lunes, 18 de enero de 2016

GCE: La carta de un voluntario negro antifascista estadounidense

VOLUNTARIO NEGRO DE LA BRIGADA ABRAHAM LINCOLN EXPLICA POR QUÉ LUCHA EN ESPAÑA EN UNA GUERRA DE BLANCOS

JAVIER SANZ — Historias de la Historia


La Brigada Abraham Lincoln agrupó a los voluntarios de los Estados Unidos que lucharon junto a los republicanos contra las fuerzas de Franco durante la Guerra Civil española. De los cerca de 2.800 voluntarios estadounidenses que participaron en la contienda -soldados, técnicos o personal médico-, 800 de ellos nunca regresaron. El que sí lo hizo fue Canute Frankson, el protagonista de esta historia.


Miembros Voluntarios de la Brigada Abraham Lincoln

Canute Frankson era un mecánico de Detroit que en abril de 1937 viajó a España para luchar contra Franco. Tres meses después de llegar, le escribió una carta a un amigo de Detroit explicándole “por qué él, un negro, había optado por participar en una guerra entre los blancos que durante siglos nos han sometido a esclavitud“…

Albacete, España. 6 de julio de 1937.
Mi querido amigo: estoy seguro de que a estas alturas todavía estás esperando una explicación detallada de lo que tiene que ver esta guerra conmigo. Dado que es una guerra entre los blancos que durante siglos nos han esclavizado, insultado, despreciado… ¿por qué yo, un negro, que he luchado durante años por los derechos de mi pueblo, estoy ahora en España? Porque ya no somos una minoría aislada luchando desesperadamente contra un inmenso gigante, porque, querido amigo, nos hemos convertido en parte activa de una gran fuerza progresista sobre cuyos hombros descansa la responsabilidad de salvar la civilización de la destrucción planificada por un pequeño grupo de degenerados locos en su ansia de poder. Porque si aplastamos el fascismo aquí, vamos a salvar a nuestra gente en Estados Unidos y en otras partes del mundo […] Todo lo que tenemos que hacer es pensar en el linchamiento de nuestro pueblo. Podemos mirar las páginas de la historia de Estados Unidos manchadas con la sangre de los negros, el hedor de los cuerpos quemados de nuestro pueblo que colgaban de los árboles, los gritos de nuestros seres queridos torturados, los cuerpos marcados por atizadores al rojo vivo […] Vamos a aplastarlos. Nosotros vamos a construir una nueva sociedad, una sociedad de paz y abundancia. Por eso, amigo, estoy aquí en España. En los campos de batalla de España que lucha por la preservación de la democracia. Aquí, estamos sentando las bases para la paz mundial, por la liberación de un pueblo y de la raza humana. Aquí, donde estamos inmersos en una de las más amargas luchas de la historia humana, no hay diferencias de color, ni discriminación, ni odio racial. Sólo hay odio al fascismo. Sabemos quiénes son nuestros enemigos. Los españoles son muy comprensivos con nosotros. Son gente encantadora. […] Cada uno de nosotros tiene que dar todo lo que tiene para que esta bestia fascista sea destruida. Después de que todo esto termine, espero compartir mi felicidad con todos vosotros. Será una felicidad que no se podría haber logrado de ninguna otra forma sino que después de haber servido en una causa tan digna. Espero que el mal aparente que cometí [al marcharme] pueda compensarse por el servicio que doy aquí a la causa de la democracia. Mi sincero deseo es que seas feliz, y que cuando esto se acabe nos volvamos a encontrar. […] De una cosa estoy seguro: voy a estar satisfecho de lo que he hecho.
Hasta pronto. No sé cuándo podré volver a escribir. Hay tanto que hacer y tan poco tiempo.
Saludos. Canute
Frankson volvió a casa después de un año pero murió al poco tiempo en un accidente de tráfico

domingo, 17 de enero de 2016

Sanidad: Las cirugías sin anestesia del pasado

Cómo eran las sangrientas cirugías sin anestesia entre los siglos XVII y XIX
Crucial Interventions dedica sus páginas a ilustrar y explicar cómo era la medicina hace tres siglos. LAS ILUSTRACIONES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD

Infobae



Hoy, tener enfrentar una sala de cirugías sin anestesia no se lo plantea ningún médico y mucho menos un paciente. Nadie se atravería a semejante situación. Pero hace tres siglos, e incluso mucho menos, una intervención quirúrgica requería de la valentía y la voluntad inquebrantable del sometido: nada había que pudiera aliviar el dolor de un cuchillo cortando la propia piel.

