jueves, 27 de marzo de 2014

Conquista del desierto: Combate de Pulmari

COMBATE DE PULMARI - 6 de enero de 1883
Conquista del desierto

A partir del año 1878, el General J. A. Roca comienza la llamada "Conquista del Desierto", cuando se logra la incorporación de Neuquén al territorio nacional la primera campaña que ocupa la zona del norte neuquino, consigue que algunas tribus se rindan y otras huyan a Chile.



Durante estos años se dan varias embestidas contra los mapuches, con combates muy sangrientos. Los dos más importantes que se llevaron a cabo a pocos kilómetros de donde se encuentra hoy la localidad de Villa Pehuenia son los de: "Pulmari" y "Pino Hachado".

El 6 de enero de 1883 es sorprendida en el valle Pulmarí, una partida de 10 soldados al mando del Capitán Emilio Crouzeilles por un centenar de indios de las tribus de Reuquecurá y Namuncurá. Iniciado el desigual combate llega el Teniente 2° Nicanor Lazcano con cinco soldados más. Los dos oficiales y la mayor parte de la tropa dejan sus vidas. El Cap. Crouzeilles pierde la vida por 36 heridas de lanza y cuchillo y tres balazos.

El combate de Peña Haichol, fue la derrota del famoso cacique Purrán, que huye con los pocos sobrevivientes a través de un boquete oculto en una zona boscosa de grandes pehuenes, desconocido por los huincas (blancos). El nombre -"Pino Hachado"- se debe a que el Ejército en la persecución indígena derriba un pino como guía para su regreso. La curiosidad es que el pino fue guardado por los pobladores durante años, quemándose en un incendio.

Maniobras del EA en Pulmari
La zona en que se ubica Villa Pehuenia actualmente, era el lugar histórico de veranada de las comunidades mapuches. Es recién a fines del siglo XIX que se instala definitivamente en el lugar la Comunidad Mapuche Puel, que se encuentra actualmente en la zona, en los alrededores del volcán Batea Mahuida y en la angostura de los lagos Aluminé y Moquehue. Mientras la Comunidad Mapuche Plácido Puel se ubica sobre la costa del lago Aluminé.

miércoles, 26 de marzo de 2014

Si viaja en el tiempo, no mate a Hitler

Los viajeros del tiempo: por favor, no maten a Hitler
En casi cualquier escenario de ciencia-ficción que implica viajar en el tiempo, la acción predeterminada es matar a Hitler. Tan terrible que un ser humano como era él, hay muchas razones por qué esto no es probablemente una buena idea
The Guardian


Adolf Hitler en una manifestación, probablemente rodeado de asesinos viajando en el tiempo en el encubrimiento. Fotografía: Popperfoto / Getty Images

Si encuentras de repente tener acceso a una máquina del tiempo, ¿qué es lo primero que harías? Si ha contestado que "matar a Adolf Hitler", entonces las felicitaciones, usted es un personaje de ciencia-ficción. En realidad, todo el tema de "acceso a una máquina del tiempo" sugiere que ya, pero el deseo de matar a Hitler lo comprueba. Cualquier personaje de ciencia ficción de viaje en el tiempo (por lo menos las creadas por la sociedad occidental) parece querer matar a Hitler, tanto es así que hay un tropo de cómo es imposible.

Ese intento de asesinato de Hitler se ha convertido en un elemento de la trama de ciencia-ficción común, lo dice todo. ¿Qué hay de Stalin? Él fue sin duda peor, matando a 20 millones de su propia gente para alimentar su ideología. Pero no, Stalin continuó su camino sin ser molestados por los viajeros en el tiempo, todos los cuales están ocupados focalización en Hitler.

Es entendible. ¿Quién no querría evitar el holocausto? Es probablemente el peor en la historia. Y yo sólo digo "probablemente" porque no sé toda la historia, y la capacidad humana de ser horrible no debe ser subestimado. Pero tan noble como parece, matar al Fuhrer través viaje en el tiempo es una idea terrible, por razones de la vida real, y no sólo los de la ficción. Así que usted debe hacerse con una máquina del tiempo y hacer planes para matar a Hitler, he aquí algunas razones por las que no debe.

