domingo, 17 de noviembre de 2019

Terrorismo: El verso de Tania Bunke con el asesino Che Guevara

La leyenda inventada de Tania, la espía argentina que se unió al Che Guevara en Bolivia

Para el aparato de propaganda castrista era “la guerrillera” aunque sólo pasó unos meses en la selva y no disparó un solo tiro. Un repaso por su accionar y el camino que siguió su falsa historia
Por Juan Bautista "Tata" Yofre || Infobae


Tamara Bunke Bider, “Tania”, con boina de guerrillera

En el mundo del espionaje es difícil acceder a la verdad sobre la vida de cada uno de sus personajes. Por delante y por detrás de cada uno de los agentes se van tendiendo imperceptibles velos que esconden la realidad. Por de pronto, los antecedentes que trascienden se denominan “leyendas”. Historias inventadas. La de Haydee Tamara Bunke Bider (1937-1967), la argentina-alemana que se hizo llamar Tania, es una de ellas. Para el aparato de propaganda castrista era “la guerrillera” aunque sólo pasó unos meses en la selva junto a Ernesto Che Guevara y no disparó un solo tiro.

La verdadera Tamara fue una agente del Servicio de Inteligencia de la Alemania Oriental, bajo el conocimiento soviético, seleccionada por su belleza como acompañante de importantes personajes extranjeros e intérprete de los mismos. Al decir de los propios seguidores del Che, había “julietas” que atendían a “los romeos”. Conoció a Guevara en diciembre de 1960 en momentos de visitar la Feria de Leipzig.

Invitada por el gobierno cubano, viajó a La Habana el 12 de mayo de 1961 para colaborar en distintas “actividades revolucionarias”. Estrada cuenta que en 1962, luego de la Crisis de los Misiles, con la participación de Fidel Castro, Ernesto Guevara y Manuel Piñeiro Losada, tomó forma la “Operación Fantasma”, durante las reuniones que se realizaban en el Ministerio de Industria, la residencia de Piñeiro o la del Che, en la calle 47, Nº 772, entre Conill y Tulipán, en el reparto Nuevo Vedado.

Esta operación consistía en brindar “ayudas” políticas y militares de la revolución cubana a las organizaciones guerrilleras de Argentina, Colombia, Uruguay y Venezuela, en esos momentos países con gobiernos constitucionales. De la operación Fantasma se desprendían, a su vez, las operaciones “Matraca” y “Penélope” o “Sombra”. La “Operación Penélope” pretendía tomar el poder en la Argentina gobernada por los presidentes José María Guido y luego Arturo Illia. La “Operación Matraca” consistía en introducir –vía Bolivia– a guerrilleros peruanos del Ejército de Liberación Nacional, cuyos jefes eran Héctor Bejar y Javier Heraud (Perú estaba gobernado por el presidente constitucional Fernando Belaúnde Terry).

Las actividades “internacionalistas” –revela Ulises Estrada Lescaille, un oficial de Operaciones Especiales (MOE) de la Inteligencia cubana- eran responsabilidad de ese grupo y del Viceministerio Técnico (VMT), a cargo de Barbarroja (su nombre cierto era Dámaso José Lescaille Tabares), y cuyo jefe máximo era Ramiro Valdés Menéndez, ministro del Interior.

Las operaciones militares directas, a su vez, necesitaban apoyatura en el terreno de los agentes clandestinos de Inteligencia (“los enemigos sin rostro”). Fue así como el MOE comenzó a analizar la posibilidad de integrar a Haydée Tamara Bunke Bíder. No fue la única argentina examinada por la contrainteligencia del MININT pero una vez aprobada la candidatura, Estrada (luego vicejefe del Departamento América del PCC) y José Gómez Abad (a) Diosdado o Pepe (que dirigía los grupos guerrilleros en América del Sur) le comunican a Tania, el 12 de febrero de 1964, que debía comenzar su instrucción –con el nombre de Tamara Lorenzo– en Cienfuegos, provincia de Las Villas.

Bajo las miradas y órdenes de varios oficiales cubanos (entre otros, Juan Carretero Ibáñez, alias Ariel), se especializaría en radiotelegrafía, transmisión, claves, medidas de seguridad, manejo de armas, “embutes” (escondrijos), fotografía, etc. Aprobados todos los exámenes, Tania ya era una agente clandestina y, como tal, partió a Praga con un pasaporte que la identificaba como Haydée Bidel González, donde fue recibida por López Hibrahim Vila y llevada a una casa clandestina en Venkov, en las afueras de la ciudad, en la que viviría Ernesto Guevara en 1966. Viajó a la RDA e Italia con el fin de obtener “vivencias personales” útiles para la historia falsa (“leyenda”) que debía interpretar en Bolivia. A principios de mayo, regresó a Praga. A partir de esos días, nacería la nueva personalidad (camuflaje) de Tamara: Laura Gutiérrez Bauer.

La “Tania” que llega a Praga, en realidad, se llamaba Haydée Tamara Bunke Bíder (“Ita” para sus padres), de nacionalidad argentina, nacida en Buenos Aires el 19 de noviembre de 1937, y venía de recorrer un corto pero intenso camino. Hija de alemanes refugiados del nazismo, desde joven, siguiendo el ejemplo de sus padres, participó en actividades del Partido Comunista de la Argentina. En 1952 sus progenitores decidieron retornar a la Alemania comunista. Tania ingresó en la Juventud Libre de Alemania y comenzó a ascender en los escalafones del Partido Comunista de la República Democrática Alemana, cuyo secretario general era Walter Ulbricht. En 1958 viajó al extranjero, a Praga (no consta en los archivos) y Moscú.

En la publicación Tania la guerrillera, Estrada dice que la espía salió de La Habana hacia Praga, el 9 de abril de 1964. Su libro tiene el valor de ser un testimonio porque él la instruyó en el arte del espionaje y el terrorismo. Además, el autor afirma que ambos se sentían atraídos, estaban enamorados y pensaban formar pareja al finalizar la misión. Sobre esto último, sin embargo, Markus Wolf, jefe de la Stasi –la inteligencia de la Alemania comunista–, apunta: “Tamara Bunke […] se enamoró del Che y lo acompañó en su última rebelión. Esta combinación de romance y revolución la convirtió en un ídolo popular entre los adolescentes alemanes orientales”.

Tras su salida de Cuba hacia Europa, los rastros de Tamara se diluyen. Hasta que se logra ingresar en el archivo de la inteligencia checoslovaca y ahí aparece registrado el curso de espionaje que recibió.

Parte del archivo de la “Operación Tania”. La historia y la “leyenda”

El lunes 11 de mayo de 1964, Piñeiro Losada, le envió un memorándum a la inteligencia checoslovaca cuyo punto 2º estaba subtitulado “Caso Tania”. Acompañando el memorándum –que inaugura el “Expediente Tania” en los archivos del Ministerio del Interior checoslovaco, “Barbarroja” agregó un pasaporte en blanco “con la foto de un hombre que queremos usar en una mujer”. En otras palabras, la “leyenda” (la historia inventada) de Tania se estaba poniendo en movimiento.

Para esa época ya se encontraba funcionando entre los servicios checoslovacos y cubanos la “Operación Manuel”. Entre otras tareas, la Inteligencia checoslovaca se especializaba en fraguar documentos de identidad para adjudicárselos a los agentes “revolucionarios” que debían cumplir una “misión internacionalista”, por ejemplo, en América Latina.

Además del pedido de pasaporte para “Tania”, Piñeiro Losada solicitó un cambio en la documentación boliviana para Ricardo Morales Rodríguez, que se encontraba cumpliendo un trabajo en La Paz y “fue casi detectado, ya que se comentaba que era cubano, llegando la policía a anotar el número de su documento en una ocasión, cosa no usual en el país. Esto nos obliga a hacer un cambio de documentación, teniendo en cuenta que debe mantenerse el nombre y apellido similares”.

En realidad, Ricardo era José María Martínez Tamayo, un agente castrista que se encontraba, entre 1963 y 1964, realizando actividades subversivas en Bolivia para los grupos revolucionarios del Perú y la Argentina. Había tenido participación en la “Operación Penélope” o “Sombra” (la infiltración cubana en Orán, Salta, comandada por Ricardo Massetti). “Ricardo”, también conocido como “Papi”, acompañaría a Guevara a sus excursiones armadas en el Congo y en Bolivia (de la que salió con vida).

Los archivos de “alta confidencialidad” sobre “Tania”, que se conservaron en el Centro de Praga (algunos ejemplares están, también, “clasificados” en el archivo del Partido Comunista Cubano), son una muestra de la capacidad técnica que desarrollaban los agentes del Ministerio del Interior en esos años de la “Operación Manuel”.


Informe checoslovaco sobre la capacitación de “Tania” en Praga.

El primer informe, del viernes 19 de junio de 1964, (1a. Sección de la Administración Primera del MI, Nº A/1-00 168/14-64) manifiesta que “después de una discusión previa con el jefe de la sección, solicitamos una modificación del pasaporte italiano a los amigos cubanos”. Hasta ese momento, cuenta Ulises Estrada, la “leyenda” sostenía que “Tania” se establecería en Bolivia “con la personalidad de la ciudadana italogermana Vittoria Pancini”. Los técnicos checoslovacos presentaron varias objeciones al pasaporte y solicitaron, “para completar la leyenda de Tania, una fotografía de un hombre de 30 años, de nacionalidad alemana, que representaría al novio fallecido de Tania”. En el mismo memorándum se dice: “Para la capacitación de ‘Tania’ llegará a la República Socialista de Checoslovaquia el agente secreto cubano encargado por el comandante Piñeiro para conducir el caso”. Se trataba de Diosdado José Gómez Abad, que se hace pasar por Ricardo Benítez.

Tras otros documentos la 1a Sección, 4º Departamento, aclara que luego de una reunión con Ricardo Benítez, “se produjo un hecho molesto para nosotros, ya que dicho agente presentó requerimientos adicionales que significan en realidad la preparación de una documentación completa para Tania”. Se decidió entonces consultar a Piñeiro para que tomara una decisión. Mientras se establecían las consultas entre Praga y La Habana, Tania y su superior Diosdado vivían en la “casa de seguridad” en Venkov. Aprovechaban para hacer ejercicios físicos en el patio-jardín de ésta, largas caminatas o sesiones de fotografía.

