martes, 4 de abril de 2017

Pueblos originarios: Los araucanos, quiénes carajo son?

¿Quiénes son los mapuches?
Quiere decir gente de la tierra. Si se usa como símbolo es correcto

Rolando Hanglin - LA NACION

¿Quiénes son los mapuches? ¿Qué diferencia hay entre los mapuches, los tehuelches y los ranqueles? ¿Es cierto que los mapuches fueron pobladores originarios del territorio argentino, y por lo tanto deberíamos devolverles sus tierras, así como los ingleses deberían devolvernos las Malvinas?

Intentaremos responder a estas preguntas con un vistazo rápido al pensamiento de Rodolfo Casamiquela, antropólogo y paleontólogo argentino nacido en Ingeniero Jacobacci (Río Negro, 1932) y fallecido en 2008. Es célebre por su descubrimiento del Pisanosaurus Mertii y sus estudios sobre antropología de La Pampa y la Patagonia.


"Los pueblos originarios: el poblamiento indígena de la Patagonia es todavía tan impreciso como la propia región. Hoy no queda un solo tehuelche puro: la lengua tehuelche del norte se extinguió en 1960 y queda una decena de hablantes de la lengua sureña. Unos 250.000 parlantes de araucano en Chile y 20.000 en la Argentina, seguramente todos ellos mestizos de blanco e indio.

"¿Es cierto que los mapuches fueron pobladores originarios del territorio argentino, y por lo tanto deberíamos devolverles sus tierras? "

"Los tehuelches como unidad somática mostraban rasgos de alta estatura y gran corpulencia -que precisamente alimentaron el mito de los "gigantes patagones"- más la morfología y robustez del cráneo, dolicocéfalo: o sea alargado, como en todos los biotipos antiguos de América. Con ellos, los antropólogos físicos clásicos distinguieron la ´raza Patagónica o Pámpida'".

Casamiquela, frecuentemente escrachado por activistas mapuches, afirma que ellos no tienen interés en la cultura indigenista, sino que son más bien "piqueteros". Siempre luchó por salvar del olvido la lengua del pueblo tehuelche. Esto le preocupaba más que los escraches. "Si se definen como mapuches, son chilenos, y si son chilenos, no tienen derecho sobre la tierra argentina".

"Empecé a estudiar esto a los 14 años. Me fui a Buenos Aires y un día, en la Biblioteca Nacional, empecé a leer mapuche, sin saber que en mi pueblo (Ingeniero Jacobacci) la mitad de los chicos hablaba esa lengua, porque entonces ellos ocultaban su origen. Ni los maestros lo sabían. Entonces, cuando volví, fue una grata sorpresa descubrir que los peones que enfardaban la lana en una casa comercial, donde trabajaba mi padre, eran de origen indígena. Con ellos pasé un verano fantástico, porque empecé a anotar las primeras cosas sobre su idioma. A los 16 años, siempre acompañado por los indígenas, ya estaba haciendo el primer museo referido a su historia.

"He conocido a cientos de indígenas y a todos los hablantes de tehuelche de la Patagonia. Aprendí que primero vino el mundo tehuelche paleolítico, muy antiguo. Los antepasados de sus antepasados se remontan a 10 mil ó 12 mil años y evolucionaron en la Patagonia. Mucho después de la llegada de los españoles, alrededor del 1600, el caballo permite que los tehuelches copen todo el ámbito pampeano y Neuquén. Al mismo tiempo empieza la mapuchización. Existen grandes diferencias entre unos y otros.

"Los gigantes patagones no son una fantasía, sino los tehuelches reales, que alcanzaban casi los dos metros de altura y una corpulencia de 150 kilos, de tez oscura y ojos asiáticos, que vivían de la caza y se vestían con pieles. Los araucanos o mapuches, en cambio, son una gente de raza mediana, cultivadores al modo andino, que tenían casas de madera y paja y trabajaban en forma maravillosa el tejido y la platería; ellos tenían una trayectoria cultural superior, que los tehuelches imitaron.

"Siempre luchó por salvar del olvido la lengua del pueblo tehuelche "

"Con la llegada de la religión y la onomástica se va produciendo una transformación en la lengua. Los caciques tehuelches, en el norte de la Patagonia, empezaron a hablar mapuche. Pero las mujeres siguieron hablando tehuelche. Incluso algunas familias saltaron del tehuelche al castellano, sin pasar por el mapuche. Hubo un sincretismo religioso y lo tehuelche se mapuchizó. Pero el mapuche, como pueblo. estaba del otro lado de la Cordillera: en Chile.

"Hoy hay descendientes vivos de grandes caciques tehuelches. Sólo son algunas familias, los otros son descendientes de mapuches. Los Catriel, los Cual, los Curiñanco. Los Ñanco, por ejemplo, son descendientes de Sacamata, uno de los caciques más serios del norte de la Patagonia, nacido entre 1870 y 1880. Uno de mis maestros fue quien salvó la lengua tehuelche, ya que era el último que la hablaba. Se llamaba José María Cual, que en tehuelche quiere decir cuello. Él murió en 1960, a los 90 años. Cuando lo conocí, yo era un muchacho y él estaba ciego. Durante muchos años nos dedicamos a la lengua tehuelche y por él quiero rendirle el mayor homenaje a este pueblo, descendiente de los habitantes más antiguos de América.

"Un día juré rendir tributo a esta nación única, salvando lo que se pudiera. Estoy solo en esto. Los descendientes no estudian a sus antepasados, porque eso significaría leer a los blancos y hay una especie de rechazo, una negación, que es como hacerse trampa en el solitario de la vida. No se puede avanzar. Entonces soy un maestro ciruela, vale decir un científico, que dice la historia como la cuenta la antropología. No hago concesiones de tipo demagógico. Por ello, si digo que acá no había ningún mapuche en 1865 y que recién llegaron en 1890, digo lo que es la historia, no lo invento. Sólo que otros callan. Entonces soy el malo.

"Pero los que me escrachan no son indigenistas en el sentido cultural, sino piqueteros. Son políticos.

"Todo esto es un pretexto. Hay que pensar qué buscan. Si se definen como mapuches son chilenos, y si son chilenos no tienen derecho sobre la tierra de la Argentina. Esta es la clave. Entonces, como yo explico que son chilenos, vengo a ser el enemigo. Cualquier chileno sabe que los mapuches son de Chile. Los líderes también lo saben. La juventud, no. El 99 por ciento de los que se definen como mapuches son, en realidad, de origen tehuelche. Pero se han dado muchas confusiones por la lengua o el apellido. Así se va perdiendo la identidad.

"Ocurre que la palabra mapuche es muy atractiva. Quiere decir gente de la tierra. Si se usa como símbolo es correcto. Yo también soy gente de la tierra. En 1960, como un homenaje, el Primer Congreso del Área Araucana Argentina propuso que a los araucanos se les dijera mapuches, como en Chile.

"El abuelo era tehuelche puro, pero el nieto es mapuche. Entonces, la Patagonia perdió su identidad "

"¿Pueblos originarios? En 1816 no había mapuches en Argentina. Los primeros se radican en la Pampa en 1820. En 1890, al sur del Limay y el Negro, los primeros pobladores de origen chileno fueron los mapuches y los chilotes. Hay que distinguir muy sutilmente en todo este asunto.

"La pérdida de identidad es terrible. Los nietos de mis maestros, que sabían lo que eran, hoy se creen todos mapuches. Es decir, el abuelo era tehuelche puro, pero el nieto es mapuche. Entonces, la Patagonia perdió su identidad. Esta es tierra de aluviones, porque todos los días llega gente desde otros lugares".

Las afirmaciones de Casamiquela han sido simplificadas para su mejor comprensión. Pero así pensó hasta el fin. El toldo portátil -acotamos- es una creación del nomadismo plasmada por la fusión de mapuches y tehuelches. Otras denominaciones históricas como pampas o serranos corresponden a una localización geográfica. Por lo demás, los tehuelches no llamaban así a su propia etnia, sino gunnuna-kena o aoniken: el nombre que le daban los araucanos quedó en la historia, como aquello de "puel-ches". Gente del Este...¡Vista desde Chile!