Dilema ético

¿Podría realmente matar a otro ser humano? A pesar de lo que implica la cultura pop, los seres humanos en general, no están predispuestos a matarse unos a otros. Esto no es un absoluto, por supuesto. El pensamiento abstracto sobre homicidios es relativamente común, y muchos seres humanos terminan tomando las vidas de los demás debido a circunstancias complejas, como crianzas brutales / entornos o enfermedad posiblemente psiquiátrico. Y, por supuesto, algunas personas son simplemente mal. Parece difícil conciliar estas motivaciones con la mentalidad de que planea matar a Hitler como un acto altruista.

Pero vamos a suponer que usted está dispuesto a matar a uno para salvar a millones de personas. Toda la historia para visitar, y su primer puerto de escala implica matar. Fine. Lo que sea. ¿Cuándo usted mata a Hitler? Cuando era niño, Hitler no había hecho nada lo suficientemente monstruoso como para justificar su asesinato, por lo que tendría que estar dispuesto a tomar su vida entonces? Minority Report luchó con este problema, y que estaba en una escala mucho menor.

Tal vez más tarde, cuando el Reich está en su lugar, pero que no había cometido genocidio todavía. Pero esto sería demasiado tarde? Una vez que todo ha sido creado, sería la eliminación de Hitler cambia nada? Esto nos lleva a otra razón para no hacerlo.

Contexto general

Stephen Fry se ocupó de este magníficamente en su libro Making History. Sin vindicaciones, el problema es que muchos asumen Hitler fue la única causa de la segunda guerra mundial y todos los horrores asociados. Lamentablemente, esta es una simplificación excesiva. Alemania en la década de 1930 no era una utopía de los amantes de la paz cestería que fueron repentina y severa corrompidos por el bigote de Hitler carismático. Las tensiones políticas y los conflictos estaban todos allí, los resultados de una anterior guerra mundial y una gran depresión ; Hitler era capaz de sacar provecho de esto. Pero si no lo había hecho, por ejemplo, porque había sido eliminado por un viajero de tiempo andante, entonces no hay nada que decir que nadie más lo haría.

Rara vez existen problemas de manera aislada. Al igual que no se puede entrar y arrancar un tumor porque está conectado con el cuerpo más amplio que reaccionan mal a una intrusión contundente, la eliminación de la figura decorativa principal no impedirá necesariamente acontecimientos que fueron tanto un producto de la más amplia contexto socio- político. Así que si lo probamos...

La teoría del caos

Ahí está el ejemplo muy citado del efecto mariposa, es decir, cambios muy pequeños en un sistema muy complejo pueden tener efectos muy grandes. Usted puede criticar a Hitler por muchas razones válidas, pero una cosa que no estaba era "insignificante ", y si lo fuera, no habría ningún deseo de asesinarlo. Así que incluso si usted tuvo éxito, dado el impacto que tuvo en tantas vidas, que te altera drásticamente el futuro / presente, incluso si se filtró a cabo para ser " mejor" sin Hitler.

Diga quien lo reemplazó fue ineficaz y la guerra terminó con la menor pérdida de vidas y destrucción. En esta línea de tiempo, tal vez no científicos de cohetes alemanes terminaron en los EE.UU.. El programa espacial pierde algunas de sus mejores mentes, y ocurre más lentamente (o no?) La carrera espacial se tradujo en una cantidad impresionante de los avances científicos y la tecnología de spin-off, una hebra de que finalmente llevó a viajar en el tiempo. Ahora que usted ha cambiado las cosas, viajes en el tiempo no se inventó en su vida, así que o se desvanecen y todo se deshace, o con su máquina del tiempo hace. Así que ahora usted está varado en tiempo de guerra de Berlín. Y sólo has matado el amado líder de una de las más poderosas maquinarias militares de la historia.

Buena suerte con eso.

Referencia cultural

Esto puede parecer un tema menor, pero no es prudente descartar cómo Hitler y sus acciones dieron forma a la sociedad de aquellos que se le oponían. Los nazis se consideran casi unánimemente haber sido los "chicos malos". El fenómeno de la ley de Godwin subraya el reflejo cultural de nazis = malos y equivocados. Cualquier persona que esté de acuerdo con ellos en los momentos actuales es (con razón) condenado en masa. Sin este ejemplo descarnado y horrible de cómo el prejuicio y el fascismo puede conducir a atrocidades, serían cosas tales como ser vilipendiados como lo son hoy? La existencia de Hitler probablemente sirvió para unir a sus enemigos a nivel social, que tiene ramificaciones considerables.

