegando a Camden el 13 de agosto, con lo que la fuerza efectiva tropas británicas a más de 2.000 hombres. 


Despliegues 

 
Batalla de Camden disposiciones y movimientos iniciales, 16 de agosto de 1780 

Gates formó primero en el campo. Tenía cerca de 3.700 soldados, de los cuales sólo 1.500 eran asiduos continental. En su flanco derecho puso a Mardoqueo Gist, segundo Maryland de Juan de Kalb y el regimiento de Delaware. En su flanco izquierdo, colocó 2.500 inexperto milicia de Carolina del Norte al mando del coronel Richard Caswell. Gates, se quedó con la fuerza de reserva, la primera Brigada de Maryland bajo William Smallwood. Puertas colocó siete cañones a lo largo de la línea. Detrás de la milicia, colocó compañías de caballería e infantería ligera. Con esta formación, a través de una práctica británica típica de la época, Gates increíblemente estaba colocando la milicia no probado, sus fuerzas más débiles, frente a los regimientos británicos más experimentados, mientras que sus mejores tropas se enfrentarían sólo los elementos más débiles de las fuerzas británicas. 
Cornwallis tenía aproximadamente 2.100 hombres, de los cuales unos 600 eran milicianos y voluntarios de Irlanda republicana. Los otros 1.500 eran asiduos británicos. Cornwallis también tenía la infame legión de Tarleton y con gran experiencia, a unos 250 jinetes y 200 infantes que eran formidables en una situación de persecución. Cornwallis formó su ejército en dos brigadas. Sir Rawdon estaba al mando de la izquierda, frente a la infantería continental con los Voluntarios Irlandeses, infantería de Banastre de Tarleton y las tropas leales. A la derecha estaba el teniente coronel James Webster, frente a la milicia inexperta con el 23 Royal Welch Fusiliers y el 33º Regimiento de a Pie. En la reserva, Cornwallis tenía dos batallones del Regimiento de a Pie 71º  y fuerza de caballería de Tarleton. También puso cuatro cañones en el centro británico. [3] 


Orden de Batalla

Británica

Comando General: Lord Charles Cornwallis
Brigada derecha:
Oficial al mando: Coronel Williams
  • Light Infantry
  • 23rd Regiment of Foot (Royal Welsh Fusiliers)
  • 33rd Regiment of Foot
  • 2 cañones
Brigada izquierda:
Oficial al mando: Lord Rawdon
  • Voluntarios de Irlanda
  • Infantería, Legión Británica
  • Milicia Leal:
    • The Royal North Carolina Regiment
    • Bryan's Loyalist Militia (North Carolina)
  • 2 cañones
Reserva:
Oficial al mando: Fraser
  • Dos batallones, 71st Regiment of Foot (Fraser's Highlanders)
  • Dragoons, Legión Británica

Americana

Comando General: Horatio Gates
Flanco derecho:
Oficial al mando: Gist
Flanco central:
Oficial al mando: Caswell
  • Milicia de North Carolina 
  • 2 cañones
Flanco izquierda:
Oficial al mando: Seymour Johnson
Reserva:
Oficial al mando: Smallwood



Batalla 

 
General Horatio Gates, retrato pintado por Gilbert Stuart 

Ambos ejércitos avanzaron el uno al otro, justo después del amanecer. Las tropas británicas abrieron la batalla, cuando el flanco derecho disparó una volea en los regimientos de la milicia, causando un gran número de bajas. Siguieron al volley con una carga a la bayoneta. La milicia, sin bayonetas, se asustó y huyó antes de que los regimientos británicos incluso les llegaron. Sólo una compañía de la milicia logró disparar un tiro antes de huir. El pánico se extendió rápidamente a la milicia de Carolina del Norte, y también rompió filas y huyó. Al ver a su colapso flanco izquierdo, Gates huyó con el primero de la milicia a correr desde el campo. En cuestión de minutos, todo el ala izquierda estadounidense se había evaporado. La milicia de Virginia salió corriendo tan rápido que sufrió sólo tres víctimas. [4] 
Mientras que la milicia se está enrutando, y antes del vuelo Gates, ordenó a su flanco derecho en virtud de Kalb para atacar a las fuerzas de la milicia británica opuestas. Las tropas de Rawdon avanzaron en dos cargos, pero un intenso fuego rechazados sus regimientos. Las tropas continentales luego lanzaron un contraataque que estuvo cerca de romper la línea de Rawdon, que comenzó a tambalearse. Cornwallis cabalgaba a su flanco izquierdo y estabilizó los hombres de Rawdon. En lugar de perseguir a la milicia huyendo, Webster dio la vuelta y lanzó una carga a la bayoneta en el flanco izquierdo de los regimientos de Continental en el centro. 
La milicia de Carolina del Norte que había sido estacionado al lado del regimiento de Delaware celebró su tierra, la única unidad de la milicia para hacerlo. Los regimientos Continental se enfrentaron en una lucha dura por algún tiempo, pero sólo 800 fueron continentales en ese momento frente a más de 2.000 soldados británicos. Cornwallis, en lugar de librar una lucha sostenida con una gran pérdida, ordenó a la caballería de Tarleton para cargar la parte posterior de la línea Continental. La carga de caballería rompió la formación de las tropas continentales, que finalmente se dispersaron y huyeron. 
De Kalb, tratando de reunir a sus hombres le dispararon once veces por el fuego de mosquete. Después de una hora de combate, las tropas estadounidenses habían sido completamente derrotados, sufriendo más de 2.000 víctimas. La caballería de Tarleton perseguido y acosado las tropas continentales en retirada de unas 20 millas (32 km) antes de sacar rienda. Por la tarde, Gates, montado en un caballo veloz, se habían refugiado 60 millas (97 km) de distancia, en Charlotte, Carolina del Norte. [3] 

