martes, 13 de octubre de 2015

SGM: Otra historia de amor

Una historia de amor entre un prisionero británico y una alemana en medio de la SGM
JAVIER SANZ — Historias de la Historia


Horace y Rosa

Dicen que en el amor y en la guerra todo vale, pues esto es una historia de amor en mitad de una guerra: la del británico Horace Greasley y la alemana Rosa Rauchbach durante la Segunda Guerra Mundial.

En la Navidad de de 1918, venían al mundo dos gemelos en un pequeño pueblo de la campiña inglesa, Ibstock (en el condado de Leicestershire, Reino Unido). Harold y Horace, que así se llamaron, decidieron quedarse en su pueblo natal para ayudar a sus padres en la granja familiar. Horace, cuando podía, también trabajaba algunas horas en la barbería del pueblo y allí se enteró de que Alemania había invadido Checoslovaquia… Todo en su vida cambió. Ante los posteriores movimientos de Alemania, el Parlamento británico aprobó en 1939 la ley de instrucción militar que obligaba a todos los hombres con edades comprendidas entre los dieciocho y cuarenta años —los hermanos tenían veintiuno— a someterse a un entrenamiento militar básico durante seis meses para luego pasar a la reserva activa. No tuvieron tiempo ni de terminar el entrenamiento, a las siete semanas fueron adscritos a la 2ª compañía del 5º batallón de Leicestershire y enviados a Francia integrados en la British Expeditionary Force o BEF (Fuerza Expedicionaria Británica) para frenar la ofensiva alemana. Aunque inicialmente la BEF tuvo cierto éxito, nada pudieron hacer ante el poderío de los panzers alemanes. En mayo de 1940, el oficial al mando, lord Gord, ordenó la retirada hacia Dunkerque para evacuar lo que quedaba de la BEF. De Harold nada más se supo y Horace… aquí comienza su aventura.


Horace Greasley

El 25 de mayo, Horace fue capturado en Carvin, al sur de Lille. Él y el resto de los prisioneros tuvieron que caminar durante diez semanas a marchas forzadas atravesando Francia y Bélgica hasta llegar a Clervaux (Luxemburgo). Los que sobrevivieron fueron metidos en un tren, y después de un viaje de varios días en condiciones infrahumanas llegaron al campo de prisioneros Stalag XXI-D en Silesia (Polonia). Fueron días de trabajos de sol a sol, acompañados de algunas palizas, escasa comida y tener que compartir la cama con piojos y ratas. Cuando terminó el invierno de 1941, los supervivientes fueron trasladados a otro campo en Lamsdorf (Polonia), que nada tenía que ver con el anterior. Aunque tenían que trabajar durante diez horas en una cantera de mármol, podían ducharse con agua caliente, recibían varias comidas al día y dormían sobre algo que podía llamarse cama. Herr Rauchbach, el propietario del negocio, sabía que el trabajo en la cantera dependía de que la condición física de los prisioneros fuese aceptable, así que procuró asegurarles unas mínimas condiciones. Rosa, su hija de diecisiete años, trabajaba en el campo como intérprete. Horace se quedó prendado de ella nada más verla, pero, lógicamente, en su estado sabía que ella nunca se fijaría en él. Desde aquel momento, se propuso, en la medida de sus posibilidades, recuperar la imagen de lo que era: un joven de veintitrés años. Tras varias semanas, y ya con mejor pinta, comenzaron a tontear… y del tonteo a los encuentros furtivos. Cuando llevaban un año de relación y los encuentros ya eran diarios, Horace fue trasladado a un campo en Freiwaldau, cerca de Auschwitz, a unos cuarenta kilómetros de distancia de su amada. Aquello parecía el fin… pero no.

Las condiciones del campo eran muy parecidas al de Lamsdorf, pero sin Rosa. Horace tenía que volver a verla. Ejerciendo su antigua profesión de peluquero, se ganó la confianza de los alemanes y tuvo cierta libertad de movimientos que le permitieron conocer al detalle la seguridad del campo. Cuando tuvo preparado un plan de huida, y gracias a otros prisioneros que trabajaban en el exterior, consiguió comunicarse con Rosa para citarse con ella en el bosque detrás de la cantera. Llegado el día de la fuga, y con la complicidad de sus compañeros del campo y los que transportaban las mercancías, huyó y consiguió reunirse con Rosa. Después de los correspondientes abrazos, besos, lágrimas… y lo que se terciase, Rosa le dijo que tenía que escapar, pero ¿adónde? El lugar más cercano en el que podría sentirse seguro era Suecia —país neutral— a cuatrocientos veinte kilómetros. Se olvidaron de ese tema y decidieron que Horace huiría cuando pudiese para ir a verla… y así lo hicieron. En las siguientes citas, y para alegría de los compañeros que le ayudaban a escapar cada noche, Rosa llevaba frutas, verduras e incluso una radio que les permitió conocer día a día el rumbo de la guerra. Durante dos años y medio mantuvieron más de doscientas citas.

El 24 de mayo de 1945, los prisioneros del campo fueron liberados y Horace, sin poder encontrarse con Rosa, repatriado al Reino Unido. Volvió a Leicestershire y durante un tiempo siguieron carteándose y preparando su reencuentro hasta que Rosa dejó de escribir… falleció mientras daba a luz al hijo de Horace, nacido muerto. Horace rehízo su vida y montó una peluquería, poco más tarde una empresa de transportes en la que conoció a la que sería su esposa. Se casaron y en 1988 se trasladaron a vivir a Alicante (España).


Horace en Alicante

En 2008 se publicó el libro Do the birds still sing in Hell? (¿Siguen cantando los pájaros en el infierno?) donde Horace cuenta sus penurias y su historia de amor. Lo que no podrá ver Horace —falleció en 2009 a la edad de noventa y un años— es la película… Silverline Productions compró los derechos del libro para adaptarla al cine y el productor Stratton Leopold ya está con los preparativos. Se rumorea que el papel de Horace lo podría interpretar Robert Pattinson.

lunes, 12 de octubre de 2015

Frente Oriental: La División Azul en Rusia

Violentos y ladrones, pero más humanos que los nazis
Un historiador ruso rastrea a la División Azul española por la URSS y su impacto
PILAR BONET - El País


Soldados de la División Azul leen el 'Marca'. La imagen pertenece al documental 'Extranjeros de sí mismos'.

Los españoles de la División Azul (DA) que, en apoyo de los invasores nazis, lucharon en tierras de la URSS de 1941 a 1943 fueron percibidos por los habitantes de las provincias rusas donde se acuartelaron -Nóvgorod y Leningrado- como más benignos que los alemanes y, a diferencia de estos, no se vieron involucrados en represalias masivas a la población, según el historiador Boris Kovalev, profesor de la Universidad Estatal de Nóvgorod.

Para su libro Voluntarios en una guerra ajena, dedicado a la DA, el investigador ha consultado los archivos provinciales de los servicios de Seguridad e Interior y el archivo central del ministerio de Defensa, además de entrevistar a una cincuentena de personas que habitaron en pueblos del territorio controlado por la DA a las orillas del lago Ilmén o en las riberas del río Vólkov, en la provincia de Nóvgorod, y en la de Leningrado.

Kovalev estudió también los diarios de los españoles caídos, la correspondencia incautada y más de 100 expedientes personales, entre transcripciones de interrogatorios de presos, desertores y tránsfugas, y actas de los procesos contra miembros de la DA. En conjunto, su obra presenta una visión polifacética del episodio histórico protagonizado por la Wehrmacht Alemana y los españoles que la siguieron a Rusia en una misión de solidaridad limitada que movilizó a más de 20.000 personas de diversos grupos, desde falangistas convencidos, voluntarios con motivaciones variadas, en gran parte económicas y de ascenso social, y una minoría deseosa de pasarse a la Unión Soviética.

Los españoles de la División no se vieron involucrados en represalias masivas
El frio y el hambre dominan los testimonios de españoles y rusos. Desde Alemania, los españoles marcharon a pie por el oeste de la URSS en el verano de 1941. No tenían ropa de invierno y en los pueblos de la provincia de Nóvgorod donde tomaron posiciones ya en otoño se dedicaron a robar prendas de abrigo, desde pañuelos de lana de las campesinas a edredones, que se echaban sobre los uniformes cada vez más harapientos. También se apoderaban de las válenki, las botas de fieltro rusas, que arrebataban a vivos y a muertos. Espoleados por el frío, prendían fuegos que amenazaban con incendiar las modestas viviendas campesinas donde se alojaban.