Y no pasemos por alto las consecuencias de la guerra que dio lugar a cambios importantes en términos de igualdad y similares en la sociedad en su conjunto. Esto no quiere decir que estas cosas no sucederían de todos modos, pero es probable que ocurrieron mucho más rápido debido a la presencia de Hitler. Es imposible decir cuántos pueden haber sufrido y muerto en los últimos años, si la gente no se habían unido para luchar contra Hitler. ¿Es esto algo que usted corre el riesgo de cambiar?

Hitler perdió

Esto se pasa por alto con sorprendente frecuencia, por lo que vale la pena repetirlo: Hitler no ganó. Lo que usted piensa en el presente, no vivimos en algún páramo sombrío dominado por un Reich global. Debido a Hitler y sus ejércitos perdieron. A pesar de que fue una victoria costosa, aún era técnicamente una victoria, así que ¿por qué arriesgarse a volver y de interferir con un resultado usted a favor? Y sin duda, se debió a la incompetencia de Hitler como un estratega que la guerra filtró a cabo de la manera que lo hizo.

En cierto modo, Hitler tenía la combinación perfecta de la unidad, el carisma, la maldad y la incompetencia de unir al mundo contra él y asegurarse de que sus fuerzas perdieron. Es una combinación tan poco probable de los factores que la única manera de hacer consciente que esto suceda sería ir atrás en el tiempo y eliminar cualquier otra persona que pueda tener...

... Oh. Oh querida.

Dean Burnett promete que él no es un nazi viajando en el tiempo. Pero entonces, él diría eso, ¿no es así? Mantenga un ojo en él en Twitter, @ garwboy

martes, 25 de marzo de 2014

Recordando el rol social del "viejo" ejército


Sobre el “viejo” Ejército
Por María Lilia Genta

Me tocó deambular por distintas unidades y barrios militares allá por los años de la Revolución Argentina. Nadie más austero y parco que el “dictador” Onganía. ¿Sería por eso que todo se hacía sin grandilocuencias ni la menor ostentación?

El Regimiento 4 de Caballería (con asiento en San Martín de los Andes) prestaba sus instalaciones al Ministerio de Educación: dos enormes habitaciones para que funcionara allí una escuela de frontera. El único inconveniente para nosotras, las maestras (dos para todos los grados) era que la banda ensayaba allí cerca, tan cerca que sus sones atronaban las aulas.

Allí, en esa escuelita, enmarcada por el bellísimo paisaje, conocí la pobreza. La pobreza total, sin apelaciones.

Venían los chicos bajando por las laderas, vestidos con andrajos, sin abrigo, sin calzado. Las piernitas crecían curvadas hacia afuera -signo evidente de la desnutrición desde el nacimiento-; niños casi sin lenguaje, un poco por el ambiente de sus hogares y mucho más por los efectos de la desnutrición sobre el cerebro.

En Buenos Aires, en la escuela de una “villa”, había conocido la miseria que es cosa muy distinta de la pobreza. En esa “villa” del conurbano bonaerense se comía y los chicos iban a la escuela parroquial, también a la “academia” donde aprendían a robar, y al “rancho de los maricas” donde les enseñaban a prostituirse. Pero comían y, colgados de la electricidad, se calentaban con buenas estufas (mejor no averiguar de dónde venían esas estufas). Esa era la miseria. No había droga por esos años. Ella vendría después.

Pero volvamos a la pobreza, la de esos chicos, hijos de los “chilotes” explotados en los aserraderos cuyos dueños eran, en algunos casos, izquierdistas de salón dados a cantar las canciones “de protesta” de Violeta Parra… Pues bien, esa pobreza sólo la paliaba, en la medida que podía, el “viejo” Ejército. En el primer recreo, en aquella mi escuelita de frontera, aparecían los soldados portando la “morocha” (la gloriosa olla de los cuarteles) con mate cocido azucarado y pan. Al mediodía, después de las clases, volvía con el rancho de tropa que contenía todas las proteínas habidas y por haber.

Les llenábamos los “platos” (la mayoría simples tapas de hojalata) todas las veces que querían, y lo que sobraba lo llevaban a la casa, en latas con manija de alambre, y seguramente lo comerían los hermanitos.

En la enfermería del cuartel les solucionaban los problemas de salud agudos (los crónicos venían de lejos y escapaban a las posibilidades de aquel más que modesto centro médico). Aparte de los chicos, en esa enfermería se internaban los marginados, los pobres de toda clase, sin obras sociales, dejados de la mano de un Estado ausente, habitantes de todas las “periferias existenciales”: es que ese lugar de ensueño que era y es San Martín de los Andes carecía por aquellos años de un hospital.