Fuentes: El Chubut / Azkintuwe Noticias/ Los Mastuatos."Patagonie, une tempete imaginaire".

lunes, 3 de abril de 2017

Gregor McGregor, el escocés que vendió Poyais dos veces un país latinoaméricano inexistente

El hombre que le vendió a Europa un país latinoamericano que no existe…y lo hizo dos veces
El escocés Gregor McGregor, que participó en la Guerra de Independencia de Venezuela, logró realizar una estafa sin parangón a escala mundial
iProfesional




El escocés Gregor McGregor, que participó en la Guerra de Independencia de Venezuela, logró realizar una estafa sin parangón a escala mundial.

"Una nación próspera con enormes cantidades de oro y tierra increíblemente fértil" así describía su dominio Gregor I, príncipe de Poyais y cacique del pueblo Poyais… Si bien, la realidad es que nunca existió un país con ese nombre ni había una sola gota de sangre azul en el autor de tales declaraciones, que, en realidad, solo era un soldado escocés llamado Gregor McGregor. Sin embargo, este compatriota del famoso escritor Walter Scott —cuyo libro 'Rob Roy' está dedicado al clan McGregor— logró realizar una estafa increíblemente sofisticada.

MacGregor nació en Edimburgo en 1786. En 1803 se unió a la Armada Británica y acabó casándose con Maria Bowater, hija de un almirante británico. Sin embargo, a la muerte de Maria, en 1811, Gregor decidió dar un nuevo giro a su vida y se dirigió a Venezuela –donde ya había estallado la Guerra de Independencia– para convertirse en un soldado por la libertad.

Como miembro de las fuerzas revolucionarias, McGregor obtuvo el título de general de Brigada e incluso se casó con Josefa Aristeguieta, prima del legendario Simón Bolívar, uniéndose a las tropas de Bolívar tras caída de la Primera República. Poco después, en 1820, llegó a la así llamada Costa de Mosquitos, un área histórica cuya mayor parte se localiza al este de Nicaragua y que también abarca una parte en Honduras.

Ese mismo año, al regresar a Escocia, McGregor empezó a referirse a sí mismo como príncipe de Poyais y cacique del pueblo de Poyais, un país que describía como grande, próspero y rico en recursos naturales. Para confirmar que existía dicho país, dibujó un mapa del territorio, publicó un dibujo e incluso un libro con nombres ficticios. Para Escocia, país que no tenía colonias y cuyos habitantes en aquel entonces no sabían mucho de la geografía de América Latina, las declaraciones de Gregor llamaban mucho la atención.

Aqui un billete del presunto 'dólar' de Poyais



De hecho, el autoproclamado cacique logró ganar mucho dinero gracias a sus mentiras, vendiendo 'terrenos' del país imaginario. Sin embargo, los colonizadores que salieron para Poyais desde Reino Unido en 1822 se toparon con la cruda realidad, muriendo muchos de ellos y siendo evacuados los restantes un año después. En 1824 la nueva República de Colombia declaró que no existía ningún país con tal nombre, afirmación que acabó con los negocios británicos de McGregor.

Sin embargo, el escocés volvió a las andadas, esta vez en Francia y en 1825 otro grupo de naves salió para el país ficticio. Sin embargo, antes de ser trasmitida la noticia sobre la muerte de estos colonizadores, McGregor entendió que su vida se veía amenazada e intentó esconderse en Londres, donde fue capturado casi instantáneamente.

Según consigna el portal actualidad RT, sus contactos les permitieron salir airoso, después de que el 'líder de Poyais' pusiera rumbo, irónicamente, a América Latina, donde vivió hasta su muerte en 1845.

Más allá de la carga irónica que entraña la historia de la gran estafa de Gregor McGregor, no hay que olvidar que sus intrigas costaron la vida a muchas personas inocentes que habían salido para Poyais en busca de una vida mejor.

domingo, 2 de abril de 2017

2 de Abril: Recuerdos del desembarco

Día D, hora H: el desembarco argentino en Malvinas en primera persona
El capitán de fragata José Luciano Acuña partió de Puerto Belgrano al mando de un buque repleto de tropas y con cinco sobres lacrados. Cuando recibió la orden de abrir uno de ellos, supo que estaba ante un momento histórico para el que se había preparado toda su vida 
Por Fernando Morales - Infobae




En febrero de 1982, el hoy contraalmirante retirado José Luciano Acuña, entonces capitán de fragata, se presentó en la base naval de Puerto Belgrano, a donde había sido destinado a fines de 1981, tras una breve licencia por la muerte de su esposa. A poco de llegar a su nuevo destino, fue asignado como comandante del buque de desembarco de tanques "Cabo San Antonio" y notó que "había una actividad que no era normal para esa altura del año". Las prácticas y preparativos que les eran ordenados alimentaban todo tipo de especulaciones entre los propios marinos.

"A mediados del mes de marzo me mandaron al Golfo San José, al norte de Península de Valdez", cuenta Acuña: embarcó al Batallón de Infantería de Marina N° 2 en el "Cabo San Antonio" y realizaron una serie de operaciones de práctica, que por su precisión ayudaron a alimentar aún más los rumores sobre la proximidad de una operación militar. Sin embargo, como el resto de los comandantes navales de esa época, Acuña no tenía la menor idea de lo que se estaba gestando: "Uno de los méritos que tenía la Operación Rosario es que pudimos guardar tanto secreto que el enemigo no se enteró. Cosa que es dificilísimo ante un servicio de inteligencia tan bueno como el británico", explica. Pero su intuición comenzaba a vislumbrar lo que sería su futuro próximo.

Tras las prácticas en Golfo San José, el "Cabo San Antonio" regresó a Puerto Belgrano y desembarcó los vehículos anfibios y las tropas. Pocos días después, cuando se conoció la orden de volver a embarcar, sumando esta vez a tropas del Ejército, todos avizoraron la proximidad del comienzo de la guerra.

El 28 de marzo fue un día radiante: "un día que da gusto ser marino", recuerda Acuña, quien zarpó con la flota ese mañana aunque todavía sin tener certezas sobre cuál sería su destino final. Antes de partir, el comandante de la flota, el contraalmirante Carlos Büsser, le entregó cinco sobres lacrados con el mandato de esperar órdenes para abrirlos, según se le indicara. Al llegar a bordo, un oficial trató de convencerlo de abrir el primer sobre y ver su contenido, algo que él descartó: "Cuando llegue la orden lo vamos a abrir", respondió.

La orden de abrir el sobre número 5 llegó cuando el "Cabo San Antonio" estaba en el punto donde comienza el canal de acceso a Puerto Belgrano: "En ese momento me enteré que formaba parte del grupo de tareas que iba a recuperar las Islas Malvinas", cuenta el marino. "Yo nunca supuse que iba a tener tanta responsabilidad. Me había estado preparando desde 1954 para esto", añade Acuña, quien al recibir la noticia cayó en la cuenta de que apenas conocía a su tripulación -acababa de ser transferido- y atravesaba el duelo por la repentina muerte de su esposa. "No quería que mis oficiales miraran y vieran a un viudo lloroso", sostiene al recordar cómo debió buscar fuerzas dentro de sí mismo.

El desembarco de los cerca de 400 infantes de Marina y Ejército que se encontraban a bordo quedó programado para "el día D a la hora H". Una vez que supo su destino, Acuña se lo comunicó a la tripulación y comenzó a navegar rumbo a Malvinas, con una trayectoria oblicua: debía evitar que los barcos que navegaban cerca la costa los vieran, pero también a los pesqueros que suelen navegar cerca de la zona de las 200 millas.

