"Polvo para marchar" Nazi: Hitler tenía soldados haciendo metanfetamina
New York Post
Adolf Hitler en Munich en la primavera de 1932. Foto: Getty Images
El dictador nazi Adolf Hitler estaba drogado y animó a sus soldados a hacer metanfetamina durante su reinado, un nuevo y explosivo libro de reclamaciones.
Con los registros del médico de Hitler Dr. Theodor Morell, autor Norman Ohler sostiene que el dictador se basó en un cóctel de drogas, incluyendo la cocaína, la heroína, la morfina y la metanfetamina.
Hitler era un adicto a la derecha hasta que se retiró a su búnker por última vez en 1945 y se mató, Ohler afirma.
"Podría detectar tres etapas de la intoxicación de Hitler a partir de (1936-1941)," Ohler dijo a la BBC Radio 4.
"Tomó vitaminas y glucosa por vía intravenosa en dosis altas, no sé si eso es el consumo de drogas consideradas ya, y cuando la guerra contra Rusia empeoró en octubre de 1941, se volvió a los esteroides y productos hormonales, extracto de hígado de cerdos y cosas por ese estilo".
"Cosas bastante desagradables se metieron en sus venas."
Ohler dijo Hitler comenzó a abusar opiáceos hacia 1943.
"Su droga favorita era Eukodal, un primo de la heroína que tiene un potencial mucho más alto de lo que se eufórico", dijo.
El libro de Ohler, "Blitzed," afirma soldados de Hitler también se encendió alborotos por la droga.
fármaco de elección de los soldados era Pervitin, conocida hoy en día como la metanfetamina, y Ohler dijo que era la única cosa que les ayudó a superar el cansancio.
"El abuso de la metanfetamina de cristal por el ejército alemán muestra el enemigo número uno no era el británico, el francés o rusos, que era la fatiga," Ohler a BBC Radio 4.
"El ejército alemán estaba tratando de ganar la batalla contra el sueño, es por eso que utilizan metanfetaminas."
"Al principio, se hizo maravillas en el ataque a la campaña occidental contra Francia y Gran Bretaña, Polonia y, se puede ver exactamente cómo se utilizó metanfetamina."
Ohler dijo justo antes de la ofensiva occidental de Hitler el 10 de mayo de 1940, se entregaron 35 millones de dosis de Pervitin a los soldados.
Pervitín era tan fácil de conseguir como cualquier otro medicamento hasta 1939, y Ohler a la emisora alemana Deutsche Welle se convirtió en el fármaco de elección en Berlín.
"Al igual que las personas beben café para aumentar su energía, la gente tomó un montón de Pervitin en todos los ámbitos", dijo Ohler.
La empresa que patentó en 1937 Pervitin quería que competir con Coca-Cola.
Ohler dijo a Deutsche Welle el fármaco mantendría el ejército durante días y se utilizó por primera vez cuando Alemania invadió Polonia Sudetes y una y otra vez cuando Alemania atacó a Francia en 1940.
Ohler dijo a Deutsche Welle que Hitler realmente no tomó Pervitin a sí mismo, y en su mayoría utiliza Eukodal.
"En el otoño de 1944, cuando la situación militar era bastante mala, utilizó esta fuerte medicamento que le hizo eufórico, incluso cuando la realidad no estaba mirando eufórico en absoluto", dijo Ohler.
"Los generales le decían, 'Tenemos que cambiar nuestra táctica. Tenemos que poner fin a esto. Vamos a perder la guerra ', y que no quería oírlo. "
"Tenía el Dr. Morell le dan los medicamentos que lo hacían sentirse invulnerable y en la parte superior de la situación."
Si bien era ampliamente conocido que los soldados tomaron Pervitin, y fue muy aceptado, nadie sabía que Hitler estaba abusando de opiáceos en privado.
Ohler dijo, sin embargo, que mucha gente sospechaba que mantenía algún tipo de secreto.
"Hubo algunos intentos de hacer Morell descubrir lo que dio a Hitler, pero él se negó. Era un secreto entre los dos hombres, "dijo.
martes, 25 de octubre de 2016
lunes, 24 de octubre de 2016
Argentina: Chantas y mentiras en el discurso fundacional peronista
Una refutación de la leyenda peronista
Desde su origen, el partido fundado por Perón reivindicó como propias las conquistas sociales logradas a partir de mediados del siglo pasado; una mirada atenta y precisa de la realidad desmiente esta lectura
Fernando A. Iglesias - LA NACION
Han pasado 71 años del 17 de octubre original y la interpretación que se le dé sigue dividiendo aguas en la Argentina.
Han pasado 71 años del 17 de octubre original y la interpretación que se le dé sigue dividiendo aguas en la Argentina. De ella depende todavía, en gran parte, nuestra ubicación frente a la realidad nacional. Conocemos lo que sostiene el peronismo. Según la leyenda, el 17 de octubre de 1945 el subsuelo de la patria se sublevó y salió a la calle para cambiar la historia. Hubo un antes, el de la Argentina agraria y oligárquica, con su miseria general y sus derechos conculcados, y un después, signado por la obra del general Perón, al que los argentinos le debemos los derechos sociales, la mejora en los salarios y el pasaje de un país agropecuario a otro industrial.
Dejemos de lado el lado oscuro de la luna, que la leyenda no menciona. La conculcación de los derechos individuales, los diputados opositores en prisión, la obligación de afiliarse para mantener el empleo estatal, de usar crespón por la muerte de Evita y de poner fotos del General en despachos y verdulerías, las provincias no peronistas intervenidas, la red barrial de delatores, la tortura de disidentes en las comisarías, las huelgas militarizadas, los artistas presos, la sumisión del sindicalismo al Estado, el ominoso aparato de propaganda, los libros de lectura con "Amo a mi mamá y a Evita", el clientelismo distribuido con el sello "Fundación Eva Perón", la división de las familias por la primera grieta y los llamados del presidente y la jefa espiritual de la Nación a colgar opositores e iniciar hogueras en las que los cipayos y gorilas hallaran apropiada incineración. Al enemigo, ni justicia.
Pongamos el foco en los aspectos que quienes inician su discurso con "Yo no soy peronista, pero..." reconocen como méritos del peronismo: las leyes sociales, la distribución del ingreso y la Argentina industrial. Y bien, desde el fin de la crisis del 30 hasta 1945, la industria crecía al 5,6% anual, en línea con la Argentina "agropecuaria", cuya industria había crecido por 70 años al impresionante promedio del 5,5% anual. Eso permite otra perspectiva sobre el 17 de octubre, no ya como producto de la maldad oligárquica, las condiciones de vida inhumanas y el atraso productivo, sino como expresión de un país en rápida industrialización y con una clase trabajadora en alza que reclamaba, con justicia, mayores participación y derechos.
En la Argentina "industrial" que parió el peronismo, el crecimiento industrial bajaría a casi la mitad: 3% (1946-2015). Y el descenso empezó con Perón. La media 1946-1955 fue 4,9%, más baja que la de la oligarquía pastoril anterior y que la revolución fusiladora posterior: 8,8% entre 1955 y 1958. Y venía creciendo al 7,1% entre 1964 y 1974 cuando Perón volvió a la patria para evitar la desindustrialización. Así fue como Cámpora-Perón-Isabelita promediaron 1,6% anual promedio (1973-1975). ¡Hasta Menem lo hizo mejor!: 2% entre 1991 y 2001. ¿Neoliberalismo? Puede ser. Pero el siguiente peronista, Duhalde, marcó el récord desindustrializador: -10% en 2002 del "salvador de la patria", que sólo salvó al peronismo y les abrió la puerta a Néstor y la década saqueada.
Lo que el peronismo presenta como "los principios sociales que Perón ha establecido" fue fruto de una larga lucha de la sociedad argentina que contó con el apoyo de la mayoría de los partidos. El descanso dominical es de 1905, gobierno de Roca; las vacaciones pagas son de 1933 (Uriburu); la jornada de ocho horas es de Yrigoyen (1929), y la primera ley de jubilaciones fue sancionada durante el gobierno de Alvear (1924). También fueron fundamentales los aportes de los diputados socialistas. De su autoría fue la primera ley de protección del trabajo de mujeres y niños (1907, Figueroa Alcorta); la de accidentes de trabajo (1915, Sáenz Peña); la primera reglamentación del trabajo a domicilio (1918, Victorino de la Plaza), y las leyes de indemnización por despido sin causa, protección de la maternidad y licencia paga por enfermedades (1933, Uriburu).
Lejos de las pretensiones de la leyenda peronista, la legislación social argentina era la más avanzada de América latina y una de las más completas del mundo antes del peronismo. Los logros de Perón -el estatuto del peón de campo, la ampliación del sistema jubilatorio, los fueros laborales y el aguinaldo- fueron en su carácter de miembro de la dictadura militar de 1943-1946 y no hay forma de reivindicarlos sin aceptar que Perón fue un golpista. Además, eran la estrategia central de la campaña presidencial que preparaba la dictadura para perpetuarse en el poder y formaban parte de una profundización de los derechos sociales que estaba teniendo lugar en todo el mundo sin necesidad de dictaduras ni populismos.
Hasta donde sé (acepto desmentidas), no hay una sola ley social de importancia sancionada originalmente por un gobierno democrático peronista. Ampliaciones, sí. Pero las hay de todos lados, como el famoso artículo 14 bis, que es de 1957, plena revolución fusiladora.
En cuanto al fifty-fifty de distribución del ingreso peronista, tampoco es cierto. Es verdad que los días más felices fueron peronistas: en 1946-1949, 1973-1974, 1991-1994 y 2003-2007 hubo aumento de los salarios y de la participación de los trabajadores en la renta. Pero fueron platas dulces efímeras e insustentables que terminaron en crisis y planes de ajuste, como el Plan de Austeridad de Perón, de 1952. Y los mayores retrocesos de la historia también fueron peronistas. Los 6,9 puntos de participación en la renta laboriosamente ganados por el General entre 1946 y 1955 se perdieron entre 1973 y 1976 (-14,8%) gracias al Rodrigazo. Si sumamos los 10,7 puntos perdidos en el ajustazo 2002 de Duhalde y reagrupamos los datos según los tres grandes grupos políticos argentinos (peronistas, militares, radicales), el que peor lo hizo fue el peronismo.
No existe ninguna evidencia de que el peronismo haya jugado un rol a favor de la justicia social más allá de las declaraciones. El 17 de octubre de 1945, las condiciones de vida del pueblo argentino eran peores que las de hoy, pero eran las mejores de América latina; superiores, incluso, a las de países europeos como España e Italia, de los que nos seguían llegando miles de emigrantes. En cambio, hoy, miles de argentinos se han vuelto a la tierra de sus abuelos y la única inmigración que nos llega proviene de los países más pobres de América del Sur.
La pobreza argentina casi triplica la de Uruguay y la de Chile, que hasta 1945 nos miraban con admiración y envidia. Y desde entonces el peronismo ha gobernado 34 años y seis meses, tanto como los radicales y los militares juntos; con tres décadas de hegemonía ininterrumpida en manos de Perón, Menem y los Kirchner; caso único. Han gobernado, además, 24 de los 26 años transcurridos entre 1989 y 2015, y controlado sin interrupción el Senado, la mayoría de las provincias, la provincia que es casi la mitad del país, los sindicatos y la policía bonaerense, dejando un 29% de pobres después de doce años de soja por las nubes y corrupción. ¿Se harán cargo, alguna vez, de lo que les han hecho a los que decían representar y defender?
En cuanto al rol de payador perseguido que la leyenda le adjudica, el peronismo participó de todos los golpes militares del siglo XX, excepto, claro, los que se dieron contra sus gobiernos; así como de las destituciones de Alfonsín y De la Rúa, como han admitido muchos de sus dirigentes, incluida la ex presidenta de la Nación. Perón fue un conspicuo miembro del Partido Militar, con el cual participó de los golpes de 1930 y 1943, llegando a vicepresidente de aquella dictadura; recibió el ofrecimiento de la candidatura presidencial de los jefes del Ejército y ante ellos renunció en 1955, y no ante la CGT ni el Congreso. Lo que también permite ver el 17 de octubre de 1945 desde otra perspectiva; no ya como la lucha entre el pueblo y el Ejército oligárquico, sino como un enfrentamiento interno en el Ejército entre su rama elitista y su rama populista, que Perón lideraba.
El peronismo tiene, qué duda cabe, todo el derecho a abrazar su interpretación de la historia y a festejar el 17 de octubre y la leyenda, de cuyo último capítulo, el relato, acabamos de deshacernos. Por nuestra parte, quienes somos críticos del peronismo tenemos derecho a reconocer los genuinos anhelos de democratización que el peronismo generó, pero considerar, también, que los traicionó, y desde el primer día. Así como tenemos derecho a exigir que de vez en cuando los peronistas acerquen algún dato que corrobore la leyenda en vez de andar insultando a sus refutadores. Después de todo, la única verdad es la realidad, compañeros.
Ex diputado, escritor y periodista
Desde su origen, el partido fundado por Perón reivindicó como propias las conquistas sociales logradas a partir de mediados del siglo pasado; una mirada atenta y precisa de la realidad desmiente esta lectura
Fernando A. Iglesias - LA NACION
Han pasado 71 años del 17 de octubre original y la interpretación que se le dé sigue dividiendo aguas en la Argentina.
Han pasado 71 años del 17 de octubre original y la interpretación que se le dé sigue dividiendo aguas en la Argentina. De ella depende todavía, en gran parte, nuestra ubicación frente a la realidad nacional. Conocemos lo que sostiene el peronismo. Según la leyenda, el 17 de octubre de 1945 el subsuelo de la patria se sublevó y salió a la calle para cambiar la historia. Hubo un antes, el de la Argentina agraria y oligárquica, con su miseria general y sus derechos conculcados, y un después, signado por la obra del general Perón, al que los argentinos le debemos los derechos sociales, la mejora en los salarios y el pasaje de un país agropecuario a otro industrial.