El viernes 3 de julio, la 1a Sección, 4º Departamento dejó esta constancia: “Con respecto a la Operación Tania solicitamos que el agente residente aclare con IMON (Piñero Losada) qué pasaporte hay que retocar. El requerimiento original se refería al pasaporte italiano, no obstante, Benítez recibió instrucciones de que se adaptara el pasaporte argentino. Comunicamos que nuestros técnicos recomiendan utilizar el pasaporte argentino. Benítez asimismo solicita la aprobación del viaje de TANIA a Berlín, a los efectos de fortalecer su ‘leyenda’, mientras se prepare su pasaporte”. El mismo texto manifiesta la modesta preparación de Benítez (Diosdado, en aquel momento tenía 23 años) y un cierto grado de improvisación en los agentes cubanos.

El jueves 30 de julio, durante una breve reunión de Benítez con oficiales del MI checoslovaco, se discutieron algunos detalles de un viaje de Tania a Alemania y se acordó que al día siguiente se realizaría otro encuentro para la entrega de los documentos. En el acta, los checoslovacos volvieron a dejar constancia de la escasa atención por los detalles del DGI cubano.


Foto para documento de identidad de “Tania”

La foja N° 80723 300 1 1 0085 del archivo del “Caso Tania” da cuenta del regreso de la agente castrista de su viaje a Alemania Occidental. El informe, acompañado por una rendición de gastos por 592 coronas, relata que “Tania” volvió sin dinero y se le prestaron 800 coronas. La teniente primera Pavlíková cuenta que Tania se sorprendió porque Benítez se encontraba cumpliendo una misión secreta en Francia y que “estaba nerviosa”. Por otra parte, “se sintió mal por su difícil relación con la camarada Golasová”, la responsable de la “casa de seguridad” donde vivía.

Una minuta, fechada el 3 de noviembre de 1964, precisa que el domingo 25 de octubre “TANIA viajó en tren desde Checoslovaquia a Austria, donde recibió el documento para continuar su viaje. La reunión estuvo a cargo del camarada teniente coronel Podlipný y se efectuó sin inconvenientes. De esta forma, la operación TANIA fue concluida”.

El acta final sobre la “Operación Tania” está en la 10a Sección de la Administración Primera del MI; una copia le fue entregada el 23.10.1964 al camarada Benítez, encargado de la capacitación de Tania, en colaboración con la 10a Sección.

El cadáver del Che fue llevado a Vallegrande y puesto sobre una pileta del lavadero del hospital local. Todavía tenía los ojos abiertos. El desfile para verlo duró horas: los oficiales y soldados se repartieron mechones de su pelo como botín de guerra (AFP PHOTO / STR)


El expediente Nº 80723/300 “Operación Tania” se archivó definitivamente el 17 de marzo de 1971, explicando: “Dicho expediente fue abierto en 1964 para la técnica del Servicio de Inteligencia cubano, en cuyo envío al extranjero y la adaptación de sus documentos tomamos parte. En vista de que a TANIA, durante su actividad guerrillera y su actuación en Bolivia, la mataron a fines del año 1967, pido que se archive el expediente 80723/300 en el archivo de la Administración Primera del MI durante 5 años bajo el símbolo ‘N’”. El texto fue firmado por el mayor DYK. Sin embargo en el archivo de la Inteligencia checoslovaca (Primera Sección de la Administración del Ministerio del Interior), en abril de 1966, volvió a moverse el “Caso Tania” u “Operación Tania”. Aquí está la prueba.

Bajo el N° 80723 300 1 1 0114 está guardado un informe dirigido a la autoridad Superior, firmado por el Teniente coronel Truhlář, jefe de la 10°sección, explicando: “Conforme a su requerimiento, N° de referencia A/1-00308/19-66 del día19/4/1966, aprobado por el Jefe de la Administración Primera del MI, preparamos dentro del marco de la Operación TANIA, un pasaporte argentino N° 2.067.141. El pasaporte está emitido en Buenos Aires el 20/4/1964 como el segundo falsificado. El primer pasaporte falsificado fue entregado para la misma operación el año 1964 a nombre de LAURA GUTIÉREZ BAUER, fecha de nacimiento 15/1/1938. Dicho documento fue entregado en forma personal en abril a los amigos cubanos”. Siguiendo instrucciones del agente “Mercy”, a principios de abril de 1966, “Tania” viajó a México “a fin de establecer un contacto personal con un compañero cubano…cuya misión era entregarle un nuevo pasaporte argentino para terminar con sus gestiones de radicación definitiva en Bolivia.” La historia la completa la cuenta Jon Lee Anderson cuando relata que en México Tania se reunió con “Ariel”, Juan Carretero. En la ocasión, recibió el pasaporte y recibió instrucciones para apoyar al grupo guerrillero que había de llegar a Bolivia. Al retornar a La Paz va a tomar contacto con Martínez Tamayo y el coronel Andrés López Barahona, alias “Renán Montero Corrales” o “Iván”, miembro del Departamento América (subordinado de Piñeiro) cuya misión sería servir de enlace entre la guerrilla y los grupos urbanos. A poco de llegar Guevara a Bolivia “Renán-Iván”, volvió a La Habana y apareció en París como Agregado de las FAR, dejando a la guerrilla sin contacto con la ciudad y La Habana. En los años 70, desde Costa Rica, “Renán” va a coordinar la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación. Luego, en 1979 se hace nicaragüense y junto a los comandantes Tomás Borge y Lenín Cerna reestructuran la Dirección Quinta (Operativa) de la Inteligencia nicaragüense. Por sus funciones tuvo relación con el grupo argentino entrenado en Nicaragua que atacó el Regimiento de La Tablada en enero de 1989.

Como anticipando el final de la incursión de Ernesto Guevara en Bolivia, el 31 de agosto de 1967, será exterminada la retaguardia del Che, denunciada por el campesino Honorato Rojas, Fue cuando la columna de “Joaquín”, el comandante Juan Vitalio Acuña Núñez, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, es emboscada en el paraje Vado del Yeso. Junto con él caen Moisés Guevara (boliviano), Tania (Haydeé Tamara Bunke Bider, argentino-alemana), Israel Reyes Sayas (Braulio, combatiente en el Congo y veterano del Segundo Frente del Escambray), Gustavo Machín Hosed de Meché (“Alejandro”, ex vice Ministro de Hacienda y ex jefe militar en Matanzas y varios más.

sábado, 16 de noviembre de 2019

Guerra Antisubversiva: Siguen indemnizaciones a asesinos terroristas

Piden investigar nuevos casos de indemnizaciones millonarias a familiares de guerrilleros

Son 13 pagos por un total equivalente a dos millones y medio de dólares. La causa tramita ante el juzgado de Ariel Lijo


Por Fabio Ferrer || Infobae
fferrer@infobae.com
 

La cúpula del PRT-ERP en junio de 1973 durante un contacto clandestino con la prensa: en primer plano Santucho, Urteaga y Gorriarán Merlo

El 25 de septiembre de 1975, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, un comando del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) emboscó y asaltó un camión de caudales en el centro de la ciudad de Córdoba con el objetivo de llevarse los valores que se transportaban en el vehículo. En ese momento, se produjo un tiroteo entre los guerrilleros y los custodios del blindado a los que se sumaron efectivos de la policía provincial. Como consecuencia de la balacera murieron una guerrillera, dos custodios y un policía resultó herido. La mujer abatida, miembro del ERP, fue identificada como Nora Lía Marquardt cuyo nombre de guerra era “Sargento Clara”. 25 años después de aquel hecho, los familiares de Nora Marquardt -gracias a una de las llamadas “leyes de reparatorias”- cobraron más de USD 171 mil en concepto de indemnización como víctima del terrorismo de Estado. Además el nombre de la militante del ERP abatida durante el asalto al blindado figura en el Parque de la Memoria de la Ciudad de Buenos Aires.

Este y otros 12 casos similares en los que se pagaron indemnizaciones a herederos de guerrilleros de manera presuntamente ilegal figuran en una denuncia que presentó el periodista José Luis D’Angelo este miércoles ante la justicia federal. En el escrito se exponen de forma detallada las maniobras que, invocando las “leyes reparatorias”, habrían permitido defraudar al Estado en cifras millonarias. Tras el sorteo la causa recayó en el juzgado a cargo del juez federal Ariel Lijo.

Otro de los casos denunciados es el de Hugo Therisod, alias “Roque”. A las 11 del 20 de agosto de 1975, en pleno centro de la ciudad de Córdoba, una unidad de combate del ERP atacó en forma simultánea la División Informaciones, el Comando Radioeléctrico y el edificio de la Guardia de Infantería de la Policía provincial “con el objeto de detener y ajusticiar a todo el personal”. Los guerrilleros realizaron cortes en varias calles de la zona céntrica para dificultar la llegada de refuerzos. En el ataque fueron asesinados cinco policías y cayó abatido Therisod.

En la revista Estrella Roja, órgano oficial del Ejército Revolucionario del Pueblo, se publicó un artículo en el que al referirse a “Roque” destacó su “compromiso con la revolución socialista, su odio a la policía y demás fuerzas represivas lo llevan a cumplir con iniciativa y enorme alegría su tarea, el ataque a la Guardia de Infantería". "Murió valientemente cuando desprendido del resto de sus compañeros debió enfrentar sólo con una pistola a un conjunto de policías fuertemente armados dando un alto ejemplo de moral revolucionaria”, detallaron.

Los herederos de Hugo Therisod recibieron la indemnización correspondiente a las víctimas del terrorismo de Estado, una suma que al momento de percibirla equivalía a USD 98 mil.