El 29 de marzo, el tiempo comenzó a desmejorar: "el 29, el 30 y el 31 soportamos un temporal del suroeste que nunca en mi vida había tenido que afrontar". El buque de desembarco de tropas y tanques Cabo San Antonio tenía portalones que se abren y bajan para permitir el desembarco, pero no muy resistentes a los "golpes de mar". Acuña sabía que "dos buques gemelos habían tenido problemas en un temporal y no habían podido abrir las compuertas", por lo que debió navegar evitando que se dañaran. "En ese temporal me di cuenta que tenía una tripulación muy marinera", explica.


Contraalmirante Carlos Büsser, comandante de las fuerzas de desembarco (Rafael Wollmann)

El día "D" estaba originalmente previsto para el primer día de abril, pero el mal clima retrasó los planes dado que era preciso al menos un día de mar calmo para organizar el desembarco. La ocupación de las Malvinas había sido bautizada inicialmente como "Operación Azul", pero en medio del fuerte temporal el entonces teniente coronel Mohamed Alí Seineldín, embarcado en el Cabo San Antonio, recordó que cuando ocurrieron las invasiones inglesas al Río de la Plata, el general Liniers había enfrentado similares inclemencias, que cesaron cuando invocó a la Virgen del Rosario. Por su sugerencia, el almirante Büsser, jefe de la fuerza de desembarco, rebautizó la operación como "Operación Rosario": el cambio en las condiciones climáticas que posibilitó el inicio de las operaciones el 2 de abril quedó para siempre adjudicado a la intercesión de la Virgen.

Cuando el capitán Acuña dio la orden de alistar a las tropas para el desembarco, notó con sorpresa que no había movimientos en el buque: nadie había dormido en la noche del 1° al 2 de abril y ya todos estaban en sus puestos. Antes del desembarco, el comandante Büsser pronunció una arenga que se transformaría en mítica: instó a sus subordinados a ser duros con el enemigo pero amables con los habitantes, previno a las tropas de asalto acerca de que actuaría con máxima severidad ante delitos como el abuso de autoridad o el pillaje, prohibió el ingreso a las propiedades privadas y exigió el respeto a las mujeres y niños. La dictadura argentina apostaba a una operación "limpia" que no impidiera futuras negociaciones. "El viva la Patria que escuché en ese momento fue como un grito que salía de las entrañas del buque. Nunca me voy a olvidar de eso, cómo me emocioné", explica Acuña.

El "Cabo San Antonio" entró a Puerto Groussac sin radar ni sonda, en medio de la noche, y sólo una vez que recibió la contraseña por parte de los barcos que le daban cobertura. Antes, un grupo de buzos tácticos habían inspeccionado el lugar indicado para el desembarco, tras lo cual llegaron un grupo de comandos anfibios. "Siempre me acuerdo cuando estoy en un semáforo, porque la contraseña era 'luz verde'", recuerda Acuña con nostalgia. A las 6 se abrieron las compuertas y los vehículos anfibios se lanzaron al agua. Con el mar calmo y en la oscuridad de la madrugada malvinense, venciendo al temor natural que inspira la guerra, las tropas pisaron tierra firme e iniciaron la marcha por la turba, esquivando alambrados y obstáculos naturales. Horas después, centenares de soldados argentino tomaban el control de las islas sin producir bajas británicas.

Si bien la resistencia de los Royal Marines fue débil, en esas operaciones se produjo la primera baja argentina: el capitán Pedro Edgardo Giachino avanzaba con algunos de sus hombres sobre la casa del gobernador, que estaba cercada por fuerzas propias, cuando fue alcanzado por balas enemigas.

Treinta y cinco años después, Acuña recuerda aquellos días del desembarco y reflexiona: "La parte táctica estuvo muy bien. Muy pero muy bien. Fuimos justos, mostramos estar adiestrados, hicimos las cosas bien". Y añade: "Si alguna vez escuchan esas palabras 'los chicos de la guerra', por favor no lo repitan. Los conscriptos que estaban en el "San Antonio" eran marineros hechos y derechos, que cumplían con su obligación y querían más. Antes de terminar la guerra, cuando llegó una nueva camada de conscriptos, los que estaban a bordo no se querían ir".

En la "Operación Rosario" intervinieron unos 700 Infantes de Marina y 100 integrantes de fuerzas especiales. La cantidad de tropas fue decisiva para la toma de todos los objetivos planificados sin encontrar resistencia. Tras más de un siglo y medio de soberanía británica, las Islas Malvinas volvían a estar bajo bandera argentina.

sábado, 1 de abril de 2017

PGM: 1918 en el Frente Occidental

EL año 1918 en el frente Occidental
El ataque final alemán, la reacción aliada y el hundimiento alemán.
El Armisticio y el fin de las hostilidades


La última Gran Ofensiva Alemana fue lanzada el 21 de Marzo de 1918, con la Operación “Michel” (marcada 1). Se inició con un bombardeo sin precedentes de 6.000 cañones que lanzaron un ataque de gas letal en profundidad en las líneas aliadas. En un punto los alemanes avanzaron 22 kilómetros en un día, más de lo que habían avanzado en cualquier época anterior durante la lucha en el frente occidental. Durante las primeras seis semanas de combate, los aliados perdieron 350.000 bajas, pero más tropas fueron encaminadas rápidamente al frente a través del Canal, y las unidades americanas empezaban a llegar por primera vez. Este ataque fue rápidamente continuado por una segunda ofensiva (marcada 2) en Ypres, pero fue detenida luego de una breve amenaza contra los puertos del Canal. Otro golpe alemán a las líneas aliadas cayó con las dos operaciones “Blucher” y “York”, que combinadas, se dirigieron al sur hacia París, ocupando Soissons y casi aislando Reims (marcada 3). La punta de lanza del avance llegó tan lejos como Chateau-Thierry, a sólo 89 kilómetros de París. Esta operación, sin embargo, adoleció de las mismas deficiencias que las que le precedieron. Ludendorf no había planificado que esta ofensiva tendría éxito. Había sido pensada como un movimiento diversivo para atraer a las tropas francesas lejos de la principal ofensiva en el norte. Por lo tanto sus sorprendentes resultados no fueron explotados por no disponerse de las reservas adecuadas. Aún así la situación de los aliados era muy precaria, quienes llegaron a ordenar una política de defensa a ultranza “espaldas contra la pared”.
Las tropas alemanas sin embargo, estaban experimentando un rápido agotamiento por el prolongado esfuerzo, así como se daban a momentos de saqueo. El bloqueo económico a Alemania había cortado los suministros vitales, y en la retaguardia mucha gente estaba literalmente muriendo de hambre. Muchas tropas alemanas estaban crónicamente famélicas, y cuando encontraban los suministros aliados, se perdía mucho tiempo mientras estas desesperadas tropas daban cuenta de las vituallas capturadas. Por lo tanto, la última ofensiva alemana, un intento de pinza alrededor de Reims (marcada 4), fue finalmente detenida con fuego de artillería concentrado y ataques aéreos. A finales de Junio de 1918, el potencial humano y material alemán en el frente occidental había caído y era inferior al de los aliados, y es asalto final de éstos no tardaría en llegar.

Los primeros ataques fueron efectuados, sorprendentemente, por los franceses en Julio de 1918 al oeste de Reims (marcado 5). Estos fueron seguidos por una ofensiva británica en la Bolsa de Amiens (marcado 6) y de una ofensiva general hacia la Línea Hindemburg. Los americanos, bajo el comando del General John Pershing atacaron la saliente de St. Michiel al sur de Verdún (marcado 7) y luego atacaron a través del Argonne al oeste de Verdún como parte del avance general (marcado 8). Los alemanes estaban ahora retrocediendo sin pausa, y aunque los aliados continuaron sufriendo tremendas pérdidas (los americanos tuvieron 100.000 bajas solamente peleando en la región de Argonne), estaban ahora alentados por la continuada retirada alemana. La posición final de la línea amarilla muestra el frente aproximado al firmarse el Armisticio el 11 de Noviembre de 1918. Los únicos alemanes que continuaron peleando luego de este armisticio fueron las tropas del Mariscal de Campo Paul von Lettow-Worbeck en el Este de Africa, quien había iniciado su minúscula invasión a Rhodesia. Se rindió el 23 de Noviembre, luego de conocer la rendición general.