Dejemos de lado el lado oscuro de la luna, que la leyenda no menciona. La conculcación de los derechos individuales, los diputados opositores en prisión, la obligación de afiliarse para mantener el empleo estatal, de usar crespón por la muerte de Evita y de poner fotos del General en despachos y verdulerías, las provincias no peronistas intervenidas, la red barrial de delatores, la tortura de disidentes en las comisarías, las huelgas militarizadas, los artistas presos, la sumisión del sindicalismo al Estado, el ominoso aparato de propaganda, los libros de lectura con "Amo a mi mamá y a Evita", el clientelismo distribuido con el sello "Fundación Eva Perón", la división de las familias por la primera grieta y los llamados del presidente y la jefa espiritual de la Nación a colgar opositores e iniciar hogueras en las que los cipayos y gorilas hallaran apropiada incineración. Al enemigo, ni justicia.
Pongamos el foco en los aspectos que quienes inician su discurso con "Yo no soy peronista, pero..." reconocen como méritos del peronismo: las leyes sociales, la distribución del ingreso y la Argentina industrial. Y bien, desde el fin de la crisis del 30 hasta 1945, la industria crecía al 5,6% anual, en línea con la Argentina "agropecuaria", cuya industria había crecido por 70 años al impresionante promedio del 5,5% anual. Eso permite otra perspectiva sobre el 17 de octubre, no ya como producto de la maldad oligárquica, las condiciones de vida inhumanas y el atraso productivo, sino como expresión de un país en rápida industrialización y con una clase trabajadora en alza que reclamaba, con justicia, mayores participación y derechos.
En la Argentina "industrial" que parió el peronismo, el crecimiento industrial bajaría a casi la mitad: 3% (1946-2015). Y el descenso empezó con Perón. La media 1946-1955 fue 4,9%, más baja que la de la oligarquía pastoril anterior y que la revolución fusiladora posterior: 8,8% entre 1955 y 1958. Y venía creciendo al 7,1% entre 1964 y 1974 cuando Perón volvió a la patria para evitar la desindustrialización. Así fue como Cámpora-Perón-Isabelita promediaron 1,6% anual promedio (1973-1975). ¡Hasta Menem lo hizo mejor!: 2% entre 1991 y 2001. ¿Neoliberalismo? Puede ser. Pero el siguiente peronista, Duhalde, marcó el récord desindustrializador: -10% en 2002 del "salvador de la patria", que sólo salvó al peronismo y les abrió la puerta a Néstor y la década saqueada.
Lo que el peronismo presenta como "los principios sociales que Perón ha establecido" fue fruto de una larga lucha de la sociedad argentina que contó con el apoyo de la mayoría de los partidos. El descanso dominical es de 1905, gobierno de Roca; las vacaciones pagas son de 1933 (Uriburu); la jornada de ocho horas es de Yrigoyen (1929), y la primera ley de jubilaciones fue sancionada durante el gobierno de Alvear (1924). También fueron fundamentales los aportes de los diputados socialistas. De su autoría fue la primera ley de protección del trabajo de mujeres y niños (1907, Figueroa Alcorta); la de accidentes de trabajo (1915, Sáenz Peña); la primera reglamentación del trabajo a domicilio (1918, Victorino de la Plaza), y las leyes de indemnización por despido sin causa, protección de la maternidad y licencia paga por enfermedades (1933, Uriburu).
Lejos de las pretensiones de la leyenda peronista, la legislación social argentina era la más avanzada de América latina y una de las más completas del mundo antes del peronismo. Los logros de Perón -el estatuto del peón de campo, la ampliación del sistema jubilatorio, los fueros laborales y el aguinaldo- fueron en su carácter de miembro de la dictadura militar de 1943-1946 y no hay forma de reivindicarlos sin aceptar que Perón fue un golpista. Además, eran la estrategia central de la campaña presidencial que preparaba la dictadura para perpetuarse en el poder y formaban parte de una profundización de los derechos sociales que estaba teniendo lugar en todo el mundo sin necesidad de dictaduras ni populismos.
Hasta donde sé (acepto desmentidas), no hay una sola ley social de importancia sancionada originalmente por un gobierno democrático peronista. Ampliaciones, sí. Pero las hay de todos lados, como el famoso artículo 14 bis, que es de 1957, plena revolución fusiladora.
En cuanto al fifty-fifty de distribución del ingreso peronista, tampoco es cierto. Es verdad que los días más felices fueron peronistas: en 1946-1949, 1973-1974, 1991-1994 y 2003-2007 hubo aumento de los salarios y de la participación de los trabajadores en la renta. Pero fueron platas dulces efímeras e insustentables que terminaron en crisis y planes de ajuste, como el Plan de Austeridad de Perón, de 1952. Y los mayores retrocesos de la historia también fueron peronistas. Los 6,9 puntos de participación en la renta laboriosamente ganados por el General entre 1946 y 1955 se perdieron entre 1973 y 1976 (-14,8%) gracias al Rodrigazo. Si sumamos los 10,7 puntos perdidos en el ajustazo 2002 de Duhalde y reagrupamos los datos según los tres grandes grupos políticos argentinos (peronistas, militares, radicales), el que peor lo hizo fue el peronismo.
No existe ninguna evidencia de que el peronismo haya jugado un rol a favor de la justicia social más allá de las declaraciones. El 17 de octubre de 1945, las condiciones de vida del pueblo argentino eran peores que las de hoy, pero eran las mejores de América latina; superiores, incluso, a las de países europeos como España e Italia, de los que nos seguían llegando miles de emigrantes. En cambio, hoy, miles de argentinos se han vuelto a la tierra de sus abuelos y la única inmigración que nos llega proviene de los países más pobres de América del Sur.
La pobreza argentina casi triplica la de Uruguay y la de Chile, que hasta 1945 nos miraban con admiración y envidia. Y desde entonces el peronismo ha gobernado 34 años y seis meses, tanto como los radicales y los militares juntos; con tres décadas de hegemonía ininterrumpida en manos de Perón, Menem y los Kirchner; caso único. Han gobernado, además, 24 de los 26 años transcurridos entre 1989 y 2015, y controlado sin interrupción el Senado, la mayoría de las provincias, la provincia que es casi la mitad del país, los sindicatos y la policía bonaerense, dejando un 29% de pobres después de doce años de soja por las nubes y corrupción. ¿Se harán cargo, alguna vez, de lo que les han hecho a los que decían representar y defender?
En cuanto al rol de payador perseguido que la leyenda le adjudica, el peronismo participó de todos los golpes militares del siglo XX, excepto, claro, los que se dieron contra sus gobiernos; así como de las destituciones de Alfonsín y De la Rúa, como han admitido muchos de sus dirigentes, incluida la ex presidenta de la Nación. Perón fue un conspicuo miembro del Partido Militar, con el cual participó de los golpes de 1930 y 1943, llegando a vicepresidente de aquella dictadura; recibió el ofrecimiento de la candidatura presidencial de los jefes del Ejército y ante ellos renunció en 1955, y no ante la CGT ni el Congreso. Lo que también permite ver el 17 de octubre de 1945 desde otra perspectiva; no ya como la lucha entre el pueblo y el Ejército oligárquico, sino como un enfrentamiento interno en el Ejército entre su rama elitista y su rama populista, que Perón lideraba.
El peronismo tiene, qué duda cabe, todo el derecho a abrazar su interpretación de la historia y a festejar el 17 de octubre y la leyenda, de cuyo último capítulo, el relato, acabamos de deshacernos. Por nuestra parte, quienes somos críticos del peronismo tenemos derecho a reconocer los genuinos anhelos de democratización que el peronismo generó, pero considerar, también, que los traicionó, y desde el primer día. Así como tenemos derecho a exigir que de vez en cuando los peronistas acerquen algún dato que corrobore la leyenda en vez de andar insultando a sus refutadores. Después de todo, la única verdad es la realidad, compañeros.
Ex diputado, escritor y periodista
domingo, 23 de octubre de 2016
SGM: Impactantes imágenes a color
Impactantes fotos a todo color reviven la avanzada final de los aliados en la Segunda Guerra Mundial
Desde el desembarco en Normandia hasta los festejos de los soldados estadounidenses en una de las residencias de Adolf Hitler en Austria
Infobae
Jared Enos, un médico de emergencias estadounidense de 19 años, trabajó durante semanas en un proceso artesanal de coloreado de fotos tomadas en los días de la avanzada final de los aliados sobre los nazis, en 1944 y 1945.
El Día D del desembarco en Normandía y la Batalla de las Ardenas (Bélgica) vuelven a la vida de forma impactante. "Quería capturar a la gente en esta colección para que podamos echar una mirada al pasado y pensar qué podría estar pasando por la cabeza de ellos en ese momento", contó Enos. "Quería sacarle el polvo a estas imágenes de archivo y humanizar a aquellos que pelearon por lo que creían justo".
El joven médico cree que colorear las fotografías nos permite conectarnos mejor con el pasado. "Solemos creer que nuestras libertades siempre estuvieron garantizadas, y fotografías como estas ponen las cosas en su real perspectiva", afirmó.
Soldados estadounidenses usan un jeep para mover un globo de baja altura (VLA) durante un ejercicio de entrenamiento en el sur de Inglaterrra antes del Día D. Mayo de 1944. Los globos eran utilizados por defenderse de los bombarderos y bloquear su paso.
Una bomba explota en la playa de “Utah” durante el desembarco de Normandia del 6 de junio de 1944. La costa de 50 millas fue dividida por los estrategas militares en cinco sectores: Utah, Omaha, Gold, Juno, and Sword Beach. Unos 9 mil alemanes y 6 mil aliados murieron durante la batalla.
El USS LST-388 de la marina estadounidense descarga en la playa de Normandia el 12 de junio de 1944, después de la batalla, custodiado por un grupo de globos.
Soldados afroamericanos de la 92 división de infantería custodian la retirada alemana en el Valle del Po en el norte de Italia. 909,000 soldados negros fueron llevados a la Segunda Guerra Mundial. La mayoría fue destinada a tareas lejos del frente de batallas. Sólo los de la 92 división entraron en combate.
Formación del 442 Equipo de Combate Japonés-Americano en Bruyeres, France, el 12 de noviembre de 1944. El regimiento estaba compuesto casi completamente por soldados estadounideneses de ancestros japoneses. Unos 14.000 japoneses-americanos combatieron en la Segunda Guerra.
El coronel Buck Compton, del célebre Easy Company, Batallón 2°, 506° Regimiento de Infantes Paracaidistas en la 101° División Aerotransportada.
Un prisionero alemán en Weywertz, Bélgica.
El coronel Williams D. Bridges, comandante del 5° ESB, se arrodilla frente a una tumba, en un cementerio temporal establecido en 1944 en las colinas de Colleville-sur-Mer
El paso de los convoys de la 28° División de Infantería es saludado por la población francesa de Colmar, luego de la liberación de la ciudad el 3 de febrero de 1945.
Los integrantes de la Compañía Easy de Paracaidistas celebran el Día de la Victoria (8 de mayo de 1945) en la residencia de Adolf Hitler de Berchtesgaden, Austria.
Desde el desembarco en Normandia hasta los festejos de los soldados estadounidenses en una de las residencias de Adolf Hitler en Austria
Infobae
Jared Enos, un médico de emergencias estadounidense de 19 años, trabajó durante semanas en un proceso artesanal de coloreado de fotos tomadas en los días de la avanzada final de los aliados sobre los nazis, en 1944 y 1945.
El Día D del desembarco en Normandía y la Batalla de las Ardenas (Bélgica) vuelven a la vida de forma impactante. "Quería capturar a la gente en esta colección para que podamos echar una mirada al pasado y pensar qué podría estar pasando por la cabeza de ellos en ese momento", contó Enos. "Quería sacarle el polvo a estas imágenes de archivo y humanizar a aquellos que pelearon por lo que creían justo".
El joven médico cree que colorear las fotografías nos permite conectarnos mejor con el pasado. "Solemos creer que nuestras libertades siempre estuvieron garantizadas, y fotografías como estas ponen las cosas en su real perspectiva", afirmó.
Soldados estadounidenses usan un jeep para mover un globo de baja altura (VLA) durante un ejercicio de entrenamiento en el sur de Inglaterrra antes del Día D. Mayo de 1944. Los globos eran utilizados por defenderse de los bombarderos y bloquear su paso.
Una bomba explota en la playa de “Utah” durante el desembarco de Normandia del 6 de junio de 1944. La costa de 50 millas fue dividida por los estrategas militares en cinco sectores: Utah, Omaha, Gold, Juno, and Sword Beach. Unos 9 mil alemanes y 6 mil aliados murieron durante la batalla.
El USS LST-388 de la marina estadounidense descarga en la playa de Normandia el 12 de junio de 1944, después de la batalla, custodiado por un grupo de globos.
Soldados afroamericanos de la 92 división de infantería custodian la retirada alemana en el Valle del Po en el norte de Italia. 909,000 soldados negros fueron llevados a la Segunda Guerra Mundial. La mayoría fue destinada a tareas lejos del frente de batallas. Sólo los de la 92 división entraron en combate.
Formación del 442 Equipo de Combate Japonés-Americano en Bruyeres, France, el 12 de noviembre de 1944. El regimiento estaba compuesto casi completamente por soldados estadounideneses de ancestros japoneses. Unos 14.000 japoneses-americanos combatieron en la Segunda Guerra.
El coronel Buck Compton, del célebre Easy Company, Batallón 2°, 506° Regimiento de Infantes Paracaidistas en la 101° División Aerotransportada.
Un prisionero alemán en Weywertz, Bélgica.