Las ilustraciones que componen el libro de Barnett fueron tomadas de la biblioteca The Wellcome Collection, en Londres. El autor realiza diversas anotaciones a medida que las páginas muestran lo que en verdad sufría un paciente cuando las herramientas con las que contaba el médico no eran suficientes.



Según se relata en el libro, la cirugía evolucionó favorablemente hacia el siglo XIX, aunque vistas desde el futuro, esas imágenes provocan escalofríos al imaginarse uno en una camilla 200 años atrás. Como es de esperar, la mayoría de los pacientes morían en el postoperatorio. Lo más común eran paros cardiorrespiratorios o pérdida de sangre. El porcentaje de muertos en los hospitales de la capital inglesa para ese entonces era de un 80 por ciento.


Una imagen de 1675 muestra cómo se realizaban las operaciones de busto

Una ilustración de 1846 que muestra diversos procedimientos quirúrgicos

Un libro de 1675, bien preservado, muestra un tratamiento hecho por monjas sobre una fístula lagrimal

Un diagrama de 1856 muestra a los médicos con qué se encontrarán cuando abran el pecho de un paciente: pulmones, corazón y los vasos

Ilustración de 1866 que muestra las arterias de los brazos

Una imagen que muestra cómo se hacían las operaciones para el estrabismo en 1846

La anatomía de la axila en una ilustración de 1848

1841. La ilustración muestra cómo se hacían las reconstrucciones de mandíbula

La imagen muestra la amputación de pies y dedos (1841)

Las herramientas que los cirujanos utilizaban durante sus operaciones. Todavía se hacían sin anestesia. Muchos pacientes morían desangrados o por un ataque cardíaco

Imagen de 1841 que ilustra cómo los médicos abrían un busto y luego lo cerraban

Sección vertical del cerebro en una imagen ilustrativa de un libro de medicina de 1844

El dibujo, de gran calidad, indica al médico cómo extirpar un tumor de lengua

Imagen de 1841. Intervención sobre una arteria, mientras se presiona el abdomen

Una césarea podía ser mortal en 1840, año de la imagen

1675 y el método que había para la extracción de sangre

sábado, 16 de enero de 2016

Biografías: Ex-republicano preso en Mauthausen

DE LA BATALLA DEL JARAMA A MAUTHAUSEN.
JAVIER SANZ — Historias de la Historia


Jorge Pérez Troya nació en Torre de Juan Abad (Ciudad Real) en 1916. Con 20 años se vio envuelto en la Guerra Civil, combatió en el Alcázar de Toledo, en el alto de los Leones, en Guadarrama y en el Jarama (como sargento y a cargo de una baterí­a antiaérea).


TroyamilitarPT

Tras el final de la Guerra, 1 de abril de 1939, huye a Francia. Los primeros tiempos son difí­ciles, ya que Francia los encierra en campos donde las condiciones en las que viví­an eran deplorables (hambre, sed, disenterí­a, etc); allí­ toma contacto con los comunistas y pasa a ser uno más de ellos. Cuando estalla la II Guerra Mundial y Alemania invade Francia, en el 40, se cierran los campos y les ofrecen tres alternativas: enrolarse en la Legión Extranjera, en las Compañí­as de Trabajo o ser devueltos a España. Jorge decide enrolarse en la Compañí­a de Trabajo (en concreto en la 211). Estas compañí­as son utilizadas para trabajar en el campo, en las minas, en los caminos… Mano de obra barata.

Tras el armisticio firmado por Alemania y Francia en junio de 1940, Francia queda dividida en dos: una parte ocupada por los alemanes y la otra “libre” bajo el gobierno del Mariscal Petain (gobierno tí­tere de los alemanes). Su compañí­a es enviada a Brest, pero él decide que no ayudará a los nazis y escapa. Llega a Burdeos y allí­ se incorpora a la resistencia, tras algunas acciones de sabotaje le enví­an a Paris a “combatir” dentro de la Guerrilla Urbana. En 1942 ya dirige uno de los grupos de la guerrilla.

Tras varias acciones de éxito le ordenan atacar el puesto de guardia del  Estado Mayor alemán en Parí­s. Jorge y su grupo se preparan y durante unos dí­as vigilan los horarios del cambio de guardia. Deciden atacar a la compañí­a que iba a dar el relevo y, aunque fue todo un éxito, perdió a 11 de sus camaradas.