La hija de puta "Sargento Clara". Murió abatida en medio de un ataque en Córdoba



Estrella Roja, revista del ERP

En la denuncia además se describen otros casos de guerrilleros ajusticiados por su propia organización por haberlos considerado “traidores” y de aquellos que murieron por impericia en la manipulación de explosivos o por fallas en la fabricación de esos artefactos.

Entre ellos se destaca lo ocurrido con Adriana Kornbliht, alias “la Turca”, quien murió mientras intentaba colocar una bomba en la comisaría de Monte Chingolo en la provincia de Buenos Aires, en marzo de 1977. Según cuenta Pablo Giussani en su libro “Montoneros, la soberbia armada”, Kornbliht falleció despedazada por una bomba que le estalló en las manos mientras intentaba colocarla en la dependencia policial. Los familiares de “la Turca” recibieron en 2007 más de 360 mil pesos, USD 116 mil a la cotización de la época.

Uno de los hechos más llamativos mencionados en la denuncia que tramita en el juzgado de Lijo es el de los hermanos Sabao. El 28 de noviembre de 1975, durante el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón, en Rosario, un grupo armado con ametralladoras y fusiles FAL atacaron a Carlos Raimundo Sabao y a Pedro Alberto Sabao. El primero cayó en el lugar alcanzado por varios impactos mientras que su hermano se arrojó al río Paraná. Los atacantes lo persiguieron y continuaron disparándole hasta que su cuerpo desapareció de la superficie del río.

Al día siguiente, el cadáver de Pedro Sabao fue extraído de las aguas del río Paraná por la Prefectura mientras que su hermano Carlos, gravemente herido, logró sobrevivir. Pocos días después, la organización Montoneros se adjudicó el ataque. Los causahabientes de Pedro Sabao cobraron en marzo de 2001 el equivalente a USD 168.300. Según la prueba ofrecida en la denuncia, su hermano Carlos falleció en un geriátrico de la ciudad de Rosario en el año 2016, sin embargo su nombre está en una de las placas del Parque de la Memoria de la Ciudad de Buenos Aires como una víctima del terrorismo de Estado.

Los 13 casos denunciados figuran en el Registro Unificado de Víctimas del Terrorismo de Estado.

viernes, 15 de noviembre de 2019

SGM: La retirada del BEF hacia Dunkerke

British Expeditionary France en retirada en 1940


Weapons and Warfare




Mapa que muestra la posición de los ejércitos británico, francés, belga y alemán en la noche del 25 de mayo de 1940. Esta fue la situación cuando Lord Gort decidió retirarse a Dunkerque, y también cuando Churchill decidió no evacuar la guarnición de Calais.

Después del shock de los acontecimientos del 20 de mayo de 1940, las fuerzas británicas al sur del Somme estaban en completo desorden. El cuartel general de la 12va División y dos cuarteles generals de sus brigadas habían sobrevivido intactos, pero entre ellos solo pudieron localizar un batallón del Regimiento de la Reina. Dos de sus batallones, 4th Buffs y 2/6th East Surreys, se habían detenido cerca antes de llegar a Abbeville y otro, 6th Royal Sussex, se sentó en un ferrocarril al sur de Amiens. Todo podría haber vuelto a estar bajo control si hubieran tenido algún equipo de señales, al igual que los tres batallones de la 46a División ahora separados de su propio cuartel general y podría haber sido posible reformarlos rápidamente en una línea de defensa coherente a lo largo del Somme. Tal como estaba, la oportunidad se perdió simplemente porque no estaban al tanto de la presencia del otro. En cambio, ahora le correspondía al brigadier Beauman y a su personal de líneas de comunicación asumir el papel de administrar tanto la defensa como la retirada de millones de toneladas de suministros con las tropas disponibles.

Después de muchos retrasos, la 1ª División Blindada finalmente había llegado a Cherburgo el día anterior, originalmente tenía la intención de llegar al BEF a través de Le Havre, pero fue desviada debido al bombardeo de ese puerto. Incluso ahora se dirigían a Rouen, mientras los equipos de tanques colocaban sus ametralladoras en sus vehículos mientras rodaban en los camiones de ferrocarril de plataforma plana que los llevaban al norte. Hasta que se pudieran enviar refuerzos desde Inglaterra, Beauman necesitaba reunir todo lo que pudiera. La llegada de incluso un batallón mal equipado como el 2 / 7th DWR fue una buena noticia.

A su llegada, el coronel Taylor se presentó en la división HQ 12 y fue dirigido a las cabañas Nissen del campo 101 POW, ubicado al suroeste de la ciudad con vista a los muelles donde sus hombres finalmente tuvieron la oportunidad de obtener su primera comida durante tres días y un Descanse, antes de comenzar a trabajar en la construcción de barricadas como parte de Liddel Force, otra unidad compuesta manejada por unidades locales de AMPC y los antiguos pacientes del hospital de VD del BEF. Su tarea era la defensa del camino de la costa en Dieppe. Por ahora, sin embargo, los alemanes parecían contentos de quedarse al norte del Somme.

Cuando los duques llegaron a Dieppe, las fuerzas de la Línea Británica de Comunicaciones comenzaron a recuperarse lo mejor que pudieron. También interrumpida por el avance alemán y lejos hacia el este, la 51.ª División de las Tierras Altas intentaba reunirse con ellos y enfrentaba una tarea difícil. La División había sido desplegada en la Ligne de Contact antes de la Línea Maginot en Waldweistroff cuando comenzó el asalto alemán el 13 de mayo. Los Highlanders habían luchado bien hasta que se ordenó una retirada general el 15, y el 20 de mayo fueron retirados del mando del Tercer Ejército francés y puestos en reserva como la primera etapa del plan previamente acordado para devolverlos al cuerpo principal de la BEF. Para el 23, la concentración de la División en Etain estaba completa, lista para la siguiente etapa de un movimiento hacia París, pero antes de que las tropas pudieran continuar, llegaron nuevas órdenes que las enviaron a Varennes, a unas 30 millas de Verdun. Contrariamente a los términos del acuerdo anglo-francés y sin consulta, los montañeses habían sido reasignados al Segundo Ejército francés que los quería como reserva para la lucha en torno a Sedan. Siguiendo las nuevas órdenes, el mayor general Fortune llegó a Varennes el 25 de mayo, solo para descubrir que seis batallones de sus hombres habían sido enviados, sin su conocimiento, a Rouen. Enfurecido, Fortune fue informado de que ya no le era posible volver a unirse al BEF y que él y sus hombres ahora estarían bajo el mando del Grupo A del general Robert Altmayer, una fuerza improvisada que luego se convertiría en el Décimo Ejército francés. Debían desplegarse a lo largo de la línea del Somme y estarían en posición para el 2 de junio.



A medida que los Highlanders se abrían paso por Francia, el vacilante Gamelin había sido reemplazado por el general Maxime Weygand y estaba tomando forma un plan para contraatacar. Gort ya había puesto en marcha un ataque que se lanzaría cerca de Arras para aliviar la guarnición allí y amenazar a los flancos alemanes. A medida que avanzaba este ataque, se esperaba que el V Cuerpo francés bajo el mando del general Rene Altmayer (hermano del comandante del Décimo Ejército) atacara hacia el norte para unirse y cortar las líneas alemanas. Gort, temeroso de que su ejército se cercara, se negó a cometer un gran número de sus hombres tan necesitados y, en cambio, envió una fuerza de dos divisiones de reserva, en realidad poco más de dos batallones por ahora, y 83 tanques. El ataque fue un éxito ya que provocó que los alemanes frenaran su avance relámpago, ahora visto como una sobrecarga potencial de la fuerza y ​​exponiendo los flancos vulnerables, contribuyendo así a la infame 'orden de detención' emitida por Hitler que salvó a los 2 / 5o West Yorkshires el 24/25. El ataque francés anticipado, sin embargo, nunca se materializó. El oficial de enlace enviado a buscar a Altmayer informó que el general, que:

... parecía cansado y completamente desanimado, lloraba silenciosamente en su cama. Me dijo que sus tropas se habían ido. Estaba listo para aceptar las consecuencias de esta negativa [a ir a Arras] ... pero ya no podía continuar sacrificando el Cuerpo del Ejército del cual ya había perdido la mitad.

A pesar de esto, Weygand ahora propuso un esquema similar, pero a una escala mucho mayor. Ocho divisiones británicas, apoyadas por el Primer Ejército francés y la caballería belga, encabezarían el ataque hacia el sur para unirse con los ejércitos franceses debajo del Somme. Weygand explicó su plan en una reunión en Ypres, pero Gort no estuvo presente. El único oficial capaz de tratar en detalle el plan conjunto murió en un accidente de tráfico y el plan fue condenado. Con una estructura de comando incapaz de responder a la velocidad de los combates, el colapso del ejército belga y la falta de apoyo de sus aliados, la confianza de Gort en el mando y las habilidades de combate de este último desaparecieron. Al parecer, desde los niveles más altos, las autoridades francesas habían aceptado la derrota y la caída de Francia era ahora inevitable. A pesar de las órdenes del gobierno británico de cooperar plenamente con los franceses, decidió que había llegado el momento de usar sus poderes discrecionales y salvar el BEF retirándose a Dunkerque.



Muchos en el Alto Mando francés, ansiosos por encontrar un chivo expiatorio para los fracasos de su propio personal, optaron por retratar la decisión de Gort de evacuar el BEF como traición por parte del 'pérfido Albion' y usarlo como una herramienta de negociación cuando Churchill estuvo bajo una presión cada vez mayor. comprometer más de la última línea de defensa de Gran Bretaña, los escuadrones de combate de la RAF, a la batalla de inmediato. Las pérdidas de los cazas franceses habían sido pesadas, pero en realidad la entrega de nuevos aviones superó sus pérdidas de tal manera que al final de la lucha, la fuerza aérea francesa era en realidad más grande que al principio. Estos aviones, sin embargo, permanecieron sin usar lejos hacia el sur. La necesidad de mantener a Francia en la guerra era urgente, pero Churchill tuvo que considerar si la determinación francesa de defender su país solo ante el último británico podría permitirse superar las necesidades de su propio pueblo. En Francia, Fortune y sus hombres se convertirían en el gesto de sacrificio necesario para demostrar a Francia y al mundo que Gran Bretaña apoyaría a sus aliados hasta el final.