En vez de proporcionar una lista de pérdidas, que son difíciles de cuantificar, pensamos que es más ilustrativo mencionar el porcentaje de la población afectada de los países directamente involucrados. Durante el curso de la Primera Guerra Mundial, 11% de la población total de Francia fue muerta o herida! 8% de la población de Gran Bretaña fue muerta o herida y 9% de la de Alemania sufrió lo mismo. Los Estados Unidos, que no entraron a la guerra terrestre hasta 1918, tuvieron un 0,37 % de su población muerta o herida.

Animación del frente occidental mostrando las operaciones de 1918

viernes, 31 de marzo de 2017

Guerra Hispano-Norteamericana: La confusa entrada del USS Charleston a Guam (2/2)

1898: El español en Guam pensó que el ataque de USS Charleston disparó disparos de saludo y pidió a la pólvora para devolver el gesto

Jinny McCormick - WHO



Fort Santa Cruz - Guam

Según la edición del 5 de julio de 1898 de la crónica de San Francisco, los hombres se disculparon ante el capitán Glass por no haber devuelto su "saludo" - los trece tiros disparados - y le dijeron que si sólo pudieran pedir un poco de pólvora, Y respetuosamente reciprocar. Eran incluso bastante agradables preguntar después de la salud de la tripulación e intentar y entablar una conversación amistosa.

Qué triste debió de ser cuando el capitán Glass les informó de la derrota de España en Manila, su intención de tomar a Guam y que cuando habían subido al barco se habían convertido en prisioneros de guerra.


Glass, a su vez, se enteró de que la isla no estaba fuertemente fortificada y la presencia militar española era sólo 54 soldados españoles y 54 Chamorros (indígenas de Guam) armados con Mausers y Remingtons 45-90s. Los cuatro cañones que miraban desde el puerto eran casi inutilizables, y además, no tenía esa pólvora.


Al final del intercambio, los ahora sitiados oficiales españoles fueron autorizados a regresar a la isla con la misión de informar al gobernador de que Estados Unidos estaba en guerra con España y que debía venir a bordo del Charleston inmediatamente para discutir términos con el capitán Glass.

El gobernador, Juan Marina, respondió que bajo la ley militar española sería incapaz de subir a Charleston, pero que recibiría al capitán Glass en la isla con la seguridad de la seguridad del capitán.

El gobernador fue un poco insultado cuando no fue el capitán quien llegó a tierra, sino un oficial que le informó que tenía 30 minutos para someterse. El gobernador tardó exactamente 29 minutos y dirigió su respuesta al capitán Glass. Se sintió molesto cuando el teniente, LT. William Braunersreuther, abrió la carta a pesar de la advertencia del gobernador de no hacerlo.

La carta decía que el gobernador Marina era reacio, pero no tenía otra opción.

"Estando sin defensas de ningún tipo y sin medios para hacer frente a la situación actual, estoy bajo la triste necesidad de ser incapaz de resistir a tales fuerzas superiores y de lamentar acceder a sus demandas, al mismo tiempo que protesto contra este acto de violencia, cuando No he recibido ninguna información de mi gobierno en el sentido de que España está en guerra con sus naciones.

El abandonado pero valiente Gobernador Marina escribió una carta a su esposa antes de que él y otros oficiales y soldados se convirtieran en prisioneros de guerra a bordo de uno de los buques de transporte.

El capitán Glass contempló sus opciones, pero finalmente decidió que no valía la pena intentar destruir cualquier cosa que fuera una ruina en el primer lugar. El fuerte estaba tan descuidado que no le serviría a nadie. En lugar de eso, pasaron el resto del día allí, trayendo carbón a las naves.

Uno se pregunta lo que Marina y los soldados españoles sentían cuando por fin escucharon al capitán Glass dar un saludo a la bandera estadounidense que acababa de levantar en Fort Santa Cruz a la música del Star Spangled Banner justo antes de dejar Guam.

jueves, 30 de marzo de 2017

Guerra de Corea: 10 hechos significativos

10 Hechos más destacados: La Guerra de Corea
Lincoln Riddle - War History Online




Un miembro de las tropas de las Naciones Unidas dispara una ametralladora sobre las fuerzas norteamericanas dirigidas por los comunistas, durante los combates en las calles de Seúl, en septiembre de 1950.


La Guerra de Corea se libró como resultado de la entrada de la Unión Soviética en lo que ahora es Corea del Norte y los Estados Unidos se mueven en lo que es ahora Corea del Sur, después de la Segunda Guerra Mundial. Japón gobernó originalmente Corea pero la perdió en agosto de 1945 cuando la Unión Soviética declaró la guerra a Japón. Como esto sucedió, el País se dividió en el paralelo 38 creando Corea del Norte y Corea del Sur.

Ni el Norte ni el Sur encontraron esto como una solución permanente y creyeron que la otra mitad de Corea era legítimamente suya. Como resultado, Corea del Norte invadió Corea del Sur en junio de 1950 con la ayuda de China y la Unión Soviética, iniciando la Guerra de Corea. Aquí hay diez hechos que usted necesita saber sobre la Guerra de Corea.

1. ¿Cuál es su nombre?

La Guerra de Corea pasa por varios nombres. En los Estados Unidos, se conoce como la Guerra de Corea o incluso la Guerra Esquecida. Este no es el caso en los países coreanos, con Corea del Norte refiriéndose a ella como la Guerra de Liberación de la Patria y Corea del Sur llamándola Seis-Dos-Cinco. Esta es una referencia a la fecha en que comenzó la guerra, 6-25-1950. Incluso China ha dado a la guerra su propio nombre, refiriéndose a ella como la Guerra para Resistir la Agresión estadounidense y la Ayuda a Corea.

2. Una guerra interminable

El Acuerdo de Armisticio de Corea fue firmado para poner fin a "todos los actos de violencia armada", pero en realidad no puso fin a la guerra. Esencialmente, el acuerdo fue un alto el fuego diseñado para mantener a los dos países hasta que pudieron encontrar un arreglo pacífico. Pero a medida que pasaba el tiempo, ese acuerdo nunca llegó, y aquí estamos 63 años más tarde, y los dos países están técnicamente todavía en guerra unos con otros.


Tropas de Estados Unidos vistas en batalla.

3. La Guerra de los Estados Unidos nunca declarada

Fue el 25 de junio de 1950 que Corea del Norte invadió Corea del Sur. El movimiento se produjo después de que la Unión Soviética diera la aprobación para que Corea del Norte invadiera. En el momento en que Estados Unidos se había retirado activamente de Corea del Sur con pocas tropas en el país. Sólo tomó dos días para que los Estados Unidos se involucraran en la guerra, cuando el 27 de junio el presidente Harry S. Truman hizo el llamado a la acción aérea y naval cuando Corea del Norte se acercó a Seúl. Fue sólo tres días después que las tropas fueron enviadas de regreso a Corea para ayudar a la lucha del Sur.

Aunque Estados Unidos estuvo involucrado en una guerra, el Congreso de los Estados Unidos nunca declaró la guerra a Corea del Norte y no lo ha hecho desde la Segunda Guerra Mundial.

4. Naciones Unidas pide a los países que ayuden

A medida que se desarrollaban las guerras, las Naciones Unidas exigieron que Corea del Norte dejara de atacar a Corea del Sur y volviera al 38º paralelo. Esta orden fue ignorada y, a su vez, las Naciones Unidas instaron a las naciones a ayudar a Corea del Sur en la lucha. Debido a esto, más de 15 países participaron en el apoyo a Corea del Sur. Esto incluía no sólo a Estados Unidos, sino también al Reino Unido, Francia, Etiopía, Canadá y Australia.