Sin haberse bañado desde que salieron de Alemania, piojosos y hambrientos, los divisionarios abandonaban su mugrienta ropa interior y se llevaban todo lo que encontraban a su paso: gallinas, vacas, y hasta los gatos. Una anciana invitada por los divisionarios a comer lo que creía un conejo descubrió con horror que había degustado su propio gato, cuando buscó a éste para darle las sobras del banquete.

Soldados irascibles

Espoleados por el frío, prendían fuegos que amenazaban con incendiar sus modestas casas
Los recuerdos de los habitantes de la zona ocupada y las actas de la Comisión Estatal Extraordinaria (ChGK, en ruso, la institución creada por la URSS para investigar los crímenes de guerra de los ocupantes) indican que los españoles eran muy excitables y podían matar a alguien en una riña, como Fédor Morózov, el alcalde colaboracionista con los nazis en Nóvgorod, tiroteado por un soldado español al que empujó en un reparto de leche. La maestra Alexandra Ojapkina, en 1941 una niña de 12 años evacuada al pueblo de Shevélevo, calificaba a los divisionarios de “muy ladrones, pero no crueles y con cierta compasión por los habitantes locales”.

La población rusa aprendió pronto que los participantes en la “cruzada contra el bolchevismo” se distinguían entre ellos, señala Kovalev en una conversación con EL PAIS, y afirma que los españoles, “pese a todo, eran mucho más humanos que los alemanes”. Ojapkina recordaba que los alemanes acusaron a la población civil de Shevélevo del saqueo del almacén de provisiones de los españoles, situado en aquella localidad. Los alemanes hicieron salir a la calle a la gente para fusilarla y la pusieron en fila, siendo una mujer madre de seis hijos la última en salir. Con disimulo, un soldado español apartó a la mujer del grupo, salvándole así la vida. Los responsables del saqueo del almacén, aparentemente, eran los habitantes de un pueblo vecino, donde vivían descendientes de colonos alemanes.

Los divisionarios se llevaban todo lo que encontraban a su paso: gallinas, vacas, y hasta los gatos
En una ocasión, en diciembre de 1941, la artillería alemana comenzó a disparar contra un grupo de 11 presos españoles capturados por los soviéticos, matando a cuatro presos.

El mando soviético recibía informes de los interrogatorios, en los que se constataba que la moral de combate de la DA había mermado al aumentar las dificultades. Los españoles jugaban a las cartas por dinero y algunos pagaban a sus compañeros para que hicieran guardia por ellos. En la DA se dio una orden contra quienes se autolesionaban para evitar el frente. Uno de los presos, Juan Trias Diego, confirmó a los soviéticos que en la División se había fusilado a soldados por autolesionarse y que otros recibieron castigos tales como patrullar en calzoncillos o ser abandonado frente a las trincheras con un farol encendido. Los soldados se “perdían” cuando volvían al frente desde el hospital, por lo que el mando de la DA organizó el transporte en grupos vigilados por un oficial. El método no fue eficaz, a jugar por un caso en el que además del grupo desapareció también el oficial controlador.

En Chudovo, a 100 kilómetros de Leningrado, había dos campos de prisioneros de la Wehrmacht donde fueron exterminados más de 53.000 personas. Al iniciarse la retirada, el comandante del campo hizo formar a los prisioneros y pidió dar varios pasos al frente a quienes no se valían por sí mismos. Los 55 hombres que avanzaron, esperando que les facilitaran el transporte, fueron fusilados a la vista del resto. Chudovo estaba 40 kilómetros al norte de la zona controlada por la DA.

domingo, 11 de octubre de 2015

Guerra contra la Subversión: Aniversario del asalto a Las Lomitas

Cuando los soldaditos formoseños frenaron a Montoneros


Se cumplen 40 años de la "Operación Primicia", el asalto a un regimiento con el cual la organización guerrillera buscó mostrar su poderío, pero cuyo efecto fue ahondar la represión y acelerar el golpe de Estado de 1976
Por: Ceferino Reato - Perfil


Parecía un domingo cualquiera, aquel 5 de octubre de 1975, con dos temas deportivos que concentraban la atención de los argentinos: el Gran Premio de Fórmula 1 de Estados Unidos y la quinta fecha del Campeonato Nacional de fútbol el austríaco; los dos empezaban a la misma hora, 4 de la tarde. En la fórmula uno, Niki Lauda ya se había coronado campeón, pero el santafesino Carlos Reutemann podía lograr el subcampeonato por primera vez. En el fútbol local, River Plate era uno de los favoritos. El equipo del técnico Ángel Labruna recibía en el estadio Monumental a Cipolletti, de Río Negro.

Sin embargo, el título principal de los diarios del lunes no fue el Gran Premio ni la fecha del fútbol sino el ataque a un cuartel de Formosa, en la periferia del país, que provocó una conmoción nacional gracias, en parte, a los oportunos cables de la agencia estatal de noticias Telam, que el día anterior había inaugurado su corresponsalía en la capital formoseña.


Los diarios de la época reflejan en portada el espectacular asalto guerrillero al Regimiento de Infantería de Monte nº 29 de Formosa (5 de octubre de 1975)

Es que hubo, en total, 28 muertos. Fue el debut del Ejército Montonero, con sus uniformes color azul y sus grados, el instrumento que la guerrilla peronista había creado para dar "un salto militar" y prepararse para enfrentar el golpe de Estado del que tanto se hablaba.

Hasta aquel momento, hace 40 años, los ataques a cuarteles eran la especialidad de otro grupo guerrillero poderoso, el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), de formación trotskista y guevarista.

EL ESPECTACULAR OPERATIVO INCLUYÓ EL SECUESTRO EN PLENO VUELO DE UN AVIÓN DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS


Los montoneros llamaron a este ataque "Operación Primicia" y fue espectacular porque incluyó el secuestro en pleno vuelo del avión más moderno de Aerolíneas Argentinas, que fue desviado de Corrientes a Formosa, mientras otro pelotón guerrillero tomaba el aeropuerto internacional "El Pucú". En simultáneo, una columna de vehículos entraba al Regimiento de Infantería de Monte Número 29 ubicado en los suburbios de la ciudad.


Hace 40 años, el 5 de octubre de 1975, Montoneros atacó el Regimiento de Infantería de Monte de Formosa

En total, participaron unos setenta guerrilleros. Montoneros quería demostrar que tenía la capacidad de tomar incluso un cuartel del Ejército muy alejado de Buenos Aires. Un golpe para desmoralizar a los militares.

PENSABAN QUE LOS JÓVENES CONSCRIPTOS DE GUARDIA NO OFRECERÍAN RESISTENCIA


Pensaban que los soldados que estaban de guardia en la tórrida siesta formoseña no ofrecerían resistencia; al final, eran todos jóvenes pobres de 21 años, tan peronistas como sus padres, y ellos, Montoneros, defendían los verdaderos intereses del pueblo.

Pero, ocurrió que los "colimbas" —el servicio militar era obligatorio y duraba un año— no se rindieron y rechazaron a los atacantes luego de un combate que duró treinta minutos y provocó veinticuatro muertos, doce atacantes y doce defensores del cuartel: diez soldados conscriptos; un subteniente, también de 21 años, y un sargento primero, de 32 años.

EN EL COPAMIENTO DEL AEROPUERTO, LOS MONTONEROS MATARON A UN POLICÍA.


Los guerrilleros que sobrevivieron huyeron en el avión de Aerolíneas —un Boeing 737-200, comprado en unos ocho millones de dólares— que aterrizó en un campo en Rafaela, en la provincia de Santa Fe, en una pista preparada por un pelotón de montoneros santafesinos.

Luego, cuando todo había pasado, patrullas militares salieron del cuartel y mataron a tres vecinos que no habían tenido nada que ver con el ataque.


Vecinos del Regimiento de Infantería de Monte nº 29 de Formosa. Entre ellos hubo 3 víctimas fatales. Octubre de 1975



Los tres decretos


Todas las fuerzas políticas condenaron el ataque de Montoneros, que apuntaba al corazón del gobierno constitucional de la presidenta Isabel Perón: al "monopolio de la violencia física legítima" que caracteriza a todo Estado moderno, según el economista y sociólogo alemán Max Weber.

