Los últimos soldados
Por Luciana Sabina @Kalipolis en Twitter
Detrás de cada guerra hay historias, historias de sufrimiento, superación dentro del caos, valentía y miseria humana. Hoy vamos a ponerle nombre y rostro a algunas de ellas, hablando de los últimos soldados de distintas conflagraciones.
El último veterano francés documentado de la Primera Guerra Mundial fue Lazare Ponticelli, aunque en realidad nació en Italia el 7 de diciembre de 1897 y a los nueve años se instaló en Francia, país del que adoptó la ciudadanía.
Lazare mintió sobre su edad para poder participar en la Gran Guerra, tengamos en cuenta que esta fue un enfrentamiento que entusiasmó a las masas y en la que la opinión pública de entonces veía la solución a todos sus problemas de Europa. Tras esta experiencia, él y sus hermanos fundaron una compañía metalúrgica y de tuberías llamada "Hermanos Ponticelli", que tuvo un gran impulso gracias a la demanda generada por la Segunda Guerra Mundial y que aún existe.
Todos los 11 de noviembre, Ponticelli, asistía al homenaje celebrado en honor a sus compañeros caídos en combate. Explicó que durante la guerra, un soldadito que perdió la vida en la misma les pidió que si moría pensaran en él y fue justamente lo que hizo hasta su fallecimiento a los 110 años. En ese momento Nicolás Sarkozy emitió un comunicado informando a los franceses de esta perdida y lamentándola profundamente.
Pero el último combatiente de la Gran Guerra en morir no fue el italiano, se trató del británico Harry Patch de 111 años, fallecido en julio de 2009. Patch se desempeñó como ametralladorista en la Infantería Ligera del Duque de Cornualles y sufrió una terrible herida durante cierta batalla, de la que tardó mucho en recuperarse.
Existen numerosos videos de entrevistas a Patch, aunque accedió a hablar sobre la guerra recién tras cumplir los 100 años. Sin duda en la mirada centenaria de Patch se materializaba un gran abatimiento, muestra del infierno del que escapó y que jamás lo dejó del todo libre. Podemos adivinar que aún noventa años después, sus ojos seguían viendo el horror de las trincheras.
En cuanto a Argentina, ¿existe registro de algún último soldado? Sí. En la Revista "Caras y Caretas" de mayo 1910 se realizó un reportaje a quien sería el último soldado de San Martín. Un mendocino llamado Eufrasio Videla que, a juzgar por el entrevistador, tendría por entonces entre 110 y 115 años. En el texto se lo describe como un anciano "… alto, flaco, nudoso, erguido, casi tan erguido como los álamos que cortan las perspectivas en los alrededores de Mendoza…" a quien el gobierno de Mendoza pasaba una pequeña pensión, "… que le alcanza para cubrir sus modestos gastos…".
Lo demás se lo otorga la caridad de las personas que le daban asilo. En el momento del encuentro con el periodista Eufrasio vivía en casa del ingeniero Fossati en la calle San Martín 1778. Para finalizar dejamos parte del reportaje que se encuentra en el Nro Nº 607 de la citada revista:
"…Dijéronme que fue soldado de San Martín, pero no estuvo en el Plumerillo, ni se acuerda del general (…)
-¿Pero, se acuerda de Maipú?
- Sí que me acuerdo. Fue allí, pues, la última batalla, donde se rindieron.
-¿Y cómo empezó la cosa?
-Unos cuantos días antes yo había llegado con los que salimos de San Juan. Después fueron viniendo otros grupos de prisioneros y así se fue formando el ejército. (pudiera el relato muy bien referirse a la llegada de dispersos de Cancha Rayada). Nosotros estábamos de la parte de aquí -prosigue Don Eufrasio-, y al hacerlo sale al descanso de la escalera, poniendo cara a Los Andes, -y como en la parte de allí enfrente, en un cerrito blanco, estaban los godos.
-Flojanazos, ¿verdad?
-Hum… ¡Fieros habían sido! Peleamos y peleamos y no aflojaban… Después no quisieron pelear más cuando vieron que nosotros tampoco aflojábamos. Entonces corrimos atrás pa' que se rindieran.
-¿Y se rindieron?
-¿Y cómo no? Si ya no tenían más ganas de pelear.
-¿Y se entregaban?
-Muchos se entregaban, otros querían escapar. Pero nosotros los alcanzábamos.
-¿Y no decían nada, los españoles?
-¿Quiénes, los godos? Sí, decían: "¡No mate, corcho, no mate!", cuando los alcanzábamos…"
Los Andes
martes, 2 de diciembre de 2014
lunes, 1 de diciembre de 2014
SGM: Una historia de amor ruso-japonesa
La esposa rusa que se convirtió en un símbolo de amor y sacrifico para los japoneses
por Javier Sanz - Historias de la Historia
Los triángulos amorosos suelen esconder historias de infidelidad y mentiras, pero el triángulo formado por la rusa Klavdia Novikova, el japonés Yasaburo Hachiya y su esposa Hisako sólo esconde amor y sacrificio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Yasaburo y su esposa Hisako huyeron de Japón y se establecieron en Corea donde tuvieron dos hijos. Terminada la guerra en Europa y tras la Conferencia de Yalta, en agosto de 1945 Stalin entró en guerra contra Japón invadiendo Manchuria, Corea y las islas Kuriles. Como ocurrió a muchos japoneses residentes en Corea, Yasaburo fue acusado de espionaje y sentenciado a 10 años en los terribles gulag siberianos. En aquel campo conoció a Klavdia Novikova, encerrada por el terrible crimen de “robar para comer” vestido de “robo de la propiedad socialista“.
Cuando ambos terminaron sus condenas, sus vidas volvieron a dar un giro inesperado: Klavdia regresó a su casa y no encontró a nadie, su marido la había abandonado; Yasaburo, víctima de un error burocrático, tuvo que quedarse en la Unión Soviética al no incluirse su nombre entre los prisioneros japoneses que serían repatriados a Japón. Sin posibilidad de regresar a casa, sin noticias de su familia durante 10 años y pensando que su vida anterior estaba rota, Yasaburo Hachiya desapareció bajo el nombre de Yasha Ivanovich. De la amistad nacida en reclusión, aderezada por la soledad, surgió algo más profundo. En un principio, Klavdia tenía miedo de iniciar una relación con Yasha por el qué dirán -había sido condenado por espionaje-. Así que, a pesar de lo que le dictaba su corazón, puso tierra de por medio y se trasladó a miles de kilómetros hasta un pueblecito llamado Progreso. Pero Yasha no se dio por vencido. La siguió hasta Progreso y allí, después de mucho insistir, consiguió el sí. Se casaron y vivieron felices durante 37 años de un pequeño huerto, algunas cabras y los trabajos de Yasha como barbero y acupuntor.
Yasha y Klavdia
Yasha y Klavdia
Sus vidas volverían a cambiar en los años 90 con la caída de la URSS. La apertura al comercio exterior hizo coincidir a un hombre de negocios local con varios empresarios japoneses. Áquel les comentó, como anecdótico, que en su pueblo vivía un japonés que había estado preso en los gulag. A los japoneses les pareció curiosa su historia y comenzaron a investigar su origen… hasta que encontraron a un hermano de Yasha/Yasaburo y los pusieron en contacto. El mundo de Yasha se derrumbó cuando su hermano le dijo que su esposa Hisako y su hija habían sobrevivido y vivían en Japón -su hijo murió en Corea-. Después de 50 años, Hisako todavía seguían esperándolo. Aquella noticia dejó a Yasaburo desconcertado, no sabía si quedarse y seguir con la vida de Yasha junto a Klavdia o regresar para recuperar a Yasaburo y todo lo que dejó atrás. Klavdia decidió por él: reunió los pocos ahorros que tenían y consiguió un pasaporte para su marido, además de divorciarse de él para que recuperase su anterior vida.
Klavdia sacrificó su propia felicidad e insistió en que debía regresar a los brazos de su esposa que había esperado tanto tiempo. Además, con la pensión que obtendría en Japón podría acceder a la atención médica necesaria para su delicado estado de salud.
Su esposa necesitaba abrazarlo de nuevo y su hija necesitaba un padre [...] Cuando le dejé ir, sentí que me habían arrancado la mitad de mi corazón. La culpa no fue de nadie, sólo el destino. Él había sufrido mucho y merecía unas mejores condiciones de vida en su tierra natal.