Cuando los tanques alemanes llegaron a Abbeville, la 1.ª División Blindada británica bajo el mando del general Evans finalmente llegó a Cherburgo. Demasiado tarde para llegar al BEF, los elementos principales de la división fueron llevados a Rouen, y el 23 de mayo las Queen's Bays, una de las tres unidades de caballería que formaban la 2.ª Brigada Blindada, recibieron la orden de tomar puentes a través del Somme. El avance de cualquier elemento de su División que esté listo es esencial. La acción a la vez puede ser decisiva; mañana puede ser demasiado tarde. 'Evans era consciente del riesgo de comprometer a sus fuerzas en un ataque gradual, pero no tenía forma de contactar a GHQ para cuestionar la orden y ninguna cadena de comando alternativa, excepto contactar a Gort a través de Londres, un proceso lento y difícil de manejar . Empujados al asalto apoyados por tropas provistas de los mejores batallones que Beauman podía ofrecer, los Bays lucharon bien pero se encontraron demasiado dispersos para lograr un verdadero éxito.
El general Georges decidió usar las dos divisiones británicas para llevar a cabo el plan condenado de Weygand para forzar un vínculo con el grupo del norte y el BEF. Se formaron apresuradamente dos brigadas blindadas: la segunda compuesta por las bahías, la novena lanceros reales de la reina y la décima de los húsares reales y la tercera por el segundo y quinto regimiento de tanques reales (el tercer RTR se desvió para apoyar la defensa de Calais). El 2º, a la derecha, estaría bajo el mando de la 2ª División de Caballería francesa y el 3º a la izquierda, bajo la 5ª División francesa. Evans discutió con los franceses que su división no estaba equipada para asaltos, sino para perseguirlos. Fue ignorado y en la mañana del 27 de mayo, los tanques comenzaron a avanzar. Aunque los alemanes habían estado en posición durante una semana completa, no se había realizado ningún reconocimiento real y los décimos húsares, incapaces de comunicarse con los artilleros franceses que habían pospuesto su bombardeo durante una hora, avanzaron sin apoyo a un sector supuestamente controlado por alemanes armados solo para encontrarse a sí mismos destrozados por el fuego antitanque pesado y preciso. Con sus tanques desactivados, los Húsares avanzaron a pie armados con pistolas y, en un caso, solo una palanca.

A su derecha, las bahías fueron atrapadas en una pendiente abierta por pistolas bien ocultas y carecían de los botes de humo que podrían haber proporcionado algo de cobertura. El comandante de la brigada, al ver la desesperanza de la situación, detuvo a los 9 Lanceros en reserva. La 3.ª Brigada avanzó mejor y avanzó hacia Abbeville y St Valery-sur-Somme. Habiendo perdido dieciocho tanques, su comandante, el brigadier Crocker, intentó organizar un asalto coordinado con la infantería francesa, pero el apoyo prometido nuevamente no se materializó. El ataque de 1st Armoured se detuvo con la pérdida de 65 de sus tanques destruidos y otros 55 desglosados ​​del largo y apresurado avance. Estaba fuera de acción como un todo coordinado. La 4ta División Blindada del General de Gaulle ahora lanzó su ataque, el plan de Weygand preveía ataques consecutivos, nunca concurrentes, y se hizo cargo del asalto con sus tanques más pesados ​​ahora más conscientes de las disposiciones enemigas. Incluso esto no fue suficiente y la División se retiró.

El desastroso fracaso del contraataque en Abbeville fue otro indicio de los problemas que enfrentan los británicos. Veinticuatro horas después de la pérdida de contacto con el BEF, la noticia finalmente llegó a HQ L de C en Le Mans de los eventos del día anterior. Casi en pánico, el general de Fonblanque emitió órdenes para la eliminación inmediata de todas las armas al norte del Sena y la destrucción de cualquiera que no pudiera ser movido, para consternación de los brigadistas Beauman y Shilstone. Desde el comienzo de la guerra, los británicos habían sido muy conscientes de su escasez de armas. Incluso antes de que comenzara el ataque alemán, se estaban realizando esfuerzos para localizar arsenales belgas con el fin de recuperar la mayor cantidad posible de armas antiaéreas si parecía que el país podría estar invadido. Quizás fue con esto en mente que el éxito alemán al aislar el BEF hizo que De Fonblanque considerara salvar las armas como su máxima prioridad; pero el brigadier Shilstone, al mando de todas las defensas antiaéreas en el Distrito Norte, decidió no cumplir, al darse cuenta de que dejaría los depósitos vitales en Rouen y Le Havre completamente indefensos ante una situación que, hasta ahora, era incierta. Por ahora, parecía que los alemanes podrían estar retenidos a lo largo de la línea del Somme, del Bresle o, en el peor de los casos, del Sena, pero hacerlo significaba desarrollar un plan coordinado.

En Gran Bretaña, el general Ironside se enteró de las órdenes de De Fonbalnque en la noche del 21 y las revocó de inmediato, pero reconoció la evidencia de las condiciones caóticas que prevalecen en todo el Canal. En un intento por rectificar los asuntos, llamó al teniente general Sir Henry Karslake, otra víctima de la purga de Hore-Belisha a fines de la década de 1930 y ahora en retiro en su casa. Con órdenes de "sacar todo lo que pueda sin alarmar a los franceses", Karslake navegó al día siguiente armado con una lista de tiendas prioritarias consideradas esenciales para la supervivencia de Gran Bretaña en caso de que Francia cayera. La intención era que su llegada relevara a De Fonblanque de la gestión operativa de las Líneas de Comunicación y lo dejara "libre para concentrarse en los grandes problemas administrativos que surgirán", pero cuando la noticia del cambio llegó a De Fonblanque a las 01:10 h del 23 de mayo. , se dice que se arrancó su insignia con disgusto y exclamó que bien podría servir como soldado. Después de este estallido inusual, pronto recuperó la compostura y permaneció en Francia hasta que fue enviado a casa al final de la campaña.

La prioridad ahora, pensó Karslake, era reunir una fuerza de defensa contra rasguños para proteger los depósitos más importantes para que el equipo vital pudiera ser retirado y evacuado. Esta fuerza también podría proporcionar una línea de defensa a lo largo de los ríos para cubrir la retirada de las tropas avanzadas en caso de que fuera necesaria una retirada. Con ese fin, se puso en contacto con el general Georges, todavía al mando general de las unidades británicas, en la sede de las fuerzas francesas del norte. Siguió esto con una reunión con Beauman en Rouen.

Beauman ya había emprendido la tarea de establecer una fuerza de defensa para la L de C, inevitablemente ahora llamada Beauforce. Había pasado la responsabilidad de las tareas administrativas a sus comandantes de subárea y estaba preparando unidades improvisadas de los depósitos de la base de infantería y el AMPC. Irónicamente, estos hombres, en gran medida descontados por Gort y el BEF, a menudo eran reservistas experimentados y mejor entrenados que muchos de sus compatriotas de primera línea. Había un gran grupo de veteranos de la Primera Guerra Mundial que habían sobrevivido a la gran ofensiva de la "Operación Michael" de 1918 que casi había empujado al BEF al mar y la moral todavía estaba alta entre esos hombres. También tenían confianza en su comandante, que primero había dirigido una brigada a la edad de 29 años y había sido uno de los generales más jóvenes del ejército británico en 1918. Esperaba algo mejor que el trato que recibió después de la guerra y, como Karslake, había sido retirado temprano. En la situación actual, de Fonblanque le había dado carta blanca para hacer lo que creía conveniente y había visto en la situación una oportunidad para brillar y quizás para resucitar su carrera militar, por lo que fue una reunión vigilada cuando Karslake llegó por primera vez. Sin embargo, Karslake era comprensivo y los dos hombres rápidamente establecieron una buena relación de trabajo cuando Beauman explicó su uso de las fuerzas disponibles para lanzar una pantalla al norte y al este de Rouen con su flanco izquierdo en Dieppe. Karslake estuvo de acuerdo y sugirió que la pantalla se organizara en líneas divisionales.

Karslake también aprovechó la oportunidad para reunirse con el general Evans de la 1ra. Blindada y pronto se dio cuenta de que el problema común era la falta de información. Inmediatamente ordenó la formación de equipos de reconocimiento de motocicletas bajo el mando de oficiales del Regimiento Real de Tanques para averiguar exactamente dónde estaban las unidades británicas y francesas y, si es posible, también las ubicaciones alemanas. Sin personal, se las arregló con la ayuda de un pequeño número de oficiales en el terreno, pero logró completar un informe detallado para Ironside antes del mediodía del sábado 25. El oficial encargado de entregar este informe fue gravemente enfermo durante el vuelo al Reino Unido, por lo que el propio Karslake regresó esa noche y llegó a la oficina del general Ironside alrededor de las 2100 horas. Allí, se acordó que Beauforce sería reestructurada formalmente como una división y dos brigadiers experimentados que regresaron recientemente de Noruega con conocimiento de las tácticas alemanas serían enviados a trabajar bajo Beauman como comandantes de brigada. Mientras tanto, a Karslake se le asignaría el papel de comandante del cuerpo y asumiría el control de todas las fuerzas británicas que aún se encontraban en Francia bajo un cuartel general unificado.
Desafortunadamente, Ironside estaba en el proceso de entregar su puesto y asumir el mando de todas las Fuerzas Nacionales desde el lunes 27 de mayo. Su sustituto, el teniente general Sir John Dill, había regresado el día anterior de una visita a Gort en Francia y era, presumiblemente, muy consciente de que el BEF había perdido contacto con las fuerzas al sur del Somme y que el mando y control francés era desintegrando Después de que los alemanes llegaron a la costa del Canal, más de 140,000 tropas británicas, un número aproximadamente equivalente al de toda la fuerza de desembarco aliada en el Día D cuatro años después, quedaron sin líderes. Cualquier comunicación con Gort tenía que enviarse a través de Londres, pero si Gort había mostrado poco interés en las Líneas de Comunicación antes, al menos ahora tenía una excusa para preocuparse. Los hombres restantes estaban solos.