También el Ejército ayudaba a los chiquitos de la guardería que funcionaba en la parroquia sin fijarse mucho en que el párroco era un tercermundista cabal como correspondía a todos los curas (o casi) de aquella diócesis gobernada por monseñor De Nevares. Los que no entraban por la “teología de la liberación” tenían que irse de la diócesis.

Así actuaba el “viejo” Ejército. Claro, faltaban en aquella “acción civil”, como le decían entonces, las musas inspiradoras Hebe Bonafini y Estela Carloto, y el codo a codo con el “Cuervo” Larroque y los chicos de La Cámpora.

Esto lo aporta ahora el “nuevo” Ejército de Milani, que con tanta alharaca y apoyo mediático limpia un terrenito de poca monta en Florencio Varela.

María Lilia Genta es hija del profesor Jordán B. Genta, asesinado por el ERP en 1974.

La Nueva

lunes, 24 de marzo de 2014

Un panorama sofocante de terrorismo para el 24/3/76

Lo que no se dice del 24 de marzo 
Por Agustín Laje

Prensa Popular



El relato kirchnerista sobre lo sucedido en la década del ’70 debe revisarse en pos de la verdad histórica, iluminando aquellos aspectos esenciales de nuestro pasado reciente que han sido oscurecidos por un proyecto de “memoria colectiva” que, hay que decirlo, guarda en sus raíces fuertes determinantes políticos e ideológicos con los que hay que barrer.

No se trata, es dable aclarar, de volver a la interpretación alfonsinista que fuera bautizada como “la teoría de los dos demonios”, que despojó de responsabilidades a la sociedad civil y política. Pero tampoco es cuestión de reducir aún más la complejidad de la historia a una explicación de “demonio único”, que necesariamente vuelve inaprensibles los procesos históricos y diluye diversas responsabilidades, tal como se ha estructurado el relato kirchnerista de los ’70.
Hoy suena políticamente incorrecto recordar que durante los gobiernos democráticos que fueron de mayo de 1973 a marzo de 1976 operaron en la Argentina organizaciones guerrilleras que –bautizados sus miembros como “jóvenes idealistas” por el relato– se propusieron derrocar la democracia para imponer una tiranía marxista. Los documentos de la época son al respecto contundentes. La revista Estrella Roja de marzo de 1973, órgano de prensa del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), sentenciaba: “Las elecciones [que le dieron el triunfo a Cámpora] sólo fueron un episodio insignificante, y nos anuncia ya la necesidad de estar listos para un desarrollo aún mayor de la guerra, en otro nivel superior al actual”. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), pocos meses después integradas a Montoneros tras el asesinato de José Rucci, dirían ese mismo mes en la revista Militancia que “nuestra estrategia sigue siendo la guerra integral”. El máximo líder de Montoneros, Mario Firmenich, le responderá en septiembre de 1973 a un periodista que le preguntó si su organización dejaría los fusiles tras el retorno democrático: “De ninguna manera. El poder político brota de la boca del fusil”. En septiembre de 1974 Montoneros pasaría nuevamente a la clandestinidad, desde la cual embestiría contra el gobierno peronista de María Estela Martínez de Perón. En tanto, el ERP se asentará en la selva tucumana para practicar “foquismo” al estilo cubano.