Yasha y Klavdia
En marzo de 1997, se despidieron con un apasionado beso y ambos pensaron que sería la última vez que se veían… pero no fue así. Todos los sábados hablaban por teléfono y Yasaburo enviaba regalos y dinero siempre que podía.
Klavdia
Yasaburo
Un escritor japonés se enteró de aquella historia y decidió escribir un libro de aquel triángulo amoroso que luego se llevó al cine. La historia impactó a la sociedad japonesa y se hizo una colecta para financiar el viaje de Klavdia a Japón…. y el reencuentro se produjo. Si intenso y emotivo fue el abrazo entre Yasaburo y Klavdia, no lo fue menos el de Klavdia y Hisako… no hicieron falta palabras, las lágrimas lo decían todo.
Yasaburo y Hisako
El pasado mes de septiembre falleció Klavida Novikova. Su muerte pasó casi inadvertida en Rusia, pero no en Japón donde se había convertido en un símbolo de amor y sacrificio. Después de su muerte, llegó una emotiva carta de despedida a Progreso escrita por Yasaburo.
Fuente e imágenes: The Siberian Times
por Javier Sanz - Historias de la Historia
Los triángulos amorosos suelen esconder historias de infidelidad y mentiras, pero el triángulo formado por la rusa Klavdia Novikova, el japonés Yasaburo Hachiya y su esposa Hisako sólo esconde amor y sacrificio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Yasaburo y su esposa Hisako huyeron de Japón y se establecieron en Corea donde tuvieron dos hijos. Terminada la guerra en Europa y tras la Conferencia de Yalta, en agosto de 1945 Stalin entró en guerra contra Japón invadiendo Manchuria, Corea y las islas Kuriles. Como ocurrió a muchos japoneses residentes en Corea, Yasaburo fue acusado de espionaje y sentenciado a 10 años en los terribles gulag siberianos. En aquel campo conoció a Klavdia Novikova, encerrada por el terrible crimen de “robar para comer” vestido de “robo de la propiedad socialista“.
Cuando ambos terminaron sus condenas, sus vidas volvieron a dar un giro inesperado: Klavdia regresó a su casa y no encontró a nadie, su marido la había abandonado; Yasaburo, víctima de un error burocrático, tuvo que quedarse en la Unión Soviética al no incluirse su nombre entre los prisioneros japoneses que serían repatriados a Japón. Sin posibilidad de regresar a casa, sin noticias de su familia durante 10 años y pensando que su vida anterior estaba rota, Yasaburo Hachiya desapareció bajo el nombre de Yasha Ivanovich. De la amistad nacida en reclusión, aderezada por la soledad, surgió algo más profundo. En un principio, Klavdia tenía miedo de iniciar una relación con Yasha por el qué dirán -había sido condenado por espionaje-. Así que, a pesar de lo que le dictaba su corazón, puso tierra de por medio y se trasladó a miles de kilómetros hasta un pueblecito llamado Progreso. Pero Yasha no se dio por vencido. La siguió hasta Progreso y allí, después de mucho insistir, consiguió el sí. Se casaron y vivieron felices durante 37 años de un pequeño huerto, algunas cabras y los trabajos de Yasha como barbero y acupuntor.
Yasha y Klavdia
Yasha y Klavdia
Sus vidas volverían a cambiar en los años 90 con la caída de la URSS. La apertura al comercio exterior hizo coincidir a un hombre de negocios local con varios empresarios japoneses. Áquel les comentó, como anecdótico, que en su pueblo vivía un japonés que había estado preso en los gulag. A los japoneses les pareció curiosa su historia y comenzaron a investigar su origen… hasta que encontraron a un hermano de Yasha/Yasaburo y los pusieron en contacto. El mundo de Yasha se derrumbó cuando su hermano le dijo que su esposa Hisako y su hija habían sobrevivido y vivían en Japón -su hijo murió en Corea-. Después de 50 años, Hisako todavía seguían esperándolo. Aquella noticia dejó a Yasaburo desconcertado, no sabía si quedarse y seguir con la vida de Yasha junto a Klavdia o regresar para recuperar a Yasaburo y todo lo que dejó atrás. Klavdia decidió por él: reunió los pocos ahorros que tenían y consiguió un pasaporte para su marido, además de divorciarse de él para que recuperase su anterior vida.
Klavdia sacrificó su propia felicidad e insistió en que debía regresar a los brazos de su esposa que había esperado tanto tiempo. Además, con la pensión que obtendría en Japón podría acceder a la atención médica necesaria para su delicado estado de salud.
Su esposa necesitaba abrazarlo de nuevo y su hija necesitaba un padre [...] Cuando le dejé ir, sentí que me habían arrancado la mitad de mi corazón. La culpa no fue de nadie, sólo el destino. Él había sufrido mucho y merecía unas mejores condiciones de vida en su tierra natal.
Yasha y Klavdia
En marzo de 1997, se despidieron con un apasionado beso y ambos pensaron que sería la última vez que se veían… pero no fue así. Todos los sábados hablaban por teléfono y Yasaburo enviaba regalos y dinero siempre que podía.
Klavdia
Yasaburo
Un escritor japonés se enteró de aquella historia y decidió escribir un libro de aquel triángulo amoroso que luego se llevó al cine. La historia impactó a la sociedad japonesa y se hizo una colecta para financiar el viaje de Klavdia a Japón…. y el reencuentro se produjo. Si intenso y emotivo fue el abrazo entre Yasaburo y Klavdia, no lo fue menos el de Klavdia y Hisako… no hicieron falta palabras, las lágrimas lo decían todo.
Yasaburo y Hisako
El pasado mes de septiembre falleció Klavida Novikova. Su muerte pasó casi inadvertida en Rusia, pero no en Japón donde se había convertido en un símbolo de amor y sacrificio. Después de su muerte, llegó una emotiva carta de despedida a Progreso escrita por Yasaburo.
Fuente e imágenes: The Siberian Times
domingo, 30 de noviembre de 2014
Araucanos buscan dividir la Patagonia con apoyo británico
Araucanos chilenos financiados por británicos buscan reclamos falsos
El programa de cable Proyecto Segunda República explica cómo el Reino Unido coordina sus acciones militares en Malvinas y el Atlántico Sur con su Guerra Psicológica y Política, apoyando a la "Nación Mapuche" en la Patagonia, para fracturar el territorio argentino. Esto forma parte del Informe Especial "Doce ejes de ataque contra el territorio de la Patagonia"
El programa de cable Proyecto Segunda República explica cómo el Reino Unido coordina sus acciones militares en Malvinas y el Atlántico Sur con su Guerra Psicológica y Política, apoyando a la "Nación Mapuche" en la Patagonia, para fracturar el territorio argentino. Esto forma parte del Informe Especial "Doce ejes de ataque contra el territorio de la Patagonia"
sábado, 29 de noviembre de 2014
JMR: El testamento de la madre del Restaurador de las Leyes
EL TESTAMENTO DE DOÑA AGUSTINA.
23 de noviembre de 2014 a la(s) 12:51
Doña Agustina Lòpez Osornio fue la esposa de Don Leòn Ortiz de Rozas y la madre del Ilustre Restaurador de la Leyes y de otros 19 hijos. Fue una mujer de caràcter y de acciòn. Durante su vida, ademàs de criar a sus hijos dirigiò sus estancias, administrò sus bienes y procurò ayudar a su projimo toda vez que tuvo oportunidad.
Estas son algunas anècdotas que pintan su caràcter, extraìdas del libro de su nieto el general Lucio Victorio Mansilla titulado "Rosas,ensayo històrico psicològico".
" Gervasio (el menor de los varones) fue, en efecto, hecho tendero, y lo traemos a colación incidentalmente para volver una vez más sobre el carácter de doña Agustina, que llevaba la batuta en todo, en aquel hogar ya descrito.
La cosa no era tan llana como a primera vista parecerá. El mostrador era una doble escuela: preparaba para el buen trato y curaba de falso orgullo. Se conversaba con el bello sexo, entre el chis chas de la tela rasgándose, después de haber sido medida concienzudamente; pero había que vivir en la tienda, que comer platos de viandas preparadas en la fonda, que barrer adentro y afuera, en una palabra, que no hacerle asco a nada, siendo, ítem más, el doncel tan respetuoso con los patrones como con los propios padres. El tiempo y la paciencia, la humildad y un poco de neuronas completarían la obra.
Sucedió que Gervasio, habiéndosele mandado que lavara los platos en que habían comido sus colegas de más edad, contestó: "Yo no he venido aquí para eso".