El coronel Williams D. Bridges, comandante del 5° ESB, se arrodilla frente a una tumba, en un cementerio temporal establecido en 1944 en las colinas de Colleville-sur-Mer
El paso de los convoys de la 28° División de Infantería es saludado por la población francesa de Colmar, luego de la liberación de la ciudad el 3 de febrero de 1945.
Los integrantes de la Compañía Easy de Paracaidistas celebran el Día de la Victoria (8 de mayo de 1945) en la residencia de Adolf Hitler de Berchtesgaden, Austria.
sábado, 22 de octubre de 2016
Patagonia: Aborígenes Selk'nam
viernes, 21 de octubre de 2016
PGM: El engaño de la toma de Beersheba
La batalla que perdieron los turcos por el vicio de fumar
Javier Sanz - Historias de la Historia
Al inicio de la Primera Guerra Mundial, la región de Palestina se encontraba bajo el dominio del Imperio Otomano. En octubre de 1917 la ofensiva del ejército británico se estancó en Gaza, donde los turcos se defendían obstinadamente. Los mandos británicos decidieron entonces que para desbloquear esta situación y romper las líneas turcas la principal batalla no debería librarse en Gaza sino en Beersheba, una ciudad situada a 30 kilómetros al este. De esta manera, si conquistaban Beersheba llegarían fácilmente a Jerusalén; pero hacía falta un plan. Y es aquí donde entra en escena el astuto oficial de inteligencia británico Richard Meinertzhagen.
Richard Meinertzhagen
Meinertzhagen sabía que la clave para engañar a los turcos no era simplemente ocultar lo que el ejército británico pretendía hacer, sino que previamente había que convencerles de que realmente se planeaba un ataque contra la fortificada Gaza, obligando a los turcos a mantener su ejército principal en aquella ciudad, mientras que Beersheba quedaba más desprotegida gracias a este ardid –similar a lo que hicieron en Huelva para engañar a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial-. Antes de poner en marcha su engaño, quiso proteger su plan eliminando a los posibles espías turcos que pudiesen operar entre las tropas británicas. Se envió una carta de agradecimiento por la valiosa información que había pasado a los británicos el “supuesto espía turco” acompañada de una importante recompensa en moneda turca por los servicios prestados. Como estaba previsto, los turcos interceptaron la carta y creyendo que su mejor espía, que efectivamente existía, se había convertido en agente doble lo ejecutaron. Ahora Meinertzhagen tenía el camino libre… tomó una bolsa de lona y metió en ella documentos falsos relativos a un supuesto ataque a la ciudad de Gaza, junto con una cantidad de dinero lo suficientemente importante como para hacer creer que la bolsa no se había perdido intencionadamente. Añadió también otros documentos para dar más sensación de veracidad, como una carta supuestamente escrita por la esposa de un oficial (escrita realmente por la hermana de Meinertzhagen) en la que anunciaba a su marido el nacimiento de su hijo. A continuación, un soldado tomó la bolsa y se adentró cabalgando hacia las líneas enemigas en busca de una patrulla. Tan pronto abrieron fuego contra él, dejó caer la bolsa —previamente manchada con sangre de caballo— y huyó cabalgando de nuevo hacia las líneas británicas fingiendo estar herido. Los turcos recuperaron la bolsa mientras los británicos teatralizaban que la estaban buscando. Uno de los documentos falsos que el supuesto ataque a Gaza no se produciría antes del 14 de noviembre. Lo que no se imaginaba el ejército turco es que el Alto Mando británico había fijado el 31 de octubre como fecha para el asalto real sobre Beersheba.
A pesar de que el General Von Kressenstein, comandante alemán de las fuerzas turcas, sopesó la posibilidad de que los documentos pudiesen ser falsos, se vio obligado a actuar como si fueran auténticos. De hecho, era difícil para él pensar en un ataque que se realizase en cualquier otra dirección que no fuese Gaza. La primera parte del plan había dado resultado: los turcos mantenían el grueso de sus tropas en Gaza a la espera del ataque británico. Mientras tanto, los británicos fueron capaces de mover un gran número de hombres desde Gaza hasta sus posiciones de ataque en Beersheba sin alertar a las fuerzas otomanas. Pero Beersheba también estaba defendida y no iba a ser tarea fácil. Meinertzhagen ejecutó entonces la segunda parte de su plan. Aunque parecía una nimiedad, por los interrogatorios a soldados turcos capturados sabía que estaban escasos de cigarrillos y, aprovechándose de esta situación, ordenó que el día antes del ataque sobre Beersheba un avión sobrevolara las trincheras otomanas que defendían la ciudad y lanzara sobre ellas cientos de cajetillas de cigarrillos junto a panfletos con mensajes de propaganda. De este modo, los soldados turcos creerían que el motivo de suministrarles cigarrillos era hacerles llegar propaganda británica tratándoles de convencer para que se rindieran. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que Meinertzhagen también había ordenado que se mezclase el tabaco de aquellos cigarros con opio obtenido en el mercado negro.
El 31 de octubre de 1917 el ejército británico, junto con efectivos australianos, lanzó el ataque sobre Beersheba y allí pudieron comprobar los efectos de los cigarrillos de Meinertzhagen: muchos soldados turcos fueron incapaces de ponerse en pie y mucho menos de defender con éxito sus posiciones. El General Edmund Allenby, comandante en jefe de las fuerzas británicas en Egipto y Palestina, que inicialmente había calificado el plan de Meinertzhagen como “una pérdida de tiempo“, escribió tras la guerra que un alto porcentaje de las fuerzas turcas no pudieron combatir aquel día gracias a los efectos de la droga. Las tácticas astutas y engañosas de Richard Meinertzhagen contribuyeron al éxito en esta batalla, en la que británicos y australianos consiguieron romper la línea defensiva Gaza-Beersheba abriendo el camino hacia la victoria británica en Palestina.
Fuente: ¡Fuego a discreción!, Los siete pilares de la sabiduría – Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia)
Javier Sanz - Historias de la Historia
Al inicio de la Primera Guerra Mundial, la región de Palestina se encontraba bajo el dominio del Imperio Otomano. En octubre de 1917 la ofensiva del ejército británico se estancó en Gaza, donde los turcos se defendían obstinadamente. Los mandos británicos decidieron entonces que para desbloquear esta situación y romper las líneas turcas la principal batalla no debería librarse en Gaza sino en Beersheba, una ciudad situada a 30 kilómetros al este. De esta manera, si conquistaban Beersheba llegarían fácilmente a Jerusalén; pero hacía falta un plan. Y es aquí donde entra en escena el astuto oficial de inteligencia británico Richard Meinertzhagen.
Richard Meinertzhagen
Meinertzhagen sabía que la clave para engañar a los turcos no era simplemente ocultar lo que el ejército británico pretendía hacer, sino que previamente había que convencerles de que realmente se planeaba un ataque contra la fortificada Gaza, obligando a los turcos a mantener su ejército principal en aquella ciudad, mientras que Beersheba quedaba más desprotegida gracias a este ardid –similar a lo que hicieron en Huelva para engañar a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial-. Antes de poner en marcha su engaño, quiso proteger su plan eliminando a los posibles espías turcos que pudiesen operar entre las tropas británicas. Se envió una carta de agradecimiento por la valiosa información que había pasado a los británicos el “supuesto espía turco” acompañada de una importante recompensa en moneda turca por los servicios prestados. Como estaba previsto, los turcos interceptaron la carta y creyendo que su mejor espía, que efectivamente existía, se había convertido en agente doble lo ejecutaron. Ahora Meinertzhagen tenía el camino libre… tomó una bolsa de lona y metió en ella documentos falsos relativos a un supuesto ataque a la ciudad de Gaza, junto con una cantidad de dinero lo suficientemente importante como para hacer creer que la bolsa no se había perdido intencionadamente. Añadió también otros documentos para dar más sensación de veracidad, como una carta supuestamente escrita por la esposa de un oficial (escrita realmente por la hermana de Meinertzhagen) en la que anunciaba a su marido el nacimiento de su hijo. A continuación, un soldado tomó la bolsa y se adentró cabalgando hacia las líneas enemigas en busca de una patrulla. Tan pronto abrieron fuego contra él, dejó caer la bolsa —previamente manchada con sangre de caballo— y huyó cabalgando de nuevo hacia las líneas británicas fingiendo estar herido. Los turcos recuperaron la bolsa mientras los británicos teatralizaban que la estaban buscando. Uno de los documentos falsos que el supuesto ataque a Gaza no se produciría antes del 14 de noviembre. Lo que no se imaginaba el ejército turco es que el Alto Mando británico había fijado el 31 de octubre como fecha para el asalto real sobre Beersheba.
A pesar de que el General Von Kressenstein, comandante alemán de las fuerzas turcas, sopesó la posibilidad de que los documentos pudiesen ser falsos, se vio obligado a actuar como si fueran auténticos. De hecho, era difícil para él pensar en un ataque que se realizase en cualquier otra dirección que no fuese Gaza. La primera parte del plan había dado resultado: los turcos mantenían el grueso de sus tropas en Gaza a la espera del ataque británico. Mientras tanto, los británicos fueron capaces de mover un gran número de hombres desde Gaza hasta sus posiciones de ataque en Beersheba sin alertar a las fuerzas otomanas. Pero Beersheba también estaba defendida y no iba a ser tarea fácil. Meinertzhagen ejecutó entonces la segunda parte de su plan. Aunque parecía una nimiedad, por los interrogatorios a soldados turcos capturados sabía que estaban escasos de cigarrillos y, aprovechándose de esta situación, ordenó que el día antes del ataque sobre Beersheba un avión sobrevolara las trincheras otomanas que defendían la ciudad y lanzara sobre ellas cientos de cajetillas de cigarrillos junto a panfletos con mensajes de propaganda. De este modo, los soldados turcos creerían que el motivo de suministrarles cigarrillos era hacerles llegar propaganda británica tratándoles de convencer para que se rindieran. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que Meinertzhagen también había ordenado que se mezclase el tabaco de aquellos cigarros con opio obtenido en el mercado negro.
El 31 de octubre de 1917 el ejército británico, junto con efectivos australianos, lanzó el ataque sobre Beersheba y allí pudieron comprobar los efectos de los cigarrillos de Meinertzhagen: muchos soldados turcos fueron incapaces de ponerse en pie y mucho menos de defender con éxito sus posiciones. El General Edmund Allenby, comandante en jefe de las fuerzas británicas en Egipto y Palestina, que inicialmente había calificado el plan de Meinertzhagen como “una pérdida de tiempo“, escribió tras la guerra que un alto porcentaje de las fuerzas turcas no pudieron combatir aquel día gracias a los efectos de la droga. Las tácticas astutas y engañosas de Richard Meinertzhagen contribuyeron al éxito en esta batalla, en la que británicos y australianos consiguieron romper la línea defensiva Gaza-Beersheba abriendo el camino hacia la victoria británica en Palestina.
Fuente: ¡Fuego a discreción!, Los siete pilares de la sabiduría – Thomas Edward Lawrence (Lawrence de Arabia)
jueves, 20 de octubre de 2016
Arqueología: Argentina hace 14 mil años
Campamento de 14.000 años en Argentina se suma a un misterio arqueológico
Un vistazo a los últimos habitantes de la Tierra para colonizar un continente sin humanos.
Annalee Newitz - ARS Technica
Habitantes en Argentina hace 14.000 años los humanos cazaban armadillos gigantes. Este se ve especialmente mal humor.
Heinrich Harder
Desde hace más de una década, la evidencia ha estado acumulando los seres humanos que colonizaron las Américas miles de años antes de que los clovis. La Clovis, que son los primeros antepasados de los nativos americanos de hoy en día, se fue abundante evidencia de su vida detrás en forma de herramientas y tumbas. Pero los misteriosos seres humanos-Clovis pre, que probablemente llegaron hace 17.000 a 15.000 años, han dejado sólo unas pocas docenas de fuentes de evidencia de su existencia en el continente americano, sobre todo en los campamentos donde se procesan los animales durante viajes de cacería. Ahora un nuevo examen de una de tales camping, área de descanso de un cazador de 14.000 años de edad, fuera de la ciudad de Tres Arroyos en Argentina, nos ha dado una nueva comprensión de cómo las personas pre-Clovis podrían haber vivido.
Los arqueólogos están todavía seguros de cómo las personas pre-Clovis llegaron a las Américas. Llegaron después del final de la era de hielo, pero en un momento en glaciares y un ambiente helado, estéril todavía habrían bloqueado la entrada fácil en las Américas a través del Norte de Canadá. Por lo que es muy poco probable que marchaban sobre un puente de tierra de Siberia y en las Américas a través del centro del continente, en cambio, habrían llegado desde Asia a través de una ruta costera, con frecuencia el uso de embarcaciones para el transporte. Eso explicaría por qué muchos sitios pre-Clovis están en la costa, en las islas, o en ríos que unen con el mar.
Estos primeros pobladores fueron cazadores-recolectores que usaban herramientas de piedra para una amplia gama de actividades, incluyendo la caza, carnicería, raspando los cueros, la preparación de alimentos, y haciendo otras herramientas de hueso y madera. Muchas de las herramientas de piedra pre-Clovis se ven bastante simple y se hicieron mediante el uso de un tiro a desprenderse trozos de la otra, creando así bordes afilados. En el camping en Argentina, conocido como el sitio Arroyo Seco 2, los arqueólogos han encontrado más de 50 de estas herramientas hechas de materiales como el sílex y cuarcita. Están dispersos en un área que fue una vez un montículo de hierba por encima de un lago profundo, que es rica en miles de fragmentos de huesos de animales que han sido fechados de carbono ya desde hace 14.000 años. Hay incluso un par docena de entierros humanos en el lugar, fecha a un período posterior que comenzó hace unos 9.000 años. El lugar tiene el aspecto característico de campamento de un cazador, que se utiliza para los animales de procesamiento, que fue revisado estacionalmente durante miles de años.