El accionar de estas organizaciones ha quedado registrado en los medios de prensa de la época. El diario La Opinión del 23 de marzo de 1976, dirigido por Jacobo Timerman (padre de nuestro actual canciller), efectuó un recuento de los muertos producidos por los grupos armados: “El terrorismo ha causado 1358 muertos desde el 25 de mayo de 1973”. Cuatro días antes había titulado su tapa: “Un muerto cada cinco horas, una bomba cada tres”. El vespertino La Tarde, dirigido por Héctor Timerman, el 22 de marzo sentenciaba: “Un récord que duele: cada 5 horas, asesinan a un argentino”. Muchos años después, tras el Juicio a las Juntas Militares, conoceremos que el total de atentados y acciones armadas perpetradas por estas organizaciones terroristas fue de 21.664 entre 1969 y 1979, lo que promedia casi cinco operaciones guerrilleras por día.
Hay algo verdaderamente irónico de esta historia que ha quedado borrado de la llamada “memoria colectiva”: Montoneros y ERP, en su afán por llegar a una fase de “guerra abierta” contra las Fuerzas Armadas, instigaron y presionaron para que éstas tomasen el gobierno. Eran los tiempos del “cuanto peor, mejor”.
El ERP, desde Estrella Roja (16/2/76), lo explicaba así: “La concreción del golpe militar producirá un cambio en el desarrollo de la lucha revolucionaria de nuestra Patria. Será el inicio de la guerra civil abierta. […] La aventura golpista del enemigo significará la derrota del enemigo”. La ex montonera Adriana Robles, en su libro Perejiles, ha contado que “tras el golpe que se anunciaba se esperaba el inicio de algo que pensábamos como un cambio político favorable a nuestros objetivos”. ¡Vaya ironía histórica!
Dentro de los esfuerzos por oscurecer esta parte de la historia, el relato setentista ha borrado otro dato fundamental: la represión ilegal no comenzó el 24 de marzo de 1976, sino mucho tiempo antes, desde los tiempos de la organización paraestatal conocida como Triple A. Ocurre que reconocer tal cosa obliga a extender las responsabilidades a la clase política de la época, algo que contrariaría la doctrina del “demonio único”.
Los desaparecidos anteriores al 24 de marzo contabilizados por la CONADEP (Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas) ascienden a 900 casos. El jerarca guerrillero Enrique Gorriarán Merlo afirma al respecto en sus Memorias que “las técnicas represivas de ese gobierno [peronista] surgido de elecciones fueron (aunque parezca difícil de creerlo) más feroces que las instrumentadas por el gobierno de facto de Onganía, Levingston y Lanusse”. Julio Santucho, hermano del jefe máximo del ERP, expresará, en idéntico sentido, que “en un solo año de gobierno popular, nuestro pueblo tuvo más muertos que en siete años de dictadura militar (…) la represión actuada por el gobierno peronista fue diez veces mayor que la de la Revolución Argentina proclamada por el general Onganía”.
Paradójicamente, hoy parece ser políticamente incorrecto traer a la memoria los decretos 261 y 2.772 del Poder Ejecutivo del año 1975, que ordenaban a las Fuerzas Armadas “ejecutar las operaciones militares que sean necesarias a efectos de neutralizar y/o aniquilar el accionar de los elementos subversivos” primero en Tucumán y luego en toda la República. Vale preguntarse: ¿A quién pretende encubrir el relato setentista?
Se cumplen 38 años del 24 de marzo de 1976. Urge completar la narración de una historia que, en virtud de intereses políticos, ideológicos y económicos, ha quedado incompleta y, por lo tanto, absolutamente deformada.
(*) Miembro del Centro de Estudios Libertad y Responsabilidad. Autor del libro Los mitos setentistas y del libro Cuando el relato es una farsa.
agustin_laje@hotmail.com | @agustinlaje | https://www.facebook.com/agustinlajearrigoni