El dependiente principal dio cuenta al patrón y éste, llamando a Gervasio, le dijo secamente: "Amiguito, desde este momento yo no lo necesito a usted más, tome su sombrero, váyase y mande por su cama. Yo hablaré con misia Agustina después; mientras tanto prontito, a su casa..."
Gervasio llegó a ella todo lleno de turbación, porque en el camino había calculado lo que le esperaba.
Habló; la madre nada dijo. Salió, y un rato después regresaba con el patrón.
Que llamen a Gervasio, ordenó a un sirviente.
Gervasio se presentó: tomóle de una oreja, y diciéndole "hínquese usted y pídale perdón al señor ", a ello le obligó. Y prosiguió: "¿Lo perdona usted, señor?" -Y cómo no, mi señora doña Agustina. - Bueno, pues caballerito, con que tengamos la fiesta en paz... y váyase a su tienda con el señor que hará de usted un hombre. Pero, ahora, mi amigo, yo le pido a usted come un favor que a este niño le haga usted hacer otras cosas (y al oído le dijo: que limpie las bacinillas).
Gervasio no volvió a tener humos. Poco tiempo después, habiéndose bajado el talle, su posición era otra en todo sentido, no faltándole sindéresis. ¡Cuán cierto es que así como hay analépticos para fortificar el cuerpo, así también los hay para curar los resabios del amor propio mal entendido!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Cuando don León pasó a mejor vida, doña Agustina hacía ya años que no se levantaba de la cama; estaba tullida. Pero asimismo de todo se ocupaba: de su casa, de su familia, de sus parientes, de sus relaciones, de sus intereses, comprando y vendiendo casas, reedificando, descontando dinero, y siempre constantemente haciendo obras de caridad y amparando a cuantos podía, a los perseguidos con o sin razón por sus opiniones políticas. Y hubo vez en que riñó por mucho tiempo con su hijo por negarse éste a poner en libertad a un perseguido, del que ella decía: "Ese señor (Almeida) no es unitario ni es federal, no es nada, es un buen sujeto; y así es como Juan Manuel se hace de enemigos porque no oye sino a los adulones". El entredicho duró hasta que el dictador fue a pedirle perdón de rodillas, anunciándole que el hombre estaba en libertad.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Uno de los actos de doña Agustina que más acentúan sus caracteres complejos de mujer caritativa y prepotente es su testamento. Estos documentos no mienten, siendo una secuela legal que puede compulsarse.
Necesitamos para mejor inteligencia de las cosas decir que de la unión entre doña Manuela y el doctor Bond, ya citados, le quedaron huérfanos a doña Agustina varios nietos, de los que fue tutora y curadora: Enriqueta, Franklin, Carolina y Enrique, que murió. Doña Agustina los cuidaba y los amaba con la más tierna y exagerada solicitud, a título de que eran muy desgraciados no teniendo padre ni madre.
Resolvió, pues, hacer su testamento. Tenía un escribano condiscípulo y amigo, hombre seguro, de toda su confianza, con el que se tuteaba. Lo mandó llamar.
-Montaña, quiero hacer mi testamento.
-Bueno, hija.
-Siéntate y escribe.
Montaña se acomodó en una mesita redonda estilo imperio que conserva la familia, y doña Agustina, que tenía una excelente memoria, mucho orden y todas sus facultades mentales intactas a pesar de sus años y de sus achaques dolorosos, comenzó a dictar.
-Agustinita, eso que dispones no está bien.
-¿Por qué?
-Porque lo prohíbe la ley.
-¡Que lo prohíbe la ley! ¡já, ja, já! ¿Qué, yo no puedo hacer con lo mío, con lo que hemos ganado honradamente con mi marido, lo que se me antoje? escribí no más, Montaña.
-Pero, hija, si no se puede, si no será válido; no seas porfiada.
-¿Qué no se puede? escribí no más, que vos no sos el del testamento, sino yo, y ya verás si se puede...
-Pues escribiré y ya verás.
-Ya veremos.
Montaña siguió escribiendo, y la señora disponiendo sus bienes.
Montaña arguyó nuevamente: "Eso tampoco se puede", y la señora redarguyó: "Ya verás si se puede; escribí, nomás, escribí".
Montaña agachó la cabeza, siguió, y las mismas contradicciones se repitieron unas cuantas veces más...
-Bueno; lee ahora, Montaña.
Montaña leyó.
-Perfectamente, agregá ahora: Sé que lo que dispongo en los artículos tales y cuales es contrario a lo que mandan las leyes tales y cuales (cita todas tus leyes). Pero también sé que he criado hijos obedientes y subordinados que sabrán cumplir mi voluntad después de mis días: lo ordeno.
Y el testamento, que era una monstruosidad legal, se cumplió. La señora favorecía a sus tres nietos a tal punto, que todos ellos heredaban más que sus hijos.
El testamento se abrió; la primogénita, doña Gregoria, dijo: "Vayan a ver qué dice Juan Manuel". Así se hizo. Don Juan Manuel no lo leyó, diciendo: "Que se cumpla la voluntad de madre". Los otros de ambos sexos, sabiendo lo que había dicho el hermano mayor, contestaron lo mismo sin leer. Sólo Gervasio, el hermano menor, se lo hizo leer. Meditó, y después de reflexionar, dijo: "Que se cumpla la voluntad de madre. Pero vayan a decirle a Juan Manuel y a Prudencio que nosotros somos ricos, que de lo nuestro se tome para integrar la hijuela que a las hermanas mujeres corresponde..."
Y así se hizo, y la voluntad de doña Agustina López de Osornio prevaleció contra la ley, cumpliéndose lo que al testar le decía al escribano refractario, plenamente convencida de su infabilidad : "Ya verás como se puede ".
23 de noviembre de 2014 a la(s) 12:51
Doña Agustina Lòpez Osornio fue la esposa de Don Leòn Ortiz de Rozas y la madre del Ilustre Restaurador de la Leyes y de otros 19 hijos. Fue una mujer de caràcter y de acciòn. Durante su vida, ademàs de criar a sus hijos dirigiò sus estancias, administrò sus bienes y procurò ayudar a su projimo toda vez que tuvo oportunidad.
Estas son algunas anècdotas que pintan su caràcter, extraìdas del libro de su nieto el general Lucio Victorio Mansilla titulado "Rosas,ensayo històrico psicològico".
" Gervasio (el menor de los varones) fue, en efecto, hecho tendero, y lo traemos a colación incidentalmente para volver una vez más sobre el carácter de doña Agustina, que llevaba la batuta en todo, en aquel hogar ya descrito.
La cosa no era tan llana como a primera vista parecerá. El mostrador era una doble escuela: preparaba para el buen trato y curaba de falso orgullo. Se conversaba con el bello sexo, entre el chis chas de la tela rasgándose, después de haber sido medida concienzudamente; pero había que vivir en la tienda, que comer platos de viandas preparadas en la fonda, que barrer adentro y afuera, en una palabra, que no hacerle asco a nada, siendo, ítem más, el doncel tan respetuoso con los patrones como con los propios padres. El tiempo y la paciencia, la humildad y un poco de neuronas completarían la obra.
Sucedió que Gervasio, habiéndosele mandado que lavara los platos en que habían comido sus colegas de más edad, contestó: "Yo no he venido aquí para eso".
El dependiente principal dio cuenta al patrón y éste, llamando a Gervasio, le dijo secamente: "Amiguito, desde este momento yo no lo necesito a usted más, tome su sombrero, váyase y mande por su cama. Yo hablaré con misia Agustina después; mientras tanto prontito, a su casa..."
Gervasio llegó a ella todo lleno de turbación, porque en el camino había calculado lo que le esperaba.
Habló; la madre nada dijo. Salió, y un rato después regresaba con el patrón.
Que llamen a Gervasio, ordenó a un sirviente.
Gervasio se presentó: tomóle de una oreja, y diciéndole "hínquese usted y pídale perdón al señor ", a ello le obligó. Y prosiguió: "¿Lo perdona usted, señor?" -Y cómo no, mi señora doña Agustina. - Bueno, pues caballerito, con que tengamos la fiesta en paz... y váyase a su tienda con el señor que hará de usted un hombre. Pero, ahora, mi amigo, yo le pido a usted come un favor que a este niño le haga usted hacer otras cosas (y al oído le dijo: que limpie las bacinillas).