Jorge se oculta durante unos dí­as pero, como jefe de su grupo, tiene que ir a un “piso franco” donde tení­a el armamento. La portera del edificio sospechó del tejemaneje de aquel extranjero. Lamentablemente, para la suerte de Jorge, era la querida de un policí­a y dio el chivatazo. Cuando Jorge llegó al piso se encontró encañonado por dos policí­as que se lo llevaron y le dieron una terrible paliza. Casi sin vida, lo abandonaron a su suerte en una celda con otros miembros de la resistencia, entre ellos habí­a comunistas franceses que pudieron conseguir, del exterior, medicinas para curarle. Tras varios dí­as entre la vida y la muerte, es llevado a la cárcel de Fresnes donde permaneció durante dos meses con un panecillo y una sardina salada al dí­a.

A los dos meses los alemanes lo sacan de allí­ y lo llevan al Castillo de Romainville donde las cosas fueron mucho peor. Al desgaste fí­sico habí­a que añadir el psicológico, pues todas las mañanas eran formados los presos y 15 de ellos eran fusilados. Una de las mañanas le obligaron a coger todas sus cosas y Jorge pensó:

“Hasta aquí­ hemos llegado”
Pero no, todaví­a tení­a que sufrir más. Los “empaquetaron” en un tren cuyo destino era… Mauthausen (Austria). Se convertirí­a en el preso nº 25.537. Tení­an que trabajar en fábricas de armamento cercanas al campo o, como Jorge, en las canteras de granito donde debido al esfuerzo muchos morí­an. Según sus palabras:

“Habí­a una enorme cantera y nos hací­an trabajar de sol a sol para sacar piedras de gran tamaño. Hitler las necesitaba para los monumentos que querí­a construir en los lugares que iba conquistando“
“veinticuatro horas al dí­a asfixiando (cámaras de gas) a mujeres y a niños“
“Ninguno de los que llegaban sobreviví­a y sabí­as que cuando entraban les esperaba una muerte segura. Las paredes de las cámaras eran de cemento, de gran grosor, y podí­as ver los arañazos que hací­an las personas cuando iban a morir“


Jewish Virtual Library

Jorge Pérez Troya fue uno de los supervivientes de los campos de extermino nazis, pero unas 122.000 personas, sólo en estos campos, fueran asesinadas. Su pequeña venganza tomo cuerpo cuando, tras la liberación, algunos de los supervivientes persiguieron al oficial de más alto rango del campo y le dieron muerte cuando huí­a. El gobierno francés le concedió la Legión de Honor por méritos durante la resistencia.



Deportados de Mauthausen (Jorge a la izquierda, bajo la flecha)

Un hombre que luchó en una guerra entre hermanos, que tuvo que exiliarse de su paí­s, que padeció la desconfianza y el confinamiento de los franceses a los que luego ayudó en la resistencia contra la ocupación nazi y que sobrevivió a un campo de exterminio… Tendrí­a que ser el sí­mbolo de la RESISTENCIA Y LA FORTALEZA HUMANA.

Sirva este post como mi pequeño homenaje para un héroe casi desconocido (por lo menos para mi).

Fuentes: Documentos RNE (Españoles en la resistencia francesa), Testimonio Jorge Pérez Troya (información y fotos)

viernes, 15 de enero de 2016

Argentina: Encuentran los restos del "Republicano" en el Paraná

HALLAN BARCO DE LA BATALLA DE VUELTA OBLIGADO HUNDIDO EN EL RÍO PARANÁ 


Restos pertenecientes al bergantín goleta “Republicano”, un buque de la Armada Argentina que fue hundido durante la batalla de Vuelta de Obligado, en 1845, fue hallado sumergido en las aguas del Río Paraná. El hallazgo es inédito y constituye una pieza fundamantal de la historia argentina.



El descubrimiento, que comenzó con el hallazgo de algunas piezas del buque en octubre último, fue anunciado este viernes en el Salón Dorado de la Municipalidad de San Pedro, durante un acto del que participaron autoridades del Museo Paleontológico local "Fray Manuel de Torres", de la Armada Argentina y de la Municipalidad de esa ciudad.

"Se trata de un descubrimiento sin precedentes en la provincia de Buenos Aires y de un gran valor histórico", expresó el ministro de Defensa. "Haber podido encontrar piezas de tanto valor, que son parte fundamental de nuestra historia, de un enfrentamiento por nuestra soberanía nacional, no hace más que llenarme de orgullo", agregó.