Claramente, la decisión de Ironside de designar un solo comandante para administrar el sur británico de Somme tenía sentido, pero por alguna razón algunas de las decisiones tomadas esa noche nunca fueron ratificadas y la principal de las órdenes que nunca se promulgaron cuando Dill se hizo cargo fue que dando a Karslake cualquier autoridad para asumir el mando. Caritativamente, uno podría sugerir que Dill eligió no seguir este plan porque entendió mal la intención y pensó que era mejor que Karslake se concentrara en la eliminación de las tiendas en lugar del combate. Igualmente, es posible que haya decidido ignorarlo porque no le gustaba Ironside y, por extensión, cualquier posible partidario de Ironside. Incluso hay algunas pruebas de que pudo haber cancelado la orden de dar el comando a Karslake sabiendo que su propio amigo, el general Sir Alan Brooke, sería parte del "Segundo BEF" que Churchill ya proponía que se planteara y se enviara a Normandía. Si Karslake tenía el mando allí, Brooke no podría recibirlo. De hecho, una de las primeras acciones de Brooke al llegar a Francia con el nuevo BEF cuatro días antes del colapso final fue ordenarle a Karslake que regresara a casa, enviando al hombre quizás mejor ubicado para asesorarlo sobre la situación dentro de las dos horas posteriores a su llegada al territorio francés y sin molestarse con cualquier informe de entrega.



Sea cual sea la verdad, la decisión de Dill de cancelar las órdenes de Ironside dejó a los británicos en Francia sin ningún comando centralizado. Para agravar el problema, Dill nombró al teniente general James Marshall-Cornwall para dirigir la Misión Militar Británica No17 con órdenes de trabajar con la sede del ejército francés para:

... vea todas las órdenes emitidas a las tropas británicas, y para informar de inmediato a la CIGS si considero que su supervivencia se vería en peligro innecesariamente ... [Vice Vicepresidente de la CIGS, Robert] Haining agregó que la intención del Primer Ministro era que las tropas británicas deberían continuar luchando hasta el último extremo para no dar a los franceses ninguna excusa para abandonar la lucha.

Asumiendo su cargo el 29 de mayo, llegó a Francia el 31, completamente inconsciente de la cita de Karlsake y luego quejándose de que las acciones de Karslake al asumir el mando fueron "perjudiciales".

La estructura divisional de la División de Beauman se había establecido antes del 28 de mayo y la Oficina de Guerra emitió órdenes formalmente para aumentarla el 31 de mayo. Es una medida de la confusión que Dill había traído consigo el mismo día que él mismo ordenó su disolución y la evacuación de su personal. Karslake estaba preparado para perder la ahora redundante División HQ 12, pero se mostró reacio a ver ir a la División Beauman. Obligado a cumplir con Whitehall, fue inmediatamente al General Georges para discutir los arreglos. Georges estaba asombrado por la solicitud. Aunque sin ilusiones sobre sus orígenes y debilidades, Georges señaló que, aparte de su valor para mantener su línea actual, su eliminación enviaría una señal poderosa a los franceses de que los británicos se dirigían nuevamente a casa en la primera oportunidad. Como resultado de la intervención de George, Dill retrocedió de mala gana.

Formalmente constituida como la primera división del ejército británico nombrada en honor a su comandante desde las guerras napoleónicas, la división de Beauman consistía en la Brigada 'A', (anteriormente Beauforce) ahora bajo el mando de Brigadier Green y que comprende el 4 ° Buffs, 2/6 ° Sur Surys, 4 ° Fronteras y 1/5 Sherwood Foresters; La Brigada "B" (anteriormente Vickforce) bajo el Brigadier Kent-Lemon y formó alrededor de tres "Batallones Provisionales": el 1 °, 2 ° y 3 °, pero más comúnmente conocidos como 'Merry' s ',' Davies 'y' Newcombs 'Rifles, respectivamente. La Brigada 'C' (anteriormente Digforce) bajo el mando del Teniente Coronel Diggle estaba compuesta por tres batallones AMPC: 'P', 'Q' y 'R'. A esto, pudo agregar tropas divisionales de los tres batallones de la 46 División divididos al sur del Somme y el "Batallón Symes". Esto último fue para demostrar un ejemplo altamente efectivo de improvisación, uniendo soldados de más de 30 regimientos diferentes en una sola fuerza de combate capaz de demostrar un mayor obstáculo para el avance alemán que gran parte del BEF había logrado lograr.

Contra el rápido progreso de Beauman y Karslake en la reorganización de la L de C, hasta ahora Dill había logrado crear un sistema en el que el General de Fonblanque estaba al mando de la administración de la L de C con el Brigadier (ahora Mayor General en funciones) al mando de Beauman la pantalla defensiva y ambos respondieron ante Karlsake quien, a su vez, respondió al general Georges en el cuartel general del comando del noreste de Francia. Mientras tanto, el general Evans, al mando de la Primera División Blindada, respondía al GHQ de Gort, pero solo podía comunicarse después de un retraso considerable a través de Londres, ya que todas las líneas que conectaban el BEF hacia el sur se habían cortado y, por lo tanto, estaba a merced de cualquier otro oficial superior para sí mismo. El general Fortune, cuya 51.a división de las Tierras Altas todavía estaba bajo el mando francés, pero que regresaba al sector británico desde París, era responsable ante el general Ihler del IX Cuerpo francés, pero también tanto Fortune como Ihler estaban directamente bajo el general Altmayer del décimo ejército francés. . A todos también se les pidió que tomaran órdenes de Whitehall, lo que podría entrar en conflicto con cualquier orden de los franceses, pero se verían obligados a argumentar su caso mientras se pudiera cumplir el acuerdo entre Londres y el general Georges.

En todo esto, el papel de Marshall-Cornwall era aparentemente actuar como oficial de enlace en la sede de Altmayer y coordinar los esfuerzos británicos y franceses, pero su papel se debía más a la diplomacia que a la dirección general. Informa que centró su atención en la 51ª y la 1ª Blindada como las "únicas formaciones de combate" que aún se encuentran en Francia y descartó la "llamada división de Beauman" como simplemente engañando a los franceses para que creyeran que "tenía algún valor de lucha". Esto parece no haber sido simplemente una evaluación militar, sino un asunto muy personal. Beauman escribe que se le negó el ascenso a mayor general porque uno de sus rivales se enteró de que un miembro del panel de selección estaba dispuesto a disparar y, por lo tanto, había alquilado una casa de campo donde entretuvo al miembro del panel durante un mes. El rival fue debidamente apoyado por el miembro del panel y promovido. "Incluso si hubiera estado preparado para hundirme en tales tácticas", escribió Beauman, "no podría haberlas pagado". En las memorias de Marshall-Cornwall, escribe que agregó el nombre de Marshall de su tío para obtener una herencia. De este modo, pudo alquilar una mansión cerca de Perth con '250 acres de buenos disparos, incluyendo una franja de urogallo'. También señala que esto duró aproximadamente dos años antes de 'Me ascendieron al rango de Mayor General en la edad de 47 años. Esta fue una promoción temprana en esos días. "Habiendo ganado su coronelidad en 1918 como resultado de su trabajo de personal en el campo de inteligencia, Marshall-Cornwall sintió que esto le dio antigüedad, así que no es de extrañar que Beauman, quien puso fin a la guerra como uno de los generales de brigada más jóvenes después de liderar la 69a Brigada de Infantería de la 23a División durante los combates en Italia y antes de servir casi continuamente como oficial de infantería desde el comienzo de la guerra, sintió que había sido engañado por tecnicismo: no se le había dado suficiente antigüedad para un rango sustantivo. A lo largo de sus memorias, se refiere a Marshall-Cornwall solo como el 'Oficial británico superior', mientras que Marshall-Cornwall a su vez maneja solo dos referencias pasadas a Beauman y en su informe posterior a la campaña es muy crítico de la voluntad de Beauman de permitir que sus hombres usen su iniciativa. En particular, señala que Beauman dio órdenes de que sus hombres serían:
... requerido para dar la máxima resistencia posible sin ser rodeado. Las órdenes para su retiro se dejan a su discreción, pero no se deben dar hasta que el enemigo esté razonablemente cerca o haya un peligro definitivo de cerco ... Este es un espíritu muy diferente de la orden de Haig del 12 de abril de 1918: "Cada posición debe ser sostenido hasta el último hombre ... De espaldas a la pared y, creyendo en la justicia de nuestra causa, cada uno de nosotros debe luchar hasta el final.

Aunque rápidamente decidió que los franceses habían perdido el control de la batalla y describió una reunión con Altmayer y el comandante en jefe francés Weygand marcado por Weygand poniéndose "histérico" y "gritando" que las posiciones deberían mantenerse hasta el final, con hombres luchando con sus si es necesario, parece extraño que Marshall-Cornwall luego critique a Beauman por no tomar esta misma actitud suicida, especialmente porque dice que estaba allí para evitar que las tropas británicas estuvieran 'en peligro innecesariamente' y, en cualquier caso, no consideró Los hombres de Beauman como tropas de combate. Su relato está lleno de contradicciones aparentes similares, afirmando, por ejemplo, que la 51ª División "no estaba bajo mis órdenes, pero sentí que estaba bajo mi ala", un comentario extraño dado que había sido enviado específicamente para proteger sus intereses, pero tal vez uno aparentemente calculado para distanciarse del destino final de la división. Igualmente, le escribió a Evans que su propio "sentimiento personal y consejo para usted" era que Evans debía estar preparado para sacrificar a algunos de sus hombres "para reforzar a los franceses", a pesar de que esto implicaría que Evans desplegara a sus hombres en "un ilegítimo". papel, pero creo que esto debe ser aceptado ".