EL ATAQUE APUNTABA AL CORAZÓN DEL GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE ISABEL PERÓN


Isabelita estaba de licencia médica en Ascochinga, Córdoba, y su cargo era ocupado en forma interina por el titular del Senado, Ítalo Luder. Aquel lunes, Luder se reunió con el ministro de Defensa, Angel Robledo, en la Casa Rosada, y decidieron impulsar tres decretos que satisfacían los reclamos de los jefes militares en la lucha contra la guerrilla.


Italo Luder -presidente interino en el momento del asalto al cuartel de Formosa- e Isabel Perón, presidente de la Nación (1975)

El presidente interino convocó al mediodía a todo el gabinete y a los tres jefes militares; el general Jorge Videla había viajado a Formosa y en su lugar concurrió el jefe de su Estado Mayor, el general Roberto Viola. Luder indicó a Tomás Vottero, ministro de Defensa, que leyera los tres decretos.

—Se ponen a consideración las firmas de estos decretos para terminar con la subversión, señaló luego Luder.

LOS DECRETOS DELEGABAN EN LAS FUERZAS ARMADAS LA LUCHA CONTRA LAS GUERRILLAS


Nadie dijo nada y los decretos quedaron aprobados por todo el gabinete. En resumen, esos decretos delegaban en las Fuerzas Armadas la lucha contra las guerrillas, prácticamente sin control porque el gobierno de Isabelita estaba muy deteriorado por una tormenta de violencia política, inflación, desabastecimiento y denuncias de corrupción.

Uno de esos decretos, el número 2771, disponía que el ministerio del Interior firmara convenios con los gobernadores para que la policía y el servicio penitenciario de cada provincia quedaran bajo el control operativo de los militares. Esos acuerdos fueron rubricados al día siguiente. El secretario Técnico de la Presidencia, Julio González, me contó que el gobernador de La Rioja, Carlos Menem, "tomó presuroso la palabra y dijo: ´Yo quiero tener la satisfacción de ser el primero en firmar el acta´; y lo hizo".


Los diarios de la época reflejan el mayor protagonismo de las Fuerzas Armadas, como resultado del asalto guerrillero al cuartel de Formosa. Seis meses después, derrocarían al gobierno constitucional.

El martes 7 de octubre, el embajador estadounidense Robert Hill informó a su gobierno en el cable reservado 6713 que, "luego de casi dieciocho meses de respaldos y rellenos no concluyentes, el gobierno finalmente estableció un enfoque unificado para manejar el problema subversivo". Tres días después, en otro cable reservado, el número 6814, Hill analizó el decreto 2772 y concluyó: "Las Fuerzas Armadas tienen ahora la autoridad que han buscado durante mucho tiempo para asumir la lucha contra los terroristas, la cual hasta este momento ha sido en gran medida manejada (o mal manejada) por la Policía Federal".

El ex vicepresidente y ex gobernador Carlos Ruckauf era ministro de Trabajo: "Luder dijo que había que ampliar el área de influencia de las Fuerzas Armadas a todo el país y que iban a enviarse esos decretos de inmediato al Congreso, y que se iban a mandar, además, dos proyectos de ley que explicaban la forma de aplicar los decretos y el mecanismo de control que iba a haber por parte del poder político sobre las fuerzas militares, que obviamente nunca se ejecutó: los tipos hacían lo que querían e inclusive detenían a compañeros nuestros y no sabíamos qué pasaba".


La conducción de la organización Montoneros. De izq. a der: Roberto Quieto, Mario Eduardo Fimenich y Fernando Vaca Narvaja

Ruckauf se refería a que los militares ya actuaban en la provincia de Tucumán para reprimir el foco guerrillero del ERP, instalado en marzo de 1974, durante la presidencia de Juan Perón.

Los tres decretos fueron ratificados por el Congreso el 29 de octubre.

El ataque activó también una serie de urgentes reuniones entre los jefes militares y Luder, quien rechazó desplazar a la viuda de Perón. Tanto Videla como el brigadier Héctor Fautario —que siempre se opuso al golpe— me contaron que esa frustrada negociación derivó en que Videla y el jefe de la Marina, Emilio Massera, fijaran el 24 de marzo de 1976 como la fecha del golpe de Estado que ya se venía organizando.

LOS PARIENTES DE LOS GUERRILLEROS MUERTOS FUERON INDEMNIZADOS COMO VÍCTIMAS DEL TERRORISMO DE ESTADO


Los años pasaron y los parientes de los guerrilleros muertos fueron indemnizados como si hubieran sido Víctimas del Terrorismo de Estado con el equivalente a cien veces el sueldo más alto de la administración pública nacional.

Por su lado, los padres de los colimbas muertos cobran una pensión muy baja, que en 2010, cuando fue publicada la primera edición de mi libro Operación Primicia, era de 842 pesos por mes.

Aquel año, la indemnización para las Víctimas del Terrorismo de Estado ascendía a 620.919 pesos.

Un cálculo simple indicaba que la madre de Sosa, por ejemplo, debía cobrar esa pensión de 842 pesos todos los meses durante 61 años y medio de su vida para llegar a la suma ya percibida por los parientes de cada uno de los guerrilleros. Y sin que hubiera inflación.

LOS SOLDADOS QUE SOBREVIVIERON SIGUEN TAN POBRES COMO ANTES


El juez federal Claudio Bonadio investiga ahora si hubo delito en el pago de las indemnizaciones a los parientes de los guerrilleros muertos por lo cual ya allanó dos veces la sede de la secretaría de Derechos Humanos.

Además, los guerrilleros muertos son recordados como héroes y mártires en sus pueblos y ciudades, y figuran en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado ubicado en la Costanera porteña.


Los guerrilleros muertos en el asalto al cuartel de Formosa en octubre de 1975 son recordados como víctimas del terrorismo de Estado

Tres años atrás, el diputado formoseño Ricardo Buryaile, del radicalismo, presentó un proyecto de ley para equiparar los subsidios a los parientes de uno y otro bando, pero luego de muchas idas y vueltas el proyecto no fue aprobado por la oposición de los diputados kirchneristas.

Los soldados que sobrevivieron —siguen hoy tan pobres como antes— han solicitado el cobro de un subsidio, que fue negado por el Ejército y el gobierno nacional.

Todo muy previsible, considerando que el Ejército hasta se niega a entregarles una medalla conmemorativa de los 40 años de aquel combate.



Editor ejecutivo de la revista Fortuna y autor del libro Operación Primicia

sábado, 10 de octubre de 2015

Roma: La muy sana alimentación dejaba los dientes inmaculados

Los antiguos romanos no tenían necesidad de los dentistas, a causa de un alimento no comían

Olivia Goldhill - Quartz


La higiene dental moderna habría sido bastante innecesario para los antiguos romanos que vivían en Pompeya, como la investigación ha revelado que tenían dientes impresionantemente saludables.
Los científicos designados por la Superintendencia Arqueológica de Pompeya han utilizado TAC para examinar 30 Pompeya habitantes que se conservan en la ceniza endurecida después del Monte Vesubio entró en erupción en el año 79. El grupo, encabezado por el radiólogo Giovanni Babino, publicado fotos de su trabajo el 29 de septiembre, y reveló en una conferencia de prensa que los antiguos romanos tenían dientes perfectos y "no hay necesidad inmediata discernible para los dentistas", según la agencia de noticias Agencia Giornalistica Italia.
Aunque los ciudadanos de Pompeya no utilizan cepillos de dientes o pasta de dientes, tenían dientes sanos gracias a su dieta baja en azúcar. Massimo Osanna, superintendente del sitio Patrimonio de la Humanidad, dijo que su dieta era "equilibrada y saludable, similar a lo que hoy llamamos la dieta mediterránea", según The Telegraph.

"Los habitantes de Pompeya comieron un montón de frutas y verduras, pero muy poco de azúcar", dijo Elisa Vanacore ortodoncista, quien supervisó el examen de los dientes. "Comieron mejor de lo que lo hicieron y tienen muy buenos dientes."