La Batalla de la Vuelta de Obligado se produjo el 20 de Noviembre de 1845 en aguas del Río Paraná, sobre su margen derecha y al norte de la provincia de Buenos Aires, en un recodo donde el cauce se angosta y gira, conocido como Vuelta de Obligado, en lo que hoy es la localidad de Obligado (Partido de San Pedro)

Enfrentó a la Confederación Argentina liderada por el Brigradier Juan Manuel de Rosas, quien nombró comandante de las fuerzas defensoras al general Lucio N. Mansilla, y a la escuadra Anglo-Francesa, cuya intervención se realizó bajo el pretexto de lograr la pacificación ante los problemas existentes entre Buenos Aires y Montenivdeo, pero que tenía como fin último dominar el estuario del Río de la Plata con fines comerciales.

El director del Museo Paleontológico de San Pedro, José Luis Aguila, junto a un empleado del mismo establecimiento, Felipe Aguilar, y al representante de la Asociación de Veteranos de Guerra de Malvinas de San Pedro, Javier Huber Saucedo, navegaban en esas aguas para realizar tareas de relevamiento y filmaciones en busca de producciones para el museo, cuando detectaron en la pantalla del sonar un elemento delgado de unos diez metros de largo, que parecía ser el mástil de una embarcación que había naufragado.

El contraste de las imágenes obtenidas por el sonar de barrido lateral y los datos históricos, permitieron que el equipo a cargo del hallazgo afirmara que los restos pertenecían al buque “Republicano”,  el único de la Armada Argentina que realizó tareas de defensa durante la Batalla de Obligado y fue hundido por su capitán, Tomás Craig, el 20 de noviembre de 1845.

A mediados de noviembre, los descubridores solicitaron la colaboración de la Armada Argentina para confirmar el hallazgo, tarea de la que participaron activamente las autoridades del Área Naval Fluvial.

El 10 de diciembre, en tanto, el buque multipropósito ARA “Ciudad de Rosario” fondeó en Obligado a fin de intentar una confirmación visual o física del hallazgo, tarea que llevó a cabo junto a un equipo de Buzos Tácticos y del Servicio de Salvamento de la Armada Argentina. Fue así que se pudo confirmar el descubrimiento del barco hundido y luego iniciar el rescate de los restos, mediante la colocación de un cabo de descenso con andarivel, lo que permitió  tomar contacto con el mástil sumergido.

Luego de repetir tres veces la misma maniobra, quienes participaron de las tareas pudieron finalmente confirmar que se trataba de piezas del navío que hace 170 años participó de la Batalla de la Vuelta de Obligado.

El Federal

jueves, 14 de enero de 2016

SGM: Hitler siempre termina en la Argentina peronista

Siempre Hitler termina en la Argentina de Perón...

El líder de la Alemania nazi Adolf Hitler y su amante Eva Braun no se suicidaron en su búnker como se creía anteriormente, sino que huyeron a las soleadas Islas Canarias, España, afirma un grupo de investigadores según información del portal británico ‘The Mirror’. La versión aparece justo cuando reeditar el libro polemico 'Mi Lucha', de Hitler.

Urgente 24


La noticia aparece justo cuando Alemania, por 1ra. vez desde la 2da. Guerra Mundial aceptó la reedición de 'Mi Lucha', la obra de Hitler.

CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). Tras estudiar decenas de archivos del FBI recientemente desclasificados, los expertos llegaron a la sorprendente conclusión de que Hitler fingió su propia muerte. “La narrativa que el Gobierno (de USA) nos da es una mentira si nos fijamos en los archivos”, asegura Bob Baer, un agente veterano de la CIA.

“Lo que estamos haciendo es volver a examinar la historia, la historia que pensamos se resolvió con la muerte de Hitler en el búnker, pero no tenemos ninguna prueba de esta versión”, agregó.

Uno de los documentos desclasificados señala: “los oficiales del Ejército estadounidense en Alemania no han localizado el cuerpo de Hitler y no hay ninguna fuente fiable que certifique su muerte”.

Por su parte, el exinvestigador de crímenes de guerra de la ONU, John Cencich, sugiere que el dictador nazi pasó un tiempo en las Islas Canarias, en Tenerife, antes de trasladarse finalmente a la Argentina. Siempre Hitler parece terminar, en estas especulaciones, en la Argentina de Juan Perón aunque hay peronistas que afirman que el por entonces naciente Estado de Israel tenía confianza en Perón (¿?).

