viernes, 26 de diciembre de 2014

SGM: La Navidad con la Gestapo

La Navidad de la Gestapo 
En el apogeo de la Segunda Guerra Mundial, un estadounidense trata de llevar alegría de las fiestas al enemigo.

JOSIAH P. MARVEL - The Atlantic



[En junio de 1940, Josiah P. Marvel voló a Francia para formar parte del Comité de Servicio de los Amigos de Europa. Durante un año el señor Marvel trabajó en la Francia ocupada, con lo que esa medida como pudo a las colonias de niños refugiados cerca de Biarritz, los campos de internamiento de civiles británicos, los campos de internamiento judíos, la cantina para refugiados belgas cerca de Burdeos, y la distribución de la leche y de la confección en el Interdite Zone. Él era el único civil que tenía permiso para visitar a los presos de la Gestapo en Francia el pasado año.-Los editores]

A mediados del pasado mes de diciembre, se me preguntó por los oficiales a cargo de una de las prisiones de la Gestapo, la Cherche Midi, para trabajar con ellos en una fiesta de Navidad para los presos, para que mantuvo en la tarde del vigésimo cuarto. Los guardias alemanes realizado una encuesta a todos los prisioneros, y finalmente tuvimos una lista de cerca de un centenar de hombres y cincuenta mujeres que estaban completamente fuera de contacto con sus familias y nunca recibieron ningún correo o paquetes. Estos fueron presos de todas las nacionalidades.

En la mañana del vigésimo cuarto que me prestaron uno de los camiones de la Wehrmacht, y con tres soldados nos llevaron hasta la Marche des Fleurs comprar los árboles de Navidad. Hicimos la negociación habitual, y debido a mi escolta me tuve que tranquilizar a los comerciantes franceses reacios que los árboles eran para los presos, y no el personal. Compramos un árbol por cada uno de los grandes dormitorios en el primer piso, así como uno para cada piso de la prisión principal. Era prácticamente imposible encontrar adornos, pero al volver a la prisión nos envió algunos soldados hacia fuera para conseguir lo que pudieron en el camino de decoraciones.

He traído regalos para cada uno de los ciento cincuenta que no tenían conexiones familiares, y suficientes naranjas y manzanas para todos los cuatrocientos cincuenta prisioneros, que fue un regalo especial, porque la fruta no está en la dieta de la cárcel y no puede ser enviado desde el exterior.

Paquetes de mujeres contenían camisones de franela, jabón, pasta de dientes y otros artículos prácticos que carecían por completo (cepillos de dientes, ropa interior, y similares). Parcelas de los hombres contenían camisas, ropa interior, calcetines, pasta de dientes, etc., de acuerdo a sus necesidades individuales. Para el veintinueve británica hubo pastel de frutas de Navidad. Para obtener este le había dado un panadero dos litros de mi propio suministro de aceite de oliva, que él negoció para la mantequilla para hornear un pastel lo suficientemente grande como para que cada hombre pueda tener una pieza de buen tamaño, Cuando se lo di a ellos su alegría y sorpresa fuera ilimitada, ya que ninguno de ellos había soñado con tener siquiera una migaja del pastel que a ellos así representaba una Navidad Inglés.

Le pregunté a los guardias en cada piso para que me ayude, y por cinco todo lo habían dado a cabo. Luego fui dormitorio a una de las grandes residencias para la 'fiesta'. Fue a lo largo de la habitación con parpadeos doble cubierta hacia abajo ambos lados y un lugar amplio pasadizo por el centro. En el centro de esta eran una mesa y unos bancos. Como fuimos en el sargento a cargo de la sala gritó: 'A la atención! "Y los ochenta hombres en la sala se pusieron en pie en dos filas para entrar por el centro. Fue un comienzo desalentador para una ocasión festiva. Se les ordenó 'a gusto' y se puso tieso durante las ceremonias.

El plan era que el oficial a cargo de la prisión para hablar, así como el Ministro de la Embajada de Alemania, y también me había preguntado si yo no diría algo. No me podía imaginar lo que se podría decir que un grupo de hombres en una prisión de la Gestapo en la víspera de Navidad. Miré a los hombres y sólo vi la desesperanza y la desesperación en los ojos de cada uno, y sin embargo yo era traerlos saludos 'alegre'. El teniente me había confesado que mañana lo mucho que odiaba su trabajo, lo mucho que quería estar en casa con sus dos hijos para Navidad. Ahora él vaciló, se aclaró la garganta y finalmente comenzó: -

"Los hombres, somos todos nosotros lejos de nuestras casas esta noche. Estoy lejos de mi esposa e hijos, y se encuentra lejos de la suya. Es una desafortunada circunstancia de que usted ha traído hasta aquí, pero esta noche es la víspera de Navidad, y todos debemos unirnos y cada uno de nosotros recuerde lo que significa la Navidad para él. Usted ha hecho mal, es decir por qué estás aquí. Espero que nunca más tendrá que pasar una noche de Navidad en la cárcel. Sin embargo, todos tenemos que ser gay esta noche y hacer felices a los demás. "

Concluyó dándome las gracias por el trabajo que estaba haciendo en las cárceles, a los árboles de Navidad, los paquetes, el fruto. El prisionero francés que fue "presidente" de la sala agradeció a los oficiales por el permiso para hacer la fiesta, el teniente por las amables palabras que había dicho, y yo por las cosas que había traído. Hubo una terrible pausa incómoda después de esto. El Ministro de la Embajada de Alemania no había llegado, así que me di cuenta de que yo estaba al lado. Tragué saliva, tragó saliva, agarré la tabla con nerviosismo, y solté algunas frases incoherentes, todo lo que había querido decir morir en mis labios.