Por su parte, parece que los generales Beauman, Fortune y Evans tenían poco respeto por Marshall-Cornwall o sus habilidades. Aparte de breves visitas al frente como parte de sus deberes de oficial de personal, Marshall-Cornwall no tenía experiencia en combate y nunca había ordenado una formación en acción. Beauman, por ejemplo, describe una "entrevista tormentosa" en el cuartel general del ejército francés con Marshall-Cornwall:

Este oficial tuvo durante su servicio una larga serie de nombramientos de personal y agregado militar. Como resultado, su conocimiento del manejo y manejo de las tropas no se basaba en mucha experiencia personal y parecía pensar que podían moverse como piezas de ajedrez, independientemente de la fatiga y el estado de su equipo.

Después de amenazar con denunciar a Beauman en la Oficina de Guerra, el asunto fue resuelto por el general Altmayer, quien "demostró ser mucho más razonable". El propio Marshall-Cornwall se refiere a un incidente en el que el general Evans ‘me explicó a la fuerza’ que sus tanques necesitaban mantenimiento antes de que pudieran emprender más acciones, aunque aceptar a Evans era "correcto hacerlo". Está claro, tanto por sus propias memorias como por otras cuentas en ese momento, que podría contribuir poco más que un nivel adicional de confusión a la situación y que era impotente o no estaba dispuesto a contradecir las órdenes francesas por temor al impacto potencial en su carrera. que sus deberes con las tropas británicas cuyo destino determinaría. En sus memorias de autocomplacencia, rechaza a Karslake como "la quinta rueda del entrenador", pero este es el caso, él mismo se convirtió en la sexta rueda. Lo que realmente se necesitaba ahora era un conductor, pero esa oportunidad se había perdido.

jueves, 14 de noviembre de 2019

Vikingos: Reconstruyen cara de guerrera con espadazo en la frente

Reconstruyen por primera vez la cara de una joven guerrera vikinga que murió hace 1.000 años

La muchacha sufrió una grave herida en la frente, aunque parece que esta lesión se curó y no fue la causa directa de su muerte



La sangrante herida de la frente de esta guerrera vikinga fue causado por el golpe de una espada (National Geographic)


La Vanguardia

Cuando la espada cayó sobre su cabeza, la cuchilla la cortó la carne hasta llegar al hueso. Los científicos que estudian el cráneo fracturado de esta mujer vikinga que murió hace 1.000 años todavía no están seguros si el golpe realmente la mató. Sin embargo, el tesoro de armas enterradas junto a ella deja claro que murió como una guerrera.

Los restos de la mujer, que vivió y murió alrededor del año 900, fueron excavados por primera vez en una granja en Solør (Noruega) en el año 1900. Su cabeza descansaba sobre un escudo, un esqueleto de caballo con bridas yacía acurrucado a sus pies, y su cuerpo estaba encajonado entre una espada, una lanza, un hacha de batalla y flechas.
Tumba en Noruega

Los restos de la mujer, que murió alrededor del año 900, fueron excavados por primera vez en una granja en Solør

Cuando un análisis rápido reveló que el esqueleto era femenino, se interpretó de inmediato como el primer ejemplo físico de una doncella del escudo: una guerrera mítica a la que solo se hacía referencia en textos medievales y de la que no se habían encontrado evidencias. Ahora, por primera vez, los investigadores de la Universidad de Dundee en Escocia han usado tecnología de reconstrucción facial para recrear la apariencia de esa doncella.

Los resultados se pueden ver en un nuevo documental de National Geographic titulado Viking Warrior Women, que muestran a una mujer de unos 18 o 19 años con una mandíbula fuerte, ojos hinchados y una frente que ha visto mejores días. Según el análisis, la doncella sufrió una grave lesión en la cabeza por un golpe de espada, aunque la herida mostró señales de curación y puede no haber sido la causa principal de su muerte.
Armas


Su cabeza descansaba sobre un escudo y a su lado había una espada, una lanza, un hacha de batalla y flechas

La nueva reconstrucción sugiere que este esqueleto puede ser “la primera evidencia que se haya encontrado de una mujer vikinga con una herida de batalla”, según señalan los investigadores. Esa es una noticia emocionante, especialmente para intentar anular la suposición centenaria de que los guerreros vikingos eran exclusivamente hombres.

Este estereotipo recibió su un fuerte golpe en 2017, cuando se demostró que un esqueleto vikingo que durante 70 años se creó que pertenecía a un hombre (porque había sido enterrado junto a sus armas) era en realidad una mujer, como se demostró tras realizar un análisis de ADN.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Guerra Antisubversiva: El atentado a Soldati

Hace 40 años, Montoneros asesinaba al empresario Francisco Soldati en un brutal atentado, a pocas cuadras del Obelisco

“Ellos jamás pidieron disculpas por el asesinato de mi padre y de tantos civiles”, dice su hijo Santiago. Todos estos años, la familia lo homenajeó en silencio. Pero esta vez quieren al menos llamar la atención sobre el largo tiempo transcurrido -4 décadas- sin siquiera un reconocimiento a su condición de víctima

Por Claudia Peiró || Infobae
cpeiro@infobae.com



El atentado contra Francisco Soldati, en pleno centro porteño, el 13 de noviembre de 1979

Santiago Soldati tenía 36 años cuando su padre, Francisco, fue asesinado por los Montoneros en el trayecto entre su casa y la oficina, en pleno centro de la Capital.

El atentado, de gran espectacularidad y violencia, se dio en el marco de la llamada Contraofensiva Montonera, lanzada por Mario Firmenich y otros jefes guerrilleros desde el exterior, y que consistía en una serie de operaciones militares impactantes llevadas a cabo por miembros de la organización que ingresaron clandestinamente al país desde el exilio.

No era la primera vez que la familia Soldati estaba en la mira de la guerrilla.

"A mí me habían secuestrado en el 73 -recordó Santiago Soldati en charla telefónica con Infobae-, y mi padre tuvo que pagar rescate para que me liberaran una semana después. Eso sucedió el 29 de abril de 1973”. Poco después, también su padre, Francisco Soldati, fue víctima de un secuestro, pero algo falló en el operativo de traslado a un escondite o “cárcel del pueblo” y el empresario fue liberado.

El empresario Santiago Soldati. Su padre, Francisco Soldati, fue asesinado por los Montoneros hace 40 años

Pese a todo, Francisco Soldati, que a los 71 años seguía activo al frente de su empresa, la Sociedad Comercial del Plata, tenía por toda custodia a un policía federal como chofer: era el cabo 1° Ricardo Durán, que también moriría en el atentado, un mes antes del nacimiento de su hijo.

Cómo fue el ataque

Aquella mañana fatídica del 13 de noviembre de 1979, a las 10:40, el Torino que trasladaba a Francisco Soldati fue encerrado primero por un Peugeot 504 y luego embestido por una camioneta pick up Ford. Todo había sido cuidadosamente estudiado y planificado.


En los días inmediatamente anteriores, los comandos montoneros habían fallado en dos atentados destinados a matar a dos funcionarios de Hacienda, Guillermo Walter Klein y Juan Aleman, que salieron ilesos de sendos ataques guerrilleros.

Esta vez, el comando que intervino estaba decidido a no fallar, pese al escenario elegido para el atentado: en pleno centro porteño a pocas cuadras del Obelisco, sobre la calle Cerrito entre Arenales y Santa Fe.

El empresario Francisco Soldati. El 13 de noviembre se cumplen 40 años de su asesinato por Montoneros

El empresario Francisco Soldati vivía con su familia en Cerrito 1364, y todos los días era llevado por su chofer a su oficina en la Sociedad Comercial Del Plata. Un trayecto breve, hasta la sede de la empresa, en el Bajo.

De acuerdo al detallado relato del atentado reconstruido por Marcelo Larraquy en el libro Fuimos Soldados. Historia secreta de la Contraofensiva montonera, doce personas en total participaron del operativo guerrillero. Los movimientos y el desplazamiento del empresario habían sido cuidadosamente estudiados para organizar el ataque.

Soldati no era funcionario, pero tenía vínculos empresariales con José Alfredo Martínez de Hoz, por entonces ministro de Economía de la dictadura.

La referencia a la ola de atentados en la edición de la revista Somos

Inmovilizado el vehículo de Francisco Soldati en la calle Cerrito, tres montoneros armados con fusiles AK47 y ametralladoras UZI saltaron de la camioneta y abrieron fuego contra el Torino, dos desde adelante y un tercero desde la puerta trasera derecha, matando al empresario y a su chofer custodio.

Una segunda fase de la operación consistía en colocar una poderosa bomba de retardo debajo del vehículo donde yacían muertos el empresario y su chofer. El objetivo era que explotara 20 minutos después, cuando los atacantes calculaban que efectivos de la policía o funcionarios podrían acercarse al lugar. Pero la integrante del grupo que debía colocar la bomba debajo del Torino trastabilló al descender de la pickup y el artefacto explotó provocando una detonación que lanzó con violencia clavos y otros proyectiles hasta un radio de 50 metros. También, siempre según el relato de Larraquy, esparció volantes que decían: “A Martínez de Hoz y sus personeros los revientan los Montoneros”.

El Torino se incendió y la columna de fuego y humo se elevó a diez metros de altura.

Desde la ventana de una habitación del Hotel Embajador, un hombre contemplaba el desarrollo del atentado contra Soldati. Era el jefe de toda la operación, Raúl Yager, miembro de la conducción de Montoneros.

El Torino de Soldati y la camioneta Ford, incendiados en el lugar del atentado

“Me habría gustado que hubiera justicia”

Este atentado fue uno de los hechos por los cuales Firmenich fue juzgado durante la gestión de Raúl Alfonsín. Más tarde vinieron los indultos de Carlos Menem que beneficiaron por igual a los jefes guerrilleros y a los militares.

Pero cuando en la era kirchnerista se reabrieron los juicios, los indultos a los montoneros no fueron revisados. “Me da bronca, a uno le toca muy de cerca todo esto -dice Santiago Soldati-. A los militares los metieron presos de nuevo”.

Cuando se le pregunta a Soldati qué siente hoy respecto al asesinato de su padre, dice que le habría gustado “que hubiera justicia”. Su madre había muerto un par de años antes del atentado. “Afortunadamente”, dice, ya que eso le ahorró el dolor de la muerte violenta de su esposo.