Gervasio no volvió a tener humos. Poco tiempo después, habiéndose bajado el talle, su posición era otra en todo sentido, no faltándole sindéresis. ¡Cuán cierto es que así como hay analépticos para fortificar el cuerpo, así también los hay para curar los resabios del amor propio mal entendido!
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Cuando don León pasó a mejor vida, doña Agustina hacía ya años que no se levantaba de la cama; estaba tullida. Pero asimismo de todo se ocupaba: de su casa, de su familia, de sus parientes, de sus relaciones, de sus intereses, comprando y vendiendo casas, reedificando, descontando dinero, y siempre constantemente haciendo obras de caridad y amparando a cuantos podía, a los perseguidos con o sin razón por sus opiniones políticas. Y hubo vez en que riñó por mucho tiempo con su hijo por negarse éste a poner en libertad a un perseguido, del que ella decía: "Ese señor (Almeida) no es unitario ni es federal, no es nada, es un buen sujeto; y así es como Juan Manuel se hace de enemigos porque no oye sino a los adulones". El entredicho duró hasta que el dictador fue a pedirle perdón de rodillas, anunciándole que el hombre estaba en libertad.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Uno de los actos de doña Agustina que más acentúan sus caracteres complejos de mujer caritativa y prepotente es su testamento. Estos documentos no mienten, siendo una secuela legal que puede compulsarse.
Necesitamos para mejor inteligencia de las cosas decir que de la unión entre doña Manuela y el doctor Bond, ya citados, le quedaron huérfanos a doña Agustina varios nietos, de los que fue tutora y curadora: Enriqueta, Franklin, Carolina y Enrique, que murió. Doña Agustina los cuidaba y los amaba con la más tierna y exagerada solicitud, a título de que eran muy desgraciados no teniendo padre ni madre.
Resolvió, pues, hacer su testamento. Tenía un escribano condiscípulo y amigo, hombre seguro, de toda su confianza, con el que se tuteaba. Lo mandó llamar.
-Montaña, quiero hacer mi testamento.
-Bueno, hija.
-Siéntate y escribe.
Montaña se acomodó en una mesita redonda estilo imperio que conserva la familia, y doña Agustina, que tenía una excelente memoria, mucho orden y todas sus facultades mentales intactas a pesar de sus años y de sus achaques dolorosos, comenzó a dictar.
-Agustinita, eso que dispones no está bien.
-¿Por qué?
-Porque lo prohíbe la ley.
-¡Que lo prohíbe la ley! ¡já, ja, já! ¿Qué, yo no puedo hacer con lo mío, con lo que hemos ganado honradamente con mi marido, lo que se me antoje? escribí no más, Montaña.
-Pero, hija, si no se puede, si no será válido; no seas porfiada.
-¿Qué no se puede? escribí no más, que vos no sos el del testamento, sino yo, y ya verás si se puede...
-Pues escribiré y ya verás.
-Ya veremos.
Montaña siguió escribiendo, y la señora disponiendo sus bienes.
Montaña arguyó nuevamente: "Eso tampoco se puede", y la señora redarguyó: "Ya verás si se puede; escribí, nomás, escribí".
Montaña agachó la cabeza, siguió, y las mismas contradicciones se repitieron unas cuantas veces más...
-Bueno; lee ahora, Montaña.
Montaña leyó.
-Perfectamente, agregá ahora: Sé que lo que dispongo en los artículos tales y cuales es contrario a lo que mandan las leyes tales y cuales (cita todas tus leyes). Pero también sé que he criado hijos obedientes y subordinados que sabrán cumplir mi voluntad después de mis días: lo ordeno.
Y el testamento, que era una monstruosidad legal, se cumplió. La señora favorecía a sus tres nietos a tal punto, que todos ellos heredaban más que sus hijos.
El testamento se abrió; la primogénita, doña Gregoria, dijo: "Vayan a ver qué dice Juan Manuel". Así se hizo. Don Juan Manuel no lo leyó, diciendo: "Que se cumpla la voluntad de madre". Los otros de ambos sexos, sabiendo lo que había dicho el hermano mayor, contestaron lo mismo sin leer. Sólo Gervasio, el hermano menor, se lo hizo leer. Meditó, y después de reflexionar, dijo: "Que se cumpla la voluntad de madre. Pero vayan a decirle a Juan Manuel y a Prudencio que nosotros somos ricos, que de lo nuestro se tome para integrar la hijuela que a las hermanas mujeres corresponde..."
Y así se hizo, y la voluntad de doña Agustina López de Osornio prevaleció contra la ley, cumpliéndose lo que al testar le decía al escribano refractario, plenamente convencida de su infabilidad : "Ya verás como se puede ".
viernes, 28 de noviembre de 2014
Vida civil: Un médico asesino en serie en la París ocupada
Médico francés en la Segunda Guerra Mundial fue un asesino en serie
Medical Bag
Desde 1942 hasta 1944, el Dr. Marcel Petiot, un médico muy respetado en su comunidad, vio la oportunidad de construir su riqueza personal durante la locura de la Segunda Guerra Mundial en París. Fue un periodo negro en la historia de París, cuando las familias judías esperaban escapar masacre. También fue un momento surrealista en París mientras la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo, ya que las desapariciones eran comunes en la ciudad ocupada por los nazis. No había nadie a quien acudir. Temiendo por sus vidas, Judios no podía reportar a personas que faltan a los nazis.
En medio de la anarquía en curso era Marcel Petiot, quien era conocido como un médico devoto y benévolo. A lo largo de la resistencia francesa, fue reconocido como un luchador por la libertad dispuesto a arriesgar su vida para ayudar a los Judios, combatientes de la resistencia, y los ciudadanos franceses ordinarios que buscan escapar de París para la seguridad de América del Sur. Sin embargo, Petiot particular aprovechaba de los judíos que estaban desesperados por huir de Francia con el fin de sobrevivir en el ambiente letal.
Negocios estaba en auge para Petiot, como muchos Judios estaban siendo cazados por los alemanes para "interrogatorio", y estaban en la clandestinidad por temor a la muerte inminente. Al principio, Petiot vierten los cadáveres en el Sena, que era muy riesgoso dado lo ocupado fue el río. Finalmente, Petiot compró una casa en París a los 21 Rue le Sueur, donde construyó pozos de cal en el sótano para desintegrar los cuerpos, junto con una estufa de carbón utilizado para la incineración. Como implementó su esquema ruta de escape falso, Petiot era descuidado, y no se molestó en mantener un perfil bajo. Con el tiempo, la noticia llegó a la Gestapo que había un médico que era un miembro de la resistencia francesa que estaba ayudando Judios escapar del país. Autoridades alemanas detuvieron a los cómplices de Petiot, y bajo tortura, se reveló que el "Dr. Eugène "era en realidad el Dr. Marcel Petiot, que corría la red de la huida de los nazis creían que es auténtico.
Cuando París fue liberado en 1944, Petiot estaba usando el nombre de Henri Valeri. El nuevo nombre y bigotes no ayudaron mucho, porque el 31 de octubre de 1944, Petiot fue reconocido en una estación del metro de París y arrestado. Fue acusado de 27 cargos de asesinato fines de lucro.
Durante su juicio, Petiot era desafiante, alegando que las personas que ayudó estaban todos vivos y vivir bien en América del Sur con nombres falsos. En cuanto a los órganos y partes del cuerpo que se encuentran en su bodega, Petiot afirmó que cada uno era un nazi a quien había matado a proteger al pueblo de Francia. Su historia no era creíble, y fue declarado culpable de 26 cargos de asesinato y condenado a muerte. Los medios de comunicación llamaron él "Doctor Muerte" y el "Carnicero de París", entre otros apodos. Era sospechoso de matar a más de 60 personas durante su juerga de asesinato. Sus ganancias financieras se estimaron en 200 millones de francos, el equivalente de aproximadamente $ 25 millones en la actualidad. Petiot fue decapitado en la guillotina el 25 de mayo 1946 por sus crímenes atroces.
Muerte en la Ciudad de la Luz: El asesino en serie de la ocupación nazi de París, un libro sobre crímenes reales escrita por David Rey y que cubre la investigación y el juicio del Dr. Marcel Petiot, fue publicado en 2011. Un libro anterior, los crímenes indescriptibles de Dr. Petiot por Thomas Maeder, reconstruye los crímenes del doctor y el juicio de las entrevistas de supervivencia, así como el expediente oficial de la corte una vez clasificada.