Vanacore agregó que los dientes de Pompeya ciudadanos se han beneficiado de los altos niveles de flúor en el aire y el agua cerca del volcán.
El estudio de los dientes podrían ayudar a determinar la edad de los órganos examinados y revelar más detalles acerca de la vida en Pompeya. Los científicos tienen la esperanza de analizar 86 moldes de yeso en total de Pompeya, y la investigación deben en última instancia, descubrir las edades, sexo, dieta, enfermedades y clases sociales de los ciudadanos de Pompeya conservados.
Pero aunque los dientes sanos los antiguos romanos pueden ser una sorpresa, no son el único grupo histórico que se cree que han tenido mejores dientes que la gente de hoy.
A pesar de la creencia popular de que los Tudor tenían una higiene dental pobre (un estereotipo en gran parte debida a la reina Isabel I, que de hecho tenía dientes podridos), más tempranas Tudor tenía dientes-vez notablemente saludables de nuevo debido a la falta de azúcar en su dieta. Cuando la producción de azúcar se hizo común en España, Francia y Holanda durante la década de 1600, el precio cayó y el azúcar se convirtió en una característica común de las dietas de muchos europeos.

viernes, 9 de octubre de 2015

Vida civil: La basura histórica de Buenos Aires

Dos siglos de basura: qué descartaban los porteños y cuál era la ruta de los residuos
Cordero, vizcacha y pavo eran las comidas preferidas en la ciudad; en 1860, sólo en el centro, un empleado municipal retiraba casa por casa los desperdicios
Laura Rocha - La Nación


 Ulises Camino, arqueólogo urbano, analiza objetos descartados en el ex corralón Vélez Sarsfield, en Floresta. Foto:Marcelo Gómez


El cordero, la vizcacha y el pavo eran algunos de los platos más saboreados en el siglo XIX en la ciudad de Buenos Aires. Servidos en loza inglesa y acompañados por aguas carbonatadas y cervezas que llegaban desde Alemania.


La basura cuenta mucho de las sociedades: qué se consumía, cómo se disponían los residuos y cuál era su relación con el ambiente. A pesar de los procesos para hacer desaparecer los desechos, la basura cuenta historias. "El 70% de la arqueología urbana son restos que fueron tirados intencionalmente. Son esos restos los que analizamos para ir reconstruyendo las sociedades del pasado", explica a LA NACION Ulises Camino, del Centro de Arqueología Urbana de la UBA-Conicet.


Huesos de cordero. Foto:Marcelo Gómez

"A fines del siglo XIX, entre los huesos rescatados había un porcentaje mucho más alto de cordero de lo que hay en la actualidad. Es lógico: la provincia de Buenos Aires tenía 60 millones de cabeza de ganado ovino", explica el experto mientras acomoda restos que se hallaron en lo que fue el corralón Vélez Sarsfield, en Gaona y Segurola, en Floresta.

Allí, en estos sitios se guardaban los caballos y carros con los que se recogía la basura en la ciudad. Luego se la llevaba a los incineradores. "En 1911 la basura se depositaba en los incineradores centrales. Uno, en Zavaleta e Iriarte, era el más grande, conocido como "la Quema", en Barracas. En 1920, en el de Flores, y en 1930, en el de Chacarita. En un momento pensó en hacerse usinas eléctricas, pero el problema es que la basura de Buenos Aires siempre tenía mucha humedad", dice Camino mientras muestra la colección más importante de herraduras de caballos y percherones. Conserva 250 de diferentes tamaños.


Herraduras de caballo. Foto:Marcelo Gómez

Previo a ese momento, la disposición de la basura era algo más individual. "Entre fines del siglo XVII y mediados del siglo XVIII existía un sistema de recolección restringido a la zona céntrica, donde un empleado municipal entraba cada mañana en los zaguanes de las viviendas para retirar desechos depositados en recipientes de hojalata", cuenta María Semmartin, que dirigió la publicación de la Facultad de Agronomía Los Residuos Sólidos Urbanos, "Doscientos años de historia porteña".

La basura se depositaba en los huecos, unos espacios de los tiempos hispánicos habilitados por el Cabildo. "Muchos de esos huecos hoy son plazas, como Lavalle y Vicente López", cuenta la investigadora.

"Las heces de caballos son ahora de perros, los cirujas mutaron en cartoneros, pero el problema es, esencialmente, el mismo", agrega Semmartin.

Si bien la generación de basura se ha multiplicado conforme creció la población, lo que se descartaba per cápita no varió tanto: las primeras evaluaciones dan cuenta de que en 1890 cada persona generaba 1,1 kg de residuos, mientras que en la actualidad ese número oscila entre 1,2 y 1,5 kg por habitante, según datos relevados en el informe.


Trozo de vidrio. Foto:Marcelo Gómez

"La diferencia ahí está en la composición de la basura. A fines del siglo XIX, unas tres cuartas partes eran restos vegetales y animales, cenizas y polvo de barrido de las casas. El resto lo componían vidrios, telas y cascotes. Hoy, el plástico y los papeles y cartones de los envases son más livianos, pero representan una parte mucho más importante de los residuos", dice la investigadora.

Camino, que recupera los restos de residuos, coincide. "El vidrio, la loza y los desechos orgánicos son más pesados. Es interesante ver que en esa época se consumían más animales producto de la caza, como la vizcacha y la liebre. También gansos y pavos. Era mucho más frecuente que la gente los comprara", explica.

Buena parte de la arqueología urbana en la ciudad debe sus hallazgos a la basura. En una memoria municipal de 1922, Camino halló un dato: "Parte de las cenizas, escorias y restos calcinados producidos eran descargados en el predio; los restantes eran transportados a terrenos bajos de la ciudad y a terrenos particulares donde sus dueños lo solicitaran, a cambio de una paga mínima".

"Es que la ceniza que se generaba en las quemas muchas veces era usada como relleno. En este corralón [por Vélez Sarsfield], por ejemplo, que está elevado 5 metros, se utilizó ese material. Por eso fue que nos llamaron cuando comenzaron con la obra de la escuela para la excavación arqueológica. Siempre quedan restos porque el fuego no destruye todo. Y ahí es donde intervenimos nosotros", agrega Camino. Y explica que el terraplén se levantó allí para evitar que el arroyo Maldonado acabara con las caballerizas.

Este proceso culminó en la década del 70, cuando se terminaron las quemas y también las recolecciones domiciliarias y colectivas. Se eligió el relleno sanitario como método de disposición final de la basura. En 2015 los últimos rellenos que siguen abiertos en la provincia de Buenos Aires están casi al límite. Lo insólito: todavía no se resolvió cuál será el sistema para procesar los desperdicios del distrito en un futuro no tan lejano.

jueves, 8 de octubre de 2015

Guerra del Pacífico: El guano y la química


La química derrotó a los vencedores de la Guerra del Guano y el Salitre
   
Javier Sanz - Historias de la Historia


Mediados-finales del siglo XIX. La población europea se enfrentaba, acaso por primera vez, a los presagios de la teoría de Malthus que venía a decir que la producción de alimentos no aumentaría en la misma proporción que la población, lo que quería decir que, de hecho, habría a corto plazo graves problemas de abastecimiento de productos básicos. Los campos del Viejo Mundo estaban agotados después de décadas de sobreexplotación y erosión. Fueron los británicos, a partir de la década de 1840, los que descubrieron las magníficas propiedades fertilizantes del Guano y en esa época comenzó la explotación a gran escala de tan preciado abono desde Perú:

los alcatraces y las gaviotas, alimentados por los fabulosos cardúmenes de las corrientes que lamen las riberas, habían ido acumulando en las islas y los islotes, desde tiempos inmemoriales, grandes montañas de excrementos ricos en nitrógeno, amoníaco, fosfatos y sales alcalinas.