Todos los años, los Soldati recuerdan a su padre con una misa, en la intimidad. Con amigos y familiares. Este año será igual. “No queremos publicidad”, afirma.

“A mi padre lo honramos nosotros, pero lo importante es que los montoneros no se hagan los chicos bien, porque mataron a mucha gente”, agrega.

Francisco Soldati. Su familia lo homenajea todos los años en la intimidad

Santiago Soldati también participa de algunas actividades organizadas por el Celtyv (Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus víctimas), en particular, la misa que realizan mensualmente, por los caídos de cada mes.

Nunca miembro alguno de la organización Montoneros les hizo llegar algún tipo de pedido de disculpas a los deudos de Francisco Soldati. “Nunca dijeron nada de todos los civiles que mataron, de todos, no solo de mi padre”, dice Santiago Soldati.

Luego de la reapertura de los juicios contra los militares por las violaciones de los derechos humanos, se profundizó una visión angélica de los crímenes de la guerrilla que en algunos casos llevó a la justificación e incluso a la apología.

Y, desde el Estado, se vetó todo reconocimiento a la condición de víctimas de las personas asesinadas por la guerrilla.

Francisco Soldati está sepultado en San Miguel del Monte, el pueblo al que la familia va todos los fines de semana. Este sábado, Santiago Soldati llevó flores a la tumba de su padre, en un anticipado homenaje personal por el nuevo aniversario del atentado que se cobró su vida, el 13 de noviembre de 1979.

martes, 12 de noviembre de 2019

Chile: La muerte del camarógrafo Leonardo Henrichsen

La trágica historia del camarógrafo argentino que filmó su propia muerte en Chile 

El 29 de junio de 1973, hubo en Chile una asonada militar, rápidamente reprimida, que pasaría a la historia como “el tanquetazo”. Dicho movimiento se cobraría la vida de Leonardo Henrichsen quien, registrando el asedio de los sublevados al Palacio de la Moneda, filmó el momento justo en que un militar le disparaba y le daba muerte

Por Adrián Pignatelli || Infobae




Play "Imagen Final", el asesinato del camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen en Chile

La secuencia es corta, en blanco y negro. La cámara toma a un numeroso grupo de personas corriendo en dirección contraria al objetivo del camarógrafo. Muchos de saco y corbata, se nota que huyen de un peligro inminente; alguno hasta se atreve a saludar con su mano cuando advierte el lente que toma la escena. Luego que pasó ese grupo, aparece un camión militar, colmado de soldados.

Se ve claramente a un suboficial, pistola en mano, dar órdenes. El camarógrafo registra lo que acontece. En ese frenesí lleno de nerviosismo y confusión en las cercanías del Palacio de la Moneda, ese suboficial se da cuenta que lo están filmando. Apunta y dispara dos veces. El segundo da en el blanco. Porque el camarógrafo cae al piso junto con su cámara, que sigue encendida.

Luego de los tiros del suboficial, algunos soldados también le disparan. Fin de la escena.

Quedaría mortalmente herido sobre la calle Agustinas, frente al Banco Central de Chile, el camarógrafo argentino Leonardo Henrichsen, que había sido enviado por la televisión sueca a cubrir el alzamiento militar.

Profesional destacado

Leonardo Henrichsen era un hombre corpulento, que pasaba el metro noventa, alegre y fuerte. Los camarógrafos debían serlo para poder llevar las pesadas cámaras que entonces se usaban.

Había nacido en Buenos Aires el 29 de mayo de 1940, tenía 33 años, estaba casado y era padre de tres hijos pequeños. Desde chico, fue un fanático de lo que sería su profesión. Se inició en el noticiero Sucesos Argentinos, de la mano de Tadeo Bortnowski, un camarógrafo polaco enrolado en el ejército inglés, que había peleado en el norte de Africa durante la Segunda Guerra Mundial.

  Leonardo había nacido en Buenos Aires el 29 de mayo de 1940, tenía 33 años, estaba casado y era padre de tres hijos pequeños

Henrichsen se había destacado en diversas coberturas periodísticas. Solía trabajar con “Cachito” Kovack, tan corpulento como él, de ahí su apodo. En el enfrentamiento entre Azules y Colorados, en 1962, dijo: “Voy a ver qué puedo hacer por ahí”. Llegó a registrar –protegido por una columna- a un avión cuando, en vuelo rasante, ametrallaba las vías del ferrocarril. “Le recomendaron que nunca se ponga enfrente de un avión que venga disparando”, recordó frente a Infobae el camarógrafo Félix Arrieta.

Luego de destacarse en la cobertura del Cordobazo en 1969, fue contratado por la televisión sueca. Trabajaba entonces en Canal 13, donde no sólo filmaba escenas de exteriores de telenovelas, sino que procesaba el material.

Arrieta, que estaba aprendiendo el oficio de laboratorista en Canal 13, subrayó que “Leonardo hizo una carrera rápida. Era muy talentoso y además hablaba y escribía perfectamente el inglés. Era difícil encontrar gente con educación superior y que además tuviera esa sensibilidad especial que hay que tener cuando se filma”.

“A mi regreso hablamos”

Ese junio de 1973 recibió un llamado de Suecia. Le pidieron que viajase a Chile, ya que tenían la información de que “algo iba a ocurrir”. Era el “tanquetazo”, la rebelión liderada por el teniente coronel Roberto Souper, del Regimiento Blindado 2 y alentada por la organización de extrema derecha “Patria y Libertad”. Esta rebelión sería sofocada por el general Carlos Prats González.

Félix Arrieta habló con él el día anterior a su partida. Por cuestiones de presupuesto, no pudo llevar a su ayudante Cachito. Contrataría a una sonidista en Chile.

Arrieta le había pedido trabajo. Tal vez habría un puesto en la televisión sueca. “Mañana viajo a Chile. Pero a mi regreso, hablamos”, le contestó Henrichsen.
  El disparo fatal. Treinta años después se supo el nombre del asesino: cabo segundo Héctor Hernán Bustamante Gómez, que en la película es el que dispara con la pistola. En 2006, se determinó que el delito había prescrito y fueron vanos los intentos por sentarlo en el banquillo de los acusados (captura "Imagen Final", Leonardo Henrichsen)

Ese 29 de junio, Henrichsen estaba en las cercanías del Palacio de la Moneda. El periodista era Jan Sandquist. Operaba una cámara Eclair, francesa. De su cinturón colgaba la batería. Tenía película de 16 mm color para grabar dos horas.


Luego de registrar la corrida de la gente, a escasas dos cuadras de La Moneda, Henrichsen percibió que los soldados les dispararían. Como un acto reflejo, le grito a su sonidista: “¡Cuidado, que nos disparan!”. La mujer se puso detrás suyo, y la bala que impactó en el camarógrafo, lo atravesó y le pasó por arriba de la cabeza de su asistente.


“Jan, me muero”, alcanzó a decirle al periodista. Según Arrieta, serían sus últimas palabras.



Pero la historia no había terminado.


El destino de la cámara

De los pisos superiores, hubo periodistas que no fueron testigos del momento de la muerte del camarógrafo, pero sí del instante en que los militares se deshacían de la cámara. Desde su casa en Valparaíso, Eduardo Labarca, periodista y escritor de 81 años, le recordó a Infobae que “cuando nos enteramos de la asonada militar, nos instalamos en los pisos superiores del edificio de la Corporación Nacional del Cobre”. De ahí vieron cómo el general Augusto Pinochet, desde un jeep, dirigía la represión contra los rebeldes.

“Observamos cómo un militar recogía el aparato, del que se había desprendido una pieza, y lo arrojaba dentro de una cámara de luz, ubicada en la esquina de las calles Morandé y Agustinas. Y un soldado quedó parado sobre esa tapa”.

Labarca le advirtió a las tropas leales el incidente de la cámara. Cuando la rebelión fue sofocada, Labarca fue convocado junto al presidente de Chile Films, Eduardo Paredes a Tomás Moro, la residencia presidencial que ocupaba Salvador Allende.

En el trayecto, escucharon por la radio la noticia de la muerte de Henrichsen.

Imágenes de la grabación del periodista argentino. Los militares habían tirado la cámara. Pudo recuperarse (Cinemateca Nacional Chilena)

Al llegar a la residencia, la cámara estaba allí. Apareció el propio Allende, quien vestía una capa negra forrada en rojo, regalo del embajador de España. Fue el que dirimió el tironeo que se generó sobre quién se llevaría el material que aún no se conocía su contenido. La puja la ganó Chile Films, en detrimento de Canal 7.

“Fue un momento muy emocionante cuando la llevé a los estudios. Ignorábamos lo que había filmado”, contó Labarca. Pero pronto les llegó la desazón al descubrir que la película reversible color que contenía era imposible de procesar. Sólo un lugar podía hacerlo, pero no era confiable.

El material se terminaría revelando en Buenos Aires, donde se hizo una copia que se emitiría en esos días. De regreso a Chile, quedaron conmovidos cuando vieron las breves imágenes que registran la muerte del argentino, quien ya había pasado a un segundo plano.

  El especial de Chile Films fue emitido por primera vez a las 11 de la mañana en todos los cines y a la hora fue secuestrado por la justicia. Sin embargo, la filmación recorrió el mundo ya que fue enviada a Cuba, a la Unión Soviética y a la República Democrática Alemana (captura Imagen Final)

Chile Films elaboraba noticieros de diez minutos que se emitían en los cines. Hicieron una edición especial de media hora en la que incluyeron este material que había sido encargado por la televisión sueca. “Cuando tuvimos la película, no tuvimos duda de apropiárnosla, no pensamos en el camarógrafo muerto”, admitió Labarca. Recién haría un mea culpa en 1996 con una carta pública que tituló “Morir es la noticia”.

El especial fue emitido por primera vez a las 11 de la mañana en todos los cines y a la hora fue secuestrado por la justicia. Sin embargo, la filmación recorrió el mundo ya que fue enviada a Cuba, a la Unión Soviética y a la República Democrática Alemana.