domingo, 23 de marzo de 2014

Independencia Española: Batalla de Fuengirola



Batalla de Fuengirola

La Batalla de Fuengirola tuvo lugar los días 14 y 15 de octubre de 1810 en el marco de la Guerra de Independencia Española.


Fecha14 y 15 de octubre de 1810
LugarFuengirola, costa occidental (a 29 km de Málaga).
ResultadoVictoria franco-polaca
Beligerantes
Bandera del Reino Unido Reino Unido
Bandera de España España
Bandera de Francia Imperio Francés
Bandera de Polonia Ducado de Varsovia
Comandantes
Bandera del Reino Unido Andrew Thomas BlayneyBandera de Polonia Franciszek Młokosiewicz
Fuerzas en combate
Fuerzas aliadas
• 1.200 británicos
• 640 españoles
• 500 desertores napoleónicos
marineros
Ejército Imperial
• 410 polacos (incluidos 33 de la guarnición de Mijas)
• 30 franceses


Desarrollo de las operaciones

La expedición hispano-británica al mando de Sir Andrew Thomas Blayney, XI Lord Blayney, constituyó uno de los más importantes intentos por liberar Málaga de la ocupación napoleónica. Sin embargo, una pequeña guarnición de soldados polacos al servicio del Ejército francés de Napoleón Bonaparte, destinados en la fortaleza medieval de Fuengirola, logró contenerla, tras apresar a Lord Blayney durante la batalla (estuvo tres años prisionero en Francia).
Uno de los motivos que indujo a los defensores del 4º Regimiento del Gran Ducado de Varsovia a realizar incursiones entre las filas de las fuerzas que asediaban el castillo, era que debido al enorme polvorín que concentraba la fortificación, entre munición y pólvora, los defensores temían que fuese blanco de la artillería enemiga y muy probablemente fortaleza y defensores hubiesen sido aniquilados, (de ahí que dispusieran de material suficiente como para que la torre suroeste y parte de los muros adyacentes (S y O) de la fortaleza volaran por los aires cuando las tropas napoleónicas abandonaron posteriormente el castillo).
La noche del primer día de asedío la guarnición del castillo se vio reforzada por 33 soldados polacos, procedentes de la guarnición de Mijas, al mando del teniente Eustachy Chełmicki que fue quien dirigió aquellas incursiones, de cuyo resultado se produjo la captura, a las tropas británicas, de piezas completas de artillería y otros elementos también de artillería, neutralizando así buena parte de baterías de tierra que no pudieron ser utilizadas por los sitiadores, además de la captura del comandante británico Lord Blayney.
Al inicio de la batalla el castillo solo contaba con tres o cuatro piezas de artillería. Esta derrota del ejército hispano-británico estuvo condicionada, en parte, por la mala coordinación de las tropas de asalto y de desembarco con la armada británica situada frente a la costa, quienes disponían de superioridad numérica de artillería naval y mayor capacidad de fuego. Curiosamente tanto británicos, al desistir de la toma del castillo, como polacos cuando, por el desarrollo de la guerra, se vieron obligados a abandonarlo, ambos lo hicieron por mar. El primer día de la batalla se produjo en condiciones de lluvía intensa. La torre volada junto a los muros destruidos jamás se reconstruyeron. Con posterioridad los extremos de los muros que permanecieron en pie fueron unidos por la construcción de otro más endeble que actualmente se conserva, orientado hacia SO, conocido como " muro de aspilleras".

Wikipedia

sábado, 22 de marzo de 2014

Una carta de 1800 años: "Desesperado por saber de su familia"


Descifran una carta que escribió un soldado egipcio hace 1.800 años
EUROPA PRESS / MADRID - ABC


Fragmento de la carta que escribió un soldado egipcio hace 1.800 años (UNIVERSITY OF CALIFORNIA BERKELEY)

Fue encontrada hace más de un siglo junto a otros papiros en el exterior de un templo de la ciudad egipcia de Tebtunis

Científicos de la Universidad de California Berkeley han descifrado el contenido de una carta que data de hace 1.800 años y que fue escrita por un soldado egipcio que se muestra desesperado por volver a casa con su familia.

La misiva está escrita principalmente en griego. El remitente es Aurelio Polion que, según han señalado los expertos, probablemente servía como voluntario en una legión romana en Europa.

En el texto Polion le dice a su familia -madre, hermana y hermano- que está «desesperado por saber de ellos» y que va a pedir permiso para hacer el largo viaje a casa para verlos.

«Rezo noche y día para que usted tenga buena salud y siempre hago una reverencia ante los dioses en su nombre para su bienestar», se puede leer en la carta, en la que añade: «estoy preocupado por ti porque, a pesar de que has recibido cartas mías a menudo, nunca me has escrito de nuevo para que yo pueda saber cómo».

El resto de la frase no ha sobrevivido. Además, el dorso de la carta contiene instrucciones para el transportista para que le entregue la misiva a un veterano militar, cuyo nombre puede haber sido Acucio León, encargado de enviarla a su familia.

La carta fue encontrada, hace más de un siglo, fuera de un templo en la ciudad egipcia de Tebtunis por una expedición arqueológica dirigida por Bernard Grenfell y Arthur Hunt. En el lugar se encontraron también numerosos papiros y, hasta ahora, quedaban muchos por traducir.

El autor del trabajo, Grant Adamson, ha señalado que no está seguro de que la familia respondiera a Polion, pero parece que su mensaje sí fue entregado a sus familiares. «La carta menciona direcciones y lugares egipcios y se encontró en un templo egipcio del periodo romano, situado no muy lejos del río Nilo», ha indicado.