Chincha (Perú) - Las islas del guano

Una década después, la química agrícola vino a descubrir que eran aún mayores las bondades del Salitre y su uso en Europa como abono se popularizó, proveniente, en forma de nitrato de soda, de las salitreras peruanas y bolivianas: Tarapacá y Antofagasta, respectivamente:

Gracias al salitre y al guano, que yacían en las costas del Pacífico casi al alcance de los barcos que venían a buscarlos, el fantasma del hambre se alejó de Europa.
Hasta entonces, la oligarquía limeña había prosperado gracias a la Plata de Potosí (les suena al expresión “esto vale un potosí”); a partir este momento pasaron a florecer gracias a los excrementos de pájaro y al “grumo blanco y brillante de las salitreras”. Y allí estuvieron los británicos, en sustitución de los españoles, para hacerse con el negocio: los créditos que el estado pedía -como consecuencia del derroche despilfarrador en el que se había instalado-, hipotecando su porvenir, estaban en manos inglesas. En 1868 el tema se agravó definitivamente cuando los gastos y deudas del estado superaron con creces los ingresos que generaban las exportaciones (¿a que también le suena esta situación?). Para terminar de liarla, los depósitos de guano se utilizaron como garantía de pago, lo que de hecho generó la pérdida de soberanía sobre los recursos naturales. Mientras, los obreros padecían unas condiciones laborales y vitales rayanas en la esclavitud.

Según cuenta Eduardo Galeano en Las venas abiertas de América Latina, publicado en 1971 y reeditado posteriormente en numerosas ocasiones, “la explotación del salitre rápidamente se extendió a la provincia boliviana de Antofagasta, aunque el negocio no era boliviano, sino peruano y, sobre todo, chileno”. El gobierno de Bolivia pretendió aplicar un impuesto a las explotadoras y exportadoras de salitre ubicadas en su territorio y fue entonces cuando el ejércido chileno invadió la provincia y ya nunca se marchó de allí. Quizá sepan que Bolivia es en único país de América (junto al ninguneado Paraguay) que no tiene salida al mar. Antes de 1879, fecha de comienzo de la Guerra del Guano y del Salitre, también llamada Guerra del Pacífico, esto no era así. En aquel conflicto Chile se anexionó una serie de territorios costeros y desde entonces Bolivia viene periódicamente reclamando lo que fue suyo o, al menos, un corredor que le dé salida natural al mar. Como supondrán, Chile y Perú no quieren ni oir hablar del tema.


Guerra del Guano y el Salitre

Perú y Bolivia sufrieron a partir de entonces una sangría cuyas consecuencias todavía padecen, en parte por la pérdida de sus principales recursos naturales. Pero ¿qué pasó con los vencedores de aquel conflicto, los chilenos?

Al comenzar el conflicto los ingresos de Chile dependían en un 5% del salitre y el yodo. Una década después la cifra ascendía a más de la mitad, matoritariamente provenientes de la explotación de los recursos que obtenían de los territorios recién conquistados. Y, como quizá hayan sospechado, las inversiones inglesas en la región se triplicaron hasta convertir la región del salitre en “una factoría británica”. Mientras chilenos, bolivianos y peruanos peleaban entre ellos, los británicos se apoderaban de esa próspera industria sin haber desembolsado ni un penique, pues la financiación la proporcionaron gustosamente los propios bancos chilenos.


Nitrato de Chile

En 1890 Chile ya destinaba las tres cuartas partes de sus exportaciones a Inglaterra y recibía de ella la mitad de sus importaciones, mayor dependencia comercial incluso que con la India colonial. Con esa aparente bonanza, el presidente Balmaceda afrontó un ambicioso plan de progreso para el país: desarrollo industrial, obras públicas, educación… y, consciente de su dependencia de Inglaterra, cerró el grifo a la expansión territorial británica en el país. En 1891 estalló la guerra civil (sí, amigos; Chile también tuvo su guerra civil) y ya imaginarán a qué bando apoyaron los británicos y quién resultó derrotado. Como informó el embajador británico a la urbe:

No es ningún secreto que para la comunidad británica es una satisfacción la caída de Balmaceda, cuyo triunfo habría implicado serios perjuicios a los intereses comerciales británicos.
Así que las empresas británicas afianzaron y ampliaron sus dominios, mientras los planes reformadores del gobierno derrocado se vinieron abajo. Y la prosperidad de las explotaciones salitreras no sirvió para el desarrollo local, sino para acrecentar las desigualdades y las deformaciones estructurales de su economía.

Y aquí es cuando entran en escena los químicos Fritz Haber y Carl Bosch, prusiano y alemán, respectivamente. Ellos fueron los responsables del desarrollo, patente y comercialización del proceso Haber-Bosch, que, básicamente, consiste en obtener nitrógeno del aire y producir amoníaco a nivel industrial que, al oxidarse, forma nitritos y nitratos, esenciales en la producción de fertilizantes. Este proceso no tiene competencia actualmente en este ámbito. Ambos recibieron el Premio Nobel de Química, Haber en 1918 y Bosch en 1931. La consecuencia evidente fue el derrumbe progresivo pero inexorable de la econonía chilena en las décadas siguientes, excesivamente dependiente del comercio del salitre, que dejó de ser materia prima fundamental a nivel mundial en la producción de abonos y fertilizantes.

Así es como la química acabó por derrotar a los vencedores de esa otra Guerra del Pacífico.

Colaboración Rafael Ballesteros de DesEquiLIBROS

miércoles, 7 de octubre de 2015

Aztecas: Un tesoro escondido en Catalunya

El secreto catalán de Moctezuma
Jordi Soler - El País



Xipaguazin Moctezuma, hija del emperador azteca, se casó con don Juan Grau, barón de Toloriu, un diminuto pueblo del pirineo leridano. Enterró un tesoro allí y aún hay gente que lo busca.

En 1934, un grupo de aventureros alemanes compró, por 3.000 pesetas de entonces, todas las tierras que había alrededor de una gran masía. La propiedad comenzaba a las afueras de Toloriu y llegaba más allá del camino a Querforadat, dos poblaciones que están al pie de la sierra del Cadí, en la Cerdaña catalana, muy cerca de la frontera francesa. Esta masía, que hasta hoy se llama Casa Vima, ha sido durante siglos objeto de un considerable número de especulaciones y la ilusión de una variada fauna de cazadores de tesoros, como ese grupo de aventureros alemanes que llegó hasta ahí, armado con palas y zapapicos, y el objetivo impostergable de desenterrar el tesoro de Moctezuma. La historia del tesoro del emperador azteca enterrado en un pueblo perdido en el norte de España parece un cuento; durante quinientos años, sus pormenores han dado tumbos, de boca en boca, por toda la región, y quien se acerque hoy a Toloriu, ese misterioso pueblo de 14 habitantes que está encaramado en una montaña, se encontrará con una placa, puesta en el portal de la iglesia, donde dice que la princesa Xipaguazin Moctezuma, hija del emperador mexicano y esposa de Juan de Grau, barón de Toloriu, murió en el año 1537. Por si esto fuera poco, la placa está escrita en francés, firmada por los "Caballeros de la orden de la corona azteca de Francia" y por un tal Chevalier L. Vidal Pradal de Mir, que es, al parecer, uno de los heterónimos de SMI príncipe Guillermo III de Grau-Moctezuma, descendiente del barón de Toloriu, que en los años sesenta del siglo veinte hizo su agosto en Barcelona vendiendo títulos nobiliarios y condecoraciones de la corona azteca a la gente que deseaba, y podía pagarse, un sitio en la realeza. Aquel grupo de aventureros alemanes llegó a Toloriu siguiendo la estela de unos pagarés donde constaba que los antiguos habitantes de la Casa Vima prestaban dinero y, además, hacían operaciones mercantiles con monedas de oro extranjeras; este dato, más la historia de la princesa mexicana que había llegado hasta allá con parte de la fortuna de su padre a cuestas, constituyó un motivo sólido para que los alemanes en 1936, una tropa de espeleólogos de Madrid en 1960 y un sinnúmero de avariciosos equipados hasta los dientes, que aparecen todavía de vez en cuando por la región, escarbaran agujeros periódicamente con la ilusión, un poco infantil, de dar con un cofre lleno de lingotes de oro que, cuando menos de manera teórica, debe ser un baúl mucho más dotado y valioso que aquellos que enterraban los piratas en las islas del Caribe. Sobre este tesoro y sus forofos, los habitantes de Toloriu prefieren guardar silencio, pero, como suele suceder con las historias estupendas, ésta se ha ido contando en diversos documentos y publicaciones, y de paso se ha ido enredando con las historias del resto de los herederos del emperador Moctezuma, que hoy son más de mil y viven entre México y España.