Medical Bag
Desde 1942 hasta 1944, el Dr. Marcel Petiot, un médico muy respetado en su comunidad, vio la oportunidad de construir su riqueza personal durante la locura de la Segunda Guerra Mundial en París. Fue un periodo negro en la historia de París, cuando las familias judías esperaban escapar masacre. También fue un momento surrealista en París mientras la Segunda Guerra Mundial estaba en su apogeo, ya que las desapariciones eran comunes en la ciudad ocupada por los nazis. No había nadie a quien acudir. Temiendo por sus vidas, Judios no podía reportar a personas que faltan a los nazis.
En medio de la anarquía en curso era Marcel Petiot, quien era conocido como un médico devoto y benévolo. A lo largo de la resistencia francesa, fue reconocido como un luchador por la libertad dispuesto a arriesgar su vida para ayudar a los Judios, combatientes de la resistencia, y los ciudadanos franceses ordinarios que buscan escapar de París para la seguridad de América del Sur. Sin embargo, Petiot particular aprovechaba de los judíos que estaban desesperados por huir de Francia con el fin de sobrevivir en el ambiente letal.
Asesinato con fines de lucro
Petiot ideó un plan malvado y despreciable en el que afirmaba que podía organizar el paso seguro de París a Argentina a través de Portugal por un importe de 25.000 francos por persona. El precio incluye todos los documentos de viaje necesarios. Los cómplices serían atraer a víctimas desprevenidas a Petiot, quien usaba el alias de "Dr. Eugène. "Decenas de víctimas se presentaba con sus 25.000 francos, además de todos sus ahorros y pertenencias metido en una maleta, pensando que iban a empezar una nueva vida lejos del peligro a diario en el que vivían.Su veneno de elección: Cianuro
Cuando las víctimas llegaron a su casa, Petiot les informó que los funcionarios argentinos requieren una inoculación para todas las personas que entran en su país. Y, ¿quién mejor para inocular ellos que un médico? La ruta de escape que prometió era inexistente. Petiot procedió a inyectar a sus víctimas con cianuro. Entonces él verlos morir. No sólo roban sus 25.000 francos, que había hurgar en su equipaje y tomó algo de valor que encontraba.Negocios estaba en auge para Petiot, como muchos Judios estaban siendo cazados por los alemanes para "interrogatorio", y estaban en la clandestinidad por temor a la muerte inminente. Al principio, Petiot vierten los cadáveres en el Sena, que era muy riesgoso dado lo ocupado fue el río. Finalmente, Petiot compró una casa en París a los 21 Rue le Sueur, donde construyó pozos de cal en el sótano para desintegrar los cuerpos, junto con una estufa de carbón utilizado para la incineración. Como implementó su esquema ruta de escape falso, Petiot era descuidado, y no se molestó en mantener un perfil bajo. Con el tiempo, la noticia llegó a la Gestapo que había un médico que era un miembro de la resistencia francesa que estaba ayudando Judios escapar del país. Autoridades alemanas detuvieron a los cómplices de Petiot, y bajo tortura, se reveló que el "Dr. Eugène "era en realidad el Dr. Marcel Petiot, que corría la red de la huida de los nazis creían que es auténtico.
El hedor de la muerte
Pero el 11 de marzo de 1944, antes de que los nazis podían localizar al doctor, sus vecinos se quejaron de un hedor nauseabundo que emanaba de humo que salía de la chimenea de la casa. El olor nocivo incitó a los vecinos de Petiot llamar a la policía para investigar. La policía temían un incendio en la chimenea y convocaron a los bomberos también. Cuando la policía y los bomberos entraron en la casa de Petiot, descubrieron restos humanos esparcidos por todo el sótano. Petiot declaró su caso, diciendo que la Gestapo lo buscaba porque era parte de la Resistencia y explicó que había matado a los alemanes, informantes y traidores franceses. La policía francesa, simpatizantes a la causa y amargados por años de ocupación nazi, no se detienen a Petiot-una ruptura muy afortunado. Petiot inmediatamente huyó de su casa y se escondió bajo tierra en París, afirmando su lealtad a la Resistencia. Él fue proporcionado refugio seguro por algunos de los partidarios del movimiento. Ahora, viviendo como un fugitivo de los nazis, Petiot crecer la barba y adoptó varios alias. Durante su ausencia, sus crímenes asesinato fines de lucro fueron rápidamente descubierto y la cacería humana creció hasta incluir a las autoridades francesas también.Cuando París fue liberado en 1944, Petiot estaba usando el nombre de Henri Valeri. El nuevo nombre y bigotes no ayudaron mucho, porque el 31 de octubre de 1944, Petiot fue reconocido en una estación del metro de París y arrestado. Fue acusado de 27 cargos de asesinato fines de lucro.
Durante su juicio, Petiot era desafiante, alegando que las personas que ayudó estaban todos vivos y vivir bien en América del Sur con nombres falsos. En cuanto a los órganos y partes del cuerpo que se encuentran en su bodega, Petiot afirmó que cada uno era un nazi a quien había matado a proteger al pueblo de Francia. Su historia no era creíble, y fue declarado culpable de 26 cargos de asesinato y condenado a muerte. Los medios de comunicación llamaron él "Doctor Muerte" y el "Carnicero de París", entre otros apodos. Era sospechoso de matar a más de 60 personas durante su juerga de asesinato. Sus ganancias financieras se estimaron en 200 millones de francos, el equivalente de aproximadamente $ 25 millones en la actualidad. Petiot fue decapitado en la guillotina el 25 de mayo 1946 por sus crímenes atroces.
Muerte en la Ciudad de la Luz: El asesino en serie de la ocupación nazi de París, un libro sobre crímenes reales escrita por David Rey y que cubre la investigación y el juicio del Dr. Marcel Petiot, fue publicado en 2011. Un libro anterior, los crímenes indescriptibles de Dr. Petiot por Thomas Maeder, reconstruye los crímenes del doctor y el juicio de las entrevistas de supervivencia, así como el expediente oficial de la corte una vez clasificada.
jueves, 27 de noviembre de 2014
Catalanes quieren sacar la estatua de su asediador madrileño
Una estatua reabre la guerra de 1714
Madrid rechaza quitar la efigie a Blas de Lezo, al que Barcelona culpa de asediar la ciudad
BRUNO GARCÍA GALLO - El País
Detalle de una ilustración sobre el primer asedio a Barcelona, datada en 1706, dentro de la exposición 'Memória gráfica de una guerra'.
“En ningún momento, bajo ningún concepto y en ningún caso contemplo quitar el monumento a Blas de Lezo, que lo es a la verdad, contra el olvido y contra la manipulación de quienes pretenden cambiar la historia de una gran nación como es España”, ha respondido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP) a EL PAÍS sobre la exigencia del Ayuntamiento de Barcelona (CiU), para que se retire la estatua al militar.
“¿Qué dirían si Barcelona homenajeara a una persona que hubiera bombardeado Madrid?”, se preguntaba el miércoles el primer teniente de alcalde barcelonés, Joaquim Forn (CiU). “Homenajear al cómplice de la pérdida de nuestras libertades, de la prohibición de nuestra lengua y un largo etcétera, no nos parece de justicia, ni digno de admiración”, censuró Joan Laporta (Democràcia Catalana), que, junto a Jordi Portabella (ERC), presentó la moción, informa Clara Blanchar.
Según Laporta, “Blas de Lezo tuvo “un protagonismo destacado” en el asedio a Barcelona, al “capitanear el bombardeo”. En opinión de la historiadora Carolina Aguada, comisaria de la última gran exposición sobre el militar y asesora en la elaboración de la estatua, “ese punto de partida es erróneo”. Según su reconstrucción, aún bajo investigación, Blas de Lezo (Pasaia, 1689) acababa prácticamente de iniciar su carrera y era alférez de bajel de alto bordo cuando le mandaron a Barcelona durante el primer (y fracasado) sitio, en 1706, en el que participó Felipe V y que por mar capitaneó Luis Alejandro de Borbón.
En 1713, relata la historiadora, Barcelona era el último bastión leal al archiduque Carlos de Austria cuando las tropas de Felipe V, comandadas por el duque de Popoli, cercaron de nuevo la ciudad. Blas de Lezo formó parte del asedio por mar como capitán del Campanela en una flota al mando de Manuel López Pintado. En los combates, perdió la movilidad en un brazo por un disparo de mosquete; en 1704 había perdido una pierna en Vélez-Málaga por un cañonazo, y dos años después un ojo en Santa Catalina de Tolón.