Bajas 

Las bajas británicas fueron 68 muertos, 245 heridos y 11 desaparecidos. [1] Hugh Rankin dice, "de los muertos conocidos, 162 fueron continentales, 12 eran milicianos de Carolina del Sur, Virginia 3 fueron milicianos y 63 eran milicianos de Carolina del Norte". [5 ] David Ramsay dice: "290 prisioneros heridos estadounidenses fueron llevados a Camden después de esta acción. De esta cifra, 206 fueron continentales, 82 eran de Carolina del Norte milicias y 2 se milicia de Virginia. La resistencia hecha por cada cuerpo puede en cierta medida ser estimada a partir el número de heridos Los norteamericanos perdieron toda su artillería -.. 8 piezas de campaña, más de 200 vagones y la mayor parte de su equipaje "[6] Una carta de Cornwallis a Lord George Germain, de 21 de agosto de 1780, dice que su ejército tomó "cerca de mil reclusos, muchos de ellos heridos" el 18 de agosto. [7] La ​​página web Documental Historia de la Batalla de Camden, 16 de agosto 1780 más detalles sobre sus bajas de oficiales en la página de Camden el destino de 48 agentes de Continental en Camden : 5 fueron asesinados, 4 murieron de heridas, 4 heridos sin ser capturados, 11 fueron heridos y capturados y 24 fueron capturados sin ser herido. Estas relaciones sugieren que un número significativo de los estadounidenses heridos en la batalla escapó de captura. 

Análisis 

Hay muchas razones para la derrota de Gates. Los más destacados son los siguientes: 

Evaluación Táctica 
La batalla de Camden ha sido examinada como una de las peores decisiones tácticas realizadas por parte de los americanos en todo la guerra. Después de la rendición en Saratoga, Gates se convirtió en exceso de confianza en la capacidad de las tropas estadounidenses, que se muestra durante la esta batalla mientras corría su despliegue táctico. Gates fue un ex oficial británico, por lo que estaba acostumbrado a la implementación tradicional británica de los regimientos más experimentados en el lugar de honor-el flanco derecho de la línea de batalla. Por lo tanto, Gates había colocado los regimientos continentales en su flanco derecho, y la masa de la milicia, que se había unido a él, casi todos los cuales nunca había peleado en una batalla antes de que en el flanco izquierdo, frente a los regimientos británicos más experimentados. 
A primera impresión, puede parecer curioso que Gates poniendo sus regimientos de la manera fue un error táctico tumba, como Cornwallis había hecho exactamente lo mismo: sus tropas leales enfrentan los continentales como sus clientes habituales se enfrentaron a la milicia. Sin embargo, las fuerzas eran diferentes, ya que los republicanos eran mucho más experiencia en combate en este punto que sus contrapartes coloniales del sur. Como resultado, tanto los republicanos consiguieron mantener la línea contra las mejores tropas continentales durante la batalla, mientras que los Regulares rompieron efectivamente las milicias coloniales. 

Evaluación estratégica 
Aparte de las tácticas en el campo de batalla, Gates había hecho varios errores estratégicos antes de unirse a la batalla: 
Su movimiento agresivo llevó sus fuerzas en territorio pro-británico, donde los residentes aún leales a la Corona proporcionarían sin suministros ni unirse a su ejército. 
Lejos de sus líneas de suministro, las fuerzas de Gates fueron debilitados por la falta de una alimentación adecuada y agua potable, muchos de ellos víctimas de la disentería. 
Puertas tuvo una gran confianza en su victoria en Saratoga, pero cometió un error de asignación de la inexperiencia de Burgoyne (su oponente en la batalla) en Cornwallis, que era un estratega talentoso. 

Secuelas 

 
El teniente coronel Banastre Tarleton por Sir Joshua Reynolds 

El ejército de Gates había sido completamente derrotado, no solo había sufrido más de 2.000 bajas, unas 1.000 de las tropas siendo tomados prisioneros. Perdieron los siete cañones y todo el tren de equipaje. Gates, perdió el control del ejército del sur. El general Nathanael Greene, clasificado junto a George Washington como el oficial colonial más capaz y de confianza de la Revolución, se le dio el mando del ejército del sur y comenzó a reclutar a más soldados. 
Gates, que tenía fuertes conexiones políticas en el Congreso Continental, logró evitar investigaciones sobre la debacle. 

Legado 

El campo de batalla de Camden, que se encuentra a unos 5 kilómetros (8,0 km) al norte de Camden, es propiedad de las Hijas de la Revolución Americana, y está pasando por la preservación de una asociación público-privada. El sitio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1961, y se colocó en el Registro Nacional de Lugares Históricos en 1966. 
Aspectos de la batalla se incluyeron en la película 2000 El Patriota, en la que Ben y Gabriel Martin se ven viendo una batalla similar. Ben comentarios en la estupidez de Puertas luchando "boca a hocico con casacas rojas". La película no es históricamente exacta, que representa demasiadas tropas continentales en relación con el número de la milicia, y que muestra los continentales y los milicianos en retirada al mismo tiempo. 

Wikipedia