Cuando terminé aplaudían. Hubo otra pausa terrible. El teniente preguntó nerviosamente, 'No puede alguien cantar? Vamos a tener un poco de música. Venga, vamos a ser gay! "Empujaron adelante un joven francés que en una hermosa voz clara cantó 'Noel'. Me llevó de vuelta a la Nochebuena después del armisticio de 1918, cuando, en circunstancias tan diferentes, me había arrodillado con cientos de los demás a la medianoche en St. Sulpice y Clément de la Ópera de París había cantado esa misma villancico. Cuando el joven prisionero terminó, no había un ojo seco en la sala. El teniente llamó de nuevo para una canción, todo el mundo vaciló, y luego le preguntó si alguien no podía cantar "Stille Nacht". Un Judio alemán intensificó-un hombre bajo y rechoncho, sin afeitar, sin corbata, que desde la tensión y el nerviosismo era clavando sus uñas en las palmas de sus manos. Cantó la canción con tanto sentimiento y emoción que cuando terminó la habitación estaba completamente disuelto en lágrimas.

Dijimos buenas noches, todos ellos gritaron ', ¡Gracias! ¡Feliz Navidad! "Y la puerta cerrada detrás de nosotros. Empecé a sonarme la nariz y me tropiezo a través del patio, donde según el plan preestablecido que nos íbamos a realizar otra 'celebración', pero el teniente me agarró del hombro y le dije: 'No, Marvel, una vez es suficiente. Usted y yo nunca vamos a hacerlo de nuevo. No puedo soportarlo. ¿No viste cómo lloraban esos hombres? '

El capitán de todas las cárceles de la Gestapo en París me había enviado una invitación a la fiesta de Navidad que estaba dando a su personal, en la prisión de Cherche Midi.

Cuando llamé al timbre de las nueve de la noche, el guardia miró a través de la pequeña mirilla y, después de dar mi nombre, gritó: 'Jawohl!' La enorme puerta se abrió. Otro guardia me llevó arriba al comedor del personal. Allí, sentado en una mesa larga, fueron el capitán y su personal. Ellos me aplaudieron cuando entré y me mostró a un puesto vacante en el derecho del capitán.

Al frente de cada lugar era un plato lleno con chocolates, paquetes de cigarrillos, y un pequeño trozo de hoja perenne. El pequeño cocinero lío rubio estaba muy ocupado corriendo llenando los vasos con vino caliente caliente. Había mucho riendo y bromeando lado a otro de la mesa, y todo el mundo parecía de muy buen humor cuando el Capitán L. puso de pie para dar su discurso. Anteriormente lo había visto sólo en circunstancias donde fue brusco y corto con sus hombres. Ahora, sin embargo, él respondió a su buen humor con una charla que irradiaba simpatía y calidez. Bromeó algunos de ellos acerca de los episodios ocurridos en la prisión; él me dio las gracias por el trabajo que habíamos hecho, sobre todo para los paquetes de Navidad. Luego se lanzó adelante en una diatriba sobre la grandeza del ejército alemán, su eventual victoria, y la necesidad de sacrificios personales para llevar esto a cabo.

Hubo muchos aplausos cuando el capitán terminó de hablar, y no había ninguna duda en mi mente que tenía la lealtad de todos sus oficiales y soldados. Yo estaba un poco avergonzado cuando me llamaron para hablar a continuación. No esperaba que se le pregunte, y fue de lo más terrible de entrar en alemán algunos pensamientos apropiados para esta noche. Yo sabía que todos estos hombres estaban pensando en el hogar como yo; aunque nuestras razones para estar en el personal del comedor de la prisión de Cherche Midi estaban muy separados, me parecía que había ciertas cosas esenciales del espíritu en el que todos podemos cumplir, y esta fue mi mensaje para ellos.

Ninguna reunión de soldados alemanes estaría completa sin cantar, y esta noche era ninguna canción de excepción, pero la de marcha marcial uno está acostumbrado a escuchar como los vagabundos del ejército de puesto en puesto esta noche se olvida de las encantadoras canciones populares antiguas y encantadoras villancicos alemanes. De vez en cuando uno de los hombres podría saltar hasta a cantar su villancico favorito, o la canción popular particular de su distrito. Estas fueron las canciones de la infancia que todos nosotros, incluso yo en Estados Unidos, había aprendido de muy diferente vísperas de Navidad.

Friedrich, uno de los guardias desde el segundo piso de la prisión, levantó su copa para brindar. Él era un joven soldado alemán típico, y parecía que no responde y Curt cuando estén de servicio. Ahora parecía tímido y vacilante, como él tostado todos nosotros y dijo: "Estoy feliz esta noche, porque hoy se me dio la oportunidad de distribuir algunos paquetes a los prisioneros en mi bloque de celdas. Al hacer esto, yo mismo tuve el privilegio de traer la felicidad y la alegría de la Navidad a aquellos hombres, y estoy muy agradecido por la oportunidad. "Hubo más aplausos, brindis, bromas, canciones. Yo estaba abocado bajo el espíritu de buena voluntad y pensando para mis adentros: "Esto es como un montón de boys'-americano de la universidad cuando de repente el ambiente de toda la habitación se quebró. Alguien dio la orden de que todos se pusieron de pie, hace clic en sus talones, levantó el brazo derecho en el saludo nazi, y cantaron la canción "Horst Wessel". Toda la amabilidad y el buen rollo que había invadido la habitación justo un momento antes de congelado, y yo estaba horrorizado por la crueldad de la canción y la vehemencia con la que se gritó, más que cantado.

Inmediatamente después de este teniente X me acompañó hasta la puerta principal. Fue a oscuras en el apagón, y casi la hora de toque de queda. El silencio era abrumador, como si la humanidad fuera de espera de sólo esperar el momento propicio. Pensé en el esfuerzo por parte de todo el mundo para recordar el espíritu de la tarde, para expresar la amistad y el amor que significan Navidad. Luego la tristeza en mi corazón me recordó a la amargura y el odio que también había tenido su lugar en festividades de la noche. "La paz en la tierra, buena voluntad para gueros-las palabras que habíamos cantado parecían tan hueca como mis pasos sobre el pavimento todavía. Me preguntaba si podría, si alguna vez iba a suceder, que parecía aplazada hasta el momento en el futuro.