El estudio, que ha sido publicado en 'American Society of Papyrologists', precisa que Polion, que vivió en una época en que el Imperio Romano controló Egipto, fue parte de la legión II Adiutrix situada en Panonia Inferior (alrededor de lo que hoy es Hungría). «Creo que él salió de su país sin saber dónde iba a ser asignado», ha explicado el autor.

viernes, 21 de marzo de 2014

Lago del Desierto: Pictorial del enfrentamiento


Incidente de Lago del Desierto (1965)

Este incidente fronterizo fue provocado por la incursión de carabineros chilenos en un lago reconocido hasta ese momento como territorio argentino. Si bien las autoridades chilenas unos años antes había modificado la cartografía para ubicarlo dentro de su territorio, la incursión de los carabineros fue un acto de provocación esperando la inacción del lado argentino. El incidente quedó reflejado en una entrada anterior del blog (haga clic aquí). La reacción de la Gendamería argentina fue arrestar a los carabineros y cuando hubo resistencia se abrió fuego sobre uno de ellos. El resto de la policía uniformada fue derivada a su país. El territorio siguió siendo reclamado como chileno, de manera porfiada, hasta que un fallo arbitral en los 90s lo demarcó como definitivamente territorio argentino.


Se saca el mástil y la bandera de Chile


Portada de la Revista Gente, El Carabinero Chileno Merino es abatido en el enfrentamiento...los chilenos tuvieron un fallecido y heridos.
No hay ninguna intención de morbo en la foto, no colocamos mas fotos de Merino fallecido por respeto, esta es la tapa de una Revista de libre circulación como lo era y es GENTE.


Diarios chilenos 

Chilenos prisioneros en Río Gallegos

Sacando el cartel que colocarón los Carabineros marcando a la Argentina como territorio chileno

Nuestros Gendarmes llevan su Trofeo de Guerra.

La prensa chilena hasta hizo historietas y comics para tratar de elevar la moral del país.

Después de la batalla...los carabineros mirán desde lejos.

El sargento segundo de carabineros Miguel Manríquez Contreras fue herido por los gendarmes argentinos en Lago del Desierto, y en esta fotografía es atendido mientras se recupera en un recinto hospitalario.

Un Gendarme agachado revisa el cuerpo del carabinero chileno Hernán Merino abatido en territorio argentino


Gendarmes argentinos custodian a los prisioneros

Los carabineros son llevados prisioneros... el cabo Menares y Mayor Torres

Efectivos de la GN se movilizan rápidamente neutralizando a los Carabineros de Chile

jueves, 20 de marzo de 2014

Mujeres hombres en la Guerra de Secesión y el British Army

Mujeres irlandesas que vivieron como hombres en la Guerra Civil de los EE.UU. y el Ejército británico
Sheila Langan


Dr. James Barry (Margaret Ann Bulkley) y Albert Cashier (Jennie Hodgers). Foto: Wikimedia Commons / Servicio de Parques Nacionales

Nadie sabe cuántas mujeres vivían como hombres a lo largo de la historia, ya sea por preferencia o simplemente para sobrevivir. Sólo las historias de aquellos que se revelaban, como reportero de guerra Dorothy Lawrence, o los que se descubrió en la vida o en la muerte, como el músico de jazz Billy Tipton, son recordados.

Dos de los más famosos y bien documentados de mujeres que vivieron como hombres eran irlandeses.

Jennie Hodgers / Albert Cashier

Jennie Hodgers, una héroe de la Guerra Civil estadounidense, nació en Clougherhead, Condado de Louth (Irlanda) en 1843 y emigró a los EE.UU. cuando era niña. No se sabe mucho acerca de sus primeros años, pero se piensa que ella comenzó a vestirse como un hombre mucho antes de que comenzara la guerra. El 06 de agosto de 1862 se alistó en el 95to Infantería de Illinois bajo el nombre de Albert Cashier.

Ella no era la única. Las estimaciones dicen que al menos 400 mujeres soldados lucharon en los dos lados del conflicto - algunas luchando por patriotismo, algunas para estar con sus maridos o hermanos, otros para ganar un ingreso estable y, si sobrevivían, una pensión. Incluso muchos optaron por los peligros del campo de batalla y la posibilidad de ser descubierto a través de las pocas opciones disponibles para las mujeres pobres y solteras en el momento de que habla tenían.

En un momento en que muchos chicos jóvenes mintieron sobre su edad para poder unirse, hubiera sido fácil escribir de pequeña estatura Hodgers y la cara lisa de la juventud. De hecho, no hay ningún registro de que los compañeros de Cashier siquiera cuestionar su sexo. Por todas las cuentas, Cashier destacó como un soldado, sirviendo directamente hasta el 17 de agosto de 1865 y participando en más de 40 batallas y escaramuzas.