Entre las pruebas descubiertas que corroboran esta nueva versión, los investigadores encontraron que el cuerpo de Hitler encontrado por las tropas soviéticas era unos 12 centímetros más pequeño que su estatura real, mientras que en el cráneo el agujero de la bala también era menor de lo que debería de haber sido.

“Lo que sí sabemos, de pruebas, es que Hitler y Braun tenían dobles, con los que podían haber montado una perfecta escena del crimen”, dijo Cencich

Además el estudio reveló la existencia de una red de túneles que ofrecían una vía de escape hasta el aeropuerto de Tempelhof en Berlín, desde donde podría haber escapado a España.

Reedición

La noticia aparece justo cuando Alemania, por 1ra. vez desde la 2da. Guerra Mundial aceptó la reedición de 'Mi Lucha', la obra de Hitler.

La versión contiene al menos 3.500 notas que explican la ideología del líder nazi. Esto sucede porque ha expirado la prohibición para reimprimir el texto, veto impuesto por el gobierno regional de Baviera, que poseía los derechos de autor.

Durante los 70 años que han pasado desde la muerte de Hitler (30/04/1945), todos los gobiernos bávaros habían impedido la aparición de nuevas ediciones del libro para evitar la acción de grupos de ultraderecha.

La edición, preparada por un equipo dirigido por el historiador Christian Hartmann del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich (IfZ), "desenmascara las mentiras de Hitler y denuncia sus verdades a medias, que buscaban un efecto propagandístico", dijo el director del IfZ, Andreas Wirsching.

Los 2 tomos, con 1.948 páginas a un precio de 59 euros (US$ 63,9), han despertado, según Wirsching, un gran interés, con más de 15.000 pedidos, por lo que tuvieron que aumentar la tirada inicial de 4.000 ejemplares.

miércoles, 13 de enero de 2016

Japón medieval: Musashi, el invicto samurai

Un punto de inflexión en la vida de Musashi, El invicto Samurai



Miyamoto Musashi fue de tres horas de retraso. Esta fue su manera. En la playa de la tensión en el aire era palpable. Sasaki Kojiro se paseaba arriba y abajo en la arena fina con las manos detrás de su espalda. Su ira se levantaba con el sol, y con cada minuto que pasaba se sentía el insulto a su honor cada vez mayor. La fecha era el 13 de abril 1612.

Kojiro fue considerado uno de los más grandes Samurai en Japón. Era famoso por todo el país por su velocidad y precisión, que se hizo aún más notable por su arma preferida. Él manejaba una pala-no dachi enorme, una espada japonesa curva en el estilo clásico, pero con una hoja de más de un metro de longitud. El tamaño y el peso de la no-dachi hicieron un arma brutal, poco sutil, pero Kojiro habían perfeccionado su uso en un grado sin precedentes en todo Japón.

Como su habilidad había crecido, se había ganado muchos duelos, y por el tiempo que esperó en la playa de Isla Ganryu había asegurado una posición cómoda como maestro armas al Daimyo del clan Hosokawa. Su fama había crecido con su habilidad, y, finalmente, se llegó a la atención de Miyamoto Musashi.




Un grabado que muestra un samurai armado con un enormeespadón no dachi 

Musashi era un Ronin, un samurai sin señor. Había matado a su primer rival en combate singular a la edad de trece años y había llegado a ganar el duelo después de duelo mientras viajaba Japón y perfeccionó sus habilidades. En Japón en ese momento, no era raro para desafiar a otros a duelo, incluso a la muerte, por ninguna otra razón que para mostrar la propia maestría. Musashi no fue la excepción. Su talento era tan grande que, por la edad de treinta años, se había enfundado sus dos katana, y hecho un punto de duelo únicamente con bokken - espadas de práctica de madera - no importa qué arma su enemigo eligió usar.

Séquito de Kojiro consistió en siervos del cuerpo, amigos, estudiantes, cocineros, y un puñado de funcionarios que habían acudido a presenciar el evento e informar a los daimyo. Habían llegado en barco por la mañana temprano, y los criados habían levantado una sombra para los funcionarios de más arriba en la playa. Se había iniciado un pequeño fuego, comida y té preparados, y todo hecho listo para el gran samurai para conocer a su oponente. El duelo se había organizado a través de un intermediario, a petición de Miyamoto, y la fecha y hora fijado por él.