Escribiendo en la revista PLoS One, los investigadores describen una serie de razones por las que un montón de piedras afiladas y huesos de animales rotos apuntan a una de 14.000 años de edad, la ocupación humana de la Argentina. En primer lugar, hay demasiados huesos de animales a partir de una diversidad de especies agrupadas en un solo lugar para que sea accidental. Sí, hay algunas trampas naturales en los que encontramos un número masivo de huesos prehistóricos, pero los que están casi siempre en agujeros o depresiones en el suelo, y esta zona estaba en un lugar de alta colina durante el Pleistoceno. En segundo lugar, las piedras no son sólo aristas vivas de una manera que sugiere la descamación; muchos de ellos también muestran signos de desgaste de raspado de la piel. "Una gran mayoría de los bordes en copos se utilizaron transversalmente sobre la piel seca," escriben los investigadores. "En consecuencia, es probable que las pieles fueron llevados al sitio en un estado de procesamiento intermedio." Además, la mayor parte de la piedra utilizada para las herramientas, incluyendo la cuarcita y sílex, sólo se encuentra a 110 km sobre Arroyo Seco. De manera que parte de la evidencia también apunta a los cazadores-recolectores humanos que llevan herramientas con ellos a través de grandes distancias.
Herramientas que se encuentran en el sitio Arroyo Seco 2 en Argentina: (a) recogedora lateral, cuarcita; (B) retocada en escamas, cuarcita; (C) en escamas retocadas, cuarcita; (D-e) rascadores de cantos rodados costeros; (F) del adoquín bipolar.
Radio de hueso de Equus neogeus, un caballo americano extinguido, fechado hace aproximadamente 14.000 años. Aquí se pueden ver tres puntos de vista con la ubicación del impacto de las herramientas. Una vista detallada de muescas y cicatrices de escamas; líneas de puntos ilustran la máxima profundidad y amplitud de muescas y copos cicatrices.
Un perezoso gigante, cuyos huesos fueron encontrados en el sitio de Arroyo Seco. Robert Horsfall
Con una conexión firme entre las herramientas humanas y los huesos de animales encontrados en Arroyo Seco, podemos empezar a reconstruir lo que era la vida cotidiana de estas personas, por lo menos en las comidas. El análisis de más de 600 fragmentos de hueso fuera de las miles que se encuentran en el sitio reveló que una gran cantidad de carne de ellos vinieron de animales que ya no existen. Varias especies extintas de caballos fueron una parte importante de la dieta pre-Clovis, al igual que otros mamíferos extintos como perezosos gigantes terrestres, camellos, mamuts, y armadillos gigantes. Cuando estas personas llegaron a América del Sur, se encontraron con una tierra que ningún ser humano había colonizado nunca. Muchas de estas especies habría sido una presa fácil para las bandas bien organizadas de cazadores con sofisticados idiomas, herramientas y tácticas. Algunos paleoecólogos la hipótesis de que estos animales se extinguieron en parte debido a la caza humana, y este camping definitivamente haya puesto de manifiesto que los animales extintos eran parte de la dieta pre-Clovis durante miles de años. Dicho esto, Arroyo Seco contiene muchos más huesos de guanaco (pariente local del camello) y roedores que lo hace de mamíferos extintos.
La ausencia de ciertos huesos nos puede decir acerca de cómo vivían estas personas, también. Aunque hay huesos de megafauna, como el megaterio perezoso gigante, vemos ningún cráneo, el tórax o huesos de la pelvis del animal. Los investigadores especulan que se debe a que los cazadores habrían hecho una carnicería inicial en el lugar donde mataron o scavenged el animal y luego transportados partes de él para ser procesado en el campamento:
Teniendo en cuenta la masa corporal de esta especie (entre 4 y 5 toneladas), habría sido extremadamente difícil de transportar toda la canal e incluso un reto para el transporte de los cuartos traseros completos con un peso entre 600 y 750 kg, y cuartos traseros de un peso comprendido entre 250 y 300 kg. Teniendo en cuenta estos valores, la mejor hipótesis es que el megaterio fue cazado o con barrido en cerca del sitio, el esqueleto fue masacrado en partes más pequeñas, y estas unidades fueron transportados a su ubicación actual en el sitio. Los huesos más grandes fueron transportados con porciones de carne ya retirados, y el hueso pueden haber sido utilizados para otros fines, tales como la extracción de hueso.
De los mamíferos extintos que los humanos procesan en Arroyo Seco, el más común parece ser caballo. Cuando las personas llegaron a las Américas, que estaba lleno de al menos dos especies de caballos extintos. Pero en el momento del Inca y otras grandes civilizaciones de América del Sur, los animales se han ido. No fue hasta que llegaron los europeos con sus corceles que el continente fue una vez más poblada, con caballos.
Aún así, podemos mirar hacia atrás e imaginar lo que debe haber sido como para aquellas personas pre-Clovis, entrando en un mundo donde ningún ser humano había ido antes, lleno de animales que son leyenda para nosotros hoy. En muchos sentidos, vivían en un planeta diferente a la que vivimos ahora. En el borde de un lago desaparecido ahora en su mayoría, en una loma, aquellas personas alimentan a sus familias, hacen herramientas, y propusieron estrategias acerca de cómo la caza de juego más grande que cualquier cosa en la tierra en el mundo moderno. Volvieron año tras año desde hace siglos. Con el tiempo, enterraron a sus muertos allí entre los huesos de animales dejados por sus antepasados.
Un vistazo a los últimos habitantes de la Tierra para colonizar un continente sin humanos.
Annalee Newitz - ARS Technica
Habitantes en Argentina hace 14.000 años los humanos cazaban armadillos gigantes. Este se ve especialmente mal humor.
Heinrich Harder
Desde hace más de una década, la evidencia ha estado acumulando los seres humanos que colonizaron las Américas miles de años antes de que los clovis. La Clovis, que son los primeros antepasados de los nativos americanos de hoy en día, se fue abundante evidencia de su vida detrás en forma de herramientas y tumbas. Pero los misteriosos seres humanos-Clovis pre, que probablemente llegaron hace 17.000 a 15.000 años, han dejado sólo unas pocas docenas de fuentes de evidencia de su existencia en el continente americano, sobre todo en los campamentos donde se procesan los animales durante viajes de cacería. Ahora un nuevo examen de una de tales camping, área de descanso de un cazador de 14.000 años de edad, fuera de la ciudad de Tres Arroyos en Argentina, nos ha dado una nueva comprensión de cómo las personas pre-Clovis podrían haber vivido.
Los arqueólogos están todavía seguros de cómo las personas pre-Clovis llegaron a las Américas. Llegaron después del final de la era de hielo, pero en un momento en glaciares y un ambiente helado, estéril todavía habrían bloqueado la entrada fácil en las Américas a través del Norte de Canadá. Por lo que es muy poco probable que marchaban sobre un puente de tierra de Siberia y en las Américas a través del centro del continente, en cambio, habrían llegado desde Asia a través de una ruta costera, con frecuencia el uso de embarcaciones para el transporte. Eso explicaría por qué muchos sitios pre-Clovis están en la costa, en las islas, o en ríos que unen con el mar.
Estos primeros pobladores fueron cazadores-recolectores que usaban herramientas de piedra para una amplia gama de actividades, incluyendo la caza, carnicería, raspando los cueros, la preparación de alimentos, y haciendo otras herramientas de hueso y madera. Muchas de las herramientas de piedra pre-Clovis se ven bastante simple y se hicieron mediante el uso de un tiro a desprenderse trozos de la otra, creando así bordes afilados. En el camping en Argentina, conocido como el sitio Arroyo Seco 2, los arqueólogos han encontrado más de 50 de estas herramientas hechas de materiales como el sílex y cuarcita. Están dispersos en un área que fue una vez un montículo de hierba por encima de un lago profundo, que es rica en miles de fragmentos de huesos de animales que han sido fechados de carbono ya desde hace 14.000 años. Hay incluso un par docena de entierros humanos en el lugar, fecha a un período posterior que comenzó hace unos 9.000 años. El lugar tiene el aspecto característico de campamento de un cazador, que se utiliza para los animales de procesamiento, que fue revisado estacionalmente durante miles de años.
Escribiendo en la revista PLoS One, los investigadores describen una serie de razones por las que un montón de piedras afiladas y huesos de animales rotos apuntan a una de 14.000 años de edad, la ocupación humana de la Argentina. En primer lugar, hay demasiados huesos de animales a partir de una diversidad de especies agrupadas en un solo lugar para que sea accidental. Sí, hay algunas trampas naturales en los que encontramos un número masivo de huesos prehistóricos, pero los que están casi siempre en agujeros o depresiones en el suelo, y esta zona estaba en un lugar de alta colina durante el Pleistoceno. En segundo lugar, las piedras no son sólo aristas vivas de una manera que sugiere la descamación; muchos de ellos también muestran signos de desgaste de raspado de la piel. "Una gran mayoría de los bordes en copos se utilizaron transversalmente sobre la piel seca," escriben los investigadores. "En consecuencia, es probable que las pieles fueron llevados al sitio en un estado de procesamiento intermedio." Además, la mayor parte de la piedra utilizada para las herramientas, incluyendo la cuarcita y sílex, sólo se encuentra a 110 km sobre Arroyo Seco. De manera que parte de la evidencia también apunta a los cazadores-recolectores humanos que llevan herramientas con ellos a través de grandes distancias.
La dieta del Pleistoceno
Queda una pregunta. ¿Cómo podemos estar seguros de las herramientas en el sitio realmente son 14.000 años? Los arqueólogos infieren algunos de esto desde fechas de carbono en los huesos de animales, que han sido probados por varios laboratorios de todo el mundo. El problema es que la estratigrafía del sitio, o capas históricas, son difíciles de leer debido a la erosión en el sitio. Así que incluso si una herramienta aparece justo al lado de un hueso en una capa determinada, puede haber venido de más tarde y ha movido alrededor por el viento y el agua. Dicho esto, hay pruebas de que algunos de los primeros huesos se rompieron por herramientas de piedra. Un hueso de 14.000 años de edad, de Equus neogeus, un caballo americano extinguido, provisto de las marcas distintas de un martillo. "Este hueso se rompió intencionalmente en estado fresco", señaló el equipo.Herramientas que se encuentran en el sitio Arroyo Seco 2 en Argentina: (a) recogedora lateral, cuarcita; (B) retocada en escamas, cuarcita; (C) en escamas retocadas, cuarcita; (D-e) rascadores de cantos rodados costeros; (F) del adoquín bipolar.
Radio de hueso de Equus neogeus, un caballo americano extinguido, fechado hace aproximadamente 14.000 años. Aquí se pueden ver tres puntos de vista con la ubicación del impacto de las herramientas. Una vista detallada de muescas y cicatrices de escamas; líneas de puntos ilustran la máxima profundidad y amplitud de muescas y copos cicatrices.
Un perezoso gigante, cuyos huesos fueron encontrados en el sitio de Arroyo Seco. Robert Horsfall
Con una conexión firme entre las herramientas humanas y los huesos de animales encontrados en Arroyo Seco, podemos empezar a reconstruir lo que era la vida cotidiana de estas personas, por lo menos en las comidas. El análisis de más de 600 fragmentos de hueso fuera de las miles que se encuentran en el sitio reveló que una gran cantidad de carne de ellos vinieron de animales que ya no existen. Varias especies extintas de caballos fueron una parte importante de la dieta pre-Clovis, al igual que otros mamíferos extintos como perezosos gigantes terrestres, camellos, mamuts, y armadillos gigantes. Cuando estas personas llegaron a América del Sur, se encontraron con una tierra que ningún ser humano había colonizado nunca. Muchas de estas especies habría sido una presa fácil para las bandas bien organizadas de cazadores con sofisticados idiomas, herramientas y tácticas. Algunos paleoecólogos la hipótesis de que estos animales se extinguieron en parte debido a la caza humana, y este camping definitivamente haya puesto de manifiesto que los animales extintos eran parte de la dieta pre-Clovis durante miles de años. Dicho esto, Arroyo Seco contiene muchos más huesos de guanaco (pariente local del camello) y roedores que lo hace de mamíferos extintos.
La ausencia de ciertos huesos nos puede decir acerca de cómo vivían estas personas, también. Aunque hay huesos de megafauna, como el megaterio perezoso gigante, vemos ningún cráneo, el tórax o huesos de la pelvis del animal. Los investigadores especulan que se debe a que los cazadores habrían hecho una carnicería inicial en el lugar donde mataron o scavenged el animal y luego transportados partes de él para ser procesado en el campamento:
Teniendo en cuenta la masa corporal de esta especie (entre 4 y 5 toneladas), habría sido extremadamente difícil de transportar toda la canal e incluso un reto para el transporte de los cuartos traseros completos con un peso entre 600 y 750 kg, y cuartos traseros de un peso comprendido entre 250 y 300 kg. Teniendo en cuenta estos valores, la mejor hipótesis es que el megaterio fue cazado o con barrido en cerca del sitio, el esqueleto fue masacrado en partes más pequeñas, y estas unidades fueron transportados a su ubicación actual en el sitio. Los huesos más grandes fueron transportados con porciones de carne ya retirados, y el hueso pueden haber sido utilizados para otros fines, tales como la extracción de hueso.
De los mamíferos extintos que los humanos procesan en Arroyo Seco, el más común parece ser caballo. Cuando las personas llegaron a las Américas, que estaba lleno de al menos dos especies de caballos extintos. Pero en el momento del Inca y otras grandes civilizaciones de América del Sur, los animales se han ido. No fue hasta que llegaron los europeos con sus corceles que el continente fue una vez más poblada, con caballos.