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Argentina: Un think-tank histórico demagogo en crisis

La grieta kirchnerista en el Instituto Dorrego
Pacho O’Donell reconoció una “crisis” fuerte y apuntó a “enemigos internos”. La respuesta de Víctor Ramos.
Perfil


La crisis se vio reflejada con el nombramiento de Víctor Ramos y su posterior pedido de licencia en el organismo. | Foto: Cedoc


El fundador y presidente honorario del Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego, Pacho O'Donnell, propuso la disolución del organismo a los miembros del comité directivo a través de una carta. La institución vive una crisis interna fuerte que podría derivar en un cierre a corto plazo.

El instituto de revisionismo histórico se creó el 21 de noviembre de 2011 por un decreto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Su finalidad era la del “estudio, la ponderación y la enseñanza de la vida y la obra de las personalidades de nuestra historia y de la historia Iberoamericana".  Entre las tareas dela institución figuraba la de profundizar el conocimiento de la vida y obra de los mayores exponentes del ideario nacional, popular, federalista e iberoamericano, como San Martín, Güemes, Artigas, Estanislao López, Felipe Varela, Facundo Quiroga, Rosas, Yrigoyen, Perón y Evita, entre otros.

La creación del organismo derivó en un debate polémico entre historiadores de renombre que criticaban el objetivo final de instaurar un “pensamiento único” respecto a la historia de Argentina. Beatriz Sarlo, Juan Suriano, Luis Alberto Romero o Mirta Zaida Lobato, fueron algunas de las voces que se opusieron.

En diálogo con el diario La Nación, O'Donnell habló sobre su decisión: “Es un momento muy doloroso para mí", confesó. "Como fundador del Dorrego propongo que en la asamblea tratemos la disolución definitiva del instituto, si convenimos con sinceridad que no estamos ya en condiciones de seguir cumpliendo con los objetivos que nos fijamos y que la Presidenta de la Nación avaló con su reconocimiento", argumentó el historidador. Preocupado por los empleados que trabajan en el organismo, el ensayista solicitó que éstos fueran derivados a otras áreas del Ministerio de Cultura.

En la carta, O'Donnell reconoció que la institución estaba atravesando momentos de “crisis” y apuntó a “enemigos internos”. "No eran Luis Alberto Romero ni Beatriz Sarlo nuestros peores enemigos", indicó en referencia a las críticas llevadas a cabo por los intelectuales cuando se decidió la creación del Instituto, sino que "estaban adentro".

Según consignó el diario La Nación, la crisis del Instituto se agravó de forma sustancial a lo largo de este año 2014 con, por un lado, las renuncias de varios miembros principales y, por otro, los una serie de enfrentamientos tensos entre sus integrantes, responsables de la renuncia de su cargo de Pacho O'Donnell en junio. La crisis se vio reflejada con el nombramiento de Víctor Ramos y su posterior pedido de licencia en el organismo, luego de que Teresa Parodi lo despidiera del Museo del Cabildo por participar de la campaña del candidato presidencial Daniel Scioli.

Ramos fue el único que, por ahora, se sintió aludido a las acusaciones del fundador de la institución y decidió responder: "Es por una cuestión política. El enemigo de esta situación soy yo, por haber atacado a La Cámpora y a Parodi".

martes, 23 de diciembre de 2014

La eterna búsqueda del entusiasmo del Fascismo

El fascismo: condenados al entusiasmo
La pasión por la velocidad de los futuristas sirvió para engrasar una manera de ver la política que pretende llenar de sentido la vida cotidiana
JOSÉ ANDRÉS ROJO - El País


Motociclista, sólido con velocidad (1927), de Fortunato Depero.

En cuanto se entra en la exposición que la Fundación March dedica a Fortunado Depero queda uno enseguida atrapado por la velocidad. Urge hacer algo, acabar con la antigua civilización, proyectarse al futuro. Las cosas se van quedando viejas, así que conviene inventarse el rostro del porvenir. Lo primero son los manifiestos: "El futurismo es la expresión violenta de nuestra raza, agresiva y revolucionaria; es la expresión de una juventud incontenible y frenética. El futurismo es vibración, impulso, pasión, audacia apacible y festividad orquestal" (Depero futurista, 1913-1927). Marinetti ya había establecido las pautas y calentado los motores en 1909: "No hay belleza sino en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La poesía tiene que ser concebida como un violento asalto contra las fuerzas desconocidas, para reducirlas a postrarse ante el hombre". Nada de concesiones a una sociedad muerta, levantemos el vuelo.

Fortunato Depero llegó al futurismo un poco más tarde. Corría ya el año 1916, pero entró a fondo y apretó el acelerador. Los futuristas habían celebrado la guerra. Hay en la exposición un cartel de combate (Síntesis futurista de la guerra). En un frente, los nuestros; en el otro, el passatismo (el tradicionalismo). Al lado de los futuristas, Italia ("todas las fuerzas y debilidades del genio") y sus aliados: Serbia ("...temeridad"), Bélgica ("energía..."), Francia ("inteligencia..."), Rusia ("potencia..."), Inglaterra ("espíritu práctico..."), Montenegro ("independencia...") y Japón ("agilidad..."). Al otro lado, lo peor: Alemania ("cobardía...") y Austria ("estupidez..."). Propaganda y retórica de guerra en estado puro. Y se trataba de un grupo de artistas e intelectuales.

Hacia 1921, Marinetti escribió en sus diarios: "La humanidad necesita hoy una nueva religión que sintetice y organice todas las supersticiones, todas las pequeñas religiones íntimas, todos los cultos secretos...". Hacía falta un poco de fe, unas cuantas ideas que amueblaran el paisaje del futuro y el ímpetu necesario para seguir adelante con confianza. Mussolini defendía con ardor esa hipótesis: "Nosotros deseamos creerlo, nosotros debemos creerlo, la humanidad no necesita un credo. La fe mueve montañas porque da la ilusión de que las montañas se mueven. La ilusión es, quizá, la única realidad de la vida". El futurismo se ocupó de engrasar esa ilusión. Y fueron muchos los que creyeron en ese futuro radiante que prometía el fascismo.