Kojiro había llegado tres horas antes, y al amanecer lentamente y sus sirvientes se ocuparon con la creación de campamento, se había sentado en profunda meditación cierta distancia, preparándose mentalmente para el combate. Se levantó un poco de tiempo antes de que su oponente debía llegar y tomó un poco de té, haciendo conversación cortés con los funcionarios, y bromeando con sus amigos. Su compostura fue sublime, y su séquito, estudiantes y perchas en no tenía ninguna duda de que él haría el trabajo por debajo de su rival.


Tres horas más tarde, sin embargo, a la mañana llevaba encendido en la tarde, y Kojiro ya no se compone. Se paseó, refunfuñó, juró y espetó a sus siervos, y estaba claro que aquellos que lo observaba que su rabia por el comportamiento ofensivo de su rival estaba construyendo en un grado peligroso. En un intento de aplacarlo, uno de los funcionarios habían sugerido que Musashi no llegaría, y habían huido del duelo en el terror ante la perspectiva de enfrentarse a la gran Kojiro, pero Kojiro no aceptó esto. Conocía la reputación de Musashi como espadachín. Este comportamiento sólo podía tener como objetivo insulto.

De hecho, Miyamoto no estaba muy lejos. Se sentó con las piernas cruzadas en un pequeño barco de pesca que se balanceaba suavemente en la marea en una pequeña ensenada al sur de la playa, donde el enfurecido Kojiro paseaba. El fondo de la embarcación estaba llena de virutas de madera rizadas, como el maestro de la espada trabajó sin prisa en una larga pieza de madera con el cuchillo. También ocupa el barco era su propietario, una arrugada, pescador ancianos, bronceada, que había sido pagado generosamente para poner a sí mismo, su barco y su remo de repuesto al servicio de Musashi para el día.

Este remo de repuesto ahora estaba sentado en el regazo de Musashi, y con su cuchillo afilado, el samurai había pasado cuidadosamente la mañana trayendo una nueva forma de salir de ella. Era largo y se había convertido elegantemente curvado y perfectamente equilibrado: un bokken de la mejor mano de obra. Musashi observaba el sol mientras trabajaba.

Era una persona de aspecto extraño. No llevaba galas, sólo un traje sencillo y cinturón de la espada. Sus pies estaban desnudos, y sus ojos tenían una que sobresale, mirando de calidad que era desconcertante. Su pelo recogido en un moño sencillo y funcional en la parte superior de la cabeza. Había varios días el crecimiento de la barba en su cara pálida y huesuda, y su piel estaba cubierta con muchas cicatrices pequeñas, lívidos.

Estaba claro desde muy cerca que no había lavado desde hace algún tiempo, y su túnica llanura llevaba muchas manchas y parches descoloridos. En total, se cortó una figura más de mala reputación, muy diferente de los ostentación de riqueza y armas preferidas por muchos samurai del tiempo. La única parte de su atuendo que parecía bien cuidada era la katana emparejado en el cinturón. La madera oscura pulida de sus vainas brillaba en el sol de la mañana.



Con una palabra tranquila, Musashi preguntó el pescador para llevarlos y vuelta a la playa donde Kojiro esperó. El pescador obedeció, y juntos remando hacia el mar un poco, antes de volver a acercarse a la playa.

Al principio, Kojiro no reconoció a su oponente. Musashi se sentó bajo y transmita en el pequeño barco, sus armas oculto, que parecía sumido en sus pensamientos.

"Es él!", Gritó uno de los criados, que habían corrido hasta la línea de agua. "Musashi llega al duelo!"

La sangre abandonó el rostro de Kojiro como Musashi lentamente se puso de pie en el barco. La insolencia, era algo inaudito. Esto no fue un camino para un Samurai comportarse! Para llegar tan tarde era bastante malo, pero para llegar así ... sin afeitar, sucio, con ropa desaliñada y sin séquito, sino un viejo pescador miserable; Kojiro sintió el insulto a su honor con mayor intensidad, y la ira que había estado construyendo lentamente durante toda la mañana se desbordó. Temblaba de rabia y le tendió una mano al portador espada que se apresuraron a presentarlo con su gran no-dachi.

La enorme espada brilló en el sol como Kojiro entró por la playa hacia su oponente. Se centró su ira a un punto fino, que se desarrolló a través de sus brazos y manos y se estableció en la cruel punta de la cuchilla. En su mente, donde hace un momento se había producido un gran enojo, ahora se hizo el silencio. Pero, ¿qué fue eso? Musashi saltó en el surf y se lanzó hacia la izquierda, pero él sacó ninguna lámina; su única arma era un bokken de madera, similar en tamaño y alcance de la espada de Kojiro. Kojiro vaciló durante una fracción de segundo.