Un puesto de control surcoreano en la zona desmilitarizada, como se vio en agosto de 2005. La zona desmilitarizada fue creada en el armisticio de 1953 para poner fin a la guerra entre Corea del Norte y Corea del Sur. Autor de la foto

La DMZ

La infame zona coreana De-militarizada, o DMZ, fue creada en 1953 como el armisticio para poner fin a los actos de guerra. La zona es de aproximadamente dos millas y media de ancho y se supone idealmente para ser un amortiguador entre los dos países donde no debe ocurrir ninguna actividad militar. Aunque se supone que ha sido desmilitarizado, todavía ha habido casos en que la violencia ha ocurrido ya sea por parte de los militares o por civiles.



Área de Seguridad Conjunta donde los dos líderes de los países pueden reunirse para conversaciones. Autor de la foto

Dentro de la zona desmilitarizada hay lugares de reunión para que los países se reúnan para conversar. Antes de esto, los países estaban más o menos divididos en el paralelo 38 que actuaba como frontera. Desde 1953, la zona desmilitarizada ha actuado como frontera (con la línea de demarcación militar en medio de ella) entre Corea del Norte y Corea del Sur.

6. El 38º paralelo siempre ha sido el tema de la discusión

A finales de la década de 1890, Japón buscó separar la península coreana en dos países con Rusia. La idea de Japón era simple: dividían la península por la mitad en el paralelo 38 y Rusia controlaría el norte, mientras que Japón controlaría el sur. Pero no fue hasta 1945 que la península se dividió. La zona desmilitarizada se basa parcialmente en el paralelo 38, incluso cruzando caminos en varias áreas.


Señal militar de línea de demarcación. Hay más de 1.200 de ellos a lo largo de la línea. Autor de la foto

7. Estados Unidos cayó un montón de bombas

El ejército de Estados Unidos cayó más bombas durante la Guerra de Corea que durante la pelea en el Teatro del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial. Se calcula que los Estados Unidos cayeron 635.000 toneladas de bombas sobre Corea, y unas 32.000 toneladas del napalm. Corea del Norte fue diezmada, ya que la mayoría de sus edificios importantes, incluyendo escuelas, oficinas gubernamentales, empresas, etc. fueron destruidos.

8. Mortal

La guerra de Corea es a menudo considerada como la guerra olvidada, ya que le faltaba mucha atención pública. A pesar de que carecía de atención, había muchos militares y civiles muertos o heridos debido a la guerra. Se calcula que alrededor de 2,5 millones de civiles fueron heridos, muertos, desaparecidos o secuestrados durante la guerra, mientras que más de 2 millones de soldados fueron muertos, heridos o desaparecidos.

9. Línea de Demarcación Militar

Hay la zona desmilitarizada, y luego está la línea de demarcación militar. Esta línea se encuentra dentro de la zona desmilitarizada y actúa como la frontera real de los dos países. La línea, así como la zona desmilitarizada, son productos del armisticio de 1953. Para marcar donde está la línea, hay exactamente 1.292 señales a lo largo de la línea que anotan la línea de demarcación militar. En el lado norte, las señales están escritas en coreano y chino, mientras que en el lado sur, están escritas en coreano e inglés.


Reckless visto en una situación de combate en Corea.

10. Un caballo de importancia

Un animal improbable es anunciado como un héroe de la Guerra de Corea. El Sargento Reckless era un caballo mongol comprado por varias tropas de Estados Unidos que entrenaban al caballo para llevar suministros como munición y comida al campo de batalla. Aprendió las rutas con bastante rapidez y sirvió en muchas situaciones de combate. En una de estas situaciones, la Batalla por Outpost Vegas, ella dirigió la ruta 51 veces trayendo suministros a las tropas que lo necesitaban.

miércoles, 29 de marzo de 2017

JAR: Una reivindicación más

Carta abierta a "Pacho" O'Donnell 
Por Rolando Hanglin | Para La Nación  


Ante la designación del Dr. O´Donnell al frente del nuevo Instituto Manuel Dorrego, destinado a reivindicar la corriente nacional, popular y federal, me atrevo a acercarle algunas pistas documentales que podrían favorecer dicho propósito. 

SOBRE EL GENERAL ROCA 

1. Incorporó al territorio nacional más de 40.000 leguas, mediante la Campaña al Desierto. Esto incluye a la Patagonia y el Chaco Austral. Comenzó en 1879, cuando Roca era Ministro de Guerra de Avellaneda. Se perfeccionó en la Ley 1532, de octubre de 1884. Dejó una Argentina con mayor extensión que la actual. Su gobierno llegó para quedarse, afirmando la soberanía en las Islas Orcadas, en 1904. Antes de Roca, la superficie argentina efectivamente controlada era más pequeña que el Uruguay, ya que Mendoza, Salta, Jujuy, Córdoba, San Luis, Rosario y la propia Buenos Aires eran poco menos que islas en un mar de lanzas. La frontera de Buenos Aires, por ejemplo, estaba en el río Salado. 

2. La Ley 1420, de Educación Universal, Obligatoria, Laica y Gratuita, fue sancionada en 1884, durante la primera presidencia de Julio A. Roca. Se la atribuye erróneamente a Sarmiento. Ella permitió el acceso a la educación, sin discriminación, de todas las clases sociales. Hasta los más pobres pudieron ir a la escuela. Y permitió la materialización de la utopía de los inmigrantes, que aspiraban a tener "Mi hijo el doctor", tan bien representada en la obra de Florencio Sánchez. Estableció el Registro Civil de nacimientos, decesos y matrimonios, afrontando una crisis con el Nuncio Apostólico Mons. Matera, que fue oportunamente expulsado del país. 

3. Promulgó la Ley 4301 del Servicio Militar Obligatorio, sancionada en 1901, durante la segunda presidencia de Roca, en tiempos en que era Ministro de Guerra el General Pablo Ricchieri. Así se consolida la ley que convocaba, en 1896, a la primera conscripción en Cura-Malal y a la movilización de las fuerzas permanentes y de ciudadanos. Eran tiempos de alta tensión por la cuestión de límites con Chile en la Cordillera de los Andes, la Patagonia y la zona austral. No sólo aseguraba la defensa nacional con las armas, sino que integraba a todos los ciudadanos por igual, en el idioma, en la educación y en el civismo. 

4. Entre 1880 y 1900 llegaron a la Argentina más de un millón de europeos, representando más del 30 por ciento de su población, por lo que estas leyes permitieron homogeneizar al pueblo, argentinizando a los millones de inmigrantes y su descendencia, que buscaban paz, trabajo y progreso espiritual y material en estas tierras. 

5. El 16 de octubre de 1884, siendo presidente don Julio Roca, se promulgó la ley 1532, creando los territorios nacionales de la Patagonia. Así nacían Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén. Después se agrega La Pampa. Estos territorios son hoy provincias argentinas, gracias al esfuerzo que se hizo hace 120 años. 

6. Por la campaña del general Roca, los patagónicos somos argentinos. Sin Roca, Chile se habría quedado con la Patagonia. Ya había penetrado hasta el cañadón de los Misioneros. En el año 1878, cuando Roca era Ministro de Guerra y Marina del Presidente Nicolás Avellaneda, se instaló en lo que hoy es Puerto Santa Cruz la subdelegación marítima a las órdenes del alférez de fragata Carlos María Moyano, quien en 1884, siendo ya capitán de fragata, fue el primer gobernador del territorio". 

Texto del Sr. Enrique Martínez, de Río Gallegos 

Decía una publicación de Buenos Aires sobre Roca: "Raquítico, enano, guaso joven que mira de soslayo, anda en los ranchos de Córdoba en mangas de camisa, vareando caballos y sacando para comer el cuchillo de la cintura". En aquel entonces, el ciudadano que no andaba de levita y galera estaba excluido de la buena sociedad. También lo estaba (al parecer) el Sr. Roca. 