Italia fue uno de los países vencedores de la Primera Guerra Mundial, ésa que consagraron los futuristas como camino de purificación y perfección, y que había sido al final un infierno de proporciones monumentales, así que, por mucho que se hubiera ganado, la sensación general —la atmósfera, el clima— era de derrota. Ese ambiente facilitó el surgimiento del fascismo, que el historiador Emilio Gentile definió en su libro Fascismo. Historia e interpretación como "un movimiento político y social nuevo, nacionalista y modernista, revolucionario y totalitario, místico y palingenésico, organizado en un nuevo tipo de régimen fundado en el partido único, en un aparato policial represivo, en el culto al líder y su organización, en el control y la movilización permanente de la sociedad en función del Estado".


'Risa cínica': Depero en Roma, 1915.

El artífice de la novedad, Benito Mussolini, tuvo que abandonar el Partido Socialista precisamente por defender ardientemente la guerra, y apoyó entonces a los Fasci di Azioni Rivoluzionaria. El 23 de marzo de 1919 fundó el fascismo propiamente dicho. Poco después surgió el Fascio di Combattimento que, en noviembre de 1921, se convertiría en el Partito Nazionale Fascista. La influencia de los futuristas era en esos días tan innegable como la violencia de los camisas negras. El triunfo definitivo se produjo tras la marcha fascista sobre Roma, entre el 27 y el 29 de octubre de 1922, una vez que Víctor Manuel III se negara a facilitarle al Gobierno los instrumentos para detener el fulminante avance del nuevo partido. Mussolini se convirtió poco después, tras la dimisión del Gobierno, en el primer ministro más joven de Italia. En abril de 1924 hubo elecciones y las ganaron los fascistas con el 66% de los votos. El 3 de enero de 1925 empieza la dictadura: plenos poderes para Mussolini, fin de la libertad de prensa, creación de la policía secreta e inicio del voluptuoso idilio entre el Duce (una figura “infalible, sagrada e inviolable”) con unas masas que se rinden fascinadas a su autoridad y que aceptan a ciegas la consigna: “credere, obbedire, combattere”.

Los fascistas supieron captar las pulsiones escondidas en una Italia traumatizada. "La política no debía volver a maniobrar en la banalidad del orden tradicional, sino perpetuar el ímpetu heroico de la guerra y el sentido místico de la comunidad nacional, para hacer realidad la ‘revolución italiana", escribe sobre aquellos momentos Emilio Gentile en El culto del littorio. La sacralización de la política en la Italia fascista. La guerra había dejado un enorme sufrimiento detrás: "más de medio millón de muertos, seiscientos mil soldados capturados y un millón de heridos, de los cuales casi la mitad quedaron inválidos para siempre", calcula Julián Casanova en Europa contra Europa 1914-1945. Era necesario salvar de las ruinas de la destrucción la gloria de los muertos. Los fascistas los colocaron en un lugar de honor. Y, en ese afán de darle la vuelta a la humillación, recuperaron también el emblema del littorio, "símbolo de unidad, fuerza, disciplina y justicia", para aprocechar así su "significado religioso como símbolo de la tradición sacra de la romanidad, considerado en estrecha relación con el culto al fuego sacro", escribe Gentile. "Las varillas y el hacha son los elementos necesarios y suficientes para alimentar un hogar (focolare) y, llegado el caso, defenderlo".

También en la exposición de Depero puede palparse esa atmósfera de euforia. Era necesario curar las heridas de la guerra y la modernidad del futurismo ofrecía la pértiga para dar ese inmenso salto hacia adelante. El humor, una audacia creativa que disuelve la amargura y que celebra el coraje, la explosión de colores, el propio vértigo de unas figuras que parecen metidas en una licuadora para que tomen velocidad y estallen hacia las alturas, la fascinación por las nuevas máquinas que marcan el compás del mundo: todo eso está ahí. Depero ya había postulado en 1914 una "nueva estética de la realidad" en varios puntos: "abstracta, transparentísima, coloreadísima, ligerísima, continuamente en movimiento, suspendida en el espacio, volátil, ruidosa y milagrosamente estremecedora". Y se aplicó a ello de manera apasionada. Convirtió el juego en la medida de la praxis artística, defendió el motorruidismo y la mismimagia, llevó al teatro el intrépido brillo de sus invenciones, creó el baile plástico, puso sus figuras mecánicas al servicio de los soldados de la vieja Roma destinados a gobernar el mundo, levantó un museo del futurismo. Depero aparece subido a un avión: una metáfora que resumía el anhelo de esa Italia rota que pretendía levantar vuelo y abandonar sus miserias.


Benito Mussolini y el entusiasmo de las masas.

Al lado de la explosión artística del futurismo estaba sin embargo la sombra alargada del fascismo con su férrea voluntad de conducir a las masas, de formarlas y moldearlas, de inocularles el orgullo del nacionalismo y la venenosa promesa de fundar un imperio. La invasión de Etiopía en 1935, la participación en la Guerra Civil española a partir de 1936, la anexión de Albania en 1939 forman parte de ese plan. La fórmula que Mussolini utilizó para contagiar a los suyos sus delirios de grandeza fue la de sacralizar la política: debía llegar hasta el más minúsculo rincón, empapar la vida cotidiana de cada italiano. Mussolini dijo, según un testimonio que recoge Gentile en su libro, que las sedes de las agrupaciones fascistas debían “ser templos, no sólo casas, deben tener líneas vigorosas y armoniosas. Cuando el fascista entra en la sede de su círculo, debe entrar en una casa bella, para que se aviven en él emociones de fuerza, poderío, hermosura y amor”.