Resulta que don Juan de Grau, a la sazón barón de Toloriu, se embarcó hacia el Nuevo Mundo con Hernán Cortés y que, una vez efectuada la conquista, buscando su media naranja entre la realeza local, se casó con la princesa Xipaguazin Moctezuma, aunque hay historiadores que sostienen, ante la falta de un acta que lo compruebe, que aquello no fue una boda, sino un simple amancebamiento, e incluso hay quien dice que el barón, que era alérgico a los trámites y a la espera que éstos suponen, optó por la vía rápida y expedita del secuestro. Moctezuma, no está de más decirlo porque es parte del sainete, tuvo diecinueve hijos de diversas mujeres, y Xipaguazin era una de sus herederas; Xipaguazin, que ya para esas alturas, y con el fin de poder dirigirse a ella por su nombre, había sido rebautizada por el barón como María. La princesa se embarcó con don Juan de Grau a Toloriu, acompañada por uno de sus hermanos y un séquito de asistentes que llenó la Casa Vima, entonces propiedad de la familia del barón. Años más tarde, y uno antes de abandonar este mundo, la princesa tuvo un hijo que fue bautizado el 17 de mayo de 1536; el niño era un mestizo canónico, encarnaba la síntesis de las razas y también la de los títulos, privilegio que lo hizo poseedor de este potente e inconcebible nombre: Juan Pedro de Grau y Moctezuma, barón de Toloriu y emperador legítimo de México. Justamente aquí, en la palabra "legítimo", comienza este enredo que pronto cumplirá quinientos años. No es difícil imaginar la vida que llevaba la pobre princesa mexicana en aquel pueblo medieval de piedra, pegado a los Pirineos, con un clima de perros y un ambientillo que nada tenía que ver con la vida templada, colorida, sabrosa y llena de bullicio que llevaba en la corte azteca, cuando todavía era Xipaguazin y no María; no hay registro de los esfuerzos que debe de haber hecho para adaptarse a su nueva realidad de baronesa catalana, pero se sabe que su hermano, pasado el primer invierno, regresó a México y que su séquito, una docena de indios tristísimos, trashumaban los domingos por la única calle que tiene Toloriu, rumiando conceptos depresivos y soltando de cuando en cuando un espeso lagrimón. La hija de Moctezuma murió el 10 de enero de 1537 y fue enterrada en la parroquia del pueblo; meses antes, probablemente ofuscada de tanta melancolía, había tomado la precaución de enterrar sus bienes en algún sitio alrededor de la Casa Vima. Cuatrocientos años más tarde, en 1936, en los albores de la Guerra Civil, la tumba de la princesa fue saqueada y destruida, y todo lo que queda hoy de ella es la placa que puso a la entrada de la iglesia SMI el príncipe Guillermo III de Grau-Moctezuma, ese brumoso heredero que hace cincuenta años, como se ha dicho más arriba, vendía títulos nobiliarios y condecoraciones de la corona azteca. Hay un refrán catalán que da una idea de la dimensión que tiene Toloriu en el imaginario de los vecinos de la zona: Toloriu a on les bruixes hi fan el niu (Toloriu, donde las brujas hacen el nido); al margen del porcentaje de verdad que pueda tener este refrán, es cierto que el pueblo termina en una planicie que se abre, de manera sobrecogedora, hacia las montañas, y que dentro de la composición de este paisaje cabría perfectamente una vieja, vestida de negro, montando una escoba.

Mientras la descendencia de la princesa Xipaguazin tejía sus líneas desde Toloriu, Diego Luis, hijo de Pedro de Moctezuma y nieto del emperador, lo hacía desde Granada; se había casado con Francisca de la Cueva, que era española, y con ella procreó siete hijos; el mayor de éstos, Pedro Tesifón de Moctezuma y la Cueva, ostentaba los títulos, potentes e inconcebibles como los de su primo, de señor de Tula y de la Villa de Monterrojano de la Peza, primer conde de Moctezuma de Tultengo, primer vizconde de Ilucán y caballero de la Orden de Santiago. Los mil herederos, los auténticos y los opinables, reclaman hoy su tajada del imperio azteca; a algunos les basta con saberse poseedores de unas gotas de sangre real, pero otros, que miran con más practicidad el parentesco, reclaman lo que, según ellos, se les debe de la "pensión Moctezuma", una partida mensual de dinero que el Gobierno mexicano otorgaba a los miembros de esta distinguida estirpe desde la época del Virreinato hasta el año 1934, cuando el presidente Abelardo Rodríguez decidió cortarla por lo sano. Los miembros de la estirpe contemporánea de Moctezuma cargan con unos nombres kilométricos, que son imprescindibles para sacar a flote ese apellido clave que los distingue; por ejemplo, el de esta señora: María de los Ángeles Fernanda Olivera Beldar Esperón de la Flor Nieto Silva Andrada Moctezuma, cuyo padre, Fernando Olivera (y aquí otro apellido kilométrico), recibió hasta 1934 una pensión de 413,59 pesos y después, como el recorte del presidente Rodríguez le pareció arbitrario e injusto, interpuso un amparo. El asunto de los herederos del emperador, en México y España, se mantuvo en la sombra durante los años de la Guerra Civil y la dictadura, ese periodo en que no había relaciones diplomáticas entre los dos países, pero, como el asunto de la "pensión Moctezuma" puede todavía dar algún coletazo legal y los nexos familiares con el imperio azteca siguen granjeando cierto caché, la rebatiña llega periódicamente a las páginas de la prensa. En septiembre del año 2003, el diario mexicano El Universal publicó esta noticia: "El Estado mexicano adeuda las tierras que en 1526 los españoles reconocieron como propiedad de los herederos de Moctezuma Xocoyotzin, también conocido como Moctezuma II". Jesús Juárez Flores, abogado y marido de Blanca Barragán, una de las herederas, explica en aquella nota que "el caso de la deuda a los Moctezuma no está cerrado, porque el Gobierno de la colonia española lo inscribió en el Gran Libro de la Deuda Pública, y la deuda pública es imprescriptible. Simplemente se ha dejado de cobrar desde 1934, por lo que el Gobierno mexicano debe, sumado a la gran deuda, casi otro siglo de intereses. Es una cantidad para volverse locos". Blanca Barragán, que pertenece a la decimoquinta generación de herederos, dice que tiene en su poder "la documentación necesaria para ganar un juicio al Estado mexicano por concepto de la deuda". Por otra parte, hay dos familias, los Acosta en México y los Miravalle en España, que también hacen esfuerzos legales por recuperar esas pensiones.

Estos casos específicos hay que multiplicarlos por los cientos de herederos que, en la medida de sus documentos y sus posibilidades, exhiben ese brumoso linaje que llega hasta Toloriu, a los pies del Pirineo catalán, y que sirve para varias cosas: para ir por el mundo de mexicano auténtico, o exigir, con toda la autoridad que les confiere su linaje, que el Gobierno austriaco regrese el valioso penacho de su pariente, o recuperar la jugosa pensión o, ¿por qué no?, perpetrar una cadena de estafas como, aprovechando el desorden de esa turbamulta que bien podría denominarse el planeta Moctezuma, llevó a efecto SMI el príncipe Guillermo III, el supuesto heredero del barón de Toloriu y de la triste y compungida princesa Xipaguazin. El linaje que exhiben los herederos es brumoso porque, pongámonos serios: ¿qué tan pariente se puede ser de un hombre que murió en el siglo XVI?