¿Qué podría significar esto? La arrogancia del hombre que pondría en entredicho la gran Kojiro con una espada de madera de la práctica era incomprensible. Se dio la vuelta para seguir Musashi y se metió en con un gran movimiento de su espada. El hombre insolente agachó justo a tiempo para evitar el golpe. La no-dachi barrió sólo centímetros por encima de la cabeza. Una pequeña nube de pelo negro flotaba en el aire quieto.



Entonces Musashi estaba debajo de su guardia. El bokken estaba subiendo, pero el gran no-dachi estaba en las manos de un maestro, y Kojiro no lo hizo retroceder. Él trajo su espada silbando hacia abajo a su oponente ... pero Musashi había desaparecido. Había caminado paso a la derecha, y su bokken golpear carne. El aliento de Kojiro salió de él, y su siguiente golpe se volvió loco.

La espada de madera le asestó un duro golpe en el lado de la cabeza y en el momento que se tambaleó, el arma de su enemigo se estrelló contra el costado izquierdo con una fuerza increíble. Sintió que su grieta costillas, seguido de un terrible dolor agudo en el interior de su pecho. No podía respirar, y el mundo nadó ante sus ojos.

La funcionarios, el personal y los funcionarios vieron con horror como Sasaki Kojiro cayó hacia delante sobre la arena. La participación ha sido más en cuestión de segundos, y el victorioso Samurai ahora estaba haciendo una profunda reverencia a su oponente caído, a continuación, hacia ellos. Él los miró por un momento, a punto, y luego comenzó a retirarse rápidamente hacia el barco. Hubo un anillo de acero y un grito como un número de amistades de Kojiro, y los estudiantes sacaron sus espadas y corrió por la playa hacia Musashi, pero estaba en el surf, que estaba en el barco, se había ido. Su propósito en la isla Ganryu se cumplió, pero las lágrimas cayeron de sus extraños ojos como el viejo pescador que remó lejos.

Miyamoto Mushashi salió victorioso, pero él había destruido uno de los más grandes guerreros de la tierra, y la inutilidad del acto lo golpeó tan duro como su propio golpe de muerte había golpeado Kojiro. No había nada adquirida por su victoria, y todo lo perdido. Como bokken de Mushashi, habilidad de Kojiro había sido tallada lentamente de la materia prima de su vida. Ahora él se había ido, pero su muerte se había servido de nada.

Musashi siguió estudiando y enseñar el arte de la espada lo largo de su vida, pero nunca de nuevo mató a un oponente en un duelo.

War History Online

martes, 12 de enero de 2016

Independencia: Batalla de Campichuelo

Batalla de Campichuelo



Batalla de Campichuelo - 19 de Diciembre de 1810


Aunque Belgrano no era un militar de carrera fue designado por la Primera Junta al mando del ejército libertador que se dirigiría al Paraguay, en agosto de 1810 y dice en su autobiografía “La Junta puso las miras en mí para mandarme con la expedición auxiliadora, como representante y general en jefe de ella; admití porque no se creyese que repugnaba los riesgos, que sólo quería disfrutar de la Capital, y también porque entreveía una semilla de desunión entre los vocales mismos, que yo no podía atajar, y deseaba hallarme en un servicio activo, sin embargo de que mis conocimientos militares eran muy cortos”.

La batalla de Campichuelo fue un encuentro entre tropas de Buenos Aires, comandadas por Belgrano, y una tropa paraguaya.  Belgrano marchaba a Asunción para imponer la decisión de la Junta porteña.

Estableció su puesto comando en La Candelaria.  Dice Mitre que “tuvo que construir una escuadrilla compuesta de un gran número de botes de cuero, algunas canoas y grandes balsas de madera, capaces de transbordar 60 hombres y una mayor que todas, para soportar el peso de un cañón de a 4 haciendo fuego, pues se esperaba realizar el desembarco a viva fuerza”.

El Paraná tiene frente a La Candelaria más de 1.000 metros de ancho y fuerte correntada, y se estimó que iba a desviar la ruta de la escuadrilla en más o menos una legua y media aguas abajo en el lugar elegido, un claro del monte llamado El Campichuelo.  El 18 de diciembre de 1810, antes de iniciar la operación, Belgrano arengó a sus hombres.  La maniobra comenzó a las 23, con el envío de pequeños efectivos a cargo de un titulado baquiano del rey, llamado Antonio Martínez, y los sargentos Evaristo Bas y Rosario Abalos, con 10 soldados voluntarios.