Aún así, podemos mirar hacia atrás e imaginar lo que debe haber sido como para aquellas personas pre-Clovis, entrando en un mundo donde ningún ser humano había ido antes, lleno de animales que son leyenda para nosotros hoy. En muchos sentidos, vivían en un planeta diferente a la que vivimos ahora. En el borde de un lago desaparecido ahora en su mayoría, en una loma, aquellas personas alimentan a sus familias, hacen herramientas, y propusieron estrategias acerca de cómo la caza de juego más grande que cualquier cosa en la tierra en el mundo moderno. Volvieron año tras año desde hace siglos. Con el tiempo, enterraron a sus muertos allí entre los huesos de animales dejados por sus antepasados.
miércoles, 19 de octubre de 2016
SGM: Desentierran Focke Wulf FW-190 turcos
Turquía desenterrará cazas alemanes Focke-Wulf de la era de la SGM, enterrados 'a petición de Estados Unidos'
Metin Can - Daily Sabah
Los entusiastas de la aviación esperan arrojar luz sobre un capítulo extraño en la historia de la República de Turquía con la excavación de un área de la ciudad central de Kayseri. El sitio, en un aeropuerto ahora extinto actualmente utilizado como cuartel militar, supuestamente es el hogar de más de cincuenta Focke-Wulf FW-190 importados de Alemania, que según los informes, fueron "enterrados" después de que se retiraron hace unos 70 años.
A pesar de que los expertos en aviación disputan la improbabilidad de que el entierro en masa de cazas monoplaza y afirman que fueron vendidos por las sobras después de que fueron retirados del servicio, otros creen que aún se conservan debajo, envuelto en hojas.
Turquía había adquirido 72 aviones de la Alemania nazi a la vez que se aplica una política exterior delicada tanto con Eje y los Aliados y estaba luchando por no tomar partido. Por un acuerdo firmado en 1941, Turquía vendió hierro y mineral de cromo a Alemania a cambio de los aviones que fueron entregados a Turquía en 1943. Unos 50 aviones fueron enviados a Kayseri, donde se encuentra una importante base aérea. documentos secretos que fueron revelados recientemente demuestran un acuerdo con los Estados Unidos en el período posterior a la guerra, lo que significó el final de los aviones en 1947. Ankara y Washington había firmado un acuerdo para la adquisición de los aviones de combate después de la Segunda Guerra Mundial, y de acuerdo al acuerdo, Turquía tuvo que destruir aeronaves de fabricación alemana a cambio. Posteriormente, los aviones "desaparecieron" en el inventario del ejército turco, y se dice que fueron enterrados para su posible uso en el futuro.
Los investigadores que ejercen presión sobre el gobierno para recuperar los planos finalmente tuvieron la oportunidad de realizar obras de excavaciones en el sitio el año pasado, pero los trámites burocráticos retrasaron el proceso. Sin embargo, se espera que el proceso de reanudar pronto, meses después de detectores de metales detectaron trazas de los planos enterrados.
Uluhan Hasdal, un historiador de la aviación aficionado, dijo que los aviones aún pueden ser operable, ya que se hicieron para soportar la corrosión. Nejat Çuhadaroğlu, fundador del Museo Hisart, pretende mostrar los planos en su museo y mantener conversaciones con oficiales del ejército para excavaciones. "Si se recuperó y se deja para ser exhibida, que pueden ser los primeros Focke-Wulf Fw 190 aviones que se expondrán en el mundo", dice
Metin Can - Daily Sabah
Los entusiastas de la aviación esperan arrojar luz sobre un capítulo extraño en la historia de la República de Turquía con la excavación de un área de la ciudad central de Kayseri. El sitio, en un aeropuerto ahora extinto actualmente utilizado como cuartel militar, supuestamente es el hogar de más de cincuenta Focke-Wulf FW-190 importados de Alemania, que según los informes, fueron "enterrados" después de que se retiraron hace unos 70 años.
A pesar de que los expertos en aviación disputan la improbabilidad de que el entierro en masa de cazas monoplaza y afirman que fueron vendidos por las sobras después de que fueron retirados del servicio, otros creen que aún se conservan debajo, envuelto en hojas.
Turquía había adquirido 72 aviones de la Alemania nazi a la vez que se aplica una política exterior delicada tanto con Eje y los Aliados y estaba luchando por no tomar partido. Por un acuerdo firmado en 1941, Turquía vendió hierro y mineral de cromo a Alemania a cambio de los aviones que fueron entregados a Turquía en 1943. Unos 50 aviones fueron enviados a Kayseri, donde se encuentra una importante base aérea. documentos secretos que fueron revelados recientemente demuestran un acuerdo con los Estados Unidos en el período posterior a la guerra, lo que significó el final de los aviones en 1947. Ankara y Washington había firmado un acuerdo para la adquisición de los aviones de combate después de la Segunda Guerra Mundial, y de acuerdo al acuerdo, Turquía tuvo que destruir aeronaves de fabricación alemana a cambio. Posteriormente, los aviones "desaparecieron" en el inventario del ejército turco, y se dice que fueron enterrados para su posible uso en el futuro.
Los investigadores que ejercen presión sobre el gobierno para recuperar los planos finalmente tuvieron la oportunidad de realizar obras de excavaciones en el sitio el año pasado, pero los trámites burocráticos retrasaron el proceso. Sin embargo, se espera que el proceso de reanudar pronto, meses después de detectores de metales detectaron trazas de los planos enterrados.
Uluhan Hasdal, un historiador de la aviación aficionado, dijo que los aviones aún pueden ser operable, ya que se hicieron para soportar la corrosión. Nejat Çuhadaroğlu, fundador del Museo Hisart, pretende mostrar los planos en su museo y mantener conversaciones con oficiales del ejército para excavaciones. "Si se recuperó y se deja para ser exhibida, que pueden ser los primeros Focke-Wulf Fw 190 aviones que se expondrán en el mundo", dice
martes, 18 de octubre de 2016
El invento del mito del 17 de Octubre
La mentira peronista del 17 de octubre
Por Nicolás Márquez - Prensa Republicana
Una vez más, nos acercamos al 17 de octubre y la delincuencia peronista en sus más diversas metástasis se prepara para celebrar una fecha talismánica con pretensiones fundacionales, en la cual (según reza el mito popular) un postergado Juan Perón salía airoso ante la “oligarquía y los poderosos” ante la espontánea peregrinación de un “pueblo” que salió a la calle a defenderlo y venerarlo.
Dejemos el relato difundido por tan innoble partido y vamos a los hechos reales.
Corría octubre de 1945, el clima político y social se tornaba efervescente puesto que en los círculos opositores a la dictadura capitaneada por el General Edelmiro Farrel y el Coronel Juan Perón, se vivía una atmósfera de euforia ante la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, lo cual animó a los dirigentes de los demás partidos políticos (radicales, conservadores y socialistas por igual) a presionar a las autoridades de facto (enroladas en favor del nazifascismo derrotado) para que otorguen el poder a la Corte Suprema de Justicia a fin de que el Poder Judicial administre la transición hacia elecciones democráticas y limpias. Persiguiendo este objetivo, el 19 de septiembre se llevó a cabo una histórica manifestación callejera titulada “La Marcha de la Constitución y la Libertad” que se inició en la Plaza del Congreso, en la cual se congregó cerca de medio millón de opositores que desde allí circularon hasta Plaza Francia.
El lema de los manifestantes consistente en pedir el traspaso del gobierno a la Corte Suprema de Justicia fue considerado por muchos observadores como un craso error político: “si como consigna de lucha lo de ´el gobierno a la Corte´ no era mala, como táctica política era pésima. Tratar de imponer esa solución era utópico. Ni el Ejército podía aceptar esa vergonzosa confesión de su fracaso ni la oposición disponía de poder para implantarla”[1] anotó Félix Luna.
Si bien la dictadura de Farrell y Perón intentó minimizar los alcances de la nutrida concurrencia en cuestión, sin dudas el gentío constituyó un llamado de atención para el régimen, que reaccionó declarando el Estado de sitio, encarcelando masivamente opositores y recrudeciendo la censura a la prensa. Días después, se produjeron en las universidades múltiples rebeliones estudiantiles que clamaban libertad y predicaban consignas contra el dúo gobernante, quienes de inmediato ordenaron una represión brutal (en la misma murió un niño de 10 años[2]) acompañada con arrestos generalizados que superaron los 1500 alumnos detenidos[3], episodios que consolidaron el clima de tensión y división existente.
En tanto, en el seno del gobierno, el indefinido dictador Farrell debía lidiar entre las rencillas e internismos que se presentaban entre su VicePresidente el coronel Perón y el coronel Eduardo Ávalos[4], otro hombre fuerte del régimen de gran predicamento entre la oficialidad de Campo de Mayo, que le disputaba a Perón poder e influencia política así como también encono ideológico, puesto que Ávalos no le perdonaba a Perón haber convencido a Farrell de declararle la guerra a Alemania (traicionando el espíritu de ese gobierno) a tan solo horas de rendirse.
Ávalos contaba con alto consenso dentro de las filas del Ejército (que en definitiva era la estructura institucional que gobernaba el país), pero Perón contaba con el aval de numerosos sectores sindicales que lo respaldaban con motivo de la política condescendiente que él venía desplegando desde la Secretaría de Trabajo y Previsión que él manejaba en consonancia con el Ministerio de Guerra y la mismísima Vice-Dictadura.
Durante los últimos tiempos, Ávalos se había movido con astucia en el seno del régimen militar y había logrado presionar lo suficiente a Farrell para que se deshiciera de Perón. En medio de la tensión, finalmente Perón fue forzado a renunciar intempestivamente el 9 de octubre de 1945 a todos sus cargos.
El coronel caído en desgracia, hábilmente le pidió a Farrell que le diera la oportunidad de dirigir unas palabras de despedida por radio (que Farrell ingenuamente le concedió). Perón convocó al día siguiente a los dirigentes sindicales adictos, montó una escenografía con parlantes en la entrada de la Secretaría de Trabajo, puso en duda que los beneficios sociales que él había conseguido prosiguieran en su ausencia y entre otras de sus trapisondas, como “última medida en funciones” anunció un decreto mediante el cual se aumentaban los sueldos y salarios a la vez que se implantaba el salario móvil, vital y básico[5]. Pero ocurre que para que este beneficio tuviera validez legal debía ser firmado luego por Farrell, de modo que Perón se despidió de su cargo anunciando la buena noticia salarial a su gente y encajándole el engorro al dictador. Esta picardía final de Perón colmó la paciencia de sus enemigos, que lograron convencer a Farrell de solicitar su inmediata detención.
Sin embargo, Perón se trasladó rápida y secretamente a una casa situada en una isla del Tigre, cuyo propietario era un connotado agente alemán llamado Ludwig Freude (sindicado como el representante de los capitales nacionalsocialistas en la Argentina), que era un hombre de su más estrecha confianza. Pero finalmente, el mismo régimen al que Perón había servido y pertenecido desde su inicio con tanto protagonismo y ascendencia, el 12 de octubre lo detuvo allí en el Tigre siendo arrestado en su refugio y trasladado a la cárcel de la Isla Martín García.
Es evidente que en esta puja Ávalos logró influir en Farrell a expensas de Perón, tanto es así que mientras este último estaba detenido, Farrell nombró a Ávalos como Ministro de guerra[6], cargo que justamente ocupaba Perón antes de su destitución y posterior encarcelamiento. Sostiene el historiador Robert Potash que a partir de este nuevo nombramiento: “El general Ávalos, que asumió el cargo de ministro de Guerra el 10 de octubre, se convirtió en la figura dominante del nuevo orden; pero ni su temperamento ni su experiencia anterior lo habían preparado para este papel”[7], algo que luego veremos confirmado por las vacilaciones y errores políticos que cometería durante su breve rol ministerial.
En definitiva, la detención efectuada a fin de neutralizar definitivamente la figura e influencia de Perón en el gobierno fue una maniobra torpe por parte de Ávalos y sus acólitos, porque a partir de entonces una ebullición se generó entre varios sindicalistas leales a Perón, quienes comenzaron a movilizar su gente por las calles clamando por su libertad. En tanto, desde el encierro en la isla y desorientado por la situación, muchos investigadores sostienen que Perón creía estar ante el final de su carrera, al menos así lo pone de manifiesto él mismo al escribirle una carta a su amante Eva Duarte, la cual más allá de ser encabezada con una vulgar cursilería como “mi tesoro adorado”, deja advertir a un Perón afectivo que le promete a su pretendida que ni bien él obtuviera la libertad ambos vivirán juntos en el marco de una vida despolitizada: “Hoy sé cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos. Esta inmensa soledad está llena de tu recuerdo. Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos” anotó.
El tono de la carta confirmaría que Perón estuvo a punto de “tirar la toalla”[8] y no estaba en su estrategia ni en sus planes redoblar la apuesta. Sin embargo, otros observadores sostienen que Perón sospechaba que la carta sería leída y es por eso que él le imprimió un tono pacifista y cariñoso. Más aún, no faltaron quienes sostuvieron que todo esto se trató de un perfectísimo plan diseñado y calculado estratégicamente por Perón salido a la perfección, alegando que Perón habría forzado ex profeso a Farrell y a sus enemigos a echarlo del gobierno y encarcelarlo para promover luego una suerte de “operativo clamor” entre sus fieles y finalmente retornar al poder fortalecido. Sin descartar que Perón haya incurrido en alguna de sus habituales especulaciones, Juan José Sebreli brinda una explicación menos complicada de lo ocurrido a la que adherimos: “La historia no es, como pretenden los ideólogos del bonapartismo, el producto de la acción extraordinaria del Gran Hombre, el hombre del destino, el superhombre, el genio individual, la personalidad creadora, el salvador supremo. Por el contrario, muy frecuentemente los conductores de pueblos son personajes insignificantes. La biografía de Perón lo muestra como un pequeño burgués diletante, de vida sedentaria y mediocre hasta los cincuenta años, de ideas simples y estereotipadas y de gustos vulgares, box, cine de cowboys, televisión y pocas lecturas”[9]. No descartamos que Perón haya calculado por entonces algunos movimientos, pero sin dudas fueron los hechos concomitantes y la historia por su propio peso la que lo fue arrastrando a jugar los distintos papeles protagónicos que él ocupó y ejerció.