El autor de los disparos

Se demoraría 30 años en conocer la identidad del asesino. Era el cabo segundo Héctor Hernán Bustamante Gómez, que en la película es el que dispara con la pistola. En 2006, se determinó que el delito había prescrito y fueron vanos los intentos por sentarlo en el banquillo de los acusados. Falleció el 18 de diciembre de 2007.

Desde 1989, en Argentina se recuerda el 29 de junio como el Día del Camarógrafo. En 2013 se colocó una placa recordatoria en el lugar donde Henrichsen fue asesinado. No sólo había sido la única víctima fatal del “tanquetazo”, sino que pasaría a la historia como el camarógrafo que había filmado su propia muerte.
  La placa que recuerda el lugar donde cayó muerto Leonardo Henrichsen, el 29 de julio de 1973 en Santiago de Chile (Museo de la Memoria, Chile)

lunes, 11 de noviembre de 2019

Guerra contra la Subversión: La peligrosa reivindicación de los 70s

La manipulación política de la historia y la peligrosa reivindicación del setentismo

Jorge Fernández Díaz




La historiadora Camila Perochena habló acerca del uso sesgado que los políticos le dan la historia y aportó su mirada sobre la reivindicación setentista planteada por Horacio González.

Camila Perochena es una joven historiadora, que también ejerce como docente de historia en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).


Además, es la mente detrás del entretenido y exitoso podcast La banda presidencial, producido y publicado por La Nación a razón de un capítulo por semana.


Perochena visitó Pensándolo bien y habló sobre la costumbre de la dirigencia argentina de utilizar la historia con una tendencia política determinada.

La entrevistada comenzó a estudiar al kirchnerismo en 2012. Analizó los 1500 discursos que dio Cristina Kirchner durante sus 8 años de mandato y concluyó que en el 51% de ellos habló de historia argentina.

“Fernández de Kirchner tuvo un uso polarizador de la historia. Se intentó ir a buscar al pasado los antagonismos que la ex presidente intentaba abrir en el presente”, aseguró.

En esa línea, Perochena señaló que cada vez que la ex mandataria “elegía un otro actual como los sectores agroexportadores, la Justicia o los medios, eso lo asociaba con algún aspecto histórico”.

Por otra parte, la historiadora opinó acerca de las controversiales declaraciones de Horacio González, quien pidió reivindicar el accionar de las organizaciones guerrilleras en la década del 70.

“Los dichos de González reproducen la idea anacrónica de que la historia no avanzó nada en el último siglo. Los historiadores están revisando los sucesos de los últimos doscientos años y dicen cosas muy distintas al respecto”, argumentó.

Al mismo tiempo, Perochena reveló que la historiografía, el estudio de la historia, no escapa a los debates sobre cómo se interpretan los hechos del pasado.

“Si hay un tema que se ha visitado muchísimo en la historiografía en los últimos diez años es la década del 70. Con diferentes interpretaciones y juicios de valor cuando los historiadores han tenido que hablar como ciudadanos”, añadió.

Bajo su perspectiva, con el discurso de romantización de los grupos armados setentistas “se invisibilizaron los medios utilizados por esas organizaciones para intentar alcanzar los objetivos”.

Con respecto a la nebulosa histórica que se extiende sobre los oscuros 70 y el reprochable accionar del tercer gobierno peronista, Perochena citó a su colega Marina Franco, quien afirmó que “José López Rega fue la punta del iceberg”.

“En realidad, detrás de eso está documentado historiográficamente el rol que tuvo el peronismo en la represión entre el ’73 y el ’76. El discurso peronista arma ideológicamente el discurso que luego retomará la dictadura militar”, remarcó.

Por último, la profesora admitió que a la agrietada sociedad argentina “le cuesta mucho tramitar sus divisiones y sus desacuerdos pero además, cada gobierno que llega, dice que viene a cerrar esos conflictos”.

“Todos sueñan con la unidad pero, a la vez, se sienten representantes de un todo que es una parte. Eso es una ficción que tienen los políticos. Se ve tanto en el peronismo como en el radicalismo. Nos cuesta tener una idea más pluralista de lo que es el pueblo”, finalizó Perochena.

domingo, 10 de noviembre de 2019

Rusia: Encuentran restos de Gudin, el amputado y perdido general de Napoleón

El esqueleto de una pierna que se encuentra debajo de la pista de baile rusa es el "general perdido" de Napoleón, confirman las pruebas de ADN




Charles Etienne Gudin de Sablonniere fue un general bajo Napoleón Crédito: Photo12 / UIG / Getty Images

Henry Samuel, París || The Telegraph



Más de 200 años después de que murió de sus heridas en el campo de batalla en Rusia, uno de los generales favoritos de Napoleón Bonaparte ha sido identificado formalmente gracias a las pruebas de ADN en un esqueleto de una pierna que se encuentra debajo de una pista de baile.

Sus herederos ahora lo llaman para que reciba un funeral de estado en su Francia natal.

Charles Etienne Gudin, cuyo nombre está inscrito en el Arco del Triunfo en París, murió a los 44 años el 22 de agosto de 1812, después de ser alcanzado por una bala de cañón durante la exitosa invasión de Rusia por parte de Napoleón.

Gudin era personalmente conocido y respetado por Napoleón. Un busto de su semejanza reside en el Palacio de Versalles, y una calle de París lleva su nombre.

Después de su muerte, su corazón fue cortado y llevado a París para ser colocado en una capilla en el cementerio Père Lachaise de la capital francesa, pero se desconocía la ubicación precisa del resto de su cuerpo.

Luego, en julio, un equipo de arqueólogos franceses y rusos dijo que desenterraron lo que creían que eran los restos perdidos de Gudin durante una excavación en la ciudad rusa de Smolensk, a 250 millas al oeste de Moscú.






Los restos de Gudin permanecieron durante más de 200 años antes de ser descubiertos Crédito: DENIS MAXIMOV / AFP a través de Getty Images

Los registros del período indican que Gudin resultó gravemente herido en la batalla de Valutino cerca de Smolensk, cerca de la frontera con Bielorrusia, en la que perecieron 7,000 franceses.

Su pierna fue amputada y murió tres días después de gangrena.

La búsqueda de sus restos comenzó en mayo, financiada por un grupo franco-ruso encabezado por Pierre Malinowski, un historiador y ex soldado con vínculos con la extrema derecha francesa y el apoyo del Kremlin.

El equipo confiaba en que el esqueleto que encontraron pertenecía a Gudin, pero para disipar cualquier duda envió muestras para análisis genético cruzado con ADN de los descendientes del general.

"Regresé a Francia con un pedazo de fémur y dientes", dijo el Sr. Malinowski. Se los entregó a un experto en Marsella, en el sur de Francia, que los comparó con los restos del hermano y la hermana de Gudin de la cripta familiar en Saint-Maurice-sur-Aveyron en Loiret, en el centro de Francia.


El emperador Napoleón en su estudio en las Tullerías por Jacques-Louis David

Las pruebas de ADN demuestran que los arqueólogos han encontrado a uno de los generales favoritos de Napoleón que cayó en Rusia en 1812. Crédito: Corbis Historical.

"El ADN se ajusta al 100 por ciento", dijo Malinowski a France Bleu. "Ya no hay ninguna duda".

"Este es el mejor día de mi vida. Napoleón fue una de las últimas personas en verlo con vida, lo cual es muy importante, y es el primer general del período napoleónico que hemos encontrado".

"Tuvimos mucha suerte de encontrar un esqueleto después de todas las tragedias que sufrió Rusia en 1812. Y aún más increíble, había más ADN utilizable en los restos (de Gudin) que en los huesos conservados en un lugar seco durante los últimos 200 años". "

Dijo que los restos serían devueltos pronto a Francia.

Albéric d'Orléans, un heredero directo del general, aclamó la noticia como histórica.

Llamó a un entierro apropiado en los Inválidos en París, el complejo militar que alberga la tumba de Napoleón y otros grandes líderes militares franceses.

"Este es el hombre que se enfrentó a los prusianos durante la Batalla de Auerstaedt (en la que Napoleón derrotó a Federico Guillermo III), merece un tributo nacional", dijo.



Los arqueólogos trabajaron en el lugar del entierro de Gudin en un parque en Smolensk Crédito: DENIS MAXIMOV / AFP a través de Getty Images

Según el Sr. Malinowski, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, se interesó personalmente en el caso y ofreció volar los restos a Francia. Emmanuel Macron, el presidente francés, también estaba al tanto del descubrimiento.

"Ambos presidentes están entusiasmados", dijo, y agregó que esperaba una ceremonia conjunta en honor del general.

"Ayudará a unir a Francia y Rusia".

Se dice que Gudin fue uno de los generales favoritos de Napoleón y los dos hombres asistieron a la escuela militar juntos.

El equipo en Smolensk primero siguió las memorias de un subordinado de Gudin, Marshall Davout, quien organizó el funeral y describió un mausoleo hecho de cuatro cañones apuntando hacia arriba, dijo Nikolai Makarov, director del Instituto Ruso de Arqueología.

Cuando ese rastro se secó, verificaron otra teoría por un testigo del funeral y encontraron piezas de un ataúd de madera enterrado debajo de una vieja pista de baile en el parque de la ciudad.

Un informe preliminar concluyó que el esqueleto pertenecía a un hombre que murió entre los 40 y los 45 años.

Napoleón esperaba derrotar al ejército ruso en Valutino, pero logró escapar y el zar ruso Alexander se negó a discutir la paz.

"Esta batalla podría haber sido decisiva si Napoleón no hubiera subestimado a los rusos", dijo Malinowski.

"Las grandes pérdidas en esta batalla le mostraron a Napoleón que iba a pasar por el infierno en Rusia".

La campaña del líder francés terminó en una retirada desastrosa ya que los rusos usaron tácticas de tierra quemada e incluso ordenaron que se quemara Moscú para agotar los recursos de Napoleón.

Menos del diez por ciento de sus fuerzas sobrevivieron a la invasión rusa.