La operación fue exitosa; capturaron dos prisioneros, sumamente valiosos por la información a brindar, y una canoa. Martínez, el baquiano del rey, remitió las tres canoas informando que el lugar de cruce era favorable.  Así lo ejecutó Belgrano, superando el gran obstáculo con sus efectivos entre las 3:30 y las 6 del 19 de diciembre, a las órdenes del mayor general Machain.

Se produjo la lógica dispersión, y ante la oscuridad reinante y el desconocimiento del terreno, hubo dificultades para la reunión del personal.  Sin esperar la reunión de todos los efectivos y ante el conocimiento de la existencia de una guardia enemiga en El Campichuelo, el mayor Machain avanzó decididamente.  Seguido por los edecanes del general Belgrano, Ramón Espíndola y Manuel Artigas, por los ayudantes mayores Juan Espeleta y Juan Mármol, el subteniente de Patricios Jerónimo Helguera, seis granaderos de Fernando VII, 17 patricios y 4 arribeños, con 5 oficiales y 27 soldados en total, se inició el ataque a los paraguayos.  El éxito coronó el esfuerzo de los infantes, que en una prueba de arrojo ponderable se apoderaron de la posición defendida por 54 hombres y un par de cañones pedreros.  El general Manuel Belgrano realizó una difícil y brillante operación, eludiendo la vigilancia enemiga y atacando sin esperar la reunión total de sus fuerzas; con inferioridad numérica derrotó a un enemigo superior en número.

El espíritu ofensivo, el factor sorpresa y la decisión fueron esenciales. Es importante tener en cuenta que los oficiales debieron comandar soldados que, en su mayoría, no eran de su fracción orgánica.

Fuente
Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado
Portal www.revisionistas.com.ar
Viglioglia, Prof. Dr. Pablo A. – Manuel Belgrano

lunes, 11 de enero de 2016

SGM: Hitler no se habría suicidado

Un ex agente de la CIA reveló que Adolf Hitler fingió su muerte
Infobae


Adolf Hitler y su amante, Eva Braun - Hitler habría fingido su muerte, según un ex agente de la CIA que analizó documentos desclasificados del FBI

El misterio por la muerte de Adolf Hitler atrae desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. La versión más aceptada hablaba de su suicidio, pero los documentos desclasificados recientemente por el FBI permiten llegar a nuevas conclusiones.

El líder de la Alemania nazi y su mujer Eva Braun no se suicidaron en su búnker de Berlín en 1945, como se creía, sino que huyeron a las Islas Canarias, en España, aseguró un grupo de investigadores, según consignó el diario británico Daily Mirror. Al parecer, Hiter y su amante fingieron su propia muerte.


El genocida habría utilizado dobles para montar la escena del crimen con cuerpos similares a los de él y su amante, para luego fugarse por medio de túneles hasta el aeropuerto de Tempelhof en Berlín con destino a Tenerife, afirmó el veterano agente de la CIA, Bob Baer, que accedió a 700 fojas desclasificadas.

Según el ex investigador de crímenes de guerra de las Naciones Unidas (ONU), John Cencich, luego de pasar un tiempo por las Islas Canarias, Hitler se trasladó finalmente a la Argentina.

Los documentos del FBI que reportan el vuelo de Hitler a Sudamérica desde la Islas Canarias


Los expertos encontraron entre los documentos del FBI que el presunto cuerpo de Hitler hallado por las tropas soviéticas era unos 12 centímetros más pequeño que su estatura real. Además, el agujero en el cráneo producto de la bala era más pequeño del que debía haber sido.

"Lo que sí sabemos, de pruebas, es que Hitler y Braun tenían dobles, con los que podían haber montado una perfecta escena del crimen", manifestó Cencich. Y añadió: "La aceptada versión de que Hitler se suicidó es ambigua".

El estudio reveló una red de túneles utilizada como vía de escape rumbo al aeropuerto de Tempelhof en Berlín, desde donde podría haber escapado a España.

"Lo que estamos haciendo es volver a examinar la historia, la historia que pensamos se resolvió con la muerte de Hitler en el búnker, pero no tenemos ninguna prueba de esta versión", aseguró Baer. El ex agente de la CIA agregó que los documentos indican que "los oficiales del Ejército estadounidense en Alemania no han localizado el cuerpo de Hitler y no hay ninguna fuente fiable que certifique su muerte".