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Efectivamente, con Perón neutralizado y encarcelado, del otro lado del riachuelo bandas sindicalistas en franca rebeldía paralizaron los transportes y provocaron el cierre de fábricas exhortando y obligando a los obreros a engrosar el alcance de una movilización que clamaba la libertad del coronel. Para elevar la presión, en el seno de la CGT un sector propuso llamar a huelga general para el día 18 de octubre si la situación no se solucionaba. Vale aclarar que no toda la CGT compartía simpatía hacia Perón[10] sino que eran numerosísimos los gremios[11] que desconfiaban de él (de hecho sobre 40 votos la postura huelguista de la CGT ganó 21 contra 19), tal el caso de la Unión Obrera Local, que denunció la prepotencia de la convocatoria comunicando formalmente que “Bandas armadas del pistolero peroniano, que responden al execrable sujeto Cipriano Reyes han atacado a mansalva a obreros del frigorífico Wilson, del que resultaron numerosas víctimas”[12]. Autores como Hugo Gambini señalan que el ajustado margen de votos por el que la CGT logró proclamar la huelga para el 18 de octubre no impulsó tal medida de fuerza para liberar a Perón sino para que se garantizasen sus demandas gremiales[13], independientemente de la suerte del coronel caído en desgracia.
Hasta donde la construcción de los hechos pudo demostrar, Perón -detenido en la isla- desconocía por completo la movilización en su favor que en las calles de Buenos Aires estaban promoviendo determinados líderes sindicales afectos a su persona, la cual era facilitada y auxiliada por la Policía (que le era leal)[14] que liberó las calles y facilitó los puentes para agilizar el paso de los manifestantes. El dirigente metalúrgico Ángel Perelman, otro de los artífices de la movilización recuerda que los policías “Nos miraban, ya sea con una actitud confusa o con una vaga simpatía. La situación se aclaró de repente cuando vimos, a eso de las 15 horas, atravesar a toda velocidad, cruzando enfrente de nuestro taxi, a un camión de correos cargado de vigilantes que gritaban ante nuestra sorpresa. ¡Viva Perón!”[15].
Una vez anoticiado Perón de las auspiciosas novedades (no sólo de la movilización popular en ciernes sino de que la CGT planificaba una huelga general prevista para el 18 de octubre), simulando una supuesta dolencia pulmonar en connivencia con su médico personal (el capitán Miguel Ángel Mazza quien le diagnosticó falsamente “pleuresía”), el 16 de octubre el detenido solicitó “por recomendación médica” ser trasladado bajo custodia al Hospital Militar. Cuenta Perón que “Mazza me propuso falsear las radiografías que él tenía y que mostraban una dolencia aguda de ´hemidiafragma derecho´, de probable origen tumoral, y a continuación, elevarlas a la superioridad aconsejando mi traslado al Hospital Militar para la atención prescripta y porque la salud del enfermo en un clima tan húmedo como el de la isla era contraproducente”[16]. Farrell cayó nuevamente en la trampa y la petición de traslado del preso fue candorosamente concedida.
En medio de las manifestaciones callejeras, al enterarse de que Perón se hallaba ahora en el Hospital Militar sus prosélitos se apersonaron en las inmediaciones reclamando la presencia de su líder quien en ningún momento amagó a salir del establecimiento médico: “Durante los días más difíciles de octubre del ´45 Perón estaba todo cagado, y el 17 no se animaba a salir del hospital por temor a que lo liquidaran”[17] recuerda el inclemente Cipriano Reyes, quien fuera uno de los principales promotores y organizadores sindicales de la movilización.
Mientras tanto, el delegado político de Perón para negociar su situación con Farrell fue justamente el coronel Domingo Mercante[18] -cuya posición en las tratativas se iba fortaleciendo a medida que la muchedumbre proveniente de la zona sur del Gran Buenos Aires marchaba invadiendo la Capital porteña-. La movilización despertaba un intenso desconcierto en Farrell y Ávalos, quienes se sintieron dubitativos en todo momento. Tanto es así que hasta el Partido Comunista le propuso a sendos militares “terminar con la concentración en pocos minutos”[19] lanzando militantes armados del PC sobre las columnas peronistas, siempre que el gobierno garantizara la abstención de la policía y del Ejército en la gresca; pero la propuesta comunista fue rechazada por Farrell, quien temía que se desatase una matanza de proporciones.
¿Cuál era el papel de Eva Duarte en ese trajinado contexto? Mucho menor al que le adjudicaron luego sus hagiógrafos rentados: deambulaba por Buenos Aires con suma preocupación buscando un abogado que redactara un hábeas corpus en favor de su amante[20]. Interesa esta aclaración porque recién a partir de mayo de 1948 el aparato de propaganda de Perón fabricó el artificio incluyendo relatos de la Primera Dama recorriendo los suburbios para organizar el respaldo popular al líder preso, algo que no era cierto, pero que nadie osó discutir y entonces esa leyenda quedó grabada en la mitología urbana[21].
El 17 de octubre, las columnas de Cipriano Reyes y otros contingentes provenientes de Avellaneda, Lanús, Berisso y Ensenada comenzaron al fin a poblar la plaza. Con el correr de las horas un considerable gentío se había aunado en derredor de la Casa Rosada clamando la presencia de Perón. La presión iba en aumento y entrando la tarde, el flamante Ministro de Guerra Ávalos pretendió que Mercante le hablara a la muchedumbre en nombre de Perón a fin de tranquilizarla, pero ello fue imposible. Seguidamente, Ávalos intentó también hablarle al gentío, pero ni bien este tomó el micrófono desde el balcón de la Casa Rosada la multitud lo abucheó estruendosamente. Siendo las ocho de la noche, el desconcertado Ávalos no tuvo más remedio que acudir al Hospital Militar en donde mantuvo una reunión secreta con Perón para negociar su libertad. En la conversación se arribó a un compromiso para que Perón se dirigiera a sus acólitos desde el balcón en mensaje que además sería transmitido por la red nacional de radiodifusión. Perón había ganado definitivamente la pulseada.
Pasadas las 23hs, aparece por fin la figura de Perón en el balcón de la Casa de Gobierno para júbilo de la muchedumbre que fielmente se mantenía aunada desde muy temprano. Primeramente habló Farrell, anunció la formación de un gobierno provisorio conformado por gente leal a Perón y descartó categóricamente la entrega del gobierno a la Corte Suprema de Justicia. Seguidamente le pasó el micrófono al caudillo recién liberado, presentándolo como “el hombre que supo ganar el corazón de todos”[22] (horas antes acababa de encarcelarlo y ahora lo adulaba condicionado por las circunstancias). En medio de la ovación, Perón entre otras cosas dijo: “Hace casi dos años, desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser patriota y la de ser el primer trabajador argentino.
Hoy, a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército. Con ello he renunciado voluntariamente al más insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la nación. Lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino”[23].
Perón salía fortalecido y convertido en el indiscutido hombre fuerte del régimen.
El mito peronista
¿Cuán grande fue la convocatoria del 17 de octubre? Todo indica que fue mucho más modesta que la que fabricó posteriormente la propaganda peronista. ¿Con qué objetivo el peronismo sobredimensionó luego los acontecimientos? Se reescribió el pasado a fin de pretender inventar una fecha fundacional del peronismo a modo de mito iniciático y así poder romper con la imagen de Perón como un candidato continuista del régimen militar vigente y presentarlo así en las elecciones venideras como la paradojal “alternativa” a un injusto orden vigente del que curiosamente él formaba parte desde su inauguración misma el 4 de junio de 1943.
Que con el tiempo Perón haya logrado inventar su inicio político con “el 17 de octubre” y haya fabricado su futura candidatura presidencial como alguien “transformador” y ajeno al régimen militar fue una de sus tantas e innegables habilidades personales al servicio del timo político e historiográfico, puesto que su condición de candidato y garante de la continuidad de la dictadura militar fue confesada por él mismo años después: “Llegado al salón, el general Ávalos, en presencia del presidente y de todos los jefes, se cuadró a mi frente y me dijo más o menos estas palabras. ´coronel Perón, pensando en la continuidad de la revolución (…) hemos pedido al señor presidente que se tomen las medidas para que usted pueda ser el candidato de la futura presidencia´” a lo que Perón respondió de esta sacrificada manera: “señores, me cargan ustedes con una enorme responsabilidad, pero si ello es el sentir del Ejército, aceptaré una vez más, porque como soldado me debo a la Patria y a la Institución”[24].
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Que por entonces el 17 de octubre no tuvo la resonancia ni la movilización que el folklore peronista agigantó con posterioridad lo confirman, entre otras cosas, el hecho de que no se registran tomas fílmicas ni fotográficas que revelen la supuesta grandilocuencia de la convocatoria. El cinematógrafo Leonardo Favio, conocido fundamentalista de Perón confesó que las imágenes que aparecen respecto del 17 de octubre en su filme “Perón, Sinfonía del Sentimiento” (saga suya de cinco documentales plagada de sensiblerías y groseras falsedades destinada al vulgo en la pretensión de exaltar la figura de Perón) provienen de manifestaciones posteriores, puesto que no hay filmación alguna en el Archivo General de la Nación sobre ese santificado día. Una de las muy pocas y pintorescas postales que se han registrado de esa fecha, fue la toma de un puñado de hombres en camisa con los pantalones arremangados refrescando sus pies descalzos en una fuente de la Plaza de Mayo, imagen que fue considerada un escándalo para una sociedad porteña que a la sazón vestía traje y galera hasta para asistir a las canchas de fútbol.
Para los periódicos de la CGT aparecidos la semana siguiente al 17 de octubre no había sido una jornada especial ya que ni siquiera se publicaron fotos,[25] y los tres diarios tradicionales en sus portadas sólo informaron al día siguiente acerca del cambio de Gabinete dispuesto por Farrell y nada decían de la concentración en Plaza de Mayo. El diario La Nación dispuso en su tapa: “Luego de inquieta jornada fue anunciado anoche que se formará un nuevo gabinete”; el diario La Prensa tituló: “El presidente de la Nación anunció anoche las renuncias de los ministros de Guerra y Marina” y Clarín, con tono sensacionalista encabezó: “Una jornada dramática vivió ayer Buenos Aires”[26].
En rigor, la más certera y oportuna crónica respecto de lo sucedido supo brindarla el 18 de octubre (al día siguiente de los hechos) la revista estadounidense The Times, al titular su publicación con una concisa y rotunda frase: “Todo el poder a Perón”.
Desafortunadamente le asistía toda la razón a la citada publicación extranjera. Por entonces la Argentina era la sexta potencia mundial y a partir del 17 de octubre de 1945 se entró en un irrefrenable descenso del cual jamás pudo recuperarse…
Fragmento del libro “Perón, el fetiche de las masas. Biografía de un dictador” de Nicolás Márquez (prólogo de Rosendo Fraga). Adquirílo ya mismo en versión digital por AMAZON o en libro físico a domicilio y sin costo de envío clickeando en la siguiente imagen:
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[1] LUNA, FÉLIX: “El 45, Crónica de un año decisivo”; Bs.As, 1969, págs. 303-331. Citado en: Enrique Díaz Araujo, “La Conspiración del 43´. El GOU, una experiencia militarista en la Argentina”. Ediciones La Bastilla; Bs.As, 1969, pág. 299.
[2] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág.140.
[3] Conforme Hugo Gambini, en “Historia del peronismo, el poder total (1943-1951)”. Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007. Pág. 32.
[4] Eduardo Jorge Ávalos (nacido en Buenos Aires 22 de abril de 1892 y murió en Buenos Aires el 17 de mayo de 1971.) fue un militar argentino que desempeñó un papel importante en la Revolución del 43 (1943-1946). Teniendo grado de coronel se sumó como uno de los líderes del Grupo Obra Unificación o Grupo de Oficiales Unidos (GOU) reclutado por el entonces Coronel Juan D. Perón en julio de 1943. Se desempeñó como jefe de la guarnición de Campo de Mayo durante el gobierno del General Pedro Pablo Ramírez (1943-1944) y luego Ministro de Guerra hasta los hechos del 16 y 17 de octubre de 1945.
GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007,pág. 34.
[6] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág. 147
[7] POTASH, ROBERT A: “El Ejército y la Política en la Argentina (I) 1928 – 1945. De Yrigoyen a Perón”. Hyspamérica; Bs.As, 1985, pág.387.
[8] Expresión deportiva propia del mundo boxístico que simboliza abandonar la pelea.
[9] SEBRELI, JUAN JOSÉ: “Los deseos imaginarios del peronismo”. Ed. Legasa; Bs.As, 1983, pág. 29
[10] Sólo apoyaban a Perón los dirigentes del comité confederal de la CGT que habían colaborado con él, los cuales a su vez contaban con la colaboración de la Federación de Empleados de Comercio que respondía a Angel Borlenghi, de la Unión Tranviarios dirigida por Valentín Rubio y del Sindicato de la Carne de Berisso que tenía en Cipriano Reyes a uno de sus “activistas”.
[11] A la sazón no apoyaban a Perón un sinfín de gremios tales como la Unión de Empleados de Comercio e Industria, el gremio ferroviario La Fraternidad, la federación Obrera de la Carne, Federación Gráfica Bonaerense, la Unión Obrera local, la Unión Obrera Textil, Sindicato autónomo de Luz y Fuerza, Federación Obrera Nacional de la Construcción, Unión Obrera textil, Obreros de las Barracas de la Capital federal, Lavaderos de Lanas y Anexos, sindicato de Choferes de Camiones y Afines y muchísimas otras entidades más de similar envergadura. Esta incompletísima nómina confirma que la disidencia a Perón no estaba conformada por un sector marginal del sindicalismo sino por numerosos gremios representativos.