En su Introducción a las "Cartas Inéditas de Alberdi a Juan M. Gutiérrez y Félix Frías", dice don Jorge M. Mayer que, según los porteños, Roca era "un mazorquero, el símbolo de la barbarie, rodeado por caudillos de chiripá, con aro en la oreja y chupa de tabaco negro. Si triunfaba, los indios abrirían con sus chuzas las cajas fuertes de los bancos". Una visión, digamos, unitaria. 

A favor de Roca: "Transformó la Argentina, modificó composiciones sociales, impulsó nuevos sectores a la política transformadora y echó las bases de una clase media, obrera y artesanal que irrumpiría en 1916 en el poder, para que la Argentina dejara de ser la colonia pastoril que pronosticaban algunos...Se impuso a los hombres de Bartolomé Mitre". Texto del Dr. Rodolfo Ponce de León, Profesor Titular de Derecho Constitucional de la Universidad Nacional del Comahue. 

Dice Leopoldo Lugones, en su libro ´Roca´, editado por la comisión nacional de homenaje de 1938: ´Las invasiones de los indios se vinculaban con vastos intereses de Chile. Allá iba a parar gran parte de los ganados del saqueo. Y en cuando a los cautivos, mientras las mujeres aumentaban el harem del cacique, los mozos válidos por los que nadie pagaba rescate eran vendidos como esclavos en Chile" (op. cit. Ponce de León) 

"Desde Rosas hasta Avellaneda, la diplomacia pampa fue una variante de las Relaciones Exteriores. Se mantenía, como política de estado, la decisión de convivir sin integrar, para lo cual se habilitaban aguardientes, yerba, azúcar, uniformes militares y sueldos a los caciques, capitanejos y caciquillos, de quienes se sospechaba que recibían similar prestación presupuestaria de Chile". (op.cit.) 
"Desde Azul al Sur estaban la noche, el viento, el frío y la aventura. Aquí comenzaban los peligros para ganados, carretas, niños y mujeres. La muerte era protagonista frecuente en esos lares. Era cosa de hombres... 
"Adolfo Alsina, caudillo autonomista, fue designado ministro de Guerra de Avellaneda. Moderniza al Ejército y se lanza a una campaña que culmina, prácticamente, con su muerte en 1877. En enero de 1878 comienzan a entregarse, desnutridos y abandonados por su propia tropa, varios caciques y capitanejos, como Namuncurá, Pincén y Catriel... Roca, pariente del presidente Avellaneda (ambos eran tucumanos) asume la Campaña del Desierto con criterio estratégico, con varias innovaciones técnicas que cambian el cariz de la batalla, básicamente el telégrafo y el Remington... El marco internacional era altamente favorable, porque Chile estaba ya en guerra contra Perú y Bolivia, países que lo enfrentaron en las llamadas Guerras del Guano y del Salitre". (op.cit.Ponce de León) 

En Chile, estos episodios se narran normalmente de otra manera: "Roca aprovechó que estábamos distraídos combatiendo con Perú y Bolivia, para robarnos la Patagonia". 

ROCA TUVO BATALLONES INDIGENAS 

"Roca es designado comandante de la campaña, que empieza en 1879, y sus primeras contrataciones son los periodistas Antonio Pozzo y Remigio Lupo, del diario "La Pampa". Parten en el ferrocarril del Sud, con destino a Azul, el 16 de abril... Se suman a las tropas los caciques Manuel Grande y Tripailao, cuyos lanceros constituyeron el escuadrón "Auxiliares del Desierto". También se sumó a la expedición el cacique Pichihuinca, con 43 hombres, 55 mujeres y 41 criaturas... De la campaña misma, comentaba Pozzo: ´Hasta ahora no hemos visto indios, salvo alguno que otro boleador que andaba cazando avestruces y guanacos, con gauchos de Carmen de Patagones´... 

¿CÓMO ERAN LOS INDIOS? 

La siguiente descripción nos parece válida tanto para los araucanos chilenos como para los ranqueles, vorogas y tehuelches argentinos, que muchas veces actuaron en fusión o confederación, incluso con asistencia de miles de parientes de Chile, especialmente los lanceros de Reuquecurá, hermano de Calfucurá, que disponía de tropas de hasta dos y tres mil hombres. 
Cementerio indígena en Matunen-co

"Creo que no existe una buena descripción de los indios. Los españoles, cuando el descubrimiento del país, exterminaron a un gran porcentaje de esta raza desgraciada. Los restantes se consideraron bestias de carga, y durante sus breves intervalos de descanso, se dispuso que los sacerdotes les explicasen que aquella tierra pertenecía al Papa de Roma. Los indios, incapaces de comprender semejante argumento, y de sostener las cargas que les obligaban a transportar, morían en grandes cantidades. Por lo tanto, fue necesario declarar que eran imbéciles de cuerpo y alma. Declaración que apoyaron la codicia y la avaricia. De modo que se dio por cosa demostrada. 
"Durante mis galopes por América, me persuadí sinceramente de que son los más lindos hombres que han existido en ese ambiente. En las minas, los he visto usar herramientas que nuestros mineros se declaran impotentes para manejar. Llevan cargas que no soportaría ningún hombre de Inglaterra. 
"Los indios de las vastas llanuras de la Pampa son todos jinetes. Más aún, pasan la vida a caballo. Con clima ardiente en verano y helado en invierno, andan desnudos y en pelo, sin llevar siquiera sombrero. 
"Viven gobernados por caciques, pero no tienen residencia fija. Donde el pasto esté bueno, se los encontrará. Hasta que sea consumido por sus caballos, y luego se trasladan inmediatamente a sitios con mayor verdor. Carecen de pan, fruta y legumbres. Se alimentan enteramente con la carne de las yeguas que no montan, y sólo se permiten el lujo de lavarse el pelo con sangre de yegua. 
"Consideran que la guerra es el empleo más noble y natural. Es la ocupación de su vida. Declaran que la actitud más soberbia de la figura humana es cuando, agachado sobre su caballo, el guerrero atropella al enemigo. El arma principal es una lanza de 18 pies de largo (5 metros aprox.). La manejan con gran destreza y saben imprimirle un movimiento vibratorio que muchas veces hace saltar la espada de las manos del europeo. 
"A causa de andar constantemente a caballo, los indios apenas pueden caminar. Esto quizás parezca raro pero, desde la infancia, no tienen costumbre de andar. Viviendo en una llanura ilimitada, se comprende fácil que todas sus ocupaciones y diversiones sean a caballo, y así las piernas se hacen débiles. El indio siente desapego por el caminar sobre sus pies. Un esfuerzo cada vez más fatigoso. Además, el paso con que se deslizan a caballo por la llanura es tan veloz, comparado con la lentitud de las propias piernas, que este último parece un esfuerzo ridículo. 
"Son de admirar mucho como nación militar. Su sistema de pelea es el más noble y perfecto del mundo. Cuando se congregan, para atacar a sus enemigos o invadir la tierra de los cristianos, con los que están siempre en guerra, reúnen grandes tropillas de caballos y yeguas. Después, con alarido salvaje de guerra, salen al galope. Cuando se cansan los caballos montados, saltan en pelo a los de refresco, manteniéndose así hasta ver al enemigo. El país entero provee pasto para sus caballos, y donde se les antoja no tienen más que desmontar, para carnear algunas yeguas. El suelo es la cama donde han dormido siempre, desde la niñez, y por tanto enfrentan al enemigo con el corazón contento y la barriga llena. 
"Muy diferente es esta vida guerrera de la marcha de nuestros ejércitos. Hombres valientes pero rengueando, con los pies lastimados, encorvándose bajo el peso de sus mochilas, seguidos de una masa de mulas, y forraje, y albardas, y bagaje, y carros, y mujeres, novillos echados en el suelo que no pueden más, etc. Forman un cuadro de desesperada confusión, que siempre acompaña al ejército que debe marchar, en lugar de cabalgar, y comer vacas en lugar de yeguas. Un ejército europeo no puede competir con la agilidad de una caballería india. 
"Los gauchos, que también cabalgan lindo, declaran que es imposible seguir al indio, pues sus caballos son superiores a los de los cristianos, y tienen un modo de apurarlos con alaridos y ciertos movimientos especiales del cuerpo, que aún trocando caballos los batirían. Los gauchos temen a las lanzas del indio. Aseguran que algunos cargan sin freno y en pelo. Otros se cuelgan bajo la panza de sus cabalgaduras, que parecen ganado suelto, y así ocultos gritan para asustar al adversario. Con el caballo cansado, los indios mueren en gran cantidad. 
"Para gente habituada a las pasiones frías de Inglaterra, sería imposible describir el odio salvaje que existe entre gauchos e indios. Estos últimos invaden en malón por el extático placer de asesinar cristianos, y en las luchas que mantienen se desconoce la misericordia. 
"Necesariamente, el indio es hombre de coraje. Su profesión es la guerra, su alimento sencillo, y su cuerpo se encuentra en el estado de vigor que le permite levantarse de la llanura en que ha dormido y mirar orgullosamente, sobre el pasto, los contornos de su figura trazados en la helada... 
"Creen en un estado futuro, después de la muerte. Allí habrán de estar constantemente borrachos, y andarán cazando. Cuando los indios galopan de noche por la llanura, sus lanzas apuntan a las constelaciones celestes que, a su modo de ver, son las figuras de sus antepasados, que en el firmamento montan caballos más veloces que el viento y andan boleando avestruces. 
"A su modo de ver, las mezquinas luchas entre los españoles nacidos en el Viejo Mundo y sus hijos, nacidos en América, es decir entre la independencia y la dependencia, son un mero juego de palabras". 