Guillermo III de Grau-Moctezuma iba por España, en los años sesenta, autoinvestido de heredero del imperio azteca, y paralelamente fingía como gran maestre de la versión peninsular de los caballeros del Temple. En la cronología de los templarios en Europa, el príncipe heredero aparece mencionado en el año 1959: "Los templarios españoles, dirigidos por el príncipe 'William' Grau-Moctezuma, se separan de la orden". La fecha de la separación coincide con la fase expansiva de los negocios del príncipe, que se había instalado una suerte de embajada en Barcelona desde donde otorgaba, a cambio de una suma considerable de dinero, diplomas, condecoraciones, marquesados y ducados de la "Soberana e Imperial Orden de la Corona Azteca". En 1960, un año después de su separación de la orden del Temple, otorgó al jurista José Castán Tobeñas la condecoración de "Caballero del gran collar de la soberana e imperial orden" que él representaba. Castán era entonces presidente del Tribunal Supremo y, según cuenta Antonio Serrano González en su libro Un día en la vida de José Castán Tobeñas (Universitat de Valencia, 2001), el connotado jurista recibió la condecoración en su despacho de manos del príncipe Guillermo III. Serrano González concluye este episodio, que aparece en la página 59, haciendo notar que esta condecoración ha sido extirpada del listado oficial de condecoraciones que Castán Tobeñas recibió a lo largo de su vida. Lo mismo ha pasado con el resto de los condecorados: duques y marqueses que fueron investidos por el escurridizo príncipe han ido borrando de su historial cualquier contacto con la realeza azteca, con la excepción del jurista y repostero Ramón March, que en 1974, en un acto que se acercaba peligrosamente al jolgorio, recibió, aunque en realidad debe de haberla comprado, la condecoración de "Pastelero de honor de la corona azteca". A partir de ese año, la historia de SMI el príncipe Grau-Moctezuma comienza a disolverse en una cadena de fraudes cada vez más vulgares y oscuros, que no tenían ya ni el glamour ni la pátina de sus chapuzas soberanas e imperiales. Su último rastro aparece en los archivos de la orden del Temple, esa institución que, al parecer, nunca le quitó el ojo de encima. En el capítulo correspondiente a Inglaterra y Gales hay una línea que dice lo siguiente: "Grau-Moctezuma, para evitar su arresto en España, huyó a Andorra. Se le acusaba de vender falsos títulos nobiliarios".

martes, 6 de octubre de 2015

Nazismo: Las mentiras de Eichmann

Las mentiras de Adolf Eichmann
El filósofo alemán Bettina Stangneth reexamina el comandante nazi y la verdadera naturaleza del mal.


Un bosquejo de Adolf Eichmann, superpuesto sobre un mapa de Argentina The Huntington / Flickr

David Frum - The Atlantic

Como jefe del Departamento judía dentro de la SS nazi, Adolf Eichmann hace responsable operacional para el exterminio de los judíos europeos a través de años cruciales de la Segunda Guerra Mundial. Para su trabajo elegido por asesinato, Eichmann trajo un celo y compromiso que sufrió incluso a través de 15 años de exilio después de la guerra. En su juicio en Jerusalén en 1960, el líder nazi intentó presentarse como un siervo modesto del estado alemán, obedientemente siguiendo órdenes de un mando superior. La imagen de Eichmann como burócrata tecnocrática ha perdurado incluso el testimonio de que posteriormente descubrió en su puño y letra y la voz han revelado un hombre ferozmente dedicado a la ideología racial nazi y completamente arrepentido por sus vastos crímenes.

Bettina Stangneth, filósofo e historiador alemán, emprendió la difícil tarea de dominar el archivo Eichmann, incluyendo sus escritos de posguerra y horas de conversaciones grabadas con exiliados nazis compañeros en Argentina. Su trabajo fue publicado en Alemania en 2011 y puesto en libertad este año en Inglés como Eichmann Antes de Jerusalén, un título que invita a la comparación con la obra clásica, Eichmann en Jerusalén: Un Informe sobre la banalidad del mal, de Hannah Arendt que tanto hizo para arreglar y perpetuar la falsa imagen de Eichmann como un burócrata sin pasión. Entrevisté Stangneth por correo electrónico en la última semana de septiembre. La entrevista que sigue ha sido editado y condensado.

David Frum: En los años entre la Segunda Guerra Mundial y su captura por la inteligencia israelí en Argentina en 1960, Adolf Eichmann tenía mucho que decir acerca de su vida y de crímenes. Podemos empezar por explicar brevemente a los lectores: ¿Qué es este material, ¿cuánto hay, que recogió él, y cómo el uso de este material difiere de la de los estudiosos e historiadores antes?

Bettina Stangneth: La respuesta no es tan simple. Necesitaba 600 páginas para explicarlo, así que tal vez no soy la mejor persona para una respuesta rápida. Pero tal vez esto va a funcionar:

Mi libro se basa en una amplia variedad de fuentes: documentos recién descubiertos y anteriormente examinados de Eichmann y otros nazis de la época nazi y desde el exilio en Argentina, publicaciones del régimen nazi, y documentos sobre la Alemania de posguerra de diversos servicios de inteligencia, archivos de prensa y fincas privadas. A modo de ejemplo, he leído todos los informes periódicos single del juicio de Eichmann. Y había más de 800 libros sobre Eichmann a ser leídos. Así que la mayoría de las veces no había fuentes sólo "ocultas, secretas, espectaculares" trabajo duro. Como dice el refrán: A veces "nuevo material" es sólo "material no utilizado."

He encontrado muchos documentos desconocidos en los archivos alemanes. Tengo acceso a más de 2.000 páginas de los archivos de los servicios de inteligencia alemanes. Me pareció que los papeles privados de la policía Avner W. Menos, que interrogó a Eichmann en Israel. Y yo examiné los papeles de muchos otros nazis y simpatizantes nazis en Europa. Estamos hablando de decenas de miles de páginas aquí. Algunos de ellos fueron puestos en libertad con anterioridad, pero no se utiliza o no utiliza de forma sistemática. Otros sólo resurgió en 2009 a través de mi investigación. Es un gran, rompecabezas crueles, repartidos en 30 archivos.

El componente fundamental es la Papers Argentina. El tribunal de Jerusalén decidió no aceptar gran parte de la llamada "Entrevista Sassen" como evidencia porque no podían obtener prueba de su autenticidad. Si el tribunal no aceptó una fuente que significaba que la fuente no estaba disponible para los periodistas. Pero ese no era el problema principal.

La acusación fue capaz de adquirir alrededor de 700 páginas cuidadosamente escogidas del Papers Argentina, incluyendo 70 páginas escritas a mano por Eichmann. Sin embargo, nadie sabía que era sólo una parte de una mucho más grande manuscrito del que era absolutamente imposible reconocer el contenido real de estos fragmentos de un fragmento de un manuscrito. Piense en su propia escritura. Si tomé algunas páginas de la mitad de uno de sus libros, con el deseo explícito de manipular los lectores y ocultar el resto, sería fácil engañar a su público. Eso es exactamente lo que el amigo de Eichmann, Willem Sassen, lo hizo. Nadie fue capaz de reconocer la imagen más grande. Hoy contamos con más de 1.300 páginas, junto con notas marginales de Eichmann y tenemos mucha más información. Esto ha cambiado mucho.


Eichmann, bajo el alias de "Ricardo Klement," utilizó un falso pasaporte de la Cruz Roja para entrar en Argentina. (Wikipedia)

Los papeles de Argentina son el testimonio de un grupo de nazis que quiere traer de vuelta la idea del nacionalsocialismo. Eichmann fue parte de este grupo, consultado por su conocimiento de primera mano de la "cuestión judía". La supuesta "Sassen Entrevista" son las actas de sus reuniones. Los miembros del grupo escribieron sus propios borradores para las discusiones y Eichmann planeaban publicar su propio libro junto con el libro de Willem Sassen. Podemos reconstruir y sintetizar estos diferentes manuscritos, transcripciones y documentos. En resumen, los documentos de Argentina ofrecen un retrato de un grupo nazi radical con conexiones increíbles internacionales y pensamientos de Eichmann y elocuencia fuera de su caja de cristal en Jerusalén.

Frum: Como le dices a ella, el exilio nazi en Argentina hizo muy poco esfuerzo para ocultarse. Se reunieron en las reuniones sociales de convivencia para los debates como los que usted cita. Lo más notable de todo, bien en los mediados de 1950, los exiliados nazis publican periódicos y revistas y imaginaron una restauración de su influencia política en el país. Y en todo esto, Eichmann era una personalidad central. ¿Cómo y por qué las autoridades de Alemania Occidental dan a estas actividades?

Stangneth: No estoy seguro de las autoridades de Alemania Occidental por alto estas actividades. De hecho, sabemos que las autoridades alemanas tenían alguna información. La CIA recoge un archivo enorme en antiguos nazis en América del Sur. Muchos miembros y afiliados de la comunidad de exiliados también continuaron manteniendo conexiones con Alemania Occidental: Eberhard Fritsch, un editor pro-nazi que vive en Argentina; su amigo, Hans-Ulrich Rudel, quien jugó un papel importante en la política alemana; y Otto Skorzeny, quien trabajó en la inteligencia sí mismo, entre otros. No todos los nazi convencido estaba en la lista de búsqueda como criminal de guerra. Inteligencia alemana definitivamente supervisa este grupo y trató de proteger a su joven democracia de influencias nazis, como prohibida la revista Der Weg Fritsch, pero tuvo poca acción.