[12] ORONA, JUAN V: “La dictadura de Perón, Colección Ensayos Políticos Militares”. Tomo IV. Talleres Gráficos Zlotopioro; Bs.As.1970, pág. 20.
[13] GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 69.
[14] Años después fue el propio Perón quién le agradecerá a la mismísima Policía Federal (creada en diciembre de 1943 por el gobierno del GOU) por los servicios prestados ese histórico 17 de octubre: “Que sea esta hora histórica cara a la República y cree un vínculo de unión que haga indestructible la hermandad entre el Pueblo, el Ejército y la Policía” dijo Perón desde los balcones del 17 de octubre. Citado en Juan José Sebreli, los deseos imaginarios del peronismo” Ed. Legasa, BsA, 1983, pág. 31.
[15] Citado en Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 66.
[16] PAVÓN PEREYRA, Enrique: “Yo Perón…” Editorial M.I.L.S.A. Argentina, 1993, pág.180
[17] Citado en: Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, pág 90.
[18] “Mercante se había portado como un león” recordará Perón sobre esas jornadas. Citado en:. Enrique Pavón Pereyra, “Yo Perón”. Editorial M.I.L.S.A. Argentina, 1993. pág.181.
[19] GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 72.
[20] Entre los abogados visitados por Eva Duarte se encontró Juan Bramuglia (futuro Canciller de Perón), quien por razones políticas y de prudencia se negó a interponer un hábeas corpus, gesto que Eva jamás le perdonó.
[21] Ver: MERCADO, SILVIA: “El Inventor del Peronismo: Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política argentina”. Ed. Planeta; 2013, pág. 140.
[22] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág164
[23] Al culminar el evento con el discurso triunfal de Perón, tras la dispersión de la concurrencia se produjo una gresca en las proximidades del diario Crítica, en donde un grupo peronista pretendió destrozar a piedrazos sus instalaciones. Se produjo entonces un tiroteo del cual resultaron varios heridos y hubo un muerto de 17 años llamado Darwin Pasaponti, que era un activista de la Alianza Libertadora Nacionalista.
[24] Bill de Caledonia, ¿Dónde estuvo?, Buenos Aires, S/E S/F, pág 11 y 12. Citado en Juan José Sebreli, “Los deseos imaginarios del peronismo” Ed. Legasa, Bs.As, 1983, pág. 77
[25] MERCADO, SILVIA: “El Inventor del Peronismo: Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política argentina”. Ed. Planeta; 2013, pág. 139
[26] Citado en Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, págs. 80 y 81.
Por Nicolás Márquez - Prensa Republicana
Una vez más, nos acercamos al 17 de octubre y la delincuencia peronista en sus más diversas metástasis se prepara para celebrar una fecha talismánica con pretensiones fundacionales, en la cual (según reza el mito popular) un postergado Juan Perón salía airoso ante la “oligarquía y los poderosos” ante la espontánea peregrinación de un “pueblo” que salió a la calle a defenderlo y venerarlo.
Dejemos el relato difundido por tan innoble partido y vamos a los hechos reales.
Corría octubre de 1945, el clima político y social se tornaba efervescente puesto que en los círculos opositores a la dictadura capitaneada por el General Edelmiro Farrel y el Coronel Juan Perón, se vivía una atmósfera de euforia ante la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, lo cual animó a los dirigentes de los demás partidos políticos (radicales, conservadores y socialistas por igual) a presionar a las autoridades de facto (enroladas en favor del nazifascismo derrotado) para que otorguen el poder a la Corte Suprema de Justicia a fin de que el Poder Judicial administre la transición hacia elecciones democráticas y limpias. Persiguiendo este objetivo, el 19 de septiembre se llevó a cabo una histórica manifestación callejera titulada “La Marcha de la Constitución y la Libertad” que se inició en la Plaza del Congreso, en la cual se congregó cerca de medio millón de opositores que desde allí circularon hasta Plaza Francia.
El lema de los manifestantes consistente en pedir el traspaso del gobierno a la Corte Suprema de Justicia fue considerado por muchos observadores como un craso error político: “si como consigna de lucha lo de ´el gobierno a la Corte´ no era mala, como táctica política era pésima. Tratar de imponer esa solución era utópico. Ni el Ejército podía aceptar esa vergonzosa confesión de su fracaso ni la oposición disponía de poder para implantarla”[1] anotó Félix Luna.
Si bien la dictadura de Farrell y Perón intentó minimizar los alcances de la nutrida concurrencia en cuestión, sin dudas el gentío constituyó un llamado de atención para el régimen, que reaccionó declarando el Estado de sitio, encarcelando masivamente opositores y recrudeciendo la censura a la prensa. Días después, se produjeron en las universidades múltiples rebeliones estudiantiles que clamaban libertad y predicaban consignas contra el dúo gobernante, quienes de inmediato ordenaron una represión brutal (en la misma murió un niño de 10 años[2]) acompañada con arrestos generalizados que superaron los 1500 alumnos detenidos[3], episodios que consolidaron el clima de tensión y división existente.
En tanto, en el seno del gobierno, el indefinido dictador Farrell debía lidiar entre las rencillas e internismos que se presentaban entre su VicePresidente el coronel Perón y el coronel Eduardo Ávalos[4], otro hombre fuerte del régimen de gran predicamento entre la oficialidad de Campo de Mayo, que le disputaba a Perón poder e influencia política así como también encono ideológico, puesto que Ávalos no le perdonaba a Perón haber convencido a Farrell de declararle la guerra a Alemania (traicionando el espíritu de ese gobierno) a tan solo horas de rendirse.
Ávalos contaba con alto consenso dentro de las filas del Ejército (que en definitiva era la estructura institucional que gobernaba el país), pero Perón contaba con el aval de numerosos sectores sindicales que lo respaldaban con motivo de la política condescendiente que él venía desplegando desde la Secretaría de Trabajo y Previsión que él manejaba en consonancia con el Ministerio de Guerra y la mismísima Vice-Dictadura.
Durante los últimos tiempos, Ávalos se había movido con astucia en el seno del régimen militar y había logrado presionar lo suficiente a Farrell para que se deshiciera de Perón. En medio de la tensión, finalmente Perón fue forzado a renunciar intempestivamente el 9 de octubre de 1945 a todos sus cargos.
El coronel caído en desgracia, hábilmente le pidió a Farrell que le diera la oportunidad de dirigir unas palabras de despedida por radio (que Farrell ingenuamente le concedió). Perón convocó al día siguiente a los dirigentes sindicales adictos, montó una escenografía con parlantes en la entrada de la Secretaría de Trabajo, puso en duda que los beneficios sociales que él había conseguido prosiguieran en su ausencia y entre otras de sus trapisondas, como “última medida en funciones” anunció un decreto mediante el cual se aumentaban los sueldos y salarios a la vez que se implantaba el salario móvil, vital y básico[5]. Pero ocurre que para que este beneficio tuviera validez legal debía ser firmado luego por Farrell, de modo que Perón se despidió de su cargo anunciando la buena noticia salarial a su gente y encajándole el engorro al dictador. Esta picardía final de Perón colmó la paciencia de sus enemigos, que lograron convencer a Farrell de solicitar su inmediata detención.
Sin embargo, Perón se trasladó rápida y secretamente a una casa situada en una isla del Tigre, cuyo propietario era un connotado agente alemán llamado Ludwig Freude (sindicado como el representante de los capitales nacionalsocialistas en la Argentina), que era un hombre de su más estrecha confianza. Pero finalmente, el mismo régimen al que Perón había servido y pertenecido desde su inicio con tanto protagonismo y ascendencia, el 12 de octubre lo detuvo allí en el Tigre siendo arrestado en su refugio y trasladado a la cárcel de la Isla Martín García.
Es evidente que en esta puja Ávalos logró influir en Farrell a expensas de Perón, tanto es así que mientras este último estaba detenido, Farrell nombró a Ávalos como Ministro de guerra[6], cargo que justamente ocupaba Perón antes de su destitución y posterior encarcelamiento. Sostiene el historiador Robert Potash que a partir de este nuevo nombramiento: “El general Ávalos, que asumió el cargo de ministro de Guerra el 10 de octubre, se convirtió en la figura dominante del nuevo orden; pero ni su temperamento ni su experiencia anterior lo habían preparado para este papel”[7], algo que luego veremos confirmado por las vacilaciones y errores políticos que cometería durante su breve rol ministerial.
En definitiva, la detención efectuada a fin de neutralizar definitivamente la figura e influencia de Perón en el gobierno fue una maniobra torpe por parte de Ávalos y sus acólitos, porque a partir de entonces una ebullición se generó entre varios sindicalistas leales a Perón, quienes comenzaron a movilizar su gente por las calles clamando por su libertad. En tanto, desde el encierro en la isla y desorientado por la situación, muchos investigadores sostienen que Perón creía estar ante el final de su carrera, al menos así lo pone de manifiesto él mismo al escribirle una carta a su amante Eva Duarte, la cual más allá de ser encabezada con una vulgar cursilería como “mi tesoro adorado”, deja advertir a un Perón afectivo que le promete a su pretendida que ni bien él obtuviera la libertad ambos vivirán juntos en el marco de una vida despolitizada: “Hoy sé cuánto te quiero y que no puedo vivir sin vos. Esta inmensa soledad está llena de tu recuerdo. Hoy he escrito a Farrell pidiéndole que me acelere el retiro, en cuanto salgo nos casamos y nos iremos a cualquier parte a vivir tranquilos” anotó.
El tono de la carta confirmaría que Perón estuvo a punto de “tirar la toalla”[8] y no estaba en su estrategia ni en sus planes redoblar la apuesta. Sin embargo, otros observadores sostienen que Perón sospechaba que la carta sería leída y es por eso que él le imprimió un tono pacifista y cariñoso. Más aún, no faltaron quienes sostuvieron que todo esto se trató de un perfectísimo plan diseñado y calculado estratégicamente por Perón salido a la perfección, alegando que Perón habría forzado ex profeso a Farrell y a sus enemigos a echarlo del gobierno y encarcelarlo para promover luego una suerte de “operativo clamor” entre sus fieles y finalmente retornar al poder fortalecido. Sin descartar que Perón haya incurrido en alguna de sus habituales especulaciones, Juan José Sebreli brinda una explicación menos complicada de lo ocurrido a la que adherimos: “La historia no es, como pretenden los ideólogos del bonapartismo, el producto de la acción extraordinaria del Gran Hombre, el hombre del destino, el superhombre, el genio individual, la personalidad creadora, el salvador supremo. Por el contrario, muy frecuentemente los conductores de pueblos son personajes insignificantes. La biografía de Perón lo muestra como un pequeño burgués diletante, de vida sedentaria y mediocre hasta los cincuenta años, de ideas simples y estereotipadas y de gustos vulgares, box, cine de cowboys, televisión y pocas lecturas”[9]. No descartamos que Perón haya calculado por entonces algunos movimientos, pero sin dudas fueron los hechos concomitantes y la historia por su propio peso la que lo fue arrastrando a jugar los distintos papeles protagónicos que él ocupó y ejerció.
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Efectivamente, con Perón neutralizado y encarcelado, del otro lado del riachuelo bandas sindicalistas en franca rebeldía paralizaron los transportes y provocaron el cierre de fábricas exhortando y obligando a los obreros a engrosar el alcance de una movilización que clamaba la libertad del coronel. Para elevar la presión, en el seno de la CGT un sector propuso llamar a huelga general para el día 18 de octubre si la situación no se solucionaba. Vale aclarar que no toda la CGT compartía simpatía hacia Perón[10] sino que eran numerosísimos los gremios[11] que desconfiaban de él (de hecho sobre 40 votos la postura huelguista de la CGT ganó 21 contra 19), tal el caso de la Unión Obrera Local, que denunció la prepotencia de la convocatoria comunicando formalmente que “Bandas armadas del pistolero peroniano, que responden al execrable sujeto Cipriano Reyes han atacado a mansalva a obreros del frigorífico Wilson, del que resultaron numerosas víctimas”[12]. Autores como Hugo Gambini señalan que el ajustado margen de votos por el que la CGT logró proclamar la huelga para el 18 de octubre no impulsó tal medida de fuerza para liberar a Perón sino para que se garantizasen sus demandas gremiales[13], independientemente de la suerte del coronel caído en desgracia.
Hasta donde la construcción de los hechos pudo demostrar, Perón -detenido en la isla- desconocía por completo la movilización en su favor que en las calles de Buenos Aires estaban promoviendo determinados líderes sindicales afectos a su persona, la cual era facilitada y auxiliada por la Policía (que le era leal)[14] que liberó las calles y facilitó los puentes para agilizar el paso de los manifestantes. El dirigente metalúrgico Ángel Perelman, otro de los artífices de la movilización recuerda que los policías “Nos miraban, ya sea con una actitud confusa o con una vaga simpatía. La situación se aclaró de repente cuando vimos, a eso de las 15 horas, atravesar a toda velocidad, cruzando enfrente de nuestro taxi, a un camión de correos cargado de vigilantes que gritaban ante nuestra sorpresa. ¡Viva Perón!”[15].
Una vez anoticiado Perón de las auspiciosas novedades (no sólo de la movilización popular en ciernes sino de que la CGT planificaba una huelga general prevista para el 18 de octubre), simulando una supuesta dolencia pulmonar en connivencia con su médico personal (el capitán Miguel Ángel Mazza quien le diagnosticó falsamente “pleuresía”), el 16 de octubre el detenido solicitó “por recomendación médica” ser trasladado bajo custodia al Hospital Militar. Cuenta Perón que “Mazza me propuso falsear las radiografías que él tenía y que mostraban una dolencia aguda de ´hemidiafragma derecho´, de probable origen tumoral, y a continuación, elevarlas a la superioridad aconsejando mi traslado al Hospital Militar para la atención prescripta y porque la salud del enfermo en un clima tan húmedo como el de la isla era contraproducente”[16]. Farrell cayó nuevamente en la trampa y la petición de traslado del preso fue candorosamente concedida.