Ése fue su gran proyecto y lo expresó, con la ayuda de Giovanni Gentile, uno de sus colaboradores más próximos, de esta manera: "Todo es en el Estado, y nada humano o espiritual existe ni, mucho menos, tiene valor fuera del Estado. En ese sentido, el fascismo es totalitario, y el estado fascista, síntesis y unidad de todos los valores, interpreta, desarrolla y potencia la vida entera del pueblo". Así que procuró penetrar en la conciencia de cada italiano para gobernarla. La máquina de poder funcionaba como una orden religiosa armada y la subordinación al jefe era indiscutible. El latiguillo que rezaba "creer, obedecer, combatir" era incesante, pero también servían otros clichés: "creer en la patria como se cree en Dios" o "solo una fe puede crear realidades nuevas". El uso del fascis lictorum se impuso y las "camisas negras" mancharon por todas partes el paisaje de Italia.

Gentile explica que el estilo fascista procedía de la idea de que el político es "un artista que modela la materia humana". Y para hacerlo, el fascismo entró en las escuelas, llenó el calendario de celebraciones, organizó imponentes exposiciones para dar lustre y esplendor al Duce, levantó monumentos, inundó el país con el símbolo del littorio. Los fascistas supieron ver claramente que para exaltar las emociones de los italianos servían menos las ideas que la coreografía externa, el ceremonial, el rito. Las gestas deportivas. Ese afán de conquistar el futuro, que tan bien queda atrapado en la exposición de Fortunato Depero a través del bombardeo de más y más invenciones, tuvo su correspondencia en el desafío de los fascistas por modelar a las masas y de hacer de cada italiano un ciudadano-soldado. Había que combatir sobre todo la indiferencia y el repliegue a la vida privada. En El culto del littorio, Gentile recoge unas observaciones de Giaime Pintor, un periodista que cuestionó el proyecto totalitario de Mussolini, apuntó en sus diarios: "Pero, por sobre todo, ingresamos en la intimidad del espectacular aparato de los regímenes totalitarios: aprendimos a desaparecer entre las decenas de miles de hombres que participaban en los desfiles, a caminar al son de melodías tradicionales y a gozar de la impersonalidad que agencia el uniforme".


'Sí, año XII de la Era Fascista', de Xanti Schawinsky.

"Tras la caída del régimen", escribe Gentile, "un decepcionado creyente en la 'mística fascista' escribió que el fascismo condenaba a los italianos al entusiasmo". Fue ese entusiasmo el que facilitó que los italianos dieran botes cada vez que Mussolini movía una ceja y que se creyeran que el futuro les pertenecía. El fascismo les tocó bien adentro exaltando su supuesta singularidad y construyendo una monumental épica que les borraba los complejos y los empujaba a la calle para encontrar en la liturgia de masas el calor imprescindible para atravesar la crisis de posguerra. Ahí, en la exposición de Depero, está el cartel que hizo Xanti Schawinsky que resume una época: el imponente rostro de Mussolini y un enorme "SÍ".

No es que fascismo y futurismo fueran ni remotamente lo mismo. Pero se empaparon en la misma atmósfera y sus caminos coincidieron. Compartían la idea de borrar el pasado y el entusiasmo por el futuro. En un texto, Viva la máquina y el estilo de acero, publicado en 1927, Depero escribió: "nuestro arte será hijo de las máquinas: nuevo flamante esplendoroso y preciso mortalmente eléctrico [...] ADORO LOS MOTORES, ADORO LAS LOCOMOTORAS, me inspiran optimismo inquebrantable (...)". También el fascismo quería conquistar el porvenir: las masas fueron una pieza esencial del engranaje. Luego, tras la Segunda Guerra Mundial, las cosas se torcieron. "En el caso de Depero, efectivamente, el vínculo con el fascismo no era un problema irrelevante: había colaborado y apoyado plenamente al régimen con cuadros, proyectos y obras publicitarias", apunta Fabio Belloni en uno de los ensayos del magnífico catálogo de la exposición de la Fundación March. Así que pasó una larga época en las sombras y es, de hecho, uno de los artistas menos conocidos del movimiento.

"En momentos de crisis o de extraordinaria tensión, la colectividad aspira a recobrar un sentido total de la vida, como cimiento de una nueva estabilidad, adhiriendo(se) a los movimientos políticos que prometen superar el caos en una dimensión más alta de orden comunitario", apunta Gentile, y se acuerda de paso del Gran Inquisidor de Dostoievski cuando decía: "Para el hombre no hay preocupación más constante y atormentadora que la de buscar cuanto antes, siendo libre, ante quién inclinarse". Y ése es seguramente uno de los problemas más serios y más dramáticos del presente que habitamos. El de buscar calor, en medio de tanta orfandad, en algunas de esas liturgias que tanto consuelo prometen. Gentile sobre el fascismo: "La función de la liturgia de masas iba más allá del aspecto lúdico o demagógico, que también estaba presente: apuntaba a conquistar y modelar la conciencia moral, la mentalidad, los hábitos de la gente y hasta sus más íntimos sentimientos acerca de la vida y la muerte". Vaya, que el gran riesgo sigue siendo el de siempre, que "junto con el artificio, mezclados con éste, obran la espontaneidad y el entusiasmo del creyente convencido de poseer la verdad".



Exposición de la Revolución Fascista, inaugurada en Roma el 28 de octubre de 1932.
Depero futurista 1913-1950. Catálogo de la exposición. Varios autores. Fundación Juan March. Madrid, 2014. 457 páginas. 39,90 euros.

El culto del littorio. La sacralización de la política en la Italia fascista. Emilio Gentile. Traducción de Luciano Padilla López. Siglo Veintiuno Editores. Buenos Aires, 1993. 299 páginas. 19 euros.

Fascismo. Historia e interpretación. Emilio Gentile. Traducción de Carmen Domínguez. Alianza. Madrid, 2004. 328 páginas. 28 euros.