“Los decretos de Nova Planta (en 1716) pusieron fin a las leyes catalanas y su gobierno. En el siglo XIX, el movimiento catalanista de la Renaixença contribuyó a crear un imaginario colectivo sobre el pasado catalán”, y aquel día “se convirtió en símbolo y un referente importante de las reivindicaciones nacionalistas”, añadía.
Estatua a Blas de Lezo inaugurada el día 15 en Madrid. / ÁNGEL DÍAZ (EFE)
Así lo explica el catedrático Joaquim Albareda (UPF): “Fue la pérdida de un sistema jurídico y político propio; no sólo se perdieron las Cortes, la Generalitat y un tribunal de tipo constitucional, sino la capacidad de que el hombre común participara en política. De golpe y porrazo, se impuso un sistema militarizado y absolutista”.
Así, la estatua es “inoportuna por sus connotaciones en un momento político ya de por sí bastante complejo y envenenado”. “Con la memoria histórica hay que tener respeto por lo que significa, sobre todo porque en la guerra hubo una España vencida”, zanja.
José Álvarez Junco, catedrático emérito de la UCM, coincide en que “todo esto nada tiene que ver con lo que ocurrió hace 300 años sino que responde a intereses políticos actuales”.
La referida gesta fue la defensa victoriosa de Cartagena de Indias (ahora, Colombia) con 6.000 soldados y 990 cañones ante las tropas inglesas, que contaban con 23.600 hombres y 3.000 piezas de artillería. Blas de Lezo murió seis meses después de peste.
Poco antes de la inauguración de la estatua, el edil barcelonés de Cultura, Jaume Ciurana (CiU), publicó en Twitter: “Madrid mañana inaugura una escultura a Blas de Lezo, que, entre otras cosas, bombardeó Barcelona durante el sitio de 1714. En fin”. Aquello levantó una tormenta en esa red social, convirtiéndose en uno de los temas más comentados.
García Cárcel y García de Cortazar rechazan la crítica al militar del siglo XVIII
El miércoles, en el Ayuntamiento catalán, también ICV vio “plenamente justificada” la petición de retirar la estatua. Los socialistas aseguraron no entenderlo, y calificaron la moción de “injerencia” en asuntos de Madrid. Acusaron a los proponentes de querer “borrar todo lo que tiene que ver con la historia común”, pero se abstuvieron; el PP votó en contra. En Madrid, el candidato socialista a la Alcaldía, Antonio Miguel Carmona, achacó el jueves la iniciativa a “la incultura, el provincianismo y un deseo de reescribir la historia para que los hechos cuadren con sus delirios”.
Madrid rechaza quitar la efigie a Blas de Lezo, al que Barcelona culpa de asediar la ciudad
BRUNO GARCÍA GALLO - El País
Detalle de una ilustración sobre el primer asedio a Barcelona, datada en 1706, dentro de la exposición 'Memória gráfica de una guerra'.
“En ningún momento, bajo ningún concepto y en ningún caso contemplo quitar el monumento a Blas de Lezo, que lo es a la verdad, contra el olvido y contra la manipulación de quienes pretenden cambiar la historia de una gran nación como es España”, ha respondido la alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP) a EL PAÍS sobre la exigencia del Ayuntamiento de Barcelona (CiU), para que se retire la estatua al militar.
“¿Qué dirían si Barcelona homenajeara a una persona que hubiera bombardeado Madrid?”, se preguntaba el miércoles el primer teniente de alcalde barcelonés, Joaquim Forn (CiU). “Homenajear al cómplice de la pérdida de nuestras libertades, de la prohibición de nuestra lengua y un largo etcétera, no nos parece de justicia, ni digno de admiración”, censuró Joan Laporta (Democràcia Catalana), que, junto a Jordi Portabella (ERC), presentó la moción, informa Clara Blanchar.
Según Laporta, “Blas de Lezo tuvo “un protagonismo destacado” en el asedio a Barcelona, al “capitanear el bombardeo”. En opinión de la historiadora Carolina Aguada, comisaria de la última gran exposición sobre el militar y asesora en la elaboración de la estatua, “ese punto de partida es erróneo”. Según su reconstrucción, aún bajo investigación, Blas de Lezo (Pasaia, 1689) acababa prácticamente de iniciar su carrera y era alférez de bajel de alto bordo cuando le mandaron a Barcelona durante el primer (y fracasado) sitio, en 1706, en el que participó Felipe V y que por mar capitaneó Luis Alejandro de Borbón.
En 1713, relata la historiadora, Barcelona era el último bastión leal al archiduque Carlos de Austria cuando las tropas de Felipe V, comandadas por el duque de Popoli, cercaron de nuevo la ciudad. Blas de Lezo formó parte del asedio por mar como capitán del Campanela en una flota al mando de Manuel López Pintado. En los combates, perdió la movilidad en un brazo por un disparo de mosquete; en 1704 había perdido una pierna en Vélez-Málaga por un cañonazo, y dos años después un ojo en Santa Catalina de Tolón.
Laporta, apoyado por CiU e ICV, le acusa de “capitanear” el ataque a la ciudad condal“Las autoridades catalanas resolvieron continuar la guerra contra Felipe V ante la posibilidad de perder sus leyes y autogobierno”, aseguró la Generalitat de Cataluña (CiU) con motivo de una exposición en febrero que conmemoraba el tricentenario de la caída de Barcelona. La ciudad “capituló después de 14 meses de asedio” (aquel 11 de septiembre es la fiesta nacional catalana, la Diada).
“Los decretos de Nova Planta (en 1716) pusieron fin a las leyes catalanas y su gobierno. En el siglo XIX, el movimiento catalanista de la Renaixença contribuyó a crear un imaginario colectivo sobre el pasado catalán”, y aquel día “se convirtió en símbolo y un referente importante de las reivindicaciones nacionalistas”, añadía.
Estatua a Blas de Lezo inaugurada el día 15 en Madrid. / ÁNGEL DÍAZ (EFE)
Así lo explica el catedrático Joaquim Albareda (UPF): “Fue la pérdida de un sistema jurídico y político propio; no sólo se perdieron las Cortes, la Generalitat y un tribunal de tipo constitucional, sino la capacidad de que el hombre común participara en política. De golpe y porrazo, se impuso un sistema militarizado y absolutista”.
Así, la estatua es “inoportuna por sus connotaciones en un momento político ya de por sí bastante complejo y envenenado”. “Con la memoria histórica hay que tener respeto por lo que significa, sobre todo porque en la guerra hubo una España vencida”, zanja.
Botella: “En ningún caso y bajo ningún concepto retiraré el monumento”Disiente Ricardo García Cárcel, catedrático de la UAB y miembro de la Real Academia de la Historia: “La participación de Blas de Lezo fue casi anecdótica, y no sirviendo a España sino a Felipe V contra los partidarios del archiduque. Me produce un rechazo enorme la interpretación de Guerra de Sucesión en términos de España contra Cataluña. Es falso y maniqueo”. Fernando García de Cortázar, catedrático de Deusto, lo cree “una muestra más de la agotadora campaña nacionalista”. “La derrota de 1714 se prolonga en la imaginación colectiva como esos relatos de ficción que niegan la historia y pretenden reconstruirla. Dudo de que en ninguna parte de Europa se haya asistido a tal labor de manipulación cultural como la que estamos sufriendo con ocasión del tricentenario. Ahora le toca a Blas de Lezo, uno de los marinos más destacados. Aquí no cabe ni indiferencia profesional ni desidia cívica porque el nacionalismo nunca construye sus espejismos sin arrebatarnos nuestras realidades”, asegura.
José Álvarez Junco, catedrático emérito de la UCM, coincide en que “todo esto nada tiene que ver con lo que ocurrió hace 300 años sino que responde a intereses políticos actuales”.
Albareda: “Es inoportuno en un momento ya complejo y envenenado”La estatua, sin embargo, tuvo una génesis aparentemente inocente, según explica su impulsor, Íñigo Paredes. “Queremos recuperar la memoria de aquel almirante que, ante una flota mucho mayor que la Armada Invencible, hizo gala de un heroísmo inigualable”, señaló en una petición en change.org. Recabó 10.700 firmas, concitó la respuesta entusiasta de Botella, y permitió recaudar 150.000 euros entre ciudadanos de a pie para construir la estatua (obra de Salvador Amaya), que el rey Juan Carlos I inauguró en la plaza de Colón el sábado 15.