En medio de las manifestaciones callejeras, al enterarse de que Perón se hallaba ahora en el Hospital Militar sus prosélitos se apersonaron en las inmediaciones reclamando la presencia de su líder quien en ningún momento amagó a salir del establecimiento médico: “Durante los días más difíciles de octubre del ´45 Perón estaba todo cagado, y el 17 no se animaba a salir del hospital por temor a que lo liquidaran”[17] recuerda el inclemente Cipriano Reyes, quien fuera uno de los principales promotores y organizadores sindicales de la movilización.
Mientras tanto, el delegado político de Perón para negociar su situación con Farrell fue justamente el coronel Domingo Mercante[18] -cuya posición en las tratativas se iba fortaleciendo a medida que la muchedumbre proveniente de la zona sur del Gran Buenos Aires marchaba invadiendo la Capital porteña-. La movilización despertaba un intenso desconcierto en Farrell y Ávalos, quienes se sintieron dubitativos en todo momento. Tanto es así que hasta el Partido Comunista le propuso a sendos militares “terminar con la concentración en pocos minutos”[19] lanzando militantes armados del PC sobre las columnas peronistas, siempre que el gobierno garantizara la abstención de la policía y del Ejército en la gresca; pero la propuesta comunista fue rechazada por Farrell, quien temía que se desatase una matanza de proporciones.
¿Cuál era el papel de Eva Duarte en ese trajinado contexto? Mucho menor al que le adjudicaron luego sus hagiógrafos rentados: deambulaba por Buenos Aires con suma preocupación buscando un abogado que redactara un hábeas corpus en favor de su amante[20]. Interesa esta aclaración porque recién a partir de mayo de 1948 el aparato de propaganda de Perón fabricó el artificio incluyendo relatos de la Primera Dama recorriendo los suburbios para organizar el respaldo popular al líder preso, algo que no era cierto, pero que nadie osó discutir y entonces esa leyenda quedó grabada en la mitología urbana[21].
El 17 de octubre, las columnas de Cipriano Reyes y otros contingentes provenientes de Avellaneda, Lanús, Berisso y Ensenada comenzaron al fin a poblar la plaza. Con el correr de las horas un considerable gentío se había aunado en derredor de la Casa Rosada clamando la presencia de Perón. La presión iba en aumento y entrando la tarde, el flamante Ministro de Guerra Ávalos pretendió que Mercante le hablara a la muchedumbre en nombre de Perón a fin de tranquilizarla, pero ello fue imposible. Seguidamente, Ávalos intentó también hablarle al gentío, pero ni bien este tomó el micrófono desde el balcón de la Casa Rosada la multitud lo abucheó estruendosamente. Siendo las ocho de la noche, el desconcertado Ávalos no tuvo más remedio que acudir al Hospital Militar en donde mantuvo una reunión secreta con Perón para negociar su libertad. En la conversación se arribó a un compromiso para que Perón se dirigiera a sus acólitos desde el balcón en mensaje que además sería transmitido por la red nacional de radiodifusión. Perón había ganado definitivamente la pulseada.
Pasadas las 23hs, aparece por fin la figura de Perón en el balcón de la Casa de Gobierno para júbilo de la muchedumbre que fielmente se mantenía aunada desde muy temprano. Primeramente habló Farrell, anunció la formación de un gobierno provisorio conformado por gente leal a Perón y descartó categóricamente la entrega del gobierno a la Corte Suprema de Justicia. Seguidamente le pasó el micrófono al caudillo recién liberado, presentándolo como “el hombre que supo ganar el corazón de todos”[22] (horas antes acababa de encarcelarlo y ahora lo adulaba condicionado por las circunstancias). En medio de la ovación, Perón entre otras cosas dijo: “Hace casi dos años, desde estos mismos balcones, dije que tenía tres honras en mi vida: la de ser soldado, la de ser patriota y la de ser el primer trabajador argentino.
Hoy, a la tarde, el Poder Ejecutivo ha firmado mi solicitud de retiro del servicio activo del Ejército. Con ello he renunciado voluntariamente al más insigne honor a que puede aspirar un soldado: llevar las palmas y laureles de general de la nación. Lo he hecho porque quiero seguir siendo el coronel Perón y ponerme con este nombre al servicio integral del auténtico pueblo argentino”[23].
Perón salía fortalecido y convertido en el indiscutido hombre fuerte del régimen.
El mito peronista
¿Cuán grande fue la convocatoria del 17 de octubre? Todo indica que fue mucho más modesta que la que fabricó posteriormente la propaganda peronista. ¿Con qué objetivo el peronismo sobredimensionó luego los acontecimientos? Se reescribió el pasado a fin de pretender inventar una fecha fundacional del peronismo a modo de mito iniciático y así poder romper con la imagen de Perón como un candidato continuista del régimen militar vigente y presentarlo así en las elecciones venideras como la paradojal “alternativa” a un injusto orden vigente del que curiosamente él formaba parte desde su inauguración misma el 4 de junio de 1943.
Que con el tiempo Perón haya logrado inventar su inicio político con “el 17 de octubre” y haya fabricado su futura candidatura presidencial como alguien “transformador” y ajeno al régimen militar fue una de sus tantas e innegables habilidades personales al servicio del timo político e historiográfico, puesto que su condición de candidato y garante de la continuidad de la dictadura militar fue confesada por él mismo años después: “Llegado al salón, el general Ávalos, en presencia del presidente y de todos los jefes, se cuadró a mi frente y me dijo más o menos estas palabras. ´coronel Perón, pensando en la continuidad de la revolución (…) hemos pedido al señor presidente que se tomen las medidas para que usted pueda ser el candidato de la futura presidencia´” a lo que Perón respondió de esta sacrificada manera: “señores, me cargan ustedes con una enorme responsabilidad, pero si ello es el sentir del Ejército, aceptaré una vez más, porque como soldado me debo a la Patria y a la Institución”[24].
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Que por entonces el 17 de octubre no tuvo la resonancia ni la movilización que el folklore peronista agigantó con posterioridad lo confirman, entre otras cosas, el hecho de que no se registran tomas fílmicas ni fotográficas que revelen la supuesta grandilocuencia de la convocatoria. El cinematógrafo Leonardo Favio, conocido fundamentalista de Perón confesó que las imágenes que aparecen respecto del 17 de octubre en su filme “Perón, Sinfonía del Sentimiento” (saga suya de cinco documentales plagada de sensiblerías y groseras falsedades destinada al vulgo en la pretensión de exaltar la figura de Perón) provienen de manifestaciones posteriores, puesto que no hay filmación alguna en el Archivo General de la Nación sobre ese santificado día. Una de las muy pocas y pintorescas postales que se han registrado de esa fecha, fue la toma de un puñado de hombres en camisa con los pantalones arremangados refrescando sus pies descalzos en una fuente de la Plaza de Mayo, imagen que fue considerada un escándalo para una sociedad porteña que a la sazón vestía traje y galera hasta para asistir a las canchas de fútbol.
Para los periódicos de la CGT aparecidos la semana siguiente al 17 de octubre no había sido una jornada especial ya que ni siquiera se publicaron fotos,[25] y los tres diarios tradicionales en sus portadas sólo informaron al día siguiente acerca del cambio de Gabinete dispuesto por Farrell y nada decían de la concentración en Plaza de Mayo. El diario La Nación dispuso en su tapa: “Luego de inquieta jornada fue anunciado anoche que se formará un nuevo gabinete”; el diario La Prensa tituló: “El presidente de la Nación anunció anoche las renuncias de los ministros de Guerra y Marina” y Clarín, con tono sensacionalista encabezó: “Una jornada dramática vivió ayer Buenos Aires”[26].
En rigor, la más certera y oportuna crónica respecto de lo sucedido supo brindarla el 18 de octubre (al día siguiente de los hechos) la revista estadounidense The Times, al titular su publicación con una concisa y rotunda frase: “Todo el poder a Perón”.
Desafortunadamente le asistía toda la razón a la citada publicación extranjera. Por entonces la Argentina era la sexta potencia mundial y a partir del 17 de octubre de 1945 se entró en un irrefrenable descenso del cual jamás pudo recuperarse…
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[1] LUNA, FÉLIX: “El 45, Crónica de un año decisivo”; Bs.As, 1969, págs. 303-331. Citado en: Enrique Díaz Araujo, “La Conspiración del 43´. El GOU, una experiencia militarista en la Argentina”. Ediciones La Bastilla; Bs.As, 1969, pág. 299.
[2] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág.140.
[3] Conforme Hugo Gambini, en “Historia del peronismo, el poder total (1943-1951)”. Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007. Pág. 32.
[4] Eduardo Jorge Ávalos (nacido en Buenos Aires 22 de abril de 1892 y murió en Buenos Aires el 17 de mayo de 1971.) fue un militar argentino que desempeñó un papel importante en la Revolución del 43 (1943-1946). Teniendo grado de coronel se sumó como uno de los líderes del Grupo Obra Unificación o Grupo de Oficiales Unidos (GOU) reclutado por el entonces Coronel Juan D. Perón en julio de 1943. Se desempeñó como jefe de la guarnición de Campo de Mayo durante el gobierno del General Pedro Pablo Ramírez (1943-1944) y luego Ministro de Guerra hasta los hechos del 16 y 17 de octubre de 1945.
GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007,pág. 34.
[6] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág. 147
[7] POTASH, ROBERT A: “El Ejército y la Política en la Argentina (I) 1928 – 1945. De Yrigoyen a Perón”. Hyspamérica; Bs.As, 1985, pág.387.
[8] Expresión deportiva propia del mundo boxístico que simboliza abandonar la pelea.
[9] SEBRELI, JUAN JOSÉ: “Los deseos imaginarios del peronismo”. Ed. Legasa; Bs.As, 1983, pág. 29
[10] Sólo apoyaban a Perón los dirigentes del comité confederal de la CGT que habían colaborado con él, los cuales a su vez contaban con la colaboración de la Federación de Empleados de Comercio que respondía a Angel Borlenghi, de la Unión Tranviarios dirigida por Valentín Rubio y del Sindicato de la Carne de Berisso que tenía en Cipriano Reyes a uno de sus “activistas”.
[11] A la sazón no apoyaban a Perón un sinfín de gremios tales como la Unión de Empleados de Comercio e Industria, el gremio ferroviario La Fraternidad, la federación Obrera de la Carne, Federación Gráfica Bonaerense, la Unión Obrera local, la Unión Obrera Textil, Sindicato autónomo de Luz y Fuerza, Federación Obrera Nacional de la Construcción, Unión Obrera textil, Obreros de las Barracas de la Capital federal, Lavaderos de Lanas y Anexos, sindicato de Choferes de Camiones y Afines y muchísimas otras entidades más de similar envergadura. Esta incompletísima nómina confirma que la disidencia a Perón no estaba conformada por un sector marginal del sindicalismo sino por numerosos gremios representativos.
[12] ORONA, JUAN V: “La dictadura de Perón, Colección Ensayos Políticos Militares”. Tomo IV. Talleres Gráficos Zlotopioro; Bs.As.1970, pág. 20.
[13] GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 69.
[14] Años después fue el propio Perón quién le agradecerá a la mismísima Policía Federal (creada en diciembre de 1943 por el gobierno del GOU) por los servicios prestados ese histórico 17 de octubre: “Que sea esta hora histórica cara a la República y cree un vínculo de unión que haga indestructible la hermandad entre el Pueblo, el Ejército y la Policía” dijo Perón desde los balcones del 17 de octubre. Citado en Juan José Sebreli, los deseos imaginarios del peronismo” Ed. Legasa, BsA, 1983, pág. 31.
[15] Citado en Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 66.
[16] PAVÓN PEREYRA, Enrique: “Yo Perón…” Editorial M.I.L.S.A. Argentina, 1993, pág.180
[17] Citado en: Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, pág 90.
[18] “Mercante se había portado como un león” recordará Perón sobre esas jornadas. Citado en:. Enrique Pavón Pereyra, “Yo Perón”. Editorial M.I.L.S.A. Argentina, 1993. pág.181.
[19] GAMBINI, HUGO: “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B Argentina, Tomo 1, año 2007, pág. 72.
[20] Entre los abogados visitados por Eva Duarte se encontró Juan Bramuglia (futuro Canciller de Perón), quien por razones políticas y de prudencia se negó a interponer un hábeas corpus, gesto que Eva jamás le perdonó.
[21] Ver: MERCADO, SILVIA: “El Inventor del Peronismo: Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política argentina”. Ed. Planeta; 2013, pág. 140.
[22] PAGE, JOSEPH A: “Perón, una Biografía”. Sudamericana de Bolsillo; 1ª edición, 2005, pág164
[23] Al culminar el evento con el discurso triunfal de Perón, tras la dispersión de la concurrencia se produjo una gresca en las proximidades del diario Crítica, en donde un grupo peronista pretendió destrozar a piedrazos sus instalaciones. Se produjo entonces un tiroteo del cual resultaron varios heridos y hubo un muerto de 17 años llamado Darwin Pasaponti, que era un activista de la Alianza Libertadora Nacionalista.
[24] Bill de Caledonia, ¿Dónde estuvo?, Buenos Aires, S/E S/F, pág 11 y 12. Citado en Juan José Sebreli, “Los deseos imaginarios del peronismo” Ed. Legasa, Bs.As, 1983, pág. 77
[25] MERCADO, SILVIA: “El Inventor del Peronismo: Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política argentina”. Ed. Planeta; 2013, pág. 139
[26] Citado en Hugo Gambini, “Historia del peronismo, el poder total” (1943-1951). Ediciones B, Argentina, Tomo 1, año 2007, págs. 80 y 81.
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