Europa contra Europa 1914-1945. Julián Casanova. Crítica. Barcelona, 2011. 258 páginas. 15,90 euros.

lunes, 22 de diciembre de 2014

La Operación Cóndor emerge en Brasil

Represión mas allá de las fronteras
La Comisión de la Verdad de Brasil detalla los secuestros en el marco del Plan Cóndor
HELOÍSA MENDONÇA São Paulo
El País



Junta Interamericana de Defensa (o Operación Cóndor), en 1968. / S. A. (ESTADÃO CONTEÚDO)

"Los que más me pegaban eran los brasileños. Digo brasileños porque hablaban en portugués. Me golpearon, me insultaron y comenzaron a revisar todo el piso. Allí no había más que papeles. Yannone [el mayor] se sentó en el suelo. Como le dolían los puños, se quitó un zapato y me golpeó”, relató Lilian Celiberti.
Sin la ayuda de EE UU, ningún país habría conseguido organizar la Operación Cóndor
La entonces profesora vivía en Porto Alegre con el estudiante Universindo Rodríguez, ambos ciudadanos uruguayos, cuando fueron secuestrados con los hijos de ella en 1978. Los dos eran militantes del ilegal Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), opositor a la dictadura en Uruguay. Recogían información sobre torturas y se las pasaban a organismos de defensa de los derechos humanos en Europa.

El secuestro de Celiberti y Rodríguez fue una de las acciones de represión practicadas entre Brasil y Uruguay en el ámbito de la Operación Cóndor, una red secreta para el intercambio de informaciones y operaciones extraterritoriales de secuestro, tortura, ejecución y desaparición forzada de opositores políticos exiliados entre Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay.

El informe de la CNV indica la existencia de bases brasileñas en varias capitales del exterior
Según el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) brasileña, divulgado el pasado miércoles, la coincidencia de dictaduras militares de orientación ideológica semejante en Sudamérica en las décadas de 1970 y 1980 se reflejó en una intensa cooperación regional para el combate a la subversión. El documento detalla la colaboración extranjera con los militares brasileños y la actuación de agentes y diplomáticos fuera del país.

El informe de la CNV  indica la existencia de bases brasileñas en varias capitales del exterior: Asunción, Montevideo, Santiago de Chile, París, Lisboa, Praga, Moscú, Varsovia y Berlín. Además, la Comisión encontró indicios de bases en Caracas, La Paz y Lima. El delegado Sérgio Fleury, uno de los jefes de la represión, viajó a países vecinos con conocimiento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, según el informe, que señala que el policía brasileño estuvo en Francia, Uruguay, Argentina y Chile.

Sin la ayuda de Estados Unidos, ningún país de la región habría conseguido organizar el sistema de la Operación Cóndor. Se sabe, por ejemplo, que la CIA proporcionó la tecnología puntera usada en la producción y utilización de una base de datos común a todos los países miembros.

Sin embargo, antes de la formalización de la operación, el régimen brasileño ya mantenía colaboración con los países vecinos a fin de vigilar y restringir los derechos de brasileños exiliados. Este fue, entre otros, el caso del presidente João Goulart, que llegó a Uruguay en abril de 1964. La dictadura brasileña presionó el Gobierno uruguayo en búsqueda de cooperación. La estación de la CIA en Río de Janeiro también colaboró en el control de los exiliados en Uruguay e interfirió directamente en la designación de diplomáticos para la Embajada de Brasil en Montevideo.

Los archivos de Exteriores muestran evidencias de que este Ministerio llegó a estar involucrado directamente en al menos un episodio de detención arbitraria en Uruguay, de manera oficial, aunque de forma secreta. Fueron localizados documentos que comprueban que un ciudadano brasileño, Luiz Bastian Pinto, fue detenido en Uruguay y entregado a la policía brasileña en la frontera, a través de una acción pactada entre el embajador de Brasil y el ministro de Interior uruguayo.

Este episodio, que para la CNV prueba la implicación directa del Ministerio de Relaciones Exteriores, parece no haber sido aislado. Aparecen, en otros documentos, la Embajada y los consulados, el Centro de Informaciones del Exterior (CIEx), la Policía Federal y el Departamento de Orden Política y Social (DOPS) brasileños. Del lado uruguayo, hay registros de participación del Departamento Nacional de Informaciones e Inteligencia y de las jefaturas de policía de Montevideo y otras ciudades.

El Consulado de Montevideo enviaba listas de “extranjeros subversivos e indeseables”
Hay también, entre telegramas y oficios, muchos documentos que encaminaron informaciones sobre ciudadanos de otras nacionalidades, buscados en los países vecinos. El Consulado General de Montevideo enviaba regularmente listas de “extranjeros subversivos e indeseables”. Entre los nombres se encontraba, por ejemplo, José Mujica, actual presidente de Uruguay, y u mujer, Lucía Topolansky.

Chile

Las pesquisas en los archivos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil encontraron también evidencias de que la actuación del Estado brasileño respecto a sus ciudadanos que se encontraban en Chile durante la dictadura  fue más allá de la omisión de protegerlos.

Una lista divulgada por Manuel Contreras, exjefe de la policía secreta chilena, mostró que 108 brasileños estuvieron presos en el Estadio Nacional, y uno de ellos, Wânio José de Mattos, falleció “en situación de deliberada omisión de socorro”. A muchos de ellos se les podría haber liberado rápidamente, concluye el informe. Las comunicaciones del periodo, entre la Embajada y el Consulado en Santiago y la Secretaria de Estado en Brasilia, muestran que Exteriores llegó a tomar iniciativas para impedir que fueran soltados.

Antes de la operación la dictadura ya mantenía colaboraciones con los países vecinos
El informe también indica que Exteriores solo se preocupó por obtener datos de brasileños exiliados en Chile para vigilar sus actividades. “El golpe de Estado en Chile, y la subsiguiente persecución de los extranjeros que allá se encontraban, fue para las autoridades brasileñas una ocasión privilegiada para descubrir el paradero de centenares de oponentes al régimen brasileño que habían dejado el país y, de allí en delante, seguir la pista de sus desplazamientos en el exterior”.