Un reciente post acerca de Cashier en el blog Disunion del New York Times informa que cuando fue capturado en Vicksburg logró escapar por el robo de la pistola del guardia y dejando atrás los soldados que la perseguían. En una batalla más tarde, a ella le abrió el fuego enemigo sólo de subir a un árbol y volver a colocar la bandera de su compañía, que había sido capturada.

Después de la guerra, Hodgers continuó viviendo como Cashier por cerca de 50 años, estableciéndose en la ciudad de Saunemin, IL. Incapaz de leer o escribir, como un hombre fue capaz de asegurar una variedad de trabajos, incluyendo obrero agrícola, manitas, y, más tarde, el chófer de la Senadora Estatal Ira Lish. Mientras estaba bajo empleo de Lish, que fue golpeada por un coche, hiriendo gravemente su pierna. El médico que la trató descubrió su secreto, pero estuvo de acuerdo en mantener su seguridad.

En 1911 vivía en el Hogar de Soldados y Marineros en Quincy, IL, donde, según algunas versiones, algunos miembros del personal sabían de su sexo, pero lo mantuvieron en secreto. Sufriendo de demencia, en 1913 fue trasladada al Hospital Estatal Watertown para enfermos mentales, donde los asistentes descubrieron que era una mujer cuando intentaron bañarla. Esta vez, la historia fue filtrada a la prensa, que tuvo un gran - y en muchos casos de admiración - interés.

Después de medio siglo de vida como hombre, Cashier se vio obligado a usar un vestido de los años finales de su vida, lo que probablemente dañó aún más su condición mental.

Después de su muerte el 11 de octubre de 1915 fue enterrada en su uniforme de la guerra civil y bajo una lápida que decía "Albert DJ Cashier, Co. T 95Ill . Inf".

Margaret Anne Bulkley / Dr. James Barry

El Dr. James Barry era un cirujano militar estimada en el ejército británico, llegó a alcanzar el rango de Inspector General de los hospitales militares. Entre sus muchos logros fueron la mejora de las condiciones de los soldados heridos y la primera operación cesárea en África que vio la supervivencia de la madre y el bebé.

A su muerte en 1865, se descubrió que el Dr. Barry era en realidad una mujer - la primera mujer en las Islas Británicas en calificar como un médico.

Dr. Barry nació Margaret Ann Bulkley en Irlanda alrededor de 1790, el segundo hijo de Jeremías y Mary-Ann Bulkley, hermana del famoso pintor irlandés James Barry.

Con su padre en la cárcel y su más viejo hermano distanciado, Margaret y su madre fueron abandonadas a su suerte. Una serie de correspondencias con el abogado de la familia han llevado a los historiadores a concluir que en 1809 Margaret se disfrazó como un niño, asumió el nombre de James Barry, y se embarcó con su madre a Escocia, donde se matriculó en la facultad de medicina de la Universidad de Edimburgo. Ella vivió como un hombre a partir de entonces.

Barry calificó como un MD (Medical Doctor) en 1812 y se trasladó a Londres, donde continuó sus estudios. En 1813, ella tomó el examen para el Real Colegio de Cirujanos de Inglaterra y se clasificó como ayudante de regimiento, ocupando cargos en el Chelsea y Plymouth, y luego la India y Sudáfrica.

Otras promociones tomarían Barry en todo el mundo: a Mauricio, Trinidad y Tobago, Malta, Corfú, las Indias Occidentales, Jamaica y Canadá.

A lo largo de estos anuncios, Barry fue conocida por su dedicación a mejorar tanto las condiciones hospitalarias para las mujeres, los niños, los soldados y los pobres que vivían con ellos. Al mismo tiempo, ella también fue conocida por su tendencia a poner los pelos de punta de la política local y por sus desacuerdos con algunas figuras decorativas en Inglaterra. Una carta de la famosa enfermera Florence Nightingale relata una disputa desagradable con "el médico".

Dr. Barry se retiró - según los informes en contra de sus deseos - en 1864. El siguiente mes de julio, murió de disentería. Sophia Bishop, la asistenta que cuidaba su cuerpo, hizo que el sexo del Dr. Barry fuese conocido públicamente.

Barry fue enterrado en el cementerio de Kensal Green bajo el nombre de James Barry, y con pleno rango.

Tras el descubrimiento del sexo de Barry, el ejército británico selló todos los registros relativos a ella durante 100 años.

Irish Central