La referida gesta fue la defensa victoriosa de Cartagena de Indias (ahora, Colombia) con 6.000 soldados y 990 cañones ante las tropas inglesas, que contaban con 23.600 hombres y 3.000 piezas de artillería. Blas de Lezo murió seis meses después de peste.
Poco antes de la inauguración de la estatua, el edil barcelonés de Cultura, Jaume Ciurana (CiU), publicó en Twitter: “Madrid mañana inaugura una escultura a Blas de Lezo, que, entre otras cosas, bombardeó Barcelona durante el sitio de 1714. En fin”. Aquello levantó una tormenta en esa red social, convirtiéndose en uno de los temas más comentados.
García Cárcel y García de Cortazar rechazan la crítica al militar del siglo XVIII
El miércoles, en el Ayuntamiento catalán, también ICV vio “plenamente justificada” la petición de retirar la estatua. Los socialistas aseguraron no entenderlo, y calificaron la moción de “injerencia” en asuntos de Madrid. Acusaron a los proponentes de querer “borrar todo lo que tiene que ver con la historia común”, pero se abstuvieron; el PP votó en contra. En Madrid, el candidato socialista a la Alcaldía, Antonio Miguel Carmona, achacó el jueves la iniciativa a “la incultura, el provincianismo y un deseo de reescribir la historia para que los hechos cuadren con sus delirios”.
miércoles, 26 de noviembre de 2014
Cómo conservaban los Cruzados a sus cadáveres
¿Cómo se transportaban los cadáveres de los cruzados?
por Javier Sanz - Historias de la Historia
Urbano II recibió la visita de un embajador del emperador bizantino Alejo I Comneno pidiéndole ayuda para derrotar a los turcos selyúcidas. El Papa, que vio la oportunidad de unir bajo un mismo estandarte a toda la cristiandad, no sólo prestaría ayuda al emperador sino que una vez recuperado el territorio perdido por los bizantinos, dirigiría -mejor dicho, ordenaría dirigir- sus ejércitos a Tierra Santa para recuperar Jerusalén. Así que, en el Concilio de Clermont (1095), Urbano II hizo un llamamiento a toda cristiandad para luchar contra los infieles bajo el estandarte de la cruz (cruzada) al grito de…
Dios lo quiere
Se había convocado la Primera Cruzada… Encabezados por Francia y el Sacro Imperio Germánico, se unieron caballeros, soldados y numerosa población -unos fanáticos religiosos y otros gente sin oficio ni beneficio que veían la cruzada como una oportunidad de conseguir botín-, hasta transformarse en una migración masiva. En 1099 conquistaron Jerusalén. Aunque la cruzada fue todo un éxito, también fallecieron muchos cruzados durante las distintas batallas. El deseo de los caballeros de noble familia muertos en la cruzada era que sus cuerpos se devolviesen a Europa, pero ¿cómo?
En palabras del historiador italiano Boncompagno da Signa en el siglo XIII…
Así explica Boncompagno da Signa en qué consistía el Mos Teutonicus (Funeral Alemán). Esta práctica era habitual entre los cruzados cuando morían en Tierra Santa. Dada la imposibilidad de poder llevar el cuerpo incorrupto al lugar de origen del caballero, le extraían el corazón y lo enterraban en algún lugar sagrado, luego descuartizaban el resto del cuerpo y lo ponían a hervir durante varias horas para quedarse únicamente con los huesos. De esta forma, se podían transportar fácilmente y llevárselos a sus familiares para darles sepultura. Hasta que la Iglesia, en este caso el Papa Bonifacio VIII, dijo hasta aquí hemos llegado. En 1300, promulgó al bula De Sepulturis prohibiendo, bajo pena de excomunión, descuartizar y hervir cuerpos para separar los huesos y la carne.
por Javier Sanz - Historias de la Historia
Urbano II recibió la visita de un embajador del emperador bizantino Alejo I Comneno pidiéndole ayuda para derrotar a los turcos selyúcidas. El Papa, que vio la oportunidad de unir bajo un mismo estandarte a toda la cristiandad, no sólo prestaría ayuda al emperador sino que una vez recuperado el territorio perdido por los bizantinos, dirigiría -mejor dicho, ordenaría dirigir- sus ejércitos a Tierra Santa para recuperar Jerusalén. Así que, en el Concilio de Clermont (1095), Urbano II hizo un llamamiento a toda cristiandad para luchar contra los infieles bajo el estandarte de la cruz (cruzada) al grito de…
Dios lo quiere
Se había convocado la Primera Cruzada… Encabezados por Francia y el Sacro Imperio Germánico, se unieron caballeros, soldados y numerosa población -unos fanáticos religiosos y otros gente sin oficio ni beneficio que veían la cruzada como una oportunidad de conseguir botín-, hasta transformarse en una migración masiva. En 1099 conquistaron Jerusalén. Aunque la cruzada fue todo un éxito, también fallecieron muchos cruzados durante las distintas batallas. El deseo de los caballeros de noble familia muertos en la cruzada era que sus cuerpos se devolviesen a Europa, pero ¿cómo?
En palabras del historiador italiano Boncompagno da Signa en el siglo XIII…
Los alemanes sacan las entrañas de los cadáveres de sus caballeros de alto rango, si mueren en el extranjero, y dejan el resto del cuerpo hervir mucho tiempo en las calderas. La carne, los tendones y los cartílagos los separan de los huesos. Lo huesos los lavan en vino perfumado y espolvorean con especias, y luego los llevan de vuelta a casa.
Así explica Boncompagno da Signa en qué consistía el Mos Teutonicus (Funeral Alemán). Esta práctica era habitual entre los cruzados cuando morían en Tierra Santa. Dada la imposibilidad de poder llevar el cuerpo incorrupto al lugar de origen del caballero, le extraían el corazón y lo enterraban en algún lugar sagrado, luego descuartizaban el resto del cuerpo y lo ponían a hervir durante varias horas para quedarse únicamente con los huesos. De esta forma, se podían transportar fácilmente y llevárselos a sus familiares para darles sepultura. Hasta que la Iglesia, en este caso el Papa Bonifacio VIII, dijo hasta aquí hemos llegado. En 1300, promulgó al bula De Sepulturis prohibiendo, bajo pena de excomunión, descuartizar y hervir cuerpos para separar los huesos y la carne.
martes, 25 de noviembre de 2014
Terrorismo: Tamara Bunke
Tamara Bunke
Wikipedia
Retrato de Tamara Bunke en Cuba.
Haydée Tamara Bunke Bíder (Buenos Aires, Argentina, 19 de noviembre de 1937 – 31 de agosto de 1967), conocida como Tania, fue una activista revolucionaria y guerrillera argentina.
En Berlín Oriental estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Humboldt, habiendo sido también instructora de tiro deportivo. Recibió con alegría el triunfo de la Revolución Cubana y conoció al Che Guevara en 1960, cuando éste viajó a la Alemania Oriental al frente de una delegación comercial del gobierno revolucionario cubano.
Luego Bunke llegó a Cuba el 12 de mayo de 1961 y estudió periodismo en la Universidad de La Habana. Posteriormente, al hablar francés, inglés, alemán y español, trabajó en el Ministerio de Educación (MINED), el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y en la dirección nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). En 1963 comenzó a entrenarse con el fin de servir en tareas de inteligencia de los servicios de espionaje cubanos, y en esta época comienzó a ser conocida como Tania. En Cienfuegos preparó su plan práctico-operativo.
El motivo de elegir "Tania"" como nombre de guerra fue que Zoya Kosmodemyanskaya, partisana soviética durante la Segunda Guerra Mundial, también había llevado Tania como nombre en la clandestinidad.1
Bunke en 1964, antes de partir con rumbo a Bolivia, donde se reuniría con el Che Guevara
En La Paz se vinculó con los pintores Juan Ortega Leytón y Moisés Chire Barrientos, resultando este último pariente del presidente boliviano. Además, estableció relación con Gonzalo López Muñoz, jefe de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia. Su grado de infiltración fue tan alto que trabó amistad con Alfredo Ovando Candía, Ministro de Defensa, y René Barrientos Ortuño, Presidente de Bolivia. Impartió clases particulares de idioma alemán a los hijos de la clase alta local, a fin de relacionarse con sus familiares y obtener información útil para las guerrillas de Guevara, a las cuales apoyaría en cuanto recibiera las órdenes respectivas.