Desaparecidos en Buenos Aires

El informe menciona también casos de brasileños que desaparecieron en Argentina. El dirigente del Partido Operario Revolucionario Trotsquista (POR-T) Sérgio Fix Marques de Santos, y editor del periódico Frente Operaria, desapareció en Buenos Aires el 15 de febrero de 1976. El documento también destaca los casos del músico Francisco Tenório y Maria Regina Marcondes Pinto, que también desaparecieron en la capital argentina. Regina estaba bajo constante vigilancia de la represión brasileña, según documentos de Exteriores.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Operación Soberanía: 36º aniversario

19 de diciembre de 1978

"Operación Soberanía"

Se conoce con el nombre en clave de Operación Soberanía u Operativo afianzamiento de la soberanía al plan de invasión a Chile que el gobierno militar de Argentina planificó ejecutar en los últimos días de diciembre de 1978, pero que fue suspendido a último momento por la intervención del papa Juan Pablo II.


BIM 4 al completo, formado sobre Avda. Maipú, Ushuaia 1978

Para solucionar el litigio por la soberanía de las islas y los derechos marítimos en el área del canal Beagle, Argentina y Chile acordaron en 1971 recurrir al arbitraje del gobierno del Reino Unido, árbitro formal establecido en el Tratado General de Arbitraje del 28 de mayo de 1902, pero que solo podía aceptar o rechazar el fallo de un tribunal nombrado de común acuerdo entre ambos países. Basándose en el derecho internacional, los jueces dictaron sentencia el 22 de mayo de 1977 asignando a Chile las islas Picton, Nueva y Lennox. En 1978, el gobierno de Argentina declaró nulo el laudo arbitral y movilizó su poderío militar para obligar a Chile a dejarlo de lado y negociar una solución al conflicto más favorable a la posición argentina.
Al no lograr ese objetivo por la vía negociada, Argentina planificó una guerra de agresión contra Chile.

La situación chilena parecía bastante desventajosa.
Frente a un país que casi lo triplicaba en el número de habitantes, con un ingreso per cápita mayor y una ventaja geográfica, Chile enfrentaba, además, a raíz de los atentados a los derechos humanos cometidos durante el régimen militar, una negación a la venta de armas de parte de sus proveedores tradicionales, Estados Unidos de América y Europa Occidental, lo que dificultaba aún más la ya compleja tarea de resguardar su territorio, debido a su propia geografía.

El plan de acción 

No existen ni declaraciones ni documentos oficiales argentinos sobre la existencia del Operativo Soberanía. Sin embargo, la cantidad de testimonios en todos los estamentos de la sociedad argentina es tal, que nunca se ha puesto en duda su existencia. Empero, es difícil establecer las condiciones, fines y medios que planearon sus gestores a partir de las experiencias personales de los partícipes.

El ataque sería precedido por una denuncia argentina "falsa" ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de una ocupación militar de las islas al sur del Canal Beagle por parte de Chile.

Las Fuerzas armadas argentinas desembarcarían en las islas y en caso de que las tropas de élite chilenas que protegían las islas opusieran resistencia, se invadiría el territorio continental de Chile, buscando a lo largo de la frontera el frente que ofreciese menos resistencia, para cortar el país en por lo menos un lugar y así obligar a Chile a aceptar las condiciones argentinas.

«La estrategia nacional y militar que planificó Argentina, en el marco de una estrategia total, para enfrentar el conflicto con Chile el año 1978», que el Operativo Soberanía fue elaborado por el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas Argentinas bajo el nombre de (Planeamiento Conjunto de Operaciones Previstas contra Chile).

El concepto estratégico del plan, con el fin de lograr el objetivo político de apoderarse de las islas inmediatamente al sur del Beagle que se había propuesto Argentina, estaba basado en dos premisas:

  1. Que Chile se rindiera en un tiempo breve como consecuencia de las acciones militares que se estaban preparando; y
  2. Que Chile aceptara los reclamos territoriales formulados por Argentina, a lo que seguiría el repliegue de las tropas argentinas desde los puntos del territorio chileno que hubiera sido ocupado luego de la ofensiva trasandina.

Posteriormente, se elaboró una Directiva Estratégica Militar, la cual fue aprobada por la Junta Militar, donde se establecía, el concepto general de la guerra, el objetivo político de guerra bélico y la organización de las fuerzas.

Como anexo a este plan, se formularon otros planes que incluían un Plan de Movilización, un Plan de Inteligencia y un Plan de Intrusión. Este último incluía la ocupación militar (Flota de mar [Flomar] e infantería de marina) de las islas, incluyendo las islas Wollaston y el Cabo de Hornos, antes de la hora H, vale decir, antes de que se iniciara el ataque terrestre a nivel continental.

Como se esperaba que las acciones bélicas provocaran la reacción inmediata de la ONU, Estados Unidos y otros países, los militares planificaron el realizar una guerra de la forma más rápida y violenta, con el objetivo de apoderarse de la mayor cantidad de espacio territorial chileno en pocos días, para luego aceptar un cese de hostilidades manteniendo un statu quo, que sería impuesto por la ONU, pero que dejaría a Argentina en una posición de fuerza para negociar territorios posteriormente. Con ese objetivo, Argentina estaba más que dispuesta a aceptar la presencia de fuerzas de paz de las Naciones Unidas para separar a ambos Ejércitos.

De este plan, al 14 de diciembre de 1978, se habían cumplido las etapas de movilización de las fuerzas regulares de las tres ramas y la fase de movilización parcial de los reservistas.

Armada Argentina (Contraalmirante Humberto Barbuzzi):

Misión: Oponerse a la acción de la escuadra chilena y apoyar la conquista de las islas al sur del Canal Beagle. Para ello la flota argentina se había dividido en tres grupos de tarea (GDT):

El primero, encabezado por el PAL (Portaaviones Liviano) ARA Veinticinco de Mayo (V-2), con su completo GAE (Grupo Aéreo Embarcado) formado por: 8 aviones Douglas A-4Q, 4 Grumman S-2 Tracker, 4 helicópteros Sikorsky S-61D4 Sea King y un Alouette) con el destructor misilístico ARA Hércules (D-28) (con al menos dos misiles MM-38 Exocet) y las novísimas, para ese entonces, corbetas misilísticas Clase A-69 ARA Drummond (P-1), actual P-31 y ARA Guerrico (P-2) actual P-32 (ambas con cuatro misiles MM-38 Exocet cada una) en funciones de escolta.

sábado, 20 de diciembre de 2014

Irlandeses esclavos en América

Los esclavos olvidados de América: Los irlandeses
Javier Sanz - Historias de la Historia


Cuando hablamos de esclavos y de América, la primeras imágenes que nos vienen a la cabeza son las enormes plantaciones de algodón donde los esclavos traídos de África trabajan de sol a sol. Pero hubo otros esclavos, en este caso blancos y casi olvidados por la historia, que sufrieron las mismas penalidades… los irlandeses.