(Espléndida descripción de Francis Bond Head en "Los Indios de la Pampa", que incorpora algunas fantasías pero traza un perfecto perfil de esta raza) 

¿FUE UN GENOCIDIO O UNA LIMPIEZA ETNICA? 

"Roca hizo la Campaña en carruaje. Sólo montó a caballo cuatro veces, una para la foto. Y no encontró un solo indio. No hubo batallas ni combates, ni siquiera un tiroteo o entrevero..." (op. cit.) 
"Comparar un paseo en calesa con un genocidio banaliza el concepto mismo de genocidio" (op.cit) 
"Roca es digno de ser reivindicado. Su accionar marcó un antes y un después en la Argentina". 
Vintter, Villegas, Roca y Teodoro García

El Profesor Ponce de León interpreta, entonces, que los indios de Pampa y Patagonia ya estaban vencidos cuando Roca efectúa su campaña. El gran despliegue se limitó, pues, a capturar prisioneros y batir prófugos, ya que las anteriores campañas, desde 1800 hasta 1880, comenzando por Amigorena y siguiendo por Rosas, Mitre, Facundo Quiroga, Aldao, Conesa, Vinter, Villegas, Adolfo Alsina, habían quebrado la resistencia de los indígenas. Roca, sencillamente, "ocupó" y "aseguró" un territorio que podía caer en manos de Chile o de los Araucanos, tal vez como protectorado británico. A lo largo del siglo XIX, las naciones poderosas como Inglaterra y Francia surcaban los mares a la pesca de nuevas colonias, aprovechando la declinación de España y Portugal. 

ESTOS INDIOS: ¿ERAN PUEBLOS ORIGINARIOS? 

Dice el Licenciado Jorge Díaz Cantera: "En el sudeste de la Provincia vivían los 'het' o 'chechehet', o 'gununna-kena' o 'guenaken', hoy conocidos como tehuelches'. Los patagónicos se denominaban 'aoniken', constituyendo una gran familia desde Río Negro hasta Tierra del Fuego. Sin embargo, por el proceso de 'araucanización' desarrollado desde el siglo XVII, y también por la aparición del caballo y el avance incaico hacia el sur, los aborígenes del Arauco chileno iniciaron una serie de movimientos fuera de la región, llegando más tarde hasta la provincia de Buenos Aires, y en especial hacia Salinas Grandes y Carhué, desde donde llevaban la hacienda robada hasta Valdivia, Chile. Aún existen, en el territorio nacional, las rastrilladas que confluyen en el 'camino de los chilenos', excavado en las pampas por inmensos arreos robados en la Argentina". 

De todo esto se deduce que los araucanos chilenos invadieron nuestro país y sometieron a los pueblos originarios de esta nación. Los métodos no fueron suaves: el cacique chileno Calfucurá pasa a degüello a los vorogas de Rondeau en Salinas Grandes y, después de la degollina general de caciquillos y capitanejos, se proclama nuevo soberano y enviado de Dios, en 1831. Muy pronto se convertiría en el Napoleón de las Pampas. En otras palabras: al malón chileno lo seguía la revancha punitiva de milicos, estancieros y peones. Ofendidos, desplazados y perseguidos, los indios (en variada alianza que incluía araucanos chilenos y argentinos de filiación tehuelche, pampa, ranquel o voroga) volvían a maloquear, y así en una escalada secular. Con saña extraordinaria se combatió desde 1820 hasta 1880, cuando Roca concluyó con la "cuestión indígena" después de 60 años de incendio, saqueo, cautiverio y esclavitud: malón contra malón. No se tomaban prisioneros, como atestigua el ingeniero inglés Francis Bond Head en "Las Pampas y los Andes". Este técnico en minería, contratado en 1825 para una empresa que resultaría frustrada después de tres años, relata sus viajes, travesías y conversaciones con paisanos argentinos. Uno de estos hombres, que había participado de numerosos combates, cuando Head le pregunta cuántos prisioneros se habían tomado en determinada acción, respondía con el clásico gesto del degüello, pasándose el índice por el pescuezo: "No se toman prisioneros, se matan todos". 

Hoy nadie sabe, en nuestro país, qué es un "mitrista", un "autonomista", un "lomo negro". Ni siquiera somos conscientes de que habitamos un suelo abonado por miles de muertes en las guerras de unitarios y federales, indios y cristianos, ingleses invasores y negros enviados por el imperio del Brasil. 

Un magma de inmigrantes ha cubierto el pasado, disimulando las fosas mal tapadas, y nada ha vuelto a saberse de Sayhueque, de Pincén, de Villegas, del pobre Nicolás Otamendi... 

Estimado Sr. O´Donnell: en nombre del más noble revisionismo histórico (¿Qué es la historia sino revisar el pasado?) le ruego que cuide la memoria del general Roca. En nuestra historia no hay santos ni mártires, ni se puede dividir el relato entre buenos y malos, pero Roca merece una protección más rigurosa, sobre todo cuando lo acusan de genocidio, encubriendo lo que fue una guerra a muerte entre dos civilizaciones, con la intencionada intervención de potencias extranjeras. El genocidio, la traición a pactos solemnes, la esclavitud, el secuestro extorsivo y otras desgracias feroces, existieron por ambas partes: la República Argentina y la Confederación Araucana de Calfucurá, que aspiraba a convertirse en Estado y no quedó lejos del objetivo. En Chile, esta misma cosa se llamó -con toda franqueza- Guerra a Muerte. Aquí no se llamó nada. Se olvidó. 

Para aclarar definitivamente el tema de los "pueblos originarios": usted, Sr. O´Donnell, no es irlandés, y yo tampoco. Somos originarios de Irlanda, eso sí, porque de allí vinieron nuestros antepasados, como los de O´Higgins, Patricio Kelly o Guillermo Brown. Pero nos contamos en la sencilla legión de ciudadanos argentinos, como otros que son descendientes de tobas, collas, mapuches, piamonteses, vascos, galeses, bearneses, paraguayos y bolivianos. La Argentina no le debe nada a nadie. A lo sumo, podría decirse que algo se nos debe a nosotros, ya que el Virreinato del Río de la Plata incluía los territorios del Alto Perú (Bolivia) la Banda Oriental (Uruguay) el Paraguay, el Estrecho de Magallanes y las Islas Malvinas. Pero eso, como usted sabe, es otra historia, y sin duda el Instituto Manuel Dorrego la conoce mejor que yo. 

Si miramos un poco al Norte, veremos que el Brasil se mantuvo unido, desde el primero al último de los territorios conquistados por Portugal. A punto estuvo de ocupar toda la Banda Oriental, en el concepto de que el límite sur del Brasil era el Río de La Plata. Nosotros, en cambio, nos hemos partido en mil pedazos, uno más frágil que el otro. Roca consagró con su "paseo en calesa" el inmenso territorio de un gran país, que pudo ser un paisito si se desmembraban también Entre Ríos, Corrientes y Jujuy... ¡Pudo ser! 

En cuanto a los americanos de más al Norte, no sólo conservaron su territorio sino que lo agigantaron con Arizona, Nuevo Méjico, California, la Florida, Puerto Rico, Hawaii y Alaska. 

Cerramos este modesto comentario con una frase del Profesor Ponce de León: "En algunas inteligencias de nuestra época, parece que ni la realidad es capaz de torcer ideas. El buen ´indiófilo´ debe inventar una historia, allí donde los hechos no se adecuan a su buen corazón redentor´. 

martes, 28 de marzo de 2017

Las 4 guerras más sangrientas de Sudamérica

Las 4 guerras más grandes de la historia de América del Sur
Luciano Camano - War History Online


Historia de la guerra en línea presenta esta pieza por invitado Autor: Luciano Camano

El Imperio español, junto con la corona portuguesa, colonizó América del Sur y ahora es el hogar de 13 países, cada uno con un pasado común pero una historia muy diferente. América del Sur es una de las regiones más pobres del mundo; Sin embargo, no han surgido muchos conflictos entre ellos, y cuando lo han hecho, han sido escasos y esporádicos. Pero hay algunas excepciones a esta regla, a continuación presentamos los conflictos más brutales en tierras sudamericanas:

Guerra de la independencia española

Los virreinatos del Río de la Plata, Nueva Granada y el Perú, que abarcaban todos los dominios españoles del país, influidos por el pensamiento liberal procedente de Europa, libraron una guerra contra los realistas que deseaban seguir siendo parte del Imperio español. La guerra se inició oficialmente en 1810 y después de que ambos lados iban y venían por el territorio, las recién creadas repúblicas de Sudamérica se consolidaron finalmente en 1826 después de tomar los últimos bastiones realistas en islas y territorios remotos.

Las tácticas empleadas por los ejércitos y la población en general incluían el uso de tierra quemada, tácticas de línea regular, guerrillas, asesinatos y espionaje. A diferencia de sus contrapartes norteamericanas, la guerra en esta región del mundo dio lugar a guerras internas en algunos casos, como Gran Colombia y Argentina.


La Revolución de Mayo. Fuente: Wikipedia / Public Domain

Los ejércitos regulares se disolvieron y dieron lugar a bandas de guerra ordenadas por generales deshonestos. La amenaza inminente de una invasión española procedente de Cuba o de la Península fue siempre una amenaza actual hasta finales del siglo XIX cuando España reconoció oficialmente la legitimidad sudamericana. 15 años de guerra que involucra a todo el continente no dejan registros de víctimas en ambos lados, pero debido al gran volumen de participantes, puede considerarse el conflicto más importante en la historia militar moderna de Sudamérica.

Guerra de Paraguay

Una guerra entre Uruguay, Argentina y Brasil contra Paraguay. Duró de 1865 a 1870 y causó la diezmación de la mitad de la población de Paraguay. Las causas de la guerra están abiertas al debate ya la interpretación hasta nuestros días. Las interpretaciones revisionistas del punto de la guerra en el desdén de Gran Bretaña para el desarrollo y la industrialización de Paraguay.

Por otro lado, otras interpretaciones de la guerra incluyen el interés de Brasil por las tierras del norte de Paraguay y la percepción de Argentina de que Paraguay es un enemigo debido al creciente interés del gobierno de Solano López por la provincia argentina de Corrientes.


Artillería uruguaya en Batalla de Sauce, 18 de julio de 1866. Fuente: Wikipedia / Public Domain

La chispa que inició el conflicto fue la eliminación del único aliado de Paraguay en la región, el gobierno uruguayo de Colorado, apoyado por Buenos Aires y la Armada brasileña. Argentina inicialmente mantuvo neutralidad, pero después de ser invadida desde el norte por Solano López, rápidamente se unió a la alianza brasileña y uruguaya. Así, creó una guerra en dos frentes para el Paraguay. Inicialmente, Solano López ganó terreno en el frente de Mato Grosso, pero la alianza combinada rápidamente le superó en número. El resultado fue un desastre total para el Paraguay, sellando cualquier tipo de disputa fronteriza con Argentina por la fuerza de las armas, Argentina reclamó la plena propiedad de la provincia de Chaco (disputada por ambos países) y ganó la provincia de Formosa y Misiones. Brasil reclamó la plena soberanía sobre el sur de Matto Grosso y ocupó el país durante seis años.

Guerra del Pacífico

Fue una guerra emprendida por Chile contra una alianza combinada de fuerzas peruano-bolivianas sobre la propiedad de las reservas de salitre en los territorios del norte de la provincia boliviana del Litoral. Duró de 1879 a 1883 e implicó la guerra naval, el uso de barcos acorazados, y las invasiones anfibias.


"Huáscar" entrando al puerto de Valparaíso, después de la Batalla Naval de Angamos, 1879. Fuente: Wikipedia / Public Domain

El conflicto comenzó cuando el gobierno boliviano elevó los impuestos a la compañía chilena de Saltpeter and Railroads Antofagasta Company, a pesar de un tratado firmado en 1874 que prohibía recaudar nuevos impuestos durante un período de 25 años. Después de un terremoto que azotó la región de Antofagasta, Bolivia, Bolivia aumentó el impuesto en 10 centavos.

Tras la denegación de pago por parte de la Compañía Chilena, fue expropiada, y el conflicto comenzó abiertamente. Una vez que la guerra terminó, Perú perdió la región de Tarapacá, Tacna y Arica fueron devueltos después de 40 años, y Bolivia seguía siendo un país sin litoral hasta el día de hoy. A pesar de los esfuerzos de Bolivia por su provincia perdida, las posiciones chilenas sobre la región del Litoral se han mantenido duras y estáticas durante un siglo.

Guerra del Chaco

La exploración española a principios del siglo XIX era dudosa ya menudo contradictoria. Después de que las repúblicas recién creadas se organizaron, adoptaron el principio de Uti Possidetis Juri, que significa "como usted posee según la ley, usted poseerá" significando que las fronteras entre los países se significaron para ser dejadas como estaban en 1810, el último año La corona española gobernaba América del Sur.


Tropas paraguayas en 1932. Fuente: Wikipedia / Dominio Público

Sin embargo, hubo un vacío legal en áreas inexploradas. Una de estas áreas es el Chaco Boreal, entre Paraguay y Bolivia.

Bolivia intentó repetidamente emprender una guerra contra los países vecinos después de perder las provincias en la Guerra del Pacífico. Esta vez, no sería diferente. Entre 1928 y 1936, el ejército modernizado de Bolivia, con equipos de última generación entre equipos y tácticas de guerra, intentó ocupar por la fuerza de las armas el área entre ambos países, pero finalmente fracasó. Las compañías petroleras también jugaron su papel, tanto Standard Oil como Shell concediendo créditos para comprar armas modernas. En última instancia, ambos países movilizaron a los campesinos pobres que pagaban con su sangre.


Luciano Camano es maestro de escuela primaria con una licenciatura en Relaciones Internacionales.