Tal vez sólo estaban aliviados de tener estos recordatorios oscuros tan lejos como sea posible?

Frum: Llevas el lector profundamente en la auto-justificación ideológica de los exiliados nazis. Entre otros temas, argumentan que sus crímenes palidecen en comparación con las depredaciones de los Judíos contra los palestinos. Ellos argumentan que su antisemitismo fue una respuesta razonable a los errores anteriores cometidos por los Judíos. Y, cuando no niegan el Holocausto de plano-se quejan de que Judíos están explotando el Holocausto con fines económicos y políticos. Todos estos temas siguen siendo sonado hasta nuestros días. ¿Es justo para leer su libro como el argumento de que no hay nada nuevo acerca de la Europa de "nuevo antisemitismo"?

Stangneth: Voy a poner otro de sus argumentos: El mundo islámico debe tomar el relevo y luchar contra los Judíos. Incluso el deseo de utilizar los extranjeros para nuestros propios dispositivos no es nada nuevo.

El antisemitismo alemán tiene un lenguaje propio que ha perdurado más allá de la muerte de Hitler. Por desgracia, la simpatía legítimo de los palestinos se ha convertido con frecuencia una cubierta para el antisemitismo y una forma de reclutar nuevos soldados para una vieja guerra. Tampoco es de extrañar que la gente tiene problemas para discernir la crítica justificada de las políticas estatales de edad, los estereotipos de odio.



Una página del diario de Adolf Eichmann, que escribió en prisión después de haber sido capturado en Argentina por agentes israelíes y llevado a Israel para ser juzgado. La firma de Eichmann está en la parte inferior derecha de la página, que con fecha 6 - 9 - 61. (Reuters)

El antisemitismo, con su particular mezcla de anti-intelectualismo, anti-capitalismo, anti-comunismo, anti-globalización, y la xenofobia, con un claro enemigo, es un cóctel peligroso. Mediante el examen de estos exiliados nazis podemos tratar de entender los orígenes antisemitismo moderno de, y descifrar su código. El "nuevo antisemitismo" puede tener nuevas circunstancias, pero me temo que la única solución propuesta sigue siendo la final [Endlösung].

Frum: ¿Todavía encuentra con personas que creen en la Eichmann descrito por Hannah Arendt: un burócrata mediocre que, literalmente, no podía pensar, cuyos actos cumplido impersonal la lógica de un sistema más amplio?

Stangneth: No era sólo Arendt Eichmann quien convenció al creer que, "a excepción de una diligencia extraordinaria en mirar hacia fuera para su progreso personal, no tenía motivos para nada. Y esta diligencia en sí era de ninguna manera criminal ... "Incluso interrogador de Eichmann tuvo problemas con la manipulación experta de Eichmann, y compartió una mesa con Eichmann durante más de 275 horas. Mentiras de Eichmann llevó a millones de personas a la muerte, por lo que su manipulación continua durante su juicio no es una sorpresa.

Un mentiroso se esconde en la verdad. Arendt descubrió la banalidad del mal, porque Adolf Eichmann revela involuntariamente el interior de su aparato de asesinato, así como él llevó a cabo el papel de un subordinado. Su descubrimiento es vital para nuestra comprensión de los crímenes de Estado y macro-criminalidad.

Hay una mayor lección, sin embargo. Los humanos simplemente prefieren la esperanza a la desesperación. La teoría de la banalidad del mal es una teoría de la esperanza: Si el mal surge de la ignorancia, la solución es tan fácil como un proyecto de la iluminación. Si ayudamos a la gente a pensar por sí mismos, el mundo será mejor. Pero, y esto es un feo ", pero" -hay una diferencia importante entre la incapacidad de pensar y una falta de voluntad para aceptar el pensamiento como la pena. Eichmann podía pensar, y sus escritos y discursos son prueba de ello. Siga los argumentos, y encontrará el pensador. Esta diferencia entre la "incapacidad de pensar" y "la desconfianza de pensar en sí" es crucial. De lo contrario, subestimamos el verdadero peligro del nacionalsocialismo y cada otra ideología que hace la guerra contra la razón. Ese es el propósito de mi investigación: para mostrar que la filosofía es defendible contra esta agresión fundamental. Pero entiendo muy bien por qué la gente, especialmente los intelectuales, se niegan a reconocer esta amenaza.

Después de Eichmann escuchó su sentencia de muerte, le dijo a sus abogados, "No me esperaba que me creyeran en absoluto."
Frum: Su última respuesta nos lleva a un punto importante: la mentira de Eichmann. Escenas del juicio de Eichmann están disponibles en YouTube. Los espectadores podrán ver de forma acusada cuya es formal, cuyo estilo de hablar es precisa e incluso pedante, que fácilmente se cita a las fechas y lugares. Él invita a su público a considerarlo como-si no otra cosa, por lo menos un narrador fiable. Sin embargo, usted coge Eichmann en el engaño tras engaño. ¿Cuál era su propósito en la continuación de mentir en esta última hora.

Stangneth: Siempre es fácil mentir si usted posee el conocimiento de primera mano. Y Eichmann quería jugar el papel de su propio narrador, investigador, historiador y filósofo. Él quería sobrevivir, y que confiaba en su capacidad de mentir su salida de la muerte.

Tal vez hay otra razón: La mentira puede producir una sensación de poder. Si usted hace que alguien cree una mentira, tienes poder sobre él o ella. Creer una mentira significa que usted pierde una parte del mundo real, de ti mismo. El mentiroso se le da el poder para reconstruir el mundo que nos rodea, y que operan de acuerdo a sus reglas. Piense en una placa de la calle invertida: Si usted es el que cumplió la señal, se puede disfrutar de ver a la gente correr en la dirección equivocada para coger un tren. Si usted lee la nota de Eichmann escribió en su celda (y no está disponible para periodistas y espectadores en 1961), se pueden encontrar indicios de que Eichmann saboreaba ese sentimiento especial de poder, incluso como un acusado. Después escuchó la sentencia de muerte, le dijo a sus abogados, "No me esperaba que no me creen en absoluto." (Original:. Ich habe nicht gedacht, hombre dass mir lo gar nicht glauben würde)

Frum: Eichmann anhelaba para el reconocimiento por las futuras generaciones de alemanes. ¿Cuál ha sido la recepción de su libro en Alemania? En un momento en el sentimiento antisemita parece en aumento en el continente Europeo, cuando un canciller alemán se ve obligado a hablar públicamente contra antisemitas incidentes hacer usted ve a su libro como algo más que una obra de la historia?

Stangneth: yo soy un filósofo, y los filósofos no puede escribir sobre cualquier cosa sin explorar el significado más profundo. No soy un profeta, sin embargo, y no creo que ningún escritor podría responder a estas preguntas. Usted tendría que preguntar a los lectores.

Creo que perdemos el punto, sin embargo, cuando se habla sólo de antisemitismo y Europa. Creo antisemitismo moderno es un síntoma de un problema mucho más grande hoy, porque nos hemos olvidado de sus orígenes: El antisemitismo de los nazis era, sobre todo, una falta de fe en la igualdad humana! Los nazis estaban convencidos de que nuestro mundo es demasiado pequeño para nosotros, que no tenemos suficientes recursos, que algunos seres humanos son superiores a los demás, y que sólo los seres humanos tienen derecho a sobrevivir, y la obligación de matar a los que don ' t. Para ellos, los Judios simbolizaba el internacionalismo, el racionalismo, la globalización y las normas morales universales. La ideología es difícil de descifrar, y por lo tanto muy peligroso. Y si usted me pregunta, su pensamiento aún persiste, específicamente, la convicción de que ser mejor que los demás y tener más derechos. Estamos edificios paredes alrededor nuestro "mundo occidental"; tratamos de suprimir o influir en el desarrollo democrático y económico de otros países, y que predicamos que la libertad, la igualdad y la libertad a veces no son tan importantes como la seguridad nacional, orgullo nacional, religión, o nuestras leyes. La fuerza viene de nuestra capacidad de navegar en nuestro mundo tal como es, y no de destruir lo que no entendemos.