En el siglo XVI, los españoles fueron los primeros europeos en utilizar esclavos africanos en el Nuevo Mundo (islas de Cuba y La Española). Más tarde, portugueses, holandeses, franceses y británicos hicieron lo propio en sus respectivas colonias (Brasil, Antillas, Norteamérica…). Las colonias británicas en Norteamérica también fueron utilizadas para el destierro penal de criminales convictos desde principios del siglo XVII hasta la independencia, y posteriormente a Australia entre 1788 y 1868. Además de estos criminales, los ingleses enviaron a sus colonias norteamericanas a los irlandeses, sobre todo católicos, que se rebelaron contra la opresión inglesa… vendidos a los colonos como mano de obra.



El comercio humano comenzó cuando James II, rey de Inglaterra, vendió 30.000 prisioneros políticos irlandeses como esclavos al Nuevo Mundo. A mediados del siglo XVII, los irlandeses se convirtieron en la principal fuente de ganado humano para los comerciantes ingleses… el 70% de la población total de las islas Antigua y Montserrat eran esclavos irlandeses. En la década de 1650 más de 100.000 niños irlandeses, entre 10 y 14 años, fueron separados de sus padres y vendidos como esclavos en las Indias Occidentales, Virginia y Nueva Inglaterra; 52.000 más, en su mayoría mujeres y niños, fueron vendidos a Barbados y Virginia; 2.000 niños se vendieron a Jamaica… Ni eran criminales ni tampoco, como se ha tratado de vender, tenían contratos de servidumbre.




Además, eran más baratos que los africanos (en el XVII, un esclavo africano costaba unas 50 libras esterlinas y un irlandés no más de 5) y los hijos nacidos de esclavos blancos seguían siendo esclavos incluso en el caso de que su madre obtuviese la libertad, así que las madres permanecían con ellos. Los colonos, para maximizar sus recursos, decidieron utilizar a las mujeres/niñas irlandesas – además de para su beneficio propio – para cruzarlas con africanos y criar mulatos. Estos nuevos esclavos rompieron el mercado… se podían vender por un precio superior a los irlandeses y salían más baratos que los africanos. Esta práctica de mestizaje esclavo se extendió hasta que en 1681, por las presiones de la Royal African Company a la que la Corona británica había concedido el monopolio sobre las rutas del comercio de esclavos africanos, se aprobó la ley “Forbidding the practice of mating Irish slave women to African slave men for the purpose of producing slaves for sale” (Prohibida la práctica de acoplamiento de esclavas irlandesas y esclavos africanos con el fin de producir esclavos para la venta).

En 1807 el Parlamento Británico aprobó la Ley para la Abolición del Comercio de Esclavos, bajo la cual los capitanes de buques de esclavos podían ser severamente penados por cada esclavo transportado. Esta fue superada por la Ley Abolicionista de 1833, que liberó todos los esclavos del Imperio Británico.

viernes, 19 de diciembre de 2014

Encuentran objetos dejados por judíos en un ghetto checo

Propietarios checos descubren en Tefillin objetos oculto por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial en su ático
Reuters
Huffington Post



Ex-Ghetto de Terezin, República Checa

PRAGA, 11 de diciembre (Reuters) - Los propietarios de viviendas que realizaban la reconstrucción de su ático en la ciudad checa de Terezin han encontrado fotos, zapatos y otras posesiones de Judios forzados en un gueto allí bajo el régimen nazi, dijo que un proyecto patrimonial el jueves.

Terezin (Theresienstadt), una ciudad fortaleza y guarnición construida a finales del siglo 18, fue utilizado por los nazis como campo de tránsito para los Judios acorralados en Checoslovaquia y deportado de otros lugares de Europa. Ellos se llevaron a cabo en el gueto hasta que pudieran ser transportados a campos más al este.

Casi 160.000 Judios pasaron por Terezín. La mayoría perecieron allí o en los campos de exterminio de Europa oriental ocupada por los nazis. El campamento se mantuvo en funcionamiento a partir del otoño de 1941 hasta su liberación mayo 1945

El descubrimiento de los objetos, algunos de los cuales llevaban los nombres de sus dueños, se dio a conocer por el proyecto gueto de Theresienstadt, que es financiado por patrocinadores alemanes y checos.

"Los hallazgos inesperados como estos sugieren que una gran cantidad de legados preciosos de la época gueto siguen esperando a ser descubiertas en los edificios a lo largo de Terezin", dijo el grupo en un comunicado de prensa.

El grupo dijo que lo más destacado del hallazgo fue el tefilín cabeza, una pequeña cápsula negro que contiene un pergamino escrito a mano con los "Escucha, Israel" versículos del Deuteronomio.

Hombres judíos piadosos están obligados a usar tefilín durante sus oraciones de la mañana y las cápsulas, uno para la cabeza y el otro para un brazo, son preciadas pertenencias.

El grupo dijo que los dueños de casa deseaban permanecer en el anonimato debido a lo delicado de la cuestión entre los habitantes de Terezin. Descubrieron los objetos al reemplazar un techo en su ático en noviembre.

"En su opinión, la forma en que los objetos estaban ocultos bajo las vigas indica la gran importancia que los presos se dieron en esconder sus posesiones", dijo el grupo.

Los proyectos ghetto de Theresienstadt comenzaron en 2012 y con el apoyo de la Fundación Cultural Federal alemán;, del Recuerdo, Responsabilidad y Futuro de la Fundación; el alemán Checa Future Fund con sede en Praga; y otros grupos en Alemania y República Checa. (Reporte de Robert Muller)