A comienzos de 1966, habiendo sido evaluado su trabajo como exitoso por el gobierno cubano, se le comunicó a Bunke que le había sido concedida la membresía del Partido Comunista de Cuba. Contrajo matrimonio, por otra parte, con Mario Martínez, un estudiante de ingeniería eléctrica, con lo cual obtuvo el pasaporte boliviano y consiguió mayor libertad de movimientos para sus actividades de infiltración.
No obstante, al saber mediante sus jefes en Cuba que el Che Guevara había llegado a Bolivia para iniciar una lucha de guerrillas, Tamara Bunke se unió al grupo guerrillero para entrar en combate. Aunque en un principio el Che Guevara la prefería continuando en sus labores para el espionaje cubano, Bunke insistió en integrarse como combatiente, aprovechando que había recibido entrenamiento en el manejo de armas tanto en Alemania Oriental como en Cuba. Así terminó incorporándose al grupo del comandante Juan Vitalio Acuña Nuñez "Joaquín", pero destinada en la práctica a funciones de enfermería e intendencia, lejos de la primera línea de lucha.
Cuando el Che dividió su columna en dos, su fuerza se debilitó (las mismas no volverían a reunirse) y eso forzó a que Tamara fuese incorporada como combatiente pese a que su salud se había quebrantado a causa de las dificultades de la vida en los campamentos guerrilleros y el duro clima tropical. La argentina murió en combate, con el fusil en la mano, el 31 de agosto de 1967, durante una emboscada a la que fue guiada junto a su grupo por Honorato Rojas en Vado del Yeso, Puerto Mauricio, en el Río Grande de Bolivia.
Sus restos fueron identificados y trasladados a Cuba en 1998, estando actualmente en Santa Clara.
Wikipedia
Retrato de Tamara Bunke en Cuba.
Haydée Tamara Bunke Bíder (Buenos Aires, Argentina, 19 de noviembre de 1937 – 31 de agosto de 1967), conocida como Tania, fue una activista revolucionaria y guerrillera argentina.
Juventud
Tamara Haydée Bunke Bider nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 19 de noviembre de 1937. Su padre era alemán y su madre polaca, ambos militantes comunistas. En 1952, Tamara emigró junto a sus padres a la República Democrática Alemana, siendo admitida dentro del Partido Socialista Unificado de Alemania en 1955, a los 18 años. Posteriormente realizó viajes a países de África y América Latina, realizando estudios sobre folklore, aunque tras 1960 se sostuvo que viajaba por órdenes del servicio de inteligencia de Alemania Oriental (Stasi).En Berlín Oriental estudió en la Facultad de Letras de la Universidad Humboldt, habiendo sido también instructora de tiro deportivo. Recibió con alegría el triunfo de la Revolución Cubana y conoció al Che Guevara en 1960, cuando éste viajó a la Alemania Oriental al frente de una delegación comercial del gobierno revolucionario cubano.
En Cuba
En 1961 Tamara Bunke fue invitada a Cuba por el Ballet Nacional de ese país, a través de Alicia Alonso, siendo que dicho viaje no fue inicialmente aceptado por el Ministerio de Seguridad Interior de Alemania Oriental, al considerare a Bunke como un excelente prospecto de agente para la Stasi que no debería desaprovecharse en beneficio de otro país. Aun así Bunke insistió en aceptar la invitación, invocando la importancia decisiva de la revolución cubana, por lo cual la jefatura de la Stasi (dirigida entonces por Markus Wolf) no puso más objeciones. El gobierno de Alemania Oriental, no obstante, se desentendió oficialmente de las actividades futuras de Tamara Bunke, aunque mantuvo su membresía del Partido Socialista Unificado de Alemania.Luego Bunke llegó a Cuba el 12 de mayo de 1961 y estudió periodismo en la Universidad de La Habana. Posteriormente, al hablar francés, inglés, alemán y español, trabajó en el Ministerio de Educación (MINED), el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y en la dirección nacional de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC). En 1963 comenzó a entrenarse con el fin de servir en tareas de inteligencia de los servicios de espionaje cubanos, y en esta época comienzó a ser conocida como Tania. En Cienfuegos preparó su plan práctico-operativo.
El motivo de elegir "Tania"" como nombre de guerra fue que Zoya Kosmodemyanskaya, partisana soviética durante la Segunda Guerra Mundial, también había llevado Tania como nombre en la clandestinidad.1
Bunke en 1964, antes de partir con rumbo a Bolivia, donde se reuniría con el Che Guevara
En Bolivia
Tras el entrenamiento por parte del Ministerio del Interior cubano, Tamara Bunke llegó a Bolivia en 1964 con órdenes directas del Che Guevara de establecer relaciones con representantes de la clase política y del ejército, con el fin de crear condiciones favorables para la apertura de un futuro frente revolucionario. Con el fin de cumplir esta tarea adoptó la identidad de Laura Gutiérrez Bauer.En La Paz se vinculó con los pintores Juan Ortega Leytón y Moisés Chire Barrientos, resultando este último pariente del presidente boliviano. Además, estableció relación con Gonzalo López Muñoz, jefe de la Dirección Nacional de Informaciones de la Presidencia. Su grado de infiltración fue tan alto que trabó amistad con Alfredo Ovando Candía, Ministro de Defensa, y René Barrientos Ortuño, Presidente de Bolivia. Impartió clases particulares de idioma alemán a los hijos de la clase alta local, a fin de relacionarse con sus familiares y obtener información útil para las guerrillas de Guevara, a las cuales apoyaría en cuanto recibiera las órdenes respectivas.
A comienzos de 1966, habiendo sido evaluado su trabajo como exitoso por el gobierno cubano, se le comunicó a Bunke que le había sido concedida la membresía del Partido Comunista de Cuba. Contrajo matrimonio, por otra parte, con Mario Martínez, un estudiante de ingeniería eléctrica, con lo cual obtuvo el pasaporte boliviano y consiguió mayor libertad de movimientos para sus actividades de infiltración.
Guerrilla y muerte
Las tareas de Bunke consistían en ser una espía "durmiente", dedicada sólo a reunir datos mediante la infiltración, esperando alguna orden para recién entrar en acción. De hecho, durante su estancia en Bolivia las actividades de Tamara Bunke se concentraron en recoger datos e información que pudieran ser útiles al servicio de espionaje en Cuba y sus jefes nunca proyectaron su participación activa en una guerrilla.No obstante, al saber mediante sus jefes en Cuba que el Che Guevara había llegado a Bolivia para iniciar una lucha de guerrillas, Tamara Bunke se unió al grupo guerrillero para entrar en combate. Aunque en un principio el Che Guevara la prefería continuando en sus labores para el espionaje cubano, Bunke insistió en integrarse como combatiente, aprovechando que había recibido entrenamiento en el manejo de armas tanto en Alemania Oriental como en Cuba. Así terminó incorporándose al grupo del comandante Juan Vitalio Acuña Nuñez "Joaquín", pero destinada en la práctica a funciones de enfermería e intendencia, lejos de la primera línea de lucha.
Cuando el Che dividió su columna en dos, su fuerza se debilitó (las mismas no volverían a reunirse) y eso forzó a que Tamara fuese incorporada como combatiente pese a que su salud se había quebrantado a causa de las dificultades de la vida en los campamentos guerrilleros y el duro clima tropical. La argentina murió en combate, con el fusil en la mano, el 31 de agosto de 1967, durante una emboscada a la que fue guiada junto a su grupo por Honorato Rojas en Vado del Yeso, Puerto Mauricio, en el Río Grande de Bolivia.
Sus restos fueron identificados y trasladados a Cuba en 1998, estando actualmente en Santa Clara.
Legado
- El planeta menor 2283 Bunke, descubierto en 1974 por la astrónoma soviética Lyudmila Zhuravlyova, fue nombrado en honor de Tamara Bunke.2
- El cantante y compositor venezolano Alí Primera escribió una canción titulada Tania, en conmemoración de Bunke y su dedicación a la Revolución Comunista.
- El personaje de Tania en el videojuego Command and Conquer está basado en ella.
- Durante su participación en el Ejército Simbiótico de Liberación, Patricia Hearst tomó el alias de "Tania".
- La revolucionaria chilena Cecilia Magni adoptó el alias de "comandante Tamara" en su memoria.
- La guerrillera holandesa Tanja Nijmeijer de las FARC, adoptó su nombre de pila en recuerdo a su legendaria par argentina.
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