martes, 23 de abril de 2019

GCE: El espionaje británico en la península

Materia secreta: el espionaje británico en la Guerra Civil


Por: Ángel Viñas | El País







En 2010 se publicó la esperadísima historia oficial del Secret Intelligence Service (SIS) o, en su denominación hoy más habitual, MI6. Comprende desde el año de su establecimiento, 1909, hasta 1949. El autor, Keith Jeffery, catedrático de Historia de la Queen´s University de Belfast, afirma que tuvo acceso a toda la documentación que le pareció necesaria. El director general del MI6, John Sawers, también lo constató en su prólogo. El libro ha tenido un éxito inmenso. En el Reino Unido las obras sobre espionaje gozan de gran popularidad. Los británicos siempre fueron maestros en el gran juego de la inteligencia / contrainteligencia.

[El cartel de la imagen pertenece a la colección de la Biblioteca Digital Hispánica. Es de 1939 y de autoría desconocida]

Las páginas referidas a España son, sin embargo, decepcionantes. Quien las lea no obtendrá mucha idea de lo que el MI6 hizo en nuestro país y pensará que fue mas bien poco. Esta carencia quizá sea explicable por varios motivos. En España no solo actuó MI6. También lo hicieron otros servicios británicos y Jeffery, naturalmente, no tenía porqué referirse a ellos; la documentación relevante puede seguir estando clasificada o haber desaparecido; el autor pudo no querer entrar en un escenario marginal para su gran historia: la actuación contra los enemigos del Reino Unido, ya fuesen en la Primera Guerra Mundial, en la Segunda o en los inicios de la Guerra Fría. Debió, eso sí, ver algunos papeles sobre España ya que alude a operaciones, que no identifica, que lanzó desde Gibraltar durante la Guerra Civil el entonces jefe de estación en el Peñón, Leonard Hamilton-Stokes. Por cierto que este aparecería en Madrid, con igual condición, en los primeros meses de 1940.
Mis investigaciones durante los últimos diez años me han conducido a otras conclusiones. Por ejemplo: los servicios secretos británicos (aunque no necesariamente el MI6) estuvieron presentes en los inicios de la Guerra Civil; desempeñaron un papel en el golpe de Casado y continuaron funcionando, a ritmo más trepidante, durante la neutralidad/no beligerancia/neutralidad españolas en la Segunda Guerra Mundial.

El primer tema lo desarrollé hace algunos años al ligar la conspiración de Franco para eliminar al general Amado Balmes, comandante militar de Gran Canaria, con el famoso vuelo del Dragon Rapide, avión que debía transportarle a Marruecos. Uno de los pasajeros llegados de Londres a Las Palmas, el excapitán Hugh Pollard, había sido, cuando menos, agente del Servicio de Inteligencia Militar y es altamente verosímil que participase en la misión, siquiera para otear lo que pasaba, por encargo de la misma o del propio MI6. La cosa no está clara. En cualquier caso, no era agente de éste. Ingresó en él a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.

Sobre el tercer tema estoy trabajando en la actualidad y espero poder presentar en un próximo libro un largo y denso acopio de datos e informaciones hasta ahora ignorados en la literatura.

Queda el segundo tema: el golpe de Casado, del que ahora se han cumplido 75 años. Aquí el protagonista fue un diplomático británico, convenientemente camuflado. Su nombre es conocido de los especialistas pero no se ha escrito mucho sobre él. Se llamaba Howard Denys Russell Cowan, abreviadamente Denys Cowan. Nacido el 23 de octubre de 1883, ingresó en el Foreign Office en septiembre de 1910. Fue destinado a Cuba en donde pasó la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial. Dimitió en octubre de 1920. Se ignoran las razones. Desaparece en la historia hasta agosto de 1938, cuando resurge como agregado honorario a la embajada británica en Barcelona. Esto fue, lo sabemos, una cobertura, quizá justificada por los peligros de su trabajo real. Era secretario y enlace de una comisión, presidida por el mariscal Sir Philipp Chetwode, que se ocupaba de facilitar el intercambio de prisioneros, franquistas contra republicanos y viceversa. Esto le daba la oportunidad de pasar de una zona a otra. Una facilidad de la que disfrutaban entonces contadísimas personas. Las oportunidades de otear y obtener información no pudieron faltarle.

Tras la caída de Barcelona en febrero de 1939 a Cowan se le envió al consultado británico en Madrid, ciudad entonces bastante aislada. Este destino, sin embargo, desaparece en el anuario diplomático. Cierto es que no pudo ser de larga duración, pero es significativo por varias circunstancias muy especiales.

La más importante era que el coronel Segismundo Casado soñaba con un golpe que liquidase la Guerra Civil desde, probablemente, octubre de 1938. Esta información, que no estaba al alcance de todos y que obviamente ignoraba el Gobierno republicano, se transmitió a Londres. Esto puede explicar, para los no obtusos del todo, el traslado de Cowan en Madrid. Casado, en la segunda versión de sus siempre falaces memorias, reconoció que tuvo contactos con agentes británicos, pero cuidadosamente se abstuvo de dar nombres.



Es más, después de hundir todas y cada una de las posibilidades de resistencia y de prestarse a una gran operación político-estratégica de Franco para obtener la implosión republicana, Casado [en la imagen] se escapó a Londres. Aquí, refugiado y sin un chelín, no pasó ni hambre ni demasiadas privaciones. Un aspecto que no ha merecido la atención de los historiadores. ¿Por qué?

Veamos lo que hubo detrás. Un generoso donante le suministró fondos. No de forma directa sino a través del Comité de Ayuda a los Refugiados de España. Quien había detrás debió de ser muy precavido. En la documentación relevante aparece simplemente como “Miss Oliver”, mera pantalla. Los importes fueron superiores a los que distribuía el comité. El Foreign Office, de quien dependía el MI6, tomó cierto interés en que Casado se sintiera cómodo.

Obviamente no se trató de una ayuda desinteresada. Una mano anónima dio instrucciones al excoronel sobre cómo orientar el libro que rápidamente se puso a escribir, The Last Days of Madrid. Casado no sabía inglés, así que las instrucciones se le dieron en castellano. El libro se tradujo a velocidad de vértigo. Casado se lo dedicó a su “benefactora”, M.O. Se convirtió en un clásico que influyó durante 25 años en las muchas estupideces que se escribieron sobre el final de la guerra. Como reconoció privadamente mucho más tarde el propio Casado era, sin embargo, “pura bazofia”. ¿Quién estuvo detrás de la idea, de las instrucciones, de la traducción y de la publicación? Misterio.

Este misterio se ahonda un poco más porque tampoco se conoce nada todavía de las actividades de Cowan tras su regreso al Reino Unido. Hay que suponer que se le haría algún “debriefing”. Si es así, no se ha localizado. Tampoco reingresó en el Foreign Office. Los anuarios diplomáticos de 1939, 1940 y 1941 son mudos a su respecto. Sabemos, no obstante, tres cosas:
Al estallar el conflicto europeo se proporcionó a Casado un trabajito en la sección española de la BBC. La gran emisora fue un refugio utilizado por los servicios secretos para camuflar a futuros colaboradores y agentes de numerosas nacionalidades.
En algún momento Casado figuró en los planes que se cocían en Londres para hacer frente a la posibilidad de que Franco se decantara por el Eje.
En lo que se refiere a Cowan ingresó en el recién creado Ministerio de Información, al cual pasó gente de las procedencias más diversas.

En este Ministerio se le nombró rápidamente jefe de la Sección de España. Esto significa que “alguien” valoró sus conocimientos. Lo que hizo no está todavía aclarado. En enero de 1940 sabemos que trató de conseguir un pasaporte español para la esposa de Casado (Carmen Santodomingo de Vega) a través de la sección de prensa de la embajada británica en Madrid. Al parecer dicha señora podía contar con el apoyo de dos generales, Juan Yagüe y Fernando Barrón, y del coronel José Ungría, exjefe del SIPM, el servicio de inteligencia militar de Franco. No podía contar con el apoyo de círculos falangistas y, en particular, con el del conde de Mayalde, a la sazón director general de Seguridad y como tal el inmediato sucesor de Ungría.

Dada la labilidad de las relaciones hispano-británicas en aquel momento el embajador sir Maurice Peterson prohibió toda ayuda a la esposa. No sabemos si llegó a obtener el pasaporte español o no. Nada hace pensar que pudiera reunirse con su marido en Londres. En cualquier caso, este no tardó en tener un affaire con una inglesa de la que nació una niña.

Sigamos con Cowan. En febrero de 1940 el Ministerio de Información decidió enviarle a España en misión. La embajada española en Londres le negó el visado, algo realmente sorprendente. Ello dio origen a una larga correspondencia entre el Ministerio, el Foreign Office y la embajada en Madrid. Por ella se deduce que en los altos niveles de la dictadura se consideraba a Cowan excesivamente pro-republicano. Este protestó indignado. Era un católico a machamartillo y si había ayudado a los republicanos, había ayudado más a los franquistas. Literalmente. De la correspondencia ha desaparecido el informe sobre sus actuaciones en Madrid.

Este intercambio fue a parar a conocimiento de “C”. Esta era la denominación interna y en clave del jefe del MI6, a la sazón sir Stewart Menzies. Por ello podemos pensar que no es absurdo establecer un enlace entre el Cowan de febrero/marzo de 1939 y el de un año más tarde. Cowan no viajó a España en esta última fecha. Podría haber seguido en el Ministerio de Información pero rápidamente se le destinó a otro puesto. La documentación disponible no permite adivinar adónde. Es posible que se considerase que era demasiado importante para exponerlo.

La no mención de Cowan en los anuarios diplomáticos a partir de 1940 puede explicarse por motivos que no tienen nada que ver con la necesidad de mantener el secreto más cerrado sobre sus actividades. Según la persona que debía acompañarle en su abortada misión, Tom Burns, agregado de prensa en el embajada británica, el escurridizo personaje que comenzó su carrera en Cuba pereció en uno de los bombardeos alemanes sobre Inglaterra.

Ahora bien, si se tiene en cuenta que igualmente han desaparecido muchos papeles relacionados con el viaje del entonces excapitán Pollard a Canarias, la volatilización de toda traza documental de las misiones de Cowan en España nos lleva a seis conclusiones provisionales:
Los servicios secretos británicos estuvieron presentes en el comienzo y en el final de la Guerra Civil.
Lo que hicieron es desconocido pero debió de ser lo suficientemente importante para que una mano misteriosa haya hecho desaparecer papeles que normalmente deberían estar disponibles en los archivos que no son del MI6 y de la Inteligencia Militar.
Los archivos del MI6 no permiten profundizar en ninguna operación. Siguen cerrados a cal y canto. Unicamente el profesor Jeffery, como historiador oficial, tuvo acceso a la documentación.
La imposibilidad de consultarlos no es fácilmente comprensible. Si se trata de no identificar personas, los nombres (eventualmente agentes españoles) pueden borrarse. Lo hacen habitualmente los británicos, los norteamericanos y, por lo que sé, los franceses. Si se trata de no identificar el modus operandi correspondiente, ¿por qué se ha levantado el velo sobre operaciones en otros países que ha descrito el profesor Jeffery?
Existe documentación británica accesible, con nombres, en relación con otros servicios que no son el MI6 o la Inteligencia Militar.
No deja de ser paradójico que en los momentos actuales se sepa más acerca de las actividades en España durante la Guerra Civil del servicio de espionaje de la NKVD que por el lado británico.

No corresponde a un historiador extranjero especular acerca de las razones por las cuales la política desclasificadora del Gobierno británico no se aplica a documentos que difícilmente podrán contener vitales secretos de Estado. Aunque esto sea algo que no cabe por principio descartar, siempre es posible retener información supersensible. Cualquier historiador que trabaje en archivos se encuentra regularmente con ejemplos de ello. Y no pasa nada. Tampoco se hunde nada.

Ángel Viñas es catedrático emérito de la UCM. Su último libro es Las armas y el oro. Palancas de la guerra, mitos del franquismo (Pasado&Presente).

lunes, 22 de abril de 2019

Rusia Imperial: Los cosacos

Cosacos

Rusian Armed Foreces 1700-1917





Los cosacos se establecieron originalmente en las estepas del sur de Europa y en Rusia. Ya en 1380, los cosacos a lo largo del río Don se registran como luchando con el gran duque ruso Dmitri contra los mongoles. El 8 de septiembre de 1380, Dmitri ganó una victoria decisiva sobre los mongoles en Kulikovo por el río Don, marcando efectivamente el fin del gobierno mongol en gran parte de Rusia.

En el siglo XVI, los cosacos se habían fusionado en dos grandes bandas autónomas, Don Cossacks y Zaporojie, que vivían a lo largo de las curvas del río Dnieper. (Zaporojie se traduce como "debajo de la curva en el río".) Otros historiadores han señalado áreas adicionales del asentamiento de Cosack a medida que avanzaba el tiempo, incluidas las áreas en las que residían asentamientos completos de cosacos. Rodeados por el poder del creciente estado ruso de Polonia, además de los tártaros de Crimea (o mongoles), los cosacos aún lograron mantener una gran medida de independencia debido a su destreza militar.

Muchos siervos, o esclavos, huyeron para unirse a los cosacos porque la medida de libertad que disfrutaban los líderes cosacos (llamados atamanes o hetmans) no se encontró en ningún otro lugar en Rusia o Europa del Este durante ese período. La palabra cosaco se deriva del término turco kazak, que significa "hombre libre". La mayoría de los cosacos eran de origen eslavo, y la mayoría eran cristianos, generalmente de la fe ortodoxa rusa. Los cosacos estaban gobernados por la Rada, o Asamblea Legislativa, dirigida por el ataman. Durante la guerra, el ataman sirvió como el comandante supremo de la guerra.

Los cosacos se dieron cuenta de que mantener su libertad significaba mantener sus habilidades militares en un alto grado de preparación. Su estilo de vida reflejaba la influencia de los mongoles antes que ellos. A los niños se les dieron armas casi tan pronto como pudieron sostenerlos y se les enseñó a montar a veces antes de que pudieran incluso caminar. De hecho, la principal fortaleza de los cosacos provino de las rápidas cargas que podían ejecutar en sus caballos. Los atamanes organizaron batallas simuladas con los muchachos más jóvenes para acostumbrarlos a una vida militar desde la edad más temprana posible. Los niños valientes y audaces fueron notados por el líder y fueron marcados desde una edad temprana para el avance.

Los cosacos comenzaron a usar su posición centralizada para atacar los dominios de las naciones que crecían a su alrededor, aunque la mayoría de sus ataques estaban dirigidos contra los tártaros musulmanes de Crimea y los turcos del Imperio Otomano. Al mismo tiempo, cuando las fronteras de las potencias en Europa del Este eran tan fluidas, cada condado podía ver el valor de los cosacos como tropas fronterizas, perfectamente adecuadas para contrarrestar a los asaltantes de las tierras enemigas.

En 1569, Polonia y Lituania se convirtieron formalmente en la Unión de Lublin. El gran duque lituano Jogaila gobernó la monarquía unida como Ladislas (Władysław) II Jagiello, primero de la dinastía Jagiello. El pacto que estableció el estado para su matrimonio con la reina de Polonia estipuló que se convertiría en un católico romano, la religión de Polonia. En 1596, la Unión de Brest unió la ortodoxia rusa de Lituania con el catolicismo romano de Polonia para formar lo que se conocía como la Iglesia Uniate. La Iglesia Uniada comenzó una persecución contra los creyentes ortodoxos que no se convertirían, y tal vez miles huyeron a la Comunidad de Sech de los cosacos. En 1645, Ladislas IV trató de involucrar a los cosacos, que ya estaban dentro de los límites del poder polaco, en la guerra contra el Imperio Otomano. Cuando se revelaron sus planes, los cosacos temían convertirse en los chivos expiatorios de los dos países.
Además de la continua persecución de la Iglesia ortodoxa, la exposición del tratado secreto de Ladislas llevó a los cosacos bajo Bohdan Khmelnitsky a levantarse contra Polonia en 1648, el mismo año en que el Tratado de Westfalia trató de llevar la paz a Europa al terminar los treinta años. 'Guerra (1618–48). Khemelnitski formó una alianza con los tártaros y los cosacos Zaporojie y lideró una invasión de Polonia. Los siervos polacos se levantaron cuando Khmelnitski se acercó. Durante seis años, la rebelión devastó Polonia y Ucrania. Miles de polacos y judíos fueron masacrados en algunas de las carnicerías más salvajes que se hayan visto en Europa. Finalmente, en 1654, al ver que la destrucción del Reino de Polonia estaba fuera de su alcance, Khmelnitski dio el paso irrevocable de hacer una alianza con el zar Alexei, el segundo de la dinastía Romanov. Trágicamente por el amor de los cosacos a la libertad, Khmelnitski había intercambiado un maestro por otro, el rey polaco por un zar ruso.

Bajo los Romanov, el siglo XVII vio un endurecimiento del control de Rusia sobre los cosacos. Los rusos vieron a los cosacos como excelentes tropas para ser utilizadas contra el Imperio Turco Otomano. Los cosacos llevaron a cabo feroz incursiones contra los tártaros y, en 1663, el sultán turco Mohammed IV envió un gran ejército contra los cosacos de Zaporojie. Aunque los Zaporozhianos estaban dormidos después de un combate por beber, uno se despertó a tiempo para ver a los turcos acercarse. Increíblemente, los cosacos pudieron defenderse de sus atacantes y obligarlos a retirarse.

Eventualmente, la tensión entre el gobierno ruso y el deseo de libertad de los cosacos llevó a la rebelión de Stephan (Stenka) Razin en los últimos años del reinado del Zar Alexei. Razin se volvió contra los rusos en 1670, comenzando lo que se convirtió en una revuelta de cosacos en toda regla. Aunque muchos cosacos se unieron a él, otros se aliaron con los rusos, cuyas tropas disciplinadas pronto aplastaron el levantamiento de Razin en Simbirsk. Después de ser torturado en Moscú, Razin fue decapitado en 1671. Desde entonces, se convirtió en un símbolo de la resistencia rusa a la tiranía.

El hijo del Zar Alexei, Pedro I o Pedro el Grande, reconoció el potencial militar de los cosacos, a pesar de su rebeldía. En 1696, Peter tomó el puerto de Azov en el Mar Negro de los turcos, gracias a sus aliados cosacos. La mayor prueba del reinado de Pedro se produjo en la Gran Guerra del Norte contra el rey Carlos XII de Suecia (1700–21). Ivan Mazeppa era el principal hombre cosaco de la época, y restableció a los cosacos como un factor importante en los asuntos de Europa del Este, equilibrando las ambiciones de Polonia y Rusia.

Cuando Peter derrotó decisivamente a Charles en Poltava en julio, Mazeppa se vio obligado a huir. Mazeppa murió por causas naturales en septiembre de 1709, antes de que Peter pudiera atraparlo. Después de Mazeppa, los cosacos se convirtieron en parte del ejército ruso, incluso allanaron Berlín en el ejército de Czarina Elizabeth durante la Guerra de los Siete Años (1756–63) contra Federico II de Prusia.

Sin embargo, el amor de los cosacos por la libertad conduciría a una rebelión más antes del final del siglo XVIII. Cuando Elizabeth murió en 1762, su hijo Peter III fue derrocado y asesinado en un golpe de palacio por su esposa, Catherine. Catalina, que sería conocida en la historia como Catalina la Grande, se enfrentó en septiembre de 1773 con la rebelión de Don Cossack Emelian Pugachev. Para los siervos de Rusia, poco mejor que los esclavos, Pugachev parecía ser su campeón, mientras luchaba contra los terratenientes opresores. En marzo de 1774, Pugachev fue derrotado por las tropas de Catherine en Orenburg; Al igual que Razin, fue ejecutado por decapitación. La rebelión de Pugachev fue el último desafío real contra la pérdida de la libertad de los cosacos. Es una de las grandes ironías de la historia que, en años posteriores, los cosacos se convertirían en algunos de los más despiadados defensores del despotismo ruso contra el que alguna vez habían luchado con tanta valentía.

domingo, 21 de abril de 2019

Israel: Operación Wooden Leg - F-15s sobre Túnez

En 1988, Argelia y Túnez estaban aterrorizados de ataque aéreo israelí

Ambos países se apresuraron a defender a las reuniones de la OLP


Tom Cooper | War is Boring
y Wikipedia



Una vista trasera de un F-15B israelí durante el despegue. FDI fotos

Situación previa

Después de la Guerra del Líbano de 1982, la OLP se había establecido en Túnez. El 25 de septiembre de 1985, durante el día santo judío de Yom Kippur, tres hombres armados palestinos secuestraron un yate israelí en la costa de Larnaca, Chipre, y mataron a tres turistas israelíes a bordo. En Jerusalén, un interlocutor anónimo dijo a la agencia occidental que el ataque fue llevado a cabo por la unidad de élite Fuerza 17 de la OLP. Sin embargo, los funcionarios de la OLP negaron eso. A los israelíes se les permitió escribir sus pensamientos finales antes de ser fusilados. La naturaleza de los asesinatos provocó un shock generalizado en Israel. La OLP afirmó que las víctimas eran agentes del Mossad que vigilaban el tráfico naval palestino desde Chipre. El ataque fue una respuesta a la captura y encarcelamiento del comandante de la Fuerza 17 Faisal Abu Sharah por parte de la Armada israelí dos semanas antes. Sharah había estado navegando en el Opportunity, un pequeño barco que viajaba regularmente entre Beirut y Larnaca, cuando fue detenido por un barco de patrulla naval israelí con agentes del Mossad a bordo. Sharah fue arrestada, llevada a Israel e interrogada. Luego fue juzgado y se le dio una fuerte sentencia de prisión. Desde entonces, la Armada israelí y el Mossad habían interceptado varias otras embarcaciones y arrestado a pasajeros sospechosos de actividad terrorista.

El gabinete israelí y la Fuerza Aérea israelí desearon represalias inmediatas, y eligieron la sede de Túnez de la OLP como su objetivo. La inteligencia suministrada a Israel por Jonathan Pollard sobre los sistemas de defensa aérea de Túnez y Libia facilitó enormemente el ataque. Tras el incidente, la prensa árabe publicó numerosas advertencias de represalias israelíes. Muchas de las historias fueron plantadas por la LAP [fr], el departamento de guerra psicológica del Mossad.

En la víspera del ataque, Túnez expresó su preocupación a los Estados Unidos de que podría ser atacado por Israel. Sin embargo, según un funcionario tunecino de alto rango, Estados Unidos aseguró a Túnez que no había razón para preocuparse.

Con Israel no se jode

A última hora de la mañana del 1 de octubre de 1985, una formación de 10 cazas F-15 de la fuerza aérea israelí se acercó a la costa mediterránea de Túnez a una altitud de 40,000 pies.

En el frente estaban seis F-15B y F-15D del Escuadrón
No. 106 "Spearhead". Cada uno de los aviones llevaba una bomba guiada electroópticamente GBU-15 de fabricación estadounidense, la cápsula necesaria para guiar tales armas y cuatro misiles AIM-7 Sparrow.

En la parte trasera había dos F-15C del escuadrón
No. 133 'Twin Tail', armados con misiles AIM-7 Sparrow y AIM-9 Sidewinder, pero también seis bombas Mk.82 montadas en un rack de múltiples expulsores, instaladas bajo la línea central punto difícil.

Poco antes de ingresar al espacio aéreo tunecino, la formación se dividió en dos vuelos de cuatro, separados por cuatro minutos. Dos de los F-15 experimentaron varios fallos de aviónica y se vieron obligados a abortar la misión. Las otras tripulaciones tuvieron que redistribuir los objetivos entre ellos.

Los tres primeros Eagles lanzaron sus GBU-15 desde aproximadamente 15 millas de distancia de su objetivo. El segundo vuelo comenzó su ataque, con dos F-15B / D lanzando sus GBU-15.

Luego siguieron dos F-15C, uno de los cuales dejó caer sus Mk.82s en la primera ejecución. El otro hizo un círculo y luego volvió a atacar desde una dirección diferente debido al humo denso que cubría el objetivo.

Preparado con la ayuda de la inteligencia proporcionada por Jonathan Pollard, un oficial del Comando de Inteligencia Naval de la Armada de los Estados Unidos, que fue arrestado por el FBI en noviembre de 1985, la operación en cuestión se denominó código "Pata de madera" (Wooden Leg).

Apuntó al cuartel general de la Organización de Liberación de Palestina en Hammam Chott, cerca de la ciudad de Túnez, a unas 1.280 millas de su punto de lanzamiento, la base aérea de Tel Nof, en Israel.

Las fuentes difieren significativamente con respecto a las víctimas. Mientras que los israelíes afirmaron que hasta 75 personas murieron, alrededor de 60 de los cuales eran miembros de la OLP, otros aseguraron que hasta 56 palestinos y 215 tunecinos murieron y unos 100 resultaron heridos. Fuentes oficiales tunecinas calculan el recuento final en 47 muertos y 65 heridos.



Por encima de - fotografía del ataque de la cámara de un ataque israelí contra el cuartel general de la OLP en Hammam Chott en 1 de octubre de 1985.

Operación

El ataque fue llevada a cabo por ocho F-15 Eagles. A las 07:00 del 1 de octubre, el avión despegó de la BAM Tel Nof. Un Boeing 707 fuertemente modificado para operaciones de reabastecimiento de combustible reabasteció de combustible a los F-15 en vuelo medio sobre el Mar Mediterráneo para permitir que la operación se ejecutara a esa distancia. La Armada israelí estacionó un barco que transportaba un helicóptero cerca de Malta para recuperar pilotos derribados, pero estos nunca fueron necesarios. La ruta fue diseñada para evitar la detección por los radares egipcios y libios, y los buques de la Armada de los Estados Unidos que patrullaban el Mediterráneo. El comandante de la IAF, Amos Lapidot, vio pocas posibilidades de resistencia por parte de la Fuerza Aérea Tunecina o de las defensas aéreas tunecinas, pero creía que en un vuelo tan largo, podrían surgir problemas técnicos.

Los F-15 volaron por la orilla y dispararon municiones de precisión en la sede de la OLP, un grupo de edificios de color arena a lo largo de la costa. Los aviones atacaron primero la ubicación del sur, de modo que el viento del norte no tiraría humo sobre los objetivos del norte. El ataque duró seis minutos, después de lo cual los F-15 volaron de regreso a Israel, repostados nuevamente por el Boeing 707.

La sede de la OLP fue completamente destruida, aunque Yasser Arafat, el jefe de la organización, no estaba allí en ese momento y escapó ileso. Israel afirmó que unos 60 miembros de la OLP fueron asesinados, incluidos varios líderes de la Fuerza 17 y varios guardaespaldas de Arafat. Además, la operación causó víctimas entre los transeúntes civiles. Según otras fuentes, 56 palestinos y 15 tunecinos murieron y unos 100 resultaron heridos. Las fuentes del hospital estimaron que el recuento final fue de 47 muertos y 65 heridos.

Debido a que el ataque se llevó a cabo tan lejos de Israel, las fuentes tunecinas creían que el ataque debía haber sido conocido por los Estados Unidos, si no implicaba realmente la colaboración estadounidense.



Amenaza sobre Argelia

Según un oficial retirado de la fuerza aérea tunecina, tres años después, los israelíes intentaron algo similar.

El ataque aéreo israelí en la sede de la OLP en Hammam Chott enfureció a los tunecinos. Convencidos de que los israelíes volaron este ataque desde un portaaviones de la Marina de los Estados Unidos, los tunecinos decidieron comprar equipo de defensa aérea hecho por los soviéticos.

"En el momento de este ataque, solo teníamos un radar civil, y esto estaba fuera de servicio", dijo el oficial. “Después, nuestra fuerza aérea consideró la posibilidad de comprar un sistema soviético de defensa aérea. Enviamos una delegación a Argelia para estudiar sus equipos ".
“Los argelinos nos ofrecieron desplegar una de sus baterías SA-3 en Túnez, de manera temporal. Sin embargo, cuando los argelinos nos informaron sobre las capacidades limitadas de este sistema, cancelamos la idea ".

La ira de los tunecinos se calmó antes de que se adquiriera cualquier tipo de SAM de Moscú. Sin embargo, cuando la OLP decidió celebrar su próximo congreso, en noviembre de 1988, seleccionó Argelia.
"Inicialmente, la OLP quería celebrar este congreso en Bagdad", continuó la misma fuente. “La guerra con Irán terminó y, por lo tanto, el lugar se consideró lo suficientemente seguro. Sin embargo, los palestinos recibieron una advertencia de que Israel atacaría, sin importar dónde tuviera lugar el congreso. Por lo tanto, eligieron Argel. Esto fue considerado un lugar más seguro ".

Los argelinos hicieron grandes extensiones para proteger el lugar del congreso, que tuvo lugar en el Hotel Club des Pins, a unos 19 kilómetros al oeste de Argel, en la costa mediterránea.


Vista frontal de un F-15B israelí que lleva dos enormes bombas guiadas GBU-8 en sus torres de apoyo. Foto IDF

"¡Todos estaban 100 por ciento seguros de que 'ellos' [los israelíes] vendrían a atacar de nuevo! Por lo tanto, los argelinos desplegaron uno de sus sitios SA-6 cercanos y establecieron una zona de exclusión aérea dentro de un círculo de 20 kilómetros alrededor del Club des Pins. Un par de MiG-25 estaba volando en una patrulla aérea de combate a gran altura, y un par de MiG-21 lo hizo a mediana altura, cada vez que los principales representantes palestinos se reunían. Interceptores adicionales estaban en alerta permanente en sus bases.

Como era de esperar, "ellos" vinieron. El 10 de noviembre de 1988, los radares de alerta temprana argelinos recogieron una formación de contactos de radar sospechosos que se acercaban desde el este.

"Un radar argelino detectó una serie de contactos en el este, que se acercaban a un nivel medio", dijo el oficial tunecino retirado. “Inmediatamente, un par de MiG-23s y MiG-25s fueron vectorizados para reforzar cuatro MiGs que ya estaban en CAP sobre Club des Pins.

“Los argelinos no los enviaron para interceptarlos, los israelíes todavía estaban muy lejos. Ordenaron a sus MiGs que subieran y tomaran una posición frente al avión entrante. "Debido a la actividad argelina, también nos pusimos en alerta y nuestros radares detectaron dos grupos de aviones, en el momento y lugar donde no se esperaba ni anunció ninguna actividad comercial o militar".

La tensión en los cielos y en el suelo comenzó a elevarse. Durante los siguientes minutos, más y más estaciones de radar argelinas y tunecinas se activaron y comenzaron a rastrear la formación entrante. Según el oficial tunecino retirado, el estado de alerta de las defensas aéreas argelinas finalmente tuvo un efecto.
“Es solo una suposición, pero creo que detectaron toda esta actividad electromagnética. Siguieron un curso radial por un tiempo, luego regresaron al este. No nos tenían miedo a nosotros, ni a los argelinos. Pero para que su ataque tuviera éxito, querían golpear a la OLP mientras sufrían cero pérdidas. Por eso decidieron cancelar su ataque ".

Según esta y otras fuentes disponibles, las dos formaciones de aeronaves en cuestión nunca fueron identificadas positivamente. La razón principal por la que probablemente fueron israelíes es que se acercaron al espacio aéreo tunecino y argelino desde una dirección este a una altitud de 40,000 pies y a una velocidad relativamente alta.

La aeronave en cuestión se alejó mucho antes de que cualquiera de ellos pudiera ser visto o identificado por otros medios.

sábado, 20 de abril de 2019

Guerra franco-prusiana: La batalla de Wissembourg (1/2)

La batalla de Wissembourg, 4 de agosto de 1870 

Parte I
Weapons and Warfare



En un telegrama al cuartel general del príncipe heredero Friedrich Wilhelm el 4 de agosto, Moltke reiteró que estaba tratando de "poner en consonancia las operaciones de los Ejércitos [Segundo y Tercero]". Ambos ejércitos deben avanzar para unirse en "el movimiento combinado directo" contra El principal ejército de Luis Napoleón. El general Leonhard Graf von Blumenthal [jefe de personal del 3er Ejército prusiano] y el príncipe heredero obedecieron, empujando a su ejército hacia el oeste en los primeros días de agosto. Moltke consiguió su primer golpe en Alsacia, donde el Tercer Ejército de Prusia se estrelló contra el I Cuerpo de Mariscal Patrice MacMahon en dos etapas, una pequeña "batalla de combate" en Wissembourg el 4 de agosto y un choque orquestado en Froeschwiller dos días después. Aunque MacMahon comandó un "cuerpo fuerte" de 45,000 hombres, "fuerte" porque contenía cuatro divisiones en lugar de las tres habituales, el mariscal tenía fuertes responsabilidades. Se espera que mantenga la línea de los Vosgos, amenace el flanco de cualquier ataque prusiano hacia Estrasburgo, mantenga el contacto con el VII Cuerpo de Douay en Belfort, sin embargo, nunca pierda el contacto con el Ejército del Rin en su norte, el mariscal necesitaba a cada hombre que tenía. , y algo más.

Para cubrir su vasto sector de frente, MacMahon colocó sus cuatro divisiones en una amplia plaza, una división y sede en Haguenau, una segunda división en Froeschwiller, una tercera en Lembach y una cuarta en Wissembourg, un pueblecito encantador en el río Lauter , que era la frontera de Francia con el palatinado bávaro. Por medio de esta colocación bastante desgarbada de sus divisiones, MacMahon defendió simultáneamente la frontera con Alemania, mantuvo el contacto con el Cuerpo de V de Failly, y aún tenía dos divisiones lo suficientemente al sur para amenazar el flanco de cualquier ataque prusiano hacia Estrasburgo o Belfort. Aun así, de diez a veinte millas de terreno accidentado separaban cada una de las cuatro divisiones francesas, una separación peligrosa en parte debida a la escasez de alimentos y bebidas, lo que obligó a MacMahon a buscar entre la población local. Si MacMahon tomara la iniciativa, tendría tiempo para cerrar las brechas y unirse a las unidades en la batalla. Pero si MacMahon fuera atacado en cualquiera de las esquinas de su plaza, ninguna de las divisiones francesas tendría tiempo para "marchar al son de las armas". Estaban demasiado alejadas, un hecho brutalmente arrastrado a las 8,600 tropas de MacMahon's. 2ª División en Wissembourg el 4 de agosto.



La 2ª División del mariscal MacMahon, comandada por el general Abel Douay, de 61 años, hermano de Félix Douay y presidente de la academia militar en St. Cyr antes de la guerra, había llegado a Wissembourg a fines del 3 de agosto. MacMahon empujó apresuradamente a Douay hacia adelante después de recibir la vaga advertencia de Leboeuf de "un asunto serio". Aunque los franceses habían convertido a Wissembourg en una formidable línea defensiva en el siglo XVIII: una red de torres, fosos, caseríos y trincheras en la orilla derecha del Lauter: el mariscal Niel había abandonado las fortificaciones en 1867, quitándose las armas y los presupuestos de mantenimiento. La decadencia siguió rápidamente en el cálido y húmedo refugio de los Vosgos: un corresponsal de guerra en Wissembourg en 1870 encontró las paredes desmoronadas, los fosos llenos de malezas y basura, los glacis ya brotaban olmos y álamos. Aún así, el lugar tenía una considerable importancia táctica si los alemanes venían de esta manera. Wissembourg era un importante cruce de carreteras para Baviera, Estrasburgo y Baja Alsacia y, después de examinarlo, los ingenieros del General Douay recomendaron que Wissembourg fuera limpiado y defendido como un "punto fuerte y dinámico" para las operaciones en la frontera, una recomendación que Douay aprobó. De vuelta a la sede del I Cuerpo. En última instancia, la gran desgracia de Douay fue haber aterrizado en el último minuto en el lugar exacto elegido por Moltke para la invasión de Francia. Moltke intentó conectar al Ejército del Rin con su Primer y Segundo Ejércitos mientras balanceaba el Tercer Ejército en el flanco de Napoleón III, el príncipe heredero Friedrich Wilhelm al final del 3 de agosto: "Tenemos la intención de llevar a cabo un movimiento ofensivo general; El Tercer Ejército cruzará la frontera mañana en Wissembourg ".

La toma de Wissembourg por parte del Tercer Ejército Prusiano el 4 de agosto fue una acusación tan buena de la inteligencia francesa y el reconocimiento en la guerra como cualquier otro. Cuando el general Douay inspeccionó la ciudad el 3 de agosto, no tuvo la menor sospecha de que 80,000 tropas prusianas y bávaras se estaban cerrando rápidamente desde el noreste en respuesta a la orden del día del Príncipe Heredero Prusiano: "Mi intención es avanzar mañana hasta la El río Lauter y cruzarlo con la vanguardia ". De hecho, los prusianos habían sido dueños del Niederwald, el extenso bosque de pinos que corría a lo largo de ambas orillas del Lauter y encubierto el enfoque prusiano, durante semanas. Los oficiales de infantería francesa no pudieron recordar una sola patrulla de caballería francesa que entró en ella. La inteligencia que recibió Douay el 3 de agosto no provino de la caballería francesa, sino de Monsieur Hepp, subprefecto de Wissembourg, quien advirtió que los bávaros ya habían tomado los puestos aduaneros franco-alemanes al este del Lauter y que grandes cuerpos de tropas alemanas estaban en el zona. Aún así, Douay se retiró esa noche sin empujar a sus ocho escuadrones de caballería a través del Lauter para que lo reconocieran. Solo en la mañana del día 4, Douay finalmente envió una compañía de infantería a través del río. Tan pronto como tocaron la orilla izquierda, fueron devueltos por la caballería prusiana. Esto fue interpretado como nada más serio que una "escaramuza avanzada" en el campamento francés. Tranquilizado, el general Douay pidió café por la mañana a las 8:00 a. metro. y conectó los resultados de su reconocimiento a MacMahon en Estrasburgo. Al ver que todavía había tiempo para concentrar su cuerpo en la frontera, MacMahon hizo planes para trasladar su sede a Wissembourg al día siguiente. A pesar de que sus operadores de telégrafos hicieron uso de esta intención para Leboeuf en Metz, los primeros proyectiles prusianos explotaron en Wissembourg y la 4ª División Bávara del general Friedrich von Bothmer salpicó el Lauter. En el Chateau Geisberg, el cuartel general de Abel Douay, en lo alto de Wissembourg, la confusión fue total.



Los fuertes centrales de las "líneas de Wissembourg" en el siglo XVIII, las ciudades gemelas de Wissembourg y Altenstadt todavía poseían fortificaciones temerarias para una lucha de infantería: fosos, muros de piedra y torres de barro, y un bastión elevado justo detrás y a la derecha en Geisberg . Douay había publicado dos de sus ocho batallones, seis cañones y varios mitrailleuses en las ciudades ribereñas de Wissembourg y Altenstadt en la tercera. Dispuso el resto de su infantería, su caballería y doce cañones en las laderas sobre las ciudades gemelas. Cuando los bávaros se arremolinaban sobre el Lauter, cada arma francesa, desplegada en una línea desde Geisberg a la derecha hasta Wissembourg a la izquierda, vertía una cortina de fuego perfecta. La infantería francesa, todos veteranos con Chassepots, ajustaron sus miras y comenzaron a disparar con un efecto devastador. Nikolaus Duetsch, un teniente bávaro que inspeccionó casualmente su pelotón en Schweigen en la orilla izquierda del Lauter, recordó su asombro cuando uno de sus soldados de infantería de repente levantó los brazos y gritó: "¡Ich bin geschossen!" él era. "La bala vino de los muros de Wissembourg, a más de 1,200 metros de distancia". Más cerca, cada bala francesa golpeó a su hogar cuando los bávaros, saliendo de la niebla de la mañana con sus cascos de plumas, lucharon a través de viñedos densamente plantados y plantaciones de acacia para llegar a Lauter .

Por primera vez, los bávaros oyeron el tac-tac-tac de la mitrailleuse. Estos "cañones revólver", bastante primitivos, no atravesaron su fuego a través del campo como ametralladoras de finales del siglo XIX, sino que tendían a fijarse en un solo hombre y bombearle treinta bolas, sin dejar nada atrás, solo dos zapatos y tocones. No hace falta decir que el arma tuvo un impacto aterrador fuera de toda proporción con sus escasos logros como arma. ("Una cosa es segura", escribió un oficial de infantería bávara después de la batalla, "pocos están heridos por la mitrailleuse. Si te golpea, estás muerto"). Johannes Schulz, un soldado bávaro que se afana a Altenstadt, más tarde describió Carnicería en las líneas bávaras. La artillería francesa y el fuego de rifles fueron tan intensos y precisos que cada intento de los bávaros de formar columnas de ataque en el terreno pantanoso y roto antes de que Wissembourg se hiciera pedazos. El propio jefe de pelotón de Schulz fue golpeado en el suelo por una bala en el pecho; Milagrosamente, se levantó de entre los muertos, salvado por su abrigo enrollado, que había detenido la bala. Mientras los bávaros vacilaban, Schulz recordó la apariencia violenta de su coronel de regimiento, cuyas órdenes a gritos mostraban cuán profundamente habían penetrado las tácticas prusianas en el ejército bávaro en los años desde 1866: "¡Regimiento! Formar columnas de ataque! ¡Primeros y ligeros pelotones en la línea de escaramuza! ¡Enjambres a izquierda y derecha! ”. El primer intento de cruzar el Lauter y penetrar en Wissembourg fue brutalmente reducido por los Turcos del 1er Regimiento de Tirailleur de Argelia, que trabajaron sus Chassepots con pericia desde la zanja, las murallas de la ciudad y el terraplén del ferrocarril. que formó un baluarte impenetrable a lo largo del borde frontal y este de Wissembourg. Aunque diez veces más fuertes que los defensores, los bávaros se marchitaron, los oficiales gritaron "¡nieder!" - "¡abajo!" - los hombres de ojos salvajes rompen la formación y se escabullen en busca de cobertura, aterrorizados por su primera visión de las tropas africanas. Schulz recordó la conducta de su batallón baterista; disparado limpiamente a través del brazo, el niño gritó una y otra vez, "¡Mein Gott! Mein Gott! Ich sterbe furs Vaterland! ”” - “¡Dios mío, Dios mío! ¡Me muero por nuestra Patria!

Había llovido en la noche y la mañana era cálida y húmeda; La niebla se levantó de los campos. La mayoría de los bávaros y prusianos, abriéndose camino a través de enredaderas, recordaron nunca haber visto a los franceses; simplemente los oyeron y dispararon a sus destellos de rifle. Adam Dietz, un Jager "armado con el nuevo rifle Werder de Bavaria, tan bueno como el Chassepot, concluyó amargamente que la táctica prusiana de Schnellfeuer -" fuego rápido "- era imposible cuando las tropas estaban tendidas:" El fuego rápido no es tan rápido cuando estás acostado porque tarda mucho en recargarse; de alguna manera tienes que alcanzar la bolsa de tu cartucho, encontrar un cartucho con los dedos, expulsar, cargar, apuntar y solo entonces, disparar ". Claramente, los franceses (los turcos y dos batallones del 74º Regimiento) estaban teniendo un mejor momento de Estando detrás de la cubierta en Wissembourg y Altenstadt, cargando, apuntando y disparando tan rápido como pudieron. Sólo la artillería prusiana y bávara limitó las pérdidas. Varios cañones alemanes cruzaron el Lauter en puentes improvisados ​​y se unieron al asalto de infantería, lanzaron disparos a las puertas de madera a corta distancia y dejaron entrever las tácticas audaces concebidas después de Koniggr ”atz. El resto, desplegado en la "orilla izquierda del Lauter, disparó a Wissembourg en llamas, desmontó los mitrailleuses y empujó a los fusileros franceses de las murallas de la ciudad. Por esto, pudieron agradecer a la artillería francesa; disparando un proyectil no confiable, fusionado en el tiempo y alejándose demasiado de la acción, los cañones franceses, después de un éxito inicial, causaron poco daño en el lado prusiano. Aún así, con las afueras y los canales de Wissembourg ahogados con los muertos de Baviera, fue un comienzo poco propicio a la guerra.

Por suerte para el príncipe heredero Friedrich Wilhelm, de treinta y nueve años, las tácticas prusianas nunca se basaron en los ataques frontales. Buscaban a tientas los flancos y la línea de retirada, y Wissembourg no era una excepción a esta regla. A pesar de que la división de Bothmer se hundió en Wissembourg y Altenstadt, el general Albrecht von Blumenthal, el jefe de personal del Tercer Ejército, estaba dirigiendo a la tercera división bávara contra la izquierda francesa y moviendo al Prussian V y al XI Cuerpo hacia el flanco y la parte posterior derecha de Douay. Desde el terreno elevado detrás de Lauter, Blumenthal y el príncipe heredero pudieron distinguir la línea de la tienda de Douay a simple vista. Estaba claro que el general francés no tenía más que una división con él, y que estaba peligrosamente expuesto, lo que los soldados llamaban "en el aire", sin características naturales que protegían sus flancos, sin reservas y sin conexión con las otras divisiones. de I Corps.

Abel Douay no vivió para reconocer la absoluta desesperanza de su situación. Montando para evaluar los combates en Wissembourg, fue asesinado por un proyectil cuando se detuvo para inspeccionar una batería de mitrailleuse a las 11 a. metro. Para entonces, la envoltura prusiana estaba casi completa. La novena división prusiana, que lideraba al cuerpo de V en la batalla, había cruzado el Lauter en St. Remy, había tomado Altenstadt y había asaltado el terraplén del ferrocarril en Wissembourg, llevando a los argelinos asediados entre dos incendios. Seis batallones bávaros más cruzaron el Lauter sobre Wissembourg, cerrando el anillo. Aunque rodeados, los franceses siguieron adelante, ardiendo a lo largo de toda la circunferencia de su anillo de estrechamiento en Lauter, mientras que las baterías francesas de arriba dispararon tan rápido como pudieron hacia los enjambres de bávaros y prusianos en la orilla del río. En última instancia, fueron los Wissembourgeois, no las tropas francesas, quienes subieron la bandera blanca. Frente a la destrucción segura de su encantadora ciudad, los habitantes salieron de sus bodegas y exigieron que el 74º Regimiento abriera las puertas y dejara entrar a los alemanes. Este fue un ejemplo temprano del derrotismo que plagaría el esfuerzo de guerra francés desde el principio hasta el final. . El comandante Liaud, comandante del segundo batallón 74, recordó con amargura la interferencia de la gente del pueblo, quien le suplicó a sus hombres que pusieran fin a su "defensa inútil" y se negó incluso a proporcionar direcciones a través de sus calles y callejones sinuosos. Cuando Liaud envió a los hombres a los tejados de la ciudad para atacar a los alemanes, el alcalde lo regañó y le recordó que las tropas francesas "estaban causando daños materiales" y prolongaban innecesariamente la batalla. La batalla terminó abruptamente cuando una multitud de civiles determinados avanzaron por la puerta de Haguenau, bajaron el puente levadizo y agitaron a los bávaros hacia dentro.
Si la victoria pertenecía a los alemanes, no era inmediatamente evidente para las tropas. De hecho, la valiente posición francesa en Wissembourg sacó el viento de los bávaros y los dejó sin aliento durante la mayor parte de la tarde, dejando que los prusianos completaran la envoltura. La muchacha del capitán Celsus, un oficial bávaro que regresó de Lauter en el clímax de la batalla, se sorprendió al descubrir los caminos al este del río atascados por rezagados bávaros (Nachzugler) demasiado asustados por los sonidos de la batalla para avanzar. “Había grupos de hombres debajo de cada árbol de sombra en el camino de Landau. . .. La mayoría estaban asustados, temblando de "fiebre de cañón". . .. Nada los movería; respondieron a mis mejores esfuerzos y a los de la policía de marzo con resistencia pasiva ". Y esto fue lo mejor de los dos cuerpos bávaros; Después de inspeccionar el cuerpo bávaro I del general Ludwig von der Tann antes de la batalla, Blumenthal y el príncipe heredero lo juzgaron incapaz de luchar y lo dejaron en la reserva, muy por detrás del Lauter. Aunque los bávaros fueron una decepción, el número bruto de tropas alemanas llegó el día. Cuando los cañones y la infantería franceses en el Geisberg intentaron desenganchar a sus asediados camaradas que se encontraban debajo antes de un retiro general, ellos mismos se vieron envueltos por los batallones de prusianos V y XI, que trabajaron detrás del Geisberg, empujaron a los franceses dentro del castillo. , y luego lo asaltó.



Los combates duraron una hora, con la infantería francesa, atrincherada dentro de cada habitación y en el techo, disparando contra las masas de prusianos que asaltaban la planta baja. Teniendo en cuenta la reputación militar de Prusia, un oficial francés se horrorizó ante la crudeza del ataque prusiano: Ola tras ola de infantería prusiana se rompió contra las paredes del castillo y sus dependencias. La mayoría del 7º Regimiento polaco fue destrozado, perdiendo veintitrés oficiales y 329 hombres. En las laderas debajo de las tropas geisberg, prusiana y bávara de Wissembourg se unieron al ataque, empujando cuesta arriba a través de los restos del 74º regimiento francés. Un sargento bávaro tomó el Chassepot de las manos de un cadáver francés en la ladera de la colina y se sorprendió al encontrar las miras del rifle en 1.600 metros, un tiro imposible con el rifle de aguja prusiano o el Podewils bávaro. La batalla por el castillo se estancó hasta que los artilleros de la novena división prusiana lograron luchar tres baterías en una altura indefensa a solo 800 pasos del Geisberg. En ese rango no podían fallar, y pronto aparecieron banderas blancas en el techo. Entre las víctimas de este último bombardeo se encontraba el hermano del duque de Gramont, coronel del 47º Regimiento francés, cuyo brazo izquierdo fue arrancado por una astilla de concha. Doscientos franceses se rindieron cuando el resto de la división de Douay huyó hacia el oeste, abandonando quince cañones, cuatro mitrailleuses, todas las municiones de la división y 1.000 prisioneros. Abel Douay, por ahora un cadáver rígido sobre una mesa en el Chateau Geisberg, nunca había tenido una oportunidad. Había estado en una mala posición frente a veintinueve batallones alemanes con solo ocho de los suyos. El mariscal MacMahon no supo del desastre hasta las 2:30 p. m., cuando resolvió reunir a los sobrevivientes de la división de Douay y dirigir una "retirada de combate" a través de los Vosges, pasa a Lemberg y Meisenthal, donde estaría mejor posicionado para unirse con el Ejército del Rin y el VI Cuerpo de Canrobert. El punto de recolección sería un pequeño pueblo en el extremo este de los Vosgos llamado Froeschwiller.

viernes, 19 de abril de 2019

Colonialismo: El fin del dominio portugués en India

En 1961, India finalmente expulsó a Portugal del subcontinente.

Todos hemos olvidado la breve guerra.

Christopher Miskimon | War is Boring



En la parte superior: el futuro crucero indio Delhi mientras era un buque de guerra de Nueva Zelanda. Fotos a través de Wikipedia

Al amanecer del 18 de diciembre de 1961, escuadrones de bombarderos de la Fuerza Aérea de la India cruzaron una frontera, bombardearon un aeródromo y un sitio de comunicaciones. Paracaidistas, tanques y artillería cruzaron esa misma frontera en tierra, con la intención de apoderarse del territorio. Pero el terreno que invadieron no era pakistaní ni chino. Más bien, pertenecía nominalmente a Portugal y tenía más de 400 años.

Los portugueses tomaron la provincia de Goa, junto con el enclave más pequeño de Daman y la isla de Diu, al noroeste, durante el colonialismo de la década de 1500. Aprovechando la debilidad de los estados indios fragmentados, Portugal no solo tomó estos territorios sino que los mantuvo en las guerras posteriores entre Inglaterra y Francia por el control de India.

Quizás lo más sorprendente es que los portugueses mantuvieron ese control durante todo el período del Imperio Británico y el Raj.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los británicos decidieron irse y nació una India independiente. Incluso después de la retirada británica, los portugueses se mantuvieron, negándose obstinadamente a ceder sus territorios de larga data. Sin embargo, los tiempos estaban cambiando y la era del colonialismo y el imperio habían terminado. Aparte de Goa, Daman y Diu, todo lo que Portugal había dejado eran colonias en Mozambique y Angola.

El problema languideció a lo largo de la década de 1950 y eventualmente se convirtió en un problema en la política interna de la India. Los ciudadanos se preguntaron por qué India no desalojó a una potencia europea tan débil como es evidente, pero el Primer Ministro Jawaharlal Nehru evitó hacerlo por varias razones.

Primero, India se comprometió a unificar a la nación después de la independencia, incluidas las acciones militares en Cachemira y Hyderabad. Segundo, hubo un movimiento nacionalista en Goa, pero fue apoyado por rivales políticos como el Partido Comunista de la India y el Partido Socialista de Praja. La falta de voluntad de Nehru para actuar en Goa relacionada con su disgusto por estos partidos políticos rivales. En tercer lugar, la India obtuvo su libertad en gran parte a través de una política de no violencia y el uso de la fuerza militar más de lo necesario, parecía hipócrita.

A medida que pasaban los años, Nehru esperaba que los portugueses tomaran del ejemplo británico, se rindieran y se fueran a casa. Hubo presiones ocasionales y en agosto de 1955 la policía portuguesa reprimió brutalmente una marcha por la paz, matando a 22 e hiriendo a 225.

A pesar de esto no hubo movimiento sobre el tema. Para 1961, sin embargo, la India estaba estable y el llamado para la recuperación de Goa estaba creciendo. Nehru tuvo que actuar y, como muchos líderes acosados ​​por las luchas internas, optó por emprender acciones militares contra una potencia externa, en este caso un ocupante de la tierra india.

Nehru decidió atacar a fines de noviembre de 1961, pero ya había ordenado a las fuerzas armadas indias que prepararan un plan meses antes. La fuerza aérea comenzó a entrenar en junio, mientras la marina realizaba ejercicios en la costa de Goa. Portugal y el mundo notaron que la actividad y las quejas y advertencias de Occidente eran numerosas.



Arriba: el teniente coronel Sucha Singh, comandante del Regimiento de Paracaídas de Beret Maroon de la India, acepta la rendición de las fuerzas portuguesas en un campamento militar en Bambolim.

Incluso el secretario de Estado de Estados Unidos, John Foster Dulles, advirtió a la India que no use la fuerza en Goa, aunque no llegó a apoyar la ocupación portuguesa.

También existía la amenaza de que Portugal, como miembro de la OTAN, pudiera pedir ayuda militar a esa organización si India atacaba. Al mismo tiempo, varias naciones africanas amonestaron a la India por no liderar la resistencia contra el colonialismo portugués.

Al final, el riesgo de que Estados Unidos o la OTAN intervinieran militarmente para ayudar al desmoronamiento del imperio extranjero de Portugal parecía mínimo. En un giro político adicional, en ese momento Nehru también estaba librando una dura batalla electoral con un candidato socialista en Bombay. La operación para reclamar a Goa hizo avanzar tanto los intereses políticos de su país como los suyos, por lo que fue aprobado y ordenado.

Portugal sospechó el próximo ataque e hizo los débiles preparativos que pudo. El primer ministro de Portugal ordenó al gobernador local, Manuel Antonio Vassalo E Silva, que luchara hasta el último hombre. Sus fuerzas ascienden a aproximadamente 5,000 soldados, algunos pequeños buques de guerra y la policía.

Contra esto, los indios enfrentaron una división reforzada con apoyo blindado, cubierto por escuadrones de combatientes y bombarderos. La marina india cometió un portaaviones, un par de cruceros y seis fragatas.

La operación real fue casi anticlimática. Los principales objetivos de la India cayeron dentro de un día y las tropas portuguesas se rindieron rápidamente, a menudo sin lucha, ignorando la ridícula orden de "luchar contra el último hombre". Las tropas indias frecuentemente pasaron por alto la rendición de los portugueses para llegar a las principales ciudades y asegurarlas.

La marina y la fuerza aérea de la India bombardearon las exiguas defensas y los ataques iniciales con bombas interrumpieron las comunicaciones portuguesas. Esto condenó a la defensa, dejándola descoordinada. Las unidades portuguesas individuales estaban aisladas, sin una pista de lo que estaba sucediendo en otros lugares.

Sin embargo, el combate estalló en algunos lugares. Asignados para atacar la Isla Diu, el Regimiento de 20 Rajput avanzó sin esperar el bombardeo aéreo y en tierra de las defensas y fue rechazado por el fuego de ametralladoras pesadas cuando se acercaban en sus barcos de asalto.

Se ordenaron más ataques aéreos y el crucero Delhi se movió a dos millas de la isla, bombardeó a los defensores y forzó su rendición. En Goa, las tropas indias del 7 Regimiento de Caballería intentaron negociar la liberación de algunos prisioneros civiles cuando se desató un tiroteo, matando a varios de ellos.

En total, el ejército indio perdió 22 muertos y 54 heridos, mientras que las pérdidas portuguesas ascendieron a 30 muertos y 57 heridos. Quizás fue más embarazoso para Portugal que 3,000 de sus tropas se convirtieran en prisioneros.

La reacción internacional fue una mezcla de condena del oeste y palabras de apoyo de África e incluso del embajador soviético. Estados Unidos condenó la operación, pero aún lidiando con la fallida invasión de Bahía de Cochinos, hizo poco más que unos pocos comentarios y amenazas para cortar la ayuda. La opinión pública de los Estados Unidos se volvió contra la India durante unos meses, pero las relaciones pronto se reanudaron.

Portugal e India resolvieron el asunto en un tratado de 1974. Hoy el incidente es poco más que una nota post-colonial.

jueves, 18 de abril de 2019

Segunda guerra sino-japonesa: La victoria final china

La victoria final de China, 1943–5.

Weapons and Warfare



Estas tropas nacionalistas reciben capacitación especializada en una escuela de capacitación dirigida por los Estados Unidos en mayo de 1945. La escuela organizó cursos de guerra irregular y también un curso para paracaidistas con voluntarios nacionalistas seleccionados. Los instructores de EE. UU. Procedían de la Oficina de Servicios Estratégicos, precursor de la Agencia Central de Inteligencia, y se establecieron varios campos de entrenamiento en el oeste de China. Los uniformes, armamento y equipo son de origen estadounidense con rifles P-17 y ametralladoras Thompson.


En 1943, la Guerra Sino-Japonesa se había librado durante seis largos años y tanto los japoneses como los chinos estaban agotados. El cansancio de la guerra entre los japoneses en China se había convertido en un problema importante sin un final de la guerra a la vista. El siempre esperado colapso nacionalista nunca se había materializado y todos los esfuerzos de Japón para someter a los chinos habían fracasado. Algunos chinos habían colaborado con los japoneses, pero fueron despreciados por la gran mayoría de la población. El entusiasmo de la población japonesa por la guerra también se había desvanecido a medida que más y más cenizas de sus hijos eran devueltas a sus hogares para su entierro. Sin embargo, los japoneses todavía estaban comprometidos con su ocupación de China y más de 1,000,000 de hombres todavía servían allí. Sin la esperanza de nuevos refuerzos para China, especialmente en términos de armas y equipo, el ejército imperial japonés no pudo derrotar a los chinos. Los japoneses no pudieron derrotar a la China nacionalista antes de que tuvieran compromisos con su Guerra del Pacífico, a partir de diciembre de 1941. Ahora, con la ayuda aliada que apoya a China, aunque en cantidades limitadas, los chinos se estaban fortaleciendo a medida que los japoneses se debilitaban. Ahora existía un estancamiento en China y el ejército imperial japonés ya no tenía la voluntad de intentar derrotar a los chinos. Al mismo tiempo, las fuerzas nacionalistas y comunistas no podían esperar a corto plazo derrotar a las grandes fuerzas japonesas estacionadas en China. Las tácticas japonesas también habían cambiado desde 1941 con el énfasis ahora en mantener lo que habían ganado en lugar de intentar conquistar más territorio. Cuando salieron a las operaciones, el objetivo principal de los japoneses era tomar alimentos y otros suministros de la población. A medida que pasaba el tiempo, el ejército imperial japonés estaba menos dispuesto a enfrentarse a las fuerzas chinas, ya fueran regulares o guerrilleras. Al mismo tiempo, el soldado chino promedio había perdido su complejo de inferioridad hacia el ejército japonés y sus soldados.

Aunque el teatro chino todavía era importante para los japoneses, la situación con los Aliados era adquirir más importancia. Sus luchas en el Pacífico de 1942–5 y con los británicos en Birmania de 1943–5 se hicieron más importantes. Sin embargo, gran parte de su equipo pesado había sido transportado a otros teatros y en particular a las islas del Pacífico. Debido a sus debilidades, el ejército imperial japonés ahora tenía que concentrarse en tratar de controlar la amenaza de la guerrilla en China hasta 1945.

En un último esfuerzo desesperado por revertir su declive en China, el ejército imperial lanzó una ofensiva a gran escala. En abril de 1944, se inició la ofensiva "Ichi-Go" o "Número Uno", que iba a ser una de las últimas operaciones importantes de Japón en China. Las fuerzas japonesas se reunieron para la ofensiva con 400,000 hombres, 1,500 piezas de artillería y 800 tanques tomados de toda China. Ichi-Go se dividió en dos operaciones separadas con la primera, "Ka-Go", destinada a destruir todas las fuerzas nacionalistas que aún se encuentran al norte del río Yangtze. Uno de los objetivos de Ka-Go era rodear y destruir al ejército nacionalista que tenía parte del ferrocarril Pekín-Wuhan. Este objetivo se logró fácilmente, aunque el avance japonés se vio limitado por la falta de suministros una vez que llegaron a sus líneas de suministro. Una segunda fase, conocida como Operación "U-Go", se lanzaría una vez que Ka-Go se hubiera puesto en marcha. El objetivo de U-Go era eliminar las bases aéreas de la 14a. Fuerza Aérea de los EE. UU. Que se utilizaban para bombardear el continente japonés. Después de destruir estas bases aéreas, la fuerza japonesa combinada avanzó hacia la provincia de Szechwan con el objetivo final de capturar a la capital de la guerra, Chungking. Las divisiones nacionalistas que enfrentaban la ofensiva estaban formadas por reclutas mal entrenados y armados que pronto se desmoralizaron y retrocedieron frente al avance de los japoneses. U-Go fue un gran éxito y las bases aéreas de los EE. UU. Cayeron en rápida sucesión cuando las fuerzas nacionalistas se retiraron en confusión. El 8 de agosto, la ciudad de Hengyang, al este de la capital china, cayó ante los japoneses y parecía que era inevitable un avance sobre Chungking. Sin embargo, a medida que la campaña en el sur de China se extendía a noviembre de 1944, los japoneses comenzaron a quedarse sin alimentos y otros suministros. La cobertura aérea vital también se perdió cuando los japoneses tuvieron que enviar a sus combatientes a Japón para defender su patria. Durante los siguientes meses, Ichi-Go se detuvo y los chinos finalmente comenzaron a realizar algunos contraataques exitosos. Se comprobó que Chiang Kai-shek tenía razón cuando dijo que "los japoneses se quedarán sin sangre antes de que los chinos se queden sin tierra".

En abril y mayo de 1945, los japoneses lanzaron lo que sería su última ofensiva en China con el objetivo de capturar una base aérea estadounidense en Chihchiang. La Ofensiva de Chihchiang fue lanzada desde el territorio recientemente tomado durante la operación Ichi-Go. Las grandes fuerzas nacionalistas estaban estacionadas para detener el avance y, después de ser reforzadas con una fuerza de cuatro divisiones, rechazaron a los japoneses. A principios de 1945, el Alto Mando Imperial japonés ya había introducido planes para consolidar sus posiciones en China. Al retirar las unidades de las guarniciones periféricas en el sur de China, tenían la intención de concentrarlas en el centro de China en la región de Wuhan. Otras formaciones se reunirían en la región de Cantón y en la región de Pekín, donde enfrentaron menos oposición de las fuerzas guerrilleras. Cuando los japoneses intentaron mover sus fuerzas a estas fuerzas, fueron atacados por las guerrillas chinas. En agosto se tuvo que enfrentar una nueva amenaza en Manchuria, que aunque no estrictamente involucrada en la Guerra Sino-Japonesa, debía influir grandemente en su fin. La victoria de la Unión Soviética en Europa en abril de 1945 liberó a un gran número de tropas para participar en una nueva ofensiva en Manchuria. Desde la década de 1900, Japón siempre había temido un ataque en el Este por parte del Ejército Rojo, pero se había celebrado un pacto de neutralidad firmado entre la Unión Soviética y Japón en la década de 1930. Ahora que Japón estaba al borde de la derrota, la Unión Soviética decidió renunciar a este acuerdo y el 8 de agosto atacaron. Con un ejército abrumador de 1,500,000 hombres, 26,000 piezas de artillería, 3,700 tanques y 500 aviones de combate, lanzaron una ofensiva blitzkrieg que barrió al Ejército Kwangtung. El Ejército de Kwangtung tenía un tamaño considerable en el papel, pero los tanques obsoletos, la artillería obsoleta y las unidades agotadas eran la realidad. Las reclamaciones soviéticas de 84,000 japoneses muertos y casi 600,000 prisioneros tomados no fueron disputadas. Aunque no es realmente parte de la guerra chino-japonesa, esta fue una derrota devastadora para el ejército imperial en el este de Asia.

Sin embargo, el final en China fue dictado por los acontecimientos en otros lugares y con la derrota de Japón en el Pacífico y el lanzamiento de bombas atómicas en agosto de 1945, la guerra había terminado. El 2 de septiembre, todas las fuerzas militares japonesas en China se rindieron oficialmente a los chinos victoriosos, tanto nacionalistas como comunistas. La mayoría del personal militar y civil japonés fue repatriado rápidamente con una sorprendente falta de violencia de los chinos triunfantes. La victoria de la China nacionalista resultó ser ilusoria, ya que en poco tiempo estalló un conflicto con los comunistas. Después de un breve interludio e intentos de mediación entre Chiang Kai-shek y Mao Tse-tung, la guerra civil entre los nacionalistas chinos y los comunistas se reanudaría en 1946.

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La contribución de China a la victoria había consistido en atar un gran número de aviones japoneses, vehículos militares y sobre todo tropas. En 1945, cerca de dos millones, la mitad de ellos en Manchuria, esperaban rendición y repatriación. Tanto los nacionalistas, con su promesa de una "China Libre" ahora respaldada por los Estados Unidos, como los comunistas, con sus ambiciones de una República Popular respaldada por los rusos, se abalanzaron para asegurar las municiones entregadas y reclamar la infraestructura abandonada, las minas. , las fábricas y los territorios abarrotados. En esta carrera, Manchuria, ahora una región altamente industrializada gracias a la inversión japonesa y menos devastada por la guerra tardía que el resto de China, constituyó el mayor premio. Había sido invadido por los rusos en los últimos meses de la guerra, lo que dio la ventaja a los comunistas. Cuando los ejércitos nacionalistas y comunistas se reunieron en él, los nacionalistas, aunque mucho más fuertes, encontraron que los rusos frenaban su progreso. A los comunistas, a los que se unieron partidarios locales y algunos coreanos, se les permitió ayudarse a los arsenales japoneses almacenados y establecerse en el extremo norte. Así fue en Harbin, la primera ciudad dirigida por el PCCh, que Lin Biao reorganizó sus fuerzas como el Ejército Popular de Liberación (PLA) y, a fines de 1946, comenzó a avanzar hacia el sur.


Un joven soldado de caballería comunista en 1945 muestra a un soldado de élite del Ejército Rojo Chino. Los comunistas hicieron un gran uso de su brazo de caballería durante la guerra chino-japonesa, especialmente en los últimos años del conflicto. El uniforme relativamente inteligente de este soldado, el equipo y el moderno rifle Mauser 98k indican que pertenece a una de las mejores unidades de caballería. Sin embargo, la falta de clips para su rifle en la bandolera de lona sobre su hombro es evidencia de la escasez de municiones sufrida por los comunistas.


Para entonces, los intentos estadounidenses de lograr que las dos partes aceptaran un alto el fuego y alguna forma de compartir el poder bajo el liderazgo de Chiang Kai-shek se habían derrumbado. "El mayor obstáculo para la paz ha sido la completa, casi abrumadora sospecha con la que el Partido Comunista Chino y el Guomindang se consideran", comenzó el informe del general George Marshall sobre el fracaso de su misión de mediación. "Cada uno de ellos buscó solo pedir consejo a sus temores". Los temores demostraron ser lo suficientemente reales cuando a principios de 1947 los combates se convirtieron en una guerra abierta y cada lado asumió sus verdaderos colores. Los comunistas ya no disfrazaban su intención revolucionaria. Se confiscaron y redistribuyeron las tierras, se ordenó a los terratenientes, se alentó a los informantes y se organizaron campañas de adoctrinamiento en masa. Los nacionalistas, por otro lado, traicionaron su antigua preferencia por el dinero corporativo, la indiferencia ante el sentimiento popular y la incompetencia económica. El colapso de la moral como resultado de la inflación desenfrenada (500% al mes en 1948), las hambrunas, los disturbios rurales y las protestas estudiantiles socavaron el régimen nacionalista más fatalmente que las victorias comunistas. En 1948, el EPL había infligido una serie de derrotas desastrosas a los nacionalistas en Manchuria, lo que llevó a deserciones masivas. En todo el norte de China, las guerrillas campesinas del PCCh estaban convirtiendo el campo en un área prohibida. Más victorias y deserciones significaron que para fines de 1948, la mayor parte de China al norte de los Yangzi estaba en manos comunistas.

Jonathan Spence compara la difícil situación de Chiang Kai-shek con la de los pretendientes Ming después de que los Manchus habían invadido el norte en 1644–45. El mismo Chiang pudo haber sido más tranquilizado por aquellas dinastías anteriores, que se remontan a través de Song y Eastern Jin hasta el período Wu de los Tres Reinos, lo que hizo un mayor éxito de su estadía en el sur. Ciertamente, consideró permanecer firme al sur del Yangzi, mientras investigaba la posibilidad alternativa de retirarse nuevamente a Sichuan y Yunnan. Pero al final optó por la mayor seguridad de Taiwán, que había sido devuelta a la república después de la derrota de Japón. Los tesoros artísticos y los textos del Palacio Imperial en Pekín, lo más cercano a los atuendos que podía tener en sus manos, fueron retirados allí en 1948; y a principios de 1949, cuando el EPL invadió el sur en una serie de avances de rayos, el propio Chiang huyó a través del Estrecho de Taiwan con aproximadamente un millón de sus tropas. Otros nacionalistas fueron expulsados ​​a Tailandia, Laos y Birmania. Muchos emigraron al extranjero.

Como presidente de su grupa "República de China", Chiang gobernó en Taiwán hasta su muerte en 1975. En buena tradición dinástica, su hijo lo sucedió hasta que Taiwán adoptó una forma parlamentaria de gobierno a fines de los años ochenta. Mao, quien moriría en 1976, sobrevivió a Chiang por solo un año. Pero su "República Popular de China", proclamada oficialmente en Tiananmen, la Puerta Celestial, en Beijing en octubre de 1949, demostró ser mucho más resistente a la representación parlamentaria.

miércoles, 17 de abril de 2019

Fotos de los U2 de los 50s ayudan a la arqueología

El avión espía de 1950 actúa como el moderno Indiana Jones con fotos que muestran antiguas tierras europeas.



Andy Wolf | War is Boring

¿Qué pasaría si Indiana Jones tuviera un avión espía?

No reflexione más, ya que una serie de imágenes desclasificadas de la guerra fría revelan sitios arqueológicos vistos desde decenas de miles de pies en el aire.

Las fotos, que se cree que se tomaron en las décadas de 1950 y 1960, revelan imágenes detalladas de Europa, Oriente Medio y Asia central y oriental que muestran el paisaje en el que se trabajó en los años posteriores a los vuelos.

"Al girar el carrete de un rollo de película siguiendo el camino del plano U2, es posible que no sepa exactamente lo que verá en lugares desconocidos, por lo que a menudo hay una sensación de exploración y descubrimiento", dijo la investigadora Emily Hammer en un comunicado. . "En otras ocasiones, los pilotos sobrevolaban regiones que conocía de memoria de viaje y estudio, y casi me quedaba sin aliento, esperando que el avión hubiera girado un poco hacia la derecha o hacia la izquierda".

Se podían ver sitios antiguos en los paisajes, incluidas las trampas de caza prehistóricas, los antiguos canales de irrigación y las antiguas aldeas de pantanos.

"Pudimos mapear muchas características que han sido destruidas desde 1960 y ya no son visibles en las imágenes modernas", escribieron Hammer y sus colegas en su informe. "Esto es particularmente cierto para las aldeas, corrales y estructuras de ruedas, que son más pequeñas que las cometas del desierto y más vulnerables al borrado total por la agricultura y el desarrollo modernos".

Según Gizmodo, los informes se publicarán en Internet, incluidas todas las fotos, para que otros arqueólogos puedan usar los datos para sus propios estudios.


martes, 16 de abril de 2019

Guerra contra el Brasil: Un resumen de los combates

Guerra Cisplatina (1825–28)

Weapons and Warfare




Batalla de Sarandi de Esteban Garino (1911-). Las guerras continuaron sin cesar en las antiguas colonias durante décadas. La batalla de Sarandi, peleada el 12 de octubre de 1825, fue una victoria uruguaya clave sobre las fuerzas de Brasil durante la Guerra Cisplatina (1825-28).

La América portuguesa pasó por una independencia significativamente diferente. El príncipe regente (después de 1816, el rey) João VI evitó el destino de su homólogo español y escapó de los invasores franceses, llegando a Río de Janeiro en 1808. Allí estableció su capital, gobernando todo el imperio portugués desde esta corte tropical hasta 1821. Las ambiciones de su esposa nacida en España, Carlota Joaquina, de dominar los asuntos de Platine coincidieron con los intereses de los rancheros del sur de Brasil. Esto llevó a una invasión portuguesa a gran escala de la Banda Oriental (actual Uruguay) en 1816 que desplazó a la naciente Liga Federal de José Gervasio Artigas. Pronto Brasil incorporó a la región como la Provincia Cisplatina.

22 de enero de 1820. 

Tacuarembo Chico. Alrededor de 2.000 patriotas uruguayos bajo el mando del general Latorre son aniquilados en las orillas occidentales del río Tacuarembo por 3.000 soldados portugueses bajo el mando del general Gaspar de Sousa Filgueiras, que termina efectivamente con la oposición organizada a la ocupación brasileña de este país. (El 18 de julio de 1821, Uruguay se anexa al imperio portugués como la "Provincia de Cisplatine", y permanece así hasta 1825.)

La revolución de 1820 en Oporto, Portugal, provocó que un reacio Joāo regresara a Lisboa; para 1822 su hijo se había convertido en el emperador Pedro I de Brasil. Se requirió relativamente poco combate para expulsar a las tropas leales a Portugal (excepto en Bahía) o para asegurar la lealtad de las provincias remotas al nuevo gobierno en Río de Janeiro. Incluso la Provincia de Cisplatine, leal a Lisboa durante más tiempo gracias a su gran guarnición portuguesa, eventualmente quedó en línea. Para 1824 el imperio estaba seguro, con un reconocimiento británico y portugués que se produjo un año después.

La retórica brasileña que anunciaba el Río de la Plata como la frontera natural del sur del país no podía sostenerse. En 1825, los exiliados encabezados por Juan Lavalleja cruzaron a la orilla este del río Uruguay, la Banda Oriental, y elevaron el estándar de la revuelta contra Brasil. Recibiendo un fuerte respaldo de los porteños, la rebelión pronto atrajo el apoyo de los caudillos rurales. Dentro de seis meses, los brasileños controlaban solo Colonia do Sacramento y Montevideo. Brasil declaró la guerra a Buenos Aires, pero el conflicto resultante, conocido como la Guerra de los Cisplatinos, terminó en un punto muerto. Una paz mediada por los británicos en 1828 llevó a la creación de la República Oriental del Uruguay independiente el año siguiente. La inestabilidad política en Brasil durante los nueve años de regencia que siguieron a la abdicación de Pedro I en 1831 y los primeros años del reinado personal de Pedro II provocaron un retiro temporal brasileño de los asuntos de Platine.

Guerra Cisplatina

La independencia de América del Sur no pone fin a la tradicional rivalidad hispano-portuguesa con respecto al territorio en disputa conocido como Banda Oriental o "Orilla Oriental" del Río de la Plata (Uruguay moderno), incautada ocho años antes por las tropas del emperador brasileño Dom Pedro. I. El 19 de abril de 1825, 33 de los patriotas exiliados de la Banda, menores de 40 años, Juan Antonio Lavalleja zarparon a bordo de dos botes de San Isidro (Argentina), que desembarcaron en el Rincón de la Agraciada para provocar una revuelta contra los ocupantes de su patria.

Muchos gauchos uruguayos descontentos se alzan rápidamente en apoyo de Lavalleja, especialmente el veterano comandante patriota Fructuoso Rivera, popularmente conocido como "Don Frutos"; por lo tanto, la ciudad de Soriano está invadida el 24 de abril, Canelones es tomada el 2 de mayo y la principal brasileña La guarnición en Montevideo se invierte seis días después. El brigantino brasileño de 18 cañones Caboclo (anteriormente Maipú) del teniente Francisco Pires de Carvalho lleva refuerzos a la asediada guarnición de Montevideo para junio, mientras que el emperador en vano presenta protestas ante el gobierno de Buenos Aires, que pronto será encabezado por su primer El presidente constitucional, Bernardino Rivadavia, recientemente regresó de servir como ministro plenipotenciario en Londres, negociando vínculos más estrechos con varios gobiernos europeos.

Las protestas de Brasil se ignoran, por lo que el movimiento de Lavalleja se envalentonó y sitió Colonia del Sacramento a partir del 18 de agosto, mientras que el improvisado gobierno uruguayo votó para separarse del imperio brasileño y unirse con Argentina una semana después.

4 de septiembre de 1825. 

En el arroyo Águila, al sureste de Mercedes, Rivera es derrotado cuando ataca a una columna de 700-800 soldados brasileños que ingresan al interior uruguayo bajo el mando del coronel de 42 años de edad, Bento Manuel Ribeiro.

24 de septiembre de 1825.  

Al amanecer, tras haberse deslizado a través del paso de Vera detrás de la fuerza principal de Ribeiro con 250 jinetes, Rivera sorprende al depósito brasileño de coroneles Jerónimo Gomes Jardim y José Luis Mena Barreto, establecido al sur de la confluencia de los ríos Negro y Uruguay en un rancho llamado Rincón de las Gallinas o Rincón de Haedo (este último es el nombre de su propietario civil). Cerca de allí, las unidades brasileñas se retiran para impugnar esta incautación, pero Rivera las atrae poco a poco a los bañados o "pantanos" locales, que causan unas 100 muertes, incluida Mena Barreto y todo su personal, antes de despegar con 8,000 monturas y un considerable material.

Este reverso incita al comandante del teatro brasileño con sede en Montevideo-Lt. El general Carlos Frederico Lecor, Barao de Laguna y la Gran Cruz de Caballero de la Orden de Torre e Espada, para enviar otra columna de 1,000 hombres tierra adentro bajo Ribeiro, para unirse con una fuerza de tamaño similar que se mueve hacia el sur desde el río Negro debajo de Gen Bento Gonçalves da Silva. Lavalleja contraataca desde su base central uruguaya de Durazno para intentar impedir su coyuntura pero no tiene éxito.

12 de octubre de 1825.

Sarandi. A pesar de no haber logrado evitar la unión de las 2.200 tropas brasileñas de Gonçalves y Ribeiro, Lavalleja ha amasado 2.000 irregulares uruguayos al amanecer para enfrentarlos en las orillas del arroyo Sarandi. Su ala de caballería izquierda debajo de Rivera cierra a las 9:00 a. metro. contra la derecha brasileña, que está compuesta por 400 jinetes y 450 hombres de infantería bajo Gonçalves, dispersándolos después de un duro enfrentamiento.

Mientras tanto, los 700 jinetes uruguayos y una sola pieza de campo a la derecha debajo de Pablo Zufriategui verifican el avance de los 300 soldados de infantería que constituyen la izquierda brasileña bajo Ribeiro, antes de contraatacar con éxito. El asalto por parte del centro uruguayo bajo Manuel Oribe es inicialmente rechazado por los 800 soldados de infantería brasileños que se encuentran enfrente del coronel Joaquim Antonio Alencastre, pero Lavalleja responde al cometer sus reservas en este punto, y eventualmente colapsará la resolución brasileña al mediodía. Se retiran después de sufrir 200 muertos y otras 630 bajas, en comparación con solo 35 muertos y 90 heridos entre las filas uruguayas.

Como resultado de esta derrota, el Uruguay ocupado se reduce a unas pocas guarniciones brasileñas aisladas que se extienden a lo largo de la costa del Río de la Plata, así como a lo largo de la frontera noreste.

24 de octubre de 1825.

Tras la victoria en Sarandí, el Congreso argentino reconoce la solicitud de Lavalleja de incorporar a Uruguay en sus "Provincias Unidas del Río de la Plata" bajo el nombre de "Provincia Cisplatina", informando debidamente a Río de Janeiro de este hecho.

31 de diciembre de 1825.

Las tropas uruguayas bajo el mando del coronel Leonardo Olivera toman el Fuerte Santa Teresa en la frontera noreste, reduciendo efectivamente la ocupación brasileña de su patria a Montevideo y Colonia del Sacramento.

28 de diciembre de 1826.

Un ejército uruguayo-argentino combinado sale de Arroyo Grande hacia el valle del río Negro en tres unidades: I Cuerpo bajo Lavalleja, formado por el 9º Regimiento de Caballería de Argentina, además de una gran cantidad de jinetes y milicianos irregulares uruguayos de Colorado; II Cuerpo bajo Alvear, compuesto por 2,000 soldados de los regimientos de Caballería Argentina 1º, 4º, 8º y 16º, un escuadrón de coraceros y milicianos de Colonia del Sacramento; y el III Cuerpo bajo Soler, que comprende los regimientos de Infantería Argentina 1º, 2º, 3º y 5º, los regimientos de Caballería Argentina 2º y 3º, un regimiento de artillería ligera y las compañías de milicias de Mercedes, que custodian los trenes de suministro y artillería. Su objetivo es invadir Bagé y la provincia de Rio Grande do Sul, sur de Brasil.

26 de enero de 1827.

La ciudad brasileña de Bagé está ocupada sin resistencia por Lavalleja y Alvear. Marqués de Barbacena, comandante del teatro brasileño local -el mariscal Felisberto Caldeira Brant Pontes de Oliveira y Orta, de 44 años, retrocede ante las más numerosas formaciones de caballería uruguayo argentina, refugiándose en la Cordillera de Camacua hasta que llegan refuerzos desde Río Grande.

12 de febrero de 1827.

El ejército de Alvear y Lavalleja ingresa a Sao Gabriel (Brasil), pero al día siguiente, en las orillas occidentales del río Vacacai, el 4º Regimiento de Caballería Argentina con menos de 29 años de edad, el coronel Juan Galo Lavalle González escaramuza contra 1,100 soldados del 22 y 23º brasileño Regimientos de caballería al mando del general Bento Manuel Ribeiro. Este último solo sufrió entre 30 y 40 víctimas, frente a 7 muertos y 6 heridos entre argentinos y uruguayos; sin embargo, la inteligencia reunida en cuanto a la línea de avance de los invasores le permite al General Barbacena comenzar a dirigir su cuerpo principal a través de su camino previsto.

El 14 de febrero, Alvear separa a Brig. El general Lucio Norberto Mansilla con 350 soldados para hacer retroceder a Riveiro, quien adelantó a su oponente al día siguiente mientras cruzaba el río Ibicuy en el paso de Ombú. Nuevamente, los brasileños sufren solo unas 40 bajas, frente a 10 argentinos muertos y 12 heridos; sin embargo, para el 17 de febrero, el ejército de Barbacena está tomando posición cerca del paso del Rosario en el río Santa María para disputar el paso de Alvear. Los invasores llegan la tarde del 19 de febrero y se preparan para la batalla al día siguiente al norte del arroyo Ituzaingo.


Muerte de Federico de Brandsen durante la batalla.



20 de febrero de 1827.

Ituzaingo. A las 2:00 a. metro. En esta noche de luna llena, Barbacena ordena a sus 2,300 soldados de infantería brasileños, 3,700 soldados de caballería y 300 artilleros con 12 piezas de campo que avancen contra la vanguardia de los invasores bajo Olazabal. Cuando Alvear percibe este movimiento al amanecer, a su vez le ordena al 5to Batallón de Olazábal que se aferre a su altura de avance crucial a toda costa, mientras acelera su propio ejército a la acción: 1,800 soldados de infantería, 5,400 soldados (incluidos 2,000 gauchos uruguayos) y 500 artilleros. tripulación 16 cañones. Bergantín. La caballería del general Julián Laguna es enviada para retener a la izquierda argentina. En el proceso, choca con la infantería brasileña de la Brigada General de Guerra Brown, que después de recibir tres cargas completas de caballería, se convierte en cuadrados.

La división de Brown se reduce gradualmente, momento en el que la caballería irregular de Lavalleja dispersa a los soldados brasileños de Abreu en el flanco sur, que se refugian detrás de su propia Segunda División de Infantería. La segunda carga de los regimientos de Caballería 16a y 18a de Zufriategui de Olavarria obliga a retroceder a la izquierda brasileña, mientras que el 4º Regimiento de Caballería Argentina de Lavalle y los Colorados hacen lo mismo más al norte. Cuando la infantería brasileña de Brown, una vez más comienza a avanzar, se detiene gradualmente por los cargos sucesivos del 1er Regimiento de Federico de Brandzen, la 2da Caballería de José María Paz y el Calado.

Después de seis horas de lucha confusa, Barbacena ordena a su ejército que se retire hacia el norte hacia Cacequi, habiendo sufrido 200 muertos y 150 capturados. Las pérdidas argentino-uruguayas totalizan 147 muertos y 256 heridos, y aunque siguen en posesión del paso del Rosario, los sangrientos invasores prefieren volver sobre sus pasos hacia Sao Gabriel el 26 de febrero..


1 de marzo de 1827.

La fuerza expedicionaria conjunta de Alvear y Lavalleja abandona Sao Gabriel (Brasil) para regresar a Uruguay en Minas de Corrales, 50 millas al sur de Santana do Livramento.

13 de abril de 1827.

Las 4.000 tropas argentinas de Alvear una vez más marchan hacia el norte desde Minas de Corrales, esta vez no acompañadas por sus aliados uruguayos, para invadir nuevamente la provincia brasileña de Rio Grande do Sul en un intento por lograr mejores términos de negociación en las conversaciones de paz en curso. Después de la progresión de cinco días a través de lluvias constantes, Bagé se reocupa sin oposición.

23 de abril de 1827.

Camacua Veinte kilómetros al norte de Bagé, a orillas del río Camacua Chico, 1.600 soldados brasileños están casi sorprendidos por un descenso nocturno de 2.500 soldados de caballería argentinos bajo Lavalle. En cambio, los primeros son capaces de hacer su escape, sufriendo solo 50 bajas.

7 de mayo de 1827.

El ejército argentino de Alvear abandona Bagé, avanzando hacia el sur para acampar dos días después en las orillas occidentales del río Yaguaron (escrito Jaguarao en portugués). El 16 de mayo, el general separa al general de brigada Lavalle con los regimientos de caballería 4º y 6º para asaltar más profundamente en Brasil. Este último llega a Erval el 21 de mayo y, cuatro días después, se dirige a atacar a 400 guerrilleros brasileños bajo la jefa de Yuca Teodoro.

A pesar de esta incursión simbólica, Alvear decide llevar al resto de su desmoralizado ejército a los cuarteles de Cerro Largo (moderno Melo, Uruguay) el 9 de junio, siendo relevado cuatro días después y terminando efectivamente todas las campañas activas para este año, mientras el agotado gobierno argentino se tambalea. al borde del colapso.

15 de abril de 1828.

Las Cañas. El mariscal de Brasil atraviesa el río Yaguaron con tres batallones de infantería y tres regimientos de caballería, sorprendiendo y derrotando a las tropas uruguayo-argentinas en el norte del arroyo Las Cañas, bajo el mando del general de brigada Laguna.

24 de agosto de 1828.

El corsario argentino, General Dorrego, es capturado por el Caboclo y otros buques de guerra brasileños.

Agotados por sus esfuerzos, los gobiernos de Argentina y Brasil firmaron un tratado de paz en Río de Janeiro el 27 de agosto de 1828, que fue ratificado el mes siguiente por una convención nacional en la ciudad argentina